Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
AVANZADA
1. Geometrı́a Euclidiana 5
1.1. Simetrı́as . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.2. Transformaciones rı́gidas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
1.3. Invariantes bajo transformaciones rı́gidas . . . . . . . . . . . . . 36
1.4. Cilindros y toros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
1.5. Subgrupos finitos de E(2) y E(3) . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
1.6. Frisos y mosaicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
2. Geometrı́a Afı́n 89
2.1. La recta al infinito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
2.2. Transformaciones afines
y sus invariantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
5. Apéndices 229
5.1. Funciones diferenciables. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 229
5.2. Relaciones de equivalencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231
5.3. El grupo simétrico
en cuatro sı́mbolos: S4 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 232
5.4. Postulados euclidianos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 236
5.5. Topologı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
5.6. Algunos resultados
sobre la circunferencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239
6. Bibliografı́a 243
Introducción
DEDICATORIA
Agradecimientos
GLOSARIO DE SIMBOLOGÍA
números naturales
números enteros
números racionales
números reales
números complejos
n
espacio cartesiano n-dimensional
Sn n-esfera: vectores de norma 1 en n+1
Sn grupo simétrico en n sı́mbolos
Roθ rotación por un ángulo θ en 2 en torno al origen
Reφ reflexión en la recta por el origen de pendiente tanφ en 2
E(n) grupo de transformaciones rı́gidas en n
GL(n, ) grupo lineal de orden n
SL(n, ) grupo lineal especial de orden n
O(n, ) grupo ortogonal en n
SO(n, ) grupo de rotaciones en torno al origen en n
A2 plano afı́n
A(2) grupo afı́n
P n( ) espacio proyectivo n-dimensional sobre
P 1( ) espacio proyectivo 1-dimensional sobre
G∆ isometrı́as de ∆
GH + isometrı́as de H +
1
Geometrı́a Euclidiana
5
6
1.1. Simetrı́as
El concepto de simetrı́a es fundamental en Geometrı́a y en la naturaleza
misma: el cuerpo humano es exteriormente simétrico con respecto a un plano, y
esa simetrı́a determinó la construcción de objetos que también lo son, como los
jarrones con dos asas o los pares de calzado; la simetrı́a de un disco respecto
a su centro da lugar a múltiples aplicaciones; y un cilindro circular infinito
es simétrico no sólo respecto a muchos planos y muchos puntos, sino también
respecto a muchas rectas, en particular su eje; en este inciso mostraremos cómo
justificar estas últimas afirmaciones a partir de la ecuación del cilindro.
Para precisar qué entendemos por cada tipo de simetrı́a, empezaremos por
recordar cómo determinamos algunas distancias en el espacio tridimensional.
Las fórmulas las recordamos un poco más adelante.
PSfrag replacements
Q(x2, y2, z2) P P
H Π
H Q
Q L
P (x1 , y1, z1)
sen X
1 P
O
X
PSfrag replacements P0
−1
(a)
P
π/2 P
π
O O
P0 P0
(b) (c)
P P0
(a)
P
PSfrag replacements
P P0
P0
(b) (c)
P
P0
P
frag replacements
P0
Esto es útil porque, salvo los casos en que el sistema coordenado está dado
de antemano, podremos tomar el sistema de forma que el plano, la recta o
el punto respecto al cual nos interesa examinar la simetrı́a, sea uno de esos
elementos coordenados. Y, además, la inclusión canónica de 2 en 3 nos
permite utilizar esos criterios en el caso del plano. La Figura 1.5 ilustra las
definiciones siguientes.
PZ
PSfrag replacements PY Z
PXZ P (x, y, z)
O
Y
X
PO
PX PY
PXY
Figura 1.5: Los simétricos de un punto respecto a los planos y ejes coordenados, y
al origen.
donde bı, b y kb son los vectores de la base canónica de 3 : (1, 0, 0), (0, 1, 0) y
(0, 0, 1), respectivamente.
Con la norma del producto vectorial podemos calcular el área de un pa-
ralelogramo, pues si θ = 6 (ū, v̄), es fácil demostrar que
Y, finalmente, el triple producto escalar de tres vectores ū, v̄, w̄, [ū, v̄, w̄],
sirve para calcular el volumen orientado del paralelepı́pedo determinado
por 0̄, ū, v̄, w̄, ū + v̄, ū + w̄, v̄ + w̄ y ū + v̄ + w̄ (vea la Figura 1.6).
v×w
PSfrag replacements u
w
v
PSfrag replacements Z
Q
Q − P0
L
P0 û
X
3
Figura 1.7: Cómo calcular la distancia de un punto a una recta en .
P0
−1
Y
A
B E
α π−α
X
C(−d, 0) D(d, 0)
Con esas ecuaciones es inmediato comprobar que los puntos del lado CB
tienen sus simétricos respecto al eje Y en el lado DE, lo cual dejamos al lector.
Y también corresponde al lector demostrar que los simétricos de los puntos en
el lado BA se encuentran en el lado EA.
y como x y y aparecen con exponente par y z es libre, es claro que hay simetrı́a
17
respecto al origen, a cada uno de los ejes coordenados y a cada uno de los planos
coordenados, en particular respecto al eje Z, al plano Y Z y al plano XY .
Z
PSfrag replacements
PZ P PY Z
PO Y
X
PXY
Tal vez en un principio el lector no creyera que hubiera otros ejes de simetrı́a
distintos del eje de revolución, pero la sencillez del criterio para demostrar la
simetrı́a de una figura respecto a un eje coordenado, nos permitió descubrir
que el cilindro tiene infinitos ejes de simetrı́a: cada una de las rectas que cortan
perpendicularmente al eje de revolución.
ésa es una de las ventajas del estudio de la Geometrı́a utilizando álgebra:
permite descubrir hechos geométricos que uno no se habı́a planteado.
las rectas por los centros de caras opuestas y a las rectas por los puntos medios
de aristas opuestas (obtenidas como intersección de caras distintas), y al punto
en que se cortan todos los planos y ejes de simetrı́a.
D
(−a, −a, a)
C(−a, a, a)
A
(a, −a, a)
B(a, a, a)
Y
U T (−a, a, −a)
(−a, −a, −a)
X
R
(a, −a, −a) S(a, a, −a)
Las ecuaciones de los planos a que pertenecen las caras son x = a y x = −a;
y = a y y = −a; z = a y z = −a, y si los vértices de la tapa son A, B, C y D
y los de la base son R, S, T y U , las caras quedan definidas ası́:
donde 0 ≤ σ ≤ 2a y −2a ≤ τ ≤ 0.
Cuando s = −σ y t = τ, el segmento P P 0 es perpendicular al plano ART C,
pues P − P 0 = (s, s, 0) es paralelo a (1, 1, 0), y las distancias de P a ART C y
20
|a − s − a| |s| |a − a + s| |s|
√ =√ ; √ =√ ,
2 2 2 2
EJERCICIOS
1. Dé ejemplos de figuras con un número infinito de: centros de simetrı́a;
ejes de simetrı́a; planos de simetrı́a.
2. Demuestre que si una figura en el plano cartesiano es simétrica respecto
a ambos ejes, necesariamente tiene un centro de simetrı́a.
3. Dibuje una curva C en el plano y fije un punto O ∈/ C. Complete el dibujo
de suerte que la figura resultante sea simétrica respecto a O. Repita el
ejercicio fijando una recta L.
4. Analice las simetrı́as de todas las cónicas, incluidos los casos singulares
(esto es, cuando el plano de corte pasa por el vértice del cono). Analice
también las simetrı́as de las cuádricas.
5. ¿Qué caracterı́stica tiene la ecuación canónica de una cuádrica que es
simétrica respecto a un plano coordenado? ¿Y para que sea simétrica
respecto a un eje coordenado? ¿Y respecto al origen?
6. Demuestre que si una figura en el espacio cartesiano es simétrica respecto
a cada uno de los planos coordenados, también lo es respecto a los ejes
coordenados y el origen.
7. ¿Cuántos ejes de simetrı́a tiene un triángulo isósceles? ¿Y uno equilátero?
8. Determine en un dibujo las proyecciones de P (x, y, z) en cada eje y plano
coordenados, y dibuje el paralelepı́pedo que determinan.
9. Demuestre la desigualdad de Schwarz a partir de la desigualdad
||ū + tv̄||2 ≥ 0.
21
P + ā
ā
Q
X
2
Figura 1.13: Traslación en por un vector fijo ā.
(Tā)−1 = T−ā .
g ? h ∈ G para cualesquiera g, h ∈ G.
25
(g ? h) ? k = g ? (h ? k) .
e ? g = g ? e = g.
g −1 ? g = g ? g −1 = e.
g1 ? g 2 = g 2 ? g 1 ,
Y
PSfrag replacements
y(0, 1)
P (x, y)
(cos θ, sen θ)
θ
X
Roθ (P ) x(1, 0)
(−sen θ, cos θ)
Roθ (x, y) = x(cos θ, sen θ)+y(−sen θ, cos θ) = (x cos θ−y sen θ, x sen θ+y cos θ),
d(Roθ (P ), Roθ (Q)) = ||Roθ (P )−Roθ (Q)|| = ||Roθ (P −Q)|| = ||P −Q|| = d(P, Q).
φ
y(0, 1) P
X
x(1, 0)
(sen 2φ, − cos 2φ)
S 1 = {(x, y) ∈ 2
| x2 + y 2 = 1},
que determina el radio que forma el ángulo θ con la parte positiva del eje X. De
los puntos de la circunferencia podemos decir qué tan cercanos están, porque
sabemos medir distancias en S 1. Entonces, en este grupo también tenemos una
estructura geométrica. Más aún, S 1 puede verse como el grupo multiplicativo
de los números complejos de norma 1, y la correspondencia con SO(2, ) es
un isomorfismo.
El primero en estudiar este tipo de grupos fue Sophus Lie (1842-99), con-
temporáneo y amigo de Klein, y en su honor se les llama grupos de Lie.
Volveremos a ellos más tarde, y en el caso de las rotaciones mostraremos la
conveniencia de utilizar coordenadas complejas.
Para una reflexión, pedimos que la base canónica se transforme en una base
ortonormal izquierda:
33
3 3 3
Definición. Una reflexión en es una función Re : → cuyo
efecto sobre un punto P (x, y, z) es
u1 v1 w1 x xu1 + yv1 + zw1
Re(x, y, z) = u2 v2 w2 y = xu2 + yv2 + zw2 ,
u3 v3 w3 z xu3 + yv3 + zw3
donde ub = (u1 , u2, u3), vb = (v1, v2, v3 ), wb = (w1 , w2, w3) forman una base
ortonormal izquierda.
3
Ejemplos de matrices de reflexión en son
−1 0 0 1 0 0 −1 0 0
0 a −b , 0 a b y 0 −1 0 .
0 b a 0 b −a 0 0 −1
ii) U respeta el producto escalar. Para ello bastará desarrollar los dos miem-
bros de la igualdad, garantizada porque U es rı́gida,
iii) U es lineal; para ello, compruebe que ||U (λā) − λU (ā)||2 = 0, y también
que ||U (ā + b̄) − U (ā) − U (b̄)||2 = 0. Como 0̄ es el único vector caracterizado
por su norma, eso asegura que U “saca escalares se distribuye sobre la suma.
2
EJERCICIOS
1. ¿Es − {0} grupo respecto al producto?
2. Demuestre que GL(2, ), el conjunto de las matrices de 2 × 2 con en-
tradas reales y determinante distinto de cero, forman un grupo bajo la
multiplicación llamado grupo general lineal de orden 2. ¿Es conmu-
tativo?
3. Demuestre que el producto de matrices del tipo (1.4) es conmutativo.
4. Demuestre que una reflexión en el plano respecto a una recta por el
origen, es una transformación rı́gida.
5. Demuestre que la transformación inversa de una reflexión en el plano
respecto a Lφ , es la misma reflexión.
6. Determine la recta de reflexión para la composición de una rotación y una
reflexión, y verifique que la recta depende del orden de la composición.
7. Demuestre que, en el plano, toda rotación en torno al origen es compo-
sición de dos reflexiones en rectas que pasan por el origen.
8. Demuestre que, en el plano, cualquier traslación es composición de dos
reflexiones en rectas paralelas y perpendiculares a la dirección de la tras-
lación.
9. Demuestre que las afirmaciones de los dos ejercicios anteriores pueden
generalizarse ası́: “La composición de dos reflexiones en rectas arbitrarias
es una rotación, salvo el caso en que las rectas sean paralelas, donde se
obtiene una traslación, entonces tiene sentido afirmar que una traslación
2
rectas que se cortan en ese mismo ángulo (considere el triángulo formado por
un punto en cada recta y el punto de intersección). Por todo ello, bajo una
transformación rı́gida, un cuadrado se transforma en otro cuadrado, etc.
También el tipo de cónica es invariante bajo una transformación rı́gida;
por ejemplo, una elipse es el lugar geométrico de los puntos P del plano tales
que la suma de sus distancias a dos puntos fijos, F1 y F2, es una constante
(que solemos denotar por 2a). Entonces, si las imágenes de los focos bajo una
transformación rı́gida T son F10 y F20 , el punto P 0 = T (P ) cumple la condición
definitoria de elipse respecto a F10 y F20 . Y, desde luego, los semiejes medirán
lo mismo que en la elipse original.
El mismo razonamiento se aplica en los otros dos tipos de cónica.
Para las superficies cuádricas, empecemos por precisar qué entendemos por
una superficie cuádrica y cómo las hemos clasificado.
Una superficie cuádrica es el lugar geométrico de los puntos (x, y, z) que
satisfacen una ecuación de segundo grado en 3 variables:
2o. Las únicas formas canónicas de las superficies cuádricas son las siguientes,
porque agotan todos los casos posibles (damos un ejemplo de cada tipo,
y, salvo 1), 3), 7) y 13), los ilustramos en la Figura 1.16):
- Rango 3:
1) el conjunto vacı́o, correspondiente a la ecuación x2 + y 2 + z 2 = −1;
2) un elipsoide, correspondiente a la ecuación x2 + 2y 2 + 3z 2 = 1;
3) un punto, dado por la ecuación x2 + 2y 2 + 3z 2 = 0;
4) un hiperboloide de 2 hojas, dado por la ecuación x2 − 2y 2 − 3z 2 = 1;
5) un hiperboloide de 1 hoja, cuya ecuación tı́pica es x2 + 2y 2 − 3z 2 = 1;
6) un cono, cuya ecuación tı́pica es x2 + 2y 2 − 3z 2 = 0.
- Rango 2:
*) el conjunto vacı́o, dado por x2 + y 2 = −1;
7) una recta, dada por la ecuación x2 + 2y 2 = 0;
8) dos planos que se cortan, cuya ecuación es x2 − 2y 2 = 0;
9) un cilindro elı́ptico, cuya ecuación tı́pica es x2 + 2y 2 = 1;
10) un cilindro hiperbólico, dado por la ecuación x2 − 2y 2 = 1;
11) un paraboloide hiperbólico, de ecuación x2 − 2y 2 = z;
12) un paraboloide elı́ptico, con ecuación x2 + 2y 2 = z;
- Rango 1:
*) el conjunto vacı́o, dado por x2 = −1;
13) un plano doble, cuya ecuación tı́pica es x2 = 0;
14) 2 planos paralelos, correspondientes a x2 = 1;
15) un cilindro parabólico, cuya ecuación tı́pica es x2 = y.
