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CAPiTULO VII

EL PROCESO JUDICIAL

1. CONCEPTO

Se llama "proceso" a una serie de actos -sujetos a determinadas re-

glas- de las pártes y del órgano judicial, coordinados entre sí y realiza-
dos en forma sucesiva, ligados por el fin fundamental de lograr la actua-
éión del derecho (poner al juez en posición de dictar un pronunciamiento)
y de satisfacer las pretensiones aducidas, mediante una declaración final, o
sumando a ésta una condena o el cumplimiento de determinados actos l.
Se ti"ata, en realidad, de una serie de actos, cualquiera que fuere su
autor -el juez o las partes-. mediante los cuales se avanza hacia un fin
dete'rminado -en el caso que nos ocupa, el dictado de un pronuncimnien-
to por el órgano judicial: la sentencia-o Para Couture, el vocablo "proce-
so" deriva del griego "prosekoo prosekso", que significa "venir de atrás
e ir hacia adelante".
Aunque muchas veces las palabras "proceso" y "procedimiento" son
utilizadas como sinónimos, ambas tienen un significado técnico distinto,
ya que la segunda se refiere a cada una de las partes del proceso, a la
actividad que desarrollan en éste, como el procedimiento probatorio, etc.,
mientras que el proceso es el contingente de todas esas actuaciones,

II. PRINCIPIOS PROCESALES

Durante el proceso se producen elementos tendientes a que el juez

tome conocimiento de los hechos y se forme convicción jurídica respec-
to de ellos, actividad que está sometida a reglas y principios que permi-

I FALCÓ;"¡, EnriqueM., Cádigo ProcesClI Civil y COlllerci{i/ de !e, Nación. 1. 11.

