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Tratamiento Quirúrgico de los Meningiomas Espinales

Article · May 2017

DOI: 10.22290/jbnc.v27i1.785

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4 authors, including:

Juan F. Villalonga Andres Cervio

Hospital Angel C. Padilla FLENI Fundation
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Original

Tratamiento Quirúrgico de los Meningiomas Espinales

Surgical Treatment of Spinal Meningiomas
Pablo Villanueva
José Ignacio Santamaria
Juan Francisco Villalonga
Andrés Cervio

RESUMEN
Objetivo: Presentar nuestra experiencia en el tratamiento quirúrgico de los meningiomas espinales. Material y métodos: Estudio
descriptivo retrospectivo que incluye a 24 pacientes operados de meningiomas espinales durante el período Julio de 2009 a
Diciembre de 2016. Se analizaron datos epidemiológicos, antecedentes personales, sintomatología preoperatoria, características
radiológicas, hallazgos intraoperatorios, grado de resección, descripción histológica y evolución post operatoria. Resultados:
Se operaron 24 pacientes siendo 83% de sexo femenino. En cuanto a la localización, 79% fueron dorsales, 17% cervicales y
4% lumbares. La anatomía patológica reveló meningiomas grado I (OMS) en todos los casos. En el 63% se abordó la lesión
por hemilaminectomía, logrando en éstas un grado de resección satisfactorio (Simpson 2). El 66% de los pacientes presentaron
mejoría clínica post operatoria, 30% sin cambios significativos y solo un caso (4%) de empeoramiento. El periodo de seguimiento
promedio fue de 14,9 meses. Conclusión: La cirugía continúa siendo el tratamiento de elección en los meningiomas espinales.
El abordaje por hemilaminectomía es una opción útil en lesiones con base de implantación lateral. Lesiones predominantemente
ventrales, con componente cálcico y alteraciones motoras preoperatorias suelen presentar mayor complejidad quirúrgica y peor
evolución.
Palabras clave: Meningioma; Espinal; Laminectomía; Hemilaminectomía; Microcirugía

ABSTRACT
Objective: We make a presentation about our experience in spinal meningiomas surgical treatment. Material and methods: This
descriptive-retrospective study included 24 patients with spinal meningiomas diagnosis, surgically treated, from September 2009
to December 2016. Epidemiological data, personal history, symptoms, radiological characters, operative findings, neuropathology
description, post operative evolution and degree of resection has been analyzed. Results: Twenty four patients underwent surgery;
83% were female. Lesion localization was 79% in thoracic, 17% in cervical y 4% in lumbar spine. Neuropathology revealed grade
1 (WHO) for all cases. In 63% of all patients, hemilaminectomy was used as surgical approach, reaching a good resection level for
all of them (Simpson 1 and 2). Nearly about 66% of the patients showed a good neurological recovery. Average period of follow
up was 14.9 months. Conclusion: Surgery is still the gold standard treatment for spinal meningiomas. Hemilaminectomy approach
type is useful and valid for lateral implantation tumors. Ventral lesions, with a calcic component and motor deficit present before
surgery, are often technically complicated and with a poor prognosis.
Key words: Meningioma; Spinal; Laminectomy; Hemilaminectomy; Microsurgery

estadios avanzados puede comprometer el funcionamiento

Introducción
Los meningiomas espinales (ME) representan entre el 1,2-
12% de todos los meningiomas del sistema nervioso central
(SNC) y el 25-46% de todos los tumores espinales intradurales
extramedulares1-6. Se presentan con mayor frecuencia en la
región torácica y en el sector anterior del canal raquídeo2.
Generalmente son lesiones de bajo índice de crecimiento que
generan sintomatología lenta por compresión de la médula y
raíces nerviosas adyacentes1. El cuadro clínico suele iniciarse
con dolor local axial, posible irradiación metamérica y en
medular a manera de síndrome de sección medular completa
o incompleta. Suele respetarse el cordón posterior7. El
tratamiento de elección es quirúrgico en pacientes con
progresión de la lesión o sintomáticos. Los resultados suelen
ser favorables, dependiendo de múltiples factores tales como:
estado clínico previo a la cirugía y tiempo de evolución
del cuadro neurológico5. Presentamos nuestra experiencia
en el tratamiento quirúrgico de una serie de pacientes con
meningiomas espinales.

