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José Ramón Balmaceda


Gabriela Alejandra Casimiro
Leonardo Javier Cuesta

PRACTICA ANTE LAS


COMISIONES MÉDICAS Y
DEMANDAS POR ACCIDENTES
DE TRABAJO
MODELOS DE DEMANDAS, DE INFORMES
PERICIAL-MEDICOS
JUSRISPRUDENCIA

2019
CATHEDRA JURIDICA
ISBN 9789873886652

Procedimiento ley 27.348 ante la SRT. Instancia administrativa. Del DNU 54/2017 a la sanción de la ley
27.348. Análisis normativo de la ley 27.348 y la resolución 298/2017. Modelos prácticos. Demanda por
accidente de trabajo. Jurisprudencia temática. Referencia normativa. Modelos prácticos. Demanda por
accidente de trabajo in itinere. Jurisprudencia temática. Referencia normativa. Modelos prácticos.
Demanda por accidente de trabajo con petición de inconstitucionalidad de la ley 27.348 y decreto 298/17.
Jurisprudencia temática. Referencia normativa. Práctica procesal en accidentes del trabajo. y
enfermedades profesionales. Modelos de telegramas. Apelación del dictamen de la Comisión Médica y
Modelo de informe pericial médico. Normas complementarias. Jurisprudencia destacada.

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INDICE

Preliminares

Introducción

Procedimiento Ley N° 27.348 ante la SRT. Instancia administrativa

Del DNU 54/2017 a la sanción de la Ley N° 27.348. Análisis normativo


de la Ley N° 27.348 y la Resolución N° 298/2017

Modelos prácticos. Demanda por accidente de trabajo. Jurisprudencia


temática. Referencia normativa

Modelos prácticos. Demanda por accidente de trabajo in itinere.


Jurisprudencia temática. Referencia normativa

Modelos prácticos. Demanda por accidente de trabajo con petición de


inconstitucionalidad de la Ley N° 27.348 y Decreto N° 298/2017.
Jurisprudencia temática. Referencia normativa

Práctica procesal en accidentes del trabajo y enfermedades profesionales.


Modelos de telegramas. Apelación del dictamen de la Comisión Médica
y Modelo de informe pericial médico

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Preliminares

Abreviaturas -

AFIP - Administración Federal de Ingresos Públicos

Anses - Administración Nacional de la Seguridad Social

ART - Aseguradora de Riesgos del Trabajo

art./ arts. - artículo / artículos

AUH - Asignación Universal por Hijo

B.O. - Boletín Oficial

CCiv., Com., Lab. y Min. - Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial,


Laboral y Minería

CCyC - Código Civil y Comercial de la Nación

CGT - Confederación General del Trabajo

CMN - Consejo de la Magistratura de la Nación

C.N. - Constitución Nacional

CNCont. Adm. Fed. - Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso


Administrativo Federal

CNTrab. - Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo

Cód. Civil - Código Civil

CPACF - Colegio Público de Abogados de la Capital Federal

CPCCN - Código Procesal Civil y Comercial de la Nación

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CSJN - Corte Suprema de Justicia de la Nación

dec. / decs. - decreto / decretos

dec. ley - decreto ley

DNU - decreto de necesidad y urgencia

EA - empleador autoasegurado

EN - Estado Nacional

Juzg. Fed. - Juzgado Federal

Juzg. Nac. 1ª Inst. del Trabajo - Juzgado Nacional de Primera Instancia


del Trabajo

ILP - incapacidad laboral permanente

ILT - incapacidad laboral temporaria

I.V.D. - Informe de valoración del daño

L.C.T. - Ley de Contrato de Trabajo

LL - Revista La Ley

LL Noroeste - La Ley Noroeste

L.R.T. - Ley de Riesgos del Trabajo

MTEySS - Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social

OIT - Organización Internacional del Trabajo

PEN - Poder Ejecutivo Nacional

PJN - Poder Jucidial Nacional

R.A.R. - Relevamiento de Agentes de Riesgos

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resol. - resolución

RIPTE - Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores


Estables

S.A. - Sociedad Anónima

SAC - sueldo anual complementario

SECLO - Sistema de Conciliación Obligatoria


S.R.L. - Sociedad de Responsabilidad Limitada

SRT - Superintendencia de Riesgos del Trabajo

SSN - Superintendencia de Seguros de la Nación

S.U.S.S. - Sistema Único de Seguridad Social

UAI - Universidad Abierta Interamericana

UART - Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo

UBA - Universidad de Buenos Aires

V.E. - ventanilla electrónica

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Prólogo a la segunda edición -

Para todo autor, lanzar la segunda edición de una obra es tanto una
satisfacción como un estímulo para mejorarla, adicionando material y
actualizando la misma a fin de que no pierda su vigencia en el tiempo.
Tarea difícil (si las hay) en el mundo del Derecho, donde la dinámica
legislativa juega a contramano de los tiempos editoriales.

En nuestro caso particular, nos sorprendió sobremanera la repercusión que


tuvo la obra en aquellos interesados en la temática. No sólo porque el
Régimen de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales se
agotó en escasos nueve meses de su lanzamiento editorial, sino además
por el efecto que generó en los colegas atraídos por la materia. Se abrieron
espacios de debate e intercambio, muy enriquecedores por cierto, dentro
y fuera de las redes sociales, contribuyendo así a ser de utilidad teórica y
práctica para los jóvenes abogados y aquellos (no tan jóvenes) que se
adentraron en los accidentes y enfermedades laborales.

El 2018 no fue un año más para la Ley de Riesgos del Trabajo. Aquellos
que día a día transitamos tribunales y juzgados laborales conocemos muy
bien la incertidumbre en su aplicación y la fluctuación de criterios que
vivimos este pasado año. Sin embargo, a casi dos años de la sanción de la
ley 27.348 y sus normas concordantes, podemos traer a colación algunas
reflexiones significativas.

7
La adhesión a la ley 27.348 tuvo lugar en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, provincias de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Río Negro, San
Juan, Entre Ríos, Tierra del Fuego, Corrientes, Formosa, Salta y Jujuy.
Doce del total del país.

Las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, Córdoba y la Ciudad


Autónoma de Buenos Aires concentran el 94% de las demandas de todo
el país.

En el año 2015 la Superintendencia de Riesgos del Trabajo contaba con


sólo 35 comisiones médicas en todo el país y sólo una en el conurbano
bonaerense; hoy son más de 50 sedes distribuidas en todo el territorio. Se
prevé que para fines de 2018 se contará con más de 80 sedes médicas en
toda la Argentina. En este sentido, se logrará el objetivo de que el 90% de
los trabajadores cuenten con una comisión médica a menos de 50 km del
lugar donde viven o trabajan 1.

En orden a la litigiosidad, la SRT expone en su sitio web que se redujo en


un 16% en el cuarto trimestre de 2017 a nivel país, y en las provincias con
los mayores volúmenes de actuaciones judiciales se registraron los
mayores retrocesos: por ejemplo, en CABA hubo un descenso del 63%,
en el caso de Córdoba de un 84%, y en Mendoza un 49%, según datos de
febrero de 2018 2.

En un encuentro realizado en la sede de Buenos Aires de la Organización


de Estados Iberoamericanos (OEI), el ministro de Producción de la
Nación, Dante Sica, refirió: “Argentina viene padeciendo décadas de
inestabilidad y bajo crecimiento económico (…) la inestabilidad
económica hace que nuestros empresarios no tengan previsibilidad” (el
subrayado me pertenece) 3.

Informa la SRT que la implementación de la Ley de Riesgos del Trabajo


no sólo se tradujo en una reducción de los niveles de litigiosidad contra el
sistema, sino que también produjo una rebaja en las alícuotas que cobran
las aseguradoras del sistema, que en promedio alcanzó en enero último al
8
3,04% de la masa salarial, lo que representó una disminución del 10%
respecto del nivel registrado previo a la puesta en marcha de la ley, cuando
se ubicaba en el 3,52%. Según los cálculos, esa reducción representó un
ahorro para las empresas de $ 6.500 millones, en menos de un año de
vigencia de ley 27.348 4.

En el “Informe Provisorio de Accidentabilidad Laboral” elaborado por la


Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), el cual estudia el período
enero a junio del año 2018, se informó que medió una reducción de la
accidentabilidad del 4,6%. El mismo reza:

“El registro de siniestralidad total del sistema de riesgos del trabajo abarca
los ítems de ‘casos con días de baja y secuelas incapacitantes sin baja’,
donde se produjo un descenso del 4,4%; ‘accidentes in itinere’ (-9%);
‘casos accidentes de trabajo y enfermedades profesionales (ATEP) con
baja y secuelas incapacitantes’ (-2,8%) y ‘casos ATEP mortales’ (-2,1%).

“También contempla los ‘casos mortales’, donde no se registró una


variación porcentual y los ‘casos in itinere mortales’, que crecieron 2,6%.

“Además, arroja un detalle importante: un descenso de casi 20% en lo que


respecta a enfermedades profesionales cuando se toma en cuenta la
variación interanual, según tipo de trabajador y siniestro”.

Pese a lo precedente, la presidenta de la Unión de Aseguradoras de


Riesgos del Trabajo (UART), Mara Bettiol, se refirió en una nota en el
diario Clarín que aún hay desafíos para el avance de la ley. Así sostuvo:

“Sin embargo, aún queda por resolver la enorme disparidad pericial en el


ámbito judicial. Al respecto, desde Unión de Aseguradoras de Riesgos del
Trabajo (UART) y en colaboración de las compañías asociadas,
realizamos un estudio sobre el stock de juicios pendientes, nada menos
que 340.000. Se analizaron 83.500 juicios que tenían Pericia Médica
Oficial. Los comparamos con lo que les hubiera correspondido a cada una
de ellas si los peritos hubieran respetado los lineamientos del Baremo

9
(Tabla de Medición de Incapacidades) incluido en la ley, como referencia
unívoca para determinar porcentajes de incapacidad.

“Es el parámetro con que trabajan los servicios médicos de las ART y las
Comisiones Médicas de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo
(SRT). Asimismo, es la tabla que se toma en cuenta al establecer los costos
de las coberturas, por ser el instrumento objetivo que por acuerdo de las
partes integra la Nueva ley de ART y que resulta de obligatoria aplicación
en aquellas provincias adherentes a la ley 27.348. Pues bien, las 83.500
causas evidenciaron una asignación adicional promedio de 17,5 puntos de
incapacidad, respecto de lo determinado en la instancia administrativa.

“Cada punto de incapacidad hoy tiene un valor promedio de $ 22.750. A


lo cual se suma el 35% de costas judiciales. Si ese modus operandi,
observado en las 83.500 causas ya peritadas, se extendiera al resto de las
257.000 y se transformaran en sentencia, el valor de ese stock judicial se
multiplicaría por 7, escalando a US$ 10.600 millones. Todavía estamos a
tiempo de colocar en su justo cauce el desorden pericial en el ámbito
judicial. La nueva ley de ART hizo previsiones específicas para ello.

“La solución: Cumplir con lo previsto en la ley 27.348, esto es que la


Justicia ponga en marcha en cada una de las jurisdicciones que se hayan
adherido al nuevo sistema los Cuerpos Médicos Periciales, en los términos
de la ley. De esta manera, se logrará el desacople de los honorarios de los
peritos del resultado del juicio y que de ahora en más cobren por el trabajo
realizado” 5.

Los avances del procedimiento administrativo establecido por la ley


27.348 y el descenso de los reclamos judiciales han venido a traer
(dependiendo del cristal con que se lea) “previsibilidad al régimen y al
empresariado”, parafraseando al citado Dante Sica. Asimismo, se ha ido
“ordenando el desorden pericial” 6 implementando un baremo único, que
dispone la misma normativa, situación que generó previsión económica y,
por supuesto, beneficios para las aseguradoras.

Los índices precedentes de descenso de la siniestralidad, respecto a un


solo baremo, y el descenso de la judicialización de los accidentes de
10
trabajo y enfermedades profesionales han generado importantes ganancias
para las aseguradoras del régimen. Nuevamente, nos sometemos a los
datos duros de informes a fin de evitar caer en supuestos.

Federación Patronal, en su propia web, informa: “Al cierre del Ejercicio,


30/6/2017, el total del Activo ascendió a la suma de $ 38.874.956.465,
valor que representa un crecimiento del 43.64% respecto del anterior” 7.

A su turno, el Grupo Galeno (dentro del cual se encuentra Galeno ART


S.A., Galeno Seguros y Galeno Capital como administradora de fondos)
adquirió el 2 de febrero de 2018 la Compañía Financiera Argentina S.A.
(Efectivo Sí) y Cobranzas & Servicios (hasta ese momento propiedad del
Banco Galicia). Si bien la suma de la operación no trascendió, la compañía
financiera es una de las más grandes del país, con el 24% de participación
en el mercado argentino.

“Compañía Financiera Argentina S.A. cuenta con una presencia de 94


sucursales distribuidas en 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires, una
cartera de aproximadamente 550 mil clientes y $ 8.000 millones de
préstamos netos” 8.

Paralelamente, en el mes de mayo de 2018 Galeno intentó a través de Julio


Fraomeni, presidente y accionista del Grupo Galeno, adquirir el canal de
noticias C5N, a fin de ingresar en el mundo de los medios de
comunicación.

El avance de adquisiciones del Grupo Galeno tuvo lugar en medio de la


áspera competencia por la expansión con su rival comercial Swiss
Medical, que adquirió el 40% del paquete accionario de América, ganando
un lugar en el directorio de América TV, A24, Radio La Red, el sitio
Primicias Ya y el Canal 10 de Junín, junto a Daniel Vila y José Luis
Manzano.

Entre Galeno y SMG tienen el control de más del 80% del mercado de la
salud privada y los sanatorios más importantes de la Capital y Gran
Buenos Aires.
11
El presidente de Swiss Médical, Claudio Fernando Belocopitt, en el mes
de marzo de 2018, obtuvo la autorización por parte de la Administración
Nacional de Aviación Civil para explotar servicios no regulares internos
e internacionales de transporte aéreo de pasajeros y carga, utilizando
aeronaves de reducido porte, a través de su empresa JET MACH Sociedad
Anónima. De esta forma, entró en el negocio de los vuelos “Low Cost”
compitiendo con FlyBondi y Norwegian, entre otras.

El texto oficial reza: “Sustituyese el texto del art. 1° de la Resolución n°


157 de fecha 13 de marzo de 2018 de la Administración Nacional de
Aviación Civil que quedara redactado de la siguiente manera: ‘Art.
1º.Autorízase a la Empresa Jet Mach Sociedad Anónima a explotar
servicios no regulares internos e internacionales de transporte aéreo de
pasajeros y carga, utilizando aeronaves de reducido porte”.

Además de poseer el 76% de Swiss Medical Group, Belocopitt presenta


negocios agropecuarios, empresas en Uruguay e inversiones de real estate
en los Estados Unidos.

A su turno, el Grupo Sancor Seguros (Prevención ART S.A., Prevención


Salud), encabezado por Sancor Cooperativa de Seguros Limitada, informa
en su balance publicado en su página web que durante su ejercicio anual
continuó siendo líder del mercado de riesgos del trabajo, brindando
cobertura a 1.808.440 trabajadores de 394.187 empresas clientes.
Asimismo, en lo que respecta a su posición económico-financiera, cerró
el ejercicio con un resultado positivo y un crecimiento en su cartera de
primas de 28,69% respecto del ejercicio anterior.

El Grupo Sancor Seguros, en conjunto con Prevención ART S.A.,


constituye el primer grupo asegurador del mercado argentino con un
alcance del 10,51% del total de las primas.

De la misma forma que las precedentes, en el plan de expansión comercial,


adquirió el 70% del Banco del Sol, a fin de ofrecer la “pata” financiera en
formato digital. La empresa adquirió el control indirecto del Banco del Sol
12
S.A. a través de la compra del paquete accionario efectuada por Grupo
Financiero SS S.A. y Alianza Inversora S.A. (52,5 % y 17,5 %
respectivamente) 9.

Fuentes de la city porteña especularon con que el monto de la operación


fue de alrededor de $ 90 millones. El Banco del Sol posee activos por $
229,3 millones y una cartera de préstamos de más de $ 126,3 millones,
según los últimos datos, a abril de 2017. De estructura pequeña, cuenta
con cuatro sucursales, una dotación de personal de 73 empleados, 87
cuentas corrientes y 374 cajas de ahorro 10.

El balance anual del Grupo Sancor arrojó un Estado de Evolución del


Patrimonio Neto por el ejercicio finalizado el 30 de junio de 2018 con
resultados positivos que ascienden a la suma de $ 2.737.657.821.
Asimismo, el balance general activo, con ejercicio cerrado con fecha 30
de junio de 2018, informa que medió un incremento de $ 13.012.058.551
(el 30/6/2017) a $ 19.160.596.343 (al 30/6/2018), equivalente a un
aumento más del 32% respecto del año anterior.

En orden a los resultados financieros obtenidos hasta el 30 de septiembre


de 2018 por las aseguradoras de riesgos del trabajo, el sitio seguros al día
11 informa el top ten de aquellas que más ganaron en el año de la siguiente
manera:

N° COMPAÑÍA RESULTADO FINANCIERO

1° PREVENCIÓN ART 3.235.704.026

2° PROVINCIA ART 3.087.121.154

3° ASOCIART ART 2.493.659.017

4° GALENO ART 2.213.427.449

5° SWISS MEDICAL ART 1.682.076.837

6° EXPERTA ART 1.666.762.536

7° BERKLEY ART 1.135.236.267

8° LA SEGUNDA ART 988.486.112

9° OMINT ART 282.210.792

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10° RECONQUISTA ART 123.222.960

TOTAL 16.907.907.150

Quiere decir que los beneficios financieros obtenidos por las diez
aseguradoras top del país fueron de 16.907.907.150. Un año calendario.

En materia jurisprudencial, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, si


bien no se pronunció aún sobre el fondo de la aplicación de la ley 27.348,
comenzó a sentar criterios respecto de cuestiones que generaron conflicto.
Así, con fecha 27 de septiembre de 2018, en los autos: “Recurso de hecho
deducido por la demandada en la causa Páez Alfonzo, Matilde y otro
c/Asociart ART S.A. y otro s/indemnización por fallecimiento”, consideró
que no resulta aplicable la indemnización adicional de pago único “en
compensación por cualquier otro daño no reparado” en los casos de
accidente in itinere. Así sostuvo el dividido fallo:

“Que el artículo en cuestión establece que corresponde el adicional de


pago único ‘cuando el daño se produzca en el lugar de trabajo o lo sufra
el dependiente mientras se encuentre a disposición del empleador’. La
cámara sostuvo que los accidentes in itinere se encuentran ‘al amparo de
este adicional, pese a lo confuso de su redacción. (...) el legislador quiso
buscar una expresión asimilable a ‘en ocasión del trabajo’ (el trabajador
está fuera del lugar del trabajo pero está a disposición de su patrón pues
se dirige a la empresa desde su casa o viceversa) todo ello en consonancia
con lo dispuesto por el art. 9º L.C.T. y el principio de progresividad’
(énfasis agregado). Esa afirmación de la cámara es completamente
arbitraria porque la redacción de la norma no es confusa en absoluto. Con
sólo atenerse a la literalidad del precepto (atendiendo al primer criterio de
la interpretación de la ley, confr. Doctrina de Fallos, 327:991; 329:3546;
330:4988; 331:858, entre otros) y sin necesidad de hacer un mayor
esfuerzo intelectivo, es posible concluir que la intención del legislador
plasmada en la norma ha sido la de circunscribir el beneficio a los
infortunios laborales producidos u originados en el ámbito del
establecimiento laboral y no a los accidentes in itinere.

“Tal inteligencia de la norma ―que puede inferirse de lo expuesto en el


considerando 50 del fallo dictado en la ya referida causa ‘Espósito’― es,
además, la que proporciona una razonable y justificada respuesta al
interrogante acerca de por qué la ley 26.773 ha querido intensificar la
14
responsabilidad de las ART cuando el siniestro se produce en el lugar de
trabajo propiamente dicho. Es que, en ese ámbito, precisamente, las ART
tienen la posibilidad de ejercer un control mayor y de adoptar todo tipo de
medidas tendientes a alcanzar los objetivos primordiales del sistema
creado por la Ley de Riesgos del Trabajo cuales son la ‘prevención’ de
accidentes y la reducción de la siniestralidad” 12 (la cursiva es propia).

En esta especie, la CSJN excluye concretamente a los accidentes in itinere


del adicional dispuesto en el art. 3º de la ley 26.773, que dispone una
indemnización adicional de pago único del 20% de los montos
resarcitorios previstos para los casos en que el siniestro se produzca en el
lugar de trabajo o lo sufra el dependiente mientras se encuentre a
disposición del empleador.

La atención literal del artículo que realiza el máximo tribunal tiene


precedentes en los fallos “Pezzarini” y “Martínez”, con similares criterios
seguidos en “Espósito” y “Páez Alfonzo”.

En los autos “Recurso de hecho deducido por la demandada en la causa


Pezzarini, Juan Martín c/La Caja Aseguradora de Riesgos del Trabajo
S.A. s/accidente ley especial” se expresó el alto tribunal:

“Que, por otra parte, resulta también procedente la impugnación vinculada


con la aplicación al caso del art. 3° de la ley 26.773, pues el planteo de la
recurrente es sustancialmente análogo al articulado y resuelto en la causa
CNT 64722/2013/1/RH1 ‘Páez Alfonzo, Matilde y otro c/Asociart ART
S.A. y otro s/indemnización por fallecimiento’, sentencia del 27 de
septiembre de 2018, a la que cabe remitir a fin de evitar repeticiones
innecesarias”.

En orden al fallo en los autos “Recurso de hecho deducido por la


demandada en la causa Martínez, Leonardo Matías c/Galeno Aseguradora
de Riesgos del Trabajo S.A. s/accidente ley especial”, continuó con
similar criterio sosteniendo:

15
“4°) Que, en efecto, lo resuelto en primera instancia, tal como lo puso de
relieve la demandada en su escrito de expresión de agravios (fs. 199/202),
se aparta de la solución legal prevista para el caso con serio menoscabo de
sus garantías constitucionales.

”5°) Que como se señaló en la causa CNT 64722/2013/1/ RH1 ‘Páez


Alfonzo, Matilde y otro c/Asociart ART S.A. y otro s/ indemnización por
fallecimiento’ sentencia del 27 de septiembre de 2018, en la que se
examinó una cuestión análoga a la aquí planteada, esta Corte tiene
reiteradamente establecido que la primera fuente de interpretación de las
leyes es su letra y que, cuando esta no exige esfuerzo para determinar su
sentido, debe ser aplicada directamente, con prescindencia de
consideraciones que excedan las circunstancias del caso expresamente
contempladas en la norma (Fallos: 311:1042; 320:61, 305 y 323:1625,
entre otros), ya que de otro modo podría arribarse a una interpretación que,
sin declarar la inconstitucionalidad de la disposición legal, equivalga a
prescindir de ella (Fallos: 313:1007).

”6°) Que el art. 3° de la ley 26.773 establece que corresponde el adicional


de pago único ‘cuando el daño se produzca en el lugar de trabajo o lo sufra
el dependiente mientras se encuentre a disposición del empleador’. Con
sólo atenerse a la literalidad del precepto (atendiendo al primer criterio de
interpretación de la ley; confr. doctrina de Fallos: 327:991; 329:3546;
330:4988; 331:858, entre otros) y sin necesidad de hacer un mayor
esfuerzo intelectivo, es posible concluir que la intención del legislador
plasmada en la norma ha sido la de circunscribir el beneficio a los
infortunios laborales producidos u originados en el ámbito del
establecimiento laboral y no a los accidentes in itinere. Tal inteligencia de
la norma ―que puede inferirse de lo expuesto en el considerando 5° del
fallo dictado en la causa ‘Espósito’ (Fallos: 339:781)― es además, la que
proporciona una razonable y justificada respuesta al interrogante acerca
de por qué la ley 26.773 ha querido intensificar la responsabilidad de las
ART cuando el siniestro se produce en el lugar de trabajo ―propiamente
dicho―. Es que en ese ámbito, precisamente las aseguradoras tienen la
posibilidad de ejercer un control mayor y de aconsejar todo tipo de
medidas tendientes a alcanzar los objetivos primordiales del sistema
creado por la Ley de Riesgos del Trabajo cuales son la ‘prevención’ de
accidentes y la reducción de la siniestralidad (art. 1, 1). En las condiciones
expuestas corresponde descalificar lo resuelto por no ser derivación

16
razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias
comprobadas de la causa”.

Sentado lo expuesto, los “beneficios” procedimentales de un régimen


administrativo por ante las Comisiones Médicas, que otorgan
“previsibilidad al sistema”, sumado a un baremo único y excluyente,
refleja (por cierto) importantes beneficios para algunos players del
sistema.

Un trámite completamente administrativo, sin poner un solo pie en la


justicia del trabajo. Es por ello que vamos a ampliar la presente edición
teniendo en cuenta esta metamorfosis del procedimiento judicial en
administrativo, con baremo único, excluyente de las enfermedades no
enlistadas, sin olvidar (por supuesto) el camino judicial por ante la Justicia
del Trabajo, con los pedidos de inconstitucionalidad conforme expusimos
en la primera edición.

La presente edición va a permitir abarcar los más recientes cambios


producidos en la asignatura. Desde las nuevas resoluciones de la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo, el procedimiento ante las
Comisiones Médicas, la aptitud jurisdiccional, los requisitos, formularios
y documentación requerida para el inicio, continuación y finalización del
trámite previo administrativo, como asimismo (por contrapartida) la más
actualizada jurisprudencia que declara la inconstitucionalidad del
régimen, tanto a nivel nacional como provincial, con el detalle de los
fundamentos que ameritan tales posiciones.

El creciente avance jurisdiccional de la adopción administrativa previa del


tránsito por las CCMM 13 como procedimiento previo, obligatorio y
excluyente ha generado divisiones de criterios en los diversos
departamentos judiciales para quienes litigamos tanto en Nación como en
la provincia de Buenos Aires.

A los efectos de actualizar la presente edición contemplando (como


principal objetivo) los aspectos prácticos que rigen el procedimiento de
riesgos laborales, ahondaremos dentro de la instancia administrativa, sin
dejar de sostener, como venimos defendiendo desde la primera edición,
17
que es el fuero del trabajo el que debe entender en los presentes conflictos
a la luz de la Constitución Nacional y los innumerables fallos de diversas
instancias. Empero, dinámica jurídica mediante, el crecimiento de los
reclamos ante las CCMM y la Comisión Médica Central hace ostensible
su tratamiento en la obra.

En esta oportunidad, se suma a su tratamiento en la obra el Dr. Leonardo


Cuesta, quien, además de ser un amigo entrañable, posee la virtud de
exponer con positiva claridad los conocimientos, tanto teórico como
prácticos, adquiridos no sólo por el estudio de la normativa sino por los
años de tránsito de los pasillos de tribunales y las comisiones médicas.

Ansiamos continúe siendo de utilidad la obra, como lo fuera la primera


edición, en este caso con sus ampliaciones, para todos aquellos que deseen
ingresar en el mundo de los riesgos laborales. Los constantes cambios
normativos dentro de la órbita hacen obligatorio el constante estudio, que
permita la vigencia tanto teórica como práctica del profesional.

Finalmente, nos permitimos enviar un cálido agradecimiento a todos


aquellos que colaboraron en la presente obra, aportando desde su
conocimiento como sus posturas, permitiendo enriquecer el trabajo
realizado. Y nuevamente a nuestra editorial, Cathedra Jurídica, porque
gracias a su confianza podemos seguir haciendo lo que tanto amamos,
escribir.

José Ramón Balmaceda


Gabriela Alejandra Casimiro
Leonardo Javier Cuesta

Prólogo I -

Me resulta de una enorme satisfacción el haber sido convocado a prologar


esta obra, teniendo en cuenta la vigencia de la materia de riesgos laborales,
la cual fuera motivo de intensa atención durante el año 2017, con la
modificación de la ley 27.348. Los abogados debemos bregar de manera
incansable por los derechos que consagra nuestra Constitución Nacional,
18
respetando y haciendo respetar los derechos de los justiciables, más aún
en un fuero de intensa actividad y constante cambio como lo es el fuero
del trabajo. La obra que me toca prologar atiende precisamente a ese
aspecto, constituyéndose en determinante para los colegas que a diario se
desempeñan en la materia. El presente libro no solo atiende al desarrollo
normativo de la ley 27.348, sino que ahonda en el estudio de su
precedente, la ley 26.773, contemplando las resoluciones y decretos
respectivos, sumando el atendimiento de la casuística y práctica a través
del aporte de modelos respectivos de demanda y contestaciones, entre
otros.

Los Dres. Balmaceda y Casimiro han producido una obra que conglomera
la teoría y la práctica de los infortunios laborales, siendo un material de
intrínseco valor para la práctica procesal diaria, en especial de aquellos
que deseen introducirse en el mundo de los siniestros y enfermedades
profesionales.

Toda obra que nos pueda encauzar hacia el atendimiento de las


problemáticas que atravesamos aquellos que debemos trabajar por el
derecho y el acceso irrestricto a la justicia será reconocida y servirá para
continuar en pos de la obtención de los conocimientos necesarios, que nos
harán mejores abogados, y así defender los intereses de nuestros
patrocinados. La presente es una de esas obras y alentamos desde todos
los ámbitos del derecho a continuar con esta ardua tarea, para un mejor
servicio de justicia.

Dr. Bienvenido Rodríguez Basalo


Abogado. Presidente del Colegio de Abogados del Departamento
Judicial de Quilmes

Prólogo II -

“Contra la estupidez, los dioses mismos luchan en vano”.


Goethe.

19
Este trabajo realizado por los colegas y amigos Jose R. Balmaceda y
Gabriela A. Casimiro constituye una obra teóricapráctica que refleja de
manera integral, clara y en profundidad los alcances de la ley 27.348
complementaria de la L.R.T. El libro analiza de manera concisa y práctica
la problemática jurídica de la aplicación de dicha ley, con transcripción de
la norma y el análisis de su articulado desde un punto de vista doctrinario
y jurisprudencial. Esta obra también utiliza ejemplos y cuadros e introduce
distintos modelos de demanda de accidente, en definitiva, los autores
vuelcan la experiencia recogida a lo largo de su labor como abogados del
fuero y nos entregan una herramienta práctica de trabajo, que cada cual
podrá adaptar a sus necesidades procesales. Sus comentarios constan de
explicaciones breves y aclaraciones necesarias. Resumiendo, con el
análisis de los artículos de la ley 27.348, más los modelos de demanda
correspondientes, el abogado lector tendrá allanado el camino a una rápida
y completa solución de sus intereses. Creo que la mayor satisfacción que
podrán encontrar los autores es ver que su trabajo contribuye a que sus
colegas alcancen el éxito profesional en su labor diaria.

Dr. Domingo Rodríguez Basalo

Notas -

1 Fuente: SRT.
2 Ibídem.
3 https://www.lanacion.com.ar/2165004
4 SRT litigiosidad.
5 https://www.clarin.com /economia/reforma-ley- riesgos-trabajo-logros -
temas-pendientes_ 0_S1a7gUgFf.html
6 Presidenta de la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo
(UART), Mara Bettiol.
7 https://www.fedpat.com.ar/ nosotros/balance
8 https://www.ambito.com/ grupo-galeno-compro- efectivo-si-y-
cobranzas -servicios-n4011528
20
9 Memoria – Balance Sancor Seguros 2017/18. Ejercicio 72.
Correspondiente al septuagésimo segundo ejercicio económico cerrado el
30 de junio de 2018.
10 https://www.iprofesional.com/ notas/255567-Sancor- Seguros-
compro-Banco -del-Sol-y-entra-al- negocio-finan ciero
11 https://www.segurosaldia.com
12 CNT 64722/2013/1/RH1 “Páez Alfonzo, Matilde y otro c/Asociart
ART S.A. y otro s/indemnización por fallecimiento”, CSJN, 27/9/2018.
13 Comisiones Médicas.

Introducción
21
José Ramón Balmaceda
Gabriela Alejandra Casimiro
Leonardo Javier Cuesta

1. Ley de Riesgos del Trabajo -

La normativa sobre los accidentes laborales, la cual se atenderá en lo


sucesivo en la presente obra, ha tenido un desarrollo importante en la
actualidad. Desde la exégesis de los sistemas de reparación de los
infortunios, la materia normativa ha sufrido intensas modificaciones y
tachas de inconstitucionalidad en todas las instancias judiciales, las cuales
han sumado concepciones de vanguardia sobre la temática.

El desarrollo jurisprudencial, en especial de la Corte Suprema de Justicia


1, posibilitó la incorporación de regímenes de reparación con sustento en
la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales (art. 75, inc. 22),
como así también la presencia y aplicación de los convenios de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) y resoluciones de
organismos locales como la Superintendencia de Riesgos del Trabajo
(SRT). Se amplió, de esta forma, el cerrado régimen de la L.R.T.

De esta forma, se tornó plausible la aplicación de conceptos novedosos


como “reparación integral del daño”, alterum non laedere,
“responsabilidad por aplicación de normas civiles”, “pérdida de chance”,
entre otros. La incorporación de artículos del, ahora viejo, Código Civil
(por ejemplo, arts. 1074, 1109, 1113, del Cód. Civil) al sistema de
responsabilidad laboral por siniestros en el trabajo, posibilitó reparaciones
más allá del régimen estricto y cerrado que impartía la L.R.T.

La transgresión del compendio sistémico sellado de la L.R.T., reafirmado


una y otra vez por parte de la jurisprudencia, propició la incorporación de
métodos de reparación más equitativos, alistando nuevas fórmulas de
reparación, ampliando el cálculo estricto establecido por la letra de la
norma orgánica (fórmulas “Vuotto” / “Méndez”).

22
Así, las cuantías indemnizatorias de los nuevos regímenes
jurisprudenciales resultaron de mayor consideración, comprendiendo
daños no incorporados en la L.R.T. y sus sucesivas reformas, tales como
daño moral, daño psicológico, lucro cesante, daño estético, pérdida de
chance y daño a la esperanza de vida en los casos más avanzados 2.

La incorporación de la responsabilidad patronal, motivada por los


incumplimientos a las normas de higiene y seguridad en el trabajo,
ergonomía, protección auditiva y de decibeles, salubridad, tratamientos de
residuos peligrosos, entre otros, generó un doble atendimiento:

Por un lado, el desarrollo y efectiva aplicación de cursos y capacitación


del personal, sobre la manipulación de herramientas y procesos de trabajo;
y por otro, el compromiso y atención de los empleadores a las normas de
seguridad y protección de sus dependientes.

2. La modificación de la ley 26.773 -

La modificación de la Ley de Riesgos del Trabajo (ley 26.773 3) ha


atendido a puntos importantes de necesaria reforma, aunque no en su
totalidad. Algunos son, a saber:

– Una indemnización adicional del veinte porciento (20%) para aquellos


siniestros que tengan lugar en el trabajo o cuando el trabajador se
encuentre a disposición del empleador. Así lo establece el art. 3º: “Cuando
el daño se produzca en el lugar de trabajo o lo sufra el dependiente
mientras se encuentre a disposición del empleador, el damnificado
(trabajador víctima o sus derechohabientes) percibirá junto a las
indemnizaciones dinerarias previstas en este régimen una indemnización
adicional de pago único en compensación por cualquier otro daño no
reparado por las fórmulas allí previstas, equivalente al veinte por ciento
(20%) de esa suma”.

23
– Para el caso de muerte del trabajador, la suma estipulada
precedentemente tiene un piso de pesos setenta mil ($70.000).

– Opción por régimen sistémico de la L.R.T. o vía civil. En este caso, la


ley formula el postulado de opción para el trabajador de percibir las sumas
por acción de L.R.T. o de elegir la reparación civil, debiendo optar (de
forma excluyente) entre uno u otro fuero. Así, el reclamo de la reparación
integral del accidente será excluyente de la percepción por vía de Ley de
Riesgos del Trabajo. El art. 4° dispone tal opción: “Los obligados por la
ley 24.557 y sus modificatorias al pago de la reparación dineraria deberán,
dentro de los quince (15) días de notificados de la muerte del trabajador,
o de la homologación o determinación de la incapacidad laboral de la
víctima de un accidente de trabajo o enfermedad profesional, notificar
fehacientemente a los damnificados o a sus derechohabientes los importes
que les corresponde percibir por aplicación de este régimen, precisando
cada concepto en forma separada e indicando que se encuentran a su
disposición para el cobro. Los damnificados podrán optar de modo
excluyente entre las indemnizaciones previstas en este régimen de
reparación o las que les pudieran corresponder con fundamento en otros
sistemas de responsabilidad. Los distintos sistemas de responsabilidad no
serán acumulables. El principio de cobro de sumas de dinero o la
iniciación de una acción judicial en uno u otro sistema implicará que se ha
ejercido la opción con plenos efectos sobre el evento dañoso. Las acciones
judiciales con fundamento en otros sistemas de responsabilidad sólo
podrán iniciarse una vez recibida la notificación fehaciente prevista en
este artículo. La prescripción se computará a partir del día siguiente a la
fecha de recepción de esa notificación. En los supuestos de acciones
judiciales iniciadas por la vía del derecho civil se aplicará la legislación
de fondo, de forma y los principios correspondientes al derecho civil”.

– En atención al punto precedente, también se desprende la incompetencia


del fuero laboral para las acciones amparadas en la reparación civil del
accidente. El fuero civil es el competente para aquellos reclamos que,
hasta la sanción de la norma, eran competencia del fuero nacional del
trabajo.

– El empleador tiene, ahora, la posibilidad de contratar seguros que cubran


potenciales condenas judiciales por responsabilidad patronal. Así, el art.
7° cita: “El empleador podrá contratar un seguro aplicable a otros sistemas
24
de responsabilidad que puedan ser invocados por los trabajadores
damnificados por daños derivados de los riesgos del trabajo, en las
condiciones que fije la reglamentación que dicte la Superintendencia de
Seguros de la Nación (SSN)”.

– Nuevo índice de importes para la reparación de incapacidades laborales.


Conforme establece el art. 8°, se creó un índice (RIPTE: Remuneraciones
Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables) que permite la
actualización de los importes a percibir por las incapacidades laborales.
Ese índice es establecido por la Secretaría de Seguridad Social del
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social 4, el cual amplía el
monto de las indemnizaciones correspondientes. Así lo establece el art.
8°: “Los importes por incapacidad laboral permanente previstos en las
normas que integran el régimen de reparación se ajustarán de manera
general semestralmente según la variación del índice RIPTE, publicado
por la Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, Empleo
y Seguridad Social, a cuyo efecto dictará la resolución pertinente fijando
los nuevos valores y su lapso de vigencia”.

3. La modificación de la ley 27.348 -

Luego de un reciente e intenso debate, que tuvo lugar no sólo en el recinto,


sino que obtuvo la atención mediática y popular, se aprobó la ley 27.348,
complementaria de la Ley de Riesgos del Trabajo.

Si bien la nueva norma ha generado importantes discordias y diferencias


por su alto contenido regresivo, ha ido avanzando en su sanción que vio
luz luego de su precedente: el DNU 54/2017 5.

El avance en la modificación del régimen tiene exégesis en los constantes


reclamos por parte de las aseguradoras, como así también de la Unión de
Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART), la cual emitía constantes
informes e indicadores que referían el aumento de la judicialización de los
reclamos, conjuntamente con el aumento de la litigiosidad, afrontando
importantes costes por sentencias laborales.

25
Así, el informe de la UART sostiene que el incremento en la litigiosidad
generó importantes erogaciones por parte de las aseguradoras, poniendo
en riesgo la continuidad del sistema. Así se refiere en su informe:

“…las demandas por accidentes laborales en diciembre último


aumentaron un 45% respecto de diciembre del año pasado, siendo 12.248
los nuevos casos ingresados en fueros judiciales. A esta cifra, se le suman
las 114.611 demandas que se iniciaron desde febrero a noviembre,
alcanzando al momento más de 127.000 de juicios contra las ART. El
incremento de juicios para todo el 2016 es de 20% respecto al año 2015”.

”En relación al análisis en las principales jurisdicciones, CABA concentra


el 48,0% de los juicios ingresados en todo el país y presenta un
crecimiento del 37% en el ingreso de juicios. La tendencia incremental se
observa también en la provincia de Buenos Aires, que aglutina al 16,2%
de los juicios y presenta un crecimiento del 22%. Por su parte, Santa Fe,
con el 12,7% de los juicios, muestra un crecimiento del 3%. Le siguen
Córdoba, con el 9,7% manteniéndose constante y Mendoza con el 7,0% y
un aumento del 1%.

”A 20 años del funcionamiento del Sistema y con casi 10 millones de


trabajadores cubiertos, la UART sostiene que la salida al problema de la
alta litigiosidad pasa por:

- Fallos de CSJN. Es necesaria la unificación de criterios a nivel judicial.


Mientras convivan diferentes interpretaciones es esperable más
crecimiento de nuevos juicios. El fallo ‘Espósito’ define el criterio a seguir
en tres aspectos sobre los cuales las jurisdicciones judiciales tenían
diferentes criterios. La CSJN estableció la no retroactividad de la ley y
adelantó criterios respecto de la actualización por RIPTE de las sumas
únicas y los pisos prestacionales y la aplicación del 20% para los casos
que no sean in itinere. Este fallo aporta a la certidumbre y automaticidad
para empleadores, trabajadores y aseguradoras.

- Peritos. Este es uno de los principales factores que hoy genera un gran
desfasaje en la cantidad de juicios ingresados. La regulación del quehacer
pericial es competencia de cada una de las provincias. Hay que desacoplar
26
sus honorarios del resultado del juicio y deben fijarse en función del
trabajo del perito. También es preciso que usen la herramienta que prevé
la ley para establecer el porcentaje de incapacidad, que es el Baremo o
Tabla de Evaluación de Incapacidades”. 6

De esta forma, grafican el aumento de los juicios por accidentes laborales


y enfermedades profesionales, resaltando el incremento de once mil
causas a ciento veintisiete mil en sólo diez años.

Por la contraparte, reiterados son los estudios que verifican y evidencian


puntos endebles en tales extremos invocados en forma precedente.

En primer lugar, cabe poner de resalto que la SRT publica en su web las
estadísticas de accidentes laborales y enfermedades profesionales, en un
Informe Anual de Accidentabilidad Laboral 7, lo que lleva a sostener
planteos contrarios a la supuesta “judicialización” masiva de siniestros, de
acuerdo a la información emitida por la entidad. Tal aspecto se vislumbra
en el siguiente gráfico:

27
El informe arroja una serie de datos duros que merecen su atención en
estricto detalle. Así reza:

“En el año 2015 el Sistema de Riesgos del Trabajo cubrió un promedio de


9.674.909 trabajadores, y registró un total de 422.373 accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales con días de baja laboral, y 449
accidentes mortales en ocasión del trabajo. Estas cifras determinaron un
índice de Incidencia de 43,7 AT y EP cada mil trabajadores cubiertos, una
incidencia de fallecidos de 46,4, y un promedio de días por Incapacidad
laboral temporaria por Accidentes de Trabajo y Enfermedades
Profesionales de 36 días.

Se registró un promedio de 9.183.918 trabajadores cubiertos en unidades


productivas –el 95% del total del sistema– y 417.325 accidentes de trabajo
y enfermedades profesionales (AT y EP) con días de baja, determinando
un índice de incidencia de 45,4 AT y EP cada mil trabajadores cubiertos,
lo que significó un descenso interanual de la incidencia del 3,4%. Todas
las actividades económicas reducen su siniestralidad respecto del período
anterior. La mayor reducción interanual se evidencia en el sector de las
“Servicios financieros” (cae 13,0% con respecto a 2014), seguido por
“Minas y canteras” (7,3%).

28
Al examinar la evolución de la incidencia según el tamaño de la nómina
declarada por el empleador, se observa una caída de la siniestralidad en
todos los rangos. Se destaca el descenso en grandes empleadores: las
empresas con “2.501 a 5.000 trabajadores” disminuyen la accidentabilidad
un 11%, en tanto que las empresas de “1.501 a 2.500 trabajadores”
reducen el índice en un 8%.

Caracterización de las lesiones producidas:

– Incapacidades Laborales Permanentes: en el año 2015 se registraron


63.913 casos en los que el trabajador que desempeñaba sus tareas en
unidades productivas padeció alguna incapacidad permanente derivada de
un accidente laboral o una enfermedad profesional. La incidencia de este
tipo de lesiones fue de siete casos cada mil trabajadores cubiertos, valor
ligeramente superior al 6,7 que alcanzaba el indicador el año anterior. En
ambos sexos, los accidentes de trabajo constituyen la principal causa de
incapacidad laboral (71,9% y 48,2% en varones y mujeres). Se advierte,
no obstante, que entre las mujeres los accidentes in itinere con secuelas
incapacitantes tienen un impacto mayor que en los hombres (44,5% y
24,2%).
Casi el 84% de los accidentados que sufrieron secuelas incapacitantes
tuvieron hasta un 10% de incapacidad, sin diferencias significativas según
el sexo. En tanto, el 13,7% tuvo secuelas que les dejaron entre un 10% y
un 20% de incapacidad

– Enfermedades profesionales: en 2015 se notificaron 19.628


enfermedades profesionales (EP), de las cuales 13.529 tuvieron días de
baja laboral o alguna secuela incapacitante. Esto representa un índice de
incidencia de 1,47 casos cada mil trabajadores cubiertos y un descenso del
11,4% respecto del valor que el índice asumía el año anterior.

Las “Industrias manufactureras” concentran al 39,5% de los trabajadores


que padecieron una EP, seguidas por los “Servicios comunales, sociales y
personales” (32,6%). Por otro lado, “Electricidad, gas y agua” y
“Explotación de minas y canteras” representan los sectores económicos
con una menor frecuencia de EP notificadas. Las patologías más
29
frecuentes fueron aquellas vinculadas con las vías respiratorias (20%),
seguidas por las “enfermedades del oído interno” (15,1%)” 8.

En la misma línea, en la web de la SRT, sección de informes y estadísticas,


obra la totalidad de los accidentes y enfermedades 9, la cual arroja los
siguientes datos:

I. Casos notificados 663.442 462.680

I.a. En unidades productivas 653.913 457.366

I.b. En casas particulares 9.529 5.314

Ello equivale a sostener las siguientes reflexiones.

En primer lugar, que el sistema de riesgos del trabajo cubrió a 9.674.909


trabajadores, registrando 422.373 accidentes de trabajo y enfermedades
profesionales.

Ello equivale a sólo el 4,365% del total de trabajadores cubiertos por el


régimen. Permite colegir que el porcentaje de siniestralidad de los
trabajadores es inferior al 5% del total de la masa laboral. Esta cifra, por
contrapartida, no comprende a aquellos que se encuentran en la
informalidad laboral (en negro), por lo que se estima que la suma anual de
accidentes laborales y enfermedades profesionales estaría cercana a los
600.000 en 2015 (reiteramos, el último informe obrante a la fecha de la
realización del presente es del año 2015, por ello referimos los datos a tal
año).

En segundo orden, en atención a la judicialización de los siniestros


laborales, ha de tenerse en cuenta el propio gráfico emitido por la UART.

Así, el gráfico aludido, expuesto precedentemente (“Total del País. Juicios


Iniciados por Año”), evidencia que se iniciaron en el año 2015 un total de
106.021 juicios en todo el país. Ello, teniendo en cuenta que la SRT
informa que en el mismo año se produjeron 422.373 accidentes laborales
y enfermedades profesionales, equivale al 25,101% de reclamos a nivel
nacional.

30
Ergo, matemáticamente hablando, de aquel 4,365% de trabajadores
siniestrados, sólo reclama judicialmente el 1,095% a nivel nacional.

Como puede observarse, la simple atención y cruce de datos públicamente


informados por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo puede echar
por la borda el planteo del riesgo económico que supone para las
aseguradoras la judicialización de los siniestros laborales.

En tercer pero no menos importante lugar, se deben analizar las ganancias


obtenidas por las aseguradoras de riesgos del trabajo. Ello, con el simple
objetivo de conocer el riesgo patrimonial a fin de evidenciar el riesgo del
sistema.

La encargada de la difusión de los datos duros del sistema resulta ser la


Superintendencia de Seguros de la Nación, dependiente del Ministerio de
Economía y Finanzas Públicas. Ésta, en su página web, destaca informes
de la Situación del Mercado Asegurador, donde se incluye a la mayoría
(aunque no todas) de las aseguradoras de riesgos del trabajo que prestan
giro comercial en nuestro país.

En el informe, registrado bajo Comunicación SSN 5650, del 20 de


diciembre de 2016, se destaca:

Total de primas emitidas en el sistema de riesgos del trabajo:

Septiembre de 2015: 14.793.484.362

Diciembre de 2015: 28.711.556.630

Marzo de 2016: 45.663.046.297

Junio de 2016: 59.933.521.353

Septiembre de 2016: 19.059.556.304

Estas primas se corresponden a valores netos informados en el informe de


la SSN 10.

31
Respecto del año 2015, año en estudio en forma precedente, el informe
elaborado por el Dr. Schik 11 sostiene:

“De acuerdo a este informe de la SSN surge que los ingresos por primas
durante 2015 fueron de $ 39.007 millones de pesos y los gastos operativos
por todo concepto fueron de $42.576 millones (compuestos por la suma
de los Siniestros Netos Devengados $35.182 millones; los Gastos Totales
$6.663 millones; los Gastos de Prevención ART $806 millones; los Otros
Egresos $37 millones; y Otras Indemnizaciones y Beneficios $3 millones;
restados los Otros ingresos de $117 millones), lo que da una pérdida
operativa de $3.568.344.320.

”Pero, a su vez, estas aseguradoras tuvieron una ganancia financiera de


$6.615.774.136, la que absorbe la pérdida operativa, arrojando un
resultado positivo de $3.047.429.816, que serían unos U$S335.250.804 al
tipo de cambio del Banco Nación del 30 de junio de 2015. Inclusive,
teniendo en cuenta el impuesto a las ganancias de $928 millones, el
resultado sigue siendo positivo, de $ 2.118.794.833 (U$S 233.090.740).
Todo esto surge de la página 8 de la circular SSN EST 1000 del 16 de
septiembre 2015 elaborado, con la información al 30 de junio de 2015,
cierre del último balance anual.

”Pero la pregunta que debe formularse es: ¿de dónde gana dinero el
asegurador? Como la prima se recauda anticipadamente y el siniestro no
se desembolsa de inmediato, ni todo “de golpe” (porque no todos los
siniestros ocurren al principio, porque algunos se van pagando
progresivamente; por ejemplo: prestaciones por ILT, prestaciones en
especie, cumplido cierto plazo –y si correspondiera– prestaciones por
IPD), y las actuaciones administrativas y judiciales duran meses, años; en
el ínterin, entre el momento en que la ART cobra la prima y el instante en
que desembolsa la indemnización del siniestro, el ASEGURADOR
INVIERTE FINANCIERAMENTE ESA MASA DE DINERO QUE VA
A TERMINAR DESEMBOLSANDO.

”Es decir que el asegurador se ‘apalanca’ en la masa de primas de cobra


para ganar dinero con su inversión.
32
”Ahora bien, en épocas de inflación todo se complica porque la prima se
cobra inicialmente, pero los costos de los siniestros aumentan
permanentemente con el transcurso del tiempo: suben salarios, costos
médicos, prestaciones por ILP, intereses en juicios, etc. Eso hace que el
cuadro técnico (prima, siniestros, gastos operativos, gastos de adquisición,
costos de la prevención) no dé cero o cercano a cero, sino una cifra
negativa. Pero las inversiones dan tasas impensadas para economías no
inflacionarias y parte del rendimiento es, en realidad, compensación por
la inflación. Por eso es un error ver solamente el cuadro técnico, como
solo muestran las ART y la UART –entidad que las agrupa– en cambio
hay que ver la película entera: el cuadro técnico y el cuadro financiero, es
decir, apreciar el resultado total.

”Entonces allí aparece la verdad y es que al cierre del último ejercicio


completo (junio de 2015), las ART ganaron U$S335.250.804 al tipo de
cambio del Banco Nación al 30 de junio de 2015, como hemos referido
más arriba. Las aseguradoras de riesgos están muy lejos de una situación
de falencia como la que pretenden mostrar a la sociedad para justificar
reformas regresivas y convencer al nuevo gobierno de esas falacias, de la
misma forma que lo hicieron con la administración anterior, y también la
anterior, y así desde 1995, cuando se sancionó la ley 24.557”.

Es loable poner de resalto que, frente a la Comunicación SSN N° 5650, su


informe anual y los alcances de los beneficios financieros netos de las
aseguradoras, no estaríamos en presencia de un sistema en riesgo, ni
remotamente cercano a la situación de catástrofe económica que
impregnan los informes de la UART.

Empero, lejos hoy de la discusión precedente, que motivara la atención de


los medios televisivos, redes sociales y la más rica doctrina del país, con
fecha 24 de febrero de 2017, se publicó la ley 27.348, que analizaremos
en la presente obra.

4. El aporte de la presente obra -

33
Las modificaciones introducidas a la L.R.T. han generado discordias en
los más diversos sectores intervinientes. Así, se escucharon opiniones en
contra y a favor de las cámaras representativas patronales y trabajadoras,
como de las asociaciones de profesionales y colegios de abogados.

El presente trabajo ahondará en la práctica procesal que día a día


enfrentamos los abogados litigantes en tribunales, desde el intercambio
epistolar, la demanda, repasando minuciosamente los cálculos de
liquidación para la reparación de los accidentes tanto en ocasión como in
itinere, atendiendo a los reclamos judiciales en la materia, detallando las
inconstitucionalidades del régimen de infortunios, adicionando la
referencia normativa y la más actualizada jurisprudencia.

Dada la versatilidad de la interpretación de la norma, se complementa la


práctica procesal con modelos usuales y genéricos de demanda, así como
fallos agrupados por materia y casuística, a efectos de que el lector pueda
recurrir a ellos de forma práctica y sencilla.

Respecto del régimen para accidentes in itinere, se formulan los reclamos


por las acciones sistémicas de la Ley de Riesgos del Trabajo, con
jurisprudencia, casuística e ítems liquidatorios.

Por último, se complementa la presente obra con los modelos de


telegramas laborales, de inconmensurable valor a la hora de dar inicio a
un reclamo, como asimismo un modelo de apelación del dictamen emitido
por la Comisión Medica Jurisdiccional, concluyendo con un informe
médico pericial que permita ilustrar al lector respecto de la práctica usual
en la materia.

Resulta de suma importancia tener presente que los modelos prácticos


aportados incorporan los planteos de inconstitucionalidad de las normas
de la L.R.T. como asimismo los planteos de legitimación pasiva de la
aseguradora de riesgos del trabajo, declaración de inconstitucionalidad de
las comisiones médicas, declaración de inconstitucionalidad del fuero
federal, declaración de inconstitucionalidad de los topes indemnizatorios
de la L.R.T., declaración de inconstitucionalidad del congelamiento del
ingreso base, entre otros.
34
Todos los modelos incluyen planteos ante la Justicia Nacional del Trabajo,
solicitando su competencia y no de la Justicia Nacional en lo Civil,
conforme ordena la letra de la ley 26.773. Ello así, dado que la concepción
laboralista que imperó en el régimen de siniestros laborales es considerada
(a criterio de los autores) la adecuada en las presentes acciones.

Ansiamos, sobremanera, que no sólo resulte interesante la presente obra


para el lector, sino que además refleje una utilidad en la práctica procesal
diaria. Ambos son los humildes fines de una obra sencilla, práctica,
actualizada y empírica.

Notas -

1 Léanse los fallos “Aquino”, “Vuotto”, “Vizzoti”, entre otros.


2 Ortega Maria Cristina c/Blanef S.A. y otros s/accidente-acción civil
(CNAT, Sala 7ma, 2014). Verzzosi, Juan Carlos c/Rossi, Mario Alberto
s/daños y perjuicios (Cciv. y Com. Azul, Sala 2, 30/9/97).
3 Ley 26.773. Régimen de ordenamiento de la reparación de los daños
derivados de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
Sancionada: octubre 24 de 2012. Promulgada: octubre 25 de 2012.
4 www.argentina.gob.ar/trabajo
5 20/01/2017.
6 http://www.uart.org.ar/~uart/cifras-que-hablan/
7 http://www.srt.gob.ar/ estadisticas/anuario/2015.pdf. El último
disponible a la fecha es del año 2015, emitido con fecha septiembre de
2016.
8 http://www.srt.gob.ar/index.php/informe-anual/
9 http://www.srt.gob.ar/index.php/estadisticas-srt-nuevo/
10 http://www2.ssn.gob.ar/files/circulares/10237.pdf
11 Estudio Schik. Informe Laboral N° 47.

35
Capítulo I

Procedimiento Ley N° 27.348 ante la SRT

Instancia administrativa

José Ramón Balmaceda


Gabriela Alejandra Casimiro
Leonardo Javier Cuesta

1. Procedimiento ley 27.348 ante la SRT. Instancia administrativa


previa, de carácter obligatorio y excluyente de toda otra
intervención -

El nuevo sistema creado por la nueva LRT que abordaremos obliga al


trabajador o a sus derechohabientes a determinados procedimientos

36
administrativos ante la SRT 1, como paso previo, obligatorio y
excluyente, para acceder a la justicia laboral ordinaria.

Cabe señalar que la ley traída a estudio fue reglamentada por la resolución
298/17 de la SRT, lo que entendemos como un error dado que debió
haberlo efectuado el Poder Ejecutivo Nacional mediante un decreto
reglamentario.

Se analizará dicha resolución, la cual tergiversa en parte de su articulado


a la propia ley 27.348, norma que carece de técnica jurídica, siendo
bastante pobre y confuso su texto, mezclando conceptos de derecho
administrativo en una controversia laboral entre un trabajador o sus
derechohabientes y una ART, como así también dejando la posibilidad de
múltiples interpretaciones incompatibles. Se detallará posteriormente
sobre la competencia de las Comisiones Médicas de la SRT que
correspondan al trabajador o sus derechohabientes, el patrocinio letrado
obligatorio y los diferentes trámites que pueden iniciarse, dependiendo si
el accidente o enfermedad fue aceptado por la ART o se rechazó la
contingencia.

2. Competencia -

Analizaremos en primera instancia la competencia de la Comisión Médica


que entenderá en el reclamo del trabajador o sus derechohabientes
(novedad esta última introducida por la ley de mención) conforme al
domicilio real, domicilio laboral o el lugar donde presta efectivamente sus
tareas el trabajador

La ley 27.348 textualmente reza en su art. 1º:

“...Dispónese que la actuación de las comisiones médicas jurisdiccionales


creadas por el art. 51 de la ley 24.241 y sus modificatorias, constituirá la
instancia administrativa previa, de carácter obligatorio y excluyente de
toda otra intervención, para que el trabajador afectado, contando con el
debido patrocinio letrado, solicite la determinación del carácter
profesional de su enfermedad o contingencia, la determinación de su
37
incapacidad y las correspondientes prestaciones dinerarias previstas en la
Ley de Riesgos del Trabajo. Será competente la comisión médica
jurisdiccional correspondiente al domicilio del trabajador, al lugar de
efectiva prestación de servicios por el trabajador o, en su defecto, al
domicilio donde habitualmente aquel se reporta, a opción del trabajador y
su resolución agotará la instancia administrativa...”.

Tal como se deprende del texto de la norma, será competente para que el
trabajador pueda iniciar el trámite por “Divergencia en la determinación
de su incapacidad” ―ya sea de accidente o enfermedad―, o en su caso
por “Rechazo de la Contingencia” (cuando la ART no acepta la misma),
la Comisión Médica conforme al siguiente criterio:

1) La Comisión Médica correspondiente al domicilio del trabajador.

2) Lugar efectivo de prestación de servicios o en su defecto al domicilio


donde habitualmente se reporta.

Se le da la opción al trabajador o sus derechohabientes para elegir


conforme a los domicilios arriba indicados.

2.1. Comisión médica correspondiente al domicilio del trabajador

Con anterioridad a la sanción de la ley 27.348, existían varias comisiones


médicas en distintos puntos del país, a los fines de llevar adelante el
(inconstitucional) sistema establecido por la ley 24.557.

La ley 27.348 creó una instancia administrativa previa, obligatoria y


excluyente ante las Comisiones Médicas de la SRT, para que los
trabajadores o sus derechohabientes pudieran acceder a la Justicia
Laboral, estableciendo la misma su entrada en vigencia en forma
inmediata.

38
Ante la circunstancia descripta, surgió rápidamente el problema de no
contar con las suficientes comisiones médicas para poder atender y revisar
a la cantidad de trabajadores accidentados, conforme a sus domicilios
reales o personales.

Comenzó, entonces, un proceso de apertura de nuevas comisiones


médicas, principalmente en distintos lugares del conurbano e interior de
la provincia de Buenos Aires (aun cuando no se había adherido
inicialmente a la ley 27.348) para poder afrontar el caudal de trabajadores
que debían iniciar los trámites previstos en la norma. Incluso en la
actualidad, funcionan pocas sedes en proporción a la demanda, lo que
genera que el trabajador deba recorrer grandes distancias para concurrir a
la comisión médica que le corresponde, y por otro lado una gran demora
para la revisación médica y su posterior dictamen médico y
homologación, superando ampliamente los 60 días hábiles establecidos
por la ley.

Conforme se transcribiera anteriormente, la ley establece que el trabajador


puede optar por la Comisión Médica correspondiente a su domicilio.

Dicha búsqueda puede efectuarse en la página de internet de la SRT:


https://www.srt.gob.ar, en la sección Comisiones Médicas, donde uno
introduce la provincia y localidad en las que vive y le informa la Comisión
Médica a la que debe concurrir.

39
Cuando el trabajador se presenta ante la SRT pertinente, se le exige al
mismo que el domicilio que denuncia sea el que figura en su DNI. Es
importante que esté actualizado, dado que no puede ser suplido con una
declaración jurada de domicilio, como sí puede efectuarse en la actualidad
con el domicilio laboral, lo cual se analizará posteriormente.

Establece la resolución 298/17 SRT en su art. 5º:

“Competencia territorial de la Comisión Médica Jurisdiccional. A fin de


establecer la competencia territorial de la comisión médica jurisdiccional
requerida, de conformidad a los extremos indicados en los artículos 1º y
2º de la Ley Complementaria de la Ley sobre Riesgos del Trabajo, se
deberá acompañar la siguiente documentación de acuerdo a lo que el
trabajador haya optado: a) Opción de la Comisión Médica correspondiente
a su domicilio: Copia simple del Documento Nacional de Identidad
(D.N.I.)...”.

40
La realidad es que en la práctica no se exige fotocopia del DNI sino
simplemente su exhibición al empleado de la SRT. Para ello se le entrega
al trabajador el siguiente formulario:

Una vez completado el mismo, se constata ―como se mencionó


anteriormente― con el DNI del trabajador que el domicilio que se informa
sea el que figura en el documento, para poder dar inicio tramite.

2.2. Comisión médica correspondiente al lugar de efectiva prestación de


servicios o domicilio donde habitualmente se reporta el trabajador

41
La ley hace mención al domicilio donde presta sus servicios el trabajador
o donde se reporta habitualmente el trabajador para la elección de la
Comisión Médica. Esta distinción se efectúa puntualmente, porque un
trabajador puede tener en su recibo de sueldo el domicilio legal de su
empleador, pero presta efectivamente sus tareas en otro domicilio.

A modo de ejemplo: un trabajador que se desempeñe en una oficina de la


empresa en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y cuyo empleador tiene
la sede legal en La Matanza, provincia de Buenos Aires, puede optar por
la Comisión Médica de CABA dado que efectivamente presta sus tareas
en dicha localidad.

El art. 5º de resolución 298/17 en su parte pertinente señala:

“...b) Opción de la Comisión Médica correspondiente al domicilio del


lugar de efectiva prestación de servicios: Constancia expedida por el
empleador. c. Opción de la Comisión Médica Jurisdiccional
correspondiente al domicilio donde habitualmente aquél se reporta:
Constancia expedida por el empleador...”.

Tal como se mencionó anteriormente, la ley 27.348 fue sancionada con


muchas limitaciones técnicas y jurídicas, prestándose a interpretaciones
que luego fueron restringidas y limitadas (siempre en contra del
trabajador) por la resolución 287/17 SRT. Conforme se colige del texto,
se solicita constancia del empleador a los fines de demostrar el lugar
donde prestaba sus tareas el trabajador. Retornando a la parte histórica de
la gestación de la ley mencionada, lo que intentaron mediante la sanción
de la misma fue, por un lado, tratar de limitar inconstitucionalmente al
trabajador a su acceso a la justicia, y por el otro limitar el acceso a la
justicia laboral, descentralizando los reclamos por el domicilio del
trabajador.

Al iniciarse este nuevo procedimiento, aun por encima de lo que


establecían la ley y la resolución de mención, no se aceptaba el domicilio
que figuraba en el recibo de sueldo, sino que requería la Comisión Médica
42
que el trabajador presente una constancia emitida por el empleador
mediante una nota o carta de su empleador, indicando el lugar donde
prestaba efectivamente sus tareas y cuya firma debía estar certificada por
el banco donde el trabajador percibía sus haberes o donde tenía cuenta el
empleador.

Se completaba el siguiente formulario, acompañando la nota de mención:

La realidad es que dicho procedimiento tornaba prácticamente imposible


acceder a la Comisión Médica correspondiente al domicilio laboral,
motivo por el cual se modificó a mediados del año 2018, creando un nuevo
formulario donde el trabajador denuncia en “forma de declaración jurada”
su domicilio laboral:

43
3. Patrocinio letrado obligatorio -

A los fines de poder presentar el reclamo, el trabajador o sus


derechohabientes deben contar con patrocinio letrado obligatorio.

Al concurrir ante la Comisión Médica que le corresponda ―lo que se


analizó en el capítulo anterior― debe hacerlo acompañado por un
abogado matriculado.

Así lo señala el art. 36 de la resolución 298/17 SRT:


44
“...Del Patrocinio Letrado Obligatorio. El trabajador o sus
derechohabientes deberán contar con patrocinio letrado, desde su primera
presentación, en los procedimientos de las actuaciones administrativas
establecidos en la Ley Complementaria de la Ley sobre Riesgos del
Trabajo que tramiten ante las Comisiones Médicas o el Servicio de
Homologación creado en el ámbito de las Comisiones Médicas
Jurisdiccionales, conforme lo reglado en la presente resolución. Frente a
la carencia de patrocinio letrado, a efectos de asegurar la asistencia letrada
del damnificado en resguardo de la garantía del debido proceso, esta
Superintendencia de Riesgos del Trabajo instrumentará las medidas
necesarias a los efectos de proveer al damnificado, sin dilaciones, el
patrocinio letrado en forma gratuita. No se considerará debidamente
cumplimentada la presentación, a los efectos del cómputo del plazo
previsto en el párrafo tercero del art. 3º de la Ley Complementaria de la
Ley sobre Riesgos del Trabajo, aquélla que carezca del patrocinio letrado
obligatorio definido en el presente. Asimismo, quedará suspendido el
plazo precedentemente mencionado ante la ausencia de patrocinio letrado
del trabajador o sus derechohabientes en cualquier etapa del
procedimiento hasta que dicho recaudo sea cumplido...”.

En el mes de diciembre de 2018 entró en vigencia ante la SRT un nuevo


sistema mediante el cual el abogado que representa al trabajador debe
estar adherido el sistema de ventanilla electrónica de la SRT, lo cual se
efectúa mediante la página de AFIP, con clave fiscal; y es a través de dicho
sistema donde la SRT notifica al letrado todo lo concerniente al trámite
iniciado por el trabajador, incluyendo las citaciones, estudios médicos que
requieran al trabajador, Dictamen Médico y Homologación, entre otros.

Asimismo, puede efectuar presentaciones por el sistema, salvo el inicio y


los recursos ―que se analizarán más adelante― que deben efectuarse en
papel ante la Comisión Médica correspondiente. A continuación, se
detallarán mediante un instructivo de la SRT los pasos para que el letrado
pueda adherirse al sistema de eservicios. Es muy importante hacerlo, si se
elige la vía del trámite administrativo, ya que no permiten el inicio del
procedimiento al letrado que no lo haya efectuado.

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Una vez efectuado lo precedente, las novedades serán informadas por el
sistema, como así también se encontrarán cargados todos los expedientes
de los trámites asignados al letrado.

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4. Divergencia en la determinación de la incapacidad y rechazo de la
contingencia. Documentación a presentar. Personas legitimadas -

Hemos analizado la competencia y el patrocinio letrado obligatorio para


poder iniciar los trámites ante las Comisiones Médicas de la SRT. Ahora
analizaremos los procedimientos establecidos por la ley 27.348 y la
resolución 298/17 SRT.

En este apartado se verán las diferencias entre el inicio del reclamo por
Divergencia en la Determinación de la Incapacidad y Rechazo de la
Contingencia.

4.1. Divergencia en la determinación de la incapacidad

La ley 27.348 establece, como se ha transcripto anteriormente, una


“...instancia administrativa previa, de carácter obligatorio y excluyente de
toda otra intervención, para que el trabajador afectado, contando con el
debido patrocinio letrado, solicite la determinación del carácter
profesional de su enfermedad o contingencia...”.

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Como se ha mencionado en los capítulos anteriores, la resolución 298/17
SRT ha efectuado una interpretación de la ley 27.348, donde, en líneas
generales, el trabajador dispone de menos herramientas que la ART y
siempre se le da prioridad a la aseguradora para los trámites establecidos
por la misma.

El art. 3º de la resolución 298/17 establece:

“Requisitos para el inicio del trámite de Divergencia en la Determinación


de la Incapacidad por parte del damnificado. Si pasados los veinte (20)
días contados desde el día siguiente al del cese de la Incapacidad Laboral
Temporaria (I.L.T.), la Aseguradora de Riesgos del Trabajo o el
Empleador Autoasegurado no hubiere iniciado el trámite de
determinación de incapacidad, el trabajador podrá instar el trámite por
divergencia en la determinación de la incapacidad, personalmente a través
de la Mesa de Entradas de la Comisión Médica correspondiente o a través
de correo postal...”.

De la mera transcripción del mismo, se desprende que la ART o empleador


autoasegurado tienen prioridad para solicitar la determinación de
incapacidad. Cabe poner de resalto que, con anterioridad a la entrada en
vigencia de la presente resolución, la ART no podía solicitar la
determinación de incapacidad a la SRT. No sólo le otorga esta facultad,
sino que le otorga a la ART la prioridad, en desmedro del trabajador o sus
derechohabientes.

Luego de haber transcurrido 20 días hábiles desde el alta, si la ART no lo


ha solicitado, el trabajador o sus derechohabientes pueden iniciar el
reclamo ante la Comisión Médica para que establezcan su incapacidad. A
tal fin, el trabajador, sus derechohabientes o su apoderado deben concurrir
a la Comisión Médica con la constancia del alta o cese de tratamiento para
poder iniciar el procedimiento traído a estudio.

Se introduce con la resolución 298/17 SRT la posibilidad del reclamo por


parte de los derechohabientes y también la figura del apoderado, quienes
57
pueden iniciar el trámite por Divergencia en la Determinación de la
Incapacidad, como así también por rechazo. La carta poder puede
otorgarla el trabajador a cualquier persona o al abogado que lo representa.
Para ello, debe concurrir con quien sea designado a una Comisión Médica
de la SRT a los fines de otorgar la carta poder, destacando que para este
trámite no se exigen requisitos en cuanto a su competencia. Puede hacerlo
en una Comisión Médica a elección.

Se efectúa con el siguiente formulario:

58
Una vez recepcionado por la SRT, se incorpora a su sistema y se le entrega
al trabajador y a su apoderado una de las copias con el sello
correspondiente. De esta forma, el apoderado podrá realizar la totalidad
de los trámites en la comisión médica a nombre de su representado.

4.2. Inicio del trámite. Documentación

59
Para poder iniciar el trámite de Divergencia en la Determinación de la
incapacidad, el trabajador, sus derechohabientes o su apoderado deben
acompañar a la presentación ante la Comisión Médica correspondiente la
siguiente documentación:

- DNI

- Constancia de alta o cese de incapacidad

- Patrocinio letrado (debe estar acompañado de un letrado)

En el caso de iniciarlo un apoderado, deberá acompañar el poder realizado


ante la SRT y una fotocopia del DNI del trabajador. Una vez que el
trabajador o apoderado inicie el trámite ante la Comisión Médica, se le
recibirá la documentación correspondiente al alta o cese del tratamiento,
la cual deberá ser acompañada en original o fotocopia legible. Es muy
importante que se pueda leer con claridad el Alta o Cese ya que la SRT no
acepta la documentación poco legible y le solicita al trabajador que
requiera una nueva copia a la ART tratante para poder presentarla. En caso
de no contar con el formulario de alta o cese de tratamiento, puede
requerirse la misma a la ART.

En muchas oportunidades la ART demora el envío o no lo cumple,


debiendo el trabajador hacer el reclamo ante la Comisión Médica de su
competencia, la cual generará el reclamo pertinente para poder obtener la
documentación indicada.

4.3. Prueba

El trabajador podrá ofrecer prueba hasta el momento de la audiencia


médica, la cual será evaluada por la Comisión Médica, a los fines de
aceptar o rechazar total o parcialmente la misma. Puede ofrecerse: prueba
documental, informativa, pericial y testimonial.
60
El art. 7º de la resolución 298/17 SRT reza:

“...Prueba. Las partes ofrecerán la prueba de la que intenten valerse en su


primera presentación o hasta el momento de la audiencia médica. Podrá
rechazarse la prueba ofrecida que se considere manifiestamente
improcedente, superflua o meramente dilatoria. En las resoluciones no se
tendrá el deber de expresar la valoración de toda la prueba producida, sino
únicamente de las que fueren esenciales y decisivas para la resolución. La
Comisión Médica, de oficio, podrá disponer la producción de prueba
respecto de los hechos invocados y que fueren conducentes para resolver.
Las partes podrán designar peritos médicos de parte para participar en la
audiencia. Los honorarios que éstos irroguen estarán a cargo de los
proponentes. Estos profesionales tendrán derecho a ser oídos por la
Comisión Médica, presentar los estudios y diagnósticos realizados a su
costa, antecedentes e informes; una síntesis de sus dichos será volcada en
las actas que se labren, las que deberán ser suscriptas por ellos, haciéndose
responsables de sus dichos y opiniones, pero no podrán plantear
incidencias en la tramitación de los expedientes. Las Comisiones Médicas
podrán indicar la realización de estudios complementarios y/o peritaje de
expertos, cuando los antecedentes no fueran suficientes para emitir
resolución. Se establece que serán a cargo de las Aseguradoras, aquellas
que no se hubieren realizado con la debida diligencia. Caso contrario, se
financiarán conforme a lo establecido en el art. 15 de la ley 26.425.
Cuando las Comisiones Médicas lo consideren necesario para resolver el
conflicto planteado, podrán solicitar la asistencia de servicios
profesionales o de Organismos técnicos para que se expidan sobre áreas
ajenas a su competencia profesional. Las facultades establecidas en el
presente artículo serán ejercidas conforme a las disposiciones que
establezca la S.R.T. El trabajador estará obligado a someterse a los
exámenes médicos que indique la Comisión Médica. En caso de que aquél
dificultare la revisación o la realización de estudios complementarios, la
Comisión Médica dictaminará conforme a los antecedentes que tuviere en
su poder...”.

