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ARQUEOJUEGOS: UNA EXPERIENCIA EDUCATIVA

PATRIMONIAL CON MUCHA TIERRA

Dr. Horacio Chiavazza


Dir. Área Fundacional, Ciudad de Mendoza.

“Arqueojuegos” es un curso taller orientado a niños y niñas en el conocimiento del modo


de trabajo del arqueológico y las formas de construcción de este tipo de conocimiento. En este
sentido responde a una tendencia experimentada a nivel mundial, sobre todo desde los años
1990, en lo referido a la relación pasado y público y a la participación de la arqueología en el
campo de la enseñanza[1].

Los antecedentes del curso arqueojuegos se remontan a 1990, cuando se inició un


proyecto de para relevar la situación que experimentaba la enseñanza del pasado indígena y la
arqueología en las escuelas de la provincia (Durán et al 1990 y 1991). Esto se profundizó entre
1992 y 1994, cuando se amplió la investigación a otros dos tópicos, vinculados entre si y con el
diagnóstico obtenido en la primera etapa. Por otra parte se desarrolló un estudio crítico de los
enfoques teóricos y el contexto social dentro del cual se estaba produciendo conocimiento
arqueológico en el norte de Mendoza (Chiavazza 1996). Además se realizó una evaluación
mediante encuestas, de las concepciones sociales del pasado que manejaba la comunidad, y su
correspondencia con los esquemas de pensamiento arqueológico imperantes y los modos de
trasladarlos en la enseñanza formal (Chiavazza et al 1994, Cortegoso y Chiavazza 2000)
De este modo, con un diagnóstico profundo se reflexionó sobre los modos de producir el
conocimiento, las formas de enseñarlo en las escuelas y el correlato en las concepciones del
pasado que imperaban en la sociedad[2]. Se percibió una correlación entre el manejo de
categorías tradicionales vinculadas con enfoques propios de la escuela histórico-cultural en los
estudios arqueológicos y una ausencia de renovación de ese conocimiento en la enseñanza, lo
que implicaba una concepción homogénea e indiscutible de la prehistoria e historia de las etnías
locales, y el traslado de prejuicios que no favorecían concepciones de tolerancia al otro social
(Chiavazza et al 1994). Es decir, se obviaba uno de los principales aportes que la moderna
antropología había logrado: la noción de “relativismo cultural”. La bibliografía, planes de estudio y
nociones populares sobre el indio favorecían una concepción histórica con notas propias del
romanticismo que cristalizaban en una construcción confusa, poco reflexiva y nada actualizada
del pasado prehispánico (ver por ejemplo “Las Culturas Indígenas” 1989). Esto no es un tema
menor, dado que la producción de conocimiento y enseñanza del pasado no son campos
ascépticos. Los enfoques teóricos desde los que se produce y difunden los conocimientos
históricos implican concepciones que tienen un alcance práctico y fundamentalmente ideológico
en la sociedad.

Entonces, desde otra perspectiva, se observó que las tendencias para “educar en la
tolerancia” (Calvo et al 1992) encuentran en los conocimientos antropológicos e históricos en
general, y en los arqueológicos en particular, un fecundo campo para su desarrollo. Por tal
motivo, luego del diagnóstico se diseñó el programa de arqueología y educación.

“Arqueojuegos” se dicta en nuestra provincia desde el año 1996, siendo el primero en su


tipo dentro del ámbito nacional (Cortegoso et al 1997). Los primeros cursos se dictaron en la
Facultad de Filosofía y Letras con el auspicio de la Dirección de Patrimonio e Infraestructura del
Gobierno de Mendoza. Desde 1996 se lleva a cabo en el Museo del Área Fundacional, con el
apoyo de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza. Ha sido
presentado en la Red Federal de Formación Docente de la Dirección General de Escuelas de la
Provincia de Mendoza a través de la Dirección de Patrimonio. Sin embargo es importante
precisar que el taller se dicta fuera del ámbito de la enseñanza formal.
Como medio de promocionar la democratización cultural se procura que arqueojuegos
tenga una presencia importante en medios periodísticos como diarios, programas televisivos y
revistas. A nivel científico, fue puesto a consideración de la comunidad de arqueólogos/as a
través de ponencias en Congresos Internacionales y Nacionales (Cortegoso y Chiavazza 1997,
Zorrilla 1999). El proyecto recibió también una distinción de honor en el Concurso para
Innovación Educativa en Museos, realizado por la Fundación YPF en el año 1997.

