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6enfrentamiento armado entre clases y generaciones como una vía para cambiar el mundo.
7 Pero antes de esa explosión revolucionaria que encontró a la juventud de todas las
8clases sociales reunidas en la utopía de cambiar el mundo, antes de ese momento que
9simbólicamente inaugura La hora de los hornos en 1968, un grupo de películas del Nuevo Cine
10Argentino -la llamada Generación del 60- da cuenta de una forma de violencia, menos
11espectacular y visible, que expresa un malestar específico de esos años y que prepara y
12vaticina la violencia que vendrá. No se trata en este caso de una violencia progresista, que cree
15cauce para la insatisfacción indefinida pero poderosa que aflige a unos jóvenes que recién
17 Este trabajo se propone mostrar cuál fue la raíz de esa insatisfacción y de qué modo se
18expresó y representó en el Nuevo Cine Argentino entre los años 1958 y 1964, a partir de un
20clase media acomodada. (El cortometraje El ciclo (1961), de Raymundo Gleyzer, el corto
21Crimen, de Ricardo Becher y los largos Tres veces Ana (1961), de David J. Kohon, Los jóvenes
22viejos (1962), de Rodolfo Kuhn, La terraza (1963) de Leopoldo Torre Nilsson y Los venerables
24 Esos jóvenes que unos años más tarde volcarían su pasión juvenil a causas
25revolucionarias para cambiar el mundo, son en estos films "jóvenes viejos", insatisfechos,
26inconformes, rebeldes que todavía ni siquiera buscan una causa. En ese corto período campea
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27entre los jóvenes un pesimismo desesperanzado, cercano al existencialismo sartreano y a la
28noia antonionesca que se convirtió en un tópico del nuevo cine argentino de la Generación del
2960. Esta insatisfacción estuvo alentada por la crisis de hegemonía que se planteó tras la caída
30del gobierno del general Perón. La coalición gobernante posperonista no pudo y no supo
35a cabo durante los años del régimen. A mediados de los cincuenta, la juventud era todavía una
36categoría en construcción y fue en las clases medias donde primero comenzó a tomar
37conciencia de sí misma como sujeto social autónomo. Los jóvenes, dice el historiador Eric
39del siglo XX y con mayor fuerza luego de la 2ª Guerra Mundial. La juventud era hasta ese
40momento una instancia de pasaje transitoria, un dato biológico para designar la etapa entre la
41pubertad y el mundo del trabajo o el matrimonio. Las instituciones culturales de la juventud (la
42escuela, el noviazgo) eran concebidas como “preparación” para otra cosa. A pesar de que a
43fines de los cincuenta se empezó hablar de los jóvenes, todavía era un concepto que no tenía
45(los jóvenes se visten igual que sus padres cuando dejan la indumentaria infantil: el paso
46simbólico de los pantalones cortos a los largos.) En esos años la juventud, definida desde
48misma, va encontrando su voz, su identidad, por oposición -a veces ruptura violenta- con los
49mayores y el pasado. En 1953, el ensayista argentino Juan José Sebreli podía todavía escribir
50en la revista Contorno que “La juventud es al fin una edad artificial, un espejismo de la
51conciencia de clase burguesa”. Cinco años después, esta fantasía burguesa era ya una realidad
52numerosa y problemática.
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53 Esta la irrupción de la juventud en el horizonte social y su nueva visibilidad se reflejó en
54un cine argentino nuevo, de jóvenes y para jóvenes. Estos cineastas conformaron la llamada
55Generación del `60 que incluye a directores como Rodolfo Kuhn, Lautaro Murúa, Manuel Antin,
56David J. Kohon, entre otros. El cine de estos jóvenes realizadores significó una transformación
57tanto a nivel formal, con un uso renovado del lenguaje cinematográfico como en el plano de los
60largometraje. Con el tiempo esa renovación pasó a ser conocida como Generación del 60
61aunque en rigor no fue un movimiento orgánico sino la suma de esfuerzos individuales, y hasta
63cinematográfica para el cine argentino que parecía perdida, indagando a la vez sobre la propia
65 Es un cine que intento a la vez fundar una nueva imagen y una nueva mirada sobre la
66realidad que -en palabras del realizador Simón Feldman- "expresara el contorno". Ese contorno
67que debía ser expresado era el de los años del inmediato posperonismo, años complejos, de
71La llamada revolución libertadora - que derrocó al presidente Perón en 1955-provocó en las
72clases medias la ilusión de reapropiarse del poder que les había sido "usurpado" y recuperar la
73"libertad" amenazada por el populismo. Se produjo entonces una reacción para devolver la
74hegemonía simbólica y cultural a las burguesías, a través de una operación intelectual que
78argentinos, y sobre todo para los jóvenes, la esperanza de construir un nuevo pacto social
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79superador de la antinomia peronismo-antiperonismo, en el que la burguesía y la juventud se
80harían cargo del desarrollo del país con vista al futuro, dejando atrás las contradicciones y
81conflictos del período peronista. Pero la "traición Frondizi", como se llamó al desengaño
82producido por el vuelco reaccionario de este presidente "de la juventud" contribuyó a abrir el
84violencia.
