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HISTORIA

Seminario de Historia Rural Andina


AHDiMA
UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
WMfl fINTiGüfl
(10000 a.C. a 1532)

Gabriela Gonzáles Carbajal

Seminario de Historia Rural Andina


UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
©D.R. Lima  Antigua 
Gabriela Gonzáles Carbajal

© D.R. Segunda edición aumentada y corregida


Seminario de Historia Rural Andina

Primera edición, 1998 Seminario de Historia Rural Andina


Bajo el título Lima  Prehispánica 

SEMINARIO DE HISTORIA RURAL ANDINA­UNMSM

Director Fundador: Pablo Macera


Directora: Nanda Leonardini
Jr. Andahuaylas 348, Lima 1 Telf.: (51­1) 428­0887
Correo electrónico: shra@unmsm.edu.pe
Lima­Perú, 2003

Carátula: Pachacámac, escultura bifronte en madera


Dibujo de carátula: Alfredo Mamani Mejía
Dibujos: Juan Zarate Cuadrado
Corrección de texto: Santiago Tácunan Bonifacio
Edición: Yolanda Candía Quispe
Impresión: Miguel Pinto Huaracha
Digitación: Norma Gutiérrez

Depósito Legal: 1501012003­3717


ISBN: 9972­9708­7­6
A mi recordada tía Aurora
"Los  espańoles  que  conquistaron  el Imperio  de  los 
Incas  en  1532,  estaban  demasiado  cegados  por  la 
codicia  de  la  riqueza  y  el  poder  inmediato,  para 
respetar  una  civilización  en  muchos  aspectos  más 
altamente  refinada  que  la  suya  propia.  Con  su 
cruda  campańa  de  destrucción  desarraigaron 
prácticamente  una  cultura  de  muchas  centurias" 
(Reunouf, Edda V.  Revista  del Museo  Nacional, T.
IX, 1940:257/
ÍNDICE

Introducción 7

PRIMERA PARTE
Hombre, Espacio y Tiempo en los Andes 11

Capítulo I Información cronológica 13


1.1. Diferentes Cronologías 18

Capítulo II Descripción del espacio físico 29


2.1 Clima 30
2.2 Recursos naturales 32

Capítulo III Evolución general del hombre en


la Costa Central 43
3.1 Primeros movimientos culturales 43

SEGUNDA PARTE
Etnografía de Lima Antigua 71

Capítulo I Pueblos Yungas:


1 1 Lima 73
1.2 Cańete 96
1.3 Chancay 105

Capítulo II Pueblos Quechuas:


2.1 Canta 117
2.2 Huarochirí 129
2.3 Yauyos 138
2.4 Cajatambo 146

Conclusiones 153

Bibliografía 157
INTRODUCCIÓN

El objetivo de esta investigación es lograr una descripción de la evolución de los pueblos


que antecedieron a la conquista hispana en el área comprendida de la región Lima (costa
central del Perú). Para abordar el tema nos vamos a referir a los centros culturales más
importantes que se desarrollaron en las siete provincias que conforman el área nuestro
tema de estudio.

Para la elaboración de este trabajo, ha sido necesaria la utilización de información


arqueológica y etnohistórica; para luego dar la interpretación antropológica, de carácter
histórico­social. La arqueología y la etnohistoria aparecen como dos disciplinas que
tienen metodología diferentes de investigación. Así, la arqueología es la ciencia que
estudia las evidencias monumentales y diversos utensilios de sociedades antiguas sin
escritura. La etnohistoria por su parte, busca información de estas mismas civilizaciones
en los registros y documentos, elaborados por los primeros conquistadores hispanos en
arribar a estos pueblos. La información reunida en crónicas, visitas, relatos y demás
expedientes (civiles y judiciales) trata casos concretos, específicos, con fechas y lugares,
datos que nos permiten reconstruir diversos acontecimientos que ocurrieron en el pasado.
La etnohistoria a pesar de su carácter subjetivo, cumple un papel importantísimo, porque
nos permite identificar además de datos relacionadas a fechas y diversos
acontecimientos, nombres de diferentes grupos étnicos que cohabitaron e
interrelacionaron en diversas magnitudes dentro de un mismo territorio, en un período
inmediato anterior a la llegada de los conquistadores hispanos. Los datos arqueológicos
a pesar de ser una evidencia tangible de la existencia de los pueblos antiguos, tienden a
ser generales, en vista que nos proporcionan modelos y patrones de asentamiento
humano y no de la relación entre sí. Pero ambas disciplinas contribuyen igualmente al
trabajo de investigación al compartir metas comunes:
"(...)  es  decir  reconstruir  los  procesos  específicos  y  generales 
que  han  caracterizado  la  evolución  de  las  sociedades  del 
pasado  ".1 

1
Marcus en Rostworowski, 1988:33.
Esta investigación se ha elaborado sobre la base de la revisión exhaustiva de
bibliografía existente, referentes a los diversos pueblos antiguos existentes en la región
Lima. Los aspectos estudiados son diversos; tales como descripción de hallazgos
arqueológicos, mitos y religión, análisis de cronistas, productos alimenticios, costumbres
diversas que subsisten hasta la actualidad, estudios antropológicos, geológica y clima,
etc. Así, uno de los méritos de este trabajo es haber reunido sistemáticamente diversos
aportes etnohistóricos y arqueológicos que en su mayoría se han realizado en forma
aislada.

Para una mejor comprensión, cabe recalcar que los nombres que actualmente
ostentan las provincias de Lima, son alusivos a los pueblos o culturas antiguas que
existieron en el Antiguo Perú, que se asentaron en las zonas de mayores recursos y que
hoy guardan relación con las jurisdicciones territoriales actuales. Así, Yauyos,
Huarochirí y Lima son nombres de algunas de las comarcas de origen aymará y quechua;
que se ubicaron en lugares estratégicos como las orillas de los ríos, quebradas, valles,
mesetas, etc.; a lo largo de la costa (yunga) y sierra (quechua) de Lima.

El presente estudio esta divido en dos partes y cinco capítulos. La primera


denominada Hombre, Espacio y Tiempo en los Andes, se compone de tres capítulos. En
el capítulo I, se enumera las cronologías más conocidas y utilizadas, tanto de autores
nacionales como internacionales. Todas ellas coinciden en reconocer a las culturas
panandinas como determinantes en la periodificación de nuestra sociedad. En el capítulo
II, describimos el espacio físico y geográfico, considerando que el clima jugó un papel
importante en la evolución de nuestra sociedad. Es importante describir las
características del espacio estudiado, así como los recursos naturales, agrícolas,
marítimos y animales, toda vez que estos elementos fueron indispensables para su
adaptación en el escenario elegido para su desarrollo. El capítulo III, contiene la
evolución general del hombre en la costa central, donde describimos en forma general el
desarrollo de los pueblos de la costa y sierra central de Lima, basándonos en la
cronología de Horizontes panandinos. Se trata de dar una visión general y objetiva de la
evolución de los pueblos desde las primeras manifestaciones humanas hasta la llegada de
los espańoles. En este análisis se demuestra que hubo culturas que influyeron
hondamente en nuestra zona de estudio, tanto que su apogeo y su posterior caída
determinaron el desarrollo cultural regional. Asimismo se demuestra que la lucha por
mantener el poder fue una acción constante en los pueblos antiguos, donde generalmente

8
el dominio se obtenía mediante la fuerza y diversos mecanismos de control
(concientización, regalos, ofrendas, alianzas, etc.), pero respetando casi siempre la
estructura de los pueblos dominados, al igual que sus costumbres, aunque bajo una
readaptación a favor del pueblo invasor.

La segunda parte titulada Etnografía de Lima Antigua, esta compuesta por dos
capítulos. En esta parte se estudia la etnografía de Lima Antigua. En vista que la región
de Lima está ubicada específicamente en el sector occidental de la cordillera de Los
Andes, y goza de una diversidad de climas y pisos ecológicos; hemos agrupado sus
pueblos más importantes en dos grandes grupos: yungas y quechuas.

Dentro del capítulo de los pueblos yungas, están los que colindan con el litoral y
que durante el transcurso de su evolución siempre han estado ligados a esta zona
ecológica, en vista que les brindaba una amplia gama de recursos que fueron vitales para
su subsistencia. El suelo y clima son elementos que les permitió diversificar su
producción y con ello alcanzar logros cualitativos en la evolución de sus culturas.
Dentro del capítulo de pueblos quechuas, se ubican los pueblos vinculados
estrictamente con la serranía de Lima y para mayor precisión se los podría ubicar a una a
partir de una altitud de los 2 500 msnm.
Los temas desarrollados para los pueblos yungas y quechuas son en forma
general ios siguientes: etimología, organización social y productiva, arquitecto;
cerámica, religión, tejidos, lengua, entre otros. Hay que tener en cuenta que las
demarcaciones de los pueblos de Lima Antigua variaban según la capacidad de control
de los recursos naturales, como son los ríos, quebradas, lomas, etc., que generalmente lo
conseguían mediante guerras y/o alianzas. En algunos casos el uso del término
"provincias" es solo con el fin de ubicar las zonas de estudio.
Quiero expresar mi eterno agradecimiento a las personas que contribuyeron a la
realización de este estudio, especialmente al Dr. Pablo Macera, por su orientación y
paciencia, ya que siempre estuvo dispuesto a escuchar y a enseńar; a mi asesor Dr. Blas
Gutiérrez; al Comandante del Instituto Geográfico Nacional, Gerardo Luis Pérez del
Águila, por permitirme el acceso a los mapas de la zona y por último a mi tío Jorge A.
Carbajal Herrera por su constante apoyo. También quiero expresar mi agradecimiento
por su apoyo moral a algunos familiares y amigos, en especial a los miembros del
Seminario de Historia Rural Andina de la Universidad de San Marcos.

9
HOMBRE, ESPACIO Y TIEMPO
EN LOS ANDES
Capítulo I

INFORMACIÓN CRONOLÓGICA

Es a fines del Pleistoceno, aproximadamente hace 10000 ańos a. C , que se evidencia la


existencia en la zona de la costa central, norte y parte de la sierra de hordas de cazadores
nómades. Se trataba probablemente de grupos humanos pequeńos que se albergaban en
cuevas o abrigos rocosos, temporalmente, brindándose protección entre sí.

Después de la última glaciación y consecuentemente de la disminución del frío y


humedad en la tierra, la costa empieza a volverse árida, apareciendo una flora y fauna
diferente, dando lugar a nuevos movimientos migratorios de la sierra hacia la costa y
viceversa. Es en la época post­pleistocénica donde se registran los más antiguos restos
arqueológicos, que ya demuestran evidencia de un desenvolvimiento humano en el área
que comprende nuestro estudio. Así por ejemplo en la falda del Cerro Cucaracha y
Chivateros, en la margen derecha del río Chillón, el estudioso Lanning (1965 y 1967)
halló lascas y herramientas trabajadas a percusión, con cierta rudeza, que más tarde
fueron identificadas como artefactos no terminados en el proceso de percusión (Fung,
1972).

La etapa del nomadismo de los primeros hombres no significó que su trayectoria


o venida fuese de norte a sur, o de este a oeste. Probablemente el nomadismo en las
primeras épocas se dio dentro de círculos determinados e irregulares, como consecuencia
del modo de vida, donde la búsqueda de alimentos era lo que le preocupaba, así como el
de cobijarse y satisfacer su instinto. En esta época, el hombre se asemejaba a los
animales, pero a su vez fue la etapa donde se dio la diferenciación entre ellos, puesto que
el hombre fue desarrollando características físicas e intelectuales que lo llevaron más
tarde a la conquista de su propio mundo. Una de esas características físicas que
diferenciaron al hombre del animal, era la de poseer dos manos cuyas habilidades fueron
perfeccionando durante miles de ańos, para definir a la especie humana, ya que cuanto
más desarrollaba su destreza, ésta beneficiaba al organismo en su integridad. Así pues,
en virtud de la ley que Darwin llamó de la correlación del crecimiento. Según esta ley:
"(...)  ciertas  formas  de  las  distintas  partes  de  los  seres 
orgánicos  siempre  están  ligadas  a  determinadas  partes,  que 
aparentemente  no  tienen  ninguna  relación  con  las primeras  ".2 

Por tanto los primeros hombres se dieron cuenta de que algunos animales eran
3

más fuertes y grandes que ellos; pero el hombre contaba con dos manos, con las cuales
podía crear sus herramientas o armas, o coger una piedra para lanzarla y con ello vencer
a oponentes más fuertes.

Los primeros cazadores

Las manos le permitieron pulir la piedra, acarrear las mismas para hacer sus
guaridas, o coger los frutos. Todo esto significó trabajo con sus manos. Como todo en la
vida, los acontecimientos de cualquier índole empiezan y se acaban paulatinamente; de
este modo el nomadismo de vino en seminomadismo según el progreso o avance de la
habilidad del hombre. Gracias a sus manos y al trabajo, se contribuyó a la diferenciación
de la especie humana. Se dio el origen del lenguaje, por la necesidad de comunicarse
entre sí y con ello se estimuló el cerebro, transformándose en uno muy diferente al de
otros primates. Las viviendas eran cuevas o cavernas que por lo general eran naturales y

Engels, 1884:373.
2

3
Las plantas, los animales y el hombre forman un todo y una necesidad mutua de convivencia;
pero el hombre por su conciencia sería el que dominaría a las dos anteriores. En este sentido
donde había condiciones para la existencia de plantas y animales también la había para el hombre.

14
acondicionadas a sus necesidades, para lo cual utilizaban los materiales que encontraban
a su alrededor y que variaban según el lugar, como cańas, troncos, piedras, ramas,
huesos, pieles, etc. Así lo demuestran los hallazgos encontrados en Pucusana, Lurín,

Chivateros, y en la falda del Cerro Cucaracha, donde se encuentran canteras que datan de
8000 a.C. Por otro lado hay que tener en cuenta que para esta época, fines del
Pleistoceno, se estaban dando la última glaciación y las condiciones climáticas eran muy
diferentes a las que actualmente tenemos. El clima era considerablemente más frío y por
lo tanto en la costa existió una fauna y flora abundante y diferente. Los ríos eran
caudalosos. El nomadismo que se daba probablemente era cíclico. Al respecto Patterson
y Lahning refieren que esta zona de la costa central ha sido ocupada por hombres en
forma más o menos continua, por el lapso de 10000 ańos:
"Este  valle  fue  utilizado  durante  un  lapso  importante, 
probablemente  hasta  el  fin  del período  cuaternario  ".

Los restos encontrados hasta ahora corresponden a la época Holocénica (último


período del cuaternario que comprende los tiempos posteriores a la última glaciación y
que se inició hace unos 10000 ańos), que pertenecen a cazadores, recolectores.
Lanning (1965, 1967) ha encontrado en la costa central, en Ancón­Chillón, una
industria lítica, hoy clasificada como pre­forma (Fung, 1972) muy parecida a la del viejo
mundo, para la época del paleolítico.

Preformas Chivateros (valle del río Chillón)

4
Patterson y Lanning en Ravines, R.; 1970:393­394.

15
F. Engel en sus trabajos en ClZA que se remonta a la época pre­agrícola y a la
5

agricultura pre­maíz, revela la existencia de seres humanos en los Andes antes de


terminar el período del Pleistoceno. Así lo demuestra ClZA en el sitio 613 denominado
La Paloma (valle del Chilca), donde miles de pobladores habían vivido durante más de
mil ańos, sin el uso de la agricultura, conllevando una vida relativamente sedentaria.
Había ya en esta época lugares preferidos para el habitat humano como fueron los Andes
y los territorios aledańos al mar, por ser zonas de abundantes recursos necesarios para la
existencia y desarrollo de la vida humana. Según ClZA, los restos encontrados en la
cueva de Tres Ventanas, en la puna de Chilca y a 3 600 msnm, son los más antiguos.
En esta cueva se hallaron hachas de mano tipo Sheulen y finas puntas de proyectil cuya
procedencia se ignora hasta la actualidad. Estos restos son de 10500 a 8000 ańos a.C.
En este lugar también se encontraron tubérculos como el camote, mandioca y
probablemente una variedad de papa silvestre. Es probable también que los pobladores
de Tres Ventanas en la época pre­agrícola y agrícola incipiente, bajaron al litoral para
hacer uso de la vegetación y fauna de las lomas, considerados como oasis costeńos.
ClZA ha encontrado gran cantidad de basurales de moluscos terrestres muy cercanos a los
basurales de moluscos marinos, demostrando con ello la posible coexistencia de distintas
culturas por las diferentes costumbres alimenticias halladas. Se trataba entonces de
aldeas ^c­agiícolas cuu una considerable población y que ClZA advierte su desaparicicu
o una gran disminución demográfica por causas aún desconocidas, aunque los hechos
más evidentes demuestran que pudo haberse dado por cambios cíclicos, o borrados de la
superficie por la creciente de los ríos.

Otra referencia importante de ClZA en sus investigaciones del valle del Chillón,
detrás del Cerro Chivateros, son las canteras encontradas de Las Animas y Lomas Negras
de donde se cree fueron extraídos los grandes bloques de piedras para Chivateros. Tierra
adentro de este lugar menciona ClZA haber encontrado herramientas que pesan más de
2,5. kg. con tallado bifacial y con aspecto de sierra. También cuńas o hachas para cortar
árboles. Hasta ahora es un misterio quiénes eran los que utilizaron estas herramientas.

Lanning (1965­67) arribó a las siguientes conclusiones con respecto a Chivateros:

a) Se trata de una enorme cantera taller, de más de 10 000 artefactos.

5
ClZA (Centro de Investigación  de Zonas Arqueológicas) dirigido por F. Engel.

16
b) Tiene una posible antigüedad de 10000 ańos a.C. para el estrato más viejo, aunque
este punto es discutible y se encuentra en debate.
c) Puesto que los artefactos encontrados, fueron según Lanning para trabajar en madera
y extraer raíces, cree el autor, que los habitantes del Bajo Chillón se alimentaban de
vegetación silvestre.

Por su parte en 1972, Rosa Fung, Cenzano y Zavaleta propusieron que las puntas
de lanza Chivateros no eran tales, pues los análisis demostraron que eran pre­formas, es
decir artefactos que no fueron culminados en su fabricación. Asimismo, Rosa Fung y sus
colaboradores plantearon que no existía la fase Zona Roja y además era difícil proponer
una secuencia para la industria de Chivateros. En consecuencia, la cronología y las fases
de Lanning y Patterson quedaron seriamente cuestionadas por los estudios de R. Fung.
Por otro lado, Bonavía (1979) llama a este complejo Tradición Chivateros, porque así
como éste, se han encontrado materiales similares en otras partes de la costa norte y
central (Paiján y Huarmey por ejemplo), con una antigüedad aproximada de 8000 a
10000 ańos a.C. y con costumbres similares. En consecuencia se puede apreciar que los
habitantes de Tres Ventanas y las aldeas tempranas del valle de Chillón como Lomas
Negras y Las Ánimas, tuvieron una lenta pero significativa etapa pre­agrícola, donde la
vida era relativamente sedentaria pero con movimientos cíclicos altitudinales que
reflejaron desde ya una forma de adaptación al medio ambiente con respecto a su clima y
suelo. Son las características propias de este suelo y clima de la costa y sierra central, las
que obligaron a sus habitantes, desde los horizontes pre­agrícola hacer rotaciones cíclicas
altitudinales, haciendo mayor uso de los bienes que la naturaleza les brindó. Esta
experiencia fue utilizada con importancia vital en diferentes épocas durante todo el
período del Antiguo Perú (Inca y pre­inca).
La abundante caza superior que se supone existía todavía a fines del Pleistoceno,
así. como otros animales como los camélidos, aves y peces de la costa, se convirtieron en
el alimento de los pobladores, que completaban su alimentación con frutos y raíces. En
el Holoceno el hombre mejoró sus condiciones de vida perfeccionando sus herramientas,
utilizando el fuego, mejorando su vestimenta (pieles), y realizando migraciones.
Hacían migraciones temporales en busca de recursos renovables. Al respecto,

manifiesta Villar Córdova:


"(...)  se  supone  que  los primeros  pobladores  de  Lima  pasarían 
por  un  período  de  "cultura  primitiva",  pero  no  como  un 

17
círculo  natural  cerrado  sino  como  un  grupo  de  círculos  de 
culturas  cuyas  sub­divisiones  se  pueden  de  alguna  manera 
reconocer".

Con respecto a la procedencia, el autor desde ya vislumbra la imposibilidad de


precisar si el área de cultura primitiva inicial se ubicaba en la costa, originada por grupos
humanos de procedencia extranjera o bien en los Andes por grupos de origen
probablemente amazónico. Han pasado más de 60 ańos y se sigue buscando un origen
extranjero de nuestras tribus originarias; pudiendo ser posible que en estas tierras
apropiadas y aptas para el desarrollo de cualquier cultura, se encuentre nuestro origen
autóctono.

1.1 DIFERENTES CRONOLOGÍAS

Las cronologías varían según los autores. En ese sentido trataremos de resumir las
siguientes propuestas para el estudio de la costa central del Antiguo Perú.
A partir de comienzos del siglo XX, ya se podían dar los primeros esbozos de
una secuencia cronológica de la cultura peruana, gracias a los significativos
descí '­rirrúeníos de Max Uhle en la costa central, quien ubicó poblaciones pre­alfart üs,    r

así como también de J. C. Tello que aportó el concepto Chavín como el primer estadio
alfarero, y de otros estudiosos que los antecedieron, como Markhan, Means y Wiese.
Aunque fue Alfred Kroeber quien en 1925, dio la primera cronología científica para los
Andes (Ravines 1970). Entre las principales cronologías podemos mencionar:

A) Juan José Delgado, estudioso que asegura que Max Uhle parte de la base de que la
7

migración vino de los Mayas, Centro América, y tiene el siguiente ordenamiento

cronológico resumido:

­ Primera época
La de los pescadores primitivos del litoral:
­ Chicama (departamento de La Libertad)
­ Supe (departamento de Lima)

6
Villar, 1935:79.
'Delgado, 1937:125­126.

18
­ Ancón (departamento de Lima)
­ Pachacámac (departamento de Lima)
­ Arica (departamento de Tacna)

­ Segunda época
La de los denominados protoides

­ Proto­Chimú
­ Proto­Lima
­ Proto­Nasca
­ Chavín

­ Tercera época
La de Tiawanako y sus derivados o "epigonales".
Estas formas "epigonales" se encuentran en la cerámica de casi todo el litoral y los
Andes del Perú.

­ Cuarta época
La de las locales del litoral.
­ Chimú (departamentos de Piura, Lambayeque, La Libertad y Ancash)
­ Chancay (departamento de Lima)
­ lea o Chincha (departamento de lea)
­ Atacamina (departamento de Antofagasta­Chile)

­ Quinta época
Incaica.
Cuyos restos arqueológicos se hallan esparcidos en una enorme extensión
geográfica que sobrepasa a la del actual Perú.

Otro cuadro cronológico distinto es el aporte significativo de J. C. Tello en la


sistematización de la cronología del Antiguo Perú partiendo de la inmigración de los
primitivos "Arawak" que vinieron del oriente por la floresta. Esta propuesta esta
integrada por tres cuadros de desarrollo.

19
B) Delgado, propuso durante 1921 y 1939, tres . cronologías distintas y
complementarias. 8
La primera cronología la dio en 1921 y se divide de la siguiente
manera:

­ Cuarta época: Era Contemporánea 1530­1821 d.C.


­ Tercera época: Eralncana 1150­1530 d.C.
­ Segunda época: Era pre­incana 800­1150 d.C.
­ Primera época: Era arcaica 200­800 d.C.
Era primordial 200 d.C.

La segunda cronología propuesta por Delgado se divide en tres grandes épocas:

­ Primera época
Megalítica o Arcaica Andina: Que se subdivide en dos períodos:

­ Primero

De las arcaicas culturas del Callejón de Huaylas (Ancash), de Wari


(Ayacucho), de Pukalá (Puno) y el primer período de Tiahuanaco
(Bolivia).

­ Segundo
Chavín (Ancash), Chongoyape (Lambayeque), Parakas (lea) y cierto tipo
de los basurales de Supe y Ancón. La duración de esta época se calcula
en diez siglos cuyo comienzo se remonta a 555 ańos a.C.

­ Segunda época
Del desarrollo y diferenciación de las culturas del Litoral. Comprende el
segundo período de la cultura Andina del Norte, Centro y Sur y Tiahuanaco y las
culturas derivadas de las primeras: Muchik (en el norte) y Naska (en el Centro),
e incluyendo. Tallan derivada de la Muchik. La duración de esta época es de
ocho siglos.

ídem, 1936:126.

20
­ Tercera época

De las confederaciones de tribus que culmina con la federación Incaika o


Tawantinsuyo y comprende las confederaciones: Chimú, Kuis­Manco, Chincha,
Conchuko, Wanka, Rucana, Chanka, Keswa, Kolla, Kollawa e Inca. Esta época
dura tres siglos y medio y termina en 1533.

En 1939 dio su tercera cronología sobre la base de la división del territorio


andino, en norte, centro y sur; y con tres regiones geográficas que son: Litoral, Andes
Occidentales y Andes Orientales, determinando un tramo principal en cada una de estas
áreas. Sobre la base de esta división del territorio hace la siguiente esquematización:

­ Norte
Cultura Inca, Recuay, San Agustín, Chavín y Kotosh.
Primera edad (1000 a.C.­O) Chavín.
Segunda edad (0­800 d.C.) Huailas I, Marańón II.
Tercera edad (800­1324 d.C.) Ecuatorial, Esmeraldas, Manabe, Chimú,

Muchik, Huailas II, Marańón II.O


Cuarta edad (1321­1532 d.C.) Naciones de Chinchaysuyo, Chimú,
Tallan, Huailas­yunga.

­ Centro
Cultura Incas y Paracas.
Primera edad (1000 a.C.­O) Pre­Paracas y pre­Cuzco,
Segunda edad (0­800 d.C.) Paracas, Cuzco, Wanka I, Chanka I.
Tercera edad (800­1321 d.C.) Nazca, Chanka II, Nasca II, Pachacámac

y Chukurpo.
Cuarta edad (1321­1532 d.C.) Naciones del Kontisuyo, Chincha y
Rukana.

­ Sur
Culturas Inca y Tiahuanaco.
Primera edad (800 a.C. ­0) Pukaro.
Segunda edad (0­800 d.C.) Pukina y Tíahuanako.
Tercera edad (800­1321 d.C.) Pukina­Atacama y Kollawa.

21
Cuarta edad (1321­1532 d.C.) Naciones del Kollasuyo y Diaguevita­
chileno.

C) Alfred Kroeber, quien propone tres periodos cronológicos, a saber:


9

­ Período Primitivo

Diversas culturas locales, 4 grandes estilos culturales:


a) Nazca
b) Paracas
c) Muchick
d) Chavín

­ Período Medio
Asociado con el Tiahuanaco.

Todo lo anterior al período medio vendría a ser para Kroeber pre­Tiahuanaco y


todo lo que viene después de Tiahuanaco y alejado de su influencia se llamaría
período posterior.

­ Período Posterior
a) lea
b) Chincha
c) Chancay en la costa central
d) Chimú posterior
e) Inca, que fue implantado desde Quito hasta Argentina

D) Juan H. Rowe. El criterio de horizontes dado por este peruanista se aplica para todo

el ámbito andino y es tomado como base cronológica por casi todos los investigadores. 10

1) Pre­cerámico 1700 a.C.


2) Cerámica Inicial 1700 1200 a.C.
3) Horizonte Temprano 1200 200 a.C.
4) Intermedio Temprano 200 a.C 600 d.C.
5) Horizonte Medio 600 a.C. 1000 d.C.

'Kroeber, 1939.
10
Lumbreras, 1981:19.

22
6) Intermedio Tardío 1000 a.C, ­ 1476 d.C.
7) Horizonte Tardío 1476 a.C. ­ 1535 d.C.

E) Gordon Willey. Con respecto a este tema tan controvertido, sobre el origen de las

culturas americanas, también considera que la migración vino por el estrecho de Behring

y cuyos estudios refieren la siguiente periodificación.' 1

I. 40000­20000 a.C. momento de migraciones y desplazamientos.


II. 20000­15000 a.C. distinguida por cuchillos bifaciales y puntas lanceoladas.
III. 15000­8000 a.C. que abarca a las tradiciones de grandes cazadores y
antiguos Cordilleranos.
IV. 8000­5000 a.C. que ocupa a las tradiciones de desierto y arcaico.
V. 5000­2000 a.C. coincide con la desaparición de las tradiciones del período III.
VI. 2000 a.C. a 1500 d.C. definida por la agricultura de aldeas.
VII. 1500 al presente, período histórico.

Finalmente estos siete períodos cronológicos son ajustados a cinco estadios


culturales complementarios:
I . Estadio Lítico Inferior
o

2 . Estadio Lítico Superior


o

3 . Estadio Proto­Arcaico
o

4 . Estadio Arcaico Clásico


o

5 . Estadio Agrícola
o

Ańos más tarde G. Willey modificó este cuadro cronológico para luego seguir el

esquema de Rowe.

F) Phillip A. Means. Propone un cálculo de los períodos costeńos. 12

Período Primitivo de la costa a.C. a 600 d.C.


Período Tiahuanaco de la costa 600 a 900 d.C.

Período Medio de la costa 900 a 1100 d.C.


Período Posterior de la costa 1100 a 1400 d.C.

11
Camón, 1955­66:257.
,2
Reunouf, 1940:257.

23
Período Inca de la costa 1400 a 1532 d.C.

G) Pedro Villar Córdova. Por su parte este estudioso de la arqueología limeńa, propone
el siguiente cuadro cronológico:

Culturas Sierra Costa Fecha

Cultura Primitiva Cultura Kauki Pescadores arcaicos de Primeros siglos de la era


Ancón cristiana

Cultura Cultura de los Yauyos. Cultura pre­Lima De 500 a 1000 d.C.


Pre­Tiahuanaco Cultura de Atavillos
vinculados con Chavín

Cultura Irradiación de la cultura Cultura Chancay De 1000 a 1400 d.C.


Tiahuanaco y andina de los Collas a la
subsiguiente Costa
Epigonal
Cultura Inca Sumisión de los reyes Sumisión de los reyes De 1400 a 1430 d.C.
andinos a los Incas costeńos a los Incas

Organización de los Edificios notables De 1430 hasta 1535 d.C.


Tampus incaicos en las incaicos. Palacio de
quebradas J ;düiaü
Templo del Sol en
Pachacámac. Gobierno
de autoridades incaicas

H) Luis Lumbreras usó inicialmente el criterio de horizonte aplicado por John Rowe,

dando las siguientes periodificaciones:

1. Lítico o precerámico preagrícola. Puede dividirse en tres fases:


Primera. Confusa del pleistoceno.
Segunda. Temprana en el holoceno 8000­6000 a.C.

Tercera. Tardía 6000 a.C; durante esta última etapa se produjo el descubrimiento
de la agricultura.

13
Lumbreras, 1981:71.

24
2. Arcaica o precerámico con agricultura. Tiene varias fases con dos subdivisiones
mayores:

­ Arcaico pre­algodón (5000­2500 a.C.)

­ Arcaico con algodón (2500­1800 a . C ) .

3. Formativa. Identificada por la aparición de la cerámica tiene dos fases muy


diferentes; una de carácter aldeano (Formativa Inferior) y la otra de carácter
urbano incipiente (Formativo Medio Superior) que se desarrollan sucesivamente
entre 1800­1200 a.C. y 1300­500 a.C.

4. Desarrollos Regionales Tempranos. Corresponde a una etapa de pleno


desarrollo urbano, de gran dominio del hombre sobre su medio. Dura de 500
a.C. a 700 d.C. con varias subfases al interior de cada desarrollo.

5. Imperio Wari (500­1000 d.C). Se cambió el carácter de la periodificación,


pues se ingresa en la época de la definición histórica.derivada de la lucha por el
poder político entre los seńores de las ciudades.

6. Estados regionales tardíos (1000­1450 d.C). Se trata de estados de diversos


tamańos e importancia, los cuales se organizan después de la caída del Imperio
Wari.

7. Imperio del Tahuantinsuyo (1430­1532 d . C ) . Es la llamada época de los Incas.

El mismo autor esquematiza de la siguiente forma lo arriba descrito en su muy

difundido libro Los  orígenes  de  la  Civilización  en  el  Perú} 4 

lA
Idem:l6. 

25
Ańos Períodos Costa central

1500 Imperio Inca


Sociedades
Estados Inka
Estados Chancay
1000 Urbanas Militares Regionales
Imperio Pachacámac
500 Despóticas Wari
Lima
Reinos y Desarrollos
Seńoríos Regionales Ancón
Teocráticos Paraíso
d.C.
a.C.
Agricultura Forma tivo
1000 Encanto,
Aldeana Chilca
Arcaico
5000
Canario
Recolectores Arenal
Lítico Chivatero
10000 Caladores Oquendo

20000

I) Lanning y Patterson. En 1967 usando fechados radiocarbónicos, estructuraron un

nuevo esquema de cronología relativa, como un modo de organizar las industrias y

culturas pre­alfareras de los Andes Centrales . Estos períodos son:


15

Período VI a.C. 2500­­1800/1500


Período V a.C. 400­­2500
Período IV a.C. 6000­4200
Período III a.C. 8000­­6000

Período II a.C. 9500­­8000


Período I a.C. ? ­9500

i5
Ravines, 1970:24.

26
De todas estos planteamientos cronológicos y luego de una análisis detallado nos
inclinamos por la de Períodos panandinos o de Horizontes dada por Rowe y Lumbreras,
que tienen como bases socio­culturales las culturas Chavín, Wari e Inca, cuyas
influencias invadieron la costa y sierra central del Perú.

27
Capítulo II

DESCRIPCIÓN DEL ESPACIO FÍSICO

En vista que nuestra área de estudio abarca diferentes pisos ecológicos ubicados dentro
de la región de Lima; lo primero que abordaremos serán las condiciones geo­climáticas y
los recursos naturales existentes en esta zona durante esa época, que fueron utilizados
por los primeros grupos humanos migrantes.

Ubicación geográfica de la región de Lima


2.1 CLIMA

El clima jugó un papel decisivo en el desarrollo y evolución de los primeros pobladores


peruanos. Éste se caracterizó por ser variable a corta distancia, dando lugar a una
riqueza climática que permitió que los pobladores en el caso específico de la costa
desarrollaran la agricultura hace aproximadamente 5000 ańos a . C , primeramente bajo
una escala intensidad que dio lugar a una gran variedad de plantas y posteriormente y de
acuerdo a las experiencias en forma extensiva.
No podemos dejar de mencionar a la corriente de Humboldt como agente
modificador del clima de la costa peruana en casi toda su extensión. Nuestros
antepasados conocieron a cabalidad las bondades de nuestro clima y supieron sacar el
mejor provecho de éste; así pues, para cada región se desarrollaron cultivos apropiados y
organizaciones adecuadas para un mejor control, como la verticalidad ecológica de la
cual nos habla J. Murra (1975). Cuando hablamos de clima, básicamente nos referimos a
los pisos ecológicos como la chala o costa, yunga, quechua y puna, de las que a su vez se
derivan muchas otras zonas intermedias. Al respecto Javier Pulgar Vidal manifiesta:
"A  la  luz  de  la  ciencia  geográfica  actual,  hemos  logrado 
reconstruir  un  aspecto  de  la  ciencia  geográfica  tradicional 
indígena  ".16 

No debemos pensar que las condiciones ambientales y climáticas de aquella


época, hace miles de ańos eran las mismas a las condiciones ambientales existentes en la
actualidad.

2.1.1 La zona del Litoral o Chala


La zona estudiada comprende parte de la costa central y una pequeńa parte en la costa sur
que estaría ubicada a partir del río Mala, hacia el sur. Según Agurto, la costa de Lima:
"(...)  representa  una  cuarta  parte  de  la  longitud  de  la  misma  y 
se  ubica  en  la  región  Chala,  siendo,  por  lo  tanto,  su  altitud 
máxima  de  500  msnm  ", X1 

Esta parte de la costa está cortada transversalmente por el curso de once ríos, los
mismos que forman igual número de valles, siendo los más importantes los del Chillón,

16
Pulgar, 1963:27.
17
Agurto, 1984:25.

30
Rímac y Lurín. El clima de esta región fue mucho más frío que en la actualidad y la
humedad más acentuada. Recordemos que hace 1200 a.C. la tierra estaba todavía muy
fría, como consecuencia de la última glaciación y las lomas eran una gran fuente de
recursos por la abundante vegetación, debido al alto grado de humedad existente en
aquella época.

