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Vicerrectorado
Centro Psicopedagógico y de Investigación en Educación Superior
DIPLOMADO EN ORGANIZACION Y
ADMINISTRACION DEL AULA
MÓDULO 3
Evaluación de Proceso de Enseñanza Aprendizaje
Unidad 1:
OAPA-XCVIII-M3-V4
Evaluación en la
2020 Educación
Superior
DOCENTE: M. Sc. Miguel Angel Zilvetty Torrico
Unidad 1: Evaluación en la Educación Superior 1
2
CONTENIDO DE LA UNIDAD:
DESARROLLO:
1. OBJETIVOS:
El / la estudiante logrará:
La Educación es un proceso fundamental para el ser humano, producto social y no divino, se aclara
que al hablar de la educación en los diferentes Sistemas Educativos a nivel Mundial es importante
comprender que cada Región del mundo establece una estructura organizativa, en el caso Boliviano
se establece un Sistema Educativo, denominado SEP(Sistema Educativo Plurinacional)a pesar de vivir
un proceso de restructuración Gubernamental que hemenonizo por 14 años el quehacer pedagógico
desde una visión de fuerte predominio ideológico político el Sistema Educativo Boliviano está
constituido por los Subsistemas de Educación.
El material a ser abordado en esta primera Unidad de Aprendizaje o Unidad Formativa priorizará el
quehacer teórico del Subsistema de Educación Superior y Formación Profesional, dejando de lado
pero no pasando por alto referencia bibliográfica de los Subsistemas de Educación Regular y el
Subsistema de Educación Alternativa y Especial.
Hecha esta aclaración es importante resaltar que la Evaluación es un término que se extrapola del
área de la administración de empresas, propiamente del ámbito de la industria, es por ello que se
analizaran desde un punto de vista administrativo el desarrollo histórico de la Evaluación, sin
embargo se puede realizar análisis desde otras diferentes ciencias como lo es la psicología, la
sociología, la antropología, etc.
Cabe resaltar que ese desarrollo histórico de la evaluación a lo largo de la historia va apoyando se en
el estudio psicológico del ser humano, a un inicio en su conducta pasando por el proceso cognitivo
para ser analizado hoy en día desde un proceso neurobiológico, neuropsiquico, neurocognitivo,
neurocognitivoconductual, en realidad las neurociencias y el desarrollo tecnológico y científico nos
permiten despejar muchas dudas e incertidumbres que tenemos como docentes y mucho más como
estudiantes dentro un proceso formativo a lo largo de toda nuestra vida.
Esta historia se remonta a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, los acontecimientos más
relevantes de la historia de la evaluación educativa se han dividido en dos fases. La pretyleriana
antes de 1930, y postyleriana que va desde 1931 a la actualidad.
La fase postyleriana puede subdividirse en períodos más breves significativos. (Stufflebeam 1987).
Período asistemático de gran valor, en este periodo se sentaron las bases de la evaluación con rigor
científico. Los funcionarios imperiales chinos utilizaron la evaluación para asignar puestos
gubernamentales alrededor del año 2000 a.C.
Se colige de esta forma que alrededor de 3000 años transcurrieron para llegar al período tyleriano,
que inició en 1930. Una especie de cuestionario de evaluación fue utilizada por Sócrates y otros
maestros de su tiempo en sus prácticas de enseñanza, esto sucedía alrededor del siglo V a.C. De
alguna forma se aplicaron evaluaciones.
Los test de rendimiento a estudiantes fue utilizado en 1845 por Estados Unidos, en Gran Bretaña a
finales del siglo XIS, habían comisiones para evaluar los servicios públicos, estos dos países fueron los
precursores de los esfuerzos evaluativos.
Estados Unidos, en el siglo XX planteó la evaluación sistemática enmarcada en una práctica
profesional.
El término evaluación educacional fue acuñado por Ralph Tyler, este dividió la historia de la
evaluación educativa, antes de él, la evaluación era asistemática, y después, sistemática y
profesional, este segundo período puede subdividirse en época propiamente tyleriana, de la
inocencia, del realismo y del profesionalismo, (Stufflebeam, 1985). Por todos sus aportes se
reconoce a Tyler, como el padre de la evaluación educativa. (1902-1985).
Periodo en el que se desarrolló un método como alternativa a las tradicionales formas de evaluar,
estaba centrado en varios objetivos fijados con anterioridad. Quedó establecido en el currículo el
aprendizaje que debían alcanzar los estudiantes. La filosofía pragmática de la época, influyó en este
método, y la educación se vio permeada por los elementos de la psicología conductista. La relevancia
del trabajo de Tyler incluía comparaciones internas entre los resultados y los objetivos, por lo que
recurrió a la pedagogía experimental, donde se comparaba a los grupos de control con los
experimentales. Este método se opone a los llamados métodos indirectos que determinan la calidad
de la enseñanza: cantidad de libros en la escuela, gestión de la institución educativa, etc.
