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La producciones que estamos compartiendo integran un número temático de la revista dedicado a estudios de frontera que fueron
evaluados positivamente por el Comité Académico de la Revista Peldaños, en modalidad de doble ciego. Se trata de cinco artículos
elaborados por estudiantes y docentes del Centro Regional de Profesores del Norte, de las especialidades Historia y Sociología, que
están abocados a producir conocimientos sobre identidad, frontera y democracia.
El primer artículo escrito por el Profesor Alejandro Gau de Mello, titulado “El paisaje cultural en clave tecnológica interpretativa. Acerca-
mientos semánticos”, es un trabajo interdisciplinario que nos aproxima a la región fronteriza del Arroyo Yaguarí desde las miradas de la
Historia y la Sociología.
El segundo artículo titulado “Las festividades en la comunidad de Cerro Pelado como manifestación de la identidad colectiva” tiene como
autores a estudiantes del profesorado de Historia, que tomando como eje la cultura, han desarrollado una investigación para recons-
truir la historia de esta comunidad. Es un interesante relato que se focaliza en las festividades propias de Cerro Pelado.
El tercer artículo de los docentes Carla Custodio y Alejandro Gau de Mello titulado “Una frontera en los hiatos insubordinados del impro-
viso”, plantea una problemática antropológica y social de la frontera rural entre Brasil y Uruguay que toma como centro del análisis a
un improvisador que vivió hace medio siglo en un pueblo de esa zona, Adiodato Leites.
El cuarto artículo, titulado “Los Inmiemprendedores: grandes propietarios en el medio rural en Rivera entre 1860 -1950”, es el resultado de
una investigación realizada por estudiantes de la especialidad Historia que se focaliza en los terratenientes que tuvieron una fuerte
influencia en la formación de la localidad de Cerro Pelado. Para ello reconstruyen la historia de dos familias de inmigrantes y al mismo
tiempo los modelos productivos que se desarrollan en la zona.
Finalmente, el último artículo, cuyos autores son estudiantes de la especialidad Sociología, titulado “Camarao nao e resto” es una
investigación que se focaliza en el trabajo doméstico en la ciudad de Rivera, en una zona de influencia de las costumbres brasileñas,
dejando al descubierto algunas “fantasías sociales” así como contradicciones y conflictos que afectan a estas mujeres.
Los trabajos recogen experiencias cercanas, cotidianas, y muchas veces invisibilizadas para quienes no compartimos la vida en la re-
gión y sus costumbres; nos muestran un mundo pequeño desde el punto de vista geográfico, pero enorme en su significación social
para los pobladores.
Desde las coordinaciones académicas saludamos el trabajo realizado por el equipo docente que orientó a los estudiantes y que acom-
paña su formación disciplinar con experiencias investigativas que estimulan la producción escrita, y animamos a docentes y estu-
diantes de todo el país a centrar las miradas sobre sus realidades más próximas a fin de profundizar en el conocimiento de un país
desconocido en sus particularidades regionales.
El paisaje cultural en la región fronteriza del Arroyo Yaguarí. Los límites de las identidades colectivas, la memoria, el pasado y
el olvido en un acercamiento entre la historia y la sociología desde una ecología de interdisciplinariedades. La ubicación de
las localidades y desde ellas una mirada con intenciones simbólicas. Todas intenciones para a través de las mismas alcanzar
lecturas de paradigmas de otredad.
■■ Introducción
Textura tecnológica
La ubicación. Primer acercamiento al
paisaje cultural en construcción
1 Profesor en Ciencias Sociales, Mención Historia. Especialista en Política y Gestión de la Educación. Magíster en Política y Gestión de la Educa-
ción Centro Latinoamericano de Economía Humana CLAEH Montevideo. Docente del Centro Regional de Profesores del Norte-Rivera, Uruguay.
Integrante del Equipo Multidisciplinario en Estudios de Frontera (EMEFRO). Rivera, Uruguay. Código Postal 40000. Correo electrónico: alejandro-
gaudemello@gmail.com
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■■ Desarrollo temático operativo constante construcción. El algo: las identidades culturales en una
frontera cultural que hemos dado en llamar Paisaje Yaguarí.
Entrada al universo más simbólico.
El yaguarí como espacio imaginado. Alguna vez Nietzsche afirmó que la verdad se crea. Lo que se re-
Segundo acercamiento. La historia presente no será el límite del mundo entorno del Yaguarí. Si bien
cultural desde la imaginación será un pequeño momento aprehendido, para nosotros marca
una señal, una significación que en última instancia se remite a
En la investigación que se propuso y sigue proponiéndose in- la relación problemática entre el lenguaje y el mundo exterior
terpretar la historia y las manifestaciones culturales de la gente como nos lo recuerda Burke (2006). No es ni podría ser un reflejo
que ha habitado el Arroyo Yaguarí a lo largo del tiempo, hemos del mundo, siempre más complejo, siempre más esquivo, conno-
optado por entender que se produce interpretación cuando se tando otra paradoja de la investigación, su opacidad como una
realiza la construcción de un enunciado sobre un objeto, cuando característica en el marco paradigmático actual.
el investigador media entre el objeto y el momento en el que se
produjo tales encuentros. La interpretación es el resultado de en- Sin embargo, cuando queremos acceder al universo desde un
cuentros, rehén de las circunstancias que hacen del objeto inves- perfil más simbólico lo hemos hecho desde las prácticas de la
tigado sujeto de enunciación de una paradoja, la de ser portador gente corriente. Esto nos permite estar en un ambiente donde
de una verdad efímera, característica de una investigación cohe- los conceptos nos traerán de vuelta al nivel ético-político. La
rente con el consumo de sí, incoherencia con una producción de vuelta a las opciones, a las decisiones que son las que hacen suje-
conocimiento que desde el discurso más políticamente correcto to al enunciador de sus propias realidades, desde su imaginarse,
necesita generar insumos para el futuro. Futuro que pierde senti- en el momento que interpreta el sujeto-objeto, que tiene, por su
do ante las emergencias de un presente constante. Indetermina- parte, el rol de hacerlo.
ción de la investigación, imposibilidad de cierres.
Pequeño instante de empoderamientos y fugas. A través de las
El modelo tríadico arriba citado nos permite buscar significados, prácticas vislumbramos las tácticas en el territorio Yaguarí. Me-
operación típica del nivel de análisis más simbólico. Estos sig- diante prácticas la gente corriente “inventa” lo cotidiano como
nificados quieren escuchar la polifonía, ver lo que es o se cree dice Certeau, o construye. Cada época fabrica mentalmente su
visible e intentar comenzar a desentrañar lo invisible e invisibili- representación del pasado como sostenía Febvre (2017), con lo
zado. Para logarlo, nos apoyamos en un sentido crítico, en la mul- cual la gente del Yaguarí fabricará la suya. Nosotros al colocarnos
ticulturalidad crítica que parte del poder como problema, para el sayo de “investigadores de lo cultural e histórico” abordamos
conceptualizar epistemes (Walsh, 2009) las que siempre indican, burdamente esta fabricación, atisbando un producto, el del Pai-
formas de conocer el mundo. El cómo se intenta lograrlo es a tra- saje Yaguarí como concepto de Paisaje Cultual (Criado Boado,
vés de la construcción de un mosaico desde las narraciones de 1999), en la cuenca del Arroyo Yaguarí. En última instancia, me-
los sujetos, o sea, de los enunciados de las personas en este caso, ros robos de identidades culturales son parte de la contradicción
entrevistadas. interna de este tipo de proceso de producción de conocimiento.
En estos lugares epistémicos estriban las uniones entre historia
Estamos pues, intentando imaginarnos cómo puede ser la fron- y sociología.
tera cultural con una mirada desde adentro, lo cual nos permite
indagar al aspecto simbólico y de imaginación narrado por el
sujeto. Para ello, éste parte de la posesión mediante el retorno
■■ Hallazgos epistémicos…
del pasado, olvidando olvidos, produciendo anamnesis. El marco El punto del cual partimos no es otro que el de una opción, el de
que permitirá tal posición de ellos y de nosotros, conformando la innecesaria delimitación. Por tal motivo, la decisión técnica de
un nosotros otro, funcional al momento y a la mediación entre hablar, estudiar, dialectizar desde una cuenca como universo de
objeto y tiempo realizada por quien investiga, es el de las re- análisis es una excusa para a través suyo, abordar un tema que
presentaciones. Lo que se represente, será la representación de en realidad le es transversal, la identidad cultural, construida a
la memoria, aspecto que emerge de las identidades culturales, través de la no siempre armónica relación entre la memoria y la
frontera cultural, válida y validada para el instante en que se historia. El Paisaje Cultural (Criado Boado, 1999) entendido como
captó. Fugaz, efímera, emergente, circunstancial, producto de un escenario de singular belleza natural, pero más que nada, do-
consumo, son algunas de las características de algo que está en
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tado de valores culturales específicos, es el eje del análisis cons- historia oral como una herramienta metodológica de importan-
truido, que intentó identificar el discurso narrado en la frontera cia. El segundo, toma a la memoria como una historia social del
norte del Río Negro en general, y en el Yaguarí en particular. Las recuerdo y nos remite a las preguntas de cómo se transmite la
interacciones del ser humano con el entorno a lo largo del tiem- memoria pública, cómo se transforman esos modos y cuáles son
po permitieron construir un paisaje, cuya intención fue tratar de los usos del olvido. Preguntas éstas del orden de la justificación
visualizarlo y hacerlo visible, en un proceso que lo podríamos de lo qué se entiende por historia con contenido de memoria
bautizar de visibilización fronteriza. En el paisaje cultural habita (Candau, 2002; Gilis s/a; Halbwachs, 2004; Nora s/a).
una ecología de sociologías e historias micro.
La profundidad de la historia de las comunidades en el Yaguarí es
En el Yaguarí a lo largo del tiempo, desde el inicio de la presencia de miles de años como ya se dijo, y desde entonces, el paisaje se
humana en este territorio hay un aspecto que lo atraviesa como culturaliza. Ejemplos de ellos, ejemplo de elementos en acuerdo
una constante, mucho más allá del idioma siempre cambiante, entre los sujetos y el propio paisaje, son la arquitectura monu-
mucho más allá de las divisiones políticas siempre circunstancia- mental representada por los cerritos de indios de su cuenca baja.
les, y es la presencia de la gente. Es común encontrar generacio- Sin embargo, éstos no son los únicos ejemplos. Territorializar sig-
nes de personas que se mueven dentro del territorio. En la pre- nifica también producir por parte de las comunidades los espa-
historia es altamente probable que los constructores de cerritos cios de experiencia y los horizontes de expectativa.
de indios que se encontraban en el Yaguarí, se movieran dentro
de la cuenca del arroyo. Hoy en día, continuamos presenciando En la dialéctica de ambos, hábitat de las identidades, están otras
gente que sigue la trayectoria de su vida alrededor del arroyo, construcciones materiales que conforman los acuerdos entre
bordeando sus costas. personas y paisaje, como lo son las estancias, las mangueras de
piedra y sus usos. En el Yaguarí hay usos para esas construccio-
A veces literalmente como nuestros montaraces, a veces tangen- nes, hay también significados para los mismos, que no son igua-
cialmente como los propios pueblos que están próximos a su les a lo largo del tiempo. En las mismas estancias, en los mismos
cuenca, por tratarse de una reserva de agua para la gente y para cascos de ellas, hace más de cien años, había en la cuenca alta,
la producción, a veces como los poetas y músicos, por tratarse verdaderos criaderos de esclavos. Hoy, esos cascos explican otros
de parte de su fuente de inspiración. Muchos son los motivos significados, otros usos para esos lugares. Como ese ejemplo, en-
materiales y también inmateriales que conspiran a favor, que ha- contramos muchos otros que nos permiten afirmar casi desde el
cen que en el Yaguarí haya existido una permanencia, la de una sentido común que el paisaje cultural es transformativo.
migración interna al territorio. Este es parte de su paisaje. Este es
también parte de ese paisaje amenazado, por el éxodo rural ac- Las identidades al ser construcciones políticas y sociales, evi-
tual, por la pobreza, por las distancias, por las ausencias. Mística denciadas a través del lenguaje, tienen en la memoria una po-
en cambio, mística en angustia. sibilidad. Si identidad y memoria son construcciones políticas y
sociales y si como tales, son evidenciadas a través del lenguaje,
entonces, anclar en la visoespacialidad (Amuchástegui, 2008) y
■■ Conclusiones operativas
desde ella otear las relaciones de estructuras, las estrategias para
De Certeau, y las representaciones, las tácticas-prácticas, es defi-
Interpretación. La tecnología del análisis.
nir identidad a través de la memoria.
