AÑO DEL BUEN SERVICIO AL CIUDADANO
PROCESOS CONSTITUCIONALES
Año XIII / Nº 2585
PODER JUDICIAL
PROCESO DE ACCIÓN POPULAR
Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente
Corte Suprema de Justicia de la República
SENTENCIA
A.P. N° 13427 – 2016
LIMA
Lima, dieciséis de febrero de dos mil diecisiete.
VISTOS:
I.- MATERIA DEL RECURSO DE APELACIÓN:
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso
de apelación de fecha veinticinco de mayo del dos mil
dieciséis, obrante a fojas ciento ochenta y seis, interpuesto
por el demandante Alfonso Julián Dávila Valenzuela, contra la
sentencia, contenida en la resolución número siete, de fecha
veinte de abril de dos mil dieciséis, obrante a fojas ciento treinta
y uno, expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima, en el extremo que declara fundada en
parte la demanda de acción popular interpuesta; y declara
ilegal e inconstitucional únicamente el extremo del artículo
10 del Decreto Supremo N° 007-2012-JUS, refrendado por
el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y publicado el
veintiuno de marzo del dos mil doce en el Diario Oficial “El
Peruano”; en lo seguidos por Alfonso Julián Dávila Valenzuela
contra el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
También es de conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de apelación interpuesto por el Procurador Público
Especializado en Materia Constitucional, de fecha ocho de
junio de dos mil dieciséis, obrante a fojas dos cientos veintidós,
contra la aludida sentencia, en el extremo que declara fundada
en parte la demanda de acción popular interpuesta.
II.- ANTECEDENTES:
PRIMERO: OBJETO DE LA DEMANDA
Del escrito de demanda, que obra a fojas veintinueve,
presentado el veintitrés de septiembre del dos mil quince y
formulado por Alfonso Julián Dávila Valenzuela, que el fin
de la misma es el control de constitucionalidad del Decreto
Supremo N° 007-2012-JUS, publicado en el Diario Oficial “El
Peruano” el veintiuno de marzo de dos mil doce, que aprueba
el arancel para la prestación del servicio no gratuito de
defensa pública, y en particular de lo dispuesto en su artículo
10, el cual bajo el subtítulo de «pago obligatorio en casos de
delitos de corrupción», dispone que «en caso de usuarios
procesados por delitos contra la Administración Pública,
previstos en el Capítulo II del Título XVIII del Código Penal,
en los que se requiera la participación de abogados de la
defensa pública por parte de la autoridad correspondiente, el
monto del arancel será el máximo aplicable, sin excepción».
SEGUNDO: ADMISIÓN Y CONTESTACIÓN DE LA
DEMANDA
Admitida a trámite la demanda de acción popular,
mediante resolución número uno, se corrió traslado de la
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misma al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, quien
a través de su Procurador Público Especializado en Materia
Constitucional contestó la demanda solicitando se declare
infundada la misma.
TERCERO: SENTENCIA IMPUGNADA
Mediante resolución número siete, de fecha veinte
de abril del dos mil dieciséis, la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima dictó sentencia cuya
parte dispositiva es del siguiente tenor literal: “DECLARAR
FUNDADA EN PARTE la demanda de Acción Popular
interpuesta por Alfonso Julián Dávila Valenzuela, y se
declara Ilegal e Inconstitucional únicamente en el extremo
del artículo 10 del Decreto Supremo N° 007-2012-JUS,
publicado el 14 de diciembre de 2014 (debió decir, 21
de marzo del 2012) en el Diario Oficial “El Peruano”; e
INFUNDADA en los demás extremos contenidos en la
demanda; sin condena al pago de costos del proceso”.
1. ARGUMENTOS DE LA SENTENCIA
La sentencia de instancia se pronuncia sobre el fondo
de la cuestión arguyendo en esencia lo siguiente:
1.1. Naturaleza constitucional del caso.
En el considerando quinto se señala que el artículo 139
inciso 16 de la Constitución Política del Estado establece
como principio y derecho de la función jurisdiccional, la
gratuidad de la administración de justicia y de la defensa
para las personas de escasos recursos; y, para todos, en
los casos que la ley señala; además, advierte que el marco
jurídico del servicio de defensa pública es regulado a través
de la Ley N° 29360, del catorce de mayo del dos mil nueve,
la misma que en su artículo 2 precisa como objetivo del
servicio de Defensa Pública el asegurar el derecho de
defensa proporcionando asistencia y asesoría técnico legal
gratuito, en las materias expresamente establecidas, a las
personas que no cuenten con recursos económicos y en los
demás casos en que la ley expresamente así lo establezca.
Finalmente, aún dentro del considerando quinto, la
sentencia impugnada considera que el Poder Ejecutivo
está en la obligación de reglamentar sin transgredir, ni
desnaturalizar la Ley N° 29360; y dentro de esos límites
puede dictar decretos y resoluciones, tal como lo prescribe
el artículo 118.8 del Constitución Política del Estado. Y, en
razón de dicho poder-deber, el Poder Ejecutivo ha emitido
el Decreto Supremo N° 007-2012-JUS, que aprueba el
arancel para la prestación del Servicio No Gratuito de
Defensa Pública.
1.1.1. Con relación a lo argumentado por el
demandante que el Estado estaría desarrollando
actividad empresarial sin ley autoritativa.
Uno de los argumentos del demandante para solicitar
la inconstitucionalidad del Decreto Supremo N° 007-2012-
JUS, a través de la presente acción popular, se encontraría
en el hecho que el Estado estaría desarrollando una actividad
empresarial sin ley autoritativa. Al respecto, la sentencia
impugnada, en el considerado séptimo, argumenta que se

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debe tener en cuenta la Resolución del Tribunal de Defensa
de la Competencia y de la Propiedad Intelectual, Sala de
Defensa de la Competencia 01, Resolución N° 3134-2010/
SC1-INDECOPI, en la cual se aprueba un precedente
de observancia obligatoria que interpreta la aplicación
del artículo 14.3 del Decreto Legislativo N° 1044, Ley de
Represión de la Competencia Desleal, que dispone en el
segundo considerando de la parte resolutiva lo siguiente:
“1. El principio de subsidiariedad estatal establece el grado
de intervención del Estado en la vida económica del país,
constituyendo un límite al campo de acción estatal respecto
de la libertad de los ciudadanos para hacer empresa.
2. Esta limitación se aplica a toda actuación estatal que
consista en la producción, distribución, desarrollo o
intercambio de productos o servicios de cualquier índole,
con independencia de la existencia o no de ánimo lucrativo
y de la forma jurídica que adopte el Estado para prestar
el bien o servicio. No constituye actividad empresarial y
se excluye de la limitación constitucional el ejercicio de
potestades de ius imperium y la prestación de servicios
asistenciales”.
En razón de lo expuesto, el colegiado de instancia
considera que de modo alguno significa que el Estado está
realizando actividad empresarial por el hecho de aprobar
la tabla de aranceles para la prestación del Servicio No
Gratuito de Defensa Pública, puesto que conforme se
ha indicado en el precitado precedente de Indecopi no
constituye actividad empresarial y se excluye de la limitación
constitucional el ejercicio de prestación de servicios
asistenciales, como es la Ley N° 29360, Ley de Defensa
Pública, y Decreto Supremo N° 007-2012-JUS. Por estas
razones, el argumento del demandante es rechazado.
1.1.2. Con relación a lo alegado por el demandante
que la onerosidad del servicio de defensa pública debió
regularse por ley y no por decreto supremo.
La sentencia de instancia considera que el Decreto
Supremo N° 007-2012-JUS se emite en cumplimiento de lo
previsto en la Ley N° 29360, Ley del Servicio de Defensa
Pública, y en concordancia con lo dispuesto en el artículo
60 de la Constitución Política del Perú, dado que en la parte
final del artículo 17 de la referida Ley se establece que la
aprobación de los aranceles para la prestación de los
servicios de defensa pública debe regularse por Decreto
Supremo. En razón de esto, la sentencia impugnada concluye
que «la reserva de ley se presenta en este caso debido a que
el Decreto Supremo N° 007-2012-JUS está autorizado por la
Ley N° 29360 y además porque la Constitución Política del
Perú señala que la gratuidad de la defensa de personas de
escasos recursos se sujeta a la Ley, siendo la ley en este
caso, la que dispuso crear tasas para aquellos procesados
que tengan recursos económicos».
1.1.3. Respecto al argumento del demandante que
el artículo 10 del Decreto Supremo N° 007-2012-JUS
obstaculiza el acceso al servicio de defensa pública y
el derecho a igualdad de armas.
La sentencia impugnada advierte que el quid del asunto
sobre este extremo consiste en determinar si el artículo
10 del Decreto Supremo N° 007-2012-JUS vulnera o no
el principio de igualdad. Para resolver esta interrogante,
el colegiado –al amparo de los criterios del Tribunal
Constitucional– acude a la práctica jurisprudencial de
aplicación del test de proporcionalidad y compara entre los
procesados por delitos contra la Administración Pública (a
quien califica como: «grupo A») y los procesados en otros
delitos (que denomina: «grupo B»). Tras realizar el análisis
comparativo y el test de proporcionalidad concluye que
el artículo 10 del Decreto Supremo N° 007-2012-JUS es
nulo e ineficaz por contravenir la norma constitucional del
principio de igualdad, al establecer un trato discriminatorio
y diferenciado entre los procesados incluidos en el grupo
A de los previstos en el grupo B. Además, considera que
el referido artículo 10 vulnera el principio de presunción de
inocencia.
En conclusión, la Primera Sala de la Corte Superior
de Justicia de Lima solo declara fundada la demanda con
relación al artículo 10 del Decreto Supremo N° 007-2012-
JUR, al considerar que dicho precepto es inconstitucional
por vulnerar el derecho a la igualdad y la presunción de
inocencia; sin embargo, declara infundada la demanda en
los demás extremos.
CUARTO: AMICUS CURIAE
A fojas ciento setenta y uno obra un amicus curiae
presentado por doña Leyla Rosalia Gómez Colchado,
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017
secretaria general del Sindicato de Trabajadores CAS del
Ministerio de Justicia, en el que argumenta lo siguiente:
1. Que comparte plenamente la tesis formulada por
el demandante en su escrito de demanda y, en razón de
ello, considera que el Decreto Supremo N° 007-2012-JUS
contraviene la disposición contenida en el artículo 139
inciso 16 de la Constitución Política del Estado, dado que
el referido Decreto Supremo constituye una contravención
manifiesta, un severo y grave obstáculo al servicio de
defensa pública y al derecho de igualdad de armas al
establecer costos comerciales por los servicios de defensa
pública, una escala patrimonial que no descuenta deudas,
al no fijar topes a los montos acumulados por servicios ni
toma en cuenta si el defendido vence el proceso o pierde
por negligencia del defensor.
2. Asimismo, se arguye –repitiendo literalmente los
argumentos vertidos por el demandante– que el artículo 10 del
Decreto Supremo N° 007-2012-JUS «discrimina violentando
el principio de presunción de inocencia que establece que
toda persona es considerada inocente mientras no se haya
declarado judicialmente su responsabilidad y en este caso se
trata como culpable a todos los procesados por corrupción al
exigirles que paguen la tasa más alta del arancel. A lo que
cabe agregar que se exige que el usuario pague previamente
el costo del arancel por un servicio a realizarse a futuro, en
otras palabras un pago adelantado».
3. Por último, trascribe lo dispuesto en el artículo 1 del
Código Procesal Penal, que preceptúa la gratuidad de la
justicia penal1.
QUINTO: FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE
APELACIÓN INTERPUESTO POR EL DEMANDANTE,
ALFONSO JULIÁN DÁVILA VALENZUELA
Mediante escrito de fecha veinticinco de mayo de dos
mil dieciséis, el demandante formula recurso de apelación
contra la sentencia de primera instancia, resolución número
siete, sobre dos puntos desarrollados dentro de la sentencia:
1) sobre el desarrollo de una actividad empresarial sin ley
autoritativa; y 2) sobre el hecho de regular tarifas de pagos
de naturaleza tributaria en una norma que no tiene rango de
ley; argumentando lo siguiente:
1) Sobre el desarrollo de una actividad empresarial
sin ley autoritativa
El apelante alega que la sentencia impugnada se
ampara en la Resolución del Tribunal de Defensa de
la Competencia y de la Propiedad Intelectual, Sala de
Defensa de la Competencia 01, Resolución N° 3134-2010/
SC1-INDECOPI, para argumentar que «(…) se desprende
que de modo alguno significa que el Estado está realizando
actividad empresarial por el hecho de aprobar la tabla de
aranceles para la prestación del Servicio No Gratuito de
Defensa Pública, puesto que conforme se ha indicado en el
precitado precedente de INDECOPI no constituye actividad
empresarial y se excluye de la limitación constitucional el
ejercicio de prestación de servicios asistenciales, como
es la Ley N° 29360, Ley de Defensa Pública, y Decreto
Supremo N° 007-2012-JUS; razones por las cuales debe
rechazarse el argumento del demandante (…)».
Sobre esta argumentación, el demandante considera
que dicha disposición administrativa “no es tan cierta”,
pues contradice el artículo 60 de la Constitución Política del
Estado, dado que el Estado solo puede realizar de manera
subsidiaria la actividad empresarial, directa o indirectamente,
por razón de alto interés público o de manifiesta conveniencia
nacional. Añadiendo que si bien la Defensa Pública es un
servicio de naturaleza asistencial, sin embargo no por ello
puede permitirse la ejecución de este servicio con ribete
rentado y con características empresariales. Más aún si
existe una sobreoferta de servicios de asistencia jurídica
rentada. Por ello, considera que no podemos considerar a la
actividad del Estado como subsidiaria.
Además, argumenta que si fuera cierto que la actividad
asistencial exime al Estado de la prohibición de realizar
actividades empresariales, entonces los hospitales públicos,
donde se ofrecen por excelencia servicios asistenciales,
también deberían cobrar tasas tributarias por sus servicios.
2) Sobre el hecho de regular tarifas de pagos de
naturaleza tributaria en una norma que no tiene rango
de ley
El recurrente fundamenta su apelación teniendo
como premisa la siguiente argumentación brindada por
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017 PROCESOS CONSTITUCIONALES
el colegiado: « (…) la reserva de ley se presenta en este
caso debido a que el Decreto Supremo N° 007-2012-JUS
está autorizado por la Ley N° 29360 y además porque
la constitución señala que la gratuidad de la defensa de
personas de escasos recursos se sujeta a la Ley, siendo la
ley en este caso, la que dispuso crear tasas para aquellos
procesados que tengan recursos económicos».
Teniendo en cuenta lo expuesto, el apelante cuestiona
el Decreto Supremo a través de dos preguntas: 1) ¿qué
es en realidad un arancel? y 2) ¿corresponde la aplicación
de aranceles para rentar los servicios de defensa pública?
Argumentando sobre el particular lo siguiente:
En principio, de acuerdo con la definición oficial
brindada por el Ministerio de Economía y Finanzas se tiene
que un arancel es un impuesto o gravamen que se aplica
solo a los bienes que son importados o exportados. En
el Perú, los aranceles son aplicados a las importaciones
registradas en las subpartidas nacionales de aranceles y
aduanas 2012, aprobadas mediante Decreto Supremo 238-
2011-EF. El arancel de aduanas 2012 ha sido elaborado
con base en la Quinta Recomendación de Enmienda del
Consejo de Cooperación Aduanera de la Organización
Mundial de Aduanas (OMA) y la nueva Nomenclatura
Andina (NANDINA), aprobada mediante Decisión 776 de la
Comunidad Andina de Naciones. Por lo tanto, al no constituir
el servicio de defensa pública un bien de importación o de
exportación, sino también un servicio de atención pública
que se brinda para garantizar los derechos de acceso a
la justicia, el derecho de defensa y a la no discriminación
de todos aquellos ciudadanos que podrían ser usuarios
de tales servicios, es evidente que no puede aplicarse la
imposición de aranceles a los servicios de defensa pública.
El impugnante considera que en realidad los
denominados aranceles son tasas, que según el mismo
Ministerio de Economía y Finanzas tienen la siguiente
definición: «Es el tributo cuya obligación tiene como hecho
generador la prestación efectiva por el Estado de un servicio
público individualizado en el contribuyente. No es tasa el
pago que se recibe por el servicio de origen contractual».
Es evidente que al constituir la defensa pública un
servicio público individualizado, lo que correspondía es que
por el pago de dichos servicios se realice el pago de tasas
y no de aranceles. Sin embargo, para crear tasas al tener
la naturaleza de tributos debieron haber sido creadas por el
Congreso de la República tal como lo exige el artículo 74 de
la Constitución Política del Estado.
Finalmente, a manera de conclusión, el recurrente
considera que los aranceles creados por el Decreto
Supremo N° 007-2012-JUS no son sino tasas disfrazadas
con vestimenta de aranceles y siendo tasas, es decir,
tributos debieron ser creados a través de una ley y no a
través de un decreto supremo.
SEXTO: FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE
APELACIÓN INTERPUESTO POR EL PROCURADOR
PÚBLICO ESPECIALIZADO EN MATERIA
CONSTITUCIONAL
El Procurador considera que existen tres errores
relevantes en la sentencia apelada:
PRIMER ERROR. En el apartado del examen de
idoneidad ha considerado que no se puede saber de forma
contundente que todos los procesados por delito contra la
Administración Pública tengan posibilidades económicas,
sin tomar en cuenta que sí existe el procedimiento
correspondiente para determinar su capacidad económica
dado que el artículo 16 de la Ley del Servicio de Defensa
Pública regula un mecanismo procedimental para
determinar la situación socioeconómica de los procesados
por delitos contra la administración de justicia; solamente la
exigencia simple de una constancia original por parte de las
instituciones públicas o privadas dedicadas a programas
sociales, permitiría la atención de defensa pública gratuita,
a los que carecen de recursos económicos y que en todo
momento no se les dejaría de asistir en su defensa.
SEGUNDO ERROR. Falta de motivación para
determinar que se afecta el principio de presunción de
inocencia: La sentencia impugnada ha considerado que
el medio adoptado para el pago obligatorio a los usuarios
procesados por el delito contra la administración de justicia
afecta el derecho a la presunción de inocencia. Dicho
argumento no resulta ser válido ni desarrollado ni explicado por
el colegiado jurisdiccional. En el presente caso la Sala nunca
explicó las razones de cómo y de qué manera considera que
se afecta el principio de presunción de inocencia, como parte
de uno de las supuestas normas constitucionales afectadas.
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TERCER ERROR. Supuesta trasgresión al derecho
a la legítima defensa, el cual nunca fue invocado; en el
considerando décimo de la sentencia se considera lo
siguiente: “no se puede saber de forma contundente que
todos los procesados por delitos contra la administración
pública tengan posibilidades económicas (por ejemplo
policías por sobornos de conductores, trabajadores del
Estado por dádivas de dinero o en especies, etc.), para
ejercitar su defensa a las más altas tasas, quizás habrán
muchos que no los tengan y por tanto estarían gravados
onerosamente para acceder a la defensa pública en
condiciones normales, viendo perjudicado su derecho
a la legítima defensa, la misma que está garantizada en
la constitución en el artículo 2, numeral 23). Desde esa
perspectiva no hay idoneidad entre el trato discriminatorio
-intervención- y el objetivo”.
Como se advierte, la sentencia ha determinado que se
trasgrede el derecho a la legítima defensa, a pesar que este
derecho nunca fue invocado por la parte demandante, pero
en este caso el error de la sentencia es más patente porque
el referido numeral 23 del artículo 2 de la Constitución
Política del Estado no tiene ninguna relación con el proceso.
La sentencia se ha redactado de forma descuidada y, como
es notorio, sin adecuada motivación, pues con respecto al
derecho de defensa no se ha citado el numeral 14 del artículo
139, sino el numeral 23 del artículo 2 de la Constitución
Política del Estado. Por último queda demostrado que se
ha trasgredido el principio de congruencia contemplado en
el numeral 6 del artículo 50 del Código Procesal Civil lo
cual es causal de nulidad y afecta el derecho de motivación,
como ha sido desarrollado por el Tribunal Constitucional
en la Sentencia del Expediente 0728-2008/PHC/TC, en
consecuencia se concluye que la sentencia apelada carece
de conexión lógica entre las afirmaciones que plantea y las
conclusiones a las que concluye.
La parte demandante señala que el artículo 10 de la
norma cuestionada es discriminatoria tratando como
culpables a todos los procesados por delitos previstos en el
artículo 2 del título XVIII del Código Penal al exigírseles que
paguen el cien por ciento (100%) del arancel. Se exige al
usuario que pague previamente el costo del arancel por un
servicio a realizarse a futuro, es decir, un pago adelantado,
contraviniendo el artículo 22.2 de la Constitución. El
apelante alega que para que el trato sea igual debe
acreditarse que ambas partes se encuentran en idénticas
condiciones.
a. Determinación de la intensidad de la intervención
en la igualdad.
La sala no ha tomado en cuenta que existen ciertos
límites a los derechos fundamentales porque los
procesados por delitos de corrupción se encuentran en una
condición ventajosa al aprovechar los servicios de defensa
pública contando con una suficiente capacidad económica
para ser asistidos por un abogado particular a diferencia de
los que realmente lo necesitan.
b. Determinación de la finalidad del tratamiento
diferente.
El objetivo de la norma es prestar el servicio no gratuito
de defensa pública de manera excepcional y solo a los
usuarios con capacidad económica que se encuentren en
los supuestos establecidos en el artículo 17 de la Ley N°
29360.
c. Idoneidad.