Este período estuvo caracterizado por la evaluación normativa (comparación con estándares
nacionales), como de la evaluación basada en criterios, con la fijación precisa de objetivos base, para
comparar los resultados de los estudiantes.
Así denomina Stufflebeam (1987), a este período. Como una respuesta lógica al crecimiento
económico, se incrementaron las instituciones educativas. Esta etapa se caracteriza por la aportación
de los algoritmos que sirvieron para designar los objetivos de comportamiento y taxonomías de
objetivos. Para el análisis de datos, se retomó la utilización de los diseños experimentales y la
utilización de procedimientos estadísticos.
Estados Unidos hace propuestas innovadoras a la educación, se percibe una preocupación por la
evaluación educativa. En esta etapa los profesionales educativos evaluaron los currículos a través de
pruebas concretas, se tomó en cuenta la propuesta de Tyler, para los métodos evaluativos realizados
para esta época, además se utilizaron nuevas pruebas estandarizadas a nivel nacional y se recurrió
al método del criterio profesional.
Se fundan centros de para la evaluación educativa, se da una eclosión de los modelos evaluativos, e
importantes universidades diseñan programas para formar especialistas en evaluación. También se
abarca la preocupación de la calidad de la evaluación, la metaevaluación toma un papel de suma
importancia.
El Joint Committee, tomó en cuenta cuatro condiciones fundamentales para la evaluación educativa.
Utilidad
Factibilidad
Ética
Exactitud
En esta época tomó forma la evaluación educativa como una profesión claramente diferenciada,
también se generó un interés por la evaluación de instituciones educativas, hasta llegar a la
propuesta de evaluación de los sistemas educativos nacionales. China Imperial: hace más de tres mil
años se utilizaban entrevistas y cuestionarios como procedimientos psico-diagnósticos
seleccionar a los miembros de los puestos del gobierno.
TETRABIBLOS, atribuido a Ptolomeo: detallada descripción de cada uno de los 12 signos del Zodiaco
y la relación que tiene cada signo con los rasgos psicológicos de las personas.
Los antecedentes filosóficos más antiguos se podrían encontrar en la República de Platón (S. IV
a.C.), donde se trata el tema de las diferencias entre las personas por su capacidad
(Fisiognomía: Estudio del carácter a través del aspecto físico y, sobre todo, a través de la fisonomía
del individuo).
Sundberg (1977) se refiere a un pasaje de la Biblia (Libro de los Jueces 7 4-6) como el antecedente
más antiguo de evaluación psicológica (en el sentido de la moderna selección de personal). Se trata
del relato donde Jahvé encargó a Gedeón la selección de los mejores soldados para luchar contra
los madianitas por un procedimiento que se podría considerar un precursor de los tests
psicológicos, tal como los entendemos hoy (desconocemos los datos relativos a la validez
predictiva): "Baja al pueblo, al agua, y a todos los que bebieren el agua como los perros (ello
significaba que no tendrían miedo al enemigo), los separarás a un lado; los que bebieren el agua en
cuclillas quedarán a la otra parte; los primeros, que eran unos trescientos, fueron los elegidos para
luchar".
En la Edad Media se introducen los exámenes en los medios universitarios con carácter más formal.
Hay que recordar los famosos exámenes orales públicos en presencia de tribunal, aunque sólo
Entrado el siglo XIX se establecen los sistemas nacionales de educación y aparecen los diplomas de
graduación, tras la superación de exámenes (exámenes del Estado). Según Max Weber (Barbier,
1993), surge un sistema de exámenes de comprobación de una preparación específica, para
satisfacer las necesidades de una nueva sociedad jerárquica y burocratizada. En los Estados Unidos,
en 1845, Horace Mann comienza a utilizar las primeras técnicas evaluativas del tipo «tests»
escritos, que se extienden a las escuelas de Boston, y que inician el camino hacia referentes más
objetivos y explícitos con relación a determinadas destrezas lecto-escritoras
M. Rice, que se suele señalar como la primera investigación evaluativa en educación (Mateo y otros,
1993). Se trataba de un análisis comparativo en escuelas americanas sobre el valor de la instrucción
en el estudio de la ortografía, utilizando como criterio las puntuaciones obtenidas en los tests.
Finales del siglo XIX: se despierta un gran interés por la medición científica de las conductas
humanas; se asume el positivismo de las ciencias fisico-naturales.
• La actividad evaluativa se verá condicionada de forma decisiva por diversos factores que
confluyen en dicho momento, tales como:
Puede evaluarse o valorarse muchas actividades humanas como por ejemplo el desarrollo de una
industria o un comercio, la calidad educativa de un país, o sus condiciones de vida en general, o la
calidad del empleo, o los niveles de atención sanitaria, o también el rendimiento deportivo. Significa
darle un determinado valor a cosas inmateriales. Cuando le asignamos valor a cosas materiales les
estamos poniendo un precio.
