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UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

Facultad de Ciencias Sociales y Humanas


Departamento de Psicología

ESCRITO PSICOLOGIA CLINICA


TRABAJO FINAL
CAMPOS OCUPACIONALES

Preparado por
María Susana Ramírez Gallego

Carmen de Viboral
2020
Psicología clínica

El concepto de clínica es originario del campo médico, derivada de la practica asistencial del
medico al enfermo en el lecho, entendiéndola en relación con una práctica y un lugar: el
hospital. Sin embargo, su origen se sitúa más atrás en el tiempo, en los griegos quienes
abandonaron las explicaciones mágicas, religiosas y sobrenaturales por bases sólidas y
científicas. Se toma a Hipócrates, como quien sentó las bases de la clínica, brindando
descripciones de síntomas, cuadros clínicos, historias clínicas,etc. También se toma de él el
principio de autonomía del sujeto y de su papel activo en tanto, para curar a alguien debemos
preguntarle si está dispuesto a dejar aquello que le enfermó.

Posteriormente, cuando la psicología se independiza como un campo de conocimiento


diferente de la filosofía y de áreas concurrentes como la educación, la medicina y la biología
evolucionista representó un proceso de formación complejo y a menudo conflictivo. Esto fue
gracias a Wilhelm Wundt quien, gracias al uso sistemático del método experimental en la
psicología, aportó a que la psicología se afianzara como científica (Palacio, Ochoa, Trujillo,
Rodríguez & Castellanos, 2007). Wundt, fue precursor de investigaciones similares en Rusia,
Francia, Austria y los Estados Unidos, quienes terminaron de sentar las bases de esta
disciplina cientifica. No mucho después, los psicólogos volcaron su interés hacia una
profesión aplicada, empezando a forjar así los inicios de una psicología clínica.

Muchos autores coinciden en que Lightmer Witmer es el fundador de la psicología clínica, no


sólo por crear la primera revista sobre este tema, sino por mostrar al mundo las primeras
investigaciones que se trabajaban en la disciplina, explicando unos trastornos funcionales que
no se entendían por enfermedades somáticas sino por conflictos psíquicos. Witmer define esta
disciplina de la siguiente manera: “La Psicología Clínica se deriva de los resultados obtenidos
en el examen individualizado de muchos seres humanos (…) la clínica psicológica es una
institución pública abierta al servicio de la sociedad, a la investigación propia, y a la
formación del estudiante” (Belloch, Sandín & Ramos, 2008).

La Psicología Clínica es un campo de especialización de la Psicología que aplica tanto


conocimientos teóricos como técnicos de ésta al estudio de la conducta anormal, ya sea un
trastorno o un sufrimiento para la propia persona y/o para otros. Como se ha planteado, este
campo se interesa principalmente en establecer un psicodiagnóstico, para identificar el
trastorno y/o analizar la condición psicopatológica, buscando siempre una explicación, y en
llevar a cabo un tratamiento con el fin de remediar el problema o prevenirlo.
Cabe resaltar que este campo integra ciencia, teoría y práctica para entender, predecir y aliviar
el desequilibrio, la invalidez y/o la incomodidad; también promueve la adaptación, el ajuste y
el desarrollo personal. Su foco está puesto en los aspectos intelectuales, emocionales,
biológicos, psicológicos, sociales y del comportamiento humano sin distinción de cultura ni
estrato.
Además, no se debe desconocer los aportes de Sigmund Freud quien tras dar a conocer “La
interpretación de los sueños”, continuó durante las cuatro décadas siguientes dando forma
minuciosamente a la teoría psicoanalítica. La clínica que propone Freud, a diferencia de las
clásicas, se basa en tres grandes cuadros, que conforman a su vez las denominadas Estructuras
Clínicas, mediante estas puede el psicólogo clínico o el psicoanalista, comprender los
comportamientos manifiestos que muestran cual es el posicionamiento subjetivo y como son
sus relaciones con su mundo exterior (Bernal, 2009). Considerando que la concepción del
mundo del paranoico, perverso, obsesivo, bipolar, histérico o esquizofrénico, el abordaje a su
posición subjetiva y su estructura psíquica son las directrices, a la par que la teoría, de cómo
se deberá intervenir.

Por otra parte, no necesariamente se debe tener una orientación psicoanalítica para hacer
clínica, entre las orientaciones que más se han afianzado en los últimos años se tienen la
terapia de la conducta o cognitiva, humanista y terapia familiar sistémica. En este sentido,
esta especialidad de la psicología investiga y trata al sujeto que sufre, aunque algunos autores
postulan la conducta anormal como objeto de estudio, compartiendo objeto con la psiquiatría,
diferenciándose de estos no sólo en su modo de intervenir, sino también, porque se encarga
del diagnóstico y el tratamiento de los desórdenes comportamentales, siendo sus áreas la
nosografía y la psicopatología.

