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Córdoba, 2017
2
Agradecimientos
A los y las jóvenes que participaron en esta investigación. Gracias por compartirme ese otro
cielo a partir del cual se abrió la posibilidad de reflexionar sobre nuestro presente. No sólo les
agradezco sino que les dedico este trabajo, que es nuestro.
A Cecilia Michelazzo y a Eugenia Boito por guiarme en este proceso, por darme el lugar de
compartir mis inquietudes, por escuchar/leer con paciencia y detenimiento. Por contribuir en
estas páginas desde la sutileza en los detalles. Por invitarme a entrar a la ciudad desde todos
los ángulos posibles, por acompañar en las reflexiones habilitando otra conciencia sobre este
mundo aturdidor y sin pausas.
A mis compañeros Daniela, Rodrigo y particularmente a Esteban, quien compartió de su tiempo
para leer estas páginas.
A mi familia que me acompaño y brindo cariño. Gracias por su presencia a pesar de la
distancia. A mis sobrinas por volver tan liviano el aire con un esbozo de sonrisa.
A mis amigos/as, a mi compañero de andares. Quiénes me acompañaron y me sacaron en más
de una ocasión del encierro y la soledad que se aúnan a los tiempos de escritura.
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el Tropezón”
Resumen: En este trabajo indagamos en particular las experiencias y prácticas de los y las jóvenes
que habitan contextos sociosegregados: Ciudad Barrio Villa Retiro y Villa El Tropezón. El
objetivo fue desarrollar un análisis que abordara el campo de las subjetividades juveniles en su
vínculo con la espacialidad en la que esta se despliega. Ya que al habitar determinado contexto
urbano -ya sea la villa o la Ciudad Barrio- se trazan experiencias posibles/imposibles, deseables/no
deseables que van organizando una determinada manera de pensar-sentir-estar, vamos
construyendo así subjetividad. Dado que la pluralidad y la complejidad son rasgos de las prácticas
cotidianas, nuestra mirada se inscribió en la experiencia, es desde allí donde reflexionamos sobre
lo presente, lo fluido, sobre las tácticas como condición de observabilidad en el campo. Desde una
perspectiva decerteana las tácticas, estas maneras de hacer, forman la contrapartida del orden
social, al “valerse de” un tiempo muerto –instituido- para transformarlo en otro tiempo con sentido
para los sujetos. De modo que haber elegido trabajar con jóvenes surge del interés de indagar sobre
las experiencias de los sujetos, comprendidos en edades aproximadas dentro de ciertas condiciones
particulares. Ya que la particularidad de su condición de clase es objeto de intervenciones
(vigilancia de los cuerpos, ordenamiento, clasificación, estigmatización) desde políticas de
seguridad, que los visibiliza a través de su criminalización como de políticas urbanas que obstruyen
su capacidad de circulación. Indagar sobre las experiencias del sentir de estos jóvenes conlleva un
propósito analítico y político, de dar visibilidad a los dispositivos hegemónicos de dominación,
mirando intersticios de capacidad inventiva a través de ciertas tácticas que transciendan el orden
establecido.
Abstract
In this work we investigate in particular the experiences and practices of young people living in
socio- segregation contexts: Ciudad Barrio Villa Retiro and Villa El Tropezón. The main idea of
this work is to develop an analysis that will address the field of young subjectivities and their
relation with the spatial context in which they unfold. We part our analysis from the consideration
that we build our subjectivities by inhabiting specific urban contexts that imply certain
possible/impossible, desirable/non-desirable experiences, which organize a certain way of
thinking-feeling-be. Given that plurality and complexity are features of everyday practices, our
perspective is focused on experiences, and from such a concept we reflect on the present. But also
studying the tactics that subjects display, which are conditions of observation in the field. From a
perspective that follows De Certeau’s proposal, tactics are ways of doing things, and they are the
counter part of social order, that make use of dead time –instituted time- to transform it into another
temporality with meaning to the subjects. The choice of working with young people arises from
the interest of inquiring about the experiences of the subjects, included in approximate ages within
certain particular conditions. We recognize the particularity of their class condition is subject to
interventions -body surveillance, ordering, classification, stigmatization- by security policies
which make them visible through their criminalization, and urban policies that obstruct their ability
to circulate. Inquiring into the feelling experiences of these young people entails an analytical and
political purpose, to give visibility to the hegemonic devices of domination, looking at interstices
of inventive capacity expressed through tactics that transcend the established order.
Índice
Introducción………………………………………………………………………………..…6
Problema y objetivos …………………………………………………………………….....11
Capítulo I- Marco Teórico …………………………………………………………………...15
1.1 Subjetividad(es)……………………………………………………………………….17
1.2 Bordeando Juventud(es)------------------------------------------------------------------------22
1.3 Socio Segregación…………………………………………………………………….26
1.4 Tácticas: significaciones subjetivas en escenarios urbanos ………………………….32
Capítulo IV- Análisis: Encerrados aún más dentro del propio encierro……………………...59
Capítulo V- Conclusiones…………………………………………………………………...113
Referencias Bibliográficas…………………………………………………………………..120
Anexos………………………………………………………………………………………131
6
Introducción
En este trabajo indagamos en particular las experiencias y prácticas de los y las jóvenes de
sectores subalternos que habitan en condiciones de socio segregación, para dar cuenta de las
habitar determinado contexto urbano -ya sea la villa o la ciudad barrio- se trazan experiencias
ciudades siempre fueron objeto de intervenciones orientadas a regular las acciones e interacciones
entre los sujetos, especialmente en el marco de sociedades capitalistas como las nuestras, estas
tienden a profundizarse según el par cuerpo-clase. De modo que dentro del proyecto de
transformaciones que se han ido desarrollando en la ciudad de Córdoba (ver Anexo1). Por un lado,
a partir de intensos procesos de socio segregación urbana intensificados desde el año 2003, nos
sectores crecientemente homogéneos, en cuanto a clase social (en las diversas formas propuestas
desde la demografía) y separados entre sí. Pero cuando hablamos de socio segregación urbana no
sólo nos referimos a la segregación/separación residencial, sino que también diversas formas en
que se estructuran en la ciudad tanto el estar juntos como el estar separados, a partir de los lugares
de encuentro e interacción con otros. Por otro lado la segregación se complementa con un conjunto
En un primer caso trabajamos con los y las jóvenes que residen en Ciudad Barrio Villa Retiro.
Barrio que surge a partir de un programa habitacional que podemos caracterizar como
expulsógeno, el cual toma el nombre de “Mi casa, Mi vida”. Dicho programa implicó la
erradicación de villas/asentamientos del centro de la ciudad hacia las afueras del tejido urbano.
Las llamadas Ciudades barrios fueron emplazadas en zonas ubicadas, en muchos casos más allá
del espacio periurbano (predominantemente en dirección sur y este), lo que implicó una
visuales. En un segundo caso trabajamos con los y las jóvenes que viven en Villa el Tropezón, la
cual se encuentra situada al margen de una mega obra vial llevada a cabo en el año 2013
denominada “Nudo Vial el Tropezón”. Esta obra implicó una intervención directa sobre mil metros
espaciales de terreno sobre la calzada de Av. Cárcano y mil doscientos metros sobre Av. Colón,
concretando un total de 75 mil metros cuadrados de pavimentación que se extienden por zonas
previamente pobladas por sectores subalternos en el área noroeste de la ciudad de Córdoba Capital
(Seveso, E. y Morales, E., 2017). Vivir en la Villa el Tropezón es estar tras los muros del nudo,
“detenidos”, por fuera de los carriles de circulación veloz. “Hace 7 años que voy a la escuela, y
desde que está el nudo no hay un camino por donde llegar”, expresaba uno de los jóvenes
construcción del Nudo que colinda con la villa y la separa, particularmente de la vereda del frente
por Avenida Colón, donde se han instalado 9 complejos de departamentos cerrados de propiedad
Esta reconfiguración del espacio en la ciudad de Córdoba se enmarca en una lógica que viene
2Este término es trabajado dentro del equipo de investigación, desde W. Benjamin, para dar cuenta del carácter estratégico de los
procesos urbanos. El autor analiza las transformaciones en París por el Barón Haussmann, dando cuenta de que el tamaño, la forma,
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cartografía de la ciudad desde una segregación del espacio en términos de clase (Boito, Espoz &
Ibañez, 2009). Estructurando prácticas tanto de ser y estar, como de circular y desplazarse en la
ciudad, produciendo consecuencias sociales al transformar los modos de vida, ya que las
Ahora bien, las transformaciones urbanas que venimos describiendo van acompañadas por
encuentran una legitimación habilitada en el plano de lo legal a través del Código de Convivencia4.
Así, la Policía se presenta como un actor social de fuerte presencia y relevancia en la interacción
Las detenciones arbitrarias, la criminalización por parte de los medios y la estigmatización que
moviliza los traslados vía plan habitacional conforman “políticas de la mirada”, en el sentido de
otras formas de ordenar las relaciones entre los cuerpos en la ciudad a través de las posibilidades
la orientación de las calles, las avenidas, viviendas etc., que configuran la ciudad tienen una intencionalidad política de organización
de la vida social como de evitación del conflicto social.
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“Urbanismo estratégico, experiencias de habitabilidad, circulación y desplazamiento en la ciudad. Indagación sobre
vivencias/experiencias de las clases subalternas, Córdoba (2012-2013)” Directora: Dra. María Eugenia Boito, Co-directora: Dra.
María Belén Espoz Dalmasso. Proyecto tipo A Secyt UNC Agosto 2012. Resol. SeCyT nº 162/12. Y con anterioridad: “Urbanismo
estratégico y segregación clasista. Identificación y descripción de algunas imágenes y vivencias de las alteridades de clase en el
espacio urbano cordobés. (‘Ciudades-Barrios’, 2007)”Directora: Mgter. María Eugenia Boito, Co-director: Mgter. Flavio Luis
Borghi; con aval académico y subsidio, Resolución 69/08 Secyt UNC; Resolución Rectoral 2074/08; "Subjetividades y contextos
de pobreza. Deconstrucción de políticas habitacionales en el traslado de familias a las nuevas ciudades/barrio de Córdoba",
Directora: Dra. Ana Levstein, Co-directora: Lic. María Eugenia Boito. Proyecto tipo B Secyt UNC197-05, Res. Rectoral 2254/06,
Res. Secyt 162/06.
4 Que reemplaza al anterior Código de Faltas (ley N° 8431) pero mantiene las mismas ambigüedades largamente cuestionadas por
la sociedad civil y que terminan amparando el accionar policial discriminatorio y arbitrario. Se trata de una normativa de nivel
provincial destinada a regular delitos menores que tuvo sus antecedentes en la dictadura militar de 1976. Su aplicación se comporta
como un instrumento represivo que habilita operativos policiales injustos y arbitrarios. En otras palabras, no sanciona conductas
concretas, por lo tanto, deja un amplio margen de arbitrariedad a los agentes policiales para demorar, detener y hasta perseguir a
aquellas personas que cumplen con el prototipo de sujeto estigmatizado; y en la práctica tiene en su aplicación a los varones jóvenes
de sectores subalternos como blancos preferentes. El Código de Convivencia se encuentra disponible en:
http://boletinoficial.cba.gov.ar/wp-content/4p96humuzp/2016/03/1_Secc_28032016.pdf.
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de ser visibles/o invisibles, y las maneras en que las clases se (des)encuentran entre sí. Se va
construyendo así una ciudad caracterizada por nuevas modalidades de encierro de entornos
clasistas (Boito, 2013), que articulan un horizonte de lo posible y deseable para estar y desplazarse
en la ciudad.
Por esto, al preguntarnos por los las subjetividades juveniles, no podemos dejar de mirar el
maneras mediadas tecnológicamente. Se presenta así la tensión entre ser nombrados/regulados por
capitalista que con-forma las dinámicas de interacción social y subjetiva (Boito, M. & Michelazzo,
C., 2014).
Entonces, ¿cómo pensar las subjetividades juveniles sin preguntarse por los espacios-tiempos
en los que habitan los jóvenes? ¿De qué manera se vinculan las subjetividades juveniles con los
apropiación de su espacio/ tiempo despliegan los sujetos frente a los márgenes de (im)posibilidad
que su pertenencia a contextos socio segregados produce? Estas tácticas, maneras de hacer que se
articulan a detalles de lo cotidiano, nos permiten un abordaje de las maneras en que la subjetividad
constituyen las mil prácticas a través de las cuales los usuarios se reapropian del espacio
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organizado por los técnicos de la producción sociocultural (De Certeau, 2000). Indagar sobre las
experiencias del sentir de estos jóvenes conlleva un propósito analítico y político, orientado a dar
Problemas y objetivos
Problema
Dentro del proyecto de investigación en que el presente trabajo se insertó, se vienen abordando
las diferentes transformaciones que han tenido lugar en la ciudad de Córdoba, que atraviesan a las
distintas clases sociales, y re-configuran dinámicas del habitar, pero también de circulación y
movilidad. Estas transformaciones se dan desde una lógica que se reconoce como
turístico en la ciudad. Esto va más allá de la promoción de visitantes extranjeros, hace referencia
a una planificación urbana en la que participa en mayor medida el sector privado -empresas- en su
no solo proyectan una imagen para el turista sino que proponen y disponen formas de estar en la
ciudad para los sujetos que la habitan. Produciendo fuertes procesos de socio segregación urbana,
referentes al transporte, educación, alimentación, salud, etc. Por lo que la ciudad se presenta como
lugar desde donde leer las experiencias posibles/deseables de los sujetos que la habitan, ya que
5 En estos términos se expresan las acciones, tanto en documentos oficiales como la prensa. Sobre el tema Boito, Espoz Dalmasso,
e Ibáñez, (2009b) reflexionan sobre las prácticas del decir-hacer sobre territorios “abandonados”, denominados “recuperados” por
la cobertura mediática y el discurso gubernamental, que ponen en acto ciertas formas de comprender e intervenir en contextos de
expulsión social.
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En este marco nos interesó mirar la relación que se da entre contexto urbano y subjetividad -
particularmente de los y las jóvenes que habitan las condiciones de socio segregación
palabras hay elementos que intervienen del orden de una realidad externa, podríamos decir el
contexto urbano. Al mismo tiempo, este es reconstruido por lo sujetos a través de sus prácticas,
que no solo involucran un hacer sino también una dimensión afectiva, es decir este hacer -su
habitamos no pertenecerían a nadie. Entonces leer los lugares desde la carga emocional de los
sujetos, de sus vivencias y experiencias, desde los sentidos que ellos mismos les atribuyen, se
presenta como una pista para ver cómo operan los mecanismos sociales de regulación corporal y
emocional.
Critica (Paulín, H., et. al., 2013) al enfatizar los aspectos de dominación social que impactan en la
del contexto social e histórico en su devenir como en sus relaciones en determinado recorte
subjetividad se produce/desarrolla, nos advierte que los sujetos se encuentran ante limitaciones
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que condicionan su dinámica pero a la vez, posibilitan una apertura hacia nuevas prácticas que
espacio/ tiempo despliegan los sujetos frente a los márgenes de (im)posibilidad que su pertenencia
a contextos socio segregados produce? A partir de este interrogante nos propusimos como objetivo
general: describir qué características tienen las subjetividades juveniles en relación a los contextos
de socio segregación estudiados (Ciudad Barrio Villa Retiro y Villa El Tropezón), en la ciudad de
Córdoba. Para ello -y más específicamente- comenzamos por describir y caracterizar tanto las
modalidades de intervención estatal (municipal, provincial) y del sector privado -mercado- en los
entornos urbanos en los que los y las jóvenes están insertos, reconociendo actores y espacios. En
relación con esto reconstruimos sentidos subjetivos a partir de las experiencias urbanas de los
jóvenes que habitan contextos de socio segregación. Identificando ciertas tácticas orientadas a la
tiempo.
análisis fue la realidad de la vida cotidiana de los y las jóvenes que habitan contextos de socio
segregación. Dado que la pluralidad y la complejidad son rasgos de las prácticas cotidianas, nuestra
mirada se inscribió en la experiencia; es desde allí donde reflexionamos sobre lo presente, lo fluido,
sobre las tácticas. De modo que nuestro registro se centró en el habitar de estos jóvenes, a través
fabrica el espacio. Es decir, las formas de apropiación a través de los usos sobre el espacio/tiempo
las jóvenes con el espacio- que sus vivencias se relacionan directamente con la construcción del
Nudo vial antes referido, en términos de “hito” histórico, así como las vivencias asociadas a la
lejanía y la sensación de desolación al vivir/haber sido trasladados hacia una Ciudad Barrio. Por
literal en el apartado de “De la casa a la escuela y de la escuela a la casa ¿Para qué más?” como
en su carácter más “desapercibido” identificando diferentes actores que marcan los distintos
(2008), apartado en el que desarrollamos las salidas en espacios físicos reales Marchas como
que se presentó entre salidas fantaseadas y salidas realizadas. Por último en “Las paredes son
nuestras” trazamos un cruce entre los conceptos Nuda Vida/Vida Mula6 para referir a la condición
de precariedad del escenario de la vida cotidiana, que se desarrolla no sin la posibilidad de fugas,
que recuperamos a través de las ideas de táctica y raje. De esta manera nos acercamos a la
6Esta articulación entre los conceptos Nuda Vida de Giorgio Agamben y Vida Mula del colectivo de investigación Juguetes
Perdidos permitió una comprensión sobre la condición de precariedad en que se inscribe la vida contemporánea y el modo en que
habilita ciertas prácticas que la sostienen/reproducen. Sin embargo esta condición no es total, ya que hay la posibilidad de raje, de
apertura de aquello que se presenta como cerrado.
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Marco teórico
que habitan entornos particulares, por lo que se hace necesario considerar a la categoría
primer momento la categoría subjetividad(es) como herramienta analítica que nos permitirá
acercarnos a una comprensión de las relaciones entre el individuo y la sociedad de una manera
dialéctica y flexible, a modo de Cinta de Moebius entre cada quien y su entorno social, cultural y
material. Esta reflexión sobre las subjetividades juveniles no puede dejar de lado narraciones
socio-discursivas acerca de lo juvenil. Tanto aquellas que surgen a partir de un poder simbólico,
también las narraciones desde el propio lenguaje juvenil, su estética, sus marcas corporales, que
se dan en un contexto en constante transformación, que disponen en los lugares donde circulan los
flujos de producción y reproducción del universo juvenil. Por esto se desarrollará en un segundo
apartado la categoría juventud indagando sobre algunos de los referentes pertinentes a los fines de
esta investigación.
Ahora bien decimos subjetividades juveniles en plural, ya que desde nuestra interpretación de
distintas en un mismo presente, que coexisten de formas diversas, según clase y género, por
ejemplo, pero que tienen en común su condición de juventud. Condición que lejos de ser natural
políticas sobre los cuerpos y las emociones configuran un tipo de subjetividad deseada/indeseada
de sus actores.
Estas políticas actúan sobre los cuerpos y sobre el contexto, que en este caso caracterizamos
como espacio urbano socio segregado. Sobre esta condición focalizamos en un tercer apartado,
teniendo en cuenta tanto políticas urbanas, como políticas de seguridad que van desplegando una
estrategia muda de orden social, que a través de transformaciones en la ciudad van designando un
lugar para cada quien, de acuerdo al par cuerpo-clase, en convergencia con modalidades
represivas/selectivas que inciden en las formas en que los cuerpos habitan/circulan por la ciudad.
A pesar de estas estrategias, que separan, ocultan, vigilan, ciertos intersticios se despliegan
configurando un espacio en el que las tácticas tienen lugar, como marcas subjetivas que significan
los espacios desde otra lógica, desde los propios caminantes. En el último apartado, la propuesta
es recuperar algunas nociones que nos permitan comprender mejor las tramas de las subjetividades
Subjetividad(es)
subjetividad remite a un viejo debate de las ciencias sociales y humanas aún en disputa: la relación
entre una instancia que podemos denominar “psiquismo” y otra designable como “socio-cultural”.
Bajo el concepto de subjetividad recaería una solución de compromiso entre dos instancias que
han sido relegadas a diferentes campos del conocimiento, por un lado lo psíquico como equivalente
con lo externo-colectivo sería objeto de interés de la sociología. Ahora bien esta manera de
reinterpretar lo subjetivo no desconoce, sino que reconoce una historia y un sentido en lo que tiene
de común y lo que tiene de diferente con la noción de identidad. Esto es trabajado por Bonvillani
entre la identidad y subjetividad, es que la primera es una dimensión de la segunda, por lo cual
esta última es una categoría más amplia que la identidad y que a su vez la contiene. De modo que
la autora reserva la noción de identidad para designar determinados tipos de procesos subjetivos,
referidos al reconocimiento del sí mismo que se expresa en diferentes narrativas del sujeto. Ya que
es a partir del racionalismo que se desarrollan los planteos fundacionales de dicha categoría, en el
marco de un proceso histórico que se reconoce como la Modernidad. En la cual la razón adquiere
ilustrado” que mediante el uso de la razón, como facultad básica puede actuar como ciudadano
autónomo, es decir como dueño de sí mismo, puede llegar a ser agente de su propia historia 7. De
7
Otros pensadores de la Modernidad, se preocuparan por sugerir vías en que la conciencia deje de ser una conciencia alienada, en
esta línea encontramos a Marx, quien realizara un planteamiento genuinamente social. Para un desarrollo más extenso del contenido
del discurso de la modernidad consultar Ibáñez, T. (1996).
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modo que esta corriente de pensamiento tuvo consecuencias políticas, “sirvió para sustentar la
renuncia a explicar el curso de los hechos por medio de un orden de costumbre o autoridad (divina),
vida humana, como el contexto material y simbólico donde esta se produce/desarrolla. Con esto
A través de dicha categoría se incorporan aspectos socio-históricos, ya que no hay nada que pueda
llamarse subjetividad sin la experiencia con el otro; es decir sin que intervengan elementos
culturales, por lo que este concepto va desdibujando las fronteras del adentro y el afuera, de lo
individual y lo social.
Entonces, ¿de qué hablamos cuando hablamos de subjetividad(es)? Para respondernos a esta
pregunta vamos a tomar los aportes de González Rey (2005) quien sostiene que la subjetividad no
se presenta como una estructura cerrada que solo habita en el campo de lo intrapsíquico, sino que
es una construcción que se da en el campo de la acción del sujeto, del sujeto en relación y por lo
carácter procesual, y los múltiples factores que están presentes en su constitución, que si bien no
dejan de lado el campo de lo intrapsíquico no solo se remiten a este, ya que si no implicaría sostener
su construcción alrededor de un único factor. Por esto el autor sostiene que la subjetividad es una
forma de organización que va trazando sentidos subjetivos, que corresponden al marco actual de
actuación del sujeto y que va configurando lo que el autor denomina “configuración subjetiva” y
que define como: “una organización de sentidos subjetivos que definen los procesos simbólicos y
las emociones que se integran de forma inseparable en relación a las experiencias del sujeto dentro
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de los espacios simbólicos de la cultura” (p.375). En los sentidos subjetivos “se especifica cierta
autonomía de lo emocional que no aparece como resultado de la mediación semiótica sino que la
acompaña” (Gonzales, Rey 2006, p.40) por lo que remiten a estados del sentir, a como se vivencia
Así, la sociedad es producida y/o reproducida constantemente por los sujetos, ya que la acción
implica actuar en el mundo, y a través de esta acción se van moldeando los lugares que habitamos
y a la vez los lugares van dejando huellas en nosotros. Esta acción del sujeto -su hacer- no se da
corporeidad, ya que el sentir es un acto constitutivo de lo que somos. Sin perder de vista que estos
socialmente construidas como los imaginarios sociales, imaginarios urbanos, los fantasmas y
fantasías sociales, que regulan” (Scribano, 2008, p.88), “orientan, colonizan” (Lindon, 2008) las
vincularla con la espacialidad en la que esta se despliega; ya que entendemos que las disposiciones
Siguiendo a Scribano (2008) el cuerpo se presenta así como lugar de conflictividad y de orden.
