Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
TEOLOGIA DELCULTO
2
4. OBJETIVOS TERMINALES
Al terminar el curso el ministro-estudiante estará capacitado para:
4.1. Analizar y debatir los puntos más importantes de la Teología del Culto.
4.2. Plantear, a partir de las Escrituras, propuestas concretas para un culto renovado.
4.3. Contribuir, con la iglesia del Señor, con nuevos aportes para la profundizar del
tema.
5. METODOLOGÍA
El curso se desarrollará mediante la técnica expositiva de acuerdo al orden establecido
l a s unidades de estudio. Los estudiantes tendrán una participación activa en clase, -
mediante preguntas, comentarios, exposiciones. En estas participaciones se reflejará una
costura reflexiva y crítica.
6. EVALUACIÓN
^ara la aprobación del curso, el estudiante cumplirá las siguientes exigencias:
6.1. Asistencia regular y puntual a clase. 50%
6.2. Participación en la dinámica de grupos. 10%
6.3. Entregar con puntualidad las tareas asignadas. 10%
6.4. Trabajo de investigación. 10%
6.5. Exámenes conforme al programa académico. 20%
3
INDICE
UNIDAD I EL CULTO ........................................................................................... 4
UNIDAD II RELACIÓN ENTRE EL CULTO, LA RELIGIÓN Y LA TEOLOGÍA ......... 7
UNIDAD III DESARROLLO DEL CULTO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA ......... 9
2. EL CULTO DURANTE LOS CUATRO PRIMEROS SIGLOS............................ 10
3. EL CULTO EN EL PERIODO MEDIOEVAL................................................... 12
UNIDAD IV EL CULTO CRISTIANO ..................................................................... 20
RESUMEN ............................................................................................................ 25
ACTIVIDADES SUGERIDAS ................................................................................. 25
UNIDAD V EL CULTO PERSONAL ..................................................................... 25
2. LAS PRERROGATIVAS DEL SACERDOCIO CRISTIANO .............................. 26
3. PARTES ESENCIALES EN LA DEVOCIONAL ............................................... 27
UNIDAD VI EL CULTO FAMILIAR ................................................................ 27
1. FUNDAMENTO ESCRITURAL ..................................................................... 28
2. ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL CULTO FAMILIAR ............................. 28
UNIDAD VII CARACTERÍSTICAS DEL CULTO .................................................... 28
1. UNIDAD ...................................................................................................... 28
3. AMOR ......................................................................................................... 29
4. COMUNIÓN Y SANTIDAD ........................................................................... 29
5. GOZO Y PARTICIPACIÓN COMUNITARIA .................................................... 29
UNIDAD VIII CULTOS ESPECIALES................................................................... 30
RESUMEN ............................................................................................................ 34
UNIDAD IX MODELO BÍBLICO PARA EL CULTO DE HOY ................................ 34
2. LO QUE SI ES UN CULTO CRISTIANO ........................................................ 35
UNIDAD X CONSEJOS PRÁCTICOS PARA LA LITURGIA CONTEMPORÁNEA 36
NOTAS ................................................................................................................. 39
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................... 42
4
UNIDAD I
EL CULTO
1. SIGNIFICADO
En la Biblia Reina-Valera 1960, aparece el término "culto" por la traducción de los
vocablos griegos latreia (Xaxpsía), y threskeia (Bprimcsía). Sin embargo, para nuestros
fines es conveniente analizar dos citas de las epístolas de Pablo (Col. 2:23 y Ro. 12:1).
En el primer pasaje, Pablo utiliza la voz griega ethelothreskeia (¿0EAo0pr|üKda). Es el
único pasaje en todo el Nuevo Testamento, donde aparace ethelothreskeia. Cuyo
significado es "piedad o religiosidad impuestas por uno mismo"1. En este sentido, la Biblia
RV-1960 traduce el término como "culto voluntario".
Pablo usa ethelothreskeia para mostrar que los herejes de Colosas, habían establecido
una devoción generada por voluntad humana, y no por revelación de Dios2.
Muy distinto es el matiz teológico que se encuentra en Ro. 12:1 en donde Pablo grafica
los principales rasgos que deben distinguir el culto cristiano. Para este fin emplea la
expresión logiken latreian (ta)yiKf|t> Xorcpeíau), que la RV-1960 traduce como "culto
racional". Como los dos términos tienen diferentes connotaciones, es posible traducir como
"culto espiritual"3.
El vocablo latreia significa "servicio, culto; en plural, ritos o actos cultuales (Heb. 9:1, 6)
Mayormente hace referencia al servicio cúltico.
A la luz de Ro. 12:1, 2, Pablo usa la frase logiken latreian para resaltar la significación
y las principales singularidades del culto novotestamentario. Lo primero que queda claro, es
que el culto es una actividad que debe ser realizada de acuerdo a lo establecido por Dios (v.
1) . Segundo, es fundamental presentar nuestro cuerpo en "sacrificio vivo, santo", para que
sea del agrado de Dios (v. 1). Y tercero, podemos discernir y probar la voluntad de Dios, si
permitimos que el Espíritu Santo nos transforme internamente y nos alejemos del sistema
mundanal actual (v. 2).
Con todo esto, podemos afirmar que el culto puede ser descrito como una actitud
racional de adoración y servicio, que la iglesia ofrece (individual y corporativamente) a Dios.
2. SIGNIFICADO DEL CULTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
El culto en el Antiguo Testamento, es un tema amplio. Por cuestiones metodológicas
quedamos exentos de hacerlo. Sin embargo, nos limitaremos a mencionar los distintos
elementos, del culto veterotestamentario, que han tenido influencia en el culto de la iglesia
cristiana.
Un estudio minucioso del Antiguo Testamento, nos hará observar dos cosas importantes.
En primer lugar, es un culto teocéntrico. Es decir, es un culto que se centra en Jehová, el
Dios de Israel. Y segundo, no existe un solo pasaje que nos muestre el desarrollo del culto
en forma detallada.
A pesar de esta limitación, de no contar con la descripción completa de las escenas de un
culto. Podemos obtener lecciones significativas, si estudiamos brevemente, la liturgia de los
Salmos. Así también, ver como fue el culto en el Tabernáculo, en el Templo y en la
Sinagoga.
2.1. La liturgia de los Salmos. A partir del año de 1926, fecha en que fue publicado
el comentario de H. Gunkel, hubo una aceptación general sobre la clasificación de las
distintas clases de salmos. Con esta nueva manera de ver los salmos, estos no sólo pueden
ser considerados como composiciones literarias que proceden de diferentes situaciones de la
historia de Israel. Sino que varios salmos pueden ser reconocidos como composiciones
litúrgicas utilizadas en circunstancias especiales5.
En la liturgia de los salmos encontramos temas afines y un concepto muy elevado de
Dios. En repetidas ocasiones reconocen su obra creadora. Así, como su obra redentora al
libertar a Israel de la esclavitud egipcia y el cumplimiento de la promesa de Dios cuando se
establecieron en la Tierra Prometida.
Los salmistas son concientes de las tensiones existentes entre Israel, como pueblo de
5
Dios y los enemigos de Dios. Asimismo, el conflicto entre justicia e injusticia, por eso cuando
oran piden que la justicia sea reivindicada en el presente. Esto es comprensible porque en
ese tiempo el salmista no tenía un concepto del juicio en sentido escatologico.
Por otro lado, declaran que Jehová es el Dios Soberano que tiene control de la historia.
Es Rey, legislador y defensor de todos los oprimidos. Quien por su fidelidad y misericordia,
regularmente, le daba la victoria al reino de Judá.
Estas verdades bíblicas que sobresalen en la liturgia del salterio, han tenido gran
influencia sobre el culto de la iglesia cristiana de todos los tiempos5.
2.2. El culto en el Tabernáculo. Se llama el Tabernáculo al santuario portátil en el
que habitaba Jehová en medio del pueblo. Fue construido por Moisés de acuerdo al modelo
que Jehová le dio en el monte Sinai (Ex. 25:9, 40; 26:30; 27:8). El Tabernáculo permaneció
con los israelitas desde que fue edificado hasta la construcción del Templo de Salomón.
El Tabernáculo tiene dos propósitos. Primero, simbolizar la presencia de Dios en medio
de su pueblo (Ex. 25:8). Y segundo, servir como medio para que Israel mantenga comunión
permanente con Dios (Ex. 25:22; 29:42-46). El último objetivo, fue viable gracias a lo
establecido por Dios en cuanto a sacrificios y al sistema sacerdotal.
No hay mucha información que nos permita graficar la forma en que se desenvolvía el
culto en el santuario portátil. Sin embargo, algunos elementos cúlticos encontramos cuando
el israelita presentaba las primicias de la tierra, a Dios, en el Tabernáculo (Dt. 26:1-19; cf.
Ex. 23:16-19).
- El israelita expresaba, persistentemente, gratitud a Dios por haber heredado Canaán
(v. 3).
- Al poner el sacerdote las primicias delante del altar de Dios, el ofrendante reconocía a
Jehová como el Señor y dador de los frutos del campo (v. 4).
- Apela al pasado, para confesar lo que era antes que Jehová lo librará del yugo egipcio
(vv. 5-6).
- Rememora la obra redentora de Dios en el éxodo (vv. 7, 8).
- Reconoce las grandes bendiciones que Dios le ha dado al morar en la Tierra
Prometida (v. 9).
- Adora a Dios (v. 10b). La descripción ya no se centra en el ritual de la ofrenda de las
primicias, sino en la acción de adorar a Dios (muv distinto al v. 4).
- Alegría, gozo por las bendiciones recibidas (v. 11).
- Compartía las bendiciones recibidas con el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda
(v. 12). ,
- Reconocía que su continua prosperidad dependía de su obediencia a todo lo prescrito
por Dios sobre los diezmos (vv. 13-14; cf. 14:22ss.).
- Pide la bendición de Dios (v. 15).
- Ratificación del pacto entre Israel y Dios (vv. 16-19).
2.3. El culto en el Templo. A partir del reinado de Salomón, Israel tiene un templo
fijo, estable. El Templo fue construido por el rey Salomón en el año 957 A.C. Permaneció en
pie hasta el año 587 A.C., en que fue destruido por Nabucodonosor (2 R. 25:8-17).
En el año 537 A.C., Zorobabel construyó un nuevo Templo (Esd. 3:2, 8; 6:14ss.).
Aunque conservaba los rasgos elementales del Templo de Salomón, no tenía el mismo
esplendor (Esd. 3:13). Por el año 19 A.C., Herodes el Grande reconstruye y embellece el
Templo anterior. Los trabajos fueron terminados por el año 62 D.C. Su existencia fue corta,
ya que el año 70 D.C., el ejército del general Tito lo destruyó totalmente.
Los hebreos le dan otra connotación al término templo. Ellos identifican el edificio como
casa de Dios. Sin que esto signifique que Jehová more en ese lugar (1 R. 8:27). Por el
contrario, eran conscientes que la nube que permanecía en el Tabernáculo y en el Templo de
Salomón, simbolizaban la presencia de la gloria de Dios8 (Ex. 40: 34, 35; 1 R. 8:10, 11).
En esta ocasión, también nos vemos limitados para detallar la manera en que se
desarrollaba el culto en el Templo. No hay material suficiente para realizar tal tarea. No
obstante ello, podemos tener algunos elementos de algunas fuentes.
Como por ejemplo, el Salmo 24, uno de los más solemnes del Salterio. La ocasión ha
sido relacionada, entre otras, con la dedicación del Templo y la entrada del arca en
Jerusalén9. Este salmo describe una marcha ordenada de adoradores que se dirigen al
Templo ubicado en el monte Sion. En su contenido podemos identificar varias voces:
La sinagoga era un edificio utilizado para la lectura y enseñanza de la ley. Así también
para el culto y para la dirección de los asuntos civiles y religiosos12.
