Peldaños al atardecer

© JORGE N. FRANCO LURASCHI

Peldaños al atardecer

25 de Mayo Esq. México

Telefax: (595–21) 444 770
Plaza Uruguaya – Asunción – Paraguay
E–mail: servilibro@gmail.com
www.servilibro.com.py

Dirección editorial
Vidalia Sánchez

Diseño de tapa
Bertha María Franco

Asunción, enero 2014

Hecho el depósito que marca la ley Nº 1328/98
 Jorge N. Franco Luraschi

Peldaños al atardecer

CREAR Y PUBLICAR
Asunción, Paraguay 2013
El comportamiento es un espejo en el

que cada uno muestra su imagen.

Goethe (1749-1832)
 Prólogo

J orge Neri Franco Luraschi, un virtuoso

escritor, que con sus consejos útiles, nos hace
llegar al lector, con toda su garra, mostrando su
tesonera capacidad de captar acertadamente la
conducta humana, para poder desafiar, tanto las
angustias como las alegrías que envuelven al ser
humano, haciendo distinguir, el porqué de lo que
ocurre en los silencios, que nos van llevando a
la comprensión del hombre y su medio, porque
todo proviene de esa ley de causa y efecto que
nos obliga a llevar, una vida recta, con todos
sus altibajos que el hombre puro, concibe en su
permanencia.
El ser humano desde que nace ya cumple con
una misión y una función, cuando crecemos,
participamos de momentos buenos o malos y nos

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vamos dando cuenta que los mismos caminos o
deseos se van bifurcando con lo que efectuamos
y lo que queremos.
Creo que la célula madre está instalado
en nuestro ser y es la que nos va moldeando y
nos llena de amor y de alegrías, otras veces
sobrevienen las desdichas forzadas, al azar.
Nuestros sueños nos obligan a escalar los
peldaños que pueden beneficiarnos y la incógnita
es la templanza que atemperamos y nos conducen
por sendas rectas.
El libro de este admirable autor, nos hace
emerger a una vida superior, allanando los
obstáculos para no decaer.
El nos muestra con sus experiencias que
relata en su libro ¨Peldaños al atardecer¨ que
nos muestra una óptica diferente, la conducta de
los seres humanos, las luchas para afianzarnos
y llegar a ser personas responsables con una
capacidad amatoria que rebase lo inmortal.
Nuestras conductas son las que atribulan al
autor Jorge N. Franco Luraschi, buscando un

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camino comprometido con nuestra disciplina y
una postura ejemplar!

Irma Pajon de Ruiz

Periodista

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Para la compañera de todas mis horas
con el amor de siempre,
para ti, Ana!!!

En la fecunda siembra del amor

están mis hijos.
Bertha María
y Jorge Horacio,
con amor de su padre!!!

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 La vida es sueño

Yo soñé que estoy aquí

De estas prisiones cargado,

Y soñé que en otro estado

Más lisonjero me vi.

¿Qué es la vida? Un frenesí,

¿Qué es la vida? Una ilusión,

Una sombra, una fricción,

Y el mayor bien es pequeño:

Que toda la vida es sueño,

Y los sueños sueños son.

Pedro Calderón de la Barca

(Madrid 1.600- 1681)

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 Beneficios de un propósito

U na multitud que va a la deriva, de una

parte a otra, sin propósito alguno, se niega
a sí misma la realización de sus capacidades y la
felicidad llena de satisfacción que la acompaña.
No son seres malvados, simplemente son
superficiales, tampoco despreciables ni perversos;
simplemente están vacíos, si los sacudimos,
sonarán como sonajas. Carecen de alcance,
profundidad y convicción. Sin un propósito, sus
vidas llegan hacia un pleno descontento.
El sentido de un propósito simplifica la
vida misma y por lo tanto concentra nuestras
capacidades y, la concentración, añade más
fortaleza a medida que podamos manejar nuestras
fuerzas, encaminándolas hacia un propósito

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constante, nos veremos recompensados con
magníficos beneficios y así en el área que
deseamos aplicar nuestras capacidades y encontrar
la felicidad del logro personal, debemos estar
dispuestos a sacrificarnos en bien de la extensión
o expansión de nuestros talentos.
Las personas que son talentosas a menudo
obtienen mayores resultados que las personas con
mayores dotes, sean estos físicos o intelectuales,
por su perseverancia o más aún porque trabajan
incansablemente con lo que les otorga la vida.
En la fábula de la liebre y la tortuga, la liebre
puede correr mucho más que la tortuga. Tiene
mucha más capacidad para ello; sin embargo, la
tortuga ganó la carrera porque usó su sagacidad
a la máxima potencia. Siguió caminando con
perseverancia trabajosamente, mientras que la
liebre se retrasaba distrayéndose a lo largo del
camino de ahí que, “El triunfo de la carrera no
siempre corresponde al más veloz. Así como
tampoco el logro y el éxito corresponden a quienes
poseen el ingenio más activo o el coeficiente de
inteligencia más elevado.

