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TEMA 10.

El proceso de urbanización

Introducción
La ciudad es un elemento de gran potencia en nuestra materia y currículum, a pesar de
que de forma específica se aborda en 3º ESO (Crit. 12) y 2º BACH (Crit. 10), la ciudad es un
organismo vivo que ha articulado a las sociedades humanas a lo largo de la historia. Tanto su
espacio, como sus relaciones e intercambios, lo que nos permite abordarla desde multitud de
prismas de forma transversal. La ciudad es objeto artístico -Brasilia, Lanzarote-, escenario de los
más importantes hitos históricos -Revolución francesa, Guerra civil- y es la manifestación de la
interacción del ser humano con el espacio, de modo que es un aspecto indispensable e
indisociable de la geografía. La Geografía Urbana estudia la ciudad en sus aspectos
preferentemente espaciales, tanto en el espacio edificado como en las actividades humanas o
en las características socioeconómicas de sus habitantes, haciendo especial referencia a la
morfología, estructura, funcionalidad y a las transformaciones históricas, así como a su
organización interna (sistema intraurbano) y su relación con el entorno (sistema interurbano).

En nuestra exposición del tema definiremos el concepto de ciudad y su evolución


histórica, así como el paisaje urbano y su organización apuntando los criterios convencionales
de clasificación. Desarrollaremos el análisis y la morfología urbana a partir del sistema
intraurbano e interurbano para continuar caracterizando el urbanismo en las economías
desarrolladas y del tercer mundo. Finalmente expondremos las repercusiones ambientales y
socioeconómicas de la urbanización del planeta. Concluiremos contextualizando brevemente el
proceso de urbanización de España y de Canarias, vinculando este último con problemáticas
actuales.

Además, se trata de un objeto de estudio cercano a nuestro alumnado y que nos permite
vincularnos con otras asignaturas y áreas del conocimiento.

Desarrollo
El fenómeno urbano, evolución histórica. La concepción sociológica

Concepto de ciudad

Definir la ciudad es una tarea en la que no han llegado a ponerse de acuerdo quienes
han abordado el tema. Diversas son las formulaciones y heterogéneos los criterios
contemplados a la hora de definir qué es una ciudad (Capel).

La ciudad como concepto plantea importantes dificultades para definirlo dado que son muchas
las disciplinas y perspectivas desde las que se ha abordado. Además, se mezclan condicionantes
cuantitativos, como el tamaño de la población, con otros cualitativos como las formas de vida.
Capel en su obra “La definición de lo urbano”, 1975, apunta que los rasgos que con mayor
frecuencia se toman en consideración para caracterizar la ciudad son: tamaño y densidad, el
aspecto del núcleo, las actividades no agrícolas y el modo de vida, la heterogeneidad de su
población, el grado de interacción social y la cultura urbana. Además, añade que en la actualidad
debemos incluir la dotación de todo tipo de infraestructuras y servicios de una sociedad
principalmente terciarizada.

Han sido muchos los intentos por establecer criterios generalizables para definir las
ciudades, los parámetros o criterios convencionales para definirla son:
- Demografía: permite medir el volumen de la población urbana aunque no es suficiente
para que un núcleo sea considerado urbano ya que se debe complementar con otros
parámetros como el desarrollo de actividades terciarias. Además, se suma otro
inconveniente y es la falta de concenso global para la cifra que determia el carácter
urbano: en Suecia se considera ciudad a poblaciones con más de 200 hab., en España
más de 10.000 y en Japón 30.000.
- Densidad de población: complementa al criterio anterior y en este caso hace alusión a
cuando hay además de un número determinado de habitantes, una concentración
espacial de los mismos. Es un criterio difícil de aplicar dada la dificultad de su
cuantificaciones o la movilidad espacial. Además, pueden existir espacios rurales con
altas densidades de población como sucede en Vietnam o Bangladesh.
- Morfología: es un parámetro referido al uso intensivo del suelo, a los edificios colectivos,
infraestructura de las comunicaciones… aunque los cascos antigüos o históricos
responden muchas veces a tipologías rurales.
- Funciones: las funciones de la ciudad fueron definidas por Christaller en 1933 en su obra
“Teoría de los lugares centrales” donde definió la centralidad: el núcleo urbano en el
que se genera un hexágono de influencias cuyos objetivos serían minimizar el transporte
y conseguir los bienes necesarios para ese núcleo. La actividad económica, industrial y
de servicio, son elementos definidores de la ciudad según el autor. Esto se ha
comenzado a cuestionar con la descentralización de la industria zonas rurales en el
proceso de la tercerización de la sociedad. Podemos afirmar que la gran mayoría de las
ciudades en la actualidad son multifuncionales.

Nos encontramos además con diversas tipologías de ciudad en base a su función:

- Comercial
- Residencial
- Administrativa
- Cultural
- Militar
- Terapéuticas

La geógrafa Beaujeu-Garnier define una metrópoli como aquella ciudad que conjuga todas las
anteriores funciones en su obra “Tratado de Geografía Urbana”, 1970

- Cultura urbana: la Escuela de Chicago planteó desde una perspectiva sociológica la


diferenciación entre campo y ciudad en función de las relaciones de sus habitantes,
definiendo así el tráfico, la heterogeneidad social, la movilidad, las relaciones
superficiales o el consumo como definitorias de las ciudades.