Hay una marcada distinción entre el culto del Templo y el de la sinagoga. En el primeo se
ofrecían sacrificios. En la sinagoga no era así, su culto se jasaba en "la lectura y el estudio de
las Escrituras y en la oración"13.
En los primeros años, la iglesia primitiva también participó del culto en el Templo y de los
servicios en la sinagoga (Le. 24:51-53; Hch. 3:1). Más adelante, hay una ruptura entre el
judaismo y la comunidad cristiana, cumpliéndose así lo predicho por Nuestro Señor (Le.
21:12; Jn. 16:2). Lo que contribuyó a que la naciente iglesia se desligue del día de reposo,
del Templo y del ritual judaico.
En su etapa inicial, los creyentes (diariamente) se reunían en las casas (Hch. 2:46;
5:42). Un lugar predilecto para orar, era la casa de María, la madre de Marcos, conocido
como "el aposento alto" (Hch. 1:14; 4:23; 12:12). Posiblemente, el día central de adoración
era el primer día de la semana, el día del Señor (Hch. 20:7).
Existen dos rasgos bien marcados en el culto cristiano: la representación simbólica y las
Escrituras. El sacrificio para la expiación del pecado es un simbolismo legado del culto en el
Templo. Del culto en la sinagoga, se adopta la centralidad de las Escrituras, tanto en la
7
UNIDAD II
RELACIÓN ENTRE EL CULTO, LA RELIGIÓN Y LA TEOLOGÍA
Con actitud reflexiva, abordamos esta unidad con la finalidad de determinar si hay
correspondencia entre culto, religión y teología. Y si realmente existe una conexión, es
8
UNIDAD III
DESARROLLO DEL CULTO EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA
La historia de la Iglesia comprende dos mil años de existencia. Durante este tiempo, los
creyentes, han rendido adoración a Dios de distintas maneras. Además, la historia revela
que estos cultos de han distanciado, en forma progresiva, del culto ofrecido por los primeros
cristianos.
Para poder mostrar el desarrollo del culto en la historia eclesiástica, hemos dividido la
historia en varios periodos. Que serán tratados escuetamente. Sin dejar de mencionar los
hechos más sobresalientes de cada uno de ellos.
1.3. El partimiento del pan. Otro aspecto del servicio cúltico en el periodo apostólico
era el partimiento del pan. El libro de los Hechos pone en evidencia que la práctica de "partir
el pan", era habitual en la comunidad de los cristianos del primer siglo (Hch. 2:42, 46; 20:7,
11).
Muchos eruditos concuerdan que el partimiento del pan está relacionado con la Cena del
Señor27. Este sacramento fue instituido por Jesucristo mismo, a partir de se momento formó
10
parte de la vida de la Iglesia (Mt. 26:26-29; Mr. 14:22-25; Le. 22:14-20; 1 Co. 11:23-26).
La iglesia primitiva celebraba la Cena del Señor con el fin de conmemorar la muerte
expiatoria de Jesucristo. Esta fiesta ritual está establecida hasta que el Señor retorne por
segunda vez (Mt. 26:29; 1 Co. 10:26).
Antes de celebrar la Cena del Señor, los primeros cristianos participaban de una cena
fraterna, denominada ágape. En la iglesia de Corinto hubo abusos de embriaguez y
glotonería, que fueron corregidos, rápidamente por el apóstol Pablo (1 Co. 11:20-22). J_a
enmienda de Pablo tiene como objetivo que los creyentes participen de la Mesa del Señor
con solemnidad y dignidad (1 Co. 11:27-34).
1.4. Las oraciones. Las oraciones constituyen un rasgo fundamental en el culto de la
iglesia primitiva. El libro de los Hechos y las epístolas paulinas ponen en evidencia que la
iglesia, del primer siglo, estaba inmersa en la práctica de la oracion.
Se observa en la iglesia, una gran disposición para perseverar en la oración (Hch.
1:14, 24; 2:42; 4:31; etc.). Aun en los momentos más difíciles, la iglesia se acercaba a Dios,
a través de la oración (4:23ss.; 12:5, 12). Una hecho importante en los cultos de este
periodo es aue se ve dos cosas, que son ejemplo para la iglesia contemporánea. Primero, ios
líderes ae la iglesia eran personas que oraban constantemente (9:40; 10:9; 16:25; 28:8).
Segundo, en su condición de líderes motivaban a todos los miembros a orar con ellos (20:28,
36; 21:5).
Otro factor sobresaliente de este periodo, es que las plegarias eran libres y espontáneas,
no eran oraciones de tipo litúrgicas. Eran oraciones sencillas, voluntarias, llenas de
efervescencia espiritual, porque los corazones de estos creyentes estaban llenos del Espíritu
Santo (Hch. 2:4; 4:31; Ef. 5:18).
Para ser más exacto, el canon novotestamentario nos muestra dos clases de oraciones.
Encontramos las oraciones libre?, espontáneas. Por ejemplo, cuando Pablo exhorta a
Timoteo para que en la iglesia de Éfeso, hombres y mujeres oren, intercedan libremente por
las autoridades gubernamentales para que puedan llevar una vida tranquila y pacífica (1
Tim. 2:1-2; 8-9).
Asimismo, el Nuevo Testamento presenta otro tipo de oración. Lo descubrimos porque
tenemos conocimiento que las epístolas circulaban por las iglesias del primer siglo. Estas
epístolas eran leídas delante de toda la congregación. En el contenido de sus epístolas había
oraciones, que al ser leídas la iglesia se identificaba con el apóstol mediante la oración
colectiva.
Además, las oraciones del apóstol servían como paradigma y fuente de expresión que
enriquecía el vocabulario litúrgico de la iglesia30. Un ejemplo de las oraciones del apóstol, lo
observamos en Efesios 1:15-23 y 3:14-21.
1.5. Equilibrio cúltico olvidado. Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo
Testamento, hay una pluralidad de formas de rendir culto a Dios. Puede haber variación en el
orden; sin embargo, los elementos comunes en el servicio cultual están presentes (lectura de
las Escrituras, cánticos, oraciones, alabanzas, confesión, adoración, etc.).
En la iglesia primitiva el culto cristiano se desarrollaba sobre cuatro puntos importantes:
doctrina de los apóstoles, la comunión fraternal, el partimiento del pan y las oraciones (Hch.
2:42). Sobre esta estructura los elementos secundarios eran introducidos.
La iglesia del siglo I conservó un culto dinámico, atractivo, impactante, con una gran
fuerza espiritual, porque el Espíritu Santo desbordaba los corazones de los primeros
cristianos. Los líderes de las iglesias manejaban, con mucha sabiduría, un orden equilibrado
en lo cúltico. Simultáneamente había formalidad (oraciones, salmos, himnos, lectura bíblica,
santa cena), y espontaneidad cultual. Lo último se daba cuando los creyentes participaban
con cánticos espirituales u oraciones libres. Así también, cuando había una libre
manifestación de los dones espirituales (1 Co. 14:12, 21-32; Ef. 5:19-20; 1 Ts. 5:17-19) .
Estas dos modalidades estaban presentes en la iglesia primitiva. Había equilibrio cúltico.
En ningún momento, Pablo intentó suprimir el formalismo litúrgico, ni tampoco quiso reducir
parcial o totalmente, la manifestación espontánea del Espíritu
2. EL CULTO DURANTE LOS CUATRO PRIMEROS SIGLOS
Durante los cuatro primeros siglos, el culto evolucionó notablemente. Se pierde el
equilibrio cúltico manejado en el periodo apostólico. Prevaleciendo el culto fijo, formal, que
anula progresivamente la expresión libre del Espíritu Santo.
La Didaché (La Enseñanza de los Doce Apóstoles), documento que circuló, ampliamente,
en las comunidades cristianas, para el año 120 D.C., nos da la información que por esa
época, los creyentes se reunían el primer día de la semana, para rendir culto a Dios. Estaba
establecido que sólo los cristianos bautizados podían participar de la santa cena. En este
documento se recomienda un modelo fijo de oración para la Eucaristía33.
11
En el siglo II, se mantiene los cuatro aspectos del culto apostólico: la enseñanza de los
apóstoles, la comunión fraternal, el partimiento del pan y las oraciones. Esto queda
demostrado porque en las reuniones se leía las memorias de los apóstoles (así también los
escritos de los profetas). Había preocupación fraternal por los miembros ausentes y los
débiles. Tal es así, que a los primeros se les enviaba su parte de la santa cena, con los
diáconos. Asimismo, las oraciones persistían en los cultos de esta época.
Otro aspecto que sobresale en el segundo siglo, es la ayuda social. Había ofrendas que
eran administradas por el que presidía las reuniones. El se encargaba de dar asistencia a
todos los que tenían necesidades. Como los huérfanos, las viudas, ios enfermos, los pobres,
los presos y los extranjeros.
A partir del siglo II, se nota una desviación progresiva en cuanto a la teología y al culto
libre que delinea el canon novotestamentario.
En ei siglo tercero, encontramos que la estructuración del culto está previsto con
anticipación. Los diferentes elementos cúlticos y las oraciones han sido determinados con
antelación. Del mismo modo observamos un modelo de oración eucarística o anáfora.
También notamos que no hay una fórmula de consagración para los elementos de la santa
cena. Con el paso de los años, las oraciones formuladas aumentarán.
Llegamos al sigo IV, donde el contexto histórico es distinto, Teodosio el Grande declara el
380 D.C., que el Cristianismo es la religión oficial del Estado. Con este decreto, la Iglesia se
ve obligada a abrir sus puertas a una multitudinaria membresía, superficial, que se congrega
en grandes basílicas.
En este periodo, la estructura del culto es igual a la dei siglo II, pero con varias
innovaciones. Tenemos así que los servicios cúlticos ya no se realizan en las casas privadas,
sino en impresionantes edificios. Se sobredimensiona el significado de la eucaristía. La santa
cena ya no es un recordatorio del sacrificio de Cristo, sino una repetición. Además, el
sacramento de la eucaristía, conceptuado como una repetición del sacrificio de Cristo, asume
un lugar trascendental en el culto, desplazando progresivamente al ministerio de la Palabra.
Al no haber confrontación entre el hombre y las Sagradas Escrituras, los fieles quedaron
sin ninguna opción de salir de su estado de confesión nominal. Por otro lado, la iglesia oficial
en su preocupación por conservar a los nuevos asistentes, introdujo al culto prácticas
paganas, como cuito a la Virgen, veneración de los mártires y de los santos, de las
imágenes, procesiones, uso de los cirios.
A partir del siglo cuarto, el sacerdote se convierte en el personaje central del culto
cristiano, pues es él quien ministra la repetición del sacrificio de Cristo. Para diferenciarse de
los laicos, comienzan a usar atavíos especiales, de distintos colores, que ponen en evidencia
su jerarquía. En la parte posterior de la cabeza, el sacerdote lleva una coronilla al igual que
los sacerdotes egipcios del dios Anubis (hijo de Osiris).
A inicios del siglo XVI, el movimiento socio-reliqioso iniciado por Martín Lutero, logró
reconstruir la Iglesia en conformidad con la norma bíblica. Gracias a la reforma de Lutero, la
iglesia realiza los cultos en su propio idioma. Los creyentes participan de los cantos. En
todas las congregaciones locales hay exposición de las Sagradas Escrituras.
2.1. ¿Por qué se perdió la espontaneidad del culto del siglo I?. La expresión
libre, espontánea en el culto cristiano, que inspiraba la presencia del Espíritu Santo, se fue
perdiendo a partir del segundo siglo. A fines del siglo cuarto, encontramos una liturgia fija,
formulada, que determinaba la forma del culto y de todo lo que se debía de decir y hacer.
Incuestionablemente, hay muchas causas, pero son dos las que tienen mayor
importancia.