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 Mucho tiempo atrás, después del descubri-
miento de la palanca y la rueda.
La imaginación del hombre se sintió atraída
por el fuego, y la máquina de combustión apreso
sus llamas.
La imaginación se fijó en el vapor y la máquina
pasó a estar al servicio de la humanidad. Dominó
el rayo, logró dividir el átomo para liberar su
fuerza y, así paso a paso la imaginación pudo
llevar a la humanidad hasta la cima de sus logros.
Cuando dejamos de hacer uso de la imaginación,
nuestras vidas pasan a ser rutina, y eso nos
conduce por el camino de la complacencia y esto
afecta de una manera destructiva el desarrollo de
nuestra capacidad creativa.
La imaginación es muy importante, como es
el entusiasmo. En la parábola, el hombre que
escondió su talento enterrándola, carecía de ambas
cosas. Un estudio realizado a las personalidades
que han alcanzado el éxito nos dicen que todas
están llenas de entusiasmo por su trabajo. Están
emocionadas con lo que hacen y manifiestan su

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emoción a los demás. Sus capacidades obtienen
una fuerza que los impulsa a continuar lo cual no
tendrían, sin el entusiasmo.
El entusiasmo ilumina nuestra capacidad. No
hay nada como el fuego para encender el fuego,
cuando nos sentimos acalorados por tanta alegría,
nuestras fuerzas se expanden y se vuelven
contagiosas.
Pero el entusiasmo, la imaginación así como
el propósito no pueden llegar al éxito si no van
acompañados de ese esfuerzo constante y firme.
En el esfuerzo constante y persistente
encontramos la diferencia entre el éxito y el
fracaso.
De nada le sirve al hachero, todos los golpes
anteriores sino el último golpe.
Podemos pensar que tenemos la suficiente
capacidad para comenzar desde la cima, pero
¡probablemente la única oportunidad de comenzar
desde la cima es cavando un agujero!

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 El éxito personal

G eneralmente tratamos de adaptar nuestros

patrones de éxito de acuerdo al mundo
exterior. Sin tener en cuenta que no son los
mismos que buscamos en nuestros corazones y
menos en concederle el tiempo necesario para
analizar como lo haríamos en otros aspectos de
nuestras vidas.
El éxito personal debe afincarse en nuestro
interior. Y, debe estar compuesto “únicamente de
valores personales” y intangible que nazca de una
filosofía madura y “nunca de apariencias o signos
externos”. Independientemente a la riqueza o la
pobreza, a logros y desaciertos existen factores
conducentes al éxito como es el propósito. Sin
importar lo que uno realice siempre que se fije

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un propósito, debe saber que se va en dirección
a una meta.
Toda persona debe saber a dónde quiere ir, si
es que desea llegar a alguna parte. Lo peor que
nos puede ocurrir es ir a la deriva y experimentar
una inmensa desesperación, al darnos cuenta, que
no vamos a ninguna parte. Así que el sentido del
propósito es que el éxito sea verdadero y que la
vida valga la pena ser vivida.
Para llegar al éxito debemos pensar en todos
esos días, meses e incluso años de frustración
que dejamos atrás. Como también los momentos
de total derrumbamiento. Todo eso no es ningún
infortunio o calamidad que se nos cruza en el
camino. No, no, son sencillamente los inevitables
contratiempos que al final son mudos testigos de
que el éxito no es nada fácil.

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 El temor al fracaso

E xisten personas que le temen al más leve

fracaso, quizás ese temor sea porque
perderían la tímida confianza que tienen en sí
mismos. En verdad creo que estas personas nunca
podrán disfrutar o saborear el verdadero éxito; si
tuviesen una confianza más firme y con mayor
arraigo, serían capaces de soportar o mejor de
absorber el fracaso ocasional. Toda persona
madura y sobre todo realista sabe que el absurdo
fracaso ocasional es inevitable, entonces, porque
desperdiciar en ella nuestra energía, nuestro
tiempo y hasta nuestras ganas de vivir, si todo esto
nos da la fuerza suficiente que nos permitirá
dirigirnos y llegar al éxito que buscamos.
A medida que pasa el tiempo tarde o temprano
nos damos cuenta de que no todos los días son

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Navidad, así también debemos saber, que no
todos los esfuerzos llegan a verse coronados por
el éxito. Todos sabemos que el éxito no es gratis,
y menos que se pueda comprar en la esquina.
Existen personas sumamente mimadas que
siempre han recibido todo o casi todo de lo que
pidieron, pero son incapaces de encontrar un
poco de algarabía en la vida. Pareciera que la
alegría del éxito debe equilibrarse con el peso
del esfuerzo para lograrlo.
Decía alguien que de una gran tensión puede
surgir una gran armonía. Al medio círculo de la
alegría se une el medio círculo del esfuerzo y,
dentro de ese gran círculo van juntas la tensión
y la armonía. En la misma relación, el éxito y
el precio que se paga por ello están de forma
inseparable.