Fundamento

Como se adelantó, este taller surgió como respuesta a una situación de la enseñanza, el
conocimiento y la valoración del pasado indígena en la sociedad mendocina. Estudios diagnósticos
que se realizaron en distintas instancias, sirvieron para conocer el estado de la cuestión. En 1990 se
hizo una evaluación de los planes educativos vigentes en los niveles inicial y medio de enseñanza y
la bibliografía manejada además de encuestas a educadores y educandos (Durán et al 1991 y 1992).
La inserción de estas temáticas en el ámbito formal está prevista en los planes de estudio, aunque
no en forma sustancial. La bibliografía con la que se abarcan estos temas es, además de escasa, en
gran parte errónea y cargada de valoraciones etnocéntricas. Esta situación se mantiene hasta el
presente, los planes de estudio se modificaron y dieron más cabida al pasado local, sin embargo la
bibliografía más reciente para responder a estos temas, (como por ej. el Manual Santillana 2000), es
insuficiente, parcial y presenta graves errores (Cortegoso y Chiavazza 2000). Esta situación fue
explicada como una consecuencia de la extensión de los efoques teóricos imperantes en los
estudios arqueológicos, los que tendieron a trasladarse acríticamente a los planes y manuales de
enseñanza (Cortegoso y Chiavazza 2003).

En 1994 se realizó un estudio diagnóstico sobre la base de encuestas domiciliarias en la


ciudad de Mendoza, con el objetivo de indagar sobre las relaciones existentes entre los resultados
obtenidos en las investigaciones arqueológicas y su transferencia a los distintos niveles educativos
y la sociedad en general. Esto comprendió tres instancias distintas en referencia al pasado: en
cuanto a información, en cuanto a la valoración que se posee del mismo y la orientación de tal
conocimiento hacia la construcción de tolerancia (Chiavazza et al 1994). Se detectó una relación
estrecha entre niveles de conocimiento, valoración y tolerancia. La enseñanza del pasado con
escalas valorativas etnocéntricas, la cualificación de las culturas pasadas, etc. se traslada hacia el
presente en una actitud intolerante frente al “otro”, a lo distinto.

El modelo teórico de este curso, parte de la premisa de que una Arqueología con claros
objetivos de acceder a la comprensión de los procesos y el cambio en las sociedades humanas
pretéritas, se constituye en un inmejorable apoyo educativo para hacer del conocimiento del pasado,
una herramienta constructora de tolerancia y aceptación del otro social, apoyándose en un sentido
reflexivo y crítico de la historia. Esta propuesta de enseñanza tiende además, a favorecer la
conciencia protectora del patrimonio cultural entendido como bien social.

La arqueología se presenta así como instancia con atractivos para ingresar a los alumnos en un
conocimiento actualizado del pasado local (indígena e histórico) como también del método científico
de estudio de la cultura a partir de restos materiales.

La estrategia de enseñanza, al ser eminentemente práctica, se centra en la noción de


“umbral pedagógico” (Prieto Castillo 1997) que consiste en una relación entre educador y educando
donde se acompaña sin invadir y se deja pero sin abandonar. Este modo de “mediación pedagógica”
permite “interaprender”, dado que los docentes del curso ajustamos los temas y sus alcances en
permanente relación con los requerimientos de los alumnos, lo que nos hace salir permanentemente
de esquemas prefijados y avanzar en diferentes direcciones en los aspectos que los alumnos
requieran (el programa de trabajo presentado en el apéndice es en consecuencia un ordenador que
se flexibiliza siempre en relación al logro de los objetivos).
Objetivos