2.1.1. Desviaciones teológicas. Después del siglo segundo, hay
interpretaciones incorrectas de las Escrituras. Aparecen interpretaciones de los sacramentos,
que se apartan de la línea ortodoxa. En cuanto al bautismo, se piensa que mediante este
sacramento, el participante alcanza la nueva regeneración.
Con relación a la santa cena, también hay cambios en cuanto a su significación. Los
elementos de la santa cena son interpretados en un sentido literal (Mt. 26:26-29; 1 Co.
12
Por este tiempo, se buscó que el servicio cultual sea válido. Para ello quedó establecido
que en todo lugar se use un mismo formulario litúrgico. Esta formulación cúltica debería
estar elaborada correctamente, para que las oraciones puedan ser eficaces, especialmente,
en el momento en que los elementos son transformados en cuerpo y sangre de Cristo35
Para que haya uniformidad cúltica en todo lugar, quedó determinado que la fórmula sea
vertida en un mismo idioma. En Oriente, se utilizó como idioma sagrado el griego. Y en las
iglesias de Occidente, el latín. Se sobreentiende que gran parte del auditorio no tenía
comprensión del desarrollo cúltico.
Los grandes edificios estaban llenos de cristianos nominales, que asistían al culto sólo
porque existía un imperativo imperial y porque habían pasado por el sacramento del
bautismo.
Este nominalismo provocó una crisis de ética. Los fieles superficiales asistían al culto sin
preocuparse de llevar una conducta recta, consecuente con los principios cristianos. Además,
muchos de los miembros todavía rendían devoción al dios Sol y al templo de Apolo.
2.2. Perfil cúltico durante los primeros cuatro siglos. Durante los cuatro primeros
siglos, el culto cristiano sufrió una gran variación, generando el siguiente perfil.
Emerge una liturgia fija que establece la forma del culto, señalando
secuencialmente todo lo que se va a decir y hacer. De este modo, las oraciones
espontáneas quedan anuladas tanto para los creyentes, como para el que preside
el culto.
Uniformidad cúltica en todo sentido, el mismo idioma, orden de los ritos, las
mismas oraciones.
El sacramento de la eucaristía por su "carácter sacrificial" llega a ser el elemento
central del culto. Desplazando, de esta manera, a la exposición de las Escrituras y
a la oración congregacional.
Los laicos son desplazados por el clero. Hay un marcado clericalismo. Son los
clérigos los encargados de dirigir o realizar el culto. Aún ellos están encargados de
los cantos (grupo de cantores).
La Iglesia está conformada por una mayoría de creyentes nominales, que asisten
por obligación y no por convicción.
Pasividad congregacional que se mantendrá por varios siglos. La participación de
los miembros es reducida. En ciertos momentos del culto, los fieles expresan un
simple ¡Amén! o ¡Aleluya!.
Por muchos años hubo pequeñas diferencias sobre la manera de celebrar el culto, hasta
que se impuso progresivamente el rito romano. Por el año 794, emerge una discusión de
carácter litúrgico, el clero no se ponía de acuerdo sobre el idioma que debería utilizarse en la
liturgia. Unos sostenían que la misa debería celebrarse en la lengua vernacular. Mientras,
otros argumentaban que Dios había establecido solamente tres idiomas, para que su pueblo
le rinda acción de gracias (hebreo, griego y latín).
En el año 800 D.C., el rey de los francos y emperador de Occidente, Carlomagno 37
dispone dar uniformidad a la liturgia de la misa e impone el rito romano en todos sus
dominios.
La imposición de Carlomagno contribuyó a que la misa romana sea admitida en la
mayoría de los territorios europeos, hasta la reforma de Martín Lutero. Sin embargo,
durante los siete siglos que transcurrirán, la celebración de la misa recepcionará ciertas
13
Las oraciones escritas han hecho mucho daño en la celebración cúltica. Quebró la
espontaneidad. Cesó la independencia del Espíritu Santo en los instantes en que la Iglesia
ora individual y colectivamente. Además, las oraciones formuladas impidieron el ejercicio de
los dones espirituales relacionados con la liturgia (1 Co. 12:28; 14:39-14).
Los responsables de la Iglesia medioeval se distanciaron de la normatividad bíblica. Esta
fue la razón principal para que se distorsionara la liturgia cristiana. Se dejó de adorar a Dios
en "espíritu y verdad . Durante esta época se cayó en el paganismo, la idolatría (el culto a la
Virgen, los santos, a las imágenes).
Con la distorsión del culto cristiano, se anuló completamente la relación recíproca, que
existe en el verdadero culto, entre Dios y el hombre. De acuerdo a la Biblia, en el culto hay
una doble orientación Dios al hombre. En el periodo medioeval se redujo el accionar de Dios
en el culto. Asimismo, la participación del hombre fue mínima, convirtiéndole en un simple
espectador.
14
Tal es así que el asistente, en un sentido correcto, no participa del culto. No tiene parte
en los cantos, porque existía un coro. No participa en la oración, porque el que oficia lo hace
por él. En cambio, la Iglesia le permite ser partícipe de ciertos ritos (como hacer la señal de
la cruz, procesiones, confesión, penitencia, buenas obras, etc.).
En resumen, en toda la Edad Media la Palabra de Dios como fuente normativa fue
ignorada. Y la Santa Cena fue distorsionada de su sentido original, como consecuencia del
primero.
4. EL CULTO EN EL PERIODO DE LA REFORMA PROTESTANTE
La reforma protestante fue iniciada, en el siglo XVI, por el monje agustino alemán, Martín
Lutero (1483-1546). La reforma surge en un contexto donde la Iglesia se encontraba en una
decadencia conductual del clero. Es el momento histórico más oscuro y corrupto de la
Iglesia.
En realidad, la causa principal que originó la reforma protestante fue la venta de
indulgencias, decretada por ei Papa León X. Este decreto (anti bíblico), no buscaba el
bienestar espiritual de los rieles, sino los intereses personales y económicos del Papa, quien
estaba afanado en construir la Basílica de San Pedro.
En su reforma del culto, Lutero no eliminó el crucifijo. Pero, si excluyó el canto llano (sin
altibajos) y los altares. Por el año 1523, la misa la celebraba en latín, a excepción de los
himnos, la lectura bíblica y la predicación de la Palabra. Posteriormente, anuló el ofertorio.
Lo más sobresaliente es que Lutero permitió que el pueblo en general participara de los dos
elementos de la mesa del Señor (el pan y el vino).
Mantuvo el bautismo infantil. Con relación a la Cena del Señor, enseñaba que durante la
celebración Cristo estaba presente espiritualmente. Propuso con tenacidad, que sea
celebrado semanalmente. Su propuesta no prosperó. Los magistrados de Ginebra,
determinaron que los creyentes podían participar cuatro veces por ano46.
Calvino no implantó un modelo cúltico para las demás congregaciones. Al respecto, fue
muy equilibrado, puso una serie de orientaciones elementales que deberían ser
contextualizadas, de acuerdo a la realidad de cada congregación local. En el año de 1542,
elaboró un orden cúltico que posteriormente lo corrigió. Este fue establecido como
fundamento principal de la liturgia reformada en Suiza, Alemania, Escocia y los Países Bajos.
El culto reformado tiene los siguientes elementos:
Liturgia de la Palabra47 (primer culto).
- Lectura bíblica, Sal. 124:8.
- Confesión de los pecados y oración para obtener el perdón.
- Salmo en verso.
- Oración de iluminación.
- Sermón.
Liturgia del Aposento Alto48 (segundo culto).
- Colecta (oración).
- Intercesiones.
- Padre Nuestro (parafraseado).
- Símbolo de los apóstoles.
- Palabras de institución.
- Exhortación.
- Oración de consagración.
- Comunión (con el canto de salmos o lecturas bíblicas).
- Oración.
- Bendición de Aarón.
El orden del culto presentado por Calvino, tuvo carácter orientativo. En sus planes no
hubo la intención de implantar una liturgia fija. Su modelo estaba sujeto a cambio, según el
contexto en que era aplicado.
4.3. El culto reformado de Ulrico Zwinglio. El reformador suizo Ulrico Zwinglio
(1484-1531), mantuvo una lucha constante contra las enseñanzas de la Iglesia Romana. Lo
hizo presentando sus sesenta y siete artículos de fe en donde resalta la autoridad de las
Escrituras, la salvación es por fe y la prerrogativa del creyente de ser sacerdote. Censuró la
intercesión de los santos, los sacramentos, el celibato, la doctrina del purgatorio, la
veneración de imágenes y reliquias. Asimismo, la observancia de la misa.
Zwinglio suprimió progresivamente, las tradiciones y ceremonias de origen católico.
Además, de todo aquello que no tenía fundamento bíblico.
El culto celebrado por la mañana (Liturgia de la Palabra) comprendía lecturas bíblicas
(epístolas y Evangelios), predicación de la Palabra y una oración prolongada49
En la primera liturgia germánica de 1525, la música no estaba incluida. Los Salmos y los
cánticos eran recitados antifonalmente. La celebración de la mesa del Señor, se daba en
cuatro ocasiones al año. Estaba comprendida por una exhortación, la preparación de la
mesa, el Padrenuestro, oración, palabras de la institución, comunión general (pastor y
fieles), un Salmo, colecta y despedida.
Hay diferencias bien marcadas entre la reforma de Suiza y la de Alemania. Zwinglio
eliminó por completo todo lo que pertenecía a la liturgia católica romana (ceremonias,
símbolos, doctrinas antibíblicas, pinturas, campanas, etc.), a diferencia de Zwinglio, Lutero
conservó varios rasgos propios del catolicismo romano.
Acerca de la Cena del Señor, tenían opiniones totalmente opuestas. Lutero defendía la
doctrina de la consubstanciación. Utilizaba este término teológico para manifestar la
presencia real de Cristo en la Eucaristía. Lo que significa que el pan y el vino conservan su
propia substancia y no una nueva apariencia. En cambio, Zwinglio sustentaba que el pan y el
vino, eran símbolos del cuerpo y la sangre de Jesucristo.
4.4. El culto en la reforma anglicana. El culto de la iglesia anglicana puede ser
ubicado entre el culto reformado de Calvino y el de la Iglesia Romana. La perspectiva de la
Iglesia de Inglaterra coincide con la de Martín Lutero, pues sólo busca sesgar aquello que
está en contraposición con las Sagradas Escrituras. En este sentido, el anglicanismo conserva
algunos de las formas externas de la liturgia católica romana.
16
El culto dominical de la iglesia anglicana, por la mañana (misa de los catecúmenos) 51, se
desarrolla de la siguiente manera:
- El Padrenuestro.
- Oración.
- El decálogo.
- Kyrie Eleison (en inglés, el pueblo responde: "Señor ten piedad").
- Oración por el rey.
- Epístola.
- Evangelio (los fieles, puestos en pie, escuchan la lectura).
- Símbolo de Nicea.
- Predicación.
La segunda parte52, comprende lo siguiente:
- Ofrendas.
- Oración de intercesión por la Iglesia.
- Exhortación a participar dignamente de la Cena.
- Confesión, absolución y promesas de gracia.
- Sursum Corda53, Vere dignum et justum est, Prefacio54, Sanctus55.
- Oración de humilde acceso.
- Relato de la institución y consagración de los elementos.
- Comunión.
- Oración dominical.
- Oración de acción de gracias por la comunión.
- Gloria in excelsis.
- Bendición.
4.5. Perfil cúltico durante la reforma protestante. La reforma protestante del siglo
dieciséis trajo importantes innovaciones al culto público. Una de ellas, fue dar lugar central a
la Palabra de Dios (en sus dos modalidades). Ya sea mediante la Lectura Bíblica o la
exposición de la misma.