Descomposición y recomposición del
territorio de investigación. La expresión
de deseo de un discurso político otro Con el lenguaje, herramienta fundamental del proceso de inves-
tigación nuestro, accedimos a nuestra ruptura lingüística, opción
En la cuenca del Arroyo Yaguarí hay una memoria, hay muchas epistemológica que nos acompañó, decisión que nos permitió
memorias. Si por un lado los individuos recuerdan lo suyo, as- advertir que la información obtenida era traducida en términos
pectos vistos en las entrevistas, en los testimonios desde ellas de significación, y de sentido. Siguiendo la propuesta de Ibáñez
brindados, por otro, lo que debe ser recordado es una opción del (1991), consideramos que nosotros en tanto que investigadores,
grupo. El historiador estudia la memoria y lo hace a muy grandes registramos información (acceso al universo más positivista) para
rasgos por dos motivos. El primero de orden metodológico, por interpretarla.
considerarla como fuente histórica, nos permite remitirnos a la
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Nuestra interpretación sigue los derroteros marcados por la me- valorar las tradiciones, la libertad del campo, la naturaleza, las
moria comunicativa expresada a través del testimonio y de sus fiestas, etc. son todos por principio, enunciaciones que empode-
representaciones. Los bailes del pasado marcados por un fuerte ran. La posesión posiciona al sujeto a través del lenguaje y esto lo
perfil racista, donde en localidades como Moirones, Rincón de devuelve a su condición más humanizada.
Yaguarí, Amarillo, Abrojal, los había aquellos destinados a las
personas de “familia”, en los que los afrodescendientes no podían
entrar. En esos bailes las representaciones definían una sociedad
interpretada bajo la discriminación, donde lo simbólico nos lo
ofrece la afirmación que “de familia” eran personas blancas, sin
considerar otro factor que el meramente fenotípico.
Todos ellos son dobleces. Los dobleces son figuras para la inter-
Por un lado la Historia, por otro la memoria social en tiempo, pretación de la interculturalidad crítica. La categoría de Paisaje
espacio. De su mezcla, un concepto que emerge, el de Paisaje Cultural asociativo (Silva y Fernández, 2015) enmarca al caso del
Yaguarí. Estamos ante la frontera cultural porque en ella y por ella Paisaje Yaguarí y es en los cerritos de indios, en las actividades
se sincretiza el lenguaje. En la interpretación cultural encontra- productivas, pero también en su poesía que identificamos el tipo
mos en el pasado guaranítico-misionero en la cuenca del Yaguarí de paisaje que se decanta en ese territorio. Cuando se dice que
el origen de buena parte de la toponimia. Nombres como el del los Paisajes Culturales cambian, se transforman a lo largo del
propio Arroyo Yaguarí, o Cuaró, son de origen guaraní. Junto a tiempo, en el caso del Yaguarí, del Paisaje Yaguarí, un claro ejem-
ellos, la presencia jesuítica marcada por el nombre de la localidad plo lo visualizamos desde la organización socio-económica. Este
de Cruz de San Pedro, bautismos del Siglo XVIII. Antes, el idioma es el caso de las redes físicas, de los caminos en diacronía.
guaraní, hoy otra diglosia, la del portuñol (Gau y otros, 2012)
Antes las picadas, hoy los caminos que alejan localidades que
Esclavizados que hasta hoy tienen sus descendientes como los si bien en línea recta están muy cercanas, a escasos kilómetros
encontrados en la cuenca alta del arroyo; traducciones culturales entre sí, en cambio, la transformación de las coordenadas de
como los nombres de muchas localidades de hoy, como son los ocupación del espacio, obliga a que las comunidades se alejen,
casos de Moirones, Cortume, pero también el contrabando típi- cercando al individuo en un brete que lo empuja a la ciudad. En
co de la sobrevivencia fronteriza, realidad que va más allá y que la prehistoria los caminos eran otros. Hoy lo que tenemos son
caracteriza a toda la historia de la región del Plata. Todos ellos territorios a explotar donde la acumulación de riqueza coloca a
ejemplos de una frontera cultural desde fuera. Desde adentro, la ciudad como protagonista. Doble explotación, por ser del in-
la frontera cultural es imaginada a través del testimonio, cuando terior, por ser rural. Realidad fronteriza. Sólo habrá mundos si el
por ejemplo el sujeto afirma que el Yaguarí es importante porque dominio o la explotación dan paso a lo más humano, a lo cultu-
es el lugar de la niñez, de la posibilidad de poetizar, de hacer mú- ral, a su valoración. Se exige una nueva dinámica para la entidad
sica (Gau, 2015). Entramos en posibilidades de unión a nivel de espacio.
sensibilidades y de estudios sociales de las mismas.
nuestra siguió lo propuesto por Criado Boado (2010) cuando jugación, para hacerla una posibilidad analítica, creo que lo mejor
afirma que todo lo que debe ser considerado bajo la noción de es hacerlo desde un lenguaje más didáctico, desde la imagen.
permanencia, que activa esa idea, necesita ser puesto bajo la
mirada de la identidad cultural. Los monumentos son un caso. Buscamos afirmar el para qué de nuestro trabajo, el de una edu-
En cambio, objetos de percepción relacionados con las activi- cación que incluya en el discurso los hechos, praxis de nuevas
dades económicas, y registrados en tiempo presente, debido a formas de aprendizaje. Desde lo educativo creemos que lo micro
las actuales características del capitalismo tardío, como lo son debe incluir a lo macro y viceversa, lo local a lo regional, lo na-
en ese territorio las plantaciones de soja cercanas a Lapuente y cional a lo mundial, lo universal a lo particular, lo homogéneo
Los Vázquez, la forestación incipiente pero ya con fuerte presen- a lo heterogéneo. Todo porque para nosotros, la Historia puede
cia especialmente en la región de Rincón de Yaguarí y Abrojal, si incluir historias. Lo que describimos a lo largo de más de un cen-
bien provocan un impacto, característica compartida junto a los tenar de entrevistas, de visitas sistemáticas a archivos nacionales,
monumentos, no se indica su intención de permanencia, y por locales y regionales, a más de siete mil kilómetros de recorrido
lo tanto, característica de la identidad cultural. No serían a priori interno como forma de interiorizarnos del universo de estudio,
casos de identidad cultural. fueron actos de identidad como ejemplo de creación (o co-crea-
ción) de identidades.
Así como la cuenca del Yaguarí desde sus localidades, sus histo-
rias, sus culturas fueron objetos de nuestro trabajo investigativo, Lo que pudimos extraer fueron actos performativos de esas iden-
también nosotros en tanto sujetos en proceso fuimos figuras tidades, captadas en un momento, el de la investigación en su
objetuales. En ese paradigma otro afirmamos junto a Ibáñez, la ejecución. Hay muchas otras identidades que describir, a descu-
contradicción lógica como una característica interna del trabajo. brir. En todas ellas, la opción por la frontera. Nos quepa una im-
El tiempo de las entrevistas, el tiempo de la búsqueda de fuentes posición a modo de deber ser, la que la frontera no se transforme
escritas, el tiempo de recorrida dentro del territorio, el tiempo en en un universal, en una abstracción a más. Para evitar tal aporía
que se encuentra inmerso el objeto, son tiempos de una fase del hemos considerado que estudiar el Yaguarí desde distintas óp-
capitalismo, son todos tiempos que se queman en el consumo ticas y durante un lapso de varios años, es lo que a priori nos
de productos como los que arrojamos como resultados, un do- posibilitaría evitar las visiones maniqueas y universalizantes, tan
cumental, un libro y un sistema de información geográfico, para típicas de Occidente, desde la Metafísica.
el consumo de los estudiantes de las localidades pertenecientes
Yaguatirica.
a la cuenca. Quienes investigamos lo hicimos desde nuestras op-
Yaguatirica, gato del monte
ciones de percepción, y de la síntesis de la interpretación de un
cual fue la gata que te alumbró
objeto para un momento del intérprete y del interpretado-obje-
con ese cuero tan amarillo
to. Se asoma el concepto de Paisaje Yaguarí.
y manchas negras cual venteveo.
Quedan como expresiones de deseo preguntas. Ellas podrían ex- Yaguatirica gato fasero
presarse a partir de otras opciones, ellas remiten dudas acerca de ojo isgrelado de mboi-tatá
¿cuáles son las características del mismo? ¿Sus identidades más allá en el monte voy y te espero
profundas? ¿Cuántos y cuáles olvidos quedan? ¿Cuántos territo- parahacer junta de caiporá…
rios quepan desde lo tecnológico? ¿Hay lugar para otros concep-
Estrofas de una popular canción de Yoni de Mello, inmortalizada
tos? ¿Se otean otros nuevos paisajes otros?
en la voz de Alfredo Zitarrosa. Yaguatirica se llamará el puente so-
bre el Yaguarí, en Ruta 27 a la entrada del poblado de Moirones.
■■ Epílogo para una nueva obertura
”…entender necesariamente que la cultura está enraizada, que la
La Historia y la Memoria se quisieron conjugar a partir del discurso
cultura y la identidad necesitan de raíces... Y las raíces se crean,…
generado por la Investigación cuyo pretexto fue la historia y la cul-
cómo se generan, conociendo, observando, queriendo, lo que nos
tura de las localidades cercanas al Arroyo Yaguarí, con el trasfondo
rodea, en lo que estamos inmersos, en lo que vivimos…” 2
ético-político de acercarnos a la gente. Para hacer operativa la con-
Pertenecer o sentirse parte de algo es el factor primordial para policial, mejores vías de acceso, más y mejor empleo, mejores po-
las identidades. Esto quiere decir que las personas de determi- sibilidades de desarrollo local, de producción sustentable respe-
nadas colectividades se relacionan entre sí y con los demás de tuosa de la naturaleza, de sus tiempos, del suelo y del subsuelo,
una manera determinada. No es posible entonces, pensar en las son algunas de las necesidades. En el corto plazo el rezago de
regiones, en los paisajes culturales como algo homogéneo. In- tantas familias empobrecidas requiere respuesta del Estado.
cluso debemos ir más allá, y afirmar que las características de ese
paisaje pueden ser coherentes y lógicas para el propio paisaje, Pronta y urgente respuesta. Sin embargo, le cabe a la Historia
para la época en el que este se fue haciendo, para su momento escrita con mayúscula la necesidad de comenzar a producir es-
y para ese lugar. tudios donde la mirada hacia lo regional, hacia lo local, hacia la
frontera, y más que nada, hacia lo heterogéneo, sean mucho más
Las diferencias son la regla y las articulaciones a nivel micro, sin constantes y tan oficiales como la historia y sociología naciona-
por cierto, desconocer que se producen articulaciones cons- les. La nación también se forja desde lo pequeño y lo distante de
tantemente con lo macro, son el criterio que se debe tomar en Montevideo, y así la frontera también aparece como gozne de
cuenta. Las formas simbólicas, los estilos de vida difundidos en la disciplinas.
región, son las particularidades de la misma. Los paisajes cultura-
les son formas para visibilizar las identidades, las que son organi- La descentralización requiere más que nada un cambio de men-
zadoras de sentido, y el sentido es la identificación simbólica del talidad. Pero más que nada, le cabe a la gente del Yaguarí, de hoy
objetivo de algo, como sugiere Castells (1997). Sin duda el paisa- y de mañana, encontrar, identificar y sentirse identificado con su
je va cambiando a lo largo del tiempo. Desde hace más de once historia. Las identidades se construyen a partir del empodera-
mil años la región del Yaguarí es habitada por seres humanos. miento de lo cultural. Valorando, conociendo el lugar y su histo-
ria a través de sus historias es que podemos construir una nueva
Son más de trescientos sesenta generaciones de personas que educación. Una educación donde el campo sea un lugar central,
estuvieron y están en esta rica región, tan típicamente fronteriza, donde el habitante del medio rural, o de cualquier medio, sienta
tan enraizada con sus fuentes de agua, con la pradera, con sus que vive su propia especificidad y hacia afuera, sepa que las tiene
cerros y bañados, con su flora y su fauna, de ayer y de hoy. Es su (Gau y otros, 2012)
gente la que debe encargarse de seguir construyendo el paisaje
cultural. En el mundo actual los riesgos ecológicos, los cambios Este es un desafío, una instancia de resistencia, de rebeldía Ya-
en los modos de vida, las nuevas formas de producción, la con- guariense. Componer un Paisaje Cultural es darse cuenta de
taminación, y la sangría constante del penoso éxodo rural, han dónde estamos parados, qué mundo nos ha tocado y más que
colocado en este paisaje una mancha de incertidumbre, de sole- nada, qué lugar se ha ido construyendo a lo largo del tiempo en
dad, de desamparo. un espacio, en este caso, el Paisaje Cultural del Yaguarí. Tierra de
fronteras, tierra adentro. Más que el concepto centralista, portua-
Al poder público le corresponde dotar a la región de infraestruc- rio y capitalino del Uruguay profundo, es tan sencilla y compleja-
tura acorde para que la gente se quede en el campo. Más y me- mente parte del Uruguay real (Gauy otros, 2012)
jores ofertas educativas, más atención sanitaria, mejor seguridad
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Este proyecto de investigación fue realizado por estudiantes del centro Regional de Profesores del Norte. En el año 2017 se
recibió por parte de los integrantes de la Comunidad de Cerro Pelado la solicitud para que se reconstruya la Historia de dicha
localidad, a partir de aquí se comenzó a realizar el trabajo investigativo que se enmarca dentro de un proyecto que tiene como
fin conocer y reconstruir la historia de la Comunidad de Cerro Pelado. Cerro Pelado es un pequeño pueblito al norte del país
de Uruguay en el departamento de Rivera, que se ubica en el kilómetro km 73 de la ruta 27.
Es de suma importancia destacar que el proyecto apuntó a acercarnos al grupo humano a través de la sensibilidad, es decir
que, para esto fue necesario seguir la línea de los elementos culturales, tantos inmateriales como materiales que se tuvo en
cuenta a la hora de desarrollar e implementar la metodología.
