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La crisis del absolutismo y los orígenes del Estado contemporáneo: la monarquía parlamentaria, la

monarquía constitucional y la república (parlamentaria o presidencialista).

El sistema constitucional de la Monarquía absoluta entró en crisis por su inadaptación a las nuevas
condiciones en que se desarrolla la vida en Occidente (Europa y Estados Unidos) a partir de la época
Ilustrada. La crisis evolucionó desde un punto de vista jurídico con arreglo a tres modelos distintos: la
adaptación del modelo absolutista (Absolutismo ilustrado), la transformación de la monarquía absoluta en
monarquía limitada (monarquía parlamentaria) y la ruptura con la monarquía (revolución e instauración
de la república).

En algunos países los monarcas absolutos inician una reforma en profundidad del Estado con arreglo a
los principios ilustrados pero desde arriba sin contar con el pueblo (Todo para el pueblo pero sin el
pueblo). La Monarquía absoluta clásica deja paso al “Absolutismo Ilustrado”, (antiguo Despotismo
Ilustrado) cuyos representantes más característicos son, José II de Austria, Federico II de Prusia y
Catalina II de Rusia.

En otros países y más concretamente en Inglaterra hay una evolución bastante gradual del sistema
constitucional que propicia una sustitución del modelo de la Monarquía absoluta por una Monarquía
limitada por la asamblea representativa territorial o Parlamento en la que el rey reina pero no gobierna. Es
la Monarquía parlamentaria surgida en Inglaterra a finales del siglo XVII y consolidada en el siglo
XVIII.

Por último, el de la ruptura frontal con la Monarquía por la vía revolucionaria: modelo desarrollado por
los Estados Unidos de América a partir de la Declaración de Independencia (1776) y por Francia a partir
de 1789. En Estados Unidos el modelo de estado republicano llega como consecuencia de la ruptura con
la Monarquía inglesa, que conduce a la instauración de la Primera República estable en Occidente.
Primero, desde 1783, con arreglo al modelo de la Confederación de Estados, y a partir de 1787 por la vía
del Estado Federal. En Europa la ruptura la protagoniza Francia a partir del estallido de la Revolución
Francesa aunque en este caso el abandono de la Monarquía y su sustitución por la forma republicana es
más complicado. La Monarquía absoluta desaparece una primera vez en 1789 cuando es inicialmente
sustituida por una Monarquía constitucional (1791-1792). La forma monárquica reaparece pero por la vía
de la monarquía instaurada con el I Imperio Napoleónico 1804-1814, que es sustituido por una
restauración de la Monarquía absoluta con las peculiaridades del régimen de Carta otorgada que introduce
el régimen parlamentario en Francia (1814-1830). Esta es sustituida por una Monarquía Constitucional
entre 1830 y 1848. El último intento monárquico en Francia es una segunda Monarquía instaurada (II
Imperio 1852-1870). La República en Francia se establece a golpes y nada menos que después de tres
intentos: con la Iª República entre 1792 y 1804, con la IIª entre 1848 y 1852 y por fin con la IIIª entre
1870 y 1940. Tras el régimen autocrático de Vichy (1940-1945) reaparece una República Parlamentaria,
la IVª, entre 1945 y 1958, que como consecuencia de la crisi de Argelia será sustituida por una República
Semi-Presidencialista la Vª a partir de 1958 –y sobre todo de 1962, momento a partir del cual el
Presidente de la República es elegido por sufragio universal y no por las Cámaras legislativas.

La monarquía constitucional y por tanto la ruptura con el Antiguo Régimen (Estado liberal) tiende a
consolidarse en toda Europa a partir de 1848, aunque en la mayoría de los casos no es Parlamentaria (solo
en Inglaterra y en Francia. El último país en mantener el régimen de la Monarquía absoluta es la Rusia
zarista ya que no se introduce el modelo de asamblea representativa hasta la Revolución de 1905 a partir
de la cual aparece la Duma. La forma republicana de Estado solo se generaliza en Europa a partir del final
de la I Guerra Mundial (1918).

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