Sei sulla pagina 1di 6

ASPECTOS A TENER EN CUENTA PARA LA CONDUCCION DE ACTIVIDADES RECREATIVAS-

Es muy difícil hablar de una técnica recreativa, dado que no existe una fórmula infalible a aplicar. Una actividad
recreativa, depende de diversas situaciones como ser, las características grupales, experiencias, imprevistos,
clima, materiales, etc. que determinan nuestra forma de actuar.
Al asumir la función de coordinar estas actividades tenemos la responsabilidad de realizar dicha tarea con la
mejor preparación posible.

En la conducción de las actividades recreativas, como en otras profesiones que tienen como eje de actuación el
contacto con otras personas, se requieren tres niveles de preparación.
Por eso el recreador o animador debe estar formado en los tres rangos del saber, cumpliendo una serie de
requisitos que viene exigidos por el puesto de trabajo y estará dotado de unas cualidades que le permitan
realizar con éxito su trabajo.
Resumiremos estos requisitos siguiendo la categorización en los tres niveles del saber enunciados
anteriormente:

1. Conocimientos

o Todo aquello que el recreador debe saber para el ejercicio correcto de su trabajo, características
evolutivas de cada etapa, aspectos pedagógicos, diversa clasificación de juegos, rol docente,
aspectos psicológicos, entre otros.

o Hablar idiomas: sobre todo en el ámbito del animador turístico.

2. Habilidades

o Imaginativo y creativo, capaz de improvisar y aportar nuevas ideas que permitan enriquecer el
programa y sacar el mayor rendimiento posible a las instalaciones de que dispone.

o Facilidad para presentarse y actuar ante diferentes grupos; que le guste actuar e implicar al
alumno en diversas actividades con gracia y soltura.

o Observador y psicólogo. El recreador debe saber en todo momento qué es lo que el grupo
necesita y debe actuar en consecuencia.

o Capaz de conducir y dinamizar diferentes grupos. Dentro de un mismo grupo puede haber
personas de diferentes edades, estratos sociales, etc. El recreador deber ser capaz de integrarlos a
todos en un mismo grupo de manera que se sientan cómodos y disfruten por igual.

o Tener facilidad para la expresión verbal y corporal, con el objetivo de poder desarrollar todas
las actividades del programa con la mayor eficacia y profesionalidad.

3. Actitudes

o Adaptable y camaleónico: el recreador debe estar dispuesto a “hacer feliz” a todo tipo de grupos,
adaptándose a ellos y mimetizándose con sus gustos y costumbres. También tiene que amoldarse
a sus compañeros de grupo y a los de otros departamentos dentro del centro de trabajo.

o Amante del público. La relación del recreador con el grupo debe ser constante, ya que éste
necesita de su apoyo y colaboración. A su vez el recreador se estimula y alimenta sus actitudes
con el refuerzo que recibe del grupo de que su labor es aceptada y reconocida (sentimiento
recíproco de ambos).

o Ser carismático, que su personalidad, sea cual sea, ofrezca al grupo empuje, iniciativa, arrastre y
entusiasmo.

o Amable y paciente. El recreador se convierte en el mejor aliado del grupo. por lo tanto, debe
saber escuchar y demostrar predisposición para ayudarle en todo momento.

Las actividades deben ser libres y espontáneas. No se acepta la obligación, por lo cual el recreador deberá lograr
que todos participen de las actividades propuestas, no por imposición, sino por propia decisión (que tengan
ganas de hacer lo se les propone). El grupo deberá responder a la invitación, al deseo de hacer y disfrutar.

Aspectos a tener en cuenta al momento de ‘enfrentar’ al grupo:

- Actitud Positiva y formas de manifestarla:

Si tenemos la seguridad de que lo que vamos a hacer nos gusta, ya tenemos parte del éxito asegurado, ya que,
sin duda, el grupo lo percibe. Debemos transmitir entusiasmo y apoyarnos en los tres pilares que sostiene
nuestra ‘actitud positiva’.

1) Aplomo: fuerza de presencia en nuestra actitud frente al grupo, firmeza en la posición del cuerpo, la mirada y
los gestos.
2) Seguridad: capacidad técnica, conocimiento de lo que vamos a hacer, convicción del valor de esto.
3) Confianza en sí mismo: descartar dudas sobre nuestra persona en la actitud conductiva, olvidarnos de
nosotros y pensar en el grupo y en la actividad que proponemos.
En lo que respecta a la manifestación de esta actitud positiva, nuestra expresión conforma la manera que
elegimos para comunicarnos con los demás. Al transmitir un mensaje podemos utilizar la palabra (lenguaje
verbal), el gesto y el movimiento (lenguaje no verbal). Cuando existe coherencia entre los tres, es decir, que lo
que decimos con palabras concuerda con nuestros gestos y movimientos corporales, estaremos emitiendo un
mensaje eficazmente y con claridad.