Varios milenios atrás, en la zona del litoral se desarrollaron muchas culturas que
aprovechando los recursos marinos, sobre todo los crustáceos, moluscos y babosas,
lograron un cierto grado de desarrollo y organización. Con respecto a las babosas F.
Engel manifiesta lo siguiente:
"(...)  en  algunos  poblados  de  recolectores  costeńos  no  se 
encuentran  moluscos  ni  alimentos  marinos  (...).  Las  proteínas 
fueron  obtenidas  por  babosas  (Lond  Shails).  Hemos 
encontrado  basurales  llenos  de  babosas,  de  aquella  especie 
que  vive  en  las  plantas  de  los  oasis  de  neblina  y  están  dentro 
del  orden  de  8000  a  9000  ańos...  ".
l8 

2.1.2 La región Yunga o Yunca


El padre Villar Córdova denomina a esta zona Yunca como la región subtropical de la
costa, en cuyos valles por la acción del calor, la abundancia de las aguas y la fertilidad
19

de la tierra, se produjo una gran variedad de plantas; lo que dio lugar a pugnas
frecuentes entre los diferentes pueblos con el objetivo de apoderarse de estos recursos.
Fue en esta región donde se dieron los primeros frutos de la coca, maní y otras plantas.
Es zona de huaycos y derrumbes, ubicada entre 500 a 2 500 msnm. Sus características
son: clima cálido, templado, poca humedad y abundantes avenidas o caídas de lodo y
piedras, que comúnmente se les denomina huayco en zonas yungas, iguanaco en Cańete
y lloclla en algunas partes de sierra. Antes de los 4000 a.C. el hombre ya dominaba esta
zona explotando sus recursos silvestres.

2.1.3 La región Quechua


Ubicada a partir de los 2 500 a 3 500 msnm, es reconocida por los antiguos peruanos por
sus bondades para el desarrollo de la agricultura. Es probable que en esta región se diera
la domesticación de la papa, tubérculo que se ha convertido en uno de los principales
alimentos básicos de la humanidad.

18
Engel, 1984:7­10.
19
Villar, 1935:34.

31
Las características del clima de esta región son: lluvias regulares y atmósfera
templada con escasa humedad. El clima es más saludable.

2.1.4 La región Suni, Puna y la Jalea


Son regiones árticas de frío intenso, escasa precipitación y humedad casi inexistente.
Fueron utilizadas como invernaderos o frigoríficos, para conservar los alimentos
obtenidos en las regiones mencionadas líneas arriba. Se encuentra a partir de los 3 500
msnm. Su atmósfera se torna más fría y seca, según su altitud sobre el nivel del mar.
Esta variedad de climas y pisos ecológicos, es el origen de la existencia de una
gran cantidad de ecosistemas, que permitió que los antiguos peruanos puedan desarrollar
la domesticación de muchas plantas y animales, para más adelante contribuir con estos
adelantos a la evolución y engrandecimiento de las sociedades andinas que se
extendieron a lo largo del continente americano. Al respecto Villar Córdova asegura
que:

"La  extraordinaria  diferencia  de  alturas  en  esta  extensión  del 


departamento  de  Lima  hace  que  se  produzca  las  más  variadas 
producciones  en  todos  los  climas.  En  el  desarrollo  de  las 
primitivas  culturas  de  la  región  ninguna  circunstancia  habría 
tenido  tanta  influencia  como  el factor  clima  ".
20 

2.2 RECURSOS NATURALES

Es evidente que los recursos naturales fueron ingentes desde épocas remotas después de
la extinción de los animales de enormes dimensiones, ya que en la época de la existencia
de éstos, los recursos naturales estaban muy lejos de satisfacer las necesidades de los
pobladores primitivos.

2.2.1 Los valles


Fue un recurso natural básico para la subsistencia de los primeros grupos humanos. Los
valles son extensiones territoriales bańadas por un río, por tanto son fuentes
agropecuarias donde se dieron las condiciones ambientales óptimas para la
domesticación de muchas plantas, sobre todo en las zonas intermedias de las regiones

20
Villar, 1935:34.

32
quechua, yunga y chaupiyunga (contigua a la costa). Los productos más conocidos de la
media baja fueron el maíz, frijol, coca, maní, juncos, cańa brava, grama, lúcuma,
guayaba y otras frutas silvestres.

Cuando hablamos de valles no podemos dejar de vincularlos con los ríos, ya que
éstos los originan y marca su extensión de acuerdo al recorrido de sus aguas. La
importancia que los antiguos pobladores dieron al agua de los ríos y puquiales se
manifestó en la necesidad de crear canales de irrigación, estanques y reservónos, con el
fin de utilizarlo adecuadamente y garantizarle abundante producción agraria. La
cantidad de restos de canales de riego y jagüeyes o chacras hundidas, nos dan evidencias
del alto desarrollo de sus sistemas hidráulicos, creados con el fin de conservar y ampliar
sus dominios en los valles. La costa central de la región de Lima tiene 10 valles
importantes como son: de norte a sur:

­ Pativilca ­ Huaura ­ Chancay ­ Chillón ­ Rímac


­ Lurín ­ Mala ­ Ornas ­ Cańete ­ Asia

A la llegada de los espańoles era el Rímac un valle amplio y de abundantes


zonas de cultivos donde se cosechaba todo el ańo una gran variedad de productos
propios de la región.

2.2.2 El mar
Los recursos naturales más importantes desde los primeros ańos de poblamiento han
sido: el mar, los ríos, lagos y lagunas, debido a la abundancia de recursos durante casi
todos los días del ańo. Estas fuentes de alimentación, conjuntamente con la caza de
animales y la recolección de raíces y plantas, fueron los sustentos básicos de los
primeros pobladores de la región. Al respecto refiere Lanning:
"Esta  rica  vida  marina,  ha  sido  explotada  sistemáticamente 
por  el  hombre  por  lo  menos  durante  6  000  ańos.  Había 
pueblos  de  pescadores  en  la  costa  sur  central  del  Perú 
alrededor  de  los  3600  a.C.  ".
2l 

Los estudios de Moseley vislumbran que el primer motivo o causa que


contribuyó a la sedentarización, fue el mar por ser un centro importante de recursos
variables y renovables. Pero a su vez, es probable que esa estabilización o
sedentarización de población en el litoral, posibilitó la búsqueda de otros territorios

21
Ravines, 1970.

33
aledańos en busca de nuevos recursos. En este escudrińamiento fueron las lomas y las
zonas yungas y quechuas las áreas mejor dominadas. En este desplazamiento
poblacional, los grupos de las zonas altas también se desplazaron en forma inversa hacia
el litoral, en busca de recursos marítimos y flora y fauna de la zona con la que
complementó su dieta alimenticia. Debido a los cambios ambientales, estos
movimientos cíclicos altitudinales se dieron con una mayor frecuencia.

Los hallazgos encontrados en Chilca, Chillón, Supe, Ancón, Chancay, etc. dan
evidencias de que el hombre de la costa después de los 9000 a.C. ya tenía conocimientos
de la importancia de los recursos del mar y los combinaba con la caza de animales y
recolección de plantas silvestres. Los malacólogos y estudiosos del tema reconocen la
importancia del uso del mar en la evolución de las culturas. Ésta se evidencia por las
capas de basurales o Concheras, nombre dado por Villar Córdova, o Conchales como
refiere Lanning, observadas en Supe y Ancón.
En la costa el mar fue fundamental para la pesca sobre todo para la recolección
de crustáceos, moluscos y algas. En Ancón, Pachacámac, Chilca, Supe, Asia, Lurín,
Pucusana y en casi todos los poblados del litoral se ha encontrado cantidad de basurales
o conchales con restos de estos alimentos. Parece que el uso del anzuelo fue primero
que el de las redes; pero para esto fue necesario que pasaran muchos milenios del uso de
la piedra, madera y hueso labrado. En aquella época, nos estamos refiriendo a la época
pre­cerámica, se guarnecían en chozas al aire Ubre y se cubrían con pieles de animales.
Estos pobladores antiguos también cazaban mamíferos de mar, como focas, lobos de
mar, ya que se han encontrado restos de éstos en los estratos pre­cerámicos de Ancón a
modo de pachamancas; es decir, hornos clavados en tierra y recubiertos de piedra. Otro
animal marino que aprovecharon fue la ballena, cuando éstas eran varadas por el mar.
Al menos así lo menciona Rostworowskí en sus investigaciones, al igual que la captura
22

de los gastos marinos, nombre que se le asignó para denominar a las actuales nutrias,
espécimen que ha sido estudiado exhaustivamente por Cokes. 23

Hay que observar que el mar peruano tenía y tiene sus particularidades con
respecto a otros mares, como son: la Corriente de Humboldt y el fenómeno de  El  Nińo, 
que hacen que este mar tenga una temperatura adecuada para la proliferación de

Rostworowskí, 1981:113­114
Valcárcel, 1932:56.

34
abundantes y variadas especies marinas y que en los tiempos arcaicos debió haber sido
mucho mayor que en la actualidad.

Otro recurso natural muy próximo al mar y que fueron aprovechados por los
primeros pobladores de esta zona, fueron las aves guaneras. Esto es confirmado por los
restos encontrados en las excavaciones hechas por Moseley en Ventanilla. Estos restos
demuestran el gran consumo de estas aves por los primitivos; incluso hace referencia de
un potaje muy cotizado llamado Lagua. 24

2.2.3 Las lomas


Este recurso ya fue mencionado líneas arriba por su gran importancia en la obtención de
productos alimenticios. Estas zonas ecológicas, durante los crudos inviernos, estaban
cubiertas de verdor compuesta por flora y fauna silvestre, que fueron aprovechados tanto
por el antiguos pobladores como por los propios animales.
Al respecto Patterson y Lanning (1964) refieren: que los campamentos de las
lomas experimentaron ocupaciones anuales a lo largo de todo el período Post­
Ecuatoriano, hasta la aparición del algodón cultivado, hacia el final del tercer milenio
a.C. Durante ese lapso la costa se fue secando progresivamente y la vegetación se retiró
en forma gradual. Sobre este tema, refiere la etnohistoriadora M. Rostworowski, lo
siguiente:
"Inicialmente  son  los  trabajos  de  Junius  Bird  (1947),  Wendell 
C.  Bennett  (1951),  Louis  M.  Stumer  (1956)  los  que  indicaron  la 
importancia  de  las  lomas  como  recurso  estacional  y  su 
carácter  de punto  de  transición  entre  costa  y  sierra  ",
2S 

Por las investigaciones arqueológicas, se ha podido comprobar la importancia de


las lomas. Estas son colinas o laderas de los cerros, que están ubicadas en el litoral o
entre la costa y la sierra, que asimilan la humedad del medio ambiente, convirtiendo
estos lugares en zonas de abundantes recursos zoomorfos y biomorfos, y que sirvieron
de sustento, sobre todo en épocas de invierno, a la gran variedad de animales como por
ejemplo: perdices, picaflores, gorriones, jilgueros, gallinazos, palomas, patos, zorros,
venados, mucas, culebras, sapos, lagartijas, pumas, vizcachas, caracoles, auquénidos
como el guanaco, etc.

24
Rostworowski, 1981.
25
Afem:29.

35
Flora de lomas costeńas

Las lomas forman un micro clima producido por la neblina y humedad del
invierno costeńo, que contribuyeron en gran medida al mejoramiento de la vida de los
antiguos pobladores. Estos espacios fueron utilizados como último recurso de

subsistencia en caso de sequías e inundaciones que provocaban crisis alimentaria.


Según Rostworowski, las lomas han jugado un papel especial durante tres épocas
diferentes en el Antiguo Perú, a saber:
"a)  el  estado  preagrícola  cuando  el  modo  de  subsistencia  se 
basaba  en  la  recolección  de  caracoles  de  las  lomas, 
complementado  con  la  caza;  b)  la  época  de  agricultura 
arcaica;  c)  las  épocas  tardías,  cuando  se  practicaba  una 
agricultura  intensiva  y  extensiva"}6 

Engel, 1973:279 en Rostworowski, 1981:39.

36
Las lomas más representativas y ricas son: las de Pachacámac, las de Lachay
que se encuentran ubicadas entre Huaura y Chancay, las estudiadas por Engel como son

las de Iguańil, las Haldas y Chucas, Mala o de Caringa, Negras (Chillón), Pucusana,
Hoya Baja (Chilca). Estas cuatro últimas estudiadas por CIZA con el nombre de Oasis

de Neblina. 27
Sobre este tema refiere Patterson y Lanníng:

"(...)  entre  5350  y  4650  a.C.  corresponde  al período  medio  de 


la  ocupación  de  las  lomas,  hecho  que  sugiere  fueron  habitadas 
anualmente  hasta  la  aparición  del  algodón  hacia  el  tercer 
milenio  ",28 

2.2.4 Las salinas


Otro recurso natural muy aprovechado por nuestros antepasados son las salinas. La sal
jugó un papel importante en la conservación del pescado. Para procesar este alimento
primeramente salaban el pescado, para luego ponerlo a secar y así lograr una
deshidratación que permitía su conservación y posterior intercambio (trueque) en
lugares lejanos. Las Salinas se encuentran a lo largo de todo el litoral.

2.2.5 Agricultura
Anteriormente a cualquier desarrollo agrícola, los primeros pobladores eran
eminentemente cazadores y recolectores. Antes de los 7000 ó 6000 ańos a . C , en
cualquier región o lugar que se encontrase, el hombre era nómada. A este período se le
puede clasificar como pre­agrícola.

27
CIZA, 1884:7­9. En la actualidad se tienen conocimiento del redescubrimiento de las lomas de
Zapallal, Carabayllo y Collique, todas ellas en el valle del río Chillón.
28
Patterson y Lanning, 1964:114.

37
Recolección: principal actividad económica

Conforme aumentaba la población, aumentaban también sus necesidades y entre


estas estaba la de sedentarización, en vi?ta que no era lo mismo trasladar a diez que a
cien familias; y así se vieron también en la necesidad de construir mejores albergues,
para una mayor cantidad de personas o miembros de una tribu. Estos albergues a su vez
crearon también nuevas actividades de trabajo alrededor de ellos, como fueron la
recolección de frutos y raíces de los alrededores y la artesanía.

La sedentarización conllevó obviamente a la observación del medio ambiente,


de las plantas y el reconocimiento de su ciclo vital, que más tarde dio lugar a la
domesticación de las plantas. Se cree que fue importante la participación de la mujer en
la evolución de la agricultura. Probablemente fue ella la que observó el desarrollo de las
plantas, que derivó hacia la domesticación de éstas, al igual que de los animales. Las
variadas condiciones climáticas, estrechamente vinculadas desde el litoral hasta la selva,
contribuyeron a la formación de los incipientes ciclos ecológicos altitudinales (J. Murra,
1975), al desarrollo de la agricultura y domesticación de animales. Este desarrollo casi
al unísono y asociado a la utilización de recursos marinos y lacustres, contribuyó al
desarrollo de las primeras y sólidas culturas del Antiguo Perú.

38
Según ClZA, la agricultura incipiente empezó hace aproximadamente 6000 ańos.
Los pobladores comían frijoles, camotes, mandiocas, yucas y probablemente otros
tubérculos, así como también usaban el algodón. 29

Durante los períodos pre­agrícola y de agricultura incipiente, el hombre gastaba


la mayor parte de su energía en la "creación o invención" de la agricultura, dejando de
lado actividades estrictamente guerreras, salvo amenaza flagrante de alguna tribu rival,
aunque es probable que no hubiese motivos para las guerras, en esos momentos tan
decisivos y vitales para la continuación de la existencia. Así pues, los restos encontrados
en las épocas pre­agrícolas y de agricultura incipiente, son mayormente herramientas y
no armas para guerrear, lo que demuestra que esta época fue pacífica, aspecto
importante para el desarrollo de la humanidad.

Es para los 8000 a 4000 ańos a.C. que se intensificó la adaptación a los
diferentes pisos ecológicos, como son la zona yunga, quechua, puna y también el litoral
con sus lomas. Esta adaptación al medio ambiente contribuyó a afianzar la sedentarización
y con ello al descubrimiento de la agricultura que se dio entre 4000 a 2000 ańos a.C.
aproximadamente. Con este trajinar por los diferentes pisos ecológicos, se contribuyó a
la transformación y difusión de nuevos conocimientos agrícolas. Con el descubrimiento
de la agricultura se sintetizaron grandes proyectos para la zona, que se podrían expresar
en: reafirmación de la sedentarización, aumento de población que exigió un nuevo orden
productivo y por lo tanto "económico" y evolución en la construcción de viviendas y
centros ceremoniales. Esto último debido a que la sociedad empezó a estratificarse; es
decir, se inicio el desarrollo de un nuevo orden bajo el mando de jefes­sacerdotes y
subditos.

Posiblemente es en la región de la costa donde se habría dado la domesticación


del algodón y de la calabaza y es probable que también la del pallar y otros granos
comestibles, como los hallazgos por Junius Bird en Huaca Prieta que testifican esta
aseveración. Se cree también que estas plantas desde un comienzo aparecieron en estas
zonas en forma silvestre y fueron domesticadas por los primeros pescadores­recolectores,
que gozaron hace 8000 ó 9000 ańos a.C. de un medio ambiente mucho más frío que en
la actualidad, en donde incluso existía constantes lluvias y una fuerte humedad. Esta
proposición se reafirma debido a que los campos de la costa, a lo largo de todo el litoral,
es fértil a consecuencia de la presencia de restos orgánicos e inorgánicas que hacen de

2
' C I Z A , 1984:9­12

39
estas tierras las más adecuadas para cualquier producción agrícola, ello sin mencionar la
presencia el estiércol de las aves guaneras localizadas a lo largo de las islas del litoral.

Además, las investigaciones en la costa muestran los hallazgos más numerosos de restos
orgánicos, como el frijol, calabaza, pallar, maíz, papa, etc.
Es aquí, en los límites de la costa, donde se desarrolló la primera cultura
panandina, como fue la cultura Chavín. El proceso de cambio fue evolutivo y paulatino
durante todo el Antiguo Perú hasta la llegada de los conquistadores hispanos. Por lo
tanto en la costa, o muy próximo a ella, se dieron las condiciones para la domesticación
de algunas plantas y animales y con ello el origen y desarrollo de importantes culturas.
No olvidemos que los Incas asimilaron positivamente los adelantos y progresos de estas
culturas que fueron anteriores a ellos, cuyos centros se encontraba muy próximos a la

costa. 30
Sobre esta posición, refiere Lumbreras:

"Algunos  cultígenos  como  el  maíz  pudieron  tener  su  origen 


mesoamericano,  difundido  luego  hacia  los  Andes,  al  menos 
entre  el  cuarto  y  tercer  milenio  antes  de  nuestra  era".
il 

Al respecto cabe preguntarse, si su origen real se encontró en América Central


żno es probable que su difusión se diera a través del mar?, por lo tanto żno sería la costa
la que iniciaría su asimilación o difusión? A su vez, se duda mucho que el maíz tenga su
origen en Centroamérica, ya que las condiciones ideales para su domesticación se
encontraban también aquí en Sudamérica. Al respecto Bonavía (1991) refiere que hubo
dos centros de domesticación del maíz, uno en México y el otro en la costa central del
Perú.
Se tienen evidencias claras por los restos arqueológicos encontrados en el
periodo primitivo, que en la costa se desarrolló una agricultura incipiente debido a la
presencia del frijol, pallar, calabazas, algodón, papa, yuca, maní, cuyo desarrollo se
difundió y adaptación a otros ecosistemas.
Estos adelantos en la agricultura conllevaron a la evolución de la vida de los
primeros pobladores, permitiendo una mejor alimentación, vestimenta y vivienda. Así,
debido a la necesidad de establecerse cerca de sus cultivos impulso la creación de nuevas
aldeas y patrones de asentamiento, a su vez y de acuerdo a un mayor tiempo libre

10
Esta sintetización del conocimiento acumulado a lo largo de miles de ańos, es quizás el más
grande mérito de las cultural consideradas panandinas (Chavín, Wari e Incas).
31
Lumbreras, 1981:136.

40
producto de la seguridad de obtención de alimentos sin la necesidad de viajar grandes
distancias y de recolectar alimentos, desarrollo un tipo de arte conocido hoy como arte
rupestre. Todo esto finalmente conllevó a la adopción de una nueva organización
familiar.

Durante Lítica y Arcaica, los hombres se dedicaban exclusivamente a las labores


de búsqueda de alimentos (caza, pesca y recolección), mientras la mujer tenía otras
funciones como la de cuidar a los hijos y diversas actividades domésticas. Esta situación
fue variando paulatinamente donde la capacidad física del hombre para los trabajos
agrícolas y construcción de viviendas, fue ganando terreno en detrimento de las labores y
funciones matriarcales ejercidas por las mujeres durante milenios, siendo esta la base del
núcleo familiar, ya que en las convivencias guípales sólo era factible reconocer su origen
por la filiación materna.

También con el desarrollo de la agricultura devino la definición de sus dioses y


su ubicación dentro su primitiva cosmovisión de acuerdo a su importancia y utilidad.
Así, el dios sol le permitió el calor del día, la diosa luna la luz de la noche, la diosa tierra
la reproducción de los alimentos, el dios lluvia el agua necesaria para las labores
agrícolas, entre otros. Los acontecimientos y el desenvolvimiento de la sabia naturaleza
regían la vida de los hombres; en primer plano sus actividades productivas­existenciales,
por un lado, y en segundo plano sus actividades artísticas y/o espirituales. Se
desarrollaron los cultos religiosos en favor de la naturaleza, creando jerarquías religiosas,
que con el correr del tiempo formarían naciones con sus respectivos poderes religiosos,
sustentados por fuerzas militares y con una base social muy ancha compuesta por los
pueblos sojuzgados.

El algodón permitió el mejoramiento de sus vestimentas, siendo éstas mejor


elaboradas y decoradas. Después llegaron a perfeccionar técnicas de cultivo con
instrumentos que hicieron posible labrar grandes extensiones de tierras sin necesidad de
la tracción de animales. Se emplearon técnicas avanzadas que les permitieron volúmenes
altos de producción agrícola, que en la actualidad con los avances de la ciencia y casi
llegando al siglo XXI no se han podido lograr. Son notables los andenes y terrazas de
cultivo. Otra técnica importante fue la deshidratación de la papa, de la oca, de las carnes,
del uso del abono con los restos de otros animales y el uso de desinfectantes, como bien
lo ilustra Luis E. Valcárcel (1964). Más adelante se desarrollaron extensos sistemas de
irrigación. Al respecto Pablo Macera se refiere a sistemas de irrigación individual, en un

41
solo valle y sistemas de irrigación múltiple, en varios valles, lo cual permitió crear
multivalles que aún se encuentran en actividad.
E. Yacovleff (1934) por su parte nos da una relación minuciosa de los orígenes
de las diferentes plantas nativas encontradas a lo largo del territorio nacional. Así pues,
además de los productos agrícolas mencionados, podemos mencionar, la guaba, vainas,
lúcuma, pepino, palta, ají, guayaba, entre otros.

2.2.6 Animales
Existían muchos animales, como la llama, alpaca o pacocha, guanaco, vicuńa, vizcacha,
venado o taruca, puma, perro, puerco o zaino, cuy, pato, pavo y diversidad de aves, que
formaron el sustento alimenticios de los primeros pobladores. Es probable que la
domesticación de animales se diera en las zonas más altas de los Andes peruanos, tal
como lo refiere el padre Villar Córdova:
"La  domesticación  de  la  llama  y  de  la  alpaca,  practicada  con 
toda  probabilidad  por  las  tribus  Coyas  o Aymarás  "? 2 

Es probable que posteriormente esta domesticación fue adaptada en otras zonas


sobre todo en la región yunga y las lomas cercanas al litoral, considerando que el clima
era más húmedo y frío en aquellos tiempos. Esta proposición se confirma con los
diversos restos hallados en las excavaciones de Supe y Ancón. Al respecto, Sower
(1932) manifiesta que los centros de domesticación debían ser localizados en las áreas de
acentuada diversidad de plantas o animales, al igual que buenas y abundantes materias
primas con las que se podía realizar "experimentos". Éstas áreas podían estar en terrenos
bien diversificados y quizás con variedades de climas.
Por último, como consecuencia del desarrollo de la agricultura se dio el trueque o
intercambio entre pueblos o tribus. Esto a su vez acrecentó el afán de una posesión de
tierras, siendo este elemento al igual que el agua de los ríos y puquiales, un indicativo de
la riqueza e importancia de los pueblos, que permitió finalmente un aumento de sus
poblaciones.

32
Villar, 1935:83.

42
Capítulo III

EVOLUCIÓN GENERAL DEL HOMBRE


EN LA COSTA CENTRAL

3.1 PRIMEROS MOVIMIENTOS CULTURALES

Según Williams, "la sedentarización se inició probablemente hace 7000 ańos". 33

Generalmente este proceso va de la mano con el desarrollo de la agricultura, pero en la


costa central no ocurrió así. Es probable que la actividad extractiva de moluscos y otros
productos del mar; así como de las lomas contribuyeron a este proceso. Más bien se
cree que en la sierra, el desarrollo de la agricultura y la domesticación de animales
condicionaron la sedentarización.

Según Mosley 34
referido por Williams observa en sus trabajos sobre los

desarrollos tempranos en la costa central del Perú, que los sitios en el litoral del Rímac y
del Chillón, aparecían cada 10 kilómetro y sugiere que:

"(•••)  en  presencia  de  un  recurso  continuo  o  prácticamente 


continuo,  las  comunidades  aparecen  a  distancias 
aproximadamente  regulares,  respondiendo  a factores  sociales 
(...)  que pudieran  ser  adaptaciones  para  evitar  los  peligros  del 
abuso  sobre  los  recursos  del  habitat". 35 

Se cree que los primeros asentamientos albergaban a grupos de 30 a 50 personas

aproximadamente, lo que se podría llamar aldeas con templos, como lo manifiesta

Williams. 36
Se trata de una proliferación de arquitectura con carácter religioso, que

manifiestan claramente la participación de grupos numerosos en su construcción.

Siguiendo con la terminología de Lumbreras; al período Arcaico Medio le corresponden

los ańos 2500 a 1750 a . C , época en que se multiplicaron los asentamientos y se asimiló

33
Williams, 1980:374.
34
Moseley, 1975:51.
"Williams, 1980:376.
Idem:3&2. 
16
la influencia serrana y oriental. Ejemplos arquitectónicos son: Chuquitanta que está

fechada según los estudios de Monsley alrededor del ańo 2000 a.C. 37

3.1.1 Período Chavín o primer Horizonte


Floreció aproximadamente hace 3000 ańos. Fue el resumen de muchos siglos de
vivencias en el neolítico, culminando con el desarrollo y dominio de la agricultura, la
aparición del trabajo de alfarería y uso del algodón, así como la formación de aldeas
costeńas diferenciadas de los centros rurales, implicando con ello la evolución de
patrones urbanos, con arquitectura compleja de aspecto colosal o monumental. A partir
de Chavín, ya se puede hablar básicamente de un movimiento cultural que superó y
aglutinó a las demás culturas (Kotosh, Vicus, Paracas, etc.) y que se extendió en gran
parte de la costa norte, centro y sur hasta llegar a Arequipa y por la sierra hasta
Ayacucho.
Una expresión concluyente de esta gran cultura, es su alto desarrollo en el arte
de la construcción, cuyos edificios se encuentran ubicados estratégicamente en los
valles. Se trata de construcciones inconfundibles por el tallado de sus piedras y la
manera en que están dispuestas en forma de mosaicos. Estas construcciones no tienen
comparación y muestran que ya habían superado sus necesidades básicas y que contaban
con una organización sólida y estratificada.
También hay evidencias de desarrollo en la infraestructura agrícola, como son
las obras hidráulicas que les permitieron encausar los ríos, en función de ampliar el área
agrícola.
Otra actividad, tan vieja como los orígenes de la agricultura, es la alfarería, que
al igual que la arquitectura nos ayuda a realizar cálculos sobre el tiempo de la evolución,
apogeo y decadencia de la cultura Chavín. En la costa central, la influencia Chavín se
encuentra por ejemplo en los restos de Ancón, cuya cerámica es de fina pasta, color
negro, con gollete y de figuras que tipifican a la cerámica Chavín. Estas dos
actividades, alfarería y arquitectura, contribuyeron a una mejor calidad de vida como por
ejemplo: cocinar sus alimentos en vasijas de barro, mejor abrigo y ampliación de las
actividades laborales y creativas del hombre.

Así pues, se considera que en el primero y segundo milenio a . C , se produjo en


la costa norte y central, un hecho de trascendental importancia, que originó la formación

"Moseley, 1975:95­100.

44
de sociedades más organizadas y definidas hacia una homogeneización cultural de largo
alcance, y que se las determina como sociedades panandinas. A partir de aquí se podría
hablar del poder político de una clase social sobre otra, que se manifestó en sus famosos
centros ceremoniales, y en el desarrollo de sus expresiones artísticas, en la cerámica, los
tejidos y en la metalurgia. Además demuestran claramente culto a determinados dioses,
y división u organización social de trabajo; así como la existencia de poder o autoridad
comunal o tribal, con capacidad de convocar a grandes masas para trabajos colectivos.
Este poder podría devenir primeramente del poder religioso, es decir sacerdotal, de
brujos o hechiceros, cuya habilidad para entender las cosas que pasaban a su alrededor
era superior al resto de población; siendo por tanto la esencia religiosa de aquella época
de carácter telúrico­naturalista.

Es probable que el desarrollo agrícola se dio en este período, llegando a ser la


actividad productiva más importante; así lo demuestra la intensidad de esta actividad, la
variedad de plantas y la creación de sistemas de riego, como los canales o jagüeyes de
cultivo en chacras hundidas, que consiste en excavar la tierra hasta encontrar la
humedad necesaria para el cultivo; costumbre muy usada por la cultura Chavín. Entre
las plantas más utilizadas están el maíz, maní, fríjol, carrizo, cańa brava, totora, grama,
etc. También se han encontrado diecisiete especies de moluscos, y terrazas para secar
pescado. Se cree que esta actividad contribuyó al desarrollo del comercio, trueque o
intercambio con otras zonas, especialmente con la sierra.

La influencia más elocuente de esta cultura panandina hacia otras zonas, fue en
la construcción arquitectónica. Se trata de grandes centros ceremoniales o estructuras
públicas en forma de "U" cuya expresión máxima es Garagay, aunque su construcción
se dio probablemente:

"(...)  en  el  transcurso  de  la  última  parte  del  Período  Inicial  o  el 
comienzo  del  Horizonte  Temprano...  este  sitio  recuerda  en  su 
plan  y  estructura,  al  de  Chuquitanta  y  aún  más  al  de 
Chavín"™ 

La antigüedad de este edificio se estima entre 1500 a 800 ańos a.C. Se


encuentra ubicada en el distrito de San Martín de Porres. Este conjunto arquitectónico
es el mayor y más notable de todos en el valle del Rímac. Es una muestra cabal de gran

Rowe, 1962 en Ravines, 1970.

45
capacidad de organización y coordinación centralizada de la población en aquella época
y que evidencia la unificación panandina con claro culto mágico­religioso.

Se cree que la construcción de Garagay, pintada en colores vivos y brillantes es


la expresión más clara de Chavín en la región de Lima. Fue realizada con la ayuda de
ritos religiosos­festivos, donde pudieron haber participado todas las poblaciones de los
alrededores, demostrando con ello una tendencia a la polarización clasista de la
sociedad, cuyos componentes serían por un lado, los sacerdotes o hechiceros, que se
suponen eran "predestinados" por los dioses y dotados de conocimientos (ritos, dominio
del calendario agrícola mediante la observación de los astros, administración de bienes,
etc.), y por otro lado estaría el pueblo, cuya fuerza de trabajo empezaba a especializarse
sin desligarse por ello de la actividad agrícola de tanta importancia para aquella época.
Este nuevo grupo de poder político­religioso incentivó el desarrollo de una de
las actividades básicas de las sociedades del Antiguo Perú y que la cultura inca asimiló.
Nos referimos al almacenamiento y redistribución de la riqueza, contribuyendo a
consolidar el poder de la clase dirigente sacerdotal. Esta actividad era importantísima
para la manutención de la población cada vez más numerosa.
Volviendo a los centros ceremoniales, las características básicas de estos
recintos eran su forma en " U " y su orientación noreste, dirección por donde provienen
las aguas de los ríos Lurín, Rímac, Chillón y Chancay. Se sabe por los hallazgos
arqueológicos, que hace aproximadamente 3 000 ańos hubo varios cataclismos en
nuestro territorio como sismos, aluviones, lluvias torrenciales e inundaciones, que
arrasaron poblaciones y campos agrícolas, las mismas que se encuentran bajo gruesas
capas de ceniza y lodo. En Ancón se han encontrado cementerios con evidentes
vestigios de esta vieja cultura, constituyendo los restos más antiguos del lugar y que
comparados a otros restos encontrados en el norte y sur del litoral, nos ilustran sobre la
antigüedad de la cultura Chavín, la que se puede denominar como representativa o raíz
del árbol de la gran cultura peruana, y que más tarde sería la que daría las bases para el

desarrollo de las demás culturas tanto costeńas como serranas, hasta llegar a la época del
Tahuantinsuyo. Respecto a este estadio de desarrollo, Rebeca Carrión manifiesta que:
"Chavín  es pues  el  tronco,  la  cepa  del  árbol  de  la gran  familia 
peruana  que  había  de  evolucionar  en  edades  posteriores 
produciendo  grandes  centros  de  cultura  como  Paracas, 
Muchik,  Nazca,  Chanca  e  Incas  y  a  la  vez  se  presenta  como 
unidad  de  raza,  de  lengua  de  religión  y  de filosofía,  porque  se 
hallaban  unidos  por  los  mismos  vínculos  y  por  las  mismas 

46
aspiraciones  nacidas  de  comunes  sufrimientos  y  alegrías  en  la 
explotación  de  este  suelo  que  fue  generoso  y  magnánimo  con 
los  hombres  de  trabajo  de  ayer.  El  Imperio  de  los  Incas  cuya 
grandeza  alcanzaron  a  ver  los  primeros  europeos,  no fue  sino 
la  coronación,  la  fase  última  de  una  misma  civilización, 
desarrollada  en  el  lapso  de  más  de  4  000  ańos  y  engrandecida 
con  los  inventos  y  progresos  de  cientos  de  generaciones.  Su 
sabia  organización  social  y  política  cristaliza  los  ensayos  e 
intentos  hechos  en  cientos  de  ańos  de  experiencia  y  de 
esfuerzos  comunes". 29 

Para terminar este período, es importante agregar que la característica principal


de esta cultura fue el uso de la estrategia religiosa como forma de dominio, que se
manifiesta tanto en la construcción de sus templos y la elaboración de su cerámica. Se
cree que existieron sacrificios humanos, por encontrarse entierros de parejas y cadáveres
degollados o mutilados, aunque tal evidencia todavía no ha sido estudiada a
profundidad. Estas tumbas estaban adornadas con muńecos, mates burilados y otros
objetos, que según creencias de la época servían al difundo para desarrollar sus mismas
habilidades en otra vida.

3.1.2 Primera regionalización o Período Intermedio Temprano


El Período Formativo o Chavín finalizó aproximadamente en el 200 a.C, como
consecuencia de la decadencia de esta cultura. Se cree que fueron las catástrofes
geológicas las que dieron lugar a la casi total desaparición de las estructuras Chavín. Le
fue difícil a esta cultura recuperarse del todo. Esta situación conllevó a que en
diferentes lugares del Antiguo Perú surgieran nuevas agrupaciones locales o regionales
autónomas, en cuya base se encontraba la incipiente formación de ciudades o patrones
urbanísticos. Aunque no se saben exactamente los motivos de la caída de la cultura
Chavín, sí es evidente el surgimiento de nuevos pueblos con sus respectivos jefes,
capaces de organizarse individualmente y de ínterrelacionarse con otros pueblos,
igualmente independientes. Estos pueblos plasmaron su individualidad y su propia
personalidad en sus manifestaciones artísticas como la cerámica, textilería y demás
objetos producidos artesanalmente. Demostraron los adelantos tecnológicos alcanzados
hasta esa época en un intenso desarrollo agrícola, así como en la construcción de

Carrión, 1948­1955:172.
caminos y canales de irrigación. El carácter religioso, pero a su vez militar, se expresó
en sus centros ceremoniales que más adelante describiremos.
A lo largo del litoral peruano se formaron muchas culturas importantes que
sobrepasaron la influencia Chavín. Para la costa central, específicamente en la región
Lima, se desarrolló lo que denominamos Cultura Lima que abarcó los valles de Ancón,
Chillón, Rímac, Lurín. El padre Villar Córdova (1935), según un análisis etimológico
de los nombres de muchos pueblos del Antiguo Perú, demuestra la influencia aymará en
la formación de esta cultura, debido a la forma de sus entierros, donde los restos
humanos son encontrados mutilados, indicando con ello el uso de ritos y costumbres
sanguinarias. Sin embargo a pesar del origen turbulento y belicoso de los Lima,
lograron mantener un equilibrio social y político que se refleja en la construcción de
importantes centros ceremoniales como por ejemplo: Cerro Culebra en el valle del
Chillón en cuya estructura encerrada con tapias hechas de barro se han hallado figuras
zoomorfas. Asimismo tenemos Santa Rosa y Copacabana, que probablemente fue
construida después. En el valle del Rímac están los centros ceremoniales de Maranga,
Huaca Juliana, entre otros.
La característica fundamental en la arquitectura de esta época fue la ausencia de
la forma en " U " que predominaba con los Chavín. La nueva característica de
vuiibimc­cióiL fue el uso de plataformas, buscando la forma piramidal truncada. El hecho
de que hayan construido diversos centros ceremoniales, nos indica que eran muy
apegados a ciertas creencias mágico­religiosa relacionadas con un culto al mar, los
peces y animales voladores.
Recordemos que en el período anterior lo que predominaba eran sus centros
ceremoniales debido a su carácter agro­religiosa. Durante el desarrollo de la cultura
Lima, fueron las fortificaciones de carácter militar y urbanístico, los modelos básicos de
construcción en desmedro de los centros ceremoniales. Al respecto asegura Agurto
Calvo:
"(...)  las  viviendas  se  aglutinaban  y  encerraban  en  un  número 
de  15  más  o  menos,  dentro  de  un  recinto  cuadrangular  como 
defensa  para  la aldea  ".
40 

Las viviendas se encontraban en lo alto de los recintos para dominar desde ella
un avisoramiento oportuno del enemigo. Este período puede comprender desde 200 a.C.

