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ESCUELA DE ENSEÑANZA SECUNDARIA ORIENTADA Nº 597

PLANIFICACIÓN ANUAL 2019


Formación Ética y Ciudadana

Prof. Florencia Kreiserman Prof. Lucas Rodriguez

1°año

La escuela es la confrontación construida con la alteridad. La organización del descubrimiento de que existe “algo” en
otra parte. Un descubrimiento harto difícil, ya que la propensión de cada uno a reducir el mundo a su universo personal
es muy grande. Un descubrimiento que nunca se acaba, ya que lo infantil nos sigue de cerca, nos lleva a rechazar lo
que no nos pertenece, lo que no nos quiere o lo que no nos concierne.
Philippe Meirieu, Carta a un joven profesor1

Fundamentación

“Formación Ética y Ciudadana tiene la tarea, junto al resto de los espacios curriculares, de participar
en la formación de los jóvenes, pero es su responsabilidad la de intentar socializarlos en prácticas de la
libertad, respetando al otro, en un contexto democrático. Desde el debate, la interpelación, la presentación de
situaciones problemáticas y/o cotidianas, se posibilita al alumno asumir, con autonomía, las razones por las
cuales se califica algo como bueno o malo y se compromete a actuar efectivamente en correspondencia con
lo que sostiene como valor. Se trata entonces de adquirir saberes y competencias que le permitan no sólo
discernir qué es bueno sino además saber por sí mismo por qué es bueno, querer hacer el bien y saber
hacerlo. De esta manera, se trata de aprender la teoría desde la práctica, a conocerse a sí mismo y a los
demás, a desarrollar una ética de la responsabilidad, la solidaridad y el respeto por el otro.” 2 A partir de estas
afirmaciones acerca de los objetivos, nos proponemos pensar esta asignatura como un espacio clave en la
formación de los estudiantes, que trasciende el momento de la clase porque propone una transversalidad que
puede ser útil a otras disciplinas. Es una materia propicia para el reconocimiento de qué es lo bueno y por
qué lo es, como reflexiones que posibilitan aprender a querer el bien y a saber hacerlo; la promoción de la
defensa de la democracia, y por eso, el reconocimiento de prácticas antidemocráticas; y la construcción de
ciudadanos críticos.
Consideramos que los objetivos de la materia, así como la metodología de trabajo y sus formas de
evaluación deben promover la convivencia entre los actores de la institución escolar. En este sentido, aparece
una problemática clave: la “relación con el otro”. A partir de esto proponemos un trabajo que permita ir
desentrañando quién es ese otro, cómo se lo concibe, qué lugar se le otorga. Esto puede favorecerse a través
de la práctica de asumir las diferencias -inherentes a todo grupo social- desde un trabajo propositivo y
colectivo. Somos conscientes de que en las sociedades actuales constantemente se estimula la competencia,
y por eso predominan los ejemplos en los que el otro diferente es concebido como enemigo. Creemos que
convivir es hacer y pensar con el otro y no a pesar del otro, y esto implica poder aceptar distintos puntos de
vista, opiniones y formas de vida aunque no estemos de acuerdo con ellas, reconocer la singularidad de cada
persona y respetarla. No sólo se trata de reconocer las diferencias, sino también de respetarlas y
enriquecernos a partir de ellas. Este es un aspecto de la formación de los jóvenes en el que pretendemos
hacer hincapié, para la aprehensión de valores como el cooperativismo, la solidaridad y el respeto por los
demás a través de la participación en tareas comunes.
En relación a esto, es fundamental que mediante las lecturas, discusiones y actividades propuestas
en este espacio, se posibilite que los estudiantes reconozcan la democracia como forma de vida y de gobierno
más deseable, para promover su defensa. Esto puede concretarse de diversas formas: promoviendo la
participación, el diálogo, el compromiso en el reconocimiento de la legalidad; que en un primer nivel tendrá
más que ver con la persona y su entorno más cercano, para luego poder pensar el Estado como organización

1 Cita tomada del cuadernillo: LA CONVIVENCIA EN LA ESCUELA. RECURSOS Y ORIENTACIONES PARA


EL TRABAJO EN EL AULA, Ministerio de Educación de la Nación, Presidencia de la Nación, Construcción de
Ciudadanía en la escuela.
2 Extraído del documento de la Reforma Curricular del gobierno provincial, año 2012, pág. 31, en base a la
Nueva Ley Nacional de Educación del año 2008. Disponible en la web.