1) La Palabra: debe ser cálida, correcta, modulada, ‘invitadora’. Es importante usar la primera persona del
plural (‘nosotros o vamos’, y no ‘les voy’).
2) El Gesto: debe ser cordial y amable, acompañado de una sonrisa casi permanente. Permite reforzar las
palabras. Debemos mirar a todos y cada uno. La calidez comunicativa incide positivamente en la relación
grupo-recreador.
3) Movimiento: nuestro cuerpo, brazos y manos pueden acompañarse con movimientos seguros y firmes el
positivismo de nuestra actitud (estar estáticos incide desfavorablemente).

-Ubicación: frente al grupo

Para conducir una actividad es necesario elegir la óptima ubicación espacial frente al grupo. De este modo
evitamos factores que dispersan la atención.
A continuación se describen algunas pautas a tener en cuenta para ubicarse de tal manera que todo el grupo nos
vea y que podamos observar a todos sin que nadie quede fuera de nuestro campo visual.
-Tanto el sol, como el viento no deben incidir de frente al grupo, sino al costado o detrás. Es preferible que
molesten al recreador, a que todo un grupo disperse su atención por ese motivo.

-Es aconsejable tener una pared a nuestra espalda, o bien la escenografía más aburrida de las que nos rodean
para evitar que se produzca una distracción.

-En lo posible debemos alejarnos de lugares de tránsito de vehículos, de recreo, etc. que dificulten el escuchar.

-Evitar lugares de paso de personas, es decir, alejados de senderos, caminos, etc.

- Recobrar el Silencio:
Al conducir una actividad grupal es necesario, en determinados momentos, lograr silencio para que el grupo
escuche una explicación, algo para comunicarle a todos, etc. Hay grupos que respetan naturalmente ese tiempo
de silencio mientras que otros presentan dificultades para hacerlo.
        Desde un enfoque educativo, lo que nos interesa es que el grupo aprenda a respetar a otra persona que
desea expresarnos algo, que aprenda a escuchar. Por lo tanto no es conveniente abusar de las formas para lograr
silencio, a fin de hacer posible el camino hacia el respeto mutuo. La excesiva utilización de recursos, o la
continua repetición del mismo, puede llevarnos a producir algo así como un condicionamiento, es decir que la
respuesta (en este caso el silencio) se lograría únicamente ante el mismo estímulo (por ejemplo una canción) y
no como algo convenido grupalmente.

        A continuación se enumeran algunas formas para captar la atención de los participantes, que deben
adecuarse a la edad, experiencia, motivo de reunión y dosificarse atinadamente para que resulten de utilidad.

- Hacerse visible: subirse a una mesa, silla, cajón,


- Hacerse escuchar: a través de la voz, instrumentos musicales, micrófono, palmas.
- Comenzar: a dibujar, hablar, bailar.
- Buscar ayuda: improvisar un coro para pedir silencio, seguir un ritmo de palmas, tomarse de las manos.
- Sorprender: aparecer con un disfraz, gritar una palabra insólita, susurrar.
- Usar medios visuales: un cartel, un dibujo.
- Cantar: elegir una canción para hacer silencio.
- Decir una frase: por ej.: "Arriba las manos, abajo los pies, muestro la lengua porque tengo sed", o como el ya
famoso "Tapa, tapita... (El grupo responde) tapón"... o la que quieras inventar.
 

- LA ENSEÑANZA Y CONDUCCION DE JUEGOS Y ACTIVIDADES-


 
        El ordenamiento de los pasos a seguir en la conducción de juegos y actividades recreativas depende de
varios factores: el tipo de actividad, el conocimiento que se tiene del grupo, la situación, la experiencia previa
del recreador y del grupo, etc. Por lo tanto los puntos que se detallan a continuación representan solamente un
lineamiento básico.

        MOTIVACIÓN: Jugar es la invitación a un clima ameno y de confianza. Esa disposición interna, esas
ganas de participar, se despiertan a través de los elementos y materiales, el lugar y su ornamentación; los
compañeros de juego; el entusiasmo por parte del recreador, las sorpresas, el tema, etc.

        PRESENTACIÓN: Consiste en una breve reseña de lo que vamos a realizar y se nombra el juego o
actividad. El recreador actualizará y renovará los nombres de los juegos, adaptándolos a la época, realidad del
grupo, edad, al tema o motivo de reunión, etc. La creación y relato de historias correspondientes al juego,
otorgan una atmósfera de fantasía, que invita a participar.