40
Agurto, 1984:78­79.

48
al 500 ó 600 d.C. Debido a su carácter militar, la ciudad propiamente dicha no se
desarrolló como la concebimos en la actualidad, sino más bien como un centro de
operaciones militares. Este aspecto iniciado durante esta época llegará a toda su
plenitud con la cultura Wari, tal como lo veremos más adelante.

Durante esta época, numerosas fueron las culturas regionales o del Intermedio
Temprano a lo largo de nuestro territorio, siendo la cultura Lima (Pachacámac) en la
costa y sierra central, la más representativa al interior de esta región.
Lumbreras refiere que la cultura Chavín representa el Estado incipiente donde se
da la formación de clases, dividido en dos grandes grupos: sacerdotales o dirigenciales y
pueblo. Nosotros sin embargo creemos que recién en esta primera etapa de
regionalización se va acentuando este carácter clasista. Este término clasista oculta por
completo el carácter "estratista" de estas primeras sociedades. Es decir la sociedad se va
diferenciando en varios estratos según su habilidad, función religiosa, parentesco
(criterio gerontológico), pero de ninguna manera por la propiedad de los medios de
producción, ya que esta determinación correspondería a sociedades distintas ya definidas
como tal. De estas primeras sociedades, refiere Lumbreras:
"Una  sólida  base  agrícola  agropecuaria  garantizaba 
obviamente  la  supervivencia  de  los  centros  ceremoniales 
urbanos  (...)  tiende  a  asumir  un  carácter  técnico  especializado 
con  un  sector  que  dedica  buena  parte  de  su  tiempo  y  de  su  vida 
a prepararse  para  la guerra  y  a  realizarla,  es  el sector  militar; 
la guerra  generó  pues  un  nuevo  tipo  social,  una  clase  distinta  a 
los  seńores  y  los  campesinos;  los  esclavos", 41 

Aunque no estamos completamente convencidos de lo que refiere Lumbreras, ya


que a la hora de los enfrentamientos todo el pueblo debía participar, aunque
lógicamente, tenía que haber un jefe que comandase el ataque y defensa y otros bajo su
mando.
Este período se puede resumir, como un todo independiente, con equilibrio
político y social y con férrea disciplina que fue la base importante para la construcción
de sus centros ceremoniales, obras hidráulicas que permitieron extender sus áreas de
cultivo, represas, canales, acequias, etc., así como caminos interregionales para
intercambiar diversos productos con los Mochicas, Recuay y demás pueblos de la
serranía. Se cree que llegaron hasta el Ecuador. No debemos olvidar que los recursos

41
Lumbreras, 1981.

49
marinos seguían jugando un papel importante en la economía de los Lima, así como lo
ha sido después hasta nuestros días.

3.1.3 Período Wari o segundo Horizonte


El avance y desarrollo del Horizonte Intermedio Temprano, es decir de grupos aislados
locales, determinó que unos sobresalgan más que otros, supeditando el mando y
predominio de los pueblos más débiles.

Durante este periodo hubo tres áreas de influencias que eran: Tiahuanaco, Wari,
cuyo centro era Ayacucho y Pachacámac (Lima); siendo el área Wari la más importante,

razón por la que este Horizonte adquiere esa denominación. Los anteriores centros
autónomos del Intermedio Temprano fueron invadidos en su mayoría en forma violenta
por diversas oleadas migrantes de la sierra sur, tal como lo afirma Lumbreras:

"Ellos  iniciaron  hacia  el siglo  Vil,  una  expansión  de  conquista, 


hacia  diversos  territorios,  primero  sobre  el  sur  de  Nasca  y 
Tiawanaku  y  luego  o  simultáneamente  hacia  el  norte­Lima, 
Recuay  y  Cajamarca  donde  no  respetaron  los  templos  y  los 
arrasaron  ", 42 

El Segundo Horizonte Andino, arquitectónicamente se caracterizó por la


coinstrucción de grandes ciudades bien definidas, amplia . i o n de las vías de
comunicación y el perfeccionamiento de las artes bélicas. Esta cultura al igual que los
Chavín fue desapareciendo paulatinamente, lo que generó el abandono de sus centros
urbanísticos en casi todo el Antiguo Perú. En la costa central solo en Pachacámac se
conservaba su dominio, a pesar de haber sido Cajamarquílla su expresión máxima.

Los Waris invadieron muchos pueblos que hasta entonces se habían gobernado
independientemente en diferentes regiones del Antiguo Perú. Fueron belicosos y el
aporte más importante que dejó a la cultura peruana fueron sus instituciones
"económicas" o productivas y políticas. Así pues:

"La  organización  de  centros  tributarios,  el  inicio  de  la 


concepción  civil  de  organización  urbana  en  vez  de  teocrática, 
planificación  de  actividades  productivas,  así  como  la 
producción  de  manufacturas,  desplazando  a  un  lugar 
secundario  a  los  expertos  en  la  generación  de  servicios 
técnicos  que  quedaban  en  la  órbita  de  la  religión  y  que  habían 
sido  los  conductores  de  la  revolución  urbana,  es  así  como  los 

42
Lumbreras, 1990:205.

50
jefes  políticos­militares  desplazaron  a  los  sacerdotes  del  poder, 
poniendo  fin  a  la  teocracia  ".
43 

Fueron ellos los que impusieron el urbanismo, por tanto la creación y


planificación de ciudades propiamente dichas. También consolidaron lo que podría
llamarse un Estado, aunque bajo características militares. Organizaron los ayllus y la
sociedad, basándose en el sistema dualista que hasta nuestros días quedan rezagos de
este tipo de organización en la sociedad andina, la misma que los Incas asimilaron a
cabalidad. La herencia Wari fue más superestructural que infraestructural ya que son
pocas las construcciones que se conocen y escasos los restos que han subsistido a la
actualidad. Los Waris tenían su asentamiento original en Ayacucho de donde irradiaron
a plenitud su dominio bélico. Dominaron los demás valles imponiendo nuevas ideas o
criterios de organización social, tales como urbanismo, relaciones redistributivas,
relaciones de reciprocidad, producción agropecuaria, organización de la sociedad
basándose en ayllus y formación dual de la sociedad política, todos ellos bajo caracteres
militares:

"Una  premisa  guerrera  debió  ser  el  factor  regulador  de  las 
relaciones  entre  comunidades  y  jefaturas  locales,  porque  en 
Ayacucho  (su  centro  principal)  son  muy  limitados  los 
territorios  de  beneficio  agrícola"  ,A4 

Su auge corresponde aproximadamente a los siglos VII al XIII. Durante la plena


expansión Wari en los Andes, se construyeron redes de caminos integradores e
impulsaron una revolución urbana. 45

El patrón de construcción Wari, constaba de recintos rectangulares o


habitaciones organizadas alrededor de un patio central, cancha o corral; que es
característica del modelo de construcción de los Andes. Se emplearon adobes pequeńos
cuadrangulares de barro sin cocción. Las estructuras de las pirámides artificiales de
Nievería, Aramburú, Pachacámac y Huaca Juliana, etc., se caracterizan también por
estar interrelacionados por medio de caminos; y a su vez conectadas con el templo de
Pachacámac y con la ciudad de Cajamarquilla. Otra característica es que no tenían una

43
/rfem:229­230.
44
  ídem:209. 
A5
Idem:225. 

51
entrada usual a los recintos por una puerta sino por accesos o rampas que trepaban los
46
muros.
Dorothy Menzel refiere que en la primera época, hubo poca influencia de la
sierra sur (Wari) y norte; mientras que en la segunda época, la influencia Wari produjo
cambios significativos en muchas áreas como en la alfarería, construcción­urbanismo y
sobre todo en la forma de enterrar a sus muertos, que originó que el patrón de entierro de
posición extendida fuese sustituida por una posición flexionada o sentada en posición
fetal, costumbre que continuó hasta la conquista espańola. 47
Menzel sugiere asimismo
que en la tercera época, se introdujo la influencia Pachacámac y en la cuarta época, se
empieza a dar derivaciones locales, para luego dar origen al período Intermedio Tardío,
que se caracterizará por el desarrollo independiente de cada área local. 48

La cerámica de Nievería es la más característica de este periodo. Tiene


influencia del norte septentrional en su etapa más primitiva y recibe el nombre de Proto­
Lima dado por Max Uhle y Kroeber; sin embargo la influencia Tiahuanacoide o
Epigonal, tiene también sus inicios en el primer período regional. Esta influencia andina
se expresa en el asa plana unida al gollete que es antropomorfo. La cerámica Wari de
los primeros ańos que se califica como Tiahuanaco I, es la etapa que está mezclada con
estilos locales, como los de Nievería y Cajamarquilla para la región de Lima, siendo más
bien Tiahuanaco II y III estilos que corresponden a los períodos Intermedio Tardío e
Inca.
Alberto Bueno refiere que a partir de los 800 d.C. se aprecia un decaimiento y
pérdida de patrones amalgamadores de la gente de Maranga, quienes van a ser

gradualmente absorbidos por la difusión masiva Wari. 49


Se trata de la influencia de la

sierra central sobre la costa; de nuevas gentes que tienen costumbres diferentes en
cuanto a patrones de arquitectura, relaciones económicas, políticas y costumbres en

general. Respecto a esta influencia refiere Jorge Muelle y Carrillo Blas:


"Epigonal  Tiahuanaco  (significa  repetición)  en  vista  de  la 
imperfección  de  su  rasgo  y  se  extiende  por  lo  menos  desde  lea 
a  Moche,  relacionada,  directa  o  indirectamente  con  el  estilo 
Tiahuanaco.  Kroeber  después  llamó  a  este  estilo 
Tiahuanacoide  y  Tello,  Andino  de  Norte,  Centro  y  Sur". 50 

Agurto, 1984:103.
Menzel, 1968:191.
Menzel en Ravines, 1970:539.
Bueno, 1983:7­9.
Muelle y Blas 1938.

52
En este sentido, la cerámica Nievería corresponde a la cultura Lima para el
período Wari en sus primeros momentos y fue contemporánea a los Moches de Trujillo.
Con el avance Wari se enriqueció la elaboración de cerámica al punto de desarrollar
formas, estilos y colores peculiares. El estilo Pachacámac, contemporáneo a la de
Nievería, se encuentra también en el valle de Ancón, Chillón, Rímac y Lurín. El estilo
Maranga es una evolución ascendente de la cerámica de Playa Grande cuya etapa
superior es bastante fina donde predomina el color anaranjado.
Como se puede apreciar hay muchos estilos en el departamento de Lima y todos
influyen de forma más o menos intensa sobre los otros, siendo la andina la influencia
más determinante. El estudio acucioso de la cerámica en sus diferentes etapas y estilos
es uno de los aspectos que nos muestra el grado de evolución en la que se encontraban
estas sociedades, en vista que su análisis nos seńala el desarrollo artístico, cosmovisión,
religión, costumbres, etc. El estudio de la cerámica sirve también para determinar el
desarrollo y cambios de las sociedades del Antiguo Perú, toda vez que durante esta
época no existió la escritura. En este sentido, las cerámicas vienen a ser como libros de
historia ilustrada que nos muestran el grado de desarrollo tecnológico alcanzado hasta
esos ańos. En términos generales, podríamos decir que la cerámica de nuestros
antepasados cumplían en alguna u otra medida la función de los quipus de siglos
posteriores para expresar y representar conocimientos.
Las vías de comunicaciones fue otra de las características de los Wari. En el
caso de Lima, vincularon el centro económico y político más importante que fue
Cajamarquüla, con sus centros ceremoniales esparcidos en distintas regiones, al igual
que con la capital Wari, utilizando los llamados Tambo, como Tambo viejo en
Cieneguilla. La característica de estos caminos es que eran sinuosos.
En cuanto a religión, fueron los Wari portadores de la influencia religiosa de la
sierra a la costa y viceversa, aunque con un predominio de la primera a la segunda. En
la sierra de Lima y Lurín adoraban a la diosa Urpay Huachac esposa de Pachacámac,
quien a su vez era una de las tres hermanas de Pariacaca. Esta diosa era vinculada al
mar, a la pesca y considerada madre de todos los peces. Este culto religioso se extendió
desde Pachacámac a zonas alejadas en la serranía andina, llegando inclusive hasta
Bolivia, tal como lo refiere Villar Córdoba, quien ha podido identificar varias leyendas
aymarás. 51

51
Villar, 1935:221.

53
La agricultura probablemente se hizo intensiva dado el aumento de la población.
Con este fin las obras hidráulicas se perfeccionaron. Así se cree que fueron los Wari los
que canalizaron el río Surco o Sulco, que irrigó las tierras cercanas a Cajamarquilla y
gran parte del valle del Rímac. 52

En cuanto al tejido, este se caracterizó por sus hermosos colores y diseńos con
temas religiosos propios de la mitología Wari y en donde el dios del báculo o Wiracocha
y diversos personajes alados fueron los motivos principales.

3.1.3 Segunda Regionalización o Período Intermedio Tardío


El Intermedio Tardío se define tradicionalmente como una etapa del regionalismo, el
cual se produjo luego del fraccionamiento de la cultura Wari. Sin embargo esta cultura
no desapareció del todo, pues muchos elementos Wari continuaron vigentes, tales como
el uso de sus personajes alados representados en la alfarería de la costa central.
El caso más evidente es el personaje humano dual del seńorío de Ychma, en el
valle de Lurín; el mismo que se convirtió en la deidad más importante del Intermedio
Tardío y que a la vez fue respetado por los Incas a su llegada a la costa central.
Este periodo se distingue por la existencia de un conjunto de sociedades
diseminadas, las cuales presentaban niveles, diferentes de desarrollo de organización y
productivo. Así por ejemplo, el reino de Chincha estaba especializado en el intercambio
a través de largas distancias, llevando cobre del Altiplano hasta Ecuador para
intercambiarlo con el molusco  Spondylus o "Mullu", producto muy solicitado para los
usos rituales. La ruta de Chincha al Ecuador era por mar, para lo cual los mercaderes
chínchanos contaban con personas especializadas en el transporte marítimo. Asimismo,
tenían pescadores a tiempo completo, cuya producción cubría los requerimientos no solo
de la población sino también para el intercambio con pueblos de la sierra
(Rostworowski, 1989).
Destacan igualmente los Chimú, en la costa norte, cuya economía dependió de la
agricultura de riego y la actividad de pesca. Esta sociedad alcanzó un alto nivel en
cuanto organización social y dirigencial; considerándosela como un gran Estado que se
extendió hasta Paramonga por el sur y hasta Tumbes por el norte. Su capital Chan­
Chan, resalta por sus grandes palacios llamados "ciudadelas", las que fueron sede de los
gobernantes. Túpac Yupanqui quedó impresionado por la suntuosidad de la ciudad, por

52
Agurto, 1984:111.

54
esa razón llevó al Cuzco a un gran número de orfebres y constructores Chimús para que
sus habilidades sean puestas al servicio del gobierno cusqueńo.
Durante esta época existieron también otros pueblos como los Huancas en el
valle del Mantaro, los Chancas en Ayacucho, los Ayarmacas y Pinahuas en el Cusco,
que alcanzaron cierto grado de desarrollo, tan igual como los Lupaqas y Pacajes en el
altiplánico y los Cajamarcas y Chachapoyas en la sierra norte.

Para la región de Lima se han recogido datos etnohistóricos y arqueológicos que


revelan la existencia de varios seńoríos, los cuales según Rostworowski, fueron los
Huarco de Chuquimanco en Cańete, los Atavillos en la sierra de Cajatambo, los
Chancay en el valle del mismo nombre, las siete Huarangas de Huarochirí en la sierra
central, Ichmay en el valle de Lurín y la parte baja de Lima, los Colli o Collec en la
cuenca del río Chillón desde el litoral hasta Santa Rosa de Quives y los Canta en la parte
media y alta del Chillón (Rostworowski, 1978, 1988, 1989).
La influencia aymará parece haber sido significativa en esta zona, sobre todo en
la sierra de Lima. Examinemos primeramente las interpretaciones que anteriormente se
propusieron, en especial las de M. Uhle (1908) y Pedro E. Villar Córdova (1935). El
primero de los nombrados llamó la atención sobre hablantes aymarás en Lima y Lurín
antes de la época Inca. En tal sentido, los Yauyos, cuya lengua era el J'aru, se hallaban
lingüísticamente relacionados con los alíiplánicos. Por su parte, Villar Córdova (1935)
seńaló también que hubo una oleada aymará que se refleja en los restos arquitectónicos,
en patrones de enterramiento y sobre todo por la presencia de toponimias de algunos
pueblos, tales como Copacabana, Lurigancho, entre otros. Esta influencia aymará se
manifestó en los grupos que bajaron por la sierra de Lima llegando hasta el litoral,
siendo los Huanchos uno de esos grupos.
Los Huanchos, según Villar Córdova, descendieron por los lejanos afluentes del
río Rímac, hallándose su sede en San Mateo de Hanan Huancho o Huanchor." Este
grupo llegó hasta Santa Eulalia y de ahí descendió hasta Lurigancho (Lurín­Huancho),
ocupando ambas márgenes del valle del Rímac. El mismo autor reconoce como
poblaciones principales de este origen a los Huachipa, Huanchohuallas, Carapongos,
Carapon­quillos, Cajamarquillas, Lati­macat y Lurín­huanchos.

Casi dos décadas después, L. Stumer tomó el término Huancho para definir una
cerámica tosca, pintada con trazos blancos, que asignó como Tiahuanacoide Costeńo, la

53
Villar, 1935:67­68.

55
cual fue hallada por él en una excavación en el asentamiento de Pedreros (Huachipa).
En realidad el término Huancho ha sido utilizado indistintamente por los arqueólogos,
llamando con este nombre a todo material alfarero tosco que se superponía al estilo Wari
y antecedía al componente alfarero Inca. Efectivamente su presencia es mayoritaría en
las partes bajas y media del valle del Rímac, pero no ha sido identificada en el valle del
Chillón, excepto por algunos tiestos. Queda todavía por aclarar si se desarrolló
localmente en el Rímac o se expandió de éste. Rostworowski (1978) propuso
reemplazarlo por el de Yauyos, pues según los datos etnohistóricos el valle de Lima está
invadido por poblaciones de la sierra de Lima, específicamente de la zona de Huarochirí.
Los Huailas fue otro de los grupos de origen aymará, que según Villar Córdova
descendieron por la quebrada de Carabayllo, en la región de los Atavillos o Atahualla,
en Canta. Progresivamente se fueron afirmando en el valle norte de Lima y llegaron a
conformar las poblaciones de Kara­hullo (Carabayllo), Kopa­kabana, Huadca, Hualla,
Maranca, Sulco, Marca­Huilca, etc. Mantuvieron relaciones con otros grupos serranos
de influencia aymará, entre los que figuran los Yauyos, Atavillos, los Canta,
desarrollando relaciones de intercambio amistoso, aunque los conflictos fueron
inevitables, sobre todo por el control del agua, los recursos alimenticios y en especial el
control de unas tierras cocaleras, ubicadas en la actual zona de Santa Rosa de Quives.
En el caso del control del agua, los serranos se sentían p.opietarios legítimos de ios ríos
pues éstos nacían en sus territorios de dominio.
Los Collas comprenden otro grupo social que bajaron a la costa por la quebrada
de Araguay (Arahuay). Esta quebrada desemboca en el río Chillón por su margen
izquierda, a la altura del kilómetro 64 de la carretera a Canta, inmediatamente al este de
Santa Rosa de Quives. Ciertamente, el valle de Arahuay es una ruta natural que une a
través de la Chaupiyunga, los valles de Chillón, Rímac, Santa Eulalia, Chaclla,
Jicamarca y la región de Huarochirí.

Para concluir con nuestros comentarios sobre los planteamientos de Villar


Córdova (1935), debemos indicar que los tres grupos o etnias aymarás previamente
descritos, fueron, en opinión del mencionado autor, los que determinaron la formación
de las sociedades del período Intermedio Tardío en los valles costeńos del departamento
de Lima.

Las investigaciones etnohistóricas de Rostworowski (1978) revelan, como


hemos advertido en párrafos anteriores, otro panorama cultural para los valles del Rímac

56
y Lurín tanto para el Intermedio Tardío (1100­1476 d . C ) , como para el Horizonte
Tardío o Inca. Según los planteamientos de esta investigadora:

"En  algún  momento,  al  final  del  Horizonte  Medio  se  inició 
probablemente  la  expansión  de  los  Yauyos  a  lo  largo  y  ancho 
de  la  Cordillera  Occidental  de  los  andes...  Los  Yauyos  fueron 
un  aguerrido  y  fiero  pueblo  que  habitaba  la  región  de  Tupe, 
lugar  en  las  cabeceras  del  río  Cańete.  El  motivo  de  su 
expansión  fue  posiblemente  la  necesidad  de  extender  sus 
tierras  de  cultivo,  que  los  incitó  a  una  marcha  incontenible  a  lo 
largo  de  las  serranías  del  actual  departamento  de  Lima,  hasta 
que  toparon  con  las  etnias  de  los  Atavillos  y  de  los  Canta  que 
detuvieron  sus  conquistas  ". 54 

Esta propuesta se basa en la información oral recogida por Francisco de Ávila en


los siglos XVI y XVII. Este documento que lleva el nombre  Dioses  y  hombres  de 
Huarochirí fue traducido del quechua al castellano por José María Arguedas. Según su
apreciación, Rostworowski (1978) reconoce que este documento es valioso para conocer
la historia de la región de Huarochirí. Agrega que los pueblos yungas de Chillón, Rímac
y Lurín fueron sojuzgados, siendo obligados a dejar sus poblados en unos casos, o
quedarse en situación de dominados en otros. Así por ejemplo, a los pueblos de Huanri
junto a San Bartolomé al sur del rió Rímac medio y Chauti cerca de Santiago de Tuna al
norte del río Lurín medio, les fueron permitidos quedarse. Un grupo originario de Lima
igualmente se quedó en lo que hoy es Santo Domingo de los Olleros, a unos 32
kilómetros al sur del río Lurín medio. Pero otros pueblos, entre los que figuran los
Sutca, cerca de Matucana, o los Colli, que habitaban lo que hoy es San Damián en Lurín,
fueron arrinconados en lo que hoy es Carabayllo, zona de Puente Piedra, Comas y Los
Olivos.
Según los relatos, los Yauyos salieron de dos pacarinas llamadas Yarillancha y
Huichicancha, identificándose como hijos del dios Pariacaca; siendo Tutayquiri uno de
ellos. Este grupo procedía de las etnias de Huarochirí y Quinti, valle medio de Mala;
que avanzó conquistando las cabeceras del río Lurín y Rimac y descendió por la
quebrada de Sisicaya (Lurin) y Mama o Ricardo Palma (Rímac). Uno de sus objetivos
fue la conquista de tierras para el cultivo de coca. Cuentan las referencias orales que el
dios Tutayquiri avanzó hasta Pariachi dominando la margen izquierda del Rímac. Otros
grupos Yauyos avanzaron a su vez por la margen derecha de este río, entre los que

54
Rostworowski, 1978:32.

57
figuran Chacllas, Carampomas. Ellos bajaron por la quebrada de Jicamarca venciendo a
los grupos que se hallaban en Huachipa y los alrededores de Cajamarquilla.

Posiblemente hubo varias invasiones y de conformidad con Rostworowski los


Checas se asentaron en el alto Lurín y controlaron una porción del Rímac, invadiendo
los pueblos de Cocachacra, Carachacra y Suquiacancha (San Bartolomé). 55
Los pueblos
yungas se vieron obligados a aceptar el culto al dios Pariacaca y con ello disminuyó el
prestigio del dios Pachacámac el cual fue de cierta manera reivindicado por los Incas, en
vista que consintieron que el culto local continúe conjuntamente con el del dios Sol.

żCuáles fueron los seńoríos más importantes que existieron en la costa de la


región de Lima? Por los documentos coloniales (visitas, litigios, además de las
crónicas), se sabe que los valles costeńos de la región de Lima estaban ocupados por
numerosos curacazgos, siendo el de Colli (Chillón), Ychmay (Lurín y Rímac) y Guarco
y Lunahuaná (Cańete), los más estudiados en la actualidad (Rostworowski, 1978, 1989).
El Seńorío Colli se encontraba en la parte baja y media del río Chillón y se extendió
desde el mar hasta un lugar llamado Chuquicoto, en donde había un cerro denominado
Judcunga, el mismo que marcaba el límite de los dominios del seńor Colli o Collique.
Dicho lugar se encuentra pasando Santa Rosa de Quives. 56

El centro político Colli se hallaba en la parte baja del valle, habiéndose


conservado hasta nuestros días solamente el complejo amurallado ubicado sobre un
cerro, que se levanta justo al norte del Hospital Sergio Bernales de Collique. Sin
embargo este asentamiento que aun en la actualidad se puede visitar, se extendió en un
área de más o menos un kilómetro cuadrado, identificándose restos de paredones y
murallas que sirvieron para circundarlo. Sus límites en el oeste y sudoeste serían las
huacas Zancudo (hoy desaparecida) y los promontorios de Allpacoto y Comicay en la
antigua hacienda Chacra Cerro. Otro punto que sirve para delimitar su parte sur, es un
grupo de promontorios en lo que antes fue la hacienda Collique. Actualmente dicha
sección está semidestruida por las urbanizaciones situadas al frente del Hospital de
Collique, quedando solamente algunas construcciones fragmentadas al costado de la Av.
Túpac Amaru. Por otro lado, este asentamiento contaba con dos puquios y acequias que

"Rostworowski, 1978:41.
"Rostworowski, 1989:26

58
permitieron a los Colíi irrigar sus campos agrícolas durante todo el ańo y a la vez
soportar ataques prolongados de sus enemigos eternos: Cantas y Chacllas. 57

Como sabemos este seńorío mantenía relaciones conflictivas con su vecino de


Canta, el cual dominaba desde Judcunga hasta las nacientes del río Chillón. Sin
embargo, sus enfrentamientos no eran permanentes, pues se necesitaban entre sí; los de
zonas altas por los productos de la chaupiyunga (coca, algodón, etc.) y diversos
alimentos marinos (pescado, moluscos, etc.), y los de zonas planicies por el charqui de
llamas y alpacas, lanas y mantos y otros productos alto andinos. El principal conflicto
estaba relacionado con el control de las aguas, pues los cántenos argumentaban que el
río les pertenecía, ya que éste brotaba en sus dominios en las alturas. Asimismo, los
cántenos codiciaban las plantaciones de coca de la chaupiyunga de Quivi, las cuales
estaban bajo el dominio del seńor Colli. Según datos recogidos por Rostworowski, el
seńorío de Collique tenía tierras en el valle del Rímac, específicamente en la parte que
hoy es el Cercado de Lima, las cuales fueron ocupadas por la fuerza. Sin embargo, debe
preguntarse hasta qué punto los Colli tuvieron control total sobre esas tierras. 58
Cabe la
posibilidad de que su presencia se explique por negociaciones y alianzas con el seńorío
de Ychmay.

Con respecto al valle de Lurín, los estudios etnohistóricos se complementan con


las investigaciones arqueológicas, aún cuando éstos no son abundantes. Por los
reconocimientos hechos por Sandra Negri y María del Carmen Fuentes los
asentamientos de Pampa de Flores, Tijerales, Pampa Quilmay, Huaycán, Maracuyá,
Jacinto Grande, Mal Paso, Manchay Alto, Chontay, Arillay y Molles entre otros, fueron
parte del seńorío de Ychma. Rostworowski por su parte ha planteado que este seńorío
59

tuvo su centro principal en lo que hoy se conoce como centro arqueológico de


Pachacámac (Alberto Bueno, 1983). Ychma dominó también el valle del Rímac y es
considerado como un seńorío religioso, pues su sede principal fue uno de los oráculos
más importantes de la costa durante el Intermedio Tardío (1100­1476 d.C),
manteniendo dicho prestigio durante toda la época Inca. Es posible que este lugar se
convirtiera en centro ceremonial desde la época Lima (100­500 d.C), engrandeciendo su
prestigio en la época Wari (600­900 d.C), al estrechar sus vínculos con la sierra central

57
Rostworowski, 1989; Dillehay, 1976:205.
58
Rostworowski, 1989:27.
59
Rostworowski, 1972, 1989.

59
(Ayacucho) e lea. Debido a dichos contactos con el sur, Lurín fue un foco religioso de
gran influencia en la costa central. 60

La deidad principal de Ychma fue un ser antropomorfo dual con elementos


Wari, cuyo culto, según Rostworowskí se extendió a otros lugares tales como Ricardo
Palma en el valle medio del Rímac, Chincha, Cajatambo, Mala e incluso en

Andahuaylas. 61
Al respecto acota lo siguiente:

"El  dilatado  prestigio  de  Pachacámac  no parece  deberse  ni  a 


guerras  ni  a  luchas,  sino  más  bien  a  estar  relacionado  con 
centros  de  vaticinios  y  augurios.  Quizás  los  oráculos  servían  a 
los  sacerdotes  en  sus  campańas  proselitistas,  realizadas  con  el 
fin  de  extender  su  esfera  de  ascendiente  y  conseguir  valiosas 
ofrendas  y  regalos  de  lugares  distantes  ",
62 

Por otro lado, la influencia religiosa y política de Ychma se relaciona con la


difusión del "protoquechua". Citando las investigaciones de Alfredo Torero sobre el
origen del quechua, 63
la expansión de este idioma se produjo por los ańos 880 d . C ,
siendo la costa y la serranía de la región de Lima las zonas donde surgió esta lengua.
Esto quiere decir que cuando Túpac Yupanqui conquistó Lurín, la población dominada
ya hablaba quechua desde hacía mucho tiempo atrás.

3.1.5 Horizonte Tardío o Época Inca (1438­1532 d.C.)


El Horizonte Tardío es el último período del Antiguo Perú y correspondiente a la cultura
o sociedad Inca, la cual no tuvo más de 95 ańos de existencia, pues fue brutalmente
interrumpida en su desarrollo histórico por la invasión espańola en 1532. Se trata de un
grupo étnico de la región del Cuzco, que luego de su triunfo sobre la confederación de
los Chancas, con la aceptación y apoyo de los diversos estamentos sociales cusqueńos, y
dotado de una gran fuerza militar, emprendió la conquista de casi todo el territorio
andino, llegando incluso hasta el litoral.

En cuanto a la costa central se refiere, los Incas encontraron varios seńoríos


asentados en los alrededores de las desembocaduras y partes cercanas a los ríos Rímac,
Chillón y Lurín. Ninguno de ellos logró desarrollarse hasta el nivel alcanzado por el
Tahuantinsuyo. Eran seńoríos o jefaturas (curacazgos) que ejercían dominio sobre

60
Menzel, 1968.
bl
Rostworowski, 1989:74
  Idem:74yl5. 
62

63
Torero en Rostworowski, 1989:76 y 77.

60
partes de un valle, caso de Collique o Collec y Canta, o sobre uno o más valles, como
por ejemplo Ychma. En consecuencia, la presencia cusqueńa en la costa central marcó
cambios drásticos en la organización social y en la productiva de todas las poblaciones
asentadas en la parte del litoral o en la sierra de Lima. Muchos de estos pueblos
ofrecieron dura resistencia a los cusqueńos, tal como lo refiere el cronista Cieza de
León:

"Afirman  que  antes  que fuesen  los  naturales  de  estas  comarcas 


sujetados  por  Inca  Yupangue  y  por  Topainga,  su  hijo,  padre 
que  fue  de  Guaynacapa,  abuelo  de  Atabaliba  se  defendieron 
tan  bien  y  con  tan  gran  denuedo,  que  murieron  por  no  perder 
su  libertad  muchos  millares  de  ellos  y  hartos  de  los  orejones 
del  Cusco;  más  tanto  los  apretaron,  que  por  no  acabarse  de 
perder,  ciertos  capitanes,  en  nombre  de  todos  dieron  la 
obediencia  a estos  Seńores". 64 

Una evidencia concreta de esta resistencia por parte de las etnias costeńas es el
pueblo de Colli, que ofreció tenaz resistencia a las tropas cusqueńas, que luego de ser
vencidos y asesinado el seńor Colli, fueron arrasados y destruidos casi completamente,
imponiéndoles un nuevo jefe cusqueńo de bajo rango llamado yanacón o yanayacu.
Posteriormente los Incas reorganizaron el curacazgo y pusieron mitmaqunas de otros
lugares, especialmente de Chaclla, pertenecientes a los Yauyos que fueron sus aliados,
quienes recibieron las tierras de Quivi. Igualmente, los Canta fueron beneficiados con
tierras de esa zona.
El seńorío de Guarco (Cańete) fue igualmente sometido por medio de las armas.
En este caso se dice que la coya de Túpac Yupanqui, preparó un ardid el cual consistió
en ofrecer una fiesta en el mar para negociar relaciones amistosas con los Guarco. Sin
embargo, todo fue una trampa pues mientras esta reunión se celebraba, el ejército
cusqueńo ocupó la sede principal de los Guarco, aniquilándolos cruelmente. Esta actitud
ejemplificadora de los Incas es quizás también una de las causas de la reducción
demográfica del pueblo andino antes de la llegada de los espańoles. Pero no todas las
ocupaciones fueron violentas, existió también las invasiones pacíficas y el sometimiento
por medio de las alianzas, solo bajo circunstancias opuestas se actuaba con rigor.
Concretamente se podría afirmar que la expansión Inca en esta zona se realizó
entre 1460 y 1470 d . C , época en que gobernaba Pachacútec, con la directa intervención

64
Cieza de León, 1970:154­155.

61
de su hijo Túpac Yupanqui. Éste respetó al dios de los Ichmay por influencia de su
madre. La ocupación Inca en la costa central duró aproximadamente medio siglo,
tiempo que no fue suficiente para dejar hondas huellas. Los Incas asimilaron muchas
formas y costumbres de los pueblos costeńos, las cuales se encontraban organizadas de
modo distinto a las de los cusqueńos, aparte de tener otros dioses dentro de su
cosmovisión. Era común por ejemplo en la costa, la especialización por oficios,
existiendo pescadores a tiempo completo, plateros, orfebres y agricultores. En cuanto a
sus dioses, en Ychma dominaba el dios de las tinieblas que posiblemente estaba
representado por el ańas o zorrillo, tal como lo considera Rostworowski (1983).

