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Actividad 2

Artículo de Opinión

Paola Andrea Pinto Calderon ID 604865

Resolución Conflictos

NRC 2986

Tutor

Claudia Marcela Benavides Clavijo

Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO

Facultad de Ciencias Empresariales

2020
Introducción

Desde la creación de la vida Dios hiso al hombre y a la mujer para que se

cuidaran uno del otro, cuidarán a los animales y todo en la tierra, le entrego el mundo en

sus manos por que confiaba en su inteligencia, pero ¿porque surgió la maldad en sus

corazones? La maldad llegó al hombre desde que la serpiente tentó a Eva a comer de la

manzana prohibida, Eva tentó a Adán, y por ende Dios los castigo y expulso del paraíso.

Si los humanos le tememos tanto al mal ¿cómo es posible que la maldad ya

haga parte de nuestra cotidianidad?, pues la maldad es una oscuridad absoluta en nuestro

interior, son pensamientos negativos que invaden nuestro cuerpo y nuestra mente

generando en nosotros un ambiente interpersonal negativo y oscuro que atormenta nuestro

diario vivir, por eso en este trabajo se relatara un breve artículo en donde el tema central es

la maldad en el ser humano.


La Maldad en el Hombre

El bien y el mal siempre han existido, en el capítulo 1 del libro “El efecto

lucifer” describe 3 verdades, 1) Así como el mundo está lleno de bondad, también lo está de

maldad y ha sido así desde el principio. 2) La barrera entre el bien y el mal es nebulosa, es

decir no es clara, no está definida. 3) Los ángeles pueden convertirse en demonios y lo más

extraño que los demonios se conviertan en ángeles.

Desde mi perspectiva, considero que este tema va mucho más allá de lo

religioso, pues está claro de que el hombre es un universo con dimensiones, cuando

hablamos del mal no podemos evitar referirnos al bien ya que no existe uno sin el otro. Esto

nos lleva a un problema en el que se juegan cuestiones éticas, morales y de cómo se

construye la subjetividad.

Es indudable que se trata de un término en el que vamos a encontrar una serie

de fenómenos personales, sociales e históricos donde aparecen asesinatos, violaciones de

toda índole, guerras, genocidios y todos aquellos actos que se caracterizan por poner en

juego lo siniestro; es decir, la perversidad propia del ser humano. Históricamente se ha

abordado la cuestión del mal tratando de fundamentarlo desde una fuerza diabólica

sobrenatural o, por lo contrario, formando parte de nuestra estructura genética.

Sin embargo, el mal y el bien todavía siguen teniendo resonancias teológicas

asociados con la fuerza del Demonio y de Dios. Por ello creemos necesario sostener que su

posibilidad es propia de la condición del ser humano que debe dar cuenta de una

subjetividad construida en la relación con otro en el interior de una cultura.


Es el cristianismo quién crea la idea del Demonio para explicar de manera

sistemática la maldad y el sufrimiento humano. Las ideas de la antigüedad son retomadas

por el cristianismo y la representación de dioses buenos y malos son sustituidos por los

personajes de la fe cristiana: Dios y el Diablo.

Es decir, si nos habita el mal también podemos encontrarnos con el bien, el

Eros de allí la necesidad ética de hacernos responsables de las consecuencias de nuestros

actos. Pero también para enfrentarnos a aquellas ideologías cuya cohesión social se sostiene

en el odio hacia el otro como representación del Mal.

Para finalizar podemos decir que el mal implica pensarlo como una

característica ontológica del ser humano cuya consecuencia es resignarnos a convivir con

él. Si bien no podemos negar la condición humana de propender al mal debemos hacernos

responsables de nuestros actos ya que hacer el mal remite a querer el mal y, en este querer,

se pone en juego nuestro deseo, es necesaria la tranquilidad mental y el control de las

emociones del ser, tales emociones que generan un resultado de respuesta ante la vivencia

ambiente-social que experimenta un individuo.


Conclusión

En conclusión, las relaciones interpersonales son los resultados de nuestra

maduración social y mental, la cual nos ayuda a entender las diferencias de las personas

adentrando a un mundo de tolerancia.

No basta con la ética, que es la vía individual. Se hace necesaria una política

basada en una razón apasionada de las pasiones alegres que permitan establecer lazos de

solidaridad necesarios ya que el otro ser completa al sujeto. La relación con el otro aumenta

mi potencia y la del colectivo social.


Bibliografía

Philip Zimbardo. S.F. Paidos. El efecto lucifer. Recuperado de:

https://upanacollipsicopatolcrim19622013.files.wordpress.com/2013/11/zimbar

do-philip-el-efecto-lucifer.pdf.

Guedán, M. y Ramírez, R.D. (2005). Resolución de conflictos en el S. XXI. Madrid: Trama

editorial. Recuperado de:

https://ebookcentral.proquest.com/lib/bibliouniminutosp/reader.action?docID=3

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