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f
Gregory Zambrano
LaColmena
VsMendo a La dama de los perros, los hombres ¿era ésa la pretensión oculta? ¿No
tratándose de una novela drcular que, comprendía que al no existir Igualdad de oportu
nidades no veríamos resultados? Mientras el hom
pocoa poco, va desentrañandola made
bre y la mujer sean sólo pareja para el lechoy esa
ja de los aa^ntedmientos Ajados en los moral y esas luces comparsa para un discurso, el
recuerdos, vemos rKonstruida una de las continenteserá grisy los logros, himnoque se eva
más bellas y terribles historias de amor de en un soplido -pensé. Ajando la mirada en su
que se cuelanentrelos interstldos de la Agura. (p. 63)
historia hispanoamericana. Quizás pata
la narradora no importe mucho mante Entre evocaciones y recuerdos
ner a su lector al tanto del recorrido
Sin duda, el hilo conductor de esta novela es la me
cronológico, sí le importa sostenerel or
moria. Por ella están latentes los hechos, y en sus
den de las secuencias históricas, el desa
rrollo de los hechosque se van evocan- dominios se ven evocados los demás personajes;
doy quevandandolajustezadelosacon- actantes y actores,tales comola esclavaJonatány el
tedmientos narrativos privilegiados, bien enigmático maestro de Bolívar, donSimón Rodríguez,
sea el desarrollodel Congreso de Pana llamado a ser más que un ductor nada convencio
má o el de Angostura; de igual manera,
nal, una Agura polémica de la historia, escarnecido
y resucitado, y que en esta novela coadyuva a moto
losdesplazamientos delhéroe en losdis-
rizar en la memoriade Manuelalas historias del pa
tinms territorios donde se desarrollaron
sus campañas, sus victorias militaresy
sado reciente vistas en perspectiva. Entre Simón
suslogros dvlles en loque respecta a la Rodríguez y Manuela Sáenz se representan dos for
mas de contrastar la historia, son dos aristas que se
constitudón de los estados nadonales,
tocan en su propia soledad y marginación:la de ser
así como las crisispolíticas que sucedie
el maestro, el formador, el guía, como pasaría Simón
ron a la independencia. En el marco, di
versos hechos sodales, culturales y, por
Rodríguez a la historia, y en el caso de Manuela de
supuestopolíticos, se van revelando con
ser la amante, la Agura del deseoen actitud de espe
ra, el amor postergado.
toda su intensidad y cromatismo, tales
En ambos, por circunstancias del destino, medía
como el simulacro de ñisilamiento de
la posibilidad de vivir relativamente cerca y encon
Santander queordenóy presendó la pro
trarse frecuentemente para compartir la mesa y los
piaManuela, o la recepción porparte de
Bolívar del poemaépico delecuatoriano
recuerdos. Entre los dos pesa la terrible circunstan
cia de un exilio promovido por el desenlace de los
José Joaquín Olmedo (1780-1847), "La
victoria de junín o Canto a Bolívar"
hechos políticos, que a cada uno le privó la posibili
dad de volver a su patria. Porotra parte, la Agurade
(1825), donde a ésteseleparan^na con
Simón Rodríguez conduce la propuesta ideológica
los héroes de la ¡liada. O también la in
terpretación que hace Manuela de una que subyace en la novelasobrela justiciasocialy la
necesaria reivindicación de la masa indígena, que
de las más célebres máximas de Bolívar;
aparece Armemente expresada en la presencia de
"moral y lucesson los polos de una Re
Túpac Amaru como una imagen de rebeldía y tam
pública; moral y luces son nuestras pri
bién de dignidad frente a los desmanes de la repre
meras necesidades", parte Amdamental
sión, la explotación y el escarnio de los antiguos
de su razonamiento político en el "Dis
pobladores del Perú.
curso de Angostura" (15 de febrero de
Yes también esta imagen una estrategia para A-
1819),al que replica la protagonista:
Moral para las mujeresy lucespara jar en el presente la existencia de los mismos males.
espaciospara grandes deliriosdel lenguaje.Sin duda, catología y los excesos que por el lado
estamos frente a una mujer excepcional, pero trata
de una desmesuradaerotomaníaexplo
da en su justa dimensión humana, sin exaltaciones ta Denzil Romero en La esposa del Dr.
ni intentos de sacralización. Segundo: un cuidado Thome{}9SS). Esta novela,la cual reci
extraordinario en el uso del lenguaje donde cada bió el premio «La sonrisa vertical» en
palabra está en su lugar y cada localismo se emplea España, le ocasionó al autor disgustos
con maestría, bien sea en el uso directodel lenguaje y hasta el reto para un duelo a muerte
por parte de los personajes como en la pertinencia de por parte de personalidades de la vida
palabras localistas de Venezuela, Ecuador o Perú. En intelectual ecuatoriana, ofendidos porel
el uso de estos vocablos están asentadas las marcas
tratamiento ahistórico que se le daba a
Manuela.