La presencia Inca en esta parte de la costa significó una tremenda desigualdad


social, ya que los gobernantes del Cuzco, sus familiares y los sacerdotes se encontraban
en una posición privilegiada, a diferencia de las comunidades locales y regionales que se
hallaban obligadas a prestar su fuerza de trabajo para este pequeńo grupo dominante, así
como a sus jefes locales, encargados del culto religioso. Los Incas introdujeron una
organización administrativa acorde a sus intereses de control y dominio de los pueblos
sojuzgados. Así pues formaron las huarangas que eran una nueva forma de reagrupación
política para un mejor control demográfico y disposición de fuerza de trabajo.
A pesar que en la época de los Waris ya se podía visualizar la existencia de un
Estado andino, con capacidad suficiente para imponerse sobre numerosos pueblos; fue
en la época Inca donde surgieron con más claridad elementos de un Estado fuerte y
centralizado, con una burocracia dedicada a administrar el territorio y la producción a
través de centros regionales y provinciales y mediante alianzas con las élites locales. En
otras palabras, se formó un nuevo segmento social, sólido y definido, representados por
los nobles cusqueńos. Est grupo dominante dirigía los altos cargos sacerdotales,
militares, políticos, administrativos y económicos.
La administración cusqueńa gozaba de numerosos privilegios, considerándoseles
de carácter explotador pero a la vez progresista. Creemos que esta forma de gobierno, a
pesar de que se encontraban en guerra civil antes de la llegada de los espańoles, fue el
más adecuado para el desarrollo y progreso de los pueblos andinos, en la medida que se
pudo controlar y satisfacer las necesidades materiales y espirituales de la mayor parte de
la población, aspecto admirable si se tiene en cuenta el nivel de desarrollo en que se
encontraban las fuerzas productivas. Los Incas lograron eficaz dominio y control sobre
su sistema productivo. Supieron diferenciar el trabajo suplementario del necesario. El

62
trabajo suplementario fue el que se hacía para el beneficio del Inca y la realeza, el
ejército y los sacerdotes, que se manifestaba en la prestación rotativa de mano de obra o

en ofrecimiento de productos. Esas obligaciones no eran compensadas adecuadamente

por el Estado Inca toda vez que las panacas y la élite fueron las principales beneficiadas.
Lo dicho previamente se contrapone a la idea de que el Estado Inca fue un
gobierno comunista o socialista como lo configura L. Boudin. De igual forma J. C.
Mariátegui calificó al Tahuantinsuyo como un comunismo primitivo, mientras que Luis
E. Valcárcel afirmaba que:

"El  trabajo  configura  la  tenencia  de  los  bienes,  transformación 


y  conservación,  su  disfrute  y  su  adecuado  reparto.  El  trabajo 
seńala  la posesión  de  la  tierra  ".
6S 

A pesar de todo esto, la discusión sobre la caracterización de la estructura


política Inca no ha sido aún agotada. J. Murra (1975) planteó que no era ni feudal, ni
socialista y se inclinó más bien por una sociedad con una fuerte orientación
redistributiva, en vías de desarrollo hacia la aparición de la propiedad privada.
Rostworowski (1988) en cambio propone desechar las etiquetas empleadas en el viejo
mundo, en tanto que la sociedad Inca presenta elementos que la tipifican como singular
y única. En tal sentido, propone utilizar el vocablo Tahuantinsuyo para designar al
gobierno cusqueńo.
Era tan importante el elemento humano para la economía del Estado Inca, que
evitaban la pena capital para no disminuir la capacidad de producción; por el contrario
los convertía en yanas o fuerza productiva a perpetuidad al servicio de las panacas de la
corte Inca. Para algunos, estos personajes serían casi como esclavos.
Asimismo tenían un fuerte control de la especie animal, tratando en todo
momento de racionalizar la caza y cuidar los animales de reproducción, pues de ello
dependía el aumento o extinción de los mismos. Destacan en este contexto los
camélidos, los cuales eran cuidados y mantenidos por el Estado a través del trabajo
rotativo de los yanas. Por otro lado, las llamas eran objeto de veneración sobre todo las
llamas blancas y negras, utilizadas en diversos rituales mágico­religioso.
Con relación a yanas y mitimaes como fuerza productiva exclusiva, se dice que
los primeros eran como esclavos. No se sabe a ciencia cierta si los Incas los redujeron a
esa condición por primera vez. Es probable que así fuese, ya que muchos provenían de

"Valcárcel, 1964,1:35.

63
pueblos castigados por su rebeldía. Se trataba de una fuerza de trabajo más eficaz que
cualquier otra, puesto que vivían para el trabajo sin esperar recompensa alguna. Los
mitimaes a su vez, fueron grupos de personas trasladados a otras regiones sea para
poblarlas, producir determinados productos o como escarmiento por oponerse al

dominio cusqueńos. Un ejemplo de ello fueron los diferentes grupos de mitimaes


Chimús que fueron esparcidos en el Imperio debido a su rebeldía.
Los Incas en Lima, para el mejor control de los conquistados, formaron los
Hunus de Carabayllo, Maranga y Surco. Las relaciones eran amistosas con los Incas,
respetando éstos a los antiguos curacas, personajes considerados de mando medio en la
nueva estructura establecida. Así pues permitieron que gran parte de los curacas
permanecieron en su lugar de origen; pero éstos a su vez eran gobernados por otra
jerarquía superior que eran los Hatun Curacas. Se trataba pues de vincular al curaca
local con los curacas superiores y así llegar a la autoridad superior que era el Inca con
sus cuatro Ministros pertenecientes a los cuatro suyos. Según Luis E. Valcárcel:
"El  ayllu  o  comunidad  era  un  conjunto  de  cien  familias  por 
término  medio,  así  el  Jefe  de  la  familia  o  Purej  era  la 
autoridad  base  y  así  seguían  los jefes  de  cinco,  diez,  cincuenta, 
cien,  quinientos,  mil,  cinco  mil,  diez  mil  familias  con  sus  jefes 
respectivos,  de  esta  manera  la  jurisdicción  y  el  poder 
autoritario  iba  creciendo  hasta  llegar  a  la jurisdicción  total  y 
el poder  supremo  del  Inca  ". 66 

En las relaciones matrimoniales se daba la poligamia para los grupos


dominantes, es decir el gran seńor podía tener varias mujeres, pero siempre había una
que era la principal. Los hijos de ésta eran los que heredaban el poder y los privilegios
propios de su rango. El pueblo aparentemente era monógamo. La poligamia se daba
por mérito, es decir se tenía más acceso a mujeres según su importancia en la comunidad
y a su habilidad y capacidad de servicio.
Para terminar con el período Inca en la región de Lima, solo queda por agregar
que esta cultura introdujo las armas de bronce y además la formación de una "clase" 67

militar poderosa y privilegiada; se trataba de un ejército bien equipado de exclusiva


función.

66
Valcárcel, 1964:38­39.
67
El término  clase es una categoría que no se adapta a la realidad del Antiguo Perú, que se
organizó en base a estratos, según antigüedad­habilidad de sus miembros.

64
3.1.6 Invasión Europea
Al llegar los espańoles al Antiguo Perú, encontraron una organización imperial con alto
grado de organización política y económica pero a la vez distinta a la Hispana del viejo
continente. Al respecto, P. Cieza de León afirma que no practicaban: "la crueldad que

cometían de comerse unos a otros y ser tan crueles y perversos los padres para los
hijos". 63
Asimismo refiere:

"Son  los  Seńores  o  Caciques  de  los  indios  obedecidos  y 


temidos  todos  generalmente  dispuestos  y  limpios  y  sus  mujeres 
son  de  las  más  hermosas  y  amorosas  que  yo  he  visto  en  la 
mayor  parte  de  estas  Indias  donde  he  andado,  son  en  el  comer 
limpios  y  no  acostumbran  las  fealdades  que  otras  naciones. 
Tienen  pequeńos  pueblos,  y  las  casas  son  a  manera  de  ramadas 
largas  de  muchos  estantes,  dormían  y  duermen  en  hamacas;  no 
tienen  ni  usan  otras  camas.  La  tierra  es fértil,  abundante  de 
mantenimientos  y  de  raíces  gustosas  para  ellos  y  también  para 
los  que  usaren  comerlas.  Hay  grandes  manadas  de  puercos, 
zainos  pequeńos  que  son  de  buena  carne  sabrosa...  Hay 
muchos  pavos  y  otra  diversidad  de  aves,  mucha  cantidad  de 
pescados  por  los  ríos...  tenían  ropa  de  algodón  mucha".*9 

Por su parte, Agurto Calvo haciendo referencia a la llegada de las huestes


hispanas al valle de Lima, refiere:

"El  primero  de  febrero  de  1533  los  habitantes  del  valle  del 
Rímac  contemplaron  atónitos  y  recelosos  cómo  una  extrańa 
comitiva,  procedente  del  norte  vadeavan  el  río.  Entre  sus 
nubes  de polvo  y  tintinear  de  cascabeles,  repiquetear  de  cascos 
y  broncas  voces  de  mando  refulgentes  en  sus  bruńidas 
armaduras,  galopaban  hacia  Pachacámac  Hernando  Pizarro, 
Miguel  de  Estete  y  un  grupo  de  espańoles  seguidos  por  una 
fuerte  escolta  Inca  ".
70 

Muchas fueron infortunadamente las ocasiones en que los vieron y sufrieron sus
desmanes y tropelías. Posteriormente a su arribo, los falsos Wiracochas se apoderaron
d e ' l a zona y cometieron los más crueles e increíbles actos en distintos pueblos
controlados por el Tahuantinsuyo. Así, destruyeron la divinidad de Pachacámac,
ejecutaron al Inca, asaltaron el Cuzco, profanaron los templos, apresaron a diversos jefes

Cieza de León, 1970:166.


Idem:39. 
Agurto, 1984:167­168.

65
regionales, vejaron a Manco Inca, violaron a las ńustas y mamaconas, vaciaron los
depósitos imperiales, asolaron los campos, mataron y torturaron con la única finalidad
de imponer respeto, castigaron rebeldías cruelmente y buscaron confesiones de tesoros
escondidos.

A fines de 1533 presenciaron cómo Nicolás de Rivera "El Viejo", poblaba con
un grupo de espańoles una parte de Pachacámac, para que más tarde Francisco Pizarro,
ocupara el palacio de Taurichumbi, antiguo gobernante Inca del sur de Lima. Semanas
después a comienzos de 1535 los pobladores del valle del Rímac, se inquietaron por las
idas y venidas de un grupo de caballeros que recorrían la comarca en todas direcciones y
hacían preguntas e indagaciones acerca de la calidad de las tierras, las bondades del
clima y la abundancia de los recursos naturales de los sitios que visitaban. Los
caballeros Juan Tello, Ruiz Díaz y Alonso Martín, fueron los exploradores a quienes
Pizarro encomendó la ubicación de un sitio propicio para la fundación de la capital de su
gobernación. La elección recayó por unanimidad en un lugar donde se asentaba el
pueblo o curacazgo de Lima y residencia de Taulichusco.
La noticia de la guerra civil al interior del Tahuantinsuyo entre Atahualpa y
Huáscar y la llegada de Wiracochas salidos del mar, considerados dueńos del rayo y del
trueno por sus armas, sobrecogieron a la población indígena en su totalidad. Esta
impre,;,un y la ayuda de pueblos cansados del dominio Inca, fueron aprovechada por l^s
espańoles para destruir una sociedad en la búsqueda de oro y plata, productos que
amaban más que a su propia vida. Así pues, los indígenas llenos de incertidumbre
esperaban noticias sobre quiénes serían sus nuevos gobernantes. No olvidemos que
estas comarcas fueron conquistadas por las tropas cusqueńas, y de alguna manera estos
pueblos pudieron ver a los falsos Wiracochas europeos como posibles salvadores del
yugo Inca. De esta manera, cuando Pizarro y su comitiva llegaron al seńorío de Lima,
Taulichusco los recibió hospitalariamente ofreciéndoles casa y comida.
En términos demográficos, la llegada de los espańoles significó el exterminio de
la raza indígena, toda vez que el excesivo trabajo, el arrebato de sus tierras» la mala
alimentación, la separación de sus familias, el pago de fuertes tributos y el arraigo de sus
costumbres mediante la extirpación de idolatrías, diezmó considerablemente a la
población nativa. La nueva estructura política, social y económica impuesta por los
hispanos, fue adaptada a las costumbres andinas solo bajo fines de conveniencia. Así,
conservaron a los mitmaes y yanas, y al curaca para utilizarlo como intermediario entre

66
lo hispano y lo andina para el pago del tributo. Esta presión se acentuó más en la costa
central, pudiéndose afirmar que hubo genocidio, ya que fue en este lugar donde se ubicó
el centro del virreinato espańol, la Ciudad de los Reyes (Lima).

Como ya mencionamos anteriormente, esta ciudad fue elegida después de una


orden impartida por Pizarro para inspeccionar el lugar y escoger la zona más adecuada.
Taulichusco no hizo resistencia, al contrario se comportó amistoso y hospitalario; y a
pesar de la amabilidad de éste, él y su pueblo fueron despojados de sus tierras y llevados
a tierras más lejanas, en donde podían trabajar la tierra para los nuevos seńores.
Conforme se incrementaba el dominio espańol, el reparto de tierras y la obtención de
alimentos fue un obstáculo que tuvieron que enfrentar y que en algunas situaciones
fueron el origen de algunos enfxentamientos entre espańoles. Pero los residentes del
valle del Rímac no fueron la única población reubicada, también lo fueron los vecinos
de la parte alta del valle de Lima, Maranga, Guatea y Guala, a quienes los trasladaron al
pueblo de Santa María de la Magdalena formando la nueva reducción de indígenas de
Lima.
Taulichusco, que no presenció mucho los atropellos de los espańoles por su
avanzada edad y siguiendo la tradición andina de sucesión, lo reemplazó su hijo
Guachimano, con quien había hecho un co­gobierno con la finalidad de adquirir la
sabiduría y experiencia de su progenitor. Siguiendo la tradición, al fallecer Guachimano
le sucedió su hermano Gonzalo. Este último luchó denodadamente por no perder sus
privilegios y los derechos de su pueblo. Sin embargo, las costumbres espańolas
mediante la imposición, fueron ganando terreno en todo los ámbitos hasta finalmente
desplazar las ancestrales costumbres andinas. Así, el parentesco no fue argumento
valido para mantener el poder bajo un dominio familiar, pues el matrimonio y la
herencia también adquirieron nuevas formas.
El jefe del seńorío Maranga, se llamaba Chayavilca. Se cree que en este seńorío
se encontraba el templo provincial más importante y que fue destruido por los espańoles.
Cada seńorío tenía dos parcialidades, siguiendo el criterio político administrativo del
dualismo que también fue eliminado por los conquistadores. Los espańoles supieron
utilizar algunas de las costumbres o formas de organización, y modificaron otras a sus
intereses; así pues adoptaron el pago de tributo que se daba en prestaciones de servicio y
en productos, ańadiéndole a éste el uso de la moneda. Se mantuvieron algunos
estamentos sociales con el fin de poder controlar a la población, como por ejemplo a los

67
caciques, antiguamente llamados curacas, que junto al tributario se encargaban de
recabar los impuestos y/o almacenar los tributos. También mantuvieron a los mitmaes y
yanas, éstos dos últimos con nivel de vida paupérrimas. Es probable que se les
considerase como seres inferiores.

Con la llegada de los espańoles por estas tierras, nuestra raza fue esquilmada,
vejada y despojada de sus pertenencias e instituciones. Sufrieron la imposición de
nuevas formas de sistemas socio­económicos, culturales, administrativos y religiosos,
que fueron completamente diferentes a las oriundas de estas regiones. El espíritu
lucrativo y de pleno amor al poder económico, así como al oro y la plata,
contradiciéndose grandemente con sus postulados religiosos, los llevaron al genocidio
de la raza indígena y el exterminio de la sociedad más adelantada de América del Sur:
los Incas.

68
CRONOLOGÍA DE LIMA ANTIGUA
DE ACUERDO A LOS AUTORES CITADOS

Ańos Períodos Lugar


20000 a. Fines del Pleistoceno primeros cazadores Diferentes puntos del
continente
10000 a 9000 a.C Post glacial (holoceno) migraciones Costa, sierra
10000 a 8000 a.C Taller Lítico (artefactos) herramientas Chivateros, Las Ánimas y
toscas Lomas Negras
9000 a.C Conocimiento del uso del mar Costa
9000 a 8000 a.C Basurales de babosas De los Oasis
8500 a 6000 a.C Hachas a mano manufactura fina, punta Cueva de las Tres Ventanas.
de proyectil Chilca 3 600 mnsm
8000 a 4000 a.C Dominio de pisos ecológicos Yunga, quechua, puna
5500 a 4200 a.C Cazadora tardíos.
Difusión de patrón aldeano
4200 a 2500 a.C Aldeas con templos
4000 a 2000 a.C Aparición agricultura Lomas, yunga, quechua
300 Fin del pre­cerámico sin algodón
2500 a 1750 a.C Arcaico Medio, pre­cerámica
2000 a.C Cementerios Ancón, Pachacámac,
Paramonga, Ásperos (Supe)
Antes de Tejido Ancón
2000 a. C
Poco después del Ancón, Pachacámac, San
2000 a.C. Cerámica Bartolo
1500 a 600 a.C Período Chavín (apogeo) San Martín de Porres,
Complejo Garagay Valle del Rímac
Templos Forma de "U"
800 a 900 a.C Culturas regionales (Williams)
500 a 200 a.C Fin de período Chavín
200 a.C. a 600 d.C Culturas locales I o Ira. Regionalización Cajamarquilla
700 a 1200 d.C Período Wari
540 d.C. a 90 Período Wari (Menzel)
1200 a 1450 d.C Culturas locales II o 2da. Regionalización
1450 a 1530 d.C Inca
1530 a.. Invasión espańola

69
Segunda Parte

Etnografía de Lima Antigua


Capítulo I

PUEBLO DE YUNGAS

1.1 LIMA

1.1.1 Etimología
Hay varias interpretaciones en la etimología del nombre Lima. Se cree que el nombre
Lima fue en realidad  Limac y no  Rímac. Los antiguos pobladores de la sierra
acostumbraban pronunciar la "R" por la  "L" de ahí se puede asegurar que  Rímac es
según la pronunciación andina  Limac. Un significado etimológico es propuesto por
Carlos Auza Arce que refiere que el nombre  Lima significa pedregoso. 71
Conociendo
que esa es una de las características naturales del suelo de Lima, se cree que las primeras
tribus adoptaron ese nombre quechua por las características de la zona.

La otra etimología propuesta por Villar Córdova que refiere que  Limac­Limac o
Lima­Limaytic es una flor amarilla que crece en la cordillera al pie de las nieves
perpetuas, y que los antiguos pobladores de Canta y Huarochirí la usaban para ayudar a
los infantes a hablar a temprana edad. De allí que el sustantivo  Rímac se denomine
hablador. 72
Cualquiera de las dos etimologías propuestas no descarta el origen quechua
de este nombre y que Lima es la palabra original de  Rímac. 

1.1.2 Organización social y productiva


El valle de Lima está regado por tres ríos que son: Chillón, Rímac y Lurín. Comprende
esta zona desde las inmediaciones de Ancón por el norte, hasta Pucusana por el sur; y
por el centro hasta Chosica. La zona de Lima es la más pequeńa de todas, pero
comprende lugares arqueológicos de suma importancia en sus tres valles como en las
playas y desiertos aledańos, tales como Ancón, Comas, Pachacámac, Lurín, Chorrillos,
etc. A lo largo de éstas, se encuentran restos de aldeas de pescadores arcaicos, con sus
respectivos cementerios. Estas poblaciones arcaicas están ubicadas en bahías o caletas,

71
Auza, 1944­45:128­129.
72
Villar, 1935:163­164.
permitiéndoles un mejor abrigo a sus centros poblados. En Ancón se han encontrado 58
yacimientos de cazadores nómades entre los ańos 1961­62 y que demuestran un
desarrollo de la actividad recolectora de productos marinos.. Los restos más comunes
son: puntas de proyectil, limas de arenisca, collar de conchas, huesos de aves, anzuelos
de conchas, etc.
En esta época remota de nuestra existencia, hubo otra actividad reproductiva que
fue muy frecuente en los poblados de Ancón y también de Chilca, que fue el buceo,
como­lo afirma el Dr. Ogata (1969), que también proporcionó alimentos a la población.
A través de los materiales estudiados, se ha podido observar que durante los períodos
pre­algodón hubo un predominio de dolicocéfalos, demostrando con ello que se
acostumbraba practicar esta actividad del buceo para obtener productos marinos.
Es probable, como se mencionó anteriormente, que el clima favoreció la
recolección de frutos en zonas aledańas; toda vez que se han encontrado restos de
cultivos de papa y recolección de algodón silvestre (pardo) que crecían gracias a la
llovizna (garúa) muy común en la zona costeńa y que era más acentuada durante la
temporada de invierno.
La actividad productiva más importante para esta zona costeńa fue lógicamente
la recolección, que combinada con los recursos de las lomas en donde abundaba
vegetación, encontraron medios seguros de supervivencia, aun en é p ^ a s de escasez. De
este pueblo de pescadores arcaicos queda un extenso cementerio, cimientos de algunas
habitaciones de piedra, algunas casas circulares o túmulos que servían de granero o
despensero y basurales o conchales de las antiguas poblaciones de "pescadores arcaicos"
como los llama Max Uhle (1910).
En el período Chavín, los pobladores de esta zona practicaban la agricultura
siendo sus primeros productos el maíz, camote y diversas frutas, que juntamente con los
productos recolectados y los recursos marinos, contribuyeron en gran forma al
mejoramiento del nivel de vida de los pobladores. Recordemos que en este período el
avance de la actividad productiva contribuyó a la formación de un nuevo ordenamiento
social con tendencia a una sociedad centralista y estratificada, sobre la base del grado de
conocimiento y relaciones de parentesco. Este nuevo orden social, se extendió en gran
parte del territorio andino, dejando restos materiales muy bien diferenciados, que nos
demuestra la madurez de su organización, hasta el punto que nos hace pensar que se
trató de un "Estado" ya formado.

74
Provincia de Lima

3 A t i
t . ü « e ^ 0

OCÉANO
PAG IFICO

L E Y E N D A
O C A C I T A L ot rnovmciA

o• rué Í L O J

• n um A I

r pcrnoiLi/oi
R I O !

C A M 111 0 »

17 Chorrillos 32 Lurigancho 48 Punta Negra


1 Aeropuerto
18 Chosica 3 4 Lurin 49 Puruchuco
2 Ancón
19 Chuquitanta o Paraíso 3 6 Manchay 50 Pro
3 Ate
20 Chontay 37 Lomas de Manchay 51 Rímac
4 Chaclacayo
21 Huachipa 33 Chivateros 54 Santa Rosa
5 Caballero
22 Huancho Hualla 39 Naranjal 55 Tambo Inga
6 Cajamarquilla
23 Quebrada Huaycorolo 40 Nieveria 56 Trapiche
7 Caudi villa
24 Huaycan 41 Oquendo 57 Trapiche (otro)
8 Ctcneguilla
9 Collique 26 Muascoy 42 Pachueamac 58 Vitane
27 Infantas 43 Pariache 5 9 Florida
10 Comas
23 Quebrada Jicamarca 44 Pucusana 61 Garagay
11 Concón
29 J ¡comarca 45 Puente Piedra 62 Cardal
12 Copacabana
30 La Molina 4 6 Punchauea 63 Manchay Bajo
13 Curayacu
16 Chocas 31 Lúcumo 47 Punta Hermosa
Después del período Chavín cuya decadencia y caída hasta la actualidad se viene
debatiendo, surgieron nuevas sociedades independientes con cierto poderío bélico, que
les permitió respeto mutuo entre ellos, siendo la Cultura Lima, quienes predominaron en
nuestra zona de investigación.

Esta cultura desarrolló los primeros canales de irrigación de las aguas del río
Rímac, obras hidráulicas que contribuyeron al desarrollo de la producción agrícola.
Tenían instrumentos de labranza y de pesca elaborados de hueso, lo que nos demuestra
que todavía no dominaban bien la metalurgia, aunque si se ha encontrado adornos de
plata, oro y bronce, obtenidos probablemente mediante el trueque con otros pueblos del
norte peruano. Lograron un alto nivel en la cestería que la usaron en diversas formas,
como por ejemplo en el uso doméstico, para intercambios y en las ceremonias mágico­
rituales, al igual que en los entierros.

Por las investigaciones hechas por Max Uhle (1910), Patterson (1964) y otros
estudiosos, se sabe que la cultura Lima se extendió desde Chancay en el norte, hasta
Lurín en el sur, siendo por lo tanto una sociedad fundamentalmente costeńa. Según
datos recogidos por Rogger Ravines en las tumbas de Ancón, se demuestra claramente
que para esta época, en esta parte del litoral, la población también había alcanzado un
equilibrio social y político. Igualmente en Pachacámac (Lurín) y en el valle de Chillón
se han encontrado vestigios semejantes, que nos invitan a calificar a la cultura Lima,
como un todo independiente, con equilibrio político, social y férrea disciplina, base
fundamental para la construcción de sus centros ceremoniales, obras hidráulicas, etc.
Así, estos avances tecnológicos permitieron extender su área de cultivo, construir
represas, canales o acequias y diversos caminos interregionales para intercambiar
productos con pueblos de la costa (Mochicas, Recuay, etc.), como de la serranía. No
debemos olvidar que los recursos marinos seguían jugando un papel importante en la
economía de esta cultura, tan igual como hasta nuestros días.

Las últimas investigaciones de Jorge Silva, Daniel Morales, Rubén García y E.


Bragayrac (1988), en Cerro Culebra (Chillón), intentan entender la organización socio­
económica y política de esta cultura, contemplando tres niveles en el análisis de los
vestigios, que son:

a) Unidad doméstica.
b) Organización interna de los asentamientos, y
c) Distribución de los asentamientos en el valle.

77
A pesar de estos esfuerzos, no han podido configurar aún nada concreto; sin
embargo ellos mencionan la posibilidad de una organización política tal vez
correspondiente a un nivel estatal, cuyo centro político podría ser el Rímac. Asimismo,
T. Earle, (1972), propone que en este valle pudo hallarse el o los asentamientos más
importantes de esta sociedad.
Durante la época Wari, Pachacámac se convirtió en el centro político y religioso
más importante de la costa central. En el valle del Rímac destacó a su vez el complejo
de Cajamarquilla, y en el del Chillón, la ocupación más importante estuvo en Ancón. El
uso de los productos marinos y el desarrollo de la actividad agrícola fue una constante
en las sociedades venideras. Pero los Wari desarrollaron aún más la actividad comercial
basada en el intercambio y para ello se valieron probablemente de una amplia red de
caminos, que recorría desde el Pacífico hasta lejanas zonas de Ayacucho y Cuzco. Este
punto, sin embargo, no ha sido arqueológicamente documentado.
Fue en el período de la segunda regionalización o Intermedio Tardío
(1100­1440 d.C.) que surgieron varios curacazgos, destacando Ychmay en la parte baja,
entre el río Lurín y Rímac, cuyo centro principal fue Pachacámac. 73
En el valle de
Lurín, el curacazgo más importante fue Quillcay y en Chillón Bajo destacó Colli. Las
tierras de la región yunga y chaupiyunga de estos valles, sobre todo del Rímac y Lurín,
fueron invadidas por grupos serranos, especialmente de la región de Huarochirí, que
bajaron en busca de mejores recursos alimenticios. Las tierras de la chaupiyunga del
Chillón eran muy productivas, destacando la coca entre su principal producto por su
valor mágico­ritual.

Como se puede apreciar, el aprovechamiento de los recursos marinos, mediante


la pesca a gran escala, como Ancón y Quillcay, conjuntamente con la agricultura de
riego, fueron las dos grandes fuentes de subsistencia de los pobladores de la costa
central. Conforme aumentaba el desarrollo y el dominio de la actividad agrícola, los
pueblos se tornaron más complejos, pero muy bien organizados al punto de satisfacer
sus todas sus necesidades más elementales.

El logro más grande de nuestras sociedades antiguas fue el dominio de su medio


ambiente y el aprovechamiento racional de los recursos naturales que desembocó en un
control político y social de carácter totalitario y teocrático.

73
Para la confección de los mapas hemos utilizado las referencias del INC; Ravines 1985,
Gunther, 1983, INP.  Atlas  Histórico 1963­70, además hemos contado con la colaboración del
Instituto Geográfico Nacional (IGN).

78
1.1.3 Arquitectura
Respecto a este tema, el reconocido investigador Alfredo L. Kroeber expresó lo
siguiente:

"El  Perú  pre­hispánico  produjo  una  de  las  dos  grandes  artes 
de  la  América  nativa,  la  otra  corresponde  a  México  y  la 
América  Central.  En  contraste  con  los  Aztecas  y  los  Mayas, 
los  peruanos  sobresalieron  en  tejidos,  la  metalurgia,  la 
cerámica  y  las  artes  industriales.  En  artes  monumentales  de  la 
escultura  y  arquitectura  no  llegaron  a  igualar  a  los 
mejicanos"} 4 

Las primeras manifestaciones de desarrollo cultural y de mayor antigüedad en la


zona central, se encuentran en una colina ubicada cerca de la desembocadura del río
Chillón cubierta por artefactos líticos, conocida mayormente con el nombre de
Chivateros, en donde todavía no ha sido posible deducir una secuencia temporal ni
cultural de ocupación. Esto quiere decir que todavía no se ha detectado una secuencia
evolutiva que determine una cultura específica, aun cuando se propone una "tradición
Chivateros" en la costa central y norte (Bonavía, 1979). Se cree que la antigüedad de
esta zona como cantera es de fines del Pleistoceno y comienzos del Holoceno, unos
8000 ańos a.C. Algunos investigadores niegan que los artefactos de Chivateros hayan
sido creados para fines específicos; que no tuvieron ese fin por haber sido encontrados
en determinados lugares de asentamiento, quedándose en las canteras desechadas, piezas
a las cuales se les denomina "pre­formas" (Fung, Cenzano y Zavaleta, 1972). Al
parecer, las toscas piezas obtenidas en Chivateros eran transformadas posteriormente en
cuchillos, puntas de proyectil, lanzas, chancadores, puntas bifaciales, etc. Algunos le
conceden una antigüedad de 10000 a 7000 a.C. Al frente de la colina de Chivateros y
cruzando el río Chillón, en su margen sur, se encuentran los cerros de Las Animas y
Oquendo, donde también se encontraron artefactos semejantes. Restos parecidos se han
recogido en la Pampilla, unos 500 metros al oeste de la cantera­taller de Chivateros.
Este último lugar al parecer se trataría de un campamento base.
En lo que respecta a la fase final del arcaico final con unos 2500 ańos a . C ,
existen evidencias en la margen izquierda del río Chillón, a unos 3 kilómetros de
distancia con respecto al mar. Se trata del asentamiento pre­cerámico más grande de
toda la costa llamado "El Paraíso" o "Chuquitanta", que según cálculos elaborados por

74
Kroeber, 1932.

79
diversos investigadores (Engel, 1966, 1967; Quilter; 1985), se cree que albergó a u n a
población de 1 500 habitantes. La construcción denominada Unidad I tiene recintos
ceremoniales y residenciales, destacando el cuarto de doble piso calcinado con hoyos en
sus esquinas, excavado por Engel en 1966. Se cree que estos recintos anteceden a las
construcciones en forma de "U" y a los edificios con pozo circular hundido, que se
edificaron a partir del Período Formativo (1800 a.C). Para otros estudiosos los indicios
de forma de "U" de "El paraíso" parecen ser casual.

El Paraíso. Reconstrucción hipotética (Agurto, 1984:60)

A partir del segundo milenio antes de nuestra era, y poco después del virtual
abandono de "El Paraíso", se produjo en la costa la edificación de un gran número de
complejos arquitectónicos en forma de "U", desde un territorio que se ubica entre
Chiclayo y el valle de Mala. En cuanto a la costa central, particularmente para las zonas
de Lurín, Rímac, Chillón, Williams las clasifica de la siguiente manera: En el Rímac
figuran La Florida, Garagay y La Salina. A estas edificaciones se agregan El Pino, San
Antonio, Yanacoto y Ricardo Palma. En el Chillón se hallan Cueva, Huacoy, Chocas,
Pucará. En Lurín encontramos Mina Perdida, Manchay Bajo, Cardal, Mal Paso, La
Candela. Es importante aclarar que estos enormes monumentos arquitectónicos en
forma de "U", que se desarrollaron al final del Arcaico Tardío y comienzos del
Formativo Temprano (1800 a.C), y que prevalecieron durante todo el período Chavín, no
necesariamente corresponden a una arquitectura creada por los Chavín; pues estos

80
modelos arquitectónicos se desarrollaron en la costa central probablemente 1000 ańos
antes que Chavín surja como centro de una de las culturas más estudiadas del período
Formativo.

Entre la vega de los valles de Chillón y Rímac, la más grande e importante


edificación en forma de "U" es Garagay, ubicada en el distrito de San Martín de Porres,
tal como lo refieren Patterson y Lanning:

"(...)  es  probable  que  Garagay  fuera  el  principal  centro 


ceremonial  de  la  región  a  lo  largo  de  gran  parte  del  Horizonte 
Temprano"? 5 

Para su construcción debe haberse necesitado de una gran movilización de


fuerza de trabajo, dirigidos por personajes con capacidad de prácticas rituales, para así
lograr congregar a los poblados de su entorno; de allí que se les podría adjudicar una
manifiesta orientación agro­religiosa, es decir, conocimiento del ciclo anual de
producción vinculada con ciertos fenómenos físicos como los movimientos telúricos. Se
estima que la antigüedad de Garagay es de 1600 a 1500 ańos a . C , aunque el recinto es
asignado al período Formativo Temprano, unos 1400 ańos a. C. pero algunos estudiosos
refieren que ésta antecede a la sociedad Chavín.

Las edificaciones Chavín, incorporan el estilo arquitectónico en forma de "U" en

la costa, así como los pozos circulares semihundidos. Se trata de una sociedad con una
1

manifiesta estratificación social y con una élite centralizada en la sede ceremonial de


Chavín de Huantar (Ancash). Sus patrones de comportamiento revelan una sociedad

estratificada, por un lado un segmento sacerdotal dedicado a tiempo completo a ofrecer


ceremonias en el templo, y por el otro lado un segmento mayoritario campesino. Los
recintos Chavín generalmente se superponen a otros asentamientos y aparecen como
intrusivos, pero en general Chavín estableció relaciones con las élites de otras regiones,
sea la propia sierra como en la costa. Al respecto, Gordon Willey refiere que:
"En  términos  clasificatorios  generales,  el  estilo  Chavín  se 
localiza  en  el  estadio  Formativo  Temprano  de  la  pre­historia 
peruana,  dentro  de  un período  estimado  comprendido  entre  los 
ańos  I  000y  0 antes  de  Cristo". 76 

75
Patterson y Lanning, en Ravines, 1970:397­398.
76
Willey, en Ravines, 1970:206.

81
Durante la primera regionalización en las pampas de Ancón y Playa Grande, se
establecieron las primeras aldeas, alimentándose de productos marinos. En el valle del
Chillón surge Cerro Culebra y Copacabana, mientras que en el valle del Rímac surge la
cultura Lima cuyo centro estaba ubicado en los actuales distritos de San Miguel y
Maranga. También estaban la huaca Juliana en Miraflores, Huallamarca en San Isidro, y
los centros ceremoniales de Trujillo, Canto Bello, y Pro. En Lurín se desarrollo Cerro
Lomas de las Papas y Atocongo. En este período surge Cajamarquilla I, que después por
razones desconocidas, que pueden ser causas naturales, fue completamente abandonada.
Pachacámac fue construido en este período, tal vez durante la última época, pero tuvo su
apogeo en la época Wari. Hacia los 700 d.C, la cultura Lima se encontraba en
decadencia y fue invadida por los Waris, que se instalaron en los monumentos más
importantes, como el complejo Maranga y la Huaca Aramburú o Pucllana; pues su
alfarería fue reemplazada por estilos provenientes de la costa sur y la sierra central.

Reconstrucción hipotética del palacio de Cajamarquilla (Agurto, 1984:113)

Camajarquilla I pudo haber sido construida inicialmente en la primera

regionalización como se mencionó anteriormente. 77


La ciudadela de Cajamarquilla II

77
Cajamarquilla pertenece políticamente a la provincia de Huarochirí, pero por estar ligada a las
culturas próximas a la parte baja de los valles de Lima, la considero dentro de ésta.