Desde el punto de vista sociológico las ciudades son concentraciones con gran densidad
de población con caracteres demográficos especiales que reúnen el poder y la cultura de una
comunidad. La concepción de carácter sociológico plantea la idea de separación radical entre
los conceptos de rural y urbano, así como realidades contrapuestas y enfrentadas. L. Wirth,
distinguía en tres elementos las diferencias entre el campo y la ciudad: tamaño, densidad y
heterogeneidad de la población. A lo que añadió la caracterización de las relaciones propias del
mundo rural, siendo estas primarias, y las relaciones de los individuos de la sociedad, serían de
carácter secundario, definidas por el propio autor como “impersonales, superficiales,
transitorias y segmentadas”. Destacan en esta línea los trabajos Mumford o Redfield, este
último define la sociedad urbana como contraposición al mundo rural, estableciendo
identidades sociales casi antagónicas o enfrentadas y desmitificando la “calidad de vida” de la
ciudad frente a las zonas rurales.

Tras la Segunda Guerra mundial se produjo un crecimiento explosivo del urbanismo a nivel
global, lo que derivó en una mayor complejidad en las formas y funciones de la ciudad, y que
dificulta la generalización del concepto de ciudad y la diferenciación de otras formas de
ocupación.

Evolución histórica del fenómeno urbano

Frente al planteamiento sociológico, existe otro entroncado con una visión historicista
de la ciudad que invierte los términos de la propuesta: no sería la ciudad la que determinaría la
relación social, sino que por el contrario es la organización social lo que provocaría la aparición
de un tipo de ciudad acorde a su propia lógica de funcionamiento. Este concepto de lo urbano
tendría un carácter dinámico que se opone a lo que se considera como algo definido de forma
permanente. Nos referimos así al concepto de fenómeno urbano en el que la ciudad no es
considerada como una entidad fija sino como el reflejo de una forma particular de la civilización.
De esta forma, sería imprescindible organizar los países industriales antes y después de la
Revolución industrial.

CIUDAD PREINDUSTRIAL

Los orígenes del fenómeno urbano se remontan a la antigüedad pre-clásica,


concretamente a las grandes civilizaciones de Mesopotamia, Egipto, India y China. Los primeros
asentamientos dependían de los recursos, de modo que los asentamientos eran temporales. Es
cuando se sofistica la tenología y técnicas agrarias y ganaderas que el excedente de alimentos
permite asentamientos fijos, el crecimiento de la población y los inicios del comercio e
intercambios de productos. Estos asentamientos ciudad-mercado se convirtieron en centros
para mercaderes, artesanos, oficiales del gobierno y fuerzas militares, aunque eran núcleos de
escasa población concentrándose las clases altas.

La ciudad griega continuó desarrollando la ciudad como cede cultural y gubernamental.


La polis griega que unificaba el los términoso ciudad y Estado se organizaba en su centro vital a
partir del ágora, estructurándose los espacios de poder político, religioso, cultural, social y
económico. Roma sin embargo supuso la hipertrofia de la ciudad como capital de un vasto
imperio, metrópoli y centro de inmigración del Mediterráneo. Las ciudades regionales a cargo
de la administración provincial siguieron un modelo más regular como podemos apreciar en la
ciudad de Barcino -actual Barcelona- de dos calles principales que se cruzan dir N-S y E-O en el
foro.

La ciudad medieval plantea dos modelos: la ciudad cristiana y la islámica. Si bien las
ciudades medievales cristianas tenían una escasa dimensión física y humana, concentraban el
poder político y religioso protegidos por murallas y puertas. En la Alta Edad Media se produce
una profunda crisis que hará que la población viva de la tierra durante siglos. Henri Pirenne
apunta en su obra que la “supervivencia de las ciudades de la Alta Edad Media se debió a la
presencia de la jerarquía de la Iglesia en ellas” ya que el comercio desapareció prácticamente
junto con la economía monetaria que permitía vivir a los grandes propietarios agrícolas en la
ciudad. Es en el siglo XIII que se asistiría al “renacer urbano” con la decadencia del feudalismo y
la centralización del poder absoluto por parte de los monarcas.
Con respecto a la ciudad islámica, la potente expansión del imperio musulmán
extendería su dominio sobre las ciudades clásicas en decandencia, persas e hindúes. El Islam
plantearía una nueva concepción urbanísitca de carácter orgánico, desordenado donde prima la
privacidad en oposición al carácter público de la ciudad greco-romana. A pesar de la
permanencia de unos sustratos regionales y locales, es un denominador común el carácter
intimista y secreto, de recogimiento, así como la manifiesta igualdad que profesa el Corán
castigando la ostentación, ornamentación en las fachadas o la segregación y distinción por
grupos en la ciudad: ricos y pobres conviven en los mismos barrios.

La ciudad moderna se va a caracterizar y condicionar por el crecimiento demográfico, la


concentración del poder político en las grandes capitales de los Estados y la pérdida de la
autonomía municipal. Aparece entonces la ciudad renacentista que es dominada por los ideales
de la época, se introduce la perspectiva para la organización de las calles, y se plantea la ciudad
ideal a partir de la forma de estrella.

La ciudad barroca, sin embargo monumentaliza la ciudad realzando la primacía


jerárquica del gobernante y las iglesias en un sistema urbanístico al servicio del poder religioso.