En atención a la prueba documental, se pueden aportar los estudios


médicos efectuados en forma privada por el trabajador e incluso informes
médicos efectuados por un perito de parte. Esto puede ofrecerse, como lo
señala la resolución, desde la primera presentación hasta la audiencia
61
médica inclusive. Dicha presentación debe realizarse a través de la
ventanilla electrónica, debiendo ser escaneados los documentos en PDF.
En el caso de hacerlo en la primera presentación o en la audiencia médica,
se acompaña en formato papel y es escaneado por la SRT.

La Comisión Médica sólo acepta en formato papel la presentación inicial,


los estudios particulares u otra documentación en la audiencia médica y el
recurso ante la Comisión Médica Central o la justicia laboral ordinaria,
esta última en el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dado que
en provincia de Buenos Aires se ha modificado el procedimiento
conforme a la ley 15.057 provincial.

Los estudios o informes se escanean en la Comisión Médica y se


incorporan al expediente digital, devolviendo al trabajador sus originales.
La propia Comisión Médica puede indicar algún/ os estudios previos a la
audiencia médica. Lo cierto es que, en la práctica, rara vez la Comisión
Médica provee la prueba ofrecida por la parte. Acepta la prueba
documental y requiere en algunos casos copia de los estudios médicos y/o
historia clínica, pero carece de las facultades del Poder Judicial para
ordenar oficios, motivo por el cual muchas veces el organismo que lo
recibe o al que se intenta diligenciar la medida no emite responde.

Previo a la audiencia médica, la SRT puede requerirle al trabajador que se


efectúe estudios médicos que considere pertinentes, los cuales serán
notificados al letrado a su ventanilla electrónica, o se le entregarán
personalmente al trabajador el día de la audiencia médica, indicando día,
horario e institución que lo efectuará, siendo el mismo sin cargo.

Así lo refiere el art. 17 del Anexo I, resolución 179/15:

“Estudios y/o interconsultas con especialistas. Las Comisiones Médicas


podrán indicar la realización de estudios complementarios, peritaje de
expertos y cualquier otra diligencia necesaria, cuando los antecedentes no
fueran suficientes para emitir resolución. Los estudios estarán a cargo de
la A.R.T./ E.A., en aquellos casos en los que no hubiesen sido efectuados,
resultaren insuficientes o no estuvieren actualizados. En caso contrario, se
financiarán conforme a lo establecido en el art. 15 de la ley 26.425.
62
Cuando las Comisiones Médicas lo consideren necesario para resolver el
conflicto planteado, podrán solicitar la asistencia de servicios
profesionales o de organismos técnicos para que se expidan sobre áreas
ajenas a su competencia profesional. Si el damnificado solicitara nueva
fecha para un estudio o práctica clínica por causa justificada, se concertará
nueva fecha comunicando a las partes en forma fehaciente. Si el
damnificado no se sometiera o no efectuara las evaluaciones
complementarias previamente solicitadas, por causa injustificada, se
procederá al estudio de las actuaciones con los informes que figuren en
éstas y se emitirá dictamen. De no ser suficiente la documentación médica
obrante en el expediente, se procederá a la caducidad del trámite,
notificando de ello a todas las partes...”.

Así también, el letrado interviniente puede controlar a lo largo del proceso


la documental y estudios médicos aportados por la ART, a través de e-
servicios de la SRT por la página de AFIP. Se accede a través de la
siguiente pantalla, y se puede descargar la totalidad de lo actuado.

63
4.4. Citación

Con posterioridad a lo expuesto, el trabajador será citado a la Audiencia


Médica mediante una notificación a través de la ventanilla electrónica de
su letrado.

En el caso de que la ART hubiera iniciado el trámite de divergencia


anterior, la SRT notificará a la empresa aseguradora de riesgos de trabajo
la fecha de la audiencia y esta última deberá notificar al trabajador o a sus
derechohabientes.

En el art. 13 del Anexo I de la resolución 179/15 SRT se establece:

64
“...Citación. La Comisión Médica podrá convocar a las partes para la
realización de una audiencia. Para ello, determinará una fecha para su
celebración, la que será informada a la A.R.T./E.A. por Ventanilla
Electrónica. La A.R.T./E.A. deberá notificar fehacientemente al
trabajador, sus derechohabientes y su representante, la fecha asignada para
la celebración de la audiencia, dentro de los tres (3) días contados desde
la fecha en que fuera informada por la S.R.T. La A.R.T./E.A. deberá
realizar, como mínimo, dos (2) intentos de notificación fehaciente al
último domicilio denunciado en las actuaciones y al momento de la
audiencia deberá acompañar el/los correspondiente/s acuse/s de recibo,
el/los que será/n incorporado/s a las actuaciones. Cuando el trámite fuere
iniciado por el trabajador en la Mesa de Entradas de la Comisión Médica,
ésta procederá a notificar en el acto la fecha de audiencia asignada. En
aquellos casos en los que, antes de la celebración de la audiencia asignada,
el damnificado, su derechohabiente o su apoderado solicitará por escrito
una nueva fecha de audiencia, se procederá a asignarla y comunicarla
según se detalla en el presente punto. Cuando el trámite fuera iniciado por
un empleador no asegurado, la Comisión Médica procederá a informarle
la fecha de audiencia asignada a fin de permitir el cumplimiento de las
obligaciones que se desprenden del art. 11 de la presente resolución...”.

Si bien del texto de la resolución transcripta surge que en el caso que sea
el trabajador quien inicia el reclamo por Divergencia en la Determinación
de Incapacidad, se le informará en el momento la fecha de la audiencia
médica, ello no sucede en la práctica, sino que se informa posteriormente
por ventanilla electrónica y se encuentra sufriendo en la actualidad una
demora de entre dos y tres meses dependiendo de la Comisión Médica.

4.5. Audiencia médica

Iniciado el trámite, la Comisión Médica debe citar al trabajador a una


audiencia a los fines de examinar al trabajador. Así lo dispone el art. 6º de
la resolución 298/17:

“Art. 6º. Audiencia y examen médico. Recibida la solicitud de


intervención y cumplidos los requisitos de inicio dispuestos en los
artículos precedentes, las partes serán convocadas a una audiencia en la

65
sede de la Comisión Médica para el examen médico (…). En tal
oportunidad, se notificará a las partes y a los letrados intervinientes...”.

Una vez que se fija la audiencia señalada, el trabajador debe concurrir a la


misma con patrocinio letrado obligatorio, y pueden las partes, como se
mencionó anteriormente, designar asesor médico, el que podrá estar
presente al momento de la revisación del trabajador. Es frecuente que no
pueda presenciar la revisión clínica el letrado, quien debe salir al momento
en que se efectúan los controles médicos, a nuestro criterio contraviniendo
lo que establece el art. 14 del Anexo I de la resolución 179/15 SRT. El
mismo se refiere de la siguiente forma:

Art. 14 del Anexo I de la resolución 179/15 SRT ―Manual de


Procedimientos para los trámites laborales en los que deban intervenir las
Comisiones Médicas y la Comisión Médica Central―:

“...Audiencia. Citadas las partes, se celebrará una audiencia en la que el


profesional médico asignado procederá a la realización de un examen
médico tendiente a resolver la/s controversia/s planteada/s. Todos los
concurrentes a la audiencia deberán ser identificados por la Comisión
Médica, mediante exhibición de los documentos correspondientes. Los
médicos que intervengan en representación de la A.R.T./E.A. deberán
acreditar la calidad invocada mediante autorización otorgada por el
representante del área médica de la A.R.T./E.A. En cualquier momento,
las partes podrán suspender el procedimiento si la Aseguradora, el
Empleador Autoasegurado o el Empleador no asegurado se allanare a lo
pretendido por el reclamante. En oportunidad de la audiencia se procederá
a notificar fehacientemente al trabajador damnificado de las pautas de
procedimiento fundamentales, a fin de que cuente con la información
necesaria para ejercer sus derechos y cumplir las obligaciones relativas al
trámite ante las Comisiones Médicas. Deberán concurrir a la Audiencia:
El Médico autorizado por el Área Médica de la ART/EA, del Empleador
no asegurado o del Empleador asegurado, si interviniera en las
actuaciones. El damnificado, quien podrá estar acompañado de su
representante y un médico. Las partes podrán aportar estudios particulares
y/o complementarios. En oportunidad de la celebración de la audiencia el
médico interviniente informará a las partes que, cuando el dictamen a
emitirse alcance estado firme, la Comisión Médica procederá a devolver
los estudios médicos adicionales a quien los hubiera aportado. De todo lo
66
actuado en la audiencia se dejará constancia en un acta que se incorporará
a las actuaciones, la que deberá estar suscripta por los presentes durante
toda la audiencia. En los casos en los que las partes presentes y/o los
miembros de la Comisión formularan objeciones, se dejará constancia de
sus dichos en el acta, siendo suscripta por el objetante. De plantearse,
deberá quedar constancia de la negativa a firmar por cualquiera de las
partes o la firma en disconformidad, circunstancias que no impedirán la
prosecución del trámite. Del acta de audiencia se dará una copia a todas
las partes intervinientes. En aquellos casos en los que el damnificado
dificulte el examen, se continuará la tramitación de las actuaciones con la
información existente en el expediente. Tiempo de espera/tolerancia. De
no presentarse el trabajador a la audiencia médica convocada en el horario
asignado, se lo considerará ausente y se procederá de acuerdo al punto 17
del presente anexo. Lo dicho no será aplicable cuando la demora tuviera
fundamento en circunstancias excepcionales ajenas a la voluntad del
trabajador y que dificultaren su traslado hasta la Comisión Médica...”.

Posteriormente, se labra un acta indicando quiénes estuvieron presentes al


momento de la audiencia, debiendo la totalidad de los mismos suscribirla.
Se entrega una copia a cada parte, luego de ser escaneada por la Comisión
Médica, siendo incorporada de esta forma al expediente digital, que podrá
ser verificado por el letrado mediante el sistema de ventanilla electrónica.

4.6. Audiencia a domicilio

El art. 17 in fine del mencionado manual creado mediante la resolución


179/15 establece como situación excepcional la audiencia médica a
domicilio. El mismo expresa:

“...Cuando en casos excepcionales y debidamente justificados y/o en


aquellos otros en que la Comisión se constituya en el domicilio o en el
lugar de internación del Damnificado, la revisación médica podrá ser
delegada en uno de los miembros de la C.M. actuante. Si el examen físico
a domicilio fuera necesario durante la intervención de la Comisión Médica
Central, un médico de dicha Comisión designará el profesional actuante.
Del acto de delegación se dejará constancia en el expediente...”.

67
Resulta admitida, en un supuesto de excepción, cuando por cuestiones
médicas justificadas el trabajador se encuentre en un estado de salud que
no le permita trasladarse.

4.7. Incomparecencia de las partes. Plazo para requerir nueva audiencia.


Segunda audiencia. Caducidad. Archivo de actuaciones

En caso de que el trabajador no pueda concurrir a la audiencia designada


o lo haga fuera de plazo ―la tolerancia actual es de diez minutos―, podrá
justificar su inasistencia dentro de los quince días corridos. Así lo dispone
el art. 34, resolución 298/17 SRT:

“...Procedimiento para el caso de incomparecencia de las partes. A) La


incomparecencia personal del trabajador o sus derechohabientes al
examen médico o a la audiencia de acuerdo, podrá ser justificada ante los
casos de imposibilidad de hecho o fuerza mayor, debidamente
acreditados. Dicha situación, podrá justificarse por el trabajador o
derechohabientes o su letrado, desde la citación a la audiencia hasta el
momento de la celebración de la misma. Si la incomparecencia no fuera
debidamente justificada, se notificará al trabajador para que dentro de los
quince (15) días corridos inste la continuidad del trámite, bajo
apercibimiento del archivo de las actuaciones. b) Ante la incomparecencia
de la Aseguradora de Riesgos del Trabajo, el empleador autoasegurado o
el empleador no asegurado al examen médico, el médico interviniente
procederá a revisar al damnificado y labrará el acta correspondiente, en la
que se dejarán asentados los datos de la parte concurrente, y se continuará
con el trámite. Ante la incomparecencia a la audiencia de acuerdo prevista
en el Capítulo II, Punto I del presente Título, el agente del Servicio de
Homologación de la Comisión Médica labrará el acta correspondiente y
se remitirán las actuaciones al Titular del Servicio de Homologación a fin
de que emita el acto de clausura correspondiente, el cual se notificará a las
partes, dejando expresa constancia de que el trabajador o sus
derechohabientes tiene expedita la vía recursiva prevista en el art. 2º de la
Ley Complementaria de la Ley sobre Riesgos del Trabajo. Ante la
incomparecencia a la audiencia de acuerdo prevista en el Capítulo II,
Punto II del presente Título, el agente del Servicio de Homologación
interviniente expedirá la respectiva constancia de conclusión del trámite
sin acuerdo homologado y se dará inicio al trámite de determinación de
incapacidad previsto en Punto I del citado Capítulo. La incomparecencia
68
de la Aseguradora de Riesgos del Trabajo, el empleador autoasegurado o
el empleador no asegurado configurará falta muy grave, de conformidad
con las previsiones del régimen aprobado por la resolución S.R.T. nº 613
de fecha 1º de noviembre de 2016, o la que en el futuro la reemplace...”.

Dicha presentación debe efectuarse a través de la ventanilla electrónica


del letrado interviniente, donde se brinden las explicaciones del motivo de
la incomparecencia, solicitando una nueva, dando impulso de esta forma
a las actuaciones. Ante la incomparecencia a la Audiencia Médica y/o la
Audiencia de Acuerdo, y una vez justificada la misma en el plazo legal,
se fijará una segunda audiencia. En el caso de incomparecencia de la ART/
EA a la Audiencia Médica, el inc. b) del articulado transcripto establece
que se efectuará la revisación médica del trabajador aun sin la presencia
mencionada, avanzando con el procedimiento de mención.

En el caso de que la incomparecencia por parte de la ART/ EA fuera a la


Audiencia de Acuerdo, “...el agente del Servicio de Homologación de la
Comisión Médica labrará el acta correspondiente y se remitirán las
actuaciones al Titular del Servicio de Homologación a fin de que emita el
acto de clausura correspondiente, el cual se notificará a las partes, dejando
expresa constancia de que el trabajador o sus derechohabientes tiene
expedita la vía recursiva prevista en el art. 2º de la Ley Complementaria
de la Ley sobre Riesgos del Trabajo...”, dando de esta forma fin al
procedimiento administrativo y habilitando la vía recursiva.

4.8. Incomparecencia a la segunda audiencia

En el caso de incomparecencia a la segunda audiencia médica, el agente


dispone el cierre de las actuaciones, sin haber agotado la instancia
administrativa establecida por el art. 1º de la ley 27.348, debiendo el
trabajador instar el procedimiento nuevamente dentro de los 15 días
corridos. Caso contrario, y una vez vencido el plazo, deberá iniciar
nuevamente el trámite ante la Comisión Médica correspondiente.

En caso de que la segunda incomparecencia se produjere a la audiencia de


acuerdo, el “...agente del Servicio de Homologación interviniente
expedirá la respectiva constancia de conclusión del trámite sin acuerdo
69
homologado y se dará inicio al trámite de determinación de
incapacidad...”, reiniciando nuevamente el trámite. Así lo dispone el art.
35 de la resolución 298/17:

“...Segunda Audiencia. Ante la segunda incomparecencia del trabajador


al examen médico o a la audiencia de acuerdo, el agente interviniente
dispondrá el cierre de las actuaciones, dejando expresa constancia que no
se ha agotado la instancia administrativa dispuesta en el art. 1º de la Ley
Complementaria de la Ley sobre Riesgos del Trabajo y notificará a las
partes lo allí resuelto, bajo apercibimiento de que en caso de no instar la
continuidad del trámite en el plazo de quince (15) días corridos, deberá
solicitar la apertura de un nuevo trámite. Ante la incomparecencia
injustificada del trabajador a las audiencias previstas en el Capítulo II,
Punto II del presente Título, el agente del Servicio de Homologación
interviniente expedirá la respectiva constancia de conclusión del trámite
sin acuerdo homologado y se dará inicio al trámite de determinación de
incapacidad previsto en Punto I de citado Capítulo”.

Resulta llamativo lo establecido por la SRT ante la incomparecencia a la


segunda audiencia de acuerdo, toda vez que es entendible que se cierre la
instancia administrativa sin haber agotado la misma en los términos del
art. 1º de la ley 27.348 y que la misma tenga que reiniciarse cuando el
trabajador no concurre a efectuarse un estudio médico, pero no se
comprende que una vez revisado el trabajador, con Dictamen Médico
emitido, por el solo hecho de no concurrir a una audiencia para prestar
conformidad o rechazar el porcentaje de incapacidad establecido, tenga
que reiniciar la totalidad del trámite administrativo.

Distintos eran los plazos establecidos anteriormente a la resolución


298/17, los cuales se regían por la resolución 175/17, donde se otorgaba
mayor plazo para impulsar las actuaciones y evitar el archivo y/o
caducidad de las mismas. Así disponía el art. 18 del Anexo I, resolución
179/15:

“...Incomparecencia de las partes. El trabajador que no se hubiera


presentado a la audiencia, podrá justificar su inasistencia dentro del plazo
de diez (10) días contados a partir del día siguiente a la fecha en que debió
celebrarse la misma. En dicha oportunidad deberá manifestar su intención
70
de continuar con el trámite y solicitar la determinación de una nueva fecha
para la celebración de la audiencia. Transcurrido dicho plazo sin haber
justificado la ausencia, se declarará la Caducidad y el Archivo de las
actuaciones. No obstante, el trabajador podrá reactivar el trámite durante
el plazo de noventa (90) días corridos contados desde la declaración de
Caducidad y Archivo de las actuaciones. Dicho plazo será perentorio, por
lo que vencido el mismo, deberá solicitar la apertura de un nuevo trámite.
Ante la incomparecencia injustificada del trabajador, su derechohabiente
o su apoderado cuando el trámite hubiera sido iniciado por la A.R.T./E.A.,
la Comisión Médica deberá resolver con las constancias obrantes en el
expediente, siempre que sea médicamente posible. En caso contrario,
deberá procederse al cierre de las actuaciones. La incomparecencia de la
A.R.T., el Empleador Autoasegurado o Empleador no asegurado, sea ésta
quien haya iniciado el trámite o la contraparte, en cualquiera de las
instancias de las citaciones fehacientemente notificadas, no será causal
para volver a citar al trabajador, y se continuará con el trámite, basándose
en la información existente en los actuados...”.

4.9. Alegato. Dictamen médico

Una vez finalizada la audiencia médica, las partes tendrán la posibilidad


de alegar por un plazo de cinco días hábiles. Se dará vista por tres días y
tendrán en total cinco días (incluyendo los de la vista) para alegar. El
mismo no es obligatorio, quedando a criterio de las partes su presentación.
Ello se encuentra regulado por el art. 8º de la resolución 298/17:

“...Alegato. De haber prueba ofrecida por las partes o medidas para mejor
proveer dispuestas por la Comisión Médica, concluida la etapa probatoria,
se dará vista de las actuaciones por tres (3) días a fin de que las partes que
lo creyeren conveniente aleguen sobre la prueba producida, en un plazo
máximo total de cinco (5) días, incluidos los días para tomar vista...”.

71
Una vez vencido el plazo, la Comisión Médica deberá emitir el Dictamen
Médico donde establecerá si el actor posee incapacidad y, en su caso, el
porcentaje que determine. El Dictamen Médico contendrá un resumen de
los hechos, el tratamiento brindado por la ART, los estudios médicos
efectuados, la audiencia médica y la conclusión a la que se ha arribado,
determinando si hay incapacidad y en su caso el porcentaje dispuesto. Si
la Comisión Médica resuelve no otorgar incapacidad al trabajador se
establecerá claramente la leyenda “Sin Incapacidad”.

Acompañamos un modelo de dictamen médico a los fines de la práctica


procesal:

72
73
74
4.10. Notificación del Dictamen Médico. Planteos de rectificación por
errores materiales o formales. Recurso de Revocación.

El art. 10 de la resolución 298/17 establece que se notificará el Dictamen


de la Comisión Médica a las partes, pudiendo las mismas, en un plazo
máximo de tres días, solicitar por escrito en sede de la Comisión Médica
o mediante ventanilla electrónica “... la rectificación de errores materiales
o formales, siempre que la enmienda no altere lo sustancial del mismo...”.

75
Asimismo, también se podrá plantear la “...revocación cuando pudiere
existir contradicción entre su fundamentación y la conclusión u omisión
sobre alguna de las peticiones o cuestiones planteadas, que alteren lo
sustancial del dictamen...”.

Señala el art. 10 de la resolución 298/17:

“...Notificación del dictamen de la Comisión Médica. En aquellos casos


en los cuales el dictamen médico determine un porcentaje de incapacidad
laboral permanente definitiva o el fallecimiento por causas laborales, se
notificará en un plazo máximo de tres (3) días a las partes y al empleador.
Dentro de los tres (3) días contados desde la notificación del dictamen
médico, las partes podrán solicitar por escrito en sede de la Comisión
Médica o mediante Ventanilla Electrónica, la rectificación de errores
materiales o formales, siempre que la enmienda no altere lo sustancial del
mismo, o la revocación cuando pudiere existir contradicción entre su
fundamentación y la conclusión u omisión sobre alguna de las peticiones
o cuestiones planteadas, que alteren lo sustancial del dictamen. Las
actuaciones serán remitidas al médico interviniente a fin de que, dentro
del plazo de cinco (5) días, se expida al respecto. Resuelta las peticiones
planteadas o vencido el plazo para articularlas, se citará a las partes a una
audiencia de acuerdo a celebrarse ante el Servicio de Homologación,
indicándose la fecha y hora de celebración, con una antelación mínima de
tres (3) días a la fecha fijada para la audiencia. Emitido el Dictamen, la
Comisión Médica debe notificar a las partes mediante ventanilla
electrónica del letrado (e-servicios) remitiendo las mismas al Servicio de
homologación de la SRT”.

Nótese que el articulado transcripto señala, por un lado, un planteo para


rectificar errores materiales o formales, tendientes a subsanar el Dictamen
Médico. Y, por el otro, nos habla de revocación del mismo en caso de
existir contradicción entre su fundamentación y la conclusión u omisión
sobre alguna de las peticiones o cuestiones planteadas, que alteren lo
sustancial del dictamen. En este último supuesto, debe revocarse el
dictamen y efectuar uno nuevo.

4.11. Recurso de rectificación por errores materiales o formales

76
Si bien en la resolución 298/17 sólo se menciona “planteo de
rectificación”, no haciendo alusión a la figura del recurso en forma
específica, debe ponerse de resalto que la resolución 179/15, Anexo I, art.
22, establece:

“...Recursos: Los dictámenes emitidos por la Comisión Médica serán


susceptibles de los siguientes recursos: a) Aclaratoria. Dentro de los tres
(3) días contados desde la notificación del dictamen podrá pedirse
aclaratoria de la resolución de la Comisión Médica Jurisdiccional o de la
Comisión Médica Central cuando pudiera existir contradicción en su parte
dispositiva, o entre su motivación y la parte dispositiva u omisión sobre
alguna de las peticiones o cuestiones planteadas, siempre que la enmienda
no altere lo sustancial del acto o decisión. La aclaratoria deberá resolverse
dentro del plazo de Cinco (5) días. La interposición de la aclaratoria
interrumpe el plazo de apelación, el cual se computará a partir de la
notificación de la resolución del recurso de aclaratoria.

B) Rectificatoria: Dentro del plazo de Tres (3) días contados a partir de la


notificación del dictamen las partes podrán solicitar a la Comisión Médica
la rectificación de errores materiales o formales, siempre que la enmienda
no altere lo sustancial del acto o decisión. La rectificatoria deberá
resolverse dentro del plazo de cinco (5) días. La interposición del recurso
interrumpe el plazo de apelación, el cual se computará a partir de la
notificación de la resolución del recurso planteado. A su vez, la Comisión
Médica podrá rectificar de oficio los errores materiales o formales de los
que adolezca el instrumento, hasta que las actuaciones queden firmes...”.

Al no haber sido derogada la resolución 179/15, se entiende en plena


vigencia la relación en los casos de mención. La norma claramente señala
que deben tratarse de meros errores formales o materiales que no alteren
lo sustancial del dictamen. En ese caso deben remitirse al médico
interviniente a fin de que, en el plazo cinco días hábiles, rectifique las
mismas y se vuelva a notificar a las partes el dictamen con sus
correcciones.

4.12. Recurso de revocación


77
En el caso de existir contradicción entre su fundamentación y la
conclusión u omisión sobre alguna de las peticiones o cuestiones
planteadas, que alteren lo sustancial del dictamen, se podrá plantear la
revocación del mismo debiendo el médico interviniente emitir un nuevo
dictamen. En este supuesto, nos encontramos con contradicciones que no
permitan subsanar el dictamen dada la naturaleza de las mismas. El plazo
para emitir el nuevo dictamen por parte del médico interviniente es de
cinco días hábiles, debiendo luego notificar a las partes, para remitir
posteriormente el expediente al Servicio de Homologación.

4.13. Servicio de homologación. Incapacidad. Prestaciones dinerarias.


Audiencia

En caso de que el dictamen médico establezca que el trabajador no padece


incapacidad como consecuencia del infortunio laboral, el Servicio de
Homologación emitirá la resolución mediante la cual homologa lo
establecido por el dictamen, acto que será notificado por ventanilla
electrónica. A partir de allí comenzará a regir el plazo para presentar el
recurso ante la justicia laboral ordinaria o la Comisión Médica Central, lo
que se analizará en los capítulos posteriores.

En el caso de que la Comisión Médica establezca un grado de incapacidad,


se fijará audiencia ante el Servicio de Homologación, a la que deberán
concurrir las partes con sus letrados, donde se fijará la prestación dineraria
correspondiente, ofrecimiento que puede ser aceptado o rechazado por el
trabajador.

En caso de aceptarlo, el trabajador deberá llevar una constancia de CBU


del banco donde tenga cuenta, a fin de que se le transfiera la suma
correspondiente por la prestación. Señala el art. 10 de la resolución
298/17:

“...se citará a las partes a una audiencia de acuerdo a celebrarse ante el


Servicio de Homologación, indicándose la fecha y hora de celebración,

78
con una antelación mínima de tres (3) días a la fecha fijada para la
audiencia...”.

4.14. Audiencia ante el Servicio de Homologación. Liquidación dineraria

Como fuera señalado en apartado anterior, en caso de que se hubiera


establecido una incapacidad por parte de la Comisión Médica, se fijará
una audiencia a la que deben concurrir las partes. El trabajador deberá
hacerlo con patrocinio letrado obligatorio, y en la misma se procederá a la
liquidación dineraria relacionada con la incapacidad establecida. Así lo
establece el art. 12 de la resolución 298/17 SRT:

“...Audiencia. La audiencia será presidida por un agente del Servicio de


Homologación de la Comisión Médica, quien informará a las partes la
liquidación de la prestación dineraria y explicará los alcances y efectos de
la conformidad o disconformidad respecto del acuerdo; y, en su caso, el
ejercicio de la opción prevista en el art. 4º de la ley 26.773. Para la
celebración de la audiencia es obligatoria la presencia del damnificado o
sus derechohabientes, según corresponda, y sus asesores letrados y de la
Aseguradora de Riesgos del Trabajo, el empleador autoasegurado o el
empleador no asegurado. Todos los concurrentes, deberán ser
identificados mediante la presentación de los documentos
correspondientes: a) El damnificado y sus derechohabientes deberán
presentar D.N.I. y la documentación que acredite su calidad de tal. b) Los
asesores letrados deberán exhibir la matrícula correspondiente. c) Los
representantes de la ART, el ENA o el EA deberán acompañar el
instrumento que acredite el carácter de representante o apoderado. d) El
empleador deberá acompañar la documentación que lo acredite como tal,
en caso de corresponder. Las partes concurrentes podrán solicitar la
suspensión de la audiencia, y en caso de que el agente interviniente dé
lugar al requerimiento, en el mismo acto deberá notificar la fecha y hora
en la que se reanudará. El agente del Servicio de Homologación de la
Comisión Médica, estará autorizado para solicitar a las partes interesadas
todos aquellos documentos e instrumentos que considere pertinentes, así
como para realizar todas las diligencias que resulten necesarias para el
desarrollo de sus funciones, pudiendo para ello, fijar fecha para una nueva
audiencia...”.

79
En caso de aceptar el ofrecimiento por parte del trabajador o sus
derechohabientes, el acuerdo deberá ser homologado dentro de los cincos
días hábiles por el Servicio de Homologación y luego la ART liquidará la
suma, mediante transferencia bancaria, dentro de los siguientes cinco días
hábiles de notificada de la resolución de homologación.

4.15. Acuerdo

Para el caso de aceptar el trabajador la propuesta efectuada por la ART,


correspondiente a la liquidación de la incapacidad, se suscribirá un acta
manifestando dicha aceptación. La ART no podrá ofrecer, a los fines de
llegar a un acuerdo, un monto menor a la liquidación dineraria establecida
por la SRT. Pero sí puede, voluntariamente, elevar dicho monto y ofrecer
una suma mayor para arribar a un acuerdo, siendo avalado por el Servicio
de Homologación de la SRT.

El cálculo de la prestación dineraria se efectuará conforme a la fórmula


establecida en la ley 24.557, y el monto será actualizado mediante la
aplicación del índice RIPTE. El art. 13 de la resolución 298/17 SRT reza:

“Acuerdo. Si las partes arribaran a un acuerdo y prestaran su conformidad


con lo actuado, el agente del servicio constatará la libre emisión del
consentimiento del trabajador o derechohabientes y su discernimiento
sobre los alcances del acuerdo. En el mismo acto, se suscribirá un acta
dejando expresa constancia de ello y del ejercicio de la opción prevista en
el art. 4º de la ley 26.773. El agente designado a tal efecto, emitirá opinión
acerca de la legalidad del procedimiento y la pertinencia del dictado del
acto homologatorio del acuerdo. Finalmente, se remitirán las actuaciones
al Titular del Servicio de Homologación de la Comisión Médica, para que
dentro de los cinco (5) días emita el correspondiente acto de
homologación, con los alcances previstos en el art. 15 de la ley 20.744
(t.o. 1976), dejando expresa constancia del porcentaje de incapacidad
determinado en el dictamen médico. A partir de la notificación del acto de
homologación, la Aseguradora de Riesgos del Trabajo, el empleador
autoasegurado o el empleador no asegurado, deberá poner a disposición
del damnificado el importe de la indemnización en la cuenta bancaria
oportunamente declarada, dentro del plazo de cinco (5) días, de
conformidad con lo establecido en el art. 4º del Anexo I de la Ley
80
Complementaria de la Ley sobre Riesgos del Trabajo (…). Los actos de
homologación asumirán autoridad de cosa juzgada administrativa, de
conformidad con lo previsto en el art. 4º del Anexo I de la Ley
Complementaria de la Ley sobre Riesgos del Trabajo y las incapacidades
allí consignadas deberán ser incorporadas a los registros de la S.R.T ”.

La liquidación o pago al trabajador o sus derechohabientes deberá ser


efectuado por la ART dentro de los cinco (5) días hábiles de notificada la
homologación.

Tal como se colige de la última parte del articulado, los actos de


homologación asumirán autoridad de cosa juzgada administrativa,
cerrando de esta forma la posibilidad de ulteriores reclamos.

4.16. Honorarios

En el supuesto de reconocimiento de honorarios del letrado del trabajador


o sus derechohabientes, los mismos deben ser abonados por la ART, y el
monto en la actualidad es del 10% del capital del acuerdo. El art. 37 de la
resolución 298/17 SRT textualmente cita:

“De los honorarios de los letrados. La actividad profesional desarrollada


por los abogados que patrocinen al trabajador o sus derechohabientes en
los procedimientos establecidos en la Ley Complementaria de la Ley
sobre Riesgos del Trabajo que tramiten ante las Comisiones Médicas o el
Servicio de Homologación creado en el ámbito de las Comisiones
Médicas Jurisdiccionales, conforme lo reglado en la presente resolución,
devengará honorarios a cargo de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo
o Empleadores Autoasegurados, sólo en el caso de que el damnificado
concurra al proceso con su letrado patrocinante particular; por el contrario,
no devengará honorarios a cargo de las Aseguradoras de Riesgos del
Trabajo o Empleadores Autoasegurados la actuación de los letrados
pertenecientes al Servicio de Patrocinio Gratuito que asista al damnificado
en el marco de lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo anterior.
Respecto de los honorarios profesionales de los abogados patrocinantes
de los trabajadores o sus derechohabientes que se encuentran a cargo de
las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo o Empleadores Autoasegurados,
81
por su labor profesional conforme lo descripto en el párrafo anterior,
resultarán de aplicación los porcentajes previstos en las disposiciones de
las leyes de aranceles de cada jurisdicción, de corresponder. Ello,
únicamente en el caso de que su actuación profesional resultare oficiosa y
se hubiera reconocido total o parcialmente la pretensión reclamada por el
damnificado en el procedimiento ante las Comisiones Médicas. Lo
expuesto, deberá notificarse a las partes y a los letrados intervinientes que
tramiten los procedimientos regulados en la presente. En ningún supuesto
los honorarios profesionales precedentemente aludidos se fijarán o
regularán en el ámbito de las Comisiones Médicas ni del Servicio de
Homologación...”.

Por otra parte, se mantiene lo establecido por el art. 17, inc. 3º, de la ley
26.773, mediante la cual prohíbe (inconstitucionalmente a nuestro
entender) el pacto de cuota litis. El mismo establece:

“...3º. En las acciones judiciales previstas en el art. 4º último párrafo de la


presente ley, resultará de aplicación lo dispuesto por el art. 277 de la ley
20.744. Asimismo, se deberá considerar como monto del proceso a todos
los efectos de regulaciones de honorarios e imposición de costas, la
diferencia entre el capital de condena y aquel que hubiera percibido el
trabajador —tanto en dinero como en especie— como consecuencia del
régimen de reparación contenido en esta ley, no siendo admisible el pacto
de cuota litis...”.

4.17. Plazos del procedimiento

La ley 27.348, en su art. 3º, establece:

“La comisión médica jurisdiccional deberá expedirse dentro de los sesenta


(60) días hábiles administrativos, contados a partir de la primera
presentación debidamente cumplimentada y la reglamentación establecerá
los recaudos a dichos efectos. Dicho plazo será prorrogable por cuestiones
de hecho relacionadas con la acreditación del accidente de trabajo o de la
enfermedad profesional, debidamente fundadas”.

82
Asimismo, la resolución 298/17 establece en su art. 7º, correspondiente a
la prueba del procedimiento:

“...La Comisión Médica se encuentra facultada para disponer


fundadamente la prórroga del plazo de sesenta (60) días previsto en el art.
3º de la Ley Complementaria de la Ley sobre Riesgos del Trabajo para
resolver, con el objeto del producir la prueba ofrecida por las partes o
dispuesta de oficio, como las diligencias destinadas a esclarecer las
cuestiones de hecho relacionadas al accidente de trabajo o enfermedad
profesional. En todos los casos la prórroga dispuesta deberá tener un plazo
que no supere los treinta (30) días hábiles y se otorgará por única vez...”.

Aquí nos encontramos con una modificación o “libre interpretación” que


efectúa la SRT a la ley 27.348, en perjuicio del trabajador. Mientras que
la ley señala que todo el proceso deber durar 60 días hábiles, con la
posibilidad de una prórroga justificada (de 30 días hábiles en la
actualidad), la resolución 298/17 interpreta que dicho plazo comienza a
computarse desde que el actor es citado a la Audiencia Médica y no desde
el inicio del trámite. Si bien luego es discutible judicialmente, ya que
existe alguna jurisprudencia que interpreta el comienzo del plazo desde el
inicio del reclamo ―esto es, desde la presentación de la documentación e
inicio del trámite ante la Comisión Médica―, la SRT entiende que los
plazos son diferentes.

En la actualidad, si bien varían de acuerdo al volumen de trabajo que


tengan las diferentes Comisiones Médicas, están tardando entre tres o
cuatros meses, desde el inicio del trámite, en fijar la fecha de Audiencia
Médica. Como se indicó supra, estaría el trabajador o sus
derechohabientes, una vez pasados los 90 días hábiles (60 días más la
extensión de 30 días hábiles), en condiciones de iniciar la acción judicial
por el vencimiento del plazo establecido por la ley.

5. Rechazo de la contingencia -

Hemos visto el procedimiento por Divergencia en la Determinación de la


Incapacidad en el caso de los accidentes o enfermedades aceptados por la
ART. Ahora veremos el procedimiento previsto para los casos en que fue
83
rechazada dicha contingencia, indicando la ART que no era un accidente
o enfermedad laboral lo sucedido al trabajador, o que por la forma, horario
y lugar no constituía el mismo.

5.1. Inicio del trámite. Requisitos. Formulario

A diferencia del reclamo por Determinación de la Incapacidad, resulta


esencial para poder iniciar el presente trámite lo siguiente:

- DNI

- Constancia de denuncia

- Constancia de alta o cese de incapacidad

- Patrocinio letrado

- Formulario de rechazo de contingencia

- Informe médico (para los casos de rechazo de la lesión o enfermedad no


listada)

Si bien el trámite, a priori, es similar al de divergencia en la determinación


de la incapacidad, en el caso del rechazo de la contingencia debe
acompañarse también copia de la denuncia. Esta documentación puede
requerirse ante la ART, y en el caso de que la misma no se la entregue al
trabajador, se efectuará un reclamo ante la SRT para poder obtenerla.
Establece el art. 1º de la resolución 298/17 SRT:

“Requisitos para el inicio del trámite de rechazo de la denuncia de la


contingencia por el damnificado. Los trámites iniciados por el trabajador,
sus derechohabientes o su apoderado deberán ser presentados
84
personalmente a través de la Mesa de Entradas de la Comisión Médica
correspondiente o a través de correo postal. Para iniciar el trámite por
rechazo de la contingencia denunciada por el trabajador o sus
derechohabientes: debe acreditar identidad; presentar la denuncia del
Accidente de Trabajo o Enfermedad Profesional; y, presentar el rechazo
fundado de la contingencia por parte de la Aseguradora de Riesgos del
Trabajo (ART), el Empleador Autoasegurado (EA) o el Empleador no
Asegurado (ENA). Para el trámite por rechazo de enfermedades no
listadas: acreditar identidad; presentar constancia de la denuncia de la
enfermedad ante la Aseguradora de Riesgos del Trabajo, el Empleador
Autoasegurado o el Empleador no Asegurado; presentar constancia del
rechazo por parte de la Aseguradora, el Empleador Autoasegurado o el
Empleador no Asegurado de la pretensión del trabajador; y, presentar
petición fundada. Se entenderá por tal aquella presentación que contenga
diagnóstico, argumentación y constancias sobre la patología denunciada y
la exposición a los agentes de riesgo presentes en el trabajo respectivo,
con exclusión de la influencia de los factores atribuibles al trabajador o
ajenos al trabajo. Las constancias a presentar podrán ser estudios
complementarios sobre el diagnóstico de la enfermedad denunciada y/o
descripción de los agentes de riesgo a que estuvo expuesto el
trabajador…”.

Por otra parte, el reclamo por rechazo de la contingencia requiere lo


siguiente:

85
86
En el reclamo por rechazo de la contingencia, el trabajador o sus
derechohabientes deberán completar sus datos personales, los del
trabajador, el empleador, los horarios y el lugar de trabajo. Asimismo,
deberán especificar las tareas realizadas y la categoría laboral que
presentaba el trabajador al momento del accidente o la enfermedad
laboral.

Posteriormente, se realiza el ofrecimiento de prueba de la que el trabajador


intentará valerse durante el procedimiento para poder demostrar la índole

87
laboral de la contingencia sufrida, pudiendo ofrecer prueba documental,
informativa, pericial médica y testimonial.

Dentro del trámite por rechazo de la contingencia, nos encontramos con


dos supuestos diferentes:

1. Cuando el rechazo se produce como consecuencia de la lesión y/o


enfermedad.

2. Cuando el rechazo se produce como consecuencia de la negativa o


desconocimiento del hecho como laboral.

5.1.1 Rechazo de la lesión y/o enfermedad

El rechazo de la lesión o enfermedad del trabajador se produce cuando la


ART considera que la lesión que padece el trabajador no constituye una
contingencia laboral atribuyendo que la misma no se produjo como
consecuencia de sus tareas, sino que resulta ser inculpable.

Lo mismo sucede con las enfermedades laborales, rechazando muchas


veces las ART las mismas, señalando que son inculpables o que no se
encuentran listadas en los decretos 658/96 y 659/96, dado que no se
producen como consecuencia de las tareas que realiza el trabajador o el
ambiente en el cual se desempeña.

En estos casos, sin perjuicio de que la resolución 298/17 no lo exige en


forma taxativa, cuando el trabajador concurre a efectuar este tipo de
reclamo ante la Comisión Médica le exigen para iniciar el reclamo un
informe médico que vincule la enfermedad o lesión con las tareas que
efectuaba o el ambiente donde se desempeñaba.

En caso de que el mismo no lo acompañe, no le permiten iniciar el


reclamo, indicando que carece de la documental necesaria. El art. 1º de la
resolución 298/17 en su parte pertinente señala:
88
“...presentar petición fundada. Se entenderá por tal aquella presentación
que contenga diagnóstico, argumentación y constancias sobre la patología
denunciada y la exposición a los agentes de riesgo presentes en el trabajo
respectivo, con exclusión de la influencia de los factores atribuibles al
trabajador o ajenos al trabajo. Las constancias a presentar podrán ser
estudios complementarios sobre el diagnóstico de la enfermedad
denunciada y/o descripción de los agentes de riesgo a que estuvo expuesto
el trabajador...”.

Si bien en la resolución se establece que deberá “presentar petición


fundada”, la Comisión Médica exige dicha prueba documental basándose
en el artículo transcripto in fine, donde se establece que “...deberá darse
cumplimiento a cualquier otro recaudo que resulte exigible conforme a
normativa dictada por esta Superintendencia de Riesgos del Trabajo
(SRT)”.

Nuevamente, vemos que la resolución otorga a la SRT facultades amplias


para disponer de un proceso sin atenerse específicamente a lo que
establece la norma, imponiendo condiciones que no se encuentran
previstas en la misma.

5.1.2 Rechazo del hecho o circunstancias en que se produjo el infortunio

En este caso nos encontramos ante el rechazo de la contingencia por la


forma, el lugar y horarios en que se produce el infortunio. La aseguradora
puede rechazar la contingencia cuando considera que no ha sucedido
dentro del ámbito laboral, en el trayecto desde el domicilio del trabajador
al lugar donde presta habitualmente sus tareas o en el retorno del mismo
a su domicilio particular. A modo de ejemplo, puede producirse cuando la
ART señala que el trabajador se ha desviado del trayecto habitual cuando
sale de su trabajo hacia su domicilio, concurriendo a otro destino y allí se
produce el hecho. En este caso se considera que el accidente no fue in
itinere.

89
El procedimiento previsto por resolución de mención permite probar
mediante el ofrecimiento de prueba que el hecho se remite a una
circunstancia laboral o que el desvío se encuentra justificado por una
cuestión ajena al trabajador (corte de vías de acceso, desvíos del transporte
público, ruta alternativa por tomar otro medio de transporte, entre otras) y
que la contingencia debe ser cubierta por la ART que ha contratado su
empleador.

a) Procedimiento

Una vez presentado el reclamo, la Comisión Médica permitirá efectuar las


pruebas que considere pertinentes. En este punto, debe mencionarse que
la resolución se remite al procedimiento de divergencia en la
determinación de incapacidad ―en cuanto al plazo y forma de producción
de la prueba―, entendiendo que rigen los plazos de 60 días hábiles con
una prórroga de 30 días hábiles más, en caso de ser necesario.

Establece en el art. 2º de la resolución 298/17 SRT:

“Procedimiento del trámite por rechazo de la denuncia de la contingencia.


En el caso de trámites iniciados por rechazo de la naturaleza laboral del
accidente, cuando el Dictamen Jurídico Previo emitido por el Secretario
Técnico Letrado o el dictamen médico de la Comisión Médica,
concluyeran el carácter no laboral del accidente, las actuaciones se
remitirán, sin más trámite, al Titular del Servicio de Homologación de la
Comisión Médica a efectos de que emita el acto administrativo pertinente
y notifique a las partes. Si, por el contrario, el Secretario Técnico Letrado
hubiese concluido que el accidente reviste carácter laboral, se dará la
correspondiente intervención al profesional médico, quien luego de
dictaminar, remitirá las actuaciones al Titular del Servicio de
Homologación a fin de que emita el acto administrativo correspondiente.
En caso de que el dictamen médico determine el carácter laboral del
fallecimiento, las actuaciones se remitirán al Servicio de Homologación,
para la continuidad del trámite de conformidad con lo dispuesto en el
Capítulo II, Punto I del presente Título. En los trámites por rechazo de la
denuncia de la enfermedad profesional listada, luego de la intervención
del profesional médico, el Secretario Técnico Letrado emitirá la opinión
de legalidad y elevará las actuaciones al Titular del Servicio de
90
Homologación a fin de que emita el acto administrativo
correspondiente...”.

En este caso el procedimiento se efectuará de la misma forma descripta en


el Capítulo II, punto I, de la resolución 298/17, siendo en este caso lo
analizado en el Capítulo I del presente libro.

5.2. Aceptación de la naturaleza laboral de la contingencia y/o


enfermedad

Reconocido el carácter laboral de la contingencia y/o enfermedad laboral


por parte de la Comisión Médica, se dará intervención al profesional
médico, quien efectuará la Audiencia Médica a los fines de evaluar si debe
brindarle al trabajador tratamiento la ART o en su defecto recibir la
contingencia laboral y establecer la incapacidad. En el caso de que la ART
establezca que no le ha quedado incapacidad al trabajador, o le fije una
menor a la que padece, podrá iniciarse el trámite por Divergencia en la
Determinación de Incapacidad.

En caso de que la Comisión Médica resuelva que no configura una


contingencia laboral la lesión o enfermedad o la forma en que se produjo
el hecho ―mediante Dictamen Médico―, se elevan las actuaciones al
titular del Servicio de Homologaciones para que emita el acto
administrativo, homologando dicho dictamen y notificando a las partes
mediante ventanilla electrónica.

Con este acto administrativo se tiene por agotada la vía administrativa,


pudiendo acceder el trabajador a la justicia laboral.

Acompañamos un modelo de Dictamen Médico por rechazo de la


contingencia, a los efectos de ilustrar en forma práctica lo expuesto:

91
92
6. Procedimiento para la homologación de la propuesta de convenio
por incapacidades definitivas y fallecimiento -

La resolución 298/17 establece un procedimiento particular en caso de


haber un acuerdo previo de las partes, por la incapacidad que padece el
trabajador, como consecuencia del hecho o su fallecimiento. Si bien
resulta claro el procedimiento cuando existe un acuerdo por la incapacidad
resultante una vez otorgada el alta médica o cese del mismo, el caso del
reclamo por el fallecimiento de un trabajador resulta confuso y limita el
acceso a la Justicia de los derechohabientes.

93
El art. 19 de la resolución 298/17 SRT establece:

“...Acuerdo por Incapacidad Laboral Permanente Parcial Definitiva o


Fallecimiento. Producido el cese de la Incapacidad Laboral Temporaria
(I.L.T.) dentro del plazo previsto para iniciar el trámite de determinación
del carácter definitivo de la incapacidad o fallecimiento del trabajador y
acreditada la condición de los derechohabientes, la Aseguradora de
Riesgos del Trabajo, el empleador autoasegurado o el empleador no
asegurado podrá someter al Servicio de Homologación de la Comisión
Médica una propuesta de convenio a celebrarse con el trabajador o sus
derechohabientes. El acuerdo deberá versar sobre la incapacidad laboral
derivada de la contingencia y el importe de las prestaciones dinerarias,
debiendo estar suscripto por el trabajador o sus derechohabientes, su
asesor letrado y la Aseguradora de Riesgos del Trabajo, el empleador
autoasegurado o el empleador no asegurado. En el procedimiento
descripto en el art. 19, señala que producido el cese de la Incapacidad
Laboral Temporaria (I.L.T.), dentro del plazo previsto para iniciar el
trámite de determinación del carácter definitivo de la incapacidad o
fallecimiento del trabajador la ART, el empleador autoasegurado o el
empleador no asegurado podrá someter al Servicio de Homologación de
la Comisión Médica una propuesta de convenio a celebrarse con el
trabajador o sus derechohabientes...”.

El acuerdo debe contener la incapacidad resultante de la contingencia, la


prestación dineraria ofrecida, la firma de todas las partes, como así
también el patrocinio letrado del trabajador o sus derechohabientes.

El procedimiento de mención sólo puede iniciarlo la ART o el empleador


autoasegurado. No puede hacerlo trabajador, salvo en un caso excepcional
que se analizará más adelante. Ello resulta comprensible (no equitativo ni
igualitario en cuanto a los derechos de las partes) en el caso de la
incapacidad resultante, ya que, en el supuesto de no estar de acuerdo, el
trabajador o sus derechohabientes pueden iniciar el trámite por
Divergencia en la Determinación de Incapacidad.

94
Pero resulta ilógico en el caso de una indemnización por fallecimiento.
Los derechohabientes carecen de una herramienta legal para iniciar el
reclamo en forma independiente a este procedimiento, lo cual los limita
en caso de no estar de acuerdo con los montos ofrecidos 2.

Si bien la ley 27.348 establece una instancia previa, obligatoria y


excluyente, este artículo limita en forma taxativa el acceso de los
derechohabientes a la justicia.

6.1. Presentación del acuerdo. Requisitos

El art. 20 de la resolución 298/17 SRT señala que el acuerdo debe


contener:

“...a) Datos del trabajador: nombre, CUIL, domicilio real y constituido


(postal y electrónico), teléfono.

”b) Datos de los derechohabientes: nombre, DNI, domicilio real y


constituido (postal y electrónico) teléfono y toda la documentación que
acredite su calidad de tal.

”c) Datos de los letrados patrocinantes: nombre, matrícula, CUIT,


teléfono, domicilio (postal y electrónico).

”d) Formulario Propuesta de convenio.

”e) Denuncia de la contingencia y su verificación en el Registro de


siniestralidad.

”f) Reseña de Historia Clínica de la contingencia.

”g) Estudios obligatorios, según la patología.


95
”h) Estudios complementarios, en caso de haberse realizado.

”i) Protocolo quirúrgico, en caso de corresponder.

”j) En los casos de Enfermedad Profesional, deberá presentar informe de


Relevamiento de Agentes de Riesgos (R.A.R.), análisis de puesto de
trabajo, exámenes periódicos y los exámenes preocupacionales. En este
último supuesto, si tuviera acceso a ellos. En caso de no contar con
determinada documentación, deberá fundamentar la falta de la misma e
informar cual fue la medida implementada para subsanar esa falta. ”k)
Constancia de Alta Médica y/o Fin de Tratamiento.

”l) Declaración del trabajador sobre la opción de la competencia de la


Comisión Médica Jurisdiccional.

”m) Declaración de las Preexistencias de las que tuviere conocimiento y


documentación que la acredite, si no estuviera incorporada a los registros
de la S.R.T.

”n) Clave Bancaria Uniforme (CBU) de la cuenta sueldo perteneciente al


trabajador, si estuviese disponible”.

La Comisión Médica correspondiente dará curso al procedimiento de


mención, siempre y cuando se hayan reunido los requisitos mencionados.

6.2. Plazos para presentar el acuerdo. Incumplimiento de presentación


por parte de la ART/EA

El art. 19 de resolución 298/17 SRT señala que deberá presentarse el


acuerdo por parte de la ART o el EA dentro del plazo previsto para iniciar
el trámite de determinación del carácter definitivo de la incapacidad o
fallecimiento del trabajador. Ello es así, toda vez que rige el plazo de
96
prescripción de dos años derivados de los reclamos por la Ley de Riesgos
de Trabajo que se computan desde el alta o cese de tratamiento, o en su
caso, el fallecimiento del trabajador.

El art. 20 in fine de la resolución arriba mencionada regula el supuesto de


que la ART o el Empleador autoasegurado (quienes tienen a su cargo
iniciar el procedimiento) no lo hagan una vez vencidos los plazos. El
mismo señala al respecto:

“...Si la Aseguradora de Riesgos del Trabajo, el empleador autoasegurado


o el empleador no asegurado no hubiese iniciado el trámite dentro del
plazo mencionado en el artícu lo anterior, el trabajador quedará facultado
para requerir la intervención del Servicio de Homologación de la
Comisión Médica, debiendo para ello acompañar la propuesta de convenio
oportunamente suscripta. El incumplimiento de dicha obligación por parte
de la Aseguradora de Riesgos del Trabajo o el empleador autoasegurado
configurará falta muy grave, de conformidad con las previsiones del
régimen aprobado por la resolución S.R.T. nº 613 de fecha 1º de
noviembre de 2016, o la que en el futuro la reemplace...”.

Se entiende que ―si bien no resulta claro ni específico al respecto― si el


plazo se ha vencido y la ART/EA no han presentado el acuerdo, podrá
hacerlo el trabajador o sus derechohabientes, sin perder el derecho a su
reclamo, demostrando que existía un Acuerdo de fecha anterior.

6.3. Citación a la audiencia. Examen médico

Una vez iniciado el procedimiento traído a estudio ante la SRT, se citará


a las partes a través de la ventanilla electrónica a la realización de un
examen médico en la Comisión Médica competente. Si bien la norma
avala el acuerdo entre partes, el mismo debe efectuarse en una Audiencia
Médica con el objeto de realizar el “Informe de valoración del daño
(I.V.D.)”. El art. 21 de la resolución 298/17 señala:

“Art. 21. Citación a la Audiencia y Examen Médico. Recibida la solicitud


de intervención debidamente cumplimentada, se convocará a las partes
97
firmantes del acuerdo a una audiencia para la realización del examen
médico, informando la fecha y hora de la citación. La notificación a la
ART o el EA se cursará a través de la Ventanilla Electrónica (V.E.), al
empleador no asegurado y al trabajador al domicilio electrónico
constituido. Al examen médico deberán concurrir las partes, con sus
asesores letrados y médicos asesores de parte en caso de ofrecerlos”.

En este caso, el art. 22 textualmente establece que sólo pueden presenciar


la audiencia (al momento de revisar al trabajador) los profesionales
médicos, quedando fuera de la misma los letrados, volviendo a ingresar
una vez finalizado el mismo, para suscribir el acta de audiencia. El art. 22
de la resolución 298/17 señala:

“...Examen Médico. En la audiencia, el profesional médico asignado


procederá a la realización de un examen médico. Únicamente podrán
presenciar el acto de revisación médica, los profesionales médicos
designados por las partes...”.

Finalizado el examen, se labrará el “Acta de Audiencia Médica” que


deberá ser suscripta por los concurrentes y por los asesores letrados del
trabajador. Puede requerir el médico interviniente otra documentación a
acompañar, como así también la realización de estudios médicos y/o
interconsultas con médicos especialistas, convocando incluso a una
segunda audiencia.

6.4. Informe de valoración del daño. Citación a audiencia de


homologación

Una vez finalizada la etapa de la Audiencia Médica, el galeno emite un


“Informe de valoración de daño” ―similar al Dictamen Médico de los
procedimientos administrativos analizados― donde detalla los estudios
realizados, el tratamiento recibido y el porcentaje de incapacidad, en caso
de existir. Dentro de los tres días de emitido el informe se citará a las
partes a Audiencia de Homologación, indicando fecha y hora. Así reza el
art. 23:

98
“Art. 23. Informe de valoración del daño (I.V.D.) Clausurada la etapa del
examen físico, el médico interviniente emitirá el Informe de Valoración
del Daño el cual versará sobre: a) Datos positivos o de interés del examen
físico. b) Estudios aportados. c) Aportes o divergencias de las partes. d)
Grado de incapacidad laboral que padece el damnificado al momento de
la evaluación conforme al Baremo aprobado por el decreto 659/96 y el
Listado de Enfermedades Profesionales aprobado por el decreto 658/96,
en caso de corresponder. e) Preexistencias. Dentro de los tres (3) días de
emitido el I.V.D., se notificará a las partes, citándolas a una audiencia de
acuerdo a celebrarse en el Servicio de Homologación indicándose a fecha
y hora de celebración, con una antelación mínima de tres (días) a la fecha
fijada para la audiencia”.

El Servicio de homologación efectuará el cálculo conforme a la LRT,


liquidando la prestación dineraria pertinente, con su actualización.

6.5. Audiencia. Acuerdo homologado. Acuerdo no homologado

Conforme hemos visto en los capítulos anteriores, en la audiencia el


trabajador o sus derechohabientes deben concurrir con patrocinio letrado,
identificándose con DNI las partes intervinientes, lo que deberá constar en
el acta. Asimismo, deberán acompañar datos de CBU de la cuenta a la que
se efectuará el pago de la liquidación dineraria correspondiente. El agente
del Servicio de Homologación debe verificar que se encuentre cumplido
el procedimiento y validará el acuerdo, constatando el libre
consentimiento y discernimiento de las partes para efectuar el mismo.

No se aceptarán acuerdos que contengan una incapacidad que no se


corresponda con la consignada en el Informe de Valoración del Daño o un
monto indemnizatorio menor al que resulte de la aplicación de la LRT.

Una vez finalizado el acto, se remitirán las actuaciones al titular del


Servicio de Homologación a fin de que homologue el acuerdo, dentro de
los cinco (5) días hábiles. Dentro de los siguientes cinco (5) días hábiles
posteriores, la ART deberá transferir al trabajador o a sus
derechohabientes la suma acordada y homologada, mediante transferencia

99
al CBU denunciado en el Acuerdo. De esta forma se encuentra regulado
en el art. 26 de la resolución 298/17:

“...El agente del Servicio de Homologación de la Comisión Médica


verificará que se encuentre cumplido el procedimiento, validará el acuerdo
y constatará la libre emisión del consentimiento del trabajador o sus
derechohabientes y su discernimiento sobre los alcances del acuerdo. En
el mismo acto, se suscribirá un acta dejando expresa constancia de ello y
del ejercicio de la opción prevista en el art. 4º de la ley 26.773. Asimismo,
el citado agente emitirá opinión acerca de la legalidad del procedimiento
y la pertinencia del dictado del acto homologatorio del acuerdo. En ningún
caso se admitirá una propuesta de convenio que contenga un grado de
incapacidad que no se corresponda con la consignada en el Informe de
Valoración del Daño o un monto indemnizatorio menor al que resulte de
la estricta aplicación de la normativa prevista en la LRT y sus
modificatorias. Finalmente, se remitirán las actuaciones al Titular del
Servicio de Homologación de la Comisión Médica para que en el plazo de
cinco (5) días hábiles dicte el correspondiente acto administrativo de
homologación con los alcances previstos en el art. 15 de la ley 20.744 (t.o.
1976), dejando expresa constancia del grado de incapacidad informado. A
partir de la notificación del acto de homologación, la Aseguradora de
Riesgos del Trabajo, el empleador autoasegurado o el empleador no
asegurado, deberá poner a disposición el importe de la indemnización en
la cuenta bancaria del trabajador oportunamente declarada, dentro del
plazo de cinco (5) días, de conformidad con lo establecido en el art. 4º del
Anexo I de la Ley Complementaria de la Ley sobre Riesgos del Trabajo.
(…) Los actos de homologación asumirán autoridad de cosa juzgada
administrativa, de conformidad con lo previsto en el art. 4º del Anexo I de
la Ley Complementaria de la Ley sobre Riesgos del Trabajo y las
incapacidades allí consignadas deberán ser incorporadas a los registros de
la S.R.T.”.

6.6. Acuerdo no homologado

Para el supuesto de que el acuerdo no fuera homologado, conforme a lo


previsto en el art. 27 de la resolución 298/17 SRT, dentro de los cinco días
hábiles siguientes al rechazo de la homologación, se dará inicio al trámite
de Determinación de la incapacidad. Así lo dispone el art. 27:

100
“Art. 27. Acuerdo no homologado. Si el acuerdo no fuese homologado,
dentro de los cinco (5) días se dará inicio al trámite de determinación de
incapacidad, previsto en el Capítulo I y Punto I del presente Capítulo. En
estos casos, el agente del Servicio de Homologación interviniente
expedirá la respectiva constancia de conclusión del trámite sin acuerdo
homologado...”.

7. Recursos -

Hemos visto en los apartados anteriores los procedimientos ante la SRT


establecidos por la ley 27.348, reglamentados por la resolución 298/17
SRT. Ahora analizaremos el procedimiento una vez finalizado el proceso
administrativo previo, conjuntamente con el planteo del respectivo
recurso ante la justicia laboral ordinaria o la Comisión Médica Central.

7.1. Recurso ante la justicia laboral o la Comisión Médica Central

7.1.1 Procedimiento ante la justicia laboral

Una vez emitido el acto administrativo por el titular del Servicio de


Homologaciones de la SRT, homologado el Dictamen Médico de la
Comisión Médica, para el caso de que el trabajador o sus derechohabientes
no estén de acuerdo con el mismo ―ya sea porque determinó que no tenía
incapacidad o que la incapacidad establecida no es la que realmente
padece el trabajador―, podrá plantearse un recurso ante la justicia laboral
ordinaria o la Comisión Médica Central. Con fecha 27 de noviembre de
2018 se promulgó en la provincia de Buenos Aires una nueva Ley de
Procedimiento Laboral que reglamentó ―apartándose de lo establecido
por la resolución 298/17 SRT― el procedimiento para presentar el recurso
ante la justicia laboral de su jurisdicción, separando su procedimiento del
que se aplica en la justicia laboral de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. Por tal motivo, se analizarán los procedimientos por separado.

101
7.1.2 Recurso ante la justicia laboral de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires

Como hemos visto en los apartados referidos a la competencia de la


jurisdicción médica ―conforme al domicilio del trabajador o lugar donde
presta sus tareas―, la intervención de la misma determina la jurisdicción
ante la cual deberá litigar el trabajador o sus derechohabientes. El art. 2º
de la ley 27.348 reza en su parte pertinente:

“...La decisión de la Comisión Médica Central será susceptible de recurso


directo, por cualquiera de las partes, el que deberá ser interpuesto ante los
tribunales de alzada con competencia laboral o, de no existir éstos, ante
los tribunales de instancia única con igual competencia, correspondientes
a la jurisdicción del domicilio de la comisión médica jurisdiccional que
intervino...”.

Tal como lo señala, deberá ser interpuesto ante los tribunales de alzada
con competencia laboral correspondientes a la jurisdicción del domicilio
de la Comisión Médica jurisdiccional. Nos encontramos ante una norma
confusa que luego fue desvirtuada por la resolución 298/17. Se mezclan
en este caso conceptos del derecho administrativo, los cuales resultan
extraños a un juicio laboral, dado que al ser reglamentados establecieron
un sistema ―inconstitucional para este autor― mediante el cual se
presenta el recurso ante el Servicio de homologaciones de la SRT y este
organismo remite a la justicia laboral el mismo para dar inicio al juicio.

Resulta a todas luces inconstitucional ya que limita el acceso a la justicia


por parte del trabajador o sus derechohabientes, quienes no pueden ―en
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires― acceder en forma directa a la
justicia laboral, sino que deben hacerlo a través de un organismo
administrativo que se arroga el derecho del trabajador para sortear el juicio
ante la justicia laboral.

Establece el art. 16 de la resolución 298/17:

102
“...Recurso de apelación. Los actos del Titular del Servicio de
Homologación de la Comisión Médica, que concluyan el procedimiento
sin que las partes arriben a un acuerdo, serán susceptibles de los recursos
previstos en el art. 2º de la Ley Complementaria de la Ley sobre Riesgos
del Trabajo. Dentro del plazo de quince (15) días de notificado el acto, las
partes podrán interponer dichos recursos ante el Servicio de
Homologación. El recurso deberá presentarse por escrito en sede de la
Comisión Médica interviniente, fundado y contener la crítica concreta y
razonada de la decisión por la que se agravia. No bastará remitirse a
presentaciones anteriores ni podrá fundar sus pretensiones en hechos no
alegados en la instancia anterior...”.

Como surge del texto transcripto, debe presentarse el recurso ante el


Servicio de Homologaciones de la SRT dentro de los 15 días hábiles de
notificado el acto de homologación del Dictamen Médico. El plazo
comienza a computarse desde la notificación de la homologación, no
desde la notificación del Dictamen Médico. El art. 16 de la ley 27.348
establece:

“...Competencia judicial. (…) Los decisorios que dicten las comisiones


médicas jurisdiccionales o la Comisión Médica Central que no fueren
motivo de recurso alguno por las partes, así como las resoluciones
homologatorias, pasarán en autoridad de cosa juzgada administrativa en
los términos del art. 15 de la ley 20.744 (t.o. 1976)”.

Cabe preguntarse, entonces, qué sucede con la prescripción bianual


establecida por la Ley de Contrato de Trabajo. ¿Puede una resolución de
la SRT modificar los plazos establecidos por la ley 20.744?
Lamentablemente, aún no hay un fallo del máximo Tribunal nacional que
dirima esta cuestión, la cual entendemos resulta inconstitucional y
violatoria de los derechos del trabajador, no sólo porque limita el acceso
directo a la justicia laboral, sino además porque acorta en forma brutal los
plazos para poder agraviarse del Dictamen de la Comisión Médica.

Siguiendo con el procedimiento establecido por la ley 27.348 y la


resolución 298/17 SRT, el recurso debe ser “...fundado y contener la
crítica concreta y razonada de la decisión por la que se agravia. No bastará

103
remitirse a presentaciones anteriores ni podrá fundar sus pretensiones en
hechos no alegados en la instancia anterior...”.

Los Dictámenes Médicos de las Comisiones de la SRT resultan ser, en


líneas generales, bastantes escuetos y sin demasiados fundamentos de
cómo arriban a la conclusión médica de la incapacidad que padece el
trabajador, o incluso cuando determinan que no padece la misma, por lo
que la crítica concreta y razonada resulta en estas oportunidades de la
simple lógica de que continúa con afecciones y dolencias que no se
condicen con el Dictamen del cual se agravia.

Debe ponerse de resalto que el recurso presentado por el trabajador atraerá


al que eventualmente interponga la ART ante la Comisión Médica
Central. De esta forma, se otorga prioridad al trabajador frente a la ART,
siendo este uno de los pocos casos en que la modificación establecida por
la ley 27.348 y la resolución 298/17 otorga un beneficio a favor del mismo.

7.2. Modelo de recurso ante la Comisión Médica de CABA

A continuación, se transcribe un modelo de recurso ante la Comisión


Médica de CABA, el cual posteriormente será analizado:

PLANTEA DE RECURSO CONTRA RESOLUCIÓN DE LA SRT.


SOLICITA ELEVACIÓN A LA JUSTICIA LABORAL. FORMULA
RESERVAS

Sr. Titular del Servicio de Homologaciones SRT:

---------------, Tº --- Fº --- CPACF, ---------------, letrado apoderado de la


parte actora, constituyendo domicilio legal en la calle ---------------,
CABA (Zona de notificación -----, CUIT ---------------), Tel ---------------,
Domicilio electrónico ---------------, me presento y respetuosamente digo:

I. PERSONERÍA
104
Que conforme surge de las constancias obrantes en la SRT, soy letrado
apoderado ------------, DNI -----------, nacionalidad -------------, estado
civil ---------, fecha de nacimiento ------, edad ------ años, con domicilio
real en la calle -------.

En tal carácter me presento, solicitando ser tenido por presentado, parte y


con el domicilio procesal constituido.

II. OBJETO

Que siguiendo expresas instrucciones de mi mandante, vengo a plantear


recurso contra el Dictamen Médico de Comisión nº 10, en el Expte. ------
--------/----, homologado con fecha ---------------, conforme las
consideraciones de hecho y derecho que paso a exponer, solicitando su
elevación a la justicia laboral.

III. ANTECEDENTES

Mi mandante ingresa a prestar tareas en el año --------------- para la


empresa -----------------------, con el cargo de ---------------, trabajando de
lunes a viernes de --- a ------------------------------ hs., siendo la
remuneración normal, mensual y habitual de $ --------------- brutos, como
surge del recibo de sueldo adjunto como prueba documental. Debe
indicarse que desempeñaba al momento del hecho en ------------------ con
sede en la calle ------------------------------, CABA.

Posteriormente se efectúa un relato de los hechos, las circunstancias del


accidente, el horario y lugar, y quiénes brindaron las atenciones médicas
hasta el fin del tratamiento.

A modo de ejemplo se transcribe parte de las limitaciones físicas y


dolencias que pueden encontrarse como resultado de un accidente en un
trabajador.
105
No obstante los tratamientos de rehabilitación kinésica, ha quedado con
dolores continuos y limitación funcional. Los médicos tratantes han
indicado que el [tobillo, rodilla, pierna, entre otros] ha quedado con menor
estabilidad y que tendrá que convivir de por vida con dicha incapacidad.

IV. ART 1º, LEY 27.348. DICTÁMENES COMISIÓN MÉDICA 10.


PLANTEA RECURSO. SE AGRAVIA. SOLICITA ELEVACIÓN A LA
JUSTICIA LABORAL

Que vengo a plantear recurso contra el Dictamen de Comisión Médica 10


Expediente nº ------------/ --.

En este acápite del recurso, deben señalarse los agravios puntualmente en


relación al Dictamen Médico de la Comisión 10, que es la que actúa en
CABA. A modo de ejemplo se transcriben algunas líneas para tomar como
modelo del planteo a realizar.

Agravia a esta parte lo resuelto en el expediente nº ------------/-----. En el


dictamen médico solamente se describe el tratamiento recibido, y se
señala sin incapacidad. Es escueto y sin detalles de cómo se arriba a dicho
diagnóstico.

Cabe poner de resalto que la lesión resultó ser un ------------- y por el cual
mi representado ha quedado con una debilidad funcional y tendencia a
producir nuevas lesiones, lo cual no se hace mención en el dictamen en el
cual aquí se plantea el recurso. El Dictamen médico resulta escueto y no
da mayores precisiones sobre cómo se arriba a la conclusión de que no
han quedado secuelas como consecuencia del hecho.

Mi representado ha quedado con dolores continuos, debilidad estructural,


conforme lo señalado por médicos particulares tratantes. Agravia a esta
parte que no se hayan efectuado nuevos estudios tendientes a determinar
el estado de la actora.

106
¿Puede resultar verosímil que una persona que ha sufrido --------------, no
padezca incapacidad psíquica?

Agravia que se haya dictaminado que no posee incapacidad, cuando sí la


tiene, y le produce actualmente dolores e hinchazón. Atento a que padezco
incapacidad como consecuencia del hecho, por la cual se ofrece la prueba
pertinente, es que se plantea recurso contra el dictamen mencionado.

A continuación, se detalla la incapacidad:

V. LA INCAPACIDAD SOBREVINIENTE

A raíz de los desdichados accidentes, mi mandante se encuentra en la


actualidad con dolor, y debido a ello tiene menor movilidad y molestias.
Asimismo, debo señalar que cumplió con todas las indicaciones de los
profesionales médicos, y no ha podido recuperarse de la dolencia.
Conforme se acreditará con las pericias médicas pertinentes, el accidente
laboral le produjo y produce actualmente secuelas que habrán de incidir
en el resto de su vida, limitando mi capacidad laboral en un ----------------
----------------------- por ciento (--------------------------------------------------
---------------------------- %).

En el estado en que se encuentra a raíz de lo expresado es procedente el


reclamo por la incapacidad total y permanente respecto a la total obrera a
la que se ve sometido por el resto de sus días, por lo que habrá de estimarse
el pertinente resarcimiento, monto que podrá ampliarse conforme a las
conclusiones a que se arribe luego de las pericias que serán efectuadas en
autos, que surge de la liquidación que se practica en el punto V.

VI. LIQUIDACIÓN

A continuación, se practica liquidación conforme lo dispuesto en el art. 14


de la ley 24.557:
107
Se utiliza a modo de ejemplo una liquidación de un trabajador con una
remuneración de $ 199.458,10 anuales, con 29 años al momento del
hecho.

Cálculo art. 14, inc. a), ley 24.557:

Datos considerados:

Sueldo anual: $ 199.458,10.


Edad del trabajador: 29 años
Porcentaje de incapacidad: 15%
Fórmula:
C = Salario base * 53 * 65/edad * % incapacidad
C: es el capital a percibir
Salario base: Total anual / 365 x 30,4 = $ 16.612,40.

Indemnización resultante:

C = 16.612,40 x 53 x 65/38 x 0.20 = $ 295.833,61.


Incremento del 20% (art. 3º ley 26.773): $ 59.166,72.
$ 295.833,61 + 20%: $ 59.166,72 = $ 355.000,03.

El capital reclamado asciende a la suma de pesos trescientos cincuenta y


cinco mil con tres centavos ($ 355.000,03), sin perjuicio de adicionar lo
que correspondiera por depreciación monetaria e intereses, o lo que en
más o en menos resulte de la prueba a rendirse.

VII. ARTS. 12 Y 14 DE LA LEY 24.557, DECRETO 1278/00

De su simple lectura surgen interrogantes y certezas sobre su


fundamentación legal y su coherencia con normas tradicionales del
derecho del trabajo, y lo que es todavía de mayor gravedad institucional,
108
su inadecuación a normas de la Constitución Nacional (C.N. en adelante)
y de diversos tratados internacionales, los que en virtud de la disposición
del art. 75, inc. 24, de la misma tienen una jerarquía superior a la de las
leyes dictadas por el Congreso Nacional.

En el caso como el de autos, para llegar al cálculo del ingreso base, según
lo dispuesto por el art. 12 de la ley 24.557, no se toma la totalidad de las
sumas percibidas por el trabajador, debiendo tenerse en cuenta que el
principio rector en el tema es la sustitución de ingresos, sino que se
efectúan cálculos menguados a través de diversas modalidades, en clara
contradicción con los derechos constitucionales (arts. 17, 28, etc.).