MD, FLENI, Departamento de Neurocirugía, Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Received May 8, 2017. Accepted May 31, 2017

Villanueva P, Santamaria JI, Villalonga JF, Cervio A. - Tratamiento Quirúrgico de los Meningiomas Espinales. J Bras Neurocirurg 27 (1): 20 - 28, 2016
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Materiales y Métodos

Se analizó una serie de 24 pacientes operados de meningiomas

espinales durante el período Julio de 2009 a Diciembre de 2016.
El análisis retrospectivo de las historias clínicas incluyó datos
demográficos, síntomas de presentación clínica, hallazgos
al examen físico preoperatorio, características radiológicas
de la lesión, tipo de abordaje quirúrgico, complicaciones
postoperatorias, informe histológico, grado de resección
quirúrgica y evolución clínico-radiológica de su seguimiento
(Tabla 1). El síntoma dolor se evaluó interpretadolo según
la escala visual análoga y su variante verbal8,9. El estado
neurológico se objetivó según la escala de Klekamp – Samii10
(Tabla 2). En período postoperatorio, los pacientes que Figura 1. Clasificación topográfica intraraquídea.
presentaron una mejoría del score de Klekamp de 3 o más
puntos fueron clasificados como mejoría significativa; cuando
aumentaron entre 1 y 2 puntos, como mejoría leve; sin cambios
fueron catalogados los pacientes que no modificaban el score
y como empeoramiento, aquellos que lo disminuían (Tabla 3).
Con fines de clasificación topográfica, considerando el corte
axial del cordón medular y tomando un patrón de “agujas de
reloj”, definimos como lesiones ventrales a las que presentaban
base de implantación entre horas 10:30h y 13:30h; laterales
entre 13:30h y 16:30h o bien 19:30h y 22:30h; y por último las
dorsales entre 16:30h y 19:30h (Figura 1). Si la lesión ocupaba
regiones mixtas, con al menos un 30% en alguna de ellas, se
clasificaron como ventro-laterales o dorso-laterales. Se evaluó
el grado de resección quirúrgica según la escala de Simpson11.
Los pacientes fueron estudiados con Resonancia Magnética
con contraste (RM) tanto al momento del diagnóstico como en
su seguimiento post operatorio (mínimamente a los 4 y 8 meses
de la cirugía y después en forma anual por 10 años) (Figuras
2 y 3). Todos los pacientes fueron operados bajo monitoreo
electrofisiológico de potenciales motores y somato-sensitivos
de médula espinal.
Figura 2. Paciente femenino de 63 años de edad con diagnóstico de meningioma
cervical de implantación ventral con lateralización izquierda. A. Secuencia
T2 sagital, evidenciando tumor retrocorporal nivel C3. B. Corte axial T1 con
contraste, mostrando la base de implantación a predominio ventral izquierdo. C.
RM postoperatoria secuencia T2 sagital. D. Corte axial T2 mostrando excéresis
Simpson 2.