Las medidas cuestionadas permiten que los usuarios
que estén investigados o tengan procesos judiciales por
delitos contra la Administración Pública y que cuenten con
capacidad económica no sean atendidos en perjuicio de las
personas que realmente necesitan el servicio.
Se ha establecido que existen los medios idóneos para
determinar la situación real económica de los procesados
por delito de corrupción mediante la aplicación del artículo
16 de la Ley N° 29360 y el punto 6.1.3. de la Resolución
Directoral 136-3014-JUS/ DGDP. En consecuencia,
las medidas contenidas en las normas cuestionadas
son idóneas para el objetivo que se busca con el trato
diferenciado.
d. Necesidad.
En este paso del test se debe analizar si existen medios
alternativos al elegido a nivel normativo que no sean

63654 PROCESOS CONSTITUCIONALES
gravosos o al menos que lo sean en menor intensidad.
En este sentido, en la demanda se afirma que la norma
cuestionada contraviene el principio de igualdad: 1. debió
precisarse de forma expresa la medida que se consideran
como alternativas a la cuestionada; 2. Luego de ello, debió
acreditarse la idoneidad de las referidas medidas para que,
posteriormente, se evalúen; 3. Si son menos gravosas; y,
4. más eficientes. Sin embargo, ninguno de estos pasos ha
sido desarrollado.
Al respecto, señala el apelante que existen razones
lógicas para pensar que la atención por parte de los
poderes públicos no solamente se limita a las personas de
escasos recursos, sino también a aquellos que cuentan con
los mismos pero sujetándose a parámetros o reglas como
los aranceles, para ser asistidos por la defensa pública.
e. Proporcionalidad en sentido estricto.
Este paso implica la consideración de dos o más
principios en conflicto: 1. Los principios constitucionales que
buscan optimizar las medidas normativas cuestionadas; 2.
Los principios constitucionales que afectan que las medidas
normativas cuestionadas. Teniendo en cuenta estas medidas
el objeto de la defensa gratuita se reserva únicamente a
aquellas personas con escasos recursos económicos con el
objeto de lograr una debida prioridad para la atención óptima
a los usuarios. Ahora, el supuesto grado de afectación al
derecho a la igualdad es leve puesto que los usuarios con
capacidad económica no se ven impedidos de acceder
a la defensa pública, sino que tienen que cumplir ciertas
condiciones para gozar de dicho beneficio.
Finalmente, el apelante señala que el derecho a la
presunción de inocencia admite excepciones y que en
algunos casos esta medida estatal no necesariamente
afecta este principio, añade que la presunción de inocencia
se conservará necesariamente durante todo el proceso
penal, esto no guarda vinculación alguna con el pago de
servicio (arancel al defensor público). La negativa por parte
del defensor público de prestar los servicios al usuario se
presentará únicamente cuando éste se negare a suscribir
el formulario del servicio de pago de los aranceles de
servicios.
III.- CONSIDERANDO:
PRIMERO: OBJETO DE LA ACCIÓN POPULAR
Es necesario recordar que los procesos de control
abstracto de constitucionalidad tienen como propósito
fundamental garantizar la supremacía de la Constitución
Política frente a cualquier otra norma inferior que la
infrinja; y el proceso de acción popular, como uno de ellos,
comparte necesariamente este fin. Así lo dispone el artículo
75 del Código Procesal Constitucional al declara que
«los procesos de acción popular y de inconstitucionalidad
tienen por finalidad la defensa de la Constitución frente a
infracciones contra su jerarquía normativa».
Entendiendo a la jerarquía normativa como la cualidad
que ostenta una norma superior para generar un deber
de obediencia o acatamiento por parte de otras normas
de inferior jerarquía, lo que incluye una vocación de
imponerse a las mismas en caso de conflicto, y esto
no porque resulte posterior (criterio cronológico) o más
adecuada para regular el caso (criterio de especialidad)
sino en razón de la mayor fuerza que se reconoce a la
norma de mayor jerarquía2. En este sentido, la supremacía
de la Constitución implica forzosamente reconocer la
preeminencia que ésta tiene frente al resto de normas que
conforman el ordenamiento jurídico, así como su carácter
de absoluta superioridad jerárquica sobre cualquier norma
legal o infra-legal.
No obstante, esta cualidad formalmente reconocida
a la Constitución Política del Estado podría fácilmente
ser afectada por alguna norma de rango inferior a la
Constitución que, desconociendo la supremacía de esta
última, entre en conflicto formal o sustancialmente con ella;
y es en este escenario en el que la utilidad de las garantías
constitucionales cobra sentido, como instrumentos
destinados a salvaguardar que, si esto sucede, el propio
sistema jurídico es capaz de depurar estas infracciones3.
Dentro de este contexto, el artículo 200, inciso 5, de la
Constitución Política del Estado establece que la acción
popular es una garantía constitucional que «procede
por infracción de la Constitución y de la ley, contra los
reglamentos, normas administrativas, resoluciones y
decretos de carácter general, cualquiera sea la autoridad
de la que emanen»; disposición de la que hace eco el
El Peruano
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artículo 76 del Código Procesal Constitucional al declarar:
«La demanda de acción popular procede contra los
reglamentos, normas administrativas y resoluciones de
carácter general, cualquiera que sea la autoridad de la que
emanen, siempre que infrinjan la Constitución o la ley, o
cuando no hayan sido expedidas o publicadas en la forma
prescrita por la Constitución o la ley, según el caso».
SEGUNDO: ANÁLISIS DE LOS AGRAVIOS
EXPUESTOS POR EL DEMANDANTE
1) Sobre el desarrollo de una actividad empresarial
sin ley autoritativa.
Tal como hemos señalado en el considerando quinto de
esta sentencia, el demandante alega como primer agravio
el hecho que la actividad de servicio de defensa pública
no gratuita sería una actividad empresarial realizada
por el Estado y que, por ende, debería ser regulada por
una ley autoritativa, tal como lo exige el artículo 60 de la
Constitución Política del Perú. Además, agregar que al ser
una actividad empresarial por parte del Estado debería ser
subsidiaria y teniendo en cuenta que existen servicios de
defensa privados dicha actividad es innecesaria.
Al respecto consideramos que tal, como lo establece
el colegiado de primera instancia, la aprobación, a través
del Decreto Supremo N° 007-2012-JUS, de la tabla de
aranceles para la prestación del servicio no gratuito de
defensa pública de modo alguno significa que el Estado se
encuentra realizando actividad empresarial, pues tal como
lo ha entendido la Resolución del Tribunal de Defensa de la
Competencia y de la Propiedad Intelectual, Sala de Defensa
de la Competencia 01, Nº 3134-2010/SCI-INDECOPI, “(…) no
constituye actividad empresarial y se excluye de la limitación
constitucional (entiéndase: del principio de subsidiaridad) el
ejercicio de (…) prestaciones de servicios asistenciales”.
Debe entenderse en cuenta que, tal como lo establece
el artículo 2 de la Ley N° 29360, en concordancia con el
artículo 139, inciso 16, de la Constitución Política del
Perú, el Servicio de Defensa Pública tiene por finalidad
el asegurar el derecho a la defensa proporcionando
asistencia y asesoría técnico legal gratuita, en las
materias expresamente establecidas, a las personas que
no cuenten con recursos económicos4. Por lo tanto, una
interpretación a contrarius sensus (en sentido contrario)
nos lleva a deducir que, al amparo de la Carta Magna y de
la norma que desarrolla el aludido precepto constitucional,
las personas que cuenten con recursos económicos no
tienen derecho a gozar del Servicio de Defensa de forma
gratuita. Lo cual no significa que éstas no puedan gozar del
referido servicio estatal, sino que podrán gozar del servicio
siempre y cuando cancelen por ellos. Esto logra un doble
objetivo, por un lado, que el servicio gratuito se mantenga
operativo con las aportaciones de las personas con
recursos económicos hacen uso del mismo; y por otro lado,
se cumple con la finalidad constitucional del servicio, que
es que sea gozado de forma gratuita solo por las personas
con escasos recursos.
Por su parte, con relación a la vulneración del principio
de subsidiaridad de la actividad a la que hace referencia
el demandante, de esta Sala Suprema considera que
no se ha vulnerado dicho principio toda vez que existen
servicios legales de defensa brindado por el Estado a la
par de los servicios legales que brindan los abogados y
bufetes privados, pues lo que se busca no es realizar una
competencia desleal, sino privar servicios gratuitos a las
personas de escasos recursos y, en el caso la persona que
requiera esos servicios, cuente con recursos económicos,
pueda elegir entre contratar un servicio privado de asesoría
legal o el servicio de defensa público, si no permitiéramos a
las personas con escasos recursos acceder a los servicios
públicos de asesoría legal estaría discriminado a dichas
personas por el hecho de contar con recursos económicos.
Además, entender que en todos los casos los servicios
públicos deben desaparecer al existir servicios brindados
por particulares, nos llevaría al absurdo de exigir que el
Estado debiera cerrar los hospitales públicos debido a la
existencia de servicios privados de asistencia médica o
demandar la clausura de las universidades públicas debido
a la existencia de universidades privadas. Los servicios
públicos nacen para brindar un servicio a la ciudadanía
ante una necesidad de los mismos. Si solo permitiéramos el
acceso a los servicios públicos a las personas con escasos
recursos y no de la personas con recursos, aun cuando
puedan solventar los mismos, estaríamos discriminando a
las personas con recurso de gozar de los servicios públicos
por contar con medios económicos.
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017 PROCESOS CONSTITUCIONALES
2) Sobre el hecho de regular tarifas de pagos de
naturaleza tributaria en una norma que no tiene rango
de ley.
Tal como hemos señalando anteriormente, el
demandante, ahora apelante, solicita la inconstitucionalidad
del Decreto Supremo N° 007-2012-JUS, por el hecho que
el Estado estaría desarrollando una actividad empresarial
sin ley autoritativa. Al respecto, este Tribunal considera que
en primer lugar, el servicio no gratuito de defensa pública
no puede ser considerado como una actividad empresarial
realizada por el Estado; pues, como hemos advertido líneas
arriba, se trata de una actividad asistencial del Estado.
Ahora, con relación a que los aranceles no han sido
regulados por Ley autoritativa, es importante señalar que
es la Ley N° 29360, Ley del Servicio de Defensa Pública, la
que a través de su artículo 17 y de su Primera Disposición
Complementaria, posibilita a que mediante Decreto
Supremo, refrendado por el Ministerio de Justicia, se
apruebe el arancel de derechos por el Servicio de Defensa
Pública. Por lo tanto, tampoco puede alegarse que se
vulnera la reserva de Ley, dado que el Decreto Supremo
Nº 007-2012-JUS está autorizado por la Ley N° 29360.
Por consiguiente, los agravios vertidos por el señor Dávila
Valenzuela no pueden ser amparados.
TERCERO: ANÁLISIS DE LOS AGRAVIOS
EXPUESTOS POR EL DEMANDADO
INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 10 DEL
DECRETO SUPREMO N° 007-2012-JUS:
En razón de los agravios formulados por el Procurador
Público, lo que debemos determinar es si el artículo 10 del
Decreto Supremo Nº 007-2012-JUS es un precepto que se
encuentra acorde con la Constitución o, en todo caso, con
la ley.
Al respecto es importante tener en cuenta que al valorar
la jerarquía normativa no cabe la aplicación del test de
proporcionalidad5, dado que este solo debe ser aplicado
cuando existe un conflicto entre principios, es decir, entre
máximas de optimización6, las cuales generalmente se
encuentran en la Constitución y son concebidos como
valores necesarios para la convivencia humana7, como –por
ejemplo– el conflicto de pretensiones que puede existir entre
quien exige el respeto de su derecho a la intimidad frente a
otra persona que alega el ejercicio de su derecho a la libertad
de expresión. Por lo tanto, ante un conflicto normativo, el
intérprete –léase en este caso, el juzgador – debe hacer
primar la Constitución sobre las normas de inferior jerarquía
(leyes, reglamentos, etc.) o, de ser el caso, preferir la ley
sobre las normas infralegales (principio de legalidad),
siempre y cuando –claro está– la ley se encuentre acorde
con la Constitución, en razón de lo previsto en el artículo 518
en concordancia con el segundo párrafo del artículo 1389 y
118 inciso 810 de nuestra Carta Magna11.
Siguiendo las pautas interpretativas expuestas líneas
arriba, para determinar la constitucionalidad del artículo 10
del Decreto Supremo N° 007-2012-JUS es necesario, en
primer lugar, determinar si este artículo vulnera el principio
de jerarquía normativa, es decir, si dicho precepto se
encuentra acorde con lo dispuesto en el artículo 139 inciso
16, de la Constitución y de lo previsto en la Ley N° 29360,
normas que regula el servicio de defensa pública.
El artículo 139 inciso 16 de nuestra Carta Magna
expresamente manda que «son principios y derechos de
la función jurisdiccional: (…) el principio de la gratuidad
de la administración de justicia y de la defensa gratuita
para las personas de escasos recursos; y, para todos, en
los casos que la ley señala. Es claro que dentro del inciso
16 del referido precepto se reconocen como principios de
la función jurisdiccional la gratuidad, por un lado, de la
administración de justicia y, por el otro, de la defensa pública
por parte del Estado; no obstante, la referida gratuidad se
reserva solo para las personas de escasos recursos.
En consecuencia, una interpretación a contrarius sensus
(en sentido contrario) del precepto constitucional nos llevan
a deducir que las personas que cuenten con recursos
económicos deberán sufragar los gastos que conlleve
el uso de los servicios de Defensa Pública que brinda el
Estado. Ahora, se advierte de la lectura de la Ley N° 29360,
que regula el servicio de Defensa Pública, que dicha
norma no trasgrede la Constitución; dado que su artículo
14 establece expresamente que: “el Servicio de Defensa
Pública se presta a favor de las personas de escasos
recursos económicos que requieran defensa o asistencia
jurídica, en los supuestos del artículo 8”. Del mismo modo,
63655
el artículo 15 de la referida norma señala que: “el Servicio
de Defensa Pública es gratuito para las personas de
escasos recursos económicos, salvo lo dispuesto en
el segundo párrafo del artículo 14”. Por lo tanto, la Ley
N° 29360 no transgrede la Constitución pues distingue
entre las personas sin recursos económicos de aquellas
que si los tienen para exigir el pago de los aranceles por el
uso del servicio de defensa pública.
Ahora, corresponde a continuación pronunciarnos
sobre la constitucionalidad del artículo 10 Decreto Supremo
N° 007-2012-JUS, objeto del recurso de apelación
interpuesto por el procurador público especializado en
materia constitucional del Ministerio de Justicia. Este
precepto señala que: «en el caso de usuarios procesados
por delitos contra la Administración Pública, previstos en
el Capítulo II del título XVIII del Código Penal12, en los que
se requiera la participación de abogados de la defensa
pública por parte de la autoridad correspondiente, el monto
del arancel será el máximo aplicable, sin excepción13».
Una interpretación literal del referido precepto nos
lleva a concluir que todos los funcionarios, sin excepción
alguna, procesados por delitos contra la Administración
Pública, previstos en el capítulo II del título XVIII del
Código Penal, deberán pagar el monto de arancel máximo
aplicable para ser beneficiarios del servicio de asistencia
y asesoría técnico legal de defensa pública. Es evidente
que al no existir distinción en este precepto entre los
funcionarios con recursos económicos de aquellos que
no cuentan con los mismos, tal como lo realiza el artículo
139 inciso 16 de la Constitución, convierte al referido
precepto en inconstitucional; sin embargo, al momento de
valorar la constitucionalidad de una norma es importante
tener presente el denominado «principio de conservación
de la ley»14, según el cual el juzgador debe agotar todos
los medios de interpretación posibles con la finalidad
de salvaguardar la prevalencia de la norma en cuestión
antes de inaplicarla o declarar su nulidad15, es decir, con
otras palabras, la nulidad o la inaplicación de una norma
debe ser el recurso final, la ultima ratio16, al evaluar su
constitucionalidad o, en todo caso su legalidad17.
En razón de lo indicado, esta Sala Suprema considera
que en concordancia con el «principio de conservación de
la ley» se encuentra el criterio de interpretación sistemática
de las normas; según el cual, una norma no debe ser
entendida de forma aislada, sino en concordancia con
otras normas del ordenamiento jurídico, teniendo en cuenta
–evidentemente– el principio de jerarquía normativa de
las normas, en razón de lo previsto en el artículo 51 en
concordancia con el segundo párrafo del artículo 138 y 118
inciso 8 de la Constitución Política del Estado.
Por lo tanto, es necesario a continuación determinar si
desde la perspectiva de interpretación sistemática de las
normas es posible considerar que el artículo 10 del Decreto
Supremo N° 007-2012-JUS es una norma acorde con los
preceptos de superior jerarquía que regulan la gratuidad de
la defensa pública a cargo del Estado, como son el artículo
139 inciso 16 de la Constitución Política y con la Ley
N° 29360.
Si bien es cierto –como hemos advertido anteriormente–
una interpretación literal del artículo 10 del Decreto
Supremo N° 007-2012-JUS no admite la posibilidad de que
las personas con escasos recursos, procesados por delitos
contra la administración pública, previstos en el capítulo II
del Título XVIII del Código Penal, puedan ser beneficiarios
de forma gratuita de los servicios de defensa pública que
brinda el Estado; sin embargo, desde la perspectiva de la
interpretación sistemática de las normas, dicho precepto,
al ser una norma reglamentaria, debe ser entendido en
relación con otros preceptos de la misma norma y en
relación con la normas de superior jerarquía que regulan el
acceso al servicio de defensa pública que brinda el Estado,
en razón del principio de jerarquía normativa del artículo 51
de la Constitución Política del Estado.
Teniendo en cuenta que el artículo 139 inciso 16 de
la Constitución Política del Perú y la Ley N° 29360 –que
desarrolla el texto constitucional– establecen la gratuidad
del servicio de defensa pública por parte del Estado para
las personas de escasos recursos. Debe entenderse que el
artículo 10 del Decreto Supremo N° 007-2012-JUS admite
la posibilidad que los procesados por delitos contra la
Administración Pública, previstos en el Capítulo II del título
XVIII del Código Penal, carentes de recursos económicos
puedan verse beneficiados con el servicio gratuito de
defensa pública que brinda el Estado.
Por lo expuesto y en razón de los fundamentos
vertidos, consideramos que el artículo 10 del Decreto
Supremo N° 007-2012-JUS no es inconstitucional, si

63656 PROCESOS CONSTITUCIONALES
dicho precepto es interpretado a la luz de lo dispuesto
en el artículo 139 inciso 16 de la Constitución Política del
Estado y de la Ley N° 29360.
IV.- DECISIÓN:
Por estos fundamentos, REVOCARON la sentencia
contenida en la resolución número siete, de fecha veinte
de abril de dos mil dieciséis, obrante a fojas ciento
treinta y uno, expedida por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, en el extremo que
declara fundada en parte la demanda de acción popular;
y reformándola, la declaran INFUNDADA; confirmaron
en lo demás que contiene; en lo seguidos por Alfonso
Julián Dávila Valenzuela contra el Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos, sobre Acción Popular; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial
“El Peruano”; conforme a ley; y los devolvieron. Interviene
como Juez Supremo Ponente el Señor Toledo Toribio.
S.S
WALDE JÁUREGUI
VINATEA MEDINA
RUEDA FERNÁNDEZ
TOLEDO TORIBIO
BUSTAMANTE ZEGARRA
1 Expresamente el artículo I, inciso 1, del Código Procesal Penal establece:
«1. La justicia penal es gratuita, salvo el pago de las costas procesales
establecidas conforme a este Código. Se imparte con imparcialidad por los
órganos jurisdiccionales competentes y en un plazo razonable (…)».
2 PRIETO SANCHÍS, LUIS: «Supremacía, rigidez y garantía de la Constitución»,
en AA. VV. (Coord. Ferrer Mac-Gregor, E. y Zaldivar Lelo de Larrea, A.)
La Ciencia del Derecho Procesal Constitucional: Estudios en homenaje a
Héctor Fix-Zamudio en sus cincuenta años como investigador del derecho,
tomo I, Marcial Pons, México, 2008, pp. 807.
3 bídem, pp. 811.
4 La gratuidad del servicio solo para las personas de escasos recursos se
deduce también de los artículos 3.e), 14, 15, 16 y 17 de la Ley n.° 29360,
del Servicio de Defensa Pública.
5 En contra: BURGA CORONEL, ANGÉLICA Mª: «El test de ponderación o propor-
cionalidad de los derechos fundamentales en la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional peruano», Gaceta Constitucional, núm. 47, 2011, p. 267.
6 En este sentido: ALEXI, ROBERT, Teoría de derechos constitucionales, Centro
de Estudios Constitucionales, Madrid, 1993, p. 86. Comparte esta postu-
ra, desde la teoría armonizadora de los derechos fundamentales, APARICIO
ALDANA, REBECA KARINA, Los derechos fundamentales en la relación laboral:
una alternativa al conflictivismo, repertorio bibliográfico de tesis doctorales,
Universidad Rey Juan Carlos, Madrid, 2015, p. 52, nota 200.
7 DIEZ PICAZO GIMÉNEZ, LUIS Mª: «Aproximación a los derechos fundamenta-
les», Revista Peruana de Derecho Constitucional, núm. 2, 2000, pp. 221 y
ss.
8 Artículo 51 de la Constitución Política del Perú: «la Constitución prevalece
sobre toda norma legal; la ley, sobre las normas de inferior jerarquía, y así
sucesivamente (…)».
9 Artículo 138 de la Constitución Política del Perú: « (…) en todo proceso, de
existir incompatibilidad entre una norma constitucional y una norma legal,
los jueces prefieren la primera. Igualmente, prefieren la norma legal sobre
toda otra norma de rango inferior».