A tal fin la Corte Suprema en el caso “Aquino” ha dicho: “Si se trata de


establecer reglamentaciones legales en el ámbito de protección de los
trabajadores dañados por un infortunio laboral, el deber del Congreso es
hacerlo en el sentido de conferir al principio alterum non laedere toda la
amplitud que éste amerita, y evitar la fijación de limitaciones que, en
definitiva, implican ‘alterar’ los derechos reconocidos por la Constitución
Nacional (art. 28) (…). ‘Desde antiguo, esta Corte ha establecido que las
leyes son susceptibles de cuestionamiento constitucional ‘cuando resultan
irrazonables, o sea, cuando los medios que arbitran no se adecuan a los
fines cuya realización procuran o cuando consagren una manifiesta
iniquidad’ (Fallos: 299:428, 430, considerando 5º y sus numerosas citas)’.

”Sólo se consideran las retribuciones sujetas a cotización (art. 12.1), art.


23.2 L.R.T. y art. 9º ley 24.241, lo que de por sí excluye aquellas no
remuneratorias y aquellas otras que superen el máximo sobre el que deben
hacerse los aportes y contribuciones. ”Las indemnizaciones de pago único
por incapacidad laboral permanente parcial, tienen un tope de $ 180.000,
actualizado, lo que importa una disminución notable de la suma a percibir
por el trabajador, dado que el porcentaje de incapacidad tiene en todos los
casos como límite máximo el porcentaje de incapacidad referido a dicha
cifra.

”Para los casos en que la incapacidad permanente sea total y definitiva


rigen iguales topes los cuales son utilizados para la fijación de la renta
vitalicia.

109
”En la otra hipótesis frecuente de incapacidad laboral permanente parcial
definitiva igual o de más del 50% e inferior al 66% se abona una renta
periódica equivalente al 70% del ingreso base o sea que se retacea
notablemente la prestación.

”Esta también desaparece en caso de jubilación o en caso de muerte con


lo que se consagra una nueva inequidad dado que se desconoce el derecho
del trabajador a una indemnización integral y además se vulnera
groseramente el derecho de la propiedad, puesto que si la indemnización
o renta periódica o vitalicia integra su patrimonio la misma corresponde a
sus sucesores y no a los titulares del débito como aquí se dispone.

”Las modalidades de pago en forma de renta también lesionan garantías


constitucionales. Todos los ciudadanos tienen derecho a usar y disponer
de su propiedad, y si en razón de su edad o incapacidad existen en el
derecho civil disposiciones tuitivas justificadas por el carácter de la
protección que se pretende ejercer, en el caso de los trabajadores mayores
de edad y capacitados para ejercer plenamente sus derechos, la disposición
aparece como violatoria del derecho constitucional de la propiedad
reglamentado en los artículos 14 y 17 de la C.N.

”Claramente se puede ver que las prestaciones dinerarias dispuestas por la


ley 24.557 se determinan en base a una cifra dineraria inferior a la real
remuneración del trabajador. El cálculo de las prestaciones sujetas al
salario provisional le causa un perjuicio al actor pues los daños sufridos
son determinados tomando en cuenta una parte de su remuneración.

”A tal fin la jurisprudencia mayoritaria ha dicho: ‘C. Nac. Trab., Sala 5ª


Fecha: 5/7/2006 Partes: Lucero, Cristian G. v. Provincia ART. S.A. y otro
s/despido. El ingreso base al que hace referencia el art. 12 ley 24.557 es
claramente reprochable desde el punto de vista constitucional cuando de
su cálculo resulta para el trabajador accidentado un importe inferior al que
normalmente le correspondería como contraprestación por su labor. El
fundamento jurídico de tal prestación es la situación de incapacidad en
que se halla el trabajador, en virtud de una circunstancia que el
ordenamiento jurídico le imputa al empleador (subrogado en sus
110
obligaciones por la ART). No tiene sentido que durante ese lapso el
trabajador se vea afectado por un déficit en su ‘ingreso de bolsillo’, que
tiene carácter alimentario, en virtud de una causa que no le es imputable,
y que la norma le asigna a la responsabilidad del empleador (En el caso el
trabajador ve claramente afectada su remuneración mensual de $ 600, por
una prestación de $ 226,58, que no alcanza siquiera a la mitad del ingreso
mensual que tiene carácter alimentario)”.

En lo que hace al tope proporcional dispuesto por la ley 24.557, Horacio


Schick en Ley de Riesgo de Trabajo Análisis crítico y propuestas,
sostiene: “…También es igualmente injusto e inconstitucional el tope
indemnizatorio parcial y proporcional, lo que constituye otro abuso en la
tarifación, pues luego de efectuar el cálculo de la indemnización en base
a cómputos aritméticos preestablecidos, que acotan de por sí la
indemnización, se le incorpora una nueva indemnización general y aun
parcial que desnaturaliza el carácter reparador del resarcimiento tarifado.
La indemnización tarifada no está determinada en la LRT de modo
neutral, y su combinación con los topes generales y parciales genera una
distorsión muy marcada, que transfiere un subsidio muy importante de
parte de sector de las víctimas, hacia el sector de los responsables. Esta
conclusión demuestra la fragilidad de los instrumentos empleados
respecto del objetivo previsto de proveer ‘adecuadas compensaciones’”.

La decisión del máximo Tribunal, en el caso ‘Aquino’ y de los Tribunales


superiores de sugestivos y sólidos fundamentos legales debe ser seguida
por los Tribunales inferiores, por un principio de economía procesal, lo
que de por sí abona lo pedido por mi parte en cuanto a la declaración de
inconstitucionalidad que se pide en este capítulo de la demanda.

VIII. SOLICITA DECLARACIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD


DEL ART. 6º, APARTADO 2º, LRT, POR “LISTADO CERRADO”.
INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS DECRETOS 658/96 y 659/96.

Que las afecciones que posee mi mandante responden a las consideradas


extra-sistémicas, por lo que las mismas no se encuentran dentro de lo
estipulado por los decretos 658/96 y 659/96. Así, resulta una lesión
completamente laboral, por cuanto superó con éxito los exámenes
preocupacionales para ingresar a su trabajo, estando en óptimo estado de
111
salud, sufriendo la afección netamente en la faz de sus tareas, con causa y
consecuencia en su trabajo y esfuerzo laboral.

Debe interpretarse que la cobertura legal debe comprender a todo daño


sufrido por el trabajador durante el tiempo de prestación de los servicios,
por el hecho o en ocasión del trabajo, aun cuando la causa del mismo no
tenga las características de “súbita y violenta”. Si, por el contrario, se
adoptara una interpretación literal de la norma, no habría más remedio que
declarar su inconstitucionalidad, por ser manifiestamente violatoria del
principio de igualdad ante la ley que consagra nuestra Carta Magna (art.
16). Corresponde aplicar en estos casos “el principio de la evidencia”,
mediante el cual se utiliza la lógica, la experiencia y el sentido común
como pautas integrativas de lo que se ha llamado la “sana crítica”. En
consecuencia, podemos decir que es una verdad conocida ―aun a nivel
de lego― que el trabajador que realiza esfuerzos superiores a los normales
en forma habitual está expuesto y predispuesto a contraer patologías
herniarias. En tal caso corresponderá a la ART acreditar cabal y
fehacientemente que la causa de la hernia es extralaboral para eximirse de
responsabilidad.

Por último, aun cuando exista alguna duda, el dilema debe ser resuelto
aplicando el aforismo in dubio pro operario (aún no eliminado de nuestro
derecho laboral). Con mayor razón cuando está en juego la tutela de la
integridad psicofísica del trabajador.

Por lo expuesto, encontrándonos en un sistema que pretende obturar toda


vía para el reclamo de una reparación integral de los daños derivados de
un infortunio laboral, cualquier duda en la interpretación de sus normas
en general, y en particular las que se refieren al resarcimiento de los
perjuicios, debe ser resuelta a favor de la víctima. Así lo manda nuestro
proyecto social constitucional (art. 14 bis), los principios generales del
derecho del trabajo (L.C.T., art. 9º) y el sentido común (Dr. Luis Enrique
Ramírez, en su artículo “Hernia abdominal: ¿Accidente del trabajo o
enfermedad inculpable?”).

En la misma línea, la CSJN en autos “BCA c/Dupont Argentina S.A.


s/daños y perjuicios” resolvió declarar la inconstitucionalidad del art. 6.2
de la LRT.
112
IX. PRUEBA

Ofrezco la siguiente:

1. Posiciones: que absolverá el Representante legal de la Cía. de Seguros


demandada en la audiencia que al efecto se designe y a tenor del pliego
que mi parte acompañará oportunamente.

2. Documental: Se tenga por tal la que se acompaña y que consiste en:

a) (-----------) Recibos de sueldo.


b) (-----------) Constancias de ingreso y alta.
c) (-----------) Copias de certificados médicos.

3. Pericial médica: Se designe perito médico único de oficio, para que


mediante el examen del actor y con los estudios de diagnóstico disponibles
y la información obrante en el expediente responda e informe sobre los
siguientes puntos: I) ¿Puede referir las circunstancias en que se produjo el
accidente del actor que figuran en el expediente? II) Mencione si hay
constancias de su atención por la ART desde (fecha del hecho) por (lesión)
y en ese caso con qué diagnóstico fue atendido. III) Refiera a qué estudios
y tratamientos fue sometido por la ART el accidentado y señale los
hallazgos positivos relacionados con el accidente. Señale si el accidente
guarda relación con los padecimientos del actor en su (pie, mano rodilla,
etc.), respectivamente. IV) Diga si de la lectura de la historia clínica se
puede determinar si el actor fue dado de alta y en qué condiciones. V) Del
examen físico efectuado por Ud. mencione los hallazgos positivos. VI)
Consigne por favor qué encontró en los estudios neurológicos, de
imágenes, radiológicos u otros solicitados por Ud. VII) ¿Puede determinar
si el actor tendrá que recibir algún tipo de tratamiento adicional médico
y/o de rehabilitación para compensar las secuelas sufridas. De ser así
menciónelos. VIII) Según su opinión ¿en qué medida las secuelas de las
lesiones sufridas en el accidente pueden incidir en la capacidad laboral del
accidentado? IX) Determine la incapacidad del actor y refiera qué
parámetros ha utilizado para ello. X) Agregue según su criterio cualquier
113
otro elemento o comentario que considere necesario para colaborar en el
esclarecimiento del caso y contribuir con la decisión del tribunal. XI)
Previo estudio psicológico según arte y efectuando una Historia Clínica
psiquiátrica completa determine si el actor presenta algún tipo de afección
en su esfera psíquica; y en su caso, si el accidente actuó como
desencadenante con las secuelas sufridas. XII) Efectúe el Sr. Perito un
amplio estudio de personalidad del actor, determinando si padece o
presenta patología psiquiátrica o psicológica, y si la misma es susceptible
de originarse o agravarse verosímilmente en el accidente de mención.
XIII) Para ello el Sr. Perito deberá realizar una exhaustiva
psicosemiología y una batería de test y otros estudios complementarios
que considere oportuno hacer, debiendo adjuntar los protocolos y gráficos
convenientemente procesados al informe de peritación. XIV) En caso de
comprobar daño psíquico psicológico precisará el Sr. Perito el grado de
incapacidad que tal patología acarrea a la examinada especificando la
tabla y/o baremo que utiliza y el procedimiento seguido para codificar.
XV) Determinará el Sr. Perito si el actor padece de la denominada neurosis
reactiva postraumática. XVI) Si a consecuencia del accidente padece el
actor trastornos del carácter, irritabilidad, pérdida de sueño, negación de
la realidad, imposibilidad para “goce”, etc. XVII) Establecerá si presenta
todos y/o alguno de los síntomas mencionados en el punto XV), o si la
patología de la actora se expresa a través de alguna sintomatología
particular no descripta. XVIII) Determine la incapacidad del actor y
refiera qué parámetros ha utilizado para ello. XIX) Todo otro dato que el
experto considere de interés.

4. Pericial contable: Se designe perito contador único y de oficio para que


compulsando los libros de la ART informe al Juzgado: a) si estos son
llevados de acuerdo a derecho y si a la fecha del accidente tenía contrato
de seguro con (Empleador). b) Indique asimismo si fue realizada denuncia
de siniestro ante la Compañía aseguradora. En caso afirmativo, consigne
la totalidad de su contenido. c) Si se le ha realizado el examen
preocupacional al actor; y en caso afirmativo acompañe copia del mismo.
d) Lugar de celebración del contrato entre (Empleador) y la ART
demandada. e) Teniendo a la vista la carpeta de siniestro del actor informe
si las constancias emitidas adjuntas con la demanda son auténticas. f)
Efectúe el cálculo de la indemnización por incapacidad que le
correspondería al actor según el cálculo dispuesto en el art. 14 de la ley
24.557, y efectúe otro cálculo, sin aplicar el tope dispuesto por la ley
24.557, con más el 20% dispuesto por el art. 3º de la ley 26.773 y tomando
como base la totalidad de la remuneración (no sólo los rubros
114
remunerativos) percibidos por el actor como lo solicitara esta parte en el
escrito de inicio, aplicando el índice de actualización RIPTE dispuesto en
el art. 8º de la ley 26.773. g) Cualquier otro dato de interés para la
resolución del litigio.

5. Oficiatoria: A la Superintendencia de Riesgos del Trabajo a fin de que:


a) informe el estado actual del trámite del actor; b) si se le ha aplicado
algún tipo de sanción por haber incurrido en incumplimientos a la (ART)
en los últimos tres años. En caso afirmativo, solicito informen cuáles
fueron las causas, como así también los nº de las resoluciones por las que
se ordenaron las sanciones correspondientes.

6. Oficiatoria: A la Clínica -------------, con domicilio en la -------------, a


fin de que informe si fue atendida la actora, en caso afirmativo enumere
su forma de arribo, hora de dicho ingreso y toda otra información que se
encuentre asentada respecto de los motivos del mismo. Asimismo,
informen estado al momento de su ingreso, diagnóstico, tratamientos
efectuados. Solicito también remita la totalidad de la historia clínica,
informes médicos y diagnósticos resultantes, pertenecientes a la actora,
labradas como consecuencia del accidente de trabajo que sufriera.

7. Oficiatoria: A (Empleador) a fin de que certifique la veracidad de los


recibos acompañados, e informe lo percibido por la actora durante los
últimos doce meses anteriores al accidente. Asimismo, señale si se efectuó
denuncia por el accidente de mención y si la actora cursó licencias
médicas.

8. Oficiatoria: A ANSES/AFIP a fin de que informe los haberes de la


actora durante los últimos doce meses previos al accidente. Dicho informe
se solicita mediante sistema electrónico a través del Juzgado interviniente.

9. Informativa en subsidio: Para el caso en que la demandada desconozca


la documental acompañada solicito se ordene librar oficio a las entidades
emitentes de la documental acompañada para que se expidan sobre su
autenticidad, contenido de las mismas.

115
10. Intimación: Solicito se intime a (ART) en los términos del art. 388 del
CPCC a fin de que acompañe en autos la carpeta del siniestro,
preocupacionales realizados al actor y denuncia del asegurado, todas las
constancias de atención médica y estudios realizados al actor. Asimismo,
solicito se le intime a denunciar los domicilios de los Centros médicos
donde fue atendido el actor por cuenta de la ART mencionada.

X. FORMULA RESERVA DE CASO FEDERAL

Para el remoto supuesto de no hacerse lugar a los planteos de


inconstitucionalidad incoados, dejo desde ya reservado el caso federal
para ocurrir ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por la vía del
art. 14 de la ley 48 y por violación de los arts. 14 bis, 17, 18 y 19 de la
Constitución Nacional y constituir una cuestión federal en los términos de
la creación pretoriana del recurso extraordinario en el marco de la doctrina
arbitraria determinada por el Superior Tribunal de la Nación.

XI. PETITORIO

Por lo expuesto solicito a V.S.:

1. Se me tenga por presentado, por parte y por constituido el domicilio


especial indicado.

2. Se tenga por promovido el presente recurso y por ofrecida la prueba.

3. Se tenga por agregada la documental acompañada.

4. Se corra traslado del recurso a la accionada por el término de ley y bajo


apercibimiento de ley y se eleve el mismo a la Justicia Laboral.

Proveer de conformidad,
SERÁ JUSTICIA
116
7.3. Análisis del recurso

El recurso transcripto se plantea contra un Dictamen Médico de la


Comisión nº 10, que es la que actualmente funciona en la calle Moreno nº
401, CABA. En el objeto debe hacerse mención específica al dictamen del
cual el trabajador se agravia, como así también el expediente de la SRT
en el que tramitó, ya que aún en esta instancia nos encontramos dentro del
ámbito administrativo. Debe aclararse que el trabajador solicita la
elevación a la justicia laboral. Asimismo, deben consignarse los
antecedentes del hecho, detallando dónde se desempeñaba el trabajador,
sus tareas, horarios y salario.

En el acápite IV, se expresan los agravios concretos contra el dictamen,


situación que ―como se ha comentado anteriormente― a veces no resulta
tan sencilla dadas las pocas o nulas explicaciones que surgen del Dictamen
Médico en relación a cómo se arribó a su resultado. Se detalla la
incapacidad y luego se practica la liquidación estimada.

Agregamos un capítulo en relación a la composición del salario. En el


mismo se plantea la inconstitucionalidad del art. 12 LRT. Si bien la ley
27.348 ha introducido una reforma a la LRT señalando que se toma: “...A
los fines del cálculo del valor del ingreso base se considerará el promedio
mensual de todos los salarios devengados (...) por el trabajador durante el
año anterior a la primera manifestación invalidante...”, la misma no aclara
si se incluyen las horas extras, los bonos o premios, etc., los cuales forman
parte del salario que el trabajador percibió en el año anterior al accidente.
Por tal motivo, se efectúa dicho planteo en el recurso.

Asimismo, en el punto VIII se plantea la inconstitucionalidad del listado


cerrado y los baremos establecidos por la LRT y los decretos 658/96 y
659/96. Se efectúa para que el trabajador pueda ser resarcido en relación
a la totalidad de las lesiones o enfermedades laborales que padezca, dado
que el listado solamente reconoce una cantidad de patologías vinculadas
al trabajo, dejando afuera un sinfín de otras que pueden estar vinculadas
en forma directa o ser concausales con contingencia sufrida por el
trabajador.
117
En el punto IX, se ofrece la totalidad de la prueba de la que intentaremos
valernos en el proceso, siendo fundamental la pericial médica a los fines
de probar la incapacidad que sufre el trabajador como consecuencia del
accidente o enfermedad laboral.

7.4. Traslado del recurso. Elevación a la justicia laboral

Una vez presentado el recurso ante el Servicio de Homologaciones, la


SRT deberá dar traslado a la ART del planteo efectuado por el trabajador
por un plazo de cinco días. Nuevamente se destaca lo confuso de este
procedimiento, ya que nos encontramos frente al inicio de una verdadera
“acción judicial” a través de un organismo estatal, ajeno al Poder Judicial.
El art. 16 de la resolución 298/17 establece:

“…De la expresión de agravios se correrá traslado a la contraparte por el


plazo de cinco (5) días...”.

Este traslado se efectúa por ventanilla electrónica, debiendo contestar el


mismo la contraria en el plazo de mención. Conforme señala el art. 18 de
la resolución 298/17, el Servicio de Homologación deberá elevar dentro
de los diez días hábiles de recibidas las contestaciones de los agravios, el
recurso a la justicia laboral ordinaria.

“Art. 18. Trámite del recurso de apelación ante la Justicia Ordinaria del
fuero laboral. Cuando el recurso interpuesto por el trabajador sea ante la
justicia ordinaria del fuero laboral de la jurisdicción provincial o de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, según corresponda al domicilio de la
comisión médica que intervino, el Servicio de Homologación en el plazo
de diez (10) días de recibidas las contestaciones de las expresiones de
agravios o vencido el plazo para la contestación, elevará las actuaciones
al juzgado competente. El recurso interpuesto por el trabajador, atraerá al
que eventualmente interponga la A.R.T. ante la Comisión Médica Central
y la sentencia que se dicte en instancia laboral resultará vinculante para
todas las partes”.

118
En la actualidad esto no sucede y se encuentra muy demorada la remisión,
llegando a tardar meses el Servicio de Homologación en efectuar la
elevación a la justicia laboral. No sólo no se cumplen los diez días hábiles,
sino que superan holgadamente dicho plazo. No existe remedio procesal
establecido por la ley o la resolución de mención, por lo cual nuevamente
el trabajador o sus derechohabientes quedan supeditados al accionar de un
organismo ajeno a la justicia, que se arroga (inconstitucionalmente) el
derecho a acceder a la misma en su nombre.

7.5. Recurso ante la justicia laboral de la provincia de Buenos Aires

La provincia de Buenos Aires, a diferencia de la Ciudad Autónoma de


Buenos Aires, se adhirió a la ley 27.348, mediante la ley 14.997 de la
provincia de Buenos Aires, con fecha 8/1/2018. Esto es casi un año más
tarde de la promulgación de la ley 27.348. Si bien, en un principio, regía
el procedimiento establecido por la resolución 298/17, la provincia de
Buenos Aires formuló una modificación su Ley de Procedimiento
Laboral, incorporando la nueva LRT y modificando el procedimiento de
la resolución indicada. Con fecha 27/11/2018 se publicó la ley 15.057 de
la provincia de Buenos Aires, la cual establece en su art. 2º, inc. j):

“...Los Juzgados del Trabajo y las Cámaras de Apelaciones del Trabajo


departamentales tendrán a su cargo la administración de la justicia laboral,
en un todo de acuerdo con las disposiciones de la presente y de la Ley
Orgánica del Poder Judicial. Los Juzgados del Trabajo conocerán: (...) j)
En la revisión de las resoluciones dictadas por las Comisiones Médicas
Jurisdiccionales, de acuerdo a lo establecido en el art. 2º, segundo párrafo,
de la ley 27.348 Complementaria de la Ley de Riesgos del Trabajo o la
que en el futuro la reemplace. Dicha revisión deberá ser interpuesta por el
trabajador o sus derechohabientes ante el Juzgado del Trabajo que resulte
competente, a través de una acción laboral ordinaria, dentro del plazo de
noventa (90) días hábiles judiciales computados desde la notificación de
la resolución emanada de la Comisión Médica Jurisdiccional, bajo
apercibimiento de caducidad. Dicha acción atraerá el recurso que
eventualmente interponga la aseguradora de riesgos del trabajo ante la
Comisión Médica Central y la sentencia que se dicte en sede laboral
resultará vinculante para ambas partes. Tratándose de acciones derivadas
119
de la Ley de Riesgos del Trabajo y sus modificatorias, excluyendo las
excepciones contempladas en la ley nacional 27.348 o la que en el futuro
la reemplace, sumado a los requisitos previstos en el art. 34 de la presente
ley, el trabajador o sus derechohabientes deberán acompañar los
instrumentos que acrediten el agotamiento de la vía administrativa por
ante la Comisión Médica Jurisdiccional correspondiente y/o la
configuración del silencio administrativo por parte de ésta. La referida
acción ordinaria podrá iniciarse prescindiendo de la obligatoriedad de
interponer el recurso administrativo ante la Comisión Médica Central. Si
las partes consintieran los términos de la decisión emanada de las
Comisiones Médicas jurisdiccionales, tal resolución hará cosa juzgada
administrativa en los términos del art. 15 de la Ley de Contrato de Trabajo,
quedando definitivamente concluida la controversia. El presente artículo
deberá ser expresamente transcripto al tiempo de notificar al trabajador de
la resolución emanada de la Comisión Médica Jurisdiccional como de la
Comisión Médica Central, bajo apercibimiento de nulidad...”.

La provincia de Buenos Aires se aparta del procedimiento establecido por


la resolución 298/17 y crea su propio procedimiento a los fines de que el
trabajador o sus derechohabientes puedan acceder a la justicia laboral.

7.5.1 Plazo para interponer el recurso. Juicio ordinario

La nueva Ley de Procedimiento Laboral establece un plazo de 90 días


hábiles judiciales, desde la notificación del Dictamen Médico para
interponer la acción laboral ordinaria, de acuerdo a lo establecido por el
art. 2º de la ley 27.348.

En este caso, la nueva ley de procedimiento laboral toma conceptos de la


Ley de Procedimientos Administrativos, la cual en su capítulo “Plazos
dentro de los cuales debe deducirse la impugnación (por vía de acción o
recurso)”, art. 25 establece:

“Art. 25. La acción contra el Estado o sus entes autárquicos deberá


deducirse dentro del plazo perentorio de noventa (90) días hábiles
judiciales, computados de la siguiente manera:

120
Si se tratare de actos de alcance particular, desde su notificación al
interesado; b) Si se tratare de actos de contenido general contra los que se
hubiere formulado reclamo resuelto negativamente por resolución
expresa, desde que se notifique al interesado la denegatoria; c) Si se tratare
de actos de alcance general impugnables a través de actos individuales de
aplicación, desde que se notifique al interesado el acto expreso que agote
la instancia administrativa; d) Si se tratare de vías de hecho o de hechos
administrativos, desde que ellos fueren conocidos por el afectado...”.

Debe ponerse de resalto que dicha ley prevé el procedimiento para iniciar
juicios contra el Estado o entes autárquicos. Aquí se trata de un particular
damnificado ―trabajador o sus derechohabientes― contra una empresa
Aseguradora de Riesgos del Trabajo o un Empleador Autoasegurado. Si
bien se confunden los conceptos y no resulta acertada la forma elegida por
la nueva ley de procedimiento laboral, es un paso adelante en relación al
procedimiento que rige actualmente el proceso en CABA, ya que:

1. Otorga mayor plazo, siendo 90 días hábiles judiciales para iniciar la


acción ordinaria contra los 15 días hábiles administrativos de CABA.

2. El trabajador o sus derechohabientes acceden en forma directa a la


justicia presentando la acción laboral ordinaria y no a través de un recurso
frente a un organismo administrativo como es la SRT, para que los
mismos efectúen la presentación a la Cámara Laboral.

7.6. Modelo de acción laboral ordinaria ante los Tribunales de la


provincia de Buenos Aires, en los términos del art. 2º de la ley 27.348

A continuación, se transcribe un modelo de la acción laboral ordinaria ante


los Tribunales de la provincia de Buenos Aires, en los términos del art. 2º
de la ley 27.348, el cual posteriormente será analizado:

SUMARIO

121
ACTOR:

DEMANDADO:

OBJETO:

DOCUMENTAL:

INICIA DEMANDA POR ACCIDENTE DE TRABAJO. PLANTEA


RECURSO CONTRA LA RESOLUCIÓN DE COMISIÓN MÉDICA DE
LA SRT. FORMULA RESERVAS.

Señor Juez:

---------------- (Tº ----------- Fº ------------), CUIT -----------------, Leg.


Previsional -------------, constituyendo domicilio legal en la calle ----------
-------, Pcia. de Buenos Aires domicilio electrónico:
XXXXXXX@notificaciones.scba.gov.ar, a V.S. me presento y
respetuosamente digo:

I. PERSONERÍA

Que como lo acredito con la carta-poder, soy letrado apoderado de -------


--------, DNI -----------------, nacionalidad -----------------, estado civil -----
------------, fecha de nacimiento -----------------, edad ----------- años, con
domicilio real en la calle -----------------, localidad, Pcia. de Buenos Aires.

II. OBJETO

122
Que siguiendo expresa instrucciones de mi mandante vengo a promover
formal demanda contra -------------------- Aseguradora de Riesgos del
Trabajo, con domicilio en la calle ----------------, por la suma que más
adelante se detalla en el acápite Liquidación, o por lo que en más o en
menos resulte de la prueba a rendirse, con más la actualización monetaria
correspondiente a depreciación monetaria e intereses.

III. LEY 15.057, ART. 2º, INC. J. VÍA RECURSIVA.

Atento a que se ha agotado la instancia administrativa, conforme surge del


Dictamen Médico y su homologación, vengo en legal tiempo y forma a
plantear presente demanda, en los términos del art. 2º de la ley 27.348,
contra el Dictamen Médico de Comisión nº -----------------, en el Expte. --
---------------/-----------------, conforme las consideraciones de hecho y
derecho que paso a exponer.

IV. ANTECEDENTES

Mi mandante ingresa a prestar tareas en el año ---------------- para la


empresa -----------------, con el cargo de, trabajando de lunes a viernes de
---------------- a ----------------- hs., siendo la remuneración normal,
mensual y habitual de $ -----------------, como surge del recibo de sueldo
adjunto como prueba documental.

Debe indicarse que se desempeñaba al momento del hecho en -------------


, con sede en la calle ----------------------------------, Provincia de Buenos
Aires.

Posteriormente se efectúa un relato de los hechos, las circunstancias del


accidente, el horario y lugar y quiénes brindaron las atenciones médicas
hasta el fin del tratamiento.

A modo de ejemplo se transcribe parte de las limitaciones físicas y


dolencias que pueden encontrarse como resultado de un accidente en un
trabajador.
123
No obstante los tratamientos de rehabilitación kinésica, ha quedado con
dolores continuos y limitación funcional. Los médicos tratantes han
indicado que el [tobillo, rodilla, pierna, entre otros] ha quedado con menor
estabilidad y que tendrá que convivir de por vida con dicha incapacidad.

V. ART. 1º LEY 27.348. DICTÁMENES COMISIÓN MÉDICA.


PLANTEA RECURSO. SE AGRAVIA. SOLICITA ELEVACIÓN A LA
JUSTICIA LABORAL.

Que vengo a plantear recurso contra Dictamen de Comisión Médica


Expediente nº -----------------/----------------------------------.

En este acápite del recurso deben señalarse los agravios puntualmente en


relación al Dictamen Médico de la Comisión. A modo de ejemplo se
transcriben algunas líneas para tomar como modelo del planteo a realizar.

Agravia a esta parte lo resuelto en el expediente nº ------------/-----. En el


dictamen médico solamente se describe el tratamiento recibido, y se
señala sin incapacidad. Es escueto y sin detalles de cómo se arriba a dicho
diagnóstico.

Cabe poner de resalto que la lesión resultó ser un ------------- y por el cual
mi representado ha quedado con una debilidad funcional y tendencia a
producir nuevas lesiones, lo cual no se hace mención en el dictamen en el
cual aquí se plantea el recurso. El Dictamen médico resulta escueto y no
da mayores precisiones sobre cómo se arriba a la conclusión de que no
han quedado secuelas como consecuencia del hecho.

Mi representado ha quedado con dolores continuos, debilidad estructural,


conforme lo señalado por médicos particulares tratantes. Agravia a esta
parte que no se hayan efectuado nuevos estudios tendientes a determinar
el estado de la actora.

124
¿Puede resultar verosímil que una persona que ha sufrido --------------, no
padezca incapacidad psíquica?

Agravia que se haya dictaminado que no posee incapacidad, cuando sí la


tiene, y le produce actualmente dolores e hinchazón. Atento a que padezco
incapacidad como consecuencia del hecho, por la cual se ofrece la prueba
pertinente, es que se plantea recurso contra el dictamen mencionado.

A continuación, se detalla la incapacidad:

VI. LA INCAPACIDAD SOBREVINIENTE.

A raíz de los desdichados accidentes, mi mandante se encuentra en la


actualidad con dolor, y debido a ello tiene menor movilidad y molestias.
Asimismo, debo señalar que cumplió con todas las indicaciones de los
profesionales médicos, y no ha podido recuperarse de la dolencia.
Conforme se acreditará con las pericias médicas pertinentes, el accidente
laboral le produjo y produce actualmente secuelas que habrán de incidir
en el resto de su vida, limitando mi capacidad laboral en un ----------------
------------ por ciento (-----%).

En el estado en que se encuentra a raíz de lo expresado es procedente el


reclamo por la incapacidad total y permanente respecto a la total obrera a
la que se ve sometido por el resto de sus días, por lo que habrá de estimarse
el pertinente resarcimiento, monto que podrá ampliarse conforme a las
conclusiones a que se arribe luego de las pericias que serán efectuadas en
autos, que surge de la liquidación que se practica.

VII. LIQUIDACIÓN.

A continuación, se practica liquidación conforme lo dispuesto en el art. 14


de la ley 24.557:

125
Se utiliza a modo de ejemplo una liquidación de un trabajador con una
remuneración de $ 199.458,10 anuales, con 29 años al momento del
hecho.

Cálculo art. 14, inc. a), ley 24.557:

Datos considerados:

Sueldo anual: $ 199.458,10.


Edad del trabajador: 29 años
Porcentaje de incapacidad: 15% Fórmula:
C = Salario base * 53 * 65/edad * % incapacidad
C: es el capital a percibir
Salario base: Total anual / 365 x 30,4 = $ 16.612,40.

Indemnización resultante:

C = 16.612,40 x 53 x 65/38 x 0.20 = $ 295.833,61.


Incremento del 20% (art. 3º ley 26773): $ 59.166,72.
$ 295.833,61 + 20%: $59.166,72 = $ 355.000,03.

El capital reclamado asciende a la suma de pesos trescientos cincuenta y


cinco mil con tres centavos ($ 355.000,03), sin perjuicio de adicionar lo
que correspondiera por depreciación monetaria e intereses, o lo que en
más o en menos resulte de la prueba a rendirse.

VIII. ARTS. 12 Y 14 DE LA LEY 24.557, DECRETO 1278/00.

De su simple lectura surgen interrogantes y certezas sobre su


fundamentación legal y su coherencia con normas tradicionales del
derecho del trabajo, y lo que es todavía de mayor gravedad institucional,
su inadecuación a normas de la Constitución Nacional (C.N. en adelante)
y de diversos tratados internacionales, los que en virtud de la disposición

126
del art. 75, inc. 24, de la misma tienen una jerarquía superior a la de las
leyes dictadas por el Congreso Nacional.

En el caso como el de autos, para llegar al cálculo del ingreso base, según
lo dispuesto por el art. 12 de la ley 24.557, no se toma la totalidad de las
sumas percibidas por el trabajador, debiendo tenerse en cuenta que el
principio rector en el tema es la sustitución de ingresos, sino que se
efectúan cálculos menguados a través de diversas modalidades, en clara
contradicción con los derechos constitucionales (arts. 17, 28, etc.).

A tal fin la Corte Suprema en el caso “Aquino” ha dicho: “Si se trata de


establecer reglamentaciones legales en el ámbito de protección de los
trabajadores dañados por un infortunio laboral, el deber del Congreso es
hacerlo en el sentido de conferir al principio alterum non laedere toda la
amplitud que éste amerita, y evitar la fijación de limitaciones que, en
definitiva, implican ‘alterar’ los derechos reconocidos por la Constitución
Nacional (art. 28) (…). ‘Desde antiguo, esta Corte ha establecido que las
leyes son susceptibles de cuestionamiento constitucional ‘cuando resultan
irrazonables, o sea, cuando los medios que arbitran no se adecuan a los
fines cuya realización procuran o cuando consagren una manifiesta
iniquidad’ (Fallos: 299:428, 430, considerando 5º y sus numerosas citas)’.

”Sólo se consideran las retribuciones sujetas a cotización (art. 12.1), art.


23.2 L.R.T. y art. 9º ley 24.241, lo que de por sí excluye aquellas no
remuneratorias y aquellas otras que superen el máximo sobre el que deben
hacerse los aportes y contribuciones. ”Las indemnizaciones de pago único
por incapacidad laboral permanente parcial, tienen un tope de $ 180.000,
actualizado, lo que importa una disminución notable de la suma a percibir
por el trabajador, dado que el porcentaje de incapacidad tiene en todos los
casos como límite máximo el porcentaje de incapacidad referido a dicha
cifra.

”Para los casos en que la incapacidad permanente sea total y definitiva


rigen iguales topes los cuales son utilizados para la fijación de la renta
vitalicia.

127
”En la otra hipótesis frecuente de incapacidad laboral permanente parcial
definitiva igual o de más del 50% e inferior al 66% se abona una renta
periódica equivalente al 70% del ingreso base o sea que se retacea
notablemente la prestación.

”Esta también desaparece en caso de jubilación o en caso de muerte con


lo que se consagra una nueva inequidad dado que se desconoce el derecho
del trabajador a una indemnización integral y además se vulnera
groseramente el derecho de la propiedad, puesto que si la indemnización
o renta periódica o vitalicia integra su patrimonio la misma corresponde a
sus sucesores y no a los titulares del débito como aquí se dispone.

”Las modalidades de pago en forma de renta también lesionan garantías


constitucionales. Todos los ciudadanos tienen derecho a usar y disponer
de su propiedad, y si en razón de su edad o incapacidad existen en el
derecho civil disposiciones tuitivas justificadas por el carácter de la
protección que se pretende ejercer, en el caso de los trabajadores mayores
de edad y capacitados para ejercer plenamente sus derechos, la disposición
aparece como violatoria del derecho constitucional de la propiedad
reglamentado en los artículos 14 y 17 de la C.N.

”Claramente se puede ver que las prestaciones dinerarias dispuestas por la


ley 24.557 se determinan en base a una cifra dineraria inferior a la real
remuneración del trabajador. El cálculo de las prestaciones sujetas al
salario provisional le causa un perjuicio al actor pues los daños sufridos
son determinados tomando en cuenta una parte de su remuneración.

”A tal fin la jurisprudencia mayoritaria ha dicho: ‘C. Nac. Trab., Sala 5ª


Fecha: 5/7/2006 Partes: Lucero, Cristian G. v. Provincia ART. S.A. y otro
s/despido. El ingreso base al que hace referencia el art. 12 ley 24.557 es
claramente reprochable desde el punto de vista constitucional cuando de
su cálculo resulta para el trabajador accidentado un importe inferior al que
normalmente le correspondería como contraprestación por su labor. El
fundamento jurídico de tal prestación es la situación de incapacidad en
que se halla el trabajador, en virtud de una circunstancia que el
ordenamiento jurídico le imputa al empleador (subrogado en sus
obligaciones por la ART). No tiene sentido que durante ese lapso el
trabajador se vea afectado por un déficit en su ‘ingreso de bolsillo’, que
128
tiene carácter alimentario, en virtud de una causa que no le es imputable,
y que la norma le asigna a la responsabilidad del empleador (En el caso el
trabajador ve claramente afectada su remuneración mensual de $ 600, por
una prestación de $ 226,58, que no alcanza siquiera a la mitad del ingreso
mensual que tiene carácter alimentario)”.

En lo que hace al tope proporcional dispuesto por la ley 24.557, Horacio


Schick en Ley de Riesgo de Trabajo Análisis crítico y propuestas,
sostiene: “…También es igualmente injusto e inconstitucional el tope
indemnizatorio parcial y proporcional, lo que constituye otro abuso en la
tarifación, pues luego de efectuar el cálculo de la indemnización en base
a cómputos aritméticos preestablecidos, que acotan de por sí la
indemnización, se le incorpora una nueva indemnización general y aun
parcial que desnaturaliza el carácter reparador del resarcimiento tarifado.
La indemnización tarifada no está determinada en la LRT de modo
neutral, y su combinación con los topes generales y parciales genera una
distorsión muy marcada, que transfiere un subsidio muy importante de
parte de sector de las víctimas, hacia el sector de los responsables. Esta
conclusión demuestra la fragilidad de los instrumentos empleados
respecto del objetivo previsto de proveer ‘adecuadas compensaciones’”.

La decisión del máximo Tribunal, en el caso ‘Aquino’ y de los Tribunales


superiores de sugestivos y sólidos fundamentos legales debe ser seguida
por los Tribunales inferiores, por un principio de economía procesal, lo
que de por sí abona lo pedido por mi parte en cuanto a la declaración de
inconstitucionalidad que se pide en este capítulo de la demanda.

IX. SOLICITA DECLARACIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD


DEL ART. 6º, APARTADO 2º, LRT, POR “LISTADO CERRADO”.
INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS DECRETOS 658/96 y 659/96.

Que las afecciones que posee mi mandante responden a las consideradas


extra-sistémicas, por lo que las mismas no se en cuentran dentro de lo
estipulado por los decretos 658/96 y 659/96. Así, resulta una lesión
completamente laboral, por cuanto superó con éxito los exámenes
preocupacionales para ingresar a su trabajo, estando en óptimo estado de
salud, sufriendo la afección netamente en la faz de sus tareas, con causa y
consecuencia en su trabajo y esfuerzo laboral.
129
Debe interpretarse que la cobertura legal debe comprender a todo daño
sufrido por el trabajador durante el tiempo de prestación de los servicios,
por el hecho o en ocasión del trabajo, aun cuando la causa del mismo no
tenga las características de “súbita y violenta”. Si, por el contrario, se
adoptara una interpretación literal de la norma, no habría más remedio que
declarar su inconstitucionalidad, por ser manifiestamente violatoria del
principio de igualdad ante la ley que consagra nuestra Carta Magna (art.
16). Corresponde aplicar en estos casos “el principio de la evidencia”,
mediante el cual se utiliza la lógica, la experiencia y el sentido común
como pautas integrativas de lo que se ha llamado la “sana crítica”. En
consecuencia, podemos decir que es una verdad conocida ―aun a nivel
de lego― que el trabajador que realiza esfuerzos superiores a los normales
en forma habitual está expuesto y predispuesto a contraer patologías
herniarias. En tal caso corresponderá a la A.R.T. acreditar cabal y
fehacientemente que la causa de la hernia es extralaboral para eximirse de
responsabilidad.

Por último, aun cuando exista alguna duda, el dilema debe ser resuelto
aplicando el aforismo in dubio pro operario (aún no eliminado de nuestro
derecho laboral). Con mayor razón cuando está en juego la tutela de la
integridad psicofísica del trabajador.

Por lo expuesto, encontrándonos en un sistema que pretende obturar toda


vía para el reclamo de una reparación integral de los daños derivados de
un infortunio laboral, cualquier duda en la interpretación de sus normas
en general, y en particular las que se refieren al resarcimiento de los
perjuicios, debe ser resuelta a favor de la víctima. Así lo manda nuestro
proyecto social constitucional (art. 14 bis), los principios generales del
derecho del trabajo (L.C.T., art. 9º) y el sentido común (Dr. Luis Enrique
Ramírez, en su artículo “Hernia abdominal: ¿Accidente del trabajo o
enfermedad inculpable?”).

En la misma línea, la CSJN en autos “BCA c/Dupont Argentina S.A.


s/daños y perjuicios” resolvió declarar la inconstitucionalidad del art. 6.2
de la LRT.

130
X. PRUEBA

Ofrezco la siguiente:

1. Posiciones: que absolverá el Representante legal de la Cía. de Seguros


demandada en la audiencia que al efecto se designe y a tenor del pliego
que mi parte acompañará oportunamente.

2. Documental: Se tenga por tal la que se acompaña y que consiste en:

a) (----------) Recibos de sueldo


b) (----------) Constancias de ingreso y alta
c) (----------) Copias de certificados médicos

3. Pericial médica: Se designe perito médico único de oficio, para que


mediante el examen del actor y con los estudios de diagnóstico disponibles
y la información obrante en el expediente responda e informe sobre los
siguientes puntos: I) ¿Puede referir las circunstancias en que se produjo el
accidente del actor que figuran en el expediente? II) Mencione si hay
constancias de su atención por la ART desde (fecha del hecho) por (lesión)
y en ese caso con qué diagnóstico fue atendido. III) Refiera a qué estudios
y tratamientos fue sometido por la ART el accidentado y señale los
hallazgos positivos relacionados con el accidente. Señale si el accidente
guarda relación con los padecimientos del actor en su (pie, mano rodilla,
etc.), respectivamente. IV) Diga si de la lectura de la historia clínica se
puede determinar si el actor fue dado de alta y en qué condiciones. V) Del
examen físico efectuado por Ud. mencione los hallazgos positivos. VI)
Consigne por favor qué encontró en los estudios neurológicos, de
imágenes, radiológicos u otros solicitados por Ud. VII) ¿Puede determinar
si el actor tendrá que recibir algún tipo de tratamiento adicional médico
y/o de rehabilitación para compensar las secuelas sufridas. De ser así
menciónelos. VIII) Según su opinión ¿en qué medida las secuelas de las
lesiones sufridas en el accidente pueden incidir en la capacidad laboral del
accidentado? IX) Determine la incapacidad del actor y refiera qué
parámetros ha utilizado para ello. X) Agregue según su criterio cualquier
otro elemento o comentario que considere necesario para colaborar en el
esclarecimiento del caso y contribuir con la decisión del tribunal. XI)
131
Previo estudio psicológico según arte y efectuando una Historia Clínica
psiquiátrica completa determine si el actor presenta algún tipo de afección
en su esfera psíquica; y en su caso, si el accidente actuó como
desencadenante con las secuelas sufridas. XII) Efectúe el Sr. Perito un
amplio estudio de personalidad del actor, determinando si padece o
presenta patología psiquiátrica o psicológica, y si la misma es susceptible
de originarse o agravarse verosímilmente en el accidente de mención.
XIII) Para ello el Sr. Perito deberá realizar una exhaustiva
psicosemiología y una batería de test y otros estudios complementarios
que considere oportuno hacer, debiendo adjuntar los protocolos y gráficos
convenientemente procesados al informe de peritación. XIV) En caso de
comprobar daño psíquico psicológico precisará el Sr. Perito el grado de
incapacidad que tal patología acarrea a la examinada especificando la
tabla y/o baremo que utiliza y el procedimiento seguido para codificar.
XV) Determinará el Sr. Perito si el actor padece de la denominada neurosis
reactiva postraumática. XVI) Si a consecuencia del accidente padece el
actor trastornos del carácter, irritabilidad, pérdida de sueño, negación de
la realidad, imposibilidad para “goce”, etc. XVII) Establecerá si presenta
todos y/o alguno de los síntomas mencionados en el punto XV), o si la
patología de la actora se expresa a través de alguna sintomatología
particular no descripta. XVIII) Determine la incapacidad del actor y
refiera qué parámetros ha utilizado para ello. XIX) Todo otro dato que el
experto considere de interés.

4. Pericial Contable: Se designe perito contador único y de oficio para que


compulsando los libros de la ART informe al Juzgado a) si estos son
llevados de acuerdo a derecho y si a la fecha del accidente tenía contrato
de seguro con (Empleador). b) Indique asimismo si fue realizada denuncia
de siniestro ante la Compañía aseguradora. En caso afirmativo, consigne
la totalidad de su contenido. c) Si se le ha realizado el examen
preocupacional al actor; y en caso afirmativo acompañe copia del mismo.
d) Lugar de celebración del contrato entre (Empleador) y la ART
demandada. e) Teniendo a la vista la carpeta de siniestro del actor informe
si las constancias emitidas adjuntas con la demanda son auténticas. f)
Efectúe el cálculo de la indemnización por incapacidad que le
correspondería al actor según el cálculo dispuesto en el art. 14 de la ley
24.557, y efectúe otro cálculo, sin aplicar el tope dispuesto por la ley
24.557, con más el 20% dispuesto por el art. 3º de la ley 26.773 y tomando
como base la totalidad de la remuneración (no sólo los rubros
remunerativos) percibidos por el actor como lo solicitara esta parte en el
escrito de inicio, aplicando el índice de actualización RIPTE dispuesto en
132
el art. 8º de la ley 26.773. g) Cualquier otro dato de interés para la
resolución del litigio.

5. Oficiatoria: A la Superintendencia de Riesgos del Trabajo a fin de que:


a) informe el estado actual del trámite del actor; b) si se le ha aplicado
algún tipo de sanción por haber incurrido en incumplimientos a la (ART)
en los últimos tres años. En caso afirmativo, solicito informen cuales
fueron las causas, como así también los nº de las resoluciones por las que
se ordenaron las sanciones correspondientes.

6. Oficiatoria: A la Clínica -------------, con domicilio en la -------------, a


fin de que informe si fue atendida la actora, en caso afirmativo enumere
su forma de arribo, hora de dicho ingreso y toda otra información que se
encuentre asentada respecto de los motivos del mismo. Asimismo,
informen estado al momento de su ingreso, diagnóstico, tratamientos
efectuados. Solicito también remita la totalidad de la historia clínica,
informes médicos y diagnósticos resultantes, pertenecientes a la actora,
labradas como consecuencia del accidente de trabajo que sufriera.

7. Oficiatoria: A (Empleador) a fin de que certifique la veracidad de los


recibos acompañados, e informe lo percibido por la actora durante los
últimos doce meses anteriores al accidente. Asimismo, señale si se efectuó
denuncia por el accidente de mención y si la actora cursó licencias
médicas.

8. Oficiatoria: A ANSES/AFIP a fin de que informe los haberes de la


actora durante los últimos doce meses previos al accidente. Dicho informe
se solicita mediante sistema electrónico a través del Juzgado interviniente.

9. Informativa en subsidio: Para el caso en que la demandada desconozca


la documental acompañada solicito se ordene librar oficio a las entidades
emitentes de la documental acompañada para que se expidan sobre su
autenticidad, contenido de las mismas.

10. Intimación: Solicito se intime a (ART) en los términos del art. 388 del
CPCC a fin de que acompañe en autos la carpeta del siniestro,
133
preocupacionales realizados al actor y denuncia del asegurado todas las
constancias de atención médica y estudios realizados al actor. Asimismo,
solicito se le intime a denunciar los domicilios de los Centros médicos
donde fue atendido el actor por cuenta de la ART mencionada.

XI. FORMULA RESERVA DE CASO FEDERAL.

Para el remoto supuesto de no hacerse lugar a los planteos de


inconstitucionalidad incoados, dejo desde ya reservado el caso federal
para ocurrir ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por la vía del
art. 14 de la ley 48 y por violación de los arts. 14 bis, 17, 18 y 19 de la
Constitución Nacional y constituir una cuestión federal en los términos de
la creación pretoriana del recurso extraordinario en el marco de la doctrina
arbitraria determinada por el Superior Tribunal de la Nación.

XII. PETITORIO.

Por lo expuesto solicito a V.S.:

1. Se me tenga por presentado, por parte y por constituido el domicilio


especial indicado.

2. Se tenga por promovida la presente demanda y por ofrecida la prueba.

3. Se tenga por agregada la documental acompañada.

4. Se corra traslado de la demanda a la accionada por el término de ley y


bajo apercibimiento de ley.

5. Oportunamente, se haga lugar a la demanda, con costas.

134
Proveer de conformidad,
SERÁ JUSTICIA

7.7. Diferencias con el planteo ante la Comisión Médica de CABA

La demanda transcripta es similar en su contenido al recurso que debe ser


presentado ante la Comisión Médica de CABA.

Las diferencias, como lo habíamos señalado anteriormente, radican en el


plazo para iniciarla –siendo en provincia de Buenos Aires de 90 días
hábiles― y la posibilidad de plantear una acción ordinaria ante los
Tribunales Laborales en forma directa. En el acápite III, se hace mención
al estricto cumplimiento del art. 2º, inc. j), de la ley 15.057. Es un requisito
esencial haber agotado la instancia administrativa para poder acceder a la
justicia laboral de la provincia de Buenos Aires, acreditando el Dictamen
Médico emitido por la Comisión de la SRT. “...el trabajador o sus
derechohabientes deberán acompañar los instrumentos que acrediten el
agotamiento de la vía administrativa por ante la Comisión Médica
Jurisdiccional correspondiente y/o la configuración del silencio
administrativo por parte de ésta…” (art. 2º, inc. j, ley 15.057 de la
provincia de Buenos Aires).

Por otra parte, la ley de mención mantiene la figura del recurso, ya que
señala que la demanda debe plantearse en los términos del art. 2º de la ley
27.348, esto es, con el formato de recurso.

Se crea una confusión en las figuras legales, que mantiene aún la nueva
Ley de Procedimiento Laboral de la provincia de Buenos, a pesar de las
mejoras introducidas en relación al sistema en vigencia en CABA.

Así también, otorga prioridad al planteo elegido por el trabajador,


determinando que la acción ordinaria iniciada por el mismo ante la justicia
laboral “...atraerá el recurso que eventualmente interponga la aseguradora
de riesgos del trabajo ante la Comisión Médica Central y la sentencia que
se dicte en sede laboral resultará vinculante para ambas partes…”.

135
En el caso de aceptar las partes lo resuelto por la SRT en el Dictamen
Médico, la decisión hará cosa juzgada y no podrán efectuarse ulteriores
reclamos. Así lo expresa la norma:

“...Si las partes consintieran los términos de la decisión emanada de las


Comisiones Médicas jurisdiccionales, tal resolución hará cosa juzgada
administrativa en los términos del art. 15 de la Ley de Contrato de Trabajo,
quedando definitivamente concluida la controversia…” (ley 15.057, art.
2º, inc. j).

8. Recurso ante la Comisión Médica Central -

El recurso ante la Comisión Médica Central se encuentra previsto en la


ley 27.348 y en el art. 17 de la resolución 298/17 de la SRT. El art. 2º de
la ley 27.348 establece: “...Una vez agotada la instancia prevista en el
artículo precedente las partes podrán solicitar la revisión de la resolución
ante la Comisión Médica Central...”.

Este recurso debe presentarse dentro de los 15 días hábiles de notificado


el trabajador o sus derechohabientes de la Homologación del Dictamen
Médico. El planteo se efectúa ante el Servicio de Homologación, que
deberá dar traslado de las expresiones de agravios por cinco días, y una
vez contestadas o vencido el plazo elevará las actuaciones en el plazo de
diez días a la Comisión Médica Central.

La Comisión mencionada puede ordenar medidas que considere


necesarias para resolver el recurso, pudiendo ofrecer las partes
intervinientes medios probatorios que fueron denegados en una instancia
anterior.

El plazo para la producción de las pruebas es de 10 días hábiles, pudiendo


ampliarlo hasta 20 días hábiles, en caso de que las circunstancias así lo
requieran.

136
Concluida la etapa probatoria, la Comisión Médica Central deberá emitir
la resolución en un plazo de 30 días hábiles, la cual se notificará a las
partes mediante ventanilla electrónica.

Conforme expresa el art. 17 de la resolución 298/17 SRT:

“...Trámite del recurso de apelación ante la Comisión Médica Central. El


Servicio de Homologación deberá elevar las actuaciones a la Comisión
Médica Central en el plazo de diez (10) días de recibidas las
contestaciones de las expresiones de agravios o vencido el plazo para ello.
La Comisión Médica Central ordenará, si lo considerase pertinente, las
medidas necesarias para resolver el recurso, fijando un plazo máximo para
su producción de diez (10) días, pudiendo ampliarlo hasta veinte (20) días
cuando las circunstancias así lo requieran. Sólo podrán ofrecerse medidas
probatorias que hayan sido denegadas en la instancia anterior.
Posteriormente, concluida la etapa probatoria, emitirá resolución
definitiva en un plazo máximo de treinta (30) días, la que se notificará a
las partes”.

Asimismo, conforme surge del texto del art. 2º de la ley 27.348, la


resolución emitida por la Comisión Médica Central será susceptible de
recurso directo ante la justicia laboral ordinaria. Entendemos que el
recurso de apelación ante la Comisión Médica Central sólo dilata la
presentación ante la justicia laboral ordinaria, dado que es muy difícil que
puedan ofrecerse nuevas pruebas que modifiquen el Dictamen Médico
anterior.

Por tal motivo, no lo aconsejamos a los fines de utilizarlo, ya que se agotó


con anterioridad la instancia administrativa generando este recurso una
demora innecesaria con resultados poco efectivos.

Pasaremos, entonces, al análisis detallado de la ley 27.348 y la atención


de los modelos de demanda por accidente de trabajo en los sucesivos
capítulos.

137
Notas -

1 Superintendencia de Riesgos del Trabajo.


2 Consultado en forma personal en una Comisión Médica, me fue
informado que en caso de no llegar a un acuerdo o no haber sido el
derechohabiente convocado por la ART/EA, ellos podrán instar el
procedimiento mediante una intimación a la parte contraria.

Capítulo II

Del DNU 54/2017 a la sanción de la Ley N° 27.348. Análisis


normativo de la Ley N° 27.348 y la Resolución N° 298/2017

José Ramón Balmaceda


Gabriela Alejandra Casimiro
Leonardo Javier Cuesta

1. Ley de Riesgos del Trabajo, DNU 54/2017 y ley 27.348 -

En el desarrollo del presente capítulo, abordaremos íntegramente el


tratamiento que presentó la sanción del DNU 54/2017, que derivara en la
sanción de la ley 27.348, complementaria de la Ley de Riesgos del
Trabajo.

138
Por la repercusión social y mediática que presentó la modificación del
régimen, resulta menester realizar un introito, pormenorizando la historia
que derivara en la sanción de la ley 27.348.

2. La media sanción en el Senado y el DNU 54/2017 -

Como se sostuviera en la introducción, la modificación del régimen de


accidentes laborales y enfermedades profesionales encuentra adeptos y
detractores, con posiciones encontradas.

Por un lado, se intenta brindar protección de sustentabilidad al régimen,


sobre la base de considerar excesivos los reclamos judiciales, colocando
en jaque al sistema y su subsistencia.

Por otro, se brega por la defensa de los trabajadores, procurando una


mayor protección de sus derechos y reparaciones equitativas que cubran
los daños padecidos, dejando de lado fórmulas que se alejan de la
reparación integral de los infortunios y tratamientos administrativos
previos (por ante las Comisiones Médicas) que resultan inconstitucionales
por vulnerar los arts. 14, 14 bis, 16, 17 y 18 de la Constitución Nacional.

La exégesis de la reforma tiene lugar con la media sanción obtenida en la


Cámara de Senadores, el 21 de diciembre de 2016, donde el tratamiento
de la normativa obtuvo cuarenta y ocho votos a favor, dos en contra y una
abstención, quedando así en condiciones de ser tratada en la Cámara de
Diputados. Los tópicos del proyecto de ley se encasillaban en la reducción
de la litigiosidad laboral, a fin de brindar “seguridad jurídica” al régimen,
augurando una reducción de costos en materia de juicios. El texto,
consensuado con los representantes gremiales (entre ellos, la CGT),
exigía, entre otros puntos, el paso por ante las Comisiones Médicas
Jurisdiccionales, dependientes de la SRT, como requisito administrativo
previo, excluyente y obligatorio, para el reclamo judicial.

Lejos de brindar calma a los intervinientes en el conflicto, durante el


verano de 2017, la urgencia de las aseguradoras de riesgos del trabajo, con

139
el apoyo de la UART, motivó que el presidente Mauricio Macri dictara el
DNU 54/2017 con fecha 20 de enero de 2017 1.

La sanción del decreto de necesidad y urgencia desató un mar de debates


y planteos sobre él, y mereció diversos planteos en la justicia, solicitando
su inconstitucionalidad. Así, con fecha 30 de enero de 2017, arriba a la
Corte Suprema de Justicia de la Nación un recurso de amparo presentado
por el Dr. Daniel Igolnicov, el cual sostuviera al respecto:

“Afecta mi derecho de trabajo, velada pero expresamente, al derogar la


ley 24.635 que rige el Sistema de Conciliación Obligatoria (SECLO), que
es mi medio fundamental de vida”.

Asimismo, refirió:

“Quita de la competencia del SECLO todos los conflictos vinculados a la


Ley de Riesgos del Trabajo, que tengan como víctimas a todos los
empleados registrados y, asimismo, suprime la primera instancia de la
justicia laboral a su respecto… Esta vulneración al derecho de trabajar no
se circunscribe a los conciliadores, sino que abarca a la decena de miles
de trabajadores que todos los años, siendo víctimas del incumplimiento de
las normas laborales, consiguieron justa reparación por una vía legítima y
eficaz y que se viene a derogar por ‘una necesidad y urgencia’ inventada
abusivamente para encubrir la maniobra política de eludir el camino
parlamentario” 2.

En la misma línea, el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal


promovió un amparo colectivo contra el DNU, solicitando se declare su
inconstitucionalidad, en protección de todos los abogados que ejercen en
el ámbito territorial de la Capital Federal 3. El documento solicitaba hacer
cesar el perjuicio actual y manifiestamente arbitrario que dicha norma
ocasiona a los legítimos intereses de los matriculados que la mencionada
institución tiene la obligación de representar.

El instrumento presentado, que quedó a cargo de la jueza en lo


Contencioso Administrativo Federal Dra. Rita Ailán, sostuvo:
140
“El decreto mencionado es a todas luces inconstitucional, ya que no
existen circunstancias excepcionales que justifiquen su dictado, mucho
menos en una materia ya regulada por un proyecto de ley que contaba con
media sanción por parte del Congreso Nacional a través del Senado. Es
decir, no existía la necesidad y no existía la urgencia para proceder a su
dictado.

”La normativa atacada comporta, además, una inexcusable violación del


orden jurídico constitucional, vulnerando lo dispuesto por los arts. 1º, 5º,
14, 14 bis, 16, 17, 18, 28, 31, 33, 75, inc. 22, 99, inc. 3º, y 109 de la
Constitución Nacional (C.N.) y el Pacto de San José de Costa Rica,
procurándose con esta acción la tutela jurisdiccional de los intereses de
esta parte.

”En efecto, la aplicación del DNU 54/2017 genera una lesión de imposible
reparación posterior, tanto sobre el derecho de propiedad y trabajo de los
abogados, limitando su derecho a laborar, restringiendo sus honorarios y
la facultad de pactarlos libremente; como el derecho de todos los
trabajadores en su conjunto, incluidos los abogados trabajadores en
relación de dependencia, de acceder a la justicia y al juez natural, cuando
pudieran verse afectados por una enfermedad o incapacidad laboral.

”Por lo tanto, en el carácter invocado, requiero de V.S. la inmediata y


expedita tutela de los intereses afectados de los abogados profesionales
del Derecho, sin perjuicio de la nulidad e invalidez propia del DNU en
cuanto a su dictado, como más adelante expondré, solicitando para ello la
declaración de inconstitucionalidad del DNU 54/2017, el cual implica una
flagrante violación del orden jurídico constitucional, procurándose con
esta acción la protección jurisdiccional frente a la conducta ilegítima y
arbitraria del Poder Ejecutivo Nacional (PEN).

”Como medida cautelar, solicito a V.S. ordene la suspensión de la


aplicación de la normativa impugnada hasta tanto se resuelva la cuestión
de fondo por la que se solicita la inconstitucionalidad del decreto atacado”
4.

141
No obstante, la magistrada se declaró incompetente, remitiendo las
actuaciones al fuero laboral, sosteniendo: “Que, en el caso, el actor
impugna el dec. 54/2017 dictado con el fin —entre otros— de corregir
aquellas cuestiones que han provocado situaciones inequitativas” en el
Sistema de Riesgos del Trabajo, e “incorporar al régimen legal vigente
diversas disposiciones de reordenamiento normativo del sistema
consagrado en la ley 24.557” (conf. párrafos 5 y 19 del considerando). En
tal contexto, corresponde reconocer que la materia de fondo se refiere a la
prevención de los riesgos y la reparación de los daños derivados del
trabajo y, en consecuencia, resulta de naturaleza laboral. Por ello, a fin de
resolver el planteo formulado por el accionante, no resultarán de
aplicación normas de derecho administrativo, sino laboral… Resuelvo: I.
Declarar la incompetencia del fuero para entender en las presentes
actuaciones y, en consecuencia, remitir los autos a la Justicia Nacional del
Trabajo, para su ulterior trámite”.

En los autos “Rizzo, Jorge G. por derecho propio y presidente del Colegio
Público de Abogados de la Capital Federal y otro c/ Estado Nacional
Poder Ejecutivo Nacional s/acción de amparo”, el Juez Dr. José Alejandro
Sudera, titular del Juzgado Nacional del Trabajo nº 56, decidió el rechazo
de la acción de amparo formulada, con fecha 8 de marzo de 2017,
sosteniendo:

“Que el fin y las consecuencias del control encomendado a la justicia


sobre las actividades ejecutiva y legislativa requieren que el requisito de
la existencia de un ‘caso’ o ‘controversia judicial’ sea observado
rigurosamente para la preservación del principio de la división de los
poderes, dado que —como se señaló— nuestro sistema impide que se
dicten sentencias cuyo efecto sea privar de valor erga omnes a las normas
impugnadas, o que se refieran a agravios meramente conjeturales e
hipotéticos. La acción declarativa debe ser iniciada en orden a un interés
sustancial y concreto. Que, por ello, ante la inexistencia de la
configuración de un caso concreto, la acción de amparo habrá de ser
desestimada, sin costas. Que, en tal orden de ideas, lógico resulta concluir
que no corresponde el tratamiento de la medida cautelar requerida. Por
todo ello, resuelvo: Rechazar la acción de amparo interpuesta, sin costas”
5.

142
La resolución fue apelada por el accionante, con elevación a la Excma.
Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala III, donde los Dres.
Cañal, Santos y Rodríguez Brunengo revocaron la sentencia, remitiendo
la causa al Juzgado Nacional del Trabajo nº 58. Los magistrados
sostuvieron:

“…el juez de anterior grado desestimó in limine la medida peticionada,


por la inexistencia de un caso o controversia judicial. Sin embargo, se
advierte que en el presente caso lo que se trata de proteger son derechos
colectivos por supuestos intereses, también colectivos (de los abogados de
la matrícula)… Asimismo, es destacable que con la sentencia ‘Halabi’ se
produjo un giro copernicano, pues se sostuvo que ‘en materia de
legitimación procesal, corresponde, como primer paso, delimitar con
precisión tres categorías de derechos: individuales, de incidencia colectiva
que tienen por objeto bienes colectivos y de incidencia colectiva referentes
a intereses individuales homogéneos… Se admitió una tercera categoría
conformada por derechos de incidencia colectiva referente a los intereses
individuales homogéneos… Donde no hay un bien colectivo, ya que se
afectan derechos individuales enteramente divisibles (24/2/2009, CSJN,
‘Halabi, Ernesto c/PEN ley 25.872 dec. 1563/04 s/amparo ley 16.986’)….
Por todo ello, el Tribunal resuelve: I.Revocar lo decidido en la anterior
instancia y remitir las presentes actuaciones al Juzgado que le sigue en
orden de turno nº 58, a fin de que se expida sobre la procedencia de la
medida cautelar. II.Sin costas, ante la naturaleza de la cuestión debatida”
6.

En similar posición, en los autos “Echeverría, Juan Pablo y otros c/Estado


Nacional Poder Ejecutivo Nacional s/acción de amparo”, con fecha 7 de
marzo de 2017, el Juez Subrogante del Juzgado Nacional del Trabajo nº
41, Dr. Alejandro Aníbal Segura, admitió la acción de amparo presentada,
pero sin hacer lugar a la medida cautelar solicitada. El fallo reza:

“En mi criterio, el concepto de derecho de incidencia colectivo puede


presentarse desde distintos ángulos, y parece ser aceptado que resulta
difícil incluir en él a las pretensiones dirigidas a la tutela de intereses
meramente grupales o sectoriales de naturaleza patrimonial. Sin embargo,
cuando aparecen razones de interés público o social (como el descuento
143
del 13% a los jubilados) o están en juego situaciones de discriminación
(como el supuesto del art. 1º, ley 27.348, que le otorga acción expedita a
un sector de trabajadores y a otro no), o vulnerabilidad (como las personas
a las que se le descontaban sumas exiguas de sus tarjetas), debería
colegirse provisionalmente que este amparo conduce ese tipo de interés.
Por eso, entiendo provisionalmente que los empleados del CPACF lo
hacen con plena legitimidad al menos para plantearlo formalmente… Por
todo lo expuesto, citas legales y oída la Sra. Representante del Ministerio
Público, resuelvo: I) Declarar formalmente admisible la acción de amparo
interpuesta” 7.

En la misma línea, se pronunciaron diversos colegas respecto de la


constitucionalidad (o no) del DNU 54/17.

Así, el Dr. Horacio Schick 8 sostuvo la inconstitucionalidad del decreto


de necesidad y urgencia, expresando:

“El PEN ha asumido de modo inconstitucional facultades legislativas que


le están vedadas, porque no se cumplen las condiciones excepcionales que
determina la Constitución Nacional (C.N.) para sortear la intervención del
Congreso, ya que el Senado había sancionado en sesiones extraordinarias
el 21 de diciembre de 2016 el proyecto de ley enviado por el PEN, y lo
había elevado a la Cámara de Diputados para su tratamiento.

”Se alteran de este modo las reglas del Estado de derecho y la división de
poderes fijada por la C.N. Las leyes solo se dictan y modifican mediante
otras leyes dictadas por el Congreso Nacional, conforme lo prescribe el
art. 99, inc. 3º, de la C.N., cuando señala: ‘El Poder Ejecutivo no podrá en
ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable emitir disposiciones
de carácter legislativo. Solamente cuando circunstancias excepcionales
hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta
Constitución para la sanción de las leyes’” 9. La Federación Argentina de
Colegios de Abogados (FACA), en consonancia, realizó una declaración
respecto la inconstitucionalidad del decreto, sosteniendo en un duro
dictamen:

144
“Por todo lo expuesto y sin perjuicio de continuar en el análisis
permanente de la grave situación creada para decidir los caminos a seguir,
la Mesa Directiva de la Federación Argentina de Colegios de Abogados
declara:

1º) Su total rechazo al dictado por parte del PEN del dec. 54/2017.

2º) Exhortar al PEN a que se ajuste estrictamente a lo dispuesto al respecto


por la Constitución Nacional para el uso de la facultad excepcional de
dictar DNU, toda vez que al no hacer lo se actúa en forma incompatible
con la salud de la República, perjudicando la tarea de construir
institucionalmente que tanto se pregona.

3º) Elevar en forma urgente copia de la presente a la Comisión Bicameral


(según ley 26.122) encargada de hacer el control efectivo de los DNU
dictados por el PEN y a cada una de las Cámaras Legislativas del
Congreso Nacional.

4º) Elevar en forma urgente la presente a los Colegios Federados para su


conocimiento.

5º) Dése a conocer por donde corresponda. Buenos Aires, 6 de febrero de


2017” 10.

En el mismo sentido se expresó el Colegio de Abogados de la Provincia


de Buenos Aires (ColProBA), mediante un comunicado, el cual sostuvo:

“Debe debatirse en profundidad una reforma integral del régimen de


reparaciones de infortunios de trabajo, pero siempre pensando en que el
mismo garantice prioritariamente la integridad psicofísica del trabajador,
y sin preconceptos estériles como lo es el de adjudicar equivocadamente
las falencias del sistema a la excesiva litigiosidad, cuando en realidad el
eje hay que ponerlo en la prevención.

145
”Reafirmar el rol de las Comisiones Médicas Jurisdiccionales y establecer
un procedimiento obligatorio y excluyen te ante ellas como paso previo e
imprescindible a iniciar una demanda judicial resulta notoriamente
inconstitucional, como ya se ha detallado en nuestro Dictamen del 7 de
diciembre de 2016.

”El ámbito natural para este trascendente debate de ideas es el Congreso


de la Nación, y su función legislativa no debe ser reemplazada por un
DNU del Poder Ejecutivo.

”Las ART cometen sistemáticos abusos que deben ser reparados por la
justicia: incumplen con sus obligaciones de prevención de los riesgos del
trabajo, rechazan masivamente los siniestros denunciados, ‘ahorran’ en
prestaciones de salud y liquidan insuficientemente las indemnizaciones.

”El supuesto ‘alto índice de litigiosidad’ va a disminuir naturalmente


cuando las ART cumplan su función: proteger a los trabajadores” 11.

En contraposición con lo precedente, se hicieron eco declaraciones de


profesionales como el Dr. Julián De Diego, quien sostuvo la
constitucionalidad del régimen, sobre la base de contemplar el amparo en
el art. 99, incs. 1º y 3º, de la Constitución Nacional. Así, sostuvo:

“La norma comentada es a mi juicio constitucional, dado que se encuentra


el Parlamento en período de receso, y se cumple con el mandato
constitucional de que ‘solamente cuando circunstancias excepcionales
hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta
Constitución para la sanción de las leyes’ podrá emitir un decreto de
necesidad y urgencia (art. 99, incs. 1º y 3º, C.N.).

”En cuanto a la reforma propuesta por la reforma, parece que ha logrado,


en base a considerandos y un texto muy elaborado, lograr que se
interponga un procedimiento administrativo previo y obligatorio que
seguramente resolverá muchos casos que, de otro modo, pasarían en forma
directa a la justicia competente.

146
”Se avanza en temas críticos, como las restricciones que se imponen en el
Título I a los honorarios, al depósito de las sumas que corresponden al
trabajador damnificado en la cuenta ‘sueldo’, para evitar fraudes o quitas
por parte de terceros que afecten los derechos patrimoniales del sujeto
protegido, sea el damnificado o, en su caso, los causahabientes, y se
pondera como fundamental que se instrumente en forma urgente un
sistema de prevención que se anticipe a los hechos dañosos y evite con
ello nuevos accidentes y enfermedades profesionales.

”Ofrece a su vez varios frentes que pueden ser críticos para que la norma
logre ser exitosa cuando se la aplique efectivamente, a saber, la
intervención del Parlamento en su ratificación, la necesidad de un decreto
reglamentario de alta complejidad y de laboriosa implementación para
transformar en operativos sus enunciados; la adhesión de las provincias al
sistema, dado que los procedimientos dictados son reservados a cada
jurisdicción, la constitucionalidad de alguno de sus enunciados centrales,
y los distintos mecanismos de apelación o de revisión, que mantienen la
hermeticidad del subsistema” 12.

En sorpresiva pero idéntica opinión, el Colegio de Abogados de la Ciudad


de Buenos Aires, presidido por el Dr. Guillermo Lipera, se pronunció a
favor de la constitucionalidad del régimen instaurado, sosteniendo:

“Ante el debate suscitado con motivo del nuevo régimen legal de Riesgos
del Trabajo, el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires
considera que la nueva normativa resulta respetuosa de los principios
constitucionales y acorde a la jurisprudencia en la materia elaborada por
la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

”En este sentido, cabe señalar que la nueva ley 27.348 corrige las
objeciones constitucionales que en su oportunidad se formularon contra el
procedimiento instaurado por la normativa anterior, y tiene como uno de
sus principales objetivos morigerar la inaudita conflictividad judicial,
brindando a las partes una nueva herramienta procedimental ágil, rápida y
efectiva para la percepción de las prestaciones del sistema en tiempos más
razonables, respetando los principios de bilateralidad, debido proceso y
147
defensa en juicio, incluyendo el patrocinio legal obligatorio para los
trabajadores y el suficiente control judicial.

”En consecuencia, es de esperar que los órganos competentes arbitren


prontamente los medios materiales y humanos necesarios para que los
procedimientos administrativos previstos cumplan con la finalidad para la
que fueron implementados” 13.

3. Declaración de inconstitucionalidad del DNU 54/2017 -

Los planteos de inconstitucionalidad del régimen no tardaron en hacerse


eco en tribunales, multiplicándose a medida que avanzaba el año judicial.

