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Pensamiento y Lenguaje...

Article · October 2017

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Roli Marin
Universidad Antonio Ruiz de Montoya
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Roli Marín Tapia

Pensamiento y Lenguaje en la teoría de Lev Vygotsky

El pensamiento y el lenguaje son temas abordados, dentro de la psicología, desde

diferentes puntos de vista: discusiones teóricas, críticas, lingüísticas, psicológicas en pos de

la comprensión de estas dos funciones (lenguaje y pensamiento) bastamente extendidas,

pero poco conocidas, y como dice Vygotsky (1989) mientras no entendamos la

interrelación entre pensamiento y lenguaje, no podemos contestar ni siquiera postular

algunas preguntas en esta área.

Algunas teorías plantean que lenguaje y pensamiento nacen en paralelo y terminan

desarrollándose en diferentes líneas. Otras sostienen que su nacimiento es diferente, pero

empiezan a desarrollarse de manera interactiva, en algún punto del desarrollo. Esta última,

es la propuesta de Vygotsky y es conocida por algunos como una teoría sociocultural del

pensamiento y lenguaje.

A esto Mota de Cabrera y Villalobos (2007) citando a Vygotsky y Leont´ev añaden

que la experiencia social configura las formas que el individuo tiene disponibles para

pensar, organizar e interpretar el mundo, y en este proceso, el lenguaje ocupa un lugar

relevante. Una mente formada socialmente, porque es nuestro primer camino de contacto,

socialización y comunicación con los semejantes. Entonces, este (lenguaje) se convierte en

el medio más importante para configurar y representar de manera psicológica la experiencia

social y por eso también representa un mecanismo ineludible para el pensamiento.


Duque y Packer (2014) dicen que Vygotsky propuso el análisis de las relaciones

entre estas dos funciones psicológicas, desde una perspectiva teórica diferente a las diversas

propuestas. Es así que empieza a proponer el estudio de la consciencia como un sistema

dinámico de funciones psicológicas, en las que el pensamiento y el lenguaje representan

formas diversas del funcionamiento de la consciencia. Es por eso que Vygotsky señala que

es fundamental subrayar el hecho que las interacciones entre estas dos funciones no son

estáticas y por lo tanto no deberían ser estudiadas por separado.

Con relación a lo anterior, Ríos (2010) sostiene que la idea fundamental es que la

interactividad entre palabra y pensamiento no es un hecho, sino un proceso. Un continuo

intercambio bidireccional entre pensamiento y lenguaje. Para Vygotsky las palabras juegan

un rol relevante en el proceso de formación del pensamiento como en el desarrollo histórico

de la consciencia.

Entonces, pensamiento y lenguaje se convierten en dos dimensiones dignas de ser

estudiadas en la psicología, ya que no solo se trata de dos funciones, sino de procesos

mentales que conducen a la comprensión de la cognición humana. Luria (1976) comenta

que es un tanto sorprendente que la ciencia de la psicología haya intentado evadir que

muchos de los procesos mentales son sociales e históricos en su origen o que las

manifestaciones importantes de la consciencia humana han sido directamente formadas por

las prácticas de la actividad humana y por las formas actuales de cultura.

Después de estas palabras introductorias, y antes de elaborar y dilucidar algunos

conceptos, es necesario conocer la evolución de estas dos funciones.


En el proceso de formación o evolución del pensamiento y lenguaje, se nota una

importante distinción, en el sentido que ambas funciones se desarrollan con independencia.

Vygotsky (1989) comenta que en los primeros meses de vida del niño estas dos funciones

aparecen disociadas, distantes y aparentemente no existe una interrelación clara. Sin

embargo, en algún momento de este proceso de formación, alrededor de los dos años, los

campos de desarrollo del pensamiento y el lenguaje, hasta entonces distanciadas una de

otra, se encuentran y coinciden, fomentando una forma nueva de comportamiento,

exclusivamente humana.

A lo mencionado líneas arriba Tomasello (2014) añade que estos seres humanos

son incipientes, sin embargo, operan con algunos procesos cognitivos que otros animales,

como los simios no lo hacen. Estos procesos los capacitan para involucrarse con otros de

una manera social, de unas formas que los simios no lo pueden hacer, por ejemplo, a través

de la atención compartida y comunicación cooperativa. La tesis humana de la inteligencia

en la teoría de Vygotsky es que la cognición humana ha sido transformada gracias a la

inmersión del ser humano en tareas colaborativas.

