Había una vez un niño que le gustaba mucho el futbol.
Un día, a principio de año en el colegio fue a su sala su tío de educación física y lo invito a su escuela de futbol de “colo colo”. El niño estaba tan feliz y emocionado porque era la primera vez que lo habían invitado a una escuela de futbol.
Cuando llego a la casa le dijo a su mama ¡mamá, mamá
mi tío me invito a su escuela de futbol! Lamentablemente la mamá le dijo que no podía ir, porque el niño tenía un hermanito que era muy bebe, tenía 12 meses y la mamá no lo podía ir a dejar con su hermanito ya que quedaba muy lejos y además esos días estaba lloviendo, motivo por el cual el niño estaba muy apenado porque estar en una escuela de futbol era su mayor sueño. Al niño le tocaba ir los días miércoles y sábados.
Hasta que un día su tío se puso de acuerdo con su
mamá. Y el tío le dijo a la mamá que él lo llevaría todos los días miércoles. Así fue como el niño cumplió su sueño y llego a la escuela por primera vez. Fue muy bueno porque el niño conoció nuevos amigos y nuevos compañeros. Entreno, entreno y se esforzó mucho por ser el mejor. Hasta que un día lo invitaron a jugar a otro país porque era muy bueno y se hiso profesional y finalmente cumplió su sueño de ser futbolista y le pago los estudios a su hermano y vivieron felices para siempre en otro país.