82
fue el único ejemplo de construcción Wari en la zona de Lima, además de algunos otros
promontorios menores. Esta llegó a ser la ciudad principal de los Wari, el centro
administrativo, político, económico y de comunicaciones. Cajamarquilla II; está

ubicada en la quebrada de Huaycoloro, en la margen derecha del río Rímac. Se trataba


de una ciudadela de calles angostas y estaba relacionada con otros asentamientos
importantes como Copacabana (Puente Piedra), Maranga (Aramburú), Palpa (Chancay),
Huacho (por el norte y Nazca por el sur). Esta ciudadela fue un centro importante,
camino a Cieneguilla, Sisicaya, Langa, Huarochirí, al nevado de Pariacaca y de allí a
Jauja, para luego comunicarse con Ayacucho. Se cree que durante el período Wari la
ciudad de Cajamarquilla II tuvo alrededor de 15 000 habitantes.
Se empleó el molde para la fabricación de sus muros, haciendo uso de ladrillos y
tapias de adobe como en el período anterior. En Pachacámac también se observan
pirámides de adobes pequeńos, como las pirámides del valle de Lima mencionadas en
los capítulos anteriores, lo que demuestra la presencia Wari en Lima y Lurín.
Asimismo, se han encontrado entierros del tipo Wari, fragmentos de cerámica
tipo Nievería en los basurales. A pesar de estas evidencias, el arqueólogo Alberto
Bueno (1983) pone en duda si hubo realmente ocupación territorial de los Wari en
Pachacámac. Es probable que siendo Cajamarquilla II tan importante para su
organización, Pachacámac sólo se limitaba a una función ritual­religiosa. Por su parte,
Uhle encontró alfarería y tejidos Wari en el templo de Pachacámac, lo que también dan
seńales de su presencia en dicha sede.
Según algunos entendidos, se cree que los Waris no construyeron ningún
edificio, solo los reacondicionaron de acuerdo a su conveniencia y que en más de una
ocasión éstos se encontraban destruidos. Así, también los recintos piramidales de
Nievería, Trujillo, Juliana, Maranga, etc., fueron reconstruidos bajo el estilo Wari y los
utilizaron como centros ceremoniales.
Por la ausencia de centros ceremoniales y administrativos en Ancón, se presume
que este lugar fue sólo un centro de extracción y procesamiento de recursos marinos.
Por las tumbas halladas, podría decirse que este lugar funcionaba como balneario para
algún grupo privilegiado, pues las joyas de oro y plata, tejidos finos y hermosos collares
hallados en dichas tumbas, hacen suponer que se trataba de personajes importantes. Al
respecto refiere Ravines, citando a Menzel:
"La  llegada  de  la  influencia  Wari  a  la  Costa  Central,  está 
marcada  en  Ancón  por  un  cambio  en  sus  patrones  funerarios, 

83
que  ya  se  insinuaban  en  la fase  anterior  cuando  el  cadáver 
yace  con  las  piernas  flexionadas  hacia  delante  o  en  entierros 
múltiples,  en  que  uno  aparece  tendido,  otro  sentado  y  el 
tercero  flexionado  ",78 

En el período Intermedio Tardío o segunda regionalización, los asentamientos


de las épocas anteriores fueron reutilizadas, tanto en el valle bajo del Chillón como a lo
largo de la cuenca. Ancón, Puente Piedra, Zapallal, Carabayllo, Huacoy, los alrededores
de Chuquitanta, Pampa de los Perros, Oquendo, etc., presentan vestigios de
construcciones hechas de tapial y de piedras. Valle adentro, se observan otros recintos
entre los que destacan la fortaleza Colli o Collique, el cual se levanta sobre un pequeńos,
el mismo que presenta tres murallas de piedra de más o menos tres metros de alto que
sirvieron como medio de protección en caso de algún ataque. Esta fortaleza fue sede del
seńorío del mismo nombre que se extendió desde el litoral hasta Santa Rosa de Quives.
En este territorio se observan otros asentamientos tal como Punchauca en el kilómetro
25 de la carretera Lima­Canta, que significa Templo del Sol (en Chinchaysuyo o
quechua costeńo). Prosiguiendo valle arriba, en la margen izquierda del río Chillón,
existen los recintos de Chocas, Buena Vista y Trapiche, y a la altura del kilómetro 40 de
la misma carretera los promontorios de Huachipuquio y Sapán. Frente a éstos y en la
margen derecha del Chillón se halla Macas.
En el valle del Rimac se ha descubierto numerosos asentamientos de esta época,
siendo uno de estos lugares el Palacio de Puruchuco, ubicado en la margen izquierda del
mencionado río, considerado como "unidad aislada", aplicando la clasificación de
Schaedel. Este monumento al parecer fue la residencia de un curaca importante,
construida poco antes del dominio Inca, con muros anchos y de una altura de hasta
cuatro metros. Con la llegada de los Incas, esta residencia fue incorporada al
Tahuantinsuyo.
Otros asentamientos de la margen izquierda son las de Ate, Vitarte, Huancho­
Huallas, Pariachi, Carmen de la Legua, El Agustino, Maranga, siendo esta una de las
más extensas conformada por Aramburu, San Miguel, Concha o San Marcos, Tres Palos,
Palma del Parque de Las Leyenda, Pando y Palomino. Asimismo, se encuentran
Perales, Puruchuco, Santa Felicia, Huaquerones, Armatambo o Irmatambo, Villa El
Salvador, entre otros.

Ravines, citando a Menzel, 1981:161­162; Ravines, en Lumbreras, 1980:125.

84
Los recintos de la margen derecha del Rímac son: Lurigancho, Campoy,
Huachipa, Nievería, Mangomarca, La Florida, UNÍ, Condevilla, Pedreros, Pampa
Cueva, Garagay y La Regla.

Para comprender mejor las características de estos recintos, mencionaremos la


relación arquitectónica urbanística ubicadas en el Rímac, haciendo uso de la
clasificación de Schaedel (1951), utilizada también por Santiago Agurto: 79

­  Centros  Ceremoniales: Ychma en el valle de Lurín.

­  Centros  Urbanos  de  Élite: Cajamarquilla, Vista Alegre, Huaquerones y


Marcavilca en el valle del Rímac,

­  Centros  Urbanos  Profanos: Collique, Comas y Con­Con, en el valle de


Chillón; Pedreros, Canto Chico, Hurigancho y Huanchihuaylas en el Rímac.
Maracuyá, San Martín, Manchay Alto y Chontay en Lurín.

­  Centros  Provinciales  de  Élite: Cerro Respiro y Oquendo en el valle de


Chillón; Mango Marca, Campoy, Huaycán, Palao, Mateo Salado y Maranga, en
el Rímac, Huaycán en Lurín.

­  Unidades  Aisladas: El centro poblado de Cerro Pro, los centros


administrativos de Mercurio Alto y Cerro la Regla, el observatorio de La
Arborada, La Atalaya de Cerro Candela, el recinto amurallado de Chillón y la
fortaleza de Collique, todas estas unidades en el valle de Chillón. Los centros
poblados de Gloria Grande, Gloria Chica y Huachipa, Puruchucu, Pariachi,
Huantilla, Santa Cruz y Santa Catalina en el Rímac, Mal Paso y Pampa de Flores
y Molle en el valle de Lurín.

De los recintos mencionados los más importantes son: Pachacámac o Santuario


de Ichmay y Maranga o Aramburu, este último ubicado dentro de la sede principal de la
Universidad de San Marcos. Como ya mencionamos anteriormente, éstas fueron
construidas en la época de la primera regionalización, pero sucesivas culturas las
adaptaron de acuerdo a sus intereses, de allí que la mayor parte presentan diversos
patrones de asentamiento.

Hay algunos recintos que tienen un evidente carácter defensivo por lo que se les

podría llamar fortalezas o pucarás como son las de Collique que ya han sido

Agurto, 1984:129.

85
mencionadas. Estas estructuras reflejan con clara evidencia, que estos pueblos tomaron
precauciones para defenderse de posibles invasiones. En el caso de Collique hubo
preocupación con respecto a sus vecinos de Canta y Chaclla.

En cuanto a la arquitectura Inca, esta tiene un fuerte carácter de aculturación,


pero en sentido opuesto; es decir, los conquistadores cusqueńos asimilaron los adelantos
de los pueblos conquistados. Así, los Incas adoptaron patrones y estilos de construcción
regionales como las existentes en las comarcas limeńas, que sobresalieron luego de
siglos de asimilación. Así, muchas de las edificaciones que hasta la actualidad existen
fueron construidas durante la primera regionalización. De esta manera a la llegada de
los Incas al litoral peruano, diversos centros ceremoniales dominaban los agrestes
arenales y vientos de la zona. Los Incas utilizaron los recursos naturales costeńos de
acuerdo a sus usos y costumbres bajo el concepto de reciprocidad. En su afán por
denotar su predominio en la región, planificaron la edificación de algunos tambos y
centros ceremonial, como el templo del sol de Pachacámac una de la más importante en
la costa central. También remodelaron algunos conjuntos arquitectónicos, pero
sobretodo ampliaron y mejoraron la red de caminos con la finalidad de mantener una
rápida comunicación y control de todos los territorios conquistados.

Reconstrucción hipotética del Templo Inca en Pachacámac (Agurto, 1984:161)

86
Una lista de más importantes construcciones arquitectónicas urbanísticas
incaicas en la comarca de Lima ha sido elaborada por Schaedel, entre los que destacan
según su función:

Centro  Ceremonial: Con ciertas características de Centro Urbano de élite;


Pachacámac, en el valle de Lurín.

Centro  Urbano  de  Élite: Armatambo, en el valle del Rímac, y,


probablemente, Maranga en el mismo valle.
Centro  Urbano  Profano: Huaquerones en el valle del Rímac.
Centro  Provincial  de  Élite: El Pino, Encalada Huaycán, en el valle del
Rímac, Huaycán en Lurín.

Unidades  Aisladas: Tambo Inga, Puente Inca y Fortaleza de Collique, en el

valle del Chillón, Huaca Ceres, Limatambo y los Incas, en el Rímac, Tambo

Inca y la población de Cerro Botija, en Lurín. 80

Los Incas a su llegada a Lima encontraron un gran progreso del desarrollo


agrícola y sistemas hidráulicos, por lo cual solo dispusieron una redistribución a favor
del nuevo grupo dominante. Una de las características casi siempre considerada fue el
uso racional de los recursos y el sentido de prevención ante cualquier percance o
emergencia (guerra) o desastre natural (heladas, huaycos, sequías). Esta política fue
aplicada solo después de haber logrado un superávit agropecuario.
En cuanto a los caminos, sabemos que éstos se construyeron en casi todo el
Antiguo Perú, aunque los Incas impusieron al Cuzco como cede principal de su
gobierno, tal como lo hicieron los Chavín (Ancash) y los Wari (Ayacucho) en épocas
anteriores. Los curacazgos más importantes de la región de Lima estaban unidos entre sí
por medio de caminos regionales y locales, que complementaban la gran red de caminos
estatales. Así, existió una fluida comunicación entre los pueblos y etnias dominadas con
el Santuario de Pachacámac (Lurín) y las cumbres del dios Pariacaca a través de la
serranía de Canta (Huarochírí). Los mensajeros de esa época, al igual que las tropas y
demás viajeros, contaban con tambos ubicados estratégicamente a lo largo de los
caminos para su descanso y abastecimiento de víveres. Estas construcciones las
introdujeron los Incas por la necesidad continua de recorrer sus inmensos territorios con
la finalidad de mantener el control de los pueblos sometidos.

80
Schaedel en Agurto, 1984:149.

87
Los tambos eran lugares de refugio, descanso y equipamiento. También servían
para el control y administración del tributo de la zona de su jurisdicción. No debemos
olvidar que en el caso de la costa central, ésta formó parte del Chinchaysuyo.

1.1.4 Cerámica
La cerámica apareció luego del desarrollo del arte textil. Las más antiguas muestras de
cerámica proceden de la costa norte y central. Según Patterson y Lanning:

"La  idea  de  fabricar  cerámica,  llegó  a  la  costa  central  del 
Perú  probablemente  entre  los  ańos  1400y  1200  a.C.  " 8I 

La cerámica es el tercer elemento importante después de las construcciones


(ceremonial y urbano) y el tejido, para la ubicación y determinación de secuencias
culturales en los períodos del Antiguo Perú. La cerámica es como un libro sin fonemas,
que nos muestran las costumbres, experiencias, idiosincrasia, conocimientos e incluso la
espiritualidad de las sociedades antiguas.
La cerámica más antigua de la costa central proviene de La Florida (Rímac), El
Tanque (Ancón) y Curayacu (San Bartolo). Durante la época pre­cerámica, el hombre
se preocupaba primeramente por su alimentación y vestimenta, de allí que los restos
encontrados en aquella época son montículos con 'asiduos de cocina, con restos de
moradas antiguas, juncos y gramas, casi todas de uso doméstico. En la costa se han
encontrado abundantes restos de redes sumamente sencillas y abundantes restos de
conchas a comparación de restos de animales cuadrúpedos, lo que demuestra que su
alimentación fue básicamente marina. Los estratos más antiguos de Ancón
corresponden a la etapa pre­cerámica, de transición entre el tejido a manera de cuerda
(encordado) y la tela propiamente dicha.
Los restos de cerámica encontrados pertenecientes al primer milenio antes de
Cristo, tienen características sencillas pero peculiares y puede distinguirse diferentes
evoluciones: la primera etapa o inicial, que se encuentra en Ancón, La Florida (Rímac) y
Curayacu (San Bartolo), se distingue por el uso de decoración incisa y geométrica,
presentando diseńos punteados o líneas en zigzag. En Curayacu, se identificó además
alfarería pintada de color rojizo y negruzco, lo cual indica la probable existencia de dos
modalidades estilísticas en la alfarería. La cerámica Chavín, con sus elementos felínicos

81
Patterson y Lanning, en Ravines, 1970:397­398.

88
y finos acabados sobre todo de uso ceremonial, se superpone a la cerámica costeńa hacia
los ańos 700 a.C. y posiblemente después de esta fecha.
En la primera regionalización la cerámica se sintetiza en su estilo característico,
que es conocido como entrelazado o Playa Grande. Pero anterior a este está el estilo
Blanco sobre Rojo o "Bańos de Boza".
En cuanto a la cerámica del Horizonte Medio, según Dorothy Menzel, ésta puede
ser dividida en dos períodos de evolución que ella denomina Épocas 1 y 2. En la Época
1 figura el estilo Nievería encontrados en un cementerio en la antigua hacienda Nievería
situada al frente de Cajamarquilla, en el valle del Rímac. 82
Este estilo tuvo varias
denominaciones: Proto­Lima por Max Uhle, H. Gayton y A. Kroeber, Maranga por Jijón
y Camańo, y Cajamarquilla por Harcourt. En la Época 2 figura el estilo Pachacámac, el
cual se extendió a los valles del Rímac, Chillón y Chancay.

Por las cerámicas encontradas en Ancón, existen evidencias de una mezcla o


confusión de estilos en este período. De esta manera, Strong denomina al período de
mayor influencia Tiahuanacoide en Ancón con el nombre de Ancón Medio I. Debe
seńalarse al respecto que para la mayoría de arqueólogos no existe "influencia
Tiahuanaco" en la costa central, pues todo lo que se llamaba con dicho nombre
corresponde en realidad al estilo Wari de Ayacucho.
En otras investigaciones de Dorothy Menzel (1977) en Ancón, según la
recolección hecha por M. Uhle, sostiene que este lugar estuvo relacionado culturalmente
a los centros más importantes del Rímac y Lurín. Ancón continuó desempeńándose
como un pueblo de pescadores, que alcanzó relativo prestigio en el Horizonte Medio,
aunque dependiendo de los valles antes mencionados. Los restos de cerámica
encontrados en Ancón varían de estilo según la época; así para el periodo Temprano se
encuentra el estilo Teatino (tipo cantimplora), después se observa influencia norteńa
(Pativilca, Supe) y al final, aproximándose al período Intermedio Tardío, se observa
influencia de la tradición Chancay Tardía de color blanco cremoso, engobe calcáreo y
grueso.
Con la influencia del estilo Wari de Ayacucho, el cual se combinó a lo largo de
la costa con los estilos locales, también existe confusión para clasificar su procedencia y
estilo. Para el Horizonte Wari, algunos autores proponen que el estilo Tiahuanacoide fue
más evidente en la costa central y según Stumer:

82
Menzel, 1968:94.

89
"(...)  aparece  en  diversos  grados  y  pureza  y  combinados  con 
estilos  en  grados  igualmente  variados,  es  precisamente  esta 
variación  y  fusión  con  los  estilos  locales  lo  que  produce 
confusión  ". 83 

En Nievería, zona cercana a la importante ciudad Wari de Cajamarquilla II,


recinto donde se encuentra su templo y cementerio, se ha podido apreciar en los restos
alfareros hallados, una fuerte influencia Nazca (Sur) y Moche (Norte). Según los
estudios de D. Menzel, la alfarería de Nievería puede distinguirse por poseer:
"(...)  una  pasta  de  grano  fino,  con  poco  temperamento.  Sus 
paredes  son  sumamente  delgadas  (según  Stumer,  muchas  de 
ellas  tienen  únicamente  2  mm.  de  espesor).  La  pasta  y 
superficie  son  de  color  naranja  claro,  presentando  un  fino 
acabado.  Hay  variedad  apreciable  de  botellas  muy 
decorativas  y  muy  modeladas  ". 84 

Otros rasgos origínales son el asa tubular, con un pequeńo agujero al final del

tubo mirando hacia arriba, para permitir el ingreso del aire, y formas globulares de

colores ocre­naranja u ocre­rojo. 85


Villar Córdova por su parte define a la alfarería de

Nievería como de:


"Pasta  fina,  delgada  de  color  rosado,  amarillo  mate  o 
anaranjado.  Siguiendo  la  técnica  pictórica  de  hs  alfareros  de 
Nazca,  emplearon  en  la pintura  y  esmaltado  de  las  superficies 
los  tres  colores:  el  negro,  el  blanco y  el  rojo.  Las  líneas 
gruesas  y  los  dibujos  de  los  motivos  menos  perfectos  que  los 
nazqueńos.  La  forma  general  de  los  recipientes  es  globular, 
imitando  la  calabaza  (...)  La  decoración  pictórica  presenta  un 
motivo  geométrico  (...)  tomado  del  arte  textil.  Además  de  estas 
características  que  parecen  fundamentales  para  la  cerámica  de 
Nieveria,  hay  otros  estilos  que  parecen  proceder  de  la  Costa 
Septentrional  y  que  los  entendidos  como  el  profesor  XJhle 
clasifican  con  el  nombre  de  estilo  "Proto­Lima  ".
86 

R. Ravines y K. Stothert han investigado en diversos entierros en Villa el

Salvador, y han hecho comparaciones con restos hallados en la Tablada de Lurín; donde

han podido hacer una clasificación amplia y minuciosa con respecto a la cerámica

encontrada.

Stumer, 1955­56:73,64.
Menzel, 1968:98.
Lehmann, 1935:146­147.
Villar, 1935:386,387.

90
La cerámica del Intermedio Tardío tiene clara influencia del estilo Chancay,
negro sobre blanco, característica principal para casi todo el valle del Rímac y Chillón.
Para Ancón Strong nombra a esta influencia como "Late Ancón I", que abundan en este
período.
Según Alberto Bueno, hay clara diferencia y semejanza entre la cerámica del
estilo Chancay, que era predominante en la época, con la cerámica Ichmay. 87
Según este
arqueólogo, ambas cerámicas se asemejaban porque tienen el tratamiento pictórico y la
representación de personajes cuyos cuerpos están confundido con el cuerpo de la
cerámica, sobresaliendo sólo los brazos, manos, piernas y pies como muńón común. La
única diferencia estaría en la pasta y en los motivos decorativos. A pesar de sus
semejanzas en Ichmay o pre­Pachacámac, no se han encontrado restos de cerámica tipo
Chancay en dicha zona, lo que demuestra que no hubo mucha relación entre las etnias de
Ichmay y Chancay.

La cerámica Inca se encuentra mezclada con los patrones Chancay, dada su


contemporaneidad, aunque abundando más la presencia Chancay, sobre todo en estratos
sociales bajos. Ancón recibió más influencia Inca­Pachacámac que influencia Chancay.
Las características en general son la sobria decoración y la representación de animales
como las mariposas, libélulas etc. 88
Los colores más empleados fueron el negro, blanco,
rojo, ocre o indio. El modelo característico fue el aríbalo y asas escultóricas zoomorfas.

1.1.5 Religión
Desde las primeras manifestaciones culturales, que se inició con el uso de cavernas o
machay (expresión quechua y aymará), hasta el culto a Pachacámac y Wiracocha, los
pobladores del Antiguo Perú demostraron su religiosidad; concibiendo al mundo y su
historia de manera cíclica. El tratamiento de los cadáveres y las ofrendas que \o
acompańan en sus tumbas, expresan sus concepciones sobre la muerte, en donde intentar
establecer una relación permanente con la persona fallecida en su paso a otro mundo. Se
invocaba a los dioses y a los ancestros, a través de un conjunto de ritos y sistemas de
creencias, cuya realización estaba a cargo de shamanes en sociedades simples (bandas o
tribus) y sacerdotes en sociedades estratificadas (seńoríos o Estados). Estos personajes
desempeńaban funciones de curanderos' y adivinos, pues mediante sus ceremonias

Bueno, 1983:20­22.
Muelle y Blas, 1938:196.

91
buscaban aplacar las enfermedades y catástrofes naturales. De ahí que la medicina en
sus comienzos tuviese un carácter mágico­religioso.

Max Uhle mencionó como uno de los cementerios más antiguos de todo el
litoral limeńo, el de los pescadores primitivos de Ancón. Dichos entierros corresponden
a diversas etapas, pero la información más completa es la obtenida para el Horizonte
Medio y los períodos posteriores a éste. Antes del Horizonte Medio, Época 1 (650 d.C.)
los entierros en ancón se colocaban extendidos sobre una especie de base hecha de
palos. Será los Wari, quienes introdujeron un patrón distinto en la Época 2 (Horizonte
Medio), que consistió en colocar los cadáveres flexionados y sentados, con sus
respectivas ofrendas (Menzel, 1977). En el litoral peruano también se han hallado
cadáveres en sacos de cuero de lobo, con simulacro de cabeza hecha de barro a manera
de máscara; algunas de éstas con tatuajes de colores negro, rojo y amarillo, conocidos
como "cabezas falsas" (Menzel, 1977).
Con respecto a épocas más antiguas, en el Horizonte Temprano o Chavín por
ejemplo, se sabe que las costumbres funerarias fueron más complejas, aunque los datos
al respecto son escasos. En este período, la religiosidad se expresó con la construcción
de centros ceremoniales como Garagay, La Florida, El Pino, Yanacoto, Ricardo Palma
en el Rímac; Huacoy, Cueva, Chocas, Pucará en el Chillón; y Cardal, Manchay, Mal
Paao, t u Lurín. Estos templos fueron expresión de una sociedad con marcada
orientación religiosa, cuya élite dirigencial orientó las construcciones de los centros
ceremoniales; los mismos que se convirtieron en centros políticos y económicos, en
torno a los cuales giró la vida cotidiana de los poblados que se hallaban bajo su dominio.
Los templos más estudiados en los valles de Lima han sido Garagay (Ravines, 1975) y
Cardal (Burger, 1987). En el primero se han encontraron frisos de barro con
representaciones de seres distintos a Chavín, lo cual demuestra que en esta parte de la
costa se rendía culto a dioses distintos al felino de Chavín.
En la primera regionalización, la actividad ceremonial posiblemente se realizó en
las inmensas construcciones hechas con millones de adobitos de barro modelados a
mano. Entre las más notables construcciones ceremoniales destacan los recintos de
Trinidad en Chancay, Culebra en Chillón; Juliana, Aramburú, Maranga, Trujillo en el
Rímac y los edificios de adobitos en Pachacámac. Estos edificios tuvieron funciones
administrativas y ceremoniales, pero a la vez fueron residencia de las élites. Por los

92
hallazgos de Stumer (1954) en Cerro Culebra (Chillón), se presume que los miembros de
la élite eran enterrados en estos edificios.

En la Época 2 del Horizonte Medio (700 d . C ) , el culto a los personajes alados


del estilo Conchopata en Ayacucho, se hizo frecuente en Lurín y la costa central, al cual
se le conoce con el nombre de Wari­Pachacámac (Menzel, 1968). En tal sentido, este
valle fue un centro religioso de prestigio, cuya fama se extendió en la costa y sierra de
Lima; con ello la acción de almacenamiento de los obsequios traídos de todas partes para
este dios creció, acentuándose la importancia religiosa y política de los sacerdotes. Hubo
otros centros ceremoniales paralelas a Pachacámac, como el adoratorio de Wampu en la
zona andina, Trujillo en el Rímac y Nievería en la quebrada de Jicamarca, aunque esta
construcción fue de una época anterior. En esta última, los pobladores de la ciudad de
Cajamarquilla rendían culto a un dios denominado "Llorón".
El prestigio de Pachacámac se inició en el Intermedio Temprano, con la cultura
Lima (100­500 d . C ) , cuyo templo inicial estaba echo con adobitos modelados a mano,
el mismo que fue utilizado por un segmento social privilegiado de dicha sociedad. La
fama religiosa y política de Lurín alcanzó gran notoriedad en el Intermedio Tardío
(1100­1440 d . C ) , gracias a la herencia religiosa dejada por los Wari. En efecto, la
divinidad de Ychma, nombre con que se conoce al seńorío de este valle durante el
Intermedio Tardío, es un personaje humano dual que incorpora diversos elementos
ayacuchanos.

Divinidad bifronte de Pachacámac (Museo de sitio)

93
Rostworowski resalta la influencia religiosa de la divinidad de Ychma en todo el
valle de Lima, siendo uno de sus "atributos" principales el de controlar a voluntad los
movimientos sísmicos. Por eso, para congraciarse con el dios de Pachacámac, los
pueblos enviaban como dones y ofrendas, productos como el maíz, frijol, pescado,
charqui y diversas piezas de telas y cestos de cańa brava. Se sabe que algunos pueblos
trabajaban tierras que eran asignadas exclusivamente para el culto de este dios.

Estos productos, según Rostworowski, encerraban una conceptualización de


reciprocidad religiosa asimétrica, cuyo tributo ofrecido debía redundar en favores y
cuidados a sus devotos. Esta relación les permitió a los sacerdotes acumular ingentes
riquezas, que a su vez les aseguraba el poder político y económico. Este sistema de
reciprocidad, que se pudo vislumbrar en el período Wari, se consolidó en el Intermedio
Tardío y fue utilizado plenamente por los Incas para conseguir el apoyo de las
poblaciones de la costa central.
Este poder religioso será el mismo que encontraron los Incas a su llegada a Lima.
Esta religiosidad fue mantenida por los Incas, quienes agregaron este nuevo dios a su
amplia cosmovisión mágico­religiosa, toda vez que fortalecía su dominio político, social
y religioso, que llegó según algunos autores a configurar un gran "Imperio". 90

Una de las principales cualidades del oráculo de Pachacámac fue el "control" de


los movimientos sísmicos. Los Incas no se atrevieron a destruir el templo del seńor de
Ichmay, por su grandeza, antigüedad, respeto que infundía a las comarcas cercanas y
principalmente por la devoción que tenía a este dios la madre del Inca Túpac Yupanqui.
De esta manera, pactaron con los sacerdotes de Ichmay en mantener las mismas
autoridades y privilegios, bajo la condición de que se construya un templo de adoración
al dios Sol, que más adelante representaría la edificación Inca más importante Inca en la
costa central. Asimismo y con la finalidad de incrementar la producción artesanal, se
construyó un Acllawasi o edificio de "mujeres escogidas" para atender diversos servicios
del­ Estado, tales como tejer mantas, preparar chicha para las ceremonias y otros
menesteres de la administración Inca.

Según las investigaciones sobre esta materia, se sabe que los sacerdotes Incas
también tenían conocimiento de astrología, principalmente acerca de equinoccios y

89
Rostworowski, 1978­1980:16.
90
El término Imperio es una palabra que probablemente no expresa correctamente la esencia de
nuestra cultura, que se extendió como un Tahuantinsuyo con carácter endógeno interno.

94
fenómenos lunares y solares (eclipses).  Willac  Umu fue el nombre del más alto
sacerdote que orientaba al Inca en algunas decisiones importantes de gobierno. Durante
el periodo Inca, los sacerdotes acentuaron sus poderes mágico­religioso y curativos,
debido a una mayor cercanía y participación en temas gubernamentales. Había
diferentes clases de sacerdotes, entre los conocidos estaban los  Huarmac, que eran los
enclaustrados o los anacoretas, los  Eusipetes, que se dedicaban a vaticinar hechos; éstos
fueron como psicólogos y gozaban de una buena consideración por parte del Inca.

1.1.6 Tejido
Una actividad artística y elemental que surgió después del desarrollo de la agricultura,
fue el arte textil en algodón y otras fibras vegetales y animales. Es en la costa central
donde se ha hallado la mayor cantidad de muestras y las más antiguas, que datan desde
los 2500 ańos a . C , como los encontrados en los sitios del Padre Aban en Moche (Supe)
y Ancón en el litoral limeńo. Los antiguos pobladores utilizaron diferentes materiales
para la elaboración de sus tejidos, como algodón (pardo silvestre), lana (llama, alpaca,
vicuńa), plumas, cabello humano, maguey, juncos, totora, siendo los dos primeros los
más importantes; aunque el uso de la totora y el junco los precedió, pues fueron
utilizados desde el periodo pre­cerámico. El uso de colorantes surgió casi con la
aparición de la textilería.
En los cementerios de los pescadores arcaicos de Ancón se han encontrado
tejidos simples e instrumentos de hilar y tejer rudimentarios. Por su parte en Garagay se
han encontrado evidencias de colorantes y tintes, tanto para los frisos de barro, como
para los tejidos; donde la materia prima utilizada en gran medida fue el algodón,
generalmente de color natural y lana teńida, siendo los colores más usados el rojo
cochinilla, amarillo y verde.
Para el período de la primera regionalización tenemos la muestra de Pachacámac
que M. Uhle encontró, al cual le atribuye gran semejanza con ejemplares de otros sitios,
tales como Ancón y Chancay.
Este arte tuvo un notable desarrollo en el período Wari que se expresó en la
excelente elaboración de sus tejidos, en donde predominaron los diseńos geométricos y
una gran variedad de colores (policromos). M. Uhle también encontró muchos de estos
ejemplares juntos con cerámicas y otros objetos tallados en madera y hueso.

95
Con los Incas la actividad textil además de los diseńos y formas, se tuvo mucho
en cuenta la producción en serie. Probablemente esta actividad en masa provenga de
períodos anteriores, principalmente de Chavín y Wari. De esta manera, cuando los
espańoles llegaron al Antiguo Perú no sólo encontraron que la gente vestía bien, sino con
una variedad de colores. A pesar del impulso de la producción textil en la época
Intermedio Tardío y Horizonte Tardío, ésta no superó en calidad y belleza a los tejidos
de los primeros períodos de nuestra historia.

1.1.7 Lengua
En tanto hubo dos lenguas principales en la cultura andina, que fueron el quechua y el
aymará, habría que definir si las demás nombradas como Yunga o Muchic, Kunsa,
Pukina, Sec, Paez, Chibcha, Tampish, etc., fueron también lenguas o dialectos de estas
anteriores. A nuestro parecer fueron dialectos o variaciones regionales del quechua y del
aymará.

Según las investigaciones de A. Torero y G. Parker, el quechua se originó en la


región de Lima, posiblemente en una zona que se extiende desde la costa hasta las
serranías de Yauyos y Huarochirí; es por eso que los lingüistas manifiestan que a la
llegada de los Incas a la costa central, ya se hablaba el quechua en esta zona. Sin
?«nbargo hubo otras lenguas que posiblemente se introdujeron la costa central por las
relaciones de intercambio que se establecieron con otros pueblos, como por ejemplo con
los Muchik en la costa norte.

1.2 C A Ń E T E

1.2.1 Etimología
El origen de la palabra Cańete proviene del Marqués de Cańete, título que le fue
concedido por los reyes de Espańa al virrey Hurtado de Mendoza. A pesar de esto, se
sabe que el nombre original del lugar proviene de épocas anteriores, incluso antes de la
llegada de Incas, esta zona se denominaba  Huarco, que según la traducción quechua
(Huarco) y aymará  (Huarcuní), significa, el peso o la balanza y ahorcar, colgar algo o
coger, respectivamente.

96
Provincia de Cańete

1 Asia 12 Huaroo o Cerro Azul 21 Ruinas Marcalla 31 San Vicente de Cańete


2 Bujaina 13 Imperial 2 2 Mínay 32 Santa Cruz de Florez
.» Calango 14 lncahuasi 23 Nueva Imperial 33 Santa Rosa
i Cruz Valle 15 La Capilla 24 Río Orna o Rio Huarco 34 Río Topara .
5 Capo 16 Ruinas de la Laguna o Rio Grande o Asia 35 Ungará
6 Coavllo linean toda 25 Pacojan 36 Vilcahuasi
7 Rio Cańete 17 La Yesera 26 Pocoio 37 Zúniga
Ü Chilca 18 Ruina los Gentiles 27 Quílmana 38 Salitre
9 Quebrada de Quilea 19 Lunahuana o 23 San .Antonio
lOHerbay Alto Runahuana 2 9 San Isidro
11 Herbay Bajo 20 Mala 30 San Luis
1.2.2 Organización social y productiva
Cańete es una provincia que pertenece a la región de Lima, ubicada al sur de la costa
central. Esta bańada por tres ríos: al norte por el río Mala, en cuyos márgenes se
encuentran los pueblos de Catango y Mala, al centro por el río Ornas o Asia o Huarco, en
cuyos márgenes se desarrollaron los seńoríos de Coayllo y Ornas, y al sur por el río
Cańete. Este último río tiene como afluentes al río Yauyos, Huantán, Laraos, Lunahuaná
o Tomas.

Los seńoríos más importantes fueron dos: Runahuanac o Lunahuanac (río


Cańete), a 36 kilómetros del Océano Pacifico y a 1100 msnm, y el otro Huarco, que
estaba conformado por valles pequeńos de Mala, Chilca y Ornas, que quedan en la parte
baja del valle. Estos seńoríos estaban gobernados por un jefe llamado Chuquimancu.
Esta zona fue de lomas, factor importante para la subsistencia de los pueblos
yungas, por la actividad de caza y recolección de frutos y vegetales que se dio durante
ciertas temporadas. Asimismo y por la fertilidad de sus tierras y la abundancia de agua,
esta zona gozó de cierta preferencia por los agricultores para el cultivo de maíz, camote,
ají, así como el algodón y algunos ńutos como chirimoyas y paltas.
Es importante mencionar que la actividad pesquera fue una de las más
predominantes, pues hubo pueblos dedicados a tiempo completo a la pesca. Ellos
proveían de pescado fresco y salado a las poblaciones agricultoras del interior del valle.
Esto se determinó por los restos encontrados cerca de sus viviendas, y por la costumbre
de efectuar ritos en honor al mar como fuente de riqueza. M. Rostworoswski y J. Marcus
(1988) han hecho estudios ernohistóricos y arqueológicos sobre este tema. En el caso de
J. Marcus, éste realizó una excavación en el asentamiento de Cerro Azul o Huarco.
Ecológicamente nuestros antepasados dividieron su territorio en: región chala o
costa baja, yunga que vendría a ser la costa media, chaupiyunga o costa alta, que empieza
en los 600 metros hasta aproximadamente 2 200 msnm, quechua de clima cálido y puna.
Esta variedad de pisos ecológicos fueron dominados por los pueblos andinos, quienes
supieron aprovechar muy bien los recursos de cada una de estas regiones, además de los
productos marinos.
Otras característica importante de estos pueblos del Antiguo Perú radicados en
Cańete, fueron sus habilidades para la construcción de caminos y tambos. Así, en Cerro
Azul, que probablemente fue un puerto de pescadores (Rostworoswski, 1989; Marcus,
1988), construyeron el tambo denominado La Mar. Siguiendo el río Cańete con dirección

99
hacia el mar, en la parte baja se encuentran las ruinas de Yangas Tambo que sirvió de
posada al ejército Inca, cuando estos llegaron a la costa con dirección hacia el norte.
Hubo muchos otros tambos a lo largo del camino hasta llegar a Lunahuaná y la ciudad de
Cańete, así tenemos en el sur el tambo de Chincha, que sirvió como estadía previa en su
viaje a la sierra sur.
El seńorío Huarco, que estaba ubicado en la parte baja del río Cańete, contaba
con numerosos canales de irrigación, acequias y acueductos derivados del río Cańete,
que hasta la fecha son utilizados por los lugareńos de la zona. Los canales más
conocidos son el Chumbi, María Angola y San Miguel o Chome. Estos permitieron a sus
pobladores la mejor adaptación a su medio ambiente y una intensiva agricultura, a pesar
de su clima caluroso y desértico. Una característica de estos pueblos es su autonomía,
obtenida posiblemente por esa abundancia de recursos de agua y tierras fértiles, que les
permitieron construir obras hidráulicas e incrementar la producción agrícola. Por otro
lado, la riqueza del mar favoreció la dedicación a la pesca a tiempo completo de una
parte importante de la población. Aquí, como en la mayoría de las zonas yungas y
chaupiyungas, se suscitaron pleitos y guerras por el derecho del agua. Pero la contienda
más significativa y fuerte fue la que sostuvieron con las tropas cusqueńas. El exterminio
que sufrieron los Huarcos, como castigo por la rebeldía y resistencia contra la invasión
Inca, nos ha permitido s^ier mucho sobre el pasado de este pueblo. Después de la guerra
que tuvieron con los Incas, hubo una fuerte disminución de su población, que se
intensificó con el reemplazo de sus habitantes por mitmaqunas y yanaqunas, y la
asignación de la mayor parte de sus tierras para el servicio del Inca y los sacerdotes. Los
Coayllos se repartieron gran parte de estas tierras con la anuencia del Inca y también
vinieron de otras regiones del Tahuantinsuyo a instalarse en dicha zona. Posteriormente
a la llegada de los espańoles, los Coayllos sufrieron nuevamente el despojo de sus áreas
de cultivo, a pesar de las constantes quejas de los indígenas, quienes presentaron un
alegato ante el virrey Hurtado de Mendoza, con la finalidad de recuperar sus tierras.

En el valle de Mala hubo un pueblo importante llamado Caringa, que


probablemente también hacía uso de las lomas en forma temporal. Los habitantes de este
valle, así como los del valle de Ornas o Asia, también utilizaban los recursos del mar.

En la quebrada de Chilca o Quilca, parte norte de la provincia de Cańete, F.