La primera resolución respecto del tópico se encontró bajo la órbita del


Juzgado Nacional del Trabajo nº 41, a cargo del Juez Subrogante Dr.
Alejandro Aníbal Segura, quien realizó un análisis del decreto atacado por
la actora en autos “Alcaraz, Florencia Soledad c/Federación Patronal
Seguros S.A. s/accidente ley especial” (Expte. 4520/2017), quien
acertadamente declaró la inconstitucionalidad del art. 1º del DNU
54/2017, con sustento en que éste impide una acción judicial expedita.
Así, refiere:

“Con respecto a las modificaciones de fondo, tal el caso de sus arts. 10,
11, 12, 15, 17, 18 y 19, como Juez de la Democracia, consciente del
carácter contramayoritario del órgano jurisdiccional, no emitiré ningún
juicio de valor aun cuando pudiere presentarse alguna trasgresión al
sentido de progresividad que tienen los Derechos laborales en tanto
integran los Derechos Económicos, Sociales y Culturales
internacionalmente reconocidos (arts. 5.2, 11 y 12, PIDESC) o vulneren
el carácter profético del art. 14 bis, C.N. (redactado en tiempo futuro, lo
que impide una ‘vuelta atrás’); en todo caso, de haberse producido una
disposición regresiva, serán las otras funciones del Poder Democrático —
ejecutivo y legislativo— las que deberían rendir cuentas ante los
organismos internacionales de control, como el Comité de Derechos
Sociales, Económicos y Culturales de la ONU (art. 16.1, PIDESC) o la
Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (arts. 41 y
61.1, PSJCR).
148
”Sin ningún tipo de dudas el art. 1º, DNU 54/2017, establece una
desigualdad peyorativa (semiológicamente en clave de exclusión),
respecto de trabajadores como la actora legalmente inscripta, en relación
a relaciones laborales no registradas (total o parcialmente, podrá adunar
el intérprete).

”Declaro inconstitucional al art. 1º, DNU 54/2017, en cuanto viola el


principio de igualdad ante la ley contenido en el art. 16, C.N.: ‘...Todos
sus habitantes son iguales ante la ley...’, dado que establece un trato
diferencial inaceptable entre dos personas en igual condición —trabajar y
accidentarse o enfermarse— de acuerdo a una condición ajena a su
voluntad (estar o no registrada su relación laboral). Esta desigualdad no
permite que la actora no goce de una ‘acción judicial expedita’... por lo
tanto, aquí se la concede sin cortapisa alguna” 14.

En idéntico sentido que el precedente se expresó la Excma. Cámara de


Apelaciones de Gualeguaychú, Sala II Laboral, con fecha 10 de febrero
de 2017.

En los autos “C., N. M. c/Asociart ART S.A. s/accidente de trabajo”


(Expte. 564/SL), los Dres. Vicente Martín Romero, Alberto Adrián Welp
y Fabián Arturo Ronconi resolvieron acertadamente declarar la
inconstitucionalidad del decreto, fundamentando su postura en lo
siguiente:

“El Ejecutivo Nacional dictó el referido DNU con el denunciado propósito


de corregir inequidades existentes en el ‘Sistema de Riesgos del Trabajo’.
Con tal objeto, además de reestructurar parcialmente la ley 24.557,
modificó la 26.773, preceptiva de la cual derogó el art. 8º y el ap. 6º del
art. 17, normas que resultan de sumo interés para esta causa porque en
ellas se apoyó el Juez de primera instancia para fundar la sentencia hoy
recurrida.

”Para adoptar esta medida, el PEN se arrogó facultades legislativas,


invocando, solo formalmente, que lo hacía por razones de ‘necesidad y
149
urgencia’, infringiendo palmariamente lo dispuesto por el art. 99.3 de la
Carta Magna, norma que en principio y con el objetivo de atenuar el
presidencialismo veda tal proceder diciendo que ‘el Poder Ejecutivo no
podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable, emitir
disposiciones de carácter legislativo’, y solo lo tolera ‘cuando
circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites
ordinarios previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes…’.

”Ahora bien, resulta evidente, porque el sentido común democrático más


elemental lo reclama, que el gobernante debe cumplir con su deber
republicano de motivar sus decisiones, explicando las razones que lo
conducen a adoptar tal o cual decisión (ver, entre muchos, CSJN, causa
‘Lema’, Fallos: 324:1860 (2001) y más reciente: ‘YPF S.A. (TF 27. 508-
A) c/DGA’, 1/10/2013), y el DNU 54/2017 soslaya olímpicamente dicha
exigencia. En sus considerandos solo se expresa, en términos que distan
enormemente de evidenciar convencimiento respecto de la ‘necesidad y
urgencia’ de su dictado (se menciona un parecer y dos débiles hipótesis
de posibles perjuicios señaladas con verbos marcadamente potenciales),
que ‘parece evidente que esperar los tiempos habituales del trámite
legislativo pendiente ante la Honorable Cámara de Diputados de la Nación
irrogaría un importante retraso, que dificultaría actuar en tiempo oportuno
y obstaría al cumplimiento efectivo de los objetivos de la presente
medida…’. Este enunciado resulta, a mi humilde entender, un mero y vano
intento de cubrir ‘formalmente’ la exigencia constitucional mencionada,
y lejos ha estado su redactor del de alcanzar dicho objetivo. Dicho de una
vez y en prieta síntesis: el PEN no indica cuáles son las ‘circunstancias
excepcionales’ que le hacen imposible seguir los trámites ordinarios
previstos por la Constitución para la sanción de las leyes, y ello solo basta
y sobra para declarar la invalidez del DNU en cuestión.

”En síntesis, al no existir circunstancias excepcionales que ameriten


predicar la existencia de ‘necesidad y urgencia’, el dec. 54/2017 es
inconstitucional porque viola el art. 99.3 de la Carta Magna y así propongo
se declare” 15.

Si bien el criterio sentado en ambos precedentes permite colegir el camino


hacia la declaración de inconstitucionalidad uniforme de los tribunales
laborales, resulta de inconmensurable valor contar con un resolutorio de

150
la Corte Suprema de Justicia de la Nación que permita lograr uniformidad
de criterios.

Por su parte, con fecha 14 de marzo de 2017, el titular del Juzgado


Nacional del Trabajo nº 72, Dr. Raúl Horacio Ojeda, aceptó la
competencia del fuero laboral, declarando la inconstitucionalidad de las
Comisiones Médicas como procedimiento administrativo previo. Así,
sostuvo el magistrado:

“Soslayaré que el art. 1º del dec. 54/2017 establece la intervención


obligatoria y excluyente de las Comisiones Médicas y de la Comisión
Médica Central creadas por ley 24.241, ‘la determinación del carácter
profesional de su enfermedad o contingencia, la determinación de su
incapacidad y las correspondientes prestaciones dinerarias previstas en la
Ley de Riesgos del Trabajo’, por cuanto las disposiciones del dec. 717/96
(modificado por el dec. 1475/2015 que aún no fue implementado en sus
aspectos más importantes), reglamentario del procedimiento ante el
mencionado organismo, no brindan las garantías del debido proceso (art.
18, C.N.). Tengo presente que al asignarle funciones jurisdiccionales a las
Comisiones Médicas se está quitando a las víctimas la oportunidad de
acceder a la justicia. No pueden asignarse facultades jurisdiccionales a una
comisión cuyo poder de decisión recae exclusivamente en médicos. Así
fueron creadas por el art. 51 de la ley 24.241 y la inclusión de Secretarios
Técnicos Letrados (art. 12 del dec. 717/96, texto actualizado) no purga ese
vicio, hasta tanto no se dicte una norma que establezca que ese funcionario
tiene opinión vinculante, de la cual los médicos no puedan apartarse. Por
lo tanto, siendo que se encuentra en juego el derecho a peticionar a las
autoridades (art. 14, in fine, C.N.) y que corresponde a los Tribunales de
la Nación el conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre
puntos regidos por la Constitución y por las leyes de la Nación (art. 116,
in fine, C.N.) y que, como mencionara, la respuesta sistémica del dec.
7171/96 es insuficiente, daré prevalencia al dispositivo adjetivo genérico
citado en primer término para entender en las presentes actuaciones…
Finalmente, también tengo en cuenta que la instancia administrativa que
crea la norma mencionada no es un mero trámite conciliatorio, una suerte
de SECLO con pericia médica, lo que podría llegar a aceptarse si fuera
rápida y expeditiva. Según el art. 2º del DNU 54/2017, el acceso a la
justicia se cumpliría por la vía de un recurso, con las limitaciones que ello
implica; y no a través de una acción con todas las peticiones que la parte
afectada estime corresponder. En estos términos, hay otra violación al art.
151
18 de la Constitución Nacional, por cuanto se limitan los temas por los
cuales la víctima puede acudir a estos estrados” 16.

En el mismo mes de marzo, pero el día 16, en los autos “Lagraña, Romina
A. c/Prevención ART S.A. s/accidente ley especial” 17, el Juzgado
Nacional de Primera Instancia del Trabajo nº 50 resolvió en idéntica forma
declarando la inconstitucionalidad del nuevo régimen.

4. El DNU 54/2017 y la sanción de la ley 27.348 -

Conforme se fueron diversificando los planteos jurídicos y rechazos


doctrinarios del referido decreto de necesidad y urgencia, se avanzaba en
la sanción de la ley 27.348.

La norma fue tratada en el recinto el 15 de febrero de 2017, y se dio un


fuerte debate con posiciones muy encontradas, entre el oficialismo y la
oposición, incluso con una inicial ausencia de quorum, que se completó
escasos minutos antes del cierre. El tratamiento de la ley, cerca de las
17.30, comenzó con porfías que derivaron en el tratamiento por la
afirmativa por ochenta y ocho votos a favor, veintitrés en contra y cuarenta
y cuatro abstenciones. Recién el 24 de febrero es publicada la norma en el
Boletín Oficial, como ley 27.348, complementaria de la Ley de Riesgos
del Trabajo.

Entre los puntos más resonantes de la modificación, podemos encontrar el


primer artículo de la norma, que dispone lo que se verá a continuación.

4.1.Artículo 1º

“Art. 1º. Dispónese que la actuación de las Comisiones Médicas


Jurisdiccionales creadas por el art. 51 de la ley 24.241 y sus modificatorias
constituirá la instancia administrativa previa, de carácter obligatorio y
excluyente de toda otra intervención, para que el trabajador afectado,
contando con el debido patrocinio letrado, solicite la determinación del
carácter profesional de su enfermedad o contingencia, la determinación de
152
su incapacidad y las correspondientes prestaciones dinerarias previstas en
la Ley de Riesgos del Trabajo.

”Será competente la comisión médica jurisdiccional correspondiente al


domicilio del trabajador, al lugar de efectiva prestación de servicios por el
trabajador o, en su defecto, al domicilio donde habitualmente aquél se
reporta, a opción del trabajador y su resolución agotará la instancia
administrativa.

”Los trabajadores vinculados por relaciones laborales no registradas con


empleadores alcanzados por lo estatuido en el ap. 1º del art. 28 de la ley
24.557 no están obligados a cumplir con lo dispuesto en el presente
artículo y cuentan con la vía judicial expedita.

”Los honorarios profesionales que correspondan por patrocinio letrado y


demás gastos en que incurra el trabajador a consecuencia de su
participación ante las comisiones médicas estarán a cargo de la respectiva
aseguradora de riesgos del trabajo (ART)”.

En primer lugar, el artículo dispone la obligatoriedad, como instancia


previa y obligatoria, de la actuación administrativa por ante las
Comisiones Médicas Jurisdiccionales. Ello posibilita destacar dos
cambios importantes.

Por un lado, la obligatoriedad (excluyente) del trámite ante la SRT, para


la determinación de la incapacidad laboral del trabajador. En tal
entendimiento, se le otorga a las Comisiones Médicas potestades
jurisdiccionales para dirimir en cuestiones que sólo le competen a la
justicia. Aquéllas actúan como un claro juzgador, siendo un órgano
meramente administrativo, apartando al trabajador de su juez natural 18.

Lo sentado, a su vez, resulta manifiestamente contrario a la pacífica


jurisprudencia de la CSJN en fallos como “Castillo”, “Obregón”,
“Venialgo” y “Marchetti”.

153
En el caso “Venialgo”, la CSJN consideró competente al fuero del trabajo
en el reclamo de las prestaciones dinerarias por infortunios laborales, al
sostener:

“Por resultar aplicable la doctrina del precedente registrado en Fallos:


327:3610 (‘Castillo’), corresponde dejar sin efecto la sentencia de la
Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo que, al confirmar la
resolución que hizo lugar a la excepción opuesta por la aseguradora,
declaró la incompetencia del fuero para entender en la causa en la que se
reclama el pago de las prestaciones dinerarias que corresponden al actor
por una minusvalía derivada de un infortunio laboral. Consecuentemente,
corresponde declarar competente para conocer en las actuaciones a la
Justicia Nacional del Trabajo” 19.

Así, el máximo tribunal consideró a los accidentes de trabajo como


reclamo de derecho común, descartando la inclinación federal con la
intervención de las comisiones médicas. Resolvió, pues, la declaración de
invalidez del art. 46.1 de la ley 24.557.

Por su parte, en el caso “Obregón”, la CSJN ratifica su postura precedente,


sosteniendo que la habilitación de los estrados no puede quedar supeditada
al cumplimiento de una vía administrativa ante las Comisiones Médicas.

Por otro lado, siguiendo el razonamiento del planteo constitucional del Dr.
Daniel Igolnicov, la intervención administrativa obligatoria y excluyente
de las Comisiones Médicas veda el derecho al trabajo de aquellos que
dependen del régimen de conciliaciones laborales, del Servicio de
Conciliación Laboral Obligatoria (SECLO) instituido por ley 24.635 20.

Al obstaculizar el procedimiento ante el SECLO, derivando el reclamo


administrativo por ante las Comisiones Médicas, desprende el reclamo
laboral de la órbita natural, para encasillarlo dentro de la faz federal, lo
que resulta violatorio de los arts. 14 y 14 bis de la Constitución Nacional,
impidiendo, a su vez, el inicio del reclamo judicial cuando no obra la
concurrencia administrativa por ante la SRT.

154
Allí se encuentra el sustento del planteo del conciliador laboral Igolnicov,
quien manifestara:

“Afecta mi derecho al trabajo, velada pero expresamente, al derogar la ley


24.635 que rige el SECLO, que es mi medio fundamental de vida”.

A su vez, el proceso previo por ante las Comisiones Médicas incurre en


una contraposición con el principio de irrenunciabilidad de los derechos
laborales, conforme sostuviera Fernández Madrid, el cual “impide tanto
la renuncia anticipada de derechos como la renuncia de derechos ya
obtenidos, sea que provengan de la ley, del convenio colectivo de trabajo
o del contrato individual” 21.

La veda del procedimiento ante el SECLO no fue objeto de atendimiento


por parte de la ley 26.773 ni por el dec. 1694/2009, predecesores de la ley
27.348, en consonancia con la jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación.

La tercera parte del art. 1º de la ley 27.348 sostiene:

“Los trabajadores vinculados por relaciones laborales no registradas con


empleadores alcanzados por lo estatuido en el ap. 1º del art. 28 de la ley
24.557 no están obligados a cumplir con lo dispuesto en el presente
artículo y cuentan con la vía judicial expedita”.

El párrafo no sólo resulta violatorio de la igualdad acopiada por nuestra


carta magna, sino que contraría el orden público laboral y las normas
laborales que durante años se inclinaron por la equidad.

Así, veda el acceso a la justicia (conforme el procedimiento por ante las


comisiones médicas descripto supra) de todos aquellos trabajadores que
se encuentren registrados conforme a derecho. Sin embargo, por
decantación, otorga el libre acceso a aquellos que se desempeñen en el
sector informal, o comúnmente denominado “en negro”.

155
Ello resulta una clara regresión en materia de igualdad de derechos,
materia que se encuentra altamente en boga en la agenda social, a raíz de
los conflictos derivados de las desigualdades por género, clases sociales,
o religión. La conquista de la igualdad de derechos ha ido avanzando
desde la Revolución Francesa, donde las conquistas sociales beneficiaron
el lugar de las minorías, tanto en el plano social como en el laboral. Ello
ha posibilitado la exégesis de la Declaración de los Derechos del Hombre
y del Ciudadano (1789), la Declaración Universal de los Derechos
Humanos (1948) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(1976), entre otros.

Como enseñara Germán J. Bidart Campos: “Del derecho a la libertad se


desprende la igualdad, todos los hombres participan de una igualdad
elemental de estatus en cuanto personas jurídicas. Tal es el concepto de la
llamada igualdad civil, consistente en eliminar discriminaciones
arbitrarias entre las personas. Si la libertad apareja el goce y ejercicio de
los derechos civiles, la igualdad elimina las discriminaciones arbitrarias
para ese goce y ejercicio. En último término, la igualdad importa un cierto
grado de razonabilidad y de justicia en el trato que se depara a los
hombres, en la medida en que suprime las distinciones sin base dikelógica
suficiente” 22.

Si bien, quizás, la intención urgente del legislador fuera contemplar a


aquellos trabajadores irregulares dentro del orbe de la justicia del trabajo
(con la idea de un doble reclamo por despido y accidente laboral), lo cierto
es que contrarió la garantía constitucional del derecho a la igualdad, al
vedar el acceso a todos los demás trabajadores sí registrados. Ello fue
materia de intensa jurisprudencia de la CSJN, la cual dispuso:

“…El agravio a la garantía constitucional de la igualdad se configura si la


desigualdad emana del texto mismo de la disposición legal, y no de la
interpretación que le hayan podido dar las autoridades encargadas de
hacerla cumplir…” 23.

La norma, en tal punto, resulta tan clara como contraria a la Constitución


Nacional y los tratados internacionales incorporados a ésta. No amerita
156
consideración alguna ni mucho menos interpretación. Una suerte de
igualdad conforme sentenciara George Orwell, en su obra Rebelión en la
granja: “Todos somos iguales, pero algunos somos más iguales que otros”.

En similar sentido, se refiere el Dr. Segura:

“Son, parafraseando a Claude Lelouch Les Uns et Les Autres —‘los unos
y los otros’—. Los unos tienen ‘vía judicial expedita’ y los otros, como la
actora, tienen que instar obligatoriamente una acción administrativa ante
un organismo no judicial y podrán solo acceder a la jurisdicción en el
marco restringido de un ‘recurso’ ante un ‘tribunal de alzada’, lo que los
excluye justamente de la garantía de la doble instancia cuyo carácter de
derecho humano fue dictado en reiterados fallos de la Corte IDH como
por ejemplo en el caso ‘Herrera Ulloa vs. Costa Rica’, del 2/7/2004” 24.

Por último, el final del primer artículo resulta contradictorio en una


primera lectura. Así, sostiene:

“Los honorarios profesionales que correspondan por patrocinio letrado y


demás gastos en que incurra el trabajador a consecuencia de su
participación ante las comisiones médicas estarán a cargo de la respectiva
aseguradora de riesgos del trabajo (ART)”. Ello, teniendo en cuenta que
define como “gastos en que incurra el trabajador” a los honorarios
profesionales del letrado que le patrocine en el procedimiento por las
comisiones médicas. Tal alcance no es solo no discriminatorio de la tarea
del profesional que lo asiste, sino que (lo que en realidad expresa la
norma) impide la celebración del pacto de cuota litis entre el trabajador y
su letrado. La norma no sólo avasalla con los honorarios profesionales del
abogado que lo patrocina, sino que vulnera el derecho a la propiedad de
los emolumentos, contrariando el art. 17 de la Constitución Nacional. De
la misma forma, atento a que los honorarios profesionales tienen carácter
alimentario, pugna con el derecho a trabajar (art. 14 y 14 bis, C.N.), la
garantía constitucional del art. 17 de la C.N., el dec. ley 8904 de la
provincia de Buenos Aires, la ley 5177, entre otras.

“Los abogados son una parte fundamental en el sistema judicial de un


Estado democrático que debe ser respetado y protegido por todos sus
157
actores. El eximio jurista Piero Calamandrei decía al respecto que
‘podemos afirmar que el abogado es un elemento integrante de la
organización judicial, un órgano intermedio entre el juez y la parte, en el
cual el interés privado de alcanzar una sentencia favorable se concilia con
el interés público de alcanzar una sentencia justa. Por eso, la función del
abogado es necesaria para el Estado, tan necesaria como la del juez,
porque ambos actúan como servidores del derecho. El carácter público de
la abogacía explica la potestad estatal de exigir el patrocinio profesional
en toda controversia o proceso judicial y el consecuente control de la
matrícula y de los requisitos morales inherentes al ejercicio de la
profesión. Por otra parte, la actividad del abogado y la del juez generan
espontáneamente un recíproco control que resulta beneficioso para la
administración de justicia. La abogacía, en definitiva, es un claro ejemplo
del ejercicio privado de funciones públicas, respecto de la cual las
asociaciones y los colegios de abogados están interesados tanto en el
imperio de la ley y la independencia de los jueces, como en la capacitación
y respeto de quienes ejercen con decoro y dignidad la profesión de
abogados’ (ver Fayt, Carlos, Cuando seas abogado, Editorial Universitaria
de La Plata, 1995, p. 25). Como corolario de lo dicho hasta aquí, es atinado
interpretar que la dignidad del abogado debería ser observada por los
sujetos desde un punto de vista intrínseco como el valor que el mismo
profesional le debe a su profesión, y desde una óptica extrínseca como la
distinción que debe recibir por parte de la sociedad, cuando ésta reconoce
el aporte que el abogado hace en pos del cumplimiento del mandato
constitucional de afianzar la justicia. Pero este reconocimiento subyacente
en lo abstracto de las palabras debe hacerse fáctico en el trato cotidiano y
la valoración de su trabajo, asentado lo primero sobre respeto y lo segundo
en la justa remuneración” 25.

Por el contrario, el avance oficial sobre los abogados y sus emolumentos


se hace palmario con la resol. 319/2017 del Ministerio de Trabajo, Empleo
y Seguridad Social y la SRT, la cual dispone la creación de un “Cuerpo de
Patrocinio Gratuito” para asistir a la víctima o sus derechohabientes. Éste
reza en su primer artículo:

“Art. 1º. Facultase a la Gerencia General para que, de manera excepcional


y transitoria, previo al funcionamiento de un Cuerpo de Patrocinio
Gratuito, determine los abogados que ejercerán en aquellos casos que
requieran los damnificados o derechohabientes, según corresponda, el
patrocinio letrado en los procedimientos instituidos por la resol. de esta
158
Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) 298 de fecha 23 de
febrero de 2017” 26.

La intención resulta notoria: el avance sobre los derechos constitucionales


del trabajador y su patrocinante.

4.1.1. Resolución 326/2017

Siguiendo con el desarrollo precedente, con fecha 13 de marzo de 2017,


el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social en conjunto con la
SRT emitieron la resolución 326/2017, en la cual se amplían las
comisiones médicas a nivel nacional, determinando en cincuenta y cinco
Comisiones Médicas, más ocho delegaciones y una Comisión Médica
Central.

En los fundamentos del dictamen, se sostiene en la propia ley 27.348,


determinando la obligatoriedad del procedimiento administrativo previo
que dispone la norma. Así informan los considerandos:

“Que la Ley Complementaria de la Ley de Riesgos del Trabajo 27.348


determinó que las partes, a opción del trabajador, deberán solicitar la
intervención de la Comisión Médica correspondiente a su domicilio, al
lugar de efectiva prestación de servicios o la del domicilio laboral donde
habitualmente se reporta”.

Se define, asimismo, el horario de cada delegación, el horario de atención,


su competencia territorial, la composición y un pequeño procedimiento
ante “necesidad y urgencia”.

4.2. Artículo 2º

“Art. 2º. Una vez agotada la instancia prevista en el artículo precedente


las partes podrán solicitar la revisión de la resolución ante la Comisión
Médica Central.
159
”El trabajador tendrá opción de interponer recurso contra lo dispuesto por
la comisión médica jurisdiccional ante la justicia ordinaria del fuero
laboral de la jurisdicción provincial o de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, según corresponda al domicilio de la comisión médica que
intervino.

”La decisión de la Comisión Médica Central será susceptible de recurso


directo, por cualquiera de las partes, el que deberá ser interpuesto ante los
tribunales de alzada con competencia laboral o, de no existir éstos, ante
los tribunales de instancia única con igual competencia, correspondientes
a la jurisdicción del domicilio de la comisión médica jurisdiccional que
intervino.

”Los recursos interpuestos procederán en relación y con efecto


suspensivo, a excepción de los siguientes casos, en los que procederán con
efecto devolutivo:

”a) cuando medie apelación de la ART ante la Comisión Médica Central


en el caso previsto en el art. 6º, ap. 2º, punto c) de la ley 24.557, sustituido
por el art. 2º del dec. 1278/2000;

”b) cuando medie apelación de la ART ante la Comisión Médica Central


en caso de reagravamiento del accidente de trabajo o de la enfermedad
profesional.

”El recurso interpuesto por el trabajador atraerá al que eventualmente


interponga la ART ante la Comisión Médica Central y la sentencia que se
dicte en instancia laboral resultará vinculante para todas las partes.

”Los decisorios que dicten las comisiones médicas jurisdiccionales o la


Comisión Médica Central que no fueren motivo de recurso alguno por las
partes, así como las resoluciones homologatorias, pasarán en autoridad de
cosa juzgada administrativa en los términos del art. 15 de la ley 20.744
(t.o. 1976).
160
”Las resoluciones de la respectiva comisión médica jurisdiccional y de la
Comisión Médica Central deberán ser notificadas a las partes y al
empleador.

”Para todos los supuestos, resultará de aplicación lo dispuesto en el art. 9º


de la ley 26.773.

”Todas las medidas de prueba producidas en cualquier instancia serán


gratuitas para el trabajador.

”En todos los casos los peritos médicos oficiales que intervengan en las
controversias judiciales que se susciten en el marco de la ley 24.557 y sus
modificatorias deberán integrar el cuerpo médico forense de la
jurisdicción interviniente o entidad equivalente que lo reemplace y sus
honorarios no serán variables ni estarán vinculados a la cuantía del
respectivo juicio y su regulación responderá exclusivamente a la labor
realizada en el pleito.

”En caso que no existieren profesionales que integren los cuerpos médicos
forenses en cantidad suficiente para intervenir con la celeridad que el
trámite judicial lo requiera como peritos médicos, los tribunales podrán
habilitar mecanismos de inscripción de profesionales médicos que
expresamente acepten los parámetros de regulación de sus honorarios
profesionales conforme lo previsto en el párrafo precedente.

No podrán ser objeto de pactos de cuota litis los procesos judiciales que
se sustancien en el marco del presente Título”.

En este segundo artículo de la norma en análisis, nos adentramos en el


procedimiento previsto administrativamente para el desarrollo del trámite.

En primer lugar, la norma estipula el agotamiento de la vía administrativa,


de carácter excluyente y obligatorio, previo a su revisión judicial por la
161
justicia ordinaria. Sin embargo, determina que el desacuerdo con la
resolución de la Comisión Médica Jurisdiccional es susceptible por vía
recursiva (administrativa) ante la Comisión Médica Central, siguiendo el
procedimiento que estipula el derecho administrativo, conforme recursos
con efecto suspensivo.

Ha de tenerse presente que sin el agotamiento de la vía administrativa


previa por ante la Comisión Médica Jurisdiccional no debería darse curso
a los reclamos judiciales, ordenando (pues) el pase previo por la
administración. Tal extremo dilata el procedimiento a la luz de las
concepciones más respetadas en el derecho administrativo.

Para la concepción (más o menos uniforme de la doctrina), el agotamiento


de la vía administrativa constituye el ejercicio necesario e indispensable,
con carácter previo, de reclamo ante la administración, dentro de las
instancias de ésta, pudiendo ocurrir por la vía jurisdiccional ante la no
satisfacción debida de los derechos en reclamo.

Tales extremos requieren:

- Trámite previo e indispensable.

- Regido por las normas internas de la administración.

- Agotamiento del procedimiento que disponga la reglamentación.

- Insatisfacción en la resolución que derive en el reclamo judicial.

Si bien la ley 27.348 dispone el agotamiento administrativo, tal extremo


(de idéntico tratamiento en normas precedentes en la materia) resulta otro
obstáculo para la tutela efectiva de los derechos del trabajador. Así, el
profesor Dr. Juan Carlos Cassagne sostuvo respecto del agotamiento de la
vía que “constituye un requisito innecesario que alarga el trámite previo a
la demandabilidad del Estado, demorando consecuentemente los plazos
162
para que los ciudadanos puedan obtener tutela efectiva de sus derechos”
27. En consonancia con el sentido precedente, con extremo criterio propio,
la obligatoriedad de la vía administrativa pugna con la Constitución
Nacional, al vedar el acceso irrestricto a la debida tutela judicial y al juez
natural de la causa (arts. 18 y cctes. de la C.N.). Adicionalmente,
encuentra conflicto con los tratados internacionales, incorporados por el
art. 75, inc. 22, de la Carta Magna, en cuanto disponen una garantía
judicial efectiva en la tutela de los derechos de las personas como,
asimismo, que esa garantía disponga un sistema con recursos sencillos,
rápidos y efectivos contra la vulneración de derechos fundamentales 28.

En la misma línea, la Declaración Universal de Derechos Humanos


incorpora el derecho al acceso a tribunales independientes (con plena
autonomía) reafirmando el derecho a la plena tutela judicial. Dicho
derecho dispone en el art. 10 que “toda persona tiene derecho, en
condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por
un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus
derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra
ella en materia penal”.

La inconstitucionalidad manifiesta de aquellas normas que obligan a un


procedimiento previo de agotamiento de la vía administrativa resulta
evidenciada tanto por la propia Constitución como por los tratados
internacionales incorporados a ésta. La doctrina, pacífica en el sentido
descripto, refiere en consonancia: “…pensamos que la regla se encuentra
en pugna con la Constitución y los tratados internacionales de derechos
humanos que vinculan nuestro ordenamiento constitucional con el
derecho supranacional. Más que la fugacidad de los plazos, lo que se halla
en crisis es el propio sistema recursivo, montado de un modo un tanto
inexplicable e injustificado sobre el esquema del derecho procesal civil.
[…] De ese modo, el acceso a la justicia se ha convertido en una
formidable carrera de obstáculos que, tras la máscara de la seguridad
jurídica, la división de poderes, la conveniencia que la Administración
pueda enmendar sus errores e ilegalidades, ha transformado el régimen
procesal administrativo en un conjunto desordenado e ilógico de
ritualismos inútiles. […] En efecto, la regla del agotamiento está asociada
a una serie de dogmas y teorías que terminan por aniquilar la tutela
administrativa y judicial efectiva que instituye la Convención Americana
de Derechos Humanos en sus arts. 8.1 y 25, preceptos que no sólo forman
parte de nuestra Constitución (art. 75, inc. 22) sino que poseen una
163
jerarquía superior, aun cuando no puedan afectar las garantías de la
primera parte. Entre esas concepciones, se encuentran el dogma revisor,
la teoría de los actos consentidos y los plazos de caducidad establecidos
para promover la acción judicial contra el Estado que, al circunscribir su
aplicación únicamente a este último, transgrede la justicia e igualdad. […]
La cruda realidad indica que la Administración no hace lugar casi nunca
a los recursos jerárquicos ni a los reclamos previos. ¿Para qué entonces
obligar a interponerlos?” 29.

Nuestro máximo tribunal ha intervenido en reiterados casos donde los


extremos del agotamiento de la vía administrativa han lesionado el acceso
a la justicia, vulnerando la tutela judicial efectiva. De esta forma, ha
dejado sin efectos resoluciones donde se denegara el tratamiento de
recursos por falencias formales o, incluso, por excesivo rigor formal, lo
que constituye una incompatibilidad con el derecho de defensa (C.N.) 30.

Así, sostuvo la CSJN:

“Aunque los retrasos experimentados en el procedimiento hubiesen sido


consecuencia de deficiencias estructurales u organizativas de los órganos
judiciales o del abrumador trabajo que sobre ellos pesa, esta hipotética
situación orgánica, si bien pudiera excluir de responsabilidad a las
personas intervinientes en el procedimiento, de ningún modo altera la
conclusión del carácter injustificado del retraso, pues el elevado número
de asuntos en los que pudiera conocer el órgano jurisdiccional no legitima
el retraso en resolver, ya que ‘el hecho de que las situaciones de atasco de
los asuntos se conviertan en habituales no justifica la excesiva duración
de un proceso’” 31.

En la órbita del derecho del trabajo, la tutela judicial del trabajador ha sido
materia de atendimiento por parte de la Corte Suprema, otorgándosele una
tutela preferencial, con el objeto de una eficaz defensa de sus derechos
laborales. Asimismo, resalta el carácter de gratuidad del procedimiento
para el trabajador.

En los autos “Kuray, David Lionel s/recurso extraordinario”, así se ha


expresado:
164
“Que la efectiva vigencia del principio constitucional que otorga una
tutela preferencial a quienes trabajan en relación de dependencia requiere
que la protección legal que la Constitución Nacional encomienda al
Congreso no quede circunscripta solo al reconocimiento de ciertos
derechos y garantías, sino que, además, asegure a los trabajadores la
posibilidad de obtener su eficaz defensa en las diversas instancias
administrativas o judiciales establecidas con tal fin. Se sigue de ello una
primera conclusión: el acceso a dichas vías no puede quedar condicionado
al pago de tasas, depósitos u otras cargas de índole pecuniaria” 32.

Los extremos tutelados alcanzan no sólo el debido proceso, sino además


la defensa y garantía de los derechos, un trámite ágil e idóneo, sin
dilaciones ni obstáculos administrativos, el acceso irrestricto y sin
cánones, entre otros. Todos ellos, colegidos por los criterios sentados por
la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en reiteradas
oportunidades, las cuales se encuentran con una simple consulta en su sitio
web 33. Ello ha sido materia de réplica por parte de nuestro máximo
órgano judicial, el cual sostuvo oportunamente:

“Que según la Corte Interamericana ‘esta manera de ejercer los medios


que la ley pone al servicio de la defensa ha sido tolerada y permitida por
los órganos judiciales intervinientes, con olvido de que su función no se
agota en posibilitar un debido proceso que garantice la defensa en juicio,
sino que debe además asegurar en tiempo razonable el derecho de la
víctima o sus familiares a saber la verdad de lo sucedido y que se sancione
a los eventuales responsables. El derecho a la tutela judicial efectiva exige
entonces a los jueces que dirijan el proceso de modo de evitar que
dilaciones y entorpecimientos indebidos conduzcan a la impunidad,
frustrando así la debida protección judicial de los derechos humanos” 34.

En segundo orden de ideas, el art. 2º sostiene: “El recurso interpuesto por


el trabajador atraerá al que eventualmente interponga la ART ante la
Comisión Médica Central y la sentencia que se dicte en instancia laboral
resultará vinculante para todas las partes. Los decisorios que dicten las
comisiones médicas jurisdiccionales o la Comisión Médica Central que
no fueren motivo de recurso alguno por las partes, así como las

165
resoluciones homologatorias, pasarán en autoridad de cosa juzgada
administrativa en los términos del art. 15 de la ley 20.744 (t.o. 1976)”.

Con un análisis del párrafo precedente, se desprenden valiosos alcances


de las facultades que se le otorgan a los órganos administrativos
(Comisiones Médicas). En una primera instancia, el carácter de alzada de
la Comisión Médica Central, respecto de los recursos administrativos.

En segunda instancia, el carácter vinculante del resolutorio en instancia


laboral. Al otorgar la calificación legal de “vinculante”, el legislador dotó
de obligatoriedad al veredicto, aclarando que los alcances recaen sobre las
partes del conflicto, excluyendo así las acciones colectivas o de clase 35.

Por último, en el caso de la ausencia recursiva frente a las resoluciones de


la Comisión Médica Jurisdiccional (o Central, según el caso), otorga
autoridad de cosa juzgada conforme el art. 15 de la ley 20.744.

Couture sostuvo que la cosa juzgada es la “autoridad y eficacia de una


sentencia judicial cuando no existen contra ella medios de impugnación
que permitan modificarla” 36.

Ergo, implica la ausencia de remedios procesales que permitan un


resultado distinto del resuelve. Éste, al obtener la calidad de cosa juzgada,
goza de indiscutibilidad y certeza sobre el criterio resuelto. En un plano
más amplio, otorga seguridad jurídica.

Conforme se ha expresado la jurisprudencia en la materia: “…el respeto a


la cosa juzgada es uno de los pilares fundamentales sobre los que se
asienta nuestro régimen constitucional y por ello no es susceptible de
alteraciones ni aun por vía de la invocación de leyes de orden público,
porque la estabilidad de las decisiones jurisdiccionales tiene igual carácter
y constituye un presupuesto ineludible de la seguridad jurídica; la
autoridad de la sentencia debe ser inviolable tanto con respecto a la
determinación imperativa del derecho sobre el cual requirió
pronunciamiento judicial, cuanto en orden a la eficacia ejecutiva de este
último (Fallos 307:1289 y 311:495, entre muchos otros)” 37.
166
Ahora bien, con atención a la Ley de Contrato de Trabajo (20.744) y en
particular el art. 15, la obtención de autoridad de cosa juzgada por parte
de los actos administrativos encuentra habilitación cuando media
intervención de autoridad judicial como administrativa. Ello, por cuanto
se ha sostenido en reiteradas oportunidades que aquellas resoluciones
administrativas homologatorias adquieren el carácter de instrumentos
públicos, conforme el art. 979 del (hoy viejo) Código Civil.

En el mismo sentido, la Cámara de Apelaciones del Trabajo sostuvo lo


propio en el plenario nº 137 “Lafalce A. c/Casa Enrique Schuster S.A.”
38: “La manifestación de la parte actora en un acuerdo conciliatorio que
una vez percibida íntegramente la suma acordada en esta conciliación
nada más tiene que reclamar de la demandada, por ningún concepto
emergente del vínculo laboral que los uniera, hace cosa juzgada en juicio
posterior donde se reclama un crédito que no fue objeto del proceso
conciliado”.

Sin embargo, en un plano más actual, se limitaron los alcances del plenario
precedente sólo a los acuerdos conciliatorios homologados en instancia
judicial, debiendo requerir judicialmente su homologación por ante el juez
competente del fuero 39.

Cabe poner de resalto que la facultad del Poder Judicial como garante de
la Constitución Nacional se encuentra sustentada por la misma norma en
los arts. 14, 14 bis y cctes. Ello alcanza sus resoluciones judiciales, como
a aquellas de órganos administrativos dependientes del Estado. El alcance
(en el derecho laboral) de aquella potestad comprende a las violaciones
del orden público laboral (art. 12, L.C.T.) y la transgresión de los derechos
y deberes de las partes cuando éstas no contemplen una justa composición
de derechos e intereses (art. 15, L.C.T.).

Conforme se vio en el fallo “Vivas”, la CNTrab. sostuvo que “… si de los


acuerdos suscriptos por las partes y homologados por el Ministerio de
Trabajo surgen violaciones al orden público que implican renuncia de
derechos (art. 12 de la Ley de Contrato de Trabajo), tales actos, al no haber
una justa composición de los derechos e intereses de las partes (art. 15 de
167
la Ley de Contrato de Trabajo) pueden ser declarados inválidos por el juez
laboral competente” 40.

Tal alcance resultaría de idéntico tratamiento ante los acuerdos celebrados


en las Comisiones Médicas, siendo violatorios del orden público laboral,
cuando no medie una justa composición de los derechos de las partes.

Para la viabilidad de los acuerdos conciliatorios en materia administrativa


(tanto el SECLO, como ahora las Comisiones Médicas), se requieren dos
requisitos indispensables: 1. Derechos controvertidos y litigiosos y 2. La
intervención de autoridad pública administrativa.

Al existir derechos discutidos, los cuales son susceptibles de tratamiento


por ante la justicia competente, en este caso el fuero laboral, se cumple el
primer requisito, situación atendida por Caimán, quien refirió: “La
homologación supera la mera registración o protocolización a efectos de
su resguardo y otorgamiento de fecha cierta, para convertirse en un acto
jurídico razonado y fundamentado axiológicamente, a efectos de
vislumbrar si los derechos controvertidos son litigiosos o dudosos, ya que
en caso de no serlos nos encontraríamos en una situación vedada por el
principio de disponibilidad” 41.

En segundo orden, el dictamen de la autoridad administrativa debe contar


con los fundamentos que sostengan su decisorio, contemplando la
litigiosidad del reclamo, velando por una justa composición de los
derechos de las partes, evitando violaciones del orden público laboral.
Debe tenerse presente que el dictamen administrativo reúne los alcances
de cosa juzgada, pudiendo contener violaciones que ameriten su nulidad
y/o revisión judicial.

Así lo sostuvo la II CIRC. de la Cámara de Apelaciones en lo Civil,


Comercial, Laboral y de Minería de la provincia de La Pampa, al decir:

“El control que debe ejercer la autoridad homologante no es solamente de


legalidad (...) puesto que al atribuirle la ley la facultad de apreciar si el
acuerdo constituye una justa composición de los intereses de las partes, se
168
debe avocar a una estimación que se interna directamente en el aspecto
pecuniario o patrimonial de la cuestión” (Etala, C. A., Contrato de trabajo,
t. I, Astrea, 2008, p. 70); “...la intervención estatal refuerza
suficientemente la desigual posición del trabajador, tanto como para
deponer la estricta exigencia sobre la irrenunciabilidad” (Rodríguez
Mancini (dir.), Ley de contrato de trabajo, t. I, p. 501); “la homologación
que requiere el art. 15, L.C.T., debe expedirse expresamente, como
condición de validez” (p. 503) 42.

El artículo en estudio (art. 2º de la ley 27.348), en su parte final, dispone:


“No podrán ser objeto de pactos de cuota litis los procesos judiciales que
se sustancien en el marco del presente Título”.

Si bien la predecesora ley 26.773, en su art. 17, inc. 3º, dispuso la no


admisibilidad de los pactos de cuota litis, lo que fuera ratificado por la
jurisprudencia predominante, el presente párrafo en atención ratifica el
postulado.

Resulta harto conocido en la práctica diaria el rechazo a los planteos de


nulidad a la restricción de honorarios, sobre la base de vulnerar derechos
de carácter alimentario de los emolumentos profesionales de los letrados.
En la misma línea, transgrede (a criterio propio) el derecho constitucional
de propiedad (art. 17, C.N.), de trabajar y a la digna remuneración (arts.
14 y 14 bis, C.N.). Ante el cúmulo de planteos formulados en tal corriente,
la Cámara Nacional de Apelación del Trabajo, a través del Fallo Plenario
nº 329 (Acta nº 2634) 43, se refirió a la cuestión declarando la
inadmisibilidad del pacto de cuota litis sobre el importe de las prestaciones
de Ley de Riesgos del Trabajo. En tal sentido sostuvo:

“El Doctor Pirolo dijo: El art. 11, inc. 1º, de la ley 24.557 establece
claramente que las prestaciones derivadas de esta norma ‘…son
irrenunciables y no pueden ser cedidas ni enajenadas’. Como sostuve,
conjuntamente con mi distinguida colega de Sala Dra. Graciela A.
González, al votar en la causa que origina esta convocatoria, es indudable
que el pacto de cuota litis implica una cesión anticipada de una parte de
un crédito que pudiere reconocerse a un litigante en el marco de una acción
judicial, por lo que, obviamente, su aprobación en una causa en la cual se
reclaman prestaciones emergentes de la ley 24.557 y de la ley 26.773
169
implicaría una violación lisa y llana de la directiva legal antes transcripta
que prohíbe todo tipo de cesión o enajenación, sea total o parcial, de los
beneficios previstos en dichas normas”.

”El Doctor Maza dijo: I.Si bien no he votado en el precedente en cuyo


seno se ha abierto esta instancia plenaria, tuve ocasión de expedirme de
manera coincidente en otros casos (entre éstos, ‘Bustamante, Daniel A.
c/Prevención ART S.A.’ S.I. nº 66.853 del 18/6/2015), en los que sostuve
mi opinión en el sentido de que la naturaleza de los derechos en juego y
el texto originario de la ley 24.557 no permiten la operatividad del pacto
de cuota litis. Luego de la reflexión que esta ocasión de análisis global
plantea, ratifico mi pensamiento que, por otra parte, se ve confirmado por
el texto de la ley 26.773, como bien lo destaca con su acostumbrado
acierto el Sr. Fiscal General Eduardo O. Álvarez.

”La doctora Pasten de Ishihara dijo: El inc. 1º del art. 11 antes mencionado
establece claramente que son ‘…irrenunciables y no pueden ser cedidas
ni enajenadas’ las prestaciones otorgadas en el marco de la ley 24.557. En
tal marco, el pacto de cuota litis implica una cesión anticipada de una
porción del crédito que oportunamente podría reconocerse a un litigante
en un reclamo judicial, por lo que su homologación implicaría una clara
vulneración del dispositivo legal citado que prohíbe todo tipo de cesión o
enajenación, ya sea total o parcial de los créditos emergentes de esa ley.

”La doctora Pinto Varela dijo: He de concluir que expresamente se


prohíbe la celebración de este tipo de pactos. No soslayo que la redacción
de dicho inciso generó alguna duda acerca del tipo de acciones a las que
regía la veda; sin embargo, más allá del alcance que pudiera tener respecto
de acciones fundadas en el Derecho Civil, es claro —en mi criterio— que
incluye las acciones de la ley especial, pues la prohibición dispuesta es la
conclusión de un párrafo en el que se alude al régimen de reparación
contenido en la ley (26.773)”.

Quienes votaron por la negativa, en mayoría, de la admisibilidad del pacto


de cuota litis fueron los doctores: Pirolo, González, Maza, Guisado, Pasten
de Ishihara, Marino, Brandolino, Stortini, Pesino, Pinto Varela, Catardo,
Cañal, Rodríguez Brunengo, Fontana y Fera.

170
Por contrapartida, quienes en minoría aceptaron el pacto de honorarios
fueron los doctores Craig, Corach, Raffaghelli, Balestrini, Pompa y
Ferreirós. Éstos sostuvieron en el documento:

“La doctora Craig dijo: En mi opinión, la sanción de la ley 26.773 (B.O.:


26/10/2012) con la veda específica al pacto de cuota litis que introdujo en
el art. 17, inc. 3º in fine, no conmovió la posición que he sostenido al
adherir a mi distinguido colega, el Dr. Juan Carlos Fernández Madrid, en
la S.I. Nro. 35.867 del 30/7/2013, en autos ‘Pintos, Franco Alfredo
c/Liberty ART S.A. s/accidente ley especial’. Ello es así por cuanto de
estar a los términos utilizados por el legislador, le veda al pacto de cuota
litis que se incorporó en el inc. 3º del art. 17 de la ley 26.773, está dirigida
a ‘…las acciones judiciales previstas en el art. 4º último párrafo de la
presente ley…’, esto es, las ‘…iniciadas por la vía del derecho civil…’
(arg. art. 4º, citado)”.

”El doctor Corach dijo: El hecho de que las prestaciones dinerarias


previstas en la Ley de Riesgos del Trabajo gocen del privilegio de los
créditos alimentarios, que éstos sean irrenunciables y que no puedan ser
cedidos ni enajenados, de ninguna manera obsta la celebración de un
convenio de honorarios entre el accionante y el abogado que lo represente,
dado que no puede concluirse válidamente que ello afecte el orden público
laboral ni que resultara contrario a la normativa vigente.

”El Doctor Rafaghelli dijo: Considero que la prohibición del art. 17, inc.
3º in fine, de la ley 26.773 referida a las acciones judiciales previstas en
el art. 4º de la misma ley con fundamento en ‘otros sistemas de
responsabilidad’ distintos de la acción especial no pueden extenderse a
éstas, como lo refiere el interrogante… ‘a la admisibilidad del pacto de
cuota litis sobre el importe de las prestaciones contempladas en ellas’ por
una deducción implícita. ”El doctor Balestrini dijo: A mi modo de ver, de
su lectura resulta claro que la norma alude, en su integridad, a los reclamos
iniciados por la vía civil, no sólo debido a la obvia referencia consignada
en su párrafo inicial, sino también en virtud de las pautas que se indican a
continuación para la regulación de los honorarios y la imposición de las
costas causadas en el marco de dichos procesos, pues de lo contrario
carecería de relevancia la aclaración de que deberá contemplarse la
171
diferencia entre la suma que se difiera a condena y aquellas prestaciones
percibidas por el trabajador (sean de índole dinerario o en especie) como
consecuencia del régimen de reparación contenido en la ley 26.773: se
trata, en breve, del monto que resulta del descuento de lo percibido con
fundamento en la ley especial de las sumas diferidas a condena en
concepto de reparación integral; interpretación compatible, por otro lado,
con la solución adoptada por el art. 4º, segundo párrafo de dicho cuerpo
legal, en cuanto determina la imposibilidad de acumular las
indemnizaciones contempladas por los distintos sistemas de
responsabilidad.

”El doctor Pompa dijo: A los fines de dar respuesta cabal a la cuestión
planteada, adhiero en todo y hago propios los sólidos fundamentos y las
conclusiones vertidas por mi distinguido colega el doctor Álvaro
Balestrini, las que por otra parte coinciden con el criterio mantenido en
oportunidad de resolver la causa ‘Castro, Carlos Francisco c/Mapfre
Argentina ART s/accidente ley especial’ (S.D. nº 14.781 del 31 de marzo
de 2014, del registro de la Sala IX de la Excma. Cámara Nacional de
Apelaciones del Trabajo), oportunidad en la que, entre otras
consideraciones, se destacaron las evidentes contradicciones y la
incorrecta técnica legislativa empleada en el art. 17.3 de la ley especial,
en tanto la prohibición allí contenida se refiere a las acciones judiciales
previstas por el art. 4º, último párrafo, de la ley, esto es, a aquellas
iniciadas por la vía del derecho civil.

”La doctora Ferreirós dijo: De seguirse el lineamiento de la nueva ley, no


habría una merma proporcional como en el anterior régimen, sino
directamente la supresión de un derecho alimentario que le corresponde al
abogado, quien también es un trabajador, resultando esto último, por ser
un perjuicio mayor, inaceptable”.

Si bien las posturas acompañadas ilustran el criterio imperante en cada


sala, la aplicación plenaria irrumpe en el rechazo de los pactos celebrados
en la órbita de la Ley de Riesgos del Trabajo, siendo coincidentes, en tal
sentido, los dictámenes de primera instancia.

4.3. Artículo 3º

172
En línea con lo expuesto precedentemente, sobre el tránsito administrativo
del reclamo y el contenido restrictivo de su homologación, con sustento
en los alcances del art. 15 de la L.C.T., el art. 3º de la norma en atención
crea un “Servicio de Homologación” dentro de la órbita de las Comisiones
Médicas.

Éste reza:

“Art. 3º. Créase el Servicio de Homologación en el ámbito de las


comisiones médicas jurisdiccionales, el cual tendrá las funciones y
operará según el procedimiento establecido en el Anexo I de la presente.

”La Superintendencia de Riesgos del Trabajo dictará las normas del


procedimiento de actuación ante las comisiones médicas jurisdiccionales
y la Comisión Médica Central.

”La comisión médica jurisdiccional deberá expedirse dentro de los sesenta


(60) días hábiles administrativos, contados a partir de la primera
presentación debidamente cumplimentada y la reglamentación establecerá
los recaudos a dichos efectos.

”Dicho plazo será prorrogable por cuestiones de hecho relacionadas con


la acreditación del accidente de trabajo o de la enfermedad profesional,
debidamente fundadas.

”Todos los plazos resultarán perentorios y su vencimiento dejará expedita


la vía prevista en el art. 2º de la presente ley.

”La demora injustificada que pudiere imputarse a la respectiva comisión


médica jurisdiccional hará incurrir en falta grave a los responsables”.

173
El Anexo I aludido por la norma estipula el “Procedimiento ante el
servicio de homologación en el ámbito de las comisiones médicas
jurisdiccionales, el cual tendrá a su cargo sustanciar y homologar los
acuerdos por incapacidades laborales permanentes definitivas y
fallecimiento, con intervención de funcionarios que designe la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo”.

En pos de no caer en reiteraciones, remitimos al punto anterior, en cuanto


a la inconstitucionalidad manifiesta del presente. Ello así por dos razones.
En primer orden, vulnera la garantía constitucional del juez natural de la
causa, otorgando funciones judiciales a un órgano administrativo,
contrariando así los arts. 18, 19 y cctes. de la Constitución Nacional.

Por último, la designación de los funcionarios que tengan por función la


aplicación de estas potestades: serán designados por el mismo órgano
administrativo, vulnerando así la independencia y la autonomía en las
decisiones, lo que conlleva a un estado de incertidumbre jurisdiccional
sesgado por los criterios de quienes los designan. Tales decisiones tienen
idéntico alcance que homologación judicial, por amparo del art. 4º del
Anexo I, el cual sostiene:

“Art. 4º. Los actos de homologación asumirán autoridad de cosa juzgada


administrativa en los términos y con los alcances del art. 15 de la ley
20.744”.

Resulta palmaria la evidente contradicción del procedimiento estipulado,


con las garantías constitucionales que rigen los procedimientos, tales
como la independencia y autonomía. En palabras de Lino Palacio:
“Solamente en los jueces reside la potestad que imprime a dichos órganos
un sentido específico dentro de nuestro régimen institucional de división
de poderes, potestad que consiste en juzgar determinada clase de
conflictos, (…) sea originariamente o mediante revisión de lo resuelto por
funcionarios u organismos administrativos. De esa circunstancia derivan,
fundamentalmente, las previsiones constitucionales y legales tendientes a
asegurar la independencia de los jueces con respecto a los restantes
poderes del Estado” 44.

174
La admisión de “cosa juzgada” a un dictamen emitido por un órgano
administrativo, con prescindencia del control judicial, resulta discordante
con la Constitución Nacional, otorgando funciones jurisdiccionales (que
son exclusivas a los jueces) al personal designado por la SRT (médicos),
quebrantando así la independencia judicial y la seguridad jurídica. Así lo
ha sostenido la Cámara Federal de La Plata:

“A la vista del esquema histórico-genético, extinguida la delegación de


funciones judiciales, los jueces comenzaron a ejercerlas iure proprio, libre
de los poderes monárquicos. Con la formación de los Estados nacionales
cae el poder soberano sobre las estructuras de la administración de justicia,
dando comienzo a la independencia de la función judicial. Independencia
que comprende, en un aspecto principal, la autonomía de criterio personal
del juez como pieza insustituible del Estado constitucional de Derecho”
45.

Esta concepción (propia, claro está) de evidente parcialidad manifiesta en


la homologación por parte del “Servicio de Homologación” creado por la
ley 27.348 se desprende de la misma norma madre, la ley 24.557, la cual
en el art. 37 dispone que la financiación del régimen estará a cargo de las
mismas aseguradoras de riesgos del trabajo. El artículo dispone:

“Art. 37. Financiamiento. Los gastos de los entes de supervisión y control


serán financiados por las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, los
empleadores autoasegurados públicos provinciales y los empleadores
autoasegurados, conforme aquellos entes lo determinen.

”En ningún supuesto dicha contribución podrá superar:

”a) En el caso de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, el uno coma


cuatro por ciento (1,4%) del total de los importes percibidos por cuotas de
contratos de afiliación.

”b) En el caso de los empleadores públicos autoasegurados y los


empleadores autoasegurados, el cero coma cinco por mil (0,5‰) de su
masa salarial promedio de los últimos seis (6) meses”.
175
4.4. Artículos 5º a 9º

En el Título Segundo, “Del Autoseguro Público Provincial”, la norma crea


el “Autoseguro Público Provincial”, pese a encontrarse regulada la
cuestión por el art. 30 de la ley 24.557.

Éste expresa:

“Art. 5º. Créase el Autoseguro Público Provincial destinado a que las


provincias y sus municipios y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
puedan autoasegurar los riesgos del trabajo definidos en la ley 24.557 y
sus modificatorias, respecto de los regímenes de empleo público
provincial y municipal, de acuerdo a lo que establezca la Superintendencia
de Riesgos del Trabajo.

”Para acceder al Autoseguro Público Provincial, cada jurisdicción deberá


garantizar la existencia de una estructura suficiente para el adecuado
otorgamiento de las prestaciones en especie de la ley 24.557 y sus
modificatorias, de acuerdo a las condiciones y requisitos que establezca la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo.

”Las prestaciones dinerarias deberán ser administradas mediante un


régimen de gestión económica y financiera separado del que corresponda
a la contabilidad general provincial.

”El Autoseguro Público Provincial deberá integrarse al sistema de


registros y establecer para cada dependencia o establecimiento con riesgo
crítico, de conformidad con lo que determine la Superintendencia de
Riesgos del Trabajo, un plan de acción específico.

”Los autoasegurados públicos provinciales tendrán idénticas obligaciones


que las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo y los empleadores
autoasegurados en materia de reportes e integración al Registro Nacional
176
de Incapacidades, según determine la Superintendencia de Riesgos del
Trabajo.

”El autoseguro público de cada provincia podrá admitir la incorporación


de sus municipios, los que pasarán a integrar el Autoseguro Público
Provincial de la respectiva provincia.

”Art. 6º. Los empleadores que opten por el régimen de Autoseguro


Público Provincial deberán:

”a) Inscribirse en un registro que se creará específicamente a tal efecto,


cuya forma y contenido determinará la Superintendencia de Riesgos del
Trabajo.

”b) Cumplir con las obligaciones y procedimientos que la ley 24.557 y sus
modificatorias ponen a cargo de los empleadores y de las aseguradoras de
riesgos del trabajo, en los términos que establezca la Superintendencia de
Riesgos del Trabajo con la excepción de la afiliación, del aporte al Fondo
de Reserva de la ley 24.557 y sus modificatorias y de toda otra obligación
incompatible con dicho régimen.

”Art. 7º. El incumplimiento por parte de los empleadores que opten por el
régimen de Autoseguro Público Provincial de las obligaciones a su cargo
será pasible de las sanciones dispuestas en el art. 32 de la ley 24.557 y sus
modificatorias, sin perjuicio de las previstas en el Libro 2º, Título XI,
Capítulo VII del Código Penal. ”Art. 8º. Estará a cargo de la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo:

”a) Supervisar y fiscalizar a los empleadores incorporados al Autoseguro


Público Provincial en cuanto al otorgamiento de las prestaciones
dinerarias y en especie vinculadas al sistema de riesgos del trabajo;

”b) Establecer los programas de prevención para los empleadores


incorporados al Autoseguro Público Provincial.

177
”Art. 9º. Incorpórase como miembros del Comité Consultivo Permanente
creado por el art. 40 de la ley 24.557 y sus modificatorias a dos (2)
representantes de las jurisdicciones que hayan optado por el régimen de
Autoseguro Público Provincial, los que se integrarán a la representación
del sector gubernamental”.

Si bien el texto de la ley 24.557 incorporaba la figura del “Autoseguro”,


contemplando una “Comisión Consultiva Permanente”, la nueva
normativa amplía dicho comité en dos miembros, provenientes de las
jurisdicciones que hubieran optado por el régimen del autoseguro. Entre
las funciones de este comité (conforme el art. 40 de la ley 24.557) se
encuentran:

a) Reglamentación de esta ley.

b) Listado de enfermedades profesionales, previo dictamen de la


Comisión Médica Central.

c) Tablas de evaluación de incapacidad laborales.

d) Determinación del alcance de las prestaciones en especie.

e) Acciones de prevención de los riesgos del trabajo.

f) Indicadores determinantes de la solvencia económica financiera de las


empresas que pretendan autoasegurarse.

g) Definición del cronograma de etapas de las prestaciones dinerarias.

i) Determinación de las pautas y contenidos del plan de mejoramiento.

178
Conforme se desprende textualmente de la página web de la SRT: “El
Sistema de Riesgos del Trabajo permite que los empleadores se
autoaseguren en vez de afiliarse a una ART. Para esto deben poder cumplir
los requisitos técnicos y financieros necesarios para poder brindar las
prestaciones médico asistenciales, dinerarias y preventivas previstas en la
ley 24.557. Un empleador para ser autoasegurado debe cumplir con el dec.
585/96 y contar con la aprobación especial de la SRT” 46.

Entre los requisitos que dispone el dec. 585/96 (el cual expresa que es para
“empresas privadas”) se puede evidenciar que el solicitante debe:

1. Acreditar solvencia económico-financiera.

2. No ser pequeña y mediana empresa (PyME).

3. Constituir reservas especiales (constituir un depósito en una entidad


bancaria habilitada).

4. Celebrar un contrato de fideicomiso en las condiciones que determina


la reglamentación.

Asimismo, se somete al control y supervisión de la SRT, conforme el


régimen que sigue toda ART.

Ejemplo de la aplicación del autoseguro resulta la provincia de Buenos


Aires, que desde el 1 de enero del 2007 se encuentra autoasegurada en los
términos de la Ley de Riesgos del Trabajo, mediante los decs. provinciales
3858/07 y 859/08 (que aprueban el Convenio de Rescisión de Afiliación)
y de la resol. conjunta 33.034/2008 y 573/2008, entre el Ministerio de
Economía y Producción, la SSN y la SRT, publicada en el Boletín Oficial
el 29 de mayo de 2008.

179
Conforme sostiene el dec. 3858/07:

“Art. 1º. Ratificar el ‘Convenio de Rescisión del Contrato de Afiliación nº


46.864 y de Administración del Autoseguro entre la provincia de Buenos
Aires y Provincia ART. S.A.’ de fecha 6 de diciembre de 2007 y que,
como Anexo Único, forma parte del presente, e informar de este acto a las
Superintendencias de Seguros de la Nación y de Riesgos del Trabajo, a fin
de que esos Organismos procedan a su habilitación en el marco de sus
respectivas competencias legales.

”Art. 2º. Designar a la Secretaría General de la Gobernación como


Autoridad de Aplicación del presente Régimen de Autoseguro de los
Riesgos del Trabajo, quedando facultada para dictar las disposiciones
aclaratorias, interpretativas y complementarias que resulten
indispensables para su implementación.

”En ese carácter, definirá los instrumentos que permitan implantar los
pertinentes procesos de gasto y pago para atender a las prestaciones
dinerarias, así como aquellos que posibiliten habilitar la atención de las
prestaciones médicas a través de la red de Hospitales Públicos
dependientes del Ministerio de Salud y/o del Instituto de Obra Médico
Asistencial (IOMA).

”También articulará con el Señor Fiscal de Estado aquellos que posibiliten


la adecuada transferencia al ámbito de ese Órgano Constitucional de la
gestión legal de las causas judiciales derivadas de reclamos vinculados a
los riesgos del trabajo, a que se refieren las Cláusulas Décima Segunda y
Décima Tercera del Convenio ratificado por el art. 1º del presente”.

Paralelamente, el Convenio de rescisión del contrato de afiliación nº


46.864 y de administración del autoseguro dispone en la parte pertinente:

“Primera: Rescindir en forma retroactiva, a partir del 1º de enero de 2007,


el Contrato de Afiliación nº 46.864 con sus Anexos, Adendas,
modificaciones y Convenios de Resultado Técnico que las vinculaba
desde el 1º de enero de 1998.
180
”Segunda: La Provincia, en orden a la decisión adoptada mediante el dec.
5123/96, de incorporarse al sistema de cobertura de riesgos del trabajo
habilitado por la ley nacional 24.557 y a la obligación que impone su art.
27, inc. 5º, reasume, a partir del 1º de enero de 2007, la responsabilidad
por la cobertura en forma íntegra, total y oportuna, respecto del personal
de la Administración Pública Provincial dependiente del Poder Ejecutivo,
entidades descentralizadas y Organismos de la Constitución, por las
contingencias contempladas en la citada Ley y conforme al régimen de
autoseguro previsto por su art. 3º, inc. 4º”.

Sin embargo, los siniestros laborales de aquellos dependientes de la


provincia son administrados por una gerenciadora (PROVART) por
cuenta y orden de la provincia. Así reza el convenio rescisorio:

“Cuarta: la Provincia encomienda a PROVART la administración de la


cartera de siniestros y de contingencias (entendiéndose por estas últimas
a los infortunios laborales ocurridos a partir de las 0:00 horas del día 1º de
enero de 2007), por cuenta y orden de la Provincia, para lo cual se
establecerán por Acta Complementaria los procesos y procedimientos
aptos para su efectiva implementación, en particular, mediante el empleo
de herramientas tecnológicas que posibiliten transferencia de información
en línea. Hasta tanto esos procesos estén desarrollados, PROVART
remitirá a la Provincia en forma trimestral un informe detallado de los
siniestros y contingencias denunciados.

”Esa administración incluye el proceso de determinación de


incapacidades, como secuelas de los infortunios que hubieran sufrido los
agentes públicos comprendidos en el autoseguro, conforme las
regulaciones vigentes en la materia, reservándose la Provincia la facultad
de auditar el proceso en general y las determinaciones en particular, por
parte de los órganos de Asesoramiento y Control, conforme a la
competencia que le asignan tanto las normas generales, como las
respectivas Leyes Orgánicas, en especial” 47.

4.5. Artículo 10

181
En el tercer y último título de la norma, se encuentran las “Disposiciones
de ordenamientos del sistema sobre riesgos del trabajo”, donde operan
modificaciones sustanciales al régimen vigente.

Así el art. 10 sostiene:

“Art. 10 Sustitúyese el art. 7º de la ley 24.557 por el siguiente texto:

”Artículo 7º. Incapacidad Laboral Temporaria.

”1. Existe situación de Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) cuando el


daño sufrido por el trabajador le impida temporariamente la realización de
sus tareas habituales.

”2. La situación de Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) cesa por:

”a) Alta médica;

”b) Declaración de Incapacidad Laboral Permanente (ILP); ”c) Transcurso


de dos (2) años desde la primera manifestación invalidante;

”d) Muerte del damnificado.

”3. Si el trabajador damnificado, dentro del plazo previsto en el inc. c) del


apartado anterior, se hubiera reincorporado al trabajo y volviera a estar de
baja por idéntico accidente o enfermedad profesional, su situación de
Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) continuará hasta el alta médica,
declaración de Incapacidad Laboral Permanente, en caso de corresponder,
su deceso o hasta completar dos (2) años efectivos de baja, sumándose
todos los períodos en los cuales se hubiera visto impedido de trabajar”.

182
Aquí operan dos modificaciones de suma importancia, de acuerdo al
régimen precedente de riesgos del trabajo.

En primer lugar, se amplía a dos años la situación de Incapacidad Laboral


Temporaria (ILT), cuando antiguamente era de un solo año. Rezaba el
inciso anterior: “c) Transcurso de un año desde la primera manifestación
invalidante”; ampliándose en la modificación.

La “Primera Manifestación Invalidante” es el período que abarca desde el


momento del daño que sufra el trabajador hasta la recuperación de sus
tareas habituales. A los efectos de dilucidar las lagunas que producen las
“Altas con tareas livianas”, es criterio doctrinario mayoritario, que
compartimos, que las altas parciales (o provisorias) no revisten la calidad
de alta definitiva, ameritándose contemplar que el trabajador continúa
bajo el régimen de “Incapacidad Laboral Temporaria”, de acuerdo a que
no puede recuperar sus tareas habituales, sino hasta el alta total y definitiva
48.

Vale decir que la determinación de la primera manifestación invalidante


resulta vital para contabilizar los plazos de prescripción de las acciones
emergentes de la L.R.T., tanto sea por acción sistémica como
extrasistémica. Conforme sostiene el art. 44 de la ley 24.557:

“Art. 44. Prescripción.

”1. Las acciones derivadas de esta ley prescriben a los dos años a contar
de la fecha en que la prestación debió ser abonada o prestada y, en todo
caso, a los dos años desde el cese de la relación laboral.

”2. Prescriben a los 10 (diez) años a contar desde la fecha en que debió
efectuarse el pago, las acciones de los entes gestores y de los de la
regulación y supervisión de esta ley, para reclamar el pago de sus
acreencias”.

183
La primera manifestación resulta de suma importancia, a la luz de la fecha
en que la prestación debió ser abonada o prestada.

Por cuanto puede operar el instituto de la prescripción mes a mes, sobre


aquellas prestaciones que no fueran reclamadas dentro de los veinticuatro
meses posteriores, cuando no se suspendiera el plazo prescriptivo.

Sin embargo, conforme dispone la resol. 414/99 de la SRT, la constitución


en mora opera de pleno derecho transcurridos treinta días corridos, desde
que esta debió ser satisfecha. Expresa:

“Art. 2º. Establécese que la mora en el cumplimiento de la obligación de


otorgar las prestaciones dinerarias contempladas en la ley 24.557 se
producirá de pleno derecho transcurridos treinta días corridos de la fecha
en que la prestación debió ser abonada o el capital depositado, y por el
mero transcurso del plazo indicado”. Resulta, pues, de vital importancia
dilucidar la fecha de la primera manifestación invalidante, a los efectos de
evitar que opere el mecanismo de la prescripción.

En segundo lugar, continuando con el análisis, el art. 10 pone fin a un


debate, tanto doctrinario como jurisprudencial, respecto de la acumulación
de los períodos de baja por accidente o enfermedad profesional. Dispone
que las bajas del trabajador cuando se hubiere impedido de prestar tareas,
por idéntico accidente o enfermedad profesional, se suman hasta
completar los veinticuatro meses efectivos.

Ello permite colegir que un trabajador acumula los plazos si reincide en


baja laboral por la misma afección, pero no cuando la dolencia resulta
disímil.

Transcurrido el plazo de dos años, cesa el estado de incapacidad laboral


temporaria, procediéndose (en la práctica), o bien con el alta médica, o
bien con la declaración de incapacidad laboral permanente o muerte del
damnificado (conf. art. 7º de la ley 24.557). En el mismo sentido, el dec.
184
472/2014 49 contempla el supuesto para el caso que no pudiera discernirse
la disminución laborativa del trabajador, transcurrido el plazo de
incapacidad laboral temporaria. En tal supuesto, la aseguradora deberá dar
intervención a la Comisión Médica 50 a fin de determinar si corresponde
extender el período transitorio u ocurrir a su permanencia. Enuncia:

“En los casos en que el daño sufrido por el trabajador le impida la


realización de sus tareas habituales más allá del plazo máximo previsto en
el art. 7º, ap. 2º, inc. c), de la ley 24.557, y no haya certeza del grado de
disminución de la capacidad laborativa del mismo, la Aseguradora
solicitará a los organismos competentes el otorgamiento de un nuevo
período transitorio de hasta un máximo de DOCE (12) meses. El obligado
al pago deberá abonar una prestación dineraria de cuantía y condiciones
iguales a la que efectivizaba en concepto de Incapacidad Laboral
Temporaria. Durante esta última etapa, el trabajador no devengará
remuneraciones de su empleador. Dicho período podrá ser reducido si con
anterioridad se hubiese sustanciado el trámite pertinente para establecer la
Incapacidad Laboral Permanente ante los organismos competentes”.

Paralelamente, se puede colegir una clara discriminación respecto de los


derechos del trabajador siniestrado, dado que éste no puede solicitar la
extensión del período, siendo facultad exclusiva de la aseguradora, lo que
conlleva un perjuicio en caso de discrepancia. Para el mismo caso, el
empleador tampoco presenta aptitud para su solicitud, vedándose el
acceso a formular el pedido de extensión.

4.6. Artículo 11

El presente artículo atiende al cálculo del valor del ingreso base mensual
que determina la liquidación de todas las prestaciones que corresponden
por el régimen de accidentes del trabajo.

Dictamina:

“Art. 11. Sustitúyese el art. 12 de la ley 24.557 por el siguiente texto:

185
”Art. 12. Ingreso base. Establécese, respecto del cálculo del monto de las
indemnizaciones por incapacidad laboral definitiva o muerte del
trabajador, la aplicación del siguiente criterio:

”1º. A los fines del cálculo del valor del ingreso base, se considerará el
promedio mensual de todos los salarios devengados —de conformidad
con lo establecido por el art. 1º del Convenio nº 95 de la OIT— por el
trabajador durante el año anterior a la primera manifestación invalidante,
o en el tiempo de prestación de servicio si fuera menor. Los salarios
mensuales tomados a fin de establecer el promedio se actualizarán mes a
mes aplicándose la variación del índice RIPTE.

”2º. Desde la fecha de la primera manifestación invalidante y hasta el


momento de la liquidación de la indemnización por determinación de la
incapacidad laboral definitiva, deceso del trabajador u homologación, el
monto del ingreso base devengará un interés equivalente al promedio de
la tasa activa cartera general nominal anual vencida a treinta (30) días del
Banco de la Nación Argentina. ”3º. A partir de la mora en el pago de la
indemnización será de aplicación lo establecido por el art. 770 del Código
Civil y Comercial de la Nación (CCyC) acumulándose los intereses al
capital, y el producido devengará un interés equivalente al promedio de la
tasa activa cartera general nominal anual vencida a treinta (30) días del
Banco de la Nación Argentina, hasta la efectiva cancelación”.

El avance jurisprudencial respecto del IBM ha producido múltiples y ricos


antecedentes, en el sentido de comprender la defensa del trabajador y el
derecho a una reparación plena, incluso para aquellos supuestos en que el
trabajador se encontrara, o percibiera, remuneraciones fuera de registro (o
comúnmente llamadas “en negro”). Así, la Suprema Corte de la Provincia
de Buenos Aires, en autos “Villalón, Juan Carlos c/Lastra, Tomás
Federico s/ cobro dif. indem. art. 212” 51 sostuvo:

“(Que) la ART debe abonar al trabajador las diferencias indemnizatorias


establecidas por la ley 24.557, atento a que su importe se había calculado
sobre la base de un salario inferior al percibido, pues si aun cuando el
empleador no hubiere registrado o declarado un trabajador, aquélla se
186
encuentra de todos modos obligada a responder, también habrá de estarlo
cuando el dependiente es registrado con una remuneración inferior, ya que
de lo contrario se colocaría al trabajador no registrado en una situación
más favorable que aquel cuya relación fue deficientemente asentada, y a
la vez, en peor situación al empleador que registró defectuosamente el
vínculo en comparación con aquel que omitió por completo la registración
o declaración del trabajador”.

Nuestro máximo tribunal ha receptado la protección del trabajo humano,


considerando que el monto indemnizatorio debe contemplar los principios
de cooperación, solidaridad y justicia amparados por los arts. 14, 14 bis,
33, 67, incs. 26 y 28, de la Constitución Nacional. Así, en el fallo
“Mansilla” 52 sostuvo:

“Que, ciertamente, la evolución progresiva de la tutela jurídica del


trabajador en materia de salarios se inserta, en lo inmediato, en un proceso
más comprensivo, concerniente a todos y cada uno de los aspectos del
contrato o relación de trabajo, lo cual ha tenido, entre sus propósitos
fundamentales, la protección de la dignidad de la persona humana en el
vínculo laboral subordinado. Y si bien esto último, a su vez, puede
entenderse inmerso, mediatamente, en el desarrollo de la protección y
realización de los derechos humanos en general, es notorio que los
avances internacionales en el terreno laboral, principalmente provenientes
del ámbito de la OIT, resultaron —tanto en la faz sustancial de los
derechos cuanto en la creación de regímenes internacionales de control—
pioneros y modelos para el aludido desarrollo general de los derechos de
la persona en el plano universal (v. esp. el Capítulo II del citado Tratado
de Versalles de 1919).