Para los reformadores era fundamental que Dios hablase a su pueblo, a partir de su
Palabra. En este sentido, la lectura de la Biblia fue y debe ser un elemento importante en el
culto congregacional. Se hizo habitual, en cada culto, dar lecturas a partes del Antiguo y
Nuevo Testamento, en forma consecutiva.
Para que los fieles tengan una mejor comprensión de las verdades bíblicas y puedan
aplicarlas, correctamente, a sus propias vidas, se restauró la exposición de las Escrituras. El
sermón fue el vehículo que Dios usó en el culto público, para que los hombres sean
confrontados con la Palabra de Dios. Y por consiguiente, respondan al llamado de Dios.
Calvino y los líderes reformados que le siguieron creyeron conveniente que los
sacramentos estén ligados al sermón. Estos sacramentos podían, únicamente, ser
administrados en el culto público. Por lo general, el bautismo era administrado en el Día del
Señor. En cuanto a la cena del Señor, cada iglesia local decidía con qué frecuencia se iba a
celebrar.
Otra innovación de los reformadores, fue el hecho de restaurar la música en el culto, con
el propósito de que la congregación participara libremente. Esta novedad cúltica tuvo un
impacto tremendo en su época, porque en el periodo medioeval los cultos estaban bajo la
responsabilidad del coro. Trayendo como consecuencia la no participación de los fieles.
En otra parte, Lutero y Calvino contribuyeron mucho para que el canto sea una parte
relevante de la liturgia. Fue muy difundido la decisión de Lutero de cantar salmos e himnos
en su congregación. Por su lado, Calvino no rechazó el uso de himnos, pero a su juicio los
salmos eran apropiados para rendir alabanza al Altísimo.
Los pentecostales ponen mucho énfasis en la oración. De tal manera que durante la
semana tiene programado un día específicamente para la oración. Del mismo modo,
determinan días de ayuno y vigilias. La frecuencia con que lo realizan depende de cada
iglesia local.
La Palabra de Dios tiene un lugar especial en el culto pentecostal. La lectura de la Biblia
se hace en forma correlativa o antifonal. El sermón es la parte central de la liturgia. Es la
parte del culto, en donde se interpreta, contextualiza y exhorta a que el asistente responda
al llamado de Dios.
Es lamentable que en muchas iglesias pentecostales se considera a la exposición de la
Palabra como, la parte del culto, de mayor importancia. Se comete un gran error, pues así
se sobredimensiona al expositor.
Con relación a la Cena del Señor, por lo general, el pastor de la iglesia local ministra este
sacramento. Cuando se cree conveniente, se invita a otro ministro reconocido para que
exponga la Palabra y ministre el sacramento. Antes de la celebración, el ministro hace un
llamado a no participar indignamente de la mesa del Señor. Luego todos los participantes en
un momento de contemplación y gratitud entonan un cántico de adoración.
La frecuencia con la que celebran la mesa del Señor es relativo. Algunas congregaciones
lo realizan semanalmente. Otro cada mes. En cambio, hay algunas que lo hacen cada dos
meses. Los dos primeros casos son los más conocidos y practicados. En lo que sí concuerdan
los pentecostales es que el día fijado para celebrar la mesa del Señor, ese día guardan
ayuno.
Otra peculiaridad del culto pentecostal es el desbordante entusiasmo que ponen para la
música. Para ello, es muy importante la alabanza congregacional. Por esta causa, en sus
reuniones se observa un ambiente de recogimiento y mucha entrega. Expresado con llanto,
gozo, gratitud, batir de manos, hablar en lenguas, gestos, etc. Asimismo, hay exclamaciones
espontáneas de un "¡Amén!", "¡Gloria a Dios!", "¡Aleluya!".
En la actualidad, las iglesias pentecostales han dado apertura al uso de una serie de
instrumentos musicales. Tales como guitarras, panderetas, armónicas, quenas, zampoñas,
charangos, etc. Lo hacen con el único propósito de ofrecer lo mejor para Dios.
Es singular del culto pentecostal la oración por los enfermos. Hay campañas de sanidad y
milagros. Que pueden ser realizados dentro o fuera de la iglesia local. Estas actividades
conllevan a que muchas personas den testimonio público de lo que Dios ha hecho en sus
18
La ofrenda tiene un lugar especial en el culto carismático. Ellos participan con un espíritu
abierto y con una disposición reverencial de adoración. La santa cena es presidida por uno
délos dirigentes principales de la congregación.
5.3. Las Iglesias Neo carismáticas. La década de los ochenta, marca un nuevo hito
en la historia de la Iglesia Cristiana. En estos años, se hace visible un refrescante despertar
espiritual que afecta, tremendamente, a miles de creyentes. Que no permiten ser calificados
como pentecostales o carismáticos. Aunque pueden ser confundidos como uno de ellos. Ya
que su estilo de alabar a Dios y su práctica de los dones carismáticos los hace semejantes a
la vivencia pentecostal o carismática.
El avivamiento de los ochenta, es conocido como la "Tercera Ola" del Espíritu Santo57.
Tiene que ver con creyentes que no fueron tocados por el avivamiento pentecostal ni por el
movimiento carismático. Son cristianos que han tenido una experiencia carismática, pero
cuya vivencia espiritual lo practican en su propio contexto denominacional.
Las iglesias de la "tercera ola" han generado nuevas modalidades de culto. Que se
caracterizan por ser más vivaces, alegres y bulliciosas. Se introduce en los círculos
evangélicos un nuevo estilo de alabanza y adoración. El culto se inicia con un tiempo
prolongado de alabanza, en donde los asistentes encuentran el momento propicio para
exaltar la presencia del Señor.
En esta parte, los himnos tradicionales quedan desplazados por un conjunto de nuevas
canciones, que son entonados con mayor emotividad y vivacidad. La continuidad de los
19
UNIDAD IV
EL CULTO CRISTIANO
Hablar sobre el culto cristiano, no obliga a hacer una regresión histórica, para ver como
ofrecieron adoración los creyentes del primer siglo.
No sin antes estudiar el trasfondo histórico del culto cristiano. En otras palabras, sacar a
la luz los elementos que el culto cristiano retoma del culto en el Templo y del culto en la
sinagoga.
Para luego considerar desde una perspectiva bíblica los principales elementos del culto
cristiano. Finalmente, en el mismo nivel analizar la administración de los sacramentos en el
ámbito cúltico.
1. TRANSFONDO HISTÓRICO DEL CULTO CRISTIANO
Los primeros discípulos expresaron sus convicciones en el momento histórico, en el cual
estaban vigentes el Templo y las sinagogas.
AI igual que Jesús y sus discípulos, los primeros cristianos de origen judío, participaron
del culto en el Templo y de las reuniones en las sinagogas (Le. 24:51-53; Hch. 3:1; 5:25).
Aun encontramos al apóstol Pablo viajando a Jerusalén para asistir a la fiesta de
Pentecostés. En ese lugar, asiste al Templo para costear la ceremonia de purificación de los
nazareos (Hch. 20:16; 21:33ss.).
Mientras estaba en pie el Templo, éste continuaba siendo el lugar establecido por Dios
para rendirle adoración. Tanto para los creyentes/ que se sujetaban al orden
veterotestamentario, como de los cristianos de origen judío (Hch. 21:17-20).
A mediados del siglo I, los cristianos tuvieron una buena correspondencia con la
sinagoga. Es decir, había una buena relación entre los primeros cristianos y los judíos de
Jerusalén (Hch. 2:47). Esto se debía a que todavía no habían renunciado a las costumbres
religiosas de los judíos. Además, es posible que muchos judíos de las sinagogas se habían
convertido al Señor. Si es así, quedaría claro porque los primeros cristianos podían predicar y
enseñar, libremente, en las sinagogas (Hch. 6:7).
Posteriormente, hay una ruptura entre los primeros cristianos y la sinagoga, de acuerdo a
lo profetizado por el Señor (Jn. 16:2; Le. 21:12). Asimismo, quedan desligados del Templo,
cuando este edificio es destruido el año 70 D.c. Cuando el general Tito y su ejército asoló la
ciudad de Jerusalén. En ese entonces, los soldados romanos incendiaron el Templo y lo
profanaron a I ofrecer sacrificios a sus estandartes (Mt. 24:1-2, 15; Mr. 13:lss.; 14ss.) con
la desaparición del Templo, desapareció el sistema sacerdotal (Heb. 8:13).
La asistencia al Templo y a las sinagogas debe entenderse como algo transitorio. Pues,
los creyentes del siglo I, asistían, paralelamente, a las "iglesias domésticas" (Hch. 2:46').
Cuando se reunían para orar, lo hacían en la casa de María, la madre de Marcos, conocida
como "Aposento alto" (Hch. 1:14; 12: 12). Acudían a diario al Templo y también cada día
celebraban la cena del Señor en las casas (Hch. 2:46; 5:42). Esto se mantuvo hasta que se
produjo la división entre judíos y cristianos. Tal como lo hizo en Tesalónica Y corinto Pablo
apartó a los discípulos de la sinagoga, para formar una iglesia separada en la casa de Tirano
(Hch. 19:9ss.).
Pues bien. El culto cristiano del primer siglo, heredó algunos elementos y simbolismos del
Antiguo Testamento. El altar para ofrecer sacrificios (Ex. 20:24-26), en el Nuevo
Testamento, en sentido figurado es el lugar donde el creyente expresa, públicamente, su
total consagración a Dios (Ro. 12:1; Heb. 13:15-16; 1 P. 2:5). El altar del incienso
representa las oraciones de los santos (Ex. 30:1; Ap. 5:8; 8:3).
Del culto en el Templo, la Iglesia Primitiva toma la simbolización del sacrificio para la
expiación del pecado. Además cíe la disposición y el compromiso, ejemplar, hacia Dios de
ofrendar y diezmar con un espíritu de gratitud.
De las reuniones en las sinagogas, la Iglesia adopta la centralidad de las Escrituras. En
sus dos modalidades, la lectura y la exposición de la misma. Con esto, a la Palabra de Dios
se le dio un lugar esencial en el culto cristiano.
También es importante reconocer que la liturgia de los salmos tiene un contenido
doctrinal muy rico, que ha influenciado, fuertemente, en los cultos de los distintos periodos
21
del cristianismo.
Las oraciones en el culto cristiano, es una constante en el pueblo de Dios, lo encontramos
en la sinagoga, en el Templo y en al Tabernáculo. Es una práctica y una necesidad (común)
en la vida de los creyentes, que podemos encontrarlo en la devocional personal de los
grandes hombres de la antigüedad (Ex. 32:llss.; 1 S. 1:26-28; 1 R. 17:20- 24; Sal. 51;
etc.).
- El Espíritu Santo nos auxilia e intercede por nosotros cuando roamos. Él perfecciona
nuestros ruegos y lo hace conforme a la voluntad de Dios (Ro. 8:26-27).
- La predicación debe estar a cargo de hombres llenos del Espíritu Santo (1 P. 1:12).
- Porque el Espíritu Santo es quien reparte los dones "como él quiere" (1 Co. 12:11).
- Las señales, milagros y acciones sobrenaturales son realizadas por el poder del
Espíritu Santo (Heb. 2:4).
- La permanencia del Espíritu Santo en nosotros tiene como objetivo perfeccionar el
carácter del cristiano (1 Co. 3:16; Gá. 5:22-26; 1 Ts. 1:6).
La alabanza es una función que el pueblo de Dios lo ejercerá para siempre (Sal. 30:12;
79:13). No olvidemos que la alabanza que ofrece el pueblo de Dios es un reflejo de la
alabanza celestial (Sal. 24:1-10; 136:lss.; Ap. 4:11; 5:9-14).
La iglesia alaba al Señor por lo que es él (Sal. 104:1; Is. 6:3). Lo expresa con cánticos,
himnos, salmos como lo hacía la iglesia del primer siglo (Col. 3:16; Fil. 2:6-11). La iglesia
puede utilizar una diversidad de instrumentos musicales, de acuerdo al contexto cultural en
que se encuentra (Sal. 150:3-5).
