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Tema del día viernes 6 de marzo del 2020

El Humareda
que yo conocí
Galería moll

Centenario del pintor


Lejos de la leyenda urbana, el artista
Enrique Polanco comparte un
revelador testimonio de amistad,
para retratar las diferentes facetas
del expresionista artista puneño.

visitar la escuela por la ma-

E
Enrique Planas
ñana. “Él nunca enseñó, no
tuvo discípulos. Pero solía
scribió una pieza caer por Bellas Artes porque
teatral que nadie caminaba por toda Lima”,
ha visto ni leído. recuerda el pintor. Esa ma-
Se titula “El infier- ñana, se acercó a la berenje-
no”, y en la escena de un solo na que pintaba la estudiante
acto, el mismo pintor, Víctor y tomó un chisguete de vio-
Humareda, se encuentra en leta cobalto para animar el
un ascensor. De pronto, en- fruto. “Había gente que no se
tra Marilyn Monroe. El artis- le acercaba, que lo creían un
ta no puede hablar. Incapaz chiflado. No saben lo que se “Cabaret”, cuadro de 1967, parte de la colección que expondrá la galería Moll de Miraflores.
de dirigirse a su objeto de de- perdieron”, comenta Polan- Lino Chipana
seo, solo transpira hasta ver- co, quien considera que ha-
la salir del ascensor al llegar ber desarrollado una intensa
a su piso. amistad con Humareda es
La obra no existe en papel, uno de sus mayores tesoros.
pero se la contó Humareda al
pintor Enrique Polanco. Sa- —La habitación 283—
bemos que Humareda ido- En 1954, Humareda se mu-
latraba a la blonda actriz, dó a la habitación 283 del
pero aquel argumento mí- hotel Lima, en La Victoria,
nimo nos habla también de alojamiento preferido en-
un artista torturado ante la tonces por muchos provin-
belleza insoportable. Aque- cianos por su cercanía a La
lla que, como afirmaba Ca- Parada, que sirvió de hogar y
mus, nos conduce a la deses- taller por los siguientes trein-
peración, ofreciéndonos por ta años. Allí lo iba a visitar Po-
un minuto la mirada a una lanco, dos o tres veces por se-
eternidad que nos gustaría mana. “Humareda pintaba
extender sobre la totalidad muy temprano –cuenta–. Vi-
del tiempo. vía en un cuarto chiquitito,
Víctor Humareda Galle- lo recuerdo perfectamente,
gos representa al artista clá- de dos metros y medio de la-
sico (y por lo mismo, anacró- do. Primero pintaba y des-
nico) maldecido por la belle- pués salía a la calle, pues no Mural de Marko Franco en homenaje al pintor puneño, en la cuadra 2 del jirón Azángaro, en Lima.
za. Se acercó a ella con una aguantaba mucho tiempo
obsesión platónica, como allí. Yo lo visitaba desde los casso, la historia del arte se mareda es un caso en el que
quien tienta lo inalcanzable. 21 años. Cuando venía más había convertido en meros biografía y mito se sobrepo-
Nació en Lampa, el 6 de mar- gente al hotel Lima, él sacaba garabatos. nen. Genial y reaccionario,
zo de 1920, hace exactos 100 los cuadros de su taller al co- “Había gente vistiendo de sombrero bom-

Alguna vez fueron al ci- que no se le


años. A los 19 viajó a Lima pa- rredor para hacer espacio”. —A Europa no voy más— bín en una Lima en achora-
ra estudiar en Bellas Artes Otra muestra de la profunda da transformación, el per-
y egresó de ella en 1946, li- ne juntos. Polanco recuerda acercaba, que disociación de Humareda sonaje fuera de época era