En educación, en general, se recurre al examen como forma de evaluar, y si bien es una herramienta
importante, no debe ser considerada la única. Cuando sólo se hace un balance de lo que el
estudiante sabe se denomina a esta evaluación, sumativa, y consiste en una simple asignación de
puntajes, que se suman por cada respuesta correcta. Sirve para obtener acreditaciones, pero tiene el
problema de que solo cuantifica y no valora calidad.
Lo evaluable en educación no comprende sólo a lo que saben los estudiantes pues también puede
evaluarse lo que saben o cómo actúan los docentes, el material didáctico empleado, las condiciones
edilicias, etcétera.
3. CONCEPTOS DE EVALUACIÓN
PAUL GORIN. "Es una de las partes más importantes del que hacer educativo, sin ella no sería
posible cotejar el valor de nuestro trabajo".
A. PILA TELEÑA. "La evaluación es una operación sistemática, integrada en la actividad educativa
con el objetivo de conseguir su mejoramiento continuo, mediante el conocimiento lo más exacto
posible del alumno en todos los aspectos de su personalidad, aportando una información
ajustada sobre el proceso mismo y sobre todos los factores personales y ambientales que en
ésta inciden. Señala en qué medida el proceso educativo logra sus objetivos fundamentales y
confronta los fijados con los realmente alcanzados."
STENHOUSE (1984). “ La evaluación es el medio menos indicado para mostrar el poder del
profesor ante el alumno y el medio menos apropiado para controlar las conductas de los alumnos.
Hacerlo es síntoma de debilidad y de cobardía, mostrándose fuerte con el débil, además de
que pervierte y distorsiona el significado de la evaluación”.
SHMIEDER (1966); STOCKER ( 1964); TITONE (1966). “La evaluación deberá servir entonces, para
reorientar y planificar la práctica educativa. Conocer lo que ocurre en el aula a partir de los
procesos pedagógicos empleados y su incidencia en el aprendizaje del alumno, reorientando
cuantas veces fuere necesario los procesos durante su desarrollo, es una de las funciones más
importantes de la evaluación”.
La evaluación es una etapa del proceso educacional, que tiene por finalidad comprobar, de modo
sistemático en qué medida se han logrado los resultados previstos en los objetivos que se hubieran
especificado con antelación.
Es una de la etapas más importantes, que debe ser continua y constante, porque no basta un
control solamente al final de la labor docente, si no antes, durante y después del proceso
educativo, ya que esto nos va a permitir conocer el material humano que estamos conduciendo, así
como también percatarnos de los aciertos y errores que estamos produciendo en el desarrollo del
quehacer educativo.
Se define el término medida como la asignación de cantidades numéricas a algo y como el acto
o el proceso de medir. La medida es esencialmente un proceso neutro en el que el término
valor no se sitúa sobre lo que se mide. La medida de propiedades físicas de los objetos tales
como la longitud, o la masas, no implica ningún valor, simplemente son atributos que se
estudian. Así, por ejemplo, un cronómetro puede usarse para determinar la velocidad, otros
instrumentos de medida pueden utilizarse para medir la capacidad intelectual.
En las Ciencias Humanas, los tests con los instrumentos comúnmente utilizados para medir
dimensiones tales como las aptitudes o la proporción de material aprendido u olvidado. La
medida de las características psicológicas como el neuroticismo o las habilidades específicas, la
solución de problemas o el razonamiento mecánico, en sí mismo no confieren valor a estas
características. Es la interpretación de esas medidas lo que le confiere valor y es ese acto preciso
de interpretación lo que caracteriza a la evaluación y lo diferencia de la medida.
De modo que, en evaluación y medida los especialistas a menudo realizan actividades similares
tales como la reunión sistemática de información como por ejemplo sobre el rendimiento o la
práctica del estudiante, hay una diferencia fundamental que radica en la valoración del
resultado de la medida. El resultado de la medida con fines evaluativos es comparado con un
criterio para emitir un juicio evaluativo. La evaluación es, por tanto, un concepto bastante
diferente del de medida.
Evaluación implica comparación entre los objetivos impuestos a una actividad intencional y los
resultados que produce. Es preciso evaluar no solamente los resultados, sino los objetivos, las
condiciones, los medios, el sistema pedagógico y los diferentes medios de su puesta en acción.
Esto supone:
Evaluación del contexto, determinar los objetivos, sus posibilidades, sus condiciones y
medios de realización, siendo de fundamental importancia al momento de elaborar la
planificación educativa.
Evaluación de las necesidades inherentes (Input), o sea la determinación de la
5. OBJETO DE LA EVALUACIÓN
La delimitación del objeto que se evalúa es un asunto central, de ella se deriva, en gran
medida, las decisiones sobre cómo se realiza la evaluación: los instrumentos, procedimientos,
momentos, indicadores, criterios, que se utilicen en el proceso evaluativo.