Aheledo-Perrot. Buenos Aires, Il)H3, COI11. arl. 319. p. 520.
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ten un orden y control determinado dentro del mismo. Se trata de orien-
taciones generales en que se funda cada ordenamiento 2. Nos referimos
sólo a los más importantes y sus derivaciones.
Es sugerente sustantiva y procesalmente que la documentación, que
por su naturaleza lo permita, tenga fecha cierta (ar!. 1035, CCiv.), las fir-
mas tengan certificación notarial o de igual rango valorativo y compul-
sar adecuadamente el valor probatorio instrumental acreditante del dere-
. cho invocado, evitando dilaciones o sorpresas en el proceso que hagan
de soporte jurídico al derecho reclamado.
1. El principio dispositivo
Este principio es aquel mediante el cual se impone la carga de activar
el proceso a las partes, en virnld del interés subjetivo que persiguen (en los
juicios civiles y comerciales en general), no sólo en la iniciación, sino tam-
bién en la aportación de la prueba y de los hechos mediante'los cuales se
conocerá el tema a decidir. Es que en materia de derecho pri vado las pmtes
tienen la disponibilidad de su derecho y, en consecuencia, de ellas de-
pende la suerte del proceso. De este prinCipio' se derivan los siguientes:
a) El impulso procesal. Se' trata de una carga que se proyecta a la
actividad de las partes, tendiente a hacer avanzar el proceso en un deter-
minado tiempo (plazos procesales), pasado el cual precluye la oportuni-
dad para efectuar el acto de que se trate (principio de preclusión), impi-
diendo la regresión en el procedimiento.
De éste surgell"otros principios, como el dispositivo, que rige el pro-
ceso civil y pone en cabez~ de las .partes la carga de impulsar el proceso,
haciéndolo avanzar hacia la sentencia, con el cuidado de no provocar la
caducidad de la instancia.
b) El "thenw decidelldwil". Son las partes las que, con sus presen-
taciones, determinan el tema a analizar en la sentencia (en igual forma
ocurre c;:onla sentencia de segunda instancia respecto de la expresión de
agravios). De este principio se deriva también el de congmencia, que debe
tener en mira el juzgador, para no excederse en su pronunciamiento de
aquello que las 'partes sometieron a su decisión.
e) La- aportación de los hechos y de la prueba. El ordenamiento
procesal, como derivación del principio dispositivo, establece la carga de
acercar al proceso todas aquellas probanzas que acrediten los hechos que
2 PALACIO, Lino E .• Derecho procesa! eh'iI. 1. 1, Abelcdo-Pcrrot, Buenos
1994, p. 250, punto 48.
O'
EL PROCESO JUDICIAL 131
las partes alegaron como fundamento de la pretensión (con la imposibi-
lidad del sentenciante de investigar cuando los hechos han sido admiti-
dos por la parte demandada) y se hallen controvertidos. Aun así, el juez
tiene también la facultad de completar o integrar la actividad probatoria
de las partes, sólo con el fin de esclarecer la verdad objetiva y no para
suplir la omisión de las partes.
Asimismo, el ordenamiento ritual impone límites a la actividad pro-
batoria, de las partes, cercenando la producción de aquellas que se consi-
dere superfluas o meramente dilatorias.
20 La preclusión procesal
El proceso está compuesto por detenninados pasos, que deben CUtn- t
plirse en tiempo oportuno, es decir, en los plazos establecidos en la ley, f.,
vencidos los cuales ese acto es ineficaz.
Si bien el impulso procesal establece que la actividad de las partes
es el medio para llegar a la sentencia, la preclusión evita que dichos ac:"
tos se pierdan en el tiempo o se repitan indefinidamente.
Es decir que ambos principios (prec!usión e impulso) se complemen-
tan para hacer progresar el estado del proceso. La perentoriedad de los
términos, entonces, marca un límite al tiempo en que deben cumplirse
los actos, pasado el cual precluye la oportunidad de hacerlo.
3. El principio de inmediación
Es aquel en virtud del cual el juez debe estar en relación directa con
las partes y con las probanzas producidas en el juicio. Es de vital impor-
tancia que, en la medida de 10 posible, el juez conozca él las partes (au-
diencias de conciliación, absolución de posiciones, etc.), así como tam-
bién que pueda verificar por sí mismo las pruebas ofrecidas. pues resulta
trascendental, en el caso de la, prueba testimonial, no sólo lo que pudo /
declarar el testigo, sino la forma en que lo hizo. El reconocimiento de
lugares o cosas también es otro elemento que permite al juez lograr cier-
ta inmediatez respecto de los hechos debatidos en autos.
4. El principio de contradicción o de bilateralidad
Aires, Del derecho de defensa en juicio (art. 18, CN) deriva este principio,
en virtud del cual el ordenamiento ritual impone la contradicción de aque-
 ~
132 GRISOLlA - ALFIE - BERNASCONI - CANCELA
1I0sactos de los cuales, por su importancia dentro del proceso, se deba dar
conocimiento a la parte contraria (traslado, vistas, etc.), para que tenga
la oportunidad tanto de defenderse como de controlar la realización de
ese acto.
Si, notificada la parte contraria, no interviene, ello no privaría de
efectos a dicho acto ni sería un obstáculo para su efectiva realización.
Sin embargo, es cierto que en algunos casos esa contradicción se da
en un momento posterior al que debería darse. Ello es así por la natura-
leza de los actos en cuestión, como las medidas precautorias o cautelares,
las medidas autosatisfactivas o los interdictos, por dar algunos ejemplos
en que la oportuna contradicción restaría eficacia al acto procesal.
5. El principio de economía procesal
Es aquel que engloba todos aquellos actos tendientes a simplificar,
abreviar y evitar el dispendio de actividad tanto jurisdiccional como de
las partes. De él derivan los siguientes:
1I) El principio de cmu..:entrllción. Este principio tiende a acelerar
el procedimiento, evitando aquellos actos que sean realmente innecesa-
rios. De allí las' facultades ordenatorias e instructorias que tiene el juez
para dar al proceso una dirección correcta a la solución de la litis.
Este principio consiste. primordialmente, en tratar de concentrar
todos aquellos actos que puedan hacerse al mismo tiempo, para que se
los produzca en un único acto. Es decir, por ejemplo, que si se trata de
dos escritos de los cuales hay que dar traslado a una misma parte, se lo
haga en la misma cédula, COIl copia de ambas piezas.
h) El principio de eventualidad. Consiste en aportar todos los ele-
mentos disponibles para el ataqpe o la defensa en ~n mismo acto, para el
caso de que lo interpuesto en primer término sea desestimado. Los casos
más ejemplificativos son el de la revocatoria con a'pelación en subsidio y
el de la oportunidad en que deben oponerse todas las excepciones (no
una por ~ez). Con ello es posible evitar regresiones innecesarias y discu-
sio~e~ interminables en el procedimiento.
6. El principio de adquisición procesal
Cada acto que se realiée deja de ser propio de cada parte y pasa a
ser del proceso mismo, generando efectos hacia ambas partes, pues si bien
la demanda involucra una versión de los hechos que es fundamento del
I
i
EL PROCESO JUDICtAL 133
reclamo hacia la contraria, también se convierte en una confesión respecto
de Jo que se afirma. Lo mismo ocurre con el pliego de absolución de po-
¡
siciones, en cuanto a las afirmaciones que allí se hacen. o con la declara-