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 El éxito

H ablamos de factores conducentes al éxito,

allí sin importar el orden está la alegría
íntima. Además que para algunas personas la
satisfacción puede darse del hecho de acumular
una gran fortuna, mientras que para otros la
creación de una pintura. Pero, ninguna de las dos
personas pueden decir que han alcanzado el éxito,
si no encuentran el predominio, la satisfacción, el
gozo; ni en la pintura, ni en la fortuna.
El éxito debe disfrutarse. Puede lograrse con
mucho esfuerzo hasta con lágrimas, pero debe
ser rodeado de risas para poder disfrutarlo con
alegría y que así valga la pena el esfuerzo, pero
la persona que no tiene esa alegría interna, o
satisfacción, difícilmente pueda disfrutarlo.

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 La satisfacción debe ser silenciosa sin identi-
ficación de nadie, Basta que uno mismo lo sepa.
Tampoco se debe esperar ser considerado por
nadie como alguien que ha alcanzado el éxito,
lo importante es sentir el placer de que está ha-
ciendo bien y más que gustarle, querer lo que uno
hace, aquí me atrevería a decir que uno mismo
ha ganado, los factores más considerables para
llegar al éxito. Ahora, debemos saber que esto de-
pende de la actitud de cada persona lo sepa o no,
alguien más.
La satisfacción que en una gran medida se
desprende de una actitud, está al alcance de todos
porque nace en lo más profundo de nuestro
interior.
Otro factor fundamental es la fortaleza natural
de cada quien, está ligado a la espiritualidad. No
podríamos hacernos la idea de una persona que
haya alcanzado sus metas o crea tener éxito y
sienta o reconozca la existencia del Creador del
universo, y sobre todo sentirse en armonía con
la vida.

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 Control personal

S i no estamos en el nivel como para

enfrentar nuestras capacidades en la vida
y de buscar la categoría o clase de madurez
que creamos conveniente para nosotros, no
tendremos seguridad alguna y viviremos un
mundo sin sentido y donde nuestras vidas
puedan estar definidas por los demás, en donde
seremos aislados y golpeados por los diferentes
movimientos o circunstancias que surjan a
nuestro alrededor.
Es aquí cuando perdemos el verdadero
sentido del yo; se vive una vida indefinida, ya
no consideramos la realidad, solamente tratamos
de ganarle, Lo real de nuestro mundo, con
sus diferentes cambios, es a lo que debemos
enfrentarnos y no postergarlo, con el objetivo

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de tener una dirección en la vida. De, fijar una
posición en la vida y en lo que creemos. Para
lo cual no solo necesitamos conocer las pautas
y principios que nos conducirán a lo largo del
camino. Por sobre todo la forma de asimilar esos
principios para ponerlos en práctica.
Toda persona que se amolda fijamente,
y teme a nuevas iniciativas, así como la que
toma sus decisiones de acuerdo a patrones pres
establecidos, con el temor a perder el control. Esa
persona se ha dejado llevar por fuerzas externas
así como por esperanzas ajenas a uno mismo.
Uno no puede controlar o hacerse eco de los
demás ni de las circunstancias, pero si podemos
controlarnos a nosotros mismos y dirigir nuestro
comportamiento en relación a las circunstancias
y a los demás, para llegar a ello debemos tener
un mayor reconocimiento o comprensión de
nosotros mismos, así como el aceptar nuestros
propios valores y su puesta en acción.
Cuando llegamos a controlarnos a nosotros
mismos, podemos con seguridad conocer a
profundidad lo que deseamos para nuestro bien.

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 Así como también nuestras prioridades y
deseos, entonces es cuando se genera en nosotros
un enorme sentimiento de seguridad, de libertad y
así podremos enfrentar con éxito a los diferentes
conflictos y situaciones desconocidas, porque
uno está seguro de sus propias capacidades, así
toda persona que controla su vida está dándole un
mayor valor a su propio “yo”.

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 Resultados

E l resultado inmediato de los propios

pensamientos, es el logro de toda persona,
así como lo que deje lograr, allí, es cuando
la pérdida del equilibrio puede representar la
destrucción, la fortaleza y la debilidad de un
hombre, son suyas, su pureza o impureza también
y, la responsabilidad es absolutamente individual;
y solamente pueden ser alteradas por sí mismo,
nunca por otra persona.
No puede haber ningún logro sin sacrificios y
el éxito de todo hombre será en la medida que
sacrifique sus creativos pensamientos y fije su
mente en el desarrollo de sus planes.
Los grandes maestros de todas las épocas han
demostrado de diferentes formas, que el universo
no favorece al vicioso, deshonesto o al codicioso
aunque en ocasiones así parezca; si ayuda al