CIUDAD INDUSTRIAL

La Revolución Industrial a mediados del siglo XVIII supuso una gran explosión
demográfica y desarrollo de las ciudades. Las fábricas necesitaban un gran número de
trabajadores y la maquinización del trabajo de campo redujo la demanda de mano de obra, por
otra parte, la actividad comercial aumentó a medida que se mejoraban los transportes y las rutas
comerciales, se abarataban los costos de los productos y se explotaban las materias primas de
otras regiones. El éxodo rural originó los grandes suburbios en torno a las ciudades que
concentraban la actividad fabril y comercial.

Todo ello causó grandes consecuencias urbanas: crecimiento de la población,


crecimiento espacial de las ciudades, aparición de barrios obreros, deterioro ambiental y
ordenación o planteamiento urbano.

CIUDAD POSINDUSTRIAL

Tras la Segunda Guerra Mundial, el rápido crecimiento de la población mundial a partir


de 1950 supuso la internacionalización de la economía mundial y el comercio, y las ciudades se
convirtieron en el epicentro de esta actividad, a la que se le sumaron las importantes actividades
terciarias y el boom del turismo. Las metrópolis se extienden por grandes territorios integrando
espacios urbanos y naturales discontinuos, además, gracias al progreso del transporte y de las
telecomunicaciones, la dispersión de la población alrededor de los núcleos principales produce
tipologías diversas como: dormitorio, jardín, satélite…

Este proceso de urbanización y expansión de las ciudades ha continuado de forma


ininterrumpida hasta nuestros días. En las últimas décadas asistimos a un proceso de
urbanización global y acelerado. Los últimos datos de UNFPA de 2018 apuntan a un 55% habitan
en ciudades y se prevé que en 2050 la cifra supere el 68% dado el crecimiento previsto para
África, Asía, India o China.

Los datos actuales ofrecidos por la ONU en 2018 indican que las ciudades más pobladas
del mundo son Cantón en China (45 millones); Tokio en Japón (37 milllones) y Yakarta en
Indonesia con (30 millones). Asimismo, los continentes más urbanizados son América con un
81% de población urbana y Europa con un 74%. Los países con mayor tasa de población urbana
son países muy desarrollados como Bélgica (98%) o Japón (93%), pero también países con un
nivel de desarrollo menor como Venezuela o Uruguay que superan el 80%. Por otro lado, nos
encontramos con países subpoblados como Suecia o Australia que se concentra en los núcleos
urbanos. Sin embargo, nos encontramos con países con porcentajes inferiores al 60% en vías de
desarrollo localizados en Asia y África, auque la tendencia en estos casos es a modificarse en
unos años dadas las tasas de crecimiento anual.

Sin lugar a dudas, el proceso de urbanización ha seguido caminos muy diferentes en función al
desarrollo económico de cada país, e incluso de las propias ideologías políticas como serían las
ciudades socialistas.

Paisajes y organización del espacio urbano

El paisaje urbano

El paisaje urbano como resultado de una transformación del medio natural a nivel
profundo con el propósito de satisfacer las necesidades humanas. El paisaje urbano como tal
comprende la interpretación perceptiva del valor visiual de lo urbano en la que intervinen los
elementos construidos, sociales y ambientales que forman una idea general de lo que es la
ciudad (Pérez, 2000). El paisaje urbano se caracteriza por el predominio de los elementos
antrópicos, la complejidad de sus infraestructuras y elementos arquitectónicos, y su dinamismo.
En su configuración entran en juego factores como ubicación geográfica, procesos
históricos de conformación, expansión y ordenamiento urbano, elementos constitutivos como
la calle, lugares de encuentro y circulación o zonas verdes, elementos culturales e históricos
como barrios y obras arquitectónicas, plazas y lugares conmemorativos, monumentos, elevado
consumo de energía y la plasmación material de las actividades socioeconómicas y las funciones
urbanas.

Criterios de clasificación

La diversidad de ciudades y la diferenciación entre las características de los países


desarrollados y subdesarrollados plantea un gran conflicto a la hora de clasificar las ciudades.
Por tanto, los criterios cuantitativos son operativos hasta cierto punto, pero no pueden dar
cuenta de todas las realidades por lo que se deben complementar con criterios cualitativos. Con
todo, la mayoría de autores establecen unos criterios que ayudan a facilitar la separación,
aceptándose tradicionalmente tres: volumen de población, densidad de población y tipo
predominante de actividad económica.

Desde un punto de vista cuantitativo se plantean clasificaciones a partir de las


características socioeconómicas y las cifras demográficas, la proporción del empleo medio en
industria y comercio, grado de especialización sectorial de cada ciudad… El principal criterio hace
alusión al volumen mínimo de población necesario para diferenciar los asentamientos urbanos
de los rurales. Sin embargo, el diferente estado de urbanización de los distintos países y las
diferentes concepciones de lo urbano han llevado a considerar, según los censos de población,
diferentes umbrales en este volumen mínimo.

Así, el criterio del volumen de población es muy diferente según países, y además no es
preciso, por lo que algunos países, como la India, complementan este criterio con otros,
considerando como ciudad a todo asentamiento con un mínimo de 5.000 habitantes, pero
incluyendo también que tengan una densidad de población superior a 390 habitantes por
kilómetro cuadrado, y que un mínimo del 75% de su población activa masculina se ocupe en
actividades no agrarias.