1
superior y nuestra participación en él. El ámbito de la escuela, en este sentido, tiene muchísimo para dar y
generar: si en las aulas se valora a las personas y a la vida en comunidad, de a poco se irán promoviendo
prácticas democráticas que ayuden a reflexionar en otras instancias. Además, estas cuestiones pueden ir
haciendo mella en cada uno de los estudiantes para forma ciudadanos que consideren necesario su
compromiso con la sociedad. Esto puede planteando a través de la problematización de lo cotidiano, la
desocultación de los conflictos sociales y mediante el debate y la promoción de acciones cooperativas para
resolver las situaciones que se planteen.
Ante dicha propuesta curricular, ¿desde dónde partir como docentes? En primer lugar, explicitando
nuestra concepción acerca de los procesos de enseñanza y el aprendizaje y de educación. Siguiendo a
Fenstermacher, creemos que entre ambos procesos no existe una relación causal, sino una dependencia
ontológica, dado que enseñar no es transferir conocimientos, sino crear las posibilidades de su construcción.
Esa dependencia es la que concibe el aprendizaje como resultado de la actividad del estudiante y no como
un efecto directo -causal- de la enseñanza como causa. Este autor se pregunta además sobre el significado
de la buena enseñanza, a la que todo docente aspira, aclarando que es diferente a la enseñanza con éxito:
“Preguntar qué es buena enseñanza en el sentido epistemológico es preguntar si lo que se enseña es
racionalmente justificable y, en última instancia, digno de que el estudiante lo conozca, lo crea o lo entienda”.3
Por eso la pregunta ante cada planificación es: ¿qué es digno de ser enseñado a estos estudiantes?
La educación, de esta manera, se convierte en una aliada para provocar la curiosidad, el gusto por el saber y
el ser y estar en el mundo. Como planteara un pedagogo italiano 4, la educación es introducción a la realidad
a través de su significado. Podemos educar cuando provocamos la toma de conciencia acerca de lo que
necesitamos, de quiénes somos y de lo que buscamos en la vida, ayudando a los adolescentes en su camino
de búsqueda.
La enseñanza se percibe como una actividad específicamente humana, una relación entre sujetos,
basada en el diálogo y el respeto por los saberes y la lectura del mundo de los estudiantes. Coincidimos con
Freire acerca de la naturaleza histórica e inacabada del ser humano, somos sujetos de la existencia y no de
la esencia, que -conscientes de ese inacabamiento- no nos encontramos determinados, sino en un
permanente proceso de búsqueda, lo cual nos hace protagonista de los propios aprendizajes. 5 La enseñanza
es una actividad ético política, ya que implica una toma de decisiones, una síntesis de opciones que se refleja
en la propuesta metodológica. En un sentido amplio, enseñar supone un compromiso con la tarea que se
desempeña, a favor de la constitución de sujetos críticos, autónomos, capaces de insertarse adecuadamente
en la sociedad.
Por último, tampoco podemos dejar de pensar en la particularidad de los alumnos, dado que la
propuesta está orientada a adolescentes, cuya singular característica es que están en proceso de
construcción de una identidad adulta. Su nivel cognitivo está relacionado con su identidad social, tal como
plantea Entel.6 Estas cuestiones son consideradas claves a la hora de pensar propuestas de enseñanza, en
el sentido en que tienen que ver con los sujetos del aprendizaje: con sus posibilidades, sus gustos, carencias,
dudas, miedos, preguntas e intereses. Además, debe tenerse en cuenta que son alumnos de los primeros
año de la enseñanza media, se encuentran en un momento de cambios, nuevos compañeros, pluralidad de
materias y profesores diversos, horarios más “cargados”, una nueva institución escolar. Y si agregamos la
situación socioeconómica familiar de los alumnos de esta escuela urbano-marginal, nos exige pensar aún
más en otras características específicas de los ambientes en que los jóvenes se mueven y tomarlas en cuenta.