2.7. La acción de gracias. Es el sentimiento de gratitud que expresa la Iglesia a Dios,
por los favores recibidos. Puede ser practicada en el plano personal o comunal (1 Crón.
33:30; Neh. 12:16; Dn. 6:10).
A la luz del Nuevo Testamento, Dios ha establecido que sus hijos manifiesten sus
agradecimiento por todo, en el nombre del Señor Jesucristo (Ef. 5:4, 20; 1 Ts. 5:18). En
consecuencia, la acción de gracias es un elemento importante en el culto cristiano que no
puede ser omitido. Hacerlo, significaría caer en la negligencia y en el pecado (Le. 17:16; Ro.
1:21; Stg. 4:17).
Por lo tanto, la Iglesia tiene el deber de presentar acción de gracias a Dios,
23
En el Antiguo Testamento, Aarón v sus hijos eran los encargados de bendecir al pueblo
en el nombre de Dios (Nm. 6:22-27). Un pasaje paralelo en el Nuevo Testamento es la
bendición apostólica de 2 Co. 13:14).
Pues bien, el culto cristiano termina cuando el ministro pronuncia la bendición de Dios
sobre la congregación. La bendición tiene un significado más profundo que una simple
despedida. Implica confianza y seguridad que al retirarnos del templo, Dios nos acompañará
y protegerá en todo instante.
3.2. El rito de la santa cena. La Cena del Señor fue instituida por Jesucristo, la
víspera de su pasión, con el propósito de que su Iglesia lo celebre perpetuamente (Mt.
26:26-29; 1 Co. 11:23-29). Este sacramento puntualiza una esperanza escatológica (Mr.
14:25; 1 Co. 11:26). Asimismo es un acto conmemorativo de la muerte de Cristo, que nos
permite tener comunión con él, de manera individual y comunitaria (1 Co. 11:25).
Este sacramento está constituido por dos elementos: el pan y el vino. El pan es símbolo
de su cuerpo partido y el vino de su sangre derramada (Mt. 26:26-28).
25
Será celebrado el primer día de la semana (Hch. 20:7). Participarán todos los miembros
bautizados de la iglesia local. Que mantienen una vida de obediencia y comunión (1 Co.
11:27-29). Cada participante debe auto examinarse para no cometer abusos en la cena del
Señor (1 Co. 11:18-22, 28-29).
La celebración de la santa cena debe ser hecha dentro de un contexto escritural. En
donde el ministro bajo la guianza del Espíritu Santo expondrá la significación de las
Escrituras y lo aplicará a la situación presente de los congregantes (1 Co. 11:23-29).
RESUMEN
1. El culto es una actividad muy importante en la vida eclesiástica.
2. La Biblia enseña que el culto que ofrecemos, debe ser del agrado de Dios (Ro. 12:1-2;
Heb. 12:28 NVI). Para que sea así, es menester que la Iglesia lo haga de acuerdo a lo
establecido por Dios.
3. La Teología del Culto es un referente de mucho valor para la Iglesia, siempre y cuando
esté fundamentado en la Palabra de Dios. Y de esta manera oriente a la Iglesia, desde la
perspectiva bíblica a ofrecer un culto agradable a Dios.
4. La Biblia no ofrece una descripción detallada del culto ofrecido a Dios por parte de Israel
ni por la iglesia primitiva.
5. Desde el surgimiento de la Iglesia hasta nuestros días, la historia registra una pluralidad
cúltica muy marcada. Lo preocupante es que a partir del siglo II, los cultos se distancian
(progresivamente) del culto ofrecido por la iglesia primitiva.
6. La estructura cúltica del periodo apostólico comprende cuatro aspectos: la enseñanza de
los apóstoles, la comunión fraternal, el partimiento del pan y las oraciones (Hch. 2:42).
7. La reforma protestante hizo dos innovaciones importantes en el culto cristiano. Primero,
centralizar la Palabra de Dios. Y segundo, restaurar la música, con el propósito de que los
congregantes alaben con toda libertad.
8. La Iglesia Cristiana ha heredado elementos y símbolos del Tabernáculo, del Templo y de
las sinagogas (por ejemplo: el altar, el sacrificio para la expiación del pecado, la lectura y
exposición de las Escrituras, etc.).
9. La predicación de la Palabra tiene como objetivo confrontar al hombre con Dios, a fin de
que responda a su mensaje.
10. La Iglesia Cristiana, a la luz de las Escrituras, reconoce (solamente) dos sacramentos: el
bautismo y la santa cena.
PREGUNTAS REFLEXIVAS
1. En Romanos 12:1-2, Pablo presenta los principales distintivos del culto cristiano. Haga un
breve comentario sobre ello.
2. ¿En qué descansa la fuerza del verdadero culto cristiano?
3. ¿Cuáles son los aportes de Martín Lutero y Juan Calvino en la reforma del culto.
Explíquelo correctamente.
4. ¿El hombre está capacitado para alabar a Dios?. Responda a la luz de Romanos 2:29.
ACTIVIDADES SUGERIDAS
Formar cinco grupos de estudiantes, estableciendo que cada grupo exponga,
brevemente, cómo se desarrolló el culto en cada periodo de la Historia de la Iglesia. Luego,
considerar de qué manera se distancian del culto celebrado por la iglesia primitiva.
UNIDAD V
EL CULTO PERSONAL
La práctica habitual del culto personal trae muchas bendiciones en la vida cristiana.
Mejora nuestra comunión con Dios. Fortalece nuestra fe y nos ayuda a enfrentar
adversidades y tentaciones.
1.1. Abel
- Caín y Abel ofrecieron sacrificios a Jehová ÍGn. 4:3-5).
- Solamente la ofrenda de Abel fue del agrado de Dios (v. 4).
- La ofrenda de Caín fue rechazada porque sus obras eran malas, mientras que las
de Abel eran justas (1 Jn. 3:12; cf. Ro. 15:8).
- Jehová aprobó el sacrificio presentado por Abel, porque fue ofrecido "por la fe"
(Heb. 11:4, 6).
El testimonio de Abel enfatiza que fe y ética son importantes para rendir el culto a
Dios.
1.2. Isaías
El profeta vio al Señor sentado en su trono (Is. 6:1).
- Escuchó a los serafines, publicar, solemnemente, la santidad de Jehová (v. 3).
Reconoce su condición pecaminosa y lo confiesa (v. 5; 1 Jn. 1:9).
Es perdonado (w. 6 y 7).
- Escucha y acepta el llamado al servicio (v. 8).
- Luego, recibe instrucciones para la misión (vv. 9 y 10).
- Isaías nos enseña que sin santidad no se puede servir a Dios.
1.3. Job
- A pesar de las adversidades, lo primero que hizo Job fue adorar a Jehová (Job
1:20-21).
- Satanás lanzó una acusación contra Job: "¿Acaso teme Job a Dios de balde?"
(1:9).
- Job enseña que Dios es digno de ser adorado, aunque no nos bendiga (1:10, 20).
- Job reconoce el derecho soberano de Dios de dar o quitar (1:21; 2:10).
- Aprendemos que las circunstancias adversas no son impedimento alguno para
continuar adorando a Dios.
1.4. Jesús
- Para Jesús el culto personal es de suma importancia (Mr. 1:35).
- En todo momento oraba al Padre (Mr. 6:46).
- Antes de elegir a sus apóstoles, oró (Le. 6:12).
Para Jesús rendir culto al Padre significaba tener comunicación íntima, personal
con él (Mt. 6:6).
Por lo visto, la práctica del culto personal está fundamentada en el testimonio de los
grandes personajes de la Biblia. Pero también es apoyada por la Escritura misma. Por las
declaraciones de Jesucristo aprendemos que adorar y servir a Dios es un imperativo (Dt.
6:13; Mt. 4:10).
Por otro lado, rendimos culto a Dios como consecuencia de nuestra profesión de fe. El
mismo pensamiento está presente en la vida de los tesalonicenses, quienes se convirtieron
para adorar y "servir al Dios vivo y verdadero" (1 Ts. 1:9).
Adoramos a Dios por lo que él es. Nuestro Dios es amor, santo, justo, misericordioso,
todopoderoso, él es Señor y Creador de todo lo que existe, merece que nos postremos ante
él, para adorarle y servirle con temor y reverencia (Sal. 96:4; 145:3).
Además, Dios ha creado al hombre con el propósito de que le rinda adoración. El salmista
declara, puntualmente, que en lo más profundo del ser humano hay una necesidad
irresistible de acercarse a Dios (Sal. 42:l-2ss.; 73:25-28). En este acercamiento hay
reciprocidad de parte de Dios. Aquí, también, se produce la doble orientación Dios hombre.
Cuando los santos se acercan para adorar y alabar a Dios, el Señor tiene satisfacción y
"contentamiento en su pueblo" (Sal. 149:3-4; cf. Is. 62:4-5).
P. 2:9).
En este sentido, todos los creyentes somos sacerdotes de Dios (Ap. 1:6; 5:10). Significa
que cada creyente es sacerdote para Dios. En otras palabras, tiene libre acceso para
comunicarse con el Altísimo. Esta posición sacerdotal delante de Dios, debe ser
correctamente practicada para la edificación de cada miembro y de toda la Iglesia en
general.
El privilegio de ser sacerdote para Dios nos permite rendir adoración, alabanza y servicio
a Dios en cualquier tiempo. Teniendo presente que hemos de ejercer esta posición en
santidad y ofreciendo "sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo" (Ro.
12:1; Heb. 13:15-16; 1 P. 2:5, 9).
La alabanza nos conlleva a la adoración. La adoración es una actitud interna que el alma
dirige a Dios. Y lo hace manifestándolo (externamente), con las siguientes acciones:
arrodillándose (1 R. 8:54), levantando las manos (1 Tim. 2:8), inclinando con reverencia la
cabeza (Ex. 34:8), postrándose (Gn. 17:3; Ap. 1:17).
También podemos adorar permaneciendo en silencio, en un estado de contemplación (de
mucha meditación).
UNIDAD VI
EL CULTO FAMILIAR
Muchos hogares cristianos no practican el culto familiar. Posiblemente por negligencia o
por ignorancia. O tal vez, porque han sido arrastrados por la corriente secular de este mundo
contemporáneo.
No valoran los grandes beneficios que ofrece el culto familiar (conocimiento de las
Escrituras, los cánticos se aprenden de memoria, memorización de versículos bíblicos y
fortalecimiento de los vínculos familiares).
28
1. FUNDAMENTO ESCRITURAL
Existen suficientes evidencias bíblicas para fundamentar y restaurar el culto familiar en
nuestros hogares. Su práctica y sus beneficios están registrados desde la antigüedad. En la
época de los patriarcas, el padre era el responsable de organizar el culto familiar. En este
sentido, el jefe de familia tenía una función sacerdotal, ofrecía holocaustos... todos los días"
(Job. 1:5).
Otra faceta del padre en el culto familiar era la de pedagogo. Tenía la responsabilidad de
instruir a los hijos (Dt. 32:7; Pr. 23:22). Estaba obligado a enseñar y explicar los
mandamientos de Dios (Dt. 6:4-9:20). Asimismo, hacer inteligible el significado de la Pascua
y el hecho histórico de la liberación de Egipto (Ex. 12:26; 13:14).
Los que conforman el círculo familiar deben recibir el culto en un ambiente de amor y
buenas relaciones. Si hay tensiones o problemas entre algunos miembros es mejor
suspender el culto. Hasta que las relacione sean restauradas (Mt. 5:23, 24). Para ello es
necesario tener el tiempo suficiente para examinar nuestros corazones delante de Dios (Sal.
26:2; 2 Co. 13:5).
2.2. Dinámica participativa de los miembros. Todos los miembros que se
encuentran en la capacidad de hacerlo, puede participar directamente en el culto familiar.