Para llegar a este último punto el autor en su texto Fantasmas y Fantasías Sociales: notas para un
homenaje a T. W. adorno desde Argentina parte de dos supuestos: el primero recae en entender
que tanto los fantasmas como las fantasías sociales operan como mecanismos de soportabilidad
individuales/colectivas en ellas involucradas y las redes de conflicto en las que se inscriben es una
vía para analizar los procesos de estructuración social. Ahora bien tanto las fantasías sociales y
los fantasmas deben inscribirse en el contexto de aplicación sistemática del neoliberalismo, al que
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reconoce en primer término como una máquina de transformar lo colectivo en individual. Creando
la sociedad de los individuos, los cuales cuentan solo con sí mismos o con una asistencia que se
neoliberal “sea mercancía y no muera en el intento”, por lo que reduce a los sujetos a cosas. Cosas
que arroga al vacío, ya que en dicho sistema no existe una cosmovisión que permita aunar los
individuos, no hay un soporte que nos encuentre con otros, el día deviene una mera cuestión de
subsistencia. “En este contexto, entenderemos que los mecanismos de soportabilidad social se
sistemática del conflicto social” (Scribano 2008, p. 90). Dichos mecanismos operan de manera
silenciosa en la trama de la vida cotidiana, del sentido común, en las construcciones de las
sensaciones que parecen lo más íntimo y único de toda persona, que posee en tanto sujeto social.
De modo que los fantasmas y fantasías sociales operan como dispositivos ideológicos de una
sociedad en la regulación de las sensaciones, centro de combate para que las cosas pasen y se
soporten, por lo que coagulan las capacidades de acción de los sujetos, al permitir la aceptación de
En este punto resulta necesario aclarar que cuando estamos pensando en sentidos subjetivos
que tejen los jóvenes a partir de sus experiencias, de sus vivencias ancladas en un tiempo/espacio
particular, que nos hablan de maneras de vivir, hábitos, de los pulsos vitales singulares de cada
modo de vivir, de transitar la ciudad, estamos poniendo como eje principal el plano sensible en el
globalización y las nuevas tecnologías moldean los cuerpos y las subjetividades produciendo en
palabras de Guattari y Rolnik (2006) subjetividad capitalística: subjetividad que surge como
efecto del mercado en la instrumentalización del deseo, la creación y la acción. Esta “gran fábrica”
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capitalística intenta garantizar una función hegemónica en todos los ámbitos de la vida desde lo
que deseamos, fantaseamos hasta las formas de vincularnos, como de encontrarnos y separarnos.
Esta idea de “control” de la subjetividad surge en Posdata sobre la sociedad de control de Gilles
Deleuze (1991). En aquel texto el autor realiza una síntesis sobre la historia, la lógica y el programa
de transformación estético/política que ejerce la disciplina en la regulación del deseo, y cómo esta
transformación implica un paso de una sociedad basada en la disciplina y el encierro a otra centrada
en el control a cielo abierto. Sin embargo este paso de una sociedad a la otra no implica que la
sociedad de la disciplina deje de existir sino que convive con nuevas formas de control que
normalidad, es decir con la sujeción a la norma, como referiremos al historizar la “juventud”. Los
fabril (Sibilia, 2005). De allí la valorización del trabajo, trabajo como forma de ganarse la vida,
dominación, podríamos decir, a partir del cual el consumo comienza a reglar mayormente los
lógica de ser consumidores consumibles, que se forman y deshacen a favor de los nuevos
movimientos del mercado. Lo que estamos intentando decir es que hay modelos subjetivos
dominantes, socialmente construidos a partir de los cuales adquieren centralidad los procesos de
determinado consumo y prácticas, interpelando a los jóvenes, ya que definen modos de ser como
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de estar. De modo que la subjetividad en tanto adviene y deviene en lo social se construye con la
donde los diferentes grupos van ocupando heterogéneas pero también desiguales posiciones dentro
acuerdo al lugar que ocupen en el espacio social, es decir que la clase se anuda a determinas
Bordeando juventud(es)
Investigar sobre las prácticas juveniles es adentrarse a un mundo extraño y transgresor para la
mirada adulta, ya que a través de ellas sortean el uso instituido de los cuerpos, se reafirman como
sujetos deseantes y se apropian del presente del que son desterrados con la promesa de un futuro
seguro, que se obtendría con la llegada de la adultez. Esta forma de mirar las prácticas de los
jóvenes tiene como telón de fondo, ciertas configuraciones socio-discursivas desde las cuales se
van delineando marcos de comprensión acerca de este fenómeno social al que llamamos juventud.
socio-discursivas.
que se configura la juventud como problemática debido a la complejización de las formas sociales
que se venían gestando. Se trata por tanto, de una etapa etaria presuntamente problemática que
sería necesario controlar con el fin de obtener un adulto “normativizado” de acuerdo con los
valores sociales presentes en dicho periodo socio-histórico. El reloj comienza a marcar los tiempos
del quehacer cotidiano. La juventud empieza a distinguirse a partir de la figura del joven en una
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relación diferencial con otras etapas de la vida socio-biológica: la niñez, adultez y vejez (Espoz,
2013). Bajo esta concepción aparece la juventud como periodo psico-biológico que considera a la
misma como un fenómeno universal, caracterizado por cambios físicos (hormonales y fisiológicos)
esperables propios del crecimiento y que habrán de superarse en una tramitación individual. Al
concebir a la juventud como naturaleza biológica, pasa a ser un fenómeno universal y ahistórico,
lo que impide advertir las condiciones sociales y culturales de su emergencia (Bonvillani, 2009).
Esta concepción de la vida por etapas se inicia en el siglo XIX acompañado por otro proceso
Estado en la escolarización, la salud pública y el ejército son las medidas más visibles, las que
visibilidad la juventud:
“Los jóvenes han adquirido visibilidad social como actores diferenciados: a) a través de su
paso por las instituciones de socialización; sea este como afirmación o negación; b) por el
conjunto de políticas y normas jurídicas que definen su estatuto ciudadano para protegerlo y
Por lo que podríamos decir que cuando hablamos de jóvenes, lo que aparece como dato en
experimentan de diversas maneras y en posiciones diversas. Es decir no basta con compartir una
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edad para formar una generación ya que el espacio social no se presenta como un escenario
homogéneo, con iguales condiciones para los sujetos que lo habitan. Lo que no quiere decir que la
edad no sea un dato a tener en cuenta cuando se aborda el fenómeno de las juventudes, sino que
no debería tomarse como un dato aislado, debe cruzarse con prácticas y representaciones juveniles
sentido amplio puede entenderse como tiempo en el que se entrelaza el tiempo histórico con ciertas
condiciones sociales de existencia en las que viven los sujetos, que disponen modos de
generación diferentes, lo mismo ocurre con el área residencial, no es lo mismo el ámbito de lo rural
que de lo urbano, cada situación cuenta con un carácter singular, con sus propios ritmos que
obedece a su propia dinámica y proceso histórico (Ghirardo, 2004). Por lo cual las expresiones
escolaridad, gimnasio, club, idioma, etc.), la escuela pública o el colegio privado, el barrio o
Ciudades Barrios. La heterogeneidad se presenta como una clave en el análisis del espacio juvenil
(Chaves, 2010). La noción de edad no puede reducirse a un referente biológico, ya que adquiere
De modo que la edad no es una categoría cerrada y transparente, y queda relativizada cuando
se establecen distinciones en función de los lugares sociales que ocupan los jóvenes (Reguillo,
2012). Sin embargo es un referente importante en la medida que atribuirle a la juventud una
clasificación desde una determinada edad es fijar un límite para ciertos consumos y muy
especialmente para ciertas políticas definidas como para “jóvenes”. La juventud “no es más que
una palabra”, dice Pierre Bourdieu (1990) sosteniendo que se construye como representación
25
ideológica de la división de los grupos. Es decir las categorías no son neutras, son productivas, dan
publicación La juventud es más que una palabra haciendo hincapié en que el término tiene usos
particulares, sentidos singulares y efectos concretos. No es más que una palabra, pero una palabra
en disputa, por un lado aparece la valoración social de lo juvenil pero en convivencia con la
estigmatización hacia los jóvenes. Dentro de la valoración social podemos advertir ciertos mitos
que la sostienen:
“Culto a la juventud que los adultos añoran. La juventud se asocia a cierto criterio estético,
estilo de vida y actitudes, que se constituyen en un patrón de belleza, se conforma una imagen
de joven legitimizada desde una sociedad de consumo, donde el propio cuerpo adquiere un
lugar preponderante.
Por último, aquella que en contradicción con las anteriores no supone una valoración
positiva. La procuración del placer como criterio rector de la propia existencia, se asocia
2009, p.149-150)
Por lo dicho hasta aquí la juventud es también una categoría de la que se apropian aquellos a
los que llamamos jóvenes según su contexto y la trama de relaciones en las que están inmersos. El
carácter heterogéneo de las juventudes tiene que ver con clase y con espacio (y con género, y con
Trabajar con sujetos a los que llamamos “jóvenes” implica participar en un vasto campo de
estudios y debates acerca de lo que la noción juventud pone en juego, como podemos apreciar en
el desarrollo de este apartado. Sin embargo el hecho de haber elegido trabajar con jóvenes surge
del interés de indagar sobre las experiencias de los sujetos, comprendidos en edades aproximadas
seguridad, que los visibiliza a través de su criminalización como de políticas urbanas que obstruyen
su capacidad de circulación. Indagar sobre las experiencias del sentir de estos jóvenes conlleva un
mirando intersticios de capacidad inventiva a través de ciertas tácticas que transciendan el orden
establecido.
Socio segregación
desigualdad, que se aprecia con solo cruzar de una calle a la otra. Desigualdad que va marcando
posiciones posibles, “abajo”, “arriba”, “dentro”, “fuera”. Esta re-configuración del espacio en la
tendencia a la expulsión de ciertos sectores de los espacios más valorados y rentables de la ciudad:
la costa del río y el centro. Según datos de la Municipalidad de Córdoba, entre 1985 y 2008 se
incorporaron 42 countries y barrios cerrados, representando (Anexo 2) casi el 10% de las nuevas
la ciudad, a través de políticas de hábitat, siendo una de las más significativas aquella que se llevó
a cabo bajo el Programa Mi Casa, Mi Vida ejecutado entre 2003 y 2008 por el Gobierno de la
Provincia, a partir del cual se trasladaron alrededor de 12.000 familias desde asentamientos
informales localizados en zonas próximas al área central o barrios pericentrales hacia grandes
complejos habitacionales construidos por fuera del tejido urbano, produciendo una fragmentación
del espacio y una separación entre las clases8 (ver Anexo 3). Es decir el rediseño de la ciudad
divide los espacios de modos enclasados dando cuenta de la expulsión de ciertos sectores a las
presenta como instrumento de regulación de las relaciones entre los sujetos. Cabe señalar que las
obras fueron ejecutadas por empresas privadas y los pobladores-destinatarios no contaron con
ninguna instancia de participación en las decisiones ni en el trabajo relativo a sus nuevas viviendas,
sociales subsidiadas por el Estado Provincial9. En el mismo sentido, en el año 2010 con los festejos
Los trazos que dispone la trama de la ciudad, se inscribe en una lógica que viene
8
En una investigación realizada por Boito, E. y Seveso, E. (2015) evidencian que para los sectores socio segregados de Córdoba
(particularmente ciudades barrios) hay una constante tensión entre la vivencia acostumbrada de segregación, la posibilidad de
acceso a ciertos espacios y la cancelación de ciertas experiencias que llegan a considerarse como “sueños”.
9
En relación a esto último encontramos que anterior a estas decisiones en el marco de políticas de hábitat, funcionó la “Mesa de
Concertación de Políticas Sociales” durante los años 1992-1997, en el marco de la cual muchas cooperativas de sectores populares
construyeron sus barrios y viviendas a través de la ayuda mutua y autoconstrucción. Sobre este tema ver Boito, E., Cervio, A.,
Espoz, B. (2009) “La gestión habitacional de la pobreza en Córdoba: el antes y después de las “Ciudades-Barrios”.
28
dinámicas de disfrute y consumo, condicionando las prácticas del estar con otros10. Contextualizar
imaginable, así como los cambios producidos en esa relación” (Žižek 2003:7). Podríamos decir
que la realidad es una realidad ideológica. De modo que realizar un análisis desde la crítica
dialéctica que se da entre estos y sus usos, ya que lejos de sostener una realidad fundante, lo que
se advierte es una posición de sujeto enunciante que oculta los condicionamientos materiales de
encarnados en sistemas legales como el gobierno y sus dependencias, las empresas transnacionales
e inversores privados que establecen formas de estar en la ciudad para los sujetos que la habitan.
experiencia espacial de la ciudad. Al establecer un orden espacial quedan inscriptos los caminos,
calles, edificios, se van programando así carriles de circulación, trayectos posibles, según el par
cuerpo-clase, generando fuertes procesos de socio segregación. Entendida ésta como el acceso
10 Que abordamos a través del proyecto “Urbanismo estratégico y conflictos: experiencias de disputas urbanas en Córdoba Capital
(2016-2017)”, dirigido por María Eugenia Boito y codirigido por Pablo Natta. Avalado y financiado por Secyt UNC Cat. A Res.
202/2016. El cual se inscribe dentro del Programa “Ideología, prácticas sociales y conflicto”, marco en el que se desarrolla el
presente proyecto y en el que la tesista forma parte.
11 Florencia Molinatti (2013) analiza desde la demografía, la segregación residencial en Córdoba a partir de datos de los censos de
1991, 2001 y 2008. En su estudio, señala que los sectores más aislados son los que se encuentran en los extremos de la escala
social: Los hogares cuyos jefes poseen alto nivel educativo (estudios superiores completos) y en segundo lugar, con bajo nivel
29
también la relegación de las clases subalternas a los terrenos más desfavorables de la ciudad,
caracterizados por la inaccesibilidad de los servicios, el paisaje y/o el ambiente degradado (ver
Anexo 4). En su aspecto social, la estigmatización podría pensarse en una doble dimensión, ya que
hay una estigmatización previa que promueve el traslado de ciertos sectores hacia los lugares más
configurarse como peligrosos y que disminuye toda probabilidad de encuentro e interacción entre
policial que los detiene arbitrariamente en lo que se ha conocido como “portación de rostro”12,
obstruyendo sus posibilidades de circulación por fuera del barrio y particularmente su acceso al
centro de la ciudad, pero también como fuerza que amenaza de diferentes maneras la
permanencia, la estabilidad, incluso la certeza de la vida. Según datos oficiales publicados por la
Provincia de Córdoba, entre los años 2003 y 2013 la cantidad de policías pasó de 14.000 a 23.000
educativo son los grupos más concentrados en el espacio y conforman vastas áreas homogéneas. La cantidad de personas y hogares
que viven en radios censales que fueron identificados como “islas de riquezas” o “bolsones de pobreza” fue ascendiendo en el
periodo que analizó, duplicándose en el caso de la segregación por riqueza. Con relación a la distribución espacial, observa que los
hogares con jefes de educación inferior al secundario completo tienden a concentrarse en el Sur, el Este y el Norte de la ciudad; en
contraste, con los hogares cuyos jefes completaron el secundario o más, que ocupan predominantemente la zona central y el corredor
Noroeste. Señala asimismo la contribución del Programa Mi casa, Mi vida en reforzar la tendencia creciente a la segregación
residencial.
12 “Portación de rostro” es la denominación popular de las detenciones arbitrarias llevadas a cabo por la policía a jóvenes de sectores
subalternos en función de su apariencia. Esta práctica se ampara desde lo institucional en el Código de Faltas, normativa a nivel
provincial que regula la circulación de los cuerpos y le da a la policía facultades para actuar como jueces ante “hechos delictivos”,
las detenciones recaen preferentemente sobre jóvenes de sectores subalternos, a quienes se los reprime, oprime y excluyen del
paisaje urbano. El Código de Faltas fue remplazado por el Código de convivencia, que entro en vigencia el 1 de abril de 2016. El
panorama con respecto a las detenciones arbitrarias no ha cesado por dicho cambio, en una nota publicada por Mucho palo noticias
el 23 de mayo de 2016 con el título: “cuarenta personas son detenidas por día en Córdoba por contravención”, exponen ciertos
artículos del código de convivencia y el números de detenciones por cada artículo, que en nombre del poder judicial 1861 son las
personas detenidas en Córdoba en este mes y medio (desde el 1 de abril hasta el 17 de mayo), de los cuales 1435 personas fueron
detenidas bajo el articulo 11/ Prohibición de transitar sin documentación, sin casco o sin placa identificatoria en motovehículos.
Disponible en: https://muchopalonoticias.com/2016/05/23/40-personas-son-detenidas-en-cordoba-por-contravencion/.
30
agentes, es decir un crecimiento del 64,3% en la última década 13. Un informe realizado por el
colectivo de investigación El llano en llamas muestra que en el año 2014 luego de los episodios
como detenciones masivas que emplean una metodología de ocupación territorial. En el informe
se registran 31 operativos desde febrero a mayo, del año 2014, los cuales se dan casi en su totalidad
en barrios populares o villas. Estos operativos tienen carácter de espectáculo, ya que los sujetos
son expuestos ente vallas en el espacio público. En mayo de 2015, aproximadamente 1500
subalternos de la ciudad, dando un total de 342 jóvenes detenidos por contravenciones, siendo que
cual indica que la supuesta peligrosidad evidenciada por contravenciones no fue el criterio
utilizado por las fuerzas de seguridad para decidir/seleccionar a quién detener15. Así, la Policía se
presenta como un actor social de fuerte presencia y relevancia en la interacción de los jóvenes,
interacción entre los cuerpos, no sólo desde lo estrictamente material sino también desde la
institucionalización de ciertas prácticas como las mencionadas: el tramado de las calles con su
13Para más detalle, consultar “colectivo de investigación el llano en llamas” disponible en:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=184116&titular=justicia-a-%93mano-propia%94-y-estado-policial-cordob%E9s- .
14
Equipo Táctico Especial Recomendado, creado en el año 1985.
15 Ver: “Informe sobre la actuación de la policía de la provincia de Córdoba en los operativos de saturación territorial del 2 y 3 de
volumen y extensión esconden el orden político que señala las posibles formas de encuentro y
desencuentro (Boito, Espoz, Michelazzo, 2013). Estas prácticas se hacen cuerpo –a través de
De modo que se presenta la tensión entre ser nombrados/regulados por cierta estructura de poder
justamente porque, como hemos señalado requiere de su reproducción en las subjetividades para
mantenerse. Siguiendo a Reguillo (2006) es a partir de expresiones culturales que los jóvenes se
vuelven visibles como actores sociales configurando campos de acción diferenciados, en donde se
apropian de un decir que les pertenece. Este trabajo por lo tanto se insertara dentro de un escenario
materiales y simbólicos. Esto significa que los jóvenes del Tropezón y de Ciudad Barrio Villa
discursos sociales. La imagen, central y omnipresente en el contexto actual, exhibe lo que debe
verse a través de la repetición mediática. Por lo que estos cuerpos, cuerpos jóvenes son presentados
como cuerpos de la sospecha. En este sentido, los jóvenes transitan/experimentan -porque hoy la
16“La imagen en este sentido debe concebirse en su dimensión estética, lo cual se vincula a los productos de la industria cultural
de hoy: todo lo deseado “quiere” ser consumido; y de alguna manera, el consumo estético reemplaza al consumo material,
convirtiendo a la posesión en un acto virtual. En este punto resulta necesario aclarar que lo estético habla de una manera de sentir,
-o lo que es lo mismo-, de experimentar”. (Benjamin, 1994: 23-24).
32
espacios públicos, privados, donde sus cuerpos están inscriptos significativamente. Entonces si
sostenemos que esas subjetividades están reguladas por un orden en el que intervienen mecanismos
encuentran un lugar en las tácticas al permitir una ruptura con esas imágenes/discursos que regulan
Dijimos que la subjetividad es una construcción que se da en el campo de la acción del sujeto,
del sujeto en relación y por lo tanto confrontado en un determinado contexto (González Rey,
2005), podríamos decir que la sociedad es producida y/o reproducida constantemente por los
sujetos, ya que la acción implica un actuar en el mundo, por lo que a través de esta acción
habitamos y a la vez los lugares van dejando huellas en nosotros. Por lo tanto no podemos pensar
experiencia de ser joven en el espacio urbano cordobés desde la práctica de sujetos que habitan
contextos de socio segregación, nos referimos a Villa El Tropezón y Ciudad Villa Retiro.
Numerosas investigaciones trazan un cruce entre el espacio y lo subjetivo para dar cuenta de
cómo se vinculan entre sí. A lo fines prácticos de esta investigación podemos referirnos al trabajo
sentimiento, en el cual realiza una lectura del cuerpo y las emociones entramadas a otras
33
dimensiones de la vida social, la vida urbana. El cuerpo no es visto como objeto de estudio en sí
mismo, sino que se parte de éste para comprender la construcción social de la ciudad. Su análisis
tiene como punto de partida: lugares exteriores, espacios abiertos, circulatorios, cuya expresión
queda inscripta en las calles y desde el punto de vista del sujeto-habitante y su hacer, el cual está
teñido de significado, de emocionalidad y afectividad que guardan ciertos lazos con construcciones
subjetivas socialmente construidas. A través del análisis de los espacios exteriores esquematiza
algunas micro situaciones17 en las que los sujetos llevan a cabo sus prácticas y da cuenta de cómo
los lugares son moldeado por los sujetos, ya que la corporeidad no sólo es constitutiva del actor y
microsituaciones la autora desarrolla dos conceptos analíticos: las topofilias –apego por el lugar-
y topofobias –rechazo por el lugar- (p.13). Distinciones analíticas que se presentan como clave de
lectura para mirar la carga emocional que los y las jóvenes asocian a los espacios y que van
deseable/lo posible. Leer los lugares desde la carga emocional de los sujetos es una pista acerca de
los mecanismos de regulación corporal y emocional. Otro trabajo que podemos mencionar y que
sigue la línea de esta investigación es aquel realizado por Michelazzo, C. (2014) Imágenes y relatos
de Córdoba. En el que relata ciertas prácticas por parte de un grupo de jóvenes que viven en
Ciudades Barrios, a partir de las cuales no solo dan cuenta de cómo transitan los espacios sino
también de cómo los perciben y los configuran. Al sostener que lo urbano es principalmente una
17
Son la expresión de manifestaciones locales que adquieren rasgos urbanos presentes en otras situaciones y que a través de un
microanálisis, dan cuenta de distintos tipos de procesos de producción/reproducción socio-espacial que se desarrollan en la ciudad
y que pueden estar indicando horizontes hacia los que se orienta la ciudad y la vida urbana (Lindon, 2009)
34
a partir de un taller de fotografía que permita reconocer las formas particulares en la que estos
grupos de jóvenes vivencian y circulan la ciudad. Jóvenes que habitan contextos particulares,
desplazados a las periferias de la ciudad, se encuentran con márgenes que imposibilitan su acción.
Al ser visibilizados como cuerpos de la sospecha, quedan fijados entre los límites de la Ciudad
Barrio a través de la vigilancia policial, muros, cercos, lejanía. Sin embargo esos jóvenes insisten
subjetivación posibles en los que se vislumbran algunos resquicios que desafían los límites
establecidos.