39
PSfrag replacements
2 planos que se cortan 2 planos paralelos elipsoide
2
x2 2
y2 = kx2 x2 = k 2 a2 + yb2 + zc2 = 1
a 2 + b2 = z a2
− yb2 + zc2 = 1 a2
− xb2 = 1
Es claro que no todos los lugares geométricos listados tienen derecho a lla-
marse superficies, como ocurre con el vacı́o (ecuaciones 1), *) y **)), un punto
(3), o una recta (7), que son casos lı́mite de un elipsoide y un cilindro elı́ptico,
respectivamente, y por eso se llaman cuádricas degeneradas. Sin embar-
go, todos son lugares geométricos correspondientes a ecuaciones polinomiales
cuadráticas en 3 variables.
La demostración de la invariancia del rango y la signatura de una matriz
41
Daremos ahora una primera versión del invariante bajo isometrı́as más
importante en Geometrı́a Diferencial, la curvatura de una superficie en
cada uno de sus puntos (como veremos, el valor de la curvatura puede
cambiar de punto a punto). Una referencia para quien desee profundizar en
este tema es [DoC].
Las figuras estudiadas en esa rama de la Geometrı́a deben ser suaves, es
decir, si se trata de curvas requerimos que en cada uno de sus puntos esté bien
definida la recta tangente, y si se trata de superficies, la condición es que en
cada uno de sus puntos tenga bien definido su plano tangente.
El lector recordará que la utilidad de que una curva tenga bien definida
la recta tangente en cada uno de sus puntos, es la posibilidad de aproximar
a la curva por su tangente en una vecindad suficientemente pequeña
del punto. Lo análogo ocurre con una superficie, si en cada punto está bien
definido el plano tangente, habrá muchos problemas donde pueda sustituirse,
localmente, la superficie por su plano tangente (véase la Figura 1.17).
Eso no siempre ocurre, pues en una superficie tan sencilla como un cono
de revolución, no puede definirse el plano tangente en el vértice. Para con-
vencernos, basta considerar que cada una de las generatrices es una recta no
sólo tangente al cono, sino contenida en él, y si existiera un plano tangente al
cono en el vértice, cada generatriz deberı́a estar contenida en ese plano, lo cual
evidentemente es imposible.
El Cálculo nos da una técnica sencilla para detectar cuáles superficies son
suaves, al menos si se trata de superficies definidas por una función diferencia-
ble F : 3 → , como lo son E(x, y, z) = x2 +4y 2 +9z 2 , P (x, y, z) = x2 +y 2 −z,
Π(x, y, z) = x + 2y + 3z (para aclarar algunos de los conceptos mencionados
en el resto de esta sección, puede recurrirse al Apéndice 5.1, o a [Cou]).
Un hiperboloide de dos mantos (4), y un cono (6) son superficies de nivel
de la función
F (x, y, z) = x2 − y 2 − z 2 ,
cuyo gradiente ∇F es
PSfrag replacements
P1 N̂
N̂
H1
T1
H3 T2
H2
P3
P2 T3
que tiene norma 1/r y, además, apunta en todos los casos hacia la parte cóncava
de la circunferencia.
Π3 Π1 Π3
Π1 Π2
Π2
Π2 C2 Π1
PSfrag replacements C1 C2
C2
C3 C1 Π3
C3 C3
C1
Antes de finalizar esta sección, definiremos otros dos conceptos que pueden
ser fácilmente entendidos si los analizamos en los ejemplos de superficies que
hemos trabajado.
El primero es el de superficie homogénea. De forma intuitiva, decimos
que una superficie es homogénea si un trozo de superficie que rodee un punto
puede superponerse a la superficie en torno a cualquier otro punto; eso ocurre
con el plano, con la esfera y también con el cilindro, pero no con el toro de
revolución ni con un elipsoide.
De manera formal, podemos decir que una superficie S es homogénea si
para cualesquiera dos puntos P y Q en la superficie, existe una transformación
rı́gida que lleva una porción de la superficie en torno a P en una porción de la
superficie en torno a Q.
Al segundo concepto lo llamaremos isotropı́a, y se refiere al hecho de que
en un punto, la superficie muestre el mismo aspecto al mirar en cualquier
dirección. El plano y la esfera son isotrópicos, pero el cilindro no lo es.
Decimos que un punto de una superficie es un punto umbı́lico si todas
las curvaturas seccionales en el punto son iguales. Los puntos de un cilindro
no son umbı́licos, pero sı́ lo son los de una esfera y los de un plano.
EJERCICIOS
1. Demuestre que el polinomio caracterı́stico de una matriz, es invariante
bajo transformaciones rı́gidas.
2. Para cada una de las cuádricas con un mismo rango y signatura, dé
caracterı́sticas métricas, como las simetrı́as y la extensión, que muestren
la diferencia entre los distintos tipos.
3. Dibuje la superficie definida por la ecuación
4. Sin hacer ningún cálculo, demuestre cada una de las afirmaciones siguien-
tes.
(a) la curvatura de un plano en cualquiera de sus puntos es 0;
(b) la curvatura de una esfera toma el mismo valor en cada uno sus
puntos (encuéntrela);
(c) la curvatura de un cilindro tiene el mismo valor en cada uno de sus
puntos (encuéntrela);
47
PSfrag replacements Y
(x,y) (x+1,y) (x+2,y) 2/ ∼
2
Figura 1.19: Al identificar los puntos de con la misma ordenada y x − x0 ∈ ,
obtenemos un cilindro.
PSfrag replacements
(x, y) ∼2 (x0, y 0) si x − x0 ∈ , y − y 0 ∈ ,
es decir, ahora dos puntos del plano están relacionados si tanto la diferencia
entre sus abscisas como la diferencia entre sus ordenadas, son enteros.
Ası́ como la primera condición nos obligó a restringirnos a una banda ver-
tical, la segunda nos obliga a restringirnos a una banda horizontal, y como
estamos pidiendo ambas condiciones, una región fundamental en este caso es
51
Y
(x,y+1) (x+1,y+1)
PSfrag replacements
(x,y) (x+1,y) !
X
2
Figura 1.21: Al identificar los puntos de con x − x0 ∈ y y − y 0 ∈ , obtenemos
un toro plano (que no cabe bien en 3).
Esta vez hay dos clases de curvas cerradas que no pueden deformarse en
un punto, una clase por cada par de lados paralelos del cuadrado.
Pero si bien lo anterior establece una diferencia esencial entre el plano y el
toro plano, al plantearnos cuáles son las geodésicas del toro basta considerar
que para cualesquiera dos puntos distintos P y Q en el toro, si P 0 ∈ 2 se
aplica en P , hay un punto Q∗ ∈ 2 que se aplica en Q y que es el más cercano
a P 0 de entre los 9 posibles (vea la Figura 1.22).
El segmento de recta de P 0 a Q∗ se aplica en una curva del toro que nece-
52
Q∗
PSfrag replacements Q
P0
Q0
P
que aplica cada punto (x, y) en su clase [(x, y)] según la relación de equivalencia
∼2 .
Entonces, las geodésicas del toro plano son las imágenes bajo Π de las
geodésicas de 2, pues la forma de medir en el toro plano se hereda de 2
También conviene hacer notar que el cilindro y el toro plano tienen bien
definido el plano tangente en cada uno de sus puntos. Eso se debe a que al
pegar los bordes de una banda que sea región fundamental del cilindro, los
puntos donde hicimos el pegado tienen la misma calidad que todos los demás;
en particular, por ellos pasan curvas en todas direcciones, como lo muestra la
Figura 1.23.
El plano tangente en un punto P se considera formado por los vectores
velocidad de curvas que pasan por P (pueden ser segmentos de recta centrados
en P ). Las curvas pueden recorrerse en un sentido o en otro, y con la rapidez
que queramos; por eso los vectores tangentes realmente forman todo un plano
(vea la Figura 1.23).
53
Un ejercicio interesante, sobre todo por las aplicaciones que tiene más ade-
lante, es pensar en una recta dibujada en 2 cuya traza quisiéramos conservar
al obtener las identificaciones que hemos planteado.
En el cilindro, obtendrı́amos una “hélice”, y como casos lı́mite tendrı́amos
una recta y una circunferencia (véase la Figura 1.24).
En el toro, podemos obtener muchos tipos de curvas cerradas, como ocurre
con la recta por el origen y de pendiente 1, puesto que los cuatro vértices del
cuadrado acaban identificándose en uno solo, o con cualquier otra recta que
una dos puntos de coordenadas enteras, por la misma razón del caso anterior
(vea la Figura 1.24).
Pero cuando en el plano tomamos una recta por el origen de pendiente
irracional, la curva que se origina en el toro no se cierra y, además, se enrolla
en él de forma tal que para cualquier punto del toro hay puntos de la curva tan
cercanos como se quiera, esto es, la curva es un conjunto denso en el toro.
Para demostrar esto último, consideramos la recta y = mx con m 6∈ .
Entonces, los puntos en el lado izquierdo del cuadrado que son equivalentes a
puntos de la recta de la forma (n, mn) con n entero, son de la forma (0, mn −
[mn]), donde [mn] es la parte entera de mn; escribiremos yn = mn − [mn].
Si dividimos el lado izquierdo del cuadrado en k partes, con k ∈ , de los
puntos (0, yj ) provenientes de los k + 1 puntos (1, m), (2, 2m),..., (k + 1, (k +
1)m), por el “principio de las casillas”hay dos en el mismo segmento de longitud
1/k, es decir, para algunos r, s ∈ {1, 2, ..., k + 1}, tenemos
1
ys − y r < .
k
54
PSfrag replacements X
II I II 2
1 1 0, II
I
2 2
0 1
I
R
C C
R
c
PSfrag replacements
r c
r
El trozo de recta entre los puntos (r, mr) y (s, ms) es congruente con el
trozo de recta entre (0, 0) y (s − r, (s − r)m), lo cual significa que también
hay dos puntos de la curva en el primer segmento de longitud 1/k en el lado
izquierdo, y en consecuencia en cualquiera otra de las partes en que habı́amos
dividido al lado izquierdo.
Como k fue arbitrario, concluimos que hay puntos provenientes de la curva
tan cerca como se quiera de cualquier punto del lado izquierdo. Por tanto, hay
un conjunto denso de intersecciones de la curva con el lado izquierdo.
Lo mismo ocurre para cualquier otro segmento vertical, y por eso la curva
del toro plano originada por una recta de pendiente irracional es densa en el
toro y no tiene autointersecciones.
Aquı́ cabe mencionar que hay un fenómeno análogo para las curvas llamadas
hipocicloide y epicicloide, descritas por un punto fijo de una circunferencia
de radio r que gira sin resbalar dentro (o fuera) de otra circunferencia de radio
R (vea la Figura 1.25).
Cuando la razón entre los radios es racional, la curva se cierra, pero si la
razón es irracional, el punto toca a la circunferencia de radio R en puntos que
forman un conjunto denso en dicha circunferencia. La demostración se deja
como ejercicio en esta sección.
los puntos del plano bajo la acción del grupo T × , cuyos elementos son las
traslaciones T(n,m) asociadas a vectores (n, m) con entradas enteras.
Son realmente dos lecturas diferentes de un mismo hecho geométrico, la
obtención de superficies con una estructura euclidiana a partir de 2, ya sea
como espacios de identificación bajo una relación de equivalencia, que es
el punto de vista topológico, o como el espacio de órbitas de los puntos de 2
bajo la acción de un grupo, que es el punto de vista algebraico.
No cualquier grupo tiene como espacio de órbitas un objeto geométrico
nuevo, o interesante; por ejemplo, si el grupo que actúa en 2 es T , donde
Tr ∈ T corresponde a la traslación horizontal por un vector (r, 0) con r ∈ ,
resulta que la órbita de un punto P (0, y0 ) es toda la recta horizontal y = y0;
en consecuencia, el espacio de las órbitas de los puntos de 2 bajo la acción
del grupo T es sólo una recta, que puede pensarse como el eje Y .
EJERCICIOS
1. Dé 4 ejemplos de superficies homogéneas, y analice cuáles contienen pun-
tos umbı́licos.
cualquier otro?
57
una figura F que debe permanecer invariante bajo un subgrupo que contiene
(i)
a Roθ , sus imágenes bajo las iteraciones de la rotación, Roθ (P ) = Roθ ◦ ... ◦
Roθ (P ), también deben pertenecer a F .
éste es el caso, por ejemplo, de un polı́gono regular de n vértices inscrito
en una circunferencia con centro en el origen; la figura siguiente muestra los
casos de un cuadrado y un pentágono regulares inscritos en C(Ō, 1).
El cuadrado permanece invariante bajo la rotación por θ = 2π/4 = π/2
58
Es claro que cualquier sector del plano acotado por dos rayos que partan
del origen y formen un ángulo 2π/n contiene un representante de cada órbita,
excepto por los puntos en los bordes que, como en el caso del cilindro, deben
identificarse. Esta vez, un punto P en un rayo frontera se identifica con el punto
P 0 en el otro rayo frontera si ambos están a la misma distancia del origen; se
forma ası́ un cono infinito, aunque las generatrices no son rectas completas,
sino sólo rayos por el origen. ése es el espacio de las órbitas de los puntos de
60
2
bajo la acción del grupo G; en el vértice, los vectores tangentes al cono no
forman un plano.
2 3
1
4
1 3
2
PSfrag replacements
2 5
4
3
8
7
5
6
6
1 5
5 4
3
1 9 6
2 4
14
10
2 3 10
6 15 8 13 9
7 19
20 8
11
11 12 18
16 7 12
17
Para empezar, los números del cubo (o hexaedro) y del octaedro se corres-
ponden, sólo que con los números de vértices y caras intercambiados, y otro
tanto ocurre para el dodecaedro y el icosaedro. Eso se debe a que al tomar
los baricentros de las caras como vértices y formar poliedros regulares con las
mismas reglas que usamos antes, obtenemos el otro sólido de la pareja, incluido
el caso del tetraedro que debe considerarse como su propia pareja.
Decimos que los miembros de una pareja son uno el dual del otro, por
razones que veremos más adelante.
El otro hecho relevante consiste en que al formar en cada caso el número
X = V − A + C,
3
PSfrag replacements
4
7
6
8
5 2
X = 8 − 24 + 16 = 0.
Veamos cuáles son los grupos de simetrı́as de los sólidos platónicos. Deja-
remos el caso del tetraedro al lector (vea el Ejercicio 5 al final de la sección),
pero esperamos que el análisis de los casos del cubo y del dodecaedro le per-
mitan demostrar que las simetrı́as del tetraedro forman un grupo isomorfo al
grupo de permutaciones de cuatro sı́mbolos (que corresponden a los vértices),
usualmente denotado por S4 y llamado el grupo simétrico en cuatro letras
(vea el Apéndice 5.2).
Como lo hicimos en la sección 1.1, ubicamos al cubo de forma que sus caras
sean paralelas a los planos coordenados y el centro del cubo sea el origen; ası́
los vértices pertenecen a una esfera con centro en el origen, y entonces las
simetrı́as del cubo forman un subgrupo de O(3, ) (vea la Figura 1.29, que
reproduce la Figura 1.12).
La tarea ahora es determinar el subgrupo de O(3, ) que deja invariante al
cubo. Por lo que hemos visto, basta restringirnos al subgrupo de las rotaciones,
65
D1 = AT ; D2 = BU ; D3 = CR; D4 = DS,
deben ir unas en otras bajo cualquier rotación que deje invariante al cubo, esto
es, cualquier rotación que fije al cubo da lugar a una permutación de cuatro
PSfrag replacements
objetos, las diagonales.
Z
D
C
A
B
Y
U T
X R
S
Figura 1.29: Las rotaciones que fijan el cubo, llevan diagonales en diagonales.
(23)(12) = (132).
