TEMA 8.

CUANDO NOS DUELE EL ALMA

Objetivo del tema

Jesús nos comprende en todo. Esto no solo debemos regirlo al tema de la tentación sino a las
circunstancias que vivimos. Descansar en que nos podemos acercar a su trono confiadamente para
encontrar misericordia y ayuda en el momento justo.

Introducción
Jugaremos: ¿Quién me entiende? Es una suerte de mímica que consiste en jugar charadas, pero
quien adivina no puede decir nada, solo asentir o negar con la cabeza. Solamente al final, después
de 1 minuto de tiempo, podrá hablar y contar lo que adivinó.

Discusión
Ítem #1: Preguntaremos ¿es fácil entender a alguien que tan solo dice sí o no? ¿Cómo manejamos
situaciones donde nadie nos entiende? ¿Qué haces para que te entiendan a plenitud?
Ítem #2: Analizaremos y reflexionaremos, dándoles espacio para el debate: ¿Crees que Jesús te
entiende? ¿Cómo es eso?
Ítem #3: Preguntaremos: ¿Alguna vez has estado así al borde del colapso? ¿En qué ocasiones te has
sentido destrozado, lleno de dolor y tristeza? Un familiar en la cárcel. La pérdida de un embarazo.
La muerte de un ser querido. Una infidelidad y un divorcio. Una traición o engaño de un gran
amigo. Una quiebra financiera. Una petición a Dios que fue opuesta lo que deseábamos. Un insulto
o lo compararon con alguien. El fallecimiento de una mascota. ¿Ha tenido alguna situación reciente
que ha traído dolor a su vida?

Tema
El dolor es una percepción sensorial localizada y subjetiva que puede ser más o menos intensa,
molesta o desagradable y que se siente en una parte del cuerpo; pero también es un sentimiento
intenso de pena, tristeza o lástima que se experimenta por motivos emocionales o anímicos.

Jesús experimentó el dolor y comprende cuando algo nos duele. Se explica en Juan 11:32-37
(NTV), donde vemos que Lázaro, quien vivía en Betania muy cerca de Jerusalén y era hermano de
Marta y María, era un gran amigo de Jesús, quien llegó cuatro días después de la muerte del
primero. Cuando Marta y María salieron a su encuentro cada una en tiempos diferentes y le
mostraron su dolor por lo que estaban viviendo. Había crisis en la familia y en los amigos de ellos.
Al ver sus expresiones sabía por lo que estaban pasando.

Según el texto original lo que esas mujeres hicieron cuando describe que lloraron es que lo hacían
con gritos o gemidos. Lo hacemos cuando el dolor es fuerte y es una forma de sacar lo que hay en el
interior. La Biblia no dice nada sobre sus padres pero lo que si es cierto es que los tres fueron
compañía por mucho tiempo. Su plan era comer en casa, Marta hacía todo, María nada y Lázaro
comer y comer. Ese grito o gemido era una declaración final al plan de cada fin de semana, a un
compañerismo, aún cuando Jesús fuese de nuevo ya no serían cuatro sino tres porque la muerte les
arrebató a su hermano y amigo. Nunca más lo volverían a ver y era una idea difícil de asimilar.
Muchos en Betania lamentaban esta situación. ¿Cuántos comprenden los gemidos de Marta y
María?

Isaías 53:3-4 (NTV) dice: Fue despreciado y rechazado: hombre de dolores, conocedor del dolor
más profundo. Nosotros le dimos la espalda y desviamos la mirada; fue despreciado, y no nos
importó. Sin embargo, fueron nuestras debilidades las que él cargó; fueron nuestros dolores los
que lo agobiaron. Y pensamos que sus dificultades eran un castigo de Dios; ¡un castigo por sus
propios pecados!
¿Varón de dolores? Claro, porque le tocó soportar la traición de uno de su equipo de trabajo a quién
le había enseñado y compartido todo. Dolor porque la noche en que fue entregado sus amigos lo
abandonaron. Dolor porque a los suyos vino y no lo recibieron. Dolor por Jerusalén. Dolor porque
por causa del pecado su relación con Dios se quebró. Dolor de ser comparado con un asesino como
Barrabás. Ir a la cruz trajo angustia y preocupación. Más el dolor físico.

Cuando Jesús llegó al lugar donde pasaba lo de Lázaro se enojó con la situación. ¿Por qué pasó
esto? ¡Pero si ayer hablamos y estaba lo más de bien! El domingo teníamos plan de cordero sudado.
En otra versión dice que se entristeció, ¿por qué? porque él siente lo que usted y yo sentimos frente
a estos momentos. Fue conmovido, significa que se perturbó, inquietó, alteró, fue movido
fuertemente.

¿Qué hacer cuando nos duele el alma?

-ORAR MUCHO MÁS. En español, en lenguas, en todo tiempo, en todo destiempo. Salmo 73:25-
26 (NTV) ¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Te deseo más que cualquier cosa en la tierra. 26
Puede fallarme la salud y debilitarse mi espíritu, pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón; él
es mío para siempre.

-PEDIRLE A DIOS QUE NOS LLENE.

Tenemos un vacío que solo Dios podrá llenar a plenitud.

-LLORAR COMO LO HARÍA JESÚS.

Salmo 6:2, 3, 4, 6 y 7 (NTV) Ten compasión de mí, Señor, porque soy débil; sáname, Señor,
porque mis huesos agonizan. 3 Mi corazón está angustiado; ¿cuánto falta, oh Señor, para que me
restaures? 4 Vuelve, oh Señor, y rescátame; por tu amor inagotable, sálvame. 6 Estoy agotado de
tanto llorar; toda la noche inundo mi cama con llanto, la empapo con mis lágrimas. 7 El dolor me
nubla la vista; tengo los ojos gastados a causa de todos mis enemigos. Se vale llorar y no hay nada
de malo en hacerlo.

-ALABAR, ADORAR Y DAR GRACIAS.

-AFERRARNOS A SU PALABRA.

-ENTENDER QUE ES UN DÍA A LA VEZ.

Juan 14:16 (RVR1960) Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con
vosotros para siempre. El consolador significa el que alivia la pena o aflicción de alguien y está
para siempre.

Para concluir el grupo

-En los momentos duros no bajó la guardia sino que tuvo que orar fervientemente, rogó con
lágrimas a Dios quien era su única alternativa y tuvo que aprender, como ser humano, por medio del
sufrimiento a obedecer siempre a Dios. Lo que quiere decir que cuando enfrentemos dificultades,
situaciones o momentos él nos entiende y nos ayuda para vivir una vida que aprenda y continúe
hacia adelante con un propósito divino.
-Hay cosas que no entendemos sino simplemente molestan, enojan, pican y para Jesús esta fue una
de ellas. Muchos quieren espiritualizar y hacer teología donde no lo hay y déjenme decirles que
estamos en un instante duro en el mundo natural y vivible para el ser humano, Jesús no fue la
excepción.

Cierre y ministración
 Aquí está Dios, no te reclama. Te escucha. Lo tienes exclusivamente para ti.
 Cuéntale lo que pasa por tus emociones y mente.
 Jesús entre a esos lugares oscuros, experiencias.
 Cuadro del trauma. ¿Qué te dolió? ¿Qué pasó? ¿Dónde?
 Sentimientos que nos genera recordar ese momento.
 Entrego sentimientos
 Recibo su perdón
 Doy perdón
 Perdono a mí mismo. Mis contras, recibo perdón e identifico mentiras que he creído.
 Costal - recuerdo, derechos, sentimientos, palabras, mentiras, ídolo.
 Invitar a Jesús al nuevo cuadro