Podemos decir que el rediseño urbano, como estrategia de dominación social, incide en la
vida de los otros. Es decir hay un orden espacial que organiza las posibilidades/imposibilidades
(un muro que separa/excluye, impide avanzar) de los andares (la experiencia). El diagrama en que
venido describiendo, creado a partir de términos funcionales (un Nudo Vial que permite
velocidades, una Ciudad Barrio que posibilita la casa soñada) puede pensarse como estrategias
que designan lugares, en un sentido decerteano. “Las estrategias estarían ubicadas del lado del
poder, lo manipulable, el cálculo de relaciones de fuerzas que se vuelve posible a partir del
momento en que un sujeto de voluntad y de poder (una institución científica, una empresa, una
ciudad) es susceptible de aislarse y circunscribirse como un lugar propio” (De Certeau, 2000,
p.42). Estas estructuras presentan tanto permanencias como discontinuidades, a través de los usos
por parte de los sujetos, artes de hacer que el autor denomina tácticas. Las tácticas no tienen un
lugar propio, son acciones que se despliegan en el tiempo, sin más lugar que el del otro, dentro de
35
un terreno que les impone y organiza la ley de una fuerza extraña, por lo que se sirven de las
apropian de los lugares, así como los “hablantes” se apropian del lenguaje. Por esto, no hay que
mirar solamente aquellos productos culturales edificados desde el mercado de bienes, sino los usos
que se efectúan sobre esos bienes, ya que -desde su perspectiva- el uso y aún el consumo implica
un hacer, que en parte es un acto creativo, se refiere a los procedimientos de apropiación, aquellos
que evidencian una invención creativa, efímera y obstinada, que hace a la cultura de todos los días
como práctica cotidiana de las mayorías anónimas. Son las tácticas, espacio de libertad, de micro
resistencias y apropiación, dentro de los márgenes del orden dominante hacia donde el autor
propone dirigir la mirada. Aquellas tácticas, que no tienen lugar sino a partir del tiempo, de su
apropiación fugaz, a través de un instante efímero. Donde el espacio es producido por las
De esta forma el urbanismo geométricamente definido como lugar, se vuelve espacio por
quienes lo intervienen, sus caminantes a través de sus andares. “Este no lugar le permite, sin duda,
la movilidad, pero con docilidad respecto de los azares del tiempo, para tomar al vuelo las
posibilidades que ofrece el instante” (De Certeau, 2000, p.43). Por lo que hay que deslizar la
mirada hacia las prácticas que se desenvuelven en lo cotidiano, es a través de sus practicantes que
se realiza la ciudad. Son sus trayectos los que van significando y desafiando el orden espacial
establecido, dándole sentido a los espacios por los que transitan. Las experiencias mediante estas
artes de hacer -cultura de los caminantes anónimos- se presentan como un lugar posible de lectura
desde donde abordar la relación entre subjetividades juveniles y contexto urbano. Sin olvidar que
36
si hablamos de materialidad urbana en relación a la subjetividad, hay que ver que en esta
materialidad está plasmada una ideología, que se encarna en las estructuras de poder pero también
en los sujetos. Ya que se configura y se legitima a partir de ciertos discursos, entendidos desde el
psicoanálisis como forma de “lazo social, vínculo entre un agente y otro donde algo se produce y
hay efectos de verdad” (Recio, 1995: 485). De modo que los discursos designan posiciones como
lugares al hacerse cuerpo, por lo tanto se hace necesario partir desde un encuadre socio-ideológico,
que posibilite una comprensión del marco situacional en el que se despliegan las vivencias
Marco Metodológico
Tipo de estudio
despliega, partimos de la premisa de que las disposiciones del espacio -en este caso la trama
urbana, entendida como una de las dimensiones que hacen a la vida social- impacta en la
la subjetividad integra en una misma dimensión ontológica lo individual y lo social, categorías que
“La subjetividad es una definición ontológica que escapa del esencialismo metafísico tradicional,
donde la ontología se representa asociada con una esencia final, única, estática e invariable que
define la cualidad de los fenómenos” (p.63). Por lo que el campo de la subjetividad se presenta a
modo de Cinta de Moebius en la cual las fronteras que configuran el adentro-afuera, individuo-
Ahora bien, entendemos que lo urbano ante todo se presenta como una experiencia que
involucra a los sentidos, a partir de los cuales se van tramando sentidos subjetivos que se tiñen de
18
Sauto, Boniolo, Dalle, Elbert (2005) refieren a lo cualitativo como el enfoque que privilegia la perspectiva de los propios actores
en la construcción del conocimiento, ya que considera la realidad en su carácter subjetivo como intersubjetivo, a partir de lo cual
los actores involucrados en el proceso de investigación contribuyen desde sus propias experiencias subjetivas e interpretaciones
de la realidad social. Este carácter subjetivo/intersubjetivo implica que los investigadores cualitativos reflexionen acerca de las
implicancias de su rol como investigadores, de los efectos de su presencia en el campo. De modo que desde este enfoque cualitativo
no se busca medir sino explorar/describir/comprender partiendo de la mirada de los actores, de los significados que los sujetos le
atribuyen a su experiencia.
38
entre los cuales Gonzales Rey (2006) resalta tres por su significación para la psicología social: el
subjetivas de los y las jóvenes en relación al contexto urbano que habitan, es decir de la perspectiva
de los propios actores a los cuales consideramos como sujetos activos que entran en diálogo con
desarrollada entre ambos. En otras palabras la investigación social es un proceso activo que
reconoce la dinámica interactiva entre sus actores, a través de la cual no buscamos medir, sino que
de los propios actores, teniendo como eje el universo de la experiencia que todos los días tejen los
y las jóvenes junto a otros en contextos particulares, contextos que obedecen a una distribución
En función de los objetivos de esta investigación nos servimos de elementos provenientes del
social para conocer realidades particulares desde los sentidos de sus propios actores. En una
realidad, es decir como herramienta conceptual para organizar el conocimiento sobre determinado
contextos de socio segregación. Atendiendo a las producciones culturales de los y las jóvenes, ya
que no se trató de reconstruir una “versión única y definitiva de la cultura sino explorar las
relaciones sociales y los sistemas de significados” (Guber, 1991, p.28). Dado que entendemos que
la subjetividad tiene que ver con un hacer -una práctica- en un contexto, es por lo tanto un hacer
39
cultural. De modo que estas prácticas siguiendo a De Certeau (2004) son entendidas como una
producción -otra- que se desenvuelven en los escenarios de la vida cotidiana. La vida cotidiana es
un escenario de prácticas, ordinarias, anónimas y múltiples a través de las cuales los sujetos -
mayoría silenciosa- producen cultura: cultura múltiple, heterogénea y plural, a la que el autor
denomina cultura en plural. Estas prácticas se dan en el marco de una cultura que se declina en
singular -homogénea, única- por eso decimos de una producción otra. Ya que tiene que ver con los
usos de los sujetos en su carácter de consumidores, es decir no-productores. Que nos advierte de
la posición desigual que ocupan en la estructura social, de allí que el autor se refiere a la mayoría
silenciosa. Sin embargo es a partir de estas operaciones que los sujetos encuentran intersticios,
desvíos -tácticas- frente a un orden que se presenta bajo la forma de una ley extraña que configura
como dos procesos significativos para la comprensión de los sentidos sociales, de las vivencias y
interpretativo’, atendiendo al vínculo que se da entre cuerpo y espacio, entre sujeto y ambiente, ya
que nos permitió acercarnos a una reflexión acerca de la formación de la experiencia (Buck-Morss,
que los efectos están inscriptos en las significaciones mismas de lo abordado, es decir en las
40
construcción de subjetividades juveniles en contextos socio segregados, por lo cual hemos hecho
un recorrido de esta tensión para no caer en miradas que en términos de Grignon y Passeron (1991)
régimen de dominación simbólica, toda la producción simbólica de las culturas populares intentará
imitar, hacer suyos los valores de esa cultura dominante a la que se encuentra sometida. De modo
que no existiría un desvío posible ante la arbitrariedad de las culturas dominantes. Ahora bien el
producción simbólica de las culturas populares. De manera que estas últimas contarían con cierta
corresponde con su propio grupo o clase social. A partir de estas miradas teóricas ancladas en la
observación de campo, fue que indagamos las maneras en que se configuran las subjetividades
cómo es pensar-sentir-estar en la vida cotidiana de los y las jóvenes desde sus usos sobre el
espacio/tiempo en el que las tácticas se inscriben. Ya que las tácticas no tienen una condición de
autonomía, deben actuar en el terreno que se impone y que configuran un espacio/lugar -estrategia-
en el que el arte del débil se despliega al valerse de lo instituido, pero arreglándoselas en la manera
de utilizar ese orden. De modo que no todo es imitación de la cultura dominante ni tampoco
Participantes
no se circunscribe a la dimensión numérica, sino más bien a su carácter significativo. Es decir los
hechos, las significaciones, las prácticas nos interesan en la medida que se integran en un sistema
41
estudiar las subjetividades juveniles en contextos de socio segregación, una muestra significativa
Dadas las particularidades anteriormente descriptas, consideramos que tanto Ciudad Barrio
Villa Retiro como Villa El Tropezón son escenarios significativos para los objetivos de la presente
investigación. Significativos tanto por la riqueza y variedad que hay en cada grupo y entre los dos
grupos; semejanzas y diferencias de los dos grupos: unos afectados por plan habitacional cuando
niños que implicó una expulsión/desplazamiento hacia los límites de la ciudad, otros afectados por
una obra pública de gran dimensión que produce un sentimiento de incertidumbre sobre la
un caso se trata de jóvenes escolarizados, en el que el trabajo de campo se realizó desde la misma
escuela, en otro por fuera de la escuela, con jóvenes escolarizados como no escolarizados; donde
el trabajo de campo se realizó en los lugares donde los jóvenes se encuentran en el marco de un
Instrumentos y procedimiento
investigaciones que trabajan dicha problemática, como así también documentos secundarios,
acerca de las transformaciones urbanas que afectan a los y las jóvenes con los que trabajamos en
esta investigación.
42
Ahora bien al ser una investigación cualitativa, los instrumentos de recolección de datos que
el cual se van expresando temporalidades diversas según las coordenadas espaciales. Se realizaron
anotaciones de campo con el fin de reconstruir las experiencias en torno a vivencias de lo ‘juvenil’
la presencia del investigador en el territorio implicó un diálogo con los actores sociales (en este
caso con las y los jóvenes) que participaron en la investigación, tanto su presencia como las
campo mientras que en el caso de Ciudad Barrio Villa Retiro consentimiento informado por parte
de las responsables en el marco de la institución educativa para tomar notas, realizar grabaciones,
sacar fotos. Asegurando la privacidad de las personas, en cuanto al cuidado del anonimato, al uso
de los datos, de la información de sus vidas que los participantes puedan expresar en las visitas al
campo, con fines estrictamente académicos. Dado que la pluralidad y la complejidad son rasgos
de las prácticas cotidianas, nuestra mirada se va inscribir en la experiencia, es desde allí donde
De modo que nuestro registro se centró en el habitar de estos jóvenes, a través de comentarios,
temas de recurrencia, intereses, relatos a través de los que se fabrica el espacio. Es decir las formas
usuarios supuesto a la pasividad de la disciplina. Hablamos de las artes de hacer, aquellas que en
43
la actividad misma de “valerse de”, de un tiempo muerto para transformarlo en otro tiempo con
Comenzamos con el trabajo de campo en Ciudad Villa Retiro durante mediados del año 2015.
En el marco de un taller de prácticas que se dicta semanalmente. Taller que funciona como una
materia a contra turno, sin embargo no se toma asistencia. Cabe aclarar que al no haber escuela
secundaria, la escuela primaria presta el edificio para que funcione por la tarde/noche el
secundario. Como las horas no llegan a cumplir con el ciclo lectivo se realizan actividades en
participantes en diferentes espacios junto a los y las jóvenes, como en el encuentro de jóvenes
organizado por el Consejo de Jóvenes del CPC Rancagua, el primer Encuentro Interconsejo en la
Ciudad de Córdoba organizado por los Consejos de Jóvenes de Empalme, Ruta 20, Villa
el cierre del taller de prácticas en la plaza Villa Retiro. Mientras que en Villa El Tropezón el trabajo
de campo comenzó en 2016 a fines de marzo, hasta mediados de 2017. En este caso el trabajo de
campo no se desarrolló en un espacio institucional sino que fue en la misma villa, en la pasillito
del medio, lugar de encuentro de los y las jóvenes. El mismo se realizó semanalmente, también se
acompañó a los y las jóvenes a diferentes actividades como La Marcha de la Gorra, La Marcha por
observación participante, como técnica de recolección de datos. Lo cual nos permitió acercarnos a
las construcciones subjetivas que los actores producen a través de sus tácticas. Siguiendo a Guber
44
(1991) hablamos de observación participante debido a que el lugar del investigador no queda
circunscripto soló a observar de manera pasiva, sino que su presencia en el campo implica una
situación activa, de diálogo, de preguntas que puedan acontecer en el campo, como de participar
indisociable del conjunto de actividades que se llevan a cabo en la observación participante. Estas
entrevistas van desde un saludo, hasta un encuentro informal para tomar mate” (p.220). A partir
deseados/rechazados por los jóvenes (casas, escuelas, esquinas, centros comerciales, centro, entre
otros) que dieron cuenta de una aproximación a los modos de apropiación del espacio por parte de
estos jóvenes. Lo que nos permitió describir no soló nudos conflictuales en las dinámicas
estructurales de movimiento en la ciudad (para habitar, para desplazarse, etc.) sino también
Psicología Social Crítica, implicó una cierta manera de intervenir en el campo. Ya que entendemos
que la psicología social no se agota en una lectura que permita cierta comprensión/explicación de
lo que pretende estudiar, sino que supone una intervención, un hacer, una práctica social que
implicó cierta posición/rol del psicólogo. En este punto nos servimos de la reflexibilidad (Bourdieu
diálogos, relaciones. De modo que la reflexibilidad es una herramienta para analizar cómo la
solo implica una reflexión que reconozca los efectos que la presencia de la investigadora tiene en
el campo y que inciden en determinadas formas de actuar -en este caso de los y las jóvenes- sino
también una reflexión sobre una/o misma/o como profesional, ya que nuestras prácticas, nuestras
concepciones del mundo están mediada por nuestra trayectorias, experiencia, clase social. Por lo
que no podemos ubicarnos en una posición de exterioridad en las prácticas sociales en las que
participamos, ya que lo que acontece en el campo es el resultado del encuentro entre los diferentes
L. (2004) hacen un recorrido sobre 4 dimensiones de la reflexibilidad que señalan necesarias para
comprometido” (p. 6)
Nos interesa resaltar la última dimensión que hace al uso ético y político de la reflexibilidad en la
construcción del conocimiento. Ya que esta investigación al indagar sobre las subjetividades juveniles
en contexto de socio segregación conlleva un propósito analítico y político, de dar visibilidad, de hacer
existir oficialmente aquello que no se percibe, que aparece ante nuestro ojos y no podemos ver, en este
caso la socio segregación urbana como violencia particularmente cruel sobre los cuerpos de los y las
jóvenes con quienes trabajamos. Se trata del compromiso por pensar/problematizar aquello que se
presenta en la vida cotidiana como lo que simplemente es, y de ahí mirar los intersticios de capacidad
inventiva que se presentan a través de ciertas tácticas que producen un desvío, una fuga al orden social
participativo con un grupo de jóvenes con los que se viene trabajando desde 2014, ya que frente a
casas marcadas por grietas consecuentes de las obras, que describiremos en más detalle en el
próximo apartado, y allí dejan una huella bajo la frase: “el trope no se va” dando visibilidad al
conflicto. De modo que el proyecto mural se tornó un espacio de encuentros, de contención mutua,
reflexividad sobre las propias experiencias dando la posibilidad de que la palabra circule a través
de herramientas artísticas que desafían la mirada hegemónica que los presenta a través de su
criminalización como “esos cuerpos de la sospecha”, y puedan situarse como sujetos artistas19.
Tanto en Villa El Tropezón como en Ciudad Barrio Villa Retiro la especificidad del rol, fue
construyéndose a lo largo del recorrido de esta investigación, a partir del encuentro con las y los
jóvenes. Encuentro desde un “asalto” en el marco de una experiencia donde uno se encuentra con
la confianza que poco a poco se va tejiendo entre la investigadora y los y las jóvenes. El rol operó
como un andamio, como algo que no se ve pero que sostiene en la estructura de la argumentación
De modo que esta especificidad a la que nos referimos estuvo dada en facilitar espacios de
encuentro que permitiera habilitar la expresión de los y las jóvenes, no solo mediante la palabra ya
que desde nuestro encuadre socio-ideológico la ideología no es solo ideas racionalizadas, sino que
tienen que ver con visiones y sensaciones del mundo que definen maneras de ser, de habitar el
19
Tal participación llevo a la investigadora a presentar una beca de extensión titulado “Tácticas que atraviesa muros” para el año
2018 con el objetivo de sostener y dar continuidad a estos espacios de expresión creativa.
47
fotografía, en cómo se posa para una fotografía, consideramos enriquecedor incorporar al registro
partir de los relatos que acompañan el registro de la experiencia de los y las jóvenes, de sus propias
prácticas nos acercamos a algunas formas en que vivencian el ser joven en determinado contexto
mundo en base a “mapas perceptuales” que definen y delimitan territorios y maneras de ser y
recorrerlos de acuerdo a las diferentes regulaciones del espacio. Así mismo teniendo en cuenta que
las narraciones con que los y las jóvenes construyen sus propios trayectos vivenciales están
mediatizadas por discursos hegemónicos, nos propusimos desarticular dichas regulaciones que los
colocan como excluidos de ciertos espacios. Creemos indispensable trabajar junto a los y las
jóvenes con el fin de dar visibilidad a algunas experiencias y formas de expresividad, entendidas
posibilidad de acción/circulación.
Ahora bien en el marco de las condiciones urbanas que hemos descripto, y para aproximarnos
a las formas en que se traman subjetividades y espacios, haremos en el siguiente apartado una
breve historización del contexto en el que se inscribe la experiencia. Describiremos en primer lugar
Barrio Ciudad Villa Retiro, haciendo mención a la política de hábitat a través de la cual se crea,
argentinos, que a partir de un trabajo de campo indagan sobre los sentires vivenciados por los
actores involucrados en dicha política. En segundo lugar describiremos Villa El Tropezón, como
desplazamiento/expulsión territorial, por parte sectores privados como por la construcción del
Nudo Vial.
49
La figura del muro adquiere centralidad en los escenarios que se montan para los y las jóvenes
con los que trabajamos. Muros materiales/mentales que van tranzando una ciudad en la que los
espacios para la circulación se vuelven cada vez más estrechos. En el marco de las condiciones
urbanas que hemos descripto intentamos en este apartado desarrollar una breve historización de
los barrios en que residen los y las jóvenes. Comenzaremos por Barrio Ciudad Villa Retiro y
Barrio Ciudad Villa Retiro, es un complejo habitacional de 264 viviendas que fue inaugurado
en 2005. Está ubicado en el Norte de la ciudad, por fuera del anillo de circunvalación, a 9 Km. del
centro. El arco de entrada se encuentra sobre el camino a Colonia Tirolesa, y es el único acceso a
la ciudad barrio, que se encuentra rodeado en su totalidad por campos, en los cuales actualmente
medio) que comenzó por cercar todo el predio que lo separa con el barrio en cuestión. En nuestro
recorrido por el barrio, se habló con las maestras de la escuela secundaria que trabajan con los y
50
las jóvenes en el taller de prácticas acerca de esta obra, quienes se preguntaban si la radicación del
barrio colindante sería para “bien”, si daría posibilidad para tener más fuentes de trabajo, más
integración, pero con cierta desconfianza ya que se conocen barrios hechos por dicha cooperativa
en los que se han levantado muros, delimitando así materialmente un adentro y un afuera. Del lado
izquierdo del barrio se encuentra un establecimiento fabril que se separa por un alto muro. Jóvenes
comentaban que “lo tuvieron que hacer más alto” aún, y puede apreciarse en la cima del muro
alambrados con electricidad. Mientras que a la entrada del barrio se presenta el Centro de Salud.
Junto a este se encuentra la “Plaza de los sueños”: es una pequeña plaza que pareciera ser parte
del mismo dispensario; tiene una forma de triángulo de no más de veinte metros cuadrados
aproximadamente. En el medio del barrio se encuentra la escuela primaria, que por las noches
presta el edificio para que funcione la escuela secundaria. Contigua a ésta se encuentran el jardín
de infantes y el comedor.
Las denominadas “Ciudades Barrios”20 son complejos habitacionales que surgen a partir del El
Programa “Mi casa, mi vida”21. Esta política de hábitat a la que ya hicimos mención implicó la
erradicación de villas/asentamientos del centro y barrios pericentrales de la ciudad hacia las afueras
del ejido urbano (involucró la construcción de 12.000 viviendas, que hoy conocemos como
20 Ya el término Ciudades Barrios para designar a estos nuevos barrios destinados a los pobres invita a un análisis de crítica de
ideológica. Pequeñas ciudades se construyen en las periferias de una ciudad, delimitando un adentro y un afuera de quienes merecen
la ciudad
21 La implementación del programa “Mi casa, Mi vida” durante el gobierno justicialista de J. M. de la Sota con financiamiento del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Se construyeron 15 complejos habitacionales 1)”Ciudad Evita” (574 viviendas), 2)
“Ciudad de Mis Sueños” (565 viviendas), 3) “29 de Mayo Ciudad de los Cuartetos” (480 viviendas), 4) “Ciudad de los niños”(656
viviendas), 5) “Ciudad obispo Angelelli” (359 viviendas), 6) “Ciudad Ampliación Ferreyra” (460 viviendas), 7) “Ciudad Juan
Pablo II” (359 viviendas), 8) “Ciudad Villa Retiro” (264 viviendas), 9) “Ciudad Parque de las Rosas”(312 viviendas), 10)”Ciudad
Ampliación Cabildo” (570 viviendas), 11)B° Renacimiento (223 viviendas), 12) B° San Lucas (230 viviendas), 13)”Ciudad de Mi
Esperanza”(380 viviendas), 14) “Ciudad Villa Bustos” (197 viviendas), 15) “Ciudad Sol Naciente”(638 viviendas). Michelazzo, C
(2011) advierte cómo el eslogan “El techo de tus sueños” con el que el Gobierno publicitó el programa habitacional, se convierte
en el “techo de sus vidas”, donde encerrados en las ciudades barrios quedan expulsados del imaginario ideal de una ciudad de
Córdoba en pleno desarrollo. Sobre el tema ver De la Ciudad especular a la Ciudad laberinto disponible en
http://onteaiken.com.ar/ver/boletin11/3-1.pdf.
51
Esta política de hábitat surge como respuesta habitacional para sectores “vulnerables” de la
sujetos a los que fue dirigida no contaron con instancias de participación en el proyecto, tanto en
ubicadas más allá del espacio periurbano (principalmente en dirección sur y este), produciendo
términos visuales. Los traslados fueron realizados por Gendarmería Nacional. El programa fue
llevado adelante con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con
Estado cordobés. Por lo que el principal argumento mediante el cual se planificó la política
mencionada tuvo por eje la “erradicación de villas miseria” de zonas potencialmente inundables
denominadas “Ciudades Barrio” al final del 2003. Frente a la demanda de vivienda, la respuesta
fue dada por una producción industrial mediante empresas constructoras, desconociendo tanto
ampliando de esta forma los espacios verdes y de recreación en la ciudad de Córdoba 23”.
Cicatrización que ocluye la historia y que impide la posibilidad de cualquier forma de inscripción.
22
Ver anexo 4, en el cual se expresa el mapeo de las zonas de peligrosidad de inundaciones, erosión y anegamiento en la ciudad
de Córdoba.