Engel (1966) elaboró una secuencia cultural y ecológica que establece los siguientes
periodos de desarrollo:

100
7000 a.C. Pre­agrícola
7000­4000 a.C Agricultura incipiente (primera etapa agrícola)
4000­3000 a.C Agricultura (pallar) (segunda etapa agrícola)
3000­1300 a.C. Algodón, sin cerámica (tercera etapa agrícola)
2000­1000 a.C. aprox. Maíz, primera cerámica
1500­ 500 a.C. Horizonte Chavín
5 0 0 ­ 250 a.C. Culturas locales (post Chavín)
3 9 0 ­ 450 a.C. Primeras culturas regionales
650­1200 d.C. Imperio Tiahuanaco
1150­1450 d.C. Culturas locales (post Tiahuanaco)
1450­1550 d.C. Imperio Inca
1540­1825 d.C. Hispanización
1825­a partir de Chilca Contemporánea

El seńorío de Lunahuaná, cuya etimología proviene de la palabra  Luna­huaná, 


significa yungas y guanay (ave marina), respectivamente. La  "C" al final de  Huanac, 
según destacados lingüistas, no tiene significado y es opcional, mientras que la  "L " de
Luna, es corrupción de Runa. Algunos creen que Lunahuaná es la corrupción del idioma
quechua, mientras que otros aseguran que se trata de una variedad dialéctica del kauki.
Hay otra etimología para  Runahuaná. Así,  Runa significaría hombre, gente o
pueblo, y  Huanac, escarmiento. Es probable que  Ruanahuanac es corrupción del
vocablo  Lunahuanac. 
Este seńorío comprendía cuatro curacazgos, siendo el más importante
Lunahuanac. Los otros tres están ubicados en las inmediaciones de las márgenes
izquierda y derecha del río Cańete, en dirección a la sierra, llegando hasta Pacarán y
Zúńiga. Se trata de pueblos eminentemente agrícolas, siendo uno de sus productos
básicos la coca. Otro recurso importante del seńorío Lunahuaná, fueron sus minas de oro
y plata, hábilmente explotadas posteriormente por los invasores Incas, con la ayuda de
los mitmaqunas y yanacunas y bajo el régimen de la mita. Recorriendo este valle se
puede apreciar gran cantidad de andenes, ubicadas a ambas márgenes del río Cańete,
formando amplios valles fértiles. Este pueblo, ubicado en la chaupiyunga, también hizo
uso de las lomas como recurso indispensable para la caza de distintos animales. Es
probable que este seńorío estuvo densamente poblado en el Intermedio Tardío, según las
numerosas estructuras urbanas existentes en la zona y la gran cantidad de tierras de
cultivo. Esto se confirma en el ańo 1577, en donde una encuesta toledana en Lunahuaná

101
arrojó una población residente de 3 276 almas. El seńorío comprendía cuatro huarangas,
con ocho curacas, que demuestran claramente el sistema dual de su organización política
bajo preceptos de reciprocidad asimétrica, cuya estructura al parecer fue impuesta por los
Incas.

1.2.3 Arquitectura
Este pueblo, que deviene de la integración de diferentes grupos humanos, logró
determinarse como una cultura local propia, casi auto­independiente, laboriosa, firme y
decidida en el rechazo a posibles invasores. Su desarrollo nos ha dejado algunas
muestras maravillosas de arquitectura, recintos que se ubicarían en el Intermedio Tardío,
aunque muchas de estas edificaciones sufrieron grandes modificaciones con la llegada
del Tahuantinsuyo. Sin embargo, a pesar de estas modificaciones de algunas estructuras
arquitectónicas, se dio un proceso de aculturación ya que fueron los Incas vencedores los
que se adaptaron a las características de las construcciones costeńas. Ejemplos
arquitectónicos para esta zona son: Kaukańa, cerca a Zúńiga, Pacarán, Kocha­arca, Arca,
Uchupampa, Kondoray. Éstas construcciones son de tipo kullpi cuyas características
principales es la puerta pequeńa y embovedado de piedra en sus techos.
Según el padre Villar Córdova esta arquitectura puede dividirse en tres clases, a
saber:

1. Arquitectura pre­Inca de tipo kullpi de la quebrada de Lunahuaná. Construcciones


de piedra de influencia aymará, particularmente de la cultura Kauki o Akaro que se
encuentran en la quebrada de Lunahuaná hasta Zúńiga.

2. Arquitectura pre­Inca piramidal del valle del Cańete. Que se las podría adjudicar al
período Intermedio, y que después fueron remodelados a la llegada de los Incas,
poco refinada, y va de acuerdo con la influencia de la vida de los pescadores en la
zona. Están ubicadas en Cerro Azul (Huarco). Sus viviendas eran de material
precario propio del patrón de asiento de los pescadores, ejemplo: la Fortaleza de
Canchari y Ungará; a esta última Middendorff la seńala como la más importante del
valle.

3. Arquitectura incaica en la rinconada de Incahuasi y en el litoral. De clara influencia


cusqueńa, fueron sobre todo centros administrativos o guarniciones, ejemplo:
Incahuasi, en el valle de Lunahuaná, margen izquierda del río Cańete, fue una ciudad

102
acondicionada especialmente para servir de morada al Inca y a la nobleza, durante el
tiempo que duró la resistencia de los Huarco contra los cusqueńos. Es importante
mencionar que en esta zona no se encontraron pirámides en "U" como se dio a partir
de Mala para el norte.

El asentamiento de Incahuasi, constituido por varias construcciones algo


distantes entre sí, y a unos mil metros aproximadamente de la casa Inca, es el edificio
principal. Este era a la vez palacio imperial, fortaleza, ciudadela de residencia para el
pueblo, en vista que contaban con graneros, colcahuasi o depósito, Aellas (casa de las
escogidas por el Sol) y por último el templo del Sol. Hubo además residencias donde se
alojaban los sacerdotes y hechiceros. Fue construida por el Inca Cápac Yupanqui,
hermano de Pachacútec, con el fin de asentarse allí hasta lograr la derrota del ejército de
la Confederación de Huarco, que comprendían los pueblos de Runahuaná, Mala, Chilca y
Huarco. Estos estaban comandados por Chuquimanco, jefe del seńorío Huarco.

Durante la invasión de la costa sur, los Incas ubicaron su reducto en el valle de


Lunahuaná, mientras que el ejército de Chuquimanco se hallaba en la fortaleza de
Ungará ubicado específicamente en el litoral sobre una colina de donde se dominaba toda
la parte sur del valle y que Middendorff la consideró como la ruina más importante del
valle. Es probable que la sede de Canchari con plenas waraeterísticas de fortificación, fue
usada para defenderse del ataque cusqueńo, por estar situada en la parte central del valle.
En la parte norte, contaban los lugareńos con la fortaleza de Huarco o Cerro Azul. Estas
tres fortalezas que defendieron el valle de Huarco contra la invasión Inca, fueron
construidas en períodos anteriores al Intermedio Tardío.
Esta cruenta guerra empezó entre los 1400 y 1470 y duró cuatro ańos
aproximadamente. La tenacidad de los Huarcos fue grandiosa, feroz y épica. Esto
obligó a los Incas a renovar su ejército hasta cuatro veces, con el fin de doblegarlos. Una
vez vencidos los lugareńos, los que quedaron vivos fueron ahorcados desde lo alto de los
muros de las fortalezas en donde opusieron resistencia. Es probable que de allí provenga
el nombre de Huarco, que en aymará significa Colgadero. Pero allí no quedó el castigo
de los Incas; al no quedar ningún superviviente, las tierras fueron repartidas entre las
poblaciones vecinas de la sierra y los mitmaes. Esta actitud conllevó a la desaparición
total de este pueblo que pobló estos lugares. Los Incas introdujeron un nuevo idioma, un
nuevo culto, y modificaron sus construcciones de acuerdo a sus necesidades de control y

103
dominio. Así ocurrió con el palacio de Herbay y que algunos crónicas la consideraron
como la más hermosa e importante sede Inca en la costa. Durante la colonia, el marqués
de Cańete mandó guardias para protegerla, lo que indicaba que aún estaba intacta. En la
actualidad sólo quedan vestigios de ella.

1.2.4 Cerámica
En cuanto a la cerámica, hay pocos elementos de juicio para interpretar evolutiva y
cronológicamente esta manifestación. Las influencias tanto del norte (Pachacámac)
como la del sur (lea, Nazca) y la saturación de elementos Incas, muestra una cerámica
policroma, monocroma, fitomorfa y antropomorfa. Lo mismo sucede con sus tejidos,
que seńalan el grado de adelanto y técnicas de trabajo de los pueblos yungas, que a
diferencia de los pueblos de la sierra, usaron algodón (pardo) en lugar de lana.

1.2.5 Religión
El hecho de que se encuentren estructuras arquitectónicas muy cerca del mar, nos da
clara evidencia de que los Huarco tenían una especial reverencia al mar, por ser esta la
principal fuente de alimentación. Por otra parte a la llegada de los Incas, éstos pudieron
apreciar una costumbre que los asemejaban a los demás pueblos, siendo esta la
reciprocidad religiosa y asimétrica. Esta característica luego de la derrota y exterminio
de los Huarcos, los Incas la mantuvieron aunque bajo una nueva estructura acorde a sus
intereses. Su religión era panteísta, característica que se puede apreciar inicialmente en
los petroglifos de Mala y Calango.

1.2.6 Petroglifos
En esta zona, los petroglifos más conocidos son los que se encuentran en el valle de
Calango en la ceja de costa y quebrada de Mala. Se trata de muestras de carácter
artístico y religioso que se encuentran en canchas o lo que Villar Córdova llama
"corrales sagrados". Se cree que estas piedras fueron grabadas con obsidiana (raspadores
naturales) o vidrios originados por la actividad volcánica, como los hallados en lugares
pre­cerámicos Tardíos en Asia y Ornas. A estos petroglifos se les puede considerar
como las primeras manifestaciones de un tipo de escritura del Antiguo Perú, de la cual
no se tiene mayores referencias.

104
1.2.7 Lengua

La lengua que se hablaba en la zona antes de la llegada de los Incas era el Muchic.
Recordemos que esta lengua es la Mochica o lengua yunga que proviene del norte del
Antiguo Perú. Esta fue borrada abruptamente después del triunfo de los Incas, como una
forma de escarmiento. Sin embargo no se puede dejar de mencionar la influencia que
tuvieron los aymarás en estos pueblos en épocas ancestrales. Esto se demuestra en gran
parte, por la cantidad de toponimias que existen en la zona.

1.3 C H A N C A Y

1.3.1 Etimología
El nombre del antiguo pueblo de Chancay o Chancayllo o (Aylluchanca), según Villar
Córdova podría provenir de una primitiva agrupación Chanca que se estableció en este
valle antes del dominio de los Incas. El mismo autor refiere que no hay en la lengua
quechua etimología exacta, aunque para Holguín  Chanca significa pierna y en la lengua
Chinchaysuyo,  Chanca significa mano, por lo que Chancay podría significar golpear con

el pie o dar patadas. 91


Por su parte, E. Middendorff, en su libro  Vocabulario  de  Runa 

Simi, refiere que  Chankay significa tirar algo usando, machacar, moler papas, chuńo, etc.

El nombre de Huacho deviene del nombre del curaca principal de Huaura a la

llegada de los espańoles, Huaychapaico. 92


Con respecto al origen ancestral de este

nombre J. Miasta y M. Merino (1986), manifiesta que:


"El  10  de  enero  de  1533  Miguel  de  Es tete  fue  a  dormir  a  un 
pueblo  muy  grande,  que  está  cerca  del  mar  y  que  fue  dice, 
Guerva  tiene  grandes  edificios  de  aposentos  (...)  luego  al 
siguiente  día  partió  el  capitán...  y  fue  a  dormir  dice  en 
Llachu/Huacho  y  de  allí  a  la  costa  de  Pachacámac  a 
saquearlo  ". 

Si bien M. Rostworowski menciona que recién en el siglo XVIII se produjo la


reducción de Huacho donde se aglutinó a la población junto a otros pueblos de Huaura y
Vilcabamba; J. Miasta manifiesta según las crónicas, que este pueblo ya existía en el

91
Villar, 1935:240.
92
Rostworowski, 1978:136.

105
siglo XVI con el nombre de  Llachu, que después sería Huacho. Otra contradicción con
respecto al mismo pueblo, la da Villar Córdova cuando menciona la descripción de
Estete igual que Miasta y otros, asegurando que  Llachu sería el desaparecido pueblo de
Lachay cerca de la actual ciudad de Huacho. 93
Por otra parte, el mismo autor menciona
que  Huachu, no sería otro que el seńorío de Huachu, existente a la llegada de los
espańoles, aunque esta aseveración es muy extrańa, toda vez que el cronista Estete no la
menciona en su recorrido por estos lares. Este cronista más bien asegura la presencia de
Llachu, que de ser cierto fundamenta la posición de J. Miasta y M. Merino.

1.3.2 Organización social y productiva


Regada por cinco ríos, que son de norte a sur: Fortaleza, Pativilca, que antiguamente se
le llamó Guamanmayo y después Barranca, Supe, Huaura y Chancay, forman un valle de
tierras fértiles. Como al igual que en la mayor parte de la costa central, en estos valles la
población y sus cementerios se encontraban dispersos y que hasta la fecha no han sido
fehacientemente estudiadas, pero según lo investigado, se puede deducir que se trató de
pueblos bien organizados, que sabían combinar el uso de sus recursos marinos con los
productos agrícolas, y que también aprovecharon las lomas y huarangos, sobre todo en
épocas de invierno. Aparte de las diversas producciones propias de la zona, utilizaron
algarrobos, calabazas o man, entre otros productos.
Con la llegada de los Incas y para mayor control tributario, dividieron la zona en
guarangas, siendo alguna de ellas la de Pacasmayo, de la cual no existe rastro;
Sullantambo y Chancay, que incluía a Carabayllo. De esta última, A. Del Busto, refiere
que fue importante por ser centro principal de producción alfarera y textil en el período
del Intermedio Tardío, y que bajo el dominio Inca fue nombrada como guaranga. El
mismo autor asegura que Suculachumbi era el pueblo más grande de la zona y capital de
Chancay, que tuvo su apogeo durante el Intermedio Tardío. Con los Incas, este pueblo
fue convertido en guaranga y supeditado al seńorío de Huaura. Se puede deducir por el
origen de la toponimia Chancay, Lima y Huarco, que éstas fueron poblaciones de origen
aymará o Collas (Villar Córdova, 1935). Este mismo autor, asegura que tanto Chancay
como Lima y los Chimú del norte, se aliaron para hacer frente a la resistencia contra los
cusqueńos y que lucharon hasta el último momento en la fortaleza de Paramonga o
Paramunca.

93
Villar, 1935:253­254.

106
Provincia de Chancay

1 Acaray 22 Río Fortaleza 43 Las Salinos 64 Bahía de Salinas


2 Río Amfaa 23 Huacho 44 Los Ángeles 65 San Mateo
3 Acocoto 24 Bahía de Huacho 45 La vega 66 San Miguel
4 Aucatlama 25 Hualmay 46 Maray 67 San Nicolás
5 Auqui marca 26 Hnanean 47 Mazo 68 Santa Cruz
6 Rio Barranca 27 Huando 48 Mitopampa 69 Sayán
7 Barranca 23 Huanaqui 49 Paccho 70 Río Supe
8 Boza 29 Huaral 50 Ruinas 71 Supe
9 Chancaillo 30 Huaricanea Panchalahuaca 72 Puerto Supe
10 Chancay 31 Río Huari canga 51 Palpa 73 Tingo de Paccho
11 Chaca/i II a 32 Huataya 52 Parquín 74 Tambo Viejo
12 Río Chancay o 33 Río Huataya 53 Paramongo 75 Vegueta
Pacasma>o 34 Rio Huaura o 54 Pativílca 76 Vilcahuaura
13 Caleta Carquin Huaro} chico 55 Río PativÜc 77 Yunguy
14 Cruz Blanca 35 Huaura 56 Pueblo Libre 78 Yauringa
15 Cochuara 36 Río Huaura 57 Puruhuay 79 San Jacinto
16 Colcapampa 37 Huayán 58 Punta Lachay 80 San Ignacio
17 Bahía Carquin 38 Humaya 59 Quimahuasi 81 Mi rali ores
18 Chauca 39 Ingenio 6 0 Quipico 82 Huando
19 Chucchia 40 Jucul 61 Retes 83 Huayaba!
2 0 Cuvo 41 Kaki 62 Rínconda 84 La Empedrada
21 Escalera 42 La I l u s a 63 Salinas
Diversas fuentes coinciden en declarar que Huaura o Guarva era el seńorío
principal de la zona, pues su jefe de nombre Guagchapayco tenía a su cargo los pequeńos
curacazgos que comprendían desde los valles del río Fortaleza y Barranca hasta el río
Chancay, por la sierra hasta el valle de Sayán, donde tenía además mitimaes. Fue este
seńorío, el que según Rostworowski, preparó la bienvenida a la llegada de los
espańoles. 94
Según sus estudios en la zona, se sabe que sus tierras eran fértiles y que su
producción servía para el pago del tributo incaico. Refiere asimismo que Huaura
contaba con varias parcialidades o ayllus a ambos lados del río del mismo nombre, entre
los que estaban Carquín, Vilcahuaura, entre otros.

Este seńorío de Huaura también tenía bajo su dominio un pueblo de pescadores


llamado Végueta, así como otro dedicado a la agricultura de nombre Mazo. Fue tan
importante este último, que algunos investigadores, como Torres Saldańa, asegura que
fue éste el asiento principal del mencionado seńorío. Si bien Vilcahuaura durante esta
época fue un pequeńo curacazgo supeditado al seńorío Huaura, en periodos anteriores,
probablemente en el Horizonte Medio, este pueblo fue el centro principal de la zona.
En el siglo XVIII Vilcahuaura y los demás pequeńos curacazgos, así como el
pueblo de Huaura, fueron reducidos al nuevo pueblo de Huacho.

1.3.3 Arquitectura
En cuanto a la arquitectura de norte a sur de esta zona, la primera gran estructura del
Antiguo Perú es la Fortaleza de Paramonga o Paramunca. Esta representación original
de los Chimús fue para los espańoles una fortaleza más, pero vistosa, atrayente e
importante. El cronista Cíeza de León asegura que durante su recorrido esta edificación
ya se encontraba destruida, aunque sin especificar por quiénes. Es probable que los
primeros espańoles la hubieran destruido por la necesidad de desarticular la sociedad
Incas, por el proceso de extirpación de idolatrías y principalmente por saqueo
indiscriminado de oro. El reino del Chimoc tenía como frontera y baluarte importante a
esta fortaleza, a pesar que este pueblo norteńo no era de carácter belicoso. Su puerta de
entrada y salida a sus dominios fue construida de arcilla, material típico en sus
construcciones que les permitió hacer decorados y figurillas, dando muestras de que su
belicosidad tenía secundaria importancia frente a la inclinación hacia la laboriosidad, a la
industria y el arte. Sin embargo, sus príncipes hicieron fuerte resistencia a las tropas

94
Rostworowski, 1978:126­128.

109
cusqueńas, demostrando con ello su alto nivel de preparación ante el ataque comandado
por Inca Cápac Yupanqui, quien finalmente conquistó a este reino de Chimú. Esta
resistencia los hizo merecedores a un fuerte castigo, en donde no solo se asesinaron a los
jefes locales, sino también a la población masculina.
La fortaleza de Paramonga se encuentra cerca del río Fortaleza y a 200
kilómetros de Lima aproximadamente. Se puede deducir por los abundantes restos
humanos encontrados y por los restos arquitectónicos, que este fue un lugar altamente
poblado y con un sistema de vida bastante acomodado y laborioso. Los Chimús
muestran su grado de adelanto con la edificación de sus poblados, pero no tuvieron
intenciones de expandirse. Así sus guerras empezaban y terminaban en sus límites
territoriales dominado. Esta fortaleza dejó huellas de una raza distinta a la quechua. Se
trataba de una población dedicada a la pesca y agricultura, con una fuerte inclinación
religiosa, de allí que a veces se confunde a esta fortaleza con un templo; aunque en
realidad se trata de una fortaleza con todos los acondicionamientos propios de aquella
época. Estaba conformada por palacios donde vivían los jefes, un centro de oración o
sacrificio, habitaciones para los sirvientes, granero o despensero, habitaciones para las
divinidades religiosas, entre las que se encontraba la divinidad del "Pez Raya".
Decoraban sus vasijas con representaciones de balsas semejantes a los caballitos de
to;'i.a, áeinosüauJo la importancia puesta en la actividad pesquera sin restársela a la
agrícola. Utilizaron el algodón más que la lana, en la medida que el clima así lo exigía.
Según Markham, a la llegada de los Incas, esta fortaleza fue remodelada:
"Levantaron  otros,  la  que fue  no para  reforzar  una  defensa  ya 
potente,  sino  más  bien  para  crear  un  centro  religioso  y  militar 
aproximándose  a  la  montańa  al  pie  de  la  cual  pasaba  el 
camino  que  establecieron  a  todo  lo  largo  de  la  costa  (...)  "
9 5 

Los incas, asimilando las técnicas nativas y la adaptación a la zona y al uso de

sus recursos, utilizaron la arcilla para sus construcciones, material que era resistente al

clima de la zona en donde existían pocas lluvias y deslizamientos. Otras fortalezas

importantes son las ubicadas desde el cerro de la Horca (a la orilla del mar) hasta los

contrafuettes cordilleranos. Lamentablemente casi todas están completamente

destruidas. 96

95
Markham en Langlois, 1938:302­306.
96
Villar, 1935:252­251.

110
En Pativilca es importante mencionar el adoratorio de Pata­vilca de donde
probablemente deriva el nombre de Pativilca y que según la terminología aymará,  Wilca 
significa sol. Sobre el río Pativilca, uno de los más caudalosos de la zona, existe un
puente colgante construido por los antiguos pobladores del Antiguo Perú llamado
Maromas. Cerca de las ruinas de Tambo Viejo (lugar donde se alojó Pizarro), se
encuentra una fortificación que sirvió para defenderse de la invasión Inca, sus rampas
son de piedra y barro, tipo cistas sepulcrales. 97

En el valle bajo, en la zona de Supe, se encuentran los basurales de Áspero,


correspondiente a la época pre­cerámica y chavinoide. También en Végueta y Carquín
se han encontrado basurales arqueológicos. En Huaura se encuentran las ruinas de
Chacoca, Ingenio, Acaray y Rontay. A casi una legua del pueblo de Huaura, se
encuentran restos ya deteriorados de algunas murallas que van desde Végueta hasta la
fortaleza de Acaray y que probablemente en tiempos remotos sirvió de frontera con
respecto a otros curacazgos.
Muchos de los centros ceremoniales y administrativos fueron construidos en el
Horizonte Medio; pero el apogeo de la cultura Huaura se dio recién en el Intermedio
Tardío; teniéndose como muestras arquitectónicas de esta cultura, la fortaleza de Aracay
(J. Miasta y M. Merino). Siguiendo el camino hacia las Lomas de Lachay, se han
encontrado restos pre­cerámicos como artefactos líticos, al igual que en Río Seco.
En Huacho se encuentran restos de poblaciones y tumbas, como por ejemplo el
adoratorio de La Huaca y la tumba de Dońa María, que demuestran una cultura muy
semejante a la de Ancón y Chancay. En la sierra y en ambas márgenes del río Chancay,
se hallan las ruinas Kaki, Palpa, Retes, fortaleza de Chancaillo, entre otros. En Huaral
hasta la frontera con Lima hay muchos restos arqueológicos a lo largo del litoral costeńo,
siendo las más conocidas las ruinas de Llacha y un tambo de la época Inca.
En Chancay en la vertiente izquierda del río Pacasmayo o Chancay se encuentran
varias fortalezas como la de Auqui­huilca, Marca­piche, Passac­marca, Roncocha y los
promontorios de Cuyo. Según Villar Córdova en éstas se aprecian la mejor
representación de la cultura Tiahuanaco. La arquitectura se manifiesta en forma de
edificios paralelepípedos (poliedro de 6 paralelos) o rectangulares de gruesas paredes de
adobón y con pórticos trapezoidales que asemejan a las habitaciones tiawanakenses y
cusqueńas.

97
/ítem:249­250.

111
Siguiendo el río Chancay en dirección opuesta a las aguas, podemos encontrar
los restos de unas antiguas sedes llamadas Lumbra y Chola. En la sierra se encuentran
numerosos recintos tipo kullpi, muy parecidas a las de Canta y Cajatambo, como por
ejemplo: Kuricullma, Llankao y Willkakoto.
Según J. Miasta y M. Merino (1986), los cerca de 131 restos arquitectónicos que
posee la zona, éstas contemplan entre otras cosas: terrazas, tumbas, viviendas,
cementerios, patios, poblados, montículos, pirámides, pozos, corrales, muros de adobe,
recintos, templete, edificios, plataformas, viviendas subterráneas, caminos, canchas,
edificios administrativos, ciudades, fortín, entre otros ambientes.
Finalmente, el orden de sucesión en las edificaciones es según Kroeber, la
construcción y uso de pirámides de la época proto­chimu, el abandono de éstos en el
período Tiahuanaco y la utilización de pirámides, especialmente para entierros, por su
gran población, durante el período Chimú­Chancay. 98

1.3.4 Cerámica
En cuanto a la cerámica, la que sobresale es la de Chancay, cuya característica
importante es el uso del molde para la producción en serie, en donde la calidad da paso a
la cantidad, actitud asumida debido a la enorme demanda popular. Esto último es a lo
que A. Bueno (1983) le llama Producción Industrial Repetida y Estereotipada. Restos de
la cerámica Chancay se han encontrado en las capas superiores, ya que en las capas más
profundas están los restos de la cerámica pre­Chancay, en donde sobresalió la influencia
Tiahuanaco (imágenes de cabezas bilocabas en negro sobre blanco), que influyó
notablemente en los valles de Pativilca, Huaura y Barranca. Esta cerámica de estilo
andino es tosca, algunos son cántaros antropomorfos que representan divinidades
femeninas.
De los cinco tipos de cerámica según la clasificación de Uhle­Kroeber, la
cerámica que más sobresale y abunda es la negra sobre blanco, que es la que se
desarrolló en diversas épocas antes de la llegada de los Incas, al cual se le denomina bajo
el nombre de Chancay. Las cp^acterísticas de esta cerámica son la forma ovoidal de los
cántaros con cabeza y extremidades en relieve pegados al cuerpo y figuras con orejas.
Existen también cántaros amorfos de cuyes o auquénidos, etc. También sobresalen los

Kroeber, 1955:141.

112
cántaros globulares con estructura pequeńa de animal, con dibujos variados en sus líneas
y figuras (pájaros, gatos).
Son los Cuchimilcos, una de las formas más conocidas de los Chancay. Se trata
de figuras huacos con caras pintadas y que sostienen en el pecho una vasija con agua.
Para Antonio Del Busto, son figuras femeninas desnudas que muestran caracteres

sexuales poco acusados." La cerámica de Chancay también se diferencia de otras

regiones por la pasta utilitaria. Al respecto A. Bueno (1983) refiere que:

"Las  semejanzas  están  dadas  en  el  tratamiento  pictórico 


común  a  los  seńoríos  tardíos  del  valle  de  Chancay,  Huaura, 
Chillón,  Lima  y  Turtn"  así  como  "en  la  representación  de 
personajes  cuyo  cuerpo  está  confundido  con  el  cuerpo  de  la 
cerámica  asomado  de  las  secciones  pertinentes  los  brazos, 
manos,  piernas  o pies  sólo  con protuberancia  o muńón  ". 

La influencia del estilo Chancay, aunque no es muy evidente en los Ichimay,


sobre todo para el período Intermedio Tardío, sí predominó en Ancón. En los basurales
ubicados en esta parte del litoral se han podido encontrar abundantes restos de cerámica
Chancay, Post­Tiahuanaquenses o Epigonal reconocida por Strong con el nombre de
Lati­Ancón I, que ya se mencionó anteriormente. 100
Rogger Ravines, también ha
encontrado en las tumbas de Ancón (profundas y en forma de bota) y en los cementerios
del valle del Chillón, restos del estilo Chancay, negro sobre blanco, que es lo que
caracteriza al período Intermedio Tardío de la costa central. 101

Villar Córdova supone que la gran cantidad de ceramios encontrados tanto en


Chancay como en otros lugares de la región de Lima, es producto del constante
intercambio que practicaban con diversos poblados de la sierra, principalmente por la
abundancia de sílice y manganeso que se encuentran a la orilla de las lagunas de la
cordillera, y que podrían haber sido traídas a lomo por los ceramistas andinos a estas
regiones de la costa.
Por último, en los restos de cerámicas halladas en las ruinas de Vilcahuaura, se
han encontrado también restos de la época del Horizonte Medio, de pobre calidad y de
exclusiva función utilitaria, a pesar de que aquí en este valle, es donde se dio el origen

Del Busto, 1969:321.


3
Villar, 1935:393.
' Ravines, 1978:85­89.

113
del estilo blanco sobre rojo. Esta situación es explicada por Louis Stumer bajo la
siguiente manera:

"(...)  y  a  reforzar  la  impresión  que  la  costa  central 


particularmente  entre  Lima  y  Supe,  es  una  región  bien 
integrada  y  en  ninguna  forma  únicamente  la  región  de 
primitivos  pueblos  pescadores  como  originalmente  se 
consideraba  en  los  primeros  días  de  la  arqueología 
¡> 102
peruana  . 

Por otro lado, en esta zona "ha sido común el uso del mate; que es un producto
parecido a la calabaza europea, y que varían de forma según su utilidad. Así pues el
porongo en forma de fuente, cuyo nombre es lapa y sirvió para cargar alimentos en el uso
diario. Hay mates en forma de plato que tienen mucha durabilidad.

1.3.5 Religión
Aquí como en otras partes practicaban la brujería. Cada ayllu tenía sus brujos con sus
respectivos jefes; que fueron exterminados durante la colonia mediante el proceso de
extirpación de idolatría, puesta en práctica por las diversas ordenes religiosas bajo en
amparo de la iglesia católica.

Tenían como adoratorio principal el recinto de Choque^Ispana, a dos leguas de


Huacho, cuya influencia llegó hasta la sierra y norte de Huacho. Este lugar era centro de
reunión periódica de los pueblos cercanos donde intercambiaban productos. La
divinidad era un animal que podría ser obra de los Chavín. En el mismo compartimento
en donde se hallo este dios principal, se encontraron otras divinidades pequeńas, una de
concha marina y otro bajo la forma de un muńeco de plata vestido a la usanza serrana.
En una de las conchas se encontró una divinidad que al parecer fue considerado como su
progenitora. 103
Al igual que en otros puntos de la costa y la sierra, usaban la concha
como objeto de adoración y ofrenda. El color verde del mar era el característico en las
divinidades de esta zona. Es probable que la influencia en la zona del adoratorio de
Choque­Ispana fue antes que la de Vichama, aunque ambas fueron destruidas por los
espańoles. El dios principal del valle de Huaura. se llamaba Vichama, que probablemente
fue el mismo dios Pachacámac, aunque algunos investigadores aseguren que fueron

Stumer, 1952:58.
Rostworowski, 1981:128.

114
distintos y que entre ellos hubo una contienda durante el período Wari para establecer su
poderío, saliendo vencedor Pachacámac.
Un rasgo característico de la mitología del valle de Huaura, fue la idea de que las
almas de los difuntos iban a las islas guaneras a adorar al guano. Esta práctica mágica
podría atribuirse a la influencia Mochica en la zona y ubicarla en el período Tardío, al
momento en que los mitimaquna mochicas fueron llevados al valle por los Incas. Esta
influencia se puede deducir también por la asignación al recinto Huamancantac, termino
Mochica, que representa al dios del Guano. Se cree que fueron los norteńos los primeros
en utilizar el guano.
Tuvieron un especial cuidado en los entierros de sus muertos, reafirmando la
creencia de la vida después de la muerte. Las tumbas tenían características diferentes
según el status social, así pues, la tumba de los personajes importantes contemplaba un
séquito de dos a tres personas y animales de diferentes especies. También llevaban
adornos muy finos y tejidos de gran calidad. Estas tumbas se encontraban en tierras
profundas, mientras al común de la gente se los enterraba a poca profundidad o a flor de
tierra, como manifiesta A. Del B u s t o . 104
Aunque para ambos entierros usaban fardos de
tela con falsa cabeza con facciones grotescas.

1.3.6 Tejidos
En cuanto al arte textil, se han encontrado en Huaura restos de diversas calidades,
sobresaliendo las telas de algodón con dibujos de pájaros. Algunas muestras llegan a
superar a los tejidos Paracas, por su calidad y fino acabado. También se han encontrado
gasas con encajes bordados, así como tapices y túnicas, la mayoría con motivos
antropomorfos, zoomorfos y geométricos, de colores firmes y brillantes. La colección
más valiosa de textiles Chancay la posee el estudioso japonés Yoshitaro Amano. 105

104
Del Busto, 1969:322.
,05
/ífem:320­321.

115
Tejido llano de algodón pintado (Cultura Chancay)

1.3.7 Lengua
Hubo tres influencias lingüísticas en esta zona: la yunga o muchic (Mochica) del norte, el
Quechua (en una de sus variantes) del sur y la aymará, que fue la más tardía que vino de
las sierras de Lima. Estas influencias se expresan en la cantidad de toponimia existentes
en la región, siendo esta última la más abundante en la zona de la sierra. Como se puede
apreciar por la diversidad de lenguas, la cultura andina fue un todo de culturas
diferenciadas y regidas por el mismo patrón geoclimático.

116
Capítulo II

PUEBLOS QUECHUAS

2.1 CANTA

2.1.1 Etimología
La ubicación del moderno pueblo de Canta 106
retrocede hacia los inicios de la época
colonial, al formarse el corregimiento de Canta, que agrupó a todos los demás pueblos de
la zona, incluyendo Canta­Marca, palabra que según Villar Córdova significa población
que caza vicuńas. Así  Canta significaría lazo o soga y  Marca poblador o población. La
actual ciudad de Canta está a 4,5 kilómetros al sudoeste de Cantamarca, y a 2 830 msnm.
El vocablo  Marca es, de acuerdo a Villar Córdoba, de origen aymará del grupo de los
Atavillos que poblaron esta zona. De allí viene Canta­Marca o Cantu­Marca, Paksa­
Marca, Sonko­Marca y muchos otros pueblos de la provincia de Canta. Otro vocablo
aymará que abunda en esta zona fue  Coto que significa colina, como Willca­Coto,
Loksa­Coto, Yana­Coto, e t c . 107

2.1.2 Datos generales


No se sabe mucho sobre las épocas remotas de los Canta, pero se supone que se
desarrolló siguiendo rumbos o patrones similares a la de otros pueblos contemporáneos.
Se ha propuesto que en épocas de sequía grupos serranos bajaron hacia la zona
chaupiyunga y el litoral, abandonando sus territorios para aprovechar los recursos que
brindaban las lomas. Este proceso se inició en la etapa cazadora­rec olee tora (8000 a.C),
pero se fue modificando a través del tiempo, al ser reemplazado por sistemas de
intercambio entre grupos costeńos y serranos.

106
Las delimitaciones que actualmente tienen las provincias de Canta, Lima, Chancay, Cajatambo,
Yauyos, Huarochirí y Cańete son demarcaciones que empezaron a formarse a partir de la
conquista espańola de acuerdo a intereses económicos, religiosos etc., que se expresaba en la
usurpación de las tierras.
Villar, 1935:297­298.
107
En los primeros siglos de nuestra era se desarrolló una cultura llamada Atavillos
de Canta, que también se extendieron hasta la parte de la sierra de Chancay y Cajatambo.
Este poderoso pueblo tampoco se sometió fácilmente a los Incas. Se cree que su capital
se situó en ciudad de Chipprak, construida antes de la llegada de los Incas, desde donde
se expandieron hacia gran parte de la sierra de Canta. En la actualidad, lo que queda de
este pueblo, son sus monumentos arqueológicos, que por su belleza y particular estilo
son de los más hermosos de toda la zona.
No se puede dejar de mencionar el origen aymará de los pueblos serranos, es
decir de los pueblos que nacieron en las cercanías de la cordillera de los Andes centrales,
que para el caso de Canta corresponden a la cordillera de la Viuda.
Con la llegada de los Incas al lugar, se impusieron nuevas normas y autoridades,
congregándose las marcas o comunidades en pachacas o grupos de cien cabezas de
familia. El grupo de diez pachacas formaba las huarangas, que era igual a mil familias u
hombres tributarios, y diez huarangas formaban los hunus que vendrían a ser el tributo de
10 000 hombres a 10 000 familias. Construyeron la red vial e introdujeron pequeńas
instalaciones estatales, que sirvieron para controlar la producción de la zona, como por
ejemplo en Pariamarca, donde se encuentra el asentamiento de marca que sirvió como
tambo. En otros casos, como.en Cantamarca, se observa presencia Inca a través de la
cerámica (forma aríbalo) o modificaciones en las construcciones locales, que con
frecuencia no son perceptibles. El control por parte de los Incas en esta zona fue indirecta,
pues se hizo mediante la cooperación de sus aliados los Yauyos y Chacllas de Huarochirí.

Esta región llegó a ser importante por su alto grado de desarrollo intelectual

y social, que se reflejó en su arquitectura, tejidos, músicas, culto, organización

productiva, clima tremendamente saludable, así c o m o de asientos mineros

importantes, que Francisco Pizarro se la reservó para sí m i s m o , al ser Atavillos u n a

de las que mayor tributo recaudaba.