Desde un punto de vista cualitativo se pueden establecer criterios para definir la ciudad que
se basan en sus características morfológicas, funcionales, sociológicas y espaciales:

- Crit. Morfológico: aspecto formal de la ciudad que viene dado por la alta densidad de
edificación y población, así como el tipo de edificación generalmente colectivas y en
altura.
- Crit. Funcional: actividades económicas urbanas, principalmente centradas en el sector
terciario y cuaternario. Nunca primario. Donde encontraríamos ciudades
administrativas, comerciales, industriales, etc.
- Crit. Sociológico: la cultura urbana aunque dada la expansión de la ciudad al área rural,
este tipo de diferencias cada vez son menores.
- Crit. Espacial: se basa en la capacidad de la ciudad de organizar el espacio que le rodea,
de ejercer su influencia sobre otros núcleos de población interrelacionándose con otras
ciudades.
- Criterio histórico: ciudades antiguas, medievales, etc.
- Criterio en función de su localización o situación situación, situación urbana es la
posición que ocupa la ciudad en relación a factores naturales o geográficos de su región.

Morfología y análisis del espacio urbano e interurbano

El hecho urbano puede ser interpretado a dos escalas diferente de análisis que corresponde
al estudio de la ciudad en el espacio y de la ciudad como espacio.

Existen por tanto numersosos criterios para clasificar los sistemas urbanos, los más
utilizados son aquellos que aplican criterios funcionales (sistema intraurbano) y criterios
morfológicos describiendo la forma que adoptan las redes urbanas en el territorio (sistema
interurbano). Según las relaciones y funciones que se establecen en los asentamientos: sistema
monocéntricos primados, sistemas monocéntricos jerarquizados y sistemas policéntricos.
Dependiendo de los criterios morfológicos las formas más signficativas son: sistemas
concentrados, lineales, anulares, aglomerados, radiales, regulares o irregulares.

El sistema intraurbano analiza los diversos subsistemas que integran la


ciudad y el sistema interurbano estudia la relación del conjunto de ciudades
en el espacio.

Sistema intraurbano (organización interna de la ciudad)

- Estructura: la estructura del sistema se compone de los elementos del mismo y sus
nexos de unión

Dentro de la ciudad distinguimos en la estructura urbana podemos distinguir en los


países desarrollados una serie de áreas o sectores condicionadas por el uso del suelo: sector
central, zona residencial y zona industrial.

El sector central esdenominado como el CBD, Central Business District que sería el
corazón financiero de la ciudad y suele coincidir con el centro histórico, además, suele ser el
centro físico de la ciudad en muchas ciudades. Presenta una gran accesibilidad y por tanto, todos
compiten por ubicarse en este lugar, el precio del suelo es el más costoso, alta concentración de
tráfico y peatones, alta actividad comercial, escasa acividad industrial y una reducida densidad
de población residencial.

La mayor parte del espacio urbano está ocupado por áreas residenciales cuya
segregación está determinada por la capacidad económica, valores sociales, etnias, etc.

Las áreas industriales se han trasladado en la actualidad al exterior a modo de polígonos


industriales que alcanzan su máxima sofisticación en parques tecnológicos.

Si bien el centro es la consecuencia de un sistema de transorte polarizado cuyas líneas


confluyen en un espacio reducido. Las líneas de transporte constituyen los ejes vertebradores
del desarrollo urbano. Será por tanto determinante, no sólo en la localización de las actividades,
sino en la expansión urbana y en el tamaño de la ciudad. La relación entre transporte y usos de
suelo es directa.

Existen diferentes teorías que tratan de explicar la estructura urbana:

- Modelo de círculos concéntricos (Burgess, 1929): la industria se asienta en una zona de


transición alrededor de este. A partir de ah´aparecen diferentes círculos residenciales
de clases sociales, desde la más humilde en el interior a la más acomodada en la
periferia.
- Modelo sectorial (Hoyt, 1939): clases altas articulan la ciudad al buscar zonas mejor
comunicadas y mayor calidad medioambiental, del mismo modo las empresas buscan
también zonas con buena comunicación lo que eleva el precio del suelo relegando a las
clases bajas a zonas que impiden su movilidad social.
- Modelo de centros múltiples (Harris y Ullman, 1945): la estructura urbana se produce al
integrarse varios centros con diferentes funciones: industria, comercio, residencia,
ocio… La popularización del automóvil y los medios de transporte permite elegir las
zonas preferidas para esas funciones.
- Modelo económico de valores de suelo o modelo de los lugares centrales (Christaller,
1933; Lösch, 1940): estas teorías formularon la distribución de los asentamientos
urbanos en el espacio en función a un núcleo que ofrece bienes y servicios
especializados en un área mucho más amplia que la propia ciudad. De modo que, las
ciudades de tamaño y de especialización similar se distribuyen uniformemente
dominando cada una un espacio hexagonal. Esta teoría ha sido muy criticada por no
tener en cuenta factores administrativos, culturales e históricos así como los distintos
sistemas de ciudades.

En la actualidad asistimos al desmoronamiento de la dualidad campo-ciudad debido a los


fenómenos de suburbanización: desarrollo de la corona exterior y degradación del centro.
Rururbanización: la residencia en el mundo rural pero con habitantes y funciones urbanas.
Reurbanización: rehabilitación de los cascos históricos.