23 Reglamento Operativo del “Proyecto de Emergencia para la Rehabilitación Habitacional de los Grupos Vulnerables Afectados
por las Inundaciones en la Ciudad de Córdoba, Provincia de Córdoba”. Contrato de Préstamo 1287/OC-AR.
52
Es en este punto donde las contradicciones del objetivo del Programa se ponen en evidencia y más
viviendas, de una posible inundación (que efectivamente se dio en determinados lugares) se puede
pesquisar un fuerte elemento de biopoder que configura el espacio a partir de “limpieza” visual 24.
considerados nocivos, sino la transformación de ese espacio para que adquiera la imagen necesaria
para la “ciudad ideal”. En este sentido, las Ciudades Barrios exponen y expresan una distribución
espacial-corporal de exclusión y expulsión social, en tanto que el motor del traslado es desplazar
hacia los bordes lo que no encaja en el paisaje, fundando el “afuera” como un lugar marginal
“cicatrizados”, “seguros”. ¿A dónde se fue el que se fue? A otra Ciudad (Barrio), a un nuevo nivel
24
Sobre el tema consultar De la Vega, C., Hernández, J (2011) “Retórica de la Emergencia”. En el artículo las autoras analizan el
carácter de emergencia que se inscribe en el “Proyecto de Emergencia para la Rehabilitación Habitacional de los Grupos
Vulnerables Afectados por las Inundaciones en la Ciudad de Córdoba, Provincia de Córdoba”, bajo el cual se desarrolla una
estrategia argumentativa que coincida con los objetivos que el BID demanda para otorgar financiamiento. El carácter de emergencia
adviene como una estrategia de control social que se legitima a partir de la necesidad de una acción urgente, mostrando un diseño
de intervención estatal de carácter focalizado, que reduce el problema de las villas y asentamientos a un problema de vivienda, que
no hace más que trasladarla geográficamente reproduciendo un carácter de exclusión.
53
Villa El tropezón
Villa El Tropezón es una comunidad que existe hace más de 50 años. Es un asentamiento sobre
terrenos fiscales que se ubica en la intersección de las Av. Cárcano y Av. Don Bosco, en la zona
oeste de la ciudad de Córdoba. Por el interior de la Villa circulaba el Canal Maestro Sur que
abastecía de riego a las antiguas quintas de la zona, y que hoy está fuera de funcionamiento . Según
censo del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia del año 2013, la villa está conformada
por 289 familias y, a pesar de su historia, hasta la actualidad los vecinos no han logrado tener los
títulos provisorios de dichos terrenos. Por lo cual son desconocidos como habitantes de esos
espacios urbanos y se ven obligados a enfrentarse con las continuas amenazas de desalojo.
El primer desalojo que sufrió Villa El Tropezón data del año 1978 a causa del Mundial de
Fútbol, con el objeto de “despejar la visual”, en el acceso al Estadio Chateau Carreras (hoy Mario
Alberto Kempes), lugar que iba a funcionar como una de las sedes de dicho mundial. Y, al estar
ubicada la villa en el trayecto del centro hacia el estadio, se tomó como medida para su oclusión,
el desalojo (Boito, E., Morales, E 2013). Posteriormente, los vecinos volverían. Sin embargo, a
Desde el año 2011, se anunciaron obras de infraestructura como A. Costanera en los márgenes
del Canal Maestro Sur. Los habitantes de dichos territorios no fueron tenidos en cuenta a la hora
de planificar las obras mencionadas. Incluso los vecinos tomaron conocimiento de las obras que
se venían pensando a través de artículos periodísticos25. Mazur, E., Morales, E., Pardo, D. (2012)
describieron las acciones llevadas a cabo por parte de las y los vecinos para visibilizar el conflicto,
cortes de calles, notas publicadas. Los autores destacan un clima de tensión y de sensación de
inseguridad, por parte de los habitantes de la villa que no encontraron respuesta ante sus reclamos.
El Estado avanzó con topadoras, ignorando nuevamente a las y los vecinos de dichos territorios.
Los y las jóvenes ante el miedo de que derriben el puente de cemento, su lugar de encuentro,
Con las elecciones del 18 de septiembre de 2011, los trabajadores no volvieron a ingresar con
las topadoras al Tropezón, quedando el conflicto fuera de la esfera mediática. Sin embargo las
Nudo Vial. Anteriormente, en el año 2009 GAMA S.A., empresa de Jorge Petrone, inició frente a
la Villa el mega emprendimiento ‘Alto Villasol’. Esta obra y otras relacionadas con desagües y
encauzamiento del Canal Maestro sur durante el año 2011, produjeron diferentes situaciones
traumáticas a los vecinos y vecinas de la Villa. Mientras que el mega emprendimiento inmobiliario
25
Los canales maestros tendrán su costanera”, nota publicada en diario La Voz del interior, 24 de marzo del 2011. En la misma
se mencionan que las obras darían comienzo en el mes de mayo. Disponible en: http://www.lavoz.com.ar/noticias/politica/canales-
maestros-tendran-su-costanera
Nota: Circunvalación: largan obras por 17,2 Km. para cerrar el arco oeste, explicaba el proyecto por el cual se modificarían,
entre otras, la Av. Revolución Libertadora y su continuación, Av. Cárcano, para terminar la Circunvalación. En la misma se
mencionaba: “Sección ruta 20-El Tropezón. La primera etapa incluirá las calzadas principales, los puentes, los distribuidores en el
barrio 20 de Junio y en avenida Colón y su iluminación, señalización y parquización. En la segunda etapa se pavimentarán las
colectoras y se colocará el alumbrado. La Voz del interior, 7 de julio del 2011 disponible en:
http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/circunvalacion-largan-obras-172-km-para-cerrar-arco-oeste
55
era bien recibido por otros sectores sociales26. Podemos mencionar en este punto que en la
contiguo a las torres GAMA27, denominado LOVE28. Este último proyecto está a cargo de la
Nuevamente aparece esta idea, de desplazar lo que no encaja con la visión armoniosa de una
ciudad en pleno desarrollo. La construcción del Nudo Vial, tuvo un fuerte impacto en la vida
cotidiana de las y los vecinos del Tropezón. Las vibraciones en el suelo consecuente con el trabajo
de las maquinas produjeron grietas en distintas viviendas, incluso la caída de otras (ver Anexo 5).
“El Nudo Vial nos arruinó la vida”29, expresaban vecinas del Tropezón frente a los procesos de
derrumbe de la vivienda.
Frente a los ruidos, el polvo en suspensión y los movimientos de tierra que produjeron las
maquinarias pesadas que se usaron para la obra, los vecinos se organizan llegando a un acuerdo en
el que el Gobierno se comprometía a entregar 78 viviendas en remplazo a las que debía derribar
para la construcción del Nudo Vial seguido de la urbanización del barrio por el año 2013. De las
cuales 65 viviendas30 se construyeron a 100 metros del Tropezón al margen de la ruta frente al
26 Sobre esto consultar nota del diario la Voz del Interior titulada: “Colón arriba: de comercio a residencia” con fecha de 24 de
febrero del 2012, mencionan a los barrios cerrados en altura como “Alto villasol”, opciones habitacionales que están transformando
el sector en un lugar apto para vivir. Disponible en: http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/cordoba-ciudad/colon-arriba-comercial-
residencial
27 Que comprenden el complejo cerrado “Alto Villasol” se encuentra en Av. Colón y Av. Cárcano en un predio de 5 hectáreas.
Cuenta con 8 torres en departamentos de 1, 2 y 3 dormitorios y una novena torre VIP con pisos de 400 mts2 y semipiso de 200
mts2. Dando un total del 1100 departamentos. El complejo cuenta con 40 locales comerciales, 2 canchas de tenis, spa, gimnasio,
piletas climatizadas y 1.000 cocheras.
28
El proyecto propone un desarrollo de 5 torres, alrededor de las cuales se articula Una plaza de escala distrito urbano, un paseo
comercial, oficinas, hotel, parque público. Más de 1000 viviendas, 37.700 metros cuadrados corporativos, 850 cocheras, lo que
configura un emprendimiento de 131.000 metros cuadrados de construcción distribuidos en 3 hectáreas.
29
Palabras que conforman el titular de una nota, en la que vecinas de Villa el Tropezón contaban su vivencia frente a la construcción
del nudo vial. Nota publicada en Ecos Córdoba disponible en : http://ecoscordoba.com.ar/el-nudo-vial-nos-arruino-la-vida/
30 Estas casas conforman en palabras de los vecinos el “barrio nuevo”, el cual se estructura a partir de la idea de lo que
“normalmente” se denomina barrio. Casas similares agrupadas una al lado de la otra divididas por un paredón de no más de un
metro, que marca el final y comienzo de la próxima casa. Cada vivienda cuenta con dos habitaciones un baño y una cocina comedor,
los terrenos ocupan en promedio 170 metros cuadrados .
56
Nudo Vial, mientras que las 13 restantes se construyeron sobre la Av. Santa Ana a 10 cuadras
borraban la huella de sus hogares y con ella una dinámica de organización barrial que se iría
alternativas para las más de 230 familias restantes, sin lograr llegar a un acuerdo. Con el pasar del
tiempo, y las obras cada vez más avanzadas, los problemas se intensificaron. Ante las manifiestas
roturas en las viviendas, muchas de ellas motivadas por las propias vibraciones de las obras, los
vecinos manifestaron que el plan de mejoramiento era imposible de llevar adelante; por esto
reclamaron viviendas nuevas. Por lo cual la Comisión Vecinal firmó un acuerdo a pesar de la
resistencia a los traslados, con el Ministerio de Desarrollo Social, en el cual éste asume el
compromiso de entregar 50 viviendas de carácter social en barrio Héroes de Malvinas, tanto para
aquellas familias que se encontraban al margen del Canal Maestro Sur, como para las familias que
habitasen viviendas que ediliciamente tuvieran daños estructurales como consecuencias de las
realizó el 30 de marzo del 2015, y fue firmada por los vecinos, pero no por el Gobierno quedando
Barrio Héroes de Malvinas/Vicor, mientras que las restantes ya habían sido destinadas, según la
respuesta que el Gobierno dio a los vecinos. Entre las 35 viviendas que se entregaron, 8 de ellas
fueron cedidas por los propios vecinos a familias que el Gobierno intentó desalojar a fines de
noviembre de 201531: las familias que habitaban los márgenes del Tropezón debían ser
31Sobre lo ocurrido ver: “Estamos más unidos que nunca” , nota publicada en Ecos Córdoba 06 de noviembre de 2015 disponible
en http://ecoscordoba.com.ar/villa-el-tropezon-estamos-mas-unidos-que-nunca/
57
relocalizadas para avanzar en la apertura de la calle Lewis. Mientras que algunas familias corrían
el riesgo de quedarse sin vivienda, otra parte de la población disfrutaría nuevos y rápidos caminos.
En el intento de desalojo participaron funcionarios públicos junto a la fuerza policial, sin ninguna
La obra el Nudo Vial El Tropezón finalizó a fines de 2015, y a pesar de ello la urbanización de
Desarrollo Social, con quienes están a cargo de la urbanización del Tropezón junto a las y los
vecinos. En la reunión se contó acerca del proyecto, de que el retraso de la obra era por falta de
datos que piden desde Buenos Aires, se mostraron los planos, cómo iba a hacerse la intervención
Es significativo en la nota de campo (ver Anexo 6) la expresión “mientras tanto”, por parte de
los actores encargados del proyecto de urbanización. En ese mientras tanto la acción no tiene
posibilidad de movimiento, queda detenida a una espera que puede durar uno o dos añitos. Espera
trabajo ajeno del que son espectadores. En palabras del arquitecto “para nosotros no es nada
mejor que compartirles en qué estamos (…) si ustedes supieran todo el trabajo que están haciendo
ellas, que ustedes no tienen por qué saber; y está bien que ustedes nos critiquen, porque ustedes
no saben(…). Nosotros tenemos mucho para mostrar”, espectadores del qué, el cómo y el cuándo
de sus propias vidas. A pesar de que vemos a lo largo de la nota expresiones de las y los vecinos:
“nos hicieron”, “nos pusieron”, “nos dejaron tirados”, “nosotros quedamos atrás”, que
materializan sentires frente a la acción de otros, que los ubica como objetos movibles, estas
expresiones no son escuchadas. Podemos retomar a Bordelois (2003) en este punto, quien hace
una distinción acerca del lenguaje escuchado y el lenguaje usado. A través de este último la
58
quienes supone deben ser rescatados. En la escena que presentamos a partir de la nota de campo,
no hay un diálogo abierto que dé la posibilidad de otra cosa, sino un venimos a mostrar lo que
En estos estos escenarios que hemos descrito se inscriben las vivencias de los y las jóvenes con
quienes trabajamos. Vivencias que se traman con la construcción del Nudo Vial como hemos
venido describiendo a lo largo de este apartado, construcción que se presenta en términos de “hito”
histórico, así como las vivencias asociadas a la lejanía y la sensación de desolación al vivir/haber
sido trasladados hacia una Ciudad Barrio. En el siguiente apartado nos deslizaremos sobre los
relatos de los y las jóvenes sobre sus experiencias urbanas, a partir de las cuales intentamos
Análisis
No podés vivir porque ya estás estigmatizado, sos un estigma de la sociedad, chomaso, feaso.
Y te pasa cuando salís de joda. Te van a agarrar el centro, te controlaron así nomás, bueno
le mostrás el documento y “sos del tropezón, ¿qué hacés por acá?”. Es Córdoba… ¿no
¿Por qué hablamos de encierro? Las ciudades como hemos venido señalando han sido y siguen
siendo objeto de intervenciones orientadas a regular las acciones e interacciones entre los sujetos,
profundizarse según el par cuerpo-clase. Por un lado el country, ciudades Gama con todo el
equipamiento necesario para disfrutar la experiencia de una ciudad única, por otro lado, las
Ciudades Barrios como solución al naufragio de sectores “vulnerables”, allí en la lejanía de todo
“adentro” de la ciudad, la Villa, oculta tras muros que conforman una maqueta disponible a otras
velocidades. Los contrastes se presentan así sin velos, las distancias de clase se observan de una
esquina a la otra, conviven, forman parte de la trama de la ciudad. Sin embargo estas distancias
que se presentan ante la mirada, se vuelven invisibles, andamos como si no existieran, lo invisible
social, y oculta allí los procesos de expulsión y desplazamiento que viven muchos caminantes de
ciudad, a partir de los cuales la estructuración de clases se “naturaliza” y la pobreza aparece como
paisaje inevitable. Dirá Žižek “la lucha de clases es Real en un sentido lacaniano estricto: un
obstáculo, un intento de impedimento que hace surgir simbolizaciones siempre nuevas por medio
60
de las cuales uno intenta integrarlo y domesticarlo (…) pero que simultáneamente está condenado
al fracaso” (p. 32). Este Real que escapa al sentido retorna una y otra vez. Se transforma la villa
un barrio con aspecto “tradicional, donde puede vivirse dignamente” pero lejos de la ciudad, ¿a
dónde? A otra ciudad, a ciudad-barrio, el retorno de lo que no se puede simbolizar vuelve con toda
soportabilidad de la pobreza “naturalizada”, lejos, donde no pueda verse o detrás de un muro, como
lo evidencia el Nudo Vial, también oculta pero siendo parte del paisaje. En este punto podemos
experiencia, el cual nos permite pensar sobre aquellos procedimientos ideológicos que habilitan
ciertas prácticas que se sostienen a partir de fantasías que posibilitan la dominación como la
De modo que habitar determinado contexto urbano, ya sea la Villa o la Ciudad Barrio, traza
experiencias posibles/imposibles, ciertas tradiciones, mensajes que se inscriben y que operan como
sostén y como posibilidad de producción de subjetividad. Lo que estamos diciendo es que a partir
de sentir, de estar, vamos así construyendo subjetividad. Esta vinculación entre contexto y
subjetividad no se da de forma estática, cerrada, sino que a partir de los usos del territorio se re-
diseña otra cartografía sobre las huellas de los andares que realizan los sujetos. Por lo que partimos
En esta sección vamos a intentar una aproximación a las experiencias urbanas de jóvenes que
habitan contextos de socio segregación particulares, para ver cómo es pensar-sentir-estar desde la
61
vida cotidiana de los y las jóvenes, respecto a ciertos núcleos o ejes de sentido -que por su
recurrencia en el trabajo de campo, por cómo los y las jóvenes hablaban de estos temas o también
al contrario, porque provocaban una interrupción en la vida cotidiana - que producen un cambio
de posición y por lo tanto hacen emerger otros sentidos pocos tematizados. Es fundamental en
nuestra construcción teórica un registro desde la experiencia sensible, es decir en los modos de
vida, como trama entre sentimientos, pensamientos y percepciones, que se vivencian y expresan
corporalmente, que son siempre singulares de cada modo de vivir, de transitar la ciudad.
“Córdoba me invita”32 de la página web oficial de turismo en la ciudad para los y las jóvenes con
quienes trabajamos. La invitación de Córdoba para conocerla está destinada a otro público, en
donde se ofrece conexión bajo la frase “me conecta”, haciendo referencia a las múltiples vías de
acceso y servicios de transporte para desplazarse por la ciudad, seguido del “me hospeda”
destinado a la oferta de alojamiento disponible en sus diferentes categorías y por ultimo “me
deleita” ya que en la ciudad podemos encontrar las mejores propuestas culinarias para deleitar el
ciudad. Sin embargo como dijimos anteriormente esto va más allá de la promoción de visitantes
extranjeros, hace referencia a una planificación urbana en la que participa en mayor medida el
Frente a esta Ciudad que se dispone como una ciudad “vendible”, a la que no se puede
“comprar” por parte de los y las jóvenes de sectores subalternos por lo cual se encuentran
excluidos; frente a tal ciudad los y las jóvenes expresan de diversas maneras la sensación de
pregunta o inquietud en distintas situaciones. De modo que dicha problemática se enlaza con cierta
vivencia de encierro en su carácter literal. Que implica una fijación en el espacio, y conlleva a la
circularidad de todo adentro. Adentro cercado por marcos de encierro en los que la figura del
urbano para estos jóvenes, como en ciertas prácticas que sostienen el encierro desde diferentes
actores sociales, que vamos a reconocer en un segundo apartado y que tienen que ver con esta
idea de muros mentales. Por lo que en este apartado nos serviremos de aquellas notas de campo
que expresen esta disposición de la ciudad a la que nos hemos referido a lo largo de este trabajo
de investigación.
Desde el centro a Ciudad Barrio Villa Retiro (CBVR) solo hay una línea de colectivo, línea 53,
anteriormente denominada R5, el viaje desde el centro hasta al barrio dura aproximadamente entre
45/60 minutos. La estructura de las casas de CBVR, de la escuela, del dispensario marcan los
ritmos de un espacio/tiempo para los jóvenes que allí viven. Ritmos que se distancian de antiguas
dinámicas barriales (las de la villa), bajo el aspecto de un barrio tradicional, impuesto a través de
la política de hábitat anteriormente mencionada Mi Casa, Mi vida. Expulsados por fuera de los
límites de la ciudad de Córdoba, los jóvenes se encuentran en otra ciudad, donde tienen al alcance
Entré al dispensario, eran alrededor de las 8 y media, espere en la sala de espera por S-. Mientras
me encontraba allí, una vecina se acercó con un bebé que al parecer tenía varicela, preguntó por
63
el pediatra le dijeron que no estaba, la mujer preguntó si podía esperar, le dijeron que por más
que esperara no iban a poder atenderlo, dado que ya se habían dado todos los turnos, por lo
cual no se sabía cuántos pacientes iban a estar antes que ella. La mujer se fue. En la puerta había
un cartel que decía turnos para pediatría únicamente de “8 a 9 hs”. A los pocos minutos ingresa
F- joven estudiante de cuarto año que asiste al taller de prácticas, estaba en compañía de su
novio quien tenía la cara muy hinchada, contó que tenía una infección en la muela,
CBVR 08/10/2015)
Podemos decir que bajo esta escena se expresa un conflicto que remite a condiciones
conseguirlo, el joven se enferma el día equivocado. Vale destacar en este punto una reflexión que
parte de un joven acerca de lo aprendido por ser pobre: no se prioriza la vida del pobre, reflexión
a la que vamos a volver. Estas particulares condiciones de existencia: la pobreza, establecen ciertas
formas de la experiencia, que remiten sin lugar a dudas a la clase. ¿Qué hace la vecina con su hijo
enfermo? ¿Qué hace el joven con la muela hinchada? Hay un centro de salud, que está, lo podemos
ver, sin embargo este se presenta como fachada, como ilusión al servicio del resguardo de la salud,
que cae al presentarse la necesidad, necesidad que hay que aguantársela, y en silencio.
Fuimos al depósito de la escuela por pinturas, contamos los tarros y caminamos junto a los y
las jóvenes hacia la salida del barrio, la pared que se iba a pintar es la que comienza a bordear
los límites de Ciudad Villa Retiro, llegando a la Av. Rancagua. Al no haber pinceles en el
escuela, a preguntarle al padre si él era quien los tenía. Los jóvenes mencionaban de forma
irónica las distancias, “re lejos está tu casa G-”, fue uno de sus comentarios.
64
Una vez frente a las paredes destinadas a los murales que ya habían sido comenzados “De la
casa a la escuela, y de la escuela a la casa, ¿para qué más?”, dice uno de los jóvenes mientras
agregaba colores a los dibujos, aquellos que se estaban empezando a delinear en los comienzos
del muro que separa al CBVR de una ferretería de gran tamaño. En aquel dibujo figuraba una
escena que representaba a la familia: una madre, un padre con sus hijos, por detrás de ellos una
casa, casa que guardaba las características de aquellas que forman las Ciudades Barrios. El
color que escogieron los jóvenes para pintar la casa fue uno solo, un naranja intenso, C-maestra
del taller de prácticas- les advierte que podían usar más, a lo que los jóvenes respondieron que
El camino de la escuela hacia las paredes donde se estaba llevando a cabo la actividad no
alcanzaban las tres cuadras, jóvenes que pasaban, se acercaban tomaban un pincel y
comenzaban a pintar, niños también se presentaron. A pesar del frío en pleno octubre los y las
jóvenes parecían disfrutar aquella actividad al aire libre, en un entre la casa y la escuela. Del
lado izquierdo al mural de la familia, hay dos dibujos separados por un espacio en blanco,
ambos son la representación de una ventana, lo que cambia es lo que se presenta por detrás de
estas, no hay un paisaje diferente, lo que solo se ve en una de ella es el día, bajo el dibujo de un
gran sol con unas nubes que lo acompañan, debajo dos árboles y tres arbustos, mientras que a
su derecha la ventana próxima muestra la noche bajo un fondo negro con estrellas blancas, y
Los espacios en blanco entre cada mural son destinados para escribir alguna frase, se propone
a los y las jóvenes que pesaran alguna, M- se pregunta sobre aquella frase que le había dicho su
primo, después de pensar unos minutos dice “no hay más suerte de aquella que fabricas vos”.
Aquella frase se escribe en un cuaderno, como forma de registro para que una vez terminado
65
los murales se elija que frase escribir dentro de aquellos espacios en blanco. (N/C CVR:
08/10/15).
Los y las jóvenes expresan las distancias tan próximas, distancias que nos hablan de un trayecto
limitado “re lejos está tu casa G-” dice uno de los jóvenes de manera irónica, “de la casa a la
escuela, y de la escuela a la casa, ¿para qué más?”, se escucha decir a otro de los jóvenes mientras
pintaba en una pared una casa junto a otros, casa de un solo color. La monocromía de algo que se
presenta igual que no admite diferencias la casa de tus sueños bajo un mismo color, una ventana
en un muro cerrado con alambres en sus límites superiores. ¿Qué hay detrás de esa ventana?
