Ensemble Lauda

Episodios del drama litúrgico, siglo XII

DIRECCIÓN Y TRANSCRIPCIONES:
HENRY VIDAL
viella, cítola, arpa y voz

CLAUDIA ALMANZA
flautas de seis agujeros, flauta & tambor y voz

GABRIELA CARBALLO
cítola y guiterna

REINALDO PONCE
percusión y voz

YANELYS SMITH
soprano

IVON FACENDA
mezzo soprano

ALEXEI SCASSO
tenor

JORDANIS GUZMÁN
declamador

AGRADECIMIENTOS:
ENSEMBLE LAUDA
Hanoi Vidal Música Medieval
Iglesia San Francisco de Paula
Conjunto de Música Antigua Ars Longa Tel.: (537) 7874-9092
Centro Nacional de Música de Concierto vidallauda@gmail.com
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ANNO 2019
Ludus Danielis
Una celebración festiva, una obra maestra de la
edad media. Destaca por su riqueza, profundidad y
variedad musical. Posiblemente fue interpretada
por los jóvenes clérigos de la catedral de Beauvais,
Francia, hacia fines del hi XII, del que tenemos
referencia, al menos por el prólogo con el que co-
mienza, que fueron dichos clérigos quienes lo es-
cribieron; sin embargo, el manuscrito (Egerton
2615) donde se conserva en Inglaterra, es de una
fecha cercana al año 1230. El juego de Daniel em-
plea poesía, música, espectáculo visual, drama,
suspenso, humor, ironía; es posible describirlo
desde la modernidad como una “ópera medieval”.
La trama se basa en varios episodios del Libro
de Daniel, resumidas en la primera prosa, du-
rante la cual el rey Belsasar y sus nobles -
entran en la Iglesia- celebrando una gran fiesta
con el botín saqueado del templo de Jerusalén.
En plena celebración una mano derecha apa-
rece y escribe un misterioso texto en la pared
“Mane. Techel. Phares”
La música de Ludus Danielis reúne diversos esti-
los en boga. Los compositores anónimos de Beau-
vais combinaron cantos simples, melodías popula-
res, animadas danzas, lamentos apasionados y ele-
mentos de dramas más antiguos para conformar
esta gran obra. Emplean formas complejas propias
de la liturgia como el himno, responsorio y se-
cuencia.
A pesar de su sofisticación literaria y musical,
no fue simplemente una exquisita obra de
composición dramática, sino también un
evento ‘teatral’ que formó parte de las celebra-
ciones posteriores a la navidad.
La fiesta de los locos Programa
A mediados del siglo XII, fue entregado el 1ro de INCIPIT Y PROSA
enero a los clérigos más jóvenes, los subdiáconos, Ad honorem tui Christe
y su –festum subdiaconorum– a menudo se co- Astra tenenti
nocía como la ‘fiesta de los asnos’ o la fiesta de
los locos. Era un día en la que la jerarquía normal CONDUCTUS
de la catedral estaba al revés. No había ningún Iubilemus regi nostro
Vocate Mathematicos
ordo para este día. Era una reunión de amigos de
todo el país, una fiesta –tripudium– palabra aso-
CONDUCTUS Y VERSUS REGINA
ciada con banquetes y bailes.
Cum doctorum et magorum
Los sermones se quejaban de todo tipo de
malos comportamientos: Máscaras, disfraces Ut scribentis noscas ingenium
y fingida locura, poesía pecaminosa, bailes,
CONDUCTUS DANIELEM
risas; sacerdotes aplaudiendo o tocando ins- Vos Danielem
trumentos de cuerdas y tambores; comiendo, Hic verus dei famulus
bebiendo, repiqueteos salvajes de las campa-
nas de la catedral, jóvenes montando sobre DANIEL ET BELSASAR
un asno y golpeándose unos a otros con un Rex, tua nolo munera
palo mientras corren por la iglesia.
CONDUCTUS REGINE ET DANIELEM
Solvitur in libro Salomonis
Todas estas travesuras hubieron de ser incor-
Regis vasa referentis
poradas al drama de Daniel: Belsasar es rey
por un día, violentamente destronado por PROSA
dos cantantes que corren por la iglesia para Ecce rex Darius
‘destronarlo. En su fiesta los babilonios co-
men y beben en el altar de recipientes genui- PRINCIPES ET LEGATI
namente sagrados. Los cortesanos del rey Audite príncipes
Darío hacen repetidas referencias al tripudio. Ex regalis venit imperio
Finalmente, Darío termina convirtiéndose en
CONDUCTUS DANIELIS: IN HOC NATALITIO
el señor de los tontos, un verdadero rey bu- Congaudentes celebremus
rro. Así la tradicional fiesta de los locos se Quia novi te callidu,
convierte en un símbolo religioso, trasmutan-
do los excesos en un espectáculo dramático. HIMNO DE FULBERTO DE CHARTRES
Toda la blasfemia se atribuye a los malos ba- Deum Deanielem Numptium vobis
bilonios, mientras Daniel es un modelo de
obediencia y sufrimiento inocente. HIMNO
Te Deum