10 El artículo 118, inciso 8, de la Constitución establece de forma implícita que
la Administración Pública no podrá dictar disposiciones contrarias a las le-
yes, al establecer que: «corresponde al Presidente de la República (…) 8.
ejercer la potestad de reglamentar las leyes sin transgredirlas ni desnatura-
lizarlas; y, dentro de tales límites, dictar decretos y resoluciones».
11 HAKANSSON NIETO, CARLOS, Curso de Derecho Constitucional, Palestra, Lima,
2012, pp. 198-199.
12 El capítulo II del título XVIII del Código Penal regula los delitos contra la
administración pública cometidos por funcionarios públicos.
13 El resaltado es nuestro.
14 Término utilizado por la STC del 31 de diciembre de 2004, Exp. 0004-2004-
CC/TC, apartado 3.3.
15 GARCÍA DE ENTERRÍA, EDUARDO, La Constitución como norma y el Tribunal
Constitucional, Civitas, S. A., Madrid, 1991, p. 96.
16 El término «ultima ratio» es una expresión latina que en castellano significa
«última razón» o «último argumento».
17 En este sentido: SSTC de 11 de julio de 2002, Exp. 1124-2001-AA/TC, f. j.
13.c; de 31 de diciembre de 2004, Exp. 0004-2004-CC/TC, apartado 3.3;
CASTILLO CÓRDOVA, LUIS, Comentarios al Código Procesal Constitucional,
ARA-Universidad de Piura, Lima, 2004, p. 69; MESÍA RAMÍREZ, CARLOS, Exé-
gesis del Código Procesal Constitucional, Gaceta Jurídica, Lima, 2004, pp.
76-78. En el mismo sentido, la sentencia de esta Sala, acción popular, núm.
3009-2013-Callao, del 16 de septiembre del 2014, considerando segundo.
Ponente: Sra. RUEDA FERNÁNDEZ.
W-1593524-1
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017
PROCESO DE ACCIÓN POPULAR
Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente
Corte Suprema de Justicia de la República
SENTENCIA
ACCIÓN POPULAR N° 6230 – 2016
PUNO
Lima, dieciséis de agosto de dos mil dieciséis.
I. VISTOS:
I.1 ASUNTO:
Que, es materia de pronunciamiento el recurso de
apelación interpuesto por el demandante Mario Antonio
Suárez López, contra la sentencia de fecha veintidós de
marzo de dos mil dieciséis, obrante a fojas ciento cincuenta
y ocho, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Puno, que declaró infundada la demanda, en
el proceso de Acción Popular, en los seguidos por Mario
Antonio Suárez López contra la Universidad Nacional del
Altiplano de Puno.
I. 2 DEMANDA:
El demandante Mario Antonio Suárez López, mediante
escrito de fecha veinticuatro de agosto de dos mil quince,
obrante a fojas cuarenta y siete, interpone demanda de
Acción Popular contra la Universidad Nacional del Altiplano
de Puno, a efectos que: i) Se declare la nulidad del artículo
202 numeral 202.1 del Capítulo III, Ratificación, Promoción
y Separación en la Carrera Docente, Evaluación del docente
del Estatuto Universitario 2015 de la Universidad Nacional
del Altiplano de Puno, en la parte que señala: “(…) Los
criterios de evaluación a considerar para la ratificación y
promoción de docente serán: 202.1 (…) grado de maestro y
doctor en su especialidad o afín (…)”; así como del artículo
210 numeral 210.1 del mismo Capítulo III, Promoción a la
Categoría Principal, del mismo Estatuto Universitario 2015
de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno, en la parte
que señala: “Para ser promovido a la categoría de docente
principal, se requiere como mínimo: 210.1 Grado académico
de doctor en la especialidad o afín; todo ello por infracción a
los artículos 83 y 84 de la Ley Nº 30220, Ley Universitaria,
y 51 de la Constitución Política del Perú; y, ii) se disponga
que la demandada realice la modificación de las normas
estatutarias antes mencionadas para que se ajusten a
ley, de tal manera que la norma establecida en el artículo
202 numeral 202.1 del referido Estatuto Universitario de la
Universidad Nacional del Altiplano, solo se limite a indicar
en su parte correspondiente, grado de maestro y doctor,
suprimiéndose la frase “en su especialidad o afín”; y, en el
artículo 210, numeral 210.1 del citado Estatuto, de la misma
manera, solamente se limite a indicar grado académico de
doctor, suprimiéndose la frase “en la especialidad o afín”.
Alega como sustento de su pretensión: i) En aplicación
de la Ley N° 30220, la demandada debía elegir una
Asamblea Estatutaria para redactar y aprobar su Estatuto,
por lo que una vez instaurada dicha Asamblea, mediante
Resolución N° 005-2015-AE-UNA, de fecha seis de abril
de dos mil quince, se aprobó el Estatuto Universitario
2015, siendo promulgado por Resolución N° 007-2015-AE-
UNA en la misma fecha, y publicado en la página web
institucional de la demandada el ocho de abril de dos mil
quince; ii) el artículo 83 numeral 83.1 de la Ley N° 30220,
establece como requisitos para ser docente universitario
principal: a) Título profesional; b) grado de doctor obtenido
con estudios presenciales; es decir, la ley no diferencia
si el grado de doctor debe ser de la especialidad del
docente o de cualquier otra especialidad; y, c) haber sido
nombrado antes como profesor Asociado; iii) el artículo 84
de la Ley N° 30220, indica que el período de nombramiento
de los profesores ordinarios es de tres años para los
profesores auxiliares, cinco para los asociados y siete
para los principales, estableciendo en su primer párrafo
que al vencimiento de dicho período, los profesores son
ratificados, promovidos o separados de la docencia a través
de un proceso de evaluación que incluye la producción
científica, lectiva y de investigación. Por tanto, la ley
no exige que para ser ratificado, que se logre un grado
académico en su especialidad o afín, pues se infiere que
deberá contar con los requisitos ya establecidos y exigidos
en el artículo 83 de la Ley N° 30220; iv) la Ley N° 30220,
sí hace distinción donde considera debe hacerlo, esto es,
respecto al requisito del grado académico de doctor en
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017 PROCESOS CONSTITUCIONALES
el caso del artículo 69 numeral 69.3, en el que establece
como requisitos para ser decano: tener el grado de Doctor
o Maestro en su especialidad, obtenido con estudios
presenciales; v) otro caso en el que la Ley N° 30220 sí
hace distinción es en su artículo 36, respecto a la función
y dirección de la Escuela Profesional, precisando que ésta
está dirigida por un Director, designado por el Decano entre
los docentes principales de la Facultad con doctorado en la
especialidad, correspondiente a la Escuela de la que será
Director; vi) en consecuencia, los numerales cuestionados
vulneran los artículos 83 y 84 de la Ley N° 30220, lo cual
resulta inconstitucional; y, vii) la Universidad Nacional
del Altiplano al regular su estatuto, no está cumpliendo
tampoco con la autonomía universitaria que la Constitución
y la Ley otorgan, pues el artículo 8 de la Ley N° 30220,
prescribe que esta autonomía se ejerza de conformidad
con lo establecido en la Constitución Política del Estado;
sin embargo al contravenir la Ley Universitaria, vulnera la
norma constitucional consagrada en su artículo 51 y a la
Ley Universitaria misma.
I. 3 CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA:
La Universidad Nacional del Altiplano de Puno, a través
del escrito de fecha nueve de octubre de dos mil quince,
obrante a folios setenta y dos, contestó la demanda,
señalando: i) La Ley N° 30220 brinda un resguardo
especial a las universidades, a fin de que la calidad de la
educación repercuta en beneficio del país, siendo esta la
autonomía universitaria; ii) la exigencia de una maestría
y/o doctorado para enseñar es buena, pero estos grados
académicos tienen que ser en la especialidad, por lo que
los numerales cuestionados son compatibles con la Ley N°
30220, en razón que el Estatuto Universitario busca mejorar
la calidad de la educación universitaria, así como con el
artículo 51 de la Constitución Política del Estado, siendo
que los argumentos, así como la pretensión demandada,
no superan las exigencias y/o justificaciones para que las
normas cuestionadas sean expulsadas del ordenamiento
jurídico, máxime si la anulación de normas de menor
jerarquía proceden como última ratio, además debe
entenderse que el Estatuto Universitario es el que específica
las normas de la Ley Universitaria, en tanto ésta contiene
normas genéricas; y, iii) las normas cuestionadas han sido
expedidas cumpliendo con los principios constitucionales
de razonabilidad y proporcionalidad, perteneciendo por
tanto al bloque de constitucionalidad, en razón de que toda
norma debe estar subordinada a la constitución.
I. 4 SENTENCIA APELADA:
La Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Puno, a
través de la sentencia de fecha veintidós de marzo de dos
mil dieciséis, obrante a fojas ciento cincuenta y ocho, declaró
infundada la demanda, sosteniendo: i) El artículo 18 de la
Constitución Política del Estado, establece la autonomía de
cada universidad en el marco de la Constitución y de las
leyes; ii) la demandada no ha vulnerado el artículo 51 de
la Constitución Política del Estado, ni los artículos 83 y 84
de la Ley N° 30220, según los siguientes argumentos: a) El
artículo 83 numeral 83.1 de la Ley N° 30220, prevé como
requisitos para la promoción a la categoría de docente
principal, título profesional, grado de doctor obtenido con
estudios presenciales y haber sido nombrado antes como
profesor asociado, siendo que por excepción, podrán
concursar sin haber sido docente asociado, aquellos
profesionales con reconocida labor de investigación
científica y trayectoria académica, con más de quince años
de ejercicio profesional; b) el artículo 84 primer párrafo de la
misma ley, exige como requisitos para el nombramiento de
docentes que el período de nombramiento de los profesores
ordinarios es de tres años para los profesores auxiliares,
cinco para los asociados y siete para los principales; siendo
que, al vencimiento de dicho período, los profesores son
ratificados, promovidos o separados de la docencia a
través de un proceso de evaluación en función de los
méritos académicos que incluye la producción científica,
lectiva y de investigación; c) los numerales cuestionados
se han dictado en mérito a las facultades que el artículo
18 último párrafo de la Constitución Política del Estado; y,
d) el garantizar la calidad educativa, es la razón principal
para que se exija los requisitos de especialidad, buscando
que quienes pretendan ostentar o ser ratificados en un
cargo de especial relevancia como el de docente principal,
cumplan con un perfil acorde con las funciones a realizar,
que garantice su idoneidad frente a quienes requieran de
sus conocimientos y, que le permitan brindarlos acorde con
63657
las exigencias que la sociedad y comunidad universitaria
requieren.
I. 5 APELACIÓN:
Mediante escrito de fecha treinta de marzo de dos mil
dieciséis, obrante a fojas ciento setenta, el demandante
Mario Antonio Suárez López, interpuso recurso de
apelación, alegando en esencia que, en la apelada se
interpreta incorrectamente la autonomía universitaria,
pues los estatutos universitarios se encuentran sujetos
a la observancia de normas de mayor jerarquía como la
Ley Universitaria, la cual no contempla los requisitos
cuestionados, no pudiéndose distinguir donde la ley no lo
hace.
II. CONSIDERANDO:
PRIMERO: Resulta indispensable señalar que los
agravios denunciados en el recurso de apelación fija la
pretensión de la Sala en revisión, pues la idea perjuicio ha
de entenderse como base objetiva del recurso, por ende,
los alcances de la impugnación de la resolución recurrida
determinará los poderes del órgano superior para resolver
de forma congruente la materia objeto del recurso, lo cual
históricamente se encuentra contenido en el aforismo
“tantum appellatum quantum devolutum”.
SEGUNDO: El proceso constitucional de Acción
Popular, es aquel que puede ser emprendido por cualquier
ciudadano, independientemente de que la norma que se
impugne le afecte o no, pues procede ante un supuesto
que perjudique a la colectividad. Es decir, a través de
este proceso se reconoce la posibilidad de que cualquier
ciudadano defienda un interés que no le concierne como
simple particular, sino como miembro de una determinada
colectividad. En otros términos, el proceso constitucional
de Acción Popular está pensado en una suerte de control
ciudadano sobre el poder reglamentario de la administración
pública y, sobre todo, para el caso del Gobierno, en tanto que
ella, mediante su actividad que le es propia, puede vulnerar
las leyes y la Constitución; en ese sentido, el artículo 200
inciso 5 de la Constitución Política del Estado, establece
que la Acción Popular es un proceso constitucional que se
interpone contra los reglamentos, normas administrativas,
resoluciones y decretos de carácter general, cualquiera
sea la autoridad de la que emanen, por infracción de la
Constitución y de la ley.
TERCERO: Asimismo, lo antes señalado es
concordante con lo dispuesto en el artículo 76 del Código
Procesal Constitucional, el cual establece: “La demanda
de acción popular procede contra los reglamentos, normas
administrativas y resoluciones de carácter general,
cualquiera que sea la autoridad de la que emanen, siempre
que infrinjan la Constitución o la ley, o cuando no hayan
sido expedidas o publicadas en la forma prescrita por la
Constitución o la ley, según el caso”.
CUARTO: Al igual que el proceso de inconstitucionalidad,
el de acción popular es uno de control concentrado y de
carácter abstracto, en tanto que el Juez observará su
compatibilidad o incompatibilidad con la Constitución y sus
leyes de desarrollo - a diferencia del control difuso - con
independencia de su vinculación con un caso en particular.
QUINTO: El artículo 83 de la Ley N° 30220, Ley
Universitaria, establece: “La promoción de la carrera
docente es la siguiente: 83.1 Para ser profesor principal
se requiere título profesional, grado de Doctor el mismo
que debe haber sido obtenido con estudios presenciales,
y haber sido nombrado antes como profesor asociado.
Por excepción, podrán concursar sin haber sido docente
asociado a esta categoría, profesionales con reconocida
labor de investigación científica y trayectoria académica,
con más de quince (15) años de ejercicio profesional. 83.2
Para ser profesor asociado se requiere título profesional,
grado de maestro, y haber sido nombrado previamente
como profesor auxiliar. Por excepción podrán concursar sin
haber sido docente auxiliar a esta categoría, profesionales
con reconocida labor de investigación científica y trayectoria
académica, con más de diez (10) años de ejercicio
profesional. 83.3 Para ser profesor auxiliar se requiere título
profesional, grado de Maestro, y tener como mínimo cinco
(5) años en el ejercicio profesional.”
SEXTO: Por su parte, el artículo 84 de la misma Ley,
prescribe: “El periodo de nombramiento de los profesores
ordinarios es de tres (3) años para los profesores auxiliares,
cinco (5) para los asociados y siete (7) para los principales.
Al vencimiento de dicho periodo, los profesores son
ratificados, promovidos o separados de la docencia a través

63658 PROCESOS CONSTITUCIONALES
de un proceso de evaluación en función de los méritos
académicos que incluye la producción científica, lectiva y
de investigación.”
SÉPTIMO: El artículo 18 de la Constitución Política del
Perú, establece que las universidades son autónomas en su
régimen normativo, de gobierno, académico, administrativo
y económico, y se rigen por sus propios estatutos en el
marco de la Constitución y de las leyes.
OCTAVO: Al respecto, corresponde tener en cuenta
lo precisado por el Tribunal Constitucional respecto a
la autonomía de las universidades, en la sentencia de
fecha veinticuatro de abril de mil novecientos noventa y
siete, recaída en el Expediente N° 00012-1996-AI/TC,
estableciendo que es la capacidad de autogobierno para
desenvolverse con libertad y discrecionalidad, debiendo
realizarse con pleno respeto del ordenamiento jurídico;
asimismo en la sentencia de fecha diez de setiembre de
dos mil siete, recaída en el Expediente N° 00025-2006-AI/
TC, agrega que: “Es por ello que el constituyente ha querido
otorgarle una protección especial a las universidades a fin
de que puedan desempeñarse de forma tal que puedan
cumplir, de la manera más óptima, con las demandas
que la sociedad exige. Tal resguardo es la autonomía
universitaria. Su justificación se encuentra en la propia
labor que la Universidad requiere desarrollar para formar
profesionales comprometidos con su entorno social. Así
pues, entre otras, sus labores esenciales consistirán en
observar, analizar, criticar y debatir diferentes dimensiones
del devenir de la comunidad, lo que implica colocar en la
agenda pública todo tipo de materias relevantes para el
desarrollo de la sociedad. (…) la autonomía universitaria
se consagra constitucionalmente con la finalidad de
salvaguardar las condiciones a partir de las cuales las
entidades universitarias tienen que cumplir, de manera
autodeterminada, con la función encomendada por la
Constitución. En tal sentido, es el Legislativo el encargado
de dictar las normas estructurales y elementales del sistema
universitario, complementando la labor del constituyente en
la configuración de la autonomía universitaria. La propia
norma fundamental es explícita en ello al disponer que los
estatutos de las universidades se regirán siempre dentro
del marco de la ley y la Constitución. Dicho de otro modo, es
la ley la que termina de dotar de contenido a la autonomía
universitaria. Así, es a partir de la Ley Universitaria que tal
autonomía se proyecta con medidas concretas, siendo al
mismo tiempo presupuesto que estructura el funcionamiento
de las universidades.”
NOVENO: Unas de las vertientes de la autonomía
universitaria, la constituye la autonomía en cuanto al régimen
normativo; el cual implica la potestad autodeterminativa
para la creación de normas internas, como es el caso de
los estatutos y reglamentos, destinados a regular, per se, la
institución universitaria.
DÉCIMO: El Estatuto de la Universidad Nacional
del Altiplano de Puno, en su artículo 202 numeral 202.1,
establece como uno de los criterios de evaluación para
la ratificación y promoción de sus docentes, el grado de
maestro o doctor en su especialidad o afín; asimismo, en su
artículo 210 numeral 210.1, señala que el docente para ser
promovido a la categoría de principal, deberá tener grado
académico de doctor en la especialidad o afín.
UNDÉCIMO: En tal contexto, si bien es cierto los
artículos 83 y 84 de la Ley Universitaria, Ley N° 30220, no
precisan que para la ratificación, promoción o separación de
los docentes se tendrá en cuenta los grados de maestro o
doctor, según sea el caso, en la especialidad o afín, también
lo es que los artículos 202 numeral 202.1, y 210 numeral
210.1 del Estatuto de la demandada, al realizar tal precisión,
no vulnera dichos artículos legales, ni mucho menos el
artículo 51 de la Constitución Política del Estado, referido a la
jerarquía normativa, la misma que se encuentra acorde con
la autonomía universitaria antes descrita, en su vertiente de
autorregulación normativa, no existiendo prohibición alguna
para que la demandada exija a sus docentes, contar con
tal requisito de especialidad, más aún si lo dispuesto por
la demandada a través de su Estatuto 2015, se encuentra
en concordancia con la obligación constitucional del Estado
de prestar el servicio público de educación cumpliendo
con los estándares de calidad, que resulta ajustado a
los principios de razonabilidad y proporcionalidad, y a la
dignidad de los estudiantes universitarios, que los docentes
que tienen como función educar a los futuros profesionales
del país, cumplan con las características de especialidad
respecto a la docencia que imparten, considerando la
relevancia de los cargos que ocupan y desempeñan,
toda vez que la lógica común permite inferir por ejemplo,
que un docente especializado en ingeniería mecánica
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017
no puede desempeñarse adecuadamente impartiendo
clases universitarias en la especialidad de biología,
debiendo tenerse en cuenta además que la educación, en
cualquier nivel que se encuentre, no es solo un derecho
humano más, indispensable para el desarrollo de las
personas y las sociedades, sino que constituye una
herramienta del cambio social, el cual se puede alcanzar
con profesionales con adecuada formación universitaria,
que es lo que se pretende con las exigencias establecidas
en los artículos 202 numeral 202.1, y 210 numeral 210.1
del Estatuto de la demandada, cuestionados en el presente
proceso.
DUODÉCIMO: En consecuencia, los artículos 202
numeral 202.1, 210 numeral 210.1 del Estatuto 2015 de la
Universidad Nacional del Altiplano de Puno, no vulneran
los artículos 83 y 84 de la Ley Universitaria, al encontrarse
acorde a lo establecido en los artículos 13, 14, 18 y 51 de
la Constitución Política del Perú, estando los dos primeros
referidos al derecho a la educación.
Por tales consideraciones: CONFIRMARON la sentencia
apelada de fecha veintidós de marzo de dos mil dieciséis,
obrante a fojas ciento cincuenta y ocho, que declaró
INFUNDADA demanda de Acción Popular, interpuesta por
Mario Antonio Suárez López contra la Universidad Nacional
del Altiplano de Puno; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”,
conforme a ley, y los devolvieron. Juez Supremo Ponente:
Vinatea Medina.-
S.S.
LAMA MORE
VINATEA MEDINA
RUEDA FERNÁNDEZ
TOLEDO TORIBIO
MALCA GUAYLUPO
W-1593524-3
PROCESO DE ACCIÓN POPULAR
Corte Suprema de Justicia de la República
Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente
ACCIÓN POPULAR
EXP. N° 16919-2015
LIMA
Lima, dos de junio de dos mil dieciséis.
I. VISTOS:
1. Asunto:
El recurso impugnativo de apelación de fojas quinientos
tres, formulado por la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, representado por el abogado Juan Carlos Bustos
Cuzcano, contra la sentencia contenida en la resolución
número veinte, de fecha diecisiete de agosto de dos mil
quince, obrante a fojas cuatrocientos setenta, emitida
por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima, que declaró fundada en parte la demanda de
acción popular interpuesta por Persin Vargas Rodríguez
contra la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; en
consecuencia nulos los artículos 4,5,6,7,8,9,10,11,14,15,
y segunda disposición final del Reglamento de Procesos
Disciplinarios para estudiantes de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, aprobado por Resolución Rectoral
N° 03500-R-12 de fecha tres de julio de dos mil doce1.