Los hijos pueden tener parte en las alabanzas, en las oraciones. Si alguno de ellos lee
correctamente se le puede solicitar para la lectura bíblica.
UNIDAD VII
CARACTERÍSTICAS DEL CULTO
Desde una perspectiva neo testamentaria, el culto cristiano tiene ciertos rasgos que lo
distinguen. No pueden ser obviados porque son importantes para el desarrollo del culto y
para la edificación de los adorantes.
1. UNIDAD
Esta característica estaba presente en la iglesia primitiva (Hch. 1:14; 2:46; 4:2; etc.), en
repetidas ocasiones lo encontramos en el servicio cúltico. En Hechos 4:24, vemos a los
discípulos que "alzaron unánimes la voz a Dios". Nótese que no dice "voces", no está en
plural sino en singular. La palabra griega que se usa para unánimes es homothumadon,
que también significa "de común acuerdo", juntos"
Quiere decir que los discípulos alzaron la voz porque tenían una misma mente y espíritu.
Estaban unidos para pedir a Dios que los ayude a continuar predicando y enseñando su
Palabra.
29
La unanimidad es una constante en la teología paulina. Pablo demanda a sus lectores que
sean unánimes para glorificar a Dios (Ro. 16:6; cf. 12:16; Fil. 2:2; 4:2).
2. FE
La fe es un signo esencial de la vida cristiana (Col. 1:23; 1 P. 1:7). Dentro de la realidad
cúltica también es fundamental. Por lo tanto, acerquémonos a Dios con fe, para que nuestra
alabanza y adoración sean del agrado del Señor (Heb. 10:22; 11:6). El libro de los Hebreos,
presenta ejemplos de los hombres que adoraron y sirvieron a Dios con fe, podemos
mencionar a Abel, Abraham, Moisés (Heb. 11:4, 8-10, 17-19, 24-25).
3. AMOR
El amor genuino, constante profesado por los creyentes es la característica distintiva de
la Iglesia Cristiana (Jn. 13:34-35; 14:1b). Es la respuesta inmediata y permanente al
mandato del Señor de amarnos "unos a otros" (Jn. 14:15; 14:17; Ro. 12:10; 1 Jn. 3:23-
24). El amor recíproco debe estar presente en todas las actividades de la Iglesia, y por ende
en el servicio cúltico.
Al final de su epístola, Pablo le dice a los corintios lo siguiente: "Todas nuestras cosas
sean hechas con amor" (1 Co. 16:14). Significa que la alabanza, adoración y servicio
ofrecidos a Dios, deben estar impregnados, impulsados por el amor. No es con el amor
natural, sino con "el amor de Dios que ha sido derramado en vuestros corazones" (Ro. 5:5).
4. COMUNIÓN Y SANTIDAD
Estos dos rasgos deben estar presentes en el culto cristiano. Por nuestra condición de ser
hombres regenerados somos llamados a tener comunión con Dios Padre y su Hijo; y en
consecuencia, con todos los miembros del Cuerpo de Cristo (1 Jn. 1:3).
La participación comunitaria también tiene que ver con los miembros que reciben
instrucción. Dichos miembros son animados a contribuir, dar una parte (material) en
reconocimiento del esfuerzo que hace el maestro al enseñarle (Gá. 6:6). Por lo visto, la
acción social y el reconocimiento ministerial son dos facetas, en las cuales la comunidad
cristiana debe tomar parte. Porque esta participación está acompañada por el amor cristiano
(1 Co. 16:14). Además, la dimensión social y la ayuda mutua son del agrado de Dios (Heb.
13:16).
6. ORDEN Y REVERENCIA
La adoración a Dios debe ser elevada con reverencia, decoro y orden (Hab. 2:20). Pablo
recomienda que la actividad cultica tiene que ser realizada "decentemente y con orden" (1
Co. 14:40). Decentemente, que no vaya en contra del decoro. Es decir, que se celebre el
culto con agrado; que sea atractivo, de tal modo que produzca una buena impresión.
Debe rendirse culto con el debido orden. En forma disciplinada, que las cosas se cumplan
30
7. INMANENCIA Y TRASCENDENCIA
Estas dos verdades deben ser enseñadas y compartidas en la Iglesia del Señor. Para que
los creyentes contemplen, con entendimiento y reverencia que la gloria trascendente de Dios
y su bendita presencia son compatibles (Is. 57:15).
UNIDAD VIII
CULTOS ESPECIALES
En la vida eclesiástica existe una diversidad de servicios religiosos que están relacionados
con ocasiones específicas. Estas formas litúrgicas han sido denominadas como cultos
especiales. Dentro de esta categoría está la ceremonia matrimonial, la dedicación de un niño
en la iglesia, dedicación del templo, aniversario de la iglesia, etc.
Ante esta pluralidad cúltica es necesario ofrecer modelos litúrgicos que sirvan de guía.
1. CEREMONIA MATRIMONIAL
Los novios estarán de pie frente al ministro, el hombre a la derecha de la mujer, y los
respectivos testigos.
- Oración
- Lectura de las Escrituras: Gn. 2:21-24; Ef. 5:21-25, 28.
- Himno congregacional.
- Exposición de la Palabra.
- Himno congregacional.
- Ministro: (nombres de los contrayentes) Dios mismo estableció esta unión
permanente como base para la sociedad y lo hizo con unas palabras que no dejan lugar a
duda: "dejará el orden a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola
carne". Este momento que estáis viviendo es un momento de gozo y felicidad, cuando dos
corazones se unen, cuando dos voluntades asumen el compromiso de vivir una vida juntos.
Vais a consumar el pacto matrimonial, el paso es solemne, se unirán el uno al otro para bien
y para mal, en gozo y en tristeza, en salud y enfermedad, en todo lo que la vida os dé u os
quite os comprometéis a ser fieles cónyuges hasta que la muerte os separe.
Dirigiéndose ai novio: (nombre) ¿Prometes tener siempre presente el pacto matrimonial
ya confirmado antes las leyes y solemnizado hoy mediante esta ceremonia, aceptas a esta
mujer como tu legítima esposa en el santo estado del matrimonio, la amarás, la cuidarás, la
honrarás, guardándote siempre para ella?.
del novio), como símbolo y sello de las promesas que has dicho.
2. CELEBRACIONES ESPECIALES
2.1. Culto de confraternidad. Este culto tiene el propósito de fortalecer los lazos
espirituales y denominacionales, y hacer más fluida la koinonía.
Este evento, por lo general, congrega a las iglesias afines y más cercanas a la iglesia
anfitriona. Haciéndose extensiva la invitación a las denominaciones más reconocidas.
La estructura del programa no sigue un patrón fijo, pero si conserva el marco cúltico
general (oración de apertura, himnos o cánticos congregacionales. Lectura bíblica, sermón,
etc).
El culto de confraternidad se caracteriza por tener las siguientes singularidades. Primero,
hay un ambiente fraternal y espiritual, que brota con trasparencia y amor desbordante.
Segundo, muestra a la sociedad, de manera tangible, un testimonio de unidad cristiana.
Tercero, expresan la alabanza y gratitud a Dios por una visión mancomunada para
extender el Reino de Dios. Cuarto, para agradecer al Señor por las bendiciones y logros
obtenidos en forma conjunta en los diferentes proyectos eclesiásticos.
Generalmente, el culto finaliza con un agasajo o recepción a los presentes, por parte de
la iglesia organizadora.
2.2. Dedicación del templo. En esta ceremonia, debe invitarse, por lo menos, a un
miembro del Presbiterio. El orden del culto se elaborará incluyendo: oración de apertura,
himnos congregacionales, lectura bíblica, cánticos especiales. Es conveniente hacer anuncios
relacionados con la obra de construcción y los donativos que se hicieron.
hijos, Cristo es Rey y Señor. Nos comprometemos en cuanto nos sea posible, a instruir a
este niño en su Ley y en su Santa voluntad.
Los padres de este niño (niña) reconocen su responsabilidad de nutrir, enseñar y
amonestar a esta criatura en el temor y obediencia de la Palabra de Dios desde su temprana
edad.
Traemos a Dios a los niños que él nos ha confiado, los dedicamos a él, y suplicamos para
ellos la bendición de Dios.
El ministro dirigiéndose a los padres dirá: Ante la presencia de Dios, y de estos testigos,
¿prometen ustedes criar esta criatura en el temor del Señor?
Los padres: Sí, lo haremos.
Ministro: ¿Prometen, además guiarle en todo el conocimiento del camino del Señor
diariamente?
Los padres: Sí, lo haremos.
Ministro: ¿Prometen ustedes instruirle para que conozca a Cristo como su Salvador
personal?
Los padres: Sí. Lo haremos.
Ministro: ¿Presentan ustedes este niño (niña) en solemne y sincera dedicación?
Los padres: Sí.
Ministro: ¿Prometen criar a este niño en la práctica diaria de la oración y ayudarle a
formar el carácter cristiano, y hacer todo lo que esté de su alcance para generar un
ambiente hogareño como ejemplo de devoción?
Los padres: Sí, lo haremos.
Ministro: Por cuanto ustedes han prometido delante de Dios, y de estos testigos y de esta
congregación dedicar a este niño (niña) a Dios, y ustedes mismos lo han afirmado con
sus mismas palabras, les aconsejo que se dediquen a su sagrada obligación con
sabiduría, perseverancia y santa devoción.
El ministro tomará al niño en sus brazos y alzándolo ligeramente dirá: (nombre del niño)
te dedicamos a Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El Señor te fortalezca todos los días
de tu vida.
Devolverá el niño a sus padres y orará así: Ahora Padre bendito, Creador del cielo y de la
tierra, te ha placido ordenar la vida de esta manera, porque lo viste bueno y benéfico para
las criaturas que tú hiciste; te ruego por el bienestar futuro de este niño (niña). Líbrale de
las corrientes de pecado, y de las enfermedades que hacen estrago entre la infancia. Que a
medida, crezca en edad y en estatura, crezca también en la gracia y en el conocimiento de
nuestro Señor Jesucristo. Dales gracia, sabiduría a sus padres para que lo formen en el
camino cristiano. Lo dedico a tu honra y servicio, en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
Acto seguido se cantará un himno. Y luego, el ministro dará la bendición final.
2.4. Santa Cena. El culto de santa cena tiene mucha trascendencia en la vida
eclesiástica. Sin embargo, su celebración no es tan frecuente en nuestras congregaciones.
Mayormente, se celebran una vez por mes, en la conclusión del primer domingo.
El ministro hace extensiva la invitación a participar en la Cena, a todos los que son
miembros en plena comunión de alguna iglesia evangélica.
Por ser un acto profundamente solemne y santo, los miembros deben entender que a la
mesa del Señor deben venir con corazones limpios y sin pecado. Leer 1 Corintios 11:27-32.
El ministro leerá 1 Corintios 11:23-32, sobre la institución de la cena del Señor. Habrá
momentos de meditación y de reflexión personal, cada miembros examinando su corazón
delante del Señor.
El ministro tomará el pan y lo partirá, y dirá: "Porque yo recibí del Señor lo que también
os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo
dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad y comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es
partido; haced esto en memoria de mí" (1 Co. 11:23-24).
Y dirá: "Comed todos el pan"...
Luego leerá: "Asimismo tomó también la copa, después de haber orado, diciendo: Esta
copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis en
memoria de mí" (1 Co. 11:25).
33
De la misma manera, es oportuno el tiempo para enseñar sobre los deberes que tienen
los padres de criar a los hijos en disciplina y amonestación del Señor" (Ef. 6:4).
3. FUNERALES
El servicio fúnebre es una ocasión que permite la posibilidad de presentar el mensaje de
esperanza y salvación a través de Jesucristo. Hay dos momentos para el culto fúnebre: en la
casa y en el cementerio.
