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13 pasos para Triunfar en la Vida Cristiana

Te presentamos 13 propósitos que todos debemos establecernos para obtener el anhelado


triunfo:
1.-Reconocer que necesitamos que Cristo sea nuestro Señor, porque solo por medio
de él tenemos perdón de pecados y la vida eterna.

Juan 6:40 “Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en
él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero”.
Juan 10:27-29 “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 y yo les doy vida eterna;
y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 mi Padre que me las dio, es mayor
que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”
Para ser ovejas de Cristo tenemos que aceptarlo como nuestro salvador, esto debe de ser lo
más importante en nuestras vidas, el creer que Jesús es el Mesías esperado por los judíos,
Dios encarnado, que estuvo en la tierra y que murió por usted y por mí, y que resucitó al
tercer día, que ascendió a los cielos y está sentado a la diestra del Padre, y que solo por medio
de él tenemos acceso a la vida eterna.
Juan 1:9-11 “Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 10 en el
mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y
los suyos no le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre,
les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”

2.-Nutrirnos espiritualmente
El ponernos a dieta para rebajar de peso, es saludable para nuestro cuerpo, templo y morada
del Espíritu Santo. Pero necesitamos una dieta mucho mejor que la de dejar de comer,
necesitamos ponernos a dieta en relación a nuestros pecados, tenemos que dejar de hacer
aquellas cosas ocultas que nos debilitan espiritualmente y nos hacen ser personas
insensibles, gordas, pero de pecados.
Para lograr esto tenemos que llevar una doble dieta, una para el cuerpo y la otra para el
alma. Así como procuramos estar delgados y fuertes físicamente, debemos de fortalecernos
y estar llenos espiritualmente.
Fortalecer nuestro cuerpo es una cosa fácil, así como los maratonistas entrenan todos los
días para poder aguantar la difícil prueba de la maratón. Pero fortalecer nuestra alma es otra
cosa, no es nada fácil, El apóstol Pablo lo expresa bien en esta epístola:
Efesios 6:10-17 “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su
fuerza. 11 vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las
asechanzas del diablo. 12 porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 por tanto, tomad toda la armadura
de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14 estad,
pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y
calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16 sobre todo, tomad el escudo de la fe,
con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 y tomad el yelmo de la
salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 orando en todo tiempo con
toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por
todos los santos”
Esto significa estar sedientos de fuerza espiritual, apartados del pecado. Esta parte es la más
difícil pues las dietas espirituales requieren de un proceso que toma toda una vida. La
primera etapa, cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, somos sellados con su
Santo Espíritu, y desde ese momento somos santificados.
Esta parte es llamada la santificación inicial, pero luego, por el cambio habido dentro de
nosotros al haber sido sellados con el Espíritu Santo, viene la parte donde somos nosotros
los responsables de nuestro crecimiento espiritual.
El proceso se llama la santificación progresiva, y esta parte nos corresponde a nosotros
hacer el esfuerzo de apartarnos del pecado, lo que nos hace crecer y ser más fuertes, y este
proceso es para toda la vida. Por último, tenemos la santificación final, que se da cuando
llegamos a la presencia del Señor y le veamos cara a cara.

3.-Limpiar nuestro altar


(Una limpieza de nuestro corazón)
1ª Reyes 18:30-32 “Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le
acercó; y él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado. 31 y tomando Elías doce piedras,
conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada palabra de
Jehová diciendo, Israel será tu nombre, 32 edificó con las piedras un altar en el nombre de
Jehová”
…Después, Elías hace derramar 4 cantaros de agua por tres veces sobre el altar, hasta que
llenó la zanja, y luego implora a Jehová diciéndole que él es su siervo y que le responda y les
demuestra a los falsos profetas el poder Dios.
Entonces Dios hace caer fuego del cielo y consume todo el altar y la leña y las piedras y aún
lamió el agua que estaba en la zanja. Esto nos demuestra que un hijo de Dios en buena
relación con su Padre, Dios le puede conceder todo lo que le pida.
Así como Elías limpia primero el altar que Jacob había dejado abandonado, así nosotros
necesitamos limpiar nuestro altar, que es nuestro corazón, asiento y morada del Espíritu
Santo. Lo hemos descuidado, se nos ha endurado o encallecido, se ha convertido en algo
insensible, donde no dejamos que more Dios.
Así como todos los años nos proponemos limpiar nuestras casas de cosas inservibles,
tenemos que hacer un esfuerzo para que nuestro altar (nuestro corazón) esté limpio de toda
inmundicia que le hemos metido por tantos años. Hablo de rencores, odio, falta de perdón,
falta de fidelidad a Dios y tantas otras cosas más.