2.1.3 Organización social y producción


Sus principales comarcas o pueblos se situaban a lo largo del inicio y recorrido en las
partes altas y media del río Chillón, siendo los Atavillos los que supieron aprovechar las
tierras regadas por este río. Su variado clima y altitud, desde las alturas de la cordillera
hasta Quivi, crean en esta región una forma de vida especial, por su autosuficiencia, dada
la variedad de pisos ecológicos en distancias relativamente cortas.

118
Provincia de Canta

1 Acos 16 Nevado 32 Lactiaquí 4 8 San Agustín de


2 Nevado de Alcoy Cofpachacua 33 Lampión Huayopampa
3 RioArTasmajo 17 Cullhuay 34 Rio Lampian 49 San Buenaventura
4 Afiay 18 Riochacur 35 Nevado La Viuda 50 Santa Cruz de
5 Nevado de 19 Rio Chanca; 36 Cordillera La Viuda Andamaca
Anquichani 37 Macas 51 Santa Rosa de
20 Chaupis
6 Rio Araguay 38 Nevado Manco o Quives
21 Chccxa
7 Araguay de Viscas Mango 52 Shimay
22 Río Chülamajo
8 Vi seas de Araguay 39 RíoOcupampa 53 Quebrada de Socos
9 Rio Bańos 23 Rio Chillón "
40 Pacaraos 54 Sumbilca
10 Carac 24 Chipprak
41 Pallac 55 Laguna de
11 Rio Carac 25 Huancho>
42 Pampas Tuctococha
12 Rio Carabas lio 26 Huamatanga
43 Pariamarca 56 Vichaycocha
13 Carhua 27 Huantará
44 Pírea 57 Río Vichaycocha
U Coltata 28 Huaros
4 ? Puruchueo 58 Viscas
15 Corpacancha 29 lluascoy oHuacoy
46 Quipán 59 Cerro Zepita
30 Rio Huata^a
47 Rio Quispichaca
31 Nevado Janeacocha
En esta provincia también nace el río Chancay que toma diferente nombre según
su recorrido y su época, así pues se le llamaba también Ańay o Pacasmayo. Elaboraron
sistemas de andenería, canales de riego y otras obras hidráulicas que indican su alta
densidad poblacional y por lo tanto necesidades de alimentos. Con la conquista Inca de
la zona, Canta colaboró o tributó a éstos invasores con coca, tejidos y productos
minerales y con parte de la mano de obra para trabajar las tierras del Inca. Además
conformó el ejército y daba hombres para el trabajo en minas. Los Incas encontraron
una organización económica avanzada; pues los cantas llegaron inclusive a la
especialización en la producción de objetos de distintos materiales (lana, madera, piedra,
etc.). En Cancha­Cancha ya hacían alpargatas, los de Chacalla o Chaclla se dedicaban a
preparar charqui (carne seca), probablemente de perdices, ave que abundaba en la zona.
Una de las características especiales que se pudo apreciar a la llegada de los espańoles,
es su organización productiva. Esto se dio gracias a sus particularidades geo­climáticas
que permitieron el acceso y control de una variedad de ecologías en distancias cortas,
que les permitió organizarse en sus actividades productivas por temporadas y en trabajos
comunales.

En esta orientación se desarrolló un sistema de producción denominada "trabajo


de temporadas", que consistió en la disposición de pueblos especialmente calificados
para la realización de determinados trabajos. Estos lugares eran habitados en común por
todos los ayllus durante el período que duraba la faena quedando estos villorrios

despoblados el resto del tiempo. 108


Según los estudios de Rostworowski, ocho eran los

ayllus que conformaban el seńorío de Canta, localizándose sobre un territorio que se


extendía desde la puna donde pastaban camélidos hasta la chaupiyunga y Yaso, éste
último controlado en algún momento por los Quives. Esta misma autora asegura que:
"Quizá  lo más  importante  sea  la  estructura  canteńa  del  trabajo 
comunal  rotativo  y  de  temporada  y  el  habitar  pueblos 
especiales  que  luego  quedaban  desérticos.  Es  una 
organización  diferente  a  todas  las  conocidas  a  la  fecha  y 
convendría  buscar  modelos  semejantes  en  otros  lugares  en  el 
ámbito  andino.  Esta  modalidad  parece  ocurrir  cuando  los 
pisos  ecológicos  variaban  en  distancias  relativamente  cercanas 
(...)  Es  un patrón  de  organización  socio­económica  que  merece 
mayor  importancia,  ofrece  características  diferentes  al  modelo 
de  "enclaves  verticales  multiétnicos  ", preconizada  por  Murra 

Rostworowski, 1978:176­177.
/ífem:184­190.

121
Esta variedad de clima y por tanto de riqueza de sus tierras, que producían papa,
maca, oca, así como diversos productos ganaderos y mineros, han permitido que desde
la época de los Atavillos estos pueblos sean eminentemente agrícolas sin dejar de lado
su capacidad ganadera y minera.
Después de la conquista cusqueńa los Canta se expandieron hasta territorio Colle
o Colli, ocupando tierras de Quivi. Esta actitud fue permitida por los Incas, quienes ante
la resistencia de los Quivi, prácticamente los exterminaron. Los cántenos siempre
ańoraron las tierras de los colli por ser muy ricas para el cultivo de la coca.
Rostworowski, basándose en la visita de 1549, menciona que los ocho ayllus que
componían el seńorío de Canta eran: Canta, Locha, Corúa Visca, Lachaqui, Copa,
Esquibamba y por último Arawa. Algunos de estos nombres rigen hasta la actualidad y
corresponde a zonas donde se extendieron los Atavillos.

2.1.4 Arquitectura
Las primeras muestras de existencias humanas se encuentran en las cavernas naturales
cercanas a la cordillera de los Andes, dando evidencia de que fueron acondicionados por
el hombre, con el fin de cobijarse en ellos, ya que dentro de estos se encontraron muros,
ventanas, socavones, galerías, así como restos de fauna paleontológica. Las cavernas
más conocidas son Yuracpuquio y Huachac, encontrándose en esta última restos
humanos, utensilios domésticos y productos alimenticios. 110

En la cordillera de la Viuda se han encontrado muchas cavernas, entre ellas


podemos mencionar a la de Wakon, Acaray, Kakan, Jilcancachan, Huayocuay y Pahuain.
En la provincia de Canta existen evidencias de haberse almacenado o represado las aguas
de la cumbre, canalizado el río y edificado importantes recintos como Aynas, Huishco y
Huacosmarca en Huaros. En la parte media del valle en la margen derecha del mismo,
figura el recinto de Macas, conformada por cinco poblados del Antiguo Perú. Algunas
sedes cercanas a la provincia de Lima se parecen de acuerdo a los patrones de
construcción de la costa, en donde abunda el uso de tarugos clavados en los muros. El
padre Villar Córdova ha encontrado cerámica de estilo Nievería, de carácter utilitario.

Otras zonas arqueológicas importantes es la de Cantamarca, a 4,5 kilómetros de


la actual ciudad de Canta, la cual dominaba gran parte de la quebrada del Alto Chillón.
Originariamente fue construida antes de la llegada de los Incas, aunque llegó a ser

110
Villar, 1935:117­118.

122
ocupada por éstos. Está rodeada por una muralla, demostrando que fue un lugar
importante para la resistencia a los invasores cusqueńos. Forman parte de este recinto un
acueducto, tambos, pucará o atalaya, casas tumbas y cavernas sepulcrales." 1

Pero la más importante de todos los recintos de esta provincia es la de Chiprak,


que por su ubicación debió ser el centro de la población de los Atavillos y por su
extensión debió también tratarse de una ciudad importante. Probablemente fue capital de
los Atavillos Bajos y Altos, extendiendo sus dominios hasta Chancay y Cajatambo. Esta
antigua cíudadela está conformada por importantes edificaciones como son el adoratorio
de Manco Cápac que es considerada Pacarina, una represa que servía para almacenar las
aguas del deshielo de las alturas y que orientadas por un canal servían para regar los
cultivos de las quebradas próximas a la ciudad de Chipprak.
Existe también el recinto de Ruppak, que se encuentra muy bien conservada y es
otro cementerio conformado por sarcófagos o chullpas, estructuras domésticas y un
edificio comunal.
El recinto de Ańay, se encuentra ubicado en las faldas del cerro Mango a 4900
msnm muy cerca de Pallac, entre montes empinados. Fue la antigua capital del distrito
de los Atavillos Bajos. Ańay significa ˇQué lindo!, ˇQue hermoso!, quizás por la
expresión que causan las hermosas flores que están esparcidas a lo largo de la ciudad.
Para Villar Córdova, este recinto tiene aspecto de castillo feudal. Esta ciudadela, que se
encuentra fortificada, también es considerada como cementerio por las numerosas
tumbas funerarias y pequeńos montículos de restos humanos encontrados, sin dejar de
lado su importancia como ciudad, la misma que estaba gobernada por un jefe o Kuric y
otras autoridades rurales. Todas estas tumbas mencionadas tienen por característica
principal el amurallamiento, pero divididos internamente por barrios. Están construidos
en una sección elevada y de difícil acceso. Llevaban una vida eminentemente de carácter
campesino en vista que su actividad principal era la agricultura.
La construcción típica dentro de estos cementerios cántenos, al igual que de gran
parte de lo que hoy pertenece a la provincia de Cajatambo y sierra de Chancay, son los
chullpas, que eran casas­habitaciones con sus tumbas, patios y corrales. Estas ciudades
estaban rodeadas de murallas a manera de defensa, clasificándolas además de necrópolis,
de fortalezas o pucaras, ya que también eran lugares que servían para protegerse de las

1,1
/żem:298­299.

123
invasiones Muchic, Chinchas o Huancas. También de lo alto de estas ciudades podían
supervisar las diversas tareas agropecuarias.
Villar Córdova refiere que la fortaleza de Ruppak y Ańay al oeste y sur, y la de
Corcapan y Huarcay al este y norte, respectivamente, servían para defender la ciudad de
Chipprak que era el poblado principal. Así también el recinto de Llacha­marca
conjuntamente con las murallas de dos metros que construyeron como a dos kilómetros
de distancia y las zanjas que se usaron como atrincheramiento, sirvieron para defenderse
de sus enemigos tradicionales que debieron ser los Huancas. Así lo demuestran muchas
de sus danzas actuales y otras expresiones folclóricas. En esta ciudad de Chipprak, de
tres barrios y diferentes edificaciones como son: palacio, plaza principal, templos,
cementerios, adoratorio (Huascoy), se han encontrado los ejemplares más finos de
cerámica de la región. En esencia los chullpas de Chipprak se diferencian por su enorme
nicho trapezoidal que parte desde la cornisa hasta el dintel de la puerta.

Una característica diferencial en la sierra de Canta son los chullpas, 112


que son
tumbas o habitaciones­tumbas, situadas en las pendientes de los cerros o en la media
falda de los mismos. Se trata especialmente de una arquitectura de carácter funerario,
que se encuentra en la cámara subterránea de todos los grandes y pequeńos edificios de
la región andina de Canta. Dentro de ella hay cadáveres momificados, que pueden estar
a uno ó cinco meuos de profundidad. Las momias encontradas son de jefes de familias y
curacas con sus mujeres e hijos, demostrando la existencia de sacrificios humanos o
suicidios que eran necesarios para acompańar al jefe en el camino hacia la otra vida.
Estos jefes o Mallquis, los troncos de familias eran sacados de cuando en cuando y
llevados en procesión y vueltos a poner en sus cistas sepulcral (más adelante hablaremos
en detalle sobre el tema).
Continuando con las tumbas funerarias, en esta zona hay otro tipo de caverna
sepulcral que son las mastabas. Se trata de construcciones que se encuentran sobre el
piso a diferencia de las cistas de las chullpas que están debajo del nivel del suelo. Estas
se encuentran en las plazas, patios o parcelas agrícolas, o sobre un pequeńo peńón que
son como especie de casas para guardar los cadáveres. Algunos las llaman "mausoleos".

112
La palabra  chullpa tiene diferente significado, como sacar la comida de la candela o también
bolsa o saco para guardar cadáveres. Villar, 1935:316­317.

124
Otro tipo de arquitectura es los templos parecidos a claustros, como por ejemplo
el de Ańay. Por último las cuevas sepulcrales que eran sólo para la clase popular y
donde los cadáveres se hallaban superpuestos dentro de éstos recintos.

Para terminar con la arquitectura, es importante recalcar que las fortificaciones


encontradas en la sierra de Canta, Chancay y Cajatambo servían para defender sus
quebradas, ríos afluentes y las cumbres sagradas y cordilleras andinas. Esto indica
claramente el carácter militar y belicoso de estas poblaciones, que al igual que los
Huancas (Huancayo), Huanuncuyos y Tarumas al este, y los Huamachucos (Trujillo),
ambicionaban territorios vecinos. Ese carácter belicoso también se expresó en la dura
resistencia a la invasión Inca.

2.1.5 Religión
La cantidad de edificaciones sepulcrales y cadáveres encontrados, expresa claramente un
sentido mágico­religioso en la cultura de estos poblados. Es evidente que tenían una
visión clara del alma, sentimientos de respeto y culto a los muertos evocándolos en la
variedad de ritos, danzas, cantos u otra sensibilidad artística alusiva a sus sentimientos
que se pueden vislumbrar en la actualidad. Muchos de los cadáveres son encontrados en
cuclillas con la cabeza reposando sobre las rodillas o posición fetal; guardándose dentro
de un saco de cuero, junto con las pertenencias más apreciadas por el difunto, así como
joyas, utensilios, material o instrumentos de trabajo (taklla, instrumentos de tejer, etc.).
Solían llevar la vestimenta propia de la zona, en la cabeza el chullo o gorro y sandalias.
Las tumbas de esta zona se caracterizan por no llevar mantas que las envolvían. Al igual
que en otros lugares, los cráneos muestran remodelaciones intencionales que
probablemente fueron causadas en los momentos de sacrificios humanos que se hacían
para acompańar al difunto en su camino a la otra vida. A los sacos de cuero les ponían a
su vez una mascarilla de madera, de tela bordada o de metal, haciendo una clara
diferencia del status social del difunto.
Canta es una de las provincias de Lima que tiene un rico historial mitológico.
Todas estas datan desde antes del período y expansión del dios Pachacámac. La mayoría
de los pueblos serranos basan su mitología y creencias religiosas en los poderes que les
brinda la naturaleza. Por lo general los pobladores de las zonas andinas creían que sus
antecesores provenían de cavernas o procedían de las cumbres más altas, en vista que en
estos lugares se originaban las tempestades, truenos, rayos, que luego darían lugar a las

125
lluvias tan beneficiosas para la agricultura, al igual que las nacientes del río Chillón y
otros ríos. Así, estos lugares son considerados pacarinas, como por ejemplo: el nevado
La Viuda es considerado como lugar de origen de la tribu de los Atavillos, y
especialmente del pueblo de Chuchuhuay, en el distrito de San Buenaventura (Canta).
Se sabe que el pueblo de Canta desde épocas muy remotas desarrolló un sentimiento de
adoración hacia esta cumbre, expresándose esta tradición hasta nuestros días en
diferentes fiestas como por ejemplo en el limpiado de acequias.

A lo largo y ancho de la provincia de Canta hay manifestaciones claras de una rica


vivencia mitológica. Además de la nombrada, en la misma zona se encuentran la de las
tres divinidades de piedra, que son peńones que llevan el nombre de La Viuda, La
Abuela y Piedra de la Vieja; en su honor hasta la actualidad se celebra la danza religiosa
de los Parianes. Con ellos también se venera a la diosa madre Pacha­Mama o La Viuda,
pues así quedó al morir Pachacámac.

Otro lugar sagrado en la misma zona de la provincia de San Buenaventura, es la

caverna de Wakonpahuain, donde se rendía culto al dio Kon (de Wakon). Se menciona
según la leyenda, que aquí se hospedaron los Willcas (mellizos) y su madre Pachamama,
que significa madre tierra, siendo la divinidad suprema de toda esta región. La leyenda
manifiesta que siendo ella, la diosa naturaleza, la que da vida, la que envía las lluvias
para que broten plantas, la madre fertilizante de la tierra, y que al ir en busca de su
esposo que había desaparecido en Lurín, cuando se hizo de noche se quedó en la caverna
de Wakonpahuain donde se rendía culto al dios Wakon. Este dios Wakon al ser
rechazado por la diosa en sus requerimientos, se la comió. Sus hijos los mellizos
Willkas con la ayuda del ańas, el puma y el cóndor lograron capturar al dios Wakon,
vengando la muerte de la madre, después estos mellizos se transformaron en semidioses
que serían el Sol y la Luna. Respecto a esta leyenda, Rostworowski (1978) refiere que:

"Un  movimiento  migratorio  del  mito  Con  en  el  valle  Chillón  en 
una  trayectoria  de  costa  a sierra  y  que  con  el  correr  del  tiempo 
fue  incorporado  al  conjunto  de  dioses  serranos  como  lo  fue 
Urpay  Huachac,  diosa  costeńa,  madre  de  los  peces  y  mujer  de 
Pachacámac  (.,,);  que  también  el  mar  o  Mamacocha  fue 
reverenciada  en  la sierra  como fuente  alimenticio  " 

La misma autora refiere que un templo dedicado al dios Kon, se halla muy cerca

de Lima, en el kilómetro 21 de la carretera Lima­Canta, al cual lo denomina Con Con,

126
aunque según otros investigadores llevaría otro nombre. 113
Así, Stumer, lo llama
Huacoy, Roselló, Caudivilla y Ludeńa, San Humberto. Pero a pesar de todas estas
confusiones se puede determinar lo siguiente: que el dios Con que viene del nombre
Wakon tuvo un origen serrano puesto que sus bondades o beneficios naturales proceden
de la sierra, y desciende a la costa con la llegada de las aguas, lluvias, ríos, etc.; pero con
la presencia del dios Pachacámac en la costa, este dios Con fue perdiendo influencia
paulatinamente en la costa sin que ello signifique su ausencia. Las interrelaciones entre
los pueblos de la sierra y de la costa no se limitaron a lo económico sino también al
aspecto del culto ceremonial, pues se hacían peregrinaciones mutuas entre la costa y
sierra por dioses de ambas regiones.

Otro adoratorio conocida fue la de Calmara en el cerro Lucanas del pueblo de


Viscas de Arahuay de Canta, donde existieron los conocidos brujos que comían a los
nińos. Hay muchas leyendas alrededor de este lugar, pero la más conocida es la de una
madre que perdió a su hija en la cueva de Calmara, y en el mortero de la misma en el
fondo escuchó los gritos de su hija ˇPallachu! ˇPallachu!. Al informar al pueblo, estos le
dijeron que había sido sacrificada en holocausto por los hechiceros. Actualmente existen
personas que se apellidan "Palacho" en el pueblo de Huaros en Canta, con el mismo
apellido de la madre de la leyenda.' 14

Otra leyenda es la de Huacoto que significa Peńa Horadada, que a lo lejos


se asemeja a anillos o aros de piedra, en cuya cumbre está la cordillera con sus
ramales, donde se ubican las ciudades del Antiguo Perú más importantes del ayllu
de Hurin Atavillo o Atavillo Bajo, que son Chippak, Rappak y Ańay.
Existen también las leyendas de Cullkocha del adoratorio de Cullkocha en la
falda del Nevado de Mango y de la caverna de Wakonpahuin o Huayophuin, como
refiere Villar Córdova. Esta última viene de los pueblos de Pampas y Chaupis, donde es
conocida una leyenda que habla sobre un infortunado hombre que se llevaba mal con su
mujer y que fue al cerro a meditar. Allí se le apareció una princesa ofreciéndole riqueza,
que le fue dada por aceptar sus requerimientos. La riqueza que recibió fue una llamita de
plata que tenía que alimentar para que defecara monedas de oro, hasta que su esposa lo
denunció y a éste lo llevaron a Lima a ser juzgado, saliendo libre después. Un día la

" Rostworowski, 1978:183­184.


3

Villar, 1935:127,129.
114

127
esposa de éste arrojo la llamita y ésta se convirtió en llama de verdad y que al ser herida
se convirtió en llama de cobre sin valor.

Un ritual referente al culto al agua, refiere que en Lachaqui habitaban brujos o


Lichia Llachic que hacían llover con la ayuda de sapos al hacerlos bailar.

2.1.6 Cerámica
Gran parte de la cerámica de Canta ha sido encontrada en las tumbas canteńas que nos
muestra claramente una evolución que va a partir de la influencia del estilo Chavín con
sus figuras felinas, pasando por una cerámica de estilo propio, principalmente de la
cultura Atavillos. Aquí también se encuentran rasgos de influencia Wari epigonal,
Nievería y más tarde asimilará el estilo Chancay y finalmente Inca. La variedad en la
decoración y en la forma es amplia; así, se han encontrado platos, ollas, copas y cántaros,
con decoraciones policromas, monocromas y sin pintura; cerámica amorfa,
antropomorfos, e igualmente cántaros zoomorfos representando la palta. La más fina de
estas representaciones viene de la chullpas de Huacoy manifestando contacto con las
culturas del Callejón de Huaylas.

2.1.7 Petroglifos
Los Petroglifos de Anta podrían ser contemporáneos o tal vez más remotos que el
período Chavin. Al parecer pertenecen a la cultura arcaica de Canta, pues hay bastante
parecido en la representación del felino con el dios Wakon, el cóndor y el halcón. En
1929 fueron descubiertas más de cien figurillas en la quebrada de Chillón; el felino es la
más representativa en la mayor parte de los restos de cerámica, como en los petroglifos
de la provincia de Canta.
Otro asentamiento con petroglifos es Checta, cercana a Santa Rosa de Quives,
entre Lima y Canta. Está ubicado en la chaupiyunga, a la altura del kilómetro 60 de la
carretera a Canta. Se cree que pudo ser un centro ceremonial. Los dibujos grabados en
las rocas corresponden a la mitología canteńa, influencia que se extiende hasta la
cordillera La Viuda. En las ruinas de Ańay se han encontrado pictografías de color rojo
con dibujos de ranas, serpientes, batracios, reptiles y otros signos, así como mates con
signos jeroglíficos. Todas estas pictografías o jeroglíficos demuestran una forma de
expresión o mensajes cuyo significado es todavía un problema por resolver.

128
2.1.8 Lengua
El quechua de la variedad del tampish también se hablaba en algunos pueblos de las
zonas altas de Canta. En la provincia de Canta se encuentra gran cantidad de topominias
aymarás, sobre todo en pueblos cercanos a las cordilleras y ramales andinos. Hasta hace
poco se ha hablado el kauki, lengua ancestral, mucho más antigua que el aymará. El
hecho que el kauki se haya hablado desde tiempos remotos hasta casi nuestros días,
lengua que probablemente viene del Arawak, indica que estos pueblos fueron los
representantes de las primeras culturas de la región y que la llamaríamos cultura Kauki.
Sin embargo, de acuerdo a los estudios de A. Torero y G. Parker, el proto­quechua se
desarrolló en la costa y la sierra de Lima. Por eso, cuando los Incas conquistaron la costa
central no tuvieron problemas para comunicarse con las poblaciones locales.

2.2 H U A R O C H I R Í

2.2.1 Etimología
Esta palabra reúne tres interpretaciones etimológicas, a saber:

a) Primera interpretación.
Huaro que significaría puente y  Chirí, frío, ya que por el lado este está
impregnado de muchos picos y nevados, siendo los más altos el de Antacoscha
que llega a 5 000 msnm y Ticlio que llega a 4 815 msnm. Esta interpretación
etimológica es propuesta por Teresa Guillen (1953).

b) Segunda interpretación.
La interpretación anterior se contradice con la propuesta por Villar Córdova,
quien refiere que Huarochirí proviene de la palabra  Huancho, que significa tribu
y  Urin, bajo, que significaría los Huancho de la parte baja.  Huanchurinos 
significa descendiente o hijo de los Huancho. Esta interpretación nos da a
entender que los primeros descendientes del lugar fueron de la tribu de los
Huancho (aymará) que poblaron la zona, la más próxima a la provincia de Lima,
muy cerca de la chaupiyunga y que eran los Lurin­Huanchos de los actuales
distritos de Chosica, Caxamarquilla y Lurigancho. La tribu de los Hanan­
Huancho se expandió desde San Mateo hasta San Pedro de Casta. La palabra

129
Uro de Huancho­Uro (Huarochirí), deviene del Uro del altiplano de procedencia
Arawak.

c) Tercera interpretación.

Esta tercera interpretación etimológica refiere que Huaro significa cuerda o soga,


y  Chiri, hombre diestro.

2.2.2 Organización social y productiva


Rostworowski (1978) clasifica como grupo Yauyo a los Huanchos. A nuestro entender
se trataría de un grupo aymará paralelo a los Yauyos y a los Atavillos que se asentó en la
parte baja de lo que hoy es la provincia de Huarochirí y fueron expandiéndose hasta las
zonas altos del valle; pero posteriormente gran parte de este territorio fue invadido por
otros grupos aymarás que fueron los Yauyos­Checas. Sin embargo se pueden suponer
dos posibilidades, o los Huanchos fueron un grupo Yauyos o se trató de un grupo aymará
(propio de la zona) y que fue invadido por los Yauyos­Checas, así como quisieron hacer
con el grupo aymará de los Atavillos en el norte (los Atavillos no lo permitieron). Este
primer grupo que se asentó en la parte media paralelos a los Yauyos y Atavillos arriba
aludidos, serían los Huanchos en su faceta más ancestral que fueron los Huanchurinos o
Huarochiris.
Estos pueblos se encontraban en continuas guerras por todos lados, así por el
norte estaban los Atavillos, por el sur los Yauyos, por el este los Huanca y por el oeste
también los Yauyos. Se trataba de muchos pueblos separados por las quebradas y ríos,
que a pesar de las guerras por la mejor posición de las riquezas naturales, los unía el
respeto mutuo y el intercambio de alimentos. Con la llegada de los conquistadores Incas,
fueron sometidos con relativa facilidad puesto que era una zona de muchos pueblos
pequeńos y separados entre sí, cuyo poder no estaba centralizado, por lo tanto fue fácil el
sometimiento de esta zona y ta imposición del nuevo idioma quechua y demás formas de
organización. Así, se formaron los guarangos de Quinti, Langasica, Chaurima,
Colcaruma, Checa, etc.

Huarochirí está ubicada a la margen derecha del río Mala. La agricultura fue la
actividad más importante que se expresa en sus ritos mágico­religiosos, en su arte, y
sobre todo, en la producción intensiva de sus tierras gracias al desarrollo de una
avanzada tecnología agro­hidráulica, que hasta cierto punto fue insuperable en el
contexto de la zona central.

130
Provincia de Huarochirí

VK*- A oroya

o
o PUS B L O S

* A u i M *e
.1» Pí T»O0L" OI r

mo c
CAM 1 NO t

1 Acobamba 20 San Damián 39 Rio quiches 52 Sangallaya


2 Alloco 21 El Carmen 4 0 Quiripa 53 San Mateo
3 Antioquía 22 Huanchao 41 Río Rímac 54 San Pedro de casta
4 Rio Blanco 23 Huanza 42 Río Sacsa 55 San Pedro
5 Cajamarquilla 24 Huarochirí 43 San Andrés de 56 Río Santa Eulalia
6 C a] lah uanca 25 Jicamarca Tupinacoch3 57 Santa Eulalia
7 Callana 26 Jicamarca (otro) 44 San Bartolomé 58 Santiago de
8 Carampoma 27 Lahuaytambo 45 San José de los Anchucaya
9 Canchacalla 2S Langa Chorrillos 59 Santiago de Tuna
10 Kilkomacriü> Yi Laraos 46 San Juan de iris 60 Santo Domingo de
11 Rio Carhuapampa 30 Río Lurin 47 San Juan de Lanca los Olleros
12 Cas apalea 31 Río Mala 48 San Juan de 61 Sisicaya
13 Ruinas Cernió 32 Marcahuasi Tantaranche 62 Surco
14 Collana 33 Mariatana 49 San Pedro de Mama 63 Ticlto(AntÍcona)
15 Cocachacra 34 Matara o Ricardo Palma 64 Yuracmayo
16 Chad la 35 Malucona 50 San Lorenzo de
17 Chatacancha 36 Nevado Parijchaca Quinti
18Chilca 37 Piedra Grande 51 San Lorenzo de
19 Chicla 38 Laguna de Piticocha Huavhu rampa
Construyeron y cuidaron con gran dedicación andenes, acueductos, represas,
canales de regadío, estanques y acequias. La gran cantidad de obras de infraestructura
nos hace pensar, que antes de la llegada de los Incas, la zona estuvo densamente
ocupada; lo que los llevó probablemente a organizarse basándose en el respeto mutuo y
responsabilidad de sus obligaciones entre la gran cantidad de pueblos que ocuparon esta
zona. Se vieron en la necesidad de cumplir una rigurosa mita diurna y nocturna, para
poder lograr un gran desarrollo en la agricultura y así satisfacer las necesidades de la
población. El agua fue importante en la vida de estos pueblos. Su obtención y
distribución determinó pautas de comportamiento en la actividad agrícola. Sus
productos básicos fueron el maíz, papa, oca, quinua, ollucos, etc. Las acequias jugaron
un papel importante por tal motivo fueron objeto de culto.
Con la llegada de los Incas las obras hidráulicas fueron muy bien aprovechadas y
conservadas; pero luego de la conquista espańola éstas fueron descuidadas, aunque no
destruidas. En la actualidad aún son utilizadas. La actividad agrícola iba de la mano con
la crianza de ganado, especialmente por los extensos campos de pastoreo.
Observando el sistema agrícola de los antiguos Huanchurinos, una vez más se
anuncia el carácter cooperativo de mutua concurrencia, que es lo que caracterizó a la
actividad productiva del Antiguo Perú, y que deberíamos asimilarla como una herencia,
que se encuentra en la actualidad olvidada.
La sociedad peruana del Antiguo Perú fue una sociedad progresista y de plena
realización, puesto que supo controlar las vicisitudes y asimilar las bondades que la
propia naturaleza de su suelo geográfico le dio. Esto se expresa en el logro de la
satisfacción de las necesidades básicas de su población y en la edificación de sus
viviendas y centros de culto religioso. Muchas de las actuales comunidades como las de
Langa, Quiripa, Huarochirí, Jicamarca, Callama, Chaclla, Callahuanca, Sangallaya,
Huanza, Pariachaca, Cocachacra, Alloco, Sisiscaya, Carampoma, Casta, Quinti,
Cajamarquilla, Chilca, Tuna, Laraos, Chatacancha, Chicla, y otras son representantes de
los antiguos ayllus y pueblos que se encontraban dispersos (ver mapa).
Con la llegada de los espańoles les impusieron otra organización diferente y
ajena completamente a sus necesidades, costumbres, intereses y conceptos de vida. Así,
se formaron los repartimientos de Huarochirí, Chaclla y Santo Domingo de los Olleros,
que a su vez fue reducción. Esta reducción ocurrió entre 1611 ó 1613. 115

1,5
Miasta y Merino, 1986.

133
Probablemente el pueblo primitivo se llamó Tampocoto o Tampucoto, lo que es
actualmente Santa Rosa," que agrupó a pueblos como Zambrilla, Juica, Uma­uma,
6

Llana, etc. En 1586 también fue fundada la reducción de indios de las zonas aledańas al
pueblo de San Pedro.

2.2.3 Arquitectura
Es en Huarochirí, en el límite oeste con la provincia de Lima, donde se desarrolló desde
el período de la primera regionalización la ciudad de Cajamarquilla y que tuvo su apogeo
en el período siguiente.
En esta provincia es donde más abundan los tambos, construidos principalmente
por los Incas, en vista que por aquí transcurría el camino principal que se dirigía al
Cusco, Cerro de Pasco, Huanuco, Cajamarca, Taima y Jauja. Sin embargo, las vías de
comunicación provienen de la época Wari. Estas vías sólo fueron perfeccionadas por los
Incas y regadas de tambos, las mismas que sirvieron al ejército espańoles para su
invasión y dominio y a los viajeros en sus recorridos. La longitud de este importante
camino principal que iba desde los poblados de Lima y Pachacámac y de donde partía
hacia la sierra, siguiendo el curso del Rímac, llegaba a Cajamarquilla pasando primero
por el valle de Chosica y de allí al pueblo de Chaclla, Jicamarca (otro Jicamarca que
queda cerca de Chaclla), Kilcomachay (entre Canta y Huarochirí), Collata (Canta),
Acobamba, Marcapomacocha y Taima; para luego dirigirse al sur con dirección hacia el
Cuzco y para el norte a Huanuco, Cajamarca, hasta llegar a Quito.
Los recintos más importantes se hallan ubicados en el pueblo de Mama o San
Pedro de Mama, lo que actualmente es Ricardo Palma. Se encuentra siguiendo el camino
de la Carretera Central, después de Chosica a tres kilómetros al oeste donde se halla el
templo de la diosa Pachamama. Esta diosa simboliza la naturaleza, la tierra y la
fecundidad. Continuando con las ruinas tenemos las de Jicamarca; y cerca de la ciudad
de Cajamarquilla, hay importantes restos de poblaciones, siendo muy importante la de
Chuya, donde se han registrado muestras de haber sido un poblado con avanzado
desarrollo cultural. Los restos de cerámica encontrados en este lugar tienen notoria
influencia de Nievería, la cual distaba tan solo legua y media. Su arquitectura tiene las
características serranas, es decir chullpas de material pétreo. Otros recintos son las de
Macacho, Chullipampa, Huyarcoto, Kancha­kancha, sobresaliendo la Chuya. Hacia el

116
Miasta, 1986:30.

134
norte de Santo Domingo de los Olleros, existen restos arqueológicos de cistas, tumbas y
cerámicas algo burdas. Muy cerca de este pueblo hay otros restos de edificios
seriamente destruidos, llamado Pétreo Casita. Otro sitio es Cerritos con murallas de
piedra que encierran edificios pétreos con forma de paralelepípedos. Los trabajos
arqueológicos hechos por J. Miasta en la fortaleza de Cerritos nos demuestran la

existencia de una asentamiento humano mucho antes de la conquista. 117


Se cree que este
sitio fue un bastión Inca. Al respecto E. Guillen asevera que:

"(...)  en  noviembre  de  1536  el  Capitán  Inca  maqúense  Illa 
Túpac  vendió  cara  su  derrota  frente  a  850  espańoles  bien 
armados  comandados  por  Alonso  Alvarado  y  sus  aliados  los 
traidores  Huancas  ". 118 

Por la margen derecha del río Rímac, sobre una pendiente de difícil acceso al sur
del nudo de Marcahuasi, se encuentra el centro ceremonial más importante de los
Huanchos de Huarochirí. Se trata del recinto de Marcahuasi, sede donde al parecer se
rendía culto al dios Wallallo. 119
Este recinto tiene tres kilómetros de largo y 800 metros
de ancho. Parece que las últimas investigaciones contradicen la posición de J. C. Tello,
quien afirmó que se trataba del santuario de Wallallo; en la medida que otros autores
requieren que fue una fortaleza puesto que no se ha ubicado ni documentado ninguna
muestra o restos de adoración a dios alguno, menos aun los altares o amuletos.

2.2.4 Religión
En todos los pueblos de Huarochirí, siempre existía un recinto sagrado, en donde se le
rendía culto al considerarlo como un antepasado. En la costa, estos recintos
corresponden a edificios de gran monumentalidad. Pero en la sierra son los lugares más
elevados cerca de montańas y nevados u otros accidentes geográficos. Así, el adoratorio
de San Pedro de Casta era el picacho Puku­Wanka. La sede de este adoratorio, según
Villar Córdova, esta conformada por cincuenta casas arrumadas de forma cúbica
labradas en piedra. 120
Estos habitantes tenían como divinidades principales del pueblo de
San Pedro de Casta, a una pareja de esposos a quienes veneraban con el fin de que no les
faltara agua. Otras divinidades encontrados en la zona son:

1,7
Miasta, 1986:30.
118
Guillen en Miasta, 1986:32.
119
Villar, 1935:347­348.
12t
7ífem:344­345.

135
Karwa­Llacolla que era la divinidad de los frutos y de la papa.
Huanchura, benefactora de las cosechas (San Mateo de Huanchos).
Cinco malquis que según las leyendas fueron los primeros pobladores de la
zona (Matucana).

Wari­Wacancho, para la multiplicación de ganado (Tupicocha o Tipicocha).


Karana­Puma o cumbre de forma de cabeza de león (Carampoma).

Un centro ceremonial importante en la quebrada de Langa es el de Cóndor­Coto

que se encuentra al este de la cabecera de los ríos Lurín y Rímac, cerca al ayllu Copora.

Este cerro también les sirvió de lindero con los poblados del Rímac. 121

Para finalizar con los centros ceremoniales mencionaremos al A p u 122


o templo
donde se adoraba al dios Pariakaka, cuyo culto se propagó en toda la provincia de
Huarochirí. Se cree que este dios en algún momento se encontró en pugna con el dios
Wallallo, que está ubicado en zonas más al oeste. Esto nos demuestra las luchas que
tuvieron los habitantes de las zonas altas, donde nacen los ríos y los puquios, con los de
las zonas bajas que eran dueńos de tierras fructíferas y buenas para la producción de
productos muy cotizados como la coca. Esta gran cantidad de centros ceremoniales y de
dioses siempre estaban vinculados con los elementos de la naturaleza que eran
indispensables para los cultivos y en general para el desarrollo de la agricultura, ya que
fue la actividad más importante para los antiguos Huarunchinos.