Los objetivos perseguidos en el dictado del taller se puntualizan del siguiente modo:

1. Complementar la enseñanza del pasado prehistórico e histórico local, mediante la utilización


del método lúdico.
2. Innovar el conocimiento referido al pasado indígena y colonial, a la luz de los recientes
resultados obtenidos en investigaciones arqueológicas e históricas.
3. Concientizar acerca del valor social que posee el "Patrimonio Cultural", desde su carácter
documental único para acceder a la reconstrucción del comportamiento humano del pasado
prehistórico.
4. Fundamentar la noción de "relativismo cultural" como paso educativo imprescindible en la
construcción de una sociedad tolerante hacia la variabilidad del fenómeno cultural humano
(pasado y presente).

Métodos

El curso se basa principalmente en estrategias de enseñanza lúdicas, puesto que los temas
que se presentan son complejos y está orientado a niños de 8 a 12 años. El dictado está a cargo de
los autores del proyecto y tres monitoras[3]. Se procura que los alumnos aprehendan conceptos y
metodologías de la disciplina arqueológica experimentando y desarrollando actividades con
materiales, objetos y espacios arqueológicos preparados al efecto. El taller se inicia generando un
debate en torno a la delimitación del campo de la arqueología a partir de la proyección de un video
didáctico. Este video ha sido de particular valor introductorio y fue elaborado en la Facultad de
Arqueología de la Universidad Nacional del Centro, Olavarría. En el mismo se usan fragmentos de
films famosos y manejados por los niños, aprovechando secuencias que favorecen el debate en
torno a la definición de campos disciplinarios generalmente confundidos (por ejemplo “Indiana
Jones” para arqueología, “Jurassic Park” para paleontología, “Liberen a Willie” para ecología y “el
Último de los Moicanos” para la antropología social).

Las actividades posteriores profundizan en la esfera práctica del trabajo arqueológico. A


través de juegos se introduce a los niños en la problemática de la “construcción” del pasado. La
primera actividad tiene que ver con la interpretación de material contemporáneo: “arqueólogos del
futuro”, y la segunda con la excavación y registro de un sitio arqueológico simulado: “arqueólogos en
acción”. A continuación se describen brevemente estas actividades.

Arqueólogos del futuro

La dinámica utiliza la concepción de actualismo como nexo para aprehender el pasado a


través del presente. Se posiciona a los alumnos y alumnas en una situación del futuro: ellos son
arqueólogos/as del año 5.000 especializados en el siglo XX. Se utilizan bolsas con residuo actual
estableciendo en forma estereotipada contextos socioeconómicos distintos de nuestra sociedad. El
objetivo del juego, es que los alumnos infieran el grupo que originó esos residuos y el estilo de vida
del mismo, incorporando la noción de contexto material. De esta manera, el nexo para poder
explicarles la forma de trabajo arqueológico, tanto interpretativa como metodológicamente, a través
de restos materiales es fácilmente asimilable. Ellos mismos se encontrarán explicando
comportamientos sociales, económicos etc. desde la evidencia material. Este juego termina en un
congreso en el que los equipos presentan los resultados e interactúan a través del debate y las
preguntas, pues la premisa es que fundamenten sus interpretaciones en la lectura de los objetos.

Una visita al pasado

Se focaliza en la visita a lugares arqueológicos del área fundacional, mostrando


excavaciones y objetos arqueológicos recuperados. De este modo los alumnos observan las
diferencias de los objetos y comprenden las correlaciones dadas entre cambios económicos-
tecnológicos y artefactuales. Por ejemplo, se muestra la secuencia de objetos contenedores usados
por las poblaciones en los últimos 500 años, empezando por vasijas típicamente indígenas, pasando
por cerámicas coloniales, lozas, vidrios y recipientes metálicos hasta el plástico actual. Esta
secuencia se acompaña de la visita y observación in situ de verdaderas excavaciones arqueológicas
(Cabildo, matadero, fuente de la plaza y ruinas de San Francisco), en las cuales los objetos
descriptos anteriormente son asociados a tipos constructivos específicos (pisos, muros, etc).