87peronismo no había sido una interrupción histórica sino la disolución definitiva de un modelo de
88organización social, económico y político para la Argentina. Su reemplazo inestable por otro que
89todavía estaba por definirse dificultó la integración de las nuevas generaciones que se vieron
91oportunidades.
95hedonismo de puro presente, en una sexualidad sin amor ni proyecto y dirigiendo muchas
96veces sus ataques contra los padres o desplazándolo hacia el "otro" simbólico, el extranjero, el
98 Una de las características más sobresalientes de los films de la Generación del 60 fue la
99elección del punto de vista de los jóvenes, de sus preocupaciones, miedos y certezas, narrados
100desde una perspectiva nueva, hasta entonces omitida de la representación. En el cine argentino
101industrial previo los jóvenes aparecían en los films tal como querían verlos sus mayores
102-individuos que dejan de ser niños para ser adultos, sólo un poco traviesos pero siempre a la
103larga obedientes y seguidores del mandato paterno, deseosos de formar una familia y sentar
104cabeza. En un contexto general que asistió al reconocimiento de la juventud como sujeto social
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105diferenciado, los nuevos cineastas, que entonces tenían entre veinticinco y treinta años,
106abordaron temáticas que les eran propias, como la incertidumbre laboral, la sexualidad, la
107participación política o las responsabilidades familiares, para las que no servían ya los modelos
110tendieron a limitar su mirada al medio social que conocían o al que pertenecían y sólo
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114 En los films del nuevo, en cambio, los realizadores ponen en juego su condición de
115jóvenes angustiados para la formulación de un modo de relato que da cuenta de ese estado de
116ánimo, perfectamente sintetizado en una frase que Kohon pone en boca Ana/María Vaner en
117Tres veces Ana: "tengo ganas y no sé de qué". En este ennui, inclinado hacia la inactividad,
118hay un signo diferenciador que lo distingue del mero aburrimiento, y es que está dotado de un
120 Los nuevos jóvenes del cine argentino llevaron a la pantalla la desilusión frente al
123cuestión que trascendió la esfera individual para convertirse en el problema o el rasgo distintivo
125 Pero las películas que tratan la problemática juvenil comparten un rasgo común: todas
127asfixiados en un eterno presente que no reconoce un sentido para la vida ni deseos más allá
129 El tiempo se vuelve una dimensión subjetiva que transmite el tedio y la insensatez de
130una existencia sin futuro. Así, los tiempos muertos de la narración y los silencios manifiestan
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131una pesadez metafísica carga////formas de representación: estructuras narrativas fragmentarias,
135incomunicación, la soledad, la angustia pero también como único espacio posible de encuentro
136con el otro. Con los pares -los muchachos de Los jóvenes viejos deambulan por la ciudad
137buscando y encontrando chicas para salir, los chicos de El ciclo salen de la fiesta al amanecer y
139 -Hay una separación radical de los otros grupos sociales. En El ciclo, Gleyzer confronta
140a los jóvenes que salen de la fiesta al amanecer con un grupo de trabajadores de la
141construcción que inician su jornada. Pero lo hace utilizando un montaje paralelo en el que
142nunca conviven ambos grupos en el mismo plano. De hecho, se ignoran mutuamente. No hay
144 En Los jóvenes viejos, Alberto Argibay, Emilio Alfaro y Jorge Rivera López interpretan a
145tres jóvenes de clase alta que salen un viernes con la intención de ir al cine. En el camino,
146levantan tres chicas, van a bailar, pasan la noche juntos. A la mañana siguiente, de nuevo solos,
147se reconocen cansados de esa rutina y de una existencia sin motivaciones. Allí se produce un
148diálogo fundamental para el film y para toda la generación. Hablando de los europeos, Alfaro
149dice: "Dos guerras los pusieron así, por lo menos tienen las guerras para justificar". Argibay
151sólo porque describe une estado de ánimo, sino por su honestidad política en un contexto en
154organizados en torno a Lucas (Lautaro Murúa), que establece su liderazgo atacando a Ismael
155(Walter Vidarte) e instigando a los demás a maltratarlo con bromas humillantes. Son jóvenes
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157Todos, y en especial Lucas desean a Dora (Fernanda Mistral), la novia de Ismael y es ella en
158quien se deposita la razón del conflicto y la posibilidad de quebrarlo. Así describió Antin el film
159en una entrevista para la revista Tiempo de Cine: "Una descripción subjetiva de la soledad y de
160la incertidumbre del hombre de Buenos Aires, del no tener nada que hacer y no obstante tratar
162 Los personajes del segundo episodio de Tres Veces Ana de David Kohon tampoco
163tienen nada que hacer y llenan sus horas en una casita en la playa, en la zona Norte de Buenos
164Aires, tomando alcohol, practicando sexo impersonal y ..Algo así como beatniks vernáculos,
165toman ginebra, escuchan jazz, recitan, cantan o bailan, liderados por un hombre ya mayor, Ana,
166la protagonista del episodio, apoya su espalda contra la pared, se desliza hacia el piso y dice:
167"Tengo ganas y no sé de qué". En un reportaje que le hice hace unos años, Kohon dijo que esa