ción de un testigo propuesto por una parte cuyas manifestaciones luego
la peljudican.
7. Carga procesal
~, La realización de cualquier a~to dentro del proceso es una carga para
,
las partes, pero no una obligación, pues no puede instárselas a su pro-
ducción por algún medio coel:citivo.
1 Así, no .se puede obligar al demandado a contestar la demanda, pcro _
hallándose notificado de ésta, la falta de contestación puede ser conside-~\
rada como un reconocimiento de los hechos y de la documentación acom-
pañada con la demanda. La omisión provoca consecuencias jurídicas, ma")
no la obligación de efectuar el acto de que se trate.
JII. TIPOS DE PROCESOS
Nuestro ordenamiento de forma estab~ece una clasificación defini-
da de los procesos:
a) PJvcesos de cOJlocimiellfO.Entre ellos se encontraban el proceso
ordinario, el sumario y el sumarísimo. En estos procesos se produce un
alto grado: de cognoscitividad, por parte del juez, de la relación jurídica
exist~nte entre las partes, para obtener una sentencia declarativa de cer-
teza. El proceso tipo es el ordinario, ya que todo aquel objeto que no tenga
un proceso determinado tramitará bajo sus normas (art. 319, CPCCN),
pero el proceso que mtís aplicación tenía hasta la reforma introducida por
la ley 25.488 era el sumario. En este sentido debe destacarse que la re-
forma aludida ha suprimido el proceso sumario, por lo cual /wn quedo-
'do como vía de conocimiento los procesos ordinario y sUlJlarísimo. No
debe perderse de vista que el proceso ordiliario ha adquirido caracte.rísti-
cas del derogado proceso sumario, a saber: el art. 333 del CPCCN dIspo-
ne que debercí acompaJ1arse la prueba documental y (~fj"ecersela restan-
te prueba de la que intel1ten valerse jUllfal11entl!con la'demanda; ~ el
arto 338 del CPCCN dispone que las excepciones debenín oponerse Jun-
tamente con la contestación de la demanda o reconvención. Debemos des-
. tacar también que dispone el art. 319 del CPCCN que cuando las leyes
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remit •.m al juicio o proceso sumario se entenderá que el litigio tramitará
conforme el procedimiento del juicio ordinario. Dentro de estos proce-
sos está la acción meramente declarativa, siempre y cuando el juez no
considere que debe tramitar por otra vía (art. 322, CrCCN).
b) Procesos cautelares. Son aquellos procesos contemplados como
medidas caulelares (a1ts. 195 a 237, CrCCN).
e) Procesos de ejecución. Dentro de estos procesos se incluyen las
ejecuciones de sentenc'ias (procesos ejecutorios), el juicio ejecutivo en
general y los juicios ejecutivos especiales, los exequllfur (conversión
en título ejecutivo de una sentenc,ia extranjera). . de proceso aplicable.
d) Procesos especiales. Los procesos especiales pueden tener un
procedimiento propio (alimentos, illsanias, etc.), remitir a otros procesos
con algunas modificaciones propias de su tramitación (desalojo -a1t. 685-),
o ser simples remisiones (interdictos, rendición de cuentas, etc.).
e) Procesos universales. SOI1 aquellos que involucran todo un patri-
monio. Entre ellos están la sucesión y Jos procesos concursales (ley 24.522).
.1) Procesos arbitrales. Son procesos extrajudiciales en los cuales las
partes, por acuerdo de voluntades, se someten a tribunales especiales, con
reglas propias y adaptables a cada caso en particular (juicio arbitral o de
amigables componedores).
g) Procesos voluntarios. Se trata de procedimientos en donde no hay
ningún tipo de conflicto, ya que son un grupo de actuaciones tendientes
a conseguir reconocimientos. como autorizaciones para ejercer determi- .
nados actos, entre las cuales se hallan la autorización para contraer ma-
trimonlo, tutela, curatela, etc., aunque en determinados casos pueden tor-
narse contradictorio~. cuando su petición afecte el derecho de otra persona.
h) Procesos eswblecitlos en/eyes especiales. Entre ellos se encuen-
tran el divorcio vincular por presentación conjunta, el divorcio por la
causal objetiva del a1t. 214, CCiv. (ley 23.515), la ausencia con presun-
ción .de fallecimiento (ley 14.394), la adopción (ley 24.779), el proceso
laboral "y de la seguridad social, el proceso administrativo (ley 19.549),
el proceso concursal (ley 24.542) y el proceso fiscal (ley I 1.683), por
nombrar algUlios de ellos.
.Debemos señalar que en los juicios de conocimiento el juez tiene una
amplia información de la relación jurídica debatida en aUlos, del conflicto
que las partes ventilan, con un gran margen de prueba de los hechos alega-
dos por aquéll,:\s. el cual disminuye mucho en el sumarísimo, hasta des-
aparecer en el ejecutivo, porque dicha cognoscitividad se halla suplida por
el título -<alidad que la ley le reconoce a dicho título- (proceso ejecutivo),
o porque ya existió un conocimiento previo (ejecución de sentencia).
EL PROCESO JUDICIAL 135
1. Ámbito de aplicación de los procesos de conocimiento
El proceso ordinario es ahora con la reforma procesal un tipo de
proceso bastante usual. Convergen en él todas aquellas cuestiones q~e
no tengan un procedimiento designado.
Al respecto, dispone el CPCCN: .
Art. 319. Principio gel/eral: - Todas las contiendas judiciales que
no tuvieren señalada una tramitación especial, serán ventiladas en juicio
ordinario. salvo cuando este Código autoriza al juez a dctenninar la clase
Cuando leyes especiales remitan al juicio o proceso sumario se enten-
derá que el litigio tramitará conforme el procedimiento del juicio ordinario.
Cuando la controversia versare sobre derechos que no sean apreciables en~.
dinero, o existan dudas sobre el valor reclamado y no correspondiere juiJ,
cio sumarísimo, () un proceso especial, el juez determinará el tipo de pro-
ceso aplicable.
En estos casos, así como en todos aquellos en que este Código auto-
riza al juez a fijar la clase de juicio, la resoluci6n será irrecurrible.
En el caso del juicio sumarísimo, prevé el CPCCN:
Art. 321. Proceso slUuurfsimo. - Será aplicable el procedimiento es-
tablecido en el urt. 498:
1) a los procesos de conocimiento en los que el valor cuestionado no
exceda de la suma de $ 5.000;
2) cuando se reclamase contra un acto u omisión de un particular que,
en ronTIa.H.:tualo inminente. lesione. restrinja. altere o amenace con arbi-
trariedad o ilegalidad manifiesta algún derecho o garantía explícita o im-
•
plícitamente reconocidos por la Constitución Nacional. siempre que fuere
nécesariu la reparación urgente dcl perjuicio o la cesación inmediata de los
erectos del acto, y la cuestión. por su naturaleza, no deba sustanciarse por
alguno de los procesos establecidos por estc Código u otras leyes. que le
brindcn la tutela inmediata y efcctiva a que está destinad.l esta vía acelera-
da de protección;
3) en los demás casos previstos por este Código u otras leyes.
Si de conformidad con las pretensiones deducidas por el actor 110
procediere el trámite del juicio sumarísimo, el jucz resolverá cuál es la clase
de proceso que correspondc.
Dentro de los procesos de conocimiento, el ordenamiento procesal ha
incluido aquellos procesos en los cuales la pretensión es obtener una s~n-
tencia declarativa de celteza (p. ej., en la prescripción adquisitiva). Ver mo-
delo de acción declarativa en el capítulo XXV[ de emergencia económica.
 136 GRlSOLlA - ALFIE - BERNASCONl - CANCELA EL PROCESO JUDICIAL 137