La evaluación es una tarea que todos, de una u otra manera, realizamos en forma cotidiana
en nuestra vida y en distintos ámbitos.
De manera frecuente en el día a día llevamos a cabo valoración de lo que hemos logrado, es
decir que evaluamos los resultados de nuestra conducta.
Es importante diferenciar con la acreditación que es de carácter académico-administrativo,
mientras que la evaluación y la calificación es de carácter estrictamente académico, refieren
el tipo y nivel de los aprendizajes logrados.
La evaluación comporta una valoración, se refiere a la calidad. La calificación permite una
cuantificación, se refiere a la cantidad. Al valorar se deben tomar en cuenta varios elementos
subjetivos, por ejemplo: opiniones, sentimientos, percepciones. La medición refiere
únicamente elementos observados y cuantificados. Así es posible evaluar y acreditar sin que
existan calificaciones de por medio.
En la mayoría de las instituciones de educación superior se califica sin evaluar, en otras
palabras, sin juzgar y valorar la efectividad del proceso enseñanza-aprendizaje para mejorarlo
continuamente. Al igual que los fines, la definición del objeto, tiene connotaciones ideológicas
y axiológicas. La decisión de qué se evalúa, supone la consideración de aquello que resulta
relevante, significativo, valioso del contenido de enseñanza y del proceso de aprendizaje de los
estudiantes; es decir, qué contenido deben haber aprendido, cuáles son los indicios que mejor
informan sobre el aprendizaje. Al comenzar un proceso de evaluación ya existen prejuicios
sobre lo que resulta relevante o no.
Por otra parte se da, lo que pudiese denominarse falacia de los procedimientos y medios de
evaluación. El sistema de referencia basado en la norma, privilegia la obtención de indicadores
estandarizables del objeto de evaluación, comunes a todos los individuos evaluados, de modo
que permita establecer la posición relativa de cada uno respecto a las medidas de tendencia
central de la población que sirve de referente. A tal efecto la aplicación de exámenes, iguales
en cuanto a contenido y forma, unifica la situación de prueba, por lo que sus resultados sirven
para establecer los estándares y comparar las realizaciones individuales con los mismos; lo que
refuerza el valor del examen en el ámbito de la evaluación. La sobrevaloración del instrumento
involucra sus resultados, y este hecho refuerza la consideración de dichos resultados como
indicadores pertinentes del aprendizaje.
Sin embargo esta evaluación es insuficiente, porque desatiende el proceso de aprendizaje. Sus
limitaciones aparecen, además, a la luz del análisis de la formulación y del contenido de los
propios objetivos: determinaciones imprecisas, ambiguas; objetivos cuestionables como metas.
Se añade, el demostrado hecho de la existencia de aprendizajes no previstos, que son
ignorados si solo se evalúan los objetivos. Esto no implica que los objetivos pierdan su
importancia como guías y sistema de referencia, máxime si se tiene en cuenta que expresan el
encargo social respecto a la formación de los estudiantes, acorde con los intereses, ideales,
aspiraciones de una sociedad determinada. Los objetivos son necesarios pero no suficientes
para la evaluación.
La determinación de qué evaluar durante el proceso, está en es trecha relación con el
conocimiento de los mecanismos del aprendizaje, es decir de cómo éste se produce, cuáles son
sus regularidades, sus atributos, y sus condiciones en el contexto de la enseñanza. Los estudios
científicos de carácter pedagógico y psicológico, presentan importantes avances, aunque no
suficientes para dar respuesta o coadyuvar a la solución de muchos de los problemas
centrales vigentes como, por ejemplo, el hecho de que la evaluación durante el proceso se
realice como una serie de evaluaciones "sumativas" que la aleja de las funciones previstas para
ella. No obstante, existe un caudal significativo de información que apunta a una
identificación progresiva de aquellos aspectos que deben ser objeto de la evaluación a los
efectos de ir valorando y regulando el proceso de enseñanza-aprendizaje desde su comienzo y
durante su transcurso, a través de diversos momentos o etapas.
5.2. Sobre las finalidades y funciones de la evaluación del aprendizaje.
Durante la primera mitad del siglo XX y hasta la década de los 60, la función de la evaluación
fue la de comprobar los resultados del aprendizaje. Ya se tratase en términos del rendimiento
académico o del cumplimiento de los objetivos propuestos.
Las insuficiencias de esta posición se hicieron sentir agudamente, con el auge de la evaluación
de programas y de instituciones educativas, en las décadas del 60 y el 70. Se abre un espacio
para cuestionarse las metas: "Las metas propuestas pueden ser inmorales, poco realistas, no
representativas de las necesidades de los consumidores o demasiado limitadas como para
prever efectos secundarios posiblemente cruciales" (Stufflebeam, 1985).
¿CÓMO EVALUAR?