Para contar las rotaciones, analicemos cuáles son los ejes de rotación y los
posibles ángulos de rotación que no producen la identidad:
67
- Si el eje es la recta que une los puntos medios de dos aristas opuestas,
el ángulo de rotación sólo puede ser π; como hay 6 pares de aristas opuestas,
tenemos 6 rotaciones de este tipo.
- Si el eje es la recta que une los centros de caras opuestas, los ángulos de
rotación que fijan el cubo son múltiplos enteros de π/2; hay 3 de ellos que no
dan la identidad, y como hay 3 pares de caras opuestas, tenemos 9 rotaciones
de este tipo.
- Si el eje es la recta que une vértices opuestos, como en un vértice concurren
3 aristas, los ángulos de rotación posibles son múltiplos enteros de 2π/3, y de
ellos sólo 2 no dan la identidad; como hay 4 pares de vértices opuestos, tenemos
8 rotaciones de este tipo.
vértices antı́podas a la diagonal C 0D0 . Serán cuatro aristas paralelas del cubo.
Otro juego de diagonales paralelas resulta de considerar las diagonales AC,
A C , DB y D0 B 0 , todas paralelas a la arista T U del dodecaedro, y el último
0 0
- Rotaciones cuyo eje pase por los centros de dos caras opuestas, por un
ángulo de 2kπ/5, con 1 ≤ k ≤ 4; hay 6 pares de caras opuestas y cuatro
rotaciones distintas de la identidad por cada par. Eso da 24 rotaciones de este
tipo.
- Rotaciones cuyo eje pase por dos vértices opuestos, por un ángulo de
2kπ/3, con 1 ≤ k ≤ 3; hay 10 pares de vértices opuestos y 2 rotaciones distintas
de la identidad para cada par. Eso da 20 rotaciones de este tipo.
- Rotaciones cuyo eje pase por los puntos medios de aristas opuestas, por
un ángulo de 2kπ/2, con k = 1, 2; hay 15 pares de aristas opuestas y sólo una
rotación distinta de la identidad para cada par. Hay entonces 15 rotaciones de
este tipo.
Si a estas 59 rotaciones les añadimos la identidad, tenemos 60 rotaciones
en total, que es precisamente el número de elementos de A5, el subgrupo
alternante, o de permutaciones pares, de S5 .
El lector deberá comprobar que la correspondencia entre el grupo de rota-
ciones que dejan invariante al dodecaedro y los elementos de A5 es realmente
un isomorfismo, ası́ como que
L0 B
A S
R
M0 U0
0
C
T T0 D
D0
R0
A0
S0
C
M
U
B0 L
EJERCICIOS
1. Demuestre que SO(2, ) es un grupo isomorfo al grupo multiplicativo
de los números complejos de norma 1.
2. Considere la función determinante de GL(3, )a − {0}. ¿Es subgrupo
70
Para crear un friso, deberemos trazar una recta L y observar dos reglas:
PSfrag replacements
L
L
Figura 1.33: Un patrón simple, sin simetrı́as internas que fijen la base.
73
G5 =< γ > .
Note que si bien los grupos G1 y G5 son ambos cı́clicos infinitos, los ele-
mentos de E(2) que generan cada uno son isometrı́as distintas, por eso el friso
F1 no queda invariante bajo un paso.
G6 =< RV , RL , T2ā| R2V = Id, R2L = Id, (RL ◦RV )2 = Id, RV ◦T2ā◦RV = T−2ā > .
Nótese que también esta vez no hace falta incluir una traslación entre los
generadores, porque (RV ◦ σ2A )2 = T4ā.
PSfrag replacements 75
G1 = hTāi L
A 2A 3A
F2 queda
D invariante
E bajo
G2 = σ1/2, Tā , donde ... ...
2
σ1/2 = Id, σ1/2 ◦ Tā ◦ σ1/2 = (Tā)−1 L
PSfrag replacements ... ...
R2L = Id L
PSfrag replacements ... ...
L
PSfrag replacements ... ...
L
y (RV ◦ σ2a) = T4āPSfrag replacements
2
... ...
Demostración. Las isometrı́as que dejan invariante una recta L del plano y
que permiten observar la regla de utilizar una vez el patrón en cada tramo de
longitud a son:
2. Si un grupo contiene una isometrı́a del tipo (ii), con r = 1/2, el patrón
se utiliza en ambos lados en cada tramo y la traslación necesariamente
es Tā, ası́ que el subgrupo que generan es G2 .
4. Si el subgrupo contiene una isometrı́a del tipo (iv), podemos agregar otra
del tipo (i), con n = 2; el subgrupo que generan es precisamente G4 .
6. Si en el subgrupo figuran una isometrı́a del tipo (ii) y la del tipo (iii),
automáticamente aparece una del tipo (iv), y como todas ellas son invo-
luciones (su cuadrado es la identidad), es necesario añadir una traslación
que necesariamente corresponde a 2ā, ası́ que el grupo es G6 .
7. Si ahora permitimos una isometrı́a del tipo (ii) y otra del tipo (iv), el
grupo que generan es G7 .
8. Una isometrı́a del tipo (ii) y otra del tipo (v) que no den lugar a una
superposición del patrón, son σ1/2 y γ, pero entonces necesariamente la
recta V es un eje de simetrı́a (demuéstrelo), y el grupo es isomorfo a G7 .
9. Las isometrı́as (iii) y (iv), cuando se componen, dan lugar a una del tipo
(ii), todas son involuciones, y entonces en el grupo debe introducirse la
traslación por T2ā, por lo que el grupo es G6 .
permite descubrir que varios de ellos quedan invariantes bajo pasos de largo
distinto al de γ. Si además resuelve el Ejercicio 6, podemos dar por concluida
la demostración de la proposición.
M1
pm
M2 M3
p2 pm
Sfrag replacements
M4 M5
pm pg
M6 M7
p4m pmg
Figura 1.35: Cinco de los 17 tipos de mosaicos.
80
Primero, se efectúa una rotación por π/4 (con centro en el centro de cualquiera
de los cuadrados), luego se reduce la distancia entre los ejes de los pasos (en
¯ donde d¯ es el vector diagonal contenido en un
lugar de ser 2||ā|| será ||(1/2)d||,
eje de simetrı́a) y, finalmente, la traslación en los pasos es Td¯. La composición
de estas tres transformaciones no es una isometrı́a, pero es sólo un cambio de
escala, y entonces será claro que a cada isometrı́a que deje invariante M 3, le
corresponde una isometrı́a del mismo tipo que deja invariante M1 .
La notación debajo de Mi es la utilizada en cristalografı́a, donde estos
grupos aparecen de manera natural.
Esta vez no podremos utilizar un mismo patrón para generar mosaicos
correspondientes a todos los tipos posibles, ası́ que nos conviene hacer algu-
nas observaciones sencillas y demostrar un único teorema, el de la restricción
cristalográfica, que clasifica naturalmente los 17 tipos de mosaicos.
Primero, una definición:
I. Los grupos de rotaciones que permiten la invariancia de una región son los
grupos cı́clicos generados por un ángulo de la forma 2π/n con n ∈ ; de lo
contrario, las imágenes de la región se traslaparı́an.
R1 = R2 ◦ T.
81
PSfrag replacements
(a) (b)
Tomemos ahora un hexágono básico con marcas como las ilustradas; en-
tonces, la reflexión en una diagonal no deja invariante a la pieza básica, pero
el centro de cualquier hexágono sı́ es un 6-centro del mosaico. Por tanto, el
mosaico (b) de la Figura 1.36 queda invariante bajo un grupo distinto del
correspondiente al mosaico (a), pues el primero no contiene reflexiones y el
segundo sı́. El tipo del mosaico (a) se denota p6.
Si las marcas del hexágono básico son sólo tres, como las ilustradas en la
Figura 1.37(a), nuevamente las diagonales del hexágono no son ejes de simetrı́a,
y esta vez el centro de cualquier hexágono es un 3-centro del mosaico, como
también lo son los vértices. No hay 6-centros. Las siglas para su tipo son p3.
En cambio, si las tres marcas son apotemas del hexágono, como en la
Figura 1.37(b), y reflejamos el hexágono central sobre sus lados para generar los
hexágonos contiguos, y después trasladamos en las direcciones de las apotemas
por múltiplos de 4 veces el apotema, ocurre que el centro de cualquier hexágono
es un 3-centro, pero no lo son los vértices. No hay 6-centros, pero esta vez, sı́
hay ejes de simetrı́a: las rectas que contienen a las apotemas. Los lados de los
hexágonos no son ejes de simetrı́a, y las siglas correspondientes a este tipo de
mosaico son p3m1.
Finalmente, otro mosaico con sólo 3-centros resulta al tomar como pieza
básica un triángulo equilátero con tres marcas, como en la Figura 1.37(c), y lo
reflejamos sobre sus lados para obtener los triángulos contiguos. El centro de
83
frag replacements
Vayamos ahora a los mosaicos con 4-centros. La pieza básica será un cua-
drado, con o sin marcas.
Para eliminar reflexiones, marcamos el cuadrado como en la Figura 1.38(a),
y para generar los mosaicos contiguos sólo trasladamos. El centro de cualquier
mosaico será un 4-centro del mosaico, lo mismo que los vértices, pero no hay
ejes de simetrı́a. El tipo de este mosaico se denota por p4.
Si no marcamos el cuadrado y lo trasladamos por ā y ā⊥ , los centros y los
vértices de los cuadrados son 4-centros, y tanto los lados como las diagonales
de los cuadrados son ejes de simetrı́a del mosaico (Figura 1.38(b)). Todos los
4-centros pertenecen a ejes de simetrı́a, y las siglas de este mosaico son p4m.
Finalmente, volvemos a marcar el cuadrado como en el primer caso, sólo que
ahora lo reflejamos sobre sus lados para generar los cuadrados contiguos. La
Figura 1.38(c) muestra el mosaico resultante. Los centros de los cuadrados son
4-centros del mosaico, pero esta vez los vértices no son 4-centros; en cambio,
sı́ hay ejes de simetrı́a: los lados de los cuadrados. La diferencia con el mosaico
(a) es que los 4-centros no pertenecen a ejes de simetrı́a. Las siglas para este
mosaico son p4g.
84
PSfrag replacements
PSfrag replacements
(d) (e)
Sólo faltan cuatro mosaicos para completar los 17 prometidos; estos mosai-
cos comparten la caracterı́stica de carecer de centros de simetrı́a.
Ya conocemos dos de ellos, son M1 y M5 de la Figura 1.35, ilustrados nue-
vamente en la Figura 40, como (d) y (b), respectivamente. El primero admite
ejes de simetrı́a, las diagonales perpendiculares a las que dividen los dos colo-
res, y pasos; sus siglas cristalográficas son pm. El segundo sólo admite pasos,
y sus siglas cristalográficas son pg.
Otro mosaico resulta del friso F3 , cuando la traslación adicional no es
vertical, sino por múltiplos enteros de l̄ = 2ā⊥ + (1/2)ā. Eso da lugar a ejes de
pasos que no son ejes de simetrı́a, como ocurre para el mosaico de la Figura
1.40(c), cuyas siglas cristalográficas son cm.
Para generar el último mosaico, tomamos como pieza básica un rectángulo
bicolor, como el de la Figura 1.40(a). Si trasladamos horizontal y verticalmente
al rectángulo por múltiplos enteros de su base y de su altura, no hay ejes de
simetrı́a, y las siglas cristalográficas son p1.
cos que permanezcan invariantes bajo un grupo de isometrı́as del plano, puede
encontrase en [Mar] y en [Sp].
(a) (b)
PSfrag replacements
(c) (d)
EJERCICIOS
1. Busque ilustraciones de frisos de culturas antiguas (griega, celta, ma-
ya,etc.) e identifique el grupo que los preserva.
2. Dé un ejemplo de cada uno de los tipos de frisos, construidos usando un
mismo patrón básico (distinto del usado en el texto).
3. Determine regiones fundamentales para cada uno de los frisos de la Fi-
gura 33, y también para los del Ejercicio 1.
4. Determine los centros y ejes de simetrı́a de cada uno de los frisos de la
Figura 33.
5. Demuestre que el grupo que deja invariante a los frisos siguientes, es G7.
87
L L
PSfrag replacements ... ... ... ...
7. Diseñe un mosaico para cada uno de los 17 grupos de isometrı́as del plano
dados en la Tabla 1.
8. Para al menos tres de los grabados de Escher que tapizan el plano eu-
clidiano, identifique el grupo utilizado para construirlo (Sugerencia: con-
sulte [Co1]).
9. Averigüe qué es una teselación no periódica. (Sugerencia: consulte [G-S].)
88
2
Geometrı́a Afı́n
5
6 3
5 3
PSfrag replacements 3 4
2
2 4 2
4
1
1 1
Las reglas establecidas por los pintores lograron dar un tratamiento con-
sistente al comportamiento “en el infinito”de las rectas paralelas, y tiempo
después Leonhard Euler llamó Geometrı́a Afı́n a una geometrı́a más general
que la euclidiana que, en particular, permite dar un carácter matemático a los
puntos de fuga y a la lı́nea del horizonte, ası́ como relacionar matemáticamen-
91
1. Todas las rectas que en el espacio tridimensional son paralelas a una misma
dirección, se dibujan concurrentes en un mismo punto de fuga.
2. Los puntos de fuga de las rectas en el plano del piso, se dibujan como
pertenecientes a una misma recta, la lı́nea del horizonte.
café París
Estas dos reglas bastan para dibujar correctamente en el plano de una hoja
o en un lienzo, un piso de mosaicos cuadrados en que estemos parados: una vez
que dibujemos uno de ellos (el cuadrilátero sombreado en la Figura 2.3, cuya
forma depende de la posición de quien dibuja), el punto de fuga de los lados
“horizontales”, F1, y el punto de fuga de los lados “verticales”, F2, determinan
la lı́nea del horizonte, que puede no ser horizontal en el papel. Al cortar con
ella la recta a la que pertenece la diagonal ilustrada del cuadrilátero sombrea-
do, determinamos un tercer punto de fuga, F3, en el que deben concurrir los
trazos de todas las diagonales de los cuadriláteros que representen a los demás
mosaicos pues, en el plano del piso, son paralelas a la diagonal ilustrada.
Para comprobar que el dibujo de los demás mosaicos ya está determinado,
basta trazar las rectas que pasan por F3 y cada una de las esquinas marcadas
con H1 y V1 . Esas rectas incluyen a las diagonales de los mosaicos derecho y
superior, respectivamente, del mosaico sombreado.
La intersección de F3H1 con V1 F1, y la de F3V1 con F2 H1 determinan los
puntos M2 y N2 , respectivamente. El punto M2 es la esquina superior derecha
del mosaico derecho del sombreado, y el punto N2 es la esquina superior derecha
del mosaico superior del sombreado.
Si ahora trazamos la recta F2 M2 , su intersección con la recta F1H1 da
93
F2 F3 F1
PSfrag replacements
N2
V2 M2
V1
H2
H1
Para formalizar estas ideas, los cientı́ficos necesitaron resolver una cuestión
que nunca surge al dibujar:
¿Debe añadirse uno o dos puntos “al infinito.a una recta, puesto que al girar
180◦ , los bordes de un camino parecen juntarse también en el otro sentido ?
94
Desargues y Kepler resolvieron que para cada recta debı́a existir sólo un
punto al infinito, lo cual significa que el aspecto topológico de una recta afı́n es
el de una curva cerrada, como la circunferencia, aunque el punto que cierra a
la curva es de una calidad distinta de los demás, pues es el “punto al infinito”.