en el entonces cine Canout, lo creían un


derando su promoción. En especialmente una función, con su realidad fue el fraca- celebrado por los medios,
1950 fue becado para estu- so de su primera y única re- atraídos siempre por sus his-
diar en la Escuela Superior de “La agonía y el éxtasis” chiflado. No sidencia en París. “Un gru- torias exageradas y sus ro-
de Bellas Artes Ernesto de la (1965), filme sobre la obse- saben lo que se po de coleccionistas reunió mánticas penurias. Quizás
Cárcova, en Buenos Aires. sión de Miguel Ángel al pin- el dinero y lo envió a Euro- estemos frente al primer ar-
Dos años después regresó al tar la Capilla Sixtina, dirigi- perdieron”. pa. Pero él no soportó la es- tista performático del país,
Perú y expuso su primera in- do por Carol Reed y protago- tadía y se regresó. Segura- aunque involuntariamente.
dividual en el Instituto Cul- nizado por Charlton Heston. Enrique Polanco mente pensaba encontrar el “Él jamás pensó en eso. La
tural Peruano-Argentino. “Al verla, Humareda estaba Pintor París de finales del siglo XIX, forma en que construyó su
Enrique Polanco recuer- pasado de vueltas”, comen- que seguiría el rastro de Van imagen era, simplemente,
da que lo conoció cuando ta. Y es que, es bien sabido, Gogh. Pero en setiembre de una manera de reírse de sí
cursaba el segundo año en para Humareda su principal 1966 ya no existía la ciudad mismo y de los demás”, opi-
Bellas Artes. Estaba con una compañía era la de los gran- bohemia que él esperaba. Él na Polanco.
compañera pintando una des maestros. “Mis amigos no soportó aquella decep- En efecto, para el pintor
mañana en el taller y, de son los muertos”, solía de- ción y pidió, por favor, que limeño, podríamos hablar
pronto, la puerta se abre de cir. Eso da cuenta también lo repatriaran lo más rápido de dos Humaredas. Aquel
golpe e irrumpe Humare- de su profundo desinterés posible. Solo estuvo un mes que posaba para las fotos y
da. En plan bufón, bailando por el arte contemporáneo, en París”, recuerda Polanco. ofrecía entrevistas provo-
como un duende. Solía ir a y que para él, después de Pi- Ciertamente, el de Hu- cadoras. Y un segundo, mu-
viernes 6 de marzo del 2020 Tema del día -3-

Archivo histórico el comercio Galería moll

En abril de 1964, un
orgulloso Humareda
posa frente a una de sus
obras en la exposición
celebrada en el Icpna
de Lima.

”Don Quijote y Sancho Panza”, lienzo de la década del 50.

Humareda representa al artista


clásico (y por lo mismo, anacrónico)
maldecido por la belleza.

Galería moll

“El pintor y sus personajes”, óleo de Humareda de 1970.


archivo histórico el comercio
cho más próximo y huma- estudios, y se despidió del reda alcanza los US$15 mil,
Exposición no, que se preocupaba por amigo, ya incapaz de hablar. un precio relativamente bajo
Galería Moll celebra pagar, puntualmente cada En julio de 1984, fue distin- para el mercado del arte. Lo
el centenario mañana, su habitación de guido con la Medalla Cívica terrible, denuncia Polanco,
hotel. Que para ganarse la de la Ciudad de Lima y, dos es la cantidad alarmante de
Coincidiendo con el cente- vida recorría bares y chi- meses después, sometido a falsificaciones que aún inun-
nario del pintor, la galería fas haciendo apuntes que una segunda intervención dan el mercado. “Conozco
de arte Moll (Av. Larco 1150, vendía a los parroquianos. al recrudecer el mal. En no- la pintura de Humareda, lo
Miraflores) inaugura una Que podía vender un cua- viembre de 1986, tras con- he visto pintar gran parte de
pequeña muestra formada dro en diez cuotas y mu- cluir su último cuadro, fue ellas, y puedo decir que las
por once lienzos represen- chos clientes lo estafaban internado de emergencia falsificaciones son, técnica-
tativos. La exposición, cura- después de un primer pa- en el Instituto Nacional de mente, muy malas. Además
da por Manuel Munive, per- go. Un artista abstemio, a Enfermedades Neoplásicas, del color, su pintura se reco-
mite apreciar un conjunto diferencia de lo que dice la donde falleció el día 21. Mu- noce por el alma que supo
de obras difíciles de reunir, leyenda urbana. “Huma- rió cuando Polanco estaba imprimir en todos sus cua-
incluyendo lienzos muy po- reda solo tomaba manza- en China. Curiosamente, no dros”, afirma.
co conocidos. nilla, nunca tomó licor”, tiene ningún cuadro de Hu- Si bien Humareda no de-
La muestra “Humareda: apunta Polanco. mareda. “En esa época, sus jó discípulos, Polanco tiene
cien años” abre hoy viernes cuadros costaban 300 dóla- aún frescas las lecciones del
6 de marzo a las 7:30 p.m. y —La despedida— res, y como yo era un estu- maestro lampeño. Su amor
permanecerá abierta hasta En junio de 1983 se le diag- diante, no tenía ese dinero”, a la pintura, el uso del color
el 31 de abril. nosticó al pintor un cáncer lamenta. como arma expresionista, la
de laringe y fue operado Por cierto, tras su muerte, obsesión por convertir una
En julio de 1984, el alcalde Alfonso Barrantes condecoró a para extraerle un tumor. A el valor de sus cuadros se dis- ciudad tan gris como Lima en
Humareda con la Medalla Cívica de la Ciudad de Lima. finales de ese año, Polanco paró. Hoy, comenta el pintor un territorio de exagerado y
partió a China para seguir limeño, un cuadro de Huma- maravilloso cromatismo.

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