”Lo antedicho se explica ni bien se percibe que la relación de trabajo


muestra una especificidad que la distingue de muchos otros vínculos
jurídicos, puesto que la prestación de una de las partes, el trabajador, está
constituida por la actividad humana, inseparable e indivisible de la
persona del hombre y, por lo tanto, de su dignidad. Son éstas, entre otras,
las ‘características’ del trabajo humano ‘que imponen su consideración
con criterios propios’ (‘Mansilla c/Compañía Azucarera Juan M. Terán’,
Fallos: 304:415, 421 y su cita), a lo cual se suma que la salarial es una
cuestión que no ha cesado de emerger en la historia de la humanidad desde
antiguo, con la gravedad que significa poner en juego créditos de evidente
187
naturaleza alimentaria (Fallos: 264:367, entre otros), que interesan a
vastos sectores de la población y que se originan en una relación que
supone, regularmente, una desigualdad entre las partes, en disfavor del
empleado (Fallos: 181:209, 213/214; 239:80, 83 y 306:1059, 1064)”.

En el mismo sentido, en el fallo “Pérez c/Disco”, la Corte Suprema de


Justicia declaró la inconstitucionalidad del art. 103 bis, inc. c), de la Ley
de Contrato de Trabajo, en cuanto niega el carácter salarial de los vales
alimentarios que perciben los trabajadores, como beneficio social no
remunerativo. Sostuvo en dicha oportunidad:

“La calificación de los vales de comida como no salariales que contiene


el art. 103 bis, inc. c), de la Ley de Contrato de Trabajo —texto según ley
24.700, derogado por la ley 26.341— viola los principios constitucionales
protectorios del salario, ya que al tener que guardar la base de cálculo de
la indemnización salarial razonable proporción con los elementos que
componen la remuneración —es decir, con la contraprestación que el
trabajador percibe como consecuencia del contrato de trabajo—, la
indebida exclusión de los vales alimentarios, comprendidos dentro de la
noción de ‘salario’ que brindan tanto las normas internacionales
ratificadas por la República Argentina como la propia legislación
nacional, afecta el principio constitucional de retribución justa, que se
encuentra en correlación con la base remuneratoria que compone el
derecho, también constitucional, a la protección contra el despido
arbitrario” 53.

Es en fallo precedente donde la Corte toma los antecedes elaborados por


la Comisión de Expertos en la Aplicación de Convenios y
Recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo, a raíz del
Convenio OIT nº 95 54 sobre la protección del salario, que deriva en la
incorporación del párrafo “de conformidad con lo establecido por el art.
1º del Convenio nº 95 de la OIT” dentro del art. 11 de la ley 27.348.

Así, el primer artículo del convenio expresa:

“Art. 1. A los efectos del presente Convenio, el término salario significa


la remuneración o ganancia, sea cual fuere su denominación o método de
188
cálculo, siempre que pueda evaluarse en efectivo, fijada por acuerdo o por
la legislación nacional, y debida por un empleador a un trabajador en
virtud de un contrato de trabajo, escrito o verbal, por el trabajo que este
último haya efectuado o deba efectuar o por servicios que haya prestado
o deba prestar”.

Se desprende así la amplitud del concepto de “salario”, el cual comprende


a todos aquellos ítems que puedan justipreciarse en efectivo, como
contraprestación del trabajo.

Continuando con el art. 11, el inc. 1º, in fine, dispone la actualización del
IBM a través del índice RIPTE. Éste, implementado en sustitución del
Índice General de Remuneraciones (IGR), expone la totalidad de los
trabajadores afiliados al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones,
siendo publicado mensualmente (desde el año 1994) por la Secretaría de
Seguridad Social, dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y la
Seguridad Social. Se compone, pues, de los datos del SIJP y las
declaraciones juradas aportadas por empleadores, aplicando una
actualización automática al IBM, permitiendo paliar la inflación. No sólo
aplica a los riesgos laborales, sino que el índice RIPTE se utiliza también
en el aumento de las jubilaciones y en la actualización de la Asignación
Universal por Hijo (AUH).

El informe emitido por el MTEySS es de público acceso en su página web,


con la variación anual y mensual 55.

A su vez, adicionalmente a la actualización del índice RIPTE, el inc. 2º


dispone la aplicación de una tasa de interés activa al monto de ingreso
base. Ello se traduce en un beneficio para las prestaciones dinerarias de la
norma, por cuanto no sufren el impacto de las depreciaciones producto del
transcurso del tiempo.

En tal aspecto, la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, a través


de las Actas nº 2600 y nº 2601, dispuso con fecha 29 de abril de 2014,
establecer que la tasa de interés aplicable sea la tasa nominal anual para
préstamos personales libre destino del Banco Nación para un plazo de
cuarenta y nueve a sesenta meses. Su predecesora, Acta CNTrab. nº 2357,
189
disponía un coeficiente inferior. Posteriormente, con fecha 27 de abril de
2016, mediante el Acta nº 2630 del mismo órgano, dispuso mantener la
tasa de interés nominal anual del 36%.

4.6.1. Aplicación temporal

El art. 20 de la ley 27.348 tiene consonancia con el art. 11 oportunamente


analizado, debido a que determina la aplicación temporal de la
modificación sobre el cálculo del ingreso base.

Sostiene:

“La modificación prevista al art. 12 de la ley 24.557 y sus modificatorias


se aplicará a las contingencias cuya primera manifestación invalidante
resulte posterior a la entrada en vigencia de la presente ley”.

Teniendo en consideración que la ley 27.348 fue publicada en el Boletín


Oficial con fecha 24 de febrero de 2017, regirá luego de los ocho días
posteriores a su publicación, conforme art. 5 del CCyC. Al referirse la
norma a “las contingencias”, no sólo incorpora a aquellos siniestros
acaecidos posteriormente a la entrada en vigencia de la ley, sino a todas
las prestaciones en curso que produzcan vencimiento luego. Comprende
de esta forma a aquellos siniestros que se encuentren suscitados
previamente, pero con prestaciones vigentes a la fecha.

Un dato no menor resulta la llamativa exclusión del art. 23 del dec. 54/17,
al momento de promulgarse la ley 27.348. Éste sostenía: “Art. 23.
Vigencia. Las disposiciones del presente regirán a partir del día siguiente
al de su publicación en el Boletín Oficial”. El precedente disponía que sus
preceptos no resultaban retroactivos, rigiendo para todos aquellos
accidentes laborales o enfermedades profesionales acaecidos previos a la
sanción del decreto, el régimen de la ley 26.773 y el dec. 1694/09.

Sin embargo, reservadamente el artículo fue retirado al promulgar la ley


en estudio.
190
4.6.2. Fallo “Espósito”

Conforme nos adentramos en la actualización de las prestaciones, a través


del índice RIPTE, mayor relevancia toma el fallo “Espósito” 56 emitido
por la Corte Suprema a mediados del año 2016.

Ello así dado que el máximo tribunal fijó un límite a la aplicación del
índice referido, estableciendo (con un claro criterio restrictivo y regresivo,
contrario a los criterios que venía manteniendo en sus sentencias) que el
ajuste de las indemnizaciones dispuesto por ley 26.773 no debe ser
aplicado a la reparación de daños provocados por accidentes laborales
ocurridos con anterioridad a dicha norma.

En los antecedentes del caso, se destaca la sentencia de primera instancia,


que hace lugar a la demanda, indemnizando al actor por la incapacidad
sobreviniente derivada del accidente in itinere sufrido. Así, expresa:

“Estos actuados en los que el actor acciona contra Provincia ART S.A. en
procura de resarcimiento en los términos de la ley 24.557, con motivo de
la incapacidad que alega padecer en relación con un accidente in itinere.
Relata que se desempeñaba en la Obra Social Bancaria sita en la calle 25
de mayo nº 182 de esta ciudad, en las condiciones que refiere. Señala que
el 26 de marzo de 2009, en oportunidad de retirarse de su lugar de trabajo,
se dirigió a tomar el transporte que lo trasladaría a su domicilio en la
localidad de San Andrés, ocasión en la que, al cruzar la avenida Corrientes
fue víctima de un robo” 57.

Apelado que fuera por la demandada, y contestados los traslados de rito,


la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala VI, a cargo de los
Dres. Graciela Lucía Craig, Juan Carlos Fernández Madrid y Luis A.
Raffaghelli, resolvió confirmar la sentencia apelada, disponiendo que la
suma resultante se actualice con el índice RIPTE, conforme los
parámetros de ajuste que dispone la ley 26.773.

191
Los magistrados concluyeron:

“Trataré seguidamente el planteo de la parte actora, referido a la


aplicación al caso del índice RIPTE. El planteo tendrá favorable
recepción, pues esta Sala ha considerado procedente la aplicación
inmediata del dec. 1694/09 en los términos expresados en ‘Serrano Silvina
Irene c/Mafpre Argentina ART S.A. s/acción de amparo’ del 30 de agosto
de 2012, S.D. 64.278. Así, se estableció que ‘la aplicación inmediata de la
Ley rige las consecuencias en curso de un accidente, por lo cual no es
necesario declarar la inconstitucionalidad de la norma en cuestión para
aplicarla. Esto en función del art. 3º del Cód. Civil, que prescribe que las
nuevas leyes se aplicarán a 1) las nuevas situaciones o relaciones jurídicas
que se creen a partir de la vigencia de esta Ley; 2) las consecuencias que
se produzcan en el futuro, de relaciones o situaciones jurídicas ya
existentes al momento de vigencia de la ley. En estos casos, no hay
retroactividad, ya que la nueva ley sólo afecta a las consecuencias que se
produzcan en el futuro (Bueres, Alberto J. (dir.) y Highton, Elena I.
(coord.), Código Civil comentado, pp. 8/20, artículo comentado por
Ferreira Rubio, Delia M.). En ese orden de ideas, concluyo que la
aplicación del dec. 1694/09 con las modificaciones de la ley 26.773 repara
equitativa y adecuadamente el perjuicio sufrido (art. 19, C.N.) y no
importan una violación del principio de irretroactividad de la ley sino su
aplicación inmediata. Además de ser lo más justo, equitativo y razonable
para el presente caso (arts. 16 y 18, C.N.)’ (del acertado voto de la Dra.
Craig)”.

Por su parte, el Dr. Fernández Madrid sostuvo:

“Con mi colega Dr. Luis A. Raffaghelli, a cuya opinión he adherido en


SD nº 65902 del 5 de diciembre de 2013 en la causa caratulada ‘Lango,
Néstor Oscar c/Interacción ART S.A. s/accidente-ley especial”,
consideramos que en virtud de que la aplicación del índice RIPTE importa
un ajuste con el objeto de mantener incólume el crédito del accionante a
partir de la fecha en que se ordena su cómputo, se establecerá un interés
variable que compense al acreedor por el tiempo transcurrido entre el
nacimiento de su derecho y el reconocimiento judicial. Recuérdese que el
importe que difiere a condena se obtiene mediante la utilización de un
índice con características de actualización monetaria y, de computarse
intereses, tasa activa, desde la fecha de consolidación del daño y sobre un
192
monto ya actualizado por la ley 26.773, existiría una doble actualización
de valores que coloca al importe a percibir por el actor en un valor superior
al actual y real”.

Por último, el Dr. Raffaghelli adhirió al voto precedente.

El resuelve de la cámara originó recurso extraordinario federal por parte


de la demandada, el cual fuera denegado, motivando la queja ante la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, la cual restringe la aplicación del índice
RIPTE a aquellos siniestros ocurridos con posterioridad a la aplicación de
la ley. Así, los supremos concluyeron:

“Para justificar el uso del índice de actualización RIPTE previsto en la ley


26.773 en un caso en el que estaba en juego la reparación de un infortunio
ocurrido mucho antes de la entrada en vigencia de dicha ley (publicada en
el Boletín Oficial el 26 de octubre de 2012), la cámara sostuvo, en síntesis,
que a) ‘la aplicación inmediata de la ley rige las consecuencias en curso
de un accidente, por lo cual no es necesario declarar la
inconstitucionalidad de la norma en cuestión para aplicarla’; ‘esto en
función del art. 3º del Cód. Civil’; y b) ‘la aplicación del dec. 1649/09 con
las modificaciones de la ley 26.773 repara equitativa y adecuadamente el
perjuicio sufrido... y no importa una violación del principio de
irretroactividad de la ley sino su aplicación inmediata’; ‘además de ser lo
más justo, equitativo y razonable en el presente caso’.

”…no cabe duda de que a) la propia ley 26.773 estableció pautas precisas
para determinar a qué accidentes o enfermedades laborales correspondería
aplicarles las nuevas disposiciones legales en materia de prestaciones
dinerarias; y b) ante la existencia de estas pautas legales específicas, quedó
excluida la posibilidad de acudir a las reglas generales de la legislación
civil sobre aplicación temporal de las leyes. La simple lectura de los textos
normativos reseñados en el considerando 5º de este pronunciamiento basta
para advertir que del juego armónico de los arts. 8º y 17.6 de la ley 26.773
claramente se desprende que la intención del legislador no fue otra que la
de (1) aplicar sobre los importes fijados a fines de 2009 por el dec. 1694
un reajuste, según la evolución que tuvo el índice RIPTE entre enero de
2010 y la fecha de entrada en vigencia de la ley, que los dejara
‘actualizados’ a esta última fecha; y (2) ordenar, a partir de allí, un reajuste
193
cada seis meses de esos importes de acuerdo con la variación del mismo
índice. Y que del art. 17.5 también se desprende claramente que estos
nuevos importes ‘actualizados’ solo rigen para la reparación de
contingencias cuya primera manifestación invalidante haya ocurrido con
posterioridad a la fecha de entrada en vigencia del capítulo de la ley
referente a las prestaciones dinerarias del régimen de reparación. En
síntesis, la ley 26.773 dispuso el reajuste mediante el índice RIPTE de los
‘importes’ a los que aludían los arts. 1º, 3º y 4º del dec. 1694/09
exclusivamente con el fin de que esas prestaciones de suma fija y pisos
mínimos reajustados se aplicaran a las contingencias futuras; más
precisamente, a los accidentes que ocurrieran y a las enfermedades que se
manifestaran con posterioridad a la publicación del nuevo régimen legal.
El texto del art. 17.5, al establecer que ‘las disposiciones atinentes a las
prestaciones en dinero’ entrarían en vigencia a partir de la publicación de
la ley en el Boletín Oficial, no dejó margen alguno para otra
interpretación.

”Por ello, y oída la señora Procuradora Fiscal subrogante, se hace lugar a


la queja, se declara procedente el recurso extraordinario y se revoca la
sentencia apelada, con costas (art. 68 del Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación)” 58.

Se desprende del simple análisis el criterio restrictivo de la Corte,


operando el principio progresivo en la aplicación de la norma. En el
mismo sentido, aplica la restricción a las prestaciones de suma fija (dec.
1278/00) y a los pisos mínimos (dec. 1694/09). Ello resulta altamente
contradictorio con los antecedentes jurisprudenciales del tribunal, incluso,
con los mismos fallos citados en el texto propio. El fallo realiza una lectura
literal de los arts. 8º y 17, inc. 5º, de la ley 26.773, donde este último
establece: “Las disposiciones atinentes a las prestaciones en dinero y en
especie de esta ley entrarán en vigencia a partir de su publicación en el
Boletín Oficial y se aplicarán a las contingencias previstas en la ley 24.557
y sus modificatorias, cuya primera manifestación invalidante se produzca
a partir de esa fecha”.

La aplicación fiel de la letra precedente contradice el avance


jurisprudencial obtenido a través de los fallos “Aquino”, “Castillo”,
“Llosco” y “Ascua”, entre otros, con un claro objetivo proteccionista del
régimen de riesgos del trabajo, protegiendo a las aseguradoras. Tal sentido
194
se expresa en la propia web de la Corte, a través del Centro de Información
Judicial (CIJ), donde se expone que hay un evidente “descalce
económico” de las aseguradoras de riesgos del trabajo, las cuales
celebraron un contrato con los empleadores en los términos de la L.R.T.
(ley 24.557), viéndose obligadas a responder por un actualizado régimen
que dispone actualizaciones, respecto de sucesos que ocurrieron con
anterioridad a la vigencia de la norma 59.

Asimismo, se utilizan términos como “quebranto económico”,


“subsistencia del régimen” o, como el precedente, “descalce económico”
para imponer un estado de alerta ficticio sobre un régimen que genera
ganancias financieras por más de 3.000 millones de pesos al año 60.

4.7.Artículo 12

El presente artículo no reviste complicación de análisis, por cuanto amplía


los incisos del art. 27 de la L.R.T., disponiendo como causal de rescisión
contractual (entre la ART y el empleador) la mora en dos cuotas
mensuales, consecutivas o alternadas.

Reza:

“Incorpórase como ap. 6º del art. 27 de la ley 24.557 el siguiente texto: La


Aseguradora de Riesgos del Trabajo podrá extinguir el contrato de
afiliación de un empleador en caso de que se verifique la falta de pago de
dos (2) cuotas mensuales, consecutivas o alternadas, o la acumulación de
una deuda total equivalente a dos (2) cuotas, tomando como referencia la
de mayor valor en el último año. La extinción del contrato deberá ajustarse
a los requisitos, modalidades y plazos que determine la reglamentación. A
partir de la extinción, el empleador se considerará no asegurado y estará
en la situación prevista en el ap. 1º del art. 28 de esta ley. Sin perjuicio de
ello, la aseguradora deberá otorgar prestaciones en especie, con los
alcances previstos en el Capítulo V de esta ley, por las contingencias
ocurridas dentro de los tres (3) meses posteriores a la extinción por falta
de pago. La aseguradora podrá repetir del empleador el costo de las
prestaciones otorgadas conforme lo dispuesto en el párrafo anterior”.

195
Resulta loable destacar que la rescisión por causa imputable al empleador
(ausencia de pago) no afecta el derecho al trabajador de ser cubierto hasta
los tres meses posteriores a la falta de pago. Tal extremo encuentra
consonancia con la extensión de la obra social pese al despido, en forma
trimestral, con sustento en la ley 23.660, Ley de Obras Sociales, la cual
dispone en el art. 10: “Art. 10. El carácter de beneficiario otorgado en el
inc. a) del art. 8º y en los incs. a) y b) del art. 9º de esta ley subsistirá
mientras se mantenga el contrato de trabajo o la relación de empleo
público y el trabajador o empleado reciba remuneración del empleador,
con las siguientes salvedades:

”a) En caso de extinción del contrato de trabajo, los trabajadores que se


hubieran desempeñado en forma continuada durante más de tres (3) meses
mantendrán su calidad de beneficiarios durante un período de tres (3)
meses, contados de su distracto, sin obligación de efectuar aportes”.

Posteriormente, corresponderá la acción de repetición de la aseguradora


contra la patronal, en procura de recupero de las erogaciones que realice
ésta en trabajador siniestrado en el plazo trimestral.

4.8. Artículo 13

El art. 13 de la ley 27.348 modifica el original art. 37 de la L.R.T., el cual


dispone sobre el financiamiento del régimen de supervisión y control. Si
bien en la introducción nos hemos referido al respecto, sobre la ausencia
de independencia y autarquía que produce el financiamiento del órgano
de control, por parte de los obligados a cumplirlo, no es menos cierto que
sus decisiones no comprenderían una absoluta libertad (y equidad)
respetando los derechos laborales de los siniestrados. Así, dispone:

“Sustitúyese el texto del art. 37 de la ley 24.557 (reemplazado por el art.


74 de la ley 24.938) por el siguiente:

196
Art. 37. Financiamiento. Los gastos de los entes de supervisión y control
serán financiados por las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, los
empleadores autoasegurados públicos provinciales y los empleadores
autoasegurados, conforme aquellos entes lo determinen. En ningún
supuesto dicha contribución podrá superar:

”a) En el caso de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, el uno coma


cuatro por ciento (1,4%) del total de los importes percibidos por cuotas de
contratos de afiliación.

”b) En el caso de los empleadores públicos autoasegurados y los


empleadores autoasegurados, el cero coma cinco por mil (0,5‰) de su
masa salarial promedio de los últimos seis (6) meses”.

Sin embargo, las aseguradoras de riesgos del trabajo no resultan el único


sostén del régimen, que comprende además a la ANSES y los aportes
realizados por los empleadores autoasegurados. Así lo dispone la resol.
MTEySS y SRT nº 214/2017 61, la cual determina los montos a aportar
por cada sujeto interviniente de la siguiente forma:

“Art. 1º. Sustitúyase el art. 3º de la resol. de la Superintendencia de


Riesgos del Trabajo (SRT) 1.105 de fecha 02 de agosto de 2010 —texto
según resol. SRT 1.837 de fecha 01 de agosto de 2014—, el cual quedará
redactado de la siguiente forma: ‘Art. 3º: Determínase el monto mínimo
del Fondo de Reserva creado por el art. 1º de la presente resolución, en la
cifra de pesos ciento treinta y cinco millones setecientos cuarenta y dos
mil ($ 135.742.000.-)’.

”Art. 2º. Sustitúyase el art. 4º de la resol. SRT 1.105/10 — texto según


resol. SRT 1.837/14—, el cual quedará redactado de la siguiente forma:
‘Art. 4º: Establécese la cantidad a aportar por la Administración Nacional
de la Seguridad Social (ANSES), en la suma de pesos treinta millones
ochocientos setenta y siete mil ($ 30.877.000)’.

”Art. 3º. Sustitúyase el art. 5º de la resol. SRT 1.105/10 —texto según


resol. SRT 407 de fecha 19 de febrero de 2013—, el cual quedará
197
redactado de la siguiente forma: ‘Art. 5º: Establécese la cantidad a aportar
por las Aseguradoras de Riesgos del Traba jo (ART) y los Empleadores
Autoasegurados (EA), en la suma de pesos ciento cuatro millones
ochocientos sesenta y cinco mil ($104.865.000) que será distribuida a
prorrata de la cantidad de trabajadores asegurados declarada por cada uno
y publicada por la SRT al momento de la entrada en vigencia de la
presente’”.

Si bien resulta en evidencia que el régimen se sustenta por el aporte triple


de la ANSES, las ART y los empleadores autoasegurados, surge
palmariamente que las aseguradoras de riesgos del trabajo aportan el
77.25% del presupuesto total.

4.9. Artículo 14

El presente artículo, de idéntica redacción al art. 2º de la misma norma,


contempla el procedimiento administrativo, estableciendo que luego del
tránsito (obligatorio y excluyente) por las Comisiones Médicas, el
trabajador podrá interponer recurso ante la Comisión Médica Central, o
ante los tribunales ordinarios laborales de la jurisdicción de la Comisión
Médica interviniente. El artículo expresa:

“Sustitúyese el primer apartado del art. 46 de la ley 24.557 por el siguiente


texto: Art. 46: Competencia judicial. 1. Una vez agotada la instancia
prevista ante las comisiones médicas jurisdiccionales, las partes podrán
solicitar la revisión de la resolución ante la Comisión Médica Central.

”El trabajador tendrá opción de interponer recurso contra lo dispuesto por


la comisión médica jurisdiccional ante la justicia ordinaria del fuero
laboral de la jurisdicción provincial o de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires según corresponda al domicilio de la comisión médica que
intervino.

”La decisión de la Comisión Médica Central será susceptible de recurso


directo, por cualquiera de las partes, el que deberá ser interpuesto ante los
tribunales de alzada con competencia laboral o, de no existir éstos, ante
198
los tribunales de instancia única con igual competencia, correspondientes
a la jurisdicción del domicilio de la comisión médica jurisdiccional que
intervino.

”Los recursos interpuestos procederán en relación y con efecto


suspensivo, a excepción de los siguientes casos, en los que procederán con
efecto devolutivo:

”a) cuando medie apelación de la ART ante la Comisión Médica Central


en el caso previsto en el art. 6º, ap. 2º, punto c) de la ley 24.557, sustituido
por el art. 2º del dec. 1278/2000;

”b) cuando medie apelación de la ART ante la Comisión Médica Central,


en caso de reagravamiento del accidente de trabajo o de la enfermedad
profesional.

”El recurso interpuesto por el trabajador atraerá al que eventualmente


interponga la aseguradora de riesgos del trabajo ante la Comisión Médica
Central y la sentencia que se dicte en instancia laboral resultará vinculante
para todas las partes.

”Los decisorios que dicten las comisiones médicas jurisdiccionales o la


Comisión Médica Central que no fueren motivo de recurso alguno por las
partes, así como las resoluciones homologatorias, pasarán en autoridad de
cosa juzgada administrativa en los términos del art. 15 de la ley 20.744
(t.o. 1976).

”Las resoluciones de la respectiva comisión médica jurisdiccional y de la


Comisión Médica Central deberán ser notificadas a las partes y al
empleador.

”Para todos los supuestos, resultará de aplicación lo dispuesto en el art. 9º


de la ley 26.773.

199
”Todas las medidas de prueba producidas en cualquier instancia serán
gratuitas para el trabajador”.

Con objeto de no resultar redundantes, remitimos a lo sostenido en el


punto 2.4.2. Artículo Segundo. Sin embargo, aquí abordaremos la resol.
MTEySS y SRT 298/2017, la cual estipula el procedimiento
administrativo a seguir por ante las Comisiones Médicas, dictada con
fecha 23 de febrero de 2017 62.

4.9.1. Resolución 298/2017. Procedimiento ante las Comisiones Médicas

La presente norma regula desde el inicio del trámite, el cual dispone en su


primer artículo que éste podrá ser iniciado por el trabajador, sus
derechohabientes o su apoderado, debiendo concurrir a la mesa de
entradas de la Comisión Médica correspondiente para darle curso.
Asimismo, comprende el inicio del trámite por rechazo de contingencia,
en la cual se sigue un régimen similar para las enfermedades profesionales
enlistadas y aquellas fuera del régimen.

Conforme dispone el art. 7º de la resolución, se debe ofrecer con la


primera presentación la totalidad de la prueba ofrecida, pudiendo
ampliarse ésta hasta la oportunidad de la audiencia de vista médica. A su
vez, el organismo podrá rechazar la prueba que considere superflua o
improcedente, sin aclarar en el texto si tal extremo deberá ser o no
fundado. Se admiten, asimismo, los peritos de parte dentro del proceso.

De la misma forma, dispone que la aseguradora debe, dentro de los veinte


días posteriores al cese de la incapacidad laboral transitoria (ILT), iniciar
el trámite de determinación de la incapacidad, pudiendo el trabajador
comenzar el trámite por divergencia en la determinación.

Respecto de la competencia territorial donde dar curso al procedimiento,


el art. 5º de la resolución otorga tres opciones conforme la elección del
trabajador:

200
“A fin de establecer la competencia territorial de la comisión médica
jurisdiccional requerida, de conformidad a los extremos indicados en los
arts. 1º y 2º de la Ley Complementaria de la Ley de Riesgos del Trabajo,
se deberá acompañar la siguiente documentación de acuerdo a lo que el
trabajador haya optado:

”a. Opción de la Comisión Médica correspondiente a su domicilio: copia


simple del Documento Nacional de Identidad (DNI).

”b. Opción de la Comisión Médica correspondiente al domicilio del lugar


de efectiva prestación de servicios: constancia expedida por el empleador.

”c. Opción de la Comisión Médica Jurisdiccional correspondiente al


domicilio donde habitualmente aquél se reporta: constancia expedida por
el empleador”.

Elegida la competencia, e iniciado el trámite conforme el art. 1º


precedente, se celebrará una audiencia (conf. art. 6º, resol. 298/2017) en
la sede de la Comisión Médica a los fines de un examen médico del
trabajador, con notificación de todas las partes intervinientes y los
letrados. La revisión se efectuará conforme la resol. SRT 179/2015, la cual
dispone el “procedimiento para verificar los requisitos necesarios para
iniciar un trámite ante las Comisiones Médicas y la Comisión Médica
Central, cuando la presentación realizada deba ser encuadrada dentro de
los siguientes motivos: ‘Silencio de la Aseguradora de Riesgos del
Trabajo (ART) o del Empleador Autoasegurado (EA)’, ‘Divergencia en
las prestaciones’, ‘Divergencia en el Alta Médica’, ‘Reingreso a
tratamiento’, ‘Divergencia en la determinación de la incapacidad’,
‘Divergencia en la transitoriedad’, ‘Rechazo de la denuncia de la
contingencia’, ‘Determinación de la incapacidad laboral’, ‘Rechazo de
Enfermedad no Listada’ y ‘Abandono de tratamiento. Artículo 20 de la
ley 24.557’” 63.

Asimismo, en el Anexo I de la resol. SRT 179/2015, se dispone un


“Manual de procedimientos para los trámites laborales en los que deban
intervenir las Comisiones Médicas y la Comisión Médica Central”, el cual

201
hace la suerte de know how 64 de los pasos previstos para el transcurso
del procedimiento.

Siguiendo con el procedimiento previsto por la resol. 298/17, celebrada la


vista médica, se podrán requerir los estudios médicos que se consideren
pertinentes, los cuales estarán a cargo de las aseguradoras 65, o conforme
dispone el art. 15 de la ley 26.425.

La ley 26.425 instala la Unificación del Sistema Integrado de Jubilaciones


y Pensiones en un único régimen previsional público, denominado
Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). El art. 15 ordena:

“Art. 15. El personal médico, técnico, auxiliar y administrativo que se


desempeñe ante las comisiones médicas y la Comisión Médica Central
creadas por el art. 51 de la ley 24.241 y sus modificatorias será transferido
a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, en la proporción y
oportunidad que sea necesario para su funcionamiento, conforme lo
determine el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.

”A los efectos relativos a la antigüedad en el empleo del personal que sea


transferido, se considerará como tiempo de servicio el efectivamente
trabajado desde el comienzo de la vinculación con el organismo cedente.
Asimismo, deberán transferirse los bienes inmuebles, muebles y
equipamiento técnico necesarios para el adecuado funcionamiento de las
comisiones médicas.

”Los gastos que demanden las comisiones médicas y la Comisión Médica


Central serán financiados por la Administración Nacional de la Seguridad
Social y las aseguradoras de riesgos del trabajo, en la forma y
proporciones establecidas en la reglamentación”.

Por su parte, el trabajador desprotegido frente a la realización de los


estudios médicos por ante quien debe indemnizarlo está obligado a
someterse a los exámenes, bajo apercibimiento de resolver la Comisión
Médica, con los antecedentes que tuviera en su poder. Básicamente, es la
penalidad de resolver con las constancias de autos, omitiendo por
202
completo conceptos constitucionales como “la búsqueda de la verdad
objetiva”, “debida defensa en juicio” o “imparcialidad del
procedimiento”, descontando el avasallamiento de los principios laborales
como el in dubio pro operario.

Posteriormente, se transita el proceso de alegatos, el cual presenta un


plazo de cinco días, concluido el procedimiento probatorio.

El resuelve de la Comisión Médica deberá ser dispuesto en el plazo de


sesenta días, pudiendo prorrogarse por treinta días más, justificado esto
“con el objeto del producir la prueba ofrecida por las partes o dispuesta de
oficio, como las diligencias destinadas a esclarecer las cuestiones de
hecho relacionadas al accidente de trabajo o enfermedad profesional”.

Una vez emitido el dictamen, corresponde el tránsito (si no mediare


oposición de las partes) de liquidación de la prestación dineraria,
conforme dispone el art. 11. Asimismo, se fija una audiencia “de acuerdo”
que tendrá lugar ante el Servicio de Homologación, donde las partes
podrán arribar a acuerdos conciliatorios que serán homologados por el
órgano administrativo, logrando alcance de cosa juzgada (art. 15 de la
L.C.T.).

El importe de la “conciliación” será depositado en una cuenta bancaria del


trabajador, quedando disponible para éste conforme el acuerdo arribado.

a) Vía recursiva

En los arts. 14 y sstes. de la resol. 298/17, se estipulan las vías recursivas


disponibles para el caso de disconformidad con el porcentaje de
incapacidad, o con la resolución de la Comisión Médica.

La norma sostiene dos posibilidades en cuanto a la disconformidad: por el


porcentaje y por el monto indemnizatorio.

203
Respecto del primero, el art. 14 dispone:

“Disconformidad con el porcentaje de incapacidad. Si en oportunidad de


la audiencia de homologación, alguna de las partes manifestase su
disconformidad con el porcentaje de incapacidad determinado en el
dictamen médico, se labrará un acta, dejando constancia de ello. El agente
designado a tal efecto emitirá la opinión de legalidad y remitirá las
actuaciones al Titular de Servicio de Homologación de la Comisión
Médica, para el dictado del correspondiente acto, quedando con ello
expedita la vía recursiva prevista en el art. 2º de la Ley Complementaria
de la Ley sobre Riesgos del Trabajo”.

En atención a la disconformidad por el monto, el art. 15 expresa:

“Disconformidad con el monto indemnizatorio. Si la disconformidad


versara sobre el importe de la indemnización, las partes podrán arribar a
un acuerdo por un monto superior, el cual deberá ser homologado por el
Servicio de Homologación de la Comisión Médica, caso contrario,
quedará expedita la vía recursiva judicial prevista en el art. 2º de la Ley
Complementaria de la Ley de Riesgos del Trabajo”.

Recordemos, para ambos supuestos, que el procedimiento del art. 2º de la


ley 27.348 implica solicitar resolución de la Comisión Médica Central, u
ocurrir ante la justicia ordinaria del fuero laboral de la jurisdicción
aplicable. De cualquier forma, haber llegado a la resolución de la
Comisión Médica jurisdiccional implica concluir el procedimiento
administrativo previo que dispone la ley 27.348, quedando expedita la vía
judicial.

El único remedio procesal admitido por la resolución es el recurso de


apelación, el cual debe interponerse dentro de los quince días de notificado
el acto en ataque. Se establece, a su vez, que debe presentarse por escrito,
fundado, con una crítica razonada y concreta de la decisión.

204
El contenido de la crítica debe precisar con claridad el agravio, bajo pena
de ser desatendido por ausencia de agravio o fundamentos. Así, sostuvo
la jurisprudencia:

“El carácter ‘concreto’ que debe contener la crítica se refiere a lo preciso,


indicado, determinado —debe decirse cuál es el agravio—; lo razonado
indica los fundamentos, las bases, las sustentaciones —debe exponerse
por qué se configura el agravio—. Deben precisarse así, punto por punto,
los pretendidos errores, omisiones y demás deficiencias que se le
atribuyen al fallo, especificando con toda exactitud los fundamentos de las
objeciones.

”Es decir que deben refutarse las conclusiones del a quo, a través de la
exposición de las circunstancias jurídicas por las cuales se tacha de
erróneo el pronunciamiento, no reuniendo las objeciones genéricas y las
impugnaciones de orden general los requisitos mínimos indispensables
para mantener la apelación.

”De allí que, si faltan estas argumentaciones, carece el Tribunal de la


Alzada de la materia indispensable para confrontar los argumentos del a
quo con los que, de contrario, aduce la parte que se considere afectada, y
ello precisamente constituye la función propia del segundo grado
jurisdiccional” 66.

El recurso presentado se elevará junto con las actuaciones a la Comisión


Médica Central, la cual podrá realizar medidas probatorias denegadas en
la instancia anterior. Dentro del plazo de treinta días, emitirá su dictamen,
el cual se notificará a las partes. El art. 18 especifica el trámite del
“Recurso de Apelación ante la Justicia Ordinaria del fuero laboral”,
disponiendo que la Comisión Médica interviniente elevará el expediente
al juzgado competente, generando la atracción del recurso que interponga
la aseguradora. Éste reza:

“Art. 18. Trámite del Recurso de Apelación ante la Justicia Ordinaria del
fuero laboral. Cuando el recurso interpuesto por el trabajador sea ante la
justicia ordinaria del fuero laboral de la jurisdicción provincial o de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, según corresponda al domicilio de la
205
comisión médica que intervino, el Servicio de Homologación en el plazo
de diez (10) días de recibidas las contestaciones de las expresiones de
agravios o vencido el plazo para la contestación, elevará las actuaciones
al juzgado competente. El recurso interpuesto por el trabajador atraerá al
que eventualmente interponga la A.R.T ante la Comisión Médica Central
y la sentencia que se dicte en instancia laboral resultará vinculante para
todas las partes”.

No se esclarece, de hecho todo lo contrario, sobre las medidas de prueba


que podrían comprenderse dentro del proceso ante la justicia ordinaria. Si
el procedimiento judicial comprende la revisión total de las actuaciones y
sus medidas de prueba, o sólo se limita a versar sobre la apelación
deducida, sin posibilidad de revisión probatoria.

La resolución, si ahondamos en el análisis, interfiere con el código de


procedimiento, en cuanto ordena a los jueces dictar sentencia sobre hechos
y prueba ventilada en un procedimiento ajeno a su dirección, tornando su
decisorio en vinculante (transgrediendo los arts. 1º, 5º, 14, 14 bis, 16, 17,
18, 28, 31, 33, 75, inc. 22, 99, inc. 3º, y 109, de la Constitución Nacional
y el Pacto de San José de Costa Rica, como, asimismo, la Ley de Autarquía
23.853).

b) Del patrocinio letrado

Párrafo aparte merece la reserva que realiza la resolución sobre la debida


asistencia letrada del trabajador, resolviendo sobre honorarios
profesionales, como, asimismo, sobre el patrocinio gratuito ofrecido por
la mismas Comisiones Médicas.

El art. 36 de la resol. 298/17 sostiene:

“El trabajador o sus derechohabientes deberán contar con patrocinio


letrado, desde su primera presentación, en los procedimientos de las
actuaciones administrativas establecidos en la Ley Complementaria de la
Ley sobre Riesgos del Trabajo que tramiten ante las Comisiones Médicas

206
o el Servicio de Homologación creado en el ámbito de las Comisiones
Médicas Jurisdiccionales, conforme lo reglado en la presente resolución.

”Frente a la carencia de patrocinio letrado, a efectos de asegurar la


asistencia letrada del damnificado en resguardo de la garantía del debido
proceso, esta Superintendencia de Riesgos del Trabajo instrumentará las
medidas necesarias a los efectos de proveer al damnificado, sin dilaciones,
el patrocinio letrado en forma gratuita.

”No se considerará debidamente cumplimentada la presentación, a los


efectos del cómputo del plazo previsto en el párrafo tercero del art. 3º de
la Ley Complementaria de la Ley sobre Riesgos del Trabajo, aquella que
carezca del patrocinio letra do obligatorio definido en el presente.
Asimismo, quedará suspendido el plazo precedentemente mencionado
ante la ausencia de patrocinio letrado del trabajador o sus
derechohabientes en cualquier etapa del procedimiento hasta que dicho
recaudo sea cumplido”.

La obligación de asesoramiento letrado del trabajador resulta


imprescindible para la concreción del avance del procedimiento. Sin
embargo, vulnerando el derecho de trabajar de los abogados, la SRT
“dispondrá” la asistencia letrada en forma gratuita al damnificado. Tal
disposición se materializó a través de la resol. 319/2017, la cual dispuso
la creación de un “Cuerpo de Patrocinio Gratuito”, que actuará en aquellos
casos en que los damnificados no cuenten con la debida asistencia letrada.

Asimismo, ordena a la Gerencia General que establezca el procedimiento


para “desinsacular del listado al abogado asignado en el caso”, no solo con
total desprecio por el derecho de trabajar de los abogados, sino también
previendo un sistema que bastardea la profesión, relegándola a la
gratuidad, sin dar intervención a los colegios profesionales.

La norma así dispone:

“Art. 1º. Facúltase a la Gerencia General para que, de manera excepcional


y transitoria, previo al funcionamiento de un Cuerpo de Patrocinio
207
Gratuito, determine los abogados, que ejercerán en aquellos casos que
requieran los damnificados o derechohabientes, el patrocinio letrado en
los procedimientos instituidos por la resol. (SRT) 929, de fecha 23 de
febrero de 2017.

”Art. 2º. Instrúyase a la Gerencia General para que establezca el


procedimiento para desinsacular del listado al abogado asignado en el
caso, al patrocinio letrado del damnificado o sus derechohabientes.

”Art. 3º. A los fines de integrar el listado de abogados, deberá requerirse


a los letrados la presentación de la credencial vigente que habilite el
ejercicio profesional en la jurisdicción respectiva, o la credencial de orden
federal que será válida para cualquier jurisdicción. Asimismo, deberán
denunciar el pertinente domicilio electrónico” 67.

La resolución precedente crea un órgano administrativo de patrocinio


gratuito, dispone reglamentación sobre la desinsaculación de los
profesionales, sobre la habilitación y el ejercicio profesional, establece
sobre la constitución procesal del domicilio electrónico, y avasalla la
profesión del abogado. Todo, en tres artículos de escasos renglones.

No solamente resulta inconstitucional por transgredir los arts. 14, 14 bis,


17, 18 y 19 de la Constitución Nacional, sino que en palabras del CPACF:

“…se viola el mandato constitucional que protege el derecho de


propiedad, trabajo, libertad contractual, juez natural y acceso a la justicia
de los profesionales abogados que dedican SU empeño en defender los
derechos del trabajador; así como el derecho de acceso a la justicia de
aquellos que necesitan nuestro patrocinio para hacer oír sus reclamos, con
la palmaria denegación de justicia de la que son objeto tanto abogados
como también los trabajadores por ellos representados” 68.

Asimismo, respecto del art. 2º de la ley 27.348:

208
“Esto resulta claramente arbitrario y violatorio de los derechos
consagrados en la Constitución Nacional a una retribución justa y a la
igualdad ante la ley, ya que en los reclamos laborales y en los accidentes
civiles no laborales se permite la celebración de pactos de cuota litis,
teniendo en cuenta además el carácter alimentario de los honorarios de los
abogados, éstos no pueden ser disminuidos por un DNU.

”Se afecta la libertad de contratación del abogado y su cliente, al no


permitir el pacto de cuota litis, desalentando el acceso a la justicia,
impidiendo que los abogados defendamos el derecho de los trabajadores
accidentados” 69.

c) De los honorarios de los letrados

En atención a la retribución profesional por la actuación de los abogados


en el régimen, cabe hacer dos atenciones.

En un primer orden, el art. 2º de la ley 27.348 impide la celebración de los


pactos de cuota litis, poniendo en cabeza de la aseguradora o el empleador
autoasegurado la retribución del profesional actuante. Así dispone:

“No podrán ser objeto de pactos de cuota litis los procesos judiciales que
se sustancien en el marco del presente Título”.

En segundo lugar, la resol. 298/17, en su art. 37, dispone: “La actividad


profesional desarrollada por los abogados que patrocinen al trabajador o
sus derechohabientes en los procedimientos establecidos en la Ley
Complementaria de la Ley de Riesgos del Trabajo que tramiten ante las
Comisiones Médicas o el Servicio de Homologación creado en el ámbito
de las Comisiones Médicas Jurisdiccionales, conforme lo reglado en la
presente resolución, devengará honorarios a cargo de las Aseguradoras de
Riesgos del Trabajo o Empleadores Autoasegurados, sólo en el caso de
que el damnificado concurra al proceso con su letrado patrocinante
particular; por el contrario, no devengará honorarios a cargo de las
Aseguradoras de Riesgos del Trabajo o Empleadores Autoasegurados la
actuación de los letrados pertenecientes al Servicio de Patrocinio Gratuito
209
que asista al damnificado en el marco de lo dispuesto en el segundo
párrafo del artículo anterior. Respecto de los honorarios profesionales de
los abogados patrocinantes de los trabajadores o sus derechohabientes que
se encuentran a cargo de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo o
Empleadores Autoasegurados, por su labor profesional conforme lo
descripto en el párrafo anterior, resultarán de aplicación los porcentajes
previstos en las disposiciones de las leyes de aranceles de cada
jurisdicción, de corresponder. Ello, únicamente en el caso de que su
actuación profesional resultare oficiosa y se hubiera reconocido total o
parcialmente la pretensión reclamada por el damnificado en el
procedimiento ante las Comisiones Médicas. Lo expuesto deberá
notificarse a las partes y a los letrados intervinientes que tramiten los
procedimientos regulados en la presente. En ningún supuesto los
honorarios profesionales precedentemente aludidos se fijarán o regularán
en el ámbito de las Comisiones Médicas ni del Servicio de
Homologación”.

Tales extremos resultan incongruentes con la ley 21.839, la cual dispone


en el art. 4º:

“Art. 4º. Los profesionales podrán pactar con sus clientes que los
honorarios por su actividad en uno o más asuntos o procesos consistirán
en participar en el resultado de éstos.

”En esos casos, los honorarios del abogado y del procurador, en conjunto
y por todo concepto, no podrán exceder el cuarenta por ciento (40%) del
resultado económico obtenido, sin perjuicio del derecho de los
profesionales a percibir los honorarios que se declaren a cargo de la parte
contraria.

”Cuando la participación del profesional en el resultado del pleito sea


superior al veinte por ciento (20%), los gastos que correspondieren a la
defensa del cliente y la responsabilidad de éste por las costas estarán a
cargo del profesional, excepto convención en contrario.

210
”Los asuntos o procesos previsionales, alimentarios y de familia no
podrán ser objeto de pactos. Tampoco podrán pactarse honorarios
exclusivamente con relación a la duración del asunto o proceso”.

Idéntico tratamiento recibe el precedente, conforme la ley 5134 de la


Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Incluso, la norma local determina el
carácter de alimentario de los emolumentos profesionales, siendo
inembargables por el máximo de los montos previstos por la
reglamentación. Así lo sostiene el art. 3º de la ley 5134:

“La actividad profesional de los abogados y procuradores se presume de


carácter oneroso, salvo prueba en contrario. El honorario reviste carácter
alimentario y en consecuencia es personalísimo, sólo embargable hasta el
veinte por ciento (20%) del monto a percibir y gozan de privilegio
especial. En el supuesto caso de que la regulación no supere el Salario
Mínimo Vital y Móvil, será inembargable. El honorario será de propiedad
exclusiva del profesional que lo hubiere devengado” 70.

Por parte de la provincia de Buenos Aires, la cuestión se encuentra


regulada por el dec. ley 8904/77, donde se dispone la viabilidad de los
pactos de cuota litis, en el art. 4º, el cual manifiesta:

“Los abogados y procuradores matriculados podrán celebrar con sus


clientes pacto de cuota litis, con sujeción a las siguientes reglas:

”Se redactarán en doble ejemplar, antes o después de iniciado el juicio.

”No podrán exceder la tercera parte del resultado líquido del juicio,
cualquiera fuese el número de pactos celebrados.

”El profesional podrá tomar a su cargo los gastos correspondientes a la


defensa del cliente y la obligación de responder por las costas causídicas
del adversario, en cuyo caso el pacto podrá extenderse hasta la mitad del
resultado líquido del juicio.

211
”Los honorarios que se declaren a cargo de la parte contraria
corresponderán exclusivamente a los profesionales.

”El pacto podrá ser presentado por el profesional o por el cliente en el


juicio a que el mismo se refiere, en cualquier momento.

”No podrán ser objeto de pactos de cuota litis los casos de trámites y
procesos previsionales y aquellos que versen sobre derechos de sustancia
alimenticia”.

En idéntico sentido, la norma provincial reconoce expresamente los


honorarios por gestiones extrajudiciales, en los arts. 54 y 55, estipulando
pautas para su regulación.

En un plano más actual, con fecha 04/10/17 se promulgó a través del


Decreto Nº 522-2017-E-GDEBA-GPBA la nueva Ley de Honorarios
Profesionales de la Provincia de Buenos Aires , estableciendo una serie de
factores de suma importancia que resulta menester destacar:

1. Se establece legislativamente la naturaleza alimentaria de los


honorarios profesionales.

2. Se ratifica el carácter de orden público de los mínimos arancelarios.

3. Se señala que el abogado es un actor indispensable para el adecuado


servicio de justicia.

4. Se puntualiza la autonomía de la provincia de Buenos Aires en esta


materia.

5. Los honorarios serán a partir de ahora regulados en la moneda IUS.


212
6. Se modifica el sistema de pactos y convenios alcanzando ahora a
materias antes excluidas.

7. Se incorporan aranceles a materias antes no reguladas propias del


Derecho de Familia vigente, el proceso Penal y el Contencioso
Administrativo.

8. Se agilizan los sistemas de notificaciones y se clarifican las cuestiones


atinentes a la mora y a los intereses moratorios.

9. Se sanciona con nulidad los autos regulatorios que no se funden


circunstanciadamente en las normas de la ley, de modo que las
resoluciones sean debidamente motivadas como manda la Constitución.

10. Se limita la discrecionalidad judicial en la creación de bases


regulatorias alejadas de los reales intereses económicos debatidos y los
montos en juego.

Asimismo, la norma citada reconoce la posibilidad de los pactos de cuota


litis, comprendiendo el tope del veinte porciento en las actuaciones
judiciales y/o administrativas de índole laboral (conf. Art. 3º) y
posibilitando los pactos de hasta el cincuenta porciento conforme el art. 4
de la nueva reglamentación en las materias que así lo posibilitan.

La resol. 298/17 viene a modificar leyes vigentes y plenamente aplicables,


desconociendo las reglas de prelación normativa, el carácter alimentario
de los honorarios profesionales y mancillando la profesión del abogado.

A estas “modificaciones normativas”, se adiciona la creación del “Cuerpo


de Patrocinio Gratuito”, al cual expresamente se le encuentra impedida
toda retribución económica. La norma cita: “…no devengará honorarios a
cargo de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo o Empleadores
Autoasegurados la actuación de los letrados pertenecientes al Servicio de
213
Patrocinio Gratuito que asista al damnificado en el marco de lo dispuesto
en el segundo párrafo del artículo anterior”.

La oscura redacción del artículo no permite vislumbrar la forma en la


retribución de aquellos profesionales que representen al cuerpo gratuito,
aunque, conforme la actividad profesional no se presume gratuita,
entendemos que una nueva resolución posterior dictaminará respecto de
tal tópico.

d) Aplicación temporal

La resolución en atención refiere sobre una cuestión de suma importancia,


la aplicación temporal de la norma. Así sostiene:

“Las disposiciones contenidas en la presente resolución sólo resultarán


aplicables al trámite de las actuaciones y los procedimientos
administrativos iniciados a partir del 1º de marzo de 2017”.

A raíz de lo precedente, todos aquellos siniestros o enfermedades


profesionales ocurridos luego del 1º de marzo quedan comprendidos
dentro del régimen de la ley 27.348 y la resol. 298/17. Consecuentemente,
aquellos ocurridos antes de éstas siguen alcanzados por las prescripciones
de la ley 26.773 y sus normas concordantes.

Aquí resulta transcendental determinar la fecha de la primera


manifestación invalidante de la lesión o enfermedad, a los fines de
encuadrar el reclamo por la vía correspondiente, evitando así dilaciones
indebidas por transcurrir en vías no efectivas para el siniestro denunciado.

Recomendamos lo detallado en el punto 4.5., art. 10, respecto de la


atención y encuadramiento de la primera manifestación invalidante.

4.10. Artículo 15

214
El presente artículo atiende a aquellos reclamos que versen en otros
sistemas de responsabilidad, como ser el reclamo civil por reparación
integral de los daños sufridos por el trabajador.

La redacción refiere:

“Sustitúyese el cuarto párrafo del art. 4º de la ley 26.773 por el siguiente


texto: Las acciones judiciales con fundamento en otros sistemas de
responsabilidad sólo podrán iniciarse una vez recibida la notificación
fehaciente prevista en este artículo y agotada la vía administrativa
mediante la resolución de la respectiva comisión médica jurisdiccional o
cuando se hubiere vencido el plazo legalmente establecido para su
dictado”.

La situación descripta ya encontraba regulación dentro de la ley 26.773,


en cuanto el art. 4º de la norma disponía: “Los damnificados podrán optar
de modo excluyente entre las indemnizaciones previstas en este régimen
de reparación o las que les pudieran corresponder con fundamento en otros
sistemas de responsabilidad. Los distintos sistemas de responsabilidad no
serán acumulables. El principio de cobro de sumas de dinero o la
iniciación de una acción judicial en uno u otro sistema implicará que se ha
ejercido la opción con plenos efectos sobre el evento dañoso”. El régimen
de ordenamiento de la reparación de los daños derivados de los accidentes
de trabajo y enfermedades profesionales, estipulado por la ley 26.773,
disponía la “opción” por parte del trabajador, por el fuero laboral o civil,
impidiendo la acumulación de ambas acciones, desplazando la
competencia.

Ello implicaba colocar al trabajador en una situación desfavorable,


importando la exclusión con renuncia de la elección de un régimen u otro.
De esta forma, al elegir la vía laboral, la víctima percibe las
indemnizaciones tarifadas dentro de la faz sistémica de la L.R.T., pero
“renuncia” a percibir la reparación plena conforme el principio alterum
non laedere dispuesto por la CSJN en el fallo “Aquino” 71.

215
En el precedente citado, la Corte Suprema dispuso la inconstitucionalidad
del art. 39 de la L.R.T., permitiendo al trabajador percibir una reparación
plena e integral de los daños sufridos por el evento que motivara la
pretensión. Así sostuvo:

“Que, por ende, no se requiere un mayor esfuerzo de reflexión para


advertir que la L.R.T., al excluir, sin reemplazarla con análogos alcances,
la tutela de los arts. 1109 y 1113 del Cód. Civil, no se adecua a los
lineamientos constitucionales antes expuestos, a pesar de haber
proclamado que tiene entre sus ‘objetivos’, en lo que interesa, ‘reparar los
daños derivados de accidentes de trabajo y de enfermedades
profesionales’ (art. 1º, inc. 2. b). Ha negado, a la hora de proteger la
integridad psíquica, física y moral del trabajador, frente a supuestos
regidos por el principio alterum non laedere, la consideración plena de la
persona humana y los imperativos de justicia de la reparación, seguidos
por nuestra Constitución Nacional y, de consiguiente, por esta Corte, que
no deben cubrirse sólo en apariencia (Fallos: 299:125, 126, considerando
1º y sus citas, entre muchos otros). Para el presente caso, es de reiterar lo
expresado en el considerando 1º, que llega firme a esta instancia: por un
lado, la falta imputable al empleador por no haber adoptado las medidas
de seguridad necesarias, y, por el otro, la insuficiencia de la reparación
prevista en la L.R.T.” 72. En palabras del Dr. Schick: “La reparación de
un infortunio laboral debe comprender todos los daños: desde la
incapacidad física, psíquica y moral; la pérdida de ganancia, los perjuicios
en la vida de relación social, deportiva y artística y la pérdida de chance
de la víctima de ascender en su carrera, y que para que una indemnización
sea considerada ‘justa’, no puede existir daño que no sea cabalmente
reparado, ‘lo cual no se logra si el daño o el perjuicio subsisten en
cualquier medida’” 73.

El criterio expuesto precedentemente continuó en el sentido de reparación


plena, a la luz de los fallos “Llosco”, “Castillo”, “Venialgo” y
“Marchetti”, resueltos por el máximo tribunal nacional, contrariando la
letra del art. 4º de la ley 26.773 y, en consecuencia, el art. 15 de la ley
27.348.

La pacífica jurisprudencia del fuero laboral declaró en reiteradas


oportunidades la inconstitucionalidad del régimen de opción, como

216
ocurrió en el fallo “Astudillo” de la Cámara Nacional de Apelaciones del
Trabajo 74, donde se sostuvo:

“Resulta inconstitucional el art. 4º, ley 26.773, al desplazar la competencia


al fuero civil sin justificativo alguno, colocando en peor situación al
trabajador al no permitirle ser juzgado mediante un proceso bajo los
principios y reglas específicos del derecho laboral, violando de tal forma
el principio pro homine y resultando regresivo”.

En idéntico sentido, en los autos “Montes, Alejandro Maximiliano c/La


Zaranda S.R.L. y otros s/despido”, la CNTrab. hizo lugar a la
inaplicabilidad del art. 4º de la ley 26.773, por cuanto ésta implica
desplazar al trabajador del juez natural de la causa, colocándolo en una
posición perjudicial. Así expresó:

“El desplazamiento del trabajador de su juez natural importa una


discriminación, pues queda en peor posición quien se accidenta dentro del
período de vigencia de la ley 26.773 que quien lo sufriera antes de ésta,
ya que este último sujeto no solo contará con el beneficio de una pacífica
jurisprudencia que le permitirá reclamar por la vía del derecho común,
sino que en caso de reclamar en el marco de la antigua Ley de Riesgos
tendrá derecho a que se le apliquen en su favor los arts. 17, incs. 6º y 3º,
de la ley 26.773, por su carácter adjetivo” 75.

Igual criterio ponderó la Cámara del Trabajo, en los autos “González


Ernesto Daniel c/Provincia ART S.A. y otro s/accidente”, donde
consideró:

“…toda vez que no ha sido derogada la ley 24.557 por la ley 26.773,
podríamos encontrar que por el mero transcurso del tiempo haya
trabajadores que reclamen ante la justicia especializada, mientras que a
otros les estaría vedada esa vía; lo que a todas luces constituye un supuesto
de trato discriminatorio y que —además— resulta violatorio del art. 75.23
de la Constitución Nacional, que manda a legislar y promover medidas de
acción positivas, que garanticen la igualdad efectiva de oportunidades y
de trato y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos” 76.

217
En la misma línea, el art. 15 de la ley 27.348 se impone al damnificado
como un obstáculo administrativo para la viabilidad procesal de su
reclamo, en cuanto se dispone que resulta requisito indispensable para la
acción, con sustento en otros sistemas de responsabilidad, el agotamiento
de la vía administrativa, la cual concluye con la resolución de la Comisión
Médica jurisdiccional, o cuando se agotare el plazo de ésta.

Ello no es otra cosa sino una verdadera limitación del derecho irrestricto
del acceso a la justicia (art. 14 bis y 18 de la C.N.), avasallando el precepto
constitucional de juez natural de la causa, vulnerando la seguridad
jurídica. El acceso irrestricto a la justicia constituye un camino a “todos
los beneficios de la Justicia y del asesoramiento legal y judicial, en forma
adecuada a la importancia de cada tema o asunto, sin costos o con costos
accesibles, por parte de todas las personas físicas y jurídicas, sin
discriminación alguna por sexo, raza, religión o nacionalidad” 77.
Encuentra respaldo no sólo en la Constitución Nacional, sino también en
la Declaración Universal de los Derechos Humanos, arts. 10 y 22, donde
se garantiza la satisfacción de todos los “derechos económicos, sociales y
culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su
personalidad” 78.

Correlato que alberga, a su vez, la Convención Americana sobre Derechos


Humanos (Pacto de San José), en su art. 25, de la Protección Judicial, al
disponer que “toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o
a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes,
que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun
cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de
sus funciones oficiales” 79.

La declaración de inconstitucionalidad del agotamiento de la vía


administrativa fue (y es) motivo de preciada doctrina, en cuanto
contradice preceptos constitucionales al obstaculizar con procedimientos
burocráticos y oficinescos los reclamos por la vía judicial. Máxime
teniendo en consideración que los procesos que transcurren aquellos
senderos pocas veces suelen resultar en coincidencia con la

218
jurisprudencia. Así lo sostuvo el Prof. Ernesto Jinesta, en la obra El
Derecho Público en Iberoamérica:

“Evidentemente, la práctica demuestra que, en la mayoría de las


ocasiones, el superior que revisa la legalidad y oportunidad de lo resuelto
por el inferior no lo modifica, revoca o anula, sino que, por el contrario,
lo confirma o ratifica la persistencia en la omisión o en la actuación
material lesiva para el administrado. De esa forma, el agotamiento
preceptivo de la vía administrativa, como lo ha indicado alegóricamente
García de Enterría al parafrasear a un famoso juez americano, es forzar al
administrado a sacar agua de un pozo seco” 80.

Ahora bien, el interrogante que queda a raíz de lo expuesto es si los


planteos respecto la inconstitucionalidad de la ley 27.348 deben o no
transitar la vía administrativa que la norma dispone.

Tales extremos encontraron respuesta a la luz de la jurisprudencia del


fuero Contencioso Administrativo, donde se sostuvo en los autos
“Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina y otros
c/Poder Ejecutivo Nacional”, que no presenta un fin práctico el tránsito de
la vía, por ser el Poder Judicial quien debe resolver sobre la cuestión
constitucional. El fallo así lo sostuvo:

“...Si bien una de las finalidades del reclamo administrativo es la de


otorgar al Estado la posibilidad de rectificar su actividad, evitando juicios
innecesarios —lo que se apoya en razones de economía y práctica para
resolver el problema en el ámbito en que se creó—, sin necesidad de
plantear demandas en un poder distinto como es el Judicial; si lo que se
solicita es la declaración de inconstitucionalidad de una norma, el
cumplimiento del requisito del agotamiento de la vía administrativa no
tendría finalidad práctica ni otra consecuencia que la de postergar
innecesariamente la intervención del Poder Judicial, único órgano
facultado para dirimir tal pretensión...” 81. Se reiteró el criterio, en el fallo
“ESSO”, donde se resolvió: “...No es exigible el reclamo administrativo
previo —pese a que es necesario por vía de principio—, si se trata de un
planteo de inconstitucionalidad de una ley que la Administración no puede
dejar de aplicar...” 82.

219
En complemento:

“Careciendo de tal modo el Poder Ejecutivo Nacional de facultades para


apartarse de las instrucciones emitidas por la ley cuya validez
constitucional es en este ámbito cuestionada, no cabe sino concluir que la
exigencia del reclamo administrativo previo devendría en esta especial
hipótesis traída a decisión un ritualismo inútil incompatible con las
normas del debido proceso y con las garantías constitucionales contenidas
por los Tratados Internacionales que aseguran la tutela judicial efectiva
(art. 8º, inc. 1º, Pacto San José de Costa Rica). Ello, en la medida en que
se demanda que se declare la inconstitucionalidad del Título VI de la ley
25.063 en que se funda la pretensión fiscal, sin que la AFIP tenga
facultades para resolver en tal sentido” 83.

En resumen, aquellos planteos constitucionales respecto del tránsito


administrativo por las Comisiones Médicas, con la consecuente
promoción de las acciones por riesgos del trabajo, no deben peregrinar la
vía administrativa que rige el art. 15 de la ley 27.348.

4.11. Artículo 16

El art. 16 de la ley, que incorpora el art. 17 bis a la ley 26.773, importa un


criterio regresivo y lesivo, contrario a la jurisprudencia de la CSJN y
SCBA, analizada en los puntos anteriores.

Éste expresa:

“Incorpórase a la ley 26.773 el art. 17 bis, según el siguiente texto: Art.


17 bis: Determínase que sólo las compensaciones adicionales de pago
único, incorporadas al art. 11 de la ley 24.557 y sus modificatorias, y los
importes mínimos establecidos en el dec. 1694/09, se deberán incrementar
conforme la variación del índice RIPTE (Remuneraciones Imponibles
Promedio de los Trabajadores Estables), desde el 1º de enero de 2010 y
hasta la fecha de la primera manifestación invalidante de la contingencia
220
considerando la última variación semestral del RIPTE de conformidad con
la metodología prevista en la ley 26.417”.

Conforme se desprende del análisis, la regla dispone que la actualización


por RIPTE sólo comprende a las compensaciones de pago único (art. 11,
ley 24.557) y a los pisos mínimos que dispone el dec. 1694/09. Ello tiene
consonancia con dos criterios que sojuzgan los defensores del régimen.

En primer orden, el amparo que otorgó el desfavorable fallo “Espósito”


(analizado en el punto 2.4.6.1., Fallo “Espósito”), donde se determinara la
exclusión de aplicación del índice RIPTE a aquellos daños provocados por
accidentes laborales acontecidos con carácter previo a dicha norma. El
cambio de criterio de nuestro máximo tribunal, fundado en la
potencialidad del riesgo económico de las aseguradoras de riesgos, veda
la reparación integral y plena de aquellos trabajadores siniestrados que
hubieran sufrido su dolencia en forma previa a la ley.

En segundo término, lo resuelto por la resol. 472/14 84, que reglamenta la


ley 26.773, donde se dispusiera la actualización por el índice RIPTE de
sólo los pisos mínimos indemnizatorios y de aquellos importes de pago
único superiores al 50% de incapacidad de la total obrera, conjuntamente
con el caso de muerte del trabajador. Así dispone el decreto:

“Artículo 2: 1. Considérase que a partir de la entrada en vigencia de la ley


26.773, para las contingencias posteriores a la misma, la incapacidad
laboral permanente no tendrá situación de provisionalidad.

”2. Los damnificados con incapacidad laboral permanente superior al


cincuenta por ciento (50%) e inferior al sesenta y seis por ciento (66%)
percibirán una prestación de pago único calculada según la fórmula del
art. 14, ap. 2º, inc. a), de la ley 24.557, que no podrá ser inferior al piso
indemnizatorio instituido por el dec. 1.694, de fecha 5 de noviembre de
2009; este último con el ajuste previsto en el art. 8 de la ley que se
reglamenta.

221
”A esa reparación se agregarán las prestaciones previstas en los arts. 3º de
la ley 26.773 y 11, inc. 4º, ap. a), de la ley 24.557 y su actualización.

”Los demás montos indemnizatorios en concepto de incapacidad laboral


permanente y muerte del damnificado se deberán calcular considerando
las fórmulas establecidas para cada uno de ellos en la ley 24.557 y sus
modificaciones, y los pisos mínimos establecidos en el dec. 1.694, de
fecha 5 de noviembre de 2009, y su actualización” 85.

Destaca la atención la trama descripta, dentro la ley 26.773, en los arts. 8º


y 17.6, donde se estableciera respecto de la actualización de los montos.
Así disponen:

“Art. 8º. Los importes por incapacidad laboral permanente previstos en las
normas que integran el régimen de reparación se ajustarán de manera
general semestralmente según la variación del índice RIPTE, publicado
por la Secretaría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, Empleo
y Seguridad Social, a cuyo efecto dictará la resolución pertinente fijando
los nuevos valores y su lapso de vigencia.

”Art. 17. 6. Las prestaciones en dinero por incapacidad permanente,


previstas en la ley 24.557 y sus modificatorias, y su actualización
mediante el dec. 1694/09, se ajustarán a la fecha de entrada en vigencia de
la presente ley conforme al índice RIPTE, publicado por la Secretaría de
Seguridad Social, desde el 1º de enero del año 2010”.

Sin embargo, la doctrina y la jurisprudencia laboral, pacíficamente, han


ido desechando ese criterio restrictivo estipulado por el dec. 472/14, por
resultar violatorio de los principios del derecho del trabajo y excluir de la
actualización a casi el 99% de los siniestros acaecidos.

4.11.1. Derogación de los artículos 8º y 17.6 de la ley 26.773

El art. 21 de la ley deroga expresamente los arts. 8º y 17.6 de la ley 26.773,


quitando la posibilidad de ajuste por RIPTE de todas las prestaciones
222
correspondientes a incapacidad laboral permanente (ILP). Dicho artículo
sostiene: “Deróganse el art. 8º y el ap. 6º del art. 17 de la ley 26.773”.

De esta forma, sólo se actualizarán mediante el índice RIPTE aquellas


prestaciones determinadas por el incorporado art. 17 bis: las
compensaciones de pago único (art. 11, ley 24.557) y a los pisos mínimos
que dispone el dec. 1694/09.

En oportunidad de emitir su informe nº 55, el Dr. Schick sostuvo respecto


del punto:

“…el ajuste por RIPTE quedó limitado a una mínima expresión de casos,
es decir, a las compensaciones adicionales de pago único previstas para
incapacidades superiores al 50% y en supuestos de muerte y a los pisos
indemnizatorios, o sea, quedaron destinados para el 1% de los casos,
mientras el restante 99% de los damnificados quedan ‘huérfanos’, sin el
ajuste por RIPTE que, sin dudas, en el art. 8º de la ley 26.773 se había
otorgado a todos los trabajadores” 86.

Sentado lo precedente, merece ahondar minuciosamente en los datos


duros de los informes sobre riesgos laborales, trayendo a colación los
informes de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, respecto de la
siniestralidad y cuantía de los accidentes sufridos, con detalle de atención
en aquellos porcentajes inferiores y superiores al 50% de incapacidad de
la TO.

El Informe Anual de Accidentabilidad Laboral 2014 87, año de la sanción


del dec. 472/14, destaca que en el país el sistema cubrió a un total de
9.003.968 de trabajadores, con 580.112 empleadores asegurados. Ahora
bien, de esos más de nueve millones de trabajadores, se denunciaron
660.954 accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, un
porcentaje del 7,34% 88 sobre el total. La mayor cuantía de siniestros
pertenece a la provincia de Buenos Aires, llegando al 39,4% del total.

Respecto de las incapacidades determinadas para cada uno de los más de


660 mil accidentes, el informe destaca que el 78% en hombres y 77% en
223
mujeres corresponde a una secuela incapacitante de entre el 1% y el 10%
de la TO.

Por su parte, ocupan el segundo lugar aquellas que presentan una


incapacidad laboral de entre 11% a 20%, comprendiendo el 21,7% de los
casos.

Por último, el informe refiere que sólo un 0,3% de la totalidad de los casos
corresponde a valores por encima del 50% de incapacidad.

Lo sentado permite calcular que, de 660.954 accidentes, sólo actualizarán


sus importes mediante el índice RIPTE, conforme el dec. 472/14, un total
de 1.982 siniestros.

Resulta plausible colegir, pues, que más de 658.971 infortunios no


presentarán actualización de las prestaciones, excluyendo así al 99,7% del
total de siniestros, del reajuste a través del índice RIPTE. Tales extremos,
evidenciados por los propios informes de la SRT, merecieron más de un
reproche judicial, contrariando la discriminación contenida en el decreto,
haciendo lugar a la actualización de todas las prestaciones.

La Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, por su parte, ha venido


sosteniendo oportunamente:

“…son pasibles de actualización no sólo aquellas prestaciones adicionales


de pago único y los pisos que mencionan la ley 24.557 y el dec. 1694/09,
sino también aquellas prestaciones como las previstas en el art. 14, inc. 2º,
ap. a) y b), o la prevista en el art. 15 de la ley 24.557, cuya enunciación a
modo de fórmula no excluye su carácter indemnizatorio” 89.

En la misma línea, la justicia sostuvo que medió por parte del Poder
Ejecutivo un exceso en las atribuciones, por cuanto un decreto
reglamentario modifica sustancialmente la ley. Así lo expresó en el fallo
“González c/MAPFRE”:

224
“El dec. 472/14 ha sido dictado en uso de las atribuciones que el art. 99,
inc. 2º, de la Constitución Nacional le otorga al Poder Ejecutivo Nacional.
Y en este marco, observo que existe un exceso reglamentario, pues de la
lectura de los textos legales surge una evidente modificación legislativa
del art. 17 de la ley 26.773 por el dec. 472/14: la pretensión de la norma
reglamentaria de que ‘solo’ las compensaciones adicionales de pago
único, incorporadas al art. 11 de la ley 24.557, sus modificatorias y los
pisos mínimos establecidos en el dec. 1694/09 se deban incrementar,
conforme la variación del índice RIPTE implica directamente la
modificación de la norma que se pretende reglamentar” 90.

A su turno, la Cámara de Apelaciones de Gualeguaychú se expidió en


idéntico sentido respecto de la inconstitucionalidad del decreto, por
exceso reglamentario y contrario a la ley 26.773. Así sostuvo:

“Respecto de la declaración de inconstitucionalidad del art. 17 del dec.


472/14, que establece que la aplicación del RIPTE lo sea solamente en
relación a aquellas prestaciones de pago único que establecía el art. 11 de
la ley 24.557 (hoy de $80.000, $100.000, y $120.000.-) o topes mínimos,
lo que descarta las otras prestaciones dinerarias, como por ejemplo la de
autos, prevista por el art. 8 de la ley 26.773, atenta en forma flagrante
contra la Constitución Nacional, ya que por intermedio de un decreto que
pretende ser reglamentario, lo que se efectuó fue la alteración sustancial
de la misma ley, habiéndose incurrido a través de dicho decreto en un
exceso de las facultades ejecutivas respecto de su dictado, ya que se ha
distorsionado directamente la propia ley, alterándose su espíritu,
produciéndose en definitiva un exceso en la facultades reglamentarias. En
este sentido se ha pronunciado reiteradamente este Tribunal en autos
‘Gómez, Claudia Carina en representación de su hijo menor c/Federación
Patronal Seguros S.A. y/o quien resulte responsable s/laboral’, Expte.
11/sl, del 28/11/2014; oficio 1170, ‘Sartori, Luis Oscar c/Asociart ART
S.A. Ley de Riesgos del Trabajo s/apelación dictamen de comisión
médica’, Expte. 65/sl; ‘Salva, Rodrigo Leonel c/Instituto Autárquico
Provincial del Seguro (IAPSER) s/accidente de trabajo’, Expte. 63/sl, del
31/3/2015; ‘Leiva, Roberto Alfredo c/Galeno ART S.A. s/accidente de
trabajo, cobro de pesos’, Expte. 130/sl, del 15/4/2015; ‘Vera, Cristián José
c/Asociart ART s/accidente de trabajo’, Expte. 186/SL, del 07/8/2015,
entre otros.
225
”En conclusión, surge patente que el art. 8º de la 26.773 no hace ninguna
distinción ni excluye ningún supuesto sobre la aplicación del RIPTE, sino
que lo destina a todos los ‘importes’ del sistema, y por lo tanto la
reglamentación de dicho artículo excede la facultad reglamentaria del
PEN y viola la Constitución Nacional, empeorando, en perjuicio del sujeto
de preferente tutela constitucional, los beneficios que le fueron otorgados
por la referida ley” 91.

En una última cita, la CNTrab., Sala VII, se pronunció en similar forma


en los autos “Manzo c/Galeno”, donde refirió que el decreto reglamentario
dispone una exclusión de determinadas situaciones que no presenta
correlato con la ley 26.773, por lo que corresponde decretar su
inconstitucionalidad. El extracto cita:

“Como se puede advertir, dicha norma tiende a excluir situaciones que


claramente se encuentran contempladas en la ley 26.773, como la que se
da en el caso concreto de autos, correspondiente a la prestación por
incapacidad permanente parcial del art. 14, inc. 2º, ap. a), de la ley 24.557.

”Agrego también que la ley 26.773 no se limita a actualizar


exclusivamente las prestaciones aludidas por el decreto, sino que establece
claramente en su art. 17, inc. 6º, que ‘las prestaciones en dinero por
incapacidad permanente previstas en la ley 24.557 y sus modificatorias, y
su actualización mediante el dec. 1694/09 se ajustarán a la fecha de
entrada en vigencia de la presente ley conforme al índice RIPTE’. De este
modo, entiendo que son pasibles de actualización no sólo aquellas
prestaciones adicionales de pago único y los pagos que mencionan la ley
24.557 y el dec. 1694/09, sino también aquellas prestaciones como las
previstas en el art. 14, inc. 2º, ap. a) y b), o la prevista en el art. 15 de la
ley 24.557, cuya enunciación a modo de fórmula no excluye su carácter
indemnizatorio (ver en igual sentido esta Sala in re ‘Pellico, Rogelio Jorge
c/Liberty ART S.A. s/accidente ley especial’ SD 46.823 del 30/6/2014,
entre otros)” 92.

