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que habían caracterizado a la Modernidad y rompe con la promesa
teleológica de los mismos:
“…son aquellos que han marcado la modernidad: emancipación
progresiva de la razón y de la libertad, emancipación progresiva o
catastrófica del trabajo (fuente de valor alienado del capitalismo),
enriquecimiento de toda la humanidad a través del progreso de la
tecnociencia capitalista, e incluso, si se cuenta al cristianismo dentro
de la odernidad (opuesto, por lo tanto, al clasicismo antiguo),
salvación de las creaturas por medio de la conversión de las almas vía
el relato crístico del amor mártir. La filosofía de Hegel totaliza todos
estos relatos y, en este sentido, concentra en sí misma la modernidad
especulativa” (2).
Consideremos ahora el nuevo panorama definido por Lyotard: si se
produce la muerte de los grandes relatos, por consiguiente, implica la
existencia de pequeños relatos, los cuales producen la fragmentación
de la historia. De este modo, se considera a la historia como una
multiplicidad de hechos. Ahora bien, esta nueva visión es de gran
importancia ya que produce la aparición del Multiculturalismo, a partir
del cual se comienza a poner en escena a las pequeñas minorías
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(Feminismo, homosexualidad, etnia negra, etc), y estas en sí mismas, y
con el paso de los años, comienzan a tener un mayor peso dentro de la
cultura social.
Para entender la raíz de estos cambios, analicemos cuales fueron
los grandes relatos y que proponían cada uno de ellos:
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El primer cambio que se podría considerar es la eliminación
del Hombre del centro del mundo: Como podemos ver en
cada uno de los grandes relatos se coloca al Hombre como
figura central, un Hombre universal, sin identidad ni rostros.
El postmodernismo, con su eliminación de estos grandes
relatos, ya no coloca al Hombre en el centro del mundo, sino
que, coloca a la Persona. A priori, parecería no existir una
diferencia sustancial entre ambos conceptos (Hombre-
Persona), sin embargo, al hablar de Persona se trata de
hombres y mujeres con un rostro y una identidad, se trata de
uno mismo. Entonces aparece en el centro de la escena el
Yoísmo: El otro desaparece fagocitado por el yo. “Nada
importa más que yo” (3).
Entonces, en la cultura postmoderna comienza a destacarse el
individualismo extremo.
El segundo cambio, es el remplazo de la Razón por el Deseo.
Este último es quien comienza a dominar la conducta social a
fin de satisfacer un objetivo central, el placer. Este último
determinará la conducta de las personas y adquirirá un
carácter de urgencia (“No sé lo que quiero, pero lo quiero ya”
(4)
) la cual se traducirá, posteriormente, en el
hiperconsumismo.
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Bajo estas nuevas condiciones, el presente es quien toma el
centro de la escena y no el futuro, como se daba en la
modernidad. Si nos detenemos en los cuatro grandes relatos
podremos ver que cada uno de ellos promete un estado de
plenitud que se dará en algún momento de la historia, es decir
son relatos teleológicos (van hacia un fin). Es por eso, que
esta idea teleológica que proponen los grandes relatos carece
de todo sentido para los postmodernistas. Inclusive el pasado,
por su lejanía, ya no es tomado en cuenta. Solo importa el
ahora. “La postmodernidad es un tiempo sin narración” (5).
A partir de este punto el hombre ya no espera ese estado de
plenitud, dado que la espera ya no es un valor. Por
consiguiente, cada acto de la persona será para la satisfacción
inmediata del placer (Hombre Dionisiaco).
Esto queda bien ilustrado en algunas canciones de bandas de
Rock de los años 60:
“…the future's uncertain and the end is always near” (…el
futuro es incierto y el final siempre está cerca), Roadhouse
Blues, The Doors (1969). En esta simple pero contundente
frase, Jim Morrison (tal vez de los máximos exponentes del
posmodernismo en la música) denota cual era la nueva forma
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de ver el mundo, muy alejado de ese estado de plenitud
prometido, más alineado a la idea del aquí y el ahora.
Un cuarto cambio que se produjo fue la consolidación del
mercado neoliberal, que es una forma evolucionada del
capitalismo, pero a mayor escala. Vale destacar que tras la
gran crisis mundial de 1930 la mayoría de los países optaron
por un modelo económico Keinesiano, a fin de reactivar sus
economías por medio del consumo interno. Tras la
finalización de la segunda guerra mundial algunos países,
como EEUU, retomaron el sistema capitalista, dando origen a
la Edad de Oro del capitalismo. Durante este periodo, se
comenzaron a producir bienes y servicios a bajo costo, lo que
se tradujo en un excedente de producción, dada la gran oferta.
A partir de esta nueva situación fue necesario el desarrollo de
la publicidad, llevando a la sociedad a un nuevo estadio, la
Sociedad de Consumo.
Bajo esta nueva característica, el ciudadano deja de ser
considerado como tal para ser considerado un consumidor,
estableciéndose la cultura consumista, a partir de la cual cada
persona, impulsada por el yo, trata de diferenciarse del resto
por medio del consumo, generando un circulo constante y
retroalimentado por el consumo y el individualismo.