El eje central de dicha investigación, como anteriormente se dijo, es la cultura. A través de ella se hará hincapié en la sensibili-
dad de la población que habita en dicho pueblo. Esta sensibilidad se trató de encontrar en las diferentes manifestaciones artís-
ticas, tanto la música, como bailes, criollas, carreras, raid, juegos lúdicos y eventos sociales en general, ya sean educativos o no.
1 Autores: estudiantes del Profesorado de Historia Centro Regional de Profesores del Norte, cuarto año.
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observaciones en el campo de estudio, en este caso la comuni- nos de los fundadores se encuentran hacia Cerro Pelado del Este
dad de Cerro Pelado, a lo general con el análisis de documentos. y luego en la circunferencia de las instituciones más importantes
las viviendas de MEVIR que se construyeron en el año 1980.
El enfoque que se utiliza para esta investigación es de corte
cualitativo y antropológico histórico. “La interpretación en la in- En cuanto a la comunidad, en el primer acercamiento al campo
vestigación cualitativa requiere de un largo proceso de aprendi- de estudio, se percibió que la misma tiene un núcleo duro que
zaje de parte del investigador. El conocimiento teórico azuza su es la Fomento, y a partir de esta se genera una comunidad de
imaginación y le permite adentrarse en la difícil tarea de inferir cooperación. Reflejado esto en los momentos de encuentro, que
significados.”(Sautu, 2004, p.27). Para la realización de la misma, mayoritariamente se da en el galpón referente, denominado por
se manejan diferentes estrategias, como la observación, registro la población “Tomacito Berrutti”, en homenaje a Tomás Berrutti.
de historias de vida, el análisis de documentos, y entrevistas en Éste fue uno de los incitadores para la fundación de dicha comu-
profundidad a diferentes actores. Las entrevistas se realizaron a nidad, mediantes los diferentes entrevistados pudimos percibir
miembros de la comunidad y a otras personas que aportaron in- que lo conciben como un verdadero líder que llevó adelante los
formación relevante para el desarrollo del trabajo. Cabe destacar principales planes e ideas de cooperativismo y unión para conso-
que el trabajo investigativo apunta a la producción de conoci- lidar a una comunidad sólida. Lo que hace que perdure su figura
miento académico con el objetivo de visibilizar la cultura popu- en la memoria colectiva de la comunidad, como lo refiere Hal-
lar, reivindicando las tradiciones, costumbres e historias de vidas. bwachs (Hernández, 2005).
2 Con el objetivo de preservar el anonimato de los informantes calificados se opta por referenciarlos con las iniciales de sus nombres de pila.
Significa que lo que se referencie con mayúsculas y solamente las iniciales es parte del trabajo de campo recabado a partir de entrevistas así
como material cedido por los mismos.
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En este proceso de consolidación se fueron creando otras ins- so, son una expresión cultural y están cargadas de símbolos que
tituciones que son claves y necesarias para el pueblo. Como la representan a una comunidad.
escuela, el liceo, la policlínica, el puesto policial, las viviendas de
MEVIR (Comisión Honoraria Pro Erradicación de la Vivienda ru- Las festividades son un proceso dinámico. Están imbricadas por
ral Insalubre), y otros elementos simbólicos que a su vez hacen el tejido político, económico, y social del momento histórico y
parte de la identidad de este pueblo como por ejemplo el árbol tienen una función con relación a este contexto, función social,
denominado por estos como “Efraín”. económica, cultural y política (Candia, 2013/2014).
Efraín es un eucaliptus que fue plantado por Lavalleja Pintos, “(…) momento en el cual un grupo o grupos de personas se reúnen
cuando este era niño. “(…) fui yo que lo planté, pero bueno, pu- en un espacio físico concreto, legitimado socialmente, para celebrar
sieron el nombre de mi padre (…) ese eucaliptus vino en una lata determinado hecho, situación o símbolo de relevancia para esa
de flor brasilera de Don Pedrito porque mi madre era de allá, vos comunidad específica.” (Di Candia, 2013/2014, p 52)
sabes que vino en una lata de flor y yo lo planté.”(L.P). A partir
El autor las define como una herramienta, ya que sirve para agru-
de este testimonio se puede identificar como el entrevistado po-
par a la comunidad, a que interactúen y sirva como elemento
see un sentido de pertenencia hacia el pueblo, encontrándose
unificador en sentido de identidad. Las sociedades las re signi-
estrechamente vinculado a la esencia de Cerro Pelado como así
fican a cada encuentro. Estas características se perciben en los
también en lo más íntimo de su historia personal.
eventos sociales que se realizan en el pueblo y sus alrededores,
Miranda (1971) menciona que Efraín era un árbol muy importan- ya que tanto en la fiesta de las quinceañeras como en el campeo-
te para la identidad de este pueblo, es la conexión entre el ayer y nato de fútbol zonal, nombrando algunas, se identificó la presen-
el hoy, está cargado de historias que se transmiten de forma oral cia de habitantes de diferentes poblados aledaños.
de generación en generación construyéndose así una iconogra-
A similitud de lo que dice Rivera “En esos momentos delirantes
fía que funciona como elemento de unificación de la población.
de acción colectiva, lo que se vive es un cambio en la conciencia,
“Las imágenes nos ofrecen interpretaciones y narrativas sociales,
en las identidades y formas de conocer, en los modos de conce-
(...) y nos ofrecen perspectivas de comprensión crítica de la reali-
bir la política”(Rivera, 2010, p.10), se puede decir que las fiestas
dad.” (Rivera, 2010, p.20).
son sinónimos de unión, son un punto de encuentro humano,
Otro aspecto trascendente es cómo la comunidad posee un de sentimientos, de ideas y de historias, que se van modificando
discurso único para describirse. Dicha unión se percibe en la a cada encuentro, según el tiempo y espacio en las que se esta-
memoria colectiva y se reflejan en las relaciones sociales de los blecen.
pobladores hoy en día. Parte de esta memoria colectiva nos deja
En la comunidad de Cerro Pelado se pueden clasificar las festivi-
entrever un entrevistado en su relato de la siguiente forma:
dades de dos formas; por un lado se encuentran las relacionadas
“a mí me gusta Cerro Pelado, es muy lindo es. Muy lindo, tranquilo al medio rural donde se pueden destacar las criollas del veinti-
por lo menos. Vos te acostas con la puerta abierta. Hasta el cinco de agosto, fecha en que se conmemora la declaratoria de la
momento ¿no es? Pero ta, no hay que facilitar porque queda cerca independencia de la Provincia Oriental en 1825, las yerras, el raid
de la ruta. Y hay muchos ómnibus ¿no es? Por eso. Pero lo demás no y carreras de caballos. Por otro lado se realizan otras fiestas que
pasa nada. Son bien unidos, no hay problema nunca, con vecinos son propias y creadas por la comunidad como el 29 de septiem-
no hay problema. A no ser con alguno que venga de afuera así, pero bre día de la comunidad y ahora más reciente día de la radio fes-
los de acá no.” (M.C.). tejado en la misma fecha, el primero de mayo conmemoración
del día del trabajador y fiesta de las quinceañeras.
Este clima de unión, de “lazos fuertes y cohesionados” (Eito, Gó-
mez, 2013, p.11) que se puede percibir fácilmente en la comuni- “(…) Inauguración de alguna cosa, la inauguración del pueblo,
dad que convergen en las actividades festivas realizadas. Según esa fiesta fue... vinieron como 2000 personas, los de las casas que
Di Candia (2013/2014) las festividades no deben de ser tratadas iban a recibir las viviendas, el pueblo, la gente de Rivera la gente de
solamente como un espacio de escape de la cotidianidad por otro lado, se traían payadores, se traían cantores, venía la banda
parte de los sujetos, sino que éstas son efectuadas en un proce- también... la banda de Rivera, y los 25 se hacían criollas también,
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en ese momento era un poco improvisado, ahora ya tenemos la “(…) Esa fiesta, la más grande que hicimos fue en la estancia la
comodidad allá (…)” (L.P) Colina, donde ustedes pasan, ahí hicimos de todo, hicimos un
desfile gaucho, paleteada, teníamos un grupo de pericón nacional,
Cómo ya se mencionó anteriormente existe en la comunidad di- de todos nosotros acá y hicimos el polo, trajimos todo lo que no
versas fiestas, dentro de ellas quien tiene mayor relevancia es la había, trajimos, campeonato de truco de taba, de tejo, el chanco
del veinticinco de agosto. Esta fiesta se realiza desde la fundación enjabonado (…)” (R.I)
del este pueblo, dicha celebración implica un interés comunita-
rio por la organización, ya que se realizan desfiles, presentacio- En cuanto a los bailes, que también se desarrollan los veinticinco
nes, jineteadas y bailes. El proceso implica varios meses de pre- de agosto como culminación del evento, estos se caracterizan
paración para disfrutar y lucir durante dos días la esencia de la por ser totalmente familiares, porque asisten a ellos desde los ni-
comunidad, en las entrevistas realizadas se nota claramente la ños hasta los más mayores. Existe servicio de cantina, se venden
dedicación y entrega de ellos. comidas, bebidas dulces o alcohólicas, golosinas y cigarrillos.
“(…) acto patrio, ahí tocamos alguno, traemos al cura, hace misa A su vez se pudo observar claramente en cuanto a la música, que
criolla, desfilan los jinetes con la virgen, todo eso, eso queda, la la población prefiere bailar cuando es música ien vivo, ya que
gente se acostumbra a eso, la última que hicimos el baile no es cuando se pasaba música grabada la pista de baile quedaba va-
en el ruedo, yo conseguí la luz con la intendencia, alumbramos cía y volvían a retomar cuando la banda tocaba.
todo, no se cobraba entrada, todo bien, bailaban y gastaban en la
comida (…) 25 de agosto venían acá y se sentaban ahí en la salida y “Bailábamos de noche, pero acá se hace a cualquier hora, haciendo
formaban banderín, hacían banderas para todos los jinetes, ciento una reunión y que se junte para algo. Para hacer las cosas bien
ochenta, doscientos, embanderaban todo, entonces iba un jinete no hay hora. Seguro la noche porque es la hora de descanso, que
aquí y otro acá, todos vestidos de gaucho (…)”.(R.I) la gente va para casa toma un baño, agarra viene con la familia y
están hasta de madrugada.”(R.I)
Además en estas actividades de ruedo se destaca el papel del
jinete, el cual Bouton define cómo: “[luce] su habilidad para man- Si bien los bailes se desarrollan socialmente abiertos a la comuni-
tenerse sobre el potro, y hasta lo busca o incita para que lo voltee dad, también surgían bailes familiares, que resultaban privados,
(…) Se llama al que es diestro en mantenerse a caballo a pesar muchas veces además, improvisados. Según el entrevistado (R.I)
de los corcovos y saltos del animal. El ser jinete es un “Don” como nos cuenta: “(…) hacían bailes sin avisar, sin aviso llegaban con
otro cualquiera (...)” (Bouton, 2014, p.51-52). una gaita, y la serenata, se armaba la serenata y ahí bailaban, da-
ban pororó y café negro (…) y todos se querían y todos compa-
Si bien las fiestas del veinticinco de agosto son de gran impor- ñeros, era lindo antes, pero todo fue cambiando”.(R.I)
tancia por lo que significa la fecha para la comunidad, las criollas
en sí tienen un significado muy importante. Esta significancia es A través de estas descripciones de los bailes se puede visualizar
visible cuando crean el ruedo, para una mejor organización de cómo son estos momentos de encuentro que sirven para reforzar
este evento. la identidad, y fortalecer las características que los hacen únicos
como comunidad.
“(…) luchábamos para hacer ese ruedo y nunca nos daba la nafta
siempre faltaba algo, ahí mejoramos algo, ahí este loco me ayudó y “Todo el esfuerzo conmemorativo debía culminar en una fórmula
me dio todo, con camion, con tractor con todo, y los domingos nos que compusiera la identidad nacional reconstruyendo el relato
juntábamos todos, comíamos un asado y pasamos todos, a veces como una continuidad. La conmemoración podría crear un
hicimos, terminamos un día antes, el 24 de agosto, y el hacía la parte sentimiento de nación y transformarlo en hechos visibles” (Demasi,
de madera, y la gente colabora, si tú le das participación y te haces 2005, p. 1040).
querer ellos te ayudan (…)” (R.I)
Ahora bien, se puede comparar y visualizar a lo micro, la iden-
Aquí a su vez se puede percibir cómo está presente nuevamente tidad de la comunidad y la importancia que tienen las conme-
el sentido de pertenencia y el trabajo colectivo, por tanto en cada moraciones para revivir y hacer real el sentimiento identitario.
actividad, ya sea festiva o no, se nota claramente el sentido de También se identifica en la comunidad esta identidad nacional
colaboración y unión entre los pobladores de Cerro Pelado.
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en tanto que su principal fiesta es la conmemoración del veinti- a través de un lenguaje simbólico que se manifiesta por medio
cinco de agosto, siendo esta una fiesta patria. de la danza, la música, la vestimenta, la palabra. La fiesta es un
medio de comunicación, comunicación que que se establece a
Se puede además identificar estas conmemoraciones como una partir de un “culto o ”ceremonia” que une a toda una comunidad
manifestación de la cultura gauchesca, presentado por Demarchi que se percibe por la transmisión de generación a generación.”