4.12. Artículo 17

226
El art. 17 de la ley 27.348 dispone un aspecto procesal respecto de la
percepción de los montos que la ley dispone. Efectivamente, ordena que
todas las prestaciones y/o indemnizaciones deberán ser depositadas en la
cuenta del trabajador en forma directa. El texto reza:

“Dispónese que todas las prestaciones dinerarias e indemnizaciones que


se liquiden administrativa o judicialmente deberán ser depositadas en la
‘cuenta sueldo’ del respectivo trabajador, creada en virtud de lo
establecido en la ley 26.590 y normativa complementaria y siempre que
aquélla se encuentre disponible”.

La citada ley 26.590, modificatoria de la Ley de Contrato de Trabajo 93,


dispuso la obligatoriedad del pago de la remuneración al trabajador
mediante el depósito en una cuenta abierta a nombre del dependiente en
una entidad bancaria.

Asimismo, define a aquella cuenta como “cuenta sueldo”, disponiendo


que no podrá tener costo alguno ni límites de extracciones. Dispone,
gravemente a su vez, la obligatoriedad del pago en tal forma, bajo pena de
nulidad.

El criterio de la ley precedente tiene exégesis en resoluciones del


Ministerio de Trabajo, Empleo y de la Seguridad Social. En el año 1997,
se emitió la resol. 644/97, la cual disponía ya tales extremos, ordenando
la apertura de cuentas judiciales gratuitas para el depósito de las
remuneraciones, a aquellas empresas con más de cien trabajadores. A su
vez, ordenaba que las entidades bancarias donde se realizaren los
depósitos posean cajeros automáticos en un radio de dos kilómetros, en
pos de evitar grandes trayectos de traslados de los empleados.

Siguiendo con el sentido antecesor, en el año 2001 dictó la resol. 360/01,


la cual disponía lo propio, respecto de todas las empresas con
dependientes, quitando el límite de cantidad de empleados dispuesta en su
antecesora.

227
Mediante la posterior resol. 653/10, se establece el funcionamiento
operativo de la cuenta sueldo prevista, ordenando que ésta no podrá tener
límites de extracciones ni costo alguno para el trabajador. A su vez, amplía
el uso a familiares, con la facultad de realizar movimientos de la cuenta,
conforme expresa:

“Art. 2º. La cuenta sueldo podrá utilizarse, asimismo, para operar a través
de tarjeta de débito, realizar consulta de saldos y efectuar el pago de
impuestos y servicios por cajero automático o mediante el sistema de
débito automático u otros canales electrónicos. Podrá admitir, también, la
acreditación de montos correspondientes a reintegros fiscales,
promocionales o comerciales y por prestaciones de salud. Estas
operaciones no deberán generar para el trabajador costo alguno.

”Art. 3º. El trabajador podrá designar a su cónyuge o conviviente o a un


familiar directo como cotitular de la cuenta sueldo, a fin de realizar los
movimientos de fondos admitidos y demás operaciones que autorice el
titular”.

En atención a los depósitos judiciales, el art. 17 de la ley 27.348 infringe


lo dispuesto por la ley 26.764 (Ley de Traspaso de los Depósitos
Judiciales), por cuanto la primera de ellas ordena el depósito en la cuenta
sueldo del trabajador de todas las prestaciones e indemnizaciones que le
correspondan. Sin embargo, la segunda norma dispone que todos los
depósitos judiciales de los Tribunales Nacionales y Federales de todo el
país se efectuarán en el Banco de la Nación Argentina. El art. 3º de la
norma, que modifica la ley 21.799, ordena:

“Los depósitos judiciales de los tribunales nacionales y federales en todo


el país deberán hacerse en el Banco de la Nación Argentina. También
deberán depositarse en el Banco de la Nación Argentina los fondos en
moneda extranjera de los organismos del Estado nacional, así como de las
entidades o empresas que pertenezcan total o mayoritariamente al mismo,
que transfieran al exterior o los mantengan depositados en él, cuando las
casas del banco ya instaladas o que se instalen fuera del país puedan
prestar el respectivo servicio”.
228
Si bien en la jurisdicción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los
depósitos judiciales se realizan en el Banco de la Ciudad de Buenos Aires
94, el cumplimiento del art. 17 de la ley 27.348 podría traer serios
inconvenientes ya suscitados en torno a la operatividad práctica de los
depósitos judiciales. No así respecto de las prestaciones dinerarias que
correspondan en sede administrativa, las cuales no varían demasiado en
cuanto a su práctica habitual.

Será cuestión de ir evaluando el desarrollo del sistema o los planteos que


se realicen en el álgido punto de percepción de los montos que dispone la
norma.

4.13. Artículo 18

El art. 18 de la ley 27.348 dispone sobre lo relativo a los recuperos de


gastos por tratamientos médicos entre las aseguradoras de riesgos del
trabajo y las obras sociales.

Así expresa:

“Art. 18. Estarán a cargo de la respectiva aseguradora de riesgos del


trabajo o empleador autoasegurado los gastos de atención médica en que
incurra la obra social del trabajador y que resulten cubiertos por la ley
24.557 y sus modificatorias.

”Asimismo, las prestaciones en especie que sean brindadas por las


aseguradoras de riesgos del trabajo y que resulten motivadas en accidentes
o enfermedades inculpables no alcanzadospor la ley 24.557 y sus
modificatorias serán reintegradas por la respectiva obra social del
trabajador.

”La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la


Superintendencia de Riesgos del Trabajo y la Superintendencia de
229
Servicios de Salud crearán una Comisión Especial que dictará las normas
reglamentarias para instrumentar esos reintegros y establecerá un
procedimiento administrativo obligatorio para las partes, en caso de
conflicto, que deberá incluir penalidades para los incumplidores.

”Establécese que los prestadores médico asistenciales contratados por las


administradoras de riesgos del trabajo deberán estar inscriptos en el
registro de prestadores de la Superintendencia de Servicios de Salud. Las
superintendencias de Riesgos del Trabajo y de Servicios de Salud
establecerán las modalidades y condiciones para formalizar dicha
inscripción”.

Conforme dispone el artículo, las aseguradoras de riesgos del trabajo son


quienes se encuentran obligadas a afrontar la totalidad de las erogaciones
que requiera la atención médica de un trabajador siniestrado. Si, a
consecuencia de ello, la obra social realiza prestaciones médicas, ésta
podrá repetir los gastos ocasionados contra la ART correspondiente.

Por contrapartida, si la aseguradora de riesgos del trabajo otorga


prestaciones médicas frente a un siniestro que resulta inculpable, podrá
solicitar el reintegro de aquellas sumas contra la obra social de éste.

Sin embargo, ni la ley 27.348 ni el dec. 298/17 disponen del


procedimiento administrativo a seguir para el recupero, sino que ordenan
la creación de un órgano especial, tripartito, el cual estará facultado a
reglamentar el proceso.

Es dable poner de resalto que voluntariamente el legislador omitió


considerar a un actor de suma importancia dentro de este especial régimen
de reintegros: el Estado Nacional.

Nada dice la norma respecto del procedimiento de recupero que le


corresponde al Estado Nacional para el reintegro de las sumas de aquellos
gastos que realice en la atención de trabajadores que ocurran ante los
servicios asistenciales de salud pública, previo a ser derivados a su obra
social o aseguradora de riesgos del trabajo. Ello no sólo perjudica el erario
230
público, sino a todos los habitantes de la Nación, por cuanto las
aseguradoras y las obras sociales se benefician indirectamente de la
atención médica de un trabajador por parte del Estado, siendo ellas las
obligadas a afrontar aquellos gastos.

Un dato no menor, en la órbita de los accidentes de tránsito, fue


evidenciado en los cálculos realizados por el Ministerio de Salud de la
Nación, para la aprobación del presupuesto del año 2014, donde se estimó
que el Estado realiza gastos de hasta doscientos cincuenta millones de
pesos ($250.000.000) 95 anuales en las atenciones de las víctimas de
accidentes viales. Sumas que jamás se recuperan, perjudicando así a todo
el sistema de salud pública. El promedio de gastos realizados por el Estado
ante un choque vial alcanzó los dos mil quinientos pesos por persona en
el año 2013, entre traslados, ambulancias, médicos, enfermeras,
inmobiliario y elementos clínico-médicos. Si, además, requiere
internación, la suma puede alcanzar los cinco mil pesos diarios.

Según la Asociación Civil “Luchemos por la Vida” 96, en el 2013 hubo


7.896 muertes en todo el año en nuestro país por accidentes de tránsito
(7.268 en el año 2016) 97. Tal informe estadístico no evidencia la totalidad
de los accidentes en los que no mediaren personas fallecidas, pero permite
razonar una idea de los gastos que realiza el Estado en atenciones médicas
que les competen a otros sujetos obligados. Sin embargo, el régimen omite
comprender al Estado. La ONG “Voluntarios en Red”, estimó que, en el
primer semestre del 2013, el gasto público en atenciones médicas por estos
siniestros alcanzó los ciento veinte millones de pesos ($120.000.000), con
un promedio de treinta y tres mil pesos ($33.000) por accidentado.

Es por ello que, en el mismo año, el presupuesto dispuso una serie de


reglas administrativas para afrontar el reclamo de los gastos realizados,
tanto sea hacia las obras sociales, los seguros de los intervinientes o las
aseguradoras de riesgos laborales (para el caso de los accidentes in
itinere).

Resultaría de inmenso valor para las arcas del Estado Nacional la


incorporación de aquél en el procedimiento de la “Comisión Especial”
tripartita, que regula el art. 18 de la ley 27.348, considerando al Estado en

231
el procedimiento administrativo que reglamente el recupero de los gastos
realizados ante los infortunios.

4.14.Artículo 19

El art. 19 en atención ordena a la SRT (a través del Comité Consultivo


Permanente) la realización de un “Proyecto de Protección y Prevención
Laboral”.

Éste enuncia:

“Art. 19. La Superintendencia de Riesgos del Trabajo deberá remitir al


Comité Consultivo Permanente creado por el art. 40 de la ley 24.557 y
dentro del plazo de tres (3) meses contado a partir de la vigencia de la
presente, un anteproyecto de ley de protección y prevención laboral
destinado a garantizar que las condiciones y medio ambiente de trabajo
resulten acordes con las mejores prácticas y la normativa internacional en
la materia de su incumbencia y que permita que esos principios generales
sean ajustados en forma específica para cada actividad, a través de los
convenios colectivos de trabajo”.

El Comité Consultivo Permanente, instituido por el art. 40 de la ley


24.557, constituye un órgano tripartito, que tiene entre sus funciones
consultivas:

a) Reglamentación de la ley 24.557.

b) Listado de enfermedades profesionales.

c) Tablas de evaluación de incapacidad laborales.

d) Determinación del alcance de las prestaciones en especie.

232
e) Acciones de prevención de los riesgos del trabajo.

f) Indicadores determinantes de la solvencia económica financiera de las


empresas que pretendan autoasegurarse.

g) Definición del cronograma de etapas de las prestaciones dinerarias.

h) Determinación de las pautas y contenidos del plan de mejoramiento.

En este aspecto, resulta fundamental el rol que juega el comité, por cuanto
debe velar por los intereses de todas las partes intervinientes en la
siniestralidad laboral, tanto las empresas como los trabajadores y, por
supuesto, el Estado. Con el objeto de descentralizar el mecanismo
participativo, se encuentran en funciones órganos similares denominados
“Consejos Consultivos Permanentes Regionales”, los cuales tienen
funciones semejantes con el comité.

De la misma forma, mediante la resol. 54/97 se crea la Comisión de


Seguimiento en la provincia de Córdoba, la cual presenta en sus objetivos
“la difusión del sistema de riesgos del trabajo entre los actores sociales,
monitoreando, observando y evaluando su desarrollo, así como el
seguimiento y facilitación de los trámites individuales de la Ley en el
ámbito de su incumbencia, formalizando sugerencias de solución a los
problemas específicos que se planteen en las distintas ramas de actividad
económica” 98. La Comisión está integrada por cuatro representantes,
quienes representan al Sector Sindical, el Sector Empresario, las
Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, la Agencia Territorial del M.T.S.S.,
la Subsecretaría de Trabajo y Seguridad Social de la Provincia y la SRT.

4.15. Artículo 22

El último artículo en análisis resulta el art. 22, el cual dispone: “Las


disposiciones de la presente son de orden público”.
233
El objetivo buscado en la lacónica redacción del presente artículo radica
en evitar que los particulares puedan convenir omitir la aplicación de la
presente ley, o derogar determinados artículos en convenciones privadas.

El CCyC dispone respecto del orden público en el art. 12, expresando:


“Las convenciones particulares no pueden dejar sin efecto las leyes en
cuya observancia está interesado el orden público”.

Ahora bien, en lo que respecta a definición de orden público, la Dra.


Medina ha sostenido:

“Somos conscientes de que tratar de definir el orden público es


extremadamente dificultoso, tanto que se ha considerado como ‘un
verdadero suplicio para la inteligencia’, caracterizado como enfant terrible
du droit international privé, ‘camaleón del Derecho internacional
privado’. Estas advertencias nos inclinan a aproximar una noción que nos
ubique en el tema y no a definirlo. El orden público puede ser
conceptualizado como el conjunto de condiciones fundamentales de vida
social instituidas en una comunidad jurídica, las cuales, por afectar
centralmente a la organización de ésta, no pueden ser alteradas por la
voluntad de los individuos ni, en su caso, por la aplicación de normas
extranjeras (esto es: un conjunto de reglas o normas que no pueden ser
dejadas de lado por la voluntad de las partes ni por la aplicación” 99.

Resulta evidente, pues, que el art. 22 en análisis intenta reducir a cero la


potestad convencional de las partes, a fin de proteger su aplicación in
extenso de su texto. En consonancia con lo expuesto, el art. 1644 del
mismo Código reza: “No puede transigirse sobre derechos en los que está
comprometido el orden público, ni sobre derechos irrenunciables”.

De esta forma, se encuentra expresamente vedada la posibilidad de


celebrar acuerdos entre las aseguradoras y los trabajadores, que omitan las
consideraciones de la ley 27.348.

234
La inconstitucionalidad latente del artículo en análisis radica en considerar
que resulta de orden público que el trabajador no puede acceder al juez
natural de la causa (art. 18 y cctes. de la Constitución Nacional), si no
transita previamente el procedimiento administrativo de las Comisiones
Médicas jurisdiccionales.

Ello obsta expresamente la Constitución Nacional y los tratados


internacionales (art. 75, inc. 22, C.N.), declarando de orden público una
norma que resulta violatoria del derecho de acceso libre e irrestricto a la
justicia y su juez natural. Así lo sostuvo la declaración oficial del Colegio
de Abogados del Departamento Judicial de San Isidro:

“El art. 22 del DNU 54/2017 establece que ‘las disposiciones del presente
decreto son de orden público’”.

Esta disposición también resulta contraria a lo establecido por el


ordenamiento laboral vigente.

El Orden Público Laboral está constituido por aquellos principios básicos


del Derecho del Trabajo que tutelan al trabajador, quien resulta la parte
más débil en una relación asimétrica respecto del empleador.

Por lo tanto, no puede resultar de orden público, tal como lo expresa el art.
22 del DNU, el hecho de que el trabajador se vea privado de acudir ante
su juez natural, que es el juez laboral, tal como establece la Constitución
Nacional, y deba ocurrir, de manera obligatoria, ante organismos
administrativos, como las Comisiones Médicas. Mucho menos puede
resultar de orden público que los médicos integrantes de éstas se arroguen
facultades jurisdiccionales que solo competen al juez.

Al establecer el DNU 54/2017 en su art. 1º la obligatoriedad como


instancia administrativa previa excluyente por parte del trabajador de
concurrir ante las Comisiones Médicas, colisiona normativamente con la
existencia del SECLO como instancia anterior a la presentación de la
demanda” 100.

235
4.16. Anexo I. Procedimiento ante el servicio de homologación en el
ámbito de las comisiones médicas jurisdiccionales

Conforme se expuso en el transcurso del capítulo, con el análisis de la ley


27.348 se evidencia su inconstitucionalidad manifiesta de acuerdo con los
precedentes jurisprudenciales en la materia.

Ello nos lleva a colegir que realizar el examen del procedimiento de


homologación de incapacidades laborales dentro de la esfera de las
Comisiones Médicas jurisdiccionales resultaría incongruente con el
espíritu y el criterio sostenido en la obra.

Pese a ello, fue tratado oportunamente en los puntos “4.2. Artículo


segundo” y “4.3. Artículo tercero”, el procedimiento administrativo
previo que dispone la ley y el Anexo I. A manera de sucinta descripción,
resulta tener presente que el procedimiento estipulado en sólo cuatro
artículos del Anexo I es desarrollado en su totalidad por la resol. 298/17,
acompañada dentro de la presente obra.

El anexo y la resolución disponen la intervención de un órgano


denominado “Servicio de Homologación”, el cual se encargará de
sustanciar los procedimientos, homologar incapacidades y acuerdos entre
las partes intervinientes. Tal organismo, con expresas facultades judiciales
de homologación con los alcances del art. 15, L.C.T., estará compuesto
por funcionarios que la misma SRT designa, siendo dependientes de ésta.

Asimismo, dispone que la homologación del porcentaje importará definir


el monto de la indemnización que le corresponde al trabajador, quedando
a disposición de éste en su cuenta sueldo, para el caso que se arribe a
acuerdo conciliatorio.

Una vez arribado al acuerdo conciliatorio y homologado este (depositada


o no la suma que le corresponde al trabajador), éste presentará el carácter

236
de justa composición de los derechos de las partes, haciendo cosa juzgada
de la materia sobre la cual versó el conflicto.

Insistimos, sin intervención alguna del juez natural de la causa.

Reza el anexo en estudio a continuación:

“Anexo I. Procedimiento ante el servicio de homologación en el ámbito


de las Comisiones Médicas jurisdiccionales

”Art. 1º. El Servicio de Homologación, en el ámbito de las comisiones


médicas jurisdiccionales, será el encargado de sustanciar y homologar los
acuerdos por incapacidades laborales permanentes definitivas y
fallecimiento, previstas en la ley 24.557 y sus modificatorias, mediante las
actuaciones y con intervención de los funcionarios que a tal efecto
determine la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.

”Art. 2º Los dictámenes de la comisión médica jurisdiccional que


determinen un porcentaje de incapacidad laboral permanente definitiva o
el fallecimiento por causas laborales deberán ser notificados a las partes y
al empleador.

”En oportunidad de la notificación prevista en el apartado anterior, se los


citará a una audiencia a celebrarse ante el Servicio de Homologación, la
cual estará presidida por un funcionario letrado designado a tal efecto por
la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, siendo obligatoria la
concurrencia de la Aseguradora de Riesgos del Trabajo, del trabajador o
derechohabientes y/o sus representantes legales.

”En dicha audiencia se informará a las partes el importe de la


indemnización que le corresponde percibir al trabajador o a sus
derechohabientes según lo dispuesto en la ley 24.557 y sus modificatorias.

237
”Si mediare conformidad con lo actuado, el Servicio de Homologación
emitirá el acto de homologación pertinente, dejando expresa constancia
del ejercicio por parte del trabajador o de sus derechohabientes de la
opción prevista en el art. 4º de la ley 26.773.

”En caso de disconformidad de alguna de las partes con el porcentaje de


incapacidad determinada, se labrará un acta dejando constancia de ello y
quedará expedita la vía recursiva prevista en el art. 2º de la presente ley.

”Si la disconformidad fuera respecto del importe de la indemnización, las


partes podrán arribar a un acuerdo por un monto superior, el cual deberá
ser homologado por el Servicio de Homologación, quedando expedita, en
caso contrario, la vía recursiva prevista en el art. 2º de la presente ley,
dejándose expresa constancia en el acta que se labre a tal efecto.

”Art. 3º. Para el caso en que las partes, en forma previa a la intervención
de la comisión médica jurisdiccional, hubieren convenido el monto de la
indemnización correspondiente al daño derivado del accidente laboral o
enfermedad profesional, la Aseguradora de Riesgos del Trabajo deberá
solicitar la intervención de la Comisión Médica Jurisdiccional, a fin de
someter la propuesta de convenio ante el Servicio de Homologación.

”El Servicio de Homologación citará a las partes y al empleador, con el


objeto de que los profesionales médicos que la Superintendencia de
Riesgos del Trabajo designe al efecto verifiquen el grado de incapacidad
contenido en la propuesta. Cumplido tal extremo y contando con el
respectivo informe del profesional médico, el Servicio de Homologación
constatará que el grado de incapacidad y el importe de la indemnización
acordada se corresponden con la normativa de la ley 24.557 y sus
modificatorias.

”En tal caso, el Servicio de Homologación, luego de constatar la libre


emisión del consentimiento por parte del trabajador o de sus
derechohabientes, homologará la propuesta de convenio mediante el acto
pertinente, dejando expresa constancia del ejercicio por parte del
trabajador o de sus derechohabientes de la opción prevista en el art. 4º de
la ley 26.773.
238
”En ningún caso se homologará una propuesta de convenio que contenga
un monto de reparación dineraria menor a la que surja de la estricta
aplicación de la normativa de la ley 24.557 y sus modificatorias.

”En caso de disconformidad de alguna de las partes con el grado de


incapacidad verificado por el Servicio, se labrará un acta dejando
constancia de ello y se requerirá la intervención de la Comisión Médica a
fin de que se sustancie el trámite de determinación de incapacidad.

”Art. 4º. Los actos de homologación asumirán autoridad de cosa juzgada


administrativa en los términos y con los alcances del art. 15 de la ley
20.744 (t.o. 1976).

”Las prestaciones dinerarias que se liquiden como consecuencia de la


homologación deberán ser puestas a disposición del trabajador o de sus
derechohabientes dentro de los cinco (5) días de notificado el acto”.

Notas -

1 B.O.: 23/1/2017.
2 Fuente: www.ambito.com.
3 Colegio Público de Abogados de la Capital Federal c/E.N. s/otros
reclamos (CAF 000379/2017).
4 http://www.cpacf.org.ar/ noticia.php?id= 4684&sec=8.
5 “Rizzo, Jorge G. por derecho propio y presidente del Colegio Público
de Abogados de la Capital Federal y otro c/Estado Nacional Poder
Ejecutivo Nacional s/acción de amparo”, 9420/2017.
6 CNTrab., Sala III, causa cit.
7 Juzg. Nac. 1ª Inst. del Trabajo nº 41, “Echeverria, Juan Pablo y otros
239
c/Estado Nacional Poder Ejecutivo Nacional s/acción de amparo” (Expte.
9423/2017).
8 Abogado laboralista, exasesor legislativo de la Cámara de Diputados,
profesor en la Univ. de Tres de Febrero y en el posgrado de Derecho del
Trabajo de la Facultad de Derecho de la UBA.
9 Schick, Horacio, “La inconstitucionalidad del DNU 54/2017 para
modificar la Ley de Riesgos del Trabajo y otras leyes. Parte I”, Diario
Laboral DPI, nº 103, 09/2/2017.
10 http://www.faca.org.ar/ article/declaracion- dnu-5417-0.
11 http://www.colproba.org.ar/ index.php?option=com
_content&view=art icle&id=653:modificacion -ley-de-art-por-dnu -del-
gobierno&catid =50:actividadinstitucional &Itemid=151.
12 http://www.telam.com.ar /notas/201701/178038 -nueva-reforma-de-la
-ley-de- riesgos-de-trabajo-en -procura-del-rescate -del-sistema.html.
13 Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, “Defendiendo la
Justicia, la Ética y la Libertad”, 14/3/2017, en
http://www.colabogados.org.ar/ posicion/ declaracion. php?id=236.
14 Juzg. Nac. 1ª Inst. del Trabajo nº 41, 21/2/2017, “Alcaraz, Florencia
Soledad c/Federación Patronal Seguros S.A. s/accidente ley especial”,
Expte. 4520/2017.
15 Cámara de Apelaciones de Gualeguaychú, Sala II Laboral, 10/2/17, “C.
N. M. c/Asociart ART S.A. s/accidente de trabajo” (Expte. 564/SL).
16 Juzg. 1ª Inst. del Trabajo nº 72, Buenos Aires, 14/3/17, “Ontiveros,
Silvia Adriana c/Galeno ART S.A. s/accidente ley especial”, Expte.
3067/2017.
17 Juzg. 1ª Inst. del Trabajo nº 50, Buenos Aires, 16/3/17, “Lagraña,
Romina Anabel c/Prevención ART S.A. s/accidente ley especial, causa nº
8519/2017.
18 Art. 18 de la Constitución Nacional.
19 Lorenzetti Higthon de Nolasco Fayt (en disidencia) Petracchi (en
disidencia) Maqueda Argibay, CSJN, 13/3/2007, “Venialgo, Inocencio
c/Mapfre Aconcagua Aseguradora de Riesgos del Trabajo”, V.159.XLI.
20 Ley 24.635 (promulgada el 26 de abril de 1996).
21 Fernández Madrid, Tratado Práctico de Derecho del Trabajo, t. I, La
Ley, Buenos Aires, 2007.
22 Bidart Campos, Germán J., Manual de la Constitución reformada,
Ediar, Buenos Aires, t. I, 1996.
23 CSJN, Fallos 330:3400.
24 “A., F. S. c/Federación Patronal Seguros S.A. s/accidente”, 2017.
25 Barthe, Gastón, “Los honorarios mínimos y la dignidad del abogado.
Regulación por debajo de la escala. Un agravio contra la jerarquía

240
profesional”, 17 de septiembre de 2012, www.infojus.gov.ar, Id SAIJ:
DACF120170.
26 Resolución 319/2017, art. 1º.
27 Cassagne, Juan Carlos, “El acceso a la justicia administrativa”, LL,
2004D-1229.
28 Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José
de Costa Rica), art. 25. Protección Judicial.
29 Cassagne, Juan Carlos, “Subsistencia de la regla de agotamiento de la
vía administrativa”, LL, 2011-D-1137 y ss.
30 Fallos: 311:2082, 312:767, 1168, 1306, 1908, 313:326 y 318:315.
31 Voto del Dr. Ricardo L. Lorenzetti, “Mezzadra, Jorge Oscar c/Estado
Nacional Ministerio Justicia y DD.HH. s/daños y perjuicios”, 2011. En
igual sentido: “Poggio, Oscar Roberto c/Estado Nacional Ministerio de
Justicia y DD.HH. s/daños y perjuicios”, y “Rizikow, Mauricio c/Estado
Nacional Ministerio de Justicia y DD.HH. s/daños y perjuicios”.
32 CSJN, 4/2012, “Kuray, David Lionel s/recurso extraordinario”, (48-
K).
33 http://www.corteidh.or.cr/.
34 CSJN, 2016, “Espósito, Dardo Luis c/Provincia ART S.A. s/accidente
ley especial”.
35 CSJN, “Halabi”.
36 Couture, Eduardo J., Fundamentos del Derecho Procesal Civil, tercera
edición póstuma, Buenos Aires, Depalma, p. 401
37 Juzg. Fed. nº3 Lomas de Zamora, Secretaría nº 9, “G., V. c/Est. Nac. y
otros s/amparo”.
38 Plenario de la CNTrab. nº 137, 29/9/70, “Lafalce, Angel y otros c/Casa
Enrique Schuster S.A.”.
39 Conforme Plenario de la CNTrab. nº 239, “Aizaga”.
40 CNTrab., Sala 5ª, 19/5/2006, “Vivas, Miguel A. c/Peugeot Citroen
Argentina S.A”. En idéntico sentido, “Gallo, Ángel Orlando c/Liberty
ART. S.A. s/acc. acción civil”, y “Juárez, Santiago Gastón c/Interacción
ART S.A. s/accidente ley especial”, entre otros.
41 Caimán, Hugo Víctor, “Modos anormales de terminación del proceso
laboral en la provincia de Buenos Aires”, Revista de Derecho Laboral,
Santa Fe, 2007, ps. 459 y ss.
42 CCiv., Com., Lab. y Min., Segunda Circunscripción Judicial, “Tejo,
José Luis c/Bandagro S.A. s/proceso laboral” (Expte. 5082/13 R.C.A.),
venidos del Juzgado Civil de Primera Instancia nº 1 de esta
Circunscripción y existiendo unanimidad (art. 257, C. Pr.).
43 CNTrab., Sala II, “Vallejo, Carla Natalia Lorena c/La Holando
Sudamericana Compañía de Seguros S.A. s/accidente ley especial”,

241
Expte. 14.009/2014.
44 palacio, Lino Enrique, Manual de Derecho Procesal Civil, Abeledo-
Perrot, Buenos Aires, 2003.
45 http://www.pjn.gov.ar/ Publicaciones/00002/ 00062009.pdf.
46 http://www.srt.gob.ar /index.php/sistemas -de-riesgos-del- trabajo/.
47 Convenio de Rescisión del Contrato de Afiliación Nº 46.864 y de
Administración del Autoseguro: http://www.gob.gba.gov.ar/
legislacion/legislacion /07-3858.html.
48 En el mismo sentido, ver Formaro, J. J., Juicio por accidentes y
enfermedades del Trabajo, Hammurabi, Buenos Aires, 2010.
49 (B.O.: 11/4/2014).
50 Como “organismo competente”.
51 DT 2011-noviembre, p. 3072, con nota de Marcelo Borka; IMP, 2011-
12, p. 243; DT 2011-diciembre, p. 3397 con nota de Diego J. Tula; DJ,
15/2/2012, p. 55; JA, 2011-I-66, Cita online: AR/JUR/48088/2011.
52 CSJN, in re, 30/3/1982, “Mansilla, Manuel A. c/Compañía Azucarera
Juan M. Terán Ingenio Santa Bárbara”.
53 CSJN, 1/9/2009, “Pérez, Aníbal Raúl c/Disco S.A.”, FA09000086.
54 Organización Internacional del Trabajo, convenio relativo a la
protección del salario (entrada en vigor: 24 septiembre 1952). Adopción:
Ginebra, 32ª reunión CIT (1 julio 1949). http://www.ilo.org/ dyn/normlex/
es/f?p=NORMLEX PUB:12100:0::NO::P12100_ILO_ CODE:C095.
Ratificado por nuestro país por dec. ley 11.594 de 1956.
55 http://www.trabajo.gov.ar/ downloads/seguridad Soc/INF_RIPTE.pdf.
56 CNTrab., 18036/2011/1/RHl, “Espósito, Dardo Luis el Provincia ART
S.A.”. “Recurso de hecho deducido por la demandada en la causa
Espósito, Dardo Luis c/ Provincia ART S.A. s/ accidente ley especial”.
CSJN, 7/6/2016.
57 Juzg. 1ª Inst. Trab. nº 32, Buenos Aires, 31/7/2013, “Espósito, Dardo
Luis c/ Provincia ART S.A. s/accidenteley especial”, sentencia nº 2838,
Expte. 18036/2011.
58 CSJN, “Espósito”, cit.
59 http://www.cij.gov.ar/ nota-21858-La-Corte-resolvi--que -el-reajuste-
de- indemnizaciones-por- accidentes-de-trabajo-dispuesto-por -la-ley-
26.773- en-el-a-o2012-no-puede -aplicarse-a-los- accidentes-ocurridos -
con-anterioridad.html.
60 Ver introducción de la presente obra.
61 Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Superintendencia
de Riesgos del Trabajo, res. 214/2017, Buenos Aires, 27/1/2017. B.O.:
27/1/2017.
62 Res. 298/2017. B.O.: 24/2/2017.

242
63 Res. SRT 179/2015. B.O.: 26/1/2015.
64 La palabra compuesta know-how puede ser reemplazada en nuestro
rico y generoso idioma con muchos términos: pericias, destrezas,
habilidades, dotes, alto nivel de conocimiento. Palabras que al igual que
know-how significan sólo “saber cómo hacer algo pronto y bien hecho”.
El know-how tiene una directa relación con la “experiencia”, esto es la
práctica prolongada y consistente que proporciona conocimiento o
habilidad para hacer algo. Cuando se aplica a una organización, se dice
que es la experiencia con que ésta cuenta para desarrollar sus actividades,
ya sean productivas, administrativas, financieras, comerciales y de control
(http://www.mercadeo.com /blog/2013/01/% C2%BF que-es-el-know-
how/).
65 Reiteramos la escueta imparcialidad, incluso en los estudios médicos.
66 CCiv. Com. Lab. y Min., 18/4/2013, “S., M. E. c/B., D. E. s/demanda
laboral (indemnización)”.
67 Res. SRT 319/2017.
68 Acción de amparo contra el DNU 54/2017: http://cpacf.org.ar/
files/acordadas/Amparo% 20DNU%20 54-17.pdf.
69 Ibídem.
70 De acuerdo a lo establecido en el art. 20 de la ley 5134, de Honorarios
Profesionales de Abogados y Procuradores de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, se fijó el valor de la Unidad de Medida Arancelaria (UMA)
en la suma de $ 1.448 a partir de enero de 2017.
71 CSJN, 21/9/2004, “Aquino, I. c/Cargo Servicios Industriales S.A
s/accidentes ley 9688”.
72 “Aquino”, cit.
73 Schick, Horacio, “Prevención y reparación de daños por accidentes del
trabajo: los desafíos resultantes de la opción con renuncia en la ley
26.773”, XIX Congreso Iberoamericano de Derecho del Trabajo y la
Seguridad Social, Buenos Aires, 30 de octubre al 1º de noviembre de
2013.
74 CNTrab., 28/6/2013, “Astudillo, Walter Gustavo c/Prevención ART
S.A. s/ accidente acción civil”, RC J 14385/13.
75 CNTrab., Sala/Juzgado III, 24/9/2013, “Montes, Alejandro
Maximiliano c/La Zaranda S.R.L. y otros s/despido”.
76 CNTRAB, Sala IX, 18/6/2015, “González, Ernesto Daniel c/Provincia
ART S.A. y otro s/accidente acción civil”, Expte. CNT 32657/2014/CA1.
77 Lynch, Horacio M., “Acceso a la Justicia y profesión legal”,
Conferencia Regional, International Bar Association, 13 de abril de 1997.
78 Declaración Universal de los Derechos Humanos.
79 Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José).

243
80 Jinesta, Ernesto L., “Inconstitucionalidad agotamiento preceptivo de la
vía administrativa: necesidad de su carácter facultativo”, en El Derecho
público en Iberoamérica. Libro Homenaje al Prof. Jaime Vidal Perdomo,
Temis, Bogotá, t. II, 2010, ps. 421-438.
81 CNCont. Adm. Fed., Sala 2, 14/7/1995, “Confederación Unificada
Bioquímica de la República Argentina y otros c/Poder Ejecutivo nacional
ANSSAL”, LL, 1996-B-517.
82 CNCont. Adm. Fed., Sala III, 21/3/1996, “Esso S. A. P. A. c/Dirección
Gral. Impositiva”, LL, 1997-A-105; DJ, 1997-1-299.
83 “Cerámica Neuquén S.A. c/AFIP s/ordinario”, Expte. 434, Folio 311,
2010.
84 Dec. 472 publicado en el B.O. con fecha 11/4/2014.
85 Dec. 472/14, Buenos Aires, 1/4/2014. B.O.: 11/4/14. Vigencia:
12/4/14. Anexo. Reglamentación de la ley 26.773 de Ordenamiento de la
Reparación de los Daños Derivados de los Accidentes de Trabajo y
Enfermedades Profesionales.
86 Schick, Horacio, Informe Laboral nº 55.
87 http://www.srt.gob.ar/ estadisticas/anuario /2014.pdf.
88 Recordemos que también en el 2014 se hablaba de “Riesgo de muerte
del régimen por la cantidad de juicios y cantidad de siniestros”. Poco más
del 7% de siniestros sobre el total.
89 CNTrab., Sala VII, 30/6/2014, “P. R. J. c/Liberty ART S.A. s/accidente
ley especial”.
90 “González, Luis Antonio c/MAPFRE Argentina ART S.A. s/accidente
de trabajo”, Expte. 219, Fo. 155, 2013.
91 Cámara de Apelaciones de Gualeguaychú, Sala II Laboral, “Sarza,
Francisco Basilio c/ASOCIART ART S.A. s/accidente de trabajo”, Expte.
217/SL.
92 CNTrab., Sala VII, “Manzo, Horacio Francisco c/Galeno Aseguradora
de Riesgos del Trabajo S.A. s/accidente ley especial”, sentencia definitiva
nº 48249, causa nº 45.558/2.013.
93 4/5/2010.
94 CCiv. y Com., Sala III, 2015, “Banco de la Ciudad de Buenos Aires
c/Banco de la Nación Argentina y otro s/acción meramente declarativa”.
95 ONG Voluntarios en Red.
96 http://www.luchemos.org.ar /es/estadisticas.
97 Cifras provisorias al 11/1/2017: 7.268 (Promedio diario: 20, Promedio
mensual: 606). http://www.luchemos.org.ar/ es/estadisticas/muertos
anuales/muertos- en-argentina- durante-2016.
98 Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Superintendencia de Riesgos
del Trabajo, res. 054/97, Buenos Aires, 31/7/97, B.O.: 6/8/97.

244
99 Medina, Graciela, “Orden público en el derecho de familia”, Diario La
Ley, 10/11/2015.
100 Dictamen sobre el DNU 54/2017, Riesgos del Trabajo, Derecho del
Trabajo y de la Seguridad Social. CASI, http://www.casi.com.ar/
?q=content/dictamen -sobre-eldnu-542017 -riesgos-del-trabajo,
30/1/2017.

Capítulo III

Modelos prácticos. Demanda por accidente de trabajo.


Jurisprudencia temática. Referencia normativa

José Ramón Balmaceda


Gabriela Alejandra Casimiro
Leonardo Javier Cuesta

1. Modelo de demanda por accidente de trabajo, reclamo de


prestaciones de la ley 26.773 y el decreto 1694/09 -

A continuación, desarrollaremos un modelo de demanda laboral por


accidente de trabajo en ocasión, de acuerdo a la ley 26.773 y el dec.
1694/09, con competencia de la Justicia Nacional del Trabajo, reclamando
prestaciones de la Ley de Riesgos del Trabajo, con las modificaciones
introducidas por el dec. 1694/09 1. El mencionado decreto incrementó las
prestaciones dinerarias establecidas en la ley 24.557 (L.R.T., arts. 11, 14,
15 y 17), pero mantuvo la estructura imperante en la antigua L.R.T.

Por ello, la demanda presenta la siguiente estructura de reclamo, pero con


el aditamento pecuniario incluido en el decreto citado.

2. Modelo -

245
Promueve demanda por accidente de trabajo. Demanda prestaciones dec.
ley 1694/09. Plantea inconstitucionalidad. Formula reserva del caso
federal.

Señor Juez:

Juan Pérez 2, abogado inscripto al Tº 1234 Fº 1234 CPACF, DNI nº


12.345.678, Monotributista, CUIT nº 20-12.345.678-9, constituyendo
domicilio legal en la Av. Corrientes nº 1234 de la CABA (Zona de
notificación nº 00 Tel. 0000.0000 Email: juanperez@juanperez.com) y
domicilio electrónico en el CUIT 2012.345.678-9, a VS. respetuosamente
me presento y digo:

1. PERSONERÍA

Que vengo en nombre y representación del Sr. Juan Pérez (h.), con DNI
nº 12.345.679, CUIL nº 20-12.345.679-8, argentino, divorciado, nacido el
30/4/1962, de 50 años de edad, de profesión empleado, con domicilio real
en la Av. Corrientes nº 1234, de la CABA, conforme lo justifico con el
poder judicial que adjunto y bajo juramento declaro que se encuentra
vigente en todas sus partes, al momento de presentación del libelo.

2. OBJETO

Que en tal carácter y siguiendo expresas instrucciones de mi mandante


vengo a entablar formal demanda por accidente de trabajo contra ART
S.A. (CUIT nº 30-12345678-9), con domicilio en la calle Aseguradora nº
0000 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en concepto de diferencia
de liquidación de prestaciones dinerarias por incapacidad laboral
temporaria, incapacidad laboral provisoria e incapacidad parcial
permanente definitiva en los términos del dec. ley 1694/09, DNU 1278/00
y Ley de Riesgos del Trabajo, solicitando que se abone en un pago único
previa declaración de inconstitucionalidad del art. 15 de la L.R.T. y del
art. 16 del dec. 1694/09, solicitando desde ya se la condene al pago de las
sumas que más adelante se detallan en liquidación practicada adicionando
los intereses correspondientes, en la fecha de producción de cada uno de
246
los perjuicios, en base a las consideraciones de hecho y derecho que
expongo infra.

3. HECHOS

La demandada es una empresa que realiza actividades en la órbita de


seguros de diversa índole, como seguros patrimoniales, riesgos del
trabajo, seguros de vida y retiro, etc. En esta especie, la demandada
prestaba seguro de accidentes laborales a la empleadora de la actora.

Mi mandante es empleado bajo relación subordinada de derecho del


trabajo y la seguridad social de la empresa “TRABAJO S.A.” (CUIT nº
33-00000000-0) con sede en la Av. Trabajo nº 1234, de CABA, con
categoría laboral “operario”, legajo nº 000, fecha de ingreso 01/10/1989,
horario de lunes a viernes de 06 a 18 hs., percibiendo una remuneración
normal y habitual de pesos siete mil setecientos nueve ($ 7.709.-). El
convenio aplicable resulta el CCT nº 000/70.

El actor siempre se comportó con lealtad y dando estricto cumplimiento


de las directivas laborales, conforme la buena fe y el buen desempeño del
contrato de trabajo.

4. EL ACCIDENTE

Con fecha dd/mm/aa, mi mandante se encontraba trabajando como a


diario, en el sector de carga y descarga de material, cuando al descargar
del camión cajas de herramientas a mano, sufre FRACTURA DE DEDO
ÍNDICE DE MANO DERECHA al quedar atrapada su mano entre las
cajas y el camión.

Así, procede a dar aviso a su empleador, quien lo deriva a su servicio de


ART, ingresando a la CLÍNICA ASISTENCIA LABORAL AL
SINIESTRO. Allí se le realizan curaciones de ritual, inmovilizando la
zona, y recetando calmantes.

247
Sin mejora alguna, y pese a la disconformidad del actor, se le otorga alta
médica con fecha dd/mm/aa.

A la fecha, el defectuoso tratamiento de la ART no generó mejora alguna,


con dificultad de aprehensión, imposibilitado para las tareas diarias,
aprietos para dormir y molestias que afectaron su desempeño personal y
familiar.

Asimismo, la ART demandada liquidó incorrectamente las prestaciones


dinerarias por Incapacidad Laboral Temporaria (ILT), por lo que se viene
a solicitar el cobro de las sumas por estos rubros con más sus intereses.

De la misma forma, se reclama el pago de las prestaciones dinerarias por


Incapacidad Permanente Definitiva Total, solicitando desde ya se declare
la inconstitucionalidad del pago en renta.

En la actualidad, mi mandante se encuentra aún con dolores y molestias,


con analgésicos y ejercicios para la mejora de su afección, dado que en su
ART no se le brindó una correcta atención médica, sin medicación, sin
traslados, ya que a cada esporádica citación de la accionada debe acercarse
por sus propios medios (léase colectivos o taxis que podrían provocar una
nueva lesión), con problemas para caminar normalmente, serios
inconvenientes para el desenvolvimiento laboral y personal.

5. INCAPACIDAD FÍSICA

El daño físico resulta independiente de los demás daños padecidos por la


parte actora, por lo que corresponde su indemnización separada e
independiente.

Así, la CSJN ha reiterado: “Respecto de estas consecuencias dañosas, esta


Corte ha considerado que cuando la víctima resulta disminuida en sus
aptitudes físicas o psíquicas en forma permanente, esta incapacidad debe
248
ser objeto de reparación, al margen de lo que pueda corresponder por el
menoscabo de la actividad productiva y por el daño moral, pues la
integridad física tiene por sí misma un valor indemnizable y su lesión
comprende, a más de aquella actividad económica, diversos aspectos de
la personalidad que hacen al ámbito doméstico, cultural o social con la
consiguiente frustración del desarrollo pleno de la vida…” (CSJN,
“Mosca”. Fallos: 312:752, 2412; 315:2834; 316:2774;
318:1715;320:1361; 321:1124; 322:1792, 2002 y 2658; 325:1156;
326:847).

A causa del accidente sufrido por mi poderdante, con especial atención a


la lesión sufrida, con detallado análisis de factores como la limitación del
movimiento, la calidad de la herida, pérdida de sensibilidad, la edad del
damnificado y las complicaciones que estos elementos acarrean en la
órbita del desempeño laboral y personal, se estima prudencialmente una
incapacidad total, permanente y definitiva de la actora en el 17,78% de la
total obrera, sujeta a las probanzas de autos y al criterio de VS., de acuerdo
al art. 6º de la L.R.T. y el dec. ley 659/96.

6. FACTORES DE PONDERACIÓN

También se deben evaluar los factores de ponderación que ameritan


recalificación, atento las serias dificultades que presenta mi mandante para
la realización de sus tareas habituales, su edad, el sostén único de su
familia, por lo que se deberá cuantificar el mismo en un veintisiete por
ciento (27%) del grado de incapacidad física y psicológica que padece el
actor, como estipula el dec. ley 659/96.

7. INCAPACIDAD LABORAL

Atento lo expuesto, englobando los ítems de reclamo se reclama el grado


de incapacidad total, permanente y definitiva de 17,78% (14% de
incapacidad física + 3,78% de factores de ponderación es = 17,78% de la
TO.).

8. TRATAMIENTO PSICOTERAPÉUTICO
249
Que, en consonancia con el daño especificado en el punto precedente,
corresponde se otorgue a mi mandante el tratamiento adecuado a fin de
mitigar su lesión, a través de sesiones terapéuticas acompañadas y
dirigidas por profesional idóneo a tal efecto.

El tratamiento a seguir y las cantidades de sesiones mensuales y semanales


será determinado por perito correspondiente, el cual especificará el
tratamiento a seguir, cantidad de sesiones, periodicidad y costo
aproximado del tratamiento.

9. RESPONSABILIDAD DE LA ART POR PRESTACIONES

La demandada se encuentra obligada a responder por aplicación de la


L.R.T. Ello surge de la misma letra de la norma de riesgos laborales, con
más la aplicación del dec. ley 1694/09.

Así, la demandada procedió a aceptar el siniestro de mi mandante, brindar


escasas e insuficientes prestaciones, operaciones y tratamientos de rito.

Es a causa del accidente que mi mandante ingresa al servicio de la ART


demandada, aceptando el siniestro, lo que origina su responsabilidad por
L.R.T., por lo que debe responder en los términos de siniestralidad laboral.

10. LEGITIMACIÓN PASIVA DE LA ASEGURADORA DE RIESGOS


DEL TRABAJO. DECLARACIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD
DE LAS COMISIONES MÉDICAS. DECLARACIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD DEL FUERO FEDERAL.
DECLARACIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS TOPES
INDEMNIZATORIOS. DECLARACIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ART. 16 DEL DEC. LEY 1694/09 Y
DNU 1278/00

250
Se solicita a VS. la declaración de inconstitucionalidad de las Comisiones
Médicas y su apelación ante la Cámara Federal de la Seguridad Social,
que se legislan en los arts. 6º, 21, 22, 46 y 50 del dec. 1278/2000, 717/96
y 410/2001.

Los mismos establecen disposiciones absolutamente violatorias de las


garantías establecidas en nuestra Carta Magna, surgiendo de decretos
discrecionales emitidos por PEN, en clara violación con la división de
poderes, pues se ha legislado en funciones fuera de su competencia.

Mas se le otorgan funciones jurisdiccionales a las Comisiones Médicas,


las cuales se encuentran bajo la órbita del PEN, en clara contraposición de
los arts. 16, 18, 108 y 109 de la Constitución Nacional.

Se peticiona la declaración de inconstitucionalidad del art. 46 de la ley


24.557 en cuanto establece la competencia federal para dirimir los
conflictos suscitados como consecuencia de las resoluciones que dicte la
Comisión Médica Central. No encuentro ninguna razón válida que permita
desplazar la jurisdicción que legalmente le corresponde para acceder a la
federal (de aplicación restrictiva), por aplicación del principio
constitucional que nadie puede ser sacado de sus jueces naturales; en este
caso, VS., por razones de jurisdicción geográfica y competencia en la
materia. “La facultad que otorga la Ley de Riesgos del Trabajo (Adla, LV-
E-5865) en los arts. 21 y 22 a las comisiones médicas afecta el principio
del juez natural y de acceso a la justicia, ya que la interpretación,
aplicación y calificación de accidentes o enfermedades constituyen
cuestiones típicamente jurisdiccionales que no pueden estar acordadas a
organismos dependientes del Poder Ejecutivo Nacional (Trib. Trab. nº 2,
La Matanza, 28/2/2002, in re “Calderón de Loiza, Norma I. c/Eternit
Argentina S.A. y otro”, LLBA, año 9, nº 6, julio de 2002, p. 821)”.

Así, nuestro más alto tribunal en la causa “Castillo” ha sostenido: “…4º)


Que, según lo esclareció esta Corte para octubre de 1917, y lo sostuvo de
manera constante, ‘las responsabilidades por accidente del trabajo a que
se refiere la ley 9688 y que nacen de hechos ocurridos en la ejecución o
cumplimiento de contratos entre patrones y empleados u obreros, son de
carácter común’ (Fallos: 126:315, 324 y 325:328; asimismo: Fallos:
129:223; 151:315; 162:79; 184:390; 228:537; 239:239; 242:182; 245:174,
251
entre muchos otros), vale decir, resultan sancionadas por el Congreso con
arreglo a las previsiones del art. 67, inc. 11, de la Constitución Nacional
—actual art. 75, inc. 12— (Fallos: 248:781, 782, considerando 1º y sus
citas)…” (CSJN, “Castillo, Ángel Santos c/Cerámica Alberdi S.A.” C.
2605. XXXVIII).

El art. 49, disposición adicional tercera, dispone la modificación a la ley


24.028 reemplazándola por el siguiente párrafo: “El trabajador que sufra
un daño psicofísico por el hecho o en ocasión del trabajo durante el tiempo
que estuviese a disposición de su empleador deberá, previo al inicio de
cualquier acción judicial, denunciarlo, a fin de iniciar el procedimiento
administrativo obligatorio de conciliación, ante la autoridad
administrativa del trabajo. Los jueces no darán traslado de las demandas
que no acrediten el cumplimiento de esta obligación”. La disposición es
visiblemente inconstitucional, violatoria y carente de sustento
constitucional, y expresamente solicito así se declare con carácter previo.

En el art. 19 de la ley 18.345 se sostiene que la competencia de la Justicia


Nacional de Trabajo, incluso la territorial, SERÁ IMPRORROGABLE.
El art. 20 de la ley referida dispone: “Serán de competencia de la Justicia
Nacional del trabajo... fundadas en los contratos de trabajo...”. Es decir,
entonces, que la administración de justicia en el orden laboral queda
reservada en forma exclusiva y excluyente a los tribunales de Trabajo
creados en jurisdicción nacional y sujetos a las normas que establezca la
misma jurisdicción nacional.

El art. 75 de la Constitución Nacional atribuye al Congreso Nacional una


serie de facultades y dice en su inc. 12: “Dictar los Códigos Civil,
Comercial... en cuerpos unificados o separados, sin que tales Códigos
alteren las jurisdicciones locales correspondiendo su aplicación a los
tribunales federales o provinciales, según que las cosas o las personas
cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones...”. En el caso, el art. 49,
disposición adicional 3a., conculca franca y decididamente ese derecho al
imponer una jurisdicción (administrativa, en este caso) distinta a la fijada
por la ley 18.345, vedando así el acceso irrestricto a la Justicia que
determina nuestra Ley mayor. El art. 18 de la misma Constitución
Nacional determina: “Ningún habitante de la Nación... puede ser sacado
de los jueces designados por la ley antes del hecho...”, principio que

252
colisiona claramente con el referido art. 49, disp. adic. 3a., en la medida
en que impone un procedimiento ajeno al establecido por ley 18.345.

Más aún: esta disposición “ordena” a “...los jueces no dar traslado de las
demandas que no acrediten el cumplimiento de esta obligación...”,
avasallando así la autonomía judicial en toda su extensión. El legislador
de la ley 24.557 no puede desconocer la competencia y si lo desconoce,
como en este caso, esa norma cae fulminada por inconstitucional y así se
solicita.

Por último, se solicita la inconstitucionalidad de los topes establecidos


para la reparación de los siniestros laborales, puesto que el art. 16 del dec.
1694/09 constituye un verdadero “enriquecimiento sin causa” para las
aseguradoras de riesgos del trabajo y se encuentra revestido de
inconstitucionalidad manifiesta.

Así entendió la jurisprudencia que “…la misión judicial no se agota con


la remisión a la letra de la ley, toda vez que los jueces, en cuanto servidores
del Derecho y para la realización de la Justicia, no pueden prescindir en
modo alguno de la ratio legis y del espíritu de la norma. La hermenéutica
de la ley debe integrarse a su espíritu, a sus fines, al conjunto armónico
del ordenamiento jurídico, y a los principios fundamentales del derecho
en el grado y jerarquía en que éstos son valorados por el todo normativo,
cuando la inteligencia de un precepto, basada exclusivamente en la
literalidad de sus textos, conduzca a resultados concretos que no
armonicen con los principios axiológicos enunciados precedentemente, o
arribe a conclusiones reñidas con las circunstancias singulares del caso o
desemboque en consecuencias concretas notoriamente disvaliosas. La
jurisprudencia tiene dicho que aplicar la ley en modo alguno puede
devenir en una tarea mecánica, porque ello es incompatible con la
naturaleza misma del derecho y con la función específica de los
magistrados que les exige siempre conjugar los principios contenidos en
la ley con los elementos fácticos del caso, pues el consciente
desconocimiento de unos y otros no se compadece con la misión de
administrar justicia. Lo resuelto (esto es, aplicación analógica y por
criterio de equidad de los parámetros del dec. 1694/09 al caso que nos
ocupa) torna abstracto expedirme sobre la constitucionalidad del tope del
sistema ($180.000) al momento de los hechos…” (Juzgado Nacional del

253
Trabajo nº 66, “Pérez Hoyos, Irene Miriam c/ART Interacción
s/amparo”).

11. RECLAMO POR DIFERENCIA DE PRESTACIONES POR


INCAPACIDAD LABORAL TEMPORARIA

Mi mandante sufrió el siniestro con fecha dd/mm/aa, con alta médica con
fecha dd/mm/aa.

En dicho lapso, correspondía liquidar las remuneraciones del actor,


conforme el art. 208 de la L.C.T., el cual dispone que la remuneración
“…se liquidará conforme a la que perciba en el momento de la
interrupción de los servicios, con más los aumentos que durante el período
de interrupción fueren acordados a los de su misma categoría por
aplicación de una norma legal, convención colectiva de trabajo o decisión
del empleador…”.

Esta situación no tuvo lugar.

Mas la obligación contenida en el art. 208 de la L.C.T. se encuentra


reforzada por la letra del dec. ley 1694/09 al consignar que las prestaciones
dinerarias por ILT e ILPP no podrán ser inferiores a las que hubiere
percibido el trabajador de no haberse producido el siniestro. Es por ello
que, a los fines de la correcta aplicación de la norma transcripta
precedentemente, se deberán comprender todos los conceptos
remunerativos y no remunerativos como principales y accesorias, fijas y
variables, horas extras y adicionales, asistencia, presentismo,
bonificaciones y pagos en especie de toda índole.

Por el contrario, la ART demandada no cumplió con tal obligación.


Liquidó el sueldo de mi mandante de acuerdo a pautas propias, sin tener
presente la realidad laboral, el sueldo por recibo del actor, las sumas
adicionales, el presentismo, la antigüedad, nada. Configurando por la
demandada un verdadero abuso y enriquecimiento incausado,
perjudicando a mi poderdante.

254
Es por ello que se reclama la diferencia mensual de las prestaciones
dinerarias abonadas por la demandada, desde la fecha de inicio del
siniestro hasta el alta otorgada, adecuadas las mismas al real sueldo de mi
mandante, el cual asciende a la suma de pesos siete mil setecientos nueve
($ 7.709.-).

En consecuencia, se reclama la suma precedente, en concepto de


diferencias de liquidación por la prestación dineraria de la ILT.

2 meses x $ 7.709. = $ 15.418.-

Es por ello que se reclama la suma de pesos quince mil cuatrocientos


dieciocho en concepto de prestaciones de ILT.

12. RECLAMO POR PRESTACIONES DINERARIAS POR


INCAPACIDAD PERMANENTE DEFINITIVA. PLANTEO DE
INCONSTITUCIONALIDAD DEL INGRESO BASE Y SU
CONGELAMIENTO POR EL TIEMPO. INCONSTITUCIONALIDAD
DE PAGO EN RENTA. SOLICITA PAGO ÚNICO

Conforme fuera el criterio sostenido por el Dr. Schick en “Las


prestaciones dinerarias de la Ley de Riesgos del Trabajo y el decreto
1694/2009 del Poder Ejecutivo Nacional” 3, el criterio del salario
estipulado en el art. 12 de la Ley de Riesgos del Trabajo no comprende
para calcular el ingreso base mensual a aquellas prestaciones que forman
parte del ingreso mensual del trabajador, pero que carecían en la ley de
carácter remuneratorio.

Esta situación resulta violatoria del orden público laboral, los principios
laborales que rigen la materia y la L.C.T. toda, por lo que corresponde que
este daño sea compuesto a través de una reparación extra que comprenda
la brecha al daño no contemplado en el sistema de L.R.T.

255
Así lo ha reiterado la jurisprudencia en forma pacífica, al sostener:

“El ingreso base al que hace referencia el art. 12 de la ley 24.557 es


claramente reprochable desde el punto de vista constitucional, cuando de
su cálculo resulta para el trabajador accidentado un importe inferior al que
normalmente le correspondería como contraprestación por su labor. El
fundamento jurídico de tal prestación es la situación de incapacidad en
que se halla el trabajador, en virtud de una circunstancia que el
ordenamiento jurídico le imputa al empleador (subrogado en sus
obligaciones por la ART). No tiene sentido que durante ese lapso el
trabajador se vea afectado por un déficit en su ‘ingreso de bolsillo’, que
tiene carácter alimentario, en virtud de una causa que no le es imputable,
y que la norma le asigna a la responsabilidad del empleador (en el caso el
trabajador ve claramente afectada su remuneración mensual de $600, por
una prestación de $226,58, que no alcanza siquiera a la mitad del ingreso
mensual que tiene carácter alimentario)” 4.

En el mismo sentido se manifestó la Cámara del Trabajo de la provincia


de Córdoba, al sostener:

“Resulta procedente la declaración de inconstitucionalidad del art. 14, 2


párrafo final, por resultar irrazonable, contrario al principio protectorio
constitucional de condiciones dignas y equitativas de labor (art. 14 bis,
Constitución Nacional), el derecho de propiedad del trabajador (art. 17,
Constitución Nacional) y el principio de no regresión normativa (inc. 23,
art. 75, Constitución Nacional) y de progresividad (art. 2.1. del PIDESC,
inc. 22, art. 75, Constitución Nacional)” 5.

Así se sostuvo en el plenario “Roldán” al decir: “En el cálculo del salario


diario mencionado en el art. 11 de la ley 9688, corresponde considerar las
remuneraciones percibidas a valor monetario constante” (“Roldan, Elio A.
c/Manufactura Algodonera Arg. S.A.”, Fallo Plenario nº. 231,
09/12/1981, LL, 1982-A-561; DT, 1982-180).

La inconstitucionalidad del régimen de cálculo del IBM debe ser depuesto


por uno más ecuánime, con apego al art. 208 de la L.C.T. y la

256
jurisprudencia vigente en los fallos “Roldán” (Plenario) y “Pérez c/Disco”
(CSJN).

Asimismo, se solicita la declaración de inconstitucionalidad de pago en


renta de la indemnización prevista por el dec. 1694/09 y el DNU 1278/00,
en consonancia con la jurisprudencia pacífica de la CSJN en los casos
“Milone” y “Suárez Guimbard”.

En la misma línea, el Dr. Schik sostuvo: “…El sistema de pago en renta,


aun con los adicionales previstos por el dec. 1278/00, avasalla en forma
flagrante el libre albedrío de las víctimas de infortunios laborales, al no
cobrar el total indemnizatorio en un pago único. De tal manera, en el
momento de sus vidas que más lo necesitan, se ven impedidas de, por
ejemplo, procurar su sustento por medio de un pequeño o mediano
emprendimiento: prestar algún tipo de servicio organizado o, en general,
encarar alguna empresa con el dinero procedente de la indemnización que
signifique una reformulación profunda de su proyecto de vida, alterado
por las graves secuelas del accidente laboral. Haciéndose eco de los
fuertes cuestionamientos que había tenido desde los inicios de la vigencia
de la L.R.T. el sistema de pago mediante renta periódica, la Corte
Suprema, en los casos ‘Milone’, y ‘Suárez Guimbard’ determinó que tal
modalidad afectaba las garantías constitucionales de los damnificados,
admitiendo en consecuencia que las indemnizaciones fuesen pagadas
mediante pago único…” 6.

Por su parte, la CSJN ha concluido en el fallo “Milone”: “…Que, desde


otra perspectiva, está fuera de toda duda que una discapacidad, sobre todo
de las comprendidas por el art. 14.2.b, repercutirá no sólo en la esfera
económica de la víctima, sino también en diversos aspectos de su
personalidad que hacen al ámbito doméstico, cultural y social, con la
consiguiente frustración del desarrollo pleno de la vida (Fallos: 315:2834,
2848, considerando 12, entre muchos otros). Un trance de tamaña
gravedad, por ende, llevará seguramente al trabajador y, en su caso, a la
familia de éste a una profunda reformulación de su proyecto de vida, para
lo cual la indemnización a la que tenga derecho se presentará como un
dato de importancia inocultable por mayúsculo. Es precisamente por ello
que el medio reparador, de ser inadecuado, puede añadir a la mentada
frustración una nueva, tal como sucede con el sistema originariamente
previsto por la L.R.T. En efecto, esta última reduce drásticamente el
257
universo de opciones que le permitirían al trabajador reformular dicho
proyecto. Por su carácter, el art. 14.2.b impide absolutamente las
alternativas realizables mediante una indemnización de pago único, aun
cuando fueran más favorables a la víctima, la que deberá contentarse con
escoger dentro del marco más que estrecho que le impone la renta. De tal
manera, y si bien cabe descartar que sea un fin querido por el legislador,
lo decisivo es que el ámbito de libertad constitucionalmente protegido en
el que se inserta el proyecto de vida es objeto de una injerencia
reglamentaria irrazonable al no encontrar sustento en ningún fin tutelar
legítimo... Que, por otra parte, el sistema de pura renta periódica regulado
por el original art. 14.2.b, importa un tratamiento discriminatorio para los
damnificados víctimas de las incapacidades más severas (superiores al
20% e inferiores al 66%) en tanto a quienes sufren una minusvalía de
rango inferior les reconoce una indemnización de pago único (art. 14.2.a,
ley citada), distinción que no se compadece con la atención de las
necesidades impostergables de las víctimas más afectadas por la
incapacidad, desnaturalizándose por esa vía la finalidad protectoria de la
ley (Constitución Nacional, arts. 16 y 75, inc. 23)…” (CSJN, “Milone,
Juan Antonio c/Asociart S.A. Aseguradora de Riesgos del Trabajo
s/accidente ley 9688”, M. 3724, XXXVIII).

Es por ello que se solicita se declare la inconstitucionalidad del pago en


renta, procediendo con el pago en suma única, en concordancia con la
jurisprudencia pacífica.

12. A. SOLICITA DECLARACIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD


DEL ART. 6º, AP. 2º, L.R.T., POR “LISTADO CERRADO”.
INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS DECS. 658/96 Y 659/96

Que las afecciones que posee mi mandante responden a las consideradas


extra-sistémicas, por lo que no se encuentran dentro de lo estipulado por
los decs. 658/96 y 659/96. Así, resulta una lesión completamente laboral,
por cuanto superó con éxito los exámenes preocupacionales para ingresar
a su trabajo, estando en óptimo estado de salud, sufriendo la afección
netamente en la faz de sus tareas, con causa y consecuencia en su trabajo
y esfuerzo laboral.

258
Debe interpretarse que la cobertura legal debe comprender a todo daño
sufrido por el trabajador durante el tiempo de prestación de los servicios,
por el hecho o en ocasión del trabajo, aun cuando la causa no tenga las
características de “súbita y violenta”. Si, por el contrario, se adoptara una
interpretación literal de la norma, no habría más remedio que declarar su
inconstitucionalidad, por ser manifiestamente violatoria del principio de
igualdad ante la ley que consagra nuestra Carta Magna (art. 16).
Corresponde aplicar en estos casos “el principio de la evidencia”,
mediante el cual se utiliza la lógica, la experiencia y el sentido común
como pautas integrativas de lo que se ha llamado la “sana crítica”. En
consecuencia, podemos decir que es una verdad conocida —aún a nivel
de lego— que el trabajador que realiza esfuerzos superiores a los normales
en forma habitual está expuesto y predispuesto a contraer patologías
herniarias. En tal caso corresponderá a la ART acreditar cabal y
fehacientemente que la causa de la hernia es extra-laboral para eximirse
de responsabilidad.

Por último, aun cuando exista alguna duda, el dilema debe ser resuelto
aplicando el aforismo in dubio pro operario (aún no eliminado de nuestro
derecho laboral). Con mayor razón cuando está en juego la tutela de la
integridad psicofísica del trabajador.

Por lo expuesto, encontrándonos en un sistema que pretende obturar toda


vía para el reclamo de una reparación integral de los daños derivados de
un infortunio laboral, cualquier duda en la interpretación de sus normas
en general, y en particular las que se refieren al resarcimiento de los
perjuicios, debe ser resuelta a favor de la víctima. Así lo manda nuestro
proyecto social constitucional (art. 14 bis), los principios generales del
derecho del trabajo (L.C.T., art. 9º) y el sentido común (raMírez, Luis
Enrique, “Hernia abdominal: ¿accidente del trabajo o enfermedad
inculpable?”).

En la misma línea, la SCJN en autos “BCA c/Dupont Argentina S.A.


s/daños y perjuicios” resolvió declarar la inconstitucionalidad del art. 6.2
de la L.R.T.

13. RECLAMO POR INCAPACIDAD PARCIAL, PERMANENTE Y


DEFINITIVA
259
A causa del accidente, se reclama la indemnización por la incapacidad
parcial, permanente y definitiva que padece mi mandante, que ha
producido un menoscabo y disminución.

Atento el grado de incapacidad expuesto precedentemente (17,78%), y el


VMIB de la actora que asciende a la suma de pesos siete mil setecientos
nueve ($ 7.709.-); se deber calcular el monto resultante de acuerdo a lo
siguiente: (DNU 1278/00, art. 6º, inc. 2º, “a)” y dec. ley 1694/09).

53 x 7.709 x 17,78% x (65/50) = $ 94.438,48.-

En consecuencia, el presente rubro comprende un monto total de pesos


noventa y cuatro mil cuatrocientos treinta y ocho con 48/100 ctvs.

14. LIQUIDACIÓN

Se reclama la siguiente, según pautas de L.R.T., DNU 1278/00, dec. ley


1694/09, doctrina y jurisprudencia vigente:

Incapacidad Permanente Total y Definitiva $ 94.438,48.


Prestaciones dinerarias ILT $ 15.418.
TOTAL $ 109.856,48.-

Esta parte deja constancia que no renuncia a mayor cantidad que pudiera
resultar de la prueba a rendirse o del prudente arbitrio judicial, o lo que en
más o en menos resulte de las probanzas de autos y determine el prudente
arbitrio de VS., toda vez que la pretensión surge de los elementos actuales
proporcionados por el mandante.

15. DERECHO

260
Fundo la acción y mi derecho en lo dispuesto por los arts. 1º, 6º, 14, inc.
2º, art. 20, inc. 1º, ap. a); dec. 659/96; art. 19, inc. c), dec. 170/96; dec.
1694/09, ley 26.773, DNU 1278/00, resol. 43/97 de la SRT, en los arts.
75, 76 y cctes. de la L.C.T.; Ley de Riesgos del Trabajo; Ley de Contrato
de Trabajo, lo dispuesto por los arts. 14 bis, 16, 17 y 18 de la Constitución
Nacional; Tratados Internacionales incorporados con jerarquía
constitucional por el art. 75, inc. 22, C.N.; Convenios OIT aplicables,
doctrina y jurisprudencia aplicable al caso.

16. CASO FEDERAL

Las consideraciones desarrolladas demuestran que el hipotético e


improbable rechazo de la demanda solo podría disponerse desconociendo
la letra misma de las normas legales vigentes y los principios generales de
derecho que gobiernan la materia. Como resultado de esas transgresiones,
se terminan agravando indebidamente al patrimonio de mi parte con
obligaciones superiores a las legalmente exigibles, resultando que se
violarían disposiciones constitucionales que hacen a la separación de los
poderes, a la libertad de trabajar, al derecho de propiedad y al principio de
que nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda (arts. 1º, 14, 17,
19, y conc., C.N.).

Dejo entonces planteado el caso federal del art. 14 de la ley 48.

17. SOLICITO INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY 24.432 Y


ART. 730 DEL CCyC

La ley 24.432 y el art. 730 CCyC fijan un tope máximo a la


responsabilidad por las costas judiciales que debe soportar el obligado al
pago en sus arts. 1º y 8º, los cuales atentan contra derechos individuales
garantizados por la Constitución Nacional en sus arts. 1º, 4º, 5º, 14, 14 bis,
16, 17, 18, 19, 31, 33, 75, inc. 2º, 22, 121 y 125. La jurisprudencia es
pacífica en el sentido solicitado: “…estas disposiciones legales son
inconstitucionales, pues se apartan de todo principio de razón, consagran
una inequidad y vulneran expresas garantías constitucionales, ya que no
resulta admisible que alguien que realizó un trabajo profesional y que
tiene un crédito a su favor reconocido por una sentencia firme, pasada en
261
autoridad de cosa juzgada, no pueda ejecutar al deudor para obtener el
pago íntegro de su acreencia” (SD nº 82.573 DEL 24.8.01 “Gonzalves
Romao, José c/Mastellone Hermanos S.A. s/ accidente ley 9688”).

“El art. 505, Cód. Civ., reproducido en el art. 730, CCyC, y los arts. 1º y
8º, ley 24.432, en cuanto limitan la responsabilidad por costas no pasan
un examen de constitucionalidad ni de convencionalidad, pues es
repugnante a la Constitución y al derecho a una indemnización adecuada
(art. 1740, CCyC) reducir la reparación alimentaria solo para beneficio
patrimonial del contumaz deudor (del voto del Dr. Liberman). El art. 505,
Cód. Civil —reproducido en términos casi idénticos en el art. 730,
CCyC— es inconstitucional, pues, si bien tiene por finalidad limitar el
costo de litigiosidad y reducir el monto de los honorarios profesionales,
avanza sobre materias como las costas judiciales, cuya regulación es
privativa de las provincias” (CNTrab., Sala L, 25/11/2015, “Driz, Víctor
Matías c/Aconcagua Transportes S.R.L. s/daños y perjuicios acc. tran. c/
les. o muerte)”.

Por lo que solicito, desde ya, su declaración de inconstitucionalidad.

18. AUTORIZO

Se autoriza al Dr. Pedro Pérez (Tº Fº) a presentar, retirar, diligenciar


cédulas, escritos, mandamientos y todo trámite para una mejor
prosecución de estos autos.

19. CUMPLO ACORDADA

Dando cumplimiento a los términos de la acordada 1665/78 de la Excma.


Cámara de Apelaciones del Trabajo, declaro bajo juramento que la
presente acción no registra radicación anterior.

20. ACREDITO PROCEDIMIENTO CONCILIATORIO

262
Conforme con el acta de cierre de procedimiento que acompaño, acredito
haber cumplido con el procedimiento previsto por la ley 24.635.

21. ACOMPAÑA BONO DE ACTUACIÓN

Que conjuntamente con la presente, acompaño el bono de actuación


profesional correspondiente.

22. INTERESES

Solicito en materia de intereses se apliquen las actas CNTrab. nº 2600 y


2601 del año 2014 y 2630 del año 2016 de la CNTrab. Asimismo, el
ACTA CNTrab. nº 2601 estipula: Establecer que la tasa de interés
aplicable comience a regir desde que cada suma es debida respecto de las
causas que se encuentran sin sentencia y con relación a los créditos del
trabajador. Por lo expuesto, solicito aplicación de la tasa de interés fijada
en las actas precedentes.

23. OFRECE PRUEBA

Se ofrece la siguiente:

A. DOCUMENTAL:

Se acompaña la siguiente:

1. Acta cierre procedimiento ley 24.635.

2. Poder.

3. Alta médica.
263
4. Recibos de sueldo

B. INFORMATIVA:

Se libren oficios a los siguientes:

1. A “CENTRO ASISTENCIA LABORAL” a fin que remita la historia


clínica del actor y los estudios médicos realizados.

2. A “TRABAJO S.A.” a fin de que informe sobre la veracidad de los


recibos que se acompañan y a su vez informe sobre las remuneraciones de
la actora los últimos 24 meses.

3. A la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) a fin que informe


si la demandada se encuentra autorizada para desempeñar la actividad de
ART, desde y hasta que fecha.

C. CONFESIONAL:

Se cite a la demandada a absolver posiciones a tenor del siguiente pliego:

1. Para que jure como cierto que la parte actora sufrió accidente laboral.

2. Para que jure como cierto que se le realizaron deficientes prestaciones


médicas a la actora.

3. Para que jure como cierto que la actora presenta incapacidad laboral
definitiva y permanente producto del accidente.

264
4. Para que jure como cierto que nunca se le abonó suma alguna por el
siniestro a la actora.

5. RESERVO EL DERECHO DE AMPLIAR.

D. PERICIAL CONTABLE: (en subsidio)

Para el eventual caso de que la demandada desconozca alguno de los


puntos señalados en el escrito de demanda, solicito se designe perito
contador de oficio para que, compulsando los libros, papeles y registros
laborales y comerciales de la demandada, informe sobre los siguientes
puntos:

1. Si los libros laborales de la accionada se ajustan a la normativa laboral


y comercial vigente y si los mismos presentan enmiendas o tachaduras de
cualquier especie.

2. Si la actora se encuentra inscripta en los libros laborales de la accionada;


fecha de ingreso del accionante; prestaciones asignadas a la actora;
prestaciones del CCT y escala salarial vigente.

3. Remuneraciones percibidas por la accionante desde la fecha del


accidente, por todo concepto y sin descuentos, determinando el mejor
sueldo normal y habitual; calculando el IBM del actor de los últimos doce
(12) meses anteriores a la fecha del siniestro; IBM de acuerdo al CCT y
escala salarial vigente.

4. Practicar liquidación actualizada al momento de efectuarse la pericia


por la totalidad de los rubros y montos reclamados en la demanda
exclusivamente, prestaciones médicas y dinerarias de L.R.T., dec.
1694/09 y ley 26.773.