2. DEMANDA CONSTITUCIONAL
2.1 De Acción Popular interpuesta por Persin Vargas
Rodriguez, contra el Reglamento de Proceso Disciplinario
para Estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos aprobado por Resolución Rectoral N° 03500-R-
2012 publicado en el Diario Oficial “El Peruano” el cuatro de
julio de dos mil doce.
2.2 La acotada demanda de fojas treinta y nueve
subsanada a fojas sesenta y cinco, se sustenta en el siguiente
argumento medular de ilegalidad e inconstitucionalidad en
el que incurriría el dispositivo normativo anotado:
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017 PROCESOS CONSTITUCIONALES
Sostiene que el Reglamento de Proceso Disciplinario
señalado, contraviene la autonomía universitaria
consagrada en el artículo 18 de la Constitución Política
del Estado, el artículo 59 de la Ley Universitaria N° 23733
y los artículos 188 y 190 del Estatuto de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, ya que dichos dispositivos
regulan como sanción disciplinaria más severa la
separación temporal del alumno y, como órgano instructor
del procedimiento al Consejo de Facultad; en tanto la
norma reglamentaria cuestionada establece como sanción
disciplinaria más severa la separación definitiva y como
órgano competente del procedimiento a la Comisión
Disciplinaria de la Facultad, contraviniendo de manera
directa, total y de fondo el Estatuto de la Universidad que
contiene fuerza normativa para su gobierno, según lo prevé
la Constitución y las leyes.
3. SENTENCIA APELADA QUE DECLARA FUNDADA
EN PARTE LA DEMANDA
Los fundamentos esenciales de la sentencia apelada
son los siguientes:
a) Conforme al texto que aparece publicado en la página
web www.unmsm.edu.pe; el artículo 188 del Estatuto de
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos señala
que las sanciones son de amonestación verbal o escrita;
suspensión o separación temporal, previo proceso, por lo
tanto los artículos 10, 11, 14 y 15 al contener la sanción de
separación definitiva el acotado Reglamento contravienen
los Estatutos de la Universidad.
b) La Norma Reglamentaria aprobada por Resolución
Rectoral N° 03500-R-12 en sus artículos 11, 13, 14 y 15
establece como órgano competente para tramitar el proceso
disciplinario a la Comisión Disciplinaria y no directamente al
Consejo de Facultad conforme lo ordena el Estatuto de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos en su artículo
190.
c) La Disposición Final Dos del Reglamento de
Proceso Disciplinario contraviene el principio de no
retroactividad de la ley contemplado en el artículo 103 de la
Constitución Política del Estado, pues se pretende aplicar
el Reglamento a aquellos alumnos que se encuentren con
trámite administrativo disciplinario en curso, afectándose la
seguridad jurídica.
4. RECURSO DE APELACIÓN
La apelación formulada por el representante de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, se sustenta
esencialmente en los siguientes agravios:
i) Sostiene que la sentencia incurre en interpretación
contradictoria, en tanto el artículo 59 de la Ley Universitaria,
Ley N° 23733 fue modificado por el Decreto Legislativo
N° 739 de fecha doce de noviembre de mil novecientos
noventa y uno, concordado con el artículo 57 incisos f), i)
y j), regulando como máxima sanción la separación de la
Universidad, por lo que existe concordancia entre la Ley
N° 23733, el Estatuto de la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos y el Reglamento de Proceso Disciplinario.
ii) El Proceso Disciplinario en el Reglamento, dispone
que el estudiante infractor sea sometido a un procedimiento
por la misma Facultad, a cargo de una Comisión de Procesos
Disciplinarios, en tanto el Estatuto de la Universidad regula
que el Consejo de Facultad tiene a su cargo los aspectos
de gobierno académicos y administrativos de la propia
Facultad.
iii) El demandante interpreta erróneamente la
Disposición Final dos del Reglamento, la cual es aplicable
a los alumnos que se encuentran con trámite administrativo
disciplinario en curso, lo cual no significa que se aplique
de manera retroactiva, sino dicha norma es para fines de
adecuación de la misma, tal como lo señala el artículo 103
de la Constitución Política del Estado.
II. CONSIDERANDO:
PRIMERO: Delimitación del objeto de la demanda de
acción popular
1.1 Cabe precisar que conforme a los sustentos de
la demanda2 y los sustentos medulares de la sentencia
apelada, esta Sala Suprema advierte lo siguiente:
- Si bien, la demanda habría sido incoada contra la
totalidad del Reglamento de Proceso Disciplinario, se
observa que la parte demandante anota en el fundamento
octavo de su escrito de demanda que los artículos que
63659
contravienen el artículo 18 de la Constitución Política del
Estado, el artículo 59 de la Ley Universitaria N° 23733 y
los artículos 188 y 190 del Estatuto de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, son los números 6, 11, 14,
15 y la Disposición Final Dos, residiendo los argumentos de
inconstitucionalidad e ilegalidad de la parte demandante,
los agravios de la demandada y, los fundamentos de
la sentencia de vista en los tres siguientes aspectos
medulares:
a. El artículo 10 del Reglamento que prescribe como
sanción más grave, la separación definitiva del alumno
sometido a un procedimiento disciplinario infringiría el
artículo 59 de la Ley Universitaria N° 23733 y el artículo
188 del Estatuto de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos y por ende el artículo 18 de la Constitución Política
del Estado que consagra la autonomía universitaria, en
tanto la Ley Universitaria y el Estatuto regulan como
sanción más severa la separación temporal.
b. Los artículos 11, 14 y 15 del Reglamento de Proceso
Disciplinario, establecen como órgano competente para
tramitar el proceso disciplinario a la Comisión Disciplinaria
y no directamente al Consejo de Facultad conforme lo
ordena el Estatuto de la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos en su artículo 190, por tanto se presentaría
una infracción de jerarquía al anotado Estatuto.
c. La Disposición Final Dos del Reglamento de Proceso
Disciplinario vulneraría el principio de no retroactividad de
la ley contemplado en el artículo 103 de la Constitución
Política del Estado, al aplicarse a aquellos alumnos que se
encuentren con un trámite administrativo disciplinario en
curso.
1.2 En tal contexto, corresponderá a este Supremo
Colegiado en primer orden, realizar el análisis de
compatibilidad constitucional y legal de los artículos
señalados, absolviendo los agravios formulados por la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos que guardan
relación con las infracciones denunciadas por la parte
demandante y los fundamentos principales de la sentencia;
determinando en segundo orden, si los dispositivos
señalados que forman parte del Reglamento de Proceso
Disciplinario para Estudiantes de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos aprobado por Resolución Rectoral N°
03500-R-12 de fecha tres de julio de dos mil doce, resultan
o no ser plenamente compatibles con la Constitución, la
Ley Universitaria y el Estatuto de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, lo que devendrá en la confirmatoria o
revocatoria de la sentencia elevada en grado de apelación.
SEGUNDO: Sobre el artículo 10 del Reglamento
de Proceso Disciplinario para Estudiantes de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
2.1 Conforme a la delimitación del objeto de
pronunciamiento, se aprecia que el artículo 10 del
Reglamento de Proceso Disciplinario para Estudiantes de
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos aprobado
por Resolución Rectoral N° 03500-R-2012 publicado en el
Diario Oficial “El Peruano” el cuatro de julio de dos mil doce,
contiene el siguiente enunciado:
“Las sanciones son:
a. Amonestación verbal
b. Amonestación escrita
c. Suspensión
d. Separación”
La disposición infralegal contiene una norma sobre
sanciones que viene encadenado en su fórmula jurídica,
con la norma del artículo 9 del mismo Reglamento que
define a las sanciones como medidas extraordinarias
aplicables de comprobarse fehacientemente el
incumplimiento de deberes que derive en la comisión de las
faltas susceptibles de sanción disciplinaria3, prescribiendo
que: “las sanciones son medidas excepcionales aplicables
en caso comprobado de incumplimiento de los deberes
de los estudiantes o por atentar contra los derechos de
los docentes, estudiantes, trabajadores no docentes o
contra los bienes de la Universidad. No procede sanción
por actividades gremiales ni políticas”. En ese sentido, la
disposición materia de la demanda constitucional contiene
una norma que corresponde al procedimiento disciplinario,
y que prescribe los tipos de sanción aplicables en los casos
que se incurra en conductas infractoras, identificando
los siguientes tipos de sanción: amonestación verbal,

63660 PROCESOS CONSTITUCIONALES
amonestación escrita, suspensión, y separación de la
Universidad.
2.2 En tal contexto, acudiendo a las normas que han
sido invocadas como infringidas y sirven de parámetro
de control de legalidad en el presente caso, se observa
que el artículo 59 de la Ley Universitaria4 - Ley N° 23733
prescribía en su articulado: “Cada Universidad establece
en sus estatutos un Sistema de Evaluación del Estudiante,
así como el régimen de sanciones que le es aplicable por
el incumplimiento de sus deberes, debiendo considerarse
como factores generales de evaluación la asistencia al
dictado de clases y la no participación en actos que alteren
el orden y desarrollo de las actividades académicas y
administrativas. Dichas sanciones son: Amonestación,
Suspensión y Separación de la Universidad.”. [Subrayado
añadido]
2.3 Del dispositivo legal acotado se colige que dentro
de las sanciones a los alumnos de las Universidades se
contemplan la amonestación, la suspensión y la separación,
advirtiendo esta Sala Suprema que para la determinación
del sentido normativo del término “separación” se debe
acudir a una interpretación sistemática con los incisos f), i)
y j) del artículo 57 de la Ley Universitaria, que regulan entre
las posibles sanciones a los alumnos, la separación, sin
perjuicio de las acciones penales correspondientes y la
expulsión de los alumnos de las Universidades y puesta a
disposición de las autoridades5; de lo que se puede inferir
que la sanción legal más severa contemplada en la Ley
Universitaria está referida a una separación de carácter
definitivo, en caso de desaprobación reiterativa de los
cursos, la comisión de actos de violencia, daños materiales,
personales, o la utilización de los ambientes universitarios
para fines distintos a la enseñanza conforme a la Ley
Universitaria implican la separación de la Universidad, el
inicio de acciones penales y, la expulsión de los alumnos
que incurran en dichos actos, no pudiendo entenderse
como infracciones meramente simples que ameritarían
una separación “temporal”. Concordando plenamente
el artículo 10 examinado, con el artículo 59 de la Ley
Universitaria.
2.4 Asimismo el anotado artículo 10 que contempla la
sanción de separación definitiva, encuentra plena armonía
con el artículo 18 de la Constitución6, y el artículo 188
del Estatuto de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, aprobado por Resolución Rectoral N° 78337
de fecha veinticuatro de septiembre de mil novecientos
ochenta y cuatro, modificado por Resolución Rectoral N°
2533-CR-95 de fecha cinco de julio de mil novecientos
noventa y cinco ya que dicho dispositivo si contempla como
máxima sanción la separación definitiva del alumnado al
prescribir que: “Las sanciones aplicables a los estudiantes
de la Universidad son: a) Amonestación verbal o escrita
b) Suspensión de uno o dos semestres c) Separación
definitiva”. Incurriendo en un grave error la Sala Superior
al omitir una interpretación sistemática del dispositivo y
concluir que el Estatuto de la acotada casa de estudios
contempla como sanción máxima la separación temporal;
correspondiendo por lo tanto, estimar el agravio i), al ser
plenamente válido, legal y constitucional el artículo 10 del
Reglamento de Proceso disciplinario al concordar con el
artículo 188 del Estatuto de la Universidad y por ende con
el artículo 18 de la Constitución al no infringir el Estatuto, y
encontrarse dentro de los parámetro del artículo 59 de la
Ley Universitaria.
TERCERO: Sobre los artículos 11, 14 y 15 del
Reglamento de Proceso Disciplinario para Estudiantes
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
3.1 Seguidamente, cabe anotar que los artículos 11, 14
y 15 del Reglamento de Proceso Disciplinario contienen la
siguiente fórmula normativa:
“Artículo 11°.- Las sanciones se aplicarán después del
debido proceso ejecutado por el Consejo de Facultad por
intermedio de la Comisión Disciplinaria para Alumnos, con
citación y audiencia del alumno quien tiene el derecho a la
defensa.
Artículo 14°.- La Comisión Disciplinaria para
Alumnos dispondrá de las atribuciones necesarias para la
investigación, notificación, citación, audiencia, deliberación,
calificación, presentación de descargos, valoración de
pruebas, de conclusión, recomendación y otras que
correspondan a la naturaleza de sus funciones y que estén
señaladas en el presente Reglamento, en cumplimiento del
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017
debido proceso establecido en la Constitución Política del
Perú.
Artículo 15°.- Es atribución de la Comisión Disciplinaria
para Alumnos, subsanar lo no contemplado en el presente
Reglamento, sustentándose en la Constitución Política
del Perú, las normas legales respecto a la materia y los
principios jurídicos.” (Subrayado agregado).
3.2 Al respecto, los anotados dispositivos, regulan la
actuación de la Comisión Disciplinaria para Alumnos de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos en el marco de
un procedimiento sancionador; en tal contexto normativo, el
parámetro de control de legalidad se enmarca en el artículo
190 del Estatuto de la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, aprobado por Resolución Rectoral N° 78337
que prevé en su fórmula normativa que: “La suspensión y
separación se aplicarán después de un proceso ejecutado
por el Consejo de Facultad con citación y audiencia del
alumno quien tendrá derecho de defensa”. (Subrayado
agregado).
3.3 En dicha línea argumentativa, los artículos 11, 14 y
15 del anotado Reglamento se encuentran en plena armonía
con el artículo 190 del Estatuto, en tanto no contravienen
el tenor normativo de dicho artículo de rango superior, ya
que en el mismo sentido normativo que el artículo 190,
el artículo 11 del Reglamento prescribe que la sanción es
ejecutada por el Consejo de Facultad, ostentando el alumno
sometido al proceso el respeto al derecho de defensa, el
artículo 14 prevé las garantías del debido proceso (citación
y audiencia al alumno entre otras), y el artículo 15 regula
la actuación de la Comisión Disciplinaria en el marco de
la Constitución y las normas legales, por lo cual si bien
el artículo 11 y siguientes prescriben la actuación de una
comisión disciplinaria7, ello no implica que la sanción no sea
ejecutada o se menoscabe las atribuciones o competencias
del Consejo de Facultad, ya que conforme al artículo 20
del mismo Reglamento se regula en concordancia con
el Estatuto, que el Consejo de Facultad expedirá la
Resolución de Decanato correspondiente8. Por lo tanto, el
agravio ii) debe ser estimado ya que del examen de los
anotados artículos del Reglamento, se infiere que estos
resultan plenamente coherentes con la norma contenida en
el artículo 190 del Estatuto.
CUARTO: Sobre la Disposición Final Dos del
Reglamento de Proceso Disciplinario para Estudiantes
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
4.1 Seguidamente, conforme a la delimitación del objeto
de pronunciamiento, corresponde analizar la Disposición
Final Dos del Reglamento, la misma que contiene el
siguiente tenor regulativo: “Los alumnos que se encuentren
con trámite administrativo disciplinario en curso, se
adecuarán al procedimiento contemplado en el presente
Reglamento, bajo responsabilidad”.
4.2 Al respecto, el dispositivo prescribe la adecuación
de los procedimientos administrativos disciplinarios en
curso a las disposiciones del Reglamento de Proceso
Disciplinario para Estudiantes de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, lo cual, se encuentra acorde a la
aplicación inmediata de la ley, contemplada en el artículo
103 de la Constitución9 que prescribe que la ley se aplica
desde su entrada en vigencia, advirtiendo esta Sala
Suprema que no se presenta una aplicación retroactiva del
Reglamento sobre las faltas o sanciones, sino más bien,
que se dispone la aplicación efectiva del Reglamento en los
procedimientos administrativos en curso, a efectos de que
sean tramitados acorde al nuevo Reglamento en el estado
en que se encuentren, adecuándose, razón por la cual la
disposición anotada resulta plenamente constitucional y no
transgrede el artículo 103 de la Carta Magna, superando
el control de constitucionalidad en su contenido normativo.
4.3 Finalmente, cabe precisar que las normas gozan
de presunción de constitucionalidad y legalidad, por lo
que quien enjuicie una norma en un proceso de acción
popular, se encuentra en la obligación de demostrar la
inconstitucionalidad y/o ilegalidad que alega10, lo que
no ha cumplido la parte demandante en el presente
proceso, quien en su escrito de demanda se avoca a un
cuestionamiento genérico de todo el Reglamento en torno
a los dispositivos analizados por esta Sala Suprema, sin
exponer argumento alguno respecto a los artículos 4, 5,
6, 7, 8 y 9 del Reglamento, declarando la Sala Superior la
ilegalidad de estos últimos artículos, sin realizar ningún juicio
de validez ni compatibilidad constitucional en tanto la parte
demandante no denunció vicios de infracción constitucional
ni legal, ostentando dichas normas plena validez en
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017 PROCESOS CONSTITUCIONALES
aplicación de la presunción de constitucionalidad;
razón complementaria por la cual, corresponde revocar la
sentencia venida en grado.
III. DECISIÓN:
Por tales consideraciones: REVOCARON la sentencia
contenida en la resolución número veinte, de fecha
diecisiete de agosto de dos mil quince, obrante a fojas
cuatrocientos setenta, emitida por la Cuarta Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, en el extremo que
declaró fundada en parte la demanda de acción popular
interpuesta contra la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos; y declaró nulos los artículos 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10,
11, 14, 15 y Segunda Disposición Final del Reglamento de
Proceso Disciplinario para Estudiantes de la Universidad
Nacional Mayor San Marcos aprobado por Resolución
Rectoral N° 03500-R-12 de fecha tres de julio de dos
mil doce; y reformándola, declararon INFUNDADA la
demanda en dicho extremo. En los seguidos por Persin
Vargas Rodríguez contra la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos, sobre Acción Popular; DISPUSIERON la
publicación del texto de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano” conforme a ley; y los devolvieron.- Juez
Supremo Ponente: Rueda Fernández.-
SS.
VINATEA MEDINA
YRIVARREN FALLAQUE
RUEDA FERNÁNDEZ
DE LA ROSA BEDRIÑANA
MALCA GUAYLUPO
1 Cabe anotar que la misma sentencia en un segundo punto resolutivo, de-
claró improcedente la demanda respecto a los artículos 1, 2, 3, 12, 16, 17,
17, 18, 19, 20, 21 1era y 3era Disposición Final del mismo Reglamento,
quedando consentido dicho extremo, al no ser apelado por ninguna de las
partes.
2 Fojas cuarenta y uno y siguientes
3 Conforme al artículo 6 del anotado Reglamento, Son faltas susceptibles de
sanción disciplinaria las siguientes:
a El deterioro, sustracción o destrucción del patrimonio de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos
b. Las difamaciones y calumnias que dañen al honor en agravio de cualquier
miembro de la Comunidad Universitaria. c. Incitar, participar o colaborar en
la comisión de hechos de violencia que ocasionen daños personales o ma-
teriales en las actividades académicas, estudiantiles o administrativas de
la Universidad, así como afecten o dañen su prestigio institucional como
entidad.
d. La suplantación de postulantes o estudiantes en los exámenes de la Uni-
versidad.
e. El plagio parcial o total de trabajos de investigación.
f. Alterar, falsificar diplomas, carné universitario, carné de biblioteca, cons-
tancias u otros; o, presentar documento falso, para su propio beneficio o de
terceros.
g. Actos que dañen o afecten el prestigio de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos o de cualquiera de sus integrantes.
h. La toma de locales que atenten contra el normal desenvolvimiento de las
actividades académicas.
i. La condena judicial ejecutoriada de pena privativa de la libertad por la
comisión de acto doloso, mientras dure la pena efectiva.
j. Utilizar los ambientes e instalaciones de la Universidad con fines distintos
a los de la enseñanza, administración, bienestar universitario o elecciones
estudiantiles y de profesores, actividades gremiales de los organismos re-
conocidos por el Estatuto y de los Órganos de Gobierno.
k. La concurrencia reiterada a la Universidad en estado de o bajo los efectos
de cualquier droga o sustancia prohibida por ley; y, aunque no sea reiterada,
cuando por su naturaleza excepcional reviste gravedad.
4 Derogada por la Única Disposición Complementaria Derogatoria de la Ley
30220, publicada el 09 julio 2014. Vigente a la fecha de emisión del Regla-
mento cuestionado.
5 Ley 23733 – Ley Universitaria
Artículo 57.- Son deberes de los estudiantes: (…)
f) El número mínimo de créditos por semestre para mantener la condición
de estudiante regular, no deberá ser menor de un décimo de su carrera por
año; de no aprobar los cursos en esta proporción, será amonestado por el
Decano de la facultad; si al semestre siguiente no supera esta situación será
suspendido por un semestre, si a su reincorporación sigue sin aprobar los
cursos en la proporción establecida en el presente inciso, será separado
definitivamente de la Universidad;
i) Los alumnos que promuevan, participen o colaboren en la comisión de
actos de violencia, que ocasionen daños personales y/o materiales que al-
teren el normal desarrollo de las actividades académicas, estudiantiles y
63661
administrativas, serán separados de la Universidad sin perjuicio de las
acciones penales a que haya lugar; (…)
j) Quienes utilicen los ambientes e instalaciones de la Universidad con fines
distintos a los de la enseñanza, administración, bienestar universitarios, se-
rán expulsados de la Universidad y puestos a disposición de la autoridad
correspondiente.