Art. 322. Acción meramellfe declarativa. - Podrá deducirse la ac- 1. Procedimiento

ción que tienda a obtener una sentencia meramente declarativa, para hacer
cesar un estado de incertidumbre sobre la existencia, alcance o modalida- El incidente es lramitado por pieza separada (se trata de un expe-
des de una relación jurídica, siempre que esa falta de certeza pudiera pro- diente separado, unido al principal "por cuerda", cuya carátula dirá, pqr
ducir un perjuicio o lesión actual al actor y éste no dispusiere de otro me- ejemplo, "A.A.A. c. B.B.B., s/cobro de pesos, s/incidente de redargución
dio legal para ponerle término inmediatamente. i de falsedad"), que se formará con el escrito que lo promueva y las co-
!
El juez resolverá de ondo y como primera providencia, si correspon-
de el trámite pretendido por el actor, teniendo en cuenta la naturaleza de la
f,
I
pias de la resolución y de las piezas necesarias del expediente principal
que lo motiven y que indiquen las partes (art. 177, CPCCN). No suspen-
!,
cuestión y la prueba ofrecida. .1, de el proceso principal, salvo que así lo disponga el ordenamiento ritual,
En definitiva, es el juez quien dispone el tipo de proceso que rige I o el juez lo considere necesario por la naturaleza del juicio (ar!. 176, 4
en determinada causa, como lo establece el alt. 319, CPCCN, antes ci- CPCCN). ¡
,
tado, pero resulta conveniente para el profesional conocer tal cuestión, Por tratarse de una demanda incidental, en lo pertinente se debe "..
pues ello puede ser determinante de la suerte del pleito, porque tal va a aplicar a esas presentaciones el art. :\30, CPCCN, como tanlbién se de- <
{~,
ser la forma en que se plantee la demanda y se prepare con anterioridad berá ofrecer la prueba de que intenten valerse las partes en ese incidente,
el juicio. además de acompañar la prueba documental. ,
~'
Si el incidente fuera manifiestamente improcedente, el juez podní ,'1