5. Practicar liquidación actualizada al momento de efectuarse la pericia


por la totalidad de la incapacidad otorgada por el especialista médico
265
designado en autos, prestaciones médicas y dinerarias de L.R.T., dec.
1694/09 y ley 26.773.

SOLICITA CONSULTA POR SISTEMA INTERNO DEL JUZGADO A


AFIP: En virtud del “Convenio de Cooperación e Intercambio de
Información”, celebrado entre la Administración Federal de Ingresos
Públicos y la Cámara de Apelaciones del Trabajo, solicito se requiera por
Secretaría desde el sitio web www.afip.gob.ar la información sobre la
totalidad de las remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones
percibidas por el trabajador durante el año anterior a la fecha del infortunio
objeto del presente reclamo.

E. PERICIAL MÉDICA:

Solicito se designe perito médico a efectos de dictaminar los siguientes


puntos:

1. Determine el estado actual de salud de la parte actora.

2. Naturaleza y caracteres de las lesiones sufridas por la actora en el


siniestro de autos.

3. Si las lesiones sufridas por la actora pudieron ser ocasionadas de la


forma en que se relata en la demanda.

4. Si la parte actora sufrió fractura de dedo índice de mano derecha.

5. Factores de ponderación (27%).

6. Secuelas y capacidad actual laboral de la actora.

7. Origen de éstas.
266
8. Si las lesiones sufridas por la actora tienen nexo causal con el accidente
de autos.

9. Señale específicamente el tiempo de inmovilización padecido por la


víctima.

10. Si durante dicha convalecencia el peritado pudo realizar sus


actividades habituales y someter las zonas lesionadas a algún tipo de
movilidad o esfuerzo.

11. Indique si la actora puede ser sometida a algún tipo de intervención


quirúrgica; en caso positivo, indique su costo y el tiempo de
rehabilitación.

12. Señale sobre la necesidad de sesiones de láser terapia y en su caso se


expida esta en forma solicitada para el tratamiento kinesiológico.

13. Tratamientos médicos a seguir al respecto y costo de éstos incluyendo


honorarios médicos y descripción del tratamiento médico seguido.

14. Si la actora se encuentra en situación de alta médica y posibilidad de


retorno al trabajo.

15. Determine el porcentaje de incapacidad laboral producto del accidente


a consideración del experto, y porcentaje de incapacidad estipulado por el
Baremo Civil de reparación integral de las lesiones, sin limitarse a los
baremos de L.R.T.

16. Determine incremento porcentual por factores de ponderación, de


acuerdo a la imposibilidad de realización de tareas habituales, edad y
recalificación de la actora.

267
F. PERICIAL PSICOLÓGICA:

Solicito se designe perito psicológico a efectos de dictaminar los


siguientes puntos:

1. Determine el estado actual de salud de la parte actora.

2. Si la actora sufrió o sufre daños psicológicos, depresión, traumas, o


cualquier alteración mental como consecuencia del siniestro.

3. Origen de éstas.

4. Si sus consecuencias han influido negativamente en la salud psíquica


de la actora.

5. Capacidad actual laboral.

6. Descripción del tratamiento médico a seguir en el futuro.

7. Si la actora se encuentra en situación de alta médica y posibilidad de


retorno al trabajo.

8. Si presenta trastornos de conducta o de otra naturaleza originados en el


evento.

9. Si ha padecido de síndrome post-conmocional y de qué magnitud.

268
10. Si el siniestro ha ocasionado en la parte actora alteraciones en su
capacidad de atención, motivación, memoria y concentración y en su caso
de qué magnitud.

11. Si los trastornos psíquicos detectados son susceptibles de tratamiento


psico-terapéutico; en su caso, tiempo de duración de tratamiento y costo
aproximado a valores actuales.

12. Si la actora requiere o necesita tratamiento psicológico, cantidad de


sesiones y costo.

13. Determine el porcentaje de incapacidad laboral a consideración del


experto, sin limitarse a los baremos de L.R.T.

14. Determine incremento porcentual por factores de ponderación, de


acuerdo a la imposibilidad de realización de tareas habituales, edad y
recalificación de la parte actora.

15. Realice baterías de test que considere necesarias.

G. PERICIAL CALIGRÁFICA (en subsidio):

Para el hipotético caso de que los demandados negaren la documental y/o


firma que se le atribuye, solicito se haga lugar a la prueba pericial
caligráfica y escopométrica, designándose perito en la forma de estilo,
para que practique informe sobre la autenticidad de las firmas y
documentos que se adjuntan.

H. TESTIMONIAL:

Se ofrecen los siguientes testigos:

269
1.

2.

3.

I. RESERVA DE AMPLIAR:

Reservo derecho de ampliar la prueba en el momento procesal oportuno.

24. PETITORIO

Por todo lo expuesto de VS. solicito:

1. Se me tenga por presentado, por parte y por constituido el domicilio


legal indicado.

2. Se ordene correr traslado de la demanda bajo apercibimiento de ley.

3. Se declaren las inconstitucionalidades incoadas.

4. Se concedan las autorizaciones mencionadas supra.

5. Oportunamente se dicte sentencia haciendo lugar a la demanda en todas


sus partes, condenando a la demandada al pago de cada una de las sumas
reclamadas con más sus intereses, y costas desde la fecha de ocurrido el
accidente y hasta el efectivo cobro por parte del actor.

Proveer de conformidad,
SERÁ JUSTICIA.

270
3. Jurisprudencia -

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala 10. Competencia en


materia de riesgos del trabajo.

“…VISTOS: El recurso de apelación deducido por la actora a fs. 44/48


contra la resolución de fs. 42/43. Oído el Sr. Fiscal General ante la Cámara
Nacional de Apelaciones del Trabajo a fs. 57. Y CONSIDERANDO: 1º)
Que el señor juez de grado declaró la incompetencia material de esta
Justicia Nacional del Trabajo, al considerar que los eventuales créditos
que podrían corresponder al actor derivarían de la conducta de quien no
era empleador y como resultado de obligaciones a su cargo que reconocen
origen en dos cuerpos normativos ajenos a la órbita del derecho del trabajo
(Código Civil y Ley de Riesgos del Trabajo). 2º) Que al igual que el Sr.
Fiscal, el Tribunal entiende que cabe admitir el recurso interpuesto y, por
ende, revocar lo dispuesto en la sede de origen. 3º) Que este Tribunal
considera que en el presente cabe receptar la competencia de esta Justicia
Nacional del Trabajo por razones de celeridad procesal y de acatamiento
institucional respecto de la doctrina fijada por el máximo Tribunal, como
bien lo remarca el señor Fiscal General en el dictamen que antecede y ello
más allá del parecer personal que pudiere tenerse en orden a la
competencia material (ver en igual sentido ‘Rengifo Choque Nicolás c/La
Segunda Aseguradora de Riesgos del Trabajo S.A. s/ accidente acción
civil’, SI 15.975 del 20/11/2008)…” (CNTrab., Sala 10ª, Buenos Aires,
29/5/2009, “Benítez, Marcelo J. c/MAPFRE Argentina ART S.A.”).

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala 8ª. Competencia en


materia de riesgos del trabajo.

“…Si en el reseñado caso ‘Marchetti’, la Corte Federal decidió, actuando


en el marco de lo reglado por el art. 24, inc. 7º, del dec. ley 1285/58, según
texto de la ley 21.708, que el proceso debía quedar radicado ante la Justicia
Nacional del Trabajo, la misma doctrina debe ser aplicada en la especie,
ya que para la solución del conflicto tiene influencia decisiva la
determinación de cuestiones vinculadas con el régimen de la ley 24.557
de Riesgos del Trabajo, una norma que integra el amplio marco del
271
Derecho del Trabajo (art. 21, inc. a), ley 18.345)…” (“Ibarra, Daniel A c/
Provincia Aseguradora de Riesgos del Trabajo S.A.”, 2008).

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala II.


Inconstitucionalidad del tope art. 14.2.a de la ley 24.557.

“El tope previsto en el art. 14.2.a de la ley 24.557 resulta inconstitucional,


en tanto el importe que arroja la aplicación de la fórmula tarifada que
modula sobre la cuantía del salario percibido por el trabajador afectado se
vería reducido casi a la mitad, lo que pone en evidencia la insuficiencia
del resarcimiento y la desnaturalización del régimen de reparación de
infortunios laborales que el legislador pretendió resguardar” (“Villalba,
Marcelo Fernando c/ Mapfre Argentina ART S.A. s/accidente ley
especial”).

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala VI. Accidentes in


itinere.

“Las consecuencias de un accidente in itinere solamente son resarcibles


en el marco de las normas de la Ley de Riesgos del Trabajo y no
constituyen un supuesto de responsabilidad en el marco del derecho civil”
(“Ferreira, Fernando Daniel c/Liderar ART S.A. s/accidente acción
civil”).

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala III. Actualización de


los montos indemnizatorios.

“Si bien resulta ajustada a derecho la decisión de ordenar a quien sufrió


un accidente in itinere el pago de la prestación prevista en el art. 11, ap. 4º
de la ley 24.557, corresponde actualizar las sumas percibidas por el
trabajador utilizando como referencia los valores de la Canasta Básica
total elaborada por el INDEC, pues, aun cuando la mencionada norma
prevé que las prestaciones se actualizarán de acuerdo a la variación del
módulo previsional, éste nunca fue ajustado por la autoridad competente”
(“Barrios, Ramón José c/Federación Patronal Seguros S.A. y otro s/
accidente ley especial).
272
Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Mendoza, Sala II. Ley
aplicable por fecha de siniestro.

“La fecha que debe tenerse en cuenta a los efectos de determinar la


normativa aplicable para el cálculo de la indemnización por accidente
laboral es aquella en que nace el derecho a la indemnización, es decir, la
del hecho súbito y violento que produce el daño” (“Jofré, Juan R. c/Liberty
ART”).

Cámara 6a del Trabajo de Mendoza Lesión lumbar por ley 24.557.

“Es procedente el reclamo indemnizatorio formulado de acuerdo a la Ley


24.557 de Riesgos del Trabajo por quien se desempeñaba como chofer, en
tanto la lesión lumbar ocupacional postraumática por esfuerzo, con
lumbociatalgia y lesión en su rodilla izquierda con disminución de espacio
articular se encuentran vinculadas causalmente con el trabajo, como así
también las secuelas incapacitantes que éste dejó” (“Araya, Miguel
Justino c/Provincia ART S.A. s/enfermedad accidente”).

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala V. Accidente in


itinere.

“Sin lugar a dudas el accidente in itinere es un accidente resarcible en


términos de las obligaciones de la seguridad social, como lo son las
enfermedades inculpables por parte del empleador. Pero del mismo modo
que la reparación (que no obedece a la causación de daño alguno por parte
del obligado) establece una causa especial y de excepción para responder,
también establece consecuencias que no se identifican con una reparación
integral que sí es constitucionalmente necesaria en los supuestos en los
que entra en juego el principio neminem laedere (art. 19 de la Constitución
Nacional)” (CNTrab., Sala V., 17/2/2012, “Avellaneda, Roque Ariel
c/Mapfre Argentina ART S.A. s/accidente ley especial”).

273
Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala V. Accidente in
itinere.

“…las aseguradoras de riesgos del trabajo sólo responden con sustento en


el derecho civil en el supuesto de omisión de las obligaciones de control
a su cargo y, en el caso, no se vislumbra cómo la demandada podría haber
evitado el acaecimiento del siniestro que no puede atribuirse al riesgo o
vicio de una cosa de propiedad del empleador, ni al deficiente
cumplimiento de las normas sobre higiene y seguridad en el trabajo (conf.
CNTrab., Sala V, 27/11/2009, ‘Gualtieri, Silvia Olga c/Socorro Médico
Privados S.A. y otros’, sent. nº 71.967), ni tampoco —naturalmente—
puede atribuirse al riesgo o vicio de una cosa de propiedad de aquélla. En
síntesis, toda vez que el hecho dañoso se produjo en la vía pública antes
del inicio de la jornada laboral y cuando el actor se dirigía de su domicilio
al lugar de trabajo, no corresponde atribuirle responsabilidad en los
términos del derecho común a la aseguradora de riegos del trabajo”
(CNTrab., Sala V., 17/2/2012, “Avellaneda, Roque Ariel c/Mapfre
Argentina ART S.A. s/accidente ley especial”).

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala IX. Capacidad de


ganancia e ingresos del trabajador.

“Previo a analizar la cuantificación del daño a resarcir, corresponde


señalar en lo que atañe a la legitimidad constitucional del art. 14, ap. 2º,
inc. a), de la ley 24.557, que la Corte Suprema de Justicia de la Nación
consideró en el caso ‘Ascua, Luis Ricardo c/SOMISA s/cobro de pesos’
(10/8/2010, A. 374. XLIII), que ‘la modalidad indemnizatoria que escoja
el legislador para cumplir con la protección constitucional del empleado
frente a los daños derivados de accidentes o enfermedades laborales bajo
un régimen tarifado no puede válidamente dejar de satisfacer, al menos,
la pérdida de ingresos o de capacidad de ganancia de la víctima (cons. 8º)’,
para concluir en la falta de legitimidad del art. 8.a de la ley 9688 según
versión ley 23.643, que limitaba la reparación de daños producidos al
trabajador por el hecho o en ocasión del trabajo, añadiendo como aspecto
ineludible en el marco legal aplicable que ‘...de lo que se trata, cabe
reiterarlo, es de declarar no la invalidez de esa última limitación (tipo de
daño), tema ajeno a la litis, sino la del tope que opera sobre la cuantía de
ésta anteriormente objetado, por ser ello incompatible con el corpus iuris
del que se ha hecho mérito, plenamente aplicable a las modalidades
274
tarifarias en la materia’ (conf. esta Sala, in re: ‘Chaves, Héctor Daniel
c/Addamo Construcciones S.A. y otro s/accidente ley especial’, S.D. nº
16.981 del 12 de mayo de 2011)” (CNTrab., Sala IX, 29/11/2011, “Palet,
Ariel c/Asociart S.A. Aseguradora de Riesgos del Trabajo s/accidente
acción civil”).

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala I. Topes declaración


de inconstitucionalidad.

“…cabe señalar que como ya lo sostuvo el Alto Tribunal en el caso ‘Lucca


de Hoz’ (Fallos 333:1433), el valor de la vida humana no resulta
apreciable tan sólo sobre la base de criterios exclusivamente materiales,
ya que no se trata de medir en términos monetarios la exclusiva capacidad
económica de las víctimas, lo que vendría a instaurar una suerte de justicia
compensatoria de las indemnizaciones según el capital de aquéllas o su
capacidad de producir bienes económicos con el trabajo, puesto que las
manifestaciones del espíritu también integran el valor vital de los
hombres, pérdida real de ingresos que sufre el trabajador a consecuencia
del infortunio, sin la aplicación de topes arbitrarios que desnaturalizan esa
finalidad” (CNTrab., Sala I, 17/11/2011, “Coronel, Liliana Beatriz
c/Mapfre Argentina ART S.A. s/accidente ley especial”).

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala I. Accidente in itinere.

“Se encuentra fuera de discusión que la actora sufrió un accidente in


itinere el 30/7/2007, al tropezar con una tapa de una caja de Aguas
Argentinas que estaba rota —sufrió la lesión de mano y hombro
derecho—. De acuerdo al precedente de esta Sala que se cita en el
decisorio de fs. 259/262 (mi voto in re ‘Alancay Marcos c/Pizzini S.A.
s/accidente acción civil’, SD 82.343 del 22/2/2005, ‘Cossu Alicia Angela
c/Fundación Dr. Mario Solclinsky y otro s/accidente acción civil’), he
señalado que el amparo por un accidente in itinere es la máxima extensión
posible de responsabilidad del empleador por un accidente. Pero en su
producción no puede imputársele responsabilidad subjetiva (art. 1109
Cód. Civil) ni objetiva (art. 1113, Cód. Civil) del empleador. En
consecuencia, una acción civil resarcitoria de daños que se fundara en un
accidente de trabajo in itinere como pretende el actor carecería de base
normativa dentro del Cód. Civil para imputar responsabilidad del
275
empleador” (CNTrab., Sala I, 30/5/2011, “Gallardo, Sara c/La Villette
S.R.L. y otro s/daños y perjuicios”).

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala III. Pago parcial por
acuerdo.

“Cabe señalar que los dictámenes de los órganos administrativos previstos


en los arts. 21 y 22 de la L.R.T. pueden ser revisados por la Justicia, y el
pago allí efectuado debe ser considerado a cuenta del total adeudado al
accionante. Por lo cual, sólo cabe determinar si la indemnización allí
fijada se ajustó a derecho. Entiendo que los arts. 21 y 22 resultan
violatorios de lo dispuesto por los arts. 108 y 109 de la C.N. puesto que
sustraen del conocimiento de los jueces las cuestiones que éstos están
llamados a decidir por imperio de dichas normas, lo que a su vez vulnera
el principio de división de poderes que caracteriza a nuestro sistema de
gobierno adoptado por el art. 1º de la Carta Magna, ya que las
controversias son sometidas al conocimiento de las comisiones médicas y
de la Comisión Médica Central, que son organismos ajenos al Poder
Judicial (en igual sentido, sentencia nº 85140 del 29.8.03, en autos
‘Ibáñez, Ramón c/Ford Argentina S.A. y otro s/accidente acción civil’, del
registro de esta Sala). Por ello y habiendo llegado firme a esta alzada la
competencia de la Justicia Nacional del Trabajo y conforme la doctrina
sustentada por la CSJN en el citado precedente ‘Castillo’, auspicio
confirmar el fallo de primera instancia también en este punto” (CNTrab.,
Sala III, 26/11/2010, “Silva, Marcelo Martín c/Provincia ART S.A.”).

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala X. Renta periódica.


Ley aplicable.

“Enseña Palacio (Manual de Derecho Procesal Civil, Depalma, Buenos


Aires, 1994, 2da. ed., tomo II, p. 12), al comentar dicha norma, que la ley
exige una estricta correspondencia entre el contenido de la sentencia y las
cuestiones planteadas por las partes y resalta que se trata de una aplicación
del denominado principio de congruencia, que constituye una de las
manifestaciones del principio dispositivo y que como lo tiene
reiteradamente establecido la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
comportan agravio a la garantía de defensa, tanto las sentencias que
omitan el examen de cuestiones propuestas oportunamente por las partes
276
que sean conducentes para la decisión del pleito, como aquéllas que se
pronuncian sobre pretensiones o defensas no articuladas en el proceso…
En este contexto, al tener presente que la declaración de
inconstitucionalidad del régimen de pago mediante una renta periódica de
las prestaciones fijadas por la ley 24.557 no le irroga ningún perjuicio a la
recurrente (en nada le afecta el hecho de tener que abonar a la accionante
una suma idéntica a la que debería depositar en una compañía de seguros
de retiro) y que lo resuelto se ajusta a la doctrina sentada por nuestro Más
Alto Tribunal en las causas ‘Milone, Juan A. c/Asociard S.A. ART’ del
26/10/2004 y ‘Suárez Guimbard, Lourdes c/Siembra A.F.J.P. S.A.
s/indemn. por fallecimiento’ del 24/6/2008 con consideraciones que
resultan perfectamente aplicables al sub lite, sugiero confirmar la
sentencia en cuanto decide en relación (CNTrab., Sala X, 27/9/2010,
“Hernández, Miguel Alfredo c/Reynoso Hnos. e Hijo S.A. y otro”).

4. Referencia normativa -

Ley 24.557

Dec. 1694/09

Dec. ley 658 y dec. ley 659/96

Dec. 1278/00

Ley 24.432

Notas -

277
1 Dec. 1694/2009. Increméntense los montos de las prestaciones
dinerarias. Créase el Registro de Prestadores Médico Asistenciales.
Buenos Aires, 5/11/2009.
2 Los datos son ficticios, cualquier coincidencia con la realidad es pura
coincidencia.
3 Schick, Horacio, DT, mayo de 2010, p. 1217.
4 CNTrab., 5/7/2006, “Lucero, Cristian Guillermo c/Provincia ART S.A.
y otro s/despido”, S.V. S.D. 68.608 del Expte. 990/02.
5 CTrab. Córdoba, Sala VII, 16/10/2008, “Flores, Martín Antonio
c/Consolidar ART S.A. s/ordinario”, Rubinzal online: RC J 3796/08.
6 Schick, Horacio, Riesgos del Trabajo, David Grinberg, Buenos Aires,
2010.

Capítulo IV

Modelos prácticos. Demanda por accidente de trabajo in itinere.


Jurisprudencia temática. Referencia normativa

José Ramón Balmaceda


Gabriela Alejandra Casimiro
Leonardo Javier Cuesta

1. Modelo de demanda por accidente in itinere por ley 26.773 y


decreto 1694/09 -

En el presente capítulo, desplegaremos un modelo de demanda por


accidente in itinere, siendo éste el que ocurre en el trayecto entre el
domicilio del trabajador y su lugar de trabajo, siempre y cuando el
damnificado no hubiere interrumpido o alterado dicho trayecto por causas
ajenas al trabajo.

278
Un elemento que se reitera en los conflictos doctrinarios y
jurisprudenciales tiene lugar en la base de reflexionar respecto de la
alteración del trayecto. Para considerar si medió o no alteración del
trayecto, resulta importante destacar que deben concurrir una serie de
factores.

En primer lugar, el elemento geográfico, el cual analiza si el trabajador


alteró la ruta normal y habitual empleada para dirigirse o retornar a su
trabajo. Aquí corresponde dilucidar, como elemento de suma importancia,
cuál es el domicilio del trabajador y si se condice con el denunciado ante
su empleador.

En segundo orden, el elemento cronológico, el cual permite considerar la


distancia entre ambos puntos (domicilio y trabajo), calculando el
estimativo de tiempo que lleva el tránsito entre un punto y otro.

En último término, corresponde analizar el medio de transporte utilizado,


especificando si resulta el medio habitual de desplazamiento, detallando
específicamente que el siniestro no fue producido por una conducta dolosa
o negligente, o contraria a derecho.

Pasemos, pues, al modelo.

2. Modelo -

Promueve demanda por accidente de trabajo in itinere. Demanda


prestaciones dec. ley 1694/09 y ley 26.773. Plantea inconstitucionalidad.
Reserva del caso federal.

Señor Juez:

Juan Pérez 1, abogado inscripto al Tº 1234 Fº 1234 CPACF, DNI nº


12.345.678, Monotributista, CUIT nº 20-12.345.678-9, constituyendo
domicilio legal en la Av. Corrientes nº 1234 de la CABA (Zona de
279
notificación nº 00 Tel. 0000.0000 Email: juanperez@juanperez.com) y
domicilio electrónico en el CUIT 20-12.345.678-9, a VS.
respetuosamente me presento y digo:

1. PERSONERÍA

Que vengo en nombre y representación del Sr. Fulano Gómez, con DNI
nº 12.345.679, CUIL nº 20-12.345.679-8, argentino, divorciado, nacido el
XX/0XX4/19XX, de 21 años de edad, de profesión empleado, con
domicilio real en la Av. Corrientes nº 1000, de la CABA, conforme lo
justifico con el poder judicial que adjunto y bajo juramento declaro que se
encuentra vigente en todas sus partes, al momento de presentación del
libelo.

2. OBJETO

Que en tal carácter y siguiendo expresas instrucciones de mi mandante


vengo a entablar formal demanda por accidente de trabajo contra ART
S.A. (CUIT nº 30-12345678-9), con domicilio en la calle Aseguradora nº
0000 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en concepto de diferencia
de liquidación de prestaciones dinerarias por incapacidad laboral
temporaria, incapacidad laboral provisoria e incapacidad parcial
permanente definitiva en los términos del dec. ley 1694/09, DNU 1278/00
y Ley de Riesgos del Trabajo, solicitando que se abone en un pago único,
previa declaración de inconstitucionalidad del art. 15 de la L.R.T. y del
art. 16 del dec. 1694/09, solicitando desde ya se la condene al pago de las
sumas que más adelante se detallan en liquidación practicada adicionando
los intereses correspondientes, en la fecha de producción de cada uno de
los perjuicios, en base a las consideraciones de hecho y derecho que
expongo infra.

3. HECHOS

La demandada es una empresa que realiza actividades en la órbita de


seguros de diversa índole, como seguros patrimoniales, riesgos del

280
trabajo, seguros de vida y retiro, etc. En esta especie, la demandada
prestaba seguro de accidentes laborales a la empleadora de la actora.

Mi mandante es empleado bajo relación subordinada de derecho del


trabajo y la seguridad social de la empresa “TRABAJO S.A.” (CUIT nº
33-00000000-0) con sede en la Av. Trabajo nº 1234, de CABA, con
categoría laboral “operario”, legajo nº 000, fecha de ingreso 1/10/1989,
horario de lunes a viernes de 06 a 18 hs., percibiendo una remuneración
normal y habitual de pesos veintidós mil ochocientos sesenta y nueve
($22.869.-). El convenio aplicable resulta el CCT nº 000/70.

El actor siempre se comportó con lealtad y dando estricto cumplimiento


de las directivas laborales, conforme la buena fe y el buen desempeño del
contrato de trabajo.

4. EL ACCIDENTE IN ITINERE

Con fecha dd/mm/aa, mi mandante se encontraba dirigiéndose a su trabajo


en su motocicleta como regularmente lo hacía, cuando al llegar a la
intersección de las calles XXXXXXX y la calle XXXXXXX, en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, es embestido violentamente por un vehículo
marca XXXX, modelo XXXXX, dominio XXXXXXX, provocando que
el actor sea despedido de su motovehículo, golpeando contra el automóvil
y cayendo al asfalto, sufriendo múltiples lesiones.

Es asistido por un móvil policial que se acercó a la zona, quien procede a


derivarlo de urgencia al HOSPITAL DE ALTA COMPLEJIDAD
XXXXXXXX, donde es asistido de urgencia colocándole cuello
ortopédico, inmovilización de brazo derecho, derivándolo a cirugía a fin
de suturar herida cortante en la pierna derecha de seis centímetros de
longitud, requiriendo dieciocho (18) puntos de costura, asimismo realizan
placas y RNM, recetan calmantes y reposo. El siniestro se asienta en el
libro del hospital bajo el folio nº XXXXXX.

Al día siguiente, es dado aviso a su servicio de ART, el cual procede a


ingresarlo mediante siniestro nº XXXXXX, siendo atendido en CENTRO
281
MÉDICO FICTICIO S.A., sito en la calle XXXXXXX nº XXXXX,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se le recetan calmantes y
reposo médico.

Asimismo, se inicia causa penal caratulada “LESIONES CULPOSAS”,


con intervención de la XXXXXXX, del Departamento Judicial de
XXXXX, interviniendo el Cuerpo Médico de XXXXXX, el cual realiza
un relevamiento de las lesiones que presentaba el actor a raíz del accidente
sufrido.

Con fecha dd/mm/aa, luego de estudios médicos, se le diagnostica lo


siguiente: CERVICALGIA. LATIGAZO CERVICAL. DORSALGIA.
FRACTURA DE PIERNA DERECHA CON dieciocho PUNTOS DE
SUTURA. ESGUINCE DE MANO DERECHA. OMALGIA DERECHA
(30%).

Luego de escasas y deficientes atenciones médicas realizadas por la


demandada, la cual tampoco brindaba al actor los servicios de traslados,
los cuales tenía que cubrir de su propio peculio, se le otorga alta médica
con fecha dd/mm/aa, pese a la disconformidad del actor.

Es por ello que comienza tratamiento médico por su obra social, la cual
suple las falencias de la accionada en la atención y recuperación de mi
mandante. A la fecha, el defectuoso tratamiento de la ART no generó
mejora alguna, con dificultad de aprehensión, imposibilidad para las
tareas diarias, aprietos para dormir y molestias que afectaron su
desempeño personal y familiar. Asimismo, la demandada incorrectamente
liquidó las prestaciones dinerarias por Incapacidad Laboral Temporaria
(ILT), por lo que se viene a solicitar el cobro de las sumas por estos rubros
con más sus intereses.

De la misma forma, se reclama el pago de las prestaciones dinerarias por


Incapacidad Permanente Definitiva Total, solicitando desde ya se declare
la inconstitucionalidad del pago en renta. En la actualidad, mi mandante
se encuentra aún con dolores y molestias, con analgésicos y ejercicios para
la mejora de su afección, dado que en su ART no se le brindó una correcta
atención médica; sin medicación, sin traslados, ya que a cada esporádica
282
citación de la accionada debe acercarse por sus propios medios (léase
colectivos o taxis que podrían provocar una nueva lesión), con problemas
para caminar normalmente, serios inconvenientes para el
desenvolvimiento laboral y personal.

4.1 TRAYECTO DEL ACTOR

El recorrido que realizaba el actor habitualmente, desde su domicilio hasta


el trabajo, era el siguiente: salía por la calle XXXX, hasta la calle
XXXXXX, para tomar luego la Av. XXXXX, hasta Av. XXXX, cruzando
la calle XXXXX, donde fuera el siniestro, continúa por la calle
XXXXXX, hasta la calle XXXXX, girando en la calle XXXXX, hasta el
destino laboral.

Como es posible colegir, el recorrido habitual no ha sido interrumpido, es


decir, por lo que hay concordancia cronológica. Asimismo, existe
concordancia topográfica, por cuanto no ha sido alterado en forma alguna
ni por motivo alguno, más que el siniestro que motiva los presentes autos
(Conf. CNTrab., Sala IV, 28/2/1977, “Fernández, Miguel c/Ultra-Gráfica
S.A.C.I.F.I.”).

5. INCAPACIDAD FÍSICA

El daño físico resulta independiente de los demás daños padecidos por la


actora, por lo que corresponde su indemnización separada e
independiente.

Así, la CSJN ha reiterado: “…Respecto de estas consecuencias dañosas,


esta Corte ha considerado que cuando la víctima resulta disminuida en sus
aptitudes físicas o psíquicas en forma permanente, esta incapacidad debe
ser objeto de reparación…” (CSJN, “Mosca”, Fallos: 312:752, 2412;
315:2834; 316:2774; 318:1715; 325:1156; 326:847).

A causa del accidente sufrido por mi poderdante, con especial atención a


la lesión sufrida, con detallado análisis de factores como la limitación del
283
movimiento, la calidad de la herida, pérdida de sensibilidad, la edad del
damnificado y las complicaciones que estos elementos acarrean en la
órbita del desempeño laboral y personal, se estima prudencialmente una
incapacidad parcial, permanente y definitiva de la actora en el 42% DE
LA TOTAL OBRERA, sujeta a las probanzas de autos y al criterio de VS.

6. FACTORES DE PONDERACIÓN

También se deben evaluar los factores de ponderación, atento las serias


dificultades que presenta mi mandante para la realización de sus tareas
habituales, su edad, por lo que se deberá cuantificar en un veintisiete por
ciento (27%) del grado de incapacidad física y psicológica que padece el
actor, como estipula el dec. ley 659/96.

7. INCAPACIDAD PARCIAL PERMANENTE Y DEFINITIVA

Atento a lo expuesto, englobando los ítems de reclamo, se reclama el


grado de incapacidad parcial, permanente y definitiva del actor en el 42%
de la TO (42% de incapacidad física más factores de ponderación a
adicionar por el especialista médico a designarse en autos).

Lesiones por Baremo L.R.T. y Baremo Civil de reparación integral de


lesiones:

- CERVICALGIA. LATIGAZO CERVICAL. DORSALGIA.


FRACTURA DE PIERNA DERECHA CON DIECIOCHO PUNTOS DE
SUTURA. ESGUINCE DE MANO DERECHA. OMALGIA DERECHA
(30%).

- Limitación funcional (5%).

- Reacción vivencial anormal neurótica R.V.A.N. con manifestación


depresiva (Grado III 20%).

284
- Factores de ponderación a adicionar por el perito médico (27%).

8. TRATAMIENTO PSICOTERAPÉUTICO

En consonancia con el daño en el punto precedente, corresponde se


otorgue a mi mandante el tratamiento adecuado a fin de mitigar su lesión
psicológica, a través de sesiones terapéuticas acompañadas y dirigidas por
profesional idóneo a tal efecto.

El tratamiento a seguir será determinado por un perito en la materia, el


cual especificará el tratamiento a seguir, cantidad de sesiones,
periodicidad y costo aproximado del tratamiento.

9. RESPONSABILIDAD DE LA ART POR PRESTACIONES

La demandada se encuentra obligada a responder por aplicación de la


L.R.T. Ello surge de la misma letra de la norma de riesgos laborales, con
más la aplicación del dec. ley 1694/09.

Así, la demandada procedió a aceptar el siniestro de mi mandante, brindar


escasas e insuficientes prestaciones, operaciones y tratamientos de rito.

Es a causa del accidente que mi mandante ingresa al servicio de la ART


demandada, aceptando el siniestro, lo que origina su responsabilidad por
L.R.T., por lo que debe responder en los términos de siniestralidad laboral.

10. LEGITIMACIÓN PASIVA DE LA ASEGURADORA DE RIESGOS


DEL TRABAJO. DECLARACIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD
DE LAS COMISIONES MÉDICAS. DECLARACIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD DEL FUERO FEDERAL.
DECLARACIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS TOPES
INDEMNIZATORIOS. DECLARACIÓN DE
285
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ART. 16 DEL DEC. LEY 1694/09 Y
DNU 1278/00

Se solicita a VS. la declaración de inconstitucionalidad de las Comisiones


Médicas y su apelación ante la Cámara Federal de la Seguridad Social,
que se legislan en los arts. 6º, 21, 22, 46 y 50 de los decs. 1278/2000,
717/96 y 410/2001.

Éstos establecen disposiciones absolutamente violatorias de las garantías


establecidas en nuestra Carta Magna, surgiendo de decretos discrecionales
emitidos por el PEN, en clara violación con la división de poderes, pues
se ha legislado en funciones fuera de su competencia.

Mas se le otorgan funciones jurisdiccionales a las Comisiones Médicas,


las cuales se encuentran bajo la órbita del PEN, en clara contraposición de
los arts. 16, 18, 108 y 109 de la Constitución Nacional.

Se peticiona la declaración de inconstitucionalidad del art. 46 de la ley


24.557, en cuanto establece la competencia federal para dirimir los
conflictos suscitados como consecuencia de las resoluciones que dicte la
Comisión Médica Central. No encuentro ninguna razón válida que permita
desplazar la jurisdicción que legalmente le corresponde para acceder a la
federal (de aplicación restrictiva), por aplicación del principio
constitucional que nadie puede ser sacado de sus jueces naturales; en este
caso VS., por razones de jurisdicción geográfica y competencia en la
materia. “La facultad que otorga la Ley de Riesgos del Trabajo (Adla, LV-
E-5865) en los arts. 21 y 22 a las comisiones médicas, afecta el principio
del juez natural y de acceso a la justicia, ya que la interpretación,
aplicación y calificación de accidentes o enfermedades constituyen
cuestiones típicamente jurisdiccionales que no pueden estar acordadas a
organismos dependientes del Poder Ejecutivo Nacional (Trib. Trab. nº 2,
La Matanza, in re ‘Calderón de Loiza, Norma I. c/Eternit Argentina S.A.
y otro’, 28/2/2002, LLBA, año 9, nº 6, julio de 2002, 821)”.

Así, nuestro más alto tribunal, en la causa “Castillo”, ha sostenido: “…4º)


Que, según lo esclareció esta Corte para octubre de 1917, y lo sostuvo de
manera constante, ‘las responsabilidades por accidente del trabajo a que
286
se refiere la ley 9688 y que nacen de hechos ocurridos en la ejecución o
cumplimiento de contratos entre patrones y empleados u obreros, son de
carácter común’ (Fallos: 126:315, 324 y 325:328; asimismo: Fallos:
129:223; 151:315; 162:79; 184:390; 228:537; 239:239; 242:182; 245:174,
entre muchos otros), vale decir, resultan sancionadas por el Congreso con
arreglo a las previsiones del art. 67, inc. 11, de la Constitución Nacional
—actual art. 75, inc. 12— (Fallos: 248:781, 782, considerando 1º y sus
citas)…” (CSJN, “Castillo, Ángel Santos c/Cerámica Alberdi S.A.”, C.
2605. XXXVIII).

El art. 49, disposición adicional tercera, dispone la modificación a la ley


24.028, reemplazándola por el siguiente párrafo: “El trabajador que sufra
un daño psicofísico por el hecho o en ocasión del trabajo durante el tiempo
que estuviese a disposición de su empleador deberá, previo al inicio de
cualquier acción judicial, denunciarlo, a fin de iniciar el procedimiento
administrativo obligatorio de conciliación, ante la autoridad
administrativa del trabajo. Los jueces no darán traslado de las demandas
que no acrediten el cumplimiento de esta obligación”. La disposición es
visiblemente inconstitucional, violatoria y carente de sustento
constitucional, y expresamente solicito así se declare con carácter previo.

En el art. 19 de la ley 18.345, se sostiene que la competencia de la Justicia


Nacional de Trabajo, incluso la territorial, SERÁ IMPRORROGABLE.
El art. 20 de la ley referida dispone: “Serán de competencia de la Justicia
Nacional del trabajo... fundadas en los contratos de trabajo...”. Es decir,
entonces, que la administración de justicia en el orden laboral queda
reservada en forma exclusiva y excluyente a los tribunales de Trabajo
creados en jurisdicción nacional y sujetos a las normas que establezca la
misma jurisdicción nacional.

El art. 75 de la Constitución Nacional atribuye al Congreso Nacional una


serie de facultades y en su inc. 12 dispone: “Dictar los Códigos Civil,
Comercial... en cuerpos unificados o separados, sin que tales Códigos
alteren las jurisdicciones locales, correspondiendo su aplicación a los
tribunales federales o provinciales, según que las cosas o las personas
cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones...”. En el caso, el art. 49,
disposición adicional 3a., conculca franca y decididamente ese derecho al
imponer una jurisdicción (administrativa, en este caso) distinta a la fijada
por la ley 18.345, vedando así el acceso irrestricto a la Justicia que
287
determina nuestra Ley mayor. El art. 18 de la misma Constitución
Nacional determina: “Ningún habitante de la Nación... puede ser sacado
de los jueces designados por la ley antes del hecho...”, principio que
colisiona claramente con el referido art. 49, disp. adic. 3a., en la medida
en que impone un procedimiento ajeno al establecido por ley 18.345.

Más aún: esta disposición “ordena” a “...los jueces no dar traslado de las
demandas que no acrediten el cumplimiento de esta obligación...”,
avasallando así la autonomía judicial en toda su extensión. El legislador
de la ley 24.557 no puede desconocer la competencia y si la desconoce,
como en este caso, esa norma cae fulminada por inconstitucional, y así se
solicita.

Por último, se solicita la inconstitucionalidad de los topes establecidos


para la reparación de los siniestros laborales, puesto que el art. 16 del dec.
1694/09 constituye un verdadero “enriquecimiento sin causa” para las
aseguradoras de riesgos del trabajo y se encuentra revestido de
inconstitucionalidad manifiesta.

Así entendió la jurisprudencia que “…la misión judicial no se agota con


la remisión a la letra de la ley, toda vez que los jueces, en cuanto servidores
del Derecho y para la realización de la Justicia, no pueden prescindir en
modo alguno de la ratio legis y del espíritu de la norma. La hermenéutica
de la ley debe integrarse a su espíritu, a sus fines, al conjunto armónico
del ordenamiento jurídico, y a los principios fundamentales del derecho
en el grado y jerarquía en que éstos son valorados por el todo normativo,
cuando la inteligencia de un precepto, basada exclusivamente en la
literalidad de sus textos, conduzca a resultados concretos que no
armonicen con los principios axiológicos enunciados precedentemente, o
arribe a conclusiones reñidas con las circunstancias singulares del caso o
desemboque en consecuencias concretas notoriamente disvaliosas. La
jurisprudencia tiene dicho que aplicar la ley en modo alguno puede
devenir en una tarea mecánica, porque ello es incompatible con la
naturaleza misma del derecho y con la función específica de los
magistrados, que les exige siempre conjugar los principios contenidos en
la ley con los elementos fácticos del caso, pues el consciente
desconocimiento de unos y otros no se compadece con la misión de
administrar justicia. Lo resuelto (esto es, aplicación analógica y por
criterio de equidad de los parámetros del dec. 1694/09 al caso que nos
288
ocupa) torna abstracto expedirme sobre la constitucionalidad del tope del
sistema ($180.000) al momento de los hechos…” (Juzgado Nacional del
Trabajo nº 66, “Pérez Hoyos, Irene Miriam c/ART Interacción
s/amparo”).

10.A. APLICACIÓN SUBSIDIARIA DEL DEC. 49/2014.


MODIFICACIÓN DEL LISTADO DE ENFERMEDADES
PROFESIONALES

Que solicito aplicación del dec. 49/2014, el cual incorpora una serie de
modificaciones al “Listado de Enfermedades Profesionales”, tachado de
inconstitucionalidad en numerosas oportunidades.

Así, el dec. 49/14 incorpora las siguientes lesiones:

- HERNIAS INGUINALES DIRECTAS Y MIXTAS. HERNIAS


CURALES.

- VÁRICES PRIMITIVAS BILATERALES

- HERNIA DISCAL LUMBO-SACRA CON O SIN COMPROMISO


RADICULAR

11. RECLAMO DIFERENCIA DE PRESTACIONES POR


INCAPACIDAD LABORAL TEMPORARIA

Mi mandante sufrió el siniestro con fecha dd/mm/aa, con alta médica con
fecha dd/mm/aa.

En dicho lapso, correspondía liquidar las remuneraciones del actor,


conforme el art. 208 de la L.C.T., el cual dispone que la remuneración
“…se liquidará conforme a la que perciba en el momento de la
interrupción de los servicios, con más los aumentos que durante el período
289
de interrupción fueren acordados a los de su misma categoría por
aplicación de una norma legal, convención colectiva de trabajo o decisión
del empleador…”.

Esta situación no tuvo lugar.

La obligación contenida en el art. 208 de la L.C.T. se encuentra reforzada


por la letra del dec. ley 1694/09, al consignar que las prestaciones
dinerarias por ILT e ILPP no podrán ser inferiores a las que hubiere
percibido el trabajador de no haberse producido el siniestro. Es por ello
que, a los fines de la correcta aplicación de la norma transcripta
precedentemente, se deberán comprender todos los conceptos
remunerativos y no remunerativos como principales y accesorias, fijas y
variables, horas extras y adicionales, asistencia, presentismo,
bonificaciones y pagos en especie de toda índole.

Por el contrario, la ART demandada no cumplió con tal obligación.


Liquidó el sueldo de mi mandante de acuerdo a pautas propias, sin tener
presente la realidad laboral, el sueldo por recibo del actor, las sumas
adicionales, el presentismo, la antigüedad, nada. Configurando por la
demandada un verdadero abuso y enriquecimiento incausado,
perjudicando a mi poderdante.

Es por ello que se reclama la diferencia mensual de las prestaciones


dinerarias abonadas por la demandada, desde la fecha de inicio del
siniestro hasta el alta otorgada, adecuadas éstas al real sueldo de mi
mandante, el cual asciende a la suma de pesos veintidós mil ochocientos
sesenta y nueve ($22.869).

12. RECLAMO POR PRESTACIONES DINERARIAS POR


INCAPACIDAD PERMANENTE DEFINITIVA. PLANTEO DE
INCONSTITUCIONALIDAD DEL INGRESO BASE Y SU
CONGELAMIENTO POR EL TIEMPO. SOLICITA SE DECLARE LA
INCONSTITUCIONALIDAD DE PAGO EN RENTA

290
Conforme fuera el criterio sostenido por el Dr. Schick en “Las
prestaciones dinerarias de la Ley de Riesgos del Trabajo y el decreto
1694/2009 del Poder Ejecutivo Nacional” 2, el criterio del salario
estipulado en el art. 12 de la Ley de Riesgos del Trabajo no comprende
para calcular el ingreso base mensual a aquellas prestaciones que forman
parte del ingreso mensual del trabajador, pero que carecían en la ley de
carácter remuneratorio.

Esta situación resulta violatoria del orden público laboral, los principios
laborales que rigen la materia y la L.C.T. toda, por lo que corresponde que
este daño sea compuesto a través de una reparación extra que comprenda
la brecha al daño no contemplado en el sistema de L.R.T.

Así lo ha reiterado la jurisprudencia en forma pacífica, al sostener:

“El ingreso base al que hace referencia el art. 12 de la ley 24.557 es


claramente reprochable desde el punto de vista constitucional, cuando de
su cálculo resulta para el trabajador accidentado un importe inferior al que
normalmente le correspondería como contraprestación por su labor. El
fundamento jurídico de tal prestación es la situación de incapacidad en
que se halla el trabajador, en virtud de una circunstancia que el
ordenamiento jurídico le imputa al empleador (subrogado en sus
obligaciones por la ART). No tiene sentido que durante ese lapso el
trabajador se vea afectado por un déficit en su “ingreso de bolsillo”, que
tiene carácter alimentario, en virtud de una causa que no le es imputable,
y que la norma le asigna a la responsabilidad del empleador (en el caso, el
trabajador ve claramente afectada su remuneración mensual de $600, por
una prestación de $226,58, que no alcanza siquiera a la mitad del ingreso
mensual que tiene carácter alimentario) 3.

En el mismo sentido se manifestó la Cámara del Trabajo de la provincia


de Córdoba, sosteniendo:

“Resulta procedente la declaración de inconstitucionalidad del art. 14, 2


párrafo final, por resultar irrazonable, contrario al principio protectorio
constitucional de condiciones dignas y equitativas de labor (art. 14 bis,
Constitución Nacional), el derecho de propiedad del trabajador (art. 17,
291
Constitución Nacional) y el principio de no regresión normativa (art. 75,
inc. 23, Constitución Nacional) y de progresividad (art. 2.1. del PIDESC,
art. 75, inc. 22, Constitución Nacional)” 4.

Así se sostuvo en el plenario “Roldán” al decir: “En el cálculo del salario


diario mencionado en el art. 11 de la ley 9688, corresponde considerar las
remuneraciones percibidas a valor monetario constante” (“Roldan, Elio A.
c/Manufactura Algodonera ARG. S.A.”, 9/12/1981, LL, 1982-A-561; DT,
1982-180, fallo plenario nro. 231).

La inconstitucionalidad del régimen de cálculo del IBM debe ser depuesto


por uno más ecuánime, con apego al art. 208 de la L.C.T. y la
jurisprudencia vigente en los fallos “Roldán” (Plenario) y “Pérez c/Disco”
(CSJN).

Asimismo, se solicita la declaración de inconstitucionalidad de pago en


renta de la indemnización prevista por el dec. 1694/09 y el DNU 1278/00
en consonancia con la jurisprudencia pacífica de la CSJN en los casos
“Milone” y “Suárez Guimbard”.

En la misma línea, el Dr. Schik sostuvo: “…El sistema de pago en renta,


aun con los adicionales previstos por el dec. 1278/00, avasalla en forma
flagrante el libre albedrío de las víctimas de infortunios laborales, al no
cobrar el total indemnizatorio en un pago único. De tal manera, en el
momento de sus vidas que más lo necesitan, se ven impedidas de, por
ejemplo, procurar su sustento por medio de un pequeño o mediano
emprendimiento: prestar algún tipo de servicio organizado o, en general,
encarar alguna empresa con el dinero procedente de la indemnización que
signifique una reformulación profunda de su proyecto de vida, alterado
por las graves secuelas del accidente laboral. Haciéndose eco de los
fuertes cuestionamientos que había tenido desde los inicios de la vigencia
de la L.R.T. el sistema de pago mediante renta periódica, la Corte
Suprema, en los casos ‘Milone’, y ‘Suárez Guimbard’ determinó que tal
modalidad afectaba las garantías constitucionales de los damnificados,
admitiendo en consecuencia que las indemnizaciones fuesen pagadas
mediante pago único…” 5 .

292
Por su parte, la CSJN ha concluido en el fallo “Milone”: “…Que, desde
otra perspectiva, está fuera de toda duda que una discapacidad, sobre todo
de las comprendidas por el art. 14.2.b, repercutirá no sólo en la esfera
económica de la víctima, sino también en diversos aspectos de su
personalidad que hacen al ámbito doméstico, cultural y social, con la
consiguiente frustración del desarrollo pleno de la vida (Fallos: 315:2834,
2848, considerando 12, entre muchos otros). Un trance de tamaña
gravedad, por ende, llevará seguramente al trabajador y, en su caso, a la
familia de éste a una profunda reformulación de su proyecto de vida, para
lo cual la indemnización a la que tenga derecho se presentará como un
dato de importancia inocultable por mayúsculo. Es precisamente por ello
que el medio reparador, de ser inadecuado, puede añadir a la mentada
frustración una nueva, tal como sucede con el sistema originariamente
previsto por la L.R.T. En efecto, esta última reduce drásticamente el
universo de opciones que le permitirían al trabajador reformular dicho
proyecto. Por su carácter, el art. 14.2.b impide absolutamente las
alternativas realizables mediante una indemnización de pago único, aun
cuando fueran más favorables a la víctima, la que deberá contentarse con
escoger dentro del marco más que estrecho que le impone la renta. De tal
manera, y si bien cabe descartar que sea un fin querido por el legislador,
lo decisivo es que el ámbito de libertad constitucionalmente protegido en
el que se inserta el proyecto de vida es objeto de una injerencia
reglamentaria irrazonable al no encontrar sustento en ningún fin tutelar
legítimo... Que, por otra parte, el sistema de pura renta periódica regulado
por el original art. 14.2.b importa un tratamiento discriminatorio para los
damnificados víctimas de las incapacidades más severas (superiores al
20% e inferiores al 66%) en tanto a quienes sufren una minusvalía de
rango inferior les reconoce una indemnización de pago único (art. 14.2.a,
ley citada), distinción que no se compadece con la atención de las
necesidades impostergables de las víctimas más afectadas por la
incapacidad, desnaturalizándose por esa vía la finalidad protectoria de la
ley (Constitución Nacional, arts. 16 y 75, inc. 23)…” (CSJN, “Milone,
Juan Antonio c/Asociart S.A. Aseguradora de Riesgos del Trabajo
s/accidente ley 9688”, M. 3724, XXXVIII).

Es por ello que se solicita se declare la inconstitucionalidad del pago en


renta, procediendo con el pago en suma única, en concordancia con la
jurisprudencia pacífica.

293
13. SOLICITA DECLARACIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD
DEL ART. 6º, AP. 2º, L.R.T., POR “LISTADO CERRADO”.
INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS DECS. 658/96 Y 659/96

Que las afecciones que posee mi mandante responden a las consideradas


extrasistémicas, por lo que no se encuentran dentro de lo estipulado por
los decs. 658/96 y 659/96. Así, resulta una lesión completamente laboral,
por cuanto superó con éxito los exámenes preocupacionales para ingresar
a su trabajo, estando en óptimo estado de salud, sufriendo la afección
netamente en la faz de sus tareas, con causa y consecuencia en su trabajo
y esfuerzo laboral.

Debe interpretarse que la cobertura legal debe comprender a todo daño


sufrido por el trabajador durante el tiempo de prestación de los servicios,
por el hecho o en ocasión del trabajo, aun cuando la causa del daño no
tenga las características de “súbita y violenta”. Si, por el contrario, se
adoptara una interpretación literal de la norma, no habría más remedio que
declarar su inconstitucionalidad, por ser manifiestamente violatoria del
principio de igualdad ante la ley que consagra nuestra Carta Magna (art.
16). Corresponde aplicar en estos casos “el principio de la evidencia”,
mediante el cual se utilizan la lógica, la experiencia y el sentido común
como pautas integrativas de lo que se ha llamado la “sana crítica”. En
consecuencia, podemos decir que es una verdad conocida —aun a nivel
de lego— que el trabajador que realiza esfuerzos superiores a los normales
en forma habitual está expuesto y predispuesto a contraer patologías
herniarias. En tal caso corresponderá a la ART acreditar cabal y
fehacientemente que la causa de la hernia es extralaboral, para eximirse
de responsabilidad.

Por último, aun cuando exista alguna duda, el dilema debe ser resuelto
aplicando el aforismo in dubio pro operario (aún no eliminado de nuestro
derecho laboral). Con mayor razón cuando está en juego la tutela de la
integridad psicofísica del trabajador.

Por lo expuesto, encontrándonos en un sistema que pretende obturar toda


vía para el reclamo de una reparación integral de los daños derivados de
un infortunio laboral, cualquier duda en la interpretación de sus normas
en general, y en particular las que se refieren al resarcimiento de los
294
perjuicios, debe ser resuelta a favor de la víctima. Así lo manda nuestro
proyecto social constitucional (art. 14 bis), los principios generales del
derecho del trabajo (L.C.T., art. 9º) y el sentido común (Ramírez, Luis
Enrique, “Hernia abdominal: ¿accidente del trabajo o enfermedad
inculpable?”).

En la misma línea, la SCJN en autos “BCA c/Dupont Argentina S.A.


s/daños y perjuicios” resolvió declarar la inconstitucionalidad del art. 6.2
de la L.R.T.

14. RECLAMO INCAPACIDAD PARCIAL PERMANENTE Y


DEFINITIVA

A causa del accidente, reclamo la indemnización por la incapacidad


parcial, permanente y definitiva que padece mi mandante. Atento el grado
de incapacidad expuesto precedentemente (42%), y el IBM de la actora,
que asciende a la suma de pesos veintidós mil ochocientos sesenta y nueve
($22.869.-); se debe calcular el monto resultante de acuerdo a lo siguiente:
(dec. ley 1694/09, ley 26.773 y resol. conjunta MTESS SSS 22/14 y
06/15):

53 x 22.869 x 42% x (65/21) = $ 1.575.674,10.-

Corresponde actualizar la suma por aplicación de los arts. 8º y 17, ley


26.773, de acuerdo al índice RIPTE, que el MTySS ha fijado a la fecha en
coeficiente 2.423. 6

Solicito se aplique al cálculo de condena el índice RIPTE conforme arts.


8º y 17.6 de la ley 26.773

En consecuencia, el presente rubro comprende un monto total de pesos un


millón quinientos setenta y cinco mil seiscientos setenta y cuatro con
10/100 ctvs.

295
15. LIQUIDACIÓN

Se reclama la siguiente, según pautas de L.R.T., dec. ley 1694/09, ley


26.773, doctrina y jurisprudencia vigente:

Incapacidad Permanente Definitiva $ 1.575.674,10.


TOTAL $ 1.575.674,10.-

Esta parte deja constancia de que no renuncia a mayor cantidad que


pudiera resultar de la prueba a rendirse o del prudente arbitrio judicial, o
lo que en más o en menos resulte de las probanzas de autos y determine el
prudente arbitrio de VS., toda vez que la pretensión surge de los elementos
actuales proporcionados por el mandante.

16. DERECHO

Fundo la acción y mi derecho en lo dispuesto por el dec. ley 1694/09,


DNU 1278/00, resol. 22/14 y 06/15 del MTySS más sus actualizaciones
futuras, dec. 49/14, Ley de Riesgos del Trabajo; Ley de Contrato de
Trabajo, ley 26.773, índice RIPTE, CCyC, lo dispuesto por los arts. 14
bis, 16, 17 y 18 de la Constitución Nacional; Tratados Internacionales
incorporados con jerarquía constitucional por el art. 75, inc. 22, C.N.;
Convenios OIT aplicables, doctrina y jurisprudencia aplicable al caso.

17. CASO FEDERAL

Las consideraciones desarrolladas demuestran que el hipotético e


improbable rechazo de la demanda solo podría disponerse desconociendo
la letra misma de las normas legales vigentes y los principios generales de
derecho que gobiernan la materia. Como resultado de esas transgresiones,
se termina agravando indebidamente al patrimonio de mi parte con
obligaciones superiores a las legalmente exigibles, resultando que se
violarían disposiciones constitucionales que hacen a la separación de los
poderes, a la libertad de trabajar, al derecho de propiedad y al principio de

296
que nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda (art. 1º, 14, 17, 19,
y conc., C.N.)

Dejo entonces planteado el caso federal del art. 14 de la ley 48.

18. SOLICITO INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY 24.432 Y


ART. 730 DEL CCyC

La ley 24.432 y el art. 730 CCyC fijan un tope máximo a la


responsabilidad por las costas judiciales que debe soportar el obligado al
pago en sus arts. 1º y 8º, los cuales atentan contra derechos individuales
garantizados por la Constitución Nacional en sus arts. 1º, 4º, 5º, 14, 14 bis,
16, 17, 18, 19, 31, 33, 75, inc. 2º, 22, 121 y 125.

La jurisprudencia es pacífica en el sentido solicitado: “…estas


disposiciones legales son inconstitucionales, pues se apartan de todo
principio de razón, consagran una inequidad y vulneran expresas garantías
constitucionales, ya que no resulta admisible que alguien que realizó un
trabajo profesional y que tiene un crédito a su favor reconocido por una
sentencia firme, pasada en autoridad de cosa juzgada, no pueda ejecutar
al deudor para obtener el pago íntegro de su acreencia” (SD nº 82.573,
24/8/2001,“Gonzalves Romao, José c/Mastellone Hermanos S.A.
s/accidente ley 9688”).

“El art. 505, Cód. Civ., reproducido en el art. 730, Cód. Civ. y Com., y los
arts. 1º y 8º, ley 24.432, en cuanto limitan la responsabilidad por costas,
no pasan un examen de constitucionalidad ni de convencionalidad, pues
es repugnante a la Constitución y al derecho a una indemnización
adecuada (art. 1740, Cód. Civ. y Com.) reducir la reparación alimentaria
solo para beneficio patrimonial del contumaz deudor (del voto del Dr.
Liberman). El art. 505, Cód. Civil —reproducido en términos casi
idénticos en el art. 730, CCyC— es inconstitucional, pues, si bien tiene
por finalidad limitar el costo de litigiosidad y reducir el monto de los
honorarios profesionales, avanza sobre materias como las costas
judiciales, cuya regulación es privativa de las provincias” (CNTrab., Sala
L, 25/11/2015, “Driz, Víctor Matías c/Aconcagua Transportes S.R.L.
s/daños y perjuicios -acc. trán. c/les. o muerte”).
297
Por lo que solicito, desde ya, su declaración de inconstitucionalidad.

19. AUTORIZO

Se autoriza al Dr. Pedro Pérez (Tº Fº) a presentar, retirar, diligenciar


cédulas, escritos, mandamientos y todo trámite para una mejor
prosecución de estos autos.

20. CUMPLO ACORDADA

Dando cumplimiento a los términos de la acordada 1665/78 de la Excma.


Cámara de Apelaciones del Trabajo, declaro bajo juramento que la
presente acción no registra radicación anterior.

21. ACREDITO PROCEDIMIENTO CONCILIATORIO

Conforme el acta de cierre de procedimiento queacredito haber cumplido


con el procedimiento previsto por la ley 24.635.

22. ACOMPAÑA BONO DE ACTUACIÓN

Que conjuntamente con la presente, acompaño el bono de actuación


profesional correspondiente.

23. INTERESES

Solicito en materia de intereses se apliquen las actas CNTrab. nº 2600 y


nº 2601 del año 2014 y nº 2630 del año 2016 de la CNTrab. Asimismo, el
acta CNTrab. nº 2601 estipula: “Establecer que la tasa de interés aplicable
comience a regir desde que cada suma es debida respecto de las causas
298
que se encuentran sin sentencia y con relación a los créditos del
trabajador”. Por lo expuesto, solicito aplicación de la tasa de interés fijada
en las actas precedentes.

24. OFRECE PRUEBA

Se ofrece la siguiente:

A. INFORMATIVA:

Se libren oficios a los siguientes:

1. A “HOSPITAL ZONAL GENERAL DE AGUDOS XXXXXXXX” y


al “HOSPITAL DE ALTA COMPLEJIDAD “XXXXXXX” a fin de que
remitan la historia clínica de la actora y los estudios médicos realizados.

2. A la UNIDAD FISCAL nº XXXX, del Departamento Judicial de


XXXXX, a fin de que acompañe en autos la causa LESIONES
CULPOSAS correspondiente al siniestro de autos.

3. A la COMISARÍA DE XXXXX, a fin de que acompañe en autos la


causa/sumario LESIONES CULPOSAS correspondiente al siniestro de
autos.

4. A TRABAJO S.A., a fin de que informe sobre la veracidad de los


recibos que se acompañan y a su vez informe sobre las remuneraciones de
la actora los últimos 24 meses.

5. Al BANCO XXXXX, a fin de que informe y acompañe en autos


extracto de movimientos y saldos de los últimos 12 meses de la cuenta del
actor, cuenta nº XXXXXX, titular XXXXXXXXX.

299
B. CONFESIONAL:

Se cite a la demandada a absolver posiciones a tenor del siguiente pliego:

– Para que jure como cierto que la parte actora sufrió accidente laboral.

– Para que jure como cierto que nunca se le abonó suma alguna por el
siniestro.

– RESERVO EL DERECHO DE AMPLIAR.

Declaración jurada: se hace reserva de ejercer la facultad prevista por el


art. 415 CPCC.

C. PERICIAL CONTABLE: (en subsidio)

Solicito se designe perito contador de oficio para que, compulsando los


libros, papeles y registros laborales y comerciales de la demandada,
informe sobre los siguientes puntos:

1. Si los libros laborales de la accionada se ajustan a la normativa laboral


y comercial vigente y si presentan enmiendas o tachaduras de cualquier
especie.

2. Si la actora se encuentra inscripta en los libros laborales de la accionada;


fecha de ingreso del accionante; prestaciones asignadas a la actora;
prestaciones del CCT y escala salarial vigente.

3. Remuneraciones percibidas por la accionante desde la fecha del


accidente, por todo concepto y sin descuentos, determinando el mejor
sueldo normal y habitual; calculando el IBM del actor de los últimos doce

300
(12) meses anteriores a la fecha del siniestro; IBM de acuerdo al CCT y
escala salarial vigente.

4. Practicar liquidación actualizada al momento de efectuarse la pericia


por la totalidad de los rubros y montos reclamados en la demanda
exclusivamente, prestaciones médicas y dinerarias de L.R.T., dec.
1694/09 y ley 26.773.

5. Practicar liquidación actualizada al momento de efectuarse la pericia


por la totalidad de la incapacidad otorgada por el especialista médico
designado en autos, prestaciones médicas y dinerarias de L.R.T., dec.
1694/09 y ley 26.773.

SOLICITA CONSULTA POR SISTEMA INTERNO DEL JUZGADO A


AFIP: En virtud del “CONVENIO DE COOPERACIÓN E
INTERCAMBIO DE INFORMACIÓN”, celebrado entre la
Administración Federal de Ingresos Públicos y la Cámara de Apelaciones
del Trabajo, solicito se requiera por Secretaría desde el sitio web
www.afip.gov.ar la información sobre la totalidad de las remuneraciones
sujetas a aportes y contribuciones percibidas por el trabajador durante el
año anterior a la fecha del infortunio objeto del presente reclamo.

D. PERICIAL MÉDICA:

Solicito se designe perito médico a efectos de dictaminar los siguientes


puntos:

1. Determine el estado actual de salud de la parte actora.

2. Naturaleza y caracteres de las lesiones sufridas por la actora en el


accidente de autos.

3. Si las lesiones sufridas por la actora pudieron ser ocasionadas de la


forma en que se relata en la demanda.
301
4. Si la parte actora sufrió las siguientes lesiones, a saber:

5. CERVICALGIA. LATIGAZO CERVICAL. DORSALGIA.


FRACTURA DE PIERNA DERECHA CON DIECIOCHO PUNTOS DE
SUTURA. ESGUINCE DE MANO DERECHA. OMALGIA DERECHA
(30%).

6. Limitación funcional (5%).

7. Reacción vivencial anormal neurótica R.V.A.N. con manifestación


depresiva (Grado III 20%).

8. Factores de ponderación (27%).

9. Secuelas del accidente y capacidad actual laboral de la actora.

10. Origen de aquéllas. Si las lesiones sufridas por la actora guardan


relación etiológica o tienen nexo causal con el accidente de autos.

11. Señale específicamente el tiempo de inmovilización padecido por la


víctima.

12. Si durante dicha convalecencia el peritado pudo realizar sus


actividades habituales y someter las zonas lesionadas a algún tipo de
movilidad o esfuerzo.

13. Indique si la actora puede ser sometida a algún tipo de intervención


quirúrgica; en caso positivo, indique su costo y el tiempo de
rehabilitación.

302
14. Señale sobre la necesidad de sesiones de láser terapia y en su caso se
expida esta en forma solicitada para el tratamiento kinesiológico.

15. Señale si la lesión inferida afectó la marcha normal de la actora,


permanecer de pie, práctica de deportes, permanecer agarrado de
pasamanos. Si sufre de acufenos, mareos, dificultades de equilibrio
ambulatorio, etc.

16. Tratamientos médicos a seguir al respecto y costo de éstos, incluyendo


honorarios médicos y descripción del tratamiento médico seguido.

17. Especifique la limitación funcional derivada de la lesión; determine


anquilosis producto de la lesión. Como, asimismo, la pseudoartrosis e
inestabilidad articular.

18. Si la actora se encuentra en situación de alta médica y posibilidad de


retorno al trabajo.

19. Determine el porcentaje de incapacidad laboral producto del accidente


a consideración del experto, y porcentaje de incapacidad estipulado por el
Baremo Civil de reparación integral de las lesiones, sin limitarse a los
baremos de L.R.T.

20. Determine incremento porcentual por factores de ponderación, de


acuerdo a la imposibilidad de realización de tareas habituales, edad y
recalificación de la actora.

E. PERICIAL PSICOLÓGICA:

Solicito se designe perito psicológico a efectos de dictaminar los


siguientes puntos:

1. Determine el estado actual de salud de la parte actora.


303
2. Si la actora sufrió o sufre daños psicológicos, depresión, traumas, o
cualquier alteración mental como consecuencia del sufrimiento del
accidente laboral.

3. Origen de aquéllas.

4. Si el accidente y sus consecuencias han influido negativamente en el


estado de salud psíquica o psicológica de la actora.

5. Capacidad actual laboral.

6. Descripción del tratamiento médico a seguir en el futuro.

7. Si la actora se encuentra en situación de alta médica y posibilidad de


retorno al trabajo.

8. Si presenta trastornos de conducta o de otra naturaleza originados en el


evento.

9. Si ha padecido de síndrome post-conmocional y de qué magnitud.

10. Si el siniestro ha ocasionado en la parte actora alteraciones en su


capacidad de atención, motivación, memoria y concentración y, en su
caso, de qué magnitud.

11. Si los trastornos psíquicos detectados son susceptibles de tratamiento


psicoterapéutico; en su caso, tiempo de duración de tratamiento y costo
aproximado a valores actuales.

304
12. Si la actora requiere o necesita tratamiento psicológico, cantidad de
sesiones, costo de la sesión y duración de éstas.

13. Determine el porcentaje de incapacidad laboral a consideración del


experto, y porcentaje de incapacidad estipulado por el Baremo Civil de
reparación integral de las lesiones, sin limitarse a los baremos de L.R.T.

14. Determine incremento porcentual por factores de ponderación, de


acuerdo a la imposibilidad de realización de tareas habituales, edad y
recalificación de la parte actora.

15. Realice baterías de test que considere necesarias.

F. PERICIAL CALIGRÁFICA: (en subsidio)

Para el hipotético caso de que los demandados negaren la documental y/o


firma que se le atribuye, solicito se haga lugar a la prueba pericial
caligráfica y scopométrica, designándose perito en la forma de estilo, para
que practique informe sobre la autenticidad de las firmas y documentos
que se adjuntan.

G. DOCUMENTAL:

Se acompaña la siguiente:

1. Acta cierre procedimiento SECLO.

2. Poder.

3. Alta médica.

305
4. XXX certificados médicos y de atención clínica.

5. XXXX recibos de sueldo.

DOCUMENTAL EN PODER DE LA DEMANDADA: solicito se intime


a la demandada a acompañar en autos la historia clínica de la actora, la
denuncia de siniestro, copias de documentación que obran en los puntos
precedentes, ya que éstos se encuentran en su poder, bajo apercibimiento
de lo dispuesto por el art. 388 CPCCN.

H. TESTIMONIAL:

Se ofrecen los siguientes testigos:

1.

2.

3.

I. RESERVA DE AMPLIAR:

Reservo derecho de ampliar la prueba en el momento procesal oportuno.

25. PETITORIO

Por todo lo expuesto, de VS. solicito:

1. Se me tenga por presentado, por parte y por constituido el domicilio


legal indicado.

306
2. Se ordene correr traslado de la demanda bajo apercibimiento de ley.

3. Se declaren las inconstitucionalidades incoadas.

4. Se concedan las autorizaciones mencionadas supra.

5. Oportunamente se dicte sentencia haciendo lugar a la demanda en todas


sus partes, condenando a la demandada al pago de cada una de las sumas
reclamadas con más sus intereses, y costas desde la fecha de ocurrido
accidente y hasta el efectivo cobro por parte del actor.

Proveer de conformidad,
SERÁ JUSTICIA.

3. Jurisprudencia -

Corte Suprema de Justicia de la Nación. Accidentes in itinere.

“Corresponde dejar sin efecto la sentencia que rechazó la demanda por


accidente mortal, in itinere, de un agente policial de la provincia de
Córdoba, deducida con sustento en la Ley de Riesgos del Trabajo 24.557,
si obra admitida por ambas partes la aplicación, al ámbito del personal
policial de la provincia, de dicha norma, por lo cual la patronal asumió la
responsabilidad por la omisión de contratar una cobertura con una
aseguradora de riesgos del trabajo o de autoasegurarse, y debe cumplir
con las obligaciones que la ley pone a cargo de las compañías de seguro
(arts. 2,1.a, 6.1, 28.1 y 30, L.R.T.) y teniendo en cuenta que de las
constancias del expediente se comprueba que se le habría dado curso a la
denuncia del accidente laboral pero sin que existan evidencias de su
rechazo, y tal falencia no puede ser oponible a los reclamantes, a esa fecha,
huérfanos recientes y menores de edad. Del dictamen de la Procuración
General al que la Corte remite” (Lorenzetti, Highton, Fayt, Maqueda,

307
21/4/2015, “Vergara, Carlos Martín y otros c/Superior Gobierno de la
Provincia de Córdoba s/ordinario”).

Corte Suprema de Justicia de la Nación. Accidentes in itinere.

“La Cámara rechazó la demanda por aplicación de la Ley de Riesgos del


Trabajo sin advertir que la acción se fundó en el derecho civil. En virtud
de esa falsa premisa, resolvió que debía aplicarse el sistema de numerus
clausus en cuanto a las enfermedades resarcibles, en el que no estaba
contemplada la situación del actor. Para la procedencia de la acción de
derecho común, debe probarse la existencia de los presupuestos de la
responsabilidad civil. Por lo tanto, si se demuestra que una enfermedad
está vinculada causalmente a un hecho antijurídico, la acción procede con
independencia del listado que prevea la Ley de Riesgos del Trabajo, que
obedece a un régimen especial, diferente del derecho común” (Mayoría:
Lorenzetti, Highton de Nolasco, Maqueda y Zaffaroni, CSJN, 18/12/2007,
“Silva, Facundo c/Unilever Argentina S.A.”, S.1789 XL).

Corte Suprema de Justicia de la Nación. Accidentes in itinere.

“El art. 39, inc. 5º, de la ley 24.557, de origen laboral, posibilita a la
aseguradora repetir del causante del daño la totalidad de las prestaciones
prescriptas en dicho texto legal, por el valor de las que hubiere abonado,
otorgado o contratado. En materia de competencia, resulta de clara
naturaleza civil la controversia sobre la responsabilidad extracontractual
derivada de un accidente de tránsito, cuyo conocimiento corresponde,
según lo ha establecido reiteradamente V.E. a la Justicia Nacional en lo
Civil” (CSJN, 29/8/2000, “Provincia Aseguradora de Riesgos de Trabajo
S.A. c/Duarte, Walter Manuel y otro s/accidente acción civil”). Voto
Mayoría: Moliné O’Connor, Belluscio, Petracchi, Boggiano, Bossert,
Vázquez. Abstención: Nazareno, Fayt, López.

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo. Accidentes in itinere.

“La circunstancia de que el accidente padecido por la trabajadora ocurriera


a una hora temprana en relación con su entrada a prestar tareas (ocurrió a
308
las 6 de la mañana y la trabajadora debía tomar servicio a las 10) no puede
perjudicarla, pues ello evidencia una actitud previsora y su afán de cumplir
con su prestación de servicios con puntualidad y regularidad. Para más, en
el caso, debía trasladarse desde su domicilio en la ciudad de Lobos, pcia.
de Buenos Aires, lo que refuerza la decisión correcta de viajar en tal
horario y en el medio utilizado a fin de evitarse el uso de otros medios de
transporte que resultan más incómodos y menos eficaces cuando se trata
de llegar a horario” (Sala III, 20/7/2006, “Reinero, Silvia c/Mutualidad
Argentina de Hipoacúsicos s/accidente”).

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo. Accidentes in itinere.

“El art. 6º de la L.R.T. pone en cabeza del dependiente, a los fines de


excepcionar los casos en los que el trabajador altera su trayecto original,
declarar por escrito ante el empleador (dentro del plazo allí establecido)
que ‘...el in itinere se modifica por razones de estudio, concurrencia a otro
empleo o atención de familiar directo enfermo y no conviviente, debiendo
presentar el pertinente certificado a requerimiento del empleador...’, lo
cual trasluce la obligación de poner en conocimiento del dador de trabajo
cualquier modificación relacionada con el trayecto habitual utilizado para
arribar a su lugar de prestación de tareas o desde éste a su domicilio,
incluyendo dicha carga la de notificar cualquier modificación, aun cuando
fuere transitoria, del domicilio del dependiente” (González Rodríguez,
Sala II, 18/9/2003, “Brandell Ayala, Francisca c/Macchiavello
Construcciones S.R.L. y otro s/ indemnización por fallecimiento”).

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo. Accidentes in itinere.

“El amparo por un accidente in itinere es la máxima extensión posible de


responsabilidad del empleador por un accidente. Pero una acción civil,
como la planteada en el caso, resarcitoria de daños, que se fundara en un
accidente in itinere carecería de base normativa dentro del Cod. Civil para
imputar responsabilidad al empleador. No obstante, y por aplicación del
principio iura novit curia, el caso concreto debe enmarcarse dentro de la
Ley de Riesgos, sin que lo impida la circunstancia de que el actor no
hubiese realizado los trámites administrativos establecidos en la ley
24.557, ya que obviamente no podía seguir dos reclamos al mismo tiempo.
En el caso, se había planteado la inconstitucionalidad de diversos artículos
309
de la Ley de Riesgos y se entendió que el principio de defensa en juicio
de las partes se hallaba salvaguardado, pues se expidió sobre la
incapacidad del trabajo, un perito designado de oficio y se dio vista a la
aseguradora, quien efectuó las impugnaciones que consideró pertinentes”
(Vilela Pirroni, Sala 01, 22/2/2005, “Alancay, Marcos c/Pizzini S.A. s/
accidente”).