Ni la evaluación ni la calificación pueden depender de un solo instrumento o técnica de
evaluación porque de esta manera únicamente se mide un tipo de aprendizaje. Si en el plan
de trabajo el docente diseña diferentes objetivos se deben medir los aprendizajes logrados
en cada uno de ellos por medio de la técnica que le corresponda. Todo esfuerzo realizado
por el estudiante durante el curso como resultado de las actividades de aprendizaje debe ser
parte de la evaluación.
Los criterios para calificar deben decidirse por el docente con base en su estilo personal de
enseñanza y en su plan de trabajo. Los que se designen a la calificación serán los porcentajes
de valor que se establezca a cada resultado de la actividad realizada y a su resultado final,
por ejemplo: el portafolio 30%, la observación 20%, la entrevista 10%, actividad en clase
20%, etc. Se tomara en cuenta tanto la exactitud del resultado final como el proceso que
siguió el estudiante para obtenerlo.
La evaluación tiene dos objetivos principales: analizar en qué medida se han cumplido los
objetivos para detectar posibles fallas en el proceso y superarlas y, el segundo, propiciar la
reflexión de los estudiantes en torno a su propio proceso de aprendizaje (metacognición).
Para lograr estos objetivos la evaluación debe ser participativa –que los estudiantes
participen en ella. Completa –debe abarcar todos los pasos importantes del proceso
enseñanza–aprendizaje. Continua –a lo largo del curso– no debe dejarse para el final del
mismo.
¿A QUIÉN SE EVALÚA?
El siguiente cuadro especifica qué aspectos se evalúan de cada elemento constitutivo del proceso
enseñanza aprendizaje.
¿A quién se evalúa?
¿Qué se evalúa?
Al estudiante:
Conocimientos.
Habilidades.
Capacidades o destrezas.
Actitudes.
Actitudes.
Aptitudes.
Intereses y expectativas.
Al docente - facilitador:
Dominio del tema.
Trabajo grupal.
Aplicación de técnicas didácticas.
Uso de recursos didácticos.
Manejo de instrumentos de evaluación.
El proceso enseñanza - aprendizaje:
Organización y secuencia para el logro de los objetivos.
La evaluación del aprendizaje de los estudiantes, por lo general, permite valorar el grado de
cumplimiento de los objetivos educativos; diagnosticar errores conceptuales; destrezas,
habilidades y actitudes; el proceso y manera en que los estudiantes las desarrollan. Se evalúan
también para analizar las causas de un aprendizaje deficiente y tomar las medidas oportunas.
Es fundamental que la evaluación sea capaz de valorar de forma efectiva el aprendizaje integral y
no busque estimar la mera memorización. Más importante que la memorización es desarrollar las
habilidades de reflexión, observación, análisis, el pensamiento crítico y la capacidad para resolver
problemas.
Al elaborar el plan de trabajo (la planeación didáctica) el docente diseña las unidades temáticas,
tomando en cuenta las técnicas de aprendizaje y de evaluación del aprendizaje que durante todo
el curso instrumentará, las cuales es posible que modifique al inicio o a lo largo del curso para
mejorar su enseñanza.
Las técnicas de aprendizaje y de evaluación del aprendizaje deben ir acorde con el enfoque
educativo que el docente elija y con su estilo de docencia.
Si, por ejemplo, elige la técnica expositiva es importante que tenga pleno conocimiento de que
solamente desarrolla en sus estudiantes las capacidades de atender y hacer apuntes y que con el
examen tradicional que le corresponde únicamente podrá medir las capacidades de retención,
memorización y repetición, pero no podrá medir los objetivos relacionados con la comprensión y
el manejo de información y menos aún los formativos.
• Precisar qué se quiere conocer por medio de las técnicas de evaluación, es decir el docente–
facilitador deberá responderse ¿cuáles son las capacidades, habilidades y conocimientos que
quiero y puedo enseñar?
• Seleccionar una técnica de evaluación que sea consistente con el estilo de enseñar del docente y
pueda ser fácilmente realizada en el aula.
• Después de clase, repasar los resultados y decidir qué cambios deben de realizarse para mejorar
el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Uno de los valores a nuestro juicio, más destacables de estas aportaciones, es su capacidad
para develar el "lado oculto" o, cuando menos, no fáci lmente aceptado de la evaluación,
aquello que no se hace explícito en los objetivos de la educación ni en la evaluación que se
Resulta interesante la observación de Cardinet (citado por Fernández Pérez, 1994) que bajo el
rubro de "crítica social de la evaluación" concluye: "los sociólogos han a nalizado los
mecanismos de las barreras que obstruyen la movilidad social y su veredicto es claro: la
escuela, en especial su sistema de exámenes y de calificaciones constituyen el principal
instrumento de diferenciación y estratificación social".
