TESOROS EN EL CIELO

Mateo 6:19-20 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y

donde ladrones minan y hurtan; 20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el
orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
Hemos estado hablando los últimos domingos acerca del sermón del monte o la montaña,
es necesario que nosotros nos preparemos para el reino de los cielos, que nosotros
ampliemos nuestra visión de acuerdo a lo que el Señor quiere.
Ahora Jesús nos quiere enseñar sobre el mayor bien en el cual podamos invertir.
TESOROS EN EL CIELO
¿Qué es un tesoro? Persona, objeto o actividad a la que se le atribuye mucho valor, por
lo general está guardado o escondido.
El hombre en términos generales, tiene la necesidad de atesorar, y en términos
generales atesora dinero, joyas, metales preciosos como el oro, y por ellos es capaz de
cambiar, de traicionar y aún de matar, así es el hombre. Pero de acuerdo a lo que
nosotros leemos en la Escritura, y aun lo que nosotros sabemos, todo tesoro que se haga
en la tierra es eventual, nada permanece aquí en esta tierra.
La realidad de la vida lo podemos observar en 1 Timoteo 6:7 Porque nada hemos traído a
este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
Así es, y no hay una persona que ignore esta situación. Nosotros venimos a este mundo
absolutamente sin nada y nos vamos sin nada, que lo único que nos llevamos dicen que
son las experiencias que uno vivió, la forma en que uno vivió.
Esto es algo muy cierto, pero también Jesús nos dice que, si bien no nos llevamos nada,
podemos hacer tesoros para iniciar una nueva vida después de la muerte, como
comúnmente se dice tenemos que invertir en cosas de valor y que mejor manera que
invertir en el reino.

Con respecto a los bienes o tesoros acá en la tierra Jesús dice los siguiente
1. la felicidad no la da el dinero o la abundancia
Lucas 12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no
consiste en la abundancia de los bienes que posee.
2. no sabemos cuándo hemos de morir
Lucas 12:16-20 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico
había producido mucho. 17Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no
tengo dónde guardar mis frutos? 18Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los
edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 19y diré a mi alma: Alma,
muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
20Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de
quién será?
Como dice el dicho nadie sabe para quien trabaja.
3. es una necedad pensar en hacer tesoros propios y no para el reino
Versículo 21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
VOLVAMOS A NUESTRO TEXTO PRINCIPAL.
Mateo 6:19-20 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y
donde ladrones minan y hurtan; 20sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el
orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
Nosotros vemos como nuestro Señor Jesucristo hace un llamado para que nosotros
hagamos tesoros en el cielo. Porque estos tesoros en el cielo van a permanecer, serán
eternos, nadie los podrá destruir, nadie los podrá corromper, nadie los podrá hurtar; a
diferencia de los tesoros en la tierra, lo sabemos.
La pregunta que nos viene es ¿Cómo hacer tesoros en el cielo o como invertir allá?
Veamos unos versículos
1 Timoteo 6:18-19 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos,
generosos; 19atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de
la vida eterna.
Primer punto: Hacer el bien.
No dice que les hagamos el bien a aquellas personas que amamos o que nos aman. No
dice que les hagamos el bien a aquellas personas con quienes tengamos una buena
relación, con quienes sean nuestros amigos, con quienes no tengamos problemas. Habla
en lo general, dice: Que hagan bien.
Muchas ocasiones hay personas, aun con hermanos en Cristo que hacen un bien y luego
se molestan porque no se los agradecen. Porque esa persona a la que le hicieron un bien,
tienen una actitud difícil o fea en contra de ellos. Muchas veces han dicho: Mmm, le hice
un bien y ni siquiera las gracias me dio.
Hebreos 13:16 Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales
sacrificios se agrada Dios.
Debemos tener presente también que la ayuda debe ser no solamente con las persona
sin cristo sino también con los hermanos.. y esta debe ser mutua unos a otros y viceversa.
Segundo punto: Hacer buenas obras.
No solamente tenemos que hacer el bien de este modo sino tenemos que hacer buenas
obras, porque el hacer buenas obras también permite que nosotros hagamos tesoros en
el cielo. Hagamos buenas obras.
Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras,
las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Nosotros somos hechura del Señor. Nosotros hemos sido creados en Cristo Jesús, y he
sido creado en Cristo Jesús para hacer buenas obras. Nuestro Señor Jesucristo hace
buenas obras, y si yo soy hechura de él, entonces yo tengo que hacer buenas obras. Si tú
eres hechura de Jesús, tienes que hacer buenas obras, para eso has sido creado.
Tenemos que cumplir con el propósito de Dios, porque además Dios, dice la Palabra: hizo
buenas obras, las preparó de antemano para que nosotros andemos en ellas. No me
puedo hacer a un lado, no puedo decir de algo que me lo están inventando o algo que no
procede de Dios; toda buena obra procede del Altísimo, lo dice la Biblia.
1 Timoteo 6:18 que sean ricos en buenas obras. Ricos, que haya muchísimas buenas
obras. No dice la Palabra que seas rico en recursos económicos para que tengas mucho
que dar. Dice que sea rico en buenas obras, y para ser rico en buenas obras lo único que
tú necesitas es disposición en tu corazón, disposición para hacer lo bueno, disposición
para beneficiar, para bendecir.
Tercer punto: Ser dadivoso, generoso.
No voy a proclamarme o autoproclamarme magnífico porque tuve un acto de generosidad.
¡NO! El Teletón, acto generoso de parte de la gente para beneficiar a gente que tiene
alguna discapacidad. Pero esto se acaba en el momento en que esas personas que
aportan una cantidad, piden un deducible de impuestos. Ya, se acabó su generosidad, se
acabó el ser dadivosos.
Mateo 19:21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los
pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
Es muy sencillo, Jesucristo lo dice: sé generoso, sé dadivoso y entonces, tendrás tesoros
en los cielos. Y si tú eres generoso, entonces tú puedes seguir a Jesús. Si tú no eres
generoso, si tú eres avaro no puedes seguir a Jesús, va en contra de la naturaleza del
Señor, va en contra de tu propia naturaleza desde el momento que eres cristiano. Si tú
tienes problemas en tu corazón para ser dadivoso o generoso, mira, estás en un
verdadero conflicto doctrinal, y tienes que cambiar.