La proyección de una circunferencia en una recta ilustrada en la Figura 2.4,
justifica intuitivamente esta decisión.
En la Geometrı́a Proyectiva esta diferencia entre los tipos de puntos desa-
parecerá, como veremos en el capı́tulo siguiente, y por eso el plano proyectivo
es homogéneo.
Llamaremos punto al infinito a un punto de fuga, es decir, será un “punto”
en que concurren cualesquiera dos rectas de una misma familia de paralelas
(hay uno por cada dirección euclidiana), y con todos los puntos al infinito de
un plano conformaremos la recta al infinito, que viene a sustituir a la lı́nea
del horizonte.
Note que la recta al infinito también tiene el aspecto topológico de una
circunferencia, puesto que las pendientes de las rectas cartesianas pasan de
PSfrag replacements+∞ a −∞ según que el ángulo entre la recta y la parte positiva del eje X
tienda a 90◦ por la derecha o por la izquierda, respectivamente. Eso significa
que la lı́nea del horizonte deberı́a dibujarse ligeramente curva, pero para todo
propósito práctico, dibujarla como (parte de) una recta, es correcto.
P∞ O P∞
A F
B D
A0 B0 C0 C D0 E0 F0
Podemos crear un modelo del plano afı́n usando tres ejes coordenados,
como lo muestra la Figura 2.5: la recta al infinito, caracterizada porque la
tercera coordenada es nula: z = 0, y los dos ejes ordinarios (que no necesitan
ser perpendiculares, sólo transversales), caracterizados por y = 0 y x = 0. En
estos últimos, la tercera coordenada de los puntos deberá ser 1.
Para poder localizar puntos en el plano afı́n, necesitamos fijar el punto
correspondiente a (1, 1, 1) porque entonces el punto correspondiente a 1 en
los ejes y = 0 y x = 0 resulta de cortarlos, respectivamente, con las lı́neas
determinadas por (0 : 1 : 0) y (1, 1, 1), y por (1 : 0 : 0) y por (1, 1, 1). Fijar el
96
(0:1:0)
( 12 ,3,1) (1:1:0)
z=0
(0,3,1)
(1:0:0)
(0,2,1)
(0,1,1) (1,1,1)
y=0
x=0
(2,0,1)
(1,0,1)
(0,0,1) ( 12 ,0,1)
( 31 ,0,1)
Ax + By + C = 0,
ahora basta ubicar en la recta al infinito el punto (al infinito) que le corres-
ponde: (B : −A : 0), y tomar alguno de los puntos ordinarios, por ejemplo una
de las intersecciones con los ejes, y = 0 o x = 0.
En la Figura 2.6 ilustramos las rectas cuyas ecuaciones son 3x − y + 2 = 0
y −x + 2y + 4 = 0.
(0:1:0) (1:3:0) (1:1:0) (2:1:0) (1:0:0)
3x−y+2=0
(0,3,1)
PSfrag replacements (0,2,1)
(0,1,1)
(0,0,1)
−x+2y+4=0
(0,−1,1)
(0,−2,1)
EJERCICIOS
1. Encuentre las coordenadas del punto al infinito de la recta
−3x + 4y − 5 = 0.
2. Dé la ecuación de la recta que pasa por el punto ordinario (4, 1, 1) y por
el punto al infinito (3 : 2 : 0), y también dé la ecuación de la recta por
(0, 0, 1) por el mismo punto al infinito.
4. Copie la Figura 2.3 y dibuje los demás mosaicos que tienen algún lado
común con el sombreado.
F2 F1 F̃1
F2 F1
F̃2
V1 V1
H1 H̃1
H1
Ṽ1
D1 D2
O O Tā
Õ
Figura 2.7: Para llevar D1 en D2 , componemos una traslación con una transforma-
ción lineal no singular.
cuya parte lineal es la composición de las partes lineales (lo cual implica que es
no singular), y cuyo vector de traslación resulta de sumar ā2 al vector obtenido
al aplicar la transformación L2 al primer vector de traslación, ā1 .
ii) La asociatividad es válida para transformaciones cualesquiera.
iii) La identidad puede escribirse como una transformación afı́n, si compo-
nemos a la traslación por 0̄ con la identidad.
iv) La inversa A−1 de una transformación afı́n A es una transformación
afı́n, A−1 , que se obtiene ası́:
x = −3x0 − y 0 + 4; y = −2x0 − y 0 + 2.
−x + 2y − 3 = −(−3x0 − y 0 + 4) + 2(−2x0 − y 0 + 2) − 3
= −x0 − y 0 − 3 = 0
2
y − 4x = (−2x0 − y 0 + 2)2 − 4(−3x0 − y 0 + 4)
= 4x02 + y 02 + 4x0y 0 + 4x0 − 12 = 0.
Note que nuestros cálculos demostraron que, bajo una transformación afı́n,
una ecuación de primer grado se transforma en otra del mismo grado, y lo
análogo sucede con las ecuaciones de segundo grado.
Uno puede preguntarse si, bajo una transformación afı́n, una elipse puede
transformarse en un parábola o una hipérbola. Pero eso no ocurre, pues el tipo
de cónica es un invariante afı́n, como veremos a continuación.
Como una traslación no cambia el tipo de cónica (pues es una transforma-
ción rı́gida), basta comprobar la afirmación para una transformación lineal no
singular L, procediendo de forma análoga a la que demuestra la invariancia del
discriminante de una cónica bajo transformaciones ortogonales.
103
Ax2 + 2Bxy + Cy 2 + Dx + Ey + F = 0,
Esta propiedad concuerda con el hecho de que una elipse no tiene puntos
al infinito, pues la elipse es una cónica acotada; una parábola tiene un punto
al infinito (P en la Figura 2.8), en el sentido de que la recta tangente a la
parábola en uno de sus puntos tiende a volverse paralela al eje focal cuando el
punto se aleja indefinidamente del vértice (ya sea por uno u otro lado del eje
focal); entonces, el punto al infinito del eje de la parábola es el lı́mite de los
puntos al infinito de las tangentes a la parábola cuando el punto de tangencia
se aleja del vértice por uno u otro lado del eje focal.
P
(0:1:0) A1 A2
z=0
x=0
y=0
(0,0,1)
En el mismo sentido, una hipérbola tiene dos puntos al infinito, dados por
las pendientes de sus ası́ntotas (A1 y A2 en la Figura 48), pues la tangente
en uno de sus puntos tiende a una de las ası́ntotas cuando el punto se aleja
indefinidamente del vértice de la rama a la que pertenece; cada rama de la
hipérbola queda de lados distintos de la recta al infinito, y el lector no debe
extrañarse de la forma en que se pegan las dos ramas de la hipérbola, pues hay
de por medio una Banda de Möbius (vea la sección 3.2).
De hecho, el concepto de ası́ntota puede definirse ası́: una recta es ası́n-
tota de una curva si el punto al infinito de la tangente a la curva tiende al
punto al infinito de la recta cuando la distancia entre ambas tiende a cero.
Es decir, el concepto de ası́ntota es un concepto de la Geometrı́a Afı́n.
A estas alturas, esperamos que el lector admita un hecho que puede parecer
sorprendente: el dibujo de cada una de las cónicas afines es una curva cerrada,
pues el punto al infinito del eje focal “cierra.a la parábola, y los puntos al
infinito de la hipérbola “peganüna rama con otra.
El lector queda encargado de demostrar que el grupo afı́n A(2) tiene como
subgrupo al grupo de las transformaciones rı́gidas, E(2), y en consecuencia al
de las transformaciones ortogonales, O(2), al de las rotaciones, SO(2), y al de
las translaciones.
El grupo de transformaciones proyectivas, que estudiaremos en el capı́tulo
siguiente, tendrá al grupo afı́n como subgrupo, pues estarán dadas por matrices
de 3 × 3 con determinante distinto de cero.
Hay más invariantes afines, en particular todos aquéllos que sean invariantes
bajo el grupo de transformaciones proyectivas, pues las transformaciones afines
constituyen un subgrupo del grupo proyectivo, como lo vemos en el capı́tulo
siguiente.
Pero hay un invariante afı́n que nos interesa destacar y que no es un in-
variante proyectivo: la razón en que un punto P divide a un segmento
AB. Sabemos que las traslaciones preservan esa razón por ser transformaciones
rı́gidas, y es fácil comprobarlo para transformaciones lineales L.
Supongamos que la razón en que el punto P divide al segmento AB es λ,
es decir,
P − A = λ(B − P ).
EJERCICIOS
1. Encuentre la transformación inversa de
3 1 −2
T = 2 2 4
0 0 1
Ésta es la geometrı́a más amplia de todas las que estudiamos en este libro, en
el sentido de que su grupo de transformaciones admite como subgrupos a los
que ya hemos estudiado y a los que aún nos faltan.
Además del grupo euclidiano y el grupo afı́n, hay otros subgrupos del gru-
po proyectivo que juegan un papel importante en Geometrı́a; nos interesarán,
en particular, los que dan lugar a geometrı́as no euclidianas. La llamada Geo-
metrı́a Elı́ptica será la parte final de este capı́tulo, mientras que la Geometrı́a
Hiperbólica será el tema del próximo.
Como en el capı́tulo anterior, trabajaremos fundamentalmente en el ca-
so bidimensional, pero en algunos temas extenderemos sin dificultad nuestras
consideraciones a dimensión mayor.
Desde luego, la Geometrı́a Proyectiva debe su nombre a que en ella estarán
permitidas las proyecciones. Entonces, en esta geometrı́a el tipo de cónica no
es un invariante, pues cualquier cónica puede obtenerse de otra mediante una
proyección adecuada, como lo muestra la Figura 3.1.
(x1, x2 , x3) ∼ (x01 , x02, x03) si existe λ ∈ − {0} tal que xi = λx0i . (3.1)
La clase definida por una terna no nula (a, b, c) se denota por (a : b : c);
110
los dos puntos entre las coordenadas tienen la finalidad de recordarnos que
estamos considerando clases de tercias, no las tercias mismas, y que al menos
una de las coordenadas es no cero.
Nótese que esta relación de equivalencia puede definirse entre los vectores no
cero de cualquier espacio vectorial V sobre un campo k (nosotros sólo usaremos
k = ó : dos vectores no nulos v̄, w̄ están relacionados si y sólo si uno se
P 2( ) = P ( 3
),
O
P
S
Q
P0 Q0 R S0
R0
En cambio, los pares con w = 0 forman una sola clase, (1 : 0), correspon-
diente a la única dirección compleja que hay en : cualquier complejo no cero
P 1( ) = ∪ {∞}; sin embargo, ésta es una mera notación, pues los elementos
S 3 = {(x, y, u, v) ∈ 4
| x2 + y 2 + u2 + v 2 = 1}.
2
plejos de por el origen (menos el origen),
2
{(z, w) ∈ − (0, 0)| w = kz, k ∈ fijo },
que puede leerse como un plano por el origen de 4 ; éste corta a S 3 en una
circunferencia cuyos puntos son representantes de una misma clase (en el caso
real, los puntos antı́podas de S 1 resultan de cortar S 1 con la recta por el origen
de los puntos en la misma clase). Por eso podemos escribir:
P 1( ) = P (
2
) = S 3 /S 1 .
S 2 = {(x, y, z) ∈ 3
| x2 + y 2 + z 2 = 1},
2 1
PSfrag replacementsestablece el homeomorfismo prometido entre S y P ( ) (vea el Apéndice 5.5).
N
T
P
T0
S
R0
0
Q = Q0 P0
S
R
Entonces, ası́ como los puntos proyectivos están definidos por subespacios
unidimensionales de 3, las rectas proyectivas corresponden a subespacios bi-
dimensionales de 3.
114
Ax + By + Cz = 0,
A0x + B 0y + C 0z = 0,
EJERCICIOS
1. Encuentre el punto en que se cortan las rectas proyectivas siguientes:
L1: 3x − y + z = 0 y L1: −x − 2y + 2z = 0.
2. Diga cuáles de las ecuaciones siguientes definen un lugar geométrico en
P 2( ), y justifique su afirmación:
(a) 3x2 + xy − z 2 = 0; (b) −x3 − y2 + x + z = 0;
(c) x4 + y4 − z 4 = 0; (d) x2 + y2 + z 2 = 0.
3. Encuentre los representantes de (−2 : 6 : −4) con la caracterı́stica que
se indica:
(a) x = 1; (b) z = 1; (c) (x, y, z) ∈ S 2 .
4. Demuestre que tres puntos proyectivos pertenecen a la misma recta pro-
yectiva, si y sólo si el determinante de las coordenadas de sus represen-
tantes se anula.
5. Demuestre que si a cuatro puntos OHV U en posición general, es
decir, tales que ninguna terna sea colineal, se les asigna las coordenadas
O(0 : 0 : 1), H(1 : 0 : 1), V (0 : 1 : 1), U (1 : 1 : 1), eso determina
coordenadas para todos los demás puntos de P 2( ).
6. Dado un punto (x1 , x2, x3) ∈ S 2 , determine el número complejo z = x+iy
asociado bajo la proyección estereográfica desde el polo norte.
7. Defina P 3( ) y diga cómo caracterizar las rectas proyectivas y los planos
proyectivos en este espacio proyectivo.
8. Defina P n( ) = P ( n+1
), y considere
||(z0, z1, ..., zn)|| = ||(x0, y0, x1, y1, ..., xn, yn )||,
116
donde zk = xk + iyk y ||(x0, x1, ..., xn, yn)|| es la norma definida por
el producto escalar en n+1. Demuestre que P n( ) = S 2n+1 /S 1 . (La
proyección canónica Π : S 2n+1 → P n( ), se conoce como la fibración
de Hopf, vea [Do].)
9. Demuestre que la proyección estereográfica es conforme, es decir, dos
curvas en la esfera que se cortan en un punto P formando un ángulo
α, se aplican bajo la proyección estereográfica en curvas que forman
ese mismo ángulo (en valor absoluto). (Sugerencia: considere la figura
siguiente, donde τ es el plano tangente a la esfera en el punto P , v̄ y w̄
son los vectores tangentes a las curvas en la esfera; H y H 0 pertenecen a
la proyección ortogonal de la recta N P en el plano τ : H es la intersección
de esa proyección con el plano tangente a la esfera en N y H 0 pertenece
al plano del ecuador, que es paralelo al anterior.)
N H
PSfrag replacements
P
v
w
v0
XY
H0
P0
w0
Este hecho es la clave de una de las propiedades más bellas del plano proyectivo
real: la dualidad, la correspondencia biyectiva entre puntos y rectas del plano
proyectivo real que respeta la incidencia: un punto incide en una recta si el
punto pertenece a la recta, y una recta incide en el punto si la recta pasa por
el punto.
El Principio de Dualidad de la Geometrı́a Proyectiva, afirma que
se aplican en 0 ∈ .
Ese lugar geométrico es un plano por el origen de 3 , que define una recta
proyectiva, y la correspondencia queda establecida por la clase (A : B : C),
pues (A, B, C) y (λA, λB, λC) tienen mismo núcleo.
Entonces, en P 2 ( ) hay una biyección entre puntos como rectas, y cualquier
afirmación de incidencia entre puntos y rectas puede dualizarse, y siendo válida
la primera también lo es la segunda.
Por ejemplo, ya habı́amos pedido al lector demostrar la afirmación siguiente
(vea el Ejercicio 4):
En ambos casos, estamos diciendo que hay una dependencia lineal entre los
tres objetos, puntos en un caso, rectas en el otro, y si dos de ellos satisfacen
(3.2), una combinación lineal de ellos también lo hace.