La morfología o forma de las ciudades está relacionada con las funciones de la propia ciudad,
el espacio geográfico, las sociedades que se desarrollan, etcétera. A la hora de analizarla
debemos tener en cuenta los usos de suelo, las vías de comunicación, el plano urbano y la
tipología de los edificios.

La representación de la configuración de la ciudad se representa en el plano urbano que es


el elemento más duradero del paisaje de la ciudad, y que consta de elementos diversos: líneas
de fijación que obstaculizan el crecimiento de la ciudad como ríos, líneas de ferrocarril,
propiedad del suelo… y los cinturones de expansión formados por zonas de crecimiento.

El análisis del plano se ha convertido en el objetivo preferente de los estudios sobre


morfología de la ciudad, y el enfoque tradicional plantea la identificación de distintas unidades
para pasar a una segunda fase desde las perspectivas históricas.

La tipología básica de planos urbanos son:

- Damero u ortogonal: predominan las líneas rectas en el trazado de las calles y se cortan
perpendicularmente formando cuadrículas.
- Radiocéntrico: organizado en torno a un punto destacado de la ciudad, normalmente
una plaza, desde donde parten radialmente las calles.
- Irregular: no existe planificación previa.
- Mixto: fusión de los modelos

La tipología constructiva como el tipo de viviendas, manzanas, edificios comunitarios,


históricos, religiosos… su estudio permite conocer la historia y carácter de la ciudad,

El uso del suelo: político-administrativa, industrial, residencial, ocio…

Sistema interurbano (relación con el entorno)

El sistema interurbano está formado por diferentes elementos, núcleos o ciudades, y cada una
de ellas cumple con una función y se relaciona con el resto a partir de flujos de intercambio.
Estas ciudades se encuentran jerarquizadas y organizan las actividades económicas y sociales de
los territorios circundantes.

Las tipologías de sustemas interurbanos son:

- Sistemas concentrados: donde las ciudades se agrupan en una pequeña parte del
territorio, Chile.
- Sistema lineal: donde los centros urbanos se localizan a lo largo de una línea recta.
- Sistemas anulares: donde se organizan formando un anillo, Bélgica.
- Sistemas dendríticos: en los que se localizan a lo largo de ejes perpendiculares a las
costas que convergen en un puerto, Brasil
- Sistemas aglomerados: agrupaciones en diversas partes del país, Colombia.
- Sistemas regulares: se distribuyen de forma regular por el territorio, como en Francia.
- Sistemas irregulares las urbes aparecen repartidas alteatoriamente por todo el
territorio, como en México.

El urbanismo en las economías desarrolladas y en las economías en vías de desarrollo

El proceso de urbanización, creciente en todo el mundo, ha seguido caminos diferentes,


en función del desarrollo económico de cada país e incluso de las propias tradiciones culturales
o ideología política, como fueron las ciudades socialistas.

Los países desarrollados evidencian una mayor proliferación de núcleos urbanos de distintos
tamaños interconectados entre sí mientras que los países subdesarrollados presentan un
número inferior de cudades aunque los niveles de densidad demográfica y tamaño de las
ciudades suelen superar a los primeros.

La ciudad en los países desarrollados


Las ciudades de los países desarrollados se caracterizan por un proceso de urbanización
que se ha producido al compás de las transformaciones técnicas y sociales. Si bien la ciudad
desarrollada también sufrió el impacto de la implantación de industrias en sus proximidades, en
la actualidad se han trasladado las fácbricas a zonas de los países en vías de desarrollo -
deslocalización industrial- en los que la mano de obra es más barata o zonas periurbanas con un
precio del suelo más bajo.

A los modelos de crecimiento urbano característicos de las ciudades del siglo XX


inspiraron proyectos teóricos a lo largo del siglo, inspirándose en aquellos que habían surgido
en el siglo XIX. A principios del siglo XX se realizaron diferentes proyectos urbanísticos en los que
la utopía y el racionalismo emergente se pusieron de relueve como el caso de la ciudad industrial
de Tony Garnier o los planos de la ciudad futurista de Sant’Elia, aunque no llegaron a tener una
plasmación material directa. Por otro lado, la Bauhaus de Walter Gropius se encargó de difundir
el funcionalismo arquitectónico que afectaría al urbanismo de los países industrializados. Le
Corbusier formularía la Teoría de las Siete Vías y redactaría la influyente Carta de Atenas en 1933
planteando el modelo de ciudad funcional: viviendas de bloques aislados separados por zonas
verdes y el suelo urbano estará divivido en zonas de diferente uso. Pretendía así materializar su
estudio para la mejora de las condiciones de vida de los habitantes de las grandes ciudades
priorizando la racionalidad y la funcionalidad a las construcciones de la ciudad más que a su
estética.