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honesto, al generoso, los logros intelectuales, o la
belleza y sinceridad de la vida son resultados de
pensamientos en busca del conocimiento de los
mismos, o sea de lo bello y verdadero en la vida.
Sucede que en circunstancias estos logros
pueden relacionarse con la vanidad y la ambición,
pero no son resultados de esas características, es
el resultado natural de un largo y difícil trabajo.
El logro de cualquier objetivo es la corona del
esfuerzo. Mediante el control de uno mismo, la
honradez y el pensamiento bien encauzado, el
hombre asciende y se eleva, mientras que con
la ayuda de la indolencia, la corrupción y la
confusión del pensamiento, el hombre desciende
a niveles comatosos.
El hombre puede llegar hasta la cumbre,
logrando un gran éxito. Así como los deseos
alcanzados mediante las actitudes libres de todo
mal, y deben conservarse mediante el cuidado
constante. Muchos, una vez obtenido o asegurado
el éxito, descuidan y ceden permitiendo así que
se apoderen de ellos pensamientos y aptitudes
egoístas, soberbias y corruptas, entonces vuelven

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a caer en el fracaso, los propios ideales y
ambiciones requieren de un cuidado y un cultivo
constante con el fin de mantenerse.
Muchas personas así como el ignorante o el
imprudente, ven únicamente las apariencias y
los resultados, mencionan la suerte, la fortuna, la
casualidad o el azar. No saben de los sacrificios
realizados, de los esfuerzos dedicados, no han
visto los fracasos, ni los intentos así como a
las luchas que esas personas se han enfrentado
voluntariamente; solamente llegan a ver el brillo
de la alegría y a eso le llaman “suerte”, no han
visto el largo y difícil trabajo desarrollado para
llegar a la meta señalada y le llaman fortuna.
Cotidianamente escuchamos decir a la gente
que la vida es una lucha, y se pasan por la vida
luchando contra la vida misma. Esperan una
batalla en cada esquina y siempre sucede algo.
Si no es una, es otra, pareciera que esperan
encontrarse con una dificultad después de otra.
Así es y seguirá siendo para mucha gente. Porque
no son capaces de reconocer que “no se puede

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luchar contra la vida, lo que debemos hacer es
comprender la vida”. Para disfrutarla.
Lo más importante es que todos nosotros
podemos aprender, entender, captar, esa forma
de vida y para eso, no se necesita de ninguna
formación o entrenamiento especial, no es
necesario poseer riquezas o prestigio alguno. Es
una facultad que se atribuye a todo ser humano
al nacer, sin importar su condición social,
económica o creencias religiosas. Es la facultad
de elegir.

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 Asumir los riesgos

F recuentemente notamos que tenemos el

hábito de ser demasiados “minuciosos”,
convencidos por una aparente y prometida
seguridad. Donde podemos ver que esas personas
resultan defraudadas tratando de evitar los
desafíos que se presentan día a día. Ocultándose
en actividades fuera de las propias.
No podemos vivir para el futuro, para cuando
las cosas sean diferentes, por ejemplo: cuando
termine mi carrera, cuando sea rico, cuando me
jubile o muchas otras cosas que ha nada conducen.
Como tampoco podemos vivir una etapa pasada
de nuestras vidas, cuando era más joven, antes
de mi matrimonio, antes que nacieran los niños,
no son más que desilusiones. De esta manera no

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existen personas que se sientan realizadas, viven
tratando de evitar el fracaso y la seguridad pasa
a ser una sensación que oprime, que molesta,
el hombre no solo vive de seguridad. Sino que
aspira a la bienaventuranza.
La vida tiene un riesgo constante que no
puede impedirse o sea es inevitable; cada paso
por dar cada aliento que sigue es una posibilidad.
Los accidentes, los malos negocios, las malas
noticias, los desacuerdos. Todo se desequilibra
sobre nosotros sin aviso alguno. Por lo que
muchas veces se nos hace difícil el equilibrio en
el juego de la vida.

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 Tranquilidad y seguridad

L a suma de todo esto hace que uno se

sienta defraudado, que muchas veces
pensemos en dejar de jugar, seguimos la vida
acompañados de la desidia y que siga su curso.
Para no desmoronarnos!
Lo ideal sería encontrar el modo o la manera
de jugar, que nos permita tomar o formar parte de
la vida sin hacer ni hacernos daño.
Muchas veces ante la posibilidad de un
cambio o algo nuevo, situaciones, pensamos
en sus “posibles” consecuencias y el temor nos
invade, nos paraliza. Cualquier situación o
cosa nueva puede ser alarmante, pero debemos
tener en cuenta que se corren riesgos que hay
que asumirlos, es igual a invertir dinero, donde

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las futuras ganancias serán en proporción a la
inversión realizada, debemos esperar una aurora,
sin trucos que nos puedan ayudar a aclarar
nuestros cuestionamientos o que solucionen
nuestros problemas.
El correr riesgos es inevitable, como lo es el
tratar de evitarlos. Sentirse derrotado ante el solo
temor de la pérdida nos asegura una absoluta
mediocridad. No estamos hablando de riesgos
absurdos ni suicidas. Debemos averiguar y
experimentar lo mejor para cada momento porque
siempre cualquier situación nueva está llena de
incertidumbre.
Por lo tanto debemos buscar el equilibrio entre
aceptar y correr riesgos y por el otro lado tratar
de escapar de ello, pero no podemos evitarlos
tenemos que asumirlos.
Es importante señalar la escala de valores que
uno quiera para sí.
En nuestro proyecto de vida que juego puede
importar tanto tal vez, lo que deseamos realmente,
es sentirnos “bien”.

