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El dilema de Roraima con la

migración venezolana
El Mundo
29 Ago 2018 - 10:00 PM
Jesús Mesa Mosquera
Días después de que el estado más pobre de Brasil solicitara la
suspensión de la migración para evitar sobrepoblación, hoy
temen que el gobierno venezolano tome represalias y los prive
de energía

La imagen de cientos de brasileños entonando su himno nacional mientras


expulsaban a miles de migrantes venezolanos en la ciudad fronteriza de
Pacaraima, en el estado de Roraima, evidenció en Brasil una crisis que para
quienes habitan en el centro del país era casi invisible.

La situación en la región de Roraima es crítica. Cerca de 800 venezolanos cruzan


a diario la frontera, 300 más que hace algunos meses. Sólo en el primer semestre
de este año, más de 56.740 de estos solicitaron refugio o residencia temporal en
Brasil. En ese mismo período, más de 16 mil llegaron a Roraima pidiendo asilo,
un 20 % más que en todo 2017.

Aunque la Gobernación ha afirmado en varias ocasiones que no cuenta con los


fondos para atender la crisis migratoria e incluso pidió al gobierno de Michel
Temer pensar en una suspensión en la entrada de los migrantes, la respuesta del
gobierno brasileño a esta petición siempre fue negativa.

Sin embargo, después de que la administración de Michel Temer anunciara que


enviaría tropas a la frontera para contener la crisis en Roraima, la gobernadora
del estado, Suely Campos, alertó al gobierno brasileño que estas decisiones
podrían afectar negativamente a su región, pues la energía que consumen los
500.000 habitantes del estado depende en un 100 % de Venezuela, que amenazó
esta semana con cortar el suministro.
El estado de Roraima, el más pobre de Brasil, es el único que está por fuera del
Sistema Interconectado Nacional de Energía (SIN) de ese país y desde 2001 la
luz eléctrica del estado es suministrada por Venezuela. Según el diario Valor
Económico, la empresa venezolana Corpoelec notificó al gobierno brasileño
que podría interrumpir el abastecimiento debido a una deuda de US$30 millones
contraída por la estatal brasileña Eletrobrás.
Sin embargo, aunque la disputa de Venezuela y el estado de Roraima es de vieja
data (la última amenaza de corte fue en el mes de marzo), el anuncio de una
posible suspensión por parte del gobierno venezolano se reactivó esta semana
poco después de los anuncios de Temer. Por esta razón, la gobernadora escribió
al presidente y al ministro de Minas alertando sobre la posible crisis que
provocaría un eventual corte por parte del gobierno de Nicolás Maduro.

“En caso de ocurrir el anunciado corte de energía, esto provocará un caos


institucional en Roraima, incluso con un real riesgo de quiebra en los servicios
públicos de salud, agravando aún más la crisis humanitaria derivada de la
migración venezolana”, escribió la gobernadora Suely Campos en el documento,
que fue enviado a la Presidencia de la República, el Ministerio de Relaciones
Exteriores y el Ministerio de Minas y Energía.

De acuerdo con el jefe de la Casa Civil del gobierno de Roraima, Frederico


Linhares, el atraso en el pago del valor por parte de la brasileña Eletrobrás está
relacionado con las restricciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela, las
cuales estarían dificultando operaciones de bancos extranjeros con empresas
venezolanas, entre ellas Corpoelec.

“Hay una dificultad operativa para hacer operaciones financieras entre Brasil y
Venezuela, explicó Linhares al Diario de Pernambuco”.
Temer no quiere depender más de
Venezuela
La energía de Roraima es actualmente enviada por el país vecino por una línea de
transmisión de energía que tiene normalmente problemas de mantenimiento,
según autoridades. Aunque el Estado brasileño tiene capacidad térmica para
cubrir toda la demanda, los costos son más elevados a si lo hacen a través de
Venezuela.

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