Una recta puede verse como un haz de puntos, todos los que inciden en
ella, y un punto puede verse como un haz de rectas, todas las rectas que
inciden en el punto (vea la Figura 3.5).
Vale la pena mencionar que, en un lenguaje más coloquial, a las rectas que
inciden en el mismo punto se les llama concurrentes, y a los puntos que inciden
en la misma recta les llamamos colineales.
119
En ambos casos, el haz está determinado por dos de sus elementos, y los
restantes son combinación de esos dos; lo escribiremos en forma de observación.
inciden en una recta L, entonces también sucede que las rectas definidas por
vértices correspondientes: a ∩ b y a0 ∩ b0; b ∩ c y b0 ∩ c0 ; c ∩ a y c0 ∩ a0, inciden
en un punto O.
Las dos afirmaciones pueden resumirse ası́:
L
PSfrag replacements M Y A
S Z C
B
R
B0
A0
C0
T
Figura 3.6: Dos triángulos en perspectiva desde un punto, también lo están desde
una recta.
- si x 6= 0, (x : y : z) = (1 : y/x : z/x);
- si y 6= 0, (x : y : z) = (x/y : 1 : z/y);
6 0, (x : y : z) = (x/z : y/z : 1),
- si z =
EJERCICIOS
1. Dualice el concepto de cuadrilátero, dado al principio del Capı́tulo 2.
2. Justifique la afirmación siguiente: En P 3( ), un tetraedro es autodual.
3. Demuestre el Teorema de Desargues usando el Ejercicio 5 de la sección
3.1.
4. Defina P n( ) y generalice la noción de dualidad, es decir, establezca
una biyección entre el conjunto de puntos (x0 : x1 : ... : xn) y el de
los hiperplanos proyectivos que respete la incidencia, entendiendo por
hiperplano proyectivo el suconjunto definido por una (n + 1)-ada, (A0 :
A1 : ... : An ) mediante la ecuación
3.3. La forma de P 2( )
Después de definir el plano proyectivo real, escribimos
P 2( ) = P ( 3
)=( 3
− {0̄})/ ∼ = S 2 /(x̄ ≡ −x̄),
A A0 A A0 A A0
PSfrag replacements B0
A B0
B B0 B B0
B
B
A0
El plano proyectivo es una superficie con un solo lado; para entender lo que
esto significa, tomamos nuevamente la esfera y marcamos en ella un cinturón
simétrico alrededor de un cı́rculo máximo (vea la Figura 3.8).
Es claro que de los dos casquetes podemos eliminar uno, pues los puntos
de un casquete tienen sus antı́podas en el otro casquete, y también es cierto
que podemos eliminar la mitad del cinturón, por ejemplo la que está detrás,
pues los antı́podas de esos puntos están en la mitad delantera del cinturón.
Los bordes izquierdo y derecho de la mitad delantera del cinturón, están
formados por puntos antı́podas y, por tanto, deben identificarse en la forma
indicada por las flechas; eso sólo puede lograrse después de voltear un extremo,
originando una Banda de Möbius, llamada ası́ en honor a su creador, F. A.
Möbius (1790-1808).
124
Figura 3.9: Un cilindro tiene dos lados, una Banda sólo tiene un lado.
A B
A A0
PSfrag replacements B B0
B0 A0
Y
Z
frag replacements
X
D1 D2
Y
Hay tantos ejes de rotación posibles como diámetros en una esfera, y tantos
posibles ángulos de rotación como puntos en el intervalo [−π, π], salvo que, una
vez elegido el eje, rotar por π tiene el mismo efecto que rotar por −π.
Entonces, en la esfera de 3 con centro en el origen y radio π, los diámetros
corresponden a los posibles ejes de rotación, y los puntos del interior de esa
esfera, que necesariamente pertenecen a algún diámetro, determinan un ángulo
de rotación, definido por el punto del intervalo (−π, π) que corresponde al
128
diámetro.
Todo lo anterior significa que podemos identificar cada punto del interior
de la esfera de radio π, i.e., un punto de Dπ3 , con una rotación cuyo eje contiene
al diámetro definido por el punto, y cuyo ángulo está definido por la distancia
orientada θ ∈ (−π, π) del punto al centro de la esfera. En cambio, los puntos
de la frontera, que es la esfera de centro en el origen y de radio π, deberán
identificarse si son antı́podas, como ocurre en la construcción de P 3 ( ).
Entonces SO(3) es el espacio resultante de Dπ3 cuando identificamos los
puntos antı́podas de su frontera, y como Dπ3 y D3 son homeomorfos, también
lo son SO(3) y P 3 ( ).
EJERCICIOS
1. Construya tres Bandas de Möbius utilizando tres tiras de papel. Pinte
la primera de algún color, y corte las otra dos ası́: la primera a lo largo
de la lı́nea central, la segunda a lo largo de una curva que equidiste del
borde y de la lı́nea central. En cada uno de los casos, explique lo que
ocurre.
2. Dibuje un intervalo, divı́dalo en varios subintervalos y, después de asignar
un sentido de recorrido en el primero (ponga una flecha), cópielo para los
restantes trasladando la flecha. Compruebe que es posible completar el
vector asociado a cada flecha, con otro vector que forme una base derecha
para el plano en el punto, de forma que esa elección sea compatible
después de identificar los bordes del segmento original.
3. Compruebe que S 2 es orientable, por alguno de los métodos siguientes:
a)“Triangule”la esfera, y compruebe que es posible orientar los triángulos
de forma que los lados comunes queden recorridos en sentidos opuestos.
b) Calcule el gradiente de la función F (x, y, z) = x2 + y2 + z 2 (vea
el Apéndice 5.1) y compruebe que en cualquier punto (x0 , y0, z0) ∈ S 2 ,
∇F (x0, y0 , z0) 6= (0, 0, 0). El hecho de que ∇F (x, y, z) varı́e continuamen-
te con el punto (x, y, z) ∈ S 2 implica que puede definirse orientaciones
compatibles para curvas que rodean puntos cercanos (vea [DoC] para
otra definición de orientabilidad).
4. Marque los lados horizontales de un cuadrado con flechas que apunten
a la derecha, y los lados verticales con flechas que apunten una hacia
abajo y otra hacia arriba. Pegue primero los lados horizontales haciendo
coincidir las flechas (¿qué obtiene?), y explique por qué no puede realizar
en 3 el pegado que falta haciendo coincidir las flechas verticales. El
129
- si x 6= 0, (x : y : z) = (1 : y/x : z/x);
- si y 6= 0, (x : y : z) = (x/y : 1 : z/y);
6 0, (x : y : z) = (x/z : y/z : 1);
- si z =
2
por eso en Geometrı́a Diferencial se dice que las aplicaciones de en P 2( )
x̄1(u, v) = (1 : u : v),
x̄2(u, v) = (u : 1 : v),
x̄3(u, v) = (u : v : 1), (3.3)
forman un atlas para P 2 ( ) (vea [DoC]).
130
implica
(2 : 3 : 4) = (1 : u1 : v1 ) = (u2 : 1 : v2 ) = (u3 : v3 : 1). (3.4)
De la primera igualdad de (3.4) resulta (u2, 1, v2 ) = u2 (1, u1 , v1), y, por
tanto, u2 u1 = 1 y u2v1 = v2. El cambio de coordenadas está dado por
u2 = u−1 −1
1 , v 2 = v 1 u1 ,
u3 = u2v2−1 , v3 = v2−1 ,
ésta es la ecuación proyectiva de una cónica, y con ella será sencillo de-
mostrar, una vez que hayamos introducido el grupo de transformaciones cuyos
invariantes nos interesan, la afirmación hecha en la introducción a este capı́tulo:
que todas las cónicas no singulares son proyectivamente equivalentes.
Por lo pronto, note que cualquier lugar geométrico proyectivo dado por
una ecuación polinomial homogénea, puede estudiarse usando tres ecuaciones
afines, porque hay tres formas canónicas de “deshomogeneizar”.
En nuestro ejemplo, si z 6= 0, podemos dividir entre z 2 y recuperamos la
ecuación original (3.5), pero también podemos dividir entre y 2 para los puntos
(x : y : z) con y 6= 0, y obtenemos la ecuación (estamos escribiendo x en vez
de x/y y z en vez de z/y)
Desde luego, podemos hacer lo análogo para x: dividir entre x2, lo cual
tiene sentido para todos los puntos (x : y : z) ∈ P 2 ( ) tales que x 6= 0; esta
vez obtenemos una ecuación de segundo grado en y y z que no escribiremos.
132
- si z 6= 0, (z : w) = (1 : w/z);
- si w 6= 0, (z : w) = (z/w : 1),
ası́ que esta vez basta con dos parametrizaciones que aplican en P 1 ( ), para
x̄1 (z1) = (1 : z1 ), z1 ∈
de : es el lı́mite (si existe) del cociente del incremento del valor de la función
entre el incremento de la variable, cuando éste último tiende a cero (vea [A] o
[Ma]).
Entonces el cambio de coordenadas z1 = z2−1 , es diferenciable en todos los
puntos de su dominio (definido precisamente por z1, z2 6= 0), lo mismo que su
inversa; en Variable Compleja, una función diferenciable se llama holomorfa
o analı́tica, y cuando la inversa también es diferenciable, a la función original
se le llama biholomorfismo.
Debido a esta propiedad del cambio de coordenadas, se dice que P 1 ( )
EJERCICIOS
133
depende de su dirección:
a b c λx λ(ax + by + cz)
d e f λy = λ(dx + ey + f z) .
g h i λz λ(gx + hy + iz)
En consecuencia, cualquier elemento de GL(3, ) lleva puntos proyectivos
en puntos proyectivos, y también las rectas proyectivas se transforman en rectas
proyectivas, por la dualidad (piense en el vector normal en 3 al subespacio
bidimensional correspondiente a la recta proyectiva que se debe transformar).
Finalmente, note que cualquier múltiplo no cero de una matriz dada M ∈
GL(3, ), define la misma proyectividad, pues las ternas resultantes sólo di-
fieren por ese múltiplo; por tanto, el punto proyectivo obtenido es el mismo y,
por la dualidad, lo mismo puede decirse para una recta proyectiva.
Por eso el grupo proyectivo será P GL(3, ), el conjunto de las clases de
matrices en GL(3, ) definidas por la relación de equivalencia
a b c a0 b0 c0
d e f ∼ d0 e0 f0
g h i g0 h0 i0
si existe λ ∈ − {0} tal que
a0 b0 c0 λa λb λc
0
d e0 f 0 = λd λe λf .
g0 h0 i0 λg λh λi
Es interesante ver cómo se relacionan el transformado de un punto y la
transformada de una recta bajo una misma proyectividad.
Tomemos como ecuación de una recta Ax + By + Cz = 0, y escribámosla
como el producto de matrices
x
(A B C ) y = 0. (3.10)
z
Como la matriz M que define una proyectividad es invertible, la relación
P 0 = M P , implica P = M −1 P 0 , y al sustituir
−1
x a b c x0
0
y = d e f y ,
z g h i z0
135
Demostración. Consideremos la Figura 3.14, que ilustra el plano afı́n, donde las
rectas L y M corresponden a los ejes y = 0 y x = 0, y el punto O desde el cual
proyectaremos L en M tiene las coordenadas (1, 1, 1). El sistema coordenado
se completa con el eje z = 0, que en el plano afı́n corresponde a la recta al
infinito.
El dibujo muestra que bajo la proyección de L en M desde O, el punto al
infinito (0 : 1 : 0) del plano afı́n es la imagen de un punto finito (x, 0, 1) (de
hecho, sabemos que es el punto (1, 0, 1)), y en cambio el punto al infinito de
la recta L (el eje y = 0), (1 : 0 : 0), se proyecta en un punto finito (0, y, 1)
(también en este caso sabemos cuál es el punto: (0, 1, 1)).
Como el tipo de punto es invariante bajo transformaciones afines, hemos
demostrado que una perspectividad no puede ser una transformación afı́n.2
PSfrag replacements
136
(0 : 1 : 0) y=0 (1 : 0 : 0)
M y=0
(1, 1, 1)
x=0
L
(0, 1, 1) 2
(1, 0, 1)
O
(0, 0, 1)
Pero una perspectividad sı́ esta dada por un elemento del grupo proyectivo:
x 0 1
0 y 1 = 0,
1 1 1
(0 : 1 : 0)
PSfrag replacements
(0 : y : 1)
M
(1 : 1 : 1) (1 : 0 : 0)
(0 : 0 : 1) (x : 0 : 1) L
139
C 0 D0
O
B0 D
A0 O0
C L
M
B
A
N
A00
00 C 00 B 00
D
cuarta:
(a1, a2, a3 ) = β(b01, b02, b03 ) + γ(c01, c02 , c03) + δ(d01 , d02 , d03 ).
Basta entonces tomar (b1, b2, b3 ) = (βb01, βb02, βb03), (c1 , c2, c3 ) = (γc01, γc02 , γc03),
y (d1 , d2 , d3 ) = (δd01, δd02 , δd03), para obtener los representantes buscados.2
O L
M
C
C 00
B
A
B 00
B0 C0 L0
A0
O0
Figura 3.17: Una proyectividad entre dos rectas distintas es composición de dos
perspectividades.
a b z az + bw
= .
c d w cz + dw
Entonces, excepto para el punto de P 1( ) con w = 0, tiene sentido escribir
mente conformes.
EJERCICIOS
1. Haga los cálculos omitidos en la demostración de que una perspectividad
es elemento de P GL(3, ).
2. Demuestre que una perspectividad es una involución (i.e., es su propia
inversa).
3. Encuentre la recta transformada de 2x−y +4z = 0 bajo la proyectividad
dada por la matriz
0 1 0
−1 −1 −1 .
1 1 −1
143
4. ¿Es siempre posible encontrar una proyectividad que lleve un punto dado
en otro? ¿Y si se trata de dos rectas cualesquiera? ¿Y si además fijamos
un punto en cada recta? Justifique sus respuestas.
5. Demuestre que la transformada de una cónica no singular bajo una pro-
yectividad, es otra cónica no singular.
3
6. Encuentre una proyección en que lleve una circunferencia en una
hipérbola.
7. Demuestre el Corolario 2.
8. Demuestre el Corolario 3 cuando las dos ternas de puntos pertenecen a
la misma recta.
9. Enuncie y demuestre el Teorema Fundamental de la Geometrı́a Proyec-
tiva para P n( ).
10. Compare el Teorema Fundamental de la Geometrı́a Proyectiva con la
afirmación de que el dibujo de un mosaico determina los restantes.
11. Compruebe que cada uno de los tipos de transformaciones en que se
descompone una transformación de Möbius, es conforme.
PSfrag replacements A0
M0
A M B
D0
α β
C0
B0
A0
δ
γ
D
C
A B
Figura 3.19: La razón doble (A, B; C, D) es igual a la razón doble (A0, B 0 ; C 0 , D0).
a1 c1 d1 b1
a c2 d 2 b2
2
(A, B; C, D) =
c1
. (3.14)
b1 a1 d1
c b2 a 2 d 2
2
2
de un punto P0 (x0 , y0) ∈ a la recta L de ecuación Ax + By + C = 0:
Ax0 + By0 + C
d(P0 , L) = √ . (3.15)
A2 + B 2
Consideremos ahora dos rectas A y B, con ecuaciones
EJERCICIOS
1. Considere los puntos −2, 0, 3 y 5 de la recta real, y establezca todas las
posibles razones dobles entre ellos.
2. Demuestre que, para puntos en 2, las fórmulas para las coordenadas
del punto P (x, y) que divide al segmento P1P2 en la razón µ 6= 1, son
x1 − µx2 y1 − µy2
x= , y= .