En cuanto al orden del culto en la casa, el ministro iniciará diciendo: Buenos noches,
hermanos y amigos, les damos la bienvenida a este servicio fúnebre. Nos reunimos con la
finalidad de honrar la memoria y dar el último adiós a (nombre del difunto). Hoy, nos
embarga el dolor y la tristeza por haber perdido un ser querido. A su vez nos une la fe y la
esperanza, en Jesucristo, que un día nos encontraremos disfrutando de la vida eterna (leer
Juan 11:25).
Oración: Señor y Dios damos gracias por la vida eterna. Tú conoces que nuestros
corazones están afligidos por la muerte de tu hijo(a) (nombre del fallecido). Te rogamos que
tú pongas paz y consuelo en los corazones de su familia, hermanos y amigos de (nombre
del fallecido). Danos las fuerzas necesarias para perseverar en este mundo con fuerza y
esperanza, hasta que gocemos de tu presencia eternamente. Amén.
Himno congregacional.
Lectura bíblica. El pasaje preferido es Salmos 23:1-6 también puede leerse Salmos
90:1-6, 10-12; 1 Co. 15:20-23, 35-38. 42-44, 52-57, Jn. 14:1-6, 27).
Sermón. Será breve, sencillo cuyo fin es consolar y motivar un momento de meditación
sobre un encuentro con Dios. El ministro puede hablar de las virtudes del difunto, sin caer en
exageraciones.
Oración. El ministro enfatizará nuestra esperanza de gloria, dará gracias a Dios por la
vida del difunto y por su testimonio cristiano. Pedirá al altísimo que consuele a los deudos
por los momentos de tristeza y dolor.
Bendición final: "La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del
Espíritu Santo sea con todos vosotros. Amén" (2 Co. 13:14).
34
RESUMEN
1. La persistencia en el culto personal trae grandes beneficios. Fortalece la fe y hace más
estable la relación con el Señor. Además le da firmeza para enfrentar y superar cualquier
situación adversa.
2. Como sacerdotes de Dios tenemos el privilegio de acercarnos a él, en forma directa, para
ofrecerle adoración y alabanza, en cualquier momento y en cualquier lugar (Ap. 1:6;
5:10).
3. El culto familiar favorece, notablemente, los hogares cristianos. Los hijos crecen en el
conocimiento de la Palabra. Además los lazos familiares se consolidan.
4. La relación vertical con Dios nos permite gozar de una buena relación horizontal con los
hermanos.
5. Si no vivimos en santidad "no tenemos comunión unos con otros" (1 Jn. 1:5-7).
6. El gozo cristiano es un don de Dios, que permanece en nosotros y que aflora libremente,
aun en situaciones contrarias (Hch. 16:25).
7. El culto cristiano debe caracterizarse por la reverencia, decoro y orden (Hab. 2:20; 1 Co.
14:40).
PREGUNTAS REFLEXIVAS
1. ¿De qué modo, podemos usar nuestra posición sacerdotal en el campo de la oración?
2. ¿Cuáles son los beneficios que nos ofrece la práctica, regular, del culto familiar?
3. Si existe alguna desavenencia entre los miembros del culto familiar, ¿Qué actitud pastoral
debe asumir el jefe de familia, antes de iniciar el culto familiar?
ACTIVIDADES SUGERIDAS
Establecer tres grupos de estudiantes, para que expongan, escuetamente, acerca de las
características del culto cristiano. Los dos primeros grupos tomarán dos particularidades
cada uno para disertar. Mientras que el tercer, se ocupará de los tres restantes.
Cada grupo, en la parte reflexiva, buscará que dar nuevos aportes para enriquecer el
tema expuesto. Antes cíe concluir la actividad, hacer un resumen de lo tratado.
UNIDAD IX
MODELO BÍBLICO PARA EL CULTO DE HOY
En esta unidad presentamos un modelo, a partir de la Biblia, que puede servir como guía
de lo que es un culto cristiano en nuestro tiempo. Usamos la contraposición entre lo que no
es y lo que sí es un culto cristiano, a fin de que a partir de la reflexión podamos delinear, con
la Biblia, la naturaleza del culto.
1. LO QUE NO ES UN CULTO CRISTIANO
1.1. No es una reunión social, ni filantrópica. Para hacer la distinción, necesitamos
tener presente que por su naturaleza y sus fines el culto cristiano es de carácter,
estrictamente, espiritual.
La iglesia re reúne para una adoración colectiva. En donde los creyentes tienen un
encuentro personal con Dios. Hay una interacción íntima entre la iglesia y Dios. Este es el
privilegio de la iglesia de gozar de un sacerdocio universal, que le permite entrar en
cualquier momento en la presencia gloriosa de Dios (1 P. 2:9; Ap. 5:10). Por lo tanto, el
culto cristiano no es una reunión social, porque en este tipo de reuniones las relaciones son
solamente horizontales (Dios no tiene lugar allí).
En el culto cristiano tampoco se expresan las actitudes filantrópicas. No es que el
creyente esté excluido de realizar acciones de amor, ayuda y solidaridad con sus semejantes.
Sabemos que esto es parte del deber social, que se dirige a los de afuera como dentro de la
iglesia (Gá. 6:10). Sin embargo, durante el culto no tiene lugar, por no ser oportuno.
1.2. No es una reunión antropocéntrica. Absolutamente no lo es. Reiteramos Dios
es el centro de la adoración. Es abominación ante los ojos de Dios que el hombre intente
ocupar el lugar que le corresponde, exclusivamente, a Dios. La Biblia, no lo permite, Dios es
el objeto de adoración y servicio (Mt. 4:10). Lamentablemente, algunos creyentes van al
culto con anhelos de exhibición o entretenimiento. Lo hacen para buscar el aplauso y la
35
Finalmente, la iglesia no debe olvidar la tarea santa, grandiosa de ganar a los pecadores
para Cristo (2 Co. 5:18-20). Tarea sublime que no puede ser opacada, ni socavada por
actividades políticas y populares. Mirando en una dimensión mayor, estas actividades
tampoco pueden hacer sombra a la función de la iglesia de adorar y servir a Dios (Mt. 4:10).
1.4. No es una reunión para el emocionalismo y espiritualismo. En esta parte
están comprometidos los predicadores (no todos), y la congregación misma. El problema
radica en que los primeros hacen gestos inoportunos que no corresponden con lo que está
predicando. Tenemos así que algunos golpean, violentamente, el púlpito, tiran la Biblia,
levantan el puño amenazadoramente. Estos hábitos impropios deben ser corregidos, porque
tienen efectos contrarios a la edificación de los santos. Otro defecto del orador, cuestionable,
por cierto, es referente a la dicción. Ciertos ministros piensan que levantar la voz es
sinónimo de poder de Dios.
Es una adoración interna subjetiva dirigida al Dios verdadero donde todo nuestro ser es
consagrado a él (Ro. 12:1). Es una adoración espiritual de acuerdo a lo que Dios ha
establecido en su Palabra (Jn. 4:24). En otras palabras la verdadera adoración es la
adoración espiritual.
Quiere decir que aparte de Cristo la iglesia no tiene existencia. Por la unión espiritual
entre Cristo y su Iglesia, podemos crecer en todo, hasta que todos los miembros sean
varones perfectos (Ef. 4:13, 15). En consecuencia, el culto debe centrarse en Cristo porque
él es Señor, Rey y Dios, Salvador y Cabeza de la Iglesia (Mt. 4:10; 28:17; Jn. 1:1, 14; Ro.
9:5).
Por su naturaleza divina, por ser el Dios manifestado en carne él es digno de toda
adoración y servicio (Jn. 1:14; Ro. 9:5).
2.3. Es una reunión cuyo fin es exaltar y glorificar a Dios. La iglesia adora a Dios
según como él lo ha establecido en su Palabra. En ese sentido, Dios ha prescrito que su
iglesia lo exalte en todo momento. La iglesia tiene el imperativo de glorificar a Dios bajo
cualquier circunstancia (1 P. 4:16).
Sin embargo, debemos precisar que glorificar a Dios no está circunscrito en lo verbal, en
expresiones altisonantes. Exaltar a Dios tiene un significado muy profundo y amplio. Pablo le
dice a la iglesia de Corinto que el creyente ha sido redimido, comprado por la sangre de
Cristo (Ef. 1:7; 1 P. 1:18-19). Por lo tanto, nuestro cuerpo, es templo (morada) de Dios; en
consecuencia, le pertenece a Dios. Por lo cual debemos glorificar a Dios con nuestros
cuerpos. La forma más significativa de glorificar a Dios es manteniendo una vida de santidad,
libre de toda impureza sexual (1 Co. 6:20; Heb. 12:14).
2.4. Es una reunión que expresa lo místico y racional de nuestra fe. En el culto
a Dios, por su naturaleza, la iglesia manifiesta su relación íntima, subjetiva con su Señor. Es
un tiempo solmene, donde el creyente adora en su hombre interior. En ese encuentro
personal con Dios, hay una relación subjetiva, espiritual, donde el cristiano, por la gracia de
Dios, medita, reflexiona interiormente por todo lo que Dios es y hace por su iglesia.
Es una expresión mística, y a su vez, racional (lógica) de nuestra fe. Es racional porque
nuestros cuerpos han sido comprados con la sangre de Cristo; con la consecuencia lógica
que sean ofrecidos libremente y en santidad para el servicio a Dios (Hch. 20:28; Ro. 6:6,
19, 22; 1 Co. 6:20).
Nuestro culto es racional, lógico en el sentido que hemos sido justificados y santificados
mediante la fe en Jesucristo, con le fin de vivir para Aquel que murió y resucitó por nosotros
(Ro. 2:16; 2 Co. 5:14, 15). Esto involucra una vida consecuente con los principios cristianos,
en santidad, en total apartamiento del pecado. Esta pureza conductual debe conservarse en
el hogar, en la sociedad y en el círculo eclesial.
El sacrificio de nuestros cuerpos a Dios será racional y agradable a él, en la medida que
vivamos todos los días de la semana en justicia y santidad. Si no es así, nuestro culto pierde
significación y deja de ser agradable a los ojos de Dios.
UNIDAD X
CONSEJOS PRÁCTICOS PARA LA LITURGIA CONTEMPORÁNEA
En esta unidad, aportamos algunas orientaciones, sencillas; pero que serán de mucha
utilidad para la Iglesia del Señor. Están relacionados con la mayordomía y el servicio cultual.
Muchos no han considerado la relación que existe entre ser fieles mayordomos y verdaderos
adoradores de Dios. Si conjugamos estos dos aspectos, a la luz de las Escrituras, tendremos
37
Considerando que tanto el diezmo, las ofrendas y las primicias deben ser ofrecidas a Dios
con un espíritu de gratitud y adoración.
1.1 Diezmo. La práctica de dar los diezmos se remonta a tiempos muy antiguos. Su
costumbre no es exclusiva de Israel. Tiene que ver con la décima parte de las entradas o
ganancias ofrecidas a Dios, como expresión de gratitud y adoración. Según la legislación
mosaica, Dios demanda a Israel el diezmo de todo (Lv. 27:30-33; Dt. 14:22). Los diezmos
comprendían el producto de la tierra y los animales ael campo (Lv. 27:33).
Los diezmos eran entregados a los levitas, como reconocimiento de su ministerio
sacerdotal y porque no tenían ingresos propios, ni herencia alguna (Nm. 18:21, 24). A su
vez, ellos también cumplían con la demanda de Jehová, entregando "el diezmo de los
diezmos" a los sacerdotes (Nm. 18:26-28).
El Nuevo Testamento hace algunas referencias sobre el diezmo. Ninguno de ellos excluye
la práctica del diezmo. Jesús no acusó a los fariseos y escribas por cumplir con el diezmo,
sino por su excesivo legalismo (Mt. 23:23). Fue porque lo ubicaron por encima de la justicia
y el amor a Dios.