Las funciones sociales que tienen que ver con la certificación del saber, la
acreditación, la selección, la promoción. Los títulos que otorgan las instituciones
educativas, a partir de resultados de la evaluación, se les atribuye socialmente la
cualidad de simbolizar la posesión del saber y la competencia, en función de los
valores dominantes en cada sociedad y momento. Una sociedad meritocrática reclama
que sus individuos e instituciones se ordenen por su aproximación a la "excelencia". A
mayor cercanía, mayor mérito individual. A mayor cantidad o nivel de los títulos que
logra una persona, más vale socialmente.
Si se llevan a un extremo, estas funciones de la evaluación que la sociedad ha acuñ ado como
legítimas, pueden tener interesantes implicaciones personales, institucionales, sociales. Un
título puede ser una "patente de corso" para personas no necesariamente competentes, puesto
que los títulos garantizan formalmente el saber, pero como dic e Boudieu (1988, pág. 22), no
pueden asegurar que sea cierta tal garantía. En otros casos la persona es competente para las
tareas que desempeña, pero no posee el título acreditativo, y cae bajo sospecha. También puede
ocurrir con las instituciones.
Desde el punto de vista de las políticas educativas que se expresan en los objetivos de los
sistemas de educación, se evidencia una creciente aspiración no elitista, expresada en la
búsqueda de mayor calidad de educación para mayor cantidad de personas. Esta política toma
cuerpo, fundamentalmente, en la definición de niveles obligatorios de educación y por tanto la
democratización da acceso a niveles básicos y crea oportunidades para todos. Si en la
enseñanza obligatoria, cuando menos, la evaluación se realiza con carácter selectivo y
jerarquizador, constituye una práctica antisocial.
En el ámbito educativo tradicional el poder de control de los profesores se potencia por las
relaciones asimétricas en cuanto a la toma de decisiones, la definición de lo que es normal,
adecuado, relevante, bueno, excelente, respecto al comportamiento de los estudiantes, a los
resultados de su aprendizaje, a los contenidos a aprender, a las formas de comprobar y
mostrar el aprendizaje, al tiempo y condiciones del aprendizaje.
Las tendencias educativas de avanzada abogan por una relación educativa democrática, que
abra cauces a la participación comprometida de todos los implicados en el proceso
evaluativo, en la toma de decisiones pertinentes. En la medida que estas ideas lleguen a ser
efectivas y generalizadas en la práctica, se deben contrarrestar los efectos negativos de esta
función.
Entre ellas se nombran las funciones: orientadora, de diagnóstico, de pronóstico, creadora del
ambiente escolar, de afianzamiento del aprendizaje, de recurso para la individualización, de
retroalimentación, de motivación, de preparación de los estudiantes para la vida.
Sin pretensión de ofrecer nuevas clasificaciones, o funciones, vale destacar y comentar algunas
de especial interés, en opinión de la autora del presente trabajo:
La determinación de los resultados del aprendizaje y la calidad de éstos. Si se ha
alcanzado o no el aprendizaje esperado, u otros no previstos, y qué características o
atributos posee, de acuerdo con los criterios asumidos a tal fin. En tal caso la
principal función es la de comprobación de resultados.
Aporta información para acciones de ajuste y mejoras del proceso, a más largo plazo, al
contrastar los resultados con las necesidades que le dieron origen, por lo que no se excluye su
vínculo con la retroalimentación y regulación de la actividad.
Se supone que la evaluación de los resultados tenga también una proyección futura y no sola
retroactiva. Esto es, sirve de base para hacer predicciones sobre el ulterior desempeño
académico y profesional de estudiantes. En este sentido se habla de una función de predicción,
tan cuestionada como asumida.
En tal sentido se pueden considerar dos dimensiones. En una acepción amplia esta función
incluye todas las restantes y debiera constituir la esencia de la evaluación en el contexto del
proceso de enseñanza-aprendizaje, por lo que ella representa para la conformación de su
identidad. Con un significado más estrecho, designa aquello que directamente contribuye a
formar en los estudiantes: las estrategias de control y autorregulación como sujeto de la
actividad, y su autovaloración personal cuya génesis tiene un espacio en las valoraciones
recíprocas que se dan en las interacciones con los demás copartícipes del proceso de
enseñanza aprendizaje y consigo mismo.
La función formativa, en toda su extensión, como atributo y razón de ser del sistema de
evaluación del aprendizaje y que subsume las restantes funciones, implica que sirva para
corregir, regular, mejorar y producir aprendizajes. El carácter formativo está más en la
intención con la que se realiza y en el uso de la información, que en las técnicas o
procedimientos que se emplean, sin restar importancia a estos últimos.
Las anteriores consideraciones sobre las funciones de la evaluación llevan a considerar que la
evaluación está al servicio del proceso de enseñanza y no a la inversa e introduce
modificaciones en los enfoques tradicionales respecto a la posición de los participantes en el
proceso de enseñanza aprendizaje, así como la relación que se establece entre evaluador-
evaluado de cooperación o colaboración para el logro de fines comunes. La interpretación de
los resultados de la evaluación pasa de ser un dato estático y por lo tanto fácilmente
extrapolable como juicios globales sobre la capacidad o la valía del estudiante, a considerarse
un momento más del aprendizaje.