1−µ 1−µ
(Sugerencia: considere los triángulos semejantes que se forman al trazar
una paralela al eje X por P1, y las paralelas al eje Y por P y P2 .)
3. En la Figura 3.19, demuestre (A, B; C, D) = (A0, B 0 ; C 0, D0 ) expresando
ambas razones dobles en términos de los senos de los ángulos α, β, γ y δ.
4. Demuestre que, fijos cuatro puntos colineales, los únicos valores posibles
para las razones dobles que pueden establecerse entre ellos son λ, 1 −
λ, λ/(1 − λ) y sus recı́procos.
5. Demuestre que cuatro puntos de un haz forman un conjunto armónico si
y sólo si (A, B; C, D) = (A, B; D, C).
6. Para rectas de un haz, enuncie y demuestre resultados análogos a los
propuestos en los ejercicios anteriores.
7. En cada caso, demuestre que la razón cruzada tiene el valor propuesto
cuando los elementos del haz (que pueden ser puntos colineales o rectas
concurrentes), tienen las expresiones dadas (escribimos ā para (a1 : a2)):
h1 k 2
(ā, b̄; k1ā + h1b̄, k2ā + h2 b̄) = ;
h2 k 1
k3 h3 k4 h4
k1 h1 k 2 h2
(k1ā + h1b̄, k2ā + h2b̄; k3ā + h3 b̄, k4ā + h4 b̄) = .
k3 h3 k4 h4
k2 h2 k 1 h1
149
La forma de asignar una matriz simétrica (de hecho, una clase) a una cónica
proyectiva, resulta de escribir como un producto de matrices la ecuación:
x2 + y 2 − z 2 = 0.
probable es que determine una cónica no singular, puesto que eso equivale a
que el determinante de la matriz simétrica no se anule.
En cambio, cuando el determinante se anula, las coordenadas del punto
151
EJERCICIOS
1. Compruebe que al proyectivizar la ecuación de una cónica no singular,
la matriz asociada es no singular.
2. En 2, dé las ecuaciones de dos cónicas que pasen por los mismos 4
puntos. Utilice esas ecuaciones para dar dos cónicas distintas en P 2( )
que se corten en 4 puntos.
3. Clasifique las cónicas en P 2( ). (Sugerencia: recuerde que en este caso
el único invariante es el rango.)
4. Demuestre que la aplicación de Veronese es inyectiva.
4
2 6
P R
Q
donde OA denota la recta del haz definido por O que contiene a A, O 0 A denota
la recta del haz definido por O0 que contiene a A, y análogamente para B, C, D.
154
O
O0
PSfrag replacements
A D
B C
1 3
5
4
2 6
S T
P R
Q
PSfrag replacements A D
B M C
Note que eso equivale a decir que (B, C; M, ∞) forman un conjunto armó-
nico de puntos, donde ∞ es el punto al infinito de la recta BC.
Como en la Geometrı́a Proyectiva no hay paralelas, el enunciado toma la
forma siguiente.
PSfrag replacements
La igualdad del primer y el último miembros es lo que buscábamos.2
G
D A
N
D
L
B M C F
EJERCICIOS
1. Demuestre que una cónica es el lugar geométrico de las intersecciones de
rectas correspondientes de dos haces ligados por una proyectividad.
2. Demuestre el Teorema de Pascal en el caso del hexágono ilustrado.
5
PSfrag replacements 1
3
6
4 2
(0 : 1 : 0)
PSfrag replacements
(0 : 0 : 1) (1 : 0 : 0)
λ2 (SM S t ) + 2λ(SM Rt ) + RM Rt = 0,
S1
PSfrag replacements
R
S2
L L0 B0
A
R
B A0
X Y
Dadas dos cónicas, ¿hay un triángulo que sea autopolar respecto a ambas?
Una pregunta como ésta debe analizarse siempre desde el punto de vista de
los grados de libertad, esto es, de las dimensiones de los objetos involucrados.
El espacio de los triángulos en P 2( ) tiene dimensión 6 (porque cada vértice
puede tomarse arbitrariamente en el plano proyectivo), y la dimensión del
espacio de los triángulos autopolares respecto a una cónica tiene dimensión 3,
puesto que el primer vértice puede tomarse arbitrariamente en un espacio de
dimensión 2, P 2 ( ), el segundo vértice puede tomarse arbitrariamente en un
espacio de dimensión 1, la polar del primer vértice, y el último vértice ya no
tiene libertad alguna.
Si ahora tenemos dos cónicas, pretender que haya triángulos autopolares
163
Teorema. Dadas dos cónicas que se cortan en cuatro puntos, existe siempre
un triángulo autopolar respecto a ambas.
Lema. Dado un punto P que no pertenece a una cónica C y una recta por P
que corta C en C y D, si M es la intersección de la polar P de P , ocurre que
(P, M ; C, D) = −1. Y recı́procamente, si M es tal que (P, M ; C, D) = −1, M
pertenece a la polar de P .
Demostración del Lema. Si las coordenadas de C y D son (1 : 0 : 0) para C y
(0 : 1 : 0) para D, la ecuación de la cónica es de la forma xy+z(kx+ly+mz) = 0
(porque la cónica no es singular), con k, l, m constantes, y las coordenadas de
P y M son de la forma (1 : r : 0) y (1 : s : 0), respectivamente. Al establecer la
condición de que P y M sean polares, resulta r + s = 0 y con ello, la condición
de armonicidad. El recı́proco es obvio.2
El teorema es consecuencia de este lema y el de la sección anterior:
C M L D
P
PSfrag replacements Q
M
B
C P
Para terminar esta sección, vale la pena mencionar que la condición im-
puesta en el enunciado del teorema se da naturalmente cuando el campo de
coeficientes es , según lo establece un resultado muy importante sobre curvas
165
algebraicas que no demostraremos (vea [Fu]), pero que sı́ explicamos, pues nos
permitirá demostrar que el grado de una ecuación polinomial es un invariante
proyectivo.
#{T (F ) ∩ T (G)} = m,
pues los puntos comunes van en puntos comunes y no puede haber nuevos
puntos comunes para las imágenes, por la inyectividad de T .
Como P GL(3, ) es un subgrupo de P GL(3, ), el resultado sigue siendo
EJERCICIOS
1. Demuestre que las polares de puntos colineales son concurrentes.
2. Demuestre que una recta por un punto del interior a una cónica (carac-
terı́celos), no puede ser tangente a la cónica.
166
B
PSfrag replacements
El Principio del Mı́nimo Esfuerzo asegura que ésa es la curva que minimiza
la tensión en la liga porque la longitud también lo hace. (Por una deformación
del lenguaje, no se le llama circunferencia máxima, sino cı́rculo máximo, tal
vez porque de las secciones planas de una esfera sólida, la de mayor área se
obtiene cuando el plano pasa por el centro.)
En Geometrı́a Diferencial [vea DoC], se dice que una curva de una superficie
contenida en 3 es una geodésica de esa superficie en uno de sus puntos, si su
vector de aceleración es ortogonal al plano tangente a la superficie en el punto.
Eso da lugar a un sistema de ecuaciones diferenciales de segundo orden
que determinan las geodésicas cuando se fijan las condiciones iniciales: un
punto por el que pase la geodésica y la velocidad con que lo hace. (La solución
de ese sistema de ecuaciones existe y es única por el Teorema de Existencia y
Unicidad de Solución de Ecuaciones Diferenciales, vea [L])
El motivo de pedir que se anule la componente tangencial de la acelera-
ción, es que las rectas del plano euclidiano tienen aceleración cero, y es fácil
demostrar que las curvas de una superficie en 3 con esa propiedad, minimizan
la distancia entre puntos suficientmente cercanos.
La última puntualización,“suficientemente cercanos”, se justifica si notamos
que dos puntos de un cı́rculo máximo que no sean antı́podas determinan dos
arcos, y sólo uno de ellos da la ruta de longitud mı́nima.
En el plano, las rectas nos sirven para formar triángulos y polı́gonos, y
de ellos establecimos algunas propiedades en el Capı́tulo 1; ahora podemos
plantearnos qué resultados obtenemos cuando las geodésicas de la esfera juegan
el papel de rectas.
168
Este hecho es una de las negaciones posibles del Axioma de Playfair, mismo
que equivale al Postulado V; entonces, la Geometrı́a Elı́ptica es una geometrı́a
no-euclidiana.
Otro resultado contrastante con el caso euclidiano es:
2. Las rectas elı́pticas tiene longitud finita (de hecho, π), y el plano elı́ptico
mismo tiene área finita, 2π (la mitad del área de S 2).
T3 α T2
T T γ
β
β γ T30
T20
T1
Al sustituir en (3.26) el valor que acabamos de obtener para T +T1 +T2 +T3,
resulta
2T + 2π = 2(α + β + γ), (3.28)
y como T > 0 porque es el área de un triángulo elı́ptico, hemos demostrado
que la suma de los ángulos de un triángulo elı́ptico es mayor que π. 2
r2 r1
PSfrag replacements α
γ β
r1 r2 β γ
β T γ
Π2 Π1
Los resultados que hemos obtenido son sólo una parte de la Geometrı́a
Elı́ptica, y la esfera misma tiene propiedades muy importantes que no hemos
mencionado; para conocer varias de ellas, el lector puede consultar [H-C].
únicamente mencionaremos el tema de los mosaicos esféricos, esto es, de-
terminar todas las formas posibles de tapizar la esfera con polı́gonos esféricos
regulares y congruentes entre sı́.
El total de las posibilidades resulta al proyectar los sólidos platónicos en
la esfera desde el centro de ésta, y sólo hay que aññadir el caso degenerado de
dos hemisferios, cada uno de los cuales puede considerse un polı́gono de dos
lados (meridianos) que forman un ángulo de 180◦ (por eso le llamamos caso
degenerado). La justificación de que no hay más posibilidades se la dejamos al
lector (vea el Ejercicio 4).
EJERCICIOS
1. Verifique la validez de los cuatro primeros postulados euclidianos en el
plano elı́ptico.
triángulo elı́ptico.
3. Determine la mı́nima cota superior para la longitud de una circunferencia
elı́ptica.
4. Demuestre que hay únicamente cinco mosaicos regulares esféricos no de-
generados con los cuales puede tapizarse la esfera.
5. Un sólido platónico está inscrito en una esfera S, pero si tomamos una
esfera con el mismo centro y de radio menor que el de S que corte a
cada arista del sólido platónico en dos puntos, es posible utilizar esos
puntos para obtener otros enmosaicados de la esfera menor, que aunque
no están formados únicamente por polı́gonos esféricos congruentes, sı́
presentan ciertas simetrı́as. ¿Puede determinar el subgrupo de O(3) que
deja invariante a cada uno?
4
Geometrı́a Hiperbólica
173
174
PSfrag replacements
L
P
PSfrag replacements
cuerdas rectas hiperbólicas, y es claro que hay muchas de ellas que contienen
al punto P y que no cortan a la recta L: todas las cuerdas del sector en gris.
Se cumple ası́ la negación N 2 del Postulado V (vea el Apéndice 5.3).
Como las rectas hiperbólicas de este modelo son segmentos de rectas eu-
clidianas, podrı́a pensarse que no hemos hecho nada realmente nuevo. La di-
ferencia está en la métrica que se da para este modelo (vea [Ve]), que no
está inducida por el producto punto usual, y que tiene como consecuencia, por
ejemplo, que las rectas hiperbólicas tengan longitud infinita, es decir, un punto
que se desplace hacia la frontera con velocidad constante jamás la alcanzará.
La construcción de la métrica hiperbólica la haremos con cuidado más
adelante, usando otro de los modelos.
La validez del Postulado I es inmediata (vea el Apéndice 5.4), pues por
dos puntos del plano hiperbólico siempre es posible trazar el segmento co-
rrespondiente, y también es cierto que podemos extender esa segmento para
obtener una recta hiperbólica completa, esto es, una cuerda que, como veremos,
resultará tener longitud infinita. Por tanto, también será válido el Postulado
II.
Cuando presentemos el modelo en el que definiremos la forma de medir
longitudes y ángulos, el lector podrá comprobar que las rectas con un mismo
punto al infinito son tangentes en él (note que cada recta tiene dos, no uno,
puntos al infinito). Eso no es lo que vemos en el modelo proyectivo, pues las
cuerdas que tienen un punto de la frontera en común forman ángulos distintos
de cero; entonces, en este modelo, un ángulo es el que “leemos” al verlo (puesto
que la única intuición que hemos desarrollado es la euclidiana), y otro el que
nos dará la fórmula.
La razón de llamar proyectivo a este modelo es que el grupo de transforma-
ciones permitidas en él, es el subgrupo de P GL(3, ) obtenido al fijar la cónica
x2 + y 2 − z 2 = 0. Para evitar confusiones debidas al término “proyectivo”, a
este modelo lo llamaremos modelo de Beltrami.
x2 − y 2 − z 2 = 1.
origen, resulta una rama de hipérbola que es una recta hiperbólica de este
modelo.
El lector estará de acuerdo en que estamos proyectando (desde el origen)
las rectas del primer modelo en el hiperboloide; esta proyección es biyectiva
y, en consecuencia, en el modelo del hiperboloide es posible encontrar muchas
rectas M0 que pasan por un punto Q0 exterior a una recta L0 , sin cortarla.
Z
PSfrag replacements M0 L0
Q0
L z=1
Q
M
X
Y
Los otros dos modelos del plano hiperbólico se deben a Henri Poincaré
(1854-1912), y son los más adecuados para desarrollar la intuición hiperbólica
porque sı́ son conformes.
cóncavas a la izquierda.
L
PSfrag replacements
P∞
PSfrag replacements
X
P∞
El modelo del semiplano superior tiene un origen fı́sico, que se explica ası́.
Cuando una cuchara está sumergida en el agua de un vaso, al mirar a
través del vaso parece que la cuchara está doblada; eso se debe a que la luz no
continúa viajando en lı́nea recta cuando pasa de un medio (el aire) a otro (el
179
Ley de Refracción (W. Snell, 1621). El producto del seno del ángulo de
incidencia por el coeficiente de densidad del medio del que procede la luz, es
igual al producto del seno del ángulo de refracción por el coeficiente de densidad
del medio al que se introduce (vea la Figura 4.6, donde los ángulos se miden
con respecto a la perpendicular).
d1 senα = d2 senβ.
PSfrag replacements
α1
d1
d1 α
d1
d2
α2 d2
α2
α2
β
d2 d3
α3
Concluimos este inciso exhibiendo las biyecciones entre los distintos mo-
delos; como ya tenemos una entre el modelo de Beltrami y el modelo del
hiperboloide, basta dar una biyección entre el modelo de Beltrami y los de
Poincaré.
Para ello, consideramos la esfera S 2 de 3 y ubicamos el modelo proyectivo
en el disco del ecuador (vea la Figura 4.7 (a)).
180
(0, 0, 1) (0, 0, 1)
L
L 0
PSfrag replacements L
L0
Y Y
X X
(a) (b)
Figura 4.7: Relación entre los distindos modelos del plano hiperbólico.
EJERCICIOS
1. Verifique que una parametrización de la tractriz es
t
α(t) = sent, cos t + log tan( ) ,
2
donde t mide el ángulo que el vector de posición de α(t) forma con el eje
vertical (vea la Figura 4.1).
2. En el modelo proyectivo, encuentre dos rectas hiperbólicas que contengan
al punto (0 : 0 : 1) y que no corten a la recta 2x − z = 0.
3. Determine la recta hiperbólica del modelo del hiperboloide, en que se
proyecta la recta del modelo proyectivo que pasa por los puntos (1 : 0 : 1)
y (0 : 1 : 1) de D1 .
