La Metodología Kaizen es un proceso de mejora continua, fundamentado en acciones
simples y concretas, en donde todos los trabajadores de una organización participan de manera activa, realizando pequeños aportes. Ayudando así a enfrentar mejor los retos, gracias a la integración de diversas ideas y puntos de vista para la resolución de los problemas. A su vez cada aporte o pequeña mejora, tiene gran potencial de optimizar la eficiencia de los procesos.
Existen dos alternativas para mejorar la operación de una organización, la innovación y la
mejora continua. La mejora continua posee ventajas respecto a la innovación, como que requiere menor inversión, debido a que las ideas provienen desde la compañía y son producto generalmente de la experiencia, por lo que se utilizan recursos que ya se tienen disponibles. Por otra parte la innovación usualmente requiere inversión en nuevas tecnologías y participan solo unos pocos en su realización. Se recomienda utilizar ambas metodologías para obtener mejores resultados.
En la práctica la metodología Kaizen se usa cuando se desea reasignar las áreas de la
empresa, disminuir los tiempos de los procesos, mejorar el orden y la limpieza, incrementar la calidad de los productos y disminuir los desperdicios y gastos operacionales.
Para la implementación de la metodología Kaizen en una compañía se deben tener en
cuenta las siguientes condiciones: Crear espacios de participación para todos con un alto compromiso de la dirección, alta disposición para implementar cambios y aceptar y escuchar sugerencias, valoración del recurso humano, ser receptivos a encontrar errores dentro del proceso de mejora y establecer estándares para garantizar que las mejoras se mantengan.
A su vez para la implementación se deben tener en cuenta 4 principios fundamentales:
Optimización de los recursos actuales, rapidez para la implementación de las soluciones, criterio de bajo o nulo costo y participación activa del operario en todas las etapas. Además el compromiso y la disciplina de todos son la base de esta metodología.
Para implementar un proceso de mejora, se requiere de una buena herramienta para el
reconocimiento de los problemas, esta metodología utiliza el ciclo de Deming o PHVA. Inicialmente en la fase de Planear se definen los objetivos y se analizan los problemas Posteriormente en Hacer se proponen y ejecutan las soluciones y en Verificar se monitorean los resultados de la implementación de estas soluciones. Por ultimo en Actuar, una vez se tienen los resultados se puede escoger entre estandarizar o proponer otras opciones de mejora, dependiendo si los resultados son los separados.