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 Miedo al fracaso

E l miedo al fracaso, es una impostura y una

de las razones más frecuentes por la cual
no asumimos el control de uno mismo, así como no
admitimos la responsabilidad de lo que hacemos.
Si nos ubicamos en el principio de que todo lo
que tenemos que hacer es nuestro mejor y mayor
esfuerzo, lo conseguimos y, los buenos resultados
solo serán un beneficio complementario que van
y vienen, lo que hacemos con nosotros siempre
estará bajo nuestro control.
No podemos permitir que el respeto a uno
mismo dependa de los resultados, de ser así,
nos convertiríamos en esclavos de cualquier
capricho, quien mide nuestro valor, uno mismo,
o los demás? El éxito es vivir con plenitud cada

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momento y con una alta valoración como sea
posible.
“El éxito está en ser honesto con uno mismo”.

“La tranquilidad y la seguridad” en la actualidad

se han convertido en ideales; perdiéndose el
camino a la madurez. Aun así, debemos madurar,
y estar dispuestos a arriesgarnos.

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 Mediocridad

E l Dr. Abrahán Maslow, escribió “uno

puede elegir entre retroceder hacia la
seguridad o avanzar hacia la madurez”, yo creo
que debemos elegir la madurez y, debemos
superar el temor.
La mediocridad, es algo que se posee en
cualquier momento sin la aprobación ni la auto-
rización de nadie, pero la excelencia, general-
mente, requiere de la aceptación específica de
alguien más.
Muchos de nosotros tratamos de corregir los
errores de los demás en vez de preocuparnos por
lo que sucede en nuestra casa, nuestro propio
patio, en nosotros mismos, que tratamos de

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transformar a todo el mundo, aunque se encuentre
a kilómetros.
El análisis de afuera hacia dentro se presta a lo
que podemos llamar mediocridad instintiva. Por
ejemplo, disminuir la pobreza, trabajar en lo
esencial y con las herramientas necesarias, el
individuo que vive en la pobreza podrá defenderse
y prosperar. Generalmente, “redistribuimos
nuestra riqueza”. Una solución de afuera para
adentro. La solución debe comenzar en el mismo
interior de la persona afectada. Dice un proverbio
Chino “dale un pescado a un hombre y lo
alimentaras un día. Enseña a un hombre a pescar
y lo alimentaras durante toda la vida.
Ya que hablamos de la mediocridad, no
olvidemos que esta puede parecer muy cómoda.
Conocemos a muchas personas que tienen un
trabajo con un salario mínimo, un hogar con sus
pocos enseres y algunas comodidades. Aparentan
vivir con satisfacción y felicidad eso es lo que
vemos por fuera.
Pero en su interior tal vez exista una lucha
constante y eso crea una tensión constante.

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 Es muy común que, en nuestras vidas
recurramos a la distracción, al entretenimiento,
a diferentes actividades, como una medida
para impedir un enfrentamiento con nuestros
sentimientos internos, evadirnos para no aceptar
la responsabilidad de lo que somos o de lo que
hacemos. (Tratando de re acomodar lo que está a
nuestro alrededor).
Siempre suponemos que la respuesta está en
otra parte o tratamos de culpar de algo a alguien.

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 Honradez es la premisa

A medida que nos ponemos en acción para

alcanzar nuestra máxima capacidad,
no debemos permitir que las críticas logren
decepcionarnos, siempre habrá gente que se
alegre o sienta placer, en señalar a los demás
los defectos o las imperfecciones de todo lo que
hacemos. Ante esto, debemos recordar que, somos
seres humanos. Y por lo tanto los resultados que
tengamos, pueden ser imperfectos. Pero todo lo
conseguido por mas imperfecto que sea, es mejor
de no quedar a la deriva y, no obtener ningún
resultado.
Es difícil hacer todo a la perfección, sin
importar lo que sea, ni quiénes somos, ni lo que
estemos haciendo. Lo más importante es tratar
de hacer lo mejor que podamos, aunque resulte