La evaluación actual ha sido pensada para evaluar competencias. En las nuevas tendencias se
pueden encontrar dos centros de apoyo: uno, centrado en la revisión crítica de las ciencias de la
educación en particular y de las ciencias sociales en general y el otro, más pragmático, derivado de
los nuevos desafíos que introduce el avance vertiginoso de la ciencia y tecnología.
• La cognición no es más que uno de los tantos incidentes del proceso de construcción del
conocimiento.
• Se trata que los estudiantes aprecien que el desarrollo del conocimiento provoca efectos
directos e indirectos que trascienden el aula y se relacionan con la organización, la estructura del
trabajo, el desempeño en actividades productivas y pautas de convivencia, cuya difusión y
aplicación permiten que emerjan nuevas necesidades y problemas que, al no ser satisfechos, se
convierten en nuevos desafíos para la construcción y reconstrucción del conocimiento.
En este sentido, interesa señalar que el estudiante que aprende es aquel que tiene conciencia de
sus preconcepciones, la manera cómo integra saber-realidad y cómo se identifica con los
conceptos claves, como investigación, ciencia y método para pensar la realidad y poder
transformarla.
Debate: Permite una evaluación cualitativa, es posible observar las capacidades del estudiante
para argumentar así como ciertas actitudes.
Encuestas y cuestionarios: Son listados de preguntas, por escrito, que se entregan a diferentes
personas que pueden suministrar una determinada información.
Entrevista: La entrevista es una técnica que busca la formación del estudiante. La evaluación se
lleva a cabo a través del diálogo. Mediante el diálogo se puede establecer la consistencia del
razonamiento, de las adquisiciones y de las capacidades cognitivas del estudiante.
Escalas de valoración de actitudes: Son instrumentos que aprecian y miden la disposición (a favor
o en contra) del estudiante hacia un objeto, grupo o situación.
Un caso específico de prueba escrita dentro de las pruebas objetivas son los exámenes tipo test en
los que se plantean preguntas cerradas con las respuestas predefinidas. Los estudiantes deben
seleccionar la o las respuestas correctas entre las opciones planteadas. Generalmente suelen ser
enunciados breves y respuestas igualmente no muy extensas. La ventaja de este tipo de prueba es
su carácter objetivo, puesto que la puntuación no depende del docente que corrige, siendo posible
incluso utilizar un lector óptico. Por una parte, presenta para el docente la ventaja de la rapidez y
facilidad de evaluación.
Entre los inconvenientes, las pruebas de tipo test son de difícil elaboración por parte del docente.
La falta de concreción de las preguntas y la ambigüedad que pueden presentar las respuestas son
otros problemas. Por otra parte y por lo general, las materias son ricas en matices y difíciles de
encajar en una evaluación de preguntas cerradas con múltiples respuestas predeterminadas. Este
sistema de evaluación fomenta en los docentes y en los estudiantes un enfoque centrado en los
aspectos que se preguntan, por ejemplo, definiciones y clasificaciones. No desarrollan en el
estudiante el proceso del pensamiento.
Grabaciones en audio o vídeo con guía de análisis: Cuando las grabaciones de audio o vídeo se
utilizan en la enseñanza y el aprendizaje, los docentes pueden valorar el grado de apropiación de
los contenidos de los mismos mediante guías de análisis que deben desarrollar los estudiantes.
Proyectos: Son aplicaciones de un tema o asignatura con los cuales se puede evaluar el grado de
apropiación de los conocimientos, habilidades y destrezas intelectuales. Los proyectos permiten el
ejercicio de la autonomía y la creatividad de los estudiantes. Los aprendizajes son lentos y exigen
gran inversión de tiempo y trabajo, pero los aprendizajes son duraderos. Exigen mucha planeación
de parte del docente para que el estudiante reciba todas las orientaciones necesarias antes de
emprender el trabajo (más adelante se explica con mayor detalle).
Pruebas escritas: han sido el medio tradicional de evaluación del alumnado, sobre todo en la
universidad. Esta técnica presenta diversas variantes.
Prueba teórica: El estudiante debe contestar una serie de temas de carácter teórico propuestos
por el docente. Estos temas pueden ser de carácter extenso, donde se evalúa el conocimiento
sobre un tema o apartado que el estudiante debe desarrollar o cuestiones más concretas y breves.
Este tipo de evaluación puede plantear un aspecto determinado derivado del programa de la
asignatura impartida o pedir que se relacionen conceptos y conocimientos a través de la relación
de los conocimientos adquiridos.
Examen práctico: En este tipo de examen se deben resolver, unos supuestos o problemas
planteados normalmente de carácter cuantitativo, en el que se aplican un determinado
instrumento o modelo al fenómeno descrito.