Cuarto Punto: Buen fundamento doctrinal.

1 Timoteo 6:19a Atesorando para sí buen fundamento para lo por venir.
¿Qué es lo porvenir? El reino de Dios, estar en el reino de los cielos. Y nosotros debemos
atesorar el buen fundamento que es la doctrina de Cristo Jesús para hacer lo que ésta
dice. Si no tenemos un buen fundamento no podremos hacer tesoros en el cielo. Yo
necesito un buen fundamento, yo necesito conocimiento de la Palabra de Dios.
Uno de los grandes problemas de la población es que, aunque se dice cristiana, no
conoce la Palabra de Dios, no tiene ningún fundamento, y por lo tanto, hace las cosas
como las quiere hacer. Hace lo que quiere y tiene una idea de Dios como quiere; no es la
idea, no es la percepción bíblica, no tiene un fundamento doctrinal, no conoce la Palabra,
hay ignorancia y por tanto, tiene problemas.
Quinto Punto: Perseverar en Jesucristo y su doctrina.
Lucas 9:62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás,
es apto para el reino de Dios.
Yo tengo que perseverar. La Palabra de Dios no es para hacer las cosas que Dios
establece en un momento y olvidarnos de ellas. La Palabra de Dios y lo que Dios
establece es para permanecer, para hacer lo que Dios dice en todo momento. Yo no
puedo mirar hacia atrás, yo no puedo mirar al mundo, yo no puedo mirar a la vida que yo
tenía, yo no puedo mirar a las cosas que no son de Dios; tengo que mirar a Dios y tengo
que permanecer.
Cuando nosotros miramos a las Escrituras y por ejemplo miramos en el libro de
Apocalipsis, en los capítulos 2 y 3, el llamado de nuestro Señor Jesucristo a las siete
iglesias de Asia; nosotros vamos a encontrar que en cada uno de esos llamados es: al
que venciere, es decir, al que llegue hasta el final. Al que llegue hasta el final yo le daré…
y hay una promesa de bendición.
Si yo no permanezco yo no voy a recibir las bendiciones del Señor, yo no voy a recibir las
promesas de Dios, yo no voy a recibir la gloria de Dios, yo no estaré concluyendo los
tesoros en el cielo. Yo necesito permanecer en Cristo Jesús, ser fiel a Jesús todos los
días de mi vida para alcanzar tesoros en el cielo, para hacerlos. No es fácil permanecer,
lo sabemos, nos cuesta trabajo, nos cuesta trabajo hacer las cosas como Dios dice que
las hagamos, nos cuesta trabajo ser fieles, nos cuesta mucho trabajo.

Hermanos es necesario que no nos hagamos más tesoros en la tierra, que no pensemos
más en los tesoros en la tierra, que trabajemos, que pensemos, que actuemos para hacer
tesoros en el cielo. Tesoros allá que no se terminarán, allá donde nada se corrompe,
donde nadie hurta; tesoros que serán por la eternidad. Que tengamos esa consciencia
para que hagamos de acuerdo a tu voluntad, y tengamos los beneficios que tú deseas
darnos.

Bendiciones