Adicionalmente, estas dos disciplinas difieren de base en su formación, en cuanto a los


psicólogos clínicos su base teórica es la psicología, por tanto, estudian, entre otros, los
procesos mentales, el sistema nervioso y la conducta humana y los psiquiatras tienen de base
a la medicina centrándose particularmente en el cuerpo y ubicando únicamente allí el origen y
causa del sufrimiento humano. Por ello, son los psiquiatras, los legalmente autorizados para
prescribir medicamentos.
Dentro del rol profesional, como se dijo anteriormente, un psicólogo clínico debe tener la
capacidad y el conocimiento de realizar la evaluación y diagnostico con los elementos del
área, las técnicas que se utilicen se harán en el marco de las teorías psicológicas elegidas, sin
embargo, la técnica transversal a toda escuela es la entrevista, es el elemento fundamental
mediante el cual el psicólogo puede acercarse realmente a su paciente. Una vez realizada la
entrevista, el psicólogo clínico puede realizar psicoterapia, en modalidad individual, grupal o
familiar, así también, según sea el caso puede brindar una asesoría o remitir el caso a otro
profesional.

Respecto al “Diagnóstico”, este tiene como sentido muy específico identificar la situación de
una persona en relación con sus procesos de salud y enfermedad, pues se hace necesario saber
qué es lo que le está pasando para poder, en consecuencia, saber cómo tratarlo (Bernardi,
2015). Para una correcta evaluación, se parte de una queja o demanda idealmente del sujeto
quien consulta, pero no necesariamente, se da paso a la observación, se realiza una entrevista
clínica y si es necesario se aplican pruebas.

De acuerdo con los pasos anteriores se decide si intervenir, remitir o no tratar, en caso de
intervenir, ello se hará ya sea con psicoterapias cognitivo-conductuales, humanistas,
dinámicas, psicoanalíticas mediante técnicas verbales, conductuales, experienciales. Las
modalidades podrán ser individual, de pareja, familiar, grupal (American Psychiatric
Association, 1995). Además, la clínica permite abarcar la subjetividad del sujeto, teniendo
como fin la desaparición del síntoma, la adaptación, consistiendo en una terapia de la palabra
orientada a generar un lugar para buscar alternativas en la persona.

En cuanto a los escenarios de práctica, la clínica no se limita a los espacios de salud, tales
como hospitales, clínicas mentales o consultorio particular, la clínica también se puede ejercer
en una institución educativa, medicina, contexto social, en una empresa, incluso si el
psicólogo es llamado a un peritaje, ya que en estos casos debemos hacer una clínica entendida
como la escucha atenta a la demanda del paciente quien finalmente es el que conoce su
síntoma y viene con una historia, con un motivo de consulta, una situación familiar particular,
procesos de crianza y un contexto sociocultural que les permea.

La psicología clínica también permite hacer investigación en temas como eficacia de los
tratamientos, análisis de variables clínicas (duración, intensidad, tipo de psicoterapia
administrada, tipo de pacientes), efectos y divergencias en el uso de psicoterapias en
diferentes poblaciones o trastornos y en el desarrollo de instrumentos de evaluación e
intervención (test, nuevas técnicas de intervención).

Finalmente, es aconsejable estar en supervisión, con un seguimiento de un supervisor al caso


clínico, el cual ayudará con la identificación de afectos e impulsos contra transferenciales, a
inducir y mantener procesos de enganche y desenganche terapéutico, sirve de guía para
orientaciones frente al manejo de situaciones clínicas. Es recomendable también que el
psicólogo clínico realice un proceso personal, con el fin de no sobrecargarse con aquello que
recibe del otro, también para pensar y generar soluciones a sus conflictos personales y este
escenario impulsa a un aprendizaje experiencial.

Por lo anteriormente mencionado, escoger el campo clínico es escoger ser un sujeto activo en
la escucha, el silencio y la palabra adecuada, es una gran responsabilidad aquella de atender
el sufrimiento ajeno, no llega un sujeto feliz a relatar su vida perfecta, llega alguien con
determinada dolencia o malestar del cual se quiere deshacer, eso que duele incomoda, por
eso se suele exigir inmediatez en la solución. Es un desafío este campo, cada sujeto es un
caso nuevo, no uno que ya esté en la teoría, sino un objeto nuevo de investigación, lo que se
debe hacer es ir construyendo teoría a partir del relato del sujeto, no obligarle a encajar en
una teoría, ser un clínico es dejarse tentar por la curiosidad científica.
Referencias

American Psychiatric Association. (1995). Manual Diagnóstico y Estadístico de los


Trastornos Mentales (4ª ed.). Barcelona: Masson.

Belloch, A., Sandín, B., & Ramos, F. (2008). Manual de psicopatología (Vol. 1). McGraw-
Hill.

Bernal, H. (2009). Las estructuras clínicas en el psicoanálisis Lacaniano. Revista Electrónica


de Psicología Social.

Bernardi, R. (2015). Investigación clínica e investigación empírica sistemática:¿ qué nos


enseñan las controversias actuales?. The International Journal of Psychoanalysis (en
español), 1(3), 836-866.

Palacio, N. M. D., Ochoa, D. A. R., Trujillo, C. J. S., Rodríguez, A. E. S., & Castellanos, M.
S. (2007). Historia paralela de la Psicología Clínica: un rastreo teórico-
histórico. Informes psicológicos, 9(9), 135-148.

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