(s/f) como una cultura popular que se comenzó a gestar con la (Aiziczon, 1998, p. 119).
Revolución Oriental, para generar un sentido de identidad, uni-
dad para incitar a la revolución. Surge como una cultura margi- Otra fiesta que es tradicional de la zona de frontera es celebrar el
nada, divulgada de forma oral, a pesar de que luego pasa a ser día de “San Juan”, si bien hoy ya no se la realiza más, en un pasado
legitimada por la clase alta para generar un sentido patriótico. fue muy importante y todos los junio de cada año se celebraban
en las estancias, allí participaban todos las personas, desde el
Esta cultura va más allá de las fronteras que hoy conocemos, es peón rural hasta el dueño del establecimiento. Se lo celebraba
una cultura regional y es su expresión la que podemos identifi- durante toda la noche con una gran fogata, comían, bebían vino
car en Cerro Pelado. “(...) la gauchesca (…) manifestación cultural caliente y bailaban.
de arraigo en la zona rioplatense, entendiendo por tal la pampa
húmeda que rodea al Río de la Plata (hacia el oeste); la banda “era un tema de familia. Mi abuelo, que fue, el padre de Tomasito,
oriental del mismo río, y la región sur del estado de Río Grande que donó el predio de ahí de la cooperativa, nació el 24 de junio, el
en el vecino país de Brasil. “(Royo, s/f, p. 142) día de San Juan, entonces él festejaba su cumpleaños con una fiesta
que era a portera abierta, digo, todo el mundo estaba invitado a la
Es por este motivo que necesariamente se debe de tener en fiesta, este, y se hacía de noche un fogón que este, que era, bueno
cuenta el concepto de frontera, ya que Cerro Pelado se encuentra había guitarra, acordeón, este, juegos de todo tipo, saltaban la
en una zona de frontera con Brasil. Según la autora Bottino (2009) fogata, y hacían, era bárbaro el tema de, del día de San Juan, se
es aquel territorio que se encuentra en frente, aquel espacio don- festejó durante mucho tiempo” (J.B)
de existe una constante comunicación e interacción. “el concepto
de frontera que el propio pueblo construye en su vivencia, con Estas conmemoraciones en el Uruguay, principalmente en la re-
sus percepciones, con su cotidiano, y que, dependiendo de la gión norte tienen un gran valor para las sociedades. Las fiestas
frontera, se genera integración o conflictos”(Bottino, 2009, p.1). gauchas, las canciones criollas, que remiten a un sentido patrió-
tico, el sentimiento gauchesco que todos aquellos que lo tienen
Por tanto lo que sostiene esta autora es claramente visible en la gustan un día sentirlo más fuerte. Rodeando un fogón, tocando
comunidad porque siempre tienden a preservar lo característi- una guitarra, cantando una payada, bailar con una moza, mover
co de su región, de su propio pueblo a través de las tradiciones con los sentimientos de arraigo, sentir que pertenece a la cultura
que son originarias de la zona, “(...) íntima necesidad que siente gauchesca y no a otra. Esa es la connotación con la que nace esta
el hombre de retornar a los “orígenes”” (Aiziczon, 1998, p.118). manifestación de cultura popular, como una forma de generar
Lo pudimos visualizar a través de las entrevistas realizadas a ex sentimientos de pertenencia, que jueguen en la fuerza de las ac-
alumnos y docentes del Liceo comunitario, cuando nos contaban titudes a tomar, a la hora de luchar, de jurar, bailar, competir, y
que había un día en la semana que se vestían con la vestimenta festejar.
tradicional de las personas de campaña y como para los adoles-
centes era muy importante ponerse las mejores accesorios gau- Una de las expresiones que dejan más en claro este sentido de
chos para lucir en ese día. En este evento está muy presente la identidad nacional y de la cultura gauchesca son los desfiles pa-
cultura gauchesca que es característico de la zona de frontera, trios. Aquí citamos una fotografía brindada por (R.I), en la cual
donde tanto Uruguay como Brasil comparten tradiciones del se pueden identificar el sentido nacional, cargando las banderas,
gaucho. símbolos patrios, el desfile propiamente gauchesco, marchando
a caballo con la vestimenta característica, de china y los hombres
Además y como lo sostiene Aiziczon (1998) esta actividad de es- de gauchos. Marchan juntas varias generaciones, niños, mujeres,
tar reivindicando continuamente la tradición puede ser conside- hombres y ancianos.
rada como un momento que genera sentimientos de alegría y de
pleno disfrute, una verdadera fiesta donde se puede mostrar con
orgullo sus raíces, “toda fiesta junto con su ritual está expresado
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“Es hermosa esa idea y que siempre siga, no queremos que termine.
Queremos que siga. Sí porque fue una idea de Pedro Riera, vos no
tenes plata para hacer una fiesta para tu hija puedes verla acá
vestida de blanco, todo, no gastas en nada porque se consigue
todo.”(A.I)
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22
Se trata de un análisis del repentismo, los repentistas, y sus actos creativos como formas de entender el arte en tanto repre-
sentaciones de un sentir popular. La frontera rural entre Uruguay-Brasil se toma como excusa para una sociología sin razones
fronterizas. El caso de un improvisador es el centro del análisis; su nombre era Adiodato Leites y vivió hace más de medio siglo
en un pueblito rural en norte de Uruguay, muy cercano a Brasil. A través de un sujeto particular y de su puesta en escena se
busca interpretar y aplicar la base teórica de los grupos dominados. La misma se ubica en la noción de hiato como intersticio
epistémico que dota de significado a las relaciones sociales en la región fronteriza. El propio Adiodato se considera como un
ejemplo de sujeto que en su performance repentista incorpora una característica de la cultura popular, la de parodiar a las
clases dominantes.
1 Licenciada en Lingüística Opción Investigación, y Opción Docencia en Portugués (Universidad de la República, Uruguay). Maestranda en
Ciencias Humanas, opción “Lenguaje, Cultura y Sociedad (Universidad de la República, Uruguay). Docente en actividad desde 2009 en institu-
ciones de Educación Secundaria y UTU. Docente de Idioma Español del CERP del Norte-Rivera, Uruguay. Docente asistente grado 2 del Polo de
Desarrollo Universitario (PDU) NEISELF (Núcleo de Estudios Interdisciplinarios sobre Sociedad, Educación y Lenguaje en Frontera (Universidad de
la República, Uruguay). Integrante del Equipo Multidisciplinario en Estudios de Frontera (EMEFRO). Rivera, Uruguay. Código Postal 40000. Correo
electrónico carlacustodiomarcelino@gmail.com
2 Profesor en Ciencias Sociales, Mención Historia. Especialista en Política y Gestión de la Educación. Magíster en Política y Gestión de la Educa-
ción Centro Latinoamericano de Economía Humana CLAEH Montevideo. Docente del Centro Regional de Profesores del Norte-Rivera, Uruguay.
Integrante del Equipo Multidisciplinario en Estudios de Frontera (EMEFRO). Rivera, Uruguay. Código Postal 40000. Correo electrónico alejandro-
gaudemello@gmail.com
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que la misma es un reflejo metafórico de nuestra América. Para dola como actuación o representación dramática. La actuación
ello la noción de hiato que implica y le da contenido semántico de los repentistas se representa como la de luchadores que se
a la frontera a través del símbolo llamado Adiodato, expresan los baten a duelo en una fusta por la victoria artístico-poética, victo-
nuevos rumbos que necesita el sentipensar latinoamericano. ria que se define en el que mejor se desempeñe en el momento
de la improvisación. Es ella “propiedad del viento” (Trapero, 1998,
■■ Estado del Arte, un comienzo p. 6), pero también es campesina, no profesional, empírica, musi-
que busca hilvanar cal y teatral (Trapero, 1998).
El relato es la base de la trama y tiene a la cultura popular como Los poetas repentistas conforman en la textualidad un “macro-
el problema de fondo atravesado por la frontera geográfica, y en poema oral” (Nava, 2001, p.183) conformado por el libre y per-
las fronteras culturales (Gau, 2015). En estas se identifica un estilo formativo encuentro de dos poetas-sujetos, que al negarse entre
definido por la cultura popular, entre medio de la vida privada y ellos, afirman la propia improvisación, en la que la contienda
el festejo social que la representa. No es arte, está en las fronteras como representación de la batalla, se define en un campo donde
del arte y la vida porque “es la vida misma, presentada con los se encuentran los poetas, siguiendo una temática central, sub-
elementos característicos del juego” (Bajtín, 2001, p. 12), y esto temas, y un desenlace donde uno busca desestabilizar al otro,
es así porque ignora las diferencias entre actores espectadores desconcentrarlo, ganarle y liquidarlo en los versos finales (Nava,
y escena. 2001). El repentismo tiene las características de una puesta en
escena donde los duelistas en definitiva desempeñan un rol que
Como entrada al tema se dice que en el medio rural latinoame- además es significativo para la audiencia (Goffman, 1997) porque
ricano habita una idea de complejidad y contradicciones (Solari, manejan signos que son socialmente entendidos y compartidos.
1976), como parte de la historia y de las manifestaciones cultura- El repentismo es una manifestación típicamente latinoamerica-
les de las sociedades insertas, atravesadas por el mestizaje cultu- na, y además, una práctica popular, expresión insubordinada que
ral, por una mezcla que representa de muchas maneras los pro- acerca las distintas geografías del continente.
cesos de construcción de los pueblos, como mundos complejos y
heterogéneos en el sentido que le atribuía Lefebvre (1978). Entre
■■ Objetivos y Métodos
distintos lugares del continente se pueden encontrar semejan-
zas en los modos de hacer y sentir, en los estilos musicales, en la El método planteado parte de las contradicciones sociales y cul-
raíz de los mismos, en la temática, en los sectores sociales que las turales (Scribano, s/f) así como también de la identificación de
crearon, en muchos de esos lugares se pone en escena una pa- las mismas en términos fácticos, como elementos de la vida co-
rodia de los sujetos de los grupos populares (Bajtín, 2001), en las tidiana. La identificación de contradicciones sociales y culturales
oblicuidades, en los hiatos. El estilo elegido como expresión de son el objetivo, y para alcanzarlo se parte de una perspectiva del
la cultura popular es el repentismo. Se lo define como un canto conflicto social siguiendo como camino el de las comparaciones
improvisado típico de España y de muchas regiones de América entre los sujetos, con el sentido de interpretar las tramas disrup-
Latina (Trapero, 1998). tivas a los procesos de dominación social, en una metodología
que incorpora la noción de montaje en el proceso. Eso se logra
Lo que nos acerca como núcleo de la vida social, y también de la juntando los sujetos y los objetos que representan a los mismos
poesía, cuyo origen más distante pareciera proceder de la Espa- en una construcción contextual, dando, o intentando dar vida,
ña medieval, así como de las regiones del Tirol, Toscana y Sicilia, porque no hay análisis social disociado de la vida misma (Taussig,
donde las pujas poéticas improvisadas y populares se llevaban a 1995).
cabo entre cantores, en encuentros que recibían el nombre de
tensiones (Da Câmara, 2012). Ingenio, originalidad y dignidad, y La escritura inicia el proceso de identificación de las prácticas
así improvisar al momento son las características necesarias para disruptivas, rompiendo con las implicancias sociocéntricas que
los que improvisan en un repente cargado siempre de “creación advierte Taussig (1995) en los procesos de contextualización. La
poética general y específica” (Trapero, 1999, p. 3-4). metodología es la de empalmar contextos y sujetos, para con
ellos, re-contextualizar (Baronnet, 2011). Siguiendo enfáticamen-
La poesía improvisada depende de un espacio donde se crea, se te lo que sostiene Certeau (2000) se afirma que las prácticas coti-
transmite y construye la performance (Nava, 2001), entendién- dianas representadas en este caso a través de músicos y músicas
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en una localidad de la frontera rural de Uruguay y Brasil son el La escena o medio físico era ese bajo en Moirones, la escenogra-
hilo conductor. La elección de un músico de la campaña fron- fía era compuesta por Adiodato y Benito, sus respectivos caba-
teriza entre Uruguay y Brasil es el centro de un montaje que se llos, pañuelos blancos y colorados en referencia a las divisas, los
construyó a partir de la recuperación de aspectos de la tradición instrumentos musicales, los rebenques, todos elementos que
oral, mediante la recolección de datos a través de fuentes como componían lo que Goffman (1997) llamara fachada, el público o
la poesía, el canto popular, entrevistas en el territorio y documen- auditorio, la gente del Poviño de Baixo, y las estrellas en las no-
tación acerca de la vida del repentista llamado Adiodato Leites. checitas de verano, terminaban de construir el escenario popu-
lar en el que ambos sujetos cantaban en un teatro popular. La
Que sea un sujeto el que se haya optado como ejemplo de un tradición oral retomada a través de la música popular del norte
estilo y de una representación de lo popular sigue lo pautado uruguayo ha recuperado en la poesía la performance de Adioda-
por Fernandes (2008) que afirmara que la teoría se aplica a los to y su repente.
hechos, eligiendo el caso de un indígena brasileño como un caso
de marginación. El repentista trabajado en estas páginas, es tam- El mismo era hablado en portuñol, marca de identidad y contra-
bién analizado como un caso a través del cual lo popular se ex- dicción fronteriza. El portuñol es la lengua de la frontera urugua-
presa en muchas de sus características. yo-brasileña. La población habla portuñol en toda la región y en
Moirones también, y el mismo que se podría definir por los pro-
■■ Hallazgos del tema-núcleo pios hablantes como una mezcla entre el español y el portugués
(Barrios, 2014).