1.2. Ofrendas. La práctica de ofrendar también es antigua (Ex. 36:3). Tiene ciertas
características que sobresalen tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En la
perspectiva Novo testamentaria; Dios demanda del creyente que sea un acto realizado con
humildad, adoración y acción de gracias.
La ofrenda de la viuda, nos ilustra lo que Jesús quiere enseñar. En el Templo, el Señor
contemplaba como los ricos daban mucho, pero de lo que les sobraba (Mr. 12:41-44). En
cambio, la viuda dio poco; pero era todo lo que tenía. Era su sustento. Entre los ricos y la
viuda, hay dos cuadros distintos y actitudes diferentes para ofrendar. Por su disposición
interna, los ricos no estaban ofrendando a Dios, sino estaban contribuyendo, colaborando
con el Templo.
El momento de ofrendar debe tener un lugar especial en el culto cristiano. Por esta razón,
el ministro tiene la responsabilidad de instruir a los creyentes a realizar este acto libremente,
pero con reverencia y humildad. Enfatizando el gozo que se siente cuando participamos en el
38
1.3. Ofrendas especiales. Dentro de esta categoría, se encuentran las ofrendas que
son solicitadas a la iglesia con fines específicos. Como la compra de materiales para la
construcción del templo. Solventar los gastos que demandan el programa educativo de la
iglesia. Para apoyar la obra misionera o para aliviar los gastos que demandan los nuevos
anexos, programas radiales y televisivos, etc., etc.
Las actividades de la iglesia son variadas, por su amplitud demandan gastos que la
iglesia con gozo y humildad debe asumir. Mateo 22:19, 20 no nos dice cómo se va a
financiar la obra misionera. Está implícito que la mayordomía y la misión van juntos. El
dinero y la obra misionera son inseparables. Jesús y Pablo necesitaban dinero para cumplir
con su ministerio (Jn. 4:8; Fil. 4:10-20).
Por lo cual, el creyente debe participar en esta categoría de ofrendas, con modestia,
gratitud y adoración. Como verdaderos adoradores y fieles mayordomos. En este tipo de
ofrendas, no se puede perder de vista su significación y trascendencia porque se está
ofrendando a Dios y para su Obra.
dinámico.
Estas dos modalidades de culto están presentes en el periodo apostólico. Las dos formas
fueron manejadas en las iglesias Novo testamentarias. Se combinaron dentro de un marcado
equilibrio, que buscaba dos cosas: Primero, glorificar a Dios (1 Co. 10:31; 1 P. 4:11). Y
segundo, edificar a los que adoran (1 Co. 10:23; 14:3ss., 12, 17, 26).
A la luz de las Escrituras, el contenido del culto es trinitario. Con un marcado énfasis
cristológico y escatológico. Se centra en la Obra redentora de Jesucristo y en el retorno
glorioso al final de los tiempos. La estructura comprende los cuatro aspectos establecidos en
Hechos 2:42 (enseñanza, comunión fraternal, partimiento del pan y oraciones).
La renovación del culto toma su iniciativa en Dios (Fil. 2:13). Aun cuando el hombre
participa, es el Espíritu Santo quien inicia la acción en el interior del creyente. Motivándonos
a alabar, adorar y servir a Dios con todo nuestro ser (cuerpo y alma). Entonces los cánticos
serán entonados con mayor vivacidad, amor y gozo. Habrá un ambiente acogedor, lleno de
alegría. Será un culto centrado en Dios y en la obra redentora de Jesucristo, bajo la dirección
del Espíritu Santo. A pesar de la diversidad habrá unidad, comunión, santidad, orden y
reverencia. Será un culto donde la iglesia es consciente de la inmanencia y trascendencia de
Dios.
Renovemos nuestros cultos a partir de lo que enseñan las Sagradas Escrituras. Sin
alterar la estructura cúltica de Hechos 2:42. así como tampoco puede sufrir cambios el
contenido cristológico y escatológico del culto cristiano. Lo que si puede cambiarse es el
estilo o manera de ofrecer culto a Dios. Ya que el culto está condicionado por las
costumbres, tradiciones e idiosincrasias de cada pueblo.
Finalmente, renovemos el culto sin crear conflictos en la iglesia. Nuestro esfuerzo debe
acercarnos cada vez más al culto practicado por la iglesia primitiva, y no distanciarnos. Que
sean cambios que nos lleven a glorificar a Dios y que al Altísimo le agrade ¡Amén!
RESUMEN
1. Dios es el centro de la adoración. Todo el culto está orientado para dar gloria a Dios.
2. El culto cristiano no es una reunión social, porque en este tipo de reuniones las relaciones
son solamente horizontales.
3. En el culto cristiano debe excluirse toda motivación antropocéntrica.
4. El ¡Amén! Es una expresión individual y corporativa, de carácter estrictamente
espontáneo.
5. El culto es una adoración interna subjetiva dirigida al Dios verdadero, donde todo nuestro
ser es consagrado a él (Ro. 12:1).
6. Nos congregamos con el propósito central de exaltar a Dios a través de Jesucristo (1 P.
4:11).
7. La mayordomía y el servido cultual están íntimamente relacionados.
8. El diezmo es del Señor y debe ser entregado a la iglesia local.
9. Renovemos el culto desde una perspectiva escritural.
PREGUNTAS REFLEXIVAS
1. ¿Cuáles son las razones para excluir la motivación antropocéntrica en el culto?
2. ¿Por qué persisten las actividades populares en la iglesia local?
3. Cuando hay necesidades materiales o económicas en la iglesia. ¿Qué deben hacer los
miembros? ¿Cómo deben solucionarlo? ¿Con actividades populares u ofrendas
voluntarias?
NOTAS
1. Kurt Aland. The Greek New Testament (Germany: Biblia-Druk, D-Stuttgart, 1994),
p. 52.
6. Ibid.. p. 21.
8. Everett F. Harrison. Diccionario de Teología (2da ed. Michigan: TELL, 1987), p. 512.
11. H.E. Dana. El mundo del Nuevo Testamento (Perú: Casa Bautista de Publicaciones,
1977), p. 107.
12. J.D. Douglas. Nuevo Diccionario Bíblico (Buenos Aires: Ediciones Certeza, 1982) p. 1303.
14. Samuel Vila & Santiago Escuain. Nuevo Diccionario bíblico Ilustrado (Barcelona: CLIE,
1985), P. 1093.
15. Junto con la cena del Señor se celebraba el ágape. Que era una cena fraternal celebrada
por los cristianos del siglo I. Véase Wilton M. Nelson, Qp. cit.. p. 13.
16. Para, es una preposición que indica la dirección que lleva el término a que se encamina
una persona o cosa.
17. Esta cita ha sido tomada de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional. 1999.
24. Las formas externas del culto, comprende asistencia a la iglesia, dar limosna, oración y
ayuno (Mt. 6:1-18).
25. Enseñanza deriva del griego 5i5axn, cuyo significado es interesante. Hace referencia al
contenido de la enseñanza, como a la acción de enseñar.
26. KoiucoDÍa, puede ser traducida por comunión, relación estrecha, confraternidad;
participación, compartimiento; unión; contribución, ayuda.
29. Alfred Küen. El culto en la Biblia v en la Historia (Terrasa, Barcelona: Editorial CLIE,
1994, Vol. 5), p. 176.
41
34. Es una oración formulada relacionada con la santa cena, que debía ser repetida.
35. Esta interpretación contradice el sentido escritural. Los sacrificios del Antiguo
Testamento debían repetirse, porque eran imperfectos. Mientras que el sacrificio de
Cristo es perfecto, completo, definitivo e irrepetible (Heb. 9:23-28).
36. La Edad Media comprende desde la caída de Imperio Romano de Occidente en el año 476
hasta la toma de Constantinopla por los turcos en 1453.
37. Carlomagno impulsó el ritual romano en todo su territorio, como muestra de gratitud al
Papa León XII, por reconocer su imperio.
40. La enseñanza del purgatorio está basada en 2 Macabeos 12:43-46; 1 Co. 3:12-15).
41. Accidentes o apariencias son las propiedades que son percibidas a través de los sentidos,
como tamaño, figura, color, sabor, etc.
42. Las indulgencias son una gracia espiritual que la Iglesia Católica otorga para librar del
castigo temporal externo, por causa del pecado. En el Concilio de Trento (1562) quedó,
terminantemente, prohibido el pago de dinero por indulgencias.
54. El Prefac¡o es una parte de la misa que consiste en presentar algunos versículos de
42
introducción. Nuevamente se repite el saludo. El que preside dice: "El Señor esté con
vosotros". Y los fieles responden: "Y con tu espíritu. Sigue el Sursum corda. Y luego, la
oración de acción de gracias.
55. El Sanctus es una parte de la misa, donde el sacerdote repite tres veces esta palabra
(tomada de Is. 6:3; Ap. 4:8).
56. Martín Lutero es autor del himno "Castillo fuerte es nuestro Dios". Himno muy conocido
y de gran contenido. Que ha sido de mucha bendición para la Iglesia del Señor, a través
de muchas generaciones.
57. Pablo A. Deiros & Carlos Mraida. Latinoamérica en llamas (Miami: Editorial Caribe,
1994), p. 136.
58. Esta enseñanza debemos ponerla en práctica cuando adoramos a Dios, en el momento
de entregar nuestras ofrendas y diezmos.
59. Para alcanzar este objetivo, el lector bíblico debe familiarizarse con el pasaje bíblico,
previamente. Esto quiere decir, que debe leer varias veces, antes del día central, dicho
pasaje (hasta eliminar cualquier defecto).
60. Dios nos habla, a través de las profecías. Pero debemos actuar con sabiduría y mucho
discernimiento. Teniendo en cuenta, siempre, que la profecía está subordinada a la
autoridad y normatividad de las Escrituras (1 Co. 14:29; 1 Ts. 5:20, 21).
No hay un solo ejemplo en todo el Nuevo Testamento que nos diga que debemos buscar
la dirección de un profeta. En el Antiguo Testamento las personas buscaban un vidente o
un profeta para conocer la disposición de Dios. En la época neotestamentaria no es así.
Hoy, Dios guía, dirige a su pueblo mediante su Palabra y su Espíritu (Jn. 16:13; Ro.
8:14; 2Tim. 3:16, 17).
En Cesarea, el profeta Agabo le revela a Pablo, por acción del Espíritu Santo, que a su
llegada a Jerusalén lo iban encarcelar (Hch. 21:10-14). Los que estaban en ese lugar
intentaron disuadir a Pablo de ir a Jerusalén (v. 12). Sin embargo, el apóstol viajo a
Jerusalén con la firme disposición de morir por Jesucristo (v. 13).
BIBLIOGRAFÍA
ALAND, Kurt. The Greek New Testament. Germany: Biblia-Druk, d-Stuttgart. 1994.
918 p.
BAKER, Robert A. Compendio de la Historia Cristiana. Perú: Casa Bautista de
Publicaciones. 1974. 372 p.
DANA, H. E. EL mundo del Nuevo Testamento. Perú: Casa Bautista de Publicaciones.
1977. 288 p.
DEIROS, Pablo A. & MRAIDA, Carlos. Latinoamérica en llamas. Miami: Editorial Caribe.
1994. 387 p.
DOUGLAS, J.D. Nuevo Diccionario Bíblico. Buenos Aires: Ediciones Certeza. 1982.
1479 p.
HARRISON, Everett F. Diccionario de Teología. 2 ed. Michigan: TELL. 1987. 552 p.
KÜEN, Alfred. El culto en la Biblia v en la historia. Terrasa, Barcelona: Editorial CLIE.
1994, Vol. 5. 301 p.
LACUEVA, Francisco. Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español. Terrasa, Barcelona:
CLIE. 1984. 1027 p.