Pruebas mixtas: Se utiliza de manera conjunta los dos tipos anteriores, se valora tanto el
aprendizaje teórico como la capacidad de resolver cuestiones prácticas mediante la aplicación de
los conocimientos teóricos adquiridos.Pruebas mixtas: Se utiliza de manera conjunta los dos tipos
anteriores, se valora tanto el aprendizaje teórico como la capacidad de resolver cuestiones
prácticas mediante la aplicación de los conocimientos teóricos adquiridos.
Pruebas objetivas: Se ocupan del conocimiento factual. La estructura de estas pruebas consiste en
un enunciado que especifica en términos precisos los logros previstos. La redacción es tan exacta
que sólo admite una interpretación para una única respuesta. Se tiene en cuenta no sólo el
número de respuestas correctas, en una relación de buenas sobre el total de preguntas, sino la
posición de cada estudiante en relación con el grupo de referencia (posición en la curva de
distribución normal de puntajes). Presenta diferentes formas tales como: verdadero-falso,
completar frases, opción múltiple (simple o compuesta), etc.
Tareas, ejercicios y actividades dentro o fuera del aula: Es la forma tradicional de reforzar y valorar
los aprendizajes de los estudiantes. Requieren planeamiento e instrucciones muy claras para que
Técnica de casos: Apoya a la técnica de solución de problemas (se detalla más adelante).
7. EVALUACIÓN CONSTRUCTIVISTA
La evaluación, por tanto, debe estar orientada a evaluar los procesos personales de construcción
personal del conocimiento.
La evaluación en este marco tiene la intención de dar a los estudiantes una oportunidad para
seguir aprendiendo; esto exige que el docente reconozca las diferencias individuales y de
desarrollo de intereses, capacidades, destrezas, habilidades y actitudes. Así, la evaluación debe
partir verificando lo que los estudiantes ya saben (evaluación diagnóstica).
• Si los estudiantes son capaces de establecer una relación con el conocimiento que difiere de la
que demanda el docente.
• La validez de construcción debe verificar si se está evaluando lo que realmente se espera que los
estudiantes construyan, lo que implica una clara definición de capacidades; una declaración
explícita de las normas, que deben ser justas para los estudiantes; una clara definición de criterios
de evaluación, cuando será considerada una construcción buena, mala o regular; e instrucciones
comprensibles para la comunicación de los aprendizajes.
• Diario reflexivo
• Bitácora
• Mapa conceptual
• Autoevaluación
• Ensayos
• Monografía
La evaluación actual, igual que el aprendizaje, ocurre de forma natural. El aprendizaje es duradero
cuando se lleva a cabo dentro de un contexto significante y cuando se relaciona con asuntos y
problemas que experimenten los estudiantes.
Presenta a los estudiantes con retos reales que requieren que apliquen sus habilidades y
capacidades relevantes y conocimientos.
8. EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS
Esta técnica también puede ser útil para el enfoque de evaluación constructivista.
Algunas de las destrezas que es necesario desarrollar a través de las asignaturas en la educación
son las siguientes:
- Destreza para explicar ideas y procedimientos, tanto en forma oral como escrita.
- Las técnicas de evaluación deben evaluar los conocimientos, destrezas, capacidades, habilidades,
actitudes y valores.
- Seleccionar las técnicas más pertinentes pueden ser, por ejemplo, las pruebas escritas, la
observación o la resolución de problemas o una combinación de técnicas, dependiendo de la
habilidad que se desee evaluar y o el área específica de conocimiento.
Acerca de la evaluación:
El examen final servía al docente para obtener un panorama completo de lo que el estudiante
había aprendido en el curso.
La evaluación cuantitativa era necesaria tanto para evaluar el conocimiento de las asignaturas
como para clasificar a los estudiantes.
Para esta actividad primeramente tienes que ver el video: " Introducción a la Evaluación
Educativa”. https://www.youtube.com/watch?v=olOjPUL6Wck.
Luego de ver el respectivo recurso, debes comentar en el FORO los siguientes aspectos:
2. ¿Qué aspectos se pueden resaltar del Dr. Noam Chomsky en el proceso de Evaluación?
Recuerda que debes aportar a las respuestas de tus compañeros con comentarios de más de 300
palabras; trata de crear un debate y fomenta la participación de tus compañeros, ten presente que
el éxito de un Foro Debate depende de sus participantes.
Para la realización de esta actividad debes leer la presente lectura: Lee el Capítulo 1: Brevísima
“Introducción a la Evaluación Educativa” del Texto EVALUACIÓN DE LOS APRENDIZAJES" de Julio
Pimienta.
Posteriormente descarga el recurso "Actividad 2.3.: Brevísima Introducción a la Evaluación
Educativa”, luego de hacerlo debes realizar un Mapa Conceptual, para lo cual consulta el Recurso
de la Guía para Elaborar Mapas Conceptuales.