Objetivos

Que los alumnos logren:


 Reconocer los rasgos distintivos de la conducta humana y valorar los fundamentos de la dignidad.
 Comprender la importancia del respeto a los valores en la vida cotidiana.
 Identificar los derechos y deberes propios del hombre como miembro de una sociedad.
 Apreciar y criticar el sistema democrático actual.
 Valorar la función de las normas sociales y de las sanciones para el desarrollo de la vida social.
 Conocer los elementos básicos de la Constitución Nacional y valorarla como norma fundamental para
la comunidad.

3 Fenstermacher, G., 1989, pág. 7.


4 Giussani, L. El riesgo educativo, 2004, pág.33.
5 FREIRE, P. Pedagogía de la autonomía, 1997.
6
ENTEL, A. Escuela y conocimiento, Cuaderno FLACSO, pág. 15.

2
 Identificar las características propias de la etapa adolescente.
 Familiarizarse con los conceptos y contenidos fundamentales de las unidades temáticas.
 Observar, explorar y descubrir el entorno social.
 Expresar sus ideas de forma clara y precisa.
 Familiarizarse con los conceptos y contenidos fundamentales de las unidades temáticas.
 Respetar el pensamiento ajeno y el conocimiento producido por otros.

Actitudes
 Respeto a sí mismo, a los otros y a la vida humana en todas sus manifestaciones.
 Valoración de la democracia como forma de organización sociopolítica y estilo de vida.
 Respeto por las normas sociales y jurídicas.
 Valoración moral de las instituciones y de los procedimientos democráticos.
 Disposición para el diálogo reflexivo, para cooperar, acordar, aceptar y respetar reglas en el trabajo
grupal.
 Solidaridad con las necesidades de los otros y compromiso para promover la vida comunitaria.
 Aprecio por el trabajo autónomo y por el trabajo con otros.
 Respeto por los demás y aceptación de las diferencias.
 Valoración de la argumentación como posibilidad para resolver problemas.

Criterios de evaluación

Se entiende la evaluación como la valoración de un proceso, como la actividad a través de la cual el docente
obtiene y analiza información sobre los procesos de enseñanza y de aprendizaje que se llevan a cabo durante
todo el año. La evaluación es uno de los pilares de la enseñanza de un profesor, ya que le facilita la toma de
decisiones sobre la marcha. Es un proceso continuo que nos exige identificar ciertos momentos para evaluar;
de allí la importancia de fijar criterios y hacerlos explícitos a los alumnos. Esto también es útil para adaptar su
propuesta a las necesidades y diversidad de sus alumnos.
Creemos muy importante explicitar, desde la primera clase con cada curso, los criterios de evaluación
que tendré en cuenta durante el año, para que los estudiantes puedan consultarlos cuando deseen en sus
carpetas.
Se irán proponiendo momentos evaluativos puntuales, de acuerdo a los avances y/o dificultades que
vaya reconociendo durante el año escolar. Además, consideramos importante que el alumno tome conciencia
de los aprendizajes adquiridos y de la forma en como éstos han sido alcanzados. Para eso, es útil realizar
autoevaluaciones en ciertos momentos: al finalizar cada clase, promoviendo una reflexión grupal acerca de
lo que se ha aprendido, de cómo se ha realizado, de si las actividades facilitaron u obstaculizaron el
aprendizaje y del intercambio acerca de cómo aprenden los pares. Todo esto resalta la exigencia de una
evaluación del trabajo en el aula: la participación, la interacción con los pares, el trato, respeto y escucha
hacia los compañeros, la claridad en la expresión oral, etc.
Con respecto a los criterios de evaluación, coincidimos con lo planteado en el documento de
Reforma Curricular provincial, en que en esta disciplina, suelen ser complejos de manifestar. Me parecen muy
interesantes y de gran ayuda los criterios orientadores que se plantean al respecto en dicho documento:
 Conciencia de los problemas por los que atraviesa la sociedad en la que actúa y capacidad para recabar,
ordenar e interpretar información de diferentes fuentes, distinguiendo entre hechos, normas y valores en
juego.
 Capacidad para la reflexión a partir de diversas fuentes de información.
 Capacidad para proponer soluciones personales a las cuestiones planteadas de manera fundamentada,
argumentando con coherencia y consistencia a favor de la postura asumida.
 Compromiso para llevar a cabo acciones individuales o grupales, claramente proyectadas y fundamentadas,
en función del mejoramiento de las situaciones detectadas.
 Conocimiento de los mecanismos que garantizan el funcionamiento democrático y utilización de estos
mecanismos en las acciones que se proyectan.

