MIEMBROS DE TRABAJO: Wilder Steven Sogamoso (autor del informe). Leonardo Alberto Ramírez Pérez. Michael Steven Escobar Ortiz.
El trabajo práctico dio inicio en un aula
diferente a la habitual, esto se dio a modo de que los estudiantes tuvieran una mayor comodidad a la hora de realizar dicha actividad. Lo que allí se planteaba era la capacidad de los estudiantes al trabajar en grupo con unos elementos asignados en este caso; una pata de pollo, un hueso de pollo y un corazón de vaca. Después de haber recibido las indicaciones por parte de la docente y haber leído con anterioridad la guía que se nos asigno, procederíamos a tener contacto con los materiales teniendo las precauciones de higiene necesarias. Una vez comenzada la actividad, mis compañeros que eran dos personas y conmigo tres: los cuales conformaríamos nuestro grupo de trabajo, procedimos a colocarnos nuestros guantes y en mi caso una bata. En primera instancia tomamos el hueso de pollo crudo, esto con el objetivo de que mantuviera su composición original la cual es transmutada durante el proceso de cocción. Al realizar el corte horizontal en el hueso de pollo, pudimos encontrar y ubicar tanto el tejido óseo cortical (compacto) encontrado en la superficie externa, como el tejido óseo trabecular (esponjoso) ubicado en el interior del hueso. A continuación la foto correspondiente a dicho ejercicio, donde en la Primera imagen se observa el tejido compacto externo y en la segunda el tejido esponjoso interno. En el siguiente ejemplo se observa la diferencia entre las partes del hueso antes de haber sido cortado. Siendo predominantes la epífisis, diáfisis y la metáfisis. Ejemplo número 1:
Después de haber ubicado estos tejidos en
el hueso de pollo y palpar su notable diferencia, procedimos a tomar el siguiente elemento el cual era una pata de pollo cruda. El ejercicio a desarrollar en primer lugar fue ubicar el tejido epitelial externo y por medio del bisturí quirúrgico, realizamos un corte vertical con el cual pudimos observar el tejido epitelial interno. Las siguientes son las respectivas fotos que corresponden a la pata de pollo donde se observaron los tejidos epiteliales tanto externos como internos. Imagen 3: Pata de pollo Tejido Epitelial Externo. Imagen 4: Tejido Epitelial Interno.
Como se puede notar en las imágenes, la
piel interna en la pata de pollo se ve mucho más delgada y delicada que la externa pero que, cumplen la misma función de proteger el interior del organismo de agentes externos. Mis compañeros tomaron nuevamente el Bisturí y de acuerdo a las instrucciones del docente, procedimos a cortar también el tejido epitelial interno permitiendo observar de esta manera, los tendones que unen el hueso con los músculos de la pata. El tejido que corresponde a los tendones se encuentra en la clasificación de Tejido Conectivo, pues su función es la anteriormente mencionada, conectar el músculo con los huesos y de esta manera dar movimiento a las articulaciones. A continuación la imagen correspondiente a los tendones que los cuales fueron previamente expuestos y/o descubiertos. Imagen 5: Tendones que manejan las articulaciones de la pata de pollo. La siguiente parte del ejercicio era observar como al tirar de los tendones, las articulaciones de los dedos de la pata de pollo se cerraron al encogerse, esto recuerda al movimiento de contracción muscular encontrado en los ejercicios que el deportista usualmente realiza en sus diferentes músculos. En el informe se adjuntara el respectivo video número 1 del ejercicio hecho. El siguiente paso fue hacer uso de las guías que la docente nos había pedido imprimir, y mediante la información allí contenida, sacamos el corazón de vaca y lo ubicamos en un recipiente. Siguiendo las instrucciones de la guía mis compañeros turnándose, procedieron a cortar el tejido adiposo o graso que se encontraba en la superficie del corazón. En el envío se archivara también el vídeo 2 en donde se observa el proceso de corte. A continuación la imagen correspondiente a dicho corte. Imagen 6: Corte tejido adiposo.
A continuación pudimos ubicar también el
la cara posterior o plana y la anterior la cual era morfológicamente más convexa. Debido a que el corazón con el que contábamos originalmente fue cortado casi a la mitad, algunos elementos no fueron observables más sin embargo, pudimos sacar algunas fotos por nuestra cuenta. Imagen 7: Cara anterior del corazón donde se observan algunos vasos sanguíneos del mismo. Imagen 8: Lugar donde deberían haber estado ubicadas las arterias pero debido al corte previo, se observan dos cavidades. Mediante el bisturí nuevamente de realizaron dos cortes. El primero descubriría el ventrículo derecho para observar las válvulas sigmoideas y la válvula tricúspide. A continuación las respectivas imagenes de este ejercicio. Imagen 9: Ubicación válvula tricúspide. Imagen 10: Ubicación válvula sigmoidea. El segundo corte descubriría el ventrículo izquierdo por el cual también observamos las distintas válvulas. Imagen 11: Ubicación Válvula Bicúspide.
Con la ayuda del corazón de vaca que
poseían algunos compañeros, pudimos ubicar tanto las venas como las arterias. Donde las Arterias eran mucho más gruesas y desarrolladas por la cantidad de esfuerzo al realizar el proceso de bombeo de sangre. Mientras que las venas eran notablemente más delgadas y pequeñas. Las siguientes imágenes muestran está diferencia observada. Imagen 12: Arteria del corazón de la vaca. Imagen 13: Vena del corazón de la vaca. Debido a que el ventrículo izquierdo debe bombear más sangre y soportar mayor presión que el derecho, sus paredes son más gruesas. Pudiendo llegar de 15 a 30 milímetros a diferencia del rango entre 5 y 10 milímetros en el ventrículo derecho. La siguiente es una imagen donde se puede observar no solamente algunos vasos sanguíneos predominantemente uno en específico, sino también los cortes que se realizaron para poder separar ambos ventrículos.