6 De conformidad con el último párrafo de la Constitución vigente, el estatuto
es la norma de mayor jerarquía en el ámbito universitario
Constitución Política del Estado
Artículo 18.- Educación universitaria (…)
Cada universidad es autónoma en su régimen normativo, de gobierno,
académico, administrativo y económico. Las universidades se rigen por sus
propios estatutos en el marco de la Constitución y de las leyes.
7 Dentro de las atribuciones del Consejo de Facultad, que le confiere el artí-
culo 97 del Estatuto de la Universidad en su inciso p) consiste en: “nombrar
las Comisiones Permanentes y Transitorias que sean necesarias para el
cumplimiento de sus objetivos y funciones”
8 Artículo 20°.- Puesto a consideración del Consejo de Facultad el informe
final, se citará a audiencia al alumno a fin de que haga uso de su derecho
a la defensa, quien podrá asistir con su defensor. De no asistir, se le citará
para nueva fecha, luego de la cual, con su asistencia o no, el Consejo de
Facultad resolverá. La decisión del Consejo de Facultad se expresa
mediante la respectiva Resolución de Decanato, la que se elevará al
Rector para su ratificación mediante Resolución Rectoral, la cual podrá ser
apelada dentro de los quince (15) días útiles a partir del día siguiente de su
notificación al interesado, elevándose al Consejo Universitario.(Subrayado
añadido).
9 Leyes especiales, irretroactividad, derogación y abuso del derecho
Artículo 103.- “Pueden expedirse leyes especiales porque así lo exige la na-
turaleza de las cosas, pero no por razón de las diferencias de las personas.
La ley, desde su entrada en vigencia, se aplica a las consecuencias de
las relaciones y situaciones jurídicas existentes y no tiene fuerza ni
efectos retroactivos; salvo, en ambos supuestos, en materia penal cuando
favorece al reo. La ley se deroga sólo por otra ley. También queda sin efecto
por sentencia que declara su inconstitucionalidad.
La Constitución no ampara el abuso del derecho.” (Resaltado agregado)
10 CANOSA USERA, Raúl, Interpretación y Fórmula Política, Centro de Estu-
dios Constitucionales, Madrid, 1988.
W-1593524-2
PROCESO DE ACCIÓN POPULAR
Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente
Corte Suprema de Justicia de la República
SENTENCIA
A.P. N° 9430 – 2015
LIMA
Lima, diez de marzo de dos mil dieciséis.-
VISTOS; y CONSIDERANDO:
I.- MATERIA DEL RECURSO DE APELACIÓN:
Es materia de conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de apelación interpuesto por el Colegio de Notarios
de San Martin, representado por su Decano Luis Enrique
Cisneros Olano; y por el Procurador Público Especializado
Supranacional encargado de la Procuraduría Pública
Especializada en Materia Constitucional, Luis Alberto
Huerta Guerrero, contra la sentencia de fecha treinta de
diciembre del dos mil catorce, obrante a fojas seiscientos
setenta y dos, expedida por la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que declaró: i) Infundada la
demanda respecto a la primera pretensión principal, por
la que se pretende que se declare nulo e inconstitucional
el Reglamento del Concurso Público Nacional de Méritos
para el Ingreso a la Función Notarial, aprobado por Decreto
Supremo N° 021-2012-JUS; y ii) Fundada en parte la
demanda respecto a la segunda pretensión principal,
en el extremo referido a los artículos 2 inciso e) y 4 del
Anexo - Decreto Supremo N° 020-2012-JUS; e infundada
la misma respecto a los demás extremos del Anexo -
Decreto Supremo N° 020-2012-JUS; en los seguidos por
el Colegio de Notarios de San Martín, representado por su
Decano Luis Enrique Cisneros Olano, contra el Ministerio
de Justicia, sobre Acción Popular.
II.- CONSIDERANDO:
PRIMERO.- AGRAVIOS: El Decano del Colegio de
Notarios de San Martín, mediante escrito de fecha tres de
febrero de dos mil quince, obrante a fojas setecientos doce,
apela la sentencia en el extremo que declara infundada
la demanda; refiere que la impugnada falla considerando
que el concurso de méritos ha sido convocado respetando
lo dispuesto en la Ley N° 29933, especialmente por el

63662 PROCESOS CONSTITUCIONALES
hecho de que el Ministerio de Justicia tenía esta atribución
por única vez. Asimismo, señala que en el uso de sus
facultades, el demandado Ministerio no ha mencionado las
fuentes e indicadores estadísticos bajo cuyos parámetros
resulta necesario cubrir las veintiún (21) plazas notariales
además de las catorce (14) ya existentes, es decir, la
Región de San Martín, al culminar el concurso y cubiertas
(si lo fueran) las plazas vacantes, tendría de acuerdo al
último censo nacional, un notario por cada veinticuatro mil
(24,000) habitantes, es decir, más del doble de lo que la
norma establece pues, el artículo 5 numeral 5.1 punto “b”
del Decreto Legislativo N° 1049 establece que existiría un
notario por cada cincuenta mil habitantes, siendo que el
Tribunal Constitucional en el Expediente N° 006-2013-PI/
TC interpreta el Decreto Legislativo N° 1049; por otro lado,
señala que el Decreto Supremo N° 020-2012-JUS y su
anexo son normas heteroaplicativas en la medida que no
existirían si ningún notario hubiera aceptado la invitación
formulada por el Ministerio de Justicia. El traslado es
por el plazo que dura el concurso, en el presente caso,
casi un año que a la fecha se encuentra suspendido por
decisión jurisdiccional y debe contarse con la aceptación
escrita del notario invitado a cubrir una plaza notarial en
un distrito distinto al suyo, “diez meses, días más o menos
es un tiempo de licencia para el Notario trasladado que
NO contempla el Decreto Legislativo 1049, el anexo de
este Decreto Supremo (020-2012-JUS) no hace ninguna
precisión al respecto, es más, el traslado puede extenderse
‘sine die’ ante la posibilidad que las plazas NO sean
cubiertas y, en este punto, tampoco es preciso …”
El Procurador Público Especializado Supranacional,
encargado de la Procuraduría Pública Especializada en
Materia Constitucional, Luis Alberto Huerta Guerrero, en
su recurso de apelación de fojas setecientos veintinueve,
impugna la sentencia emitida por la Sala Superior en
el extremo que declara fundada en parte la demanda
respeto de la segunda pretensión principal en los extremos
referidos al literal e) del artículo 2, y el artículo 4 del anexo
del Decreto Supremo N° 020-2012-JUS e infundada la
demanda respecto de los demás extremos; señala los
siguientes agravios: i) Falta de motivación de la sentencia
que se apela; pues no ha señalado razones expresas y
contundentes que sustenten tales juicios, además de ello,
la Sala se ha pronunciado a favor de la demanda sobre
la base de argumentos y controversias que no fueron
expuestas por la parte demandante, cuando por ejemplo
señala que se crearía una barrera burocrática innecesaria,
conforme se advierte del fundamentos 2.4 literal I) de la
sentencia; punto que no ha sido planteado por la parte
demandante y sobre el cual la Procuraduría no ha podido
expresar sus alegatos; asimismo, a título de ejemplo,
menciona el fundamento 2.4 literal o), pues el argumento
que el artículo 4 trasgrede el derecho a la igualdad tampoco
fue alegado por el demandante; solo se ha planteado -sin
que la Sala lo precise- el contenido de los derechos y
normas constitucionales supuestamente afectados, pero
sin desarrollarse el test de proporcionalidad e igualdad. ii)
Respecto a la supuesta inconstitucionalidad e ilegalidad
del articulo 2 literal e) del anexo del Decreto Supremo
N° 020-2012-JUS, señala que: A) No existe ninguna barrera
burocrática, en la sentencia no se ha explicado las razones
por las que la norma cuestionada constituirá un acto de
este tipo. Además, existen procedimientos administrativos
específicos a la evaluación de barreras burocráticas. B) El
segundo error de derecho es no considerar lo establecido
por el Tribunal Constitucional; en el fundamento 2.5 de
la sentencia se ha señalado que el artículo cuestionado
trasgrede el artículo 20 de la Constitución Política del
Perú (autonomía de los colegios profesionales) y cita
la Sentencia N° 0010-2006-PI/TC, señalando que en la
misma el Tribunal Constitucional ha delimitado el contenido
de autonomía normativa de los colegios profesionales que
se materializa en su capacidad para elaborar y aprobar
sus propios estatutos los que debe ejercer dentro del
marco constitucional y legal establecido; no obstante, dicha
autonomía reconocida a los colegios profesionales no
puede significar ni derivar en una autarquía. Sin embargo,
menciona el impugnante, que la Sala no ha considerado
dicho extremo de la sentencia, al no tomar en cuenta que
la referida autonomía no puede impedir que mediante
normas el Estado adopte medidas relacionadas al traslado
temporal de notarios. Ejemplo de ello es lo señalado por
el Tribunal Constitucional en la sentencia emitida en el
Expediente N° 0006-2013-PI/TC que declara infundada la
demanda de inconstitucionalidad contra el artículo 5 del
Decreto Legislativo N° 1049, pues el Poder Ejecutivo y
los órganos que la integran (en este caso el Consejo del
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017
Notariado) en el ejercicio de su competencia de supervisar
la función notarial, pueda establecer normas al respecto,
sin que esto constituya una intromisión en las atribuciones y
obligaciones que se les reconoce a los Colegios de Notarios
en ejercicio de su autonomía; a ello debe agregarse que las
normas cuestionadas son de carácter temporal pues regula
una situación transitoria relacionada con un concurso
de notarios orientado a cubrir determinadas plazas
notariales; asimismo menciona que si bien la Ley N° 29933,
desarrollada por la norma cuestionada en el presente
proceso de acción popular, no señala textualmente que
se derogan o suspenden las normas sobre el Estatuto del
Notariado. C) La Sala no ha considerado que el traslado
de notarios es temporal relacionada al concurso público
de méritos mencionado en el presente proceso, conforme
se señala en el artículo 3 de la norma cuestionada. ii) En
cuanto a la supuesta inconstitucionalidad e ilegalidad
del artículo 4 del anexo del Decreto Supremo N° 020-
2012-JUS; el impugnante menciona que en el fundamento
2.4 literal I) de la sentencia se ha señalado que el uso
de la facultad establecida en el artículo 4 del anexo del
Decreto Supremo N° 020-2012-JUS sería inconstitucional
por afectar el principio de igualdad ante la ley. Al respecto
señala que la sentencia incurre en grave error al considerar
que existe trato desigual entre iguales, siendo que para
ello la Sala debió aplicar el Test de Igualdad lo que no ha
realizado.
SEGUNDO.- DE LA ACCIÓN POPULAR:
2.1. Este Supremo Colegiado, debe precisar que en el
artículo 200 inciso 5) de la Constitución Política del Estado
se establece como garantía constitucional a la acción
popular, configurada como aquel proceso constitucional
destinado a iniciarse contra los reglamentos, normas
administrativas, resoluciones y decretos de carácter
general, cualquiera sea la autoridad de la que emanen, por
infracción de la Constitución y de la ley. Dicha previsión se
encuentra precisada en el artículo 76 del Código Procesal
Constitucional cuando señala que: “La demanda de
acción popular procede contra los reglamentos, normas
administrativas y resoluciones de carácter general,
cualquiera que sea la autoridad de la que emanen, siempre
que infrinjan la Constitución o la ley, o cuando no hayan
sido expedidas o publicadas en la forma prescrita por la
Constitución o la ley, según el caso”.
2.2. El proceso de acción popular constituye, en ese
sentido, un mecanismo de control concentrado de las
normas de carácter reglamentario, el cual, en atención
a lo previsto en el artículo 85 del Código Procesal
Constitucional, es de competencia exclusiva del Poder
Judicial, y que presenta como objetivo esencial cautelar
la observancia de lo establecido en los artículos 51 y
118 inciso 8 de la Constitución Política del Perú; es decir,
constituye el medio jurisdiccional diseñado para defender
la constitucionalidad y la legalidad frente a las normas de
rango inferior a la ley que las contradicen. Es de considerar
que al igual que el proceso de inconstitucionalidad, el
de acción popular es uno de control concentrado y de
carácter abstracto, en tanto que el Juez constitucional
observará su compatibilidad o incompatibilidad con la
Constitución y sus Leyes de desarrollo con independencia
de su vinculación con un caso en particular, a diferencia del
control difuso. Asimismo, sus efectos serán erga omnes,
esto es, oponibles a todos, y significarán la exclusión de
la norma inconstitucional e ilegal de nuestro ordenamiento.
Con mayor especificidad, el último párrafo del artículo 81
del Código Procesal Constitucional establece que: “Las
sentencias fundadas recaídas en el proceso de acción
popular podrán determinar la nulidad, con efecto retroactivo,
de las normas impugnadas. En tal supuesto, la sentencia
determinará sus alcances en el tiempo. Tienen efectos
generales y se publican en el Diario Oficial El Peruano”.
TERCERO.- En tal perspectiva, se puede señalar
que el objetivo de todo proceso de acción popular radica
en determinar si la norma de rango inferior al de la ley
contraviene la Constitución Política o alguna norma que tiene
rango de ley. Esto, según lo explica la doctrina nacional1, se
debe a que conforme a la pirámide de Kelsen, la estructura
de nuestro ordenamiento normativo tiene jerárquicamente
en su cúspide, a las normas constitucionales, debajo de
ellas, se encuentran las leyes ordinarias, y debajo de estas
últimas, las normas denominadas administrativas (de rango
inferior a ley). Para su validez, las normas con rango de
ley deben respetar el orden jerárquico superior, es decir,
el constitucional; mientras que, en el caso de las normas
administrativas, estas deben adecuarse a los dos rangos
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017 PROCESOS CONSTITUCIONALES
superiores: tanto el constitucional, como el legal; por ello,
el análisis que involucra este tipo de controversias contiene
a ambos estratos.
CUARTO.- Como se ha precisado en las consideraciones
que anteceden, si bien es cierto a través del proceso de
acción popular se controla la constitucionalidad de las
normas infralegales que contravengan la Constitución y
las leyes, también lo es que las normas sobre las cuales
puede recaer el control son: i) normas de carácter general
que expida el Poder Ejecutivo a través de los órganos
de la Administración Central, entre los que tenemos a
los Decretos Supremos, las Resoluciones Supremas,
Resoluciones Ministeriales, Directorales, Reglamentos y
otras normas administrativas; ii) normas de carácter general
que expidan los Gobiernos Regionales y Locales, entre las
que tenemos a los Decretos Regionales y las Ordenanzas;
y iii) normas de carácter general que expidan los Órganos
de la Administración Pública, son aquellas emitidas por
órganos que expresamente se encuentran autorizados por
la Constitución como son el Banco Central de Reserva y
la Oficina Nacional de Procesos Electorales, además de
otros órganos constitucionales y entidades públicas que
según ley están facultados para dictarlas, como son el
Tribunal Constitucional, la Superintendencia Nacional de
Banca y Seguros, el Instituto Nacional de Defensa de la
Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual
y el Poder Judicial.
QUINTO.- Del caso de autos, se aprecia que el Decano
del Colegio de Notarios de San Martín interpone demanda
de acción popular, por escrito de fecha veinte de febrero
de dos mil trece, obrante a fojas ciento once, mediante la
cual solicitó como Primera Pretensión Principal: Se declare
nulo e inconstitucional el Reglamento del Concurso
Público Nacional de Méritos para el Ingreso a la
Función Notarial, aprobado por Decreto Supremo N°
021-2012-JUS, publicado en el Diario Oficial “El Peruano”
el veintinueve de diciembre de dos mil doce, y publicado
recién su texto íntegro en el Diario Oficial “El Peruano”
el tres de enero de dos mil trece, con la denominación
“Anexo – Decreto Supremo N° 021-2012-JUS”; y como
Segunda Pretensión Principal: se declare también nulo e
inconstitucional el Reglamento de traslado temporal de
notarios a nivel nacional, expedido de conformidad con
la Quinta Disposición Complementaria Transitoria de la Ley
N° 29933, que fue aprobado por Decreto Supremo N°
020-2012-JUS, publicado en el Diario Oficial “El Peruano”
el veintinueve de diciembre de dos mil doce, y publicado
recién su texto íntegro en el Diario Oficial “El Peruano” el
tres de enero de dos mil trece, con la denominación “Anexo
- Decreto Supremo N° 020-2012-JUS”. El demandante
invoca como fundamentos de su demanda, los siguientes:
i) La Falta de publicidad normativa: Señala que el Decreto
Supremo N° 020-2012-JUS, que aprueba el Reglamento de
traslado temporal de notarios a nivel nacional y el Decreto
Supremo N° 021-2012-JUS, que aprueba el Reglamento
del Concurso Público Nacional de Méritos para el Ingreso
a la Función Notarial, vulneran los artículos 51 y 109 de la
Constitución Política del Estado y el artículo 11 de la Ley
N° 29158 - Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, por cuanto
en el artículo 2 de cada uno de ellos se dispuso la vigencia
del Reglamento a partir del día siguiente de su publicación,
a pesar que no se había publicado en el Diario Oficial “El
Peruano” el texto reglamentario y solo se ordenaba publicar
en el portal web del Ministerio de Justicia en la misma fecha.
ii) Ilegalidad del Decreto Supremo N° 021-2012-JUS
y del Anexo – Decreto Supremo N° 021-2012-JUS, por
cuanto la determinación y criterio para la creación de las
plazas notariales ya están establecidos por el Decreto
Legislativo N° 1049, no pudiendo el Ministerio de Justicia
y Derechos Humanos irrogarse una función que por Ley
ya está determinada y que no es de su competencia
según la Ley de Organización y Funciones del Ministerio
de Justicia y Derechos Humanos – Ley N° 29809, de
modo que dicha determinación no puede sujetarse a un
criterio subjetivo como lo dispone la Segunda Disposición
Complementaria Transitoria de la Ley N° 29933 y el artículo
3 del Anexo – Decreto Supremo N° 021-2012-JUS. Añade,
el demandante que el Decreto Supremo N° 021-2012-
JUS es nulo e inconstitucional por contravenir en diversos
artículos lo regulado por el Decreto Supremo N° 015-2008-
JUS - Reglamento del Concurso Público de Méritos para el
ingreso a la Función Notarial.
iii) Ilegalidad del Decreto Supremo N° 020-2012-
JUS y del Anexo – Decreto Supremo N° 020-2012-JUS.
Respecto a ello sostiene que se vulnera el artículo 19,
inciso a) del Decreto Legislativo N° 1049 en lo referente
a la inamovilidad en el ejercicio de la función del notario
63663
y el artículo 130, inciso k) de dicho dispositivo legal, en
vista que es atribución del Colegio de Notarios y no del
Ministerio de Justicia el autorizar los traslados respectivos.
Asimismo, señala que se estaría vulnerando el artículo 129
del Decreto Legislativo N° 1049 al disponer que el notario
trasladado continúe manteniendo una relación directa con
el Colegio de Notarios de origen y que los Colegios de
Notarios receptores no tendrían injerencia alguna respecto
al notario trasladado, contraviniendo el artículo 129 antes
mencionado que dispone que los Colegios de Notarios son
personas jurídicas de derecho público, cuyo funcionamiento
se rige por Estatuto Único. Añade en ese sentido, que el
artículo 4 del Reglamento en cuestión vulnera el artículo
16 inciso a) del Decreto Legislativo N° 1049, no pudiendo
el Ministerio de Justicia dejar sin efecto aquella obligación
y subrogarse en el lugar del notario trasladado y buscarle
una oficina donde ejerza su función notarial.
iv) Inconstitucionalidad de los Decretos Supremos
N° 021-2012-JUS, N° 020-2012-JUS y sus anexos
respectivos: El demandante señala que el artículo 2 inciso
e) del Reglamento de Traslado Temporal de Notarios al
disponer que el notario trasladado continúe manteniendo
una relación directa con el Colegio de Notarios de origen
y que los Colegios de Notarios receptores no tendrán
injerencia alguna respecto al notario trasladado, aquello
estaría vulnerando el artículo 20 de nuestra Constitución
en lo referente a la autonomía de la que goza cada Colegio
de Notarios. Añade que el artículo 6 del Reglamento
cuestionado resulta inconstitucional, ya que no se puede
señalar que los estatutos únicos de los Colegios de Notarios
del país sean inaplicados en el caso se opongan a los
traslados que dispongan el Ministerio de Justicia. Termina
el demandante señalando que los Decretos Supremos
materia de Acción Popular han violado los artículos 20,
15 inciso 2; 45 y 51 de nuestra Constitución Política del
Estado.