Sapir (1921) dice que se puede asumir que el lenguaje surgió de una manera pre

racional, pero no podemos imaginar que un sistema tan elevado de símbolos se desarrolló

por sí mismo antes de la génesis de distintos conceptos, de pensamiento, el manejo de

conceptos. Debemos más bien imaginar que los procesos de pensamiento se establecieron,

como una especie de desbordamiento psíquico casi al comienzo de la expresión lingüística,


más allá, el concepto, una vez definido, necesariamente reaccionó en la vida de su signo

lingüístico, fomentando el crecimiento lingüístico. El instrumento hace posible el producto

y el producto refina el instrumento.

Vygotsky (1989) señala que la primera función del lenguaje es comunicación y

contacto social. De aquí que el entendimiento entre mentes es imposible sin la existencia de

una expresión que medie dicho proceso. En la ausencia de un sistema de signos, ya sea

lingüísticos u otros, solo el más primitivo y limitado tipo de comunicación es posible. La

trasmisión intencional y racional de experiencia y pensamiento a otros requiere un sistema

mediador, el prototipo del que el lenguaje humano nace como necesidad de comunicación

durante el trabajo. La psicología hasta hace unos años describió la materia de una manera

muy simplificada. Se asumió que los medios de la comunicación son el signo, es decir, la

palabra o el sonido, y que a través de ocurrencia simultanea un sonido puede ser asociado

con el contenido de cualquier experiencia y después servir para trasmitir el mismo

contenido a otros seres humanos. Sin embargo, estudios cercanos al desarrollo del

pensamiento y comunicación en la infancia han permitido concluir que la comunicación

real requiere significado, eso es generalización. Para transmitir la experiencia y

pensamiento de uno es un imperativo referirlos a alguna clase o grupo de fenómenos. Esta

referencia requiere generalización. Por lo tanto, comunicación presupone generalización y

desarrollo del significado de la palabra.

Sapir, (1921) menciona que el mundo de nuestras experiencias debe ser enormemente

simplificado y generalizado antes de que sea posible hacer un inventario simbólico de todas

las experiencias de las cosas y las relaciones y este inventario es imperativo antes de que
podamos transmitir ideas. Los elementos del lenguaje, los símbolos que etiquetan la

experiencia, deben por lo tanto ser asociados con grupos enteros, clases delimitadas de

experiencia, en lugar de ser asociados con las experiencias singulares mismas. Solo así la

comunicación es posible. Las palabras permiten explicar las experiencias para los demás,

por eso es que no se puede hablar del lenguaje como una entidad o función privada. Las

experiencias para ser comunicadas necesitan ser referidas a una clase que, tácitamente, es

aceptada por la comunidad como una identidad. Mi noción de las cosas debe ser fusionada

con las nociones que todos los otros individuos han formado sobre las cosas.

Tomasello (2014) afirma que con los humanos modernos y sus habilidades de

comunicación convencional lingüística se puede llegar a una razonamiento completo

donde, el razonamiento, significa no solo pensar acerca de algo, sino también explicarlo a

otros o a uno mismo, en una forma convencional, las razones de por qué piensa lo que

piensa. Esto entra en conflicto con las tradicionales explicaciones de que el razonamiento es

algo privado. Tomasello continúa, citando a Mercier y Sperber y comenta que los

procesos de razonamiento en términos de comunicación y discurso, específicamente

discurso argumentativo, sirven para que los individuos hagan explícitas sus razones a

otros, de lo que ellos creen, si es el caso.

Buriticá, Cepeda y Toro (2011) sostienen que un intérprete es un individuo que tiene

lenguaje y atribuye pensamientos a otro sujeto que también tiene lenguaje. Un intérprete

piensa y atribuye pensamientos a los demás, porque si no los poseyera tampoco los podría

atribuir porque atribuir es en gran medida proyectar sus propios pensamientos sobre los

demás. Wittgenstein (1974) añade que el apropiado uso de convenciones lingüísticas o


reglas culturales dependen en un conjunto pre existente de prácticas y juicios compartidos

“formas de vida” lo cual constituye la infraestructura pragmática de la cual todos los usos y

reglas del lenguaje adquieren su significancia interpersonal.

Entonces, para Vygotsky (1989) el comportamiento del ser humano se ve

influenciado por el desarrollo cultural e histórico de un contexto determinado. Entonces,

para Vygotsky, la formación de conceptos significaría acceder al conocimiento del mundo

social.