de época, los registros geográficos, y más aún,
definitorios rasgos culturales. En tercer lugar, una La novela de María Eugenia
documentación histórica ponderada. No obstante la Leefmans en su concisión artística, en
cuidadosa investigación que respalda la obra, ésta su lenguaje mesurado, logra desvestir
no llega a ser manifiesto de la precisión del historia otros rasgos de la sensibilidad,del apa
dor al grado de resultar excesiva; por el contrario, y sionamiento y desenvoltura de Manuela
esto sería un cuarto mérito entre muchos otros, está
Sáenzy sobretodo su fidelidad a lo que
la convocatoria que el texto hace al lector para reco representa Simón Bolívar en el tiempo
presente de la narración, cuando es so-
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lamente un recuerdo, pero un recuerdo la puerta no siempre abierta del matrimonio. Mu
cuya fortaleza y permanencia sería de jer de acción, no pudo sufrir ni el engaño ni la
comedia del falso amor. Hija de la revolución no
finitivo para unir su presentey su futu
escuchó más lenguaje que el de la verdad y el del
ro al destino de aquel hombre único.
derecho a la defensa propia. (Teresa de la Parra,
En La dama de los perros se revela Obra escogida, t. 2, México, FCE-Monte Ávila Edi
la admiración y el encantamiento, pero tores Latinoamericana, 1992, p. 74)
también la conciencia de homenaje; la MaríaEugeniaLeefmans, atenta a la indagaciónhis
indagación en el lenguaje refleja un tórica, apasionada por el lenguaje, en esta obra hur
viaje en búsqueda de la belleza. María ga deliciosamente en los intersticiosde aquella vida
Eugenia Leefmans es poeta y la poesía apasionada y singular, también celebrael cumplea
va de la mano con ella en este recorri ños de Manuela, como le gusta decir al maestro ve
do por los caminos intrincados de la nezolano don TrinoBorges, y nos regala esta brevey
historia de una pasión, porque cuidada joya en que se retrata una mujer que está
Manuela Sáenz es la personificación más allá de los espacios y los tiempos cerrados, que
-viva, intensa y excepcional- de la pa es como decir más allá de las épocas y de las nacio
sión. Leyendo esta novela no pude de nalidades. Se cuenta que, en 1847, recibió Manuela
jar de lado la palabra de Teresa de la el relato sobre la muerte violenta de James Thorne, y
Parra, quien abrigó siempre el deseo de con ella, la notificación de que su esposo -que había
escribir una novela sobre El Libertador, acrecentado su fortuna- le dejaba en herencia sola
donde estuviera representada de ma mente la cantidad correspondiente a la dote que su
nera preponderante la figura de padre había aportado para sellar su compromiso de
Manuela Sáenz. Este proyecto no llegó casar a Manuela con el comerciante inglés. Nada
a su término; sin embargo, algo ade pudo ella recuperar; pesó demasiado el odio, el re
lantó en sus famosas conferencias que chazo, la afrenta imperdonable. Manuela se excusó
con el título de «Influencia de la mujer ante cualquier otro trámite para hacer vaier sus de
en la formación del alma americana», rechos; seguía siendo la esposa legítima. Esto fue
impartió en Colombia en 1930. En la otra muestra palpable de fidelidad, ya no sólo al re
tercera de ellas destacó la figura de tres cuerdo del Libertador sino a ella misma. En su cir
mujeres excepcionales en la historiade cunstancia de enfermedad y pobreza esta decisión
América, y que corresponden a tres dice más de su dignidad que cualquierjustificación.
momentos claves del tránsito entre la La Manuela de María Eugenia Leefmans es la
Colonia, la Independencia y la Repú mujerde esos días finales, la dama de losperros, la
blica: la ñusta Isabel -madre de solitaria de Paita, la vendedora de dulces y lectora
Garcilaso, el Inca- en Perú, Doña Ma del tabaco. En la novela percibimos una
rina, en México, y Manuela Sáenz en reconfiguración de los elementos biográficos para
tre Ecuador, Colombia y Perú. acercarse de la manera más creativa y cuidadosa
Escribió Teresa de la Parra acerca posible a una historia de vida, restituida en su es
de Manuela: plendor, que explora los caminos de ia historia para
La figura de doña Manuelita es en devolvernos una imagen tan humana como intensa
extremo interesante no sólo por su de Manuela Sáenz, tal como muchos podríamos ima
lado pintoresco sino porque repre ginarquevivió en sus tiempos, una mujer paraquien
senta, si bien se analiza, el caso de
la mejor herencia que pudo recibir fue la de siempre
la protesta violenta contra la servi
dumbre tradicional de la mujer a sentirse amada, lo que también fue para ella certeza
quien sólose ledejacomo porvenir de la inmortalidad. LC