¿Cómo abrir una ventana en un muro, desde la imaginación, con la pura voluntad de fabricar la
propia suerte? Voluntad que evidencia la huella de un trabajo ideológico con énfasis en la
66
competencia, en la meritocracia33, como fantasía que hace posible sostener un cotidiano. Vemos
en la fotografía la frase que se decidió escribir: “soñar para vivir, de eso se trata de soñar para
haciendo soportable el espacio de lejura y desolación que conforma la materialidad de las Ciudades
Barrios.
Para llegar a Villa El Tropezón (VT), hay dos líneas de colectivos: línea 45 y línea 70. El
trayecto desde el centro, Plaza San Martín hasta la parada es de unos 45 minutos aproximadamente.
El colectivo para frente a Wal-Mart por Av. Colon 6501. Anteriormente no existía el complejo
habitacional Gama, tampoco el Nudo Vial. Cuando estas obras concluyeron no se pensó ni siquiera
en un semáforo, tampoco en pasarelas para poder pasar de un extremo al otro de la calle al inicio
de la autopista pensada solo para la circulación a grandes velocidades. Incluso para mucho de los
jóvenes que viven en VT - como expresa uno de ellos anteriormente citado- el antiguo camino
para ir a la escuela dejó de existir, una estructura de grandes dimensiones tomó su lugar.
Sobre esto relata uno de los jóvenes perteneciente al grupo Los Wachos del Trope, en el
-¿Cómo surge la idea de ese mural?, ¿cómo surgen los Wachos del trope?, y ¿por qué no otra
- ¿Y hacia dónde van también?, ¿qué es utópicamente lo que ustedes quieren?- interrumpe el
locutor.
- Sí, eso, volvamos a la utopía que es este colectivo maravilloso de muralistas de la Villa El
Tropezón que se formó de la siguiente manera, teníamos una idea, o sea, veníamos atravesando
33Comprendemos a esta como el esfuerzo/merito en el que se inscribe un sistema de valores que organiza la atribución de premios
y castigos en torno a una idea de voluntad a partir del esfuerzo de cada uno de los individuos para “ascender” en la escala social.
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muchos cambios en nuestra comunidad, porque se venía realizando el Nudo Vial El Tropezón,
creo que la mayoría de la gente conoce, fue una inversión inmobiliaria, bah no sé si una
inversión inmobiliaria, sí, creo que sí, o sea era una modernización, todo para conectar a Carlos
Paz y Córdoba Capital, mucho más rápido, además estaba en plena campaña presidencial el ex
gobernador de la Provincia de Córdoba, José Manuel de la Sota- dice E. (N/C radio la Ranchada
28/04/2017).
En el Encuentro de Prácticas Comunitarias de Salud del año 2016, el grupo de jóvenes Los
Wachos del Trope se presentaron para contar sobre el trabajo de murales que vienen realizando, y
hablaron de cómo vivenciaron aquellas transformaciones que dieron lugar en su realidad más
cercana.
E- comienza a hablar “Hay una anécdota que siempre la digo. Las torres de Gama, ese predio
de Gama gigante era un basural, yo cuando fui a vivir al tropezón hace como 8 años más o
menos, era todo… se enterraba basura y de un día para el otro ¡pum! Re moderno al toque
propaganda del señor Petrone le llamé en el mural Gamma, con dos M, cosa que después no
vengan y digan por qué están usando nuestro nombre. Mientras habla muestra una foto. Foto
del primer mural que hicieron los jóvenes. Este mural surge como forma de resistencia ante los
desalojos, con la consigna del “El Trope no se va”, frase que se aprecia en la copa del árbol,
junto a la sombra de los jóvenes. Mural como instantánea desde adentro de la Villa, la mirada
de los jóvenes inscriptas en aquellos trazos. Del lado izquierdo Las torres Gama se levantan, un
muro gris las acompaña el Nudo Vial, entre tonalidades grises parecen perderse uno con el
otro, la diferencia es el nombre de las torres, Gamma, con dos M como bien relata E y de los
mismos colores publicitarios rojo y blanco. Bajo éstas una bota negra de gran tamaño que quiere
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aplastar unas sombras, sombras de jóvenes que se resisten. Del lado derecho los jóvenes, miran
aquel paisaje bajo las sombras de los árboles entre tonalidades cálidas, lo que resalta es una
hoja de marihuana que parece incendiarse ya que la recorre una llamarada en tonalidades rojas.
Luego de mostrar la foto el joven continua: “Cuando empezaron las máquinas a trabajar el
Nudo porque tenían que entregar la obra, laburaban como hasta las 5 de la mañana, o sea,
explotaban laboralmente a la gente que estaba trabajando en el Nudo, una cosa que te vibraba
la casa, o sea no podías dormir y si dormías, dormías así – comienza a mover el cuerpo en un
movimiento de vibración- una de esas terminaba la cama en la cocina –risas-, porque era una
Los jóvenes se encuentran en la esquina, o en la entrada a la villa por Av. Don Bosco, están en
ronda hablan entre ellos, es muy escasa la presencia de mujeres allí. Cuando nos encontramos en
aquellos puntos, caminamos adentro de la villa, ahí donde esta aquel mural, conversamos, mientras
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se van armando algunas actividades posibles, a veces solo se vuelve un espacio para hacer catarsis,
los jóvenes nos cuentan sobre sus inquietudes, sobre los “mocos” de fin de semana, a veces solo
intercambiamos mates entre un denso silencio, que se rompe por un chiste, por una propuesta de
jugar al metegol, por un pregunta sobre qué vamos a hacer, por un vino con pritty.
Sentados en los troncos en una suerte de primera fila al mural comenzaron a circular los mates.
Aquella tarde comenzamos a hablar junto a los jóvenes sobre intervenciones posibles en la
marcha de la gorra. Aquel día se encontraban E- y A-. Como una de las propuestas que había
surgido fue la de armar esténciles, llevé radiografías, una de ellas estaba intervenida. Era una
radiografía de perfil de la parte del rostro, por lo que la radiografía mostraba un cráneo y el
comienzo de las vértebras, las líneas que forman aquella figura estaban cortadas. E- toma
aquella radiografía y la puso a contra luz del sol, la calavera se dibujaba por los rayos del sol
en el piso del callejón. “Sácame una foto de perfil que se proyecte la calavera”. En aquel
momento dos jóvenes se aceraron, al ver que se estaban haciendo algunas tomas fotográficas,
cámara y pedían a la fotógrafa que les sacara una foto. También con la radiografía como lo
estaba haciendo E- , terminadas las fotografías se fueron. Volvían a pasar cada tanto pero esta
vez no caminando, sino en una moto, parecían dar vueltas a la villa porque pasaron más de una
vez alrededor nuestro sin detenerse. Las interacciones ocurren así, al paso, unos minutos, los
jóvenes van y vienen, algunos deciden quedarse otros no. ¿Por qué vienen? Se les pregunta a
los jóvenes M- contesta “y porque no hay nada que hacer” a lo que propone ir a jugar al
metegol, “tomar mates es de paisano, ustedes son todos paisanos” (N/C VT 28/10/2016)
Tomamos las expresiones que los jóvenes manifiestan “de la casa a la escuela, y de la escuela
a la casa, ¿para qué más?”, “y venimos, porque no hay nada que hacer”, “re lejos está tu casa
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G-”, como expresiones que se traducen en aburrimiento y que remarcan la circularidad de todo
adentro como aquella que se ve en las vueltas que los jóvenes dan en moto en la misma villa o tras
la ventana que forma el mural descrito en la primer cita de campo, en la que el paisaje siempre es
el mismo, la diferencia es el telón de fondo que se inscribe bajo el día y la noche. Decimos que
hay sentimientos de encierro, estos se expresan en prácticas como en expresiones que los mismos
jóvenes relatan, ya no se puede pasar a la escuela hay algo que obstaculiza el paso, pintan una
ventana en una pared, porque se aburren, porque no hay nada que hacer. Es interesante ver cómo
la obra, es este caso la construcción del Nudo se asocia a cierta modernización “y de un día para
velocidad. Que el joven nombra como una “inversión inmobiliaria” sobre la que titubea,
repensando esta cuestión de quién lo hizo el Estado o una empresa, ya que advierte “además estaba
Sota”. Pero está claro desde su punto de vista por qué y para quiénes se hizo el Nudo “conectar a
En esta circularidad la figura del muro adquiere centralidad, CVRT ante muros y en la lejanía
por fuera del arco de circunvalación, VT oculto tras un muro del que es difícil salir. En este punto
podemos reflexionar también sobre la percepción y el color. Mientras que en la Ciudad Barrio las
casas aparecen todas del mismo color, en la villa que plasman los jóvenes en el muro resaltan los
colores cálidos, en contraste con los grises oscuros de las torres, de la bota policial del Nudo vial.
Monocromía de la que los jóvenes rajan/ rasgan a través de esos colores cálidos que se presentan
desde la villa, desafiando la mirada que se construye desde el “afuera” asociado a la oscuridad,
De lo dicho hasta aquí caracterizamos la segregación urbana como evidencia de una violencia
particularmente cruel sobre los cuerpos de los y las jóvenes de sectores subalternos, violencia que
parece haber perdido poder para producir espanto e indignación por una buena parte de la sociedad.
Esta segregación urbana no se da solo por la materialidad en la que se expresa la ciudad, sino
también a partir de diversas prácticas que se dan en lo cotidiano en la que participan diversos
actores, algunos amparados bajo cierta institucionalidad. De modo que en el siguiente aparato
El muro del Nudo Vial oculta a las y los jóvenes de la Villa El Tropezón del paisaje de la ciudad,
numerosos autos que pasan sin pausas, los y las jóvenes quedan fijados en un espacio/tiempo otro.
Esta fijación se refuerza a través de políticas de la mirada, en el que la Policía se presenta como
actor social de fuerte presencia y relevancia en la interacción de los y las jóvenes, que los detiene
sentimientos colectivos como puede ser el miedo, para evitar que emerja el conflicto y rompa así
Llegamos por Av. Colon, cruzamos el baldío, y vemos al comienzo de la Villa en la verada
sobre Av. Don Bosco. Tres jóvenes, mirando sus teléfonos. Nos acercamos a saludarlos, ¿qué
andan haciendo? Pregunta E-. Uno de ellos nos cuenta que desde ahí puede usar el wifi de
Piedritas (corralón vecino), los invitamos a ir hacia el lado del mural para conversar un poco
“más tarde nos damos una vuelta” contestaron. Comenzamos a caminar hacia el pasillo del
medio, lugar de encuentro con los jóvenes. La música sonaba desde dos casas, niños jugando al
futbol en una de las calles. Mientras que en la callecita había muchos escombros. Cuando
estábamos por sentarnos en los troncos frente al mural un joven sale corriendo “se lo quieren
llevar”-dice a los gritos. Seguimos sus pasos hasta los límites de la villa por la Av. Don Bosco.
Sobre la vereda dos camionetas de la policía, junto a seis uniformados, mantenían inmovilizados
a tres jóvenes. Los jóvenes se encontraban mirando al piso con sus brazos estrechamente
situados contra los móviles policiales. A las preguntas por los motivos del operativo, se escuchó
“solo control”. Los padres llegaron corriendo “tengo que salir a las apuradas, sino se lo
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llevan”-dijo una de las madres, luego de recuperar el aliento. Estuvimos diez minutos mirando
la situación, inmóviles. Mientras los policías se alejaban lentamente, los padres mandaron a los
¿Cuáles son los elementos que determinan la situación mencionada o qué prevalece como
¡Todos tenemos los mismos derechos! Hay que hacerlos valer. Estas narraciones son válidas a la
hora de pensar junto a los jóvenes sobre estas dinámicas de violencia. Sin embargo este gesto
desnaturalizador es impulsado por quienes (en su mayoría) no viven en los barrios, el punto de
partida es la percepción externa, y ahí caemos en reproducir jerarquías esta vez desde lo perceptivo,
en una suerte de yo veo mejor que vos, borrando las potencialidades de quienes
viven/experimentan/transitan las calles del barrio ¿Qué formas encuentran los y las jóvenes que
habitan contextos de socio segregación como defensa a esta violencia? ¿Hay otras cuestiones de
fondo? ¿La valorización de la vida mula? Aquella que busca re-encauzar, re-educar, volver dócil
y productiva a una vida que se la piensa ociosa, vidas que escapan a los discursos que intentan
otorgarles un destino a estos jóvenes “que ni estudian, ni trabajan” (Barttollotta, L.; Sarrais Alier,
G.; Gago, I. 2014). La vida mula es una categoría que se trabaja en el libro ¿Quién lleva la gorra?
del Colectivo Juguetes Perdidos, término que surge a la hora de pensar los modos de vida
contemporáneos que se desarrollan en lo que llaman “nuevos barrios” del conurbano bonaerense,
a partir de un trabajo de campo con jóvenes de sectores subalternos. Cómo funciona el movimiento
entero en el que las vidas se inscriben, es decir su continuum. Continuum, como movimiento en el
que la vida se despliega, códigos morales, la vida familiar, el trabajo, imágenes sociales
disponibles podemos detenernos ante este continuum y mirar ciertas instantáneas-escenas que
conformar aquella película en que este se despliega, como un rodaje que no admite pausas. Abuso
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policial en la villa, saltas a otra escena pibes en el barrio Nueva Córdoba fumando un porro bajo
la sombra en el parque de las Tejas, marcha por Av. Gral. Paz, de los ventanales de los bares la
gente mira indiferente. La vida mula es el nombre de aquel continuum en el que la película de la
vida se proyecta, que incluye estudiar, laburar, pero también engorrarse- como gesto que lleva a
un segundo momento: hacerse cargo del desorden que rasga el continuum- también consumir,
mantener a flote un cotidiano. Continuum que necesita de energía para mantenerse y llegar al fin
del día. La precariedad no es un estado de crisis, no es algo pasajero, provisorio, es el campo donde
este juego transcurre, es la constante de todos los elementos que se necesitan para vivir, para hacer
andar ese continuum. Sin embargo este continuum no es algo cerrado, estático y sin fugas, hay
desvíos posibles: rajes. Hay que detenerse en cada desvío posible que dé un corte a esos flujos del
continuum y ver si hay raje creativo o no. Volvamos a la escena anterior, cuerpos de jóvenes
de los límites de la villa se encuentra con aquellas sombras azules, sobras que están ahí (siempre)
para ellos. El sentimiento de impotencia atraviesa la escena “estuvimos diez minutos mirando la
situación, inmóviles” seguido de la resignación “los padres mandaron a los jóvenes a guardarse”.
El continuum, dado por el engorrarse, como gesto y movimiento, un hacerse cargo del desorden
pero en un segundo acto, el primero es leer la situación como riesgo. “Tengo que salir a las
apuradas, sino se lo llevan” dijo una de las madres de los jóvenes , impunidad, impotencia, miedo.
Emociones que volviendo a Scribano (2008) operan como mecanismos de soportabilidad social y
dispositivos de regulación de las sensaciones en tanto coagulan las posibilidades de acción, tanto
individual como colectiva e imponen las vivencias de un mundo naturalmente inmutable, los
Desde la Villa fuimos junto a los jóvenes hacia los límites del Nudo Vial, para hacer una toma
fotográfica. Los jóvenes llevaron consigo los tarros de pinturas. Frente al muro comenzaron a
trazar sus nombres, a salpicar la pintura contra la pared. Las bocinas de los autos no tardaron
velocidad, se detiene en frente, “dejen de ensuciar, sucios”, dijo la voz del conductor, mientras
con su teléfono celular registraba la escena. “no estamos haciendo nada” respondió uno de los
jóvenes, mientras que levantaban las manos. El auto no se marchaba, comenzó a avanzar a paso
lento sobre la banquina, deteniéndose unos metros adelante con las balizas puestas. Los jóvenes
empezaron a murmurar “seguro es un cobani34”, tomaron las pinturas, y nos fuimos juntos a
pasos veloces hacia adentro de la villa. Los sucios tenían que volver a su lugar: la villa, ahí
donde el Nudo los tapa, ahí donde no se ven, ahí donde su presencia no incomoda (N/C VR:
02/12/2016).
Hay un señalamiento de aquel cuerpo que se presenta en ese espacio “un auto comenzó a
disminuir la velocidad, se detuvo frente, dejen de ensuciar, sucios, dijo la voz del conductor”, ¿qué
quiere marcar bajo el enunciado dejen de ensuciar, sucios? Lo que está evidenciando son las
distancias deseables dentro de una ciudad socio-segregada por clase, denuncia esa transgresión:
¿Que hacen los cuerpos-jóvenes-sucios fuera de la villa? No es solo el cuerpo policial es el que
fija a los jóvenes a los lugares en los que tienen que estar (y no salir). Sino también el “engorrarse”
de la gente en términos que plantea el Colectivo Juguetes Perdidos. Ser protagonista de ese gesto
–engorrarse- está al alcance de todos, no depende de una decisión particularmente sino que
34 Según varios diccionarios de lunfardo, cobani significaba guardiacárcel en sus orígenes. Haciendo referencia al “abanico” de
llaves que llevan en el cinturón. Actualmente también se refiere como cobani a cualquier integrante de fuerzas de seguridad .
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comprende un gesto –veloz- y un movimiento de hacerse cargo del desborde (Barttollotta et. al.,
2014). También podemos reflexionar sobre la exposición a la vigilancia que aparece muy
incorporada, ante la mirada enjuiciadora de otro, un joven levanta las manos “no estamos haciendo
nada”, gesto que se repite ante el encuentro con la Policía pero que podemos asociar a otros gestos
como en el cuidado del nombre Gama, con dos M, cuidado de que no los vayan a acusar de usar
Los jóvenes de sectores subalternos cuentan con un solo día del año para atravesar el centro
tranquilos sin la mirada de otro -acuciante, aleccionador-, día en el que se realiza la Marcha de la
Gorra35. Sobre esto un joven del grupo los Wachos del Trope dice:
“…A nosotros como jóvenes, que nos sentimos tocados, por eso vinimos a la marcha, o sea
fuimos a la marcha, esta vez como organización de los Wachos del Trope, a decir un poco
nuestro mensaje, porque venimos y bueno con el esténcil le dejamos un mensaje algo así, porque
nosotros sufrimos una cuestión que en la cotidianeidad de nuestros días o sea nosotros no
podemos estar en la calle, porque va a pasar el patrullero no importa como estés vos te va a
empezar a joder-expresión que se acompaña con un juego de manos, en el que la mano derecha
golpea con firmeza la izquierda extendida de manera horizontal, como una señal de reto- a
romper las pelotas, te va a manosear –hace un gesto palpándose el cuerpo- todo, te podés
imaginar, y todo porque en tu DNI, en tu tarjeta de DNI tenés domicilio: Villa El Tropezón, o
sea de una vez por todas yo estoy harto, me duele una banda, o sea que no sea derribado el
estereotipo de negros de mierda, dejame ser negro si quiero ser negro ¿qué onda?, yo no te digo
nada hipster, yo no te digo nada cheto, ¿qué onda? Loco rompamos esos estereotipos de mierda,
35 Marcha que lleva realizándose hace diez años en la Ciudad de Córdoba, como denuncia ante la represión del Estado, la brutalidad
policial hacia los sectores subalternos, el gatillo fácil y el código de convivencia. Para más información consultar:
https://colectivoinvestigadormdg.wordpress.com.
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que son implantados por la gente burguesa, porque es así, no sé, eso me molesta una banda,
que nos dejen caminar tranquilos por la calle, no puede ser que… tenemos un solo día, la marcha
de la gorra, para poder salir a caminar al centro sin que te estén molestando o sea, ¿qué onda?
O sea, pongamos “unidos todos” para bailar, para ranchar, pero también para apoyar estas
La Policía dijimos está -siempre- presente para hostigar perseguir detener a los jóvenes de
sectores subalternos. Los jóvenes se refieren constantemente a ellos en sus relatos. En la escena
antes descripta, si los padres no corrían a ver qué pasaba se los llevaban. En la villa siempre están
patrullando o apostados en la esquina. Sin embargo no es el único actor que se engorra. ¿Qué nos
dice este joven? Él habla de derribar los estereotipos, que permiten el continuum de ciertas
prácticas, “o sea, pongamos unidos todos para bailar, para ranchar, pero también para apoyar
estas cuestiones”, nos interpela, nos invita a mirar el telón de fondo donde esta repetición del
continuum se proyecta y en la que intervienen otros elementos que remiten al plano sensible sobre
el que la violencia se despliega “yo estoy harto, me duele una banda o sea que no sea derribado
el estereotipo de negros de mierda, dejame ser negro si quiero ser negro ¿qué onda?”. Volvamos
proyecta y que lleva un sujeto -el conductor del auto- a engorrarse? ¿Qué aparece ante la mirada
que irrumpe el paisaje de las velocidades sin pausas? Jóvenes de sectores subalternos, jóvenes
de Córdoba? ¿Cómo se organiza la ciudad, qué formas habilita para estar juntos para estar
separados? El Nudo Vial se presenta así como materialidad que impone y limita, como estrategia
circulación/movilidad están marcadas por una política de los cuerpos que segrega por clase,
política que traspasa la materialidad del muro, ya que estas paredes se refuerzan a partir de un otro
que mira desde afuera, que bien puede tomar cuerpo bajo la figura del ciudadano, que al ver algo
que irrumpe en su camino, en el caso de la nota citada jóvenes marcando una pared, se detiene, se
enoja, denuncia, se engorra, ordena o puede tomar cuerpo bajo la figura policial, figura del paisaje
omnipresente, los mismos jóvenes pensaron que el hombre que se detuvo para mandarlos a los
límites de la villa era un cobani. Esta figura está presente incluso cuando no hay un desplazamiento
de los cuerpos, como se expresa en la detención de los jóvenes que citamos anteriormente desde
el trabajo de campo, ellos se encontraban sentados sobre la vereda, en un punto estratégico a partir
“Sabés qué pasa (señala, al paso que habla, la ventanas vidriadas de Piedritas, son grandes
ventanales espejados donde podés ver-desde adentro sin ser visto-desde afuera) desde la
ventana de Piedritas se ve todo, entonces el encargado mira desde allá, ve que están los
chicos acá y piensa que les van a robar, entonces llaman a la Policía, porque han robado a
los clientes, están robando mucho en el barrio” dice una de las tías de los jóvenes. (N/C VT:
12/08/2016)
La mirada desde afuera ubica a los cuerpos, cuerpos jóvenes de sectores subalternos en los
diferentes escenarios a partir de una deseable distribución espacial (por clase) que ocluye sus
movimientos/desplazamientos. Ahora bien, ¿qué pasa con esos cuerpos fijados, inamovibles,
36
Pequeña empresa de servicios proveedora de materiales para la construcción, se ubica frente a la Villa el Tropezón, los divide la
Av. Don Bosco
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Los jóvenes desde la esquina nos ven llegar, se acercan nos saludan, miren, miren lo que hicimos
no dejan de repetir, nos señalan el piso bajo nuestros pies, sus nombres estaban escritos sobre
la Av. Don Bosco “nos pusimos a pintar anoche a oscuras, no veíamos nada, no sabíamos que
la pintura era tan clara”. Al ser la pintura clara se perdía con el gris del asfalto. También nos
señalan el Nudo. Los jóvenes habían dejado una marca en el Nudo Vial con sus nombres,
escritos varias veces, algunos con una letra más grande, otros con letras más chicas, desde la
villa se alcanzaban a distinguir aquellos nombres y también una frase: muerte a la yuta. Frase
que se presenta como fija en los muros que rodean a estos jóvenes. (N/C Villa el Tropezón:
08/04/2016).
