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Maneras de aumentar tus emociones

positivas (y mejorar tu vida)

Hemos hablado de para que sirven las emociones positivas, de nuestro ratio emocional, de
como disminuir emociones negativas en nuestra vida y hoy toca acabar nuestro especial de
cuatro partes proponiendo 25 formas de subir emociones positivas y que tengamos un saldo
positivo en nuestra cuenta emocional. Que lo disfruteis ( y saboreis plenamente).

ESPECIAL SOBRE LAS EMOCIONES

– ¿Para que sirven las emociones positivas?

– Nuestro ratio emocional (flourishing vs. languishing

– 25 maneras de disminuir tus emociones negativas (y mejorar tu ratio emocional)

– 25 maneras de aumentar tus emociones positivas (y mejorar tu ratio emocional).

1. Aprecia el mundo que te rodea y exprésalo con sinceridad (abrazando a alguien,


diciendo te quiero, dando gracias, cantando…) Disfrutar plenamente todo lo que
tenemos en la vida (y aún mejor si lo compartimos) es una maravillosa manera de
florecer emocionalmente. Aprende a saborear todavía más lo positivo que te ocurre
alrededor con frases de agradecimiento como “me lo merezco”, viviéndolo desde el
mindfulness, compartiéndolo o dejándote llevar por tus sensaciones

2. Elige lo realmente importante en tu vida y busca un significado en la vida. Cuando


tenemos clara nuestra “brújula” personal nos llenamos de serenidad, satisfacción,
ilusión, orgullo personal… Emociones positivas en estado puro.

3. Conecta con la naturaleza (incluso salir al aire libre sienta muy bien), es una de las
mayores fuentes de emociones positivas que tenemos los seres humanos.

4. Crea. Recuerda que no hay que ser un Steven Spielberg o un Martin Scorsesse para ser un
creador. Se ha estudiado que por ejemplo hacer pan (nada más “simple” en esto de crear)
mejora significativamente el estado de personas con depresión, ¿la razón? Porque crear
genera multitud de emociones positivas, desde el orgullo hasta la ilusión pasando por la
diversión. Pues eso, cocina, haz puzzles, pinta un cuadro, haz un corto…(Ver el especial sobre
la creatividad y la imaginación en filmoterapia).

5. Presta atención a las bendiciones que te rodean (la generosidad de la gente, el olor
de las flores, la calle tan bonita donde vives, etc) Puedes comenzar un diario de gratitud
en donde apuntes al acabar el día 5 cosas buenas que te hayan pasado. Además también
puedes trabajar para ritualizar tu gratitud con un ejercicio muy interesante para aprender
a darnos cuenta de todos los regalos que nos rodean: en una libretita escribe las cosas
buenas que te ha pasado en la vida y reflexiona brevemente porque te han pasado esas
cosas. Otras maneras muy interesantes pueden ser dar las gracias antes de comer (a
Dios, a la naturaleza, a lavida…hay mucho donde elegir) o por ejemplo, cada vez que se
acabe algo (el verano, un trabajo, un momento especial…) puedes pararte a reflexionar
(mejor si lo escribes) que fue lo bueno que te aportó lo que ya ha acabado

6. Ríete mucho, la risa es gasolina de alto octanaje en esto de las emociones positivas.(Ver el
especial sobre la risa de filmoterapia).

7. Apasiónate, juega, diviértete…fluye (en tus hobbies o incluso en tu trabajo) De


alguna manera el secreto consiste en aprender a ser como un niño, viviendo el presente,
asombrándote por todo, riendo a carcajadas, aprendiendo, disfrutando, apasionándote.

8. Ilusiónate y sueña sobre tu futuro. Visualizar (recuerda que se activan las mismas
áreas del cerebro que cuando ocurre de verdad) funciona muy bien con proyectos a
largo plazo (como escribir un libro, correr 10 kilómetros o aprender alguna habilidad)
Un buen ejercicio puede ser el siguiente:

1º Visualiza como sería tu vida dentro de 10 años si lograses todo lo que te propones.

2º Una semana después reflexiona sobre los retos que tienes en mente y construye tus
propias metas, tu sentido vital.

3º Estructúralo, planifícate y plantéate cada día un pasito para conseguirlo.

9. Conoce bien cuales son las fortalezas psicológicas (y ponlas en movimiento). Pasión por
aprender, creatividad, sentido del humor, vitalidad, generosidad… Puedes conocer y trabajar
las 24 fortalezas psicológicas a través de nuestro blog o meterte en la web de Martin Seligman
y evaluar cuales son tus fortalezas a través de su test VIA. También puedes preguntarle a 10/20
cercanos por tres anécdotas o ejemplos de demuestren tus fortalezas y que te ayuden a
describirlas (Por cierto, uno se suele sentir muy agradecido y conectado emocionalmente con
estas personas tras hacer el ejercicio). En los siguientes seis siguientes puntos, podeis ver el
enorme poder de las fortalezas para aumentar emociones positivas.

10. Ama. Incluímos aquí las fortalezas de la humanidad que incluyen la generosidad, el
amor en todas sus vertientes y la inteligencia interpersonal. O dicho de otra manera,
aprende a dar, a amar y a relacionarte bien con los demás y ya verás como aumentan
(espectacularmente) tus emociones positivas.

11. Aprende. Las fortalezas de la sabiduría incluyen a la curiosidad, la creatividad, el


amor por aprender, la mente abierta y la perspectiva. Por ejemplo, la mente abierta nos
permite enfrentarnos a situaciones novedosas de manera efectiva, vivir con plenitud o
aprender continuamente de lo que nos rodea y está muy relacionada con la positividad
emocional.

12. Trasciende. La trascendencia ocurre cuando nos movemos más allá de nuestra
experiencia humana o comprensión vital. Las fortalezas que acompañan a esta virtud
nos ayudan a conectar con lo que nos rodea y proveernos de un sentido mas profundo de
significado y propósito en la vida. Son el sentido del humor, el optimismo, la
apreciación de la belleza, la gratitud y la espiritualidad.
13. Lucha. Las fortalezas enfocadas a conseguir nuestras metas frente a la oposición,
interna y/o externa son las fortalezas como la valentía, la persistencia, la vitalidad y la
integridad.

14. Usa tu ética. Civismo, sentido de la equidad y liderazgo son las tres fortalezas que
representan a la virtud de la justicia y nos ayudan a determinar de forma objetiva los
derechos y responsabilidades éticas y morales hacia los demás.

15. Y regúlate. Por último la templanza se refiere a una moderación juiciosa que nos
protege del exceso. Por ejemplo la fortaleza del perdón disminuye emociones negativas
como la ira o la culpa y nos genera serenidad y bienestar. Las otras tres fortalezas que
puedes conocer y trabajar son el autocontrol, la prudencia y la humildad.

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