4.-Desear estar todos los días de nuestra vida en la casa de Dios


Salmos 27:4 “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová
todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su
templo”.
Para inquirir en su templo dice la Palabra. ¿Qué significa esto?
Inquirir es un sinónimo de escudriñar, en el sentido que las dos palabras se refieren a
indagar algo cuidadosamente. La palabra inquirir proviene del latín inquiere formada de in
(hacia dentro) querer (preguntar). Es decir, se refiere al acto de preguntar y seguir
preguntado, como lo hace un niño que pregunta ¿y por qué? ¿y por qué? hasta agotar la
paciencia de sus padres.
Como podemos ver, esta debe de ser la actitud de todo hijo de Dios, el estar siempre
preguntando a su hacedor, (Dios Padre, Dios Hijo y Espíritu Santo. Pero ¿Querrá Dios que
solo estemos en su templo y nos convirtamos en religiosos? Él quiere que lleguemos a
contemplar su rostro a ver su hermosura, que es la de nuestro Padre amado que les habla a
sus hijos por medio de las predicaciones y por medio de la Biblia.
No, él no quiere eso solamente, Él nos manda a escudriñar las escrituras y convertirnos en
verdaderos adoradores en espíritu y en verdad, por medio de la alabanza, y de nuestro
testimonio.
Muchos tenemos la costumbre de asistir a la iglesia un día a la semana y creemos que con
esto ya estamos bien con Dios, pero la verdad es que no, él quiere verdaderos adoradores,
personas que cumplan con todo lo que dice la Palabra, él quiere personas fieles a él.
Aquí podemos decir: aquellos que tienen la mirada puesta en Cristo Jesús como su modelo
de vida, aquellos que tiene la vista puesta en Jesús, el autor y consumador de la fe. De
aquellos que están decididos a tomar su cruz y seguirlo, aquellos que le puedan decir no al
pecado.
Pero hay otras razones poderosas para querer estar en su templo: Salmos 27:5
a) Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;
b) Me ocultará en lo reservado de su morada;
c) Sobre una roca me pondrá en alto.

5.-Aprender a amar y perdonar


Pedirle a Dios que nos de la fuerza para poder perdonar. Nadie puede amar a Dios si no ama
a su prójimo, y para amar hay que aprender a perdonar. Sin amor somos como recipientes
vacíos que solo suenan.
1Co 13:1-8 “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como
metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios
y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor,
nada soy. 3 y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi
cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. 4 el amor es sufrido, es benigno;
el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido,
no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, más se goza de la
verdad. 7 todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 el amor nunca deja de
ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.”

6.-Aprender a bendecir a Dios y a nuestro prójimo, empezando en nuestras casas con


nuestros hijos. Él nos ofrece muchas recompensas.
Salmo 103:1-5 “Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. 2 bendice,
alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 él es quien perdona todas tus
iniquidades, El que sana todas tus dolencias; 4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona
de favores y misericordias; 5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el
águila”.

7.-Anhelar los dones dados por el Espíritu Santo


1Co 12:1-11 “No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. 2 sabéis que
cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. 3 por
tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie
puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo. 4 ahora bien, hay diversidad de dones,
pero el Espíritu es el mismo. 5 y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6 y
hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. 7 pero
a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. 8 porque a éste es dada por
el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; 9 a otro,
fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. 10 A otro, el hacer
milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de
lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo
Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere”.
Romanos 12:6-8 “De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es
dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7 o si de servicio, en servir; o el
que enseña, en la enseñanza; 8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con
liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría”.

