Pensamiento sistémico. Caminar el cambio o cambiar el camino de Herrscher Enrique es
en palabras de su autor un libro que “busca entender la realidad y actuar frente a ella” (pág. 11), este se divide en nueve capítulos en los cuales los temas sociales emergen en un vaivén de diálogos. Es de aclarar que el presente texto sólo se ocupará del apartado 1 titulado Qué es esto de “sistemas”, por tal razón el objetivo que se persigue aquí es lograr una condensación de las ideas principales que expone Herrscher en dicho capítulo. Antes de continuar, cabe resaltar que, desde las primeras palabras en el prefacio, el autor del libro aclara al lector que lo sistémico no debe ser confundido con lo sistemático. Así mismo, señala que su libro no es lineal puesto que, surge a partir del diálogo entre dos personas (el autor y un empresario que lo acompaña en su viaje o caminos por el sur patagónico. Chaltén, Torre, Cerros Fitz Roy, Glaciar Perito Moreno y Macizos del Paine). Pasando al prólogo Jamshid Gharajedaghi, colaborador del libro a través de ideas y gráficos, entra a señalar que el pensamiento sistémico es una manera nueva de concebir, ser, hacer y estar en el mundo a través del pensamiento enfocado en el caos y la complejidad. Así mismo, señala que debe haber un alejamiento del lenguaje analítico dado que en tiempos contemporáneos parece ser la única herramienta que está determinando cada uno de los ámbitos de la vida. Adicionalmente, el colaborador de ideas, apunta a que tanto la interdependencia como la necesidad de reducir la complejidad y convertirla en simplicidad requieren un nuevo modo de pensar para no sucumbir ante el inmenso mar de información; en este orden de ideas Gharajedaghi recalca que es necesario que el nuevo modo de pensar permita ver entre el caos para así llegar a comprender la complejidad de lo que nos rodea. Si bien, Gharajedaghi resalta en su reflexión del libro que, el pensamiento sistémico ha atravesado tres generaciones distintas algo que lo diferencia del pensamiento analítico; la primera generación se denominó la de investigación operativa; la segunda, la cibernética y los sistemas abiertos y la tercera, experimentalismo singeriano. Todas con un tema en común: el de la interdependencia y sus retos, pero encaminada en distintos contextos. Ahora bien, aterrizando en el primer apartado del libro, se puede decir que se caracteriza en su estructura formal. Primero, porque la letra cursiva representa los momentos de desplazamiento desde el aeropuerto hasta los caminos recorridos por los dos personajes en el sur de la Patagonia; segundo, porque la letra sin cursiva y marcada entre negrita y no negrita representa los momentos de dialogo entre Herrscher y su recién compañero de viaje el empresario. Es en medio de esos diálogos que Herrscher logra dar a conocer al lector sus ideas sobre el pensamiento sistémico. La primera pregunta que le hace a su compañero de vuelo es fundamental ¿a qué se dedica a los negocios, o a vivir la vida? Con esta pregunta él enmarca el rumbo de la conversación entre los problemas del diario vivir en todos los ámbitos de la vida. Para el autor, dichos problemas están asociados a las formas de pensar, entender, comunicarse, ello se da porque se está haciendo de una única forma y no se da opción a otras posibilidades para hacerlo. Es decir, que en palabras del autor se está tan limitado al modelo predictivo del análisis que, no se es capaz de ver en el enfoque de sistemas otras posibilidades o variables. Este enfoque de sistema resulta tener los años de Heráclito si viviera en el hoy, la mirada desde los sistemas se caracteriza por ser una reacción contra lo normotípico o lo unilateral dado que concibe cualquier relación social (económica, política, cultural. Religiosa, etc.) una relación de complejidades y no de simplicidades. En este sentido, el enfoque de sistemas o ciencia de la complejidad tiene como base, según Herrscher, la posibilidad de miradas y pensamientos diferentes lo que permite el cambio; pero apunta que, actualmente como se actúa sin pensar se falla en el intento de cambio, de ahí el por qué las acciones que muchas veces se emprenden suelen dar resultados opuestos a los esperados y el ritmo de la transformación cae, aunque arranque bien. En el desarrollo de sus ideas Herrscher reconoce que aplicar el enfoque sistémico da paso a situaciones críticas a la hora de aplicarlo, dado que el cambio debe ser colectivo en el ámbito en que se aplique, aun así, Herrscher reconoce que hay excepciones. Por tal razón, se puede decir que es necesario saber en qué consiste la dinámica de sistemas y por qué se habla de capacidad instrumental y delimitativa de las corrientes analíticas. Es importante, aclarar que para el autor un sistema no es, sino que la sociedad lo hace a partir de rasgos o particularidades en común, por eso un sistema no se puede abordar desde lo individual sino desde lo conjunto puesto que “no es una cualidad intrínseca de la cosa sino una actitud o apreciación” (pág. 41). En este sentido, en todo sistema debe haber una relación con sentido entre las cosas que lo componen. Herrscher, resalta que para que el pensamiento sea sistémico y se empiece a pensar desde la complejidad y el caos es necesario dejar de simplificar las cosas a través del lenguaje. Además, para él es fundamental aprender a vivir en medio de las contradicciones y no desde los desplazamientos entre las cosas nuevas que surgen y las ya existentes (conjugación de opuestos o dualidades-relación entre 2 o más cosas-), en medio de las contradicciones o dualidades surge lo que el autor determina sub-sistemas que se derivan de sistemas estructurados jerárquicamente de manera vertical u horizontal, sin importar si entran en alguno de los 3 sistemas delimitados: el que se encuentra en la naturaleza, el que es diseñado por alguien y el que diseñamos nosotros. Ahora bien, antes de terminar con la condensación de las ideas claves del primer apartado, del libro antes mencionado, es importante dejar en claro que el pensamiento sistémico en la contemporaneidad ha tomado fuerza debido a las nuevas relaciones que emergen con la necesidad del cambio, diría el autor “el que no cambia pierde” (pág. 38). Referencia bibliográfica Herrscher, E. (2003). Pensamiento sistémico. Caminar el cambio o cambiar el camino. Qué es esto de “sistema”. Buenos Aires. Granica. Págs. 35-52.