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Figura 3. Paciente masculino de 68 años. A. Secuencia T2 sagital evidenciando
lesión nivel C6 retrocorporal con base de implantación lateralizada a derecha;
B. Secuencia T2 axial, se observa compresión de parénquima; C. Imagen
intraoperatoria de este paciente en la cual se observa la exposición del tumor a
través de hemilaminectomìa y la compresión-desplazamiento medular y radicular;
D. Remoción tumoral y coagulación de la base de implantación; E. secuencia T2
sagital, ausencia de lesión; F. T2 axial, retorno de la médula a posición central y
liberación del canal medular.
Villanueva P, Santamaria JI, Villalonga JF, Cervio A. - Tratamiento Quirúrgico de los Meningiomas Espinales.
Original
Figura 4. Pasos quirúrgicos en un caso de nuestra serie. A. abordaje por
hemilaminectomía y apertura dural paramediana; B. identificación de polos
tumorales; C. disección del plano tumoral separándolo de parénquima y raíces;
D. resección parcial y rotación del tumor; E. resección del volumen tumoral; F.
inspección del sitio de implantación y coagulación del mismo.
Técnica Quirúrgica
Todos los pacientes fueron intervenidos mediante cirugía
de abordaje dorsal en posición decúbito prono. En lesiones
cervicales se utilizó cabezal de Mayfield-Kess para
posicionamiento cefálico mientras que en lesiones dorsales y
lumbares se utilizó soporte genupectoral. Una vez marcado el
sitio quirúrgico con radioscopia se planifica incisión lineal en
línea media. En lesiones con base de implantación posterolateral,
lateral o ventrolateral se utiliza abordaje de hemilaminectomía.
Si se trata de una lesión con implantación predominantemente
ventral o con alto componente cálcico según la tomografía axial
computada (TAC), se prefiere abordaje bilateral con realización
de laminectomía y preservación de facetas articulares. En los
casos de hemilaminectomía se realiza legrado subperióstico de
la musculatura paravertebral del lado donde la lesión lateraliza.
Posteriormente se procede a la resección de las láminas
involucradas con drill de alta velocidad y a la flavectomía de
los interespacios afectados. La base de las apófisis espinosas
involucradas se reseca para ganar espacio durante las maniobras
de resección tumoral. La hemostasia del hueso se realiza con
cera de hueso. En casos de lesiones gran tamaño se reseca
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la porción medial de las facetas articulares en una extensión
no mayor al 20% para evitar inestabilidad postoperatoria. La
preservación del complejo ligamentario supraespinoso, de
los ligamentos interespinosos y de las facetas y ligamentos
amarillos contralaterales es de fundamental importancia
para mantener la estabilidad del raquis. Una vez expuesta la
duramadre se realiza apertura de la misma en forma lineal y
se elevan ambos flaps para contener el sangrado epidural que
suele generarse al evacuar líquido cefalorraquídeo (LCR). Una
vez abierta la aracnoides se identifican los polos tumorales
y se realiza cito-reducción central con aspirador ultrasónico
(Integra, Cusa Excel®). Esta maniobra permite generar un
espacio hacia donde desplazar la porción tumoral adherida a la
base de implantación mientras se coagula la misma. Una vez
devascularizada la lesión se procedió a resecar el polo medial
del tumor con prolija disección de la interfase médula-tumor.
Completada la resección tumoral se realiza semiología de la
base de implantación para evitar remanentes y detectar posibles
brechas durales (Figura 4). La duramadre se cierra con surget
de seda 4-0 (Ethicon Silk®) y se aposiciona una delgada lámina
de gelatina (Ethicon Spongostán Standard ®) y cola de fibrina