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imperfecto. Lo que nos proponemos es tratar de
llegar a la meta con un resultado imperfecto, que
dejar de intentarlo.
Como habremos escuchado alguna vez:
“prefiero tratar de tener éxito y fracasar, que no
hacer nada y esperar a tener éxito”.
No podemos esperar que la oportunidad nos
llame, existen muchos espacios para los que
van en su busca, de alguna manera y desean
desarrollar la fortaleza interna para descubrir (las
oportunidades) y saber aprovecharlas.
Me estoy refiriendo a la oportunidad
constructiva, no al oportunismo que sin importar
a quién pisemos o pisoteando a aquellos que se
nos crucen en el camino pero que al final nos
lleven al éxito o a enriquecernos. Este tipo de
acción, aparte de ser desconsiderado, no nos deja
fortalecer el respeto, hacia nosotros mismos.
Para sentirse bien, para vivir en paz debemos
respetarnos a nosotros mismos. Durante toda la
vida, debemos intentar desarrollar una actitud
respetuosa para nuestro bien.

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 Nadie puede sentir respeto por uno mismo
si normalmente sus acciones son deshonestas, y
cuando disminuye el respeto hacia uno mismo,
también desaparece la confianza; y si la confianza
y el respeto ya no están, en este individuo será
imposible la convivencia, la lealtad, la firmeza, la
sinceridad, aunque se piense que se está haciendo
lo mejor.
La honradez es la integridad en todo, para
poder confiar en su propia palabra!
 Todo se compensa

L a mente por naturaleza y la esencia de

las cosas se encargan de garantizar el
cumplimiento de los compromisos.
La ley que nunca ha sido abolida. Es La ley
de la ¨compensación¨, la acción y la reacción,
es algo que encontramos en cualquier instante o
etapa de nuestra vida así como también, en toda
la naturaleza; tanto en lo masculino, como en lo
femenino, en el calor y en el frío, en la oscuridad
y en la luz. Se dividen en dos, la naturaleza,
dividida en cada mitad, necesita de la otra mitad
para formar un todo. Como hombre o mujer;
dentro y fuera; arriba y abajo.
Siempre existe una circunstancia niveladora,
así es el universo. Cada acción moralizadora

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se premia a sí misma. Las maldiciones siempre
tienen una ida y una vuelta, no se puede hacer un
mal sin sufrir el rebote!
Todas las faltas cometidas en contra del
amor y la honestidad reciben un castigo. Es la
vida, la que se cobra las trampas. Uno no puede
engañarse así mismo, sabemos que en el trabajo,
el valor está en el conocimiento, en la capacidad
y en el obrar en conformidad con las leyes, éstas
virtudes así como los conocimientos no pueden
falsificarse como un papel moneda. Siempre
hay una circunstancia que iguala, que modera al
soberbio, al opulento y lo coloca al mismo nivel
de los demás.
Nuestra acción está sometida y definida por la
ley de la naturaleza, más allá de nuestra voluntad.
Así ponemos nuestra vida en cada hecho. De la
misma forma, en que esta ley afirma y garantiza
toda acción justa. Amen y serán amados. Todo
amor es justo, nada lo cambia es la perfecta
naturaleza.

P 50
 Egoísmo

S e cuenta que Buda practicó la negación del

cuerpo a través del ayuno y otras formas
de austeridad durante seis años, pero alcanzó la
iluminación recién después de abandonar esta
práctica, Y llegar al nirvana.
No debemos luchar contra nuestro cuerpo,
porque si lo hacemos es como estar luchando
contra nuestra propia realidad.
En la actualidad, la conciencia está totalmente
identificada con sus metas. Solo se conoce a sí
misma con sus pensamientos y sus sufrimientos,
vive con el temor de la pérdida de la forma física.
Que se va opacando con los años.
Debemos ser realistas con una mente egoísta.
Es guiada por su ego, para ella no existe el

P 51
presente. Ni el futuro Le importa mucho más
el pasado recordando siempre el mal no tiene
futuro. Esta siempre ocupado en mantener el
pasado vivo, de proyectarse constantemente al
futuro, sin obtener una respuesta de esa manera
asegura su existencia.
Una de las sensaciones enraizadas en la
mente egoísta muy importante de señalar, es
precisamente la sensación de no estar completo,
consciente o inconscientemente. Allí es donde
comenzamos una maratón en busca de beneficios
para nuestro ego y así llenar el vacío que sentimos
por dentro.
Un esfuerzo por tener poder, dinero, éxito,
una relación especial, el consumo de drogas,
alcohol, etc. todo con el objetivo de sentirse bien
y conformes. Pero como nos sentiríamos, si al
lograr todo eso, descubrimos que el vacío sigue
en el mismo lugar, sin podernos despojar de lo
que nos hizo tanto daño, uno no puede seguir
engañándose y si lo hiciere se convertiría en un
círculo vicioso.
 El ego se identifica y se alimenta de cosas
externas como las posesiones, el nivel social,
las habilidades personales, las identificaciones
religiosas, raciales, políticas, la apariencia física
que tiene un sentido especial para alimentar el
ego.
Si esta situación se posesionara y gobernara
nuestra mente egoísta, no podríamos vivir, ni
sentir paz, como tampoco podríamos realizarnos,
solamente podríamos sentir esas sensaciones en
el momento de cumplir un anhelo, un deseo, o de
obtener algo que quisiéramos pero, recordemos
que con solo pensarlo lo atraeríamos hacia
nosotros!