El caso de un repentista y
payador performativo A continuación se colocan los versos hechos canción:
En la campaña de la frontera uruguayo-brasileña, hace más de
Me llamo Adiodato Leites. Letra Carlos Enrique “Yoni” de Mello:
medio siglo vivió un sujeto que de muchas maneras es la propia
expresión de tantas mezclas, simple remedo y rememoración de Durmo na cama du potro y durmo sem arreceio, me chamo
lo que somos. Su nombre era Adiodato Leites. Adiodato era un Adiodato Leites, sou dono dos meus arreios. Así cantaba Adiodato,
hombre de campo, descendiente de esclavizados, llevaba en su musiquero popular, del pueblito de Moirones, mucho antes que
cuerpo las marcas de la explotación. Talabartero de profesión, Don Pilar… Al caer la tardecita, a orillas del Yaguarí; el pueblito
hombre de a caballo pero no jinete o domador, amigo de la farra de Moirones es un cielo de faroles, y en las puertas de los ranchos,
y de la caña brasilera, pero por sobre todas las cosas un músico, anidan los mate amargos, y la noche se esparrama con la música
un bandoneonista, y un hombre que usaba el pandero. en el campo, y uno se queda quietito, pa escuchar al Adiodato,
tocar bajo las estrellas, que esta es la casa de todos…Al caer la
Un músico que sabía tocar por el arte de saber escuchar, un artis-
tardecita, a orillas del Yaguarí…, viene llegando el Benito en su
ta analfabeto, un instrumentista naif, un paisano de las inmensas
yegua colorada, y el Adiodato no gusta de ese negro malacara, y
llanuras viviendo en un rincón de una de las fronteras del Plata
se provocan con versos, y montan en sus caballos, y se agarran a
distante de los grandes centros.3 Junto a un contrincante en un
mangazos, y ríe la gurisada; todo bajo las estrellas, que esta es la
campo de batalla imaginario, el Benito Delgado (Gau, 2015) es-
casa de todos… Durmo na cama du potro y durmo sem arreceio, me
cenificaban en un lugar de Moirones, el autonombrado “Poviño
chamo Adiodato Leites, sou dono dos meus arreios…Duermo en la
de Baixo” (Pueblito de Abajo) una performance típica de los más
cama del potro y me duermo sin recelo, me llamo Adiodato Leites,
comunes y representativos repentistas latinoamericanos. En ese
soy dueño de mis arreos.
lugar de cuyo nombre los pueblerinos se acuerdan, Adiodato y
(Numa Moraes, 2006).
Benito simulaban como pauta de actuación (Goffman, 1997) en-
tre cantos, bandoneones y panderos un encuentro que reprodu- Se repiten en la música como producto de fines del siglo 20 las
cía la lucha política que animaban los caudillos blancos y colora- características que la definen como popular, como consecuencia
dos del Uruguay del novecientos, en una campaña fronteriza de de la tradición oral y como nutriente de la creación del composi-
mediados del siglo 20.
3 Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=RgHDemTB2NM
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tor (Nazabay, 2013). Adiodato compone desde el pasado e inspi- El “Poviño de Baixo” es el lugar de una representación, e insta a
ra al compositor que lo rememora, que lo recupera del olvido del pensar en los lugares de la memoria (Nora, 1984) como represen-
arte. También este paisano negro del ayer trae al hoy una traza de tación de un espacio físico que se reconstruye bajo las prácticas
las contradicciones de nuestras sociedades. disruptivas de los dominados. Más que una “teatralización de la
identidad” (Monsiváis, 1999, p.18), es una teatralización de nues-
El potro es el centro de su temática, metáfora de la libertad, ele- tras propias contradicciones. Allí en el abajo de Moirones, los de
mento que lo asemeja a la tradición rural de la región platense, abajo representaban y se reían de su pobreza y así desacraliza-
tipología de la poesía gaucha que es central para la primera mi- ban (Bajtín, 2001) el poder.
tad del siglo 19, y que se expresa en el caballo, los líos y la lucha
a cuerpo (Sansone, 1968), pero que en el caso de esta frontera Mediante Adiodato como una síntesis de los músicos latinoame-
geográfica llega bien entrado el siglo 20, hasta mediados del mis- ricanos, pero también como la negación de aspectos de los mis-
mo como hallazgo de lo que el artículo plantea, como metáfora mos, es que el repentismo, la trova y la payada aparecen y desa-
de una frontera que compartimos, y que se hace performativa en parecen en este hombre negro de la frontera. Aparecen porque
la explotación parodiada, en la representación festiva de una tea- en él están presentes los componentes de la performance, de
tralización de la vida cotidiana. La “cama del potro” es la metáfora crítica y de lo popular en el canto que cantan, en la temática gau-
libertaria de un hombre que expresa el orgullo de ser libre, de no chesca del caballo y de la libertad. Pero también desaparecen,
tener patrón, práctica social y valor que engendrara el gaucho porque Adiodato no tenía ni la métrica del repentista, ni otros de
de otrora. sus instrumentos como la guitarra.
Distante en el espacio ya lo decía el gran Atahualpa Yupanqui en En definitiva, la síntesis expresa que en todos está presente la pa-
su poema El Payador Perseguido, “los campos, con ser ajenos los rodia, que rompe riéndose del mundo que les ha tocado vivir. Así
cruzo de un galopito, guarida no necesito, yo sé dormir al sere- comienzan a producirse los desaprendizajes de lo aprendido (Ga-
no”, pero sin embargo, compartiendo con Adiodato los mismos lindo, 2014), identificando las trazas en el pasado que sirvan para
valores del sereno mar que es la pradera en el Plata. Ser “dueño entender el presente en una sentipensante (Fals Borda, 2009) for-
de sus arreos” es también valorar como única propiedad la fuerza ma de interpretar las sociedades latinoamericanas.
de su trabajo, demostrando su pertenencia social al grupo de los
menos favorecidos del medio rural. Los aspectos materiales es- ■■ Sin décimas de despedida
tán presentes en el caballo y los arreos como signos que sugieren
un significado social (Goffman, 1997); en cambio los inmateriales, El repentismo y los repentistas como
en el orgullo de ser dueño de lo poco que tiene en términos ma- músicos en los hiatos (fronteras) de
teriales, y de lo mucho que posee, su propia libertad de ir y venir, la insubordinación epistémica
de dormir en la “cama del potro”.
Adiodato se maneja en este artículo con el propósito de re-
El enfrentamiento como realización dramática incorpora la no- presentarlo como un símbolo (Gau, 2015), porque es fuerza
ción de representación donde lo que se decían, las ofensas del simbólica de las prácticas intersticiales que permiten romper
uno hacia el otro, los rebencazos, los caballos enfrentándose con la base tanática de la estructura social (Scribano, 2012). La
ejemplifican una pauta de actuación, en la cual la vestimenta representación performativa en el “Poviño de Baixo” es recons-
compuesta por pilchas gauchas, la negritud de ambos contrin- trucción en sentido denso (Geertz, 1996) de las contradiccio-
cantes, así como el lenguaje utilizado, el portuñol, tan típico en nes de una sociedad que refleja todas nuestras contradiccio-
la frontera uruguayo-brasileña, y tan fuerte como componente nes. El hiato reside en estas prácticas como tácticas (Certeau,
identitario en la frontera rural, son elementos de una fachada 2000), entendiendo que las mismas son típicas de la cultura
que se define en la apariencia y en los modales de los actuan- popular, al contrario de las estrategias, más del lado de las re-
tes (Goffman, 1997). La guerra simbólica entablada con el “negro presentaciones del poder. El momento de la representación
malacara” llamado Benito Delgado, incorpora la lógica repentis- como repetición portadora de sentido (Lefebvre, 1961) entra-
ta de la performance, y representa en un sentido denso (Geertz, ña aspectos identitarios que se desvelan en la situación de la
1996) las contradicciones sociales. lucha simbólica.
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Lo que se representaba en el “Poviño de Baixo” era expresión y si el cuerpo es el lugar de la expropiación, el cuerpo es también
ejemplo de las prácticas de la vida cotidiana a través de un even- el lugar de la performance, y de la parodia como remedo para el
to cuya suspensión como estrategia analítica permite retomarlos humor y el reírse desacralizados (Bajtín, 2001) como abertura a
del olvido historiográfico. Dicha representación como realización otras formas de ver el mundo mediante el sentido que tiene la
dramática emitía signos significativos para la sociedad del Moiro- vida para los sujetos.
nes de ayer. En ellos la comunidad podía entender parte de los
valores oficiales, expresados en la puesta en escena de las divisas Aparece el cuerpo como performance y el olvido como tema
blancas y coloradas, que posteriormente se transformaran en los para una sociología que entrame los significados sociales de los
partidos políticos detentores del poder, (Pivel Devoto, 1956), así dominados, en sus espacios de significación, y no sobre ellos.
como su legado de enfrentamientos venidos desde el siglo 19, El repentismo, o para decirlo más claramente la improvisación
todos los cuales ayudaron a conformar al mismo Estado-Nación atravesando todo el continente a lo largo y adentro del tiempo,
uruguayo. engarzan las sensaciones que se expresan en un arte popular, re-
construyendo el propio significado de arte, tan vinculado a su
Al mismo tiempo los signos son representativos porque desta- perfil hegemónicamente elitista. En el análisis de la improvisa-
can los “valores morales de la comunidad” (Goffman, 1997, p. ción aparece un aspecto que atraviesa todos los ejemplos y que
47), donde la violencia parodiada era parte de lo que se puede en el caso de Adiodato se hace propiamente práctico, el del len-
connotar en la actuación como realización dramática. Como sos- guaje como acto (Scribano, 2012). Para este griot fronterizo que
tiene Scribano (2012) la explotación se traduce en una economía fuera Adiodato, los dialectos portugueses del Uruguay (Elizain-
política de la moral que acota el conflicto al discurso, y mostrar el cín, Behares, Barrios, 1987) o portuñol como se lo conoce popu-
conflicto a través de las contradicciones del discurso es desvelar larmente, es parte de su actuación, y explica de muchas maneras
la dominación e identificar oblicuidades. En el caso del arquetipo el mestizaje.
planteado la reflexión apunta hacia proponer un espacio de dis-
cusión mediante el hiato que significa el propio símbolo, ya que Adiodato hablaba en portuñol y su acto de habla era una prác-
en la frontera uruguayo-brasileña atraviesa en su historia el mote tica disruptiva respecto al idioma oficial, constructo de la nacio-
de lugar de paz y tranquilidad (Barrios Pintos, 1985; 1990) como nalidad, fantasía social de una sociedad que se construyera bajo
sinónimos de una historia de uniones regionales. el signo del consenso (Real de Azúa, 1988). En la representación
cuando la realización dramática es aceptada, se adquiere las ca-
El hiato busca contradecir y reconstruir desde la misma una so- racterísticas de una celebración como le gusta decir a Goffman
ciología para una/s sociedad/es sentipensante/s, más allá de la (1997). Señal de tal aceptación se aprecia en la risa del público,
paz, para estar más acá con ella, habitando la combinación entre así como en la memoria de los habitantes de Moirones que hasta
“la razón y el amor, el cuerpo y el corazón, para deshacerse de hoy en día recuerdan la performance.
todas las (mal) formaciones que descuartizan esa armonía y po-
der decir la verdad” (Fals Borda, 2009, p.10). Este campesino en La improvisación como arte popular, la parodia como caracterís-
particular, y los campesinos que vivieron con él reflejan empírica- tica de los repentistas desde el norte hasta el sur del sur, en la
mente algunas de las características estudiadas por la sociología periferia que incorpora la frontera reflejada como un geometral
latinoamericana. En el ejemplo de la frontera, de Moirones como en la figura de Adiodato, es parte de una práctica intersticial que
universo y de Adiodato como caso, los campesinos ocupan una asume la necesidad de una ciencia social escrita bajo el signo de
comunidad con un fuerte peso identitario, haciendo con que las la pluralidad, el disfrute, la invención (Castro Gómez, 2000), y la
familias compartan valores y normas (Solari, 1976). Significa que esperanza como oportunidades de resistencia ante la domina-
lo planteado buscó tramar prácticas sociales desde las sensibili- ción destructiva, sacra y expropiatoria de la felicidad y la liber-
dades, mediante una opción teórico-metodológica asentada en tad como promesas nunca cumplidas, entendiendo a la libertad
la región como metáfora excavadora (Scribano, 2012). como un enfrentamiento con la propia vida (Pérez, 2000). Ahí, la
frontera no es de paz sino de gasto de cuerpos, y lo popular son
Al rescatar los sujetos se arriba al tema de la construcción de las las propias contradicciones.
bio-grafías como identificaciones de la economía política de la
moral (Scribano, 2012), como sujetos inmersos en una estructura Si el actuante, que para los ejemplos de este artículo fueron los
de subordinación altamente jerarquizada (Solari, 1976), porque repentistas y en particular Adiodato y Benito Delgado como
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némesis de aquel, sostienen una definición particular de una en una plusvalía ideológica que se puede ver en las marcas, en el
situación es porque lo que se busca representar es lo que se color de la piel, en el lenguaje de una resistencia que se practica
“reivindica como realidad” (Goffman, 1997, p. 96). La actuación en un habla denominada popularmente como portuñol.
en el “Poviño de Baixo” así como los Bailes y Serenatas, apenas
descriptos éstos últimos, eran parte del significado social de la Una poesía juglaresca es la que permea la improvisación y la per-
propia actuación que suspendía la realidad en su propia puesta formance burlesca que la contiene, una suerte de mendicidad
en escena como condensación del propio tiempo, y como aporte alegre y charlatana (Menéndez Pidal, 1962) que nuestra América
cultural de comunidades rurales a la cultura fronteriza, retoman- la transformó en rostros negros, indios y criollos en las muchas
do las ideas propuestas por Lefebvre (1961, 1978) respecto al rico periferias que hoy emergen, como nuevos centros en las fronte-
y significativo mundo de los campesinos.
ras de los hiatos epistémicos. Siguiendo lo planteado por Ayesta-
rán (1957) con relación a la significancia de la payada, todos son
La obra científica analiza las manifestaciones sociales como una
sinfonía (Baronnet, 2011), y como una polifonía de voces y colo- los realizadores del acto, todos son los creadores del manantial
res. Músicos, instrumentos, escenificaciones, temas y el proble- de todos los momentos de la improvisación, en el arte de vivir y
ma de la frontera en las muchas fronteras, son por principio una de crear acerca del vivir (Pérez, 2000). Todos habitan en Adiodato,
práctica autopoiética que se completa con la naturaleza, las cla- porque él habitaba en todos ellos, en todos los muertos de siem-
ses y las relaciones de poder corporizadas en los mismos sujetos, pre, muriendo de nuevo en esa larga noche de todos los años.