(CSL Behring, Beriplast P combi set®). El plano muscular
es anclado con puntos transfixiantes a las apófisis espinosas
(Ethicon, Vycril 2-0®). No utilizamos drenaje aspirativo
para evitar fístulas de LCR. En lesiones con amplia base de
implantación ventral, con componentes cálcicos importantes o
con marcada clínica de déficit motor optamos por la técnica de
laminectomía para tener un campo quirúrgico más amplio que
permita resecar la lesión con la menor manipulación medular.
Este trabajo fue aprobado por el comité de ética de nuestra
Institución.
Resultados
Nuestra serie incluyó 24 pacientes con edad media de 59,6
años (rango 31-79 años). El 83% fueron mujeres (n = 20).
En cuanto a la forma de presentación clínica, el síntoma más
frecuente fue dolor en 16 casos (66%), siendo de tipo espinal
axial en el 82% (n = 13) y radicular en el 18% (n = 3).
Once pacientes (46%) refirieron disestesias. Al momento del
ingreso se constataron signos motores en 12 pacientes (50%),
9 casos como paraparesia progresiva (75%) y 3 casos como
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afección motora radicular (25%). Le siguieron en orden de
frecuencia trastornos de la marcha (n = 11, 46%), alteración
de la micción (n = 6, 25%), reflejos patológicos (n = 6, 25%) y
nivel sensitivo completo (n = 4, 17%). La RM reveló imágenes
de lesión intradural y extramedular en todos los casos (Figuras
5 y 6). El patrón anatómico de la localización de las lesiones
incluyó columna dorsal en 19 pacientes (79%), cervical en 4
casos (17%) y lumbar en 1 solo paciente (4%). La distribución
de la localización topográfica intrarraquídea de la base de
implantación, fue la siguiente: laterales 38%; ventrales 25%;
dorso-lateral 21% y ventro-lateral 17%. Un paciente presentó
lesión de implantación ventro-lateral que circundaba el cordón
medular 270 grados.
Como abordaje quirúrgico se utilizó hemilaminectomía en el
63% de los casos y laminectomía en el 33% de acuerdo a la
extensión y localización del tumor. Los resultados del grado
de resección fueron: Simpson 2 en 21 casos (88%); Simpson
3 en 2 pacientes (8%) y Simpson 4 en un solo caso (4%). Un
paciente presentó lesión con gran componente cálcico, sin
plano de separación con el parénquima medular y con descenso
de potenciales motores durante la cirugía, motivo por el cual se
optó por toma de biopsia únicamente.
El período de internación promedio fue de 5,2 días. La
evolución postoperatoria, según la escala propuesta, mostró
mejoría significativa en 8 pacientes (33%), mejoría leve
en 8 casos (33%), sin cambios en 7 pacientes (29%) y un
único caso de empeoramiento (4%). La anatomía patológica
reveló meningiomas Grado I (WHO) en todos los casos:
meningoteliomatoso (n = 13, 54%), psamomatoso (n = 10,
42%) y fibroso (n = 1, 4%).
Como complicaciones postoperatorias dentro del primer mes
de cirugía se detectaron 2 pacientes con cuadros de fístula
contenida de LCR que necesitaron re-exploración y cierre.
En ambos casos se utilizó drenaje lumbar espinal externo por
espacio de 5 días para facilitar dicho cierre.
No hubo mortalidad en nuestra serie de pacientes.
El período de seguimiento promedio fue de 14,9 meses (rango
de 1 a 78 meses). Durante el mismo se evaluó la variable dolor
axial espinal, que mejoraba con el reposo y empeoraba con el
movimiento, como probable causa de inestabilidad del raquis.
Se realizaron radiografías dinámicas espinales para detectar
listesis en la región de la cirugía. Ningún paciente requirió
cirugía de artrodesis por inestabilidad espinal postoperatoria.
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Al último seguimiento, los 3 pacientes con remanentes

