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Algunos parecen un teléfono de juguete. Otros pueden ser usados como audífonos
y los niños puedan pasar las páginas con facilidad mientras leen en susurros.
Existen incluso teléfonos que tienen dos “receptores” conectados por un tubo para
que así el niño pueda leer con otro niño, o con uno de sus padres o maestros.
Para usarlo, los niños colocan un extremo del teléfono en su oído y leen
susurrando en el otro extremo. El teléfono amplifica el sonido, ayudando a los
niños a escuchar con más claridad los sonidos y las palabras que están
pronunciando.
Los estudiantes usualmente usan los teléfonos susurrantes durante las lecciones
de lectura o cuando todo el salón está en el periodo de lectura independiente.
Otras veces, los niños pueden usar los teléfonos susurrantes en la terapia del
habla o en la clase de música.
Estos teléfonos pueden ser especialmente útiles para niños pequeños que tienen
problemas con la conciencia fonológica. El sonido amplificado puede ayudar a que
los niños escuchen la diferencia entre sonidos parecidos, como por ejemplo entre
la /f/ y la /v/. De igual manera, estos teléfonos pueden ayudar a los niños que
tienen dificultad para combinar dos sonidos como la /s/ y la /m/ para formar /sm/.
Los teléfonos susurrantes pueden ayudar a los niños a convertirse en lectores más
fluidos porque practican una oración varias veces hasta que suena natural.
Además, un teléfono susurrante puede ayudar a desarrollar confianza en sí
mismos a los que no les gusta leer en voz alta.
Lectura susurrante en casa
La lectura y los teléfonos susurrantes no son únicamente para el salón de clases.
Usted puede usarlos en el hogar para mejorar las habilidades lectoras de su hijo.
Tenga en cuenta que si los niños alzan demasiado la voz al usar un teléfono
susurrante, ¡el volumen puede ser muy alto! Así que asegúrese de advertírselo,
especialmente si su hijo es sensible al sonido.
Hay muchas maneras en las que la lectura y los teléfonos susurrantes pueden
ayudar a su hijo a progresar como lector. Hable con el maestro de su hijo para
obtener más ideas.
Dar instrucciones
Dé instrucciones paso a paso y lea en voz alta las indicaciones escritas.
Simplifique las instrucciones usando palabras clave para las ideas más
importantes.
Resalte palabras e ideas importantes en las hojas de trabajo para que el
alumno las lea primero.
Asegúrese de que el estudiante ha entendido las indicaciones y puede
repetirlas.
Muestre ejemplos de trabajos terminados correctamente que sirvan como
modelo.
Proporcione indicaciones que describan los elementos de un trabajo bien
hecho.
Ayude al estudiante a dividir los proyectos en secciones más cortas.
Provea listas de revisión y preguntas que orienten y ayuden con la
comprensión lectora.
Ordene los ejercicios de la hoja de trabajo, del más fácil al más difícil.
¿Qué sigue?