168frase se la había escuchado decir a una chica y que la anotó porque le pareció que reflejaba
170 Dar la cara: es una película excepcional en este pequeño corpus. Aquí no prevalece el
171tic generacional de hablar sólo de sí mismos. Aquí hay res historias ubicadas en tres grupos
172sociales diferentes, que dan cuenta de toda una generación. Hay un personaje de clase alta
173que . Marco definido social -las tres clases históricas -1958- y políticamente -las luchas por la
175 Ante esos jóvenes en apariencia apáticos, la cámara se acerca y escudriña sus rostros,
176el primer plano se convierte en una herramienta de indagación psicológica que procura
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180esos años por un lado denuncia el vuelco a la derecha de esa juventud disconforme, tanto
181Gleyzer como Torre Nilsson y Kuhn se preocupan por llamar la atención sobre la falta de
182contención. Una manifestación particular de violencia juvenil en esos años fue el rebrote del
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183antisemitismo, que se tradujo en ataques violentos a individuos e instituciones de la comunidad
184judía argentina. Tanto en La terraza y como en El ciclo los personajes, "niños bien" de clase
185media alta, narran y ejecutan ataques armados a judíos. Dice el historiador David Rock: "A
186pesar de que el antisemitismo tendió a declinar luego de 1945, a principios de los años 60
187reapareció una nueva corriente de hostilidad hacia los judíos, luego de la captura y extradición
188del criminal de guerra nazi Adolfo Eichmann por agentes israelíes". Una explicación posible
189para este fenómeno puede encontrarse en esta sublimación del impulso violento que no pueden
190dirigir contra los sectores populares, los "cabecitas negras" de Perón, que a pesar de operación
191simbólica de negar al peronismo son ya parte integrante y necesaria del equilibrio social de la
193 En El ciclo, un grupo de jóvenes que salen de una fiesta al amanecer, y luego de jugar a
194la "chocada" -un juego suicida que consiste en perseguirse en automóvil por la ciudad a toda
195velocidad y buscarse para embestirse-van a la playa de Zona Norte y comentan como uno de
196ellos molió a golpes a un comerciante judío y disparó un arma para asustar a los presentes.
197Uno de los jóvenes reconviene a otro que se preocupa por lo que oye, diciéndole: “Vos tené
200jóvenes judíos orinando sobre la carne asada y amenazando aquí también con un revólver.
201 Estos films muestran unos jóvenes que responden desplazando el miedo al “aluvión
202zoológico”, como llamaron las clases burguesas a la irrupción de los sectores populares en la
203vida política.
204 Torre Nilsson expresa en sus films una Argentina que no está dispuesta al cambio,
205sofocada por el miedo. En La terraza, un grupo de diez jóvenes de clase media alta, habitantes
206de esos departamentos de lujo de Barrio Norte que simbolizan más que ninguna otra cosa el
207status social de sus habitantes, se encierran durante dos días en la terraza, sólo como
208manifestación de rebeldía contra los adultos que se sienten molestos con la música y la actitud
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209irreverente de estos muchachos. Para evitar que los desalojen, deciden amenazar con arrojarse
210al vacío y montan guardias sobre la cornisa para asegurar que no serán molestados. Cuando
211los mayores acceden a la terraza para poner fin a la situación, Leonardo Favio levanta en el aire
212a Belita, una niña de 8 años hija del portero del edificio y la arroja al vacío.
213 Como lo ha señalado Laura, la terraza es un espacio significativo porque permite una
215estos personajes, alejados del suelo, de la realidad. Torre Nilsson elige ubicar este relato de
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217 "Vos creés que tiene algún sentido esto? –pregunta uno de ellos, que está empezando a
218flaquear. “No sé. Ahora hay que seguir. Además me siento bien. Por primera vez hago algo que
219me parece importante y no sé por qué lo hago, ni me importa, Lo hago y nada más."
221Permanentemente buscan algo que no encuentran dentro de ellos mismos y que encontraran
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224 Hacia 1965, las cosa cambian. Entre 1966 y 1975, la juventud encuentra un cauce para
225su inconformismo y un impulso para salir de la parálisis y actuar: toman conciencia de que la
228en su camino a la protesta que desde los sectores populares ejercen el moviminto obrero y la
229resitencia peronista.
230 Para culminar, este momento particular de la historia argentina, donde el fracaso de un
231modelo político no consigue ser reemplazado por un modelo sociopolítico nuevo capaz de
232alcanzar la hegemonía tiene muchos puntos de contacto con el momento actual que vive mi
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2351960. Pero las lecciones aprendidas de la radicalización política posterior, la represión militar
237una situación de mayor alienación y desesperanza que la de aquél entonces. El cine de ambas
238época tiene muchos puntos en común, no sólo limitadas al padecimiento de una política cultural
239adversa. También los une la reacción contra un cine argentino previo que no los representaba,
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