A la sociedad posindustrial, producto del desarrollo de las redes de transporte y las


telecomunicaciones, caracteriza a los países industrializados le corresponde un nuevo modelo
urbano, la ciudad dispersa, que puede adquirir varias tipologías:

- Metropolitana: la metrópolis es un centro innovador y dinámico que domina a otras


ciudades que dependen de ella y que se insertan en su área metropolitana.
- Conurbaciones: se produce cuando decrece el tamaño de las grandes áreas
metropolitanas y crecen las ciudades más pequeñas. Entre las causas más importantes
está la descentralización de las actividades industriales, por motivos como la congestión
del tráfico, la contaminación ambiental… sin embargo, esta realidad no deja de ser un
nuevo de proceso de urbanización en otros lugares alejados de las grandes urbes.
- Megalópolis: cuando esas áreas metropolitanas crecen tanto en espacio que entran
unas con otras se conformarían las megalípolis.

La ciudad socialista

Las ciudades socialistas de Europa del Este y de la Unión Soviética se desarrollaron con
fuerza gracias a una intensa industrialización tras la IIGM.

La vivienda se consideraba un bien de consumo de primera necesidad en detrimento de


su aspecto externo incluso aparecen algunas ciudades de nueva creación como Várpalota en
Hungría.

En la URSS, China y los restantes países de régimen socialista durante el siglo XX la urbanización
fue controlada por el Estado, de modo que hubiera un moderado éxodo rural hacia las ciudades,
junto a la creación planificada de nuevas ciudades, la ordenación en serie de los edificios... Pero
no se consiguieron los ambiciosos objetivos impuestos y persistieron la desigualdad de
condiciones de vida entre la ciudad y el campo (con malos servicios). Los antiguos países
socialistas se enfrentan hoy a un creciente y descontrolado éxodo rural, de proporciones
gigantescas en el caso de China.
Tras la desintegración de la URSS y del paso de las economías socialistas a las capitalistas
se favorece la construcción individual y los edificios modernos. Algunos de los principales
aspectos de estas ciudades son: existencia de barrios antiguos de valor artístico, centro
administrativo hipertrofiado, centro comercial reducido, barrios sin diferenciación social, calles
nuevas con multitud de espacios verdes, fábricas separadas entre sí por barrios residenciales.
También se desarrollaron ciudades agrícolas.

La ciudad en países en vías de desarrollo

Aquellos países con menor índice de desarrollo humano es muy diverso, desde el punto
de vista natural y sociocultural, por lo que las generalizaciones sobre sus paisajes urbanos
carecen de universalidad. Aún, así, existen rasgos comunes: los procesos de ubranización de
estos países son relativamente recientes, se ha producido un crecimiento desordenado debido
a la falta de planificación urbanística y se da un fenómeno de centralización: unas pocas ciudades
de gran tamaño son las que concentran la mayoría de los servicios y capitales.

- Ciudad indígena: se encuentran en regiones marginales de los continentes americanos,


asiáticos y africanos, ajustándose al modelo preindustrial europeo.
- Ciudades coloniales: es un centro administrativo y comercial de una potencia exterior al
país. Esta función se refleja en la morfología y en una separación entre las actividades
coloniales y las autóctonas, así como las áreas risdenciales coloniales y nativas.
Frecuentemente es adoptado el plano en cuadrícula.
- Ciudades nacientes: al alcanzar la independencia política, los países del Tercer Mundo
conocieron un período de cambio rápido, experimentaron crecimientos de población
espectaculares y una reogranización económica. La combinación de fuertes oleadas
inmigrantes junto a una tasa de paro ya elevada provocó hacinamientos en
infraviviendas como las favelas brasileñas, los ranchos en Colombia o las villas en
Argentina.

Desde la IIGM estos países han experimentado un crecimiento espectacular como


consecuencia del crecimiento vegetativo y el éxodo rural. El problema de este crecimiento
urbano descontrolado radica en que los gobiernos no pueden suministrar suficientes viviendas
e infraestructuras y aparecen problemas de hacinamiento y asentamientos espontáneos:
infraviviendas construidas con materiales de desechos, sin servicios sanitarios mínimos,
alumbrado, pavimentación, alcantarillado, agua corriente: ranchos, favelas, villamiserias,
callampas, publos jóvenes, bidonville, etc. Estos asentamientos llegan a albergar entre el 35 y el
60% de la población urbana y manifiestan un crecimiento mayor al del resto de la ciudad.

Repercusiones ambientales y socioeconómicas de la ubranización en el planeta

Repercusiones ambientales del proceso de urbanización

Muchos autores y autoras hablan de un auténtico metabolismo urbano constituido por


energía, agua y recursos de desecho, y es que el abastecimiento y el tratamiento de residuos
son algunos de los retos más complejos que afronta la ciudad junto con los contaminantes
atmosféricos.

Son muchos los agentes contaminantes de la atmósfera productos de la actividad


industrial y el sector terciario vinculado a las ciudades, no sólo por las acciones mecánicas
inductoras de partículas contaminantes de las fábricas sino por el propio tráfico: automóviles,
industrias, sistemas de calefacción, refrigeración, etc. genera un auténtico microclima urbano
que deriva en enfermedades respiratorias y que disminuye la calidad de vida de sus ciudadanos
y ciudadanas. Otra de las consecuencias es el incremento de la temperatura o la lluvia ácida a
causa de las nubes de contaminación.

Otro de los grandes problemas ambientales es la contaminación de la hidrosfera, la


contaminación de las aguas continentales debido a las aguas residuales,e l aumento de la
contaminación térmica debido a las centrales nucleares y térmicas y el propio cambio climático
provocan la desparición de especies termosensibles. Los ciclos biológicos del agua se han
corrompido y no aseguran la reabsorción de los desperdicios.