Desde la plaza en CBVR contigua al dispensario se veían algunos murales a medio terminar,
en los primeros paredones que rodean a la Ciudad barrio del lado izquierdo, junto a estos
murales una frase que decía “soñar para vivir de eso se trata, de soñar para seguir”, mientras
que en la pared contigua otra frase se veía con letras mucho más grandes “muerte a la yuta,
Bajo la frase Muerte a la yuta, se materializa el odio a ese control a cielo abierto, que los vuelve
sujetos-objetos de los abusos, las detenciones, las burlas, violencias que los vuelven un cuerpo a
disposición de ese otro. Frente a la pregunta sobre el hostigamiento policial, la forma de violencia
“… depende, a ver cómo te puedo decir, cómo se encuentre el cobani, el estado del sujeto, a
veces… muchas veces vienen muy subidos37 y eso es otra cuestión porque viene una avalancha
de palabras, o sea que aparte de dañarte psicológicamente, es como lo notas, o sea a esa -
como por así decirlo esa represión-”. (N/C Radio la Ranchada: 28/04/2017)
Los operativos “de control” no solo recaen en una dimensión represiva, sino en estrategias
productivas de poder, hay un hacer sobre los cuerpos de estos jóvenes que va dibujando un
horizonte de lo posible, horizonte desde un marco de disciplinamiento moral que deja por fuera
otras cosas. Toda circulación por fuera de los espacios cerrados, el espacio cerrado de la villa, de
experiencia de los jóvenes, “te van a agarrar el centro, te controlaron así nomás, bueno le mostrás
el documento y “sos del Tropezón, ¿qué hacés por acá?” es Córdoba… ¿no puedo?”.
En el apartado servicio a cielo abierto, del libro ¿Quién lleva la gorra? se describen situaciones
similares que vivencian los jóvenes que habitan los barrios del conurbano bonaerense, si bien en
fronteras para adentrarse a otras, esas en las que se piensan estos barrios, barrios –en nuestro caso
la villa y la Ciudad Barrio- como guetos hacia afuera y como cuartel hacia adentro. Desde los
cuales Gendarmería/la Policía retira a los jóvenes de las esquinas, del centro, de la calle, ya que
estos jóvenes tienen que estar en la casa o en el trabajo o en la escuela. Volvamos al relato de uno
de los jóvenes “Nosotros sufrimos una cuestión, que en la cotidianeidad de nuestros días nosotros
no podemos estar en la calle sentados porque va a pasar el patrullero no importa cómo estés vos,
te va a empezar a joder... me duele una banda, o sea que no sea derribado el estereotipo de negros
37 Cabe aclarar que dicha expresión se refiere a que están bajo el efecto de alguna droga.
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de mierda, dejame ser negro si quiero ser negro ¿qué onda?” Aparece la imagen del pobre
asociado a la figura de negro de mierda; malvivientes leemos y escuchamos sin cesar en los
artículos periodísticos, en los canales de televisión, que hay que controlar, que hay que educar.
Nuevamente la mirada, mirada de un otro que va estructurando cierta imagen a partir de la cual se
construyen sensaciones sobre el “sí mismo”, “déjame ser negro si quiero ser negro” y sobre los
“otros” “yo no te digo nada cheto, yo no te digo nada hipster”. De modo que es interesante hacer
referencia a estas dinámicas que se presentan de manera recurrente en la experiencia de los y las
jóvenes, y que nos ayudan a comprender más complejamente la trama en la que se configuran las
Ahora bien esta relación que se presente entre los jóvenes y el cuerpo policial, encuentra en su
profundidad ciertos pliegues que hacen que en el horizonte de lo posible se inscriba: un terminar
siendo gendarme.
N- dice que el próximo año (sería su último año) deja la escuela: “el año que viene me voy a
Gendarmería”. El padre tenía contactos para hacerlo entrar, contó que su primo había ido
pero no había durado mucho, “se fue por cagón” concluye (N/C CVRT, 05/11/2015).
En el último día de taller de prácticas, incursionando junto a los jóvenes sobre la técnica de
hacer una vez concluida la escuela, voces adultas insistían (mucho) en los estudios de los
jóvenes, solo una de las jóvenes contaba que se había inscripto en la UNC para estudiar
enfermería, mientras que los jóvenes varones en su mayoría decían que si no les iba bien en
Dos destinos en el horizonte de lo posible son nombrados por los jóvenes. No hay, o al menos
no se expresa la posibilidad de pensarse por fuera del que se habita: o sos jugador de fútbol (porque
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“los mejores salen de la villa”) o sos gendarme, a pesar del horror que viven en su cotidianeidad
los jóvenes de sectores subalternos en su encuentro con el cuerpo policial, dos vías de movimiento
en contextos de encierro.
Si los jóvenes saben de los encuentros con el cuerpo policía, y de las marcas que habilita, marcas
que dejan huella en sus cuerpos, las jóvenes tienen información sensible y corporal de otras
N- termina el mate, después de un silencio dice “está por salir el padre [de la cárcel]”, frase
que acompaña con una mirada hacia su hermana menor, quien jugaba con un espejo en el pasillo
de la villa. “Mi viejo, creo que también está por salir esta semana” agrega E- sumergiéndose
Entre mates A- nos cuenta que su ex pareja había salido de la cárcel. Que tenía miedo de
encontrárselo en los lugares en los que frecuenta salir a bailar. Cuenta que el año pasado habían
tenido una pelea en el Patio Olmos (shopping céntrico), él le produce unos cortes en las
muñecas, de modo que ella sale corriendo a buscar un policía. La Policía se llevó a los dos
detenidos. Él quedó detenido seis meses. También cuenta que está buscando abogados porque
él me quiere manchar a mí, dice que yo me corte sola, quiere el botón anti pánico pero aún no
consigue encontrarse con la trabajadora social para que se lo tramite y le enseñe cómo usarlo
(N/C VT:01/07/2016).
Las jóvenes se acercan por instantes fugaces, cuentan sobre el rumbo que va tomando sus vidas,
se descargan de alguna bronca de la semana, se ríen, se preparan para el baile, saben de talleres de
oficio: marroquinería, peluquería, pastelería lugares que se presentan como destinos posibles de
habitar, a pocos pasos de donde viven. Saben del cuidado de sus hermanos y hermanas más chicas,
no importa la distancia de edades, a veces tan próximas. Las jóvenes son protagonistas de la trama
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urbana, madres, hermanas, vecinas, objetos de deseo que puede dotar de sentido a conflictos entre
los jóvenes donde se pone en juego el aguante barrial, y donde amistades pueden desencontrarse.
La presencia las jóvenes en el espacio del proyecto mural es casi nula, por lo general son jóvenes
varones los que habitan ese espacio. Mientras los jóvenes pintan las paredes, su cuerpo se
desplazan por los muros (y otros) de la Villa, las jóvenes se juntan en Villa el Sauce en el marco
este punto siguiendo a Espoz (2013) en ciertas máscaras identitarias que se configuran en el
binomio hombre-mujer, y que dan cuenta de las posibilidades de decir y el hacer de los agentes en
relación a sus vivencias ubicadas socio-espacialmente. Talleres de oficios destinados para las
jóvenes de barrios subalternos, los mismos se presentan tanto en Villa El Tropezón como en
Ciudad Barrio Villa Retiro, talleres que no escapan a los lugares presentados como destinos
inevitables para los cuerpos, cuerpos de mujeres jóvenes. Talleres de violencia de género, talleres
de educación sexual “integral”. Cuando se le pregunta a los y las jóvenes sobre qué temas les
gustaría hablar, cuáles son aquellos temas que los inquietan, el silencio se hace presente, ese que
dice sin decir, porque el cuerpo también nos habla incluso desde el silencio, sin embargo ante este
se presenta la ansiedad de los adultos por frenar ese hueco, líneas de sentido, de caminos posibles,
son pensadas desde una mirada que se supone es la de los propios jóvenes. No hay un detenerse a
pensar sobre ese silencio, una pausa que permita una espera para que algo de ese decir, que les
pertenece, se haga presente. El joven tiene que hablar, decir, tomar la palabra, y si no es así aparece
un saber normativo que se pronuncia dese un lugar (otro), que obtura las vías por las que se
Al llegar al taller los jóvenes dijeron que no iban a estar mucho tiempo, el horario se superponía
con gimnasia sin embargo permanecieron la hora del taller, caminando sobre el espacio,
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escuchando música, a pesar de los llamados de atención ante esa manera de estar. Como fin de
año no tardaba en llegar, las actividades para aquel día eran armar un calendario junto a los
jóvenes que diera cuenta de las últimas actividades del año. Quedó así destinado el 26 de
noviembre para que las estudiantes de trabajo social realicen un taller; quienes por momentos
se volvían hacia los jóvenes preguntando de qué les gustaría que se tratase, qué les gustaría
hacer. Nadie respondía, ¿les gustaría que habláramos de la violencia en el noviazgo? O ¿de
educación sexual? Un no sé, volvía a esas preguntas. ¿Chicos, no tienen alguna inquietud con
respecto a estos temas? Insistían. ¿Les parece que hagamos algo de educación sexual? “Si
puede ser”… “Bueno hagan de eso” dándole un fin a las preguntas, concluyendo el cierre del
Hay que cumplir una formalidad de preguntas y que sea participativo, aunque para los/las
jóvenes todo da igual, todo la lo mismo, en un tiempo siempre de espera/detenimiento, para quien
allí habita. Aunque dé lo mismo, no parece haber otros temas de los cuales hablar o quizás no los
escuchar música “para llamar la atención” pasa por otro lado, otro registro. De modo que los y las
jóvenes se presentan como espectadores de un espacio que quieren habitar pero desde otro lugar,
hay una tensión que se arma y desarma en las relaciones que ahí se desarrollan en un encuadre
temporal de las vivencias a destiempo. El que va de afuera llega con un horario fijo, los ritmos de
los y las jóvenes que son otros, los encuentros se regulan así, a través de un sistema de intercambios
Llegan las estudiantes con un televisor junto a unos afiches, “¿Qué peli vamos a ver?”
interrogan algunos jóvenes, entonces se les cuenta que van a realizar un taller de educación
sexual, poniendo en la pizarra un afiche con los órganos masculinos y femeninos y en palabras
86
grandes sexualidad integral. Se les pide que hagan silencio, y comienza a rodar el video. El
vinculado con la pubertad y los caracteres secundarios que en ella acontecen, también se explicó
la menstruación, el acto sexual y por último se hizo mención a los métodos anticonceptivos a
Se les pregunto qué método anticonceptivos usaban, y muchas de los jóvenes mencionaron el
implante. Era la primera vez que escuchaba eso, así que les pedí que me contaran de qué se
trataba, algunas jóvenes me muestran el brazo y me dicen que es una varillita que se coloca por
debajo de la piel. Pregunté si era doloroso, a lo que respondieron: “no, no duele pero por ahí
dicen las jóvenes, de las diez que había cinco expresaron usar ese método anticonceptivo.
También preguntaron si existían inyectables para los hombres y cómo era lo del preservativo
para la mujer. S- les dijo que en nuestra cultura no se usaba lo del preservativo para la mujer,
que era poco común y en cuanto a inyectables para hombre que no habría (N/C CVBR
26/11/2015).
aquellos en dirección a la prevención del embarazo y por tal la intervención sobre el cuerpo, el
cuerpo de mujeres jóvenes. El método más popular entre las jóvenes fue el implante sub-dérmico38.
Este último comenzó a ofrecerse en el año 2014 por el Estado, a través del Programa Nacional de
38Método anticonceptivo hormonal que se coloca en el brazo de la mujer y que tiene efectividad durante tres años.
39 Para más información consultar http://www.msal.gob.ar/prensa/index.php?option=com_content&id=2113:se-presento-una-
nueva-tecnologia-
87
toma de pastillas diarias (que no hay que olvidarse), sino en un método que se adapta mejor -en la
visión gubernamental- a la vida de estas jóvenes tan sujeta a los devenires y vaivenes, y que a pesar
de que sus inquietudes habiliten preguntas sobre los preservativos para la mujer como se expresa
en la nota, no hay respuesta porque es poco común en nuestra cultura, se anula la posibilidad de
ir un poco más allá de la pregunta y poder tensionar algunos discursos que se inscriben en los
cuerpos, cuerpos de mujeres jóvenes. Discursos que no solo quedan en el registro de un saber
Frente a la pregunta ¿Dónde me gustaría estar? Una joven responde: “a mí me gusta estar en el
barrio, me gusta ir a la casa de mi abuela, ella vive en Liceo III, me gusta estar con mi mamá
bien… igual lo único que hago en la escuela es pasear por los pasillos, la V- siempre me reta”.
Dos jóvenes más estaban en el grupo, contaban que eran novios entre miradas cómplices,
intercambiaron algunas cosas como que a ellos sí les gustaba ir a la escuela, les gustaba estudiar,
salir, ir al baile. F- le pregunta al joven si ya había pedido la mano de su novia, a lo que éste
responde entre risas: “no, somos chicos”. “Yo ya no veo la hora que mi novio le pida la mano
a mi mamá” comenta F-. Le pregunto si le gustaría estar en algún lugar fuera del barrio, me
responde que no, que no se le ocurre otro lugar. F- es una joven de 16 años. (N/C comedor
universitario 24/10/2015)40
publicitario, que van estableciendo un orden que se encarna en el cuerpo y frente al cual el sujeto
históricamente situado tiene la posibilidad de reproducir ese orden, negarlo o transformarlo. Ahora
40
Trabajo de campo realizado en el marco del primer encuentro Interconsejo en la Ciudad de Córdoba organizado por los Consejos
de Jóvenes de Empalme, Ruta 20, Villa Libertador, Consejos Comunitarios de Niñez, Consejo Municipal de Niñez, Subdirección
de Niñez Adolescencia y Promoción Juvenil y UNC. En conjunto con los jóvenes de CBVR.
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bien, ¿qué margen de posibilidad tienen aquellos sujetos que no solo están sujetados a mandatos
gustaría estar? Una joven de CBVR responde: “a mí me gusta estar en el barrio, me gusta ir a la
casa de mi abuela ella vive en liceo III, me gusta estar con mi mamá en el barrio, no me gusta ir
a la escuela, no me gusta estudiar… en la escuela no me tratan bien… igual lo único que hago en
la escuela es pasear por los pasillos, la V- siempre me reta”. Liceo III, se encuentra a 4 cuadras
aproximadamente de CBVR, otro espacio que aparece es la escuela, como espacio que no gusta
pero al que se va ya sea para transitarlo para habitar sus pasillos marcando la circularidad de todo
En este apartado hemos presentado/descripto las formas de encierro que cercan los cuerpos,
cuerpos de los y las jóvenes de sectores subalternos. En otras palabras los cercamientos que
desdibujan los límites entre cuerpo/espacio. Que percibimos en su carácter literal como en su
carácter más “desapercibido”, a partir del cual identificamos ciertas dinámicas recurrentes en la
experiencia de los y las jóvenes que se asocian a su condición socio espacial y que incluso alcanzan
cuestiones relacionadas al género cómo se aprecia en este último desarrollo, cuestiones que abren
otros interrogantes más allá del tema que trabajamos en esta investigación. De modo que volviendo
a como se traman las subjetividades juveniles con el contexto urbano, en el próximo eje analítico
describiremos los lugares desde el registro emocional que los y las jóvenes le atribuyen.
Topofobias/Topofilias
¿Qué espacios son aquellos por los que los y las jóvenes de sectores subalternos desean
caminar? ¿Cuáles son los espacios deseables/posibles que se presentan? En este apartado
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intentaremos aproximarnos a ciertas experiencias que se presentan cuando las y los jóvenes de
sectores subalternos se piensan por fuera del contexto que habitan, lo que sucede cuando pueden
sortear ciertos obstáculos que les impende llegar al centro de la ciudad por ejemplo, cuando se
programa una salida por fuera de la institución educativa, lo difícil de concretarla. Experiencias a
partir de las cuales podemos construir topofilias y topofobias, la axiología sobre el espacio y cómo
se traman con las valoraciones sobre las relaciones y acciones posibles/deseables. En este eje la
Hay un clima festivo que se percibe en cada desplazamiento que he compartido con los jóvenes
en diferentes marchas, en tanto su carácter festivo expresa un disfrute compartido entre pares. Ir a
la marcha se presenta como oportunidad de despeje, ante el rutinario “acá no pasa nada”, en las
marchas los cuerpos de estos jóvenes se desplazan sin pausas, a los ritmos de los tambores, la
recorren de una punta a la otra, en un ir-venir constante a veces con un “prittyado” que circula un
poco “encanutado”, otras veces con un porro “para sacar la cara”. También se presentan como
posibilidad de encuentro con otros, cuando los tambores se silencian dando el final de la marcha,
los jóvenes se detienen en ocasiones donde ven a otras jóvenes, preguntan por el whatsapp, cantan
En el marco de una charla con integrantes del Colectivo de Investigación sobre la Marcha de la
Gorra, los Wachos del Trope frente a la pregunta de ¿cómo se preparan para la marcha?, responden:
-E: Bueno, ahí ¿qué estábamos haciendo? Los esténciles de la gorrita ¿o no? sí. Y ahí se ve una
jarra de vino, mirá. No sé qué hacía eso ahí. (N/C Charla con los Wachos del Trope VT:
25/08/2017).
Esta marcha en particular en palabras de los mismos jóvenes se presenta como “única
posibilidad de andar por el centro, tranquilos” sin el fantasma omnipresente de una posible
detención. Marcha que toca de cerca a estos jóvenes, ya que viven en lo cotidiano la violencia
policial, violencia que marca sus cuerpos y les atribuye un lugar específico en la ciudad, ya sea a
partir de la figura del merodeo o través de la portación de rostro, estos jóvenes son exiliados hacia
sus barrios/villas donde es mejor no salir, ya que no tienen nada que hacer en la ciudad dispuesta
como mercancía.
Los preparativos previos a la marcha giraban en torno a intervenciones posibles, que no fuera
solo el registro fotográfico, ya que no se contaba con cámaras para todos los jóvenes.
de 13 años qué le gustaría hacer en el esténcil, su primera respuesta fue no se… seguida de
Hay que dibujar una gorra, en aquel momento K- proponía otra intervención que diagramaba
en una hoja en blanco mostrándoles a los jóvenes. No alcancé a escuchar lo que hablaban, solo
observaba que K- montaba un dibujo en una hoja, mientras que E- miraba atento repitiendo Sí,
de una, el pedido del dibujo de la gorra pasó desapercibido (N/C VT: 28/10/2016).
91
Durante un extenso trabajo de campo con grupos de jóvenes de sectores subalternos Reguillo,
S. (2012) encontró que ciertas representaciones de los jóvenes acerca del mundo circundante
tendían a reproducir ciertos esquemas dominantes de una cultura machista, religiosa y homofóbica,
sin embargo estos sujetos habían construido una manera novedosa de resistir a las condiciones de
sociales en emblemas identitarios. La gorra se vuelve para los jóvenes de barrios subalternos un
objeto-emblema, ya que en ella recaerían los signos del estigma social y a la vez los jóvenes se
aferran a este en su cualidad de emblema que se levanta en todas las banderas que flamean durante
la Marcha de la Gorra, marcha que toma el nombre de este objeto-emblema como símbolo de
opresión pero a la vez de resistencia. De modo que el estigma-emblema puede ser leído en términos
de Grignon y Passeron (1991) como “ambivalencia”. Un mismo símbolo de clases dominantes que
al populismo, y a través de las cuales es posible leer un mismo símbolo o producción simbólica de
la vez.
Durante la décima Marcha de la Gorra, los jóvenes cranearon esténciles para intervenir: “te
escrachamos la remera desde la villa hasta tu casa” presentación que resonaba a lo largo de la
marcha. Huellas de visibilidad de la villa a tu casa, bajo una imagen en remeras de otros, mostrando
como marca de época, donde la imagen se vuelve condición excluyente para poder ser: “(…) según
las premisas básicas de la sociedad del espectáculo y la moral de la visibilidad, si nadie ve algo es
probable que ese algo no exista” (Sibilia, 2008:130). Quien aceptaba pintarse la remera, posaba
92
para una foto directo al Facebook de los Wachos del Trope. Las frases de los esténciles hechos en
radiografías decían: “cuantos tiros más” “Cuantos Facundxs más” “los wachos del Trope”
responsable. Ahora bien voy a servirme de una nota de campo para dar cuenta de ciertas dinámicas
de poder, que se presentan bajo un prejuicio de clase que vuelve a fijar a los jóvenes como objeto
de análisis de otros y no como sujetos enunciadores de los sentidos que los definen.
La ruta de la marcha terminaba en el Centro Cívico del Bicentenario, conocido como el Panal
dado su estructura. Pocos metros antes de doblar por la Bv. Guzmán, una gigantografía ocupaba
una chapa (5 metros por 5 metros cuadrados aproximadamente) de esas que se colocan para
rodear una futura obra inmobiliaria y generalmente suelen haber publicidades de lo que allí se
alcanzaban a distinguir los límites de dónde empezaba una ni dónde terminaba la otra, y una
frase escrita en la parte superior: Barrios sin gorra junto a La garganta poderosa. E- se detiene
ante el cartel, comienza a gritar ¡Estos son los barrios sin gorra!, acá tiene que estar el esténcil
de los Wachos del Trope. Busca el esténcil, me ofrezco a sostenerlo, mientas E- pinta el cartel
con el aerosol, dejando así la firma de los wachos en el cartel de los barrios sin gorra. Luego
señala el cartel y vuelve a gritar entre saltos ¡Esos son los Barrios sin Gorra! Una mujer de no
más de 30 años, que también transitaba en la marcha, lo observó, hace un gesto levantando las
cejas, una mueca. E- lo interpreta como de desaprobación, ya que ante el gesto comienza a
disculparse, la mira y le dice: me saqué ¿no? Disculpa. La mujer le responde con un: …Y un
poco sí, mientras se pierde en la multitud de la marcha. (N/C: marcha de la gorra 18/11/2016)
Un cuerpo que se libera de su quietud: salta, grita, se expresa, se “saca”. Es vuelto a la quietud
de marchar sin perder la costumbre de los buenos modales, la mirada clasista aparece como lugar
aleccionador, la figura del engorrarse se imprime en aquella escena, volvamos a las palabras del
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joven que expresa “Loco rompamos esos estereotipos de mierda, que son implantados por la gente
burguesa, porque es así, no sé, eso me molesta una banda, que nos dejen caminar tranquilos por
la calle, no puede ser que… tenemos un solo día la marcha de la gorra, para poder salir a caminar
al centro sin que te estén molestando o sea, ¿qué onda? O sea, pongamos unidos todos para bailar,
para ranchar, pero también para apoyar estas cuestiones”. No estamos diciendo que no sea válido
preguntarse por el lugar que ocupa el Estado como agente de violencia sistemática que ejerce sobre
los cuerpos, cuerpos jóvenes que habitan contextos socio segregados a través de políticas sociales
y represivas; sino que estas violencias convergen con otras en la regulación de las acciones de los
(…) me pasó el otro día que estaba yendo a hacer unos trámites, me dice que tenía que darle el
documento, qué se yo, y me dice “¿vos estudias?” “no, ahora no estoy estudiando, estudié”, le
digo y me dice “¿éste es tu domicilio?” “sí, -le digo- ¿por?” “no, no parecía que vivís en una
villa”. Oh, mortal, feroz, digo. Yo, soy yo, la verdad. Bueno, pero ¿qué le vamos a hacer? No
-E: “¿Allá el Cerro? No, soy hijo de Mestre”. Está re mal eso, porque bueno, cada uno tiene su
forma de ser, y que cada uno sea como quiere ser, y que se dejen de hinchar las pelotas. ¿Por
qué todos los cobanis son gordos y flacos? Ahí no hay igualdad.