Vygotsky (1989) sostiene que tanto el niño como el adulto coinciden al hacer uso de

las palabras para dirigirse a determinados objetos, pero existe una diferencia importante

relacionada al significado que éstos tienen sobre dichos objetos, ya que el contexto del

niño es puramente situacional, con las palabras dirigidas a objetos concretos, mientras que

el contexto del adulto es conceptual. El niño hace uso de la palabra para dirigirse de manera

intencionada hacia diferentes atributos, los sintetiza, simboliza el concepto abstracto y

realiza con él actividades como entidad superior dentro de los diferentes mecanismos

creados por el pensamiento humano. Por eso, la formación de conceptos tendría tres fases:

agrupación sintética, pensamiento complejo, pensamiento abstracto.

Luria, (1976) tomando las palabras de Vygotsky señala que se produce un cambio

significante cuando el niño llega a la adolescencia, ya que las operaciones lógicas que usa

para reflexionar sobre la realidad han pasado por un marcado cambio así como los procesos

psicológicos que gobiernan su pensamiento. Él ya no generaliza basado en sus impresiones

inmediatas, pero separa distintos atributos de objetos, que luego, servirá como base para la
categorización. En este punto él hace inferencias acerca de un fenómeno asignando cada

objeto a una categoría específica, relacionándolo a un concepto abstracto. Una vez que la

persona ha hecho la transición a esto modo de pensamiento, la persona centra su atención

en la relación categorial entre objetos y no en su modo concreto de interacción.

Vygotsky (1989) continúa diciendo el lenguaje no es el simple reflejo del

pensamiento. Por eso el pensamiento no puede usar el lenguaje como una estructura a su

medida. El lenguaje no expresa el pensamiento puro, ya el pensamiento es un proceso

dinámico, va cambiando y modificando sus estructuras cuando éste se transforma en

lenguaje, por eso se puede decir que el pensamiento se realiza en la palabra, pero no se

expresa en ésta. Dentro de este proceso, aparece la transición del lenguaje interno al

externo. Es un proceso dinámico, el paso de un lenguaje predicativo a un lenguaje

articulado y comprensible para los demás. Este proceso transitivo implica un complejo

camino de deconstrucción del pensamiento y de su recomposición en palabras. El

pensamiento tiene como origen el ámbito de lo motivacional de la consciencia que

básicamente incluye necesidades, intereses, impulsos, afectos y emociones. El desarrollo de

conceptos o el significado de palabras presupone el desarrollo de mucha funciones

intelectuales: atención deliberada, memoria lógica, abstracción y la habilidad para comparar

y diferenciar.

A esto Buriticá, Cepeda y Toro (2011) añaden, citando a Davidson que este proceso

dialógico incluye no solo habilidades y motivaciones para la intencionalidad compartida,

sino también un número complejo de inferencias acerca de las intenciones de los otros. Esta

única forma de comunicación característica no solo de un lenguaje maduro sino también de


una comunicación gestual pre lingüística de infantes humanos, presupone un marco

conceptual comunicativo entre compañeros y una apreciación de las intenciones y

perspectivas.

Vygotsky (1989) dice que pensamiento y lenguaje llegan a ser la llave para entrar en

la consciencia humana. La palabra es una expresión directa de la naturaleza histórica de la

consciencia humana. La consciencia es reflejada en la palabra como el sol en una gota de

agua. Una palabra refiere a la consciencia así como una célula viviente refiere a un

organismo completo, como un átomo refiere al universo. Una palabra es un microcosmos

de la consciencia humana.
Referencias

Vygostky, L. (1986). Thought and Languaje. London. The MIT Press.

Tomasello, M. (2014). A natural History of human thinking. London. Harvard

University Press.

Luria, A. (1976). Cognitive Development: its cultural and social fundations.

London. Harvard University Press.

Sapir,E.( 1921 ). Languaje: an introduction to the study of speech. Foreing

Lenguaje Teaching and Research Press.

Wittgenstein,L. (1974). Tractatus Logico-Philosophicus. New York. Routledge.

Serna, M., y Packer, M. (2014). El proyecto de Vygotsky para resolver la crisis

de la Psicología. Tesis Psicológica, 9(2). Recuperado de

http://www.redalyc.org/pdf/1390/139039784004.pdf

Mota de Cabrera, K., y Villalobos, J. (2007). El aspecto socio-cultural del

pensamiento y del Lenguaje: visión Vygotskyana. Revista Educere, 11 (38).

Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35603805
Ríos, I. (2010). El lenguaje: una herramienta de reconstrucción del pensamiento.

Razón y Palabra, 15 (72). Recuperado de

http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=199514906041

Buriticá, A.,Cepeda, M. y Toro C. (2011). La relación entre pensamiento y

lenguaje según Donald Davidson. Revista Colombiana de Filosofía de la

Ciencia, XI (23). Recuperado de

http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=41421590007

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