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 El logro personal

N o es excusa o mentira, que en nuestra

sociedad, existan jóvenes que no llegan
a realizar o desarrollar su potencial. Tal vez el
medio ambiente no los estimula en su realización.
La ignorancia y la pobreza muy poco pueden
estimular el desarrollo. Con la delincuencia,
la disgregación social, no se puede crear un
ambiente en el cual, los valores educativos sean
predominantes.
El hecho de que muchos niños y jóvenes no
consigan desarrollar sus capacidades no se trata
solamente de una pérdida para los mismos, pasa
a ser un mal, o una deficiencia en la conciencia
Nacional, en un momento que el país necesita
aprovechar de todos los recursos y talentos
humanos. Los acontecimientos pasados nos

P 55
demuestran que nuestro futuro como sociedad,
depende de la capacidad para desarrollar los
talentos que nos pueden ayudar con nuestro País,
y de ahí el crecimiento futuro como sociedad.
El concepto del logro personal, no encuentra
el eco necesario en las instituciones. Deberíamos
de comprometernos como sociedad con la
Educación, como el eje principal para todos, y
tener en cuenta las condiciones de vida. Impulsar
el desarrollo personal con valores a todas las
edades y, que llegase a todos. No hacerlo nos
lleva, nos transporta al desinterés, al disgusto,
al aburrimiento, Entonces resulta fácil culpar al
medio que nos rodea o al ambiente, de lo que nos
sucede. Sin capacitación, sin el desarrollo de los
talentos y aptitudes, no pueden culparle solo a la
sociedad del fracaso. Pero, todo esto depende
del interés y la actitud de la persona con su
conocimiento, progresivo de madurez y respeto!

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 Las metas

P ara ser miembros activos de la sociedad,

debemos aceptar y respetar las leyes,
normas, reglamentos y costumbres de la
misma. Todos necesariamente soportamos las
intromisiones de otras sociedades en nuestras
libertades individuales o colectivas. A no ser
que nos transportemos a un alejado lugar, nos
aislemos y seamos totalmente autosuficientes, ahí
podremos deleitarnos de una libertad total.
Ahora, en el instante en que la persona
necesite el agua, para vivir un pedazo de pan,
involuntariamente, se somete a las condiciones
creadas por la sociedad. Lo cual significa que una
persona se complace de su libertad y decisión en
la mayoría de sus acciones, pero no es totalmente
libre. Está sometida a circunstancias que debe

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reconocer aceptar y responder. Algunos dirían que
es discutible. Sin embargo, debemos reconocer
que a lo largo de la vida nos vamos aceptando los
diferentes compromisos y responsabilidades con
todas sus reglas, sencillamente para subsistir.
Aquí lo importante de señalar es que no
podemos negar que nadie dentro de los
límites impuestos, tenemos, pero todos, una
independencia y privilegios para hacer lo que
queramos, con nosotros mismos y con nuestras
vidas. La última palabra, la decisión final está en
nuestras manos. Nuestras metas!
Al descuidar el encanto que existe en todo ser
humano, nos abandona la magia de las cosas que
nos rodean. Frente a nosotros se desarrolla un
mundo de encanto, perfección y belleza sin igual,
no nos damos cuenta, sencillamente no vemos,
estamos en la penumbra.
La vida no desperdicia su dulzura y la
inspiración para quienes, sin ningún personalismo
(ego) hacen el bien. Los que desperdician la
dulzura y toda la emoción de vivir, son las
personas que únicamente piensan en sí mismas.

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 La tolerancia y la paciencia

M uchas veces nos preguntamos qué tan

tolerantes debemos ser, si decimos que
estamos soportando una situación durante un
periodo determinado y nos damos cuenta que
debemos reaccionar, significa que tenemos un
carácter tolerante, solo hasta cierto punto, o sea
que no tenemos capacidad de tolerancia.
Todos nos enfrentamos con situaciones de
toda clase, a la que debemos encarar de diversas
maneras, es allí donde entra a tallar o mejor a
desarrollarse la capacidad de tolerar.
La tolerancia es sobrellevar todas las dificul-
tades (con amor y humildad), porque inevitable-
mente tenemos que encarar todas las situaciones.
Perdemos nuestra capacidad de tolerancia cuan-