        CONFORMACIÓN DE GRUPOS O EQUIPOS: Para cada actividad existen distintos recursos para
conformar grupos o equipos. La elección del método más adecuado depende de:  

·   El grupo: cantidad de personas, sexo, edad, historia grupal, experiencia previa, etc.
·   El tiempo: disponible para la actividad, duración del grupo.
·   El espacio: dimensiones, seguridad, cubierto o al aire libre, etc.
·   La actividad: características, temática, etc.
De acuerdo a estos factores podemos elegir entre:
 
1 - conformación libre: cada uno decide con quien desea compartir la actividad. La agrupación es voluntaria.
También puede realizarse a partir de temas o preferencias, si se colocan en carteles dispersos en el espacio de
juego. Cada participante se dirige al sitio que desea.
Otra forma es que cada uno se busque una pareja, para luego a partir de la unión de dos dúos se forme un
cuarteto, a continuación un octeto, etc.
2 – conformación al azar: se hace a través de alguna pauta preestablecida, como por ejemplo. Orden
alfabético, número de inscripción, numerando los participantes, según su ubicación espacial, nacionalidad, etc.
3 – conformación por elección: se designan capitanes o líderes, quienes seleccionan por turno los integrantes
de su equipo.
4 – Conformación a través de juegos: estos pueden ser los llamados de interacción social, entre los cuales se
encuentran los llamados “juegos mezcladores o juegos para formar grupos”.

EXPLICACIÓN: Debe ser corta, simple y clara. Se inicia con la idea general de la actividad o juego. Por
ejemplo: “el juego consiste en que dos equipos traten de llegar rápidamente a…”, luego se aclaran los detalles
del desarrollo del juego, la forma de valoración ("gana el equipo que..."), se opta por una posible demostración
de prueba y se pregunta por si acaso existan dudas.
        Es necesario definir claramente el principio y fin del juego. El expresarnos en la explicación en primera
persona del plural, es decir a través del "nosotros", representa una invitación a compartir y brinda una sensación
de mayor acercamiento y familiaridad.

CONDUCCIÓN: Nos ubicaremos en el lugar que nos permita ver a todos el grupo y la evolución de la
actividad, observando atentamente el desarrollo del juego, y asumiendo nuestra función con una actitud
entusiasta. Según la evolución del juego o actividad, se detiene el desarrollo para incluir nuevas reglas o aclarar
las acordadas.
        Una construcción grupal del sistema de reglas se crea en los cortes del desarrollo de la actividad, a partir de
las observaciones del grupo y las necesidades de variación que plantean.

        RESULTADO: No nos olvidemos del carácter  recreativo/educativo del juego, por lo tanto participar tiene
mucha más importancia que la circunstancia de ganar. Sería provechoso erradicar la palabra "perdedores" del
vocabulario de un coordinador de actividades recreativas.
Si participaron varios equipos podremos dar los puntajes o resultados comenzando desde el último hacia el
primero, o bien comunicarlos sin orden, de tal manera se mantendrá la expectativa hasta el último momento.
        Existen muchas otras maneras de disminuir la oposición entre "ganadores" y "perdedores". Esto no
significa que la competencia sea contraproducente, sino que ha de tener su real dimensión. Nunca olvidaremos
cuáles son los objetivos de la actividad para que el hecho de competir no los desdibuje. Existen muchas
variantes que podremos incluir para fomentar la participación de todos los jugadores y evitar la eliminación de
los mismos.

        VARIANTES: Muchas veces los jugadores comunican experiencias distintas del mismo juego,
modificaciones de reglas, sugerencias, ideas nuevas. El recreador tomará esas propuestas si son pertinentes a los
objetivos, tiempo disponible, deseos del grupo.

        CIERRE: Toda actividad necesita una culminación, un fin. Cuando existe entusiasmo por la participación,
una fuerza de cohesión entre los integrantes del grupo, efectuar un corte abrupto causa una sensación extraña.
Para el cierre se eligen actividades, que impliquen cooperación, la búsqueda de un objetivo en común, por
ejemplo danzas, canciones, tareas, etc. En ocasiones este cierre fluye hacia otro juego, una charla, ronda de
preguntas. También se puede hablar de situaciones surgidas durante el juego, transferencia a la vida cotidiana,
variantes, errores, etc.

- CARACTERSITICAS DEL RECREADOR-

Recreólogos, coordinadores, animadores, conductores de grupo, líderes son algunas de las denominaciones
utilizadas para la función que vamos a cumplir, pero más allá de eso, los participantes de una actividad
recreativa necesitan de una persona capaz de orientar hacia un ejercicio de la autogestión, la toma de decisiones,
aprendizajes, creatividad, cooperación, participación comunitaria.

- Características generales:

 Conocimiento de técnicas recreativas: juegos, cancioneros, actividades, etc.


 Transmisión alegre de las mismas.
 Humor.
 Espíritu creador o recreador.
 Capacidad de organización rápida y eficaz.
 Aplicación de conceptos democráticos, es decir, adaptar la actividad al grupo y no a la inversa.
 Confianza en sí mismo.

Potrebbero piacerti anche