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Como estudiantes del Centro Regional de Profesores del Norte en conjunto con el Museo del Patrimonio Regional, este trabajo
de investigación surge a partir de una invitación de la Sociedad de Fomento de Cerro Pelado (Departamento de Rivera) junto
al apoyo de las Coordinaciones Nacionales de Historia y Sociología del Consejo de Formación en Educación. Nos centramos en
los terratenientes o grandes productores que tuvieron fuerte influencia en la formación de la localidad. A través de dos familias
de inmigrantes como Damborearena y Berruti, se busca definir su importancia en la región, como también su acompañamien-
to a los modelos económicos- productivos del Uruguay.
Estas familias de inmigrantes que llegan a ser terratenientes, aparecen en el Uruguay a partir de 1860 con el auge de la re-
volución lanar y el modelo agroexportador. Luego de arribar a los puertos del sur, embarcan rumbo al norte con ánimos de
emprendedurismo. Siempre vinculados a tareas que venían realizando desde sus lugares de origen, como la agricultura y la
ganadería, tratan de desarrollarlo en su nueva tierra; en la cual incorporan técnicas y métodos innovadores. Esto contribuyó
a un ascenso social que lo vemos hasta el día de hoy. A través de documentos escritos, fotografías, bibliografías, entrevistas y
hallazgos, trataremos de visibilizar la frontera y reivindicar su importancia desde lo local.
El presente trabajo es el resultado de una investigación en la que narración y en ello nace la objetivación de la interpretación como
se recolectaron, sistematizaron y analizaron datos de bibliogra- documento sociológico”. (2001, p.4).
fías, entrevistas (grupales y particulares, de corte cualitativo),
imágenes, estadísticas y observaciones. A partir del estudio a priori de la influencia de las familias de los
grandes hacendados pudimos constatar que se trataban de las
Nuestro eje teórico-metodológico se refiere al acto de ruptura, familias de origen vasca e italianos principalmente. Si nos remiti-
construcción teórica y confrontación empírica del objeto de in- mos a la historia nacional, podemos afirmar que diversas oleadas
vestigación (Gandía y Magallanes, 2014). inmigratorias influenciaron la demografía uruguaya.
Como lo menciona Scribano (2001): “Por otro lado, aparece el Por medio de esto, formulamos el concepto de inmiemprende-
hecho particular que en la investigación cualitativa los datos no dor. Es la unión de un inmigrante y emprendedor en un indivi-
se cuentan sino se “re-cuentan”, y así, emerge el problema de duo; a través de las familias Damborearena y Berruti intentare-
afrontar una teoría del texto sociológico en tanto documento mos demostrar un claro ejemplo de este concepto.
construido por la “acción sociológica”. Los datos producidos por
la investigación cualitativa tienen una dependencia mayor de la Un inmigrante es una persona que llega a un país distinto al de
origen y se establece en él, temporal o permanentemente. Un
emprendedor es la persona que emprende con resolución accio- tas, el servicio militar y la búsqueda de nuevos horizontes. (Lu-
nes dificultosas e innovadoras. Es así que alrededor de la década zuriaga, 2005). Estos grandes hacendados fueron excepcionales
del 1860 (Barrios Pintos,1962) estos inmigrantes pisan suelo uru- impulsores del desarrollo agropecuario, del cual se fueron con-
guayo. Estos dos ejemplos de familias que se destacan en nues- virtiendo en pioneros de una futura transformación, incidiendo
tro trabajo, supieron emprender en suelo uruguayo, aprovechan- en gran escala en las técnicas de producción y capitalización del
do la ocasión como también poniendo en práctica su mentalidad agro. Los vascos se reunieron en diferentes comunidades trans-
europea de trabajo. Es en este Uruguay multicultural que estos portando su ideal cultural. Por otro lado los italianos se introdu-
inmigrantes se desplazan al norte, en busca de nuevos horizon- jeron en gran masa, luego de 1865. “Dos décadas después, los
tes, consolidándose en la región y explayando su cultura. italianos componían casi la tercera parte de la población de Mon-
tevideo” (Pi Hugarte. 2001, p. 17)
Al ponerle punto final a la Guerra Grande, en el año 1851, en lo
que tiene relación con el círculo político, se consolida la indepen- “La inmigración a nuestro territorio ha sido realmente muy sig-
dencia nacional y desde un punto de vista económico, la cruel nificativa ya que la cultura de nuestro país es una mezcla de mu-
destrucción de la existencia de ganado y la brutal caída de la in- chas otras puesto que las personas que habitan nuestras tierras
dustria saladeril lo que conllevó a una reconstrucción de la vida son de regiones diferentes (...) por lo tanto se puede decir que
del país. “Existió un retroceso hacia formas de explotación primi- Uruguay en el siglo XIX fue producto de personas de otros luga-
tivas que proporcionan una clara imagen de cómo era la Repú- res” (Liendo y otros. 2016, p. 434)
blica antes del proceso de la modernización” (Barran y Nahum,
1973, p.8) Las zonas donde hubo inmigración masiva en el Atlántico fueron;
Argentina, Uruguay, Brasil central y meridional. En nuestro país
Como bien se conoce y lo menciona Barrán y Nahum (1973) la particularmente hubo una expansión agrícola inmigrante en el
base de nuestra economía derivaba por completo de la gana- litoral Rioplatense, más precisamente en el actual departamento
dería. Durante el conflicto, se vio peligrada nuevamente nuestra de Colonia. Esos arrendatarios tenían un nivel más alto de vida
independencia, de la cual los orientales se responsabilizaron en de lo común. La incorporación de estos al medio fue bastante
defenderla, pese a la constante intervención regional, con el afán complicada, no en lo que tiene que ver con la producción agrí-
constante de anexión de nuestro territorio tanto para la Confede- cola, sino que en el roce y celo que tenían los criollos. (Rodriguez
ración Argentina como para Brasil, como también por las poten- Villamil, 2005).
cias europeas (Francia e Inglaterra).
Como lo aclara Rodriguez Villamil (2005):
“Esta expansión que se produce “por añadidura, iba a ofrecer los
capitales que -junto con la ampliación de los mercados consu- “Se trataba sin duda del enfrentamiento de dos mundos total-
midores- eran necesarios para una modernización de la econo- mente distintos; vistos desde la perspectiva del criollo, de la in-
mía latinoamericana” (Halperin Donghi, 2005, p.210). Esto quie- vasión de un mundo que era suyo y familiar por parte de seres
re decir que América Latina se fue modernizando a partir de su extraños que nada tenían que ver con la suya. Tal vez otro ingre-
consumo, que provenía de la actitud imperialista de los países diente fuese una cierta envidia frente a los resultados prácticos
europeos. “Ese nuevo pacto transforma a Latinoamérica en pro- del inmigrante” (2005, p.7).
ductora de materia prima para los centros de la nueva economía
Como podemos ver el inmigrante se destacaba por sus ideas in-
industrial, a la vez que de artículos de consumo alimentario en
novadoras, su espíritu emprendedor, sus prácticas eficaces y su
las áreas metropolitanas” (Halperin Donghi, 2005, p. 216).Halper-
ardua labor. El factor de la pradera, el clima y la ubicación geo-
in Dongui (2005) lo afirma: Esto consolidó el Capitalismo en toda
gráfica facilitaron que los inmigrantes se desarrollaran con total
América, expandiendo el consumo y los términos de libre cam-
normalidad al igual que en sus lugares de origen. Por lo general
bio. La situación favoreció a la oligarquía de los estados, además
se dedicaban a la actividad agrícola, ganadera y también algunos
de enriquecer a los terratenientes.
oficios como carpintería, albañilería y alguna otra actividad en la
Las diversas oleadas migratorias de los vascos hacia América se cual había una gran demanda de mano de obra.
dieron por circunstancias económicas, políticas y sociales como
De esta forma el Río de la Plata comenzó a apostar e invertir en
por ejemplo el mayorazgo, la guerra española, las guerras carlis-
el modelo agro-exportador, exportando materia prima como lo
32
fue el cuero, la lana, entre otros derivados, dedicándose a esa hectáreas. Gran parte de la tierra había pasado a ser explotada
mono-producción. Eso fue facilitado e incrementado por las in- por los orientales aunque predominaban los brasileños. (Barrios
versiones extranjeras, principalmente las inglesas con lo relacio- Pintos, 1990). “El latifundio en otras partes del país está muy liga-
nado al frigorífico, pero también las infraestructuras y comunica- do a las actividades de exportación, a la industria frigorífica, a la
ciones que necesitaba el país para modernizarse y cumplir con la industria textil y la banca privada. En el departamento de Rivera
demanda (Klazcko, 1981). el latifundio ganadero está íntimamente vinculado a las activi-
dades del contrabando. Aquí la ganadería y el contrabando son
Juntamente con esa economía mundial se producen las corrien- dos actividades que se estimulan mutuamente.”(Olintho Simoes
tes migratorias, las cuales nos proporcionarán información sobre y otros, 1970, p. 29)
las familias vascas e italianas. Estas familias participan plenamen-
te en nuestro proceso de modernización, donde una de sus ca- Este siglo se caracterizó por el predominio de exportación de lana
racterísticas era delimitar los campos. y carne, pero el estancamiento tecnológico de la ganadería y la
ocurrencia de episodios puntuales traen problemas al desarrollo
“En las zonas serranas del país, abundante en piedra suelta, se
agrícola. El Uruguay venía caracterizado por el modelo agroex-
dio comienzo a los cercos de piedra en seco. Los que existen en
portador, el cual ataba el país a la fluctuación de los precios y
los departamentos de Lavalleja, Rio Negro, Paysandú, Artigas,
a la demanda del mercado internacional. A esta gran demanda
Tacuarembó, etc, fueron levantados por comparsas de vascos o
se le intentó promover lo que fue un reformismo, el cual era un
italianos, en fecha posterior a la Guerra Grande¨ (Barrios Pintos,
modelo alternativo agroindustrial que apuntaba a un mayor di-
1990, p. 203).
namismo de los distintos sectores de la economía (Moraes, s/f).
Además del cercamiento de los campos y el alambramiento
En cuanto a la producción de lana y su rendimiento medio, Rivera
como factores de la modernización, debemos tener en cuenta
tenía 207.236 cabezas de ganado lanar y su producción de lana
su otra cara, como por ejemplo de las familias que trabajaban en
era de 276.641 kilos, la más baja del país de los departamentos del
ese campo. “Cada estancia que se cerca, representa 10, 15 o 20
interior exceptuando Canelones. El rendimiento medio era de 1 ki-
individuos o familias que quedan en la miseria, (…) como única
logramo 334, la más baja del interior del país. (Barrios Pintos, 1990).
esperanza alientan la risueña expectativa de una revolución que
les permita la destrucción de todos ellos…” (Nahum; 1968. p.74) Según Barrios Pintos (1990) Rivera fue una de los lugares donde
la producción ganadera abastecía los saladeros fronterizos en Rio
En efecto, hacia la mitad del período 1870-1914 ya era evidente
Grande del Sur. Estos saladeros eran de propiedad de uruguayos,
una efectiva regionalización del medio rural, con zonas de neto
esto evitaba vender con altos impuestos hacia el sur. También
predominio de estancieros empresarios orientados a la cría con-
la demanda brasileña de tasajo era importante y el estado de
junta de vacas y ovejas, innovadores, adversos a las revueltas po-
Rio Grande no conseguía abastecer totalmente. Se exportaba
líticas y deseosos de un poder central efectivo y fuerte. Por otro
200.000 cabezas de ganado al año hacia dicho estado brasileño,
lado, en otras zonas predominaban claramente el estanciero tra-
sin embargo en los despachos de aduana había entre 50.000 y
dicional, orientado predominantemente al vacuno, tecnológica-
60.000 cabezas al año.
mente rutinario y políticamente receloso del poder de la capital
y su círculo de “doctores”. (p. 12).