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do nos apresuramos a preguntarnos porque él o
ella actúan de esa manera.
Si recordamos y comprendemos que cada
persona es única será más fácil lograr la capacidad
de la tolerancia. Pero, debemos tener en cuenta
que, muchas veces las consecuencias o los frutos
de la tolerancia se ven mucho tiempo después.
Estamos acostumbrados a querer todo ya
ahora mismo, al instante, no podemos esperar. La
tecnología hizo que todo fuera inmediato.
No nos gusta esperar, perdemos la paciencia
fácilmente al perder la misma nos enojamos y
finalmente nos sentimos defraudados.
Al artista, por ejemplo un pintor, debe
inspirarse para elegir un tema, los colores, los
pinceles, el lienzo, le lleva tiempo dedicación y
esfuerzo terminar su obra. Ese tiempo dedicación
y esfuerzo que muchos lo llaman infortunio son
los que nos impulsan, nos llenan de fortaleza para
poder avanzar. La prueba es lo que nos hace
crecer, no el momento del éxito.
El orgullo y la soberbia incineran la paciencia
como también, la ambición desmedida por lograr

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algo. Con la paciencia aceptamos con tranquilidad
como se solucionan los acontecimientos. Como
tampoco el ser tolerante y adaptarse significa
quedar relegado y resignado.

P 61
 La competencia

G eneralmente se ve o se cree ver un parecido

entre la iniciativa y la competencia.
Mucha gente cree que se trata de una Ley de la
naturaleza, se ensalza a la competencia como un
acto que todos debemos practicar. Mientras que
la capacidad humana se desarrolla a partir o mejor
gracias a la cooperación., la competencia va en
contra de la cooperación y, así fracasa la iniciativa.
La competencia es la causa del comportamiento
habitual a partir de una costumbre que, causa la
necesidad de imitar.
Una de las actitudes primordiales que
sirve de apoyo a la competencia es el sentido
de contrariedad, no existe una competencia
amistosa. Nace del deseo de lograr el dominio
sobre los demás.

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 La iniciativa es la más valorada de las virtudes
y una necesidad ya que todos nuestros problemas
requieren de una acción. La iniciativa produce
una acción espontanea, inmediata, mientras
que la competencia solamente reacciona ante
un estimulo. La competencia es lo contrario al
espíritu del juego. La persona competitiva no
juega por el placer de jugar, tiene que ganar hasta
está preparada para hacer trampas, lo que importa
es ganar, no jugar. La competencia nos quita la
iniciativa, no hace uso de su propia percepción o
naturalidad.
La competencia va muy de cerca con la
costumbre o el hábito de hacer comparaciones y
esta a la imitación y así, va decreciendo hasta la
mediocridad.
Con la iniciativa nace la confianza en uno
mismo. La confianza en nosotros mismos logra
alcanzar, lo que la competencia nunca podrá
alcanzar.

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 Libertad individual

A l descuidar el encanto que existe en todo

ser humano, nos abandona la magia
de las cosas que nos rodean. Frente a nosotros
se desarrolla un mundo de encanto, belleza y
perfección, no nos damos cuenta, sencillamente
no vemos, estamos en la penumbra.
La vida no desperdicia su dulzura y la
inspiración a quienes, sin ningún personalismo
(ego) hacen el bien. Los que desperdician la
dulzura y toda la emoción de vivir, son las
personas que piensan únicamente en sí mismas,
o sea ególatras.
Cuando las personas pierden la emoción de la
vida y, ya no es atractivo el logro de sus propias
metas, se inclinan totalmente por lo material,

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creyendo que por obtener privilegios, más dinero,
placeres y, otras sensaciones, apartándose de todo
principio e ideales, podrían recuperar el deleite
de la vida.
Con esto lo que se logra es entrar en un círculo
vicioso, hasta la pérdida de toda sensibilidad, se
sienten desgastados, acabados pasan a ser seres
indiferentes y cínicos, viven en las nubes.
Lo material no es lo malo pero, cuando
gocemos con él a cambio de nuestros momentos
de recreación y alegrías, muchas veces aumenta
nuestro desconcierto o confusión, sin darnos
cuenta.
La inspiración y deleite de la vida es apreciable.
No existe nada que brinde una felicidad completa,
así como la emoción de vivirla.
Observemos las bellezas, las maravillas que
tenemos a nuestro alrededor, deleitémonos de las
mismas. La vida es linda. Disfrutemos de todo
esto.
Seamos felices!

P 66
 índice

Dedicatoria.....................................................7
Prólogo...........................................................9
La vida es sueño...........................................15
Beneficios de un propósito...........................17
El éxito personal...........................................21
El temor al fracaso.......................................23
El éxito.........................................................25
Control personal...........................................27
Resultados....................................................31
Asumir los riesgos........................................35
Tranquilidad y seguridad..............................37
Miedo al fracaso...........................................39
Mediocridad.................................................41
Honradez es la premisa................................45
El amor.........................................................49
Egoísmo........................................................51

P 69
El logro personal..........................................55
Ls metas ......................................................57
Tolerancia y paciencia..................................59
La competencia............................................63
Libertad individual.......................................65

P 70