El tratamiento de los residuos urbanos debido a la alta densidad demográfica, el


excesivo consumo de energía y la variedad de las actividades económicas plantean grandes
problemáticas para el medioambiente. La construcción de vertederos cada vez es más compleja
por la escasez de suelo disponible, y la incineración de los residuos está demostrando ser una
opción poco viable a causa de la emisión de partículas tóxicas. A menudo los residuos de los
países desarrollados se envían a países subdesarrollados a pesar de su carácter ilegal como
sucede con la “e-basura” en miles de tolenadas mensuales que llegan a Ghana, y que afectan a
la población local.

El primer mundo y las ciudades de los países desarrollados suponen un impacto medioambiental
que repercute directamente en las poblaciones de los países subdesarrollados o no-
industrializados que sufren las consecuencias: calentamiento global – cosechas, catástrofes
naturales, extinción de especies, residuos…

Repercusiones socioeconómicas

Loren Berry distingue las repercusiones socioeconómicas del proceso de urbanización


en tres etapas: ciudad preindustrial, industrial y posindustrial, a las cuales habría que añadir
una posterior deslocalización industrial.

- Pre-Revolución industrial: principal actividad económica agrícola, el crecimiento


urbano se limita a una ciudadcon funciones comerciales y administrativas.
- Revolución industrial: desarrollo autosostenido de la ciudad con la concentración de
factores de producción y consumo originándose el sector secundario y descenciendo el
sector primario como base de la economía.
- Posindustrial: la modificación de la estructura económica de los países desarrollados
impulsó el sector servicio y aumentó la potencia expansiva de la ciudad formándose así
las áreas metropolitanas que se caracterizan por la concentración de la población en
ciudades de gran tamaño que se dispersa.
- Descentralización: la gran ciudad pierde población en beneficio de las ciudades de
menor tamaño. Las principales actividades se inscriben en el sector terciario y
cuaternario. Hoy día, en una economía totalmente flobalizada, las ciudades de todo el
mundo forman una gran red de redes económica que permanecen unidas mediante el
flujo continuo de capitales, bienes y servicios.

Todo ello deriva en graves problemas socioeconómicos como el mal uso del suelo, su
elevado coste que imposibilita su habitacionalidad, la insuficiencia de infraestructuras que
garanticen el Estado de bienestar, la perversión de los espacios verdes, el problema de
abastecimiento, el tráfico, la marginación social y étnica, la delincuencia, etc… son los grandes
retos a los que el medio urbano debe hacer frente en la actualidad. La iniciativa de la Nueva
Agenda Urbana promovida por Naciones Unidas plantea promover ciudades más incluyentes,
compactas y conectadas.

Patologías médicas en la salud humana: estrés, ansiedad, agresividad…

Modificación de las pautas demográficas: caída de la tasa de natalidad, desequilibrio de la


estructura biológica, sin garantías del reemplazo generacional.

España y Canarias

Desde las primeras ciudades como Tartesos, España ha sido un país en el que las
ciudades han constituido una realidad permanente. La herencia romana es el sedimento de
muchas ciudades actuales, con una trascendencia histórica que aguarda el legado medieval.
Sin embargo, en la actualidad, las transformaciones más importantes son aquellas producidas
en el siglo XIX. Sin lugar a dudas, la tardía incorporación a la industrialización de España
ralentizó las consecuencias y transforamciones que genraría la introducción del ferrocarril:
nuevas concentraciones urbanas a los márgenes de su recorrido, mejora en las carreteras y
conexiones entre zonas rurales y ciudades, etc.

Sin lugar a duda, una de las innovaciones más importantes en tema urbanístio sería el
Plan de Ensanche de Barcelona, 1859 por Ildefonso Cerdá que trató de regular la edificación u
organizar los servicios que necesitaba toda la ciudad: manzanas regulares, calles rectilíneas,
casas de calidad… que supusieron la subida del precio del suelo, de modo que las clases
sociales menos pudientes se tuvieron que conformar con construcciones de escasa calidad
ubicada en los suburbios que apenas disfrutaban de servicios públicos.

La primera mitad del siglo XX las ciudades españolas apenas iniciaron procesos de
remodelación, limitándose a aplicar mejoras de saneamiento en determinadas áreas. La gran
transformación vendrá a partir de la segunda mitad del siglo tras la Guerra civil, cuando España
comienza su recuperación económica a partir de los años 50 y con ello la gran expansión de las
áreas urbanas. Tan rápidos cambios no permitirían el crecimiento paralelo y ordenado de las
ciudades por lo que la calidad de las construcciones y dotación de servicios no fueron de la
calidad que correspondía.

Este proceso no fue ni es homogéneo, en España existen contrastes abismales entre los grandes
núcleos urbanos como Madrid y Barcelona, y las zonas castellanas despobladas. Las amplias
zonas metropolitanas atrapan actualmente a la mayor parte de la población, aunque en el caso
de España y Canarias, la importancia del turismo ha dejado su impronta en las repercusiones
urbanísticas. Las zonas costeras se modificarán totalmente convirtiéndose en pequeñas
ciudades. Desde el punto de vista económico, se trata de ciudades dependientes del turismo
que han visto aumentar su nivel de vida relativamente y de empleo de forma estacional, con los
inconvenientes que supone la subida del valor del suelo como ha sucedido en Baleares. La
especulación ha sido la protagonista principal de la destrucción de enclaves monumentales y
naturales de primera magnitud en España y nuestro entorno.