SEXTO.- Al respecto, el Procurador Público del Ministerio
de Justicia y Derechos Humanos contesta la demanda
mediante escrito de fecha veintitrés de abril de dos mil
trece, obrante a fojas ciento cincuenta y seis, negándola en
todos sus extremos y solicitando sea declarada infundada,
y para ello señala los siguientes fundamentos: i) Sobre
la falta de publicidad normativa señala que mediante la
publicación de fecha tres de enero de dos mil trece de
los textos reglamentarios de ambos decretos supremos
se inicia la vigencia de la norma o elemento normativo
que subyace a cada uno de los textos enunciados que lo
conforman, el cuatro de enero de dos mil trece, es decir
al día siguiente de su publicación. En ese sentido, refiere
que es necesario diferenciar entre la vigencia del contenido
normativo de los artículos de los decretos supremos que
aprueban los mencionados reglamentos de la vigencia del
contenido normativo de los propios textos reglamentarios
que se inicia con su publicación en el diario oficial. Ello no
contraviene el artículo 109 de la Constitución Política del
Perú ni el artículo 11 inciso 3 de la Ley Orgánica del Poder
Ejecutivo. ii) Respecto a la ilegalidad del Decreto Supremo
N° 021-2012-JUS y del Anexo – Decreto Supremo N° 021-
2012-JUS, sostiene que la facultad de determinación de
plazas y la de convocar a concurso público por el Ministerio
de Justicia ha sido otorgada por la Ley N° 29933, pudiendo
añadirse otras funciones específicas al Ministerio mediante
ley, ya que el artículo 7 inciso q) de la Ley de Organización
y Funciones del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos
- Ley N° 29809, determina que son funciones específicas
del Ministerio “otras que se establezcan por Ley”, y en lo
referente a si el Decreto Supremo N° 021-2012-JUS vulnera
el Decreto Supremo N° 15-2008-JUS el anterior reglamento
del concurso de notarios, el procurador refiere que no
corresponde en vía de acción popular evaluar si una norma
infralegal resulta incompatible con otra norma de su misma
jerarquía; iii) Respecto a la ilegalidad del Decreto Supremo
N° 020-2012-JUS y del Anexo – Decreto Supremo N° 020-
2012-JUS, indica que el Reglamento de traslados que se
impugna mantiene la prevalencia del mencionado derecho
de inamovilidad. En lo que respecta a la facultad de realizar
los traslados de los notarios, el procurador hace mención
de que la Quinta Disposición Transitoria de la Ley N° 29933
otorga al Ministerio de Justicia la facultad de organizar
traslados de los notarios a otras localidades distintas a la
cual pertenecen y que esta facultad es temporal, ya que se
ejecutará siempre que “(…) existan plazas vacantes y hasta
que sean cubiertas en virtud del concurso público nacional
de méritos a que se refiere la disposición complementaria
transitoria segunda de la presente ley”. Añade que la
prevalencia del Estatuto Único del Notariado al que hace
referencia el Decreto Legislativo N° 1049 no implica la

63664 PROCESOS CONSTITUCIONALES
imposibilidad de realizar traslados de los notarios en
virtud a la Ley N° 29933, ya que la idea del Estatuto Único
implicaba que los traslados solo podían ser aprobados por
los respectivos Colegios de Notarios pero la vigencia de
esta interpretación normativa ha quedado suspendida hasta
que se cumplan los fines de la Ley N° 29933; iv) Respecto
a la inconstitucionalidad de los Decretos Supremos N° 021-
2012-JUS, N° 020-2012-JUS y sus anexos respectivos,
menciona que en lo referente a la vulneración del artículo
20 de la Constitución Política del Perú, la autonomía de
los colegios profesionales reconocida en la Constitución
no es absoluta y debe guardar relación con los fines del
orden constitucional, siendo que el límite a la autonomía de
los colegios profesionales englobaría también a las leyes
y normas de orden público, en especial de aquellas a las
que buscan resolver las necesidades de la población y del
país. Asimismo, afirma que el ejercicio de la autonomía de
los colegios profesionales debe ser consecuente con el
orden constitucional, por lo que las normas impugnadas
conjuntamente con las leyes emitidas por el Congreso
forman parte del mencionado orden constitucional.
Finalmente, señala que no se vulnera el artículo 109 de la
Constitución Política del Estado en vista que los decretos
supremos se han expedido en virtud del deber del Estado
en satisfacer las necesidades de la población, siendo en
este caso los servicios notariales.
SÉPTIMO.- La Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima emite sentencia con fecha treinta
de diciembre del año dos mil catorce, obrante a fojas
seiscientos setenta y dos, en el cual sostiene entre sus
fundamentos, lo siguiente:
1. Respecto a la inconstitucionalidad e ilegalidad
por omisión de publicación: El A quo señala en el
considerando 2.2, que: “(…) d) sobre el particular debe
considerarse que el tres de enero de dos mil trece se
publicaron en el Diario Oficial ‘El Peruano’, como consta
de folios doce a diecisiete, los textos íntegros de los
referidos reglamentos identificados como Anexo – Decreto
Supremo N° 021-2012-JUS y Anexo - Decreto Supremo N°
020-2012-JUS. Por lo que, como menciona el Procurador
Público, la vigencia de los Reglamentos aprobados por
los Decretos Supremos N° 021-2012-JUS y N° 020-
2012JUS deben iniciarse a partir del día siguiente de la
publicación de sus anexos, esto es, el cuatro de enero de
dos mil trece, con lo cual se da estricto cumplimiento del
artículo 11 inciso 3 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo
– Ley N° 29158, que dispone la vigencia de estos últimos
a partir del día siguiente de su publicación, por tanto las
normas cuestionadas se han dictado conforme a ley, de
modo que el cuestionamiento de ilegalidad contenido en
la demanda debe ser declarado infundado. e) Del mismo
modo, al haberse publicado el texto de ambos reglamentos
en el Diario Oficial ‘El Peruano’ el tres de enero de dos
mil trece, se estaría cumpliendo con aquella condición
indispensable para la validez y eficacia normativa prevista
en los artículos 51 y 109 de la Constitución Política del
Perú, esto es, la publicidad. Por tanto el cuestionamiento
de inconstitucionalidad de los reglamentos impugnados con
la demanda deviene en infundado.”
2. Sobre la ilegalidad del Decreto Supremo N°
021-2012-JUS y del Anexo – Decreto Supremo N° 021-
2012-JUS: En Primer lugar, el A quo se pronuncia sobre
la presunta contravención del Decreto Legislativo N° 1049,
señala para ello en el apartado d) del considerando 2.3
que: “(…) este colegiado considera que las atribuciones del
Ministerio de Justicia, conforme lo prescribe el artículo 7
inciso q) de su Ley de Organización y Funciones, son todas
las que se establezcan por ley, y según el artículo 4 inciso 2)
de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, el cual establece lo
siguiente: “Los Ministerios y Entidades Públicas del Poder
Ejecutivo ejercen sus competencias exclusivas en todo el
territorio nacional con arreglo a sus atribuciones y según
lo disponga su normatividad específica y están sujetos a
la política nacional y sectorial”. Agrega que el artículo 23
inciso 23.1, literal f) de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo,
determina que son funciones generales de los Ministerios:
Otras funciones que les señale la ley. Por lo que es posible
adicionar mediante Ley al Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos otras funciones como la de determinar plazas
notariales y convocar a concurso público.”
Asimismo, agrega a ello, que la Segunda Disposición
Complementaria Transitoria de la Ley N° 29933, de manera
excepcional y por única vez, le otorga al Ministerio de
Justicia la facultad de convocar a concurso público nacional
y de determinar la creación de plazas teniendo como
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017
referencia los indicadores de crecimiento demográfico y el
aumento del tráfico comercial, así como otros indicadores
de carácter objetivo. En ese sentido, señala que se debe
tomar en cuenta también que los reglamentos impugnados
especifican aquellas funciones que por ley le han sido
otorgadas al Ministerio de Justicia. En razón a lo expuesto,
refiere que habiendo comprobado que estas facultades
son otorgadas por una ley, no corresponde evaluar en un
proceso de Acción Popular si una ley, en este caso Ley
N° 29933, contradice lo dispuesto por otra norma con
rango de Ley - Decreto Legislativo N° 1049, ello según
el objeto de la acción popular inferido del artículo 76 del
Código Procesal Constitucional y del artículo 200 inciso
5 de la Constitución Política del Estado. En segundo
lugar, se pronuncia sobre la presunta contravención de
la Ley N° 29809 - Ley de Organización y Funciones del
Ministerio de Justicia. Respecto a ello reitera que es el
artículo 7 inciso q) de la Ley N° 29809 el que determina
que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos puede
tener otras funciones que se establezcan por ley. Por lo
que las funciones de determinación de plazas notariales y
de convocar a concurso público establecidas por Ley N°
29933 y reglamentadas por el Decreto Supremo N° 021-
2012-JUS tendrían el respaldo y estarían conforme a su
Ley de Organización y Funciones. En Tercer lugar, respecto
a la presunta contravención del Decreto Supremo N° 015-
2008-JUS - Reglamento del Concurso Público de Méritos
para el Ingreso a la Función Notarial, señala en el apartado
j) del considerando 2.3 que conforme al artículo 76 del
Código Procesal Constitucional y el artículo 200 inciso 5
de la Constitución Política del Estado, no corresponde en
la vía de acción popular evaluar si una norma infralegal
contraviene lo dispuesto por otra norma infralegal.
3. Sobre la ilegalidad del Decreto Supremo N° 020-
2012-JUS y del Anexo – Decreto Supremo N° 020-2012-
JUS:
Al respecto, el demandante señala que el reglamento
aprobado por el mencionado Decreto Supremo vulnera lo
regulado en los artículos 19 literal a), 130 inciso k), 129 y
16 inciso a) del Decreto Legislativo N° 1049. El A quo se
pronuncia respecto a la contravención de los artículos 19
literal a) y 130 inciso k) del Decreto Legislativo N° 1049,
señalando que: “(…) el artículo 2 inciso c) del Reglamento
de Traslado Temporales de Notarios dispone que para que
se concrete el traslado temporal, deberá contarse con la
aceptación escrita del notario trasladado. Por tanto si media
dicha aceptación por escrito del notario como requisito
indispensable para concretar su traslado, no podría
considerarse que se vulnere el artículo 19 literal a) en lo
referente al derecho de inamovilidad en el ejercicio de la
función notarial. Asimismo, consta a fojas nueve que es la
Quinta Disposición Complementaria Transitoria de la Ley
N° 29933 la que adiciona como facultad al Ministerio de
Justicia y Derechos Humanos el de disponer los traslados
temporales de notarios a nivel nacional, estando conforme al
artículo 7 inciso q) de su Ley de Organización y Funciones.
Como lo manifestamos con anterioridad y conforme al
objeto del proceso de acción popular previsto en el artículo
76 del Código Procesal Constitucional y el artículo 200,
inciso 5) de la Constitución, no corresponde evaluar si una
Ley – en ese caso la Ley N° 29933, contradice lo dispuesto
por otra norma con rango legal-Decreto Legislativo 1049.
Por lo que debemos declarar infundada la demanda en este
extremo”.
Respecto a la vulneración del artículo 129 del Decreto
Legislativo N° 1049, el A quo señala en el considerando
2.4 inciso k) que de la disposición contenida en el artículo
2 inciso e) del Anexo - Decreto Supremo N° 020, se puede
derivar dos normas jurídicas (dos sentidos interpretativos)
distintos: “La primera con una interpretación literal, diríamos
que el sentido de la disposición hace referencia a que es el
Colegio de Notarios de origen y no el de destino el que
debe ejercer exclusivamente las facultades contenidas
en el artículo 130 del Decreto Legislativo N° 1049 sobre
el notario trasladado. Por lo que la labor desempeñada
por el notario en el distrito notarial de destino al que es
trasladado seguirá siendo fiscalizada por el Colegio de
Notarios de origen (‘norma jurídica 01’). La segunda con
una interpretación sistemática, hace referencia a que es el
Colegio de Notarios, en cuya circunscripción se ejerce la
función notarial, el que deba ejercer las atribuciones dadas
por el artículo 130 del Decreto Legislativo N° 1049 sobre
el notario respectivo (‘norma jurídica 02’)”. Agrega en el
considerando 2.4 inciso m), que: “(…) mediante la presente
sentencia se declara fundada la demanda de acción popular
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Jueves 7 de diciembre de 2017 PROCESOS CONSTITUCIONALES
en el extremo que cuestiona la disposición contenida en el
artículo 2 inciso e) del Anexo – Decreto Supremo N° 020-
2012-JUS, solo en la medida que se interprete conforme a la
norma jurídica 01, pero es infundada la demanda y por tanto
es legal, el sentido interpretativo identificado como norma
jurídica 02, en la presente sentencia”. En lo referente a la
vulneración del artículo del artículo 16 inciso a) del Decreto
Legislativo N° 1049, el A quo refiere en el considerando
2.4 inciso o) que: “(…) el artículo 4 del Anexo – Decreto
Supremo N° 020-2012-JUS, establece como facultad para
el Ministerio de Justicia el poder brindar las facilidades
de infraestructura, tecnología, recursos humanos y otras
necesarias para la instalación de los oficios notariales
y los servicios que brinden los notarios trasladados, de
modo que de esa disposición no podría generarse ni una
modificación del artículo 16 inciso a) del Decreto Legislativo
N° 1049, ni un derecho exigible por los notarios trasladados.
En segundo lugar, el uso de esa facultad por el Ministerio
de Justicia sí devendría en inconstitucional por afectar el
principio de igualdad ante la ley, prevista en el artículo 2.2
de la Constitución Política del Estado, pues resultaría un
trato desigual entre iguales el que pudiera coexistir en una
circunscripción o distrito notarial, de un lado, los notarios
de origen quienes con sus propios recursos soportan los
costos de infraestructura, tecnología, recursos humanos y
otras necesarias para la instalación de los oficios notariales
y los servicios que prestan; y, de otro lado, los notarios
trasladados, cuyos servicios serían subvencionados
por el Estado en todos esos costos. Esta situación hace
que la demanda en este extremo sea fundada, debiendo
suprimirse dicha facultad, sobre todo si es el propio Estado
quien determina el traslado y quien es notario trasladado lo
hace por su propia voluntad, por tanto este debe asumir los
costos igual que cualquier notario.”
4. Respecto a la inconstitucionalidad de los
Decretos Supremos N° 021-2012-JUS, N° 020-2012-JUS
y sus anexos: Al respecto, el demandante señala que
los reglamentos cuestionados vulneran lo regulado en los
artículos 20, 2 inciso 15), 45 y 51 de la Constitución Política
del Estado. En ese sentido, la Sala se pronuncia, en su
considerando 2.5 inciso f), señalando que en lo referente
a la vulneración del artículo 20 de la Constitución Política
del Estado, refiere que: “en vista que la declaración de
inconstitucionalidad de una norma con rango inferior a la ley
en un proceso de acción popular es considerada de última
ratio, este Tribunal considera que una interpretación como
la glosada anteriormente para declarar legal el artículo 2,
inciso e) del Anexo – Decreto Supremo N° 020-2012-JUS
hace posible el respeto a la autonomía de los colegios
profesionales en su aspecto normativo. Por lo que es el
estatuto del colegio de notarios de destino el que debe regir
sobre los notarios trasladados mientras ejerzan los servicios
notariales en su distrito notarial. No pudiendo dicho estatuto
regir sobre el notario trasladado en cuanto a la función
que desempeñó en el distrito notarial de origen. Debiendo
declararse en este caso fundada la demanda”. Finalmente,
señala en su considerando 2.5 incisos k) y p) que: “El
demandante sostiene que los Reglamentos impugnados
vendrían a contradecir los artículos 2 inciso 15, 45 y 51 de
la Constitución Política del Estado, pero no fundamenta
en qué consiste la vulneración a dichos artículos, por ese
motivo es de aplicación el criterio establecido por la Corte
Suprema en el Expediente N° 175-2006-LIMA, por la que
se desestima la demanda de acción popular al considerar
que no ha cumplido el demandante con expresar las
razones por las que estima que el mencionado decreto
supremo infringe la Constitución, máxime si el artículo
86 inciso 6) del Código Procesal Constitucional obliga
a que la demanda contenga los fundamentos en que se
sustenta la pretensión. Por los fundamentos expuestos,
la Sala considera declarar infundada la demanda en
este extremo”. En conclusión, la Sala Superior emite
sentencia en la cual resolvió declarar: 1) Fundada en parte
la demanda de acción popular, respecto de la segunda
pretensión principal, en el extremo referido al artículo 2
inciso e) del Anexo – Decreto Supremo N° 020-2012-JUS;
en consecuencia, queda derogada por inconstitucionalidad
e ilegalidad el sentido interpretativo que hace referencia a
que es el Colegio de Notarios de origen y no el de destino el
que debe ejercer exclusivamente las facultades contenidas
en el artículo 130 del Decreto Legislativo N° 1049 sobre el
notario trasladado, por lo que la labor desempeñada por el
notario en el distrito notarial de destino al que es trasladado
seguirá siendo fiscalizada por el Colegio de Notarios de
origen, permaneciendo válida y vigente dicha disposición
en su sentido interpretativo fijado en los fundamentos 2.4.
63665
párrafos k), l) y m) de la parte considerativa de la presente
resolución. 2) Fundada en parte la demanda de acción
popular respecto de la segunda pretensión principal, en el
extremo referido al artículo 4 del Anexo - Decreto Supremo
N° 020-2012-JUS, en consecuencia queda derogada por
inconstitucionalidad e ilegalidad las normas mencionada
conforme a lo señalado en la presente resolución. 3)
Infundada la demanda de acción popular de folios ciento
once a ciento cuarenta y seis, respecto de la Segunda
Pretensión Principal, en los demás extremos del anexo del
Decreto Supremo N° 020-2012-JUS, en los seguidos por
Luis Enrique Cisneros Olano contra el Ministerio de Justicia.
OCTAVO.- Respecto, de los agravios expresado por el
Decano del Colegio de Notarios de San Martín, los que se
encuentran dirigidos a cuestionar la sentencia impugnada,
en el extremo que declara infundada la demanda respecto
al Decreto Supremo N° 021-2012-JUS y su anexo, referidas
a las funciones de la determinación de las plazas notariales
y de convocar a concurso público nacional. Los citados
agravios deben desestimarse, pues sus argumentos no
están orientados a discutir la constitucionalidad y/o legalidad
de la norma cuestionada en el caso de autos, en tanto que
en el proceso de Acción Popular no corresponde evaluar
si una norma con rango de ley, esto es, la Ley N° 299332,
contradice lo dispuesto por otra norma también con rango
legal como es el Decreto Legislativo N° 1049. Además,
de los agravios esgrimidos se advierte que se cuestionan
aspectos de carácter estadístico para la determinación de
plazas, lo que tampoco resulta ser objeto de un proceso
de acción popular, tanto más si en el artículo 5 del Decreto
Legislativo N° 1049, se determina que para la creación de
plazas notariales, el número de notarios en el territorio de la
República se establece que en una provincia que cuente
con al menos cincuenta mil habitantes deberá contar
con no menos de dos notarios, y por cada cincuenta mil
habitantes adicionales, se debe contar con un Notario
adicional3, lo que ha sido desarrollado en la sentencia del
Expediente N° 006-2013-PI/TC que interpreta el Decreto
Legislativo N° 1049, señalando que se debe tener en
cuenta a los ciudadanos con mayoría de edad.
NOVENO.- En cuanto a los agravios del Procurador
Público Especializado Supranacional encargado de
la Procuraduría Pública Especializada en Materia
Constitucional, contra la sentencia emitida por la Sala
Superior que declara fundada en parte la demanda respecto
de la segunda pretensión principal, en los extremo referidos
a los artículos 2 literal e) y 4 del anexo del Decreto Supremo
N° 020-2012-JUS, que señala: “Artículo 2.- Procedimiento
para el traslado temporal. El Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos dispondrá los traslados temporales
de notarios a nivel nacional, conforme a los siguientes
criterios: (…) e) Los notarios trasladados mantiene relación
directa con el Colegio de Notarios de origen. Dichos
Colegios ejercerán las facultades establecidas en el
Decreto Legislativo. En tal sentido, los Colegios de Notarios
receptores no tendrán injerencia alguna respecto al notario
trasladado. (…) Artículo 4.- Convenios con entidades. El
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos podrá celebrar
convenios con diversas entidades públicas y/o privadas a
efectos de que se brinden las facilidades de infraestructura,
tecnología, recursos humanos y otras necesarias para
la instalación de los oficios notariales y los servicios que
brinden los notarios trasladados.”
DÉCIMO.- Al respecto, en la sentencia apelada se
señala que: “(…) En tal sentido, los Colegios de Notarios
receptores no tendrán injerencia alguna respecto al notario
trasladado, debe interpretarse que los Colegios de
Notarios de destino no tendrán injerencia sobre la
función notarial realizada por el notario trasladado en
el distrito notarial de origen, pero sí tendrán injerencia
sobre la función notarial a desarrollar por los notarios
trasladados dentro de su circunscripción o distrito
notarial”. Con ello desestima una interpretación literal
de la norma cuestionada y se avoca, en términos de sus
fundamentos a una interpretación dinámica, concluyendo
que dicha interpretación se adecua a un criterio de última
ratio de la ilegalidad e inconstitucionalidad de las normas
ya que considerar lo contrario vaciaría de contenido no solo
lo referido al artículo 1294 y 1305 del Decreto Legislativo N°
1049 y artículo 20 de la Constitución Política del Perú6, sino
que además crearía una barrera burocrática innecesaria
para que los ciudadanos puedan participar en el control de
la función notarial.
UNDÉCIMO: Al respecto, para establecer el parámetro
de competencia del Colegio de Notarios y sus miembros,
conforme al Decreto Legislativo N° 1049, que establece

63666 PROCESOS CONSTITUCIONALES
diversas funciones como ente vigilante de los notarios,
se establece dentro de un distrito notarial y cuyo
funcionamiento se ejerce por Estatuto. En ese sentido esta
Sala Suprema considera que el argumento central7 de la
Sala Superior, esto es: “(…) ya que considerar lo contrario
viciaría de contenido no solo lo referido a los artículo 129
y 130 del Decreto Legislativo N° 1049 y el artículo 20 de la
Constitución (…)” carece de sustento por cuanto la norma
cuestionada no busca dejar sin control ni vigilancia al
notario trasladado, pues el Colegio de Notarios de origen
es quien debe ejercer dichas atribuciones y obligaciones.