-E- o no, “catador de asado cordobés” –risas- (N/C charla con Los Wachos del Trope, VT:
25/08/2017)
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En este punto podemos decir que tanto la villa, como la gorra, funcionan a la manera del
estigma-emblema. En la última nota de campo de este apartado un joven relata que fue a hacer un
trámite y cuando muestró su documento una pregunta se hizo presente “¿éste es tu domicilio” el
joven contesta que sí, “no, no parecía que vivís en una villa”, concluye la voz que lo atiende. En
lugar de intentar “parecer del country Lomas de la Carolina”, reafirma que viene de la villa, “oh,
mortal, feroz. Yo, soy yo, la verdad”, no parezco de la villa pero sí vengo de ahí. Como también a
través del nombre que ellos le dieron al grupo de muralistas “Los Wachos del Trope”, además en
sus perfiles de Facebook a continuación de sus nombres está también El Tropezón. En la Marcha
de la Gorra, si bien los jóvenes hicieron un esténcil de la gorra, éste se publicitaba con la siguiente
de los buenos modales pero también está “sacado”, está fuera de la “villa”, del lugar donde “debe
estar”, un otro viene a ponerlo en su lugar, está la tensión de salir/quedarse, meterse/no meterse,
“Me saqué, ¿no? Disculpa”, “bueno, pero ¿qué le vamos hacer? No tenemos la culpa de haber
venido (…). Aparece la culpa, la disculpa dejando en claro las valoraciones que percibe, que
comparte, que reproduce pero también contesta, discute, físicamente, colocando una marca en una
Es recurrente escuchar a los jóvenes con los que trabajamos vamos al Patio Olmos41, lo cual no
deja de producir asombro ya que aquel lugar se exhibe como espacio disponible para ser habitado
por todos; sin embargo se estructura a partir de cierto orden basado en el consumo, en el que locales
41 Shopping Center ubicado en el centro de la Ciudad. Su fachada mantiene la estética y detalles de la antigua Escuela Olmos.
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segundo, concluyendo en el tercer piso con un patio de comidas desde Mc Donald´s hasta comida
gourmet, de modo que quien recorre este tipo de lugares carga con cierto atributo estético que le
permite transitarlo y recorrerlo. Sin embargo los y las jóvenes que allí se encuentran, no se
desplazan por los anillos que conforman la circularidad del adentro, sino que se encuentran afuera,
en su entrada.
En el momento en que llegué al encuentro, se estaba hablando sobre la salida que se había
organizado para aquel día pero había sido cancelada, mientras se desayunaba, compartiendo
tazas de té, mates y criollos, sentados alrededor de una mesa del comedor.
A la hora de presentarnos cada uno de los jóvenes dijo su nombre y el año del secundario al que
compartir alguno de los espacios con ellos, en la medida en que ellos quisieran. S- interviene
diciéndome qué si quería preguntar algo a los chicos. Lo cual me dio pie a decirles si me querían
contar de qué estaban hablando, que tareas tenían destinadas para el día del encuentro. J-,
estudiante de quinto año, cuenta que iban a hacer unas visitas por las iglesias, y por último iban
a conocer Ciudad Universitaria. A lo que G- interrumpe diciendo que iban a ir al Patio Olmos,
provocando risas en los demás jóvenes. J- había pedido el día en el trabajo para poder ir a la
salida, por lo cual se mostraba un poco molesta por no haberse concretado. La salida no se había
realizado porque eran pocos los y las jóvenes que iban a asistir, por lo cual se decidió pasarla
para el mes de noviembre, ya que había que organizar otras tantas actividades en el marco de
En el taller de prácticas se estaba organizando el cierre de año. La idea era hacer una salida y
comer todos juntos, por lo general es lo que se propone para los cierres del taller. Se propuso a
97
los y las jóvenes ir al Camping Reserva Natural San Martín. “no, son muy zarpados en
vigilantes” dijo N-. Frente a esta propuesta los jóvenes expresaron que querían conocer
Tecnópolis. “Vamos a Tecnópolis”, dijeron casi al unísono. V- coordinadora del IPEM- les
explicó que no era una tarea fácil poder llegar, que constaba de mucho papelerío, que
generalmente estaba destinado para escuelas técnicas. También se dudaba sí con el cambio de
como de autorización. C- uno de los jóvenes preguntaba que si iban a Buenos Aires él podría
quedarse allá, no volver con la escuela. V- le respondió que no, que si él iba con la escuela,
tenía que volver con la escuela, que en ese viaje no se quedaban en Buenos Aires sino que era
un ir, recorrer y volver. Los jóvenes insistieron en que querían hacer el viaje este mismo año
ya que muchos estaban en quinto año y no iban a estar en la escuela para poder hacer el viaje el
¿Qué se expone/condensa en las narraciones de los jóvenes que a la hora de pensar un destino
posible –deseado- de transitar se nombra un paseo por el Patio Olmos, un paseo por Tecnópolis?
Son lugares que en primera instancia podríamos decir se presentan para ser mirados, es decir para
ir y mirar. Lugares para tentar al ojo y para que el ojo pueda también moverse por otras caras y
objetos por otros lugares. Son lugares donde sí se entra, es posible perderse, no ser identificado,
marcado, tan lejano de la vivencia más próxima de los y las jóvenes de sectores subalternos,
además son instancias de “paquete de experiencias”, quizás los y las jóvenes saben de la cantidad
de experiencias imposibles que ahí pueden hacerse realidad: ver un dinosaurio, subir a un avión y
En este punto retomaremos a Deleuze (1991) y las sociedades de control. Anteriores a éstas
estaba lo que llamábamos las sociedades disciplinares, en las que la disciplina suponía una rigidez
y se imponía sobre el cuerpo. Ahora bien estas sociedades han mutado, va a decir el autor, lo que
no quiere decir que dejen de existir, sino que advienen nuevas formas de dominación/control, que
sistema de dominación que excluye. Por ejemplo el caso del shopping, un espacio dispuesto para
el consumo de ciertas clases aparece como deseable para los y las jóvenes que saben que ahí no
pueden comprar nada, que, es más, no pueden entrar, no los dejan entrar. Mientras que la Reserva
Natural San Martin, espacio público y verde es rechazado incluso se siente más vigilado -“no, son
shopping. El marketing -siguiendo con Deleuze- aparece como forma de control que afecta
nuestras sensibilidades y que hace deseables ciertos lugares, aunque la lógica por los que son
deseables (el consumo, la tecnología, lo moderno) sea la misma lógica por la que uno mismo queda
excluido.
arte y tecnología”, tecnología que capta la mirada por sus cualidades de sorprendente, veloz,
moderna. Tanto como el Nudo Vial, como el complejo habitacional GAMA “y de un día para el
veloz que dejó como saldo el encierro de una villa que no figura en el mapa de la Ciudad.
Hay unas reflexiones de Benjamin (2005) sobre la Exposición Universal de París, el lugar donde
los obreros aprendían a “verlo todo sin tocar nada”. Esas exposiciones eran una suerte de
Tecnópolis, se exhibía lo más avanzado en ciencia y técnica del mundo. Esta idea, de la ciencia y
mercancía. Todos podemos ser consumidores, todos vamos hacia el futuro. Ideología que obtura
posibilidad de salidas que se presentan para las y los jóvenes de CBVR se escapan al sueño de
Tecnópolis.
Una vez en la escuela los y las jóvenes expresaron su descontento por no poder hacer la salida.
se les propuso ir a la plaza de Liceo III, a lo cual respondieron entre risas irónicas con un no, la
distancia entre una y otra no marcaba la diferencia. “Mire, somos doce, hay dos autos”
(refiriéndose al auto de C- y S) “entramos todos”, “vamos al parque”, decía uno de los jóvenes.
“No podemos ir en los autos” dijo S-, “¿y dónde está tu auto, cómo qué no? Entramos todos,
Lo que se presenta de modo constante en la cotidianeidad de los y las jóvenes es esta tensión
Con los jóvenes que iban llegando comenzamos a armar letras para poner en la tela azul que
colgaba entrando al hall, feria de microemprendedores. También se armaron las mesas para
presentar un taller de decoración por parte de los jóvenes y como quedaban muy encima de la
entrada se ubicaron en otro lugar más amplio. Minutos después llega G- la vicedirectora del
primario, quien nos hizo cambiar de lugar de vuelta a donde estábamos, porque el lugar que
habíamos ocupado estaba destinado para otras personas. E-estudiante de trabajo social- dice
100
“yo les dije que G- había dicho que nos quedáramos donde estábamos, pero nadie me escuchó”.
Cabe desatacar que quien ocupó el lugar fue una maestra del primario, quien solo contó con dos
bancos para armar su stand. Cuando me acerqué a ver de qué se trataba su muestra, era sobre
una técnica de impresión con óleos. El conflicto por el espacio dentro del establecimiento
primario es algo que se repite, podríamos habernos quedado en aquel lugar sin interrumpir la
actividad de la maestra, ya que había suficiente espacio para todos (N/C CBVR: 22/10/2015)
En el “adentro” del establecimiento educativo también se expresa una disputa sobre el espacio,
como lo refleja la nota citada. Los y las jóvenes transitan la escuela en su condición de prestada,
Ahora bien los lugares rechazados (topofobias) se asocian con ciertas cualidades que enmarcan
Al llegar al dispensario había cinco jóvenes mujeres. Todavía faltaba que llegara L-, joven
encargado de llevar la fotonovela. La cual iba a ser presentada en el encuentro. Las jóvenes
estaban hablando sobre la muraleada que todavía no se había terminado, que ya se había llenado
de yuyos, que estaba todo mugriento, decían. “Pero ustedes no han ido”, dice C- maestra. A lo
que una de las jóvenes responde “yo propuse hacer limpieza, no me dieron bola, no sé lo que
S- maestra, toma unos afiches para volver a armar un registro sobre la experiencia del taller de
prácticas, ya que el que se había hecho el año pasado había quedado en el dispensario entre
otros papeles y se había mojado. La idea era armar un libro, que mostrara lo que significó el
taller de prácticas para los jóvenes. Las páginas del año anterior respondían a las siguientes
preguntas: ¿Qué logros tuvimos en el 2014? Pintamos la platea y los murales, plantamos los
101
árboles. Talleres de sexología, paseo por el museo de antropología. Salida a la defensoría del
niño. Reconstrucción de la plaza. Trabajo en equipo. La organización del festejo del barrio. Se
mejoró el aspecto del barrio. Logramos un proyecto comunitario “la plaza”. ¿Qué logros
esperamos encontrar para el 2015? Terminar la plaza, pintar tablero de ajedrez en las mesas,
escenario. Unión barrial. Terminar de pintar el colegio. Hacer algún otro proyecto en el
(…) Una vez en la plaza, los y las jóvenes tenían que responder aquellas preguntas, una joven
expresaba no haber ido nunca al taller, solo fue aquel día para arreglar el tema de la nota, sin
embargo tomó el afiche y dijo: “hagamos lo que nos dijo la C-, sino se va a enojar” decía una
de las jóvenes, por lo que repasamos algunas preguntas que leyó en voz alta ¿Qué logros
tuvimos en el 2015? “yo no vine nunca al taller, vine hoy para arreglar lo de la nota” “hicimos
la foto novela” “tuvimos ese taller la semana pasada de educación sexual” ¿Qué logros
Las jóvenes no van pintar murales porque propusieron limpieza y no fueron escuchadas. En la
feria de microemprendedores el stand de las y los jóvenes del taller de prácticas tomaba el nombre
de taller de decoración, las producciones que habían hecho eran guirnaldas en diferentes formas,
algunas hechas con papel, otras tenían forma de manos, otras se plegaban armando una bola y
había algunos banderines de diferentes colores. Los logros que se celebran en el año 2014 tienen
que ver con embellecer el barrio, con “mejorar su aspecto”, arreglando la plaza, plantando árboles,
pintando murales, aunque sea una ventana en una pared. ¿Qué es lo que se espera? “Hacer algún
102
otro proyecto en el barrio”. Mientras que para el 2016 se espera un transporte para “salir” para ir
a “Tecnópolis”.
Ahora bien los lugares rechazados pueden volverse lugares aceptados a partir de rajes que
divierten y que muestran un querer transitar el espacio en este caso educativo pero desde otro
lugar. Rajes como tácticas de apropiación del espacio/tiempo, que se presenta como aburrido,
circular.
Los jóvenes empezaron a manifestar que querían ir a un lugar que tuviera pileta. Pero dado el
costo del transporte más la comida, no era algo que se iba a poder realizar. Si no, nos juntamos
acá en la plaza, dice S- o en la plaza del liceo que está cerca y podemos ir caminando. Un no
rotundo se escuchó en el espacio, “para eso nos quedamos en la casa” dice un joven. Hubieron
algunos silencios, y se dijo que una opción podría ser pasar el día en el Parque Sarmiento,
también se complicaba por el tema del colectivo ¿van a poder conseguir la plata para eso?,
pregunta S-, nadie respondió. “Pero ahí no vamos a poder hacer las hamburguesas a la
parrilla” dijo uno de los jóvenes. Entonces se propuso hacer sanguchitos un día antes, y dejarlos
en las heladeras del comedor en caso de que no se concretara la salida al camping. Quedó
inconcluso cuál iba a ser el destino de la salida si no se conseguía transporte. Mientras esta
charla se daba G- empezó a escribir en la pizarra, momento que llega V-, S- se va y las
estudiantes también en busca de algunas cosas para hacer el taller de educación sexual,
quedando solo V- y yo en el espacio del taller. “El que lee esto es una jila, el que lee esto es un
jilo”. V-, ¿qué dice acá? le pregunta. “y esa palabra no existe” agrega “con ese fibrón vas a
dejar manchada la pizarra”, “no, sí se borra, vas a ver como sí se borra” le contesta G, y sale
corriendo a la cocina vuelve con un trapo, lo borra acomoda la frase poniendo “Gila”, y después
vuelve a borrar. Luego comienza a escribir nombres, terminado con seis nombres, y empezó a
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preguntarle a los demás jóvenes uno por uno a quién votaba. Le pregunto a V- a quién
pertenecían esos nombres y me dijo que eran los nombres de las madres de los jóvenes. La
actividad se volvió divertida para los jóvenes, quienes entre risas hacían la votación. Entra C-
y los jóvenes le preguntan a quién votaría, C- sorprendida pregunta ¿y para qué hacemos esto?
no importa, vos votá”. C- insiste preguntan para qué era la votación, que le tenían que explicar
para qué era. El juego terminó ahí, quedando la mamá de G- con más votos. Entonces C-
pregunta ¿están votando para ver quién nos acompaña a la salida?, G- la mira con una cara
A lo largo del análisis encontramos marcos de tiempo/espacio fijados para los jóvenes con
quienes trabajamos. Tiempo/espacio dados por los ritmos institucionales que disponen un
quehacer, por los trazos que disponen la ciudad, y las políticas de seguridad que vigilan/sancionan
el paso por las fronteras que allí se levantan. Estos ritmos impuestos permiten una especie de
in/movilidad que se presenta para pasar el tiempo ahí donde todo da lo mismo, marcando valores
de divertido/aburrido para los y las jóvenes. Sin embargo encontramos ciertos movimientos que
permiten ahuecar el tiempo, sirviéndose de las circunstancias dadas por este donde es posible
instaurar algo de pluralidad y creatividad. En esta última cita se evidencia que para los y las jóvenes
concretar una salida, que concluyó en la plaza de Villa Retiro ubicada a tres cuadras del Barrio
Ciudad, el joven parece anticiparse al desenlace, comienza un juego, ¿y para qué hacemos esto?,
En este apartado nos alejaremos de las salidas, de las marchas, del “sueño” de Tecnópolis para
retomar la circularidad de lo cotidiano de los y las jóvenes con quienes trabajamos, circularidad a
la que volvemos desde dos categorías analíticas la Vida Nuda/Vida Mula. Comenzaremos por
deslizarnos sobre las palabras de un joven de 19 años, que en dos situaciones y contextos diferentes
nos relata sobre el conflicto, las violencias que viven en su cotidianeidad, sus actores y
transgresores.
una charla junto a los “Wachos del Trope” por parte del Colectivo de Investigación de la Marcha
de la Gorra.
“…Bueno, no sé, habíamos preparado un poquito, no llegamos a dialogar para que quede todo
bien, bien ensamblado por así decir. Bueno ahí está el L-, el C-., no se llama Facundo (risas)…
bueno voy a quedar re gorra, me voy a sacar la gorra (se saca la gorra la deja en el piso junto
a sus pies). Bueno nosotros como se enteraron hacemos mural, somos de ahí de la Villa El
Tropezón, y bueno ahora como que nos convocó algo así como una gente de la Marcha de la
Gorra, también, no sé, están investigando mucho no quiero decir nada, por eso me saqué la
gorra. No mentira, todo mal con eso, nosotros venimos luchando contra los estereotipos,
respeten a la gente de la villa (lo dice acompañado de una simulación de llanto con un tono de
humor)… y bueno eso habíamos preparado algo ahí, como que ensamblamos algo ahí, un par
de palabras, bueno no se las quiero leer porque sería… (hace una pausa) es más se las voy a
leer porque capaz que parezca que soy de la villa que no entiendo nada, que no sé hablar, y
todo… y bueno espero que les guste no sé, algo que trate de contextualizar con este tema de
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(…) bueno por qué estamos acá diciendo todo esto, yo como decía, como eje principal no se
prioriza la vida del pobre [lo lee] eso es lo que pasa, no se prioriza; igual que también lo de
los sordos, como decía ahora vino todo este tema, le están sacando pensiones a gente que en
verdad lo necesita y es una bosta, pero bueno es así la vida política nos tenemos que adecuar
a eso. También la norma, la norma, la norma pan casero, sí también pan casero… bueno no se
prioriza la vida del pobre, yo gracias a la pobreza aprendí (…) que el policía siempre es
impune, impune cuando mata, no prioriza nunca la vida del ser humano… o los policías que
nos tocan acá a nosotros, acá en Córdoba el gordo negro con cara truchuda y bueno el flaco
que te caga a patadas. Es así, y bueno es así, bueno no sé esa es mi experiencia, capaz que a
otros le habrá pasado otra cara, son muchos malos, pero bueno… también íbamos a esto de
que no sé E-… como, contale lo de las balas… estábamos también craneano cómo llegar a
esto de la inversión en balas42, que creo se hace anualmente, no estoy muy informado, no me
gustan esos negocios pero creo que es muy interesante. A las familias qué se les puede llegar
a dar de comer, comida no balas, o un pibe con una bala adentro, para que se lo coman los
hermanos… sí, algo así, algo medio raro, pero pasa, lo tenés arriba de la mesa con un balazo
Como eje principal plantea este joven: “no se prioriza la vida del pobre, yo gracias a la pobreza
aprendí (…) que el policía siempre es impune, impune cuando mata, no prioriza nunca la vida
del ser humano” concluyendo con la imagen de “un pibe con una bala adentro para que se lo
coman los hermanos”. La imagen de un cuerpo dispuesto en la mesa remite al carácter religioso
42
Está reflexión hace referencia a una nota periodística sobre el gasto anual en balas que había salido en La Voz del Interior
disponible en http://www.lavoz.com.ar/politica/compran-dos-mil-armas-para-la-policia-sin-licitacion
106
templos y sacerdotes, aparecen como marca de época: la vida del pobre como “Nuda Vida”
(Agamben, 1998) como vida a la que cualquiera puede dar muerte, pero a la vez insacrificable en
tanto homo sacer. El autor hace un recorrido sobre la historia jurídica de Occidente, desde el
derecho romano arcaico en el que la vida- zoé que expresa el simple hecho de vivir- se incluye en
el orden jurídico bajo la forma de su exclusión, es decir bajo la posibilidad de que cualquiera le
mate sin que sea considerado homicidio. Esta acepción, parafraseando al autor, es quizá la más
antigua del término homo sacer. Vida insacrificable y sin embargo expuesta a que cualquiera la
quite. En aquella figura recae la estructura de la vida sagrada, ya que el homo sacer pertenece al
dios en la forma de la insacralidad de acuerdo a los rituales establecidos, debido a que su vida no
puede ser dada en sacrificio, sino que se encuentra a merced de la voluntad de los dioses, y sin
embargo está incluido en la comunidad en la forma de la posibilidad de darle muerte. “La vida
insacrificable y a la que, sin embargo puede darse muerte, es la vida sagrada” (p. 108). El autor
trabaja el concepto de biopolítica propuesto por Foucault y agrega, a los cálculos y previsiones del
poder estatal sobre todos los ámbitos de la vida, el proceso en que la excepción se convierte en
regla: el espacio de la Nuda Vida que estaba situado al margen del orden jurídico, va coincidiendo
con el espacio político. Al diluirse estas fronteras, la Nuda Vida queda desplegada en la ciudad y
pasa a ser objeto-sujeto del ordenamiento político y de sus conflictos, se conforma como lugar
único de la organización del poder estatal como de su emancipación. Continúa el autor señalando
desde el comienzo como una reivindicación y una liberación del zoé –el simple hecho de vivir- ya
que trata constantemente de transformar la Nuda Vida en una forma de vida en sí misma, y
encontrar el bíos del zoé. Bíos, indicaba para los griegos la forma o manera de vivir, propia de un
individuo o grupo. Lo que estamos diciendo es que la sacralidad de la vida es decir vida expuesta
107
en su carácter de exclusión inclusiva. “La sacralidad de la vida que hoy se pretende hacer valer
ante el poder soberano como un derecho humano fundamental en todo los sentidos, expresa en su
del abandono” (Agamben 1998, p. 109). De modo que la precariedad no es una crisis momentánea,
pasajera sino que tiene que ver con el estado de excepción como regla. El joven dice “nos tenemos
que adecuar a eso también la Norma, la norma, la norma pan casero, sí también pan casero”.
instituciones, ni rutinas, ni enunciaciones de derechos… donde tu hermano tal vez esté servido en
la mesa mañana) esa es la norma, la Vida Nuda que trae consigo una forma de vivir la Vida Mula,
en donde hay que adaptarse, porque es regla, y es lo que hay, te tenés que adaptar a mulear, porque
tu vida es mula, porque es nuda, prescindible, puede no estar mañana, no se cuida, no se protege
como lo más sagrado, así que no hay otra que adaptarse al continuum. En otras palabras hay que
adecuarse al continuum, a pesar de que la precariedad sea el campo de juego, precariedad que
adquiere un rostro bajo la Nuda Vida, en donde cualquier espacio que se configure no zafa de
quedar expuesto a un afuera sin límites, porque con el concepto de Nuda Vida las fronteras del
se vuelve una zona de excepción convertido en regla. Ahora bien si la precariedad es el escenario
donde el continuum se desarrolla donde la vida propia, no vale, se puede matar, se puede
“arriesgar” y tampoco es sagrada la del otro. De allí que la violencia explícita forma parte de la
vida cotidiana de este continuum. Estas formas de la violencia son el principal aspecto que
Argentina como pibes chorros, bandas -agrupaciones juveniles de los barrios marginales en
108
México, Estados Unidos y Centro América-, sicarios -jóvenes que asesinan a cambio de una paga
al “servicio” del narcotráfico en Colombia, de vecinos en busca de orden, mafias incluso cuerpos
de seguridad estatal (Perea Restrepo, 2007)- y, de manera más reciente, como maras -pandillas
prejuicio de clase que convierte a todo joven de barrio socio segregados en delincuente (negros de
mierda). Sin embargo la incursión en sus calles nos muestran experiencias en donde otras
expresiones convocan: el rap, las pintadas en la pared –murales-, actividades deportivas –fútbol,
boxeo-. Por lo que la Nuda Vida no es total, es una condición que no impide fugas. Condición a
partir de la cual los y las jóvenes despliegan tácticas, y valorizan sus vidas como la de sus seres
… y bueno, que el rati nunca fue wacho, también ¿viste? eso es lo que pasa. El cobani es el
cobani desde que nació. En cambio, capaz que el wacho que se crió en un ambiente así precario,
ya nace estigmatizado, creo. Poniéndole palabras acorde a la cuestión ésta y eso es lo que pasa.