tumorales (2 casos con resección Simpson C y uno Simpson D)
no han evidenciado progresión radiológica. No se detectaron
recurrencias tumorales en los casos de resección Simpson B.

Tabla 1. Descripción de variables de evaluación para cada caso.

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Tabla 2. Escala de Klekamp - Samii para valoración general del paciente medular.

Tabla 3. Propuesta de valoración de la evolución.

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Discusión
Los meningiomas son el segundo grupo de tumores primarios
más frecuentes en el SNC. Comprenden del 25 al 46% de los
tumores intradurales extramedulares que afectan el raquis1-5.
En series similares a este estudio, se ha reportado que afectan
predominantemente la zona dorsal y el sector anteromedial
del canal raquídeo5,12. De acuerdo al grado de compromiso
del canal raquídeo, pueden presentar síntomas neurológicos
con compromiso total o parcial de la médula y/o sus raíces7.
Clínicamente predomina el síntoma de dolor seguido por los
síntomas motores13,14. La RM es el instrumento diagnóstico de
elección que permite obtener datos necesarios para localizar
la lesión y planificar el abordaje quirúrgico15-17. La mayor
complejidad quirúrgica se da en lesiones extensas, calcificadas,
con inserción predominantemente ventral, con invasión pial o
de estructuras vasculares adyacentes6,13,14.
Nuestra serie presentó resultados en concordancia con la serie
de Sudaher et al. 5. Este estudio reporta 68% de pacientes con
edad entre 19 y 69 años (69% eran mujeres); una mortalidad
dentro del hospital reportada del 0,1%; complicaciones
durante la internación del 6,4% (1,3% corresponden a eventos
quirúrgicos como hemorragia o hematoma) y una internación
promedio de 4 días. El índice de recidiva difiere mucho entre
estudios, colocándose entre un 5% y un 20%, dependiendo
también de la edad de la cohorte examinada (aumenta la
recidiva en pacientes más jóvenes).
Los factores pronósticos de mala evolución postoperatoria
reportados son los mayores déficits y la mayor duración de
los síntomas preoperatorios6. Distintos autores6,18 sugieren que
cuanto mejor es el estado preoperatorio mayores son las chances
de mejora postoperatoria. También afirman que las resecciones
Simpson 4 predominaron en lesiones con implantes ventrales
debido a la mayor dificultad quirúrgica. Las lesiones en placa
suelen presentar mayor dificultad quirúrgica12,19.
Si bien la laminectomía es la técnica más utilizada para la
resección de estas lesiones, complicaciones como cifosis
postoperatoria, inestabilidad espinal y dolor axial persistente han
sido reportados20. Lee et al.21 reportan que la hemilaminectomía
no afecta la estabilidad espinal postoperatoria. Boström et
al.22 reportan buenos índices de recuperación neurológica y
baja frecuencia de recidivas tumorales utilizando abordaje
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unilateral sin resección de la duramadre. En nuestra serie,
utilizamos hemilaminectomía en el 63% de los casos pudiendo
obtener resección Simpson 2 en todos ellos.
Otras series no han mostrado diferencias estadísticamente
significativas entre las remociones Simpson 1 y 218,22,24.
Coincidimos con Kaya et al. 25 respecto a la no necesidad de
resecar la base de implantación en lesiones predominantemente
ventrales ya que muchas veces el estrecho campo quirúrgico y
la proximidad del tejido medular complejizan la posibilidad
de realizar una plástica de duramadre hermética con tejidos
autólogos.
Si bien Schaller et al.23 reportaron que los meningiomas
psamomatosos serían un factor de pobre pronóstico, en nuestra
serie no hubo diferencias en las evoluciones postoperatorias
entre los distintos subtipos histológicos.
Roux et al.26 publican resultados de remoción completa en 92%
de los casos con una tasa de complicaciones del 2,3%, mientras
que Klekamp et al.12 reportan un índice de resección total del
89% con una tasa de complicaciones del 6,3%. En nuestra serie
obtuvimos resección completa en el 88% de los casos con una
tasa de complicaciones del 8,3%.
Las recurrencias son mayores en pacientes jóvenes, con
resecciones subtotales, con lesiones calcificadas, con extensión
extradural y con base de implantación ventral18. Debido a la
posibilidad de recurrencia tardía se sugiere un seguimiento
prolongado de al menos 10 años14.
Respecto a los remanentes quirúrgicos optamos por estricto
seguimiento clínico-radiológico, optando por nueva cirugía en
caso de crecimiento lesional. Reservamos la radioterapia para
los casos de remanente con hallazgos histológicos de atipia o
en pacientes no candidatos a cirugía.
Conclusión
Los ME son tumores espinales generalmente benignos y con
buen pronóstico postoperatorio. La RM es esencial para una
buena planificación quirúrgica. La microcirugía es segura
y eficiente para tratar los meningiomas espinales, siendo la
hemilaminectomía una alternativa de abordaje útil para estas
lesiones.
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La cirugía debe intentar la resección total de la lesión
preservando la función neurológica y la estabilidad ósea del
raquis. Las lesiones calcificadas, de localización anterior y con
afección motora preoperatoria suelen presentar dificultad en
la resección quirúrgica por lo cual la remoción subtotal con
estricto seguimiento clínico-radiológico del remanente puede
ser una opción válida.
Limitaciones
El diseño retrospectivo de nuestro trabajo presenta las
limitaciones propias de este tipo de estudios.
Conflicto de interés: No.
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Corresponding Author
Andrés Cervio
MD, FLENI, Departamento de Neurocirugía
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Montañeses 2325 – CABA
Argentina - CP C1428AQK
E-mail: acervio@fleni.org.ar

Trabajo aprobado por el Comité de Etica de esta institución.

Villanueva P, Santamaria JI, Villalonga JF, Cervio A. - Tratamiento Quirúrgico de los Meningiomas Espinales. J Bras Neurocirurg 27 (1): 20 - 28, 2016

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