4. Demuestre que la biyección establecida entre los dos modelos de Poincaré,
es conforme.
5. En el modelo del disco de Poincaré, ∆, marque cuatro puntos de la fron-
tera que la dividan en arcos congruentes (euclidianamente), y trace las
rectas hiperbólicas que unen dos puntos consecutivos. Divida ahora cada
arco en dos partes iguales, y trace las rectas hiperbólicas que unen los
nuevos puntos con sus adyacentes. Itere el proceso mientras pueda. Esos
polı́gonos se llaman ideales, porque sus vértices son puntos al infinito.
6. En el modelo del disco de Poincaré, ∆, marque en la frontera ocho puntos
1, 2,..., 8, que la dividan en arcos congruentes, y trace las rectas del mo-
182
delo que unen 1 con 3, 2 con 4, etc. Observe que estas rectas hiperbólicas
determinan un octágono regular. Tomando en cuenta que los modelos
de Poincaré sı́ son conformes, diga cuánto miden los ángulos en que
se cortan dos cualesquiera de las rectas, y cuánto mide la suma de los
ángulos interiores de este octágono regular hiperbólico.
7. Generalice el método utilizado en el ejercicio anterior, para construir
polı́gonos hiperbólicos regulares con n > 4 lados.
8. Proponga un proceso similar al anterior para construir un triángulo re-
gular hiperbólico sin vértices al infinito.
9. Observe que en el segundo paso del Ejercicio 5 obtuvo un octágono ideal
cuya suma de ángulos interiores es 0◦ , mientras que para el octágono
ordinario del Ejercicio 6 la suma de los ángulos interiores fue mayor que
2π. ¿Puede dar un argumento que justifique la existencia de octágonos
hiperbólicos regulares cuya suma de ángulos interiores sea exactamente
2π?
10. En el modelo del semiplano superior, H + , trace varios triángulos y en
uno de ellos verifique que la suma de los ángulos interiores es menor que
180◦ (recuerde que los ángulos se miden de la manera usual).
11. En cada uno de los modelos de Poincaré, trace una recta hiperbólica L
y, para cada uno de sus dos puntos al infinito, trace varios elementos del
haz de paralelas a L.
4.2. Transformaciones
del Plano Hiperbólico
Como tenemos varios modelos del plano hiperbólico. en cada uno de ellos
debemos dar transformaciones que no sólo sean biyecciones entre los puntos,
sino también biyecciones entre las rectas. Empezamos con el modelo de Bel-
trami, y el del hiperboloide lo dejaremos como ejercicio para el lector.
x2 + y 2 − z 2 = 0. (4.1)
183
decir:
z −i
Q(z) = , (4.2)
−iz + 1
- traslaciones: T (z) = z + b;
- composición de la reflexión en el eje real con la inversión en la circunfe-
rencia unitaria (vea el Apéndice 5.6): T (z) = 1/z.
Aunque eso basta para asegurar que una transformación de Möbius necesa-
riamente lleva una circunferencia en otra (admitiendo las de radio infinito, las
rectas euclidianas), comprobaremos esto último directamente en un momento
con un cálculo sencillo.
Entonces, el subgrupo de P SL(2, ) que lleve los puntos de cada modelo
en puntos de ese mismo modelo, también llevará rectas del modelo en otras
rectas del modelo, pues en ambos casos se trata de circunferencias ortogonales
a la frontera.
ésas serán las isometrı́as que preservan el sentido de los ángulos, que hemos
llamado directas.
Las transformaciones de cada modelo que jugarán el papel de las reflexiones
euclidianas, se obtendrán componiendo las isometrı́as directas con una trans-
formación que invierta el sentido de los ángulos y que deje invariante al modelo
en cada caso.
185
az + b
f (z) = ,
cz + d
z + z̄ z − z̄
x= , y= , (4.4)
2 2i
186
Az z̄ + Bz + B̄ z̄ + C = 0, donde A, C ∈ . (4.5)
a b z az + b
= ;
c d 1 cz + d
entonces, como el determinante de la matriz es 1, su inversa (que corresponde
a f −1 ) es:
d −b
,
−c a
y en consecuencia,
dw − b
z = f −1 (w) = .
−cw + a
El conjugado de una suma de números complejos es la suma de los con-
jugados, y lo análogo ocurre con los productos; por eso, para obtener z̄ basta
conjugar todos los términos de la derecha, es decir,
d¯w̄ − b̄
z̄ = .
−c̄w̄ + ā
El lector queda encargado de comprobar que la expresión resultante de
sustituir z y z̄ en (4.5),
! ! ! !
dw − b d¯w̄ − b̄ dw − b d¯w̄ − b̄
A +B + B̄ + C = 0,
−cw + a −c̄w̄ + ā −cw + a −c̄w̄ + ā
187
w1, w2 , w3. Si estos últimos se ubican en el eje real, la circunferencia C por z1, z2
y z3 se aplica en la recta real y para cualquier otro punto z ∈ C, la razón doble
(z1, z2; z3, z) es real porque (w1 , w2; w3 , T (z)) lo es.2
delo, basta pedir que la frontera orientada del conjunto considerado quede
invariante bajo las transformaciones permitidas, puesto que al conservarse el
sentido de los ángulos, la región que se ubica a la izquierda cuando recorremos
la frontera como lo indica la Figura 4.8, se aplica nuevamente en la región
situada a la izquierda. Es claro que las transformaciones con esa propiedad
forman, en cada caso, un subgrupo de P SL(2, ).
Im Y
PSfrag replacements
+90o
+90o +90o
X
G+ +
H + , y al que fija al disco lo denotaremos G∆ .
Tomemos primero el caso del semiplano superior H + .
Si f ∈ P SL(2, ) es tal f (z) ∈ H + para todo z ∈ H + , también ocurre que
188
az + b a(−z̄) + b
f (z) = ó f (z) = ,
cz + d c(−z̄) + d
donde a, b, c, d ∈ y ad − bc = 1.
que fija a S 1 , la frontera del disco unitario, y añadir la reflexión en el eje real.
Pero es más fácil observar que basta utilizar la transformación Q (4.2) y
su inversa Q−1 para obtener, de los elementos f ∈ GH + , los elementos h ∈ G∆
ası́:
h = Qf Q−1 : ∆ → ∆. (4.6)
El lector queda encargado de comprobar que Qf Q−1 realmente tiene como
dominio y contradominio a ∆, y también deberá convencerse de que cada
elemento h ∈ G∆ puede expresarse de esta manera en forma única.
Entonces es muy sencillo caracterizar a los elementos de G∆ , pues al mul-
tiplicar la matriz de un elemento f ∈ GH + por la matriz de Q y la de Q−1 en
el orden indicado por (4.6), resulta una matriz de entradas complejas donde
los elementos de las diagonales son conjugado uno del otro.
Tenemos entonces un teorema análogo al anterior.
az + b
f (z) = , donde |a|2 − |b|2 = 1.
b̄ + ā
190
Por tanto, en el caso del disco hiperbólico, el grupo cuya geometrı́a estu-
diaremos, G∆ , tiene elementos de la forma:
az + b az̄ + b
h(z) = ó h(z) = ,
b̄z + ā b̄z̄ + ā
EJERCICIOS
1. Demuestre que el conjunto de transformaciones T ∈ P GL(3, ) que fijan
la cónica (4.1), es un grupo GC .
cz 2 + (d − a)z − b = 0. (4.7)
El Teorema Fundamental del álgebra asegura que las dos raı́ces pertenecen
a , y para obtenerlas usamos la fórmula de costumbre.
Las consecuencias geométricas de este hecho algebraico son muy interesan-
tes.
Examinemos primero el caso en que α 6= β; del lema en 4.2 es inmediato
que cualquier circunferencia en el plano complejo extendido b que pase por α
N c1 c2
c01
PSfrag replacements N
c1 c2
c02 c01
S S
c02
c2
L
α = f (α) β = f (β)
(a)
f (c2)
c1
c2
α = f (α)
PSfrag replacements
(b)
c1
c2 f (c2)
ᾱ
(c)
Los dibujos análogos a los de la Figura 4.10 para el modelo ∆ deberá rea-
lizarlos el lector.
Para este tema, la referencia clásica es [Be], y también puede consultarse
el Seminario Chileno de Geometrı́a Compleja [G-R].
196
EJERCICIOS
1. Analice cómo se transforma la red de Steiner bajo Q−1, y haga los dibujos
correspondientes a la Figura 4.10 en el caso de ∆.
2. Demuestre la afirmación hecha en la Observación final.
v̄
1 kv̄kH
ū
(x, 1) v̄
1
2 ū kūk
H
(x0, 12 )
Ciertamente, la forma de calcular la norma varı́a con el punto α(t) en que está
anclado el vector tangente, pero si la curva es suave la variación es continua y
eso da sentido a la integral.
198
az + b
f (z) = ,
cz + d
con a, b, c, d ∈ , y por (4.9) tenemos:
b a ai + b
= −1 : = 1; = i.
d c ci + d
Entonces,
dz − d z−1
f (z) = = .
dz + d z+1
Los puntos de la parte positiva del eje Y tienen la forma z = it, por lo que
al aplicarles f obtenemos:
c3
f (c1)
c2 f
f (c2)
c1
f (c3)
PSfrag replacements
Figura 4.12: Los horociclos con el punto al infinito en común son curvas equidis-
tantes.
Q1
Q5
Q4 P3 P4
Q3 P2
Q2 P1 L
Q1
H
Note que dos rectas hiperbólicas paralelas, es decir, con un punto al infinito
en común, no son curvas equidistantes, pues la distancia hiperbólica entre ellas
(la longitud del segmento de perpendicular de P ∈ L a M) crece a medida
que el punto P se aleja del punto al infinito.
En la Figura 4.13 ilustramos el caso en que una de las rectas hiperbólicas es
una paralela M al eje imaginario: la distancia de L a la recta M crece tanto
como se quiera cuando P tiende al otro punto al infinito de L; en cambio,
cualquier semirrecta euclidiana E por H sı́ es una curva equidistante de M. El
lector puede hacer la demostración si nota que todos los arcos de Qi a M son
homotéticos.
No hemos analizado aún cómo se ve una circunferencia hiperbólica; el con-
cepto tiene sentido puesto que, fijo un punto C, en cualquier dirección a partir
de él podemos trazar una recta hiperbólica y medir sobre ella una distancia
fija de antemano r (vea la Figura 4.14).
202
Im
2i
PSfrag replacements
i
1
2i
Para terminar este inciso, conviene decir cuál es la métrica en el caso del
disco, y expresar la distancia hiperbólica en términos de la razón cruzada.
Habı́amos planteado que, al dar una métrica para uno de los modelos,
podrı́amos definir la métrica en otro de los modelos utilizando una biyección
entre ambos.
Utilizando la biyección establecida por (4.2):
z−i
Q(z) = ;
−iz + 1
es posible demostrar que el producto escalar para el modelo del disco está dado
por la fórmula
4ū ·E v̄
ū ·∆ v̄ = , (4.13)
(1 − r2 )2
donde r es la distancia del punto de apoyo de los vectores al centro del disco
(vea la Figura 4.15).
v̄
p ū
PSfrag replacements r
PSfrag replacements
z
z∗ w∗
EJERCICIOS
1. Demuestre que la semirrecta euclidiana E de la Figiura 4.13, es una curva
equidistante de la recta hiperbólica M.
2. Demuestre que dos rayos euclidianos que parten de un mismo punto al
infinito de H + , son curvas equidistantes con la métrica hiperbólica.
3. ¿Es la translación euclidiana z 7→ z + b, con b ∈ una traslación en el
plano hiperbólico? Justifique su respuesta.
4. Demuestre la Proposición 2. (Sugerencia: localice dos puntos A y B del
eje imaginario a la misma distancia hiperbólica r de i, y determine la
circunferencia euclidiana C de diámetro AB. Para cualquier recta hiper-
bólica L por i, calcule la longitud hiperbólica del segmento de i a L.)
5. Justifique la fórmula (4.13).
6. Demuestre que hay polı́gonos hiperbólicos regulares de n lados con todos
sus ángulos rectos si n > 4.
7. Construya varios hexágonos euclidianos regulares, todos congruentes, y
cortando a lo largo de un radio, añada a cada uno un triángulo congruente
con los seis que forman el hexágono. Ahora pegue los hexágonos unos
con otros a lo largo de uno de sus lados; si el número de hexágonos
modificados es grande, el objeto no es cómodo de manipular, pese a que
sólo en los centros de los “hexágonos” se tiene curvatura negativa. Esto
ilustra la imposibilidad de que el plano hiperbólico quepa en 3 con la
métrica inducida.
8. Demuestre, a partir de (4.14), que dH satisface la desigualdad del trián-
gulo.
A
PSfrag replacements
α C
γ
β γ0
β0
B
Im γ C
β B
α α0
A
β
α
área de P = 2π − (α + β + γ + δ).
A
D
PSfrag replacements O A0
A00
PSfrag replacements
A1 B1
A2 B2
L
P1 P2
[5] (Janos Bolyai, (1802-1860)) El ángulo 2α formado por las dos paralelas a
una recta L por un punto P exterior a ella, depende únicamente de la distancia
del punto a la recta (y se llama ángulo de paralelismo).
P1
PSfrag replacements
a
L P1
2α
P2 P
P2
Y
X
EJERCICIOS
1. Demuestre que cualquier triángulo en H + cuyos vértices sean puntos
hiperbólicos, puede obtenerse a partir de triángulos con un vértice ideal.
3. Demuestre que dos rectas son ultraparalelas si y sólo si tienen una per-
pendicular común.
Comencemos por observar que tanto para las traslaciones de 2 como para
la aplicación antı́poda en S 2, cada punto tiene una vecindad en la hay sólo un
representante de las clases de equivalencia de cada uno de sus puntos (vea la
Figura 4.23), y por eso, en regiones suficientemente pequeñas, el objeto nuevo
se comporta como el original en cuanto a la manera de medir.
Un subgrupo de un grupo de isometrı́as con la propiedad anterior, se llama
subgrupo discontinuo.
No ocurre eso con un subgrupo generado por una rotación o por una refle-
xión.
Si consideramos una rotación por 2π/n en 2, cualquier vecindad del pun-
214
PSfrag replacements
Figura 4.23: Cada representante tiene una vecindad donde hay un sólo represen-
tante de las clases que aparecen en ella.
En el caso del subgrupo generado por una rotación, tendrı́amos una situa-
ción peculiar al formar el objeto cociente: una vecindad del punto fijo semeja
más a un cono que a un plano, pues los vectores tangentes de curvas diferencia-
bles que pasan por ese punto no forman un plano. En el caso de una reflexión,
los puntos de la recta en la cual se refleja no tienen vecindades homeomorfas a
un disco, sino a medio disco con el diámetro incluido; ese tipo de situaciones
exigen un tratamiento especial, pues se trata de “variedades con frontera” (vea
[G-R]).
R T (R)
|a| |a|
En vista del papel especial que juega la recta L para determinar el trans-
formado bajo T de cualquier punto R del plano hiperbólico, se dice que L es
el eje de T , y la distancia entre P ∈ L y T (P ) ∈ L se denomina distancia
de traslación.
El hecho que deseábamos demostrar, es que la distancia entre un punto y
su transformado es mayor para puntos fuera del eje de traslación que en el
caso de puntos en L, pues el arco de la geodésica determinada por R y T (R),
que ya euclidianamente tiene una longitud mayor que el arco de L, tiene una
longitud aún mayor en la métrica hiperbólica. Por tanto, la distancia entre un
punto R y su transformado T (R) bajo una transformación hiperbólica, toma
su mı́nimo en los puntos del eje L.