La urbanización tuvo su acelerado progreso debido a la inmigra-
“A todo lo largo de la Historia Rural del Uruguay Moderno , sus ción, el desarrollo de las vías férreas y el crecimiento poblacional.
autores enfatizaron lo que consideraron una perniciosa ligazón Para que esto se llevara adelante se necesitaba una mentalidad
de la estructura productiva a la demanda externa; las restriccio- empresarial con deseos de ganancias. El estado debió seguir con
nes impuestas por el capital financiero y las inversiones directas su rol interventor en base a la formación de centros poblados por
de origen extranjero al desarrollo de la ganadería y la agricultu- especuladores, quienes no seguían la normativa exigida para eso,
ra.”(Moraes, s/f, p.13). con el afán de una ganancia acelerada, es por esto que debían acu-
dir al estado para solucionar la problemática que ellos mismos la
Recién el censo levantado en 1900 pone de manifiesto la riqueza observaron pero no procuraron solucionarla. “Ninguno de estos
ganadera del departamento de Rivera, 534.213 cabezas de ga- nuevos barrios o pueblos preveían las necesidades mínimas de in-
nado, existentes en 729 predios, en una superficie de 656.691 fraestructura para su funcionamiento” (Klaczko, 1981, p. 66).
33
El desarrollo industrial, fuertemente integrado al sector agro- caprinos 2897, avestruces 5794, aves de corral 88,315.En el de-
pecuario, habría atraído a aquellos inmigrantes europeos que partamento de rivera existían en 1908, 298 establecimientos, de
preferían como destino Argentina y Brasil, garantizando el cre- los cuales 250 eran mercantiles, 40 industriales y 8 mixtos” (Ba-
cimiento demográfico y, por ende, el desarrollo del mercado rrios Pintos, 199,p, 70).
interno. La consolidación de la demanda hubiese contribuido a
la profundización de la diferenciación productiva y de los otros Como lo menciona Jacob (2016): “En ese entonces existía una
factores de crecimiento, completando un círculo virtuoso que gran cantidad de saladeros en la zona, estos eran abastecidos
habría llevado a tener un país poblado, pacificado y en constante por ganados riverenses y generaban fuentes de trabajo. En Li-
crecimiento” (Avila, Bonfanti, Moraes, Robles, 2011, p.93). Cabe vramento, se mataban en 1912 162,421 cabezas al año para el
resaltar también el aumento considerable de los arrendamien- charque, luego disminuyó debido a que la carne se la enlataba.
tos de tierras para la explotación rural, dedicándose mayoritaria- Los cambios más notorios en la estructura de las ventas al ex-
mente a la ganadería. terior los produjo el frigorífico: terminó abatiendo el saladero y
disminuyendo los embarques del tasajo.” (p.132).
Los censos no demostraban con claridad la forma de tenencia
de la tierra. “El de 1900 estimó que un 37,7% de todos los hacen- “El Batllismo propuso solucionar la problemática agraria con al-
dados del país eran arrendatarios (...)” (Barran y Nahum. 1973. p. gunas decisiones moderadas y otras más radicales. Incentivos
15). Bonfanti(2013) señala en su trabajo que a principios del siglo fiscales, planes de colonización, apoyo crediticio difusión de
XX, en la localidad de Manga existían propietarios por ocupación. la educación e investigación agronómica se alternaron con las
Estos propietarios son emigrantes y se dedican a la agricultura. ideas del norteamericano Henry George, de gravar progresiva-
En el Norte del Rio Negro, al haber menos control, era moneda mente la tierra de forma tal que se la sustraer del ámbito privado
corriente. y se devolvería al público, permitiendo al Estado redistribuirlas
en arrendamiento”(Jacob, 2016, pp.135). Estos grandes propieta-
En el departamento de Rivera existían en 1908, 298 estableci-
rios no les agrado las propuestas batllistas ni la posible interven-
mientos, de los cuales 250 eran mercantiles, 40 industriales y 8
ción estatal. Es con este motivo que se funda la nueva gremial:
mixtos. En ese entonces existían una gran cantidad de saladeros
Federación Rural (1915) (Jacob, 2016).
en la zona, estos eran abastecidos por ganados riverenses como
también daban trabajo a estos. En Livramento, se mataban en “En su cosmovisión la ganadería debía ser la industria madre,
1912 162,421 cabezas al año para el charque, luego disminuyo pero aceptaban la industrialización de base agraria. Pertrecha-
debido a que la carne se la enlataba (Barrios Pintos, 1990). dos en esta corporación, buscaron la alianza con otras cámaras
empresariales y desplegaron una militancia beligerante, de en-
“En todo tiempo el tránsito ha sido de comercio y comerciantes,
frentamiento al “avancismo” socio-económico de sus antagonis-
haciendas y hacendados, definiendo así la identidad de una re-
tas, en los que incluyeron a otras corrientes ya otros partidos con
gión de histórico crecimiento “hacia afuera, que abasteció los
ímpetus transformadores” (Jacob, 2016, p.135).
mercados de las zonas periféricas exteriores a ellas. Las exigen-
cias de carne para el saladero no le requirieron transformación
“El optimismo uruguayo de principios del siglo, en buena me-
de su aparato productivo, a la vez que la lejanía de los puertos
dida moldeado por el crecimiento económico, la afluencia de
exportadores desestimuló la transformación de la materia prima
inmigrantes y el aumento de la población, todavía permite fa-
in situ” (Da Rosa y otros, 2016. p. 56).
bula el país posible, aquel representado por la cornucopia de la
“Los principales rubros de exportación eran provistos por el agro. abundancia.” (Jacob, 2016, p.133).“Al finalizar la guerra sus conse-
Los porcentajes aproximados de productos de la ganadería que cuencias no tardaron en sentirse: las exportaciones de carne se
se vendían al exterior fluctuaron entre el 80 y 90% del total. Com- derrumbaron y también cayó el precio de la lana.” (Jacob, 2016,
prendía carnes, cueros, lana y distintos subproductos de la faena” p.137).Antes de que en el mundo se produjese la crisis de 1929,
(Jacob, 2016, p.131). la ganadería uruguaya hacía años que estaba ya estancada. Los
precios de la carne y la lana se fijaban en el exterior, esto pro-
“El censo agropecuario riverense de 1908 arrojó los siguientes vocaba que la ganadería uruguaya fuera vulnerable a todos los
datos para el departamento de Rivera: bovinos 500.000, ovinos sucesos internacionales y a los ciclos económicos mundiales (Ja-
667.105, equinos 34, asnales 289, mulares 947, porcinos 7.003, cob, 2016).
34
El norte del Río Negro, no solamente se caracterizó en el siglo XIX la zona. Además de su actividad social con la comunidad, tramitó
por tener predominio de latifundistas, sino que en pleno siglo la jubilación de trabajadores rurales, pensiones, dedicando varias
XX, la herencia del latifundio es natural.” La frontera siempre ofre- horas sin interés económico ni político ninguno. “Fue cabañero
ció debido a la proximidad con el Brasil, la posibilidad del comer- de ovinos de la raza Corriedale siendo valorado por sus compra-
cio, del contrabando, de tener ganado y campos de ambos lados” dores y uno de los primeros criadores de caballos criollos del de-
(Gau, A y otros, 2012). partamento, uno de sus mayores pasiones”.8
La sociedad fomento de Rivera, la asociación rural de Minas de A modo de conclusión, esta investigación realizada en la comuni-
Corrales y la de Tranqueras contaban con amplios locales rea- dad de Cerro Pelado nos permitió comprender que la localidad no
lizando numerosas ferias con gran éxito. La línea ferroviaria in- estaba fuera de los acontecimientos que plantea la historiografía
ternacional también favoreció este comercio. En relación con la nacional. A partir de su estudio y relevando su importancia en el
agricultura se plantaban maíz, trigo, papa, boniatos, maní, cebo- medio rural, pudimos extraer que formaba parte de una región ga-
llas, zapallos, mandiocas y sandías. nadera que se comunicaba fluidamente con Rio Grande Del Sur. La
realidad de frontera es muy distinta a la realidad de la capital mon-
Luego con el auge del modelo de industrialización por sustitu-
tevideana. Las dos grandes familias analizadas en este trabajo nos
ción de importaciones, el sector agropecuario se vio afectado, ya
dan las pautas de cómo aprovecharon el ciclo económico del lanar
que no había grandes inversiones e innovaciones en ese ámbito.
y luego de la aparición del frigorífico a su favor, pudiendo acumu-
Por lo tanto Tomás Berruti junto a otros jóvenes, debido a su es-
lar una gran cantidad de capitales. Estos fueron acaudalando a las
píritu emprendedor, se reúnen en la Agrupación Juventud Rura-
familias que se instalaron en el norte, lo cual fue una gran ventaja,
lista de la cual fue presidente.4
tanto para la comercialización como también para el ascenso so-
“La finalidad de esta agremiación era promover el desarrollo rural cial frente a la población que allí se formaría.
en la zona. Los jóvenes ruralistas se reunían para ver las necesi-
El departamento riverense siempre se caracterizó por sus férti-
dades regionales y buscar posibles soluciones. Además organiza-
les tierras aptas para la ganadería en su mayoría pero también
ban fiestas criollas para la reunión y confraternización evitando
para la agricultura. A eso debemos sumar los escasos controles
el aislamiento común de la campaña”. 5
sobre la producción de allí y la incontrolable frontera con el Bra-
Funda la Capilla San Miguel en la localidad de Tres Puentes, don- sil. Cuando nos referimos a incontrolable, hacemos alusión a la
de luego funcionaría una escuela para niños de la zona. El sueldo extensa frontera con el Brasil.
de la maestra era financiado por él. Establece contactos con el
La comunidad de Cerro Pelado, tiene como gran baluarte el coo-
arquitecto Juan Pablo Terra en lo que luego se transformara en el
perativismo, iniciado por el gran aporte de quien mencionába-
CLAEH (Centro Latinoamericano de Economía Humana), donde
mos anteriormente. Este cooperativismo surge por la necesidad
obtiene capacitación y formación para el trabajo comunitario.6
de poder subsistir en el medio rural, tanto económicamente
En 1957 se casa y se instala en La Orientala, su estancia en la como también socialmente, debido a la falta de infraestructura
localidad de Cerro Pelado.7 Siempre se preocupó por la pobla- que padecieron en su momento. Cabe recordar que estas fami-
ción empobrecida de la campaña y su familia, la desigualdad de lias emplearon a muchos trabajadores y sus familias de la región,
oportunidades entre los estancieros y peones rurales, la falta de lo que pudo ayudar al desarrollo de esta comunidad entorno a
vivienda digna, la asistencia rural. estas grandes propiedades. También no podemos sacarle el es-
píritu emprendedor y solidario de las familias, donde las genera-
A partir de esto con vecinos que comparten esas inquietudes ciones anteriores llevaron al hombro el liderazgo para poder salir
funda El Fogón, este grupo trataría de promover el desarrollo de adelante y sobrevivir en el entorno.
Para finalizar, queremos dejar claro nuestro concepto de in- que desempeñaban en su tierra natal. Esta combinación de
miemprendedor, el cual hace referencia a las oleadas migra- inmigrante y emprendedor dio sus frutos en el norte del Río
torias que también llegan al norte en el Uruguay multicultural Negro, precisamente en la comunidad de Cerro Pelado, dando
de mediados del siglo XIX. Estos inmigrantes aprovecharon la origen a la misma como también su permanencia en el tiempo
ocasión para poner en práctica lo que más sabían, sus tareas hasta la actualidad.
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Material cedido por Juliana Berruti.
Webgrafia
http://www.1811-2011.edu.uy/B1/content/inmigrantes?page=2
37
Como estudiantes del Centro Regional de Profesores el Norte (CERP) y con el apoyo de la Coordinación Nacional de Sociología
elegimos abordar la temática del trabajo doméstico en nuestra ciudad como una fuente más, generadora de ingresos en el
ámbito familiar que se ve reflejado en el mercado laboral.
La investigación se orientó a través de un trabajo de campo organizado a partir de entrevistas abiertas realizadas a diferentes
mujeres de nuestra ciudad, estando ellas en calidad de empleadas y empleadoras y consultando fuentes escritas relacionadas
con la temática a nivel departamental y general. Ejecutamos nuestra investigación con el fin de reconocer a la mujer y su cuer-
po como herramienta fundamental en el desarrollo de ese rol y su valoración visualizada en la sociedad.
Nuestro trabajo se llevó a cabo en una zona de nuestro país bastante diferente al resto, un espacio muy influenciado por cos-
tumbres brasileñas, y nos pareció importante destacar cómo estos aspectos culturales como por ejemplo el idioma, también
permean lo social. También intentamos resaltar nuestro tema como un ejemplo de conflicto social con la importancia que
este merece, para así poder dejar en evidencia la fantasía social creada en nuestra frontera y las contradicciones que en ella
aparecen.