8.-Procurar tener una comunicación adecuada con Dios, y con nuestro prójimo
Debemos de empezar en nuestra casa. Dios siempre está dispuesto a escucharnos,
solamente necesitamos un corazón dispuesto.
Dan 10:11-12 “Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré,
y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en
pie temblando. 12 entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que
dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus
palabras; y a causa de tus palabras yo he venido”. Dios quiere que le hablemos con un corazón
humilde, que nos humillemos ante él, que es el Dios único y soberano. El Todopoderoso.
Salmos 63:1 “Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne
te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas, 2 Para ver tu poder y tu gloria, Así como
te he mirado en el santuario”.
Daniel sabía el significado de tener sed de Dios. El anhelaba tener una buena comunicación
con Jehová.
Pro 8:17 “Yo amo a los que me aman, Y me hallan los que temprano me buscan” Dios siempre
está pendiente de sus hijos, y quiere que desde muy temprano estemos en comunicación con él.
Elías y David eran ejemplo de personas que tenían una buena comunicación con Dios. Esto no
quiere decir que no hubiera otros, la Biblia habla de muchos personajes que sí la tenían y que
estaban dispuestos a escuchar a Dios y hacer lo que él les mandaba.

9.-Estar preparados para cuando venga la prueba:


Cuando vengan las pruebas “el día malo”. Efesios 6:13“Por tanto, tomad toda la armadura
de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.”
¿Qué pasa cuando nos dicen que tenemos un cáncer terminal, o que un hijo o un padre tiene
un gran accidente, y no hay dinero para que pueda ser operado, o cuando nos metemos en
deudas y viene la amenaza de embargo, cuando hasta el sueño se nos ha ido, cuando nos
viene la angustia? ¿Qué hacemos? ponernos a orar (por lo menos tres veces al día),
dialogamos con Dios, pero el parece que no nos escucha, y nosotros estamos esperando la
respuesta, quisiéramos que fuera inmediatamente.
Veamos lo que dice la Palabra: Podemos decir que los que aman a Dios todas las cosas les
ayudan a bien, pero si cumplimos con todos los pasos anteriores, y tenemos fe. Romanos
8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los
que conforme a su propósito son llamados”.
1ª Pe 4:12 “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si
alguna cosa extraña os aconteciese, 13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los
padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran
alegría. 14 si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso
Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero
por vosotros es glorificado.”
10.-Tener fe que Dios ya está haciendo la obra.
Santiago 1:2-4 “Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la
dispersión: Salud. 2 hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas
pruebas, 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4 Mas tenga la paciencia
su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. 5 y si alguno
de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin
reproche, y le será dada. 6 pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante
a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Ro10:17) “Porque en el evangelio
la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”(Ro
1:17)
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea
que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”(He 11:6).
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (He 11:1)

11.-Permanecer todo el tiempo con la mirada puesta en Jesús


El objetivo de principal de nuestra vida es tener la mirada puesta en Jesús, que sea él nuestro
modelo a seguir: hebreos 12:2-4 “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe,
el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó
a la diestra del trono de Dios. 3 considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores
contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. 4 Porque aún no
habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado” Efesios 4:13-15 “hasta que
todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños
fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres
que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, 15 sino que siguiendo la
verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo” Proverbios
4:18 “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que
el día es perfecto”.

