Sei sulla pagina 1di 2

Prácticas de sí contemporáneas: contraconductas de resistencia al poder

político.
Las prá cticas de sí son aquellas formas en la que los sujetos actú an deliberadamente
sobre sí mismos para transformarse, el pensador Michel Foucault las definió como:
“prá cticas que permiten a los individuos efectuar, solo o con la ayuda de otros, algunas
operaciones sobre su cuerpo y su alma, sus pensamientos, sus conductas y su forma
de ser, así como transformarse, a fin de alcanzar cierto estado de felicidad; de fuerza,
de sabiduría, de perfecció n o de inmortalidad (Foucault, 1999ª: 449), las cuales en un
sentido histó rico, han efectuado ética y políticamente la configuració n del sujeto
moderno, particularmente en occidente.

Estos aspectos conceptuales, pretenden relacionar prá cticas taoístas chinas, como el
arte marcial taoísta y demá s, con prá cticas cristianas corporales,
Dirigir la atenció n hacia esa extrañ ísima actitud producida por la cultura dominante
post-ilustració n de que la felicidad, la tranquilidad, la libertad, la moral y el
conocimiento verdadero sería, de manera exclusiva, el resultado de cierto tipo de
interacciones con los otros y con el mundo.
Como se instaura prá cticas de sí chinas en el orden social dominante, las cuales
reconocen que haber sido impensable alcanzar los fines má s elevados de la vida
humana por fuera de prá cticas sostenidas y disciplinarias del individuo sobre sí
mismo; prá cticas de sí. Cuando en occidente la misma noció n de actuar sobre uno
mismo aparecería, hasta tiempos recientes, como excéntrica y peligrosa para cultura
dominante.

Como las prá cticas de alquimistas, místicos y magos entre el siglo XVI y XVIII fueron
vistas como no institucionalizadas, y por lo tanto, sus efectos marginales,
simultá neamente, se configuraron o intensificaron una serie de prá cticas
institucionales, como ascetismo cristiano, el proceso civilizatorio, gobierno de las
familias y como de las escuelas, entre otras.

Ahora bien, e
Pero, aunque no soy partidario del relativismo lingü ístico, que quiere decir que cada
lengua tiene una concepció n del mundo si hay algo que se aproxima es la relació n de
la cultura-lengua china con la nuestra, radicalmente diferentes. La nuestra conlleva un
pensamiento analítico y la china má s sintético. Y esta es una de las cosas que podemos
aprender de ellos, su visió n de conjunto de las cosas y , entre ellas, la del cuerpo.
Forma un todo en el que todos los elementos está n interrelacionados. Lo que nosotros
diríamos una estructura diná mica.
Como esa perspectiva china irrumpe en las prescripciones aparentemente positivas
del cristianismo, y ahora de la vida en occidente…

Para pensar las prá cticas de sí contemporá neas podría concentrarse en las prá cticas
autocreadoras que serían las contraconductuales má s potentes a las modalidades
contemporá neas de gobierno, gobierno cuyo blanco ú ltimo es el sujeto mismo: la
naturalizació n de sus límites la fijació n de la identidad, la fabricació n de la
autoexperiencia de ser libre.

Potrebbero piacerti anche