Santiago Pastrana Mazón

1º B
Antropología de la religión
Breve historia del trabajo de campo etnográfico
Rosana Guber

La etnografía es una concepción y práctica de conocimiento que busca comprender los fenómenos sociales
desde la perspectiva de sus miembros (actores, agentes o sujetos sociales). Mediante el trabajo de campo
aparte de explicar el resurgimiento de los etno-nacionalismos y los movimientos sociales, también se quiere
describir la globalización misma.

Este tipo de ciencia observa tres niveles de comprensión

o El nivel primario o reporte, es lo que se informa que ha ocurrido (el qué)
o La explicación o comprensión secundaria, alude a sus causas (el por qué)
o La descripción o comprensión terciaria, se ocupa de lo que ocurrió para sus agentes (el cómo es para
ellos)
Estos tres niveles ayudan a que el investigador entienda una acción comprendiendo también los términos en
que la caracterizan sus protagonistas. Es decir, para que el investigador haga una descripción de los hechos
de un pueblo sin incurrir a interpretaciones etnográficas sustituyendo el punto de vista, valores y razones de
los nativos, por su punto de vista, valores y razones.

Como un método abierto de investigación en terreno donde caben las encuestas, las técnicas no directivas
(observación participante y entrevistas no dirigida) y la residencia prolongada con los sujetos de estudio, la
etnografía es el conjunto de actividades que se suele designar como “trabajo de campo” y cuyo resultado se
emplea como evidencia para la descripción. Este proceso tiene dos aspectos:
o El investigador parte de una ignorancia metodológica y se aproxima a la realidad que estudia para
conocerla, es decir, el investigador construye su conocimiento a partir de una supuesta y
premeditada ignorancia.
o El investigador se propone interpretar/describir una cultura para hacerla inteligible ante quienes no
pertenecen a ella.

La historia del trabajo de campo etnográfico se asocia, en antropología, al estudio de culturas exóticas, y en
sociología, a segmentos marginales de la propia sociedad.
Fueron varios los investigadores que iniciaron a hablar sobre la importancia del estudio etnográfico.
R. Rivers sentó las bases del método genealógico, el cual permitía estudiar hechos abstractos por medio de
hechos concretos. Él enunció lo que se convertiría en el principio vertebral del trabajo de campo, “la
necesidad de investigaciones intensivas en una comunidad en donde el investigador vive por un año o más
en la comunidad y estudia cada detalle de su vida y cultura.
Franz Boas sostuvo la necesidad de realizar un trabajo intensivo y en profundidad en unas pocas
comunidades. Su objetivo era producir material etnográfico que muestre cómo piensa, habla y actúa la gente,
en sus propias palabras.
Para Radcliffe-Brown hacer etnografía consistía en realizar trabajos descriptivos sobre pueblos analfabetos,
en contraposición a la vieja escuela especulativa de evolucionistas y difusionistas.

Malinowski constató que el etnógrafo debe tener propósitos científicos y conocer la etnografía moderna,
vivir entre la gente que estudia y aplicar una serie de métodos de recolección de datos para manipular y fijar
la evidencia.
o Para reconstruir el esqueleto de la sociedad (su normativa, estructura formal), se recurría al método
de documentación estadística por evidencia concreta (censo de la aldea. Dibujo del patrón de
asentamiento, entre otros).
o Para recoger los imponderables de la vida cotidiana y el comportamiento típico, el investigador debe
estar cerca de la gente, observar y registrar al detalle las rutinas.
o Para comprender el punto de vista del nativo, sus formas de pensar y sentir, era necesario aprender
la lengua y realizar documentos de la mentalidad nativa.
Por eso él afirma que sólo el trabajo de campo podía garantizar la distinción entre la cultura real y la cultura
ideal, entre lo que hace la gente y lo que la gente dice que hace. Yo pienso que es verdadera su afirmación.