El policía siempre es policía y el wacho va a ser siempre wacho. Y bueno, es como también
pasó con el negro en Estados Unidos: a los negros se los mataba por negros, y si vos te fijás las
cárceles en EEUU están llenas de negros ¡No hay blancos! Bueno, sí hay, pero un porcentaje
minúsculo. Te das cuenta que siempre es de historia eso, ya. Que el negro caga por ser negro,
es así. Pero ¿qué pasa? Cuando tienen que levantar una obra, ¿a quién llaman? ¿Al primero que
llaman? Eso es lo que capaz, a mí me motivó, y creo que es eso. Cuando tienen que levantar
una pared ¿a quién es el primero que llaman? Al negro, es así. Porque al otro no le da el orto
para hacerlo. Bueno, para mí eso. Creo que va de la mano con eso. Y, bueno, también, si te
ponés a fijar, los que salen de cana, la mayoría de jóvenes que han estado en complejos o algo,
109
también salen con ese, con ese sentimiento de bronca. Y bueno, por lo menos nosotros, a
nuestros participantes- el K. así también estuvo en complejo, también salió con ese sentimiento
de expresar lo que vos estás sintiendo también, con respecto al trato que llevan con vos los
policías. A mí me ha pasado también- capaz que ya no tengo tanta pinta de brasa porque bueno,
no sé, escucho cuarteto pero tampoco me da la- he tenido mala experiencia también, así que
bueno, no da. Allá te dabas cuenta… como que ya está marcado el estereotipo de que si vos
tenés gorrita, zapatillas brasa, ya está sos como “tanto”. Es como los cobani tienen el color de
piel en la planilla de arresto (hace señas con las manos, como si tuviese una planilla y una
lapicera), entonces ven una piel blanca y dicen “no, ésta no la llevamos”, entonces van y te
fijan, la piel morocha “sí, la cargamos”-y listo. Y algo así. Bah… yo lo entiendo así. Tampoco
es decir “bueno, está mal, que no haya Policía” porque bueno, sino no va a haber orden, no va
a haber normas; y también es jodido vivir sin la norma. Pero a veces la norma hace abuso de
poder y lo vemos con todos estos casos de gatillo fácil, y ahí capaz que surge esta propuesta de
bolacear, o no sé, mostrar que estamos cansados de esa represión que vivimos cotidianamente,
capaz que es por eso [estas palabras surgen a partir de pintadas en la pared que dicen muerte a
la yuta]. Y bueno, después el grupo va tomando identidad. Creo que nuestro colectivo se formó
(…) de nosotros, nomás (abraza a K., que está sentado al lado). Porque nosotros éramos los que
agarramos los pinceles. Entre todos -más vale que estuvo el taller, y vinieron los talleristas-,
pero las paredes son nuestras, y están los dibujos que nosotros queríamos poner y plasmar ahí.
Que yo creo que fue un excelente canal para bajar toda esa cosa que nos molestaban, que nos
hacían ruido. Creo. No sé, yo pienso así. Tal vez el K. no, y bueno, el K. no. Pero bueno… ¡me
parece que está tirando un estado ahora, poné la ubicación! [Observando que K. estaba usando
el celular] -risas- .
110
-E: Y, por el gatillo fácil. Todos los que estaban ahí, estaban con eso. Bueno, eso también
significa mucho, re anarquista. ¡Muerte a la Yuta! Suena como también, así- Bueno, yo también
creo que, o sea, ahora como que se cortó eso de que era una utopía, antes, reclamar contra el
cobani… y ahora están cayendo en cana. ¡Bueno… a paso de tortuga! Pero caen en cana los
cobani. Eso tendría que mejorarse -capaz que no estén modificando siempre las mismas
porque no le dejás transcurrir la vida al wacho como que le estás delimitando lo que tiene
que hacer. Eso, y aparte es una violencia a los Derechos Humanos que poseemos todos. Todos
somos humanos y capaz que… vos tenés derechos por existir. Pero bueno. Igual ahí todos
decían, todos cerraban, lo que me molestaba que todos cerraban las vidrieras del centro, cuando-
era un día que toda la gente salía a marchar por sus derechos que pum, que pam, toda la otra
gente con temor, cerrando las persianas, así. Como que te da cosa. A mí me pasaron una banda
de sensaciones que está bueno… tampoco uno no lo puede expresar, tampoco te vas a ponerte
a lamentar, pero también te da bronca, porque la misma sociedad está marginando a la gente,
entonces no da (N/C charla con los Wachos del Trope VT: 25/08/2017).
En esta última cita se anudan aquellos elementos que hemos venido desarrollando, las
disposiciones del espacio que conforman círculos de encierro que van desde la materialidad de los
mismos, un Nudo Vial que tapa, la lejanía y la desolación de vivir por fuera de la ciudad de
111
Córdoba en una Ciudad Barrio, hasta los cercamientos corporales “por qué no le dejás transcurrir
la vida al wacho… como que le estás delimitando lo que tiene que hacer”. Otra forma de Nuda
Vida, no mata pero no se deja transcurrir la vida, se presenta como otra forma de muerte. La
estigmatización que no solo recae en el espacio que se habita sino en la misma piel, piel que no
encaja en ciertos lugares de la ciudad y se vuelve motivo de persecución policial. “Es como los
cobani tienen el color de piel en la planilla de arresto-hace señas con las manos, como si tuviese
una planilla y una lapicera - entonces ven una piel blanca y dicen “no, esta no la llevamos”,
entonces van y te fijan, la piel morocha “sí, la cargamos”-y listo. Se llevan la piel directamente,
no al sujeto, su cuerpo entero. A pesar de lo cual en este escenario de precariedad en donde la vida
transcurre, aparece como necesaria la valoración de la norma “bueno, está mal, que no haya policía
porque bueno, sino no va a haber orden, no va a haber normas; y también es jodido vivir sin la
norma”. Valoración de la vida mula, que se comparte/reproduce pero a la que también se discute,
se contesta, “te das cuenta que siempre es de historia eso, ya. Que el negro caga por ser negro,
es así. Pero ¿qué pasa? Cuando tienen que levantar una obra, ¿a quién llaman? ¿Al primero que
llaman? Eso es lo que capaz, a mí me motivó, y creo que es eso”. Lo motivó a plasmar una
presencia, hacerse visible, más allá de las marcas que lleva en su piel que lo “saca” de algunos
lugares. Este hacer que implica un movimiento en este escenario de precariedad, posibilitando otro
ritmo a partir de lo que reconocemos como tácticas, que en este caso particular se expresa a través
de expresiones artísticas: murales. “Las paredes son nuestras”, dice el joven, hay el muro, hay la
pared, pero hay formas de apropiarse desde otros ritmos, que permiten el despliegue de otros pulsos
vitales, esos que se escapan de manera efímera a la vida mula. En donde el tiempo allí es tiempo
112
muerto puro continuum. Sin embargo es a través de los usos que los jóvenes hacen del
tiempo/espacio que pueden transformar ese tiempo muerto en tiempo con sentido para ellos.
113
Conclusiones
“La línea de raje es una forma de tomarse el palo. Los franceses no saben muy bien lo que
es eso. Por supuesto, como todo el mundo, se las toman, pero piensan que rajarse, o bien
es escaparse del mundo, mística o arte, o bien es una especie de cobardía, una manera de
eludir los compromisos y las responsabilidades. Pero el raje no significa, ni muchísimo
menos, renunciar a la acción, no hay nada más activo que un raje". (Deleuze, G., s.f)
las vivencias de las y los jóvenes que habitan contextos sociosegregados: Ciudad Barrio Villa
Retiro y Villa el Tropezón. El objetivo fue desarrollar un análisis que abordara el campo de las
punto de partida fue la realidad cotidiana tal y como es vivida de acuerdo a nuestras observaciones
y los relatos de los y las jóvenes con los cuales trabajamos en los dos espacios urbanos
seleccionados. Dado que la pluralidad y la complejidad son rasgos de las prácticas cotidianas,
nuestra mirada se inscribió en la experiencia, es desde allí que reflexionamos sobre lo presente, lo
fluido, sobre las tácticas como condición de observabilidad en el campo. Seguimos los planteos
de De Certeau (2000), quien sostiene que hay que volver la mirada a las “maneras de hacer”, que
forman la contrapartida del orden social, desde un análisis cultural de los sectores subalternos. Lo
que plantea dicho autor es el análisis de la producción de sentido de las mil maneras de
hacer/deshacer el juego del otro. En otras palabras de “valerse de” un tiempo muerto –instituido-
acerca de la acción tanto de los sujetos –en tanto personas sociales- como de los grupos en cuanto
es referida o influenciada por otros sujetos o grupos. “En la medida que una acción no es algo que
114
se puede explicar adecuadamente a partir del sujeto mismo, sino, que explícita o implícitamente,
misma medida la acción es social y cae bajo consideración de la psicología social” (p. 6). Los
sujetos no son seres arrojados al vacío, sino que escriben las narrativas de su historia, se mueven
De modo que nuestro registro se centró en el habitar de estos jóvenes, a través de comentarios,
temas de recurrencia, intereses, relatos a través de los que se fabrica el espacio. Es decir las formas
Psicología Social Crítica, que implicó tanto una escucha atenta, una escucha sin pretensión de
obtener palabras que nos resulten claras y coherentes, sin esperar que “todo cierre” en los relatos.
Una escucha sin apurarse a encuadrar en los propios esquemas valorativos, incluso lo que se
rabia, alegría, una escucha intentando captar ese propio sentimiento. Como así un respeto por los
tiempos de los y las jóvenes que facilitó construir mutuamente espacios de encuentro en donde sus
expresiones pudieron darse no solo mediante la palabra ya que desde nuestro encuadre socio-
ideológico la ideología no es solo ideas racionalizadas, sino que tienen que ver con visiones y
sensaciones del mundo que definen maneras de ser, de habitar el espacio y que también emergen
en colores, dibujos, en gestos, en movimientos, en lo que se fotografía, en cómo se posa para una
de expresión. De forma tal que el rol implicó acompañar instancias de expresión, posibilitando
115
poner en imágenes como en palabras las vivencias y experiencias de los y las jóvenes que habitan
posibilidad de lo que allí acontezca. En otras palabras la posición/rol no puede ubicarse desde la
exterioridad ya que lo que acontece en el campo es el resultado del encuentro entre los diferentes
servimos de reflexibilidad como herramienta de reflexión que no solo implicó una reflexionar
sobre los efectos que la presencia de la investigadora tiene en el campo, y que inciden en
determinadas formas de actuar -en este caso de los y las jóvenes- sino también una reflexión sobre
una/o misma/o como profesional, ya que nuestras prácticas, nuestras concepciones del mundo
Elegimos algunas instantáneas-escenas del trabajo de campo que nos parecieron reflejar mejor
cómo es ese pensar-sentir-estar de los y las jóvenes en su vida cotidiana respecto a ciertos ejes que
fuimos desarrollando a lo largo del análisis. Nos referimos en primer lugar a las disposiciones del
espacio que conforman círculos de encierro, en donde la figura del muro adquiere centralidad bajo
un nudo vial que tapa, esconde, bajo la lejanía y la desolación de vivir por fuera de la ciudad de
Córdoba en un Barrio Ciudad, donde se presentan diferentes emociones. Volvamos a las frases
que pensaban los y las jóvenes para marcar el espacio en blanco entre dos ventanas abiertas en un
muro, ventanas que solo diferenciaban su paisaje a partir del telón de fondo que inscribía el día y
la noche “no hay más suerte de aquella que fabricás vos” o la que finalmente se escribió soñar
para vivir, de eso se trata de soñar para seguir” ¿Cómo abrir una ventana en un muro, desde la
imaginación, con la pura voluntad de fabricar la propia suerte, a la espera de un sueño? sueño que
se espera, que desespera, exaspera y mantiene la esperanza. Todo tiene la misma raíz, siguiendo
116
a Bordelois (2006) *spe, “raíz indoeuropea que significa expandirse, aumentar y se extiende a
cualquier tipo de expansión física o psíquica: tener éxito, ser capaz de llevar algo adelante” (p.
través del cual el ojo se expande a otras experiencias posibles y que vuelven a estos lugares
deseables aunque la lógica por los que son deseables -el consumo, la tecnología, lo considerado
moderno- sea la misma lógica por la que los y las jóvenes quedan excluidos. Huella del trabajo
ideológico, en una sociedad donde todos podemos ser consumidores y que obtura la exclusión
intrínseca de la forma mercancía. Vela el escenario de precariedad donde la vida transcurre. Las
salidas im/posibles y las posibilidades van inscribiendo la escala de valores respecto a los lugares
deseados/rechazados por las y los jóvenes. Salidas fantaseadas frente a salidas realizadas en los
espacios físicos reales en donde un espacio al aire libre se siente más vigilado que un espacio
de piel, que “saca” a los jóvenes de ciertos espacios a través de la persecución policial, que los
lleva, que se lleva su piel entera y en donde “muerte a la yuta” se presenta como fija en los muros
que rodean a los y las jóvenes, frase que no para de sonar incluso en los relatos, y que indica quién
se corporiza día a día como el que impide –siempre- toda posibilidad de movilidad/circulación por
fuera del “cuartel”-de la villa o el Ciudad Barrio-. Pero también el vecino/ciudadano/maestro que
se “engorra” que ubica a los cuerpos que están “sacados” a los lugares donde tienen que estar, esos
destinos inevitables de ciertos mandatos sociales para que las y las jóvenes –que no estudian, ni
trabajan- participen, se interesen, se adecuen al fluir del continuum. Una forma de adecuarse a la
ni instituciones, ni rutinas, ni enunciaciones de derechos. La Vida Nuda que trae consigo una forma
117
de vivir la Vida Mula, en donde hay que adaptarse, porque es regla, y es lo que hay, te tenés que
adaptar a mulear, porque tu vida es mula, porque es nuda, prescindible, puede no estar mañana, no
se cuida, no se prioriza, no se protege como lo más sagrado, así que no hay otra que adaptarse al
continuum. Se cuestiona el joven “porque no le dejás transcurrir la vida al wacho”, esa que se
escapa al continuum de la Vida Mula, pero que encuentra otra forma de Nuda Vida, que no mata
pero no deja transcurrir la vida, se presenta así como otra forma de muerte. Aparecen valoraciones
sobre la Vida Mula que se perciben, se comparte que se reproducen pero de las que también se
raja.
Rajes a la manera de tácticas en un sentido decerteano que se despliegan para apropiarse del
espacio y tornarse visibles. Desde la expresión artística de un mural, en el resquicio de una firma
o nombre sobre el muro, en un raje de tiempos muertos en una suerte de “siempre es lo mismo”
que habilita un juego ¿para qué? Para divertirse. Un raje no implica un caer, caer en vertical –cayó
preso, cayó detenido-, para abajo, sino que rajar es de manera horizontal, rajar suena a rasgar, a
romper, rajar la tela, lo que esta urdido, tramado cerrado. Un rasgar el continuum, una fuga del
tiempo sin pausas que conforma ese continuum. “Sacarse” de la villa, del Barrio Ciudad, como
forma de raje frente a lo que ubica a los y las jóvenes a los lugares en los que tienen que estar, raje
bajo la marca de un esténcil que va “desde la villa hasta tu casa”, bajo la figura de la gorra,
“alternancia y ambivalencia” a través de las cuales es posible leer un mismo símbolo –en este caso
la villa, la gorra- o producción simbólica de las clases dominantes como significando dominación
Rajes como formas de vida que se escapan, que se rajan de la Nuda Vida y que afirman otras
formas de existencia desde los márgenes del discurso hegemónico que excluye y recluye.
Posibilidad de parar ante el continuum de la Vida Mula y decir así no, porque en palabras de un
118
joven “las paredes son nuestras”, evidenciando bajo aquella frase las tensiones afectivas del poder
moverse, o no, de atravesar las paredes o no. Las paredes se pintan, se atraviesan con ventanas
dibujadas, también existe la sensación de atravesamiento vía el uso de medios, por ejemplo
Facebook a través del cual los jóvenes de la villa el Tropezón se nombran Los Wachos del Trope,
artistas muraleros de la villa. En lugar de intentar “parecer del country Lomas de la Carolina”,
reafirman que viene de la villa, “oh, mortal, feroz. Yo, soy yo, la verdad”, no parezco de la villa
pero sí vengo de ahí tomando las palabras de un joven. Pero también hay paredes que se atraviesan
junto con los investigadores, estudiantes, militantes que acompañan a los y las jóvenes, así van a
la Facultad (por un día), a un encuentro de prácticas comunitarias en salud, van al centro, a una
En este punto nos preguntamos, ¿qué hay de la vida de los y las jóvenes silvestres –
parafraseando al Colectivo Juguetes Perdidos- cuando se encuentran con otros? Con otros con los
que se les está prohibido encontrarse, ya que los carriles de circulación se estructuran a partir del
no encuentro entre las diferentes clases, cada quien girando dentro de sus propios marcos de
encierro –el estar juntos se estructura vía la seguridad/consumo. Y ¿qué hay, por supuesto, para
una psicología y su rol, a partir del “asalto” en el marco de una experiencia donde uno se encuentra
con otro “sin seguro de salud”? Encuentro que queda por fuera de la retórica de la inclusión, ya
que en los marcos de la Vida Nula, no hay dónde incluir, no hay instituciones que aguanten, no
hay recursos. ¿Qué resulta de ese espacio que se arma a partir del encuentro con los y las jóvenes?
¿Qué nos traemos, qué dejamos, qué queda? ¿Qué aparece de ese encuentro no protegido, armado
entre quien realizó esta investigación y los y las jóvenes? Sin duda algo nos llevamos de ese estar
juntos, de los y las jóvenes nos llevamos sus mapas del presente, sus palabras que nos invitan a
119
reflexionar sobre la realidad contemporánea a partir de sus gestos, sus movimientos, sus propios
pulsos vitales, sus rajes. Así mismo percibimos que algo dejamos a partir de una experiencia que
habilito otros modos de compartir las horas, rajando juntos atravesando paredes…
120
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131
Anexos
132
Anexo 1
Espacios de investigación
133
Anexo 2
Contries
134
Anexo 3
Ubicación de Barrios Ciudad
135
Anexo 4
Zonas de Peligrosidad de inundaciones erosión y anegamiento
136
Anexo 5
Anexo 6
Nota de campo: 21/11/2016
Una vecina pregunta sobre los tiempos que tardara en comenzar la urbanización ¿estamos
hablando de un añito dos añitos? P:- arquitecta a cargo del proyecto responde: Suponemos
que el año que viene ya tendría que estar (…) continua hablando A- trabajadora social: -
Ahora, por eso nos interesa también el trabajo en el mientras tanto. En el mientras tanto,
tenemos que trabajar otros vínculos dentro de la comunidad, y tratar de atender a ciertas
problemáticas que son urgentes. De acuerdo a conversaciones que hemos tenido con los
trabajadores sociales, con algunos vecinos, con los referentes y demás, una problemática
que urge es la medioambiental. Frente a estas palabras un vecino pregunta: El tema de las
casas, ¿cómo queda? ¿Cómo están?, ¿las arreglan? Interrumpe aquella pregunta la
presencia del arquitecto Director General de Hábitat (Social) del Ministerio de Desarrollo
un lapso corto de tiempo, ya que debía ocuparse de otros asuntos. Presenta tanto a la
(…) para nosotros no es nada mejor que compartirles en qué estamos (…) si ustedes supieran
todo el trabajo que están haciendo ellas, que ustedes no tienen por qué saber; y está bien
que ustedes nos critiquen, porque ustedes no saben (…) Nosotros tenemos mucho para
mostrar(…) Nosotros estamos en una instancia que queremos compartirles, se nos viene un
trabajo casa por casa, que necesitamos que ustedes nos acompañen para que éste tenga un
resultado, el esperado, que viene siendo excelente en todos los barrios. Comentarles los
tiempos, lo que las chicas están trabajando, para que ustedes nos comprendan, no es fácil,
convenio con Nación para la autorización de las tierras, porque ustedes bien saben que
están en tierras nacionales (…) empezamos a pedir las factibilidades. ¿Qué significa?
autorización de ustedes. Quiero poner la cloaca en El Tropezón”. Acá está el proyecto, que
ya lo van a ver. Y para cerrar todo este tipo de proyectos, necesitamos ir puerta por puerta
a escuchar los vecinos, que son ustedes; vamos a hacer distintos talleres, que necesitamos
que nos acompañen, porque si yo hago un proyecto a puertas cerradas, y no los participo,
parece ser que es una nave espacial que les aterrizó, y ustedes no tienen por qué aceptarla.
Porque ustedes son los que viven en el barrio, ustedes saben si necesitan (…); y después
hay una parte, la final, que es la idea, es la que todos soñamos, que es cuando ya se ordena
la parte del barrio, ordenada se mensura, y a futuro ustedes tienen la escritura. Es lo más
Vecina:- Es que, sabés lo que me interesa a mí, que no se me caiga la casa encima. Y fue
tan fácil, para De La Sota, para los que estuvieron ahí, para hacer el barrio del lado, ahí sí
que no les costó pedir terrenos, esto… O sea, yo quiero que vayan y me pongan dos palitos
nomás (…). Para que no, mañana me vayan a joder, “che, te tenés que correr”, porque por
mi casa pasa la calle supuestamente. Y yo no puedo esperar, tengo niños, la casa se me está
cayendo a pedazos.
P:- Hoy los citamos para decirles que el día 4 empezamos un relevamiento, casa por casa.
Va a ser el día 4 y 5. Y lo que nosotros intentamos es invitarlos, para que ustedes nos puedan
acompañar. No solo el componente social, para actualizar los datos, sino también un
relevamiento físico de todas las viviendas, para que estos casos, nosotros podamos tener
una mayor certeza de qué está pasando, casa por casa. Entonces nosotros hacemos un
139
informe y se lo elevamos al Director así también sabe qué es lo que está pasando realmente
en El Tropezón.
Fa: - Está claro que somos todos vecinos de Córdoba Capital (...)
Marcelo: - Nosotros no somos vecinos. Parece que nosotros no somos vecinos de Córdoba
Capital. Porque a nosotros nos hicieron semejante obra [por el Nudo Vial] y nos dejaron
F: - (…) yo quiero que sepas que el Ministerio de Desarrollo Social, en el plano, porque
relevamiento, se tiran las curvas de nivel, el proyecto de desagüe que después les puede
comentar ella, contempla esto. Ojalá, dios quiera, nosotros hasta que no estén las obras, sí
puede pasar, nosotros sabemos que no estamos de brazos cruzados, este Ministerio y esta
Vecina:- Es una vergüenza que la misma empresa que armó ese bendito nudo le esté
armando a los militares la casillita que les tiraron, y nosotros seguimos ahí. Por dios…
Vecina: - Escúcheme una cosa. Esto suena a verso. Es mi apreciación y creo que de la
mayoría de las personas que están acá. Esto nos suena a verso porque a nosotros nos
hicieron como una favela. No se dan cuenta que al frente nos pusieron un muro, y nos
importa, porque nosotros -supuestamente que somos los ladrones y la mayoría de nosotros
somos gente que trabaja-, entonces, nosotros a ellos no les molestamos, a nadie le
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molestamos, entonces, ahora, esto queda, y pasa, y pasa, y pasa(…). (N/C Ministerio de