El quinto cambio, relacionado directamente al anterior, es el
establecimiento de la superficialidad y la imagen. Con el
desarrollo de las nuevas tecnologías y el incremento de los
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mass media en la sociedad la imagen pasa a tener un papel
central. Se pretende un ideal a partir de la imagen. La imagen
como sistema comunicador y transmisor de emociones.
“A través de los mass media se dictan modelos ideales de
moda, arte o música. Las masas son bombardeadas por esas
imágenes y signos que se vuelven reales. Esto crea un mundo
de hiperrealidad donde la distancia entre lo real y lo irreal se
borra…” (6)
Inclusive, el mismo Charles Jenks (1939), arquitecto y
paisajista estadounidense, describe al posmodernismo como
un sistema populista y pluralista de comunicabilidad
inmediata (Algo que es doblemente contradictorio en Ch.
Jenks. Por un lado, la mayor parte de sus obras terminaron
quedando en manos privadas, debido al alto costo que
presentaban. Y por el otro, si hablamos de la Postmodernidad
como la consolidación del modelo Neoliberal, queda
eliminado el concepto populista).
“... De un mundo que ha confinado a las culturas nacionales
a un mundo cuya identidad es la ciudad, y forma parte de un
mundo-aldea bien arropado publicitariamente” (6).
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ética personal. Cada persona establece que está bien y que no
de acuerdo a su experiencia, sin importar lo que el otro piense
(nuevamente se hace presente el Yo en los actos de las
personas).
Otro cambio a considerar es el que está relacionado a la
fragmentación de la historia en pequeños relatos. Lo que se
puede establecer a partir de este punto es la presencia de
múltiples verdades. Ya no existe una única verdad (no existe
el gran relato) existen diversas verdades (pequeños relatos), y
de este modo cada persona tiene su propia verdad, una verdad
personal. Dicho de otro modo, en la postmodernidad las
personas no dirigen sus vidas conforme a un solo relato,
debido a que la existencia humana se volvió tan compleja que
debe ser justificada por un relato en particular, lo que se
conocen en filosofía como los microrrelatos.
Inclusive la ciencia descarta esa única verdad. Esto puede ser
evidenciado si vemos el nombre de sus teorías: “Teoría de la
Relatividad”, “Teoría del Caos”, “Principio de
Incertidumbre”, etc.
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Dentro de la metafísica Derrida descarte la idea de una única verdad y
la existencia de una verdad absoluta, e incluso la existencia de un
Creador o Dios (como podemos ver, muy alineado dentro del
pensamiento postmoderno)
En cuanto al estructuralismo, Derrida critica la forma tan directa y
simple que tienen los estructuralistas para escribir y transmitir sus
ideas. De esta manera, Derrida sostiene que dada esa claridad las ideas
de los estructuralistas son insertadas en nuestro propio pensamiento, no
permitiendo que podamos formar una propia opinión acerca de un
determinado tema. Es por eso, probablemente, que los escritos de
Derrida sean tan complejos, a fin de producir enojo en los lectores y
que de este modo puedan establecer su propio pensamiento.
Otra crítica muy interesante por parte de Derrida, es la que hace al
pensamiento binario (bien/mal, presencia/ausencia, verdadero/falso,
etc) Derrida está en absoluto desacuerdo con este modo de pensar, ya
que lo considera restrictivo y limitante, sobre todo cuando la segunda
parte del par es considerada inferior a la primer.
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obras sin ningún valor histórico, solo basándose en lo que ellos
consideraban que correcto.
Consideraciones finales:
A lo largo de este capítulo se desarrollaron los cambios de
pensamientos más significativos ocurridos a partir de mediados del
siglo XX. Como pudimos ver, la postmodernidad surge por el
desencanto al proyecto de la modernidad y su idea teleológica. Este
desencanto trajo consigo la destotalización del mundo moderno
(relacionado directamente al nihilismo) y, probablemente, en parte,
haya surgido por el exceso de orden propuesto por la modernidad,
atentando directamente contra la libertad del individuo.
A partir de este punto, el mundo comienza a ser visto de un modo muy
distinto, el colectivo social toma un rol más protagónico y crítico
respecto de los pensamientos casi axiomáticos impuestos hasta ese
momento; generando un nuevo estilo de sociedad: la sociedad
desarrollada de la cual habla Lyotard. Un nuevo estilo caracterizado
por el saber.
En contra partida a este nuevo estilo social, el dominio de masas
tendría que tomar una nueva forma. El surgimiento de los mass media
es quien se encarga de eso: “Quien controla los medios de
comunicación, controla las mentes” (7). Inicialmente con la radio y la
televisión (esta última, inclusive como miembro activo dentro del
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hogar; bombardeando al individuo con imágenes utópicas), y
posteriormente, con la llegada de internet y la globalización. Es
entonces, cuando se produce el corrimiento del intelecto hacia la
imagen. De aquí que en la posmodernidad la imagen y el consumismo
toman un papel central en los actos de hombres y mujeres.
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