Respecto a la afirmación de la Sala en el sentido que
“además crearía una barrera burocrática innecesaria
para que los ciudadanos puedan participar en el control
de la función notarial (…)”, esta aseveración no ha sido
respaldada por razones y argumentos que permitan inferir
que la norma cuestionada constituya barrera burocrática.
En este sentido no se verifica que el literal e) del artículo 2
del anexo del Decreto Supremo N° 020-2012-JUS vulnere
los artículos 129 y 130 del Decreto Legislativo N° 1049 y
el artículo 20 de la Constitución Política del Estado; tanto
más, si el traslado del notario a otro distrito notarial tiene
carácter temporal; correspondiendo por tanto revocarse en
este aspecto la sentencia apelada y reformándola declarar
infundada la demanda en este segmento.
DUODÉCIMO.- En relación al cuestionamiento del
artículo 4 del anexo del Decreto Supremo N° 020-2012-
JUS, en la sentencia venida en grado se declara fundado
este extremo por cuanto considera la Sala Superior que:
“…el uso de esa facultad por el Ministerio de Justicia
sí devendría en inconstitucional por afectar el principio
de igualdad ante la ley, prevista en el artículo 2.2 de la
Constitución, pues resultaría un trato desigual el que
pudiera coexistir en una circunscripción o distrito notarial,
de un lado, los notarios de origen quienes con sus propios
recursos soportan los costos de infraestructura, tecnología,
recursos humanos y otras necesarias para la instalación
de los oficios notariales y los servicios que prestan; y, de
otro lado, los notarios trasladados, cuyos servicios serian
subvencionados por el Estado en todos esos costos.
Esta situación hace que la demanda en este extremo sea
fundada, debiendo suprimirse dicha facultad, sobre todo si
es el propio Estado quien determina el traslado y quien es
notario trasladado lo hace por su propia voluntad, por tanto
éste debe asumir los costos al igual que cualquier notario.”
DÉCIMO TERCERO.- Al respecto, el derecho - principio
de igualdad, se encuentra contemplado en el artículo 2 inciso
2 de la Constitución Política del Perú de mil novecientos
noventa y tres, según el cual: “(...) toda persona tiene derecho
(…) a la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado
por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión,
condición económica o de cualquiera otra índole”. El citado
derecho tiene dos facetas: i) Igualdad ante la ley: que quiere
decir que la norma debe ser aplicable por igual a todos los
que se encuentren en la situación descrita en el supuesto de
la norma. ii) Igualdad en la ley: que implica que un mismo
órgano no puede modificar arbitrariamente el sentido de sus
decisiones en casos sustancialmente iguales, y que cuando
el órgano en cuestión considere que debe apartarse de sus
precedentes, tiene que ofrecer para ello una fundamentación
suficiente y razonable.
DÉCIMO CUARTO.- Delimitación de la igualdad: La
igualdad, además de ser un derecho fundamental, es
también un principio rector de la organización del Estado
Social y Democrático de Derecho y de la actuación de los
poderes públicos, es por ello que: i) No toda desigualdad
constituye necesariamente una discriminación, pues no
se proscribe todo tipo de diferencia de trato en el ejercicio
de los derechos fundamentales. ii) La igualdad solamente
será vulnerada cuando el trato desigual carezca de una
justificación objetiva y razonable. iii) La aplicación, pues, del
principio de igualdad, no excluye el tratamiento desigual;
por ello, no se vulnera dicho principio cuando se establece
una diferencia de trato, siempre que se realice sobre bases
objetivas y razonables.
DÉCIMO QUINTO.- Que, en el caso de autos si bien
existe un trato diferenciado a la que hace referencia la norma
impugnada a favor de los notarios traslados, y que difiere de
los notarios que ejercen su función en el distrito notarial de
origen; sin embargo, no se vulnera el principio de igualdad
esbozado en los considerandos que anteceden, puesto que
media una razón objetiva que justifica el trato diferenciado,
esto es, que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos
pueda satisfacer las necesidades del servicio notarial
en los lugares en donde existan plazas vacantes de
conformidad con el artículo 1 numeral 1.1. del Reglamento
de Traslado Temporal de Notarios dispuesta en la Quinta
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017
Disposición Complementaria Transitoria de la Ley Nº
29933, aprobada por el Anexo - Decreto Supremo Nº 020-
2012-JUS, y que por disposición del Ministerio de Justicia y
previa aceptación del Notario este funcionario es trasladado
temporalmente y; por tanto, para el cumplimiento de sus
funciones requiere de las facilidades de infraestructura,
tecnología, recursos humanos y otras necesarias para la
instalación de los oficios notariales. En efecto, si el Estado
a través del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos
considera necesario atender con servicios notariales a la
población de determinada circunscripción resulta razonable
que, prevea la posibilidad de celebrar convenios con
diversas entidades públicas y/o privadas a efectos de que
se brinden las facilidades de infraestructura, tecnología,
recursos humanos y otras necesarias para la instalación de
los oficios notariales y los servicios que brinden los notarios
trasladados.
Fundamentos por los cuales corresponde estimar los
agravios expuestos por la demandada y revocar la venida
en grado, en el extremo que declara fundada en parte la
demanda, reformándola declarar infundada la demanda y
confirmar los demás extremos.
III.- DECISIÓN:
Por estos fundamentos, REVOCARON la sentencia de
fecha treinta de diciembre del dos mil catorce, obrante a
fojas seiscientos setenta y dos, expedida por la Primera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, en
el extremo que declaró fundada en parte la demanda; y
reformándola, la declararon INFUNDADA; confirmaron
en lo demás que contiene; en los seguidos por el Decano
del Colegio de Notarios de San Martín, el señor Luis
Enrique Cisneros Olano contra el Ministerio de Justicia,
sobre Acción Popular; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”;
conforme a ley; y los devolvieron. Señor Juez Supremo
Ponente: Toledo Toribio.
S.S
VINATEA MEDINA
RUEDA FERNÁNDEZ
TOLEDO TORIBIO
DE LA ROSA BEDRIÑANA
MALCA GUAYLUPO
1 CHIRINOS SOTO, Enrique, “La Constitución: lectura y comentarios”, 6ta.
Edición, Lima, Rodhas, 2008, pp. 574.
2 “Ley que modifica el artículo 9 del Decreto Legislativo 1049, Decreto Le-
gislativo del Notariado, sobre plazas notariales en el territorio de la Repú-
blica” en su segunda Disposición Complementaria Transitoria, de manera
excepcional y por única vez, se autoriza al Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos para que convoque a concurso público nacional de méritos para
el ingreso a la función notarial
3 Decreto Legislativo del Notariado y de la Función Notarial señala en su Artí-
culo 5, para la creación de plazas notariales, (numeral 5.1. literal a y b)
4 “Artículo 129.- Definición
Los colegios de notarios son personas jurídicas de derecho público, cuyo
funcionamiento se rige por Estatuto, que deberá ceñirse a la presente Ley y
su Reglamento.”
5 “Artículo 130.- Atribuciones y obligaciones: Corresponde a los colegios de
notarios:
a) Vigilar directamente el cumplimiento de las leyes y reglamentos que regu-
len la función notarial.
b) Velar por el decoro profesional y el cumplimiento de la presente Ley, las
normas reglamentarias y conexas, el Código de Ética del Notariado y el
Estatuto del Colegio.
c) Ejercer la representación gremial de la orden.
d) Promover la eficacia de los servicios notariales y la mejora del nivel pro-
fesional de sus miembros.
e) Llevar un registro actualizado de sus miembros que incluya la informa-
ción prevista en el artículo 14; los principales datos del notario, de su oficio
notarial y de las licencias concedidas, así como cualquier otra información
que disponga el Consejo del Notariado. Los datos contenidos en este regis-
tro pueden ser total o parcialmente publicados por medios telemáticos, a
efectos de brindar información a la ciudadanía. La información actualizada
a la que se refiere el presente artículo, debe ser remitida al Consejo del
Notariado para su incorporación al Registro Nacional de Notarios, bajo res-
ponsabilidad de los miembros de la Junta Directiva del Colegio de Notarios.
f) Convocar a concurso público para la provisión de vacantes en el ámbito
de su demarcación territorial y cuando así lo determine el Consejo del Nota-
riado, conforme a lo previsto en la presente ley.
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017 PROCESOS CONSTITUCIONALES
g) Emitir los lineamientos y establecer los estándares mínimos para la in-
fraestructura física y tecnológica de los oficios notariales.
h) Verificar el cumplimiento de los lineamientos y estándares mínimos pre-
vistos para la infraestructura física y tecnológica de los oficios notariales.
i) Generar una interconexión telemática que permita crear una red notarial
a nivel nacional y faculte la interconexión entre notarios, entre estos y sus
colegios notariales, así como entre dichos colegios y la Junta de Decanos
de los Colegio de Notarios del Perú.
j) Absolver las consultas y emitir informes que le sean solicitados por los
poderes públicos, así como absolver las consultas que le sean formuladas
por sus miembros.
k) Establecer el régimen de visitas de inspección ordinarias anuales y ex-
traordinarias respecto de los oficios notariales de su demarcación territorial.
l) Autorizar las vacaciones y licencias de sus miembros.
m) Autorizar el traslado de un notario a una provincia del mismo distrito
notarial con el objeto de autorizar instrumentos, en los casos de vacancia o
ausencia de notario. Si dicho traslado no se autoriza dentro del plazo de 15
días contados a partir de producida la vacancia o ausencia, el Consejo del
Notariado lo dispone con conocimiento del colegio de notarios correspon-
diente.
n) Supervisar que sus miembros mantengan los requisitos señalados en el
artículo 10 de la presente ley.
o) Aplicar las sanciones previstas en la ley.
p) Velar por la integridad de los archivos notariales conservados por los
notarios en ejercicio, disponiendo su digitalización y conversión a micro for-
mas digitales de conformidad con la ley de la materia, así como disponer la
administración de los archivos del notario cesado, encargándose del oficio y
cierre de sus registros.
q) Autorizar, regular, supervisar y registrar la expedición del diploma de ido-
neidad a que se refiere el literal b) del artículo 4 del Decreto Legislativo Nº
681.
r) Cerrar los registros del notario sancionado con suspensión y designar al
notario que se encargue del oficio en tanto dure dicha sanción.
s) Ejercer las demás atribuciones que le señale la presente ley, el Estatuto
del Colegio y las demás normas complementarias.
t) Remitir al Consejo del Notariado, en la periodicidad y la forma que dispon-
ga la Presidencia de dicho Consejo, la información referida a las denuncias
y procedimientos disciplinarios iniciados contra los miembros de su orden,
en el ejercicio de la función notarial.
u) Cumplir y hacer cumplir de las disposiciones del Consejo del Notariado,
bajo responsabilidad de los miembros de la Junta Directiva.”
6 Artículo 20.- Los colegios profesionales son instituciones autónomas con
personalidad de derecho público. La ley señala los casos en que la colegia-
ción es obligatoria.
7 Considerando 2.4 literal l) de la Sentencia de primera instancia
W-1593525-1
PROCESO DE ACCIÓN POPULAR
Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente
Corte Suprema de Justicia de la República
APELACIÓN
ACCIÓN POPULAR N° 7962-2016
LIMA
Lima, primero de setiembre de dos mil dieciséis-
VISTOS; con el expediente principal; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO: Es materia de apelación la sentencia
emitida por la Cuarta Sala Laboral Permanente de Lima de
la Corte Superior de Justicia de Lima, de fecha diecisiete
de noviembre de dos mil quince, obrante a fojas ciento
cuarenta y cinco, a través de la cual se declaró infundada
la demanda de acción popular interpuesta por Edgardo
Arturo Escobar Porras en representación del SUTEP
Región Pasco y Félix Aquelino Cóndor Trinidad en
representación del SUTEP Provincial de Pasco, contra el
Ministerio de Educación.
ANTECEDENTES:
SEGUNDO: En el presente caso, se interpone la
demanda con fecha veinticinco de marzo de dos mil quince,
la misma que obra a fojas ochenta y seis, con la finalidad
que se declare la inconstitucionalidad e ilegalidad de la
Resolución de Secretaría General N° 2078-2014-MINEDU
de fecha diecinueve de noviembre de dos mil catorce,
que aprueba la norma técnica denominada “Normas para
la Evaluación Excepcional de Profesores Nombrados,
sin Título Pedagógico, provenientes del Régimen de la
Ley del Profesorado, en el marco de lo dispuesto por la
Segunda Disposición Complementaria Transitoria y Final
de la Ley de Reforma Magisterial”; y, asimismo, se ordene
al Ministerio de Educación que respete irrestrictamente la
vigencia de las resoluciones de nombramiento interino o
sin título pedagógico de los profesores de la Región Pasco;
fundamenta su demanda básicamente en que tal resolución
63667
administrativa contraviene el derecho constitucional de
igualdad ante la ley, el derecho de no discriminación,
el derecho a la libertad de trabajo, así como el principio
de que ninguna relación laboral puede limitar el ejercicio
de los derechos constitucionales, así como el carácter
irrenunciable de los derechos reconocidos por la ley y el
derecho a la debida protección contra el despido arbitrario.
TERCERO: Ante ello, el Procurador Público
Especializado en Materia Constitucional, contesta la
demanda alegando lo siguiente: Razones para ser
declarada improcedente la demanda: 3.1.- La demanda
deviene en improcedente, pues la vulneración que genera
la norma cuestionada, se halla referido a perjuicios que
solo involucran a los demandantes, situación que no
corresponde ser debatida en un proceso de acción popular,
en el cual el órgano jurisdiccional analiza la compatibilidad
de las normas de rango infralegal y de carácter general con
la Constitución Política del Estado y la Ley, sobre la base
de argumentos jurídicos abstractos. Razones para ser
declarada infundada la demanda: 3.2.- En cuanto a la
constitucionalidad y legalidad de la norma cuestionada, alega
que esta no hace más que ejecutar lo ordenado en la Sexta
Disposición Complementaria Final del Decreto Supremo
N° 004-2013-ED, la cual a su vez regula lo ordenado en la
Segunda Disposición Complementaria, Transitoria y Final
de la Ley N° 29944, norma de rango superior que no puede
ser cuestionada en el presente proceso; 3.3.- En cuanto al
derecho a la educación y principio del interés superior del
niño, manifiesta que al momento de adoptar una decisión
se debe observar la necesidad de garantizar el interés y
bienestar de los niños, niñas y adolescentes, quienes
deben beneficiarse de la prestación del servicio educativo;
3.4.- En cuanto a la supuesta vulneración de derechos
adquiridos y aplicación retroactiva de normas, debe tenerse
presente que conforme al artículo 2 literal l) y artículo 23
de la Ley N° 29944, la permanencia en la carrera pública
magisterial no es indefinida o incondicional, sino que está
sujeta a la capacidad, mérito y aprobación de la evaluación;
además, el Tribunal Constitucional ha señalado que en
materia de aplicación de normas en el tiempo, es la teoría
de los hechos cumplidos la que reconoce la Constitución
Política del Estado, descartando la teoría de los derechos
adquiridos, salvo en materia penal; 3.5.- Sobre los docentes
con nombramiento interino titulados en especialidades
distintas a la docencia, señala que los demandantes,
además de no haber aportado mayores argumentos, no ha
considerado que dicha disposición no ha sido establecida
por la norma cuestionada, sino por la propia Ley N° 29944,
Ley de Reforma Magisterial, por lo que los demandantes
pretenden cuestionar una norma legal, lo cual no puede ser
objeto de acción popular.
CUARTO: La Cuarta Sala Laboral Permanente de la
Corte Superior de Justicia de Lima, mediante sentencia de
fecha diecisiete de noviembre de dos mil quince, obrante a
fojas ciento cuarenta y cinco, declara infundada la demanda
de acción popular; teniendo en cuenta los siguientes
argumentos:
Numeral 16: “(…) se colige que el Ministerio de
Educación siempre tuvo la competencia para la realización
de evaluaciones del desempeño laboral de profesores que
fueron designados bajo el amparo de dicho marco legal,
conocían de la competencia del Ministerio de Educación
para evaluar su acceso, permanencia y desempeño en el
cargo”.
Numeral 20: “La parte accionante no ha realizado
alusión expresa al modo en que la Resolución de Secretaría
General cuestionada vulnera el principio de igualdad de
oportunidades sin discriminación, tampoco ha fijado el
término de comparación – grupos (s) sociales a quien la
norma privilegia, (…) No acreditándose que la norma
impugnada suponga una ruptura a la paridad, uniformidad,
y exactitud de trato en el reconocimiento de derechos de
personas que se encuentran en el mismo supuesto de
hecho, de circunstancias y condiciones (…)”.
Numeral 25: “La resolución de Secretaría General
impugnada dispone aprobar la norma técnica denominada
“normas para evaluación excepcional de profesores
nombrados sin título pedagógico provenientes del régimen
de la Ley del Profesorado en el marco de los dispuesto por
la Segunda Disposición Complementaria Transitoria y Final
de la Ley de Reforma Magisterial”; es decir, tal regulación
no lesiona derecho fundamental alguno no sólo porque es
facultad constitucional otorgada al Ministerio de Educación
el regular aspectos internos propios de la Ley de Reforma

63668 PROCESOS CONSTITUCIONALES
Magisterial que implica una evaluación constante al
personal docentes de la educación estatal, sino también
porque el ejercicio de tal facultad constituye una finalidad
de la política educativa del Estado Peruano (…)”.
Numeral 31: “(...) el hecho que se produzca en
el ordenamiento jurídico una norma que regule una
evaluación excepcional, -en el caso de autos la evaluación
excepcional de profesores nombrados sin título
pedagógico- no puede per se considerarse como una
vulneración del principio de irrenunciabilidad de derechos
en materia laboral, pues dicho principio tiene por finalidad
evitar que el trabajador renuncie a sus derechos laborales
reconocidos por la Constitución y la ley; por tanto, los
docentes nombrados sin título profesional, cuando
se someten en una evaluación excepcional no están
disponiendo de ningún derecho de carácter irrenunciable
(…)”.
Numeral 36: “(…) las razones de la evaluación
excepcional propuesta en la Resolución de Secretaría
General N° 2078-2014-MINEDU sometido a control, y
siendo que resulta razonable que el Estado, en uso de
su facultad de dirigir la política educativa, conforme se ha
señalado precedentemente, disponga la evaluación de los
profesores en general a incluidos los nombrados sin título
pedagógico, por tanto debe desestimarse lo sostenido por
la parte actora respecto a la violación de la Ley General de
Educación y Ley N° 29944”.
QUINTO: Mediante escrito de fecha doce de enero de
dos mil dieciséis, que obra en autos de fojas doscientos
seis, los demandantes Edgardo Arturo Escobar Porras
y otros, apelan la sentencia señalando como agravios
esencialmente los siguientes: 5.1.- La sentencia recurrida
ha desviado el fondo de la litis ya que la Resolución
de Secretaría General N° 2078-2014-MINEDU ha
contravenido el tercer párrafo de la Segunda Disposición
Complementaria y Final de la Ley N° 29944 -Ley de
Reforma Magisterial- y el artículo 58 de la Ley N° 28044
-Ley General de Educación-; 5.2.- La sentencia ha
vulnerado el derecho a la motivación de las resoluciones
y el derecho al debido proceso; 5.3.- La Resolución
de Secretaría General N° 2078-2014-MINEDU no ha
precisado las tres situaciones jurídicas existentes en la
Ley N° 29944; por lo que ha infringido lo señalado en el
artículo 1 de la Ley N° 29510; 5.4.- La norma cuestionada
no ha precisado la situación jurídica de aquellos docentes
que fueron nombrados por una ley especial, la misma que
ha sido regulada en el régimen laboral de la Ley N° 24029
-Ley del Profesorado- y tampoco ha precisado la forma
de término de la relación laboral, teniendo en cuenta que
los docentes interinos fueron nombrados mediante un
acto administrativo que tiene la calidad de cosa decidida;
y, 5.5.- Al no haberse regulado la situación jurídica de los
docentes con título no pedagógico, se ha vulnerado el
derecho al trabajo y dignidad del trabajador ya que ello
ha socavado su relación jurídica laboral al ordenarse el
retiro de docentes que ingresaron por concurso público
contraviniendo el artículo7 numeral 7.1 de la Ley N° 27444.
SOBRE LA ACCIÓN POPULAR
SEXTO: Estando a lo dispuesto en el inciso 5) del
artículo 200° de la Constitución Política del Estado, la
acción popular es una garantía constitucional que procede
por infracción de la Constitución y de la ley, contra los
reglamentos, normas administrativas y resoluciones y
decretos de carácter general, cualquiera sea la autoridad
de la que emanen; disposición que se encuentra de
acuerdo a lo dispuesto por el artículo 76 del Código
Procesal Constitucional que señala: “La demanda de
acción popular procede contra los reglamentos, normas
administrativas y resoluciones de carácter general,
cualquiera que sea la autoridad de la que emanen,
siempre que infrinjan la Constitución o la ley, o cuando no
hayan sido expedidas o publicadas en la forma prescrita
por la Constitución o la ley, según el caso”.
SÉPTIMO: De la misma manera, se entiende al
proceso de acción popular como aquel proceso que
constituye: “un mecanismo de control concentrado de las
normas reglamentarias, que es ventilado exclusivamente
al interior del Poder Judicial y que presenta como objetivos
el velar por la defensa del artículo 51 de la Carta Magna
(…), y el artículo 118 inciso 8) del mismo texto normativo
(…). Así, la Acción Popular es el remedio para defender
la constitucionalidad y legalidad frente a las normas
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017
administrativas que la contradicen; es decir, es un medio
de control constitucional y legal de tipo jurisdiccional sobre
normas inferiores como son las de nivel administrativo
(…)”1. No obstante, el proceso de acción popular no
ha sido ajeno a la regulación legal de requisitos con el
propósito de perfilar sus características; específicamente,
en relación a los límites que tendrá su ámbito de acción
sobre el ordenamiento jurídico.
