La Agricultura Urbana y el Derecho a la Alimentación
Por: Carmenza Navas Moreno
El derecho a la alimentación está relacionado con el acceso de manera
permanente y libre a una alimentación adecuada en cantidad y calidad, que responda a las tradiciones culturales de la población, y que garantice una vida psíquica y física digna para los/as titulares de derechos. El acceso permanente y libre a una alimentación con estas característica puede hacerse a través de la producción directa o indirectamente mediante el trueque u otras formas de intercambio ó la compra en dinero. En su Artículo XIV la Carta por el Derecho a la Ciudad reconoce que las ciudades se comprometen a adoptar medidas, hasta el máximo de los recursos de que dispongan, para lograr progresivamente la plena efectividad del derecho a la alimentación de sus habitantes, así como de otras garantías como la vivienda, la salud y el trabajo. En términos concretos esto quiere decir que las autoridades locales deben garantizar la existencia de alimentos disponibles y en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de las personas que habitan las ciudades, sin excluir que todas las personas tengan acceso físico y económico a estos alimentos, y que quienes no cuenten con ingresos suficientes para la compra de alimentos en el mercado deben tener apoyo especial que les permita producir sus alimentos para realizar su derecho a alimentarse. Los alimentos deben ser adecuados a las necesidades nutricionales de los pobladores urbanos de acuerdo con su edad, sexo y actividad económica, y éstos deben ser libres de sustancias perjudiciales para la salud humana. Las ciudades deben ser autónomas en la toma de decisiones sobre la forma de producción, la transformación y los tipos de intercambio de los alimentos dentro de sus límites territoriales y para establecer relaciones de mercado justo con las regiones que las proveen de estos bienes.
La agricultura urbana es una actividad agrícola que se realiza en espacios urbanos
y periurbanos; es desarrollada en pequeña escala (huertos caseros), a mediana escala (huertos comunitarios en lotes baldíos, lotes municipales, etc.), y en escala comercial (producción en grandes espacios institucionales mediante formas de trabajo cooperativo para la generación de ingresos específicamente). La Agricultura Urbana es realizada por las poblaciones a las cuales se les han vulnerado sus derechos (en especial el derecho al trabajo y a una alimentación digna), y que no cuentan con recursos para acceder a los alimentos; se presenta como una alternativa de solución a la inseguridad alimentaria de las comunidades.
La agricultura Urbana garantiza la disponibilidad de alimentos de forma
permanente y diversa ofreciendo una dieta nutritiva y balanceada, interrelacionándose directamente con lo estipulado en el derecho a la alimentación. Las prácticas de agricultura urbana generan acceso a los alimentos, vinculando a los productores a la creación de redes domésticas de intercambio que se pueden implementar entre productores y consumidores y que posibilitan la generación de ingresos aumentado el poder adquisitivo de los hogares urbanos.
La agricultura urbana se desarrolla en pequeñas parcelas familiares donde se
cultiva con abono y fungicidas naturales orgánicos que no alteran la calidad de los alimentos; esto garantiza que son totalmente inocuos, libres de agrotóxicos y agroquímicos, o de cualquier sustancia que altere sus propiedades nutricionales y organolépticas (alteraciones en sus propiedades físicas).
La agricultura urbana contribuye a la conservación de la biodiversidad alimentaria,
a la generación de ingresos y a mitigar el impacto negativo del ambiente urbano disminuyendo la carga contaminante mediante el reciclaje de material orgánico y la utilización de las aguas lluvias.
La agricultura urbana propicia formas organizativas autónomas de las poblaciones
para la producción, consecución y conservación de semillas limpias, asegurando la biodiversidad alimentaria de las comunidades y materializando en estas acciones la soberanía y la autonomía alimentaria.
Dentro de los componentes del Derecho a la alimentación está la soberanía
alimentaria que es el derecho de los pueblos y países a definir sus propias políticas agrarias, de empleo, alimentarias y de tierras, en forma tal que sean ecológicas, social, económicas y culturalmente apropiadas, así como a producir sus propios alimentos; esto significa que todas las personas tienen derecho a una alimentación sana, nutritiva y culturalmente apropiada, y a desarrollar la capacidad de mantenerse a sí mismos como pueblos autónomos.
Desarrollando prácticas de agricultura urbana se incide en el mejoramiento de la
calidad de vida de las personas y la configuración social de los territorios hacia el desarrollo de sus autonomías. De esta manera se materializan las acciones sociales y culturales de las comunidades con las que se interactúe para el cumplimiento de sus derechos y, en especial, del derecho a la alimentación.
La Agricultura Urbana como práctica para materializar la soberanía y autonomía
alimentaria de las comunidades implica comprender el territorio no simplemente como una entidad física sino, específicamente, como el substrato de la historia y de la cultura de las poblaciones allí asentadas en donde desarrollan sus procesos de vida; el territorio es el espacio con todas las significaciones y especificidades de las relaciones y prácticas sociales que en éste se realizan desde la perspectiva de las culturas de los pueblos. Trabajar desde la territorialidad implica contribuir a la recomposición de las relaciones sociales, políticas e identidades culturales desde una mirada de apoyo y fortalecimiento a las organizaciones comunitarias y sociales. Las prácticas culturales mediante las cuales se da significado al espacio para hacerlo el territorio de las comunidades son procesos de intercambio y comunicación permanentes entre todos los seres y entidades que integran el mundo de las culturas.
Entendido el territorio como el espacio con todas las significaciones y
especificidades de las relaciones y prácticas sociales que en éste se realizan, la agricultura urbana es una práctica de resistencia: resistencia a la pérdida de la identidad cultural de las comunidades forzadas a asentarse en medios urbanos o periurbanos; resistencia a la pérdida del derecho al territorio, sin el cual sus identidades son profundamente vulneradas; resistencia a la pérdida del derecho a una alimentación digna culturalmente (preservación de sus hábitos alimentarios); resistencia al consumo de productos externos no adecuados a sus hábitos alimentarios; resistencia ante el hambre mediante la producción de alimentos frescos y sanos; resistencia a la perdida de su biodiversidad alimentaria (conservación de semillas propias tradicionales); resistencia mediante la organización, fortalecimiento y consolidación de formas alternativas comunitarias para la producción, formas de intercambio y/o comercialización. La Agricultura Urbana se desarrolla como una práctica de resistencia desde la cotidianidad para transformar las cotidianidades impuestas desde la negación de los derechos de las comunidades. La Agricultura Urbana se constituye así en una práctica para la organización y movilización de la creatividad de los sectores sociales sometidos a procesos de exclusión, práctica que les permite pensarse como sujetos políticos y construir proyectos que contribuyan a la transformación estructural de sociedades fundadas en la injusticia.
Hasta ahora en muchas ciudades de Colombia se había visto a la agricultura
urbana como la implementación de una huerta en los patios de las casas, desconociendo el gran potencial social, cultural y organizativo constitutivo de esta práctica; esta es sólo un medio para la realización de procesos organizativos y de trabajo colectivo, donde es posible realizar todo lo contemplado en los derechos Económicos, Sociales y Culturales de las comunidades y los pueblos del mundo.
Bibliografía
Articulo, EL DERECHO A LA ALIMENTACIÓN EN LAS CIUDADES
COLOMBIANAS, Clara Elena Salinas,
Artículo, Programa De Gestión Urbana
Coordinación Regional Para América Latina Y El Caribe PGU-ALC/CNUAH/HABITAT -