rechazarlo in limine, resolución que se podrá apelar, y que se concederá

IV. INCIDENTES

Se denomina "incidente" a toda cuestión contenciosa que surge en

el transcurso de un proceso y que tiene relación con su objeto principal,
de canícter accesorio o por conexidad.
Se suele distinguir entre los incidentes, que son cuestiones de algu-
con efeclO devolutivo (ar!. 179, CPCCN).
De otra forma, se dará traslado (notificado por cédula o personal-
mente) a la parte contraria por el término de cinco días, y ésta también
deberá contestarlo en el mismo plazo y acompañar la prueba documental
y ofrecer la restante (ar!. 180, CPCCN).
Una vez que se produzca la contestación, el juez fijará las audien-
I
~
~!
1

na impoi.tancia que pueden requerir cierta actividad probatoria o un de-

bate complejo de derecho, y cuya solución puede tener influencia en
cias de pnleba (si fueran necesarias) dentro del término de diez días
(ar!. 181, CPCCN) y proveerá la restante prueba ofrecida, a la cual se le
~
w
la decisión definitiva del proceso principal, y las incidencias, cuya re- aplicarán las normas generales de la pmeba, COll las limitaciones de que 1,
solución comúnmente requiere una simple tramitación, que involucra no se admitirán consultores técnicos ni más de cinco testigos por cada l'
,
un planteo y una contestación (v.gr.: las que se suscitan dentro de las parte. Dicha audiencia podrá prorrogarse por el término de otros diez días I¡'

audiencias). por una única vez (ar!. 182, CPCCN). Todas las declaraciones deberán 'j'
Tenemos también los procesos incidentales, cuyo trámite autónomo hacerse en el tribunal, cualquiera sea el domicilio de los testigos. !I:
["
puede ser ordinario o sumario, pero que por su conexión es atraído al Una vez realizada la prueba, o conlestado el traslado si no se ofl'e- II,
proceso principal (tal es el caso de los juicios iniciados contra una suce- ciera ninguna, el juez resolverá el incidente sin más trámite (art. 185,
sión o una quiebra, o los de cesación, aumento o disminución d~ la cuota CPCCN), dentro del plazo de diez días. La resolución será apelable en '1i
alimentaria, etc.). Estos procesos pueden tener sus propios incidentes o
incidencias.
Los incidel}tes pueden estar reglados (como es el caso de la re-
dargución de falsedad, la citación de terceros, la nulidad de la notifica-
relación y con efecto suspensivo (en el proceso y sumarísimo rige el
art.498, inc. 6).
El ar!. 186, CPCCN, prevé que todos los incidentes deben promo-
verse en forma conjunta, cuando ello fuera posible, bajo pena de caduci-
~ "
í ~t

ción, las recusaciones, etc.) o no (promoción de excepciones, acuse de dad de aquellos que no se articularon juntamente cuando era posible ;:1,
1,
negligencia, etc.). hacerlo.
1:11
11
11'
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