Con la llegada de los espańoles estos dioses fueron destruidos, con la ayuda de
comisiones especiales nombradas para esta función específica (extirpadores de
idolatrías). Fue Huarochirí el lugar donde se encontraron más restos de influencia
indígena. 123
Uno de los extirpadores de idolatrías fue F. Dávila Briceńo, quien recogió
un antiguo relato según el cual las casas pelearon cierta vez con las gentes, donde
batanes, morteros de piedra pelearon contra sus dueńos y se los querían tragar. Esto
demuestra que antes de la llegada de los dioses tutelares como el dios "Con", que figura
entre los más antiguos y que representa al viento, la lluvia, el rayo, el trueno, y el dios
Wallallo en Huarochirí, también antiguo dios del mal, en las comarcas andinas existió el

Rostworowski, 1978:35.
Apu, es sinónimo de espacio sagrado.
Pease, 1967:68.

136
culto por los espíritus sobrenaturales que derivó en la magia; llegando a ser
predominante en las zonas andinas.

A la diosa Pachamama se la veneró también en los lugares donde se adoró a


Pachacámac, puesto que fue la esposa de éste. Esta diosa es según la creencia de esa
época, la que enviaba las lluvias. Otra leyenda de esta zona es la del pichtaco, el que
habita en cavernas y extrae de las víctimas el sebo para el dios de la laguna de Cocha. Y
por último, la leyenda de Wallallo. Esta divinidad se encuentra en forma de escultura de
piedra, ubicada cerca de la laguna al pie del Pariacaca. Según cuenta la leyenda, el
Wallallo peleó con el Pariacaca, venciendo Pariacaca con la ayuda de la nieve y el
granizo que hay en sus cumbres. De tanta lluvia y granizo que le echó al Wallallo, se
formó la laguna de Pariacaca. Esta laguna está contigua al camino incaico de Lima a
Huarochirí, Jauja y Cusco. En la roca que simboliza al Wallallo fue donde hacían
sacrificios humanos estrangulando a las criaturas especialmente escogidas de cada ayllu,
para luego arrojarlas a la laguna de Pariacaca. De esta forma recibían beneficios de su
divinidad Pariacaca, quien enviaba lluvias para sus sembríos. En la época de la colonia
se prohibió este rito y los sacrificios humanos, siendo reemplazado ante la imposibilidad
de desterrarlos por animales como la llama y la vicuńa. Las leyendas mencionadas líneas
arriba se extendieron y su influencia recaló en casi toda la serranía de Lima, sobre todo
de Canta y Huarochirí.
Para la práctica de idolatría aquí como en todos los lugares de la sierra se hacían
sacrificios de llamas jóvenes de color blanco. Utilizaban su sangre que la depositaban en
ollas de piedra. Es probable que en épocas remotas se hicieran sacrificios humanos de
hijos primogénitos y mellizos.
Estos pobladores también tenían dioses para el incremento de las aves y especies
marinas como lo fueron Hurpay Huachac y Auca Atama respectivamente. Por último
adoraban a la Mamacocha, que era el mar y la madre de todo lo que fuente de agua,
como ríos, lagos y puquios. Esta diosa era importante ya que el agua preservaba la vida
de los animales, de las plantas y del mismo hombre. Esto demuestra que su orientación
mágico­religioso era en lo fundamental similar a la de sus vecinos, en el sentido de que
cada actividad agropecuaria estaba bajo la protección de un dios; así pues la actividad
ganadera estuvo bajo la protección del dios Con que fue desterrado de la costa por
Pachacámac.

137
2.2.5 Lengua
Al parecer el tronco lingüístico rnás antiguo y probablemente el referente común del que
se derivan las diferentes lenguas andinas es el arawak; lengua de origen rural. El kauki o
akaro fue la idioma que predominó en los Andes limeńos, como Canta, Huarochiri y
Yauyos, seńalando comportamientos semejantes entre los pueblos del Antiguo Perú de
estas provincias. El que algunos lingüistas reconozcan al kauki como dialecto del
aymará nos hace pensar que los aymarás fueron los pobladores más antiguos de la zona.
En Huarochiri también se hablaba el idioma aymará que es más rico y desarrollado que
el quechua. Al respecto Max Uhle refiere que el idioma aymará parece en sus formas
gramaticales un  "viejo  y  el  quechua  un  nińo  ". El mismo autor refiere que el quechua
recogió y asimiló muchos nombres del aymará, así, el término Manco, Sinchi, son voces
de origen aymará. Con la llegada de los Incas, se impuso el quechua cusqueńo pero solo
los hombres lo hablaban, ya que era el idioma utilizado para los intercambios. Esto es
posible en la medida que las mujeres no practicaban dicha actividad.

2.3. Y A U Y O S

2.3.í Etimología
Según el primer corregidor de Yauyos, Dr. Diego Dávila Briceńo,  Yauyos significa gente

belicosa. Atun­Yauyo era una población pequeńa, pero muy guerrera. 124
El mismo autor

refiere que el vocablo Atun­Yauyo, se deriva de dos voces aymarás. Además refiere que

en la lengua quechua la palabra más parecida es  Yau­Yau qué quiere decir ˇhola amigo!

Pero es en la lengua kauki donde se encuentra la verdadera etimología, así,  Yau­Yo 

significa hombre belicoso, toda vez que  Yauyo significa peleador y Acó, hombre. 125

Para dar más veracidad al significado de la palabra Yauyos, mencionaremos que

en esta zona también se han encontrado cantidad de cráneos trepanados, que demuestra el

carácter guerrero de esta población.

124
Villar, 1935:354­355.
m
/ítem:353­355.

138
Provincia de Yauyos

1 Alis 23 Huampara 42 Río Paluche 62 Tanta


2 Rio Aucampi 24 Huancaya 43 Pampas 63 Turipampa
3 Ayauca 2 6 Rio Huanián 44 Rio Pampas 64 Tingo
4 Ayavirí 27 Huańec 45 Laguna Paucarcocha 65 Laguna Ticllacocha
5 Azángaro 23 Laguna 46 Picamarán 66 Tomas
6 Cachuy Huas calcocha 47 Porococha 67 Río Tomas
7 Caerá 29 Laguna 48 Poroche 68 Tupe
S Río Caerá Huarmicocha 49 Laguna Pomacocha 69 Rio Tupe
9 Rio Canute 30 Hongos 50 Ruinas Pueblo Viejo 70 Vińac
lOCapitlucas 31 Lachuay o 51 De pilas 73 Vitis
11 Caran¡a Lachanuav 52 Querol 74 Ruinas de
! 2 Caspuio 32 Lincha 53Quinochay Vi'iracocha
13 Casinla 33 Río ]í,.a&* 54 Quinqués 75 Laguna de
14 Chaucha 34 Laraos 55 Quisque Yahuarcocha
! 5 Caiahuasi 35 L!angas 56 Rio Quisque 76 Ruinas Yampa
16 Cochas 36 Cordillera LLongote 57 San Joaquín 77 Yauri cocha
17 Colonia 37 Laguna Llongoie 58 Laguna 7 8 Yauyos
18 Huanián 33 Rio Llangas­Tambo Shucullococha 79 Rio Yauyos
19 Rio CUSÍ 39Miraflorcs 59 Támara 80 Putirua
21 Chocos 40 Modean 60 Tana
22 Laguna Chuneho 41 Ornas 61 Rio Tana
2.3.2 Datos generales
Esta provincia queda en la región andina al sureste de la región de Lima. Los más
antiguos pobladores fueron de raza aymará pero de ancestros más primitivos que son los
kaukis. Estos kaukis tuvieron como capital el pueblo de Tupi o Tupe que está ubicado en
las márgenes del río Cańete. Es aquí en Tupe donde ha sobrevivido hasta ahora la lengua
kauki.

Si bien en la provincia de Yauyos el pueblo de Tupi fue el centro de la cultura,


había otro pueblo que se llamaba Atun­yauyo más al norte, compuesto por gente muy
belicosa que se expandieron por casi toda la sierra de Lima. Así, para fines del
Horizonte Medio una corriente de Yauyos (aymarás) que son los Checas se introdujeron
en territorios más al norte. Estos se asentaron en la parte más alta de los ramales del río
Lurín y llegaron a lo que es actualmente Cocachacra y San Bartolomé (vm de
Huarochirí). Por esta razón de usurpación e invasión de tierras, a los Yauyos, se les
reconoce como grupo guerrero, indómito. Rostworowski opina al respecto:

"(...)  se  trataría  quizás  de  grupos  que  al  no  encontrar  donde 
instalarse  se  dedicaban  a  robar  a  los  demás.  O  serían  grupos 
indómitos  que  vagaban  por  las  sierras?  " 126 

Sin embargo estos grupos Yauyos, como los Checas y también los Chacllas, solo
pudieron llegar hasta Colli (Carabayllo), pues este aguerrido y valiente pueblo les opuso
resistencia y no les permitió entrar en sus dominios. Solamente después de la invasión
Inca a la zona de Colli, y como castigo por haberse atrevido a hacerles resistencia, los
Chacllas pudieron conquistar esta zona muy apreciada para el cultivo de coca. Por lo
tanto toda la zona chaupiyunga y yunga de la margen izquierda del río Rímac, hasta la
parte naciente de la misma y del río Lurín, fueron los lugares donde se asentaron los
diversos grupos Yauyos a fines del Horizonte Medio. Los Huanchos también se
asentaron en estas zonas tan apreciadas, pero antes que los Chacllas y los Checas. Así,
es claro comprender que para la región andina de Lima las tres tribus aymarás que se
asentaron y desarrollaron en estos lugares fueron los Yauyos para el sureste, los Atavilos
para el noreste de la región de Lima, y los Huanchos en el centro­este.
La invasión de los Yauyos a la zona chaupiyunga de la región de Lima, que se
produjo aproximadamente en el período Intermedio Tardío tuvo un motivo muy
importante que fue expandir su capacidad agrícola y apoderarse de tierras que eran

126
Rostworowski, 1978:41.

141
apropiadas para el cultivo de la coca. La coca en aquella época tenía gran valor, tanto
que llegó a ser considerada como una "unidad monetaria".

Los Yauyos apoyaron a los Incas en sus conquistas, por lo que fueron bastante
considerados por éstos y a quienes les dieron la oportunidad de expandir sus territorios
hacia las zonas que hicieron resistencia a los Incas. Los gobernantes cusqueńos
formaron uno de los Hunus más importante de la zona, que fue el Hunus de Yauyos y
que comprendieron las provincias actuales de Yauyos y Huarochirí, con 10 000
tributarios. Después con la conquista espańola este huno fue nombrado cabeza de
corregimiento.

2.3.3 Organización social y productiva


Siendo sus valles algo accidentados, rodeados de laderas rocosas, agrestes quebradas y
numerosos riachuelos, observamos que estos pobladores para el desarrollo de la
agricultura se vieron obligados a construir andenes, acueductos y represas que hasta
ahora están en uso, como la laguna de Llongote donde nace el río Yauyos, y que sirvió
para ampliar sus áreas de cultivo. Produjeron maíz, alfalfa y una gran variedad de frutas.
Gozaban de un clima benigno propio de las zonas quechuas. Una actividad muy
frecuente, sobretodo en las zonas altas, fue el pastoreo de la llama y otros auquénidos.
Estos primeros Yauyos primitivos, aymarás o kaukis, dejaron sentir su influencia de
cultura primitiva ruda y cavernaria, pero a la vez sabia, imponente, expansionista y auto
independiente. Sus vestidos y su forma de alimentarse eran bastante sencillos, siendo sus
actividades más importantes la caza, el pastoreo y la agricultura.
La actual ruta a Yauyos es la que probablemente siguieron nuestros antepasados
con dirección a su cede central. Esta ruta iba desde Lima a Lunahuaná y siguiendo la
quebrada del río Cańete llegaba hasta Yauyos, para luego seguir a Huantan por un lado y
conectarse con el camino real, y por el otro lado camino a Catahuasi de este lugar a Tupi
y Yauyos. Estas rutas, con la llegada de los Incas, fue implementada por tambos siendo
uno de los conocidos el de Yangas o Yangas­tampu, cerca de Lunahuaná (Cańete).

2.3.4 Arquitectura
Tienen las mismas características generales que toda la sierra de la región de Lima, el

cual se caracteriza por el uso de chullpas que podían ser de una sola pieza o cámaras de

dos o tres piezas. Existen chullpas cilindricas y cúbicas, aunque también se han

142
encontrado Chujllas o chozas, cavernas, que pueden ser de diferentes tipos como son las
de adoración, sepulcrales y de habitación. Aquí se han encontrado las tumbas más
antiguas, muy cerca a la cordillera, que consisten en cavernas sepulcrales entre peńascos
y cerros pedregosos y empinados, con restos de armas y herramientas que demuestran su
antigüedad pero a la vez su condición evolutiva.
Dávila Briceńo (el primer corregidor), menciona cuatro pueblos que
conformaban la comunidad de Yauyos que fueron: Napahuasi, Ampahuasi, Vichyza y
Cariachi, que se encontraban situados a ambas márgenes del río Yauyos (afluentes del
río Cańete). En las cercanías de este mismo pueblo, siguiendo el camino por la ladera
del río Yauyos o Cańete, para las cumbres donde el río toma el nombre de Huantán, se
encuentran varios recintos de antiguos pobladores que toman los nombres de los pueblos
mencionados líneas arriba. En el último de los pueblos nombrados, Cariachi, se
encuentran restos arquitectónicos bien conservados y de magnífica construcción. 127

Todas estas diferentes construcciones son hechas de piedra. No se ha encontrado


influencia Inca y puede deberse a que éstos fueron sus aliados y por tanto los Incas le
permitieron conservar sus costumbres.

Villar Córdova, uno de los estudiosos de esta zona, manifiesta que al otro lado de
la quebrada en la margen izquierda del río Yauyos, bajando hacia la costa, están los
recintos de Catahuasi; siguiendo por el camino de Catahuasi, se encuentra el adoratorio
de Cerro Víbora. En Tupe, un poco más arriba de Catahuasi, se encuentran los
promontorios de Tupinachaca, Mallma y May. De allí, como yendo a la costa, está el
tambo Yangatampu ya mencionado y que también fue construido por los Incas. 128

Siguiendo el camino a Carania se encuentran los recintos de Antarunga, Ashin y


Ńahuinpuquio. Otros promontorios son los de Quinches que por sus construcciones de
chullpas, nos muestran que eran ruinas construidas antes de la llegada de los Incas, y el
recinto de Kinchihuasi y Lurín, en el distrito de Huanec, en las márgenes de la parte alta
det río Mala. Los recintos de Maringa que fue una fortaleza o ciudad militar por las
murallas que están al borde de un abismo, se comunican con otro recinto denominado
Lachahuay que cuenta con una plaza cuadrangular y un adoratorio antiguo. Muy cerca
también se encuentra el camino y puente de Lunisaca al pie de un afluente del río Mala

127
Villar, 1935:356­357.
,2B
/żem:353­360.

143
que se llama Quinches, un cementerio llamado Payungos y una represa denominada
Masuna.
En Ayaviri (distrito) se hallan los recintos de Cullpa y Huayagahua. Más al
norte de Ayaviri se encuentra el pueblo de Huampará o Huangará, donde se localizan los
promontorios de Cuspanco y muy cerca de este antiguo pueblo en las inmediaciones de
la cordillera está la laguna Yahuar­Cocha que significa Laguna de Sangre; que sirvió de
adoratorio y donde probablemente se hacían sacrificios humanos.

2.3.5 Religión
Tenían como dios a Pariakaka que desplazó a Wallallo. Su culto se extendió a lo largo
de su territorio, avanzó hasta Huarochirí y Canta. Estas circunstancias permiten que
estas tres provincias posean semejantes formas de adoración y culto. Adoraban a
Corequenque como ave sagrada, divinidad que los acompańaba en sus campańas
belicosas. Muchas de sus actividades y manifestaciones artísticas actuales reflejan la
importancia y vinculación que en el pasado hubo entre la ganadera y la agricultura con la
adoración de sus dioses.
También veneraban a la diosa Urpay­Huachac, una de las cinco hermanas de
Pariacaca. La leyenda dice que ésta se encontraba en el templo de Pachacámac como su
esposa de este dios, criando sus peces en una laguna del templo. Un día bajó de la
serranía el dios Curinaya y los arrojó al mar conjuntamente con otros bienes de la diosa.
Con esta acción de Curinaya se multiplicaron los peces y toda vida en el océano. Desde
entonces esta diosa siempre fue invocada para la abundancia de los peces.
El hecho de que se aprecie desplazamiento de unos dioses por otros, así como
por ejemplo el dios Wallallo por el Pariacaca, o el Con o Curinaya por el dios
Pachacámac, o Vichama por Pachacámac, y por último el Yaro por Pariacaca con la
invasión de los Yauyos, etc., nos muestra como algunos pueblos sobreponían su dominio

sobre otros y por tanto el dios vencedor era el predominante. La extensión de dominio
significaba también obtención de poder económico por el camino religioso ya que cada

pueblo sojuzgado estaba obligado a enviar riquezas a los dioses principales. Al respecto
Villar Córdova refiere que los:
"(•••)  primeros  pobladores  de  Cuspanco  tenían  la  costumbre  de 
arrojar  una  criatura  a  la  laguna  de  "Yahuarcocha" 
principalmente  en honor  al dios  Wallallo"} 29 

129
7^:359­360.

144
Esta misma costumbre se observó en los Yauyos cuando se dirigían al pie del
gran nevado de Pariacaca. Respecto a tos sacrificios humanos no nos sorprendamos; los
Hebreos lo hacían hasta la llegada de su "verdadero dios" que les prohibió ese tipo de
sacrificios.

2.3.6 Pictografías
En las ruinas de Tupinachaca se han hallado pictografías en rojo y anaranjado,
representado animales propios de la región como los camélidos y venados. Estas
pictografías reflejan una clara influencia Tiahuanaco. Siguiendo el camino a Catahuasi,
en el adoratorio de Cerro Víbora, se encuentra una roca con inscripciones que podrían ser
las representaciones de víboras por ser éste un lugar donde abundaban estos reptiles.

2.3.7 Lengua
Al hablar de los Yauyos no podemos dejar de mencionar a la primitiva lengua kauki. Se
dice que esta lengua fue anterior a la aymará. Según los estudios, el Kauki es la lengua
más primitiva y antecesora del aymará. El kauki todavía se habla en las partes altas
donde están los pastores de los pueblos de Tupe, Huangascar, Huantán o Huancán y en el
distrito de Chongos Alto (Huancayo).
José Matos menciona que Tello aseguraba que esta lengua era una de las
primitivas:
"(...)  entre  las  primitivas  lenguas  aborígenes  del  Peni  la  más 
importante  por  su  estructura  y  la  riqueza  de  su  léxico  es  sin 
duda  la  lengua  llamada  vulgarmente  kauki. 
Tupe  es  el  único  lugar  donde  se  ha  conservado  intacto  el 
idioma  sagrado  y  milenario  de  la  gran  cultura  del  centro 
peruano  ". 130 

La imposición del idioma quechua no se dio completamente en toda la zona.


Recordemos que los Yauyos fueron aliados de los Incas en sus conquistas y expansiones
con Pachacútec Túpac Yupanqui, y también fueron aliados de los espańoles en la lucha
de la resistencia. Los Incas no los sojuzgaron viendo en ellos tan favorables aliados que
los situaron en posición privilegiada con respecto a sus vecinos, por tanto no les

Tello en Matos, 1955­56:141.

145
impusieron los mitmaes, no siendo esto necesario. Este privilegio les permitió la
conservación de su idioma natural que fue el kauki, de allí que en la actualidad:
"(...) los habitantes de la comunidad de Tupe y Cachuy
hablaban en kauki o kauke al mismo tiempo que el
castellano ". l31

Villar Córdova refiere resumidamente, que el origen del kauki está en los
primeros pobladores de la Cordillera volcánica, entre Arequipa, Moquegua y Tacna por
su parentesco con el Uro y el Puquina. A su vez investigadores norteamericanos han
comprobado el origen amazónico del Uro y del Puquina en las montańas de
Uronchamayo del Perene y Satipo. Sebastián Barranca llamó a la lengua kauki como
"Proto­aymará".

2.4. CAJATAMBO

2.4.1 Etimología
Villar Córdova, asegura de la etimología del vocablo Caxa-Tampu, vocablo que proviene
de dos voces quechuas, Caxca que significa vp'le o quebrada abierta, y tampu que
equivale a posada o lugar de descanso, siendo su significado posada en el corazón de la
quebrada. 132
La palabra Caxa es también reemplazada por el vocablo Cachsa que
significa espina o campo de espina, por consiguiente el nombre de Cashcstampu puede
significar posada de peregrinos en valle cubierto de espinas. Efectivamente este arbusto
espinoso abunda en los alrededores del actual Cajatambo, y aún existe un área de
plantación de estas espinas en el corazón mismo de la población.
La palabra Ata-vil¡u tiene varios significados, siendo la traducción más certera la
de semilla de maíz amarillo. Ata­awallo significa simiente de los mellizos, mientras que
Hathu-hualla, jefe de la tribu Hualla.
La etimología del vocablo Atavillos posee varios significados, siendo el más
conocido proveniente del término Awallo o mellizos y Atawa que significaría ventura,
honor; por tanto Ataw-awallo, significaría los venturosos mellizos. En esto último
coinciden Holguín y Luis E. Valcárcel.

131
Matos, 1953:186.
132
Villar, 1935:332.

146
Provincia de Cajatambo

Cl IANGAY

LEYENDA
O C A P I T A L DE moví H C 11
o rut » L O *


/
• * 1 0 i
' CtHlHOI

1 Andajcs 10 Gogor 17 Manas 26 Rio Quiches


2 Cajatambo 11 Ruinas Huacho Sin 18 Maray 27 Cordillera Ransa
3 Caujul Piscado 19 Mina Raura
4 Cochamarca 12 Huancapon 28 Rapaz
20 Navan
5 Copa 13 Rio Huaura 29 Laguna Supa­Saca
21 Ojón
6 Río Ch ceras 14 Cordillera 30 Tinta
22 Pachangara
7 Ruinas Curay Huayhuash 31 Yarucaya
23 Pamplona
8 Churin 15 Río Huayüapa 32 Nevado Yurupajá
24 Rio Pumarini
9 Rio Cogor 16 Rio Lurueocha 25 Pu%\ihuan
2.4.2 Organización social y productiva
La ciudad de Cajatambo está situada en lo alto de una quebrada a modo de fortaleza.
Contiguo se encuentra el camino de los Incas. Los Incas construyeron muchos tambos
en esta región, así como también puentes colgantes, con la finalidad de prolongar el
camino real de los Incas que venía de Xauxa o Jauja y Taima, atravesando el valle de
Bombón en la cordillera de Los Andes, luego a Oyun u Oyón para llegar a Caxa­tambo o
Cajatambo y seguir camino al norte del Tahuantinsuyo. Esta zona parece haber sido
predilecta para los Incas por su formidable clima y abundante producción. Al llegar los
Incas a esta ciudad la usaron como tambo. Los Atavillos que estaban situados en las
serranías de Chancay, Cajatambo y Canta también le hicieron resistencia, aunque con
poco éxito siendo finalmente duramente reprimidos.

El nombre inicial de Cajatambo pudo haber sido Caxa­tambo. Con la llegada de


los espańoles y la pronunciación diferente de éstos, el nombre se castellanizo por
Cajatambo. Fue Hernando Pizarro y sus huestes, los primeros espańoles en llegar a esta
zona en busca de Calcuchimac, valeroso general de Atahualpa. El curaca de Cajatambo
que se llamo Sashao les preparó la bienvenida, y lo mismo hizo el de Oyón,
proporcionando a los espańoles todo lo necesario en su viaje.

Hablar de Cajatambo es también hablar de Canta y la sierra de Chancay.


Recordemos que los límites provinciales recién empezaban a tomar forma con la
implantación de las reducciones a la llegada de los espańoles. Con esto queremos decir
que antes de los espańoles, toda esta zona del sector oriente­norte de la región de Lima se
encontraba organizada en un Hunu, régimen impuesto por los Incas, respetando la
antigua demarcación de los Atawillus y que comprendía 10 000 familias o tributarios.

Esta zona tiene una geografía bastante accidentada, cuenta con la cordillera de
Huayhuas, donde se origina la lengua del mismo nombre, el nudo de Oyón con muchos
picos de cuyas profundidades brotan aguas termales y medicinales que fueron
aprovechadas por los antiguos pobladores para curar sus males. Además, es en las
cordilleras de Cajatambo donde se forma el Callejón de Huaylas con sus dos ramales
cordilleranos, como son la Cordillera Blanca y la Cordillera Negra.

Cuando hablamos de Cajatambo, no podemos dejar de nombrar a los Atavillos


cántenos, puesto que fueron estos los que extendieron sus dominios hasta gran parte de la
provincia de Cajatambo y la quebrada del alto Chancay. Esta zona poseía tierras fértiles
y aptas para el cultivo de coca y algodón, que aunado a la actividad del pastoreo bastante

149
difundida sobre todo en las partes más altas, hicieron frente a sus necesidades de
alimentación. Contaban también con minas y gozaban de un clima muy agradable. Se
cree que fueron estos Atavillos de origen aymará los representantes más sólidos e
importantes de la cultura andina en la región de Lima.

Por estar esta zona muy próxima a Ancash y Huánuco, y por tanto a las altas
culturas Panandinas como Chavín, Kotosh y otras, es probable que desde épocas muy
tempranas haya recibido influencia de éstas, como se aprecia en la cerámica, sus formas
organizativas patriarcales y sus avances en las técnicas agrícolas. Fue la zona de
Cajatambo donde probablemente se dio la fusión y a la vez la delimitación, de dos
culturas altamente influyentes en la región de Lima y en el resto del territorio del
Antiguo Perú que son la cultura quechua y aymará, ya que a partir de aquí hacia el norte
se desarrolló la cultura de ios Chinchaysuyos, con bases quechuas, muy diferente a la
aymará.

2.4.3 Arquitectura
Los recintos pre­Incas están situados en las partes más altas de los cerros. Se trata de
chullpas hechas de piedra, que es una característica aymará. Posee también
construcciones con algunos rasgos propios de la cultura Chavín, como son sus templos
de forma piramidal y el uso de grandes piedras verticalmente colocadas, alternándose
con muros de pequeńas piedras, como lo usaban en la zona de La Libertad y Ancash.
También usaban la piedra tallada y pulida. Esta mezcla de las características
arquitectónicas Aymarás y Chavín, les dio a los Atavillos de Cajatambo un estilo
genuino que hace pensar que fue la iniciadora de estas dos culturas.
Las ciudades más importantes son las de Chipprak y Ruppak que quedan en la
provincia de Canta, muy cerca de los actuales pueblos de Lampian o Pacaraos. Estas
ciudades fueron las más representativas de la arquitectura de los Atavillos (grupo aymará
que extendió sus dominios en esta zona). También construyeron un acueducto
subterráneo de piedra desde la cumbre de la cordillera del Pumarini hasta Cajatambo, y
luego repartieron estas agua entre tas diversas poblaciones para regar las faldas de los
cerros. De allí deriva su gran riqueza agrícola. Hasta ahora se pueden apreciar los restos
de las antiguas andenerías. Las principales poblaciones pre­Incas según Villar Córdova
fueron: Chirau­Marca, Uyus­Marca, Purum­Marca, Chanog­Marca, Sicay­Marca,
Gochari­Marca, Collapshan, Casha y Anta­Kocha, siendo la más importante la de

150
Chanog o Changog. 133
Estas construcciones son muy parecidas a las de Cantamarca; es
decir, propia del grupo de los Atavillos de Canta. Con la llegada de los Incas se
construyeron una gran cantidad de tambos, con la finalidad de implementar los caminos
que comunicaban la costa con la sierra, y de allí hacia las ciudades más importantes del
Tahuantinsuyo.

2.4.4 Religión
Sus leyendas expresan una clara veneración a sus antepasados. Creían en la inmortalidad
del alma. Tenían un alto sentido de la moral y justicia. Practicaban el culto a los

muertos y tenían una especial vinculación con el sol o Willca o Punchau. 134
Todas sus

leyendas provienen de la región de Canta que fueron traídas a Cajatambo por las
corrientes aymarás de los Atavillos. Son conocidas las leyendas de los Willca de los
venturosos mellizos, que vengaron la muerte de su madre y luego se convertirían en el
Sol y la Luna, que ya fue mencionada para Canta.
Esta orientación de venerar al dios Sol nos demuestra una vez más sus vínculos
ancestrales con los aymarás. Otra leyenda (también de la región Canta) es la de Wakoto.
Se trata de la leyenda conocida bajo el nombre Camino de los Muertos que en resumen
refiere que al morir la persona tiene que hacer un recorrido largo y penoso hacia las
cumbres, específicamente el adoratorio de Manco. El alma empieza su recorrido desde
Pariac y va pasando por pruebas que la van purificando antes de llegar al Peńón Sagrado,
por donde tiene que entrar por el hueco de la piedra para asegurarse la vida eterna. 135

Existe también la leyenda del pueblo de Chanog (de la región de Cajatambo) donde los
reyes fueron convertidos en piedra por no cumplir con su castigo. La leyenda relata que:
"El  rey  del pueblo  de  Chanog  gustaba  de  bańarse  en  una  pileta 
como  catarata  y  como  lo  hizo  en  los  días  de  fiesta  al  Sol,  éste 
lo  castigó  a  él y  a su  esposa  botándolos  del pueblo  pero  solo  en 
la  noche  podían  ir  para  dormir,  pero  un  día  se  quedaron  en 
medio  camino  cuando  amanecía  convertidos  en  piedra  él  y  su 
esposa  ". ,36 

Esta acción de convertir en piedra a sus antepasados es una costumbre muy

común dentro de los pueblos aymarás.

m
Idem:l72­l73. 
m
Idem:&S. 
/ífem:139­141.
,33

/żem:334­335.
l36

151
2.4.5 Cerámica
Es la misma que básicamente representa a Canta y parte de la zona andina de Chancay.
Se percibe una declara influencia sucesiva de Chavín, Recuay (Callejón de Huaylas),
Tiahuanaco, Nievería, aymará y por último de los Incas.

2.4.6 Lengua
Su lengua ancestral es el Tampish o Chinchaysuyo que es muy parecida a la lengua
quechua de los Incas. Esta lengua se extendió en la sierra de la provincia de Chancay y
Canta. Esto está demostrado por la cantidad de toponimias quechuas existentes sobre
todo en las zonas altas de estas provincias. Cuando llegaron los Incas a esta zona ya se
hablaba el quechua en Cajatambo, se trataba del quechua de los Chinchaysuyos.
Indudablemente la lengua más reciente y representativa de la cultura andina fue
el quechua. Era lógico que ésta tenía que ser práctica y sencilla, en la medida que era la
más usada frecuentemente para los intercambios comerciales. Probablemente las
lenguas que contribuyeron a la formación de esta lengua quechua, a lo largo de milenios
fueron inicialmente el kauki y el aymará, que se las considera comúnmente como
dialectos. A la lengua kauki se le considera no sólo antecesora del quechua sino
inclusive del aymará. Por su estructura y léxico el quechua es una lengua aglutinante
(procedimiento en el cual dos o más palabras se unen formando una sola) como por
ejemplo:  Yauyaco, proviene de  Yauyo, que significa peleador, Acó que significa hombre.
Juntos significan hombre peleador.
El vínculo estrecho que hay entre el kauki y el aymará da lugar a pensar que una
de las dos es el dialecto de la otra. A la llegada de los Incas, éstos percibieron que a lo
largo de la costa central y gran parte de la sierra se hablaba una variedad de quechua, que
provenía de la influencia de culturas norteńas. Este idioma parecido al quechua de la
sierra sur, que predominaba en la zona conquistada, más tarde los Incas lo llamaría
Chinchaysuyo, en virtud a que se hablaba en gran parte de esta región y que fue uno de
los cuatro suyos que formaron el Tahuantinsuyo.

152
CONCLUSIONES

Con esta investigación hemos querido demostrar que fuimos más que simples caseríos
organizados para subsistir. Muchos creíamos que nuestra historia empieza a partir de la
llegada de los espańoles; quienes hicieron del curacazgo de Lima la capital del Virreinato
del Perú. Las evidencias arqueológicas y etnohistóricas nos develan que hubo un pasado
histórico que duró más milenios de lo que ha durado la historia colonial y republicana.
Pero para poder desentrańar nuestro pasado es necesario más estudios
multidisciplinarios, con la finalidad de llenar los vacíos historiográficos que permitan
una comprensión cabal del desarrollo histórico de esta región.

Esta investigación antropológica nos ha llevado a las siguientes


conclusiones:

1. Fueron los recursos del mar los que permitieron que en la costa se diera las
condiciones para el temprano sedentarismo de los primeros pobladores del
litoral. Su importancia fue decisiva para el desarrollo y evolución de las
sociedades arcaicas; así lo demuestran los abundantes restos hallados en caletas y
bahías, como por ejemplo en Ancón y Supe.

2. Los ríos jugaron un papel trascendental en la evolución tanto de los pueblos de la


Costa como los de la Sierra, pues a partir del uso de sus aguas transportados
mediante complejos sistemas de irrigación desarrollaron una intensa actividad
agropecuaria.

3. La mayoría de estructuras pre­Incas y quizás las más importantes, provienen de


la primera regionalización o período Intermedio Temprano (200 a . C ­ 6 0 0 d.C),
como por ejemplo Cajamarquilla, Maranga, Pachacámac, etc., y no
posteriormente.

4. La Sierra de Lima tuvo su desarrollo bajo la influencia de tres corrientes aymarás

que fueron:

a) Los Huanchos (centro­este) en la parte baja de lo que hoy es la

provincia de Huarochirí.

153
b) Los Yauyos (sur­este) que fueron los Checas y los Chacllas, en la
parte alta del río Mala, llegando hasta Cocachacra y San Bartolomé.

c) Los Atavillos (norte­este) que abarcaron la Sierra de Chancay,


Canta y Cajatambo.

5. El desplazamiento de dioses a lo largo y ancho del espacio estudiado, nos


demuestra fehacientemente el carácter guerrero de las sociedades del Antiguo
Perú y el dominio de unas sobre otras. El triunfo de un pueblo, significaba
también el triunfo de su dios principal, que acarreaba consigo poder económico,
en la medida que cada pueblo sojuzgado estaba obligado a tributar con riqueza al
dios del pueblo vencedor.

6. Las culturas limeńas se encontraban en un alto grado de desarrollo social­


organizativo cuando llegaron los Incas. Estaban organizadas en seńoríos y
curacazgos, que llegaron a controlar más de un valle, como por ejemplo: los
Ychmay que se extendió sobre la parte baja del río Lurín y Rímac. Este avance y
desarrollo se reflejó por dos hechos importantes:
a) La tenaz resistencia a ser invadidos.
b) La conservación en gran medida de formas organizativas y de logros
iufidestructuiales pot parte de los Incas.

7. La profunda convicción religiosa, que proviene probablemente desde la


formación de las primeras sociedades arcaicas y que en orden cronológico
podemos mencionar las siguientes:
a) Los Chavín con sus templos truncados.
b) Los Lima de la primera regionalización o período Intermedio
Temprano, con el culto a sus centros ceremoniales como Maranga o
Aramburu y Pachacámac en su primera fase, donde se rendía culto a
sus muertos.

c) Los Waris que expandieron el culto a Pachacámac hasta lugares


serranos, que a su vez basaban su mitología y creencias religiosas en
los poderes que les brindaba la naturaleza, expresada en los
adoratorios o cavernas naturales.

d) Los Ichmay, que desarrollaron aún más el poder religioso de


Pachacámac.

154
e) Los Incas con su dios Wiracocha. Más tarde con la llegada de los
espańoles, nuestros pueblos acostumbrados a la religiosidad,
asimilaron aunque impositivamente las costumbres religiosas de los
europeos.

Éstas prácticas religiosas se manifiestan en la actualidad en los diferentes ritos


paganos­cristianos como por ejemplo: veneración a los templos, culto a los muertos,
entre otros, principalmente en las zonas andinas.

Por último, la labor de reconstruir lo que fuimos antes de la conquista hispana se


hace difícil en Lima, por haber sido este lugar centro principal del poderío espańol en
Sudamérica. La invasión fue tajante. Los espańoles rompieron con toda la armonía y
organización existente hasta esas épocas, provocando como consecuencia desorden y
confusión. Impusieron violentamente nuevas costumbres y nuevos dioses y con ello
devino la desesperanza y la frustración; sentimientos raros para una sociedad que se la
podría catalogar como organizada, donde lo más valioso por rescatar fue su organización
social de producción que iba de la mano con las relaciones distributivas y de
reciprocidad, de las cuales sólo quedan remembranzas en diferentes manifestaciones
íolclóricas y en el espíritu comunal de organización;

155
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