Arqueólogos en acción

Para este juego se ha diseñado y construido un sitio arqueológico artificial de 9 m 2 que


presenta un contexto simplificado y diagnóstico del tipo existente en el panorama arqueológico local.
Esta destinado a que los niños puedan desarrollar, bajo guía y supervisión, tareas de excavación y
registro arqueológico. Esta actividad se desarrolla en dos días, los pasos que se cumplen en este
trabajo de campo son los propios de una investigación arqueológica real, se excava con
herramientas finas y pinceles, se registran los hallazgos en planillas y se tamizan los sedimentos que
se retiran. El sitio se descubre procurando dejar todos los elementos in situ, y “asociación
contextua”[4]. Los materiales que encuentran son réplicas de materiales arqueológicos del contexto
que se trate, sea indígena o colonial. Es importante en este juego la noción de trabajo en equipo,
enfatizando por ende el carácter social del proceso de producción de conocimiento científico, y
minimizando las acciones aisladas e individuales. El grupo de alumnos logra integrar así una
verdadera interpretación del “que pasó”, descubriendo conjuntamente y desde cada cuadrícula de la
excavación las interrelaciones que muestran los objetos. La variación de tipos de objetos entre
distintos sectores, permiten obtener una explicación integral y demostrable acerca del uso del
espacio (sectores de cocina, de dormitorio, de tránsito etc). El último día se realizan la puesta en
común de todo el equipo y la interpretación de lo hallado. Esta interpretación se intenta es
consensuada y demostrada según la evidencia en la presencia de los propios padres, logrando así la
integración de otros actores en el proceso educativo.

Reflexión

Por último es importante resaltar que se busca el estricto cumplimiento de los objetivos
descriptos y nunca la de formar pequeños/as arqueólogos/as, procurando que se comprendan los
requerimientos formativos científicos y académicos necesarios para encarar con seriedad el trabajo
arqueológico. Por este motivo al final del curso se reparte un volante impreso que se pide a los
alumnos y alumnas que lean en casa y en la escuela, a efectos de expandir por medio de los/as
propios protagonistas del curso, nociones vinculadas al conocimiento arqueológico y a la necesidad
de preservar los bienes patrimoniales.

Frente a la inconsistencia institucional nacional y provincial en temas referidos a la


protección patrimonial (Chiavazza 2000, Cortegoso 2002), observamos que la educación funciona
como el principal modo de acción en la valoración y salvaguarda. En ese sentido, la educación
infantil en temas arqueológicos se transforma en una herramienta que colabora en la formación de
conciencias protectoras del patrimonio, aun cuado las leyes no se dicten o incluso, sean de carácter
inaplicable[5].
Es difícil mensurar el verdadero alcance del proyecto, aun no se diseñó una herramienta de
evaluación que permita diagnosticar los aportes logrados con su ejecución durante los últimos 7
años, comparando la situación evaluada previamente al curso y la posterior a su dictado [6]. Más aún,
creemos que deben ser otros investigadores/as, quienes con otros enfoques y estrategias deberían
realizar esta tarea, reeditando aquellas observaciones críticas que nos inspiraron a nosotros mismos
hace ya 12 años, cuando aún estábamos estudiando arqueología, cuando nos preguntábamos no
sólo arqueología “para qué”, sino además “para quienes”.

Apéndice

Contenidos temáticos del curso

Unidad 1 - Arqueología: estudio del pasado humano

- Teórico -

1.1. Noción de Arqueología.

1.2. Diferencias con la Paleontología, Geología, Antropología Social y Ecología.

1.3. La Arqueología como disciplina científica. Sus diferentes etapas de investigación: prospección,
excavación, laboratorio, interpretación.