Canarias

Analizando la distribución de ciudades y poblacional por islas, se detecta una fuerte presencia
urbana en las dos islas centrales: Gran Canaria y Tenerife, que albergan un 1.750.000 residentes.
Estas dos islas cuentan también con aglomeraciones turísticas que agregan una gran cantidad
de población flotante, superior a un tercio de millón más. El sistema canario de ciudades queda
así caracterizando por una estructura urbana bipolar al que se agregan y conectan otros zonas
metropolitanas destacadas; como la que se estructura en el conjunto de la isla de Lanzarote que
supera ya los 150.000 habitantes.

Las islas de Tenerife y Gran Canaria, pueden considerarse hoy en día como ciudades con
extensiones metropolitanas en forma de anillos incompletos. En el caso de Tenerife, el proceso
de estructuración anular es más disperso y está más avanzado, existiendo tres ámbitos de
atracción caracterizados por el agrupamiento de la población: el área cabecera de la isla en torno
a Santa Cruz y La Laguna, el valle de La Orotava y la franja costera del Suroeste. En Gran Canaria,
presenta una situación diferente al existir un potente arco consolidado de urbanización que
parte de la capital, Las Palmas y se extiende hacia el sur a lo largo de los municipios de Telde,
Agüimes, Ingenio, Santa Lucía y San Bartolomé de Tirajana.

Las islas orientales se caracterizan por procesos de urbanización más incipientes aunque
complejos. Lanzarote funciona ya como un único ámbito suburbial de residencia dispersa
polarizado hacia su capital Arrecife. Ésta agrupación urbana de usos de centralidad interactúa
como centro de ocio, consumo y trabajo para los lanzaroteños que residen de una manera
diseminada ocupando los espacios agrarios del interior de la isla. Fuerteventura, se presenta ya
como otro sistema urbano caracterizado por tres núcleos situados en el centro y los extremos
de la isla: la capital Puerto del Rosario y Morro Jable y Corralejo en el Sur y el Norte,
respectivamente.

Finalmente, las otras islas occidentales muestran graves procesos de decrecimiento poblacional
en ausencia de condiciones favorables al progreso. La Palma, con sus ochenta mil habitantes
funciona como otro conglomerado urbano bipolar estructurado alrededor de Santa Cruz de la
Palma al Este y Los Llanos de Aridane al Oeste. Alrededor de ambas ciudades -hoy de pequeño
tamaño- se organizan una pléyade de asentamientos más diminutos de carácter más rural. La
Gomera (21.000 habs.) y El Hierro (10.500 habs.) presentan un tamaño poblacional aun menor
con situaciones de desequilibrio y de ausencia de alternativas económicas viables que propician
un cierto despoblamiento progresivo.

El Área metropolitana de Santa Cruz de Tenerife es una de las primeras de España. Según el
Cabildo de Tenerife se espera que el Área Metropolitana de Santa Cruz de Tenerife unirá seis
municipios en 20 años, debido al enorme crecimiento demográfico que ha experimentado. El
corazón del área metropolitana se articula entre las ciudades de Santa Cruz de Tenerife y San
Cristóbal de La Laguna. Ambas ciudades se encuentran físicamente y urbanísticamente unidas,
por lo que juntas tendrían una población de aproximadamente 375.000 habitantes (INE 2010).5
67 Por esta razón, ambas son consideradas ciudades gemelas.

Según esta definición, el área está formada por los municipios de Santa Cruz de Tenerife, San
Cristóbal de La Laguna, El Rosario y Tegueste, municipios en los que residen 403.013 habitantes
(INE 2010).
Según otras definiciones,también incluiría los municipios de Tacoronte y El Sauzal con lo que la
población alcanzaría los 435.558 habitantes

(César Manrique) – Lanzarote

A principios de los noventa, la sociedad de Lanzarote apostó por la contención del crecimiento.
El movimiento lo patrocinaron las élites culturales, con César Manrique como profeta. Al
regresar de Madrid y Nueva York en 1966, el pintor fue pionero en apostar por el turismo como
factor de desarrollo y, al mismo tiempo, el primero que reaccionó al crecimiento excesivo.
Pronto su discurso caló en la isla y se convirtió en hegemónico.

El Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOT) de 1991 fue el resultado legal de ese empuje.

Como dato destacable, hay que señalar que Lanzarote es el lugar con mayor cantidad de
imputados por corrupción urbanística de España, con cerca de un imputado por cada 700
personas, y 22 complejos turísticos ilegales

Fuerteventura (Puerto del Rosario) y la ampliación del suelo urbano y turístico

Santa Cruz de Tenerife, las Teresitas y Zerolo (2019):

La sentencia del Supremo confirma la connivencia y cooperación de los intervinientes en la


alteración del precio de los terrenos adquiridos para su venta al Ayuntamiento de Santa Cruz de
Tenerife, alterando el precio del valor real de los mismos, con perjuicio a las arcas municipales,
y mediante las operaciones llevadas a cabo, que, además, de quedar incursas en el delito de
malversación…

Conclusiones

Bibliografía

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