12.-Aprender a dar a Dios lo que le corresponde


¿De quién es realmente todo lo que tenemos?
Salmos 24:1-2 “De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.
2 porque él la fundó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos”.
La verdad es que Dios es el dueño de todo.
Malaquías 3:6-12 “Mal 3:6 “Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis
sido consumidos. 7 desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las
guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas
dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? 8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis
robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. 9 malditos sois
con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. 10 traed todos los diezmos
al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si
no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que
sobreabunde. 11 reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la
tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.12 Y todas las naciones
os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos”.
¿Cómo es que le estamos robando a Dios? Cuando nos quedamos con lo que le pertenece a
él.
Esta es la única parte de la Biblia donde Dios dice que lo probemos. Quizás es la parte más
difícil para muchos de nosotros, porque nunca nos alcanza el dinero, siempre estamos
escasos o con grandes deudas. Y siempre pensamos: “bueno, le daré al Señor cuando tenga
suficiente y me sobre algo de dinero” La verdad hermano es que no le vamos a dar a Dios de
lo que nos sobra, pues él es el dueño de todo.
Como vimos en Salmo 24:1” De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él
habitan”. Nosotros tenemos que confiar en Dios y pensar que dando la décima parte de toda
ganancia que recibamos, él mismo se compromete a bendecirnos y a abrir la ventana de los
cielos y derramar bendiciones sobre nosotros hasta que sobreabunde y no solo nos promete
eso, también dice que reprenderá al devorador, que es Satanás. Esto quiere decir que no
permitirá que nos haga ningún daño, porque la verdad que todo mal que nos viene a nuestra
vida, viene del diablo.
El ejemplo lo podemos ver en el caso de Job, Dios le permitió a Satanás a que le tocara en
dos veces Job 1:9-12 “Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?
10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus
manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. 11 pero
extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma
presencia. 12 dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente
no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová”.
En esta primera vez, Job perdió todo lo que tenía y no le reclamó nada a Dios, solamente dijo:
“Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, Jehová quitó; Sea
el nombre de Jehová bendito”. (Job 1:21)
Job 2:3-6 “Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como
él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía
retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?
4 respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su
vida. 5 pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra
ti en tu misma presencia. 6 y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; más guarda su
vida”.
Esta es la segunda vez que Dios le concede a Satanás tocar a Job. Como podemos ver el mal
viene de Satanás cuando Dios se lo permite. Pero en Malaquías Dios promete que reprenderá
al devorador, y esta garantía es la que nos debe de bastar para sentirnos seguros que Dios
se encargará de protegernos del mal. ¿Por qué? Porque es la palabra de Dios lo garantiza.

13.-Aprender a dar fruto como resultado de nuestra conversión


Santiago 2:14-20
Las obras son el fruto de nuestra conversión, nadie puede ser salvos y no dar frutos
“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá
la fe salvarle? 15 y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del
mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos,
pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17 así
también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo
tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 19 tú crees
que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. 20 ¿Más quieres
saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?” Esto no quiere decir que somos salvos
por obras, lo podemos ver en:
Efesios 2:8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 porque somos hechura suya, creados en
Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos
en ellas”.
Nadie puede hacer obras si no ha sido transformado en una nueva criatura, si no ha nacido
de nuevo no puede dar frutos dignos de arrepentimiento.
Mat 3:8 “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 17 Así, todo buen árbol da buenos
frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 no puede el buen árbol dar malos frutos, ni el
árbol malo dar frutos buenos. 19 todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el
fuego. 20 así que, por sus frutos los conoceréis”
Salmos 37:3-4“Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la
verdad. 4 deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón”.
La Palabra de Dios está llena de promesas para nosotros, todo está en que queramos
apropiarnos de ellas. ¿Qué es lo que tenemos que hacer para lograr el triunfo que tanto
deseamos? Solamente creer.
¿Quiere usted triunfar? Solo haga lo que dice este pequeño manual. Pero para que pueda
cumplir lo que dice este manual, lo primero que tiene que hacer es recibir a Cristo como su
Señor y Salvador, y usted será un triunfador, no solo en el año 2012, sino toda su vida.
Que Dios los bendiga hoy y siempre, y le de mucha prosperidad como él nos ofrece en
Malaquías 3:10 “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme
ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y
derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. 11 reprenderé también por
vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será
estéril, dice Jehová de los ejércitos.

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