1 Autores: estudiantes de primero y segundo año del profesorado de Sociología en CERP del Norte.
2 Encuesta Continua de Hogares-Instituto Nacional de Estadística.
38
Dicho esto, resulta natural pensar que el trabajo doméstico es exigencias de los empleadores, por ejemplo: “o combinado era o
patrimonio del mundo femenino, esta creencia se encuentra rea- funcionário comer o que o patrão comeu ontem…Empregado
firmada con los datos proporcionados por la ECH-INE 2006-2009, come arroz e feijão e alguma coisa que sobrar, si no caso sobrar,
donde expresa que en la ciudad de Rivera el 24,2% de las mujeres camarao nao e resto”(2). En otros casos la discriminación se mani-
que trabajan lo hacen en el servicio doméstico, mientras que en- fiesta de forma velada, donde las tratan “como una persona más
tre los hombres el porcentaje corresponde al 0,8%, prácticamen- de la familia “(E) pero al momento de referirse a ella la identifican
te inexistente. Dependiendo de las experiencias personales, no como “una empleada que era morenita“ (E). Como si eso influyera
se lo considera una profesión, si “un trabajo de última opción”(1). en algo o la hiciera diferente de la demás, inferior.
Las experiencias negativas en el trabajo doméstico, llevan a al-
gunas mujeres a catalogar el mismo como “terrible”, donde los La creciente inserción de la mujer al mercado de trabajo y su
empleadores, por el hecho de que a partir del momento en que deseo de obtener un éxito profesional, la enfrenta a diversas
se trabaja para otra persona, y se lava la ropa que el otro viste o presiones. El hecho de que la mayoría de las carreras de trabajo
los platos donde comen; estos se “sentem no direito de te humil- se basan en modelos masculinos, llevan a las mujeres profesio-
har”(2). “Entre muchas prácticas del sentir asociadas a la vida de nales a largas jornadas de trabajo fuera de su hogar y al mismo
los obreros en el marco de la explotación capitalista, la crueldad tiempo a buscar “…minimizar el trabajo doméstico mediante la
se destaca por su persistencia y profundidad” (Scribano 2013:40). contratación de otras personas” “Hoy en día existe una creciente
industria de cuidado que ha ocupado el lugar tradicional de la
“Las sirvientas son esos entes inferiores, ajenas a las leyes que esposa”(Russell, 2008, p. 274). Al mismo tiempo sus domésticas
regulan el trabajo…son quienes sirven en condiciones de sub- y niñeras sufren otra versión de la misma situación. Le restan
alternidad a los otros…son las trabajadoras de la reproducción tiempo a unas actividades para poder cumplir otras y en la ma-
doméstica de los otros ajenos” (Lagarde, 2005: 138). Muchas ve- yoría de los casos muchas a la vez, debidos a esto, desarrollan
ces sacrifican parte de sus vidas y las de su familia, porque dejan diversas destrezas y en consecuencia también fallas. “La madre es
a sus hijos bajo el cuidado de abuelas, tías, hermanas, en el mejor mala madre porque sale a trabajar y abandona a los hijos, porque
de los casos o inclusive con extraños, para cuidar los hijos y la no se ocupa de la casa y de los otros como las demás” (Lagarde,
casa de otros. No sienten que esto sea valorado, si bien existen 2005, p. 145).
personas maravillosas, también hay de las otras que en la primer
oportunidad las descartan y olvidan “…a relação que a gente cria “Que dos mujeres trabajen por un salario es algo bueno, pero que
com o patrão e nossa, porque eles nao criam nenhuma com seus dos madres renuncien a todo por el trabajo es algo bueno que ha
empregados” (2) ido demasiado lejos” ambas “participan en un juego económico
que las supera y cuyas reglas ellas no han escrito” (Russell, 2008,
Salvando las diferencias, ya que en este caso no abordamos el p. 274). Si bien en diferentes condiciones, ambas resultan vícti-
tema desde el punto de vista migratorio, nos permitimos citar un mas del sistema capitalista de depredación y desposesión. Las
concepto que refleja una “creciente tendencia global: la importa- condiciones para mantener el sistema de dominación derivan de
ción del amor y el cuidado de los países pobres por parte de los la concentración de medios y también del convencimiento de
países ricos” (Russell, 2008, p. 271). Estos dichos conceptualizan que dichos medios son ajenos y de la consecuente naturalización
el sentir de estas mujeres a las que la necesidad lleva a trasladar del modo de organización social.
su amor y cuidado desde sus seres queridos hasta la familia y el
hogar de sus empleadores, dedican muchas horas de sus días al Los sujetos sienten lo que les
cuidado de personas que les son ajenas y no las valoran. está permitido sentir:
La discriminación en el ambiente del trabajo doméstico es mone- “... desde los 11 años trabajo en esto, porque mi madre me sacó de
da corriente. “El trabajo doméstico remunerado se desvaloriza… la escuela para ponerme a trabajar en la casa de una tía, cuidando
al sumar a su adscripción al mundo femenino tres subalternida- a mis primos y ayudando en las tareas de la casa. Hace poco perdí
des: la de género…la de clase…y la rural” “En ocasiones, las asa- una oportunidad de trabajo como auxiliar de servicio en el hospital,
lariadas domésticas sintetizan cuatro subalternidades: a las tres por no tener escolaridad suficiente, por no haber trabajado en otro
anteriores se suma la étnica” (Lagarde, 2005: 148-149). Muchas trabajo que no sea el de doméstica, también por mi edad, y creo yo
veces esa discriminación puede ser explícita, y se manifiesta en por no tener una buena apariencia”. (3)
40
Tal vez uno de los sentimientos que más común se hizo a lo largo “Eu senti como uma facada no meu peito, me senti uma rata que so
de todas las entrevistas, fue el sentimiento de vergüenza, conse- come resto”(2)
guimos captar este sentimiento en cada relato de cada trabaja-
dora entrevistada, ya sea más bien figura, como se deja claro en “Llamo desconocimiento al hecho de reconocer una violencia
esta cita, o más bien en el trasfondo, cuando se guardan los senti- que se ejerce precisamente en la medida en que se le desco-
mientos, relegándose a ellas mismas como inferiores, resaltando nozca como violencia”, al hecho de “aceptar este conjunto de
la indiferencia que los patrones tienen para con ellas. “Guardar premisas fundamentales, pre reflexivas, que los agentes sociales
los sentimientos para sí, puede significar también demorar extre- confirman al considerar al mundo como autoevidente, es decir,
madamente la conducta que se deriva del sentimiento” (Heller, tal como es, y encontrarlo natural, porque le aplican estructuras
1993, p. 26). cognoscitivas surgidas de las estructuras mismas de dicho mun-
do” (Bourdieu, 1995, p. 120)
Sentimientos que descansan en la experiencia, y que marcan
por lo que tienen que pasar estas trabajadoras todas sus vidas. “Joyce, você foi contratada para cozinhar para a minha família, não
Al trasladar al trasfondo esta vergüenza, se está naturalizando a para si. Por favor traga a sua própria comida e, se possível, coma
la misma, como a otros sentimientos que puedan sentir las tra- antes de nós na mesa da cozinha. Não é por nada, é só para manter
bajadoras y estén reprimiendo como miedo, inseguridad, etc. a ordem na casa”
Al decir de Scribano, el capitalismo se ha transformado en una Joyce Fernandes, 31 anos, professora e rapper brasileira.
gran “máquina depredadora” de la energía de los trabajadores, y
principalmente de la energía corporal”, (Scribano, s/a, p. 117). Los Si bien este testimonio no fue rescatado en nuestras entrevistas,
sujetos sienten lo que les está permitido sentir, y ese sentir per- en la frase subrayada queda evidente como el patrón busca es-
mitido está regulado por las sociedades del sistema capitalista conder la violencia de sus palabras: “No es por nada…” pero en
mediante dispositivos de regulación de sensaciones. realidad, es por todo. También sale a luz un concepto que crea-
mos a lo largo de nuestra investigación, y que estuvo presente en
La naturalización de la vergüenza exige a estas personas desa- todas las entrevistas realizadas, que es el concepto de “ser como
rrollar diferentes formas de tolerancia y niveles de sentir hacia de la familia” , que en una primera impresión es seductor, y desde
actitudes de la sociedad para con ellas. “Mecanismos de sopor- el punto de vista del patrón es una idea muy positiva: “...era una
tabilidad social y dispositivos reguladores de las sensaciones… señora mayor y ella estuvo muchos años con nosotros, una per-
Los primeros naturalizan las condiciones de existencia de los sona divina, muy querida que nos trataba excelentemente bien,
actores, la vida se desarrolla como una cotidianeidad, como un y mis padres la trataban muy bien a ella también, inclusive íba-
“siempre-así”. Los segundos, constituyen esquemas perceptuales mos a visitarla, como una más de la familia…”(E) pero en el fon-
que configuran las particulares maneras en que el mundo social do subyace una visión muy perversa hacia estas trabajadoras. La
es aprendido” (Scribano, 2013, p. 30). expresión “como de la familia” profundamente analizada genera
una distancia enorme entre patrón y empleado, es lo que Fernan-
“Como de la familia…” des llamaba el prejuicio de no tener prejuicios: “...una fragilidad
humana aparentemente universal, que debería ser inherente a
Con nuestro título: “Camarao nao e resto” buscamos desvelar la cualquier forma de ideología, e incluso asimilable a los principios
discriminación existente en estos espacios sociales de trabajo, no inconmovibles de una sociedad de origen esclavista. Es posible
solo de la sociedad para con las empleadas, sino que comienza que la contradicción entre el imperio de la fe y las inequidades
principalmente con sus patrones, que muchas veces buscan con- de la esclavitud haya forjado una especie de entorpecimiento
fundir a las trabajadoras, y/o naturalizar situaciones con expresio- infantil de la conciencia social y producida esa tendencia com-
nes de “violencia simbólica”, para que estas se sientan inferiores placiente de disimular las miserias humanas, trascendiendo los
y muchas veces no se sientan ni siquiera personas. “La violencia límites y las necesidades de las ideologías. (...) El prejuicio niega
simbólica es esa coerción que se instituye por mediación de una la existencia de una violencia extrema per-se” (Fernandes, 2008,
adhesión que el dominado no puede evitar otorgar al dominante p. 151-153).
(y, por lo tanto, a la dominación) (...) incorporada de la estructura
de la relación de dominación, y hacen que ésta se presente como “El lenguaje del «imaginario» que vemos utilizar por doquier, un
natural...” (Bourdieu, 1999, P. 224-225). poco a tontas y a locas, es sin duda mucho más inadecuado que
41
el de la «conciencia» en la medida en que ayuda especialmente “Los mecanismos de soportabilidad social se estructuran alrede-
a olvidar que el principio de visión dominante no es una simple dor de un conjunto de prácticas hechas cuerpo que se orientan
representación mental, un fantasma «unas ideas en la cabeza»), a la evitación sistemática del conflicto social (...) Los dispositivos
una «ideología», sino un sistema de estructuras establemente reguladores de las sensaciones consisten en procesos de selec-
inscritas en las cosas y en los cuerpos” (Bourdieu, 2000, p. 32). ción, clasificación y elaboración de las percepciones socialmente
determinadas y distribuidas. (...) La eficiencia de las fantasías se
“...fantasmas y fantasías sociales como mecanismos de soportabi- debe, en parte, a su capacidad para ocultar los antagonismos,
lidad social y dispositivos de regulación de las sensaciones. (...) La es decir, operan ocultando el conflicto pero haciéndolos visibles
vía privilegiada de conexión entre acciones colectivas, fantasmas sin la relación antagónica que le es inherente (...) “Los fantasmas
y fantasías sociales la constituyen la aceptación de que el cuerpo repiten la pérdida conflictual, recuerdan el peso de la derrota,
es el locus de la conflictividad y el orden. (...) Es desde aquí que desvalorizan la posibilidad de la contra-acción ante la pérdida y
se es posible observar la constitución de una economía política el fracaso” (Scribano, 2008, p. 4-5).
de la moral, es decir, unos modos de sensibilidades prácticas y
representaciones que ponen en palabras la dominación” (Scriba- Dejando en evidencia la perversa manera de dominación sobre
no, 2008, p. 1-3). estas mujeres, buscamos romper con la fantasía de paz y armonía
creada en nuestra frontera. Este tema en particular porque fue
Estos conflictos que se desarrollan en pequeños espacios so- el que decidimos estudiar, pero también otros tantos conflictos
ciales, son micro expresiones de grandes dramas de nuestra sociales que por allí existen, nos ayudan a convocar a un fantas-
sociedad, que explican la estética de frontera que está presente ma del pasado de nuestras tierras, como lo trabaja Gau (2017)
en nuestros días. Sacando a luz estos “pequeños” conflictos que para así demostrar que nuestra zona es un lugar socialmente
permean a toda nuestra sociedad, es que buscamos demostrar conflictivo desde sus comienzos, y reviviendo a estos fantasmas
la tolerancia que algunos se ven obligados a sentir sobre otros, del pasado es la mejor manera de luchar contra la fantasía que
una tolerancia perversa, ya que relega a gran parte de nuestra también construyera nuestra sociedad bajo el eslogan de “fron-
sociedad como inferiores, como en este caso, mujeres en el tra- tera de la paz.”
bajo doméstico.
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