- Práctico-

1.4. Reconstrucción de la conducta humana a partir del estudio de la cultura material (dinámica
lúdica).

1.5. El contacto con el pasado a través del manejo de materiales arqueológicos.

Unidad 2 - Una visita al pasado

2.1. visita a sitios arqueológicos y observación de materiales arqueológicos

Unidad 3 - Arqueólogos en acción

-Teórico-

3.1. Técnicas de prospección y excavación

-Práctico-
3.2.Formulación de preguntas y búsqueda, descubrimiento y mensura de un sitio arqueológico
artificial

3.2.1. prácticas de registro arqueológico

3.2.2. organización del trabajo en equipo. Delimitación del área a excavar, determinación de
roles en las tareas.

3.2.3. Excavación: técnica, manejo del mapeo tridimensional, manejo de materiales


especiales, nociones de estratigrafía, contexto.

3.2.4. Manejo del patrimonio recuperado.

Unidad 4 - Reconstruyendo el pasado

4.1. Interpretación del significado del sitio arqueológico artificial.

4.2. Ingreso a la problemática de la prehistoria local a través de los resultados obtenidos en la


excavación del sitio artificial.

Unidad 5 - Transferencia

5.1. Valoración y preservación del Patrimonio Cultural.

5.2. Noción de activismo proteccionista.

5.3. Proyección del valor del patrimonio de hijos a padres.

RECURSOS

1 - Equipo de televisión, video y proyector (a cargo de la institución).

2 - Material audiovisual: diapositivas y videos (material suministrado por los docentes)

3 - Material didáctico. Se realizaran muestras de materiales arqueológicos (réplicas).

4 - Se creó un sitio de habitación indígena artificial (característico del período agroalfarero medio
local)

5 - Se dispone 12 equipos de excavación completos.

Nivel para el cual se propone

El curso está orientado a alumnos del 2º y 3º ciclo de E.G.B.


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Calvo T., R. Fernández y G.Rosón 1992 Educar para la tolerancia. Editorial Popular, Jóvenes contra
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Castiñeira C, M.Fregeiro y S.Pintos 1995 Taller de arqueología en secundaria: una experiencia de


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Cortegoso V y H Chiavazza 2000 (2003) “Teoría y práctica Arqueológica: Concepciones del Pasado
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2000.

Chiavazza H 1996 Historias Relatos y Arqueología en el norte de Mendoza. Presentado en el Primer


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Chiavazza H. 2000 Anarquía institucional y expolio patrimonial: aventuras y desventuras del


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Chiavazza, H; Cortegoso,V; Figueroa,P; Gervasi,D; Zorrilla,V."La Arqueología como herramienta


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Podgorny I 1999 Arqueología de la educación. Textos, indicios y monumentos. Sociedad Argentina


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Zorrilla V 1999 Aprender jugando cosas terriblemente serias. Panel X Congreso Nacional de
Arqueología Argentina. Córdoba.

[1]
Archaelogy and the public 1995, Cavellini 1995, Castiñeira et al 1995, Few et al 1995, Herberts y
Cormelato 2003, Machicado 1997, Podgorny 1999, etc.. Sin embargo llama la atención la ausencia
de simposios o siquiera ponencias referidas a la temática “arqueología y educación” en el último
Congreso Nacional de Arqueología Argentina (Rosario 2000)

[2] Un interesante trabajo en este sentido es el de Acuto y Muscio 1996.

[3]
Ellas son Valeria Zorrilla, Lorena Puebla y Cintia Ortega, permanentes asistentes y colaboradoras
del taller

[4]La noción de contexto arqueológico es clave. Se parte de ella para enfatizar las nociones de
protección de patrimonio arqueológico, puesto que su desestructuración en pos de hallazgos
aislados fragmentan la interpretación cultural.
[5]
Un caso paradigmático es la ley de patrimonio de Mendoza (6034 y modif. 6133) e incluso el caso
de la reciente ley nacional de patrimonio arqueológico.

[6] Lo único comprobado es que muchas vocaciones se mantuvieron dado que algunos
“arqueojueguistas” han sido alumnos nuestros en la carrera de la universidad.

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