216
T2(L)
A D
|b|
L B |a| C
T1(M)
M
Figura 4.26: Los lados opuestos del cuadrilátero ABCD sólo son congruentes si el
cuadrilátero es ideal.
α δ
M
|b|
PSfrag replacements L
|a|
β γ
Figura 4.27: Las imágenes del cuadrilátero αβγδ bajo el subgrupo generado por
T1 y T2, cubren a ∆.
diferenciable.
Al final de la sección 3.4 dijimos que las superficies con esa propiedad se
llaman superficies de Riemann, y es fácil demostrar que resultan orientables.
En consecuencia, los objetos con los que trataremos serán superficies compactas
y orientables.
Ahora bien, las superficies con esas caracterı́sticas han sido ampliamente
estudiadas, y sabemos cómo son gracias a dos teoremas muy importantes. No
damos aquı́ su demostración, pero sı́ proporcionamos al lector referencias donde
puede encontrarlas.
El primer teorema que mencionaremos pertenece a la rama de las matemá-
ticas denominada Topologı́a, y a su demostración está dedicado [I], que es un
libro muy accesible, aunque aparece también en las referencias sobre superficies
de Riemann, como por ejemplo [Spr].
4.28).
PSfrag replacements
α α1
α2
β1
...
β β2
Figura 4.28: Las superficies compactas y orientables son: la esfera y toros con un
cierto número de asas.
Note que cada asa da lugar a dos curvas cerradas αi , βi que no pueden
deformarse a un punto sin salir de la superficie, y se puede demostrar que
tampoco es posible deformar alguna de esas curvas correspondientes a un asa,
en otra de ellas correspondiente a otra asa.
Los topólogos construyen toros con g asas a partir de un polı́gono con 4g
lados, cuyos lados identifican como lo muestran las flechas de la Figura 4.29
para el caso del toro de género 2.
lados con el mismo sı́mbolo y orientaciones opuestas (como ocurrió con las
translaciones en el caso de un cuadrado euclidiano).
El otro teorema que nos interesa enunciar, afirma eso (y más), y es conocido
como Teorema de Uniformización.
Este Teorema pertenece a la rama de las matemáticas denominada Geo-
metrı́a Compleja, y a su estudio estuvieron dedicados muchos matemáticos de
primera lı́nea, que inclusive debieron crear teorı́as nuevas para comprenderlo
cabalmente. La demostración del Teorema de Uniformización, que es bastante
complicada, fue realizada simultánea e independientemente en 1907 por Paul
Koebe (1882-1945) y por Henri Poincaré, pero su germen se encuentra en un
teorema célebre debido a Riemann:
-diferenciable.
Note que un biholomorfismo respeta los ángulos, con todo y su sentido (¿por
qué?), y eso justifica decir que si entre dos superficies hay un biholomorfismo,
las superficies son conformemente equivalentes.
Nosotros ya hemos exhibido un tal biholomorfismo en el caso de que R sea
un semiplano: la transformación Q : H + → ∆ dada por (4.2).
Las referencias para el Teorema de Uniformización son [Spr] y [F], y para
el Teorema de la Aplicación de Riemann, [A].
Para las superficies que nos ocupan, las superfices de Riemann compactas,
la versión coloquial del Teorema de Uniformización afirma que b tiene una
geometrı́a (doblemente) elı́ptica, que los toros con un asa tienen una geometrı́a
parabólica (plana), y que los toros con g ≥ 2, tienen una geometrı́a hiperbólica.
Eso, como consecuencia de que entre las superficies de Riemann más sen-
cillas desde el punto de vista topológico, b ,
y ∆, no es posible establecer
una función biyectiva f que sea un biholomorfismo (note que biholomorfismo
implica homeomorfismo):
imagen esté contenida en el disco ∆, es una función acotada; para ese tipo de
funciones, hay un teorema de Variable Compleja, el Teorema de Liouville (vea
[A]), que asegura que la función debe ser constante. Pero entonces la imagen de
la función no puede cubrir a ∆, y por eso y ∆ tampoco son conformemente
equivalentes.
con 1 asa (no cualesquiera dos de tales toros son conformemente equivalentes,
vea [A]), mientras que las superficies hiperbólicas compactas son los toros con
cualquier número de asas.
Por eso dijimos que la mayorı́a de las superficies compactas y orientables
admiten una estructura hiperbólica.
b−1
1
a−1
1
a2
b1
H1
H3
b2
a1
a−1
2 b−1
2
EJERCICIOS
1. Demuestre que si T es una transformación hiperbólica con eje L, d(P, T (P ))
no depende de P ∈ L.
2. Utilice el homeomorfismo establecido por la función tangente entre el
intervalo (−π/2, π/2) y , para dar un homeomorfismo entre y ∆.
3. Demuestre que cualquier toro con g asas puede obtenerse a partir de un
4g-ágono regular hiperbólico usando transformaciones hiperbólicas, si se
cuida de que los ángulos tengan el tamaño adecuado.
4. ¿Qué condición debe satisfacer una función f : 2 → para que tenga
sentido decir que también define una función en el cilindro euclidiano
223
2
creado como cociente de por el subgrupo generado por la traslación
T(1,0)?
5. Establezca las condiciones que debe cumplir una función f : 2 →
para que tenga sentido que también define una función cuyo dominio sea
el toro plano del Capı́tulo 1.
6. ¿Tiene sentido plantearse un problema análogo en el caso de f : ∆ →
y un toro con más de un asa?
7. Agrande la Figura 4.30 y añádale al menos los octágonos resultado de
aplicar hi y h−1
i con i = 1, 2, 3, 4.
4.7. Mosaicos
Abordaremos ahora el problema de tapizar el plano hiperbólico con mo-
saicos congruentes, y encontrar el grupo de isometrı́as que dejen invariante a
dicho enmosaicado.
A diferencia de los casos euclidiano y elı́ptico, hay un número infinito de
maneras de tapizar el plano hiperbólico con mosaicos congruentes; como ve-
remos, eso es consecuencia de la forma en que se construye un enmosaicado
hiperbólico, y del hecho de que haya triángulos cuya suma de ángulos es tan
pequeña como se quiera.
Nuestro único propósito formal en este inciso será mostrar cómo construir
enmosaicados hiperbólicos utilizando polı́gonos hiperbólicos de cualquier nú-
mero de lados. Construiremos nuestros ejemplos en el disco ∆, y pediremos al
lector convertirlos en enmosaicados de H + .
En cuanto al lado lúdico de este problema, quien lo utilizó en forma magis-
tral fue el ya mencionado grabador holandés M. C. Escher pese a que, al menos
al principio, no sabı́a que estaba utilizando transformaciones hiperbólicas1.
Escher decoró los polı́gonos hiperbólicos con imágenes diversas para crear
varios de sus más célebres grabados; si el lector los analiza desde el punto de
vista de este inciso (vea [Er] y [Es]), ganará en intuición hiperbólica, pues en
1
“En matemáticas nunca obtuve ni siquiera un ‘suficiente’. Lo curioso es que, a lo que
parece, me vengo ocupando de matemáticas sin darme cuenta bien de ello. ¡Quién se iba a
imaginar que los matemáticos ilustrarı́an sus libros con mis dibujos, que me codearı́a con
hombres tan eruditos como si fueran mis colegas y hermanos!” Escher, en [Er]
224
Dos de las figuras de la sección anterior, 4.27 y 4.30, muestran cómo cubrir
el disco de Poincaré con mosaicos hiperbólicos: los primeros son cuadriláteros
ideales, con sus vértices en el infinito, los segundos serı́an octágonos regulares
(no están dibujados, pero le pedimos al lector que lo hiciera en el Ejercicio
7, sección 4.5) cuyos vértices son puntos ordinarios y cuyos ángulos interiores
miden 2π/8. Los octágonos que no están dibujados se obtienen mediante las
transformaciones hiperbólicas utilizadas para “pegar” los lados con el mismo
sı́mbolo y orientaciones opuestas, pues cada una de ellas translada el octágono
a lo largo de la perpendicular común a esos lados; al utilizar todas las trans-
formaciones hiperbólicas generadas por esas transformaciones, podemos cubrir
∆ con octágonos regulares.
En ambos casos, las transformaciones usadas para tapizar el disco fueron
únicamente transformaciones de tipo hiperbólico, que en un cierto sentido se
parecen a las traslaciones euclidianas. En el caso del cuadrilátero ideal, bas-
taron dos transformaciones hiperbólicas para generar el subgrupo que tapiza
∆, pero en el caso del octágono con vértices ordinarios, fue necesario utilizar
cuatro transformaciones hiperbólicas para generar el grupo que tapiza ∆.
Entonces, tenemos ya un número infinito de maneras de tapizar ∆ con
mosaicos regulares y distintos:
Como hasta este punto no hemos utilizado las reflexiones hiperbólicas, vale
la pena ilustrar cómo trabajan en el caso del disco. En la literatura, las re-
flexiones hiperbólicas que describiremos se conocen como inversiones (vea el
Apéndice 5.6).
Si la recta en que deseamos reflejar pasa por el centro del disco, la reflexión
hiperbólica coincide con la reflexión euclidiana, pero si la reflexión se lleva a
cabo en otra recta, lo que define al reflejado P 0 de un punto P respecto a una
recta L, es el hecho de que P 0 debe pertenecer a la recta perpendicular a L por
P , debe pertenecer al otro semiplano definido por L, y las distancias de ambos
puntos a L deben ser la misma, todo lo cual ocurre en el caso euclidiano (vea
la Figura 4.31):
d∆ (P, L) = d∆ (P 0, L).
L
PSfrag replacements P
P0
Figura 4.31: Cómo reflejar en una recta hiperbólica para el modelo del disco.
Por otro lado, sabemos que la suma de los tres ángulos debe ser menor que
π; entonces, si α1 = π/p, α2 = π/q y α3 = π/r, obtenemos una restricción
sobre los números p, q, r ∈ :
1 1 1
+ + < 1. (4.17)
p q r
Una terna (p, q, r) que satisface la restricción es (7, 2, 3); consideraremos
triángulos con uno de sus vértices en el centro del disco y donde el ángulo en
227
EJERCICIOS
1. Marque al azar cuatro puntos en la frontera de ∆ y dibuje el cuadrángulo
hiperbólico con esos vértices; dé y justifique un algoritmo geométrico para
obtener las imágenes de ese cuadrángulo bajo las reflexiones en sus lados.
2. En el modelo del disco, dibuje un pentágono regular con centro en (0, 0)
y divı́dalo en triángulos como se indicó en el texto. Determine si es po-
sible generar con el triángulo marcado, un enmosaicado cuyo grupo de
isometrı́as sea no trivial.
3. Considere el caso de un triángulo T cuyos vértices no sean todos idelales
ni todos ordinarios. ¿Podemos tapizar ∆ con él? Justifique sus afirma-
ciones.
4. Para al menos tres de los grabados de Escher que tapizan el plano hiper-
bólico, determine los valores p, q, r del triángulo básico, y el subgrupo de
G∆ que deja invariante al enmosaicado. (Sugerencia: consulte [Es].)
5. Diseñe al menos dos mosaicos hiperbólicos.
5
Apéndices
por el vértice, y eso muestra que los vectores tangentes a curvas por el vértice
no forman un plano, por eso no se puede definir el plano tangente al cono en
el vértice. Esto se debe a que 0̄ ∈ 3 es punto crı́tico (el único) de la función
F (x, y, z) = x2 + y 2 − z 2.
Cada punto de 3 está contenido en una superficie de nivel de esta función,
y por eso se dice que las superficies de nivel de esta función folı́an al espacio,
lo llenan con sus hojas. Si r < 0 o si r > 0, las superficies son regulares, y el
cambio de un tipo de hiperboloide al otro pasa por el cono, que es la superficie
de nivel 0; el cono divide a los dos tipos de hiperboloides, y por eso se le llama
separatriz de la foliación. Para profundizar en estos temas, consulte [Hi].
231
Los elementos relacionados unos con otros forman una clase de equi-
valencia y dos clases distintas no pueden tener elementos en común, por la
transitividad. Se dice por ello que
(132),
233
(13)(234) = (1342).
Es claro que (1342) = (3421) = (4213) = (2134), pues todas esas permuta-
ciones tienen el mismo efecto sobre cualquier ordenación.
234
II. (Es posible) prolongar sin cesar una recta finita a una recta.
V. Si una recta que corta a otras dos forma, del mismo lado, ángulos interio-
res que suman menos de dos ángulos rectos, al prolongar indefinidamente
las dos rectas, éstas se cortan del lado en que los ángulos interiores suman
menos de dos ángulos rectos.
M
PSfrag replacements L1
L2 β
PSfrag replacements P M
H
L
5.5. Topologı́a
En los cursos de Cálculo se define la noción de conjunto abierto de n :
es un conjunto A tal que cualquiera de sus puntos es centro de una bola de
radio positivo completamente contenida en A.
Es fácil verificar que los conjuntos abiertos de n poseen las propiedades
siguientes:
238
n
1. El vacı́o y el total ( ) son conjuntos abiertos.
Por eso es posible definir funciones continuas entre dos espacios topológicos
cualesquiera E1 y E2 : basta pedir que la imagen inversa bajo f de cualquier
abierto de E2 sea un abierto de E1 .
Si la función f es continua y biyectiva, existe la función inversa, f −1 , y si
ésta es también continua se dice que E1 y f (E1 ) ⊂ E2 son homeomorfos (no
confundir con homomorfo, noción perteneciente al álgebra), y que f es un
homeomorfismo.
Es muy importante que el lector se pregunte cuáles de las funciones que
conoce son continuas, y de éstas cuáles son homeomorfismos. Por ejemplo, la
proyección Π : 2 → tal que Π(x, y) = x, es una función continua cuando
2
en y en consideramos los abiertos usuales, pero no es un homeomorfismo
porque no es inyectiva.
Cuando en un conjunto E tenemos definida una topologı́a, es posible con-
vertir cualquiera de sus subconjuntos, E 0 , en un espacio topológico relativizan-
do los abiertos, es decir, A0 ⊂ E 0 es un abierto relativo de E 0, si existe un
abierto A de E cuya intersección con E 0 es A0, es decir, A0 = A ∩ E. El lector
no tendrá dificultad en comprobar que los abiertos relativos satisfacen las tres
condiciones de una familia de abiertos.
Ahora ya es sencillo demostrar que la proyección estereográfica de una
circunferencia en la recta real a la que añadimos un punto (vea la Figura 3.3),
es un homeomorfismo.
239
d(O, P )d(O, P 0 ) = R2 ,
z−α
T (z) = ,
z−β
|z − α|
= ρ,
|z − β|
C2 ∈ F2 que lo contienen.
4. Los puntos lı́mite son simétricos (inversos uno respecto al otro), respecto
a cada elemento C2 ∈ F2 , y sólo con respecto a ellos.
6
Bibliografı́a
G-S Grünbaum, B., Shepard, G.C. Tillings and Patterns, W.H.Freeman and
Co., 1987.
H-C Hilbert, D., Cohn Vossen, S. Geometry and the Imagination, Chelsea
Publishing Co., 1983. (Edición facsimilar en Vı́nculos Matemáticos No.
150, FC, UNAM, 2000.).
Y Yaglom, I. Felix Klein and Sophus Lie, evolution of the idea of symmetry
in the nineteenth century, Birkhäusser, 1988
Índice alfabético
trilátero, 117
triple producto escalar, 12
ultraparalelas, 177