Ensayo “El Constructivismo”

Jeisson Mazo

Julián Zúñiga

Valentina Cruz

Adrián Rosero

Daniel Valencia

Paola Salgado

Juan Felipe Jiménez

Universidad Santiago de Cali

Facultad de Educación

Lic. Lenguas Extranjeras – Lic. Educación Infantil

Santiago de Cali, Valle del Cauca

2019
 El constructivismo, un enfoque epistemológico que resalta la apropiación del conocimiento.

El constructivismo es una corriente pedagógica que postula la necesidad de entregar

al estudiante las herramientas necesarias (generar andamiajes) que le permitan construir sus

propios procedimientos para resolver una situación problemática, lo que implica que sus ideas

pueden verse modificadas y este siga aprendiendo.

Esta corriente propone un paradigma donde el proceso de enseñanza se percibe y se lleva a

cabo como un proceso dinámico, participativo e interactivo del sujeto, de modo que el

conocimiento sea una auténtica construcción operada por la persona que aprende (por el «sujeto

cognoscente»), siendo así un concepto didáctico en la enseñanza orientada a la acción.

¿Cree usted que cada persona es capaz de generar su propio aprendizaje?

Aunque el ser humano nazca con ideas innatas es posible que por medio de sus experiencias

durante el transcurso de su vida empiece a formar su conocimiento y pueda romper así, todos los

esquemas mentales que le impidan desarrollar un aprendizaje propio.

Aristóteles y su teoría del empirismo proponen que las personas aprenden a través de las

experiencias que van viviendo, por ejemplo: Cuando vemos el cielo oscuro pensamos que va a

llover, ¿Cómo lo sabemos? Lo sabemos porque en ocasiones anteriores cada vez que el cielo se

oscurece llueve, esto quiere decir que cuando experimentamos una situación específica se genera

un aprendizaje que nos permite identificar lo que está pasando y relacionarlo con situaciones

similares.

La idea de la interacción entre la persona y la situación no es nueva, la mayoría de las teorías

contemporáneas del aprendizaje y el desarrollo asumen que las creencias y el conocimiento se

forman a medida que las personas interactúan en situaciones.

 Todo esto, teniendo en cuenta que el mundo se puede construir mentalmente de muchas

formas diferentes, de manera que ninguna teoría posee la verdad. Derry y Simpson (1996/2002)

argumentan que ninguna afirmación se puede considerar verdadera, y que, en lugar de eso, se

deben observar cómo dudas razonables. Hay muchas variedades y ninguna versión debe ser

considerada más correcta que otra.

Es importante destacar que el constructivismo no tiene una consistencia exacta acerca de su

significado en cuanto a considerarla como una teoría, pues esta última se encarga de generar

hipótesis que deban ponerse a prueba. En términos estrictos este no sería considerado como una

teoría sino una epistemología que incentiva al ser humano a la creación de su propio aprendizaje.

A lo largo de la historia se ha evidenciado que el ser humano siempre ha ido en busca del

conocimiento con el fin de entender su mundo, y distintas teorías se suman a esta, en las que se

pueden destacar la teoría del aprendizaje de Sócrates (ironía y mayéutica), Platón (idealismo), El

método cartesiano y el método de la matemática de René Descartes, tomando como elemento

principal de trabajo el entorno que lo rodea y empleando así herramientas físicas y mentales que

facilitan su proceso.

De esta manera, es válido afirmar que el aprendizaje evoluciona en base a otras teorías y el

conocimiento se construye a partir de la forma de ser y pensar del estudiante.

 Un concepto importante es la zona de desarrollo próximo ZDP que se define como “la

distancia entre el nivel actual del desarrollo, determinada mediante la solución independiente de

problemas y el nivel de desarrollo potencial, determinado por medio de la solución de problemas

bajo la guía adulta o en colaboración con pares más capaces” (Vygotsky, 1978).