3
Contenidos

Unidad I: La persona, un ser social


¿Qué nos hace ser personas? Características.
La dignidad de la persona.

Unidad II: La persona como sujeto de derechos


¿Qué es la sociedad? Vivir y convivir
Agentes de socializacion
Normas: imprescindibles para la vida en sociedad

Unidad III: La discriminación como negación de las diferencias identitarias.


La identidad. El derecho a la identidad
La mirada del otro, de los otros.
El caso de Anna Frank

Metodología

Se intentarán favorecer ciertos procedimientos por parte de los alumnos, tales como:
 Reflexión sobre la dignidad humana y su reconocimiento concreto y cotidiano en situaciones
cercanas.
 Identificación y análisis de la experiencia de libertad.
 Análisis de roles y de los cambios en la vida familiar.
 Reconocimiento de los valores y de los problemas propios de la adolescencia.
 Identificación de la cultura adolescente y de los cambios producidos a través del tiempo.
 Reconocimiento del valor de la educación como transmisora de la cultura y la tradición.
 Recuperación de información sobre las características de las normas sociales.
 Reconocimiento de los derechos y deberes de todas las personas.

Las actividades y los recursos a implementar se condicen con los procedimientos previamente desarrollados.
Nos interesa la planificación semana a semana, para ir tomando en cuenta en qué se puede ir avanzando con
mayor entendimiento desde los alumnos, y para cotejar las dificultades que aparezcan e ir proponiendo otra
forma de trabajo. En este sentido, este apartado de actividades es el que mayor dificultad nos presenta para
ser planificado. Mencionamos las que nos gustaría realizar: elaboración de esquemas, cuadros sinópticos y
resúmenes; interpretación de imágenes y de textos; resolución de trabajos prácticos (en clase o en el hogar);
análisis de textos, documentos, letras de canciones, fragmentos de películas o documentales; debates
grupales; resolución de cuestionarios guías; entrevistas a actores sociales de la escuela o fuera de ella;
interrogatorios orales; trabajo con material periodístico, etc.

En función de las actividades previas, se irán utilizando diferentes recursos, de acuerdo a la temática de cada
clase y al trabajo de los alumnos. Algunos de ellos son: libros de texto y diccionarios de la biblioteca de la
escuela, fotocopias de material de lectura elaborado por la docente, imágenes (pinturas, historietas,
fotografías), artículos y material periodístico, documentales, films, canciones, poemas; equipo multimedia
(proyector).

Bibliografía

ALONSO y otros, (1998) Cómo aprenden las personas a respetar los derechos humanos: los ámbitos de
socialización. Familia, escuela y comunidad, Troquel, Bs. As.

4
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GIUSSANI, L. (2004) El riesgo educativo, Bs. As., Ciudad Nueva.
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Revista digital “Huellas”, varios números, http://www.revistahuellas.org/
MINISTERIO DE EDUCACION, PRESIDENCIA DE LA NACIÓN, Programa Educación y Memoria (2009),
Memorias en fragmentos. Miradas sobre el Holocausto/Shoá, Bs.As., Argentina.
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MOGLIA, P.y otros (1997), Pensar la historia, Buenos Aires, Plus Ultra.
Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación y UNICEF ARGENTINA, Arte y Ciudadanía. El aporte
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SCHUJMAN, G. (Coord.), 2004, Formación Ética y Ciudadana. Un cambio de mirada, Colección Educación
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