OCTAVO: De acuerdo a lo establecido en el artículo
75° de la Ley N° 28237 –Código Procesal Constitucional-,
los procesos de Acción Popular y de Inconstitucionalidad
tienen por finalidad la defensa de la Constitución frente a
infracciones contra su jerarquía normativa; infracción que
puede ser, directa o indirecta, de carácter total o parcial, y
tanto por la forma como por el fondo.
NORMA CUESTIONADA Y NORMAS QUE ESTARIAN
SIENDO VULNERADAS
NOVENO: En el presente caso, se denuncia la
inconstitucional e ilegalidad de la Resolución de
Secretaría General N° 2078-2014-MINEDU, de fecha
diecinueve de noviembre de dos mil catorce, por la que
se aprueba la norma técnica denominada “Normas para
la evaluación excepcional de profesores nombrados,
sin título pedagógico, provenientes del régimen de la
Ley del Profesorado, en el marco de lo dispuesto por la
Segunda Disposición Complementaria Transitoria y Final
de la Ley de Reforma Magisterial” por contravenir con el
derecho constitucional de la igualdad ante la ley y la no
discriminación, el derecho a la libertad de trabajo, así como
el principio de que ninguna relación laboral puede limitar el
ejercicio de los derechos constitucionales, ni desconocer o
rebajar la dignidad del trabajador y el derecho a la debida
protección contra el despido arbitrario, consagrados en
los numerales 2 y 15 del artículo 2°, el tercer párrafo del
artículo 23°, los numerales 1 y 2 del artículo 26 y 27 de la
Constitución Política del Perú; y además, la contravención
de la propia Ley N° 28044 -Ley General de Educación- y la
Ley N° 29944 -Ley de Reforma Magisterial-.
ANÁLISIS DE FONDO
DÉCIMO: Conforme dispone la Ley General de
Educación – Ley N° 28044 de fecha veintiocho de julio
de dos mil tres, en su artículo 56°: “El profesor es agente
fundamental del proceso educativo y tiene como misión
contribuir eficazmente en la formación de los estudiantes
en todas las dimensiones del desarrollo humano. Por la
naturaleza de su función, la permanencia en la carrera
pública docente exige al profesor idoneidad profesional,
probada solvencia moral y salud física y mental que
no ponga en riesgo la integridad de los estudiantes. Le
corresponde: a) Planificar, desarrollar y evaluar actividades
que aseguren el logro del aprendizaje de los estudiantes,
así como trabajar en el marco del respeto de las normas
institucionales de convivencia en la comunidad educativa
que integran. b) Participar en la Institución Educativa y en
otras instancias a fin de contribuir al desarrollo del Proyecto
Educativo Institucional así como del Proyecto Educativo
Local, Regional y Nacional. c) Percibir remuneraciones
justas y adecuadas y también las bonificaciones
establecidas por ley; estar comprendido en la carrera
pública docente; recibir debida y oportuna retribución por
las contribuciones previsionales de jubilación y derrama
magisterial; y gozar de condiciones de trabajo adecuadas
para su seguridad, salud y el desarrollo de sus funciones.
d) Participar en los programas de capacitación y
actualización profesional, los cuales constituyen
requisitos en los procesos de evaluación docente. e)
Recibir incentivos y honores, registrados en el escalafón
magisterial, por su buen desempeño profesional y por sus
aportes a la innovación educativa. f) Integrar libremente
sindicatos y asociaciones de naturaleza profesional; y, g)
Los demás derechos y deberes establecidos por ley
específica” (el resaltado es agregado).
DÉCIMO PRIMERO: A su vez, el artículo 57° de la
acotada Ley, señala: “El profesor, en las instituciones
del Estado, se desarrolla profesionalmente en el marco
de una carrera pública docente y está comprendido en
el respectivo escalafón. El ingreso a la carrera se realiza
mediante concurso público. El ascenso y permanencia
se da mediante un sistema de evaluación que
se rige por los criterios de formación, idoneidad
profesional, calidad de desempeño, reconocimiento
de méritos y experiencia. La evaluación se realiza
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017 PROCESOS CONSTITUCIONALES
descentralizadamente y con participación de la
comunidad educativa y la institución gremial. Una ley
específica establece las características de la carrera
pública docente”; y el artículo 58° de la misma norma,
indica: “En la Educación Básica, es requisito indispensable
el título pedagógico para el ejercicio de la docencia, los
Profesionales con títulos distintos de los profesionales
en educación, ejercen la docencia si se desempeñan en
áreas afines a su especialidad. Su incorporación en el
escalafón magisterial está condicionada a la obtención
del título pedagógico o postgrado en educación”;
señalando en el artículo 61° de la norma en comento,
que: “El profesor que trabaja en instituciones educativas
privadas se rige por lo establecido en el régimen laboral
de la actividad privada. Puede incorporarse en la carrera
pública magisterial si ingresa al servicio del Estado, previo
cumplimiento de los requisitos de ley” –el resaltado es
agregado-.
DÉCIMO SEGUNDO: En tanto la Ley N° 29944
estableció en la Segunda Disposición Complementaria
Transitoria y Final que: “Los profesores nombrados
sin título pedagógico, comprendidos en las categorías
remunerativas A, B, C, D y E del régimen de la Ley N°
24029, así como los auxiliares de educación comprendidos
en la categoría remunerativa E de la referida Ley, se
rigen por la presente Ley en lo que corresponda.
El Ministerio de Educación, en coordinación con el
Ministerio de Economía y Finanzas, de conformidad
con el numeral 1 de la Cuarta Disposición Transitoria
de la Ley 28411, Ley General del Sistema Nacional de
Presupuesto, establece la vigencia, condiciones y montos
de esta escala transitoria, la cual debe incorporar en
uno solo todos los conceptos que vienen percibiendo los
profesores de las categorías remunerativas señaladas
en la presente disposición. Los profesores nombrados
sin título pedagógico tienen una prórroga de dos (2)
años para obtener y acreditar el título profesional
pedagógico. Cumplida esta exigencia ingresan al
primer nivel de la carrera pública magisterial, previa
evaluación. Vencido el plazo previsto, si no acreditan
el título profesional pedagógico, son retirados del
servicio público magisterial” –el resaltado y subrayado
es agregado-.
DÉCIMO TERCERO: Sobre el fondo del asunto,
a efectos de emitir un pronunciamiento acorde a la
Constitución Política del Estado conviene precisar ciertos
lineamientos que entrañan el presente caso como el
derecho de acceso a la función pública que consiste en
la facultad de las personas para acceder o intervenir
en la gestión pública o lo que es lo mismo ejercer una
función pública, al respecto el Tribunal Constitucional
estableció que: “(…) los contenidos de este derecho son
los siguientes: a) Acceder o ingresar a la función pública,
b) Ejercerla plenamente, c) Ascender en la función pública
y d) Condiciones iguales de acceso”2. Asimismo, tenemos
que “el concepto de función pública en este derecho
comprende dos tipos de función que suele distinguirse:
la función pública representativa y la función pública
no representativa. La función pública representativa
está formada por funciones de representación política
y la no representativa aluda a la función pública
profesionalizada”3, labor que desempeñan los profesores
pues la Ley N° 29062 en su artículo 3º establece que “El
profesor es un profesional de la educación, con título de
profesor o licenciado en educación, con calificaciones y
competencias debidamente certificadas que, en su calidad
de agente fundamental del proceso educativo, presta un
servicio público esencial dirigido a concretar el derecho
de los estudiantes y de la comunidad a una enseñanza
de calidad, equidad y pertinencia. Requiere de desarrollo
integral y de una formación continua e intercultural” como
también lo prescribe la Constitución Política del Estado,
en el artículo 15º, en la medida que dispone que el
profesorado en la enseñanza oficial es carrera pública.
La ley establece los requisitos para desempeñarse como
director o profesor de un centro educativo, así como
sus derechos y obligaciones. El Estado y la sociedad
procuran su evaluación, capacitación, profesionalización
y promoción permanentes.
DÉCIMO CUARTO: Sobre el particular, se debe
precisar que el contenido del derecho de acceso a la
función pública no significa que el ingreso a dicha carrera
suponga solo al ejercicio de la función pública sino que
además debe desarrollarse de conformidad con los
requisitos que el legislador ha establecido y cuya validez
está condicionada a su constitucionalidad conforme
establece la propia Carta Magna por lo que el legislador
63669
se encuentra facultado para establecer los requisitos que
considere convenientes para el acceso al ejercicio de una
función pública sin que contravengan lo dispuesto en el
Texto Constitucional.
DÉCIMO QUINTO: En el presente caso, tenemos que
para los docentes con nombramiento interino la Ley N°
29944 regula en la Segunda Disposición Complementaria
Transitoria y Final como requisito otorgando dos años
a aquellos para que obtengan y acrediten el título
profesional pedagógico quienes ingresaran a la
carrera magisterial previa evaluación; al respecto, se
aprecia que tal requisito para acceder a la carrera pública
magisterial no vulnera derecho alguno menos contraviene
lo dispuesto en la Ley N° 29510 precepto que exceptúa
el requisito de Colegiación a los profesionales con títulos
distintos al de Educación que ejercen la docencia -asunto
que no está en discusión-, en tanto la función que se
ejerce admite ciertas restricciones en su ejercicio siempre
que éstas sean razonables y proporcionales como sucede
en autos, toda vez que lo establecido en el artículo 1 de la
Resolución de Secretaría General N° 2078-2014-MINEDU
resulta razonable respecto al fin constitucionalmente
válido que se pretende lograr -la eficiencia en la
prestación del servicio público de la educación- lo cual
garantiza y no transgrede la plena vigencia del derecho
a la educación; por lo que el agravio contenido en el
numeral 5.3 deviene en infundado.
DÉCIMO SEXTO: Cabe señalar que el cuestionado
precepto no impide totalmente el acceso a la carrera
pública magisterial ni restringe el derecho a la igualdad
ante la ley, menos discrimina ni limita el trabajo y tampoco
limita la irrenunciabilidad de derechos que reconoce
la Carta Política puesto que el segundo párrafo del
artículo 16º de la Constitución dispone que el Estado
es el encargado de coordinar la política educativa así
como formular los lineamientos generales de los planes
de estudios y requisitos mínimos de la organización de
los centros educativos, es decir, que diseña las políticas
nacionales y sectoriales referentes a la educación que
son de obligatorio cumplimiento, atribuciones que son
ejercidas a través del Ministerio de Educación, quien se
encarga de formular, planear, dirigir, coordinar, ejecutar,
supervisar y evaluar la política nacional y sectorial bajo
su competencia, de lo que se colige que la labor que
desarrolla el Ministerio de Educación relacionada con la
conducción y desarrollo de la evaluación de los docentes
para el ingreso a la carrera magisterial no contraviene
los derechos que los artículos 2, 23, 26 y 27 propugna
la Carta Magna, sino que faculta a coordinar la política
educativa aplicable a la nación así como supervisar el
cumplimiento y la calidad de la educación, motivos por los
cuales el argumento expuesto en el numeral 5.1 deviene
en inatendible.
DÉCIMO SÉPTIMO: En relación a los principios y
derechos que regulan la relación laboral, establecidos en
los numerales 1 y 2 del artículo 26 y numerales 2 y 15
del artículo 2 de la Carta Fundamental, de Igualdad de
oportunidades sin discriminación, el carácter irrenunciable
de los derechos reconocidos por la Constitución y la ley,
a la igualdad ante la ley y no ser discriminado, a trabajar
libremente, tenemos que respecto al principio-derecho a
la igualdad el Tribunal Constitucional ha afirmado que la
igualdad “en cuanto principio, constituye el enunciado de
un contenido material objetivo que, en tanto componente
axiológico del fundamento del ordenamiento constitucional,
vincula de modo general y se proyecta sobre todo el
ordenamiento jurídico. En cuanto derecho fundamental,
constituye el reconocimiento de un auténtico derecho
subjetivo, esto es, la titularidad de la persona sobre un
bien constitucional, la igualdad, oponible a un destinatario.
Se trata de un derecho a no ser discriminado por razones
proscritas por la propia Constitución (origen, raza, sexo,
idioma, religión, opinión, condición económica) o por otras
(“motivo” “de cualquier otra índole”) que, jurídicamente,
resulten relevantes “4.
DÉCIMO OCTAVO: Sobre lo expuesto, aunque los
recurrentes no han realizado alusión expresa y concreta
a la vulneración del principio-derecho de igualdad y de
discriminación en la medida de que solo se ha concentrado
a discutir la norma sin señalar de qué manera se estaría
vulnerando los mencionados derechos pues solo ha
precisado que la norma cuestionada determina el despido
de los docentes sin título pedagógico considerando esta
situación contrario al derecho a la igualdad, trabajo, a la
no discriminación; sin embargo, se podría compartir este
planteamiento si existiera un grupo de docentes sin título
pedagógico que no deba incluirse en la evaluación que la

63670 PROCESOS CONSTITUCIONALES
norma prescribe, al no ocurrir esto, en tanto que la norma
se dirige a todos los profesores sin título pedagógico no se
advierte la vulneración alegada
DÉCIMO NOVENO: Ahora, el principio
de irrenunciabilidad de los derechos laborales “se
fundamenta en el carácter protector del Derecho Laboral
en la medida que presume la nulidad de todo acto del
trabajador que disponga de un derecho reconocido en
una norma imperativa”5. Del mismo modo, el principio
de irrenunciabilidad de derechos es justamente el que
prohíbe que los actos de disposición del trabajador, como
titular de un derecho, recaigan sobre normas taxativas,
y sanciona con la invalidez la transgresión de esta pauta
basilar6, teniendo por objetivo proscribir que el trabajador
renuncie a sus derechos laborales reconocidos por la
Constitución en su propio perjuicio, en aras de resguardar
sus intereses en la relación laboral.
VIGÉSIMO: En el presente caso, se advierte que el
Ministerio de Educación, al expedir la Resolución de
Secretaría General N° 2078-2014-MINEDU y aprobar
las normas para la evaluación excepcional de profesores
nombrados sin título pedagógico provenientes del
régimen de la Ley del Profesorado en el marco de lo
dispuesto por la Segunda Disposición Complementaria
Transitoria y Final de la Ley de Reforma Magisterial, en
atención a sus finalidades, dirige y articula la política de
educación, las cuales son de aplicación inmediata a las
situaciones jurídicas existentes por lo que los profesores
(trabajadores) no están disponiendo de ningún derecho
vigente, sino que se trata de una sucesión normativa en
materia laboral, por lo que no resulta aplicable el principio
de irrenunciabilidad de derechos laborales ya que la norma
cuestionada proviene de lo dispuesto por el artículo 15 de
la Ley N° 29944 que dispone: “El Ministerio de Educación
establece la política y las normas de evaluación docente,
y formula los indicadores e instrumentos de evaluación.
En coordinación con los gobiernos regionales, es
responsable de diseñar, planificar, monitorear y evaluar
los procesos para el ingreso, permanencia, ascenso y
acceso a cargos dentro de la carrera pública magisterial,
asegurando su transparencia, objetividad y confiabilidad.
(…) y el artículo 79 de la Ley N° 28044 que dispone:
“El Ministerio de Educación es el órgano del Gobierno
Nacional que tiene por finalidad definir, dirigir y articular
la política de educación, cultura recreación y deporte,
en concordancia con la política general del Estado”;
por tanto, la regulación de la norma en cuestión que
deviene de lo establecido en la Segunda Disposición
Complementaria Transitoria y Final de la Ley de Reforma
Magisterial no puede considerarse como una vulneración
del principio de irrenunciabilidad de derechos en materia
laboral, en tanto que dicho principio tiene por finalidad
evitar que el trabajador renuncie a sus derechos laborales
reconocidos por la Constitución Política y la ley, lo que
no ocurre en este caso ya que la norma presupone
técnicas para la evaluación de profesores sin título
pedagógico y no la renuncia de derechos como pretenden
entender los demandantes a lo que debe agregarse que
la norma que sustenta lo dispuesto en la Resolución
Administrativa impugnada deviene de una vigente que no
ha sido declarada inconstitucional como lo es la Segunda
Disposición Complementaria Transitoria y Final de la Ley
de Reforma Magisterial.
VIGÉSIMO PRIMERO: Respecto a lo establecido
en los artículos 23 y 27 de la Carta Magna que señalan
que ninguna relación laboral puede limitar el ejercicio de
los derechos constitucionales ni desconocer o rebajar la
dignidad del trabajador y que la ley otorga al trabajador
adecuada protección contra el despido arbitrario,
corresponde indicar que si bien los recurrentes alegan que
no se ha previsto que la extinción del vínculo laboral debe
ser por causal específica prevista en el artículo 53 de la Ley
N° 29944, se debe acotar que al establecerse el retiro de
los profesores que no hayan optado el título pedagógico
o de licenciado en educación no puede ser considerado
como un desconocimiento de los títulos interinos que las
Leyes N° 22875 y N° 24029 les reconoció, puesto que ellos
mantienen su vigencia y eficacia, en tanto que el profesor
retirado puede seguir ejerciendo su carrera de profesor
en un sector distinto al público, por lo que el hecho que
el profesor sea separado de la carrera pública magisterial
no significa que se desconozca su título de docente sino
únicamente que dicho profesor no se encuentra apto para
ejercer su carrera en el marco de la educación pública por
no cumplir con las exigencias de la ley, lo cual no resulta
un impedimento para que pueda ejercer o desempeñar su
labor en el ámbito privado, razones por las cuales queda
El Peruano
Jueves 7 de diciembre de 2017
demostrado que no está afectando derecho laboral alguno
ni menos se estaría generando un despido arbitrario siendo
pertinente precisar que la ley cuestionada no desconoce
los títulos de docentes, teniendo en cuenta que el profesor
es un profesional de la educación con título de profesor o
licenciado en educación, con calificaciones y competencias
debidamente certificadas, no existiendo disposición alguna
en la norma que disponga la cancelación de los títulos
profesionales a quienes hayan desaprobado la evaluación
o no hayan obtenido el título de licenciado. Consideraciones
por las cuales las alegaciones expuestas en los numerales
5.4 y 5.5 resultan infundadas.
VIGÉSIMO SEGUNDO: Finalmente, de conformidad
con el inciso 3) del artículo 139 de la Constitución Política
del Estado, toda persona tiene derecho a la observancia del
debido proceso en cualquier tipo de procedimiento en el que
se diluciden sus derechos, se solucione un conflicto jurídico
o se aclare una incertidumbre jurídica, debiendo precisarse
que dentro del debido proceso forma parte el derecho a
la motivación de las resoluciones judiciales, reconocido en
el inciso 5) del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú; al respecto, el contenido del derecho constitucional
a la debida motivación de las resoluciones judiciales
obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones
de las partes de manera congruente con los términos en
que vengan planteadas, sin desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal, teniendo
en cuenta que el incumplimiento total de dicha obligación,
es decir, dejar incontestadas las pretensiones, o desviar
la decisión generando indefensión, constituye vulneración
del derecho a la tutela judicial y también del derecho a la
motivación de la sentencia.
VIGÉSIMO TERCERO: En suma, se aprecia que
la Sala Superior cumplió con fundamentar y motivar la
resolución materia de cuestionamiento, no existiendo algún
acto arbitrario que haya vulnerado el debido proceso ni la
debida motivación de las resoluciones judiciales. Por tanto
el agravio contenido en el numeral 5.2 es infundado.
VIGÉSIMO CUARTO: Por último, de conformidad con lo
previsto en el inciso 5) del artículo 200° de la Constitución
Política del Perú, los artículos 75°, 76°, el inciso 1) del
artículo 85° y los artículos 92° y 96° del Código Procesal
Constitucional; al no haberse acreditado la violación a los
derechos constitucionales invocados en la demanda y en el
escrito de apelación tales son infundados.
DECISIÓN:
Por estas consideraciones: CONFIRMARON la
sentencia apelada emitida por la Cuarta Sala Laboral
Permanente de Lima de la Corte Superior de Justicia de
Lima, de fecha diecisiete de noviembre de dos mil quince,
obrante a fojas ciento cuarenta y cinco, a través de la cual
se declaró INFUNDADA la demanda incoada, interpuesta
por Edgardo Arturo Escobar Porras en representación del
SUTEP Región Pasco y Félix Aquelino Cóndor Trinidad
en representación del SUTEP Provincial de Pasco, contra
el Ministerio de Educación; sobre demanda de acción
popular; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial “El Peruano” conforme a ley;
y los devolvieron. Juez Supremo Ponente: Lama More.-
S.S.
LAMA MORE
VINATEA MEDINA
RUEDA FERNÁNDEZ
WONG ABAD
MALCA GUAYLUPO
1 GARIBALDI PAJUELO, Giancarlo, “El proceso de Acción Popular”, en CÓRDOVA
SCHAEFER, Jesús (coord.), Garantías Constitucionales, Lima, Ediciones Ca-
ballero Bustamante, 2009, pp. 396-397.
2 STC N.º 00025-2005-PI/TC y N.º 00026-2005-PI/TC. Fundamento 43
3 STC N.º 00025-2005-PI/TC y N.º 00026-2005-PI/TC. Fundamento 51
4 STC N.º 00045-2004-AI/TC, Fundamento 20
5 La Constitución Comentada, Tomo I. Lima: Ed. Gaceta Jurídica, 2005, p. 550
6 NEVES MUJICA, Javier. Introducción al derecho laboral. Lima: Fondo Edito-
rial de la PUCP, 2003, p. 103.
W-1593527-1