Según el párrafo anterior, el constructivismo ofrece al estudiante bases y/o herramientas que le

permiten escalar y llevar su proceso de aprendizaje más allá del original dado por el docente.

La educación tradicional poco a poco ha ido perdiendo vigencia, por haber ejercido una

tendencia no muy relacionada con el aprendizaje desde la experiencia de los educandos, siendo

reemplazada por dinámicas teóricas y metodológicas que permiten que el individuo construya su

conocimiento desde la realidad que aflora en su vida, edificando en agente precursor de su propia

educación y desarrollo cognitivo. Teorías como el constructivismo y la metacognición y el

pensamiento complejo, son herramientas fundamentales si se desea consolidar a los educandos

como asimiladores autónomos, cargados de conocimientos prácticos, de realidades empíricas, con

alta riqueza para la apropiación de competencias y para la gestión de su conocimiento, Carl

Rogers (1969) declaró que:

“Cada individuo existe en un mundo de experiencias en constante cambio en el

que él es el centro.”

Posiblemente, la idea más importante en este trozo es la de que el constructivismo nos permite

concebir el aprendizaje de una manera menos artificial que la que nos ha presentado siempre la

educación tradicional, de una manera más parecida a la forma como nosotros mismos podemos
identificar que hemos aprendido en la vida real, no por transmisión del conocimiento de otros,

sino por medio de nuestras experiencias y nuestra propia reflexión sobre ellas, incluso, por medio

de nuestras experiencias fallidas y llenas de errores. Igualmente, el constructivismo nos permite

observar el conocimiento que poseemos como resultado de nuestros procesos de aprendizaje y

notar que no se traduce sólo en discurso, sino en capacidad de hacer cosas, de lograr cosas por

nosotros mismos y de influir en las acciones de otros. Esto nos permite entender por qué estamos

seguros de que no hemos terminado de aprender nada aún, y de que nunca lo haremos.

El constructivismo afirma que el conocimiento no es una copia de la realidad, sino una

construcción que el ser humano elabora con esquemas que ya posee y lo que genera en su

interacción diaria con el medio que lo rodea, esto, con el objetivo de lograr un conocimiento

significativo y óptimos niveles de adaptación y bienestar

El modelo constructivista se ha confundido con un método que consiste en dejar planear y

darles libertad a los estudiantes para que aprendan a su propio ritmo lo cual significaría que el

docente no participaría en el proceso. Sin embargo, esta es una percepción errónea, este enfoque

plantea una interacción y un intercambio de conocimientos entre el docente y el alumno, de tal

forma que se pueda llegar a una síntesis productiva para ambos y en consecuencia un

aprendizaje significativo
 Ya que si el ser humano comienza a construir su propio método de aprendizaje obtendrá

mejores beneficios a la hora de aprender y/o enseñarlo ya que no sigue algo fijo si no que tiene su

propio punto de vista sobre las cosas.

Un EJEMPLO podría ser también el aprendizaje de la lengua escrita, ya que está elaborado,

pero debe ser reconstruido por cada uno para poderse aprender.

Bibliografía

Vygotsky, L. (1978). Mind in Society: The development of higher psychological processes. Cambridge,

MA: Hardvard University Press.

Cada persona es capaz de adquirir habilidades y conocimientos, esto también depende de la

metacognición de cada una. Se puede tener una idea o un conocimiento previo de estos, pero la

instrucción es esencial a la hora de solidificar aquel conocimiento que se está aprendiendo.

Existen demasiados métodos que se pueden usar a la hora de instruir a un estudiante sobre un

tema, ya sean antiguos o modernos, pero siempre es importante llevar un orden, un diseño de un

currículo en la instrucción, no adherirse mucho a este, pero enseñar de manera organizada,

precisa y concreta.

Cada persona tiene una mentalidad diferente, ven las cosas de cierta manera, así que es

conocimiento no siempre puede ser objetivo, el conocimiento crece a medida que se van

acumulando referentes a este (situaciones, relación con su maestro, etc).