Cámara Federal de la Seguridad Social. Accidentes in itinere.

“La conducta a desplegar por el dependiente durante el trayecto que define


la ley como cubierto de contingencias perjudiciales que pudieren
sucederle ya no le pertenece a él modificarla, a riesgo de perder tal
cobertura protectoria en la medida en que su obrar se halle constreñido por
el deber de acatamiento, al cual lo sujeta el débito laboral que ha
comprometido (Disidencia del Dr. Fernández)” (Dorado Herrero
Fernández, Sala 2, 3/3/2011, “Vinisky, Martín Gerardo y otros
c/Consolidar ART S.A. y otro s/ley 24.557”).

Cámara Federal de la Seguridad Social. Accidentes in itinere.

“Los daños sufridos como consecuencia de un hecho doloso (robos,


asaltos, etc.) durante el trayecto a, o desde el, lugar de trabajo deben ser
encuadrados como accidente laboral, siempre y cuando el ataque no se
origine en cuestiones personales o familiares de la víctima, amén de que
sea una situación que no se encuentre encuadrada exactamente en la
definición legal (cfr. Ramírez, Luis Enrique, Riesgos del Trabajo. Manual
práctico. Ley 24.557, p. 49)” (Dorado Herrero Fernández, Sala 2,
23/2/2011, “Mamani Ramos, Juan Roberto c/Consolidar ART S.A. y otro
s/ley 24.557”).

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo. Accidentes in itinere.

“El actor falleció por causas naturales, no hay prueba alguna que lo
vincule en absoluto con la condición de trabajador ni tampoco con el viaje
que necesariamente debía realizar para concurrir a su trabajo. Ello excluye
la aplicación de la ley 24.557, que se refiere exclusivamente a accidentes
310
del trabajo, es decir, acontecimiento súbito y violento ocurrido por el
hecho o en ocasión del trabajo, o en el trayecto entre el domicilio del
trabajador y el lugar de trabajo, o enfermedades profesionales contraídas
con motivo de la prestación de servicios, o afecciones influidas
específicamente por las labores cumplidas. Por lo tanto, sufrir un paro
cardiorespiratorio ‘rumbo al trabajo’ no se encuentra dentro de las
prescripciones de la L.R.T.” (García Margalejo Arias Gibert, CNTrab.,
Sala V, “Martínez, Teodora c/La Holando Sudamericana Cía. de Seguros
S.A. s/ accidente ley especial”, Expte nº 12.349/2010, sent. def. nº 73.450
del 27/9/2011).

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala VI. Accidentes in


itinere.

“Las consecuencias de un accidente in itinere solamente son resarcibles


en el marco de las normas de la Ley de Riesgos del Trabajo y no
constituyen un supuesto de responsabilidad en el marco del derecho civil”
(“Ferreira, Fernando Daniel c/Liderar ART S.A. s/accidente acción
civil”).

Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala V. Accidente in


itinere.

“…las aseguradoras de riesgos del trabajo sólo responden con sustento en


el derecho civil en el supuesto de omisión de las obligaciones de control
a su cargo y, en el caso, no se vislumbra cómo la demandada podría haber
evitado el acaecimiento del siniestro que no puede atribuirse al riesgo o
vicio de una cosa de propiedad del empleador, ni al deficiente
cumplimiento de las normas sobre higiene y seguridad en el trabajo (conf.
CNTrab., Sala V, ‘Gualtieri, Silvia Olga c/Socorro Médico Privado S.A.
y otros’, sent. nº 71.967, 27/11/2009), ni tampoco —naturalmente—
puede atribuirse al riesgo o vicio de una cosa de propiedad de aquélla. En
síntesis, toda vez que el hecho dañoso se produjo en la vía pública antes
del inicio de la jornada laboral y cuando el actor se dirigía de su domicilio
al lugar de trabajo, no corresponde atribuirle responsabilidad en los
términos del derecho común a la aseguradora de riesgos del trabajo”
(CNTrab., Sala V, 17/2/2012, “Avellaneda, Roque Ariel c/Mapfre
Argentina ART S.A. s/accidente ley especial”).
311
4. Referencia normativa -

– Ley 24.557

– Dec. 1694/09

– Dec. ley 658 y dec. ley 659/96

– Dec. 1278/00

– Ley 24.432

Notas -

1 Los datos son ficticios, cualquier semejanza con la realidad es pura


coincidencia.
2 Schick, Horacio, DT, mayo de 2010, p. 1217.
3 CNTrab., S.V. S.D. 68.608 del 5/7/2006, “Lucero, Cristian Guillermo
c/Provincia ART S.A. y otro s/despido”, Expte. 990/02.
4 CTrab. Córdoba, Sala VII, 16/10/2008, “Flores, Martín Antonio
c/Consolidar ART S.A. s/ordinario”, Rubinzal online: RC J 3796/08.
5 Schick, H., Riesgos…, cit.
6 http://www.trabajo.gov.ar/ seguridadsocial/indices.asp.

312
Capítulo V

Modelos prácticos. Demanda por accidente de trabajo con petición


de inconstitucionalidad de la Ley N° 27.348 y Decreto N° 298/2017.
Jurisprudencia temática. Referencia normativa

José Ramón Balmaceda


Gabriela Alejandra Casimiro
Leonardo Javier Cuesta

1. Modelo de demanda por accidente de trabajo solicitando


declaración de inconstitucionalidad de la ley 27.348 y del decreto
298/17 -

Conforme se desarrolló en toda la obra, los planteos de


inconstitucionalidad de la ley 27.348 y el dec. 298/17 no se hicieron
esperar.

En el presente capítulo, se desarrolla un modelo de demanda, solicitando


la declaración de inconstitucionalidad de las normas referidas, con
idéntico planteo del tránsito administrativo por las Comisiones Médicas.
Asimismo, se formula similar tratamiento respecto del art. 17 bis y la
exclusión de la actualización de las prestaciones conforme el índice
RIPTE, dado que la ley derogó los arts. 8º y 17.6 de la ley 26.773.

Analicemos el modelo.

2. Modelo -
313
Promueve demanda por accidente de trabajo. Formula
inconstitucionalidad de la ley 27.348 y el dec. 298/17. Formula reserva
del caso federal

Señor Juez:

Juan Pérez 1, abogado inscripto al Tº 1234 Fº 1234 CPACF, DNI nº


12.345.678, Monotributista, CUIT nº 20-12.345.678-9, constituyendo
domicilio legal en la Av. Corrientes nº 1234 de la CABA (Zona de
notificación nº 00 Tel. 0000.0000 Email: juanperez@juanperez.com) y
domicilio electrónico en el CUIT 2012.345.678-9, a VS. respetuosamente
me presento y digo:

1. PERSONERÍA

Que vengo en nombre y representación del Sr. Juan Pérez, con DNI nº
12.345.679, CUIL nº 20-12.345.679-8, argentino, divorciado, nacido el
30/4/1962, de 35 años de edad, de profesión empleado, con domicilio real
en la Av. Corrientes nº 1234, de la CABA, conforme lo justifico con el
poder judicial que adjunto y bajo juramento declaro que se encuentra
vigente en todas sus partes, al momento de presentación del libelo.

2. OBJETO

Que en tal carácter y siguiendo expresas instrucciones de mi mandante


vengo a entablar formal demanda por accidente de trabajo contra ART
S.A. (CUIT nº 30-12345678-9), con domicilio en la calle Aseguradora nº
0000 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en concepto de diferencia
de liquidación de prestaciones dinerarias por incapacidad laboral
temporaria, incapacidad laboral provisoria e incapacidad parcial
permanente y definitiva en los términos de las leyes 27.348 y 26.773, dec.
298/17, dec. ley 1694/09, DNU 1278/00 y Ley de Riesgos del Trabajo,
solicitando que se abone en un pago único previa declaración de
inconstitucionalidad del art. 15 de la L.R.T. y del art. 16 del dec. 1694/09,
314
solicitando desde ya se la condene al pago de las sumas que más adelante
se detallan en liquidación practicada adicionando los intereses
correspondientes, en la fecha de producción de cada uno de los perjuicios,
en base a las consideraciones de hecho y derecho que expongo infra.

3. HECHOS

La demandada es una empresa que realiza actividades en la órbita de


seguros de diversa índole, como seguros patrimoniales, riesgos del
trabajo, seguros de vida y retiro, etc. En esta especie, la demandada
prestaba seguro de accidentes laborales a la empleadora de la actora.

Mi mandante es empleado bajo relación subordinada de derecho del


trabajo y la seguridad social de la empresa “TRABAJO S.A.” (CUIT nº
33-00000000-0) con sede en la Av. Trabajo nº 1234, de CABA, con
categoría laboral “operario”, legajo nº 000, fecha de ingreso 1/10/2011,
horario de lunes a viernes de 06 a 18 hs., percibiendo una remuneración
normal y habitual de pesos diecisiete mil ($ 17.000.-). El convenio
aplicable resulta el CCT nº 000/70.

El actor siempre se comportó con lealtad y dando estricto cumplimiento


de las directivas laborales, conforme la buena fe y el buen desempeño del
contrato de trabajo.

4. EL ACCIDENTE

Con fecha dd/mm/aa, mi mandante se encontraba trabajando como a


diario, en el objetivo asignado por la patronal, en la obra en construcción
de un edificio sito en la calle XXXX nº XXX, CABA. En momentos en
que cargaba un paquete de hierros de aproximadamente 120 kg. de peso,
con compañeros de trabajo, resbala perdiendo estabilidad, cayéndose el
paquete de hierros en forma súbita y violenta sobre su rodilla izquierda,
presionando la misma contra el suelo.

315
Así, fue atendido al día siguiente en la guardia de la CLÍNICA FICTICIA
S.R.L., diagnosticando ROTURA DE LIGAMENTOS Y MENISCOS
INTERNO Y EXTERNO DE RODILLA IZQUIERDA,
MENISCECTOMÍA.

Notificada que fuera la demandada, procede a aceptar el siniestro del


actor, mediante el nº XXXXXX. Es por ello que derivan al actor a
intervención quirúrgica siendo operado con fecha dd/mm/aa.

Luego, se le asigna tratamiento kinesiológico con seguimiento en el


mismo tratamiento en la CLÍNICA FICTICIA S.R.L., con posterior
tratamiento kinesiológico por veinte sesiones.

Con fecha dd/mm/aa, pese a la disconformidad expresa del actor, se le


otorga alta médica. Asimismo, la accionada procedió a notificar que el
actor posee incapacidad a determinar, situación que jamás cumplió con la
determinación ni el procedimiento previsto por la L.R.T.

A la fecha, el defectuoso tratamiento de la ART no generó mejora alguna,


con dificultad de aprehensión, imposibilitado para las tareas diarias,
aprietos para dormir y molestias que afectaron su desempeño personal y
familiar. Asimismo, la ART demandada liquidó incorrectamente las
prestaciones dinerarias por Incapacidad Laboral Temporaria (ILT), por lo
que se viene a solicitar el cobro de las sumas por estos rubros con más sus
intereses.

De la misma forma, se reclama el pago de las prestaciones dinerarias por


Incapacidad Permanente Definitiva Total, solicitando desde ya se declare
la inconstitucionalidad del pago en renta.

En la actualidad, mi mandante se encuentra aún con dolores y molestias,


con analgésicos y ejercicios para la mejora de su afección, dado que en su
ART no se le brindó una correcta atención médica, sin medicación, sin
traslados ya que a cada esporádica citación de la accionada debe acercarse
por sus propios medios (léase colectivos o taxis que podrían provocar una

316
nueva lesión), con problemas para caminar normalmente, serios
inconvenientes para el desenvolvimiento laboral y personal.

5. INCAPACIDAD FÍSICA

El daño físico resulta independiente de los demás daños padecidos por la


parte actora, por lo que corresponde su indemnización separada e
independiente.

Así, la CSJN ha reiterado: “…Respecto de estas consecuencias dañosas,


esta Corte ha considerado que cuando la víctima resulta disminuida en sus
aptitudes físicas o psíquicas en forma permanente, esta incapacidad debe
ser objeto de reparación, al margen de lo que pueda corresponder por el
menoscabo de la actividad productiva y por el daño moral, pues la
integridad física tiene por sí misma un valor indemnizable y su lesión
comprende, a más de aquella actividad económica, diversos aspectos de
la personalidad que hacen al ámbito doméstico, cultural o social con la
consiguiente frustración del desarrollo pleno de la vida…” (CSJN,
“Mosca”, Fallos: 312:752, 2412; 315:2834; 316:2774; 318:1715;
320:1361; 321:1124; 322:1792, 2002 y 2658; 325:1156; 326:847).

A causa del accidente sufrido por mi poderdante, con especial atención a


la lesión sufrida, con detallado análisis de factores como la limitación del
movimiento, la calidad de la herida, pérdida de sensibilidad, la edad del
damnificado y las complicaciones que estos elementos acarrean en la
órbita del desempeño laboral y personal, se estima prudencialmente una
incapacidad total, permanente y definitiva de la actora en el 17,78% de la
total obrera, sujeta a las probanzas de autos y al criterio de VS., de acuerdo
al art. 6º de la L.R.T. y el dec. ley 659/96.

6. FACTORES DE PONDERACIÓN

También se deben evaluar los factores de ponderación que ameritan


recalificación, atento las serias dificultades que presenta mi mandante para
la realización de sus tareas habituales, su edad, el sostén único de su
familia, por lo que se deberá cuantificar éste en un veintisiete por ciento
317
(27%) del grado de incapacidad física y psicológica que padece el actor,
como estipula el dec. ley 659/96.

7. INCAPACIDAD LABORAL

Atento a lo expuesto, englobando los ítems, se reclama el grado de


incapacidad total, permanente y definitiva de 17,78% (14% de
incapacidad física + 3,78% de factores de ponderación es = 17,78% de la
TO.).

8. TRATAMIENTO PSICOTERAPÉUTICO

Que, en consonancia con el daño especificado en el punto precedente,


corresponde se otorgue a mi mandante el tratamiento adecuado a fin de
mitigar su lesión, a través de sesiones terapéuticas acompañadas y
dirigidas por profesional idóneo a tal efecto. El tratamiento a seguir y las
cantidades de sesiones mensuales y semanales serán determinados por
perito correspondiente, el cual especificará el tratamiento a seguir,
cantidad de sesiones, periodicidad y costo aproximado del tratamiento.

9. RESPONSABILIDAD DE LA ART POR PRESTACIONES

Así, la demandada procedió a aceptar el siniestro de mi mandante, brindar


escasas e insuficientes prestaciones, operaciones y tratamientos de rito.

Es a causa del accidente que mi mandante ingresa al servicio de la ART


demandada, aceptando el siniestro, lo que origina su responsabilidad por
L.R.T., por lo que debe responder en los términos de siniestralidad laboral.

10. FORMULA DECLARACIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD DE


LA LEY 27.348 Y DEL DEC. 298/17

318
Que vengo a solicitar la declaración de inconstitucionalidad de los arts. 1º,
2º, 3º, 10, 11, 14, 15, 16, 17, 20, 21 y 22 de la ley 27.348 y cctes. del dec.
298/17, en atención a los siguientes fundamentos.

Que la norma precedente, en forma violatoria de la Constitución Nacional,


impone el tránsito de una instancia administrativa previa, en forma
excluyente y obligatoria, por ante las Comisiones Médicas
jurisdiccionales. Así el art. 1º establece: “Dispónese que la actuación de
las comisiones médicas jurisdiccionales creadas por el art. 51 de la ley
24.241 y sus modificatorias constituirá la instancia administrativa previa,
de carácter obligatorio y excluyente de toda otra intervención, para que el
trabajador afectado, contando con el debido patrocinio letrado, solicite la
determinación del carácter profesional de su enfermedad o contingencia,
la determinación de su incapacidad y las correspondientes prestaciones
dinerarias previstas en la Ley de Riesgos del Trabajo”.

Ello constituye una clara regresión en la materia, a la luz de la más pacífica


jurisprudencia del fuero y de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

La CSJN ha respaldado jurisprudencialmente la inconstitucionalidad de


las Comisiones Médicas, como paso previo y excluyente, por vulnerar los
principios constitucionales del juez natural de la causa y el acceso
irrestricto a la justicia. El procedimiento previo y obligatorio por ante las
comisiones resulta manifiestamente contrario con la pacífica
jurisprudencia de la CSJN, en fallos como “Castillo”, “Obregón”,
“Venialgo” y “Marchetti”. En el caso “Venialgo”, la CSJN consideró
competente al fuero del trabajo en el reclamo de las prestaciones
dinerarias por infortunios laborales, al sostener:

“Por resultar aplicable la doctrina del precedente registrado en Fallos:


327:3610 (‘Castillo’), corresponde dejar sin efecto la sentencia de la
Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo que, al confirmar la
resolución que hizo lugar a la excepción opuesta por la aseguradora,
declaró la incompetencia del fuero para entender en la causa en la que se
reclama el pago de las prestaciones dinerarias que corresponden al actor
por una minusvalía derivada de un infortunio laboral. Consecuentemente,
corresponde declarar competente para conocer en las actuaciones a la
Justicia Nacional del Trabajo” 2.
319
Por su parte, en el caso “Obregón”, la CSJN ratifica su postura precedente,
sosteniendo que la habilitación de los estrados no puede quedar supeditada
al cumplimiento de una vía administrativa ante las Comisiones Médicas.
Al obstaculizar el procedimiento ante el SECLO, derivando el reclamo
administrativo por ante las Comisiones Médicas, desprende el reclamo
laboral de la órbita natural, para encasillarlo dentro de la faz federal, lo
que resulta violatorio de los arts. 14 y 14 bis de la Constitución Nacional,
impidiendo, a su vez, el inicio del reclamo judicial cuando no obra la
concurrencia administrativa por ante la SRT.

A su vez, el proceso previo por ante las Comisiones Médicas incurre en


una contraposición con el principio de irrenunciabilidad de los derechos
laborales, conforme sostuviera Fernández Madrid, porque “impide tanto
la renuncia anticipada de derechos como la renuncia de derechos ya
obtenidos, sea que provengan de la ley, del convenio colectivo de trabajo
o del contrato individual” 3.

La tercera parte del art. 1º de la ley 27.348 sostiene:

“Los trabajadores vinculados por relaciones laborales no registradas con


empleadores alcanzados por lo estatuido en el ap. 1º del art. 28 de la ley
24.557 no están obligados a cumplir con lo dispuesto en el presente
artículo y cuentan con la vía judicial expedita”.

El párrafo no sólo resulta violatorio del derecho a la igualdad acopiado


por nuestra Carta Magna, sino que contraría el orden público laboral y las
normas laborales que durante años se inclinaron por la equidad.

Así, veda el acceso a la justicia (conforme el procedimiento por ante las


Comisiones Médicas descripto supra) de todos aquellos trabajadores que
se encuentren registrados conforme a derecho. Sin embargo, por
decantación, otorga el libre acceso a aquellos que se desempeñen en el
sector informal, o comúnmente denominado “en negro”.

320
Ello resulta una clara regresión en materia de igualdad de derechos,
materia que se encuentra altamente en boga en la agenda social, a raíz de
los conflictos derivados de las desigualdades por género, clases sociales o
religión. La conquista de la igualdad de derechos ha ido avanzando desde
la Revolución Francesa, donde las conquistas sociales beneficiaron el
lugar de las minorías, tanto en el plano social como en el laboral. Ello ha
posibilitado la exégesis de la Declaración de los Derechos del Hombre y
del Ciudadano (1789), la Declaración Universal de los Derechos Humanos
(1948) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1976),
entre otros.

Las normas aludidas ya encontraron declaraciones de inconstitucionalidad


en autos: “Alcaraz, Florencia Soledad c/Federación Patronal Seguros S.A.
s/accidente ley especial” (Expte. 4520/2017), donde se sostuvo:

“Sin ningún tipo de dudas el art. 1º, DNU 54/2017, establece una
desigualdad peyorativa (semiológicamente en clave de exclusión),
respecto de trabajadores como la actora legalmente inscripta, en relación
a relaciones laborales no registradas (total o parcialmente, podrá adunar
el intérprete)… Declaro inconstitucional el art. 1º, DNU 54/2017, en
cuanto viola el principio de igualdad ante la ley contenido en el art. 16,
C.N.: “...Todos sus habitantes son iguales ante la ley...”, dado que
establece un trato diferencial inaceptable entre dos personas en igual
condición —trabajar y accidentarse o enfermarse— de acuerdo a una
condición ajena a su voluntad (estar o no registrada su relación laboral).
Esta desigualdad no permite que la actora no goce de una ‘acción judicial
expedita’... por lo tanto, aquí se la concede sin cortapisa alguna” 4.

En consonancia, se expresó el Juzgado Nacional de 1ra. Instancia del


Trabajo nº 41, in re: “Martínez, Nancy Mabel c/QBE Argentina ART S.A.
s/accidente ley especial” (Expte. 8361/2017). En idéntica inclinación, se
expresó la Excma. Cámara de Apelaciones de Gualeguaychú, Sala II
Laboral, con fecha 10 de febrero de 2017, en autos: “C. N. M. c/Asociart
ART S.A. s/accidente de trabajo” (Expte. 564/SL), donde expuso:

“…resulta evidente, porque el sentido común democrático más elemental


lo reclama, que el gobernante debe cumplir con su deber republicano de
motivar sus decisiones, explicando las razones que lo conducen a adoptar
321
tal o cual decisión (ver, entre muchos, CSJN, causa ‘Lema’, Fallos:
324:1860 (2001) y más reciente: ‘YPF S.A. (TF 27. 508-A) c/DGA’,
1/10/2013), y el DNU 54/2017 soslaya olímpicamente dicha exigencia. En
sus considerandos solo se expresa, en términos que distan enormemente
de evidenciar convencimiento respecto de la ‘necesidad y urgencia’ de su
dictado (se menciona un parecer y dos débiles hipótesis de posibles
perjuicio señaladas con verbos marcadamente potenciales), que ‘parece
evidente que esperar los tiempos habituales del trámite legislativo
pendiente ante la Honorable Cámara de Diputados de la Nación irrogaría
un importante retraso, que dificultaría actuar en tiempo oportuno y
obstaría al cumplimiento efectivo de los objetivos de la presente medida…
Este enunciado resulta, a mi humilde entender, un mero y vano intento de
cubrir ‘formalmente’ la exigencia constitucional mencionada, y lejos ha
estado el redactor de alcanzar dicho objetivo. Dicho de una vez y en prieta
síntesis: el PEN no indica cuáles son las ‘circunstancias excepcionales’
que le hacen imposible seguir los trámites ordinarios previstos por la
Constitución para la sanción de las leyes, y ello solo basta y sobra para
declarar la invalidez del DNU en cuestión… En síntesis, al no existir
circunstancias excepcionales que ameriten predicar la existencia de
‘necesidad y urgencia’, el dec. 54/2017 es inconstitucional porque viola el
art. 99.3 de la Carta Magna y así propongo se declare” 5.

Por su parte, con fecha 14 de marzo de 2017, el titular del Juzgado


Nacional del Trabajo nº 72, Dr. Raúl Horacio Ojeda, aceptó la
competencia del fuero laboral, declarando la inconstitucionalidad de las
Comisiones Médicas como procedimiento administrativo previo. Así,
sostuvo el magistrado:

“Soslayaré que el art. 1º del dec. 54/2017 establece la intervención


obligatoria y excluyente de las Comisiones Médicas y de la Comisión
Médica Central creadas por ley 24.241, ‘la determinación del carácter
profesional de su enfermedad o contingencia, la determinación de su
incapacidad y las correspondientes prestaciones dinerarias previstas en la
Ley de Riesgos del Trabajo’, por cuanto las disposiciones del dec. 717/96
(modificado por el dec. 1475/2015 que aún no fue implementado en sus
aspectos más importantes), reglamentario del procedimiento ante el
mencionado organismo, no brindan las garantías del debido proceso (art.
18, C.N.). Tengo presente que, al asignarle funciones jurisdiccionales a
las Comisiones Médicas, se está quitando a las víctimas la oportunidad de
acceder a la justicia. No pueden asignarse facultades jurisdiccionales a una
322
comisión cuyo poder de decisión recae exclusivamente en médicos. Así
fueron creadas por el art. 51 de la ley 24.241 y la inclusión de Secretarios
Técnicos Letrados (art. 12 del dec. 717/96, texto actualizado) no purga ese
vicio, hasta tanto no se dicte una norma que establezca que ese funcionario
tiene opinión vinculante, de la cual los médicos no puedan apartarse. Por
lo tanto, siendo que se encuentra en juego el derecho a peticionar a las
autoridades (art. 14, in fine, C.N.) y que corresponde a los Tribunales de
la Nación el conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre
puntos regidos por la Constitución y por las leyes de la Nación (art. 116,
in fine, C.N.) y que, como mencionara, la respuesta sistémica del dec.
7171/96 es insuficiente, daré prevalencia al dispositivo adjetivo genérico
citado en primer término para entender en las presentes actuaciones…
Finalmente, también tengo en cuenta que la instancia administrativa que
crea la norma mencionada no es un mero trámite conciliatorio, una suerte
de SECLO con pericia médica, lo que podría llegar a aceptarse si fuera
rápida y expeditiva. Según el art. 2º del DNU 54/2017, el acceso a la
justicia se cumpliría por la vía de un recurso, con las limitaciones que ello
implica; y no a través de una acción con todas las peticiones que la parte
afectada estime corresponder. En estos términos, hay otra violación al art.
18 de la Constitución Nacional, por cuanto se limitan los temas por los
cuales la víctima puede acudir a estos estrados” 6.

En el mismo mes de marzo, pero el día 16, en los autos “Lagraña, Romina
A. c/Prevención ART S.A. s/accidente ley especial” 7, el Juzgado
Nacional de Primera Instancia del Trabajo nº 50 resolvió en idéntica
forma, declarando la inconstitucionalidad del nuevo régimen.

Si bien la ley 27.348 dispone el agotamiento de la vía administrativa, para


el curso del reclamo por ante la justicia nacional, tal extremo resulta otro
obstáculo para la tutela efectiva de los derechos del trabajador. Así, el
profesor Dr. Juan Carlos Cassagne sostuvo respecto del agotamiento de la
vía que “constituye un requisito innecesario que alarga el trámite previo a
la demandabilidad del Estado, demorando consecuentemente los plazos
para que los ciudadanos puedan obtener tutela efectiva de sus derechos”
8. Siguiendo con el razonamiento, el art. 14 de la ley otorga autoridad de
cosa juzgada, con los alcances del art. 15 de la ley 20.744, a los acuerdos
y homologaciones que tengan lugar en ante el “Servicio de
Homologación” de las Comisiones Médicas jurisdiccionales.

323
Cabe poner de resalto que la facultad del Poder Judicial como garante de
la Constitución Nacional se encuentra sustentada por la misma norma en
los arts. 14, 14 bis y cctes. Ello alcanza sus resoluciones judiciales, como
a aquéllas de órganos administrativos dependientes del Estado. El alcance
(en el derecho laboral) de aquella potestad comprende a las violaciones
del orden público laboral (art. 12, L.C.T.) y la transgresión de los derechos
y deberes de las partes cuando éstas no contemplen una justa composición
de derechos e intereses (art. 15, L.C.T.).

Conforme se sostuvo en el fallo “Vivas”, la CNTrab. sostuvo que “…si de


los acuerdos suscriptos por las partes y homologados por el Ministerio de
Trabajo, surgen violaciones al orden público que implican renuncia de
derechos (art. 12 de la Ley de Contrato de Trabajo), tales actos, al no haber
una justa composición de los derechos e intereses de las partes (art. 15 de
la Ley de Contrato de Trabajo) pueden ser declarados inválidos por el juez
laboral competente” 9.

El acogimiento de “cosa juzgada”, a un dictamen emitido por un órgano


administrativo, con prescindencia del control judicial, resulta discordante
con la Constitución Nacional, otorgando funciones jurisdiccionales (que
le son exclusivas a los jueces) al personal designado por la SRT (médicos),
quebrantando así la independencia judicial y la seguridad jurídica.

Con atención a la actuación de los letrados, el art. 36 de la resol. 298/17


crea un órgano administrativo de patrocinio gratuito, dispone (además)
reglamentación sobre la desinsaculación de los profesionales, resuelve
sobre la habilitación y el ejercicio profesional, establece sobre la
constitución procesal del domicilio electrónico y avasalla la profesión del
abogado.

Todo, en tres artículos de escasos renglones.

No resulta inconstitucional, solamente, por transgredir los arts. 14, 14 bis,


17, 18 y 19 de la Constitución Nacional, sino que en palabras del CPACF:

324
“…se viola el mandato constitucional que protege el derecho de
propiedad, trabajo, libertad contractual, juez natural y acceso a la justicia
de los profesionales abogados que dedican SU empeño en defender los
derechos del trabajador; así como el derecho de acceso a la justicia de
aquellos que necesitan nuestro patrocinio para hacer oír sus reclamos, con
la palmaria denegación de justicia de la que son objeto tanto abogados
como también los trabajadores por ellos representados” 10.

Los extremos dispuestos por el art. 39 citado resultan impropios con la ley
21.839, la 5134, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires e, incluso, con
el dec. ley 8904/77, de la provincia de Buenos Aires. Claramente, la resol.
298/17 viene a modificar leyes vigentes y plenamente aplicables,
desconociendo las reglas de prelación normativa, el carácter alimentario
de los honorarios profesionales y mancillando la profesión del abogado.

Por último, los arts. 17 bis y 21 de la ley 27.348 importan un retroceso en


los avances jurisprudenciales obtenidos a lo largo de los años. La regla
dispone que la actualización por RIPTE sólo comprende a las
compensaciones de pago único (art. 11, ley 24.557) y a los pisos mínimos
que dispone el dec. 1694/09, derogando, asimismo, los arts. 8º y 17.6 de
la ley 26.773.

En contraposición, la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, por


su parte, ha venido sosteniendo oportunamente:

“…son pasibles de actualización no sólo aquellas prestaciones adicionales


de pago único y los pisos que mencionan la ley 24.557 y el dec. 1694/09,
sino también aquellas prestaciones como las previstas en el art. 14, inc. 2º,
ap. a) y b) o la prevista en el art. 15 de la ley 24.557, cuya enunciación a
modo de fórmula no excluye su carácter indemnizatorio” 11.

En la misma línea, la justicia sostuvo que medió por parte del Poder
Ejecutivo un exceso en las atribuciones, por cuanto un decreto
reglamentario modifica sustancialmente la ley. Así lo expresó en el fallo
“González c/MAPFRE”:

325
“El dec. 472/14 ha sido dictado en uso de las atribuciones que el art. 99,
inc. 2º, de la Constitución Nacional le otorga al Poder Ejecutivo Nacional.
Y en este marco, observo que existe un exceso reglamentario, pues de la
lectura de los textos legales surge una evidente modificación legislativa
del art. 17 de la ley 26.773 por el dec. 472/14: la pretensión de la norma
reglamentaria de que ‘solo’ las compensaciones adicionales de pago
único, incorporadas al art. 11 de la ley 24.557, sus modificatorias, y los
pisos mínimos establecidos en el dec. 1694/09 se deban incrementar
conforme la variación del índice RIPTE implica directamente la
modificación de la norma que se pretende reglamentar” 12.

Por lo expuesto, es que solicito se declaren las inconstitucionalidades


solicitadas oportunamente.

10.A. COMPETENCIA DEL FUERO. FALLO LÓPEZ.

Por su parte, el Dr. Ricardo Hierrezuelo, al momento de emitir postura en


los autos “Causa 40157/17 López, Miguel Armando c/Galeno ART S.A.
s/accidente Ley especial”, consideró competente la Justicia Nacional del
Trabajo, rechazando la excepción de incompetencia intentada por la
accionada, sosteniendo:

“Que, con respecto al planteo de inconstitucionalidad de los arts. 1º y 2º


de la ley 27.348, como hemos sostenido en otra oportunidad, uno de los
más acentuados reproches que se le pueden hacer a la L.R.T. es haber
reemplazado la competencia de los órganos jurisdiccionales judiciales,
para resolver las cuestiones suscitadas en materia de reparación de
infortunios laborales, por verdaderos tribunales administrativos investidos
de una función jurisdiccional, como son las comisiones médicas… Por
otra parte, y respecto a la competencia material, resulta a mi criterio
aplicable la doctrina de la CSJN en los autos ‘Castillo’, ‘Venialgo’,
‘Marchetti’ Y ‘Obregón’. En efecto en el precedente ‘Obregón, Francisco
Víctor c/Liberty ART S.A.’, la CSJN es categórica al señalar que si bien
en ‘Castillo’ no se habría pronunciado sobre la validez intrínseca del
varias veces mentado trámite, fue del todo explícito en cuanto a que la
habilitación de los estrados provinciales a que su aplicación dé lugar no
puede quedar condicionada o supeditada al previo cumplimiento de una
vía administrativa ante organismos de orden federal, como lo son las
326
comisiones médicas previstas en los arts. 21 y 22 de la L.R.T. De más está
decir, que con respecto a la Justicia Nacional del Trabajo a idénticas
conclusiones que en el precedente Castillo se arribó en las causas
‘Venialgo’ y ‘Marchetti’… En consecuencia, y de conformidad con lo
dispuesto precedentemente, considero que el art. 2º de la ley 27.348
cercena el derecho constitucional de acceso a la jurisdicción (acceso a la
justicia y debido proceso). Tampoco por las razones antes expuestas se
encontrarían cumplimentados los requisitos de independencia e
imparcialidad requeridos por la CSJN para justificar la existencia de una
etapa administrativa obligatoria… En consecuencia, y de conformidad
con lo dispuesto precedentemente, considero que el art. 2º de la ley 27.348
cercena el derecho constitucional de acceso a la jurisdicción (acceso a la
justicia y debido proceso, art. 18 C.N.).”

10.B. LEGITIMACIÓN PASIVA DE LA ASEGURADORA DE


RIESGOS DEL TRABAJO. DECLARACIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD DEL FUERO FEDERAL.
DECLARACIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS TOPES
INDEMNIZATORIOS. DECLARACIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ART. 16 DEL DEC. LEY 1694/09 Y
DNU 1278/00

Se peticiona la declaración de inconstitucionalidad del art. 46 de la ley


24.557 en cuanto establece la competencia federal para dirimir los
conflictos suscitados como consecuencia de las resoluciones que dicte la
Comisión Médica Central. No encuentro ninguna razón válida que permita
desplazar la jurisdicción que legalmente le corresponde para acceder a la
federal (de aplicación restrictiva), por aplicación del principio
constitucional de que nadie puede ser sacado de sus jueces naturales, en
este caso VS., por razones de jurisdicción geográfica y competencia en la
materia. “La facultad que otorga la Ley de Riesgos del Trabajo (Adla, LV-
E, 5865) en los arts. 21 y 22 a las Comisiones Médicas afecta el principio
del juez natural y de acceso a la justicia, ya que la interpretación,
aplicación y calificación de accidentes o enfermedades constituyen
cuestiones típicamente jurisdiccionales que no pueden estar acordadas a
organismos dependientes del Poder Ejecutivo Nacional (Trib. Trab. nº 2,
La Matanza, in re, 28/2/2002, ‘Calderón de Loiza, Norma I. c/Eternit
Argentina S.A. y otro’, LLBA, año 9, nº 6, julio de 2002, p. 821)”.

327
Así, nuestro más alto tribunal en la causa “Castillo” ha sostenido: “…4º)
Que, según lo esclareció esta Corte para octubre de 1917, y lo sostuvo de
manera constante, ‘las responsabilidades por accidente del trabajo a que
se refiere la ley 9688 y que nacen de hechos ocurridos en la ejecución o
cumplimiento de contratos entre patrones y empleados u obreros, son de
carác ter común’ (Fallos: 126:315, 324 y 325:328; asimismo: Fallos:
129:223; 151:315; 162:79; 184:390; 228:537; 239:239; 242:182; 245:174,
entre muchos otros), vale decir, resultan sancionadas por el Congreso con
arreglo a las previsiones del art. 67, inc. 11, de la Constitución Nacional
—actual art. 75, inc. 12— (Fallos: 248:781, 782, considerando 1º y sus
citas)…” (CSJN, “Castillo, Ángel Santos c/Cerámica Alberdi S.A.”. C.
2605. XXXVIII).

El art. 49, disposición adicional tercera, establece la modificación a la ley


24.028, reemplazándola por el siguiente párrafo: “El trabajador que sufra
un daño psicofísico por el hecho o en ocasión del trabajo durante el tiempo
que estuviese a disposición de su empleador, deberá, previo al inicio de
cualquier acción judicial, denunciarlo, a fin de iniciar el procedimiento
administrativo obligatorio de conciliación, ante la autoridad
administrativa del trabajo. Los jueces no darán traslado de las demandas
que no acrediten el cumplimiento de esta obligación”. La disposición es
visiblemente inconstitucional, violatoria y carente de sustento
constitucional, y expresamente solicito así se declare con carácter previo.

En el art. 19 de la ley 18.345, se sostiene que la competencia de la Justicia


Nacional de Trabajo, incluso la territorial, SERÁ IMPRORROGABLE.
El art. 20 de la ley referida dispone: “Serán de competencia de la Justicia
Nacional del trabajo... fundadas en los contratos de trabajo...”. Es decir,
entonces, que la administración de justicia en el orden laboral queda
reservada en forma exclusiva y excluyente a los tribunales de Trabajo
creados en jurisdicción nacional y sujetos a las normas que establezca la
misma jurisdicción nacional.

El art. 75 de la Constitución Nacional atribuye al Congreso Nacional una


serie de facultades y en su inc. 12 dispone: “dictar los Códigos Civil,
Comercial... en cuerpos unificados o separados, sin que tales Códigos
alteren las jurisdicciones locales, correspondiendo su aplicación a los
tribunales federales o provinciales, según que las cosas o las personas
cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones...”. En el caso, el art. 49
328
disposición adicional tercera conculca franca y decididamente ese
derecho, al imponer una jurisdicción (administrativa, en este caso) distinta
a la fijada por la ley 18.345, vedando así el acceso irrestricto a la Justicia
que determina nuestra Ley mayor. El art. 18 de la misma Constitución
Nacional determina: “Ningún habitante de la Nación... puede ser sacado
de los jueces designados por la ley antes del hecho...”, principio que
colisiona claramente con el referido art. 49 disp. adic. tercera en la medida
en que impone un procedimiento ajeno al establecido por ley 18.345.

Más aún: esta disposición “ordena” a “...los jueces no dar traslado de las
demandas que no acrediten el cumplimiento de esta obligación...”,
avasallando así la autonomía judicial en toda su extensión. El legislador
de la ley 24.557 no puede desconocer la competencia y si la desconoce,
como en este caso, esa norma cae fulminada por inconstitucional y así se
solicita.

Por último, se solicita la inconstitucionalidad de los topes establecidos


para la reparación de los siniestros laborales, puesto que el art. 16 del dec.
1694/09 constituye un verdadero “enriquecimiento sin causa” para las
aseguradoras de riesgos del trabajo y se encuentra revestido de
inconstitucionalidad manifiesta.

Así entendió la jurisprudencia que “…la misión judicial no se agota con


la remisión a la letra de la ley, toda vez que los jueces, en cuanto servidores
del Derecho y para la realización de la Justicia, no pueden prescindir en
modo alguno de la ratio legis y del espíritu de la norma. La hermenéutica
de la ley debe integrarse a su espíritu, a sus fines, al conjunto armónico
del ordenamiento jurídico, y a los principios fundamentales del derecho
en el grado y jerarquía en que éstos son valorados por el todo normativo,
cuando la inteligencia de un precepto, basada exclusivamente en la
literalidad de sus textos, conduzca a resultados concretos que no
armonicen con los principios axiológicos enunciados precedentemente, o
arribe a conclusiones reñidas con las circunstancias singulares del caso o
desemboque en consecuencias concretas notoriamente disvaliosas. La
jurisprudencia tiene dicho que aplicar la ley en modo alguno puede
devenir en una tarea mecánica, porque ello es incompatible con la
naturaleza misma del derecho y con la función específica de los
magistrados que les exige siempre conjugar los principios contenidos en
la ley con los elementos fácticos del caso, pues el consciente
329
desconocimiento de unos y otros no se compadece con la misión de
administrar justicia. Lo resuelto (esto es, aplicación analógica y por
criterio de equidad de los parámetros del dec. 1694/09 al caso que nos
ocupa) torna abstracto expedirme sobre la constitucionalidad del tope del
sistema ($180.000) al momento de los hechos…” (Juzgado Nacional del
Trabajo nº 66, “Pérez Hoyos, Irene Miriam c/ART Interacción
s/amparo”).

11. RECLAMO POR DIFERENCIA DE PRESTACIONES POR


INCAPACIDAD LABORAL TEMPORARIA

Mi mandante sufrió el siniestro con fecha dd/mm/aa, con alta médica con
fecha dd/mm/aa.

En dicho lapso, correspondía liquidar las remuneraciones del actor,


conforme el art. 208 de la L.C.T., el cual dispone que la remuneración
“…se liquidará conforme a la que perciba en el momento de la
interrupción de los servicios, con más los aumentos que durante el período
de interrupción fueren acordados a los de su misma categoría por
aplicación de una norma legal, convención colectiva de trabajo o decisión
del empleador…”.

Esta situación no tuvo lugar.

La obligación contenida en el art. 208 de la L.C.T. se encuentra reforzada


por la letra del dec. ley 1694/09, al consignar que las prestaciones
dinerarias por ILT e ILPP no podrán ser inferiores a las que hubiere
percibido el trabajador de no haberse producido el siniestro. Es por ello
que, a los fines de la correcta aplicación de la norma transcripta
precedentemente, se deberán comprender todos los conceptos
remunerativos y no remunerativos como principales y accesorias, fijas y
variables, horas extras y adicionales, asistencia, presentismo,
bonificaciones y pagos en especie de toda índole.

Por el contrario, la ART demandada no cumplió con tal obligación.


Liquidó el sueldo de mi mandante de acuerdo a pautas propias, sin tener
330
presente la realidad laboral, el sueldo por recibo del actor, las sumas
adicionales, el presentismo, la antigüedad, nada. Configurando por la
demandada un verdadero abuso y enriquecimiento incausado,
perjudicando a mi poderdante.

Es por ello que se reclama la diferencia mensual de las prestaciones


dinerarias abonadas por la demandada, desde la fecha de inicio del
siniestro hasta el alta otorgada, adecuadas éstas al real sueldo de mi
mandante, el cual asciende a la suma de pesos diecisiete mil ($ 17.000.-).

12. RECLAMO POR PRESTACIONES DINERARIAS POR


INCAPACIDAD PERMANENTE DEFINITIVA. PLANTEO DE
INCONSTITUCIONALIDAD DEL INGRESO BASE Y SU
CONGELAMIENTO POR EL TIEMPO. INCONSTITUCIONALIDAD
DE PAGO EN RENTA. SOLICITA PAGO ÚNICO

Conforme fuera el criterio sostenido por el Dr. Schick en “Las


prestaciones dinerarias de la Ley de Riesgos del Trabajo y el decreto
1694/2009 del Poder Ejecutivo Nacional” 13, el criterio del salario
estipulado en el art. 12 de la Ley de Riesgos del Trabajo no comprende
para calcular el ingreso base mensual a aquellas prestaciones que forman
parte del ingreso mensual del trabajador, pero que carecían en la ley de
carácter remuneratorio.

Esta situación resulta violatoria del orden público laboral, los principios
laborales que rigen la materia y la L.C.T. toda, por lo que corresponde que
este daño sea compuesto a través de una reparación extra que comprenda
la brecha al daño no contemplado en el sistema de L.R.T.

Así lo ha reiterado la jurisprudencia en forma pacífica, al sostener:

“El ingreso base al que hace referencia el art. 12 de la ley 24.557 es


claramente reprochable desde el punto de vista constitucional, cuando de
su cálculo resulta para el trabajador accidentado un importe inferior al que
normalmente le correspondería como contraprestación por su labor. El
fundamento jurídico de tal prestación es la situación de incapacidad en
331
que se halla el trabajador, en virtud de una circunstancia que el
ordenamiento jurídico le imputa al empleador (subrogado en sus
obligaciones por la ART). No tiene sentido que durante ese lapso el
trabajador se vea afectado por un déficit en su ‘ingreso de bolsillo’, que
tiene carácter alimentario, en virtud de una causa que no le es imputable,
y que la norma le asigna a la responsabilidad del empleador (en el caso, el
trabajador ve claramente afectada su remuneración mensual de $600, por
una prestación de $226,58, que no alcanza siquiera a la mitad del ingreso
mensual que tiene carácter alimentario) 14.

En el mismo sentido se manifestó la Cámara del Trabajo de la provincia


de Córdoba, al sostener:

“Resulta procedente la declaración de inconstitucionalidad del art. 14,


segundo párrafo final, por resultar irrazonable, contrario al principio
protectorio constitucional de condiciones dignas y equitativas de labor
(art. 14 bis, Constitución Nacional), el derecho de propiedad del
trabajador (art. 17, Constitución Nacional) y el principio de no regresión
normativa (art. 75, inc. 23, Constitución Nacional) y de progresividad (art.
2.1. del PIDESC, art. 75, inc. 22, Constitución Nacional)” 15.

Así se sostuvo en el plenario “Roldán”, al decir: “En el cálculo del salario


diario mencionado en el art. 11 de la ley 9688, corresponde considerar las
remuneraciones percibidas a valor monetario constante” (Fallo plenario
nro. 231, 9/12/1981, “Roldan, Elio A. c/ Manufactura Algodonera ARG.
S.A.”, LL, 1982-A-561; DT, 1982180).

La inconstitucionalidad del régimen de cálculo del IBM debe ser depuesto


por uno más ecuánime, con apego al art. 208 de la L.C.T. y la
jurisprudencia vigente en los fallos “Roldán” (Plenario) y “Pérez c/Disco”
(CSJN).

Asimismo, se solicita la declaración de inconstitucionalidad de pago en


renta de la indemnización prevista por el dec. 1694/09 y el DNU 1278/00
en consonancia con la jurisprudencia pacífica de la CSJN en los casos
“Milone” y “Suárez Guimbard”.

332
En la misma línea, el Dr. Schik sostuvo: “…El sistema de pago en renta,
aun con los adicionales previstos por el dec. 1278/00, avasalla en forma
flagrante el libre albedrío de las víctimas de infortunios laborales, al no
cobrar el total indemnizatorio en un pago único. De tal manera, en el
momento de sus vidas que más lo necesitan, se ven impedidas de, por
ejemplo, procurar su sustento por medio de un pequeño o mediano
emprendimiento: prestar algún tipo de servicio organizado o, en general,
encarar alguna empresa con el dinero procedente de la indemnización que
signifique una reformulación profunda de su proyecto de vida, alterado
por las graves secuelas del accidente laboral. Haciéndose eco de los
fuertes cuestionamientos que había tenido desde los inicios de la vigencia
de la L.R.T. el sistema de pago mediante renta periódica, la Corte
Suprema, en los casos ‘Milone’, y ‘Suárez Guimbard’ determinó que tal
modalidad afectaba las garantías constitucionales de los damnificados,
admitiendo en consecuencia que las indemnizaciones fuesen pagadas
mediante pago único…” 16.

Por su parte, la CSJN ha concluido en el fallo “Milone”: “…Que, desde


otra perspectiva, está fuera de toda duda que una discapacidad, sobre todo
de las comprendidas por el art. 14.2.b, repercutirá no sólo en la esfera
económica de la víctima, sino también en diversos aspectos de su
personalidad que hacen al ámbito doméstico, cultural y social, con la
consiguiente frustración del desarrollo pleno de la vida (Fallos: 315:2834,
2848, considerando 12, entre muchos otros). Un trance de tamaña
gravedad, por ende, llevará seguramente al trabajador y, en su caso, a la
familia de éste a una profunda reformulación de su proyecto de vida, para
lo cual la indemnización a la que tenga derecho se presentará como un
dato de importancia inocultable por mayúsculo. Es precisamente por ello
que el medio reparador, de ser inadecuado, puede añadir a la mentada
frustración una nueva, tal como sucede con el sistema originariamente
previsto por la L.R.T. En efecto, esta última reduce drásticamente el
universo de opciones que le permitirían al trabajador reformular dicho
proyecto. Por su carácter, el art. 14.2.b impide absolutamente las
alternativas realizables mediante una indemnización de pago único, aun
cuando fueran más favorables a la víctima, la que deberá contentarse con
escoger dentro del marco más que estrecho que le impone la renta. De tal
manera, y si bien cabe descartar que sea un fin querido por el legislador,
lo decisivo es que el ámbito de libertad constitucionalmente protegido en
el que se inserta el proyecto de vida es objeto de una injerencia
333
reglamentaria irrazonable al no encontrar sustento en ningún fin tutelar
legítimo... Que, por otra parte, el sistema de pura renta periódica regulado
por el original art. 14.2.b importa un tratamiento discriminatorio para los
damnificados víctimas de las incapacidades más severas (superiores al
20% e inferiores al 66%) en tanto a quienes sufren una minusvalía de
rango inferior les reconoce una indemnización de pago único (art. 14.2.a,
ley citada), distinción que no se compadece con la atención de las
necesidades impostergables de las víctimas más afectadas por la
incapacidad, desnaturalizándose por esa vía la finalidad protectoria de la
ley (Constitución Nacional, arts. 16 y 75, inc. 23)…” (CSJN, “Milone,
Juan Antonio c/Asociart S.A. Aseguradora de Riesgos del Trabajo
s/accidente ley 9688, M. 3724, XXXVIII”).

Es por ello que se solicita se declare la inconstitucionalidad del pago en


renta, procediendo con el pago en suma única, en concordancia con la
jurisprudencia pacífica.

12.A. SOLICITA DECLARACIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD


DEL ART. 6º, APART. 2º, L.R.T., POR “LISTADO CERRADO”.
INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS DECS. 658/96 Y 659/96

Que las afecciones que posee mi mandante responden a las consideradas


extra-sistémicas, por lo que no se encuentran dentro de lo estipulado por
los decs. 658/96 y 659/96. Así, resulta una lesión completamente laboral,
por cuanto superó con éxito los exámenes preocupacionales para ingresar
a su trabajo, estando en óptimo estado de salud, sufriendo la afección
netamente en la faz de sus tareas, con causa y consecuencia en su trabajo
y esfuerzo laboral.

Debe interpretarse que la cobertura legal debe comprender a todo daño


sufrido por el trabajador durante el tiempo de prestación de los servicios,
por el hecho o en ocasión del trabajo, aun cuando la causa no tenga las
características de “súbita y violenta”. Si, por el contrario, se adoptara una
interpretación literal de la norma, no habría más remedio que declarar su
inconstitucionalidad, por ser manifiestamente violatoria del principio de
igualdad ante la ley que consagra nuestra Carta Magna (art. 16).
Corresponde aplicar en estos casos “el principio de la evidencia”,
mediante el cual se utilizan la lógica, la experiencia y el sentido común
334
como pautas integrativas de lo que se ha llamado la “sana crítica”. En
consecuencia, podemos decir que es una verdad conocida —aún a nivel
de lego— que el trabajador que realiza esfuerzos superiores a los normales
en forma habitual está expuesto y predispuesto a contraer patologías
herniarias. En tal caso corresponderá a la ART acreditar cabal y
fehacientemente que la causa de la hernia es extra-laboral para eximirse
de responsabilidad.

Por último, aun cuando exista alguna duda, el dilema debe ser resuelto
aplicando el aforismo in dubio pro operario (aún no eliminado de nuestro
derecho laboral). Con mayor razón cuando está en juego la tutela de la
integridad psicofísica del trabajador.

Por lo expuesto, encontrándonos en un sistema que pretende obturar toda


vía para el reclamo de una reparación integral de los daños derivados de
un infortunio laboral, cualquier duda en la interpretación de sus normas
en general, y en particular las que se refieren al resarcimiento de los
perjuicios, debe ser resuelta a favor de la víctima. Así lo manda nuestro
proyecto social constitucional (art. 14 bis), los principios generales del
derecho del trabajo (L.C.T., art. 9º) y el sentido común (Ramírez, Luis
Enrique, “Hernia abdominal: ¿accidente del trabajo o enfermedad
inculpable?”).

En la misma línea, la SCJN en autos “BCA c/Dupont Argentina S.A.


s/daños y perjuicios” resolvió declarar la inconstitucionalidad del art. 6.2
de la L.R.T.

13. RECLAMO POR INCAPACIDAD PARCIAL, PERMANENTE Y


DEFINITIVA

A causa del accidente, se reclama la indemnización por la incapacidad


parcial, permanente y definitiva que padece mi mandante, que ha
producido un menoscabo y disminución.

Atento el grado de incapacidad expuesto precedentemente (17,78%), y el


VMIB de la actora que asciende a la suma de pesos diecisiete mil
335
($17.000.-); se debe calcular el monto resultante de acuerdo a lo siguiente:
(DNU 1278/00, art. 6º, inc. 2º, a) y dec. ley 1694/09).

53 x 17.000 x 17,78% x (65/35) = $ 297.510,20.-

En consecuencia, el presente rubro comprende un monto total de pesos


doscientos noventa y siete mil quinientos diez con 20/100 ctvs.

14. LIQUIDACIÓN

Se reclama la siguiente, según pautas de L.R.T., DNU 1278/00, dec. ley


1694/09, doctrina y jurisprudencia vigente:

Incapacidad Permanente Total y Definitiva $ 297.510,20.


TOTAL $ 297.510,20.-

Esta parte deja constancia de que no renuncia a mayor cantidad que


pudiera resultar de la prueba a rendirse o del prudente arbitrio judicial, o
lo que en más o en menos resulte de las probanzas de autos y determine el
prudente arbitrio de VS., toda vez que la pretensión surge de los elementos
actuales proporcionados por el mandante.

15. DERECHO

Fundo la acción y mi derecho en lo dispuesto por el dec. 659/96; dec.


170/96; dec. 1694/09, dec. 298/17, ley 24.557, ley 26.773, ley 27.348,
DNU 1278/00, resol. 43/97 de la SRT, en los arts. 75, 76 y cctes. de la
L.C.T.; Ley de Riesgos del Trabajo; Ley de Contrato de Trabajo, lo
dispuesto por los arts. 14 bis, 16, 17 y 18 de la Constitución Nacional;
Tratados Internacionales incorporados con jerarquía constitucional por el
art. 75, inc. 22, C.N.; convenios OIT aplicables, doctrina y jurisprudencia
aplicable al caso.

336
16. CASO FEDERAL

Las consideraciones desarrolladas demuestran que el hipotético e


improbable rechazo de la demanda solo podría disponerse desconociendo
la letra misma de las normas legales vigentes y los principios generales de
derecho que gobiernan la materia. Como resultado de esas transgresiones,
se terminan agravando indebidamente al patrimonio de mi parte con
obligaciones superiores a las legalmente exigibles, resultando que se
violarían disposiciones constitucionales que hacen a la separación de los
poderes, a la libertad de trabajar, al derecho de propiedad y al principio de
que nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda (arts. 1º, 14, 17,
19, y conc., C.N.)

Dejo entonces planteado el caso federal del art. 14 de la ley 48.

17. SOLICITO INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY 24.432 Y


ART. 730 DEL CCyC

La ley 24.432 y el art. 730 CCyC fijan un tope máximo a la


responsabilidad por las costas judiciales que debe soportar el obligado al
pago en sus arts. 1º y 8º, los cuales atentan contra derechos individuales
garantizados por la Constitución Nacional en sus arts. 1º, 4º, 5º, 14, 14 bis,
16, 17, 18, 19, 31, 33, 75, incs. 2º, 22º, 121 y 125. La jurisprudencia es
pacífica en el sentido solicitado:

“…estas disposiciones legales son inconstitucionales, pues se apartan de


todo principio de razón, consagran una inequidad y vulneran expresas
garantías constitucionales, ya que no resulta admisible que alguien que
realizó un trabajo profesional y que tiene un crédito a su favor reconocido
por una sentencia firme, pasada en autoridad de cosa juzgada, no pueda
ejecutar al deudor para obtener el pago íntegro de su acreencia” (SD nº
82.573, 24/8/2001, “Gonzalves Romao, José c/Mastellone Hermanos S.A.
s/accidente ley 9688”).

“El art. 505, Cód. Civ., reproducido en el art. 730, CCyC, y los arts. 1º y
8º, ley 24.432, en cuanto limitan la responsabilidad por costas, no pasan
337
un examen de constitucionalidad ni de convencionalidad, pues es
repugnante a la Constitución y al derecho a una indemnización adecuada
(art. 1740, CCyC) reducir la reparación alimentaria solo para beneficio
patrimonial del contumaz deudor (del voto del Dr. Liberman). El art. 505,
Cód. Civil —reproducido en términos casi idénticos en el art. 730,
CCyC— es inconstitucional, pues, si bien tiene por finalidad limitar el
costo de litigiosidad y reducir el monto de los honorarios profesionales,
avanza sobre materias como las costas judiciales, cuya regulación es
privativa de las provincias” (CNTrab., Sala L, 25/11/2015, “Driz, Víctor
Matías c/Aconcagua Transportes S.R.L. s/daños y perjuicios acc. trán. c/
les. o muerte”). Por lo que solicito, desde ya, su declaración de
inconstitucionalidad.

18. AUTORIZO

Se autoriza al Dr. Pedro Pérez (Tº Fº) a presentar, retirar, diligenciar


cédulas, escritos, mandamientos y todo trámite para una mejor
prosecución de estos autos.

19. CUMPLO ACORDADA

Dando cumplimiento a los términos de la acordada 1665/78 de la Excma.


Cámara de Apelaciones del Trabajo, declaro bajo juramento que la
presente acción no registra radicación anterior.

20. ACREDITO PROCEDIMIENTO CONCILIATORIO (Aquí tener


presente que el SECLO no habilita la vía judicial para los accidentes
posteriores a la sanción de la ley 27.348).

Conforme con el acta de cierre de procedimiento que acompaño, acredito


haber cumplido con el procedimiento previsto por la ley 24.635.

21. ACOMPAÑA BONO DE ACTUACIÓN

338
Que conjuntamente con la presente, acompaño el bono de actuación
profesional correspondiente.

22. INTERESES

Solicito en materia de intereses se apliquen las actas CNTrab. nº 2600 y


nº 2601 del año 2014 y nº 2630 del año 2016. Asimismo, el ACTA
CNTrab. nº 2601 estipula: “Establecer que la tasa de interés aplicable
comience a regir desde que cada suma es debida respecto de las causas
que se encuentran sin sentencia y con relación a los créditos del
trabajador”. Por lo expuesto, solicito aplicación de la tasa de interés fijada
en las actas precedentes.

23. OFRECE PRUEBA Se ofrece la siguiente:

A. DOCUMENTAL:

Se acompaña la siguiente:

1. Acta cierre procedimiento ley 24.635.

2. Poder.

3. Alta médica.

4. Recibos de sueldo

B. INFORMATIVA:

Se libren oficios a los siguientes:

339
1. A “CLÍNICA FICTICIA S.R.L.” a fin de que remita la historia clínica
del actor y los estudios médicos realizados.

2. A “TRABAJO S.A.” a fin de que informe sobre la veracidad de los


recibos que se acompañan y a su vez informe sobre las remuneraciones de
la actora de los últimos veinticuatro (24) meses.

3. A la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) a fin de que


informe si la demandada se encuentra autorizada para desempeñar la
actividad de ART, desde y hasta qué fecha.

C. CONFESIONAL:

Se cite a la demandada a absolver posiciones a tenor del siguiente pliego:

1. Para que jure como cierto que la parte actora sufrió accidente laboral.

2. Para que jure como cierto que se le realizaron deficientes prestaciones


médicas a la actora.

3. Para que jure como cierto que la actora presenta incapacidad laboral
definitiva y permanente producto del accidente.

4. Para que jure como cierto que nunca se le abonó suma alguna por el
siniestro a la actora.

5. RESERVO EL DERECHO DE AMPLIAR.

D. PERICIAL CONTABLE: (en subsidio)

340
Para el eventual caso que la demandada desconozca alguno de los puntos
señalados en el escrito de demanda, solicito se designe perito contador de
oficio para que compulsando los libros, papeles y registros laborales y
comerciales de la demandada informe sobre los siguientes puntos:

1. Si los libros laborales de la accionada se ajustan a la normativa laboral


y comercial vigente y si presentan enmiendas o tachaduras de cualquier
especie.

2. Si la actora se encuentra inscripta en los libros laborales de la accionada;


fecha de ingreso del accionante; prestaciones asignadas a la actora;
prestaciones del CCT y escala salarial vigente.

3. Remuneraciones percibidas por la accionante desde la fecha del


accidente, por todo concepto y sin descuentos, determinando el mejor
sueldo normal y habitual; calculando el IBM del actor de los últimos doce
(12) meses anteriores a la fecha del siniestro; IBM de acuerdo al CCT y
escala salarial vigente.

4. Practicar liquidación actualizada al momento de efectuarse la pericia


por la totalidad de los rubros y montos reclamados en la demanda
exclusivamente, prestaciones médicas y dinerarias de L.R.T., dec.
1694/09 y ley 26.773.

5. Practicar liquidación actualizada al momento de efectuarse la pericia


por la totalidad de la incapacidad otorgada por el especialista médico
designado en autos, prestaciones médicas y dinerarias de L.R.T., dec.
1694/09 y ley 26.773.

SOLICITA CONSULTA POR SISTEMA INTERNO DEL JUZGADO A


AFIP: En virtud del “Convenio de Cooperación e Intercambio de
Información” celebrado entre la Administración Federal de Ingresos
Públicos y la Cámara de Apelaciones del Trabajo, solicito se requiera por
Secretaría desde el sitio web www.afip.gov.ar la información sobre la
341
totalidad de las remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones
percibidas por el trabajador durante el año anterior a la fecha del infortunio
objeto del presente reclamo.

E. PERICIAL MÉDICA:

Solicito se designe perito médico a efectos de dictaminar los siguientes


puntos:

1. Determine el estado actual de salud de la parte actora.

2. Naturaleza y caracteres de las lesiones sufridas por la actora en el


siniestro de autos.

3. Si las lesiones sufridas por la actora pudieron ser ocasionadas de la


forma en que se relata en la demanda.

4. Si la parte actora sufrió ROTURA DE LIGAMENTOS Y MENISCOS


INTERNO Y EXTERNO DE RODILLA IZQUIERDA,
MENISCECTOMÍA.

5. Factores de ponderación (27%).

6. Secuelas y capacidad actual laboral de la actora.

7. Origen de éstas.

8. Si las lesiones sufridas por la actora tienen nexo causal con el accidente
de autos.

342
9. Señale específicamente el tiempo de inmovilización padecido por la
víctima.

10. Si durante dicha convalecencia el peritado pudo realizar sus


actividades habituales y someter las zonas lesionadas a algún tipo de
movilidad o esfuerzo.

11. Indique si la actora puede ser sometida a algún tipo de intervención


quirúrgica; en caso positivo, indique su costo y el tiempo de
rehabilitación.

12. Señale sobre la necesidad de sesiones de láser terapia y en su caso se


expida esta en forma solicitada para el tratamiento kinesiológico.

13. Tratamientos médicos a seguir al respecto y su costo, incluyendo


honorarios médicos y descripción del tratamiento médico seguido.

14. Si la actora se encuentra en situación de alta médica y posibilidad de


retorno al trabajo.

15. Determine el porcentaje de incapacidad laboral producto del accidente


a consideración del experto, y porcentaje de incapacidad estipulado por el
Baremo Civil de reparación integral de las lesiones, sin limitarse a los
baremos de L.R.T.

16. Determine incremento porcentual por factores de ponderación, de


acuerdo a la imposibilidad de realización de tareas habituales, edad y
recalificación de la actora.

F. PERICIAL PSICOLÓGICA:

Solicito se designe perito psicológico a efectos de dictaminar los


siguientes puntos:
343
1. Determine el estado actual de salud de la parte actora.

2. Si la actora sufrió o sufre daños psicológicos, depresión, traumas, o


cualquier alteración mental como consecuencia del siniestro.

3. Origen de éstas.

4. Si sus consecuencias han influido negativamente en la salud psíquica


de la actora.

5. Capacidad actual laboral.

6. Descripción del tratamiento médico a seguir en el futuro.

7. Si la actora se encuentra en situación de alta médica y posibilidad de


retorno al trabajo.

8. Si presenta trastornos de conducta o de otra naturaleza originados en el


evento.

9. Si ha padecido de síndrome post-conmocional y de qué magnitud.

10. Si el siniestro ha ocasionado en la parte actora alteraciones en su


capacidad de atención, motivación, memoria y concentración y en su caso
de qué magnitud.

11. Si los trastornos psíquicos detectados son susceptibles de tratamiento


psicoterapéutico; en su caso, tiempo de duración de tratamiento y costo
aproximado a valores actuales.

344
12. Si la actora requiere o necesita tratamiento psicológico, cantidad de
sesiones y costo.

13. Determine el porcentaje de incapacidad laboral a consideración del


experto, sin limitarse a los baremos de L.R.T.

14. Determine incremento porcentual por factores de ponderación, de


acuerdo a la imposibilidad de realización de tareas habituales, edad y
recalificación de la parte actora.

15. Realice baterías de test que considere necesarias.

G. PERICIAL CALIGRÁFICA (en subsidio):

Para el hipotético caso de que los demandados negaren la documental y/o


firma que se le atribuye, solicito se haga lugar a la prueba pericial
caligráfica y scopométrica, designándose perito en la forma de estilo, para
que practique informe sobre la autenticidad de las firmas y documentos
que se adjuntan.

H. TESTIMONIAL:

Se ofrecen los siguientes testigos:

1.

2.

3.

345
I. RESERVA DE AMPLIAR:

Reservo derecho de ampliar la prueba en el momento procesal oportuno.

24. PETITORIO

Por todo lo expuesto de VS. solicito:

1. Se me tenga por presentado, por parte y por constituido el domicilio


legal indicado.

2. Se ordene correr traslado de la demanda bajo apercibimiento de ley.

3. Se declaren las inconstitucionalidades incoadas.

4. Se concedan las autorizaciones mencionadas supra.

5. Oportunamente se dicte sentencia, haciendo lugar a la demanda en todas


sus partes, condenando a la demandada al pago de cada una de las sumas
reclamadas con más sus intereses y costas, desde la fecha de ocurrido el
accidente y hasta el efectivo cobro por parte del actor.

Proveer de conformidad,
SERÁ JUSTICIA.

3. Jurisprudencia -

Juzgado Nacional de 1ra. Instancia del Trabajo nº 50. Inconstitucionalidad


Comisiones Médicas.

346
“Soslayaré que el art. 1º del dec. 54/2017 establece la intervención
obligatoria y excluyente de las Comisiones Médicas y de la Comisión
Médica Central creadas por ley 24.241, ‘la determinación del carácter
profesional de su enfermedad o contingencia, la determinación de su
incapacidad y las correspondientes prestaciones dinerarias previstas en la
Ley de Riesgos del Trabajo’, por cuanto las disposiciones del dec. 717/96
(modificado por el dec. 1475/2015 que aún no fue implementado en sus
aspectos más importantes), reglamentario del procedimiento ante el
mencionado organismo, no brindan las garantías del debido proceso (art.
18, C.N.). Tengo presente que, al asignarle funciones jurisdiccionales a
las Comisiones Médicas, se está quitando a las víctimas la oportunidad de
acceder a la justicia. No pueden asignarse facultades jurisdiccionales a una
comisión cuyo poder de decisión recae exclusivamente en médicos. Así
fueron creadas por el art. 51 de la ley 24.241 y la inclusión de Secretarios
Técnicos Letrados (art. 12 del dec. 717/96, texto actualizado) no purga ese
vicio, hasta tanto no se dicte una norma que establezca que ese funcionario
tiene opinión vinculante, de la cual los médicos no puedan apartarse. Por
lo tanto, siendo que se encuentra en juego el derecho a peticionar a las
autoridades (art. 14, in fine, C.N.) y que corresponde a los Tribunales de
la Nación el conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre
puntos regidos por la Constitución y por las leyes de la Nación (art. 116,
in fine, C.N.) y que, como mencionara, la respuesta sistémica del dec.
7171/96 es insuficiente, daré prevalencia al dispositivo adjetivo genérico
citado en primer término para entender en las presentes actuaciones…
Además, destaco que en esta causa se han planteado cuestiones jurídicas
vinculadas a distintos aspectos de la ley 24.557 y sus modificatorias
vinculadas a la Constitución Nacional y que esos temas, en consecuencia,
no pueden ser resueltos por una comisión integrada por profesionales de
la medicina” (Causa nº 8519/2017, Buenos Aires, 16/3/2017, “Lagraña,
Romina Anabel c/ Prevención ART S.A. s/accidente ley especial”).

Juzgado Nacional de 1ra. Instancia del Trabajo nº 72. Inconstitucionalidad


Comisiones Médicas.

“Con sustento en el art. 20 de la ley 18.345, que fija la competencia de la


Justicia Nacional del Trabajo, en general, en las causas contenciosas en
conflictos individuales de derecho, cualesquiera fueren las partes (…) por
demandas o reconvenciones fundadas en los contratos de trabajo, asumiré
347
la competencia para entender en las presentes actuaciones en las que se
reclaman las prestaciones derivadas de la ley 24.557… Soslayaré que el
art. 1º del dec. 54/2017 establece la intervención obligatoria y excluyente
de las Comisiones Médicas y de la Comisión Médica Central creadas por
ley 24.241, ‘la determinación del carácter profesional de su enfermedad o
contingencia, la determinación de su incapacidad y las correspondientes
prestaciones dinerarias previstas en la Ley de Riesgos del Trabajo’, por
cuanto las disposiciones del dec. 717/96 (modificado por el dec.
1475/2015 que aún no fue implementado en sus aspectos más
importantes), reglamentario del procedimiento ante el mencionado
organismo, no brindan las garantías del debido proceso (art. 18, C.N.)”
(Buenos Aires, 14/3/2017, “Ontiveros, Silvia Adriana c/Galeno ART S.A.
s/accidente ley especial”, Expte. 3067/2017).

Juzgado Nacional de 1ª Instancia del Trabajo nº 41. Amparo ley 27.348.

“Con los alcances ya vistos, voy a abrir la vía del amparo (la puerta), y de
conformidad con lo dispuesto por el art. 8º, dec. ley 16.986/1966, pediré
el informe contenido en la norma. En tal caso estableceré para su réplica
el plazo prudencial de cinco días, ya que por lo que más adelante resolveré,
no imprimiré a la presente causa el carácter de medida cautelar lo que
excluye la aplicación del art. 4, inc. 2º, ley 26.854” (Buenos Aires,
7/3/2017, “Echeverría, Juan Pablo y otros c/Estado Nacional Poder
Ejecutivo Nacional s/acción de amparo”, Expte. 9423/2017).

Juzgado Nacional de 1ª Instancia del Trabajo nº 41. Inconstitucionalidad


Comisiones Médicas.

“…La norma procesal que impone agotar un procedimiento ante órganos


administrativos en el caso de accidentes y enfermedades laborales ya ha
sido declarado inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia de la
Nación en la causa ‘Castillo’ que, curiosamente, es citada como
fundamento para la reforma… Existen, para el art. 1º, DNU 54/2017,
sendas hipótesis que van a determinar el carácter ‘obligatorio y
excluyente’ de la instancia administrativa o la eximición del mismo. La
primera es la de autos, una persona que trabaja y cuya relación laboral se
encuentra debidamente registrada. La segunda hipótesis consta en el
segundo párrafo de la norma: ‘…Los trabajadores vinculados por
348
relaciones laborales no registradas… no están obligados a cumplir con lo
dispuesto en el presente artículo y cuentan con la vía judicial expedita’.
Son, parafraseando a Claude Lelouch, Les Uns et Les Autres —‘los unos
y los otros’—. Los unos tienen ‘vía judicial expedita’ y los otros, como la
actora, tienen que instar obligatoriamente una acción administrativa ante
un organismo no judicial y podrán solo acceder a la jurisdicción en el
marco restringido de un ‘recurso’ ante un ‘tribunal de alzada’, lo que los
excluye, justamente de la garantía de la doble instancia cuyo carácter de
Derecho humano fue dictado en reiterados fallos de la Corte IDH como
por ejemplo en el caso ‘Herrera Ulloa vs. Costa Rica’ del 2/7/2004… Si
fulano se accidenta estando ‘en negro’ y mengano también sufre un
infortunio laboral poseyendo su recibo de sueldo ‘en legal forma’, no
altera la categoría de igualdad en que se encuentran. ¿Por qué uno tiene la
‘vía judicial expedita’ y el otro no? Sin ningún tipo de dudas el art. 1º,
DNU 54/2017, establece una desigualdad peyorativa (semiológicamente
en clave de exclusión), respecto de trabajadores como la actora legalmente
inscripta, en relación a relaciones laborales no registradas (total o
parcialmente, podrá adunar el intérprete)… Declaro inconstitucional al
art. 1º, DNU 54/2017, en cuanto viola el principio de igualdad ante la ley
contenido en el art. 16, C.N.: ‘…Todos sus habitantes son iguales ante la
ley…’, dado que establece un trato diferencial inaceptable entre dos
personas en igual condición —trabajar y accidentarse o enfermarse— de
acuerdo a una condición ajena a su voluntad (estar o no registrada su
relación laboral). Esta desigualdad no permite que la actora no goce de
una ‘acción judicial expedita’… por tanto, aquí se la concede sin cortapisa
alguna” (Buenos Aires, 21/2/2017, “Alcaraz, Florencia Soledad
c/Federación Patronal Seguros S.A. s/accidente ley especial”, Expte.
4520/2017).

Cámara de Apelaciones de Gualeguaychú, Sala II Laboral.


Inconstitucionalidad DNU 54/17.

“El Ejecutivo Nacional dictó el referido DNU con el denunciado propósito


de corregir inequidades existentes en el ‘Sistema de Riesgos del Trabajo’.
Con tal objeto, además de reestructurar parcialmente la ley 24.557,
modificó la 26.773, preceptiva de la cual derogó el art. 8º y el ap. 6 del
art. 17, normas que resultan de sumo interés para esta causa porque en las
mismas se apoyó el Juez de primera instancia para fundar la sentencia hoy
recurrida… Para adoptar esta medida, el PEN se arrogó facultades
legislativas invocando, solo formalmente, que lo hacía por razones de
349
‘necesidad y urgencia’, infringiendo palmariamente lo dispuesto por el art.
99.3 de la Carta Magna, norma que en principio y con el objetivo de
atenuar el presidencialismo veda tal proceder diciendo: ‘El Poder
Ejecutivo no podrá en ningún caso, bajo pena de nulidad absoluta e
insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo’, y solo lo tolera
‘cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los
trámites ordinarios previstos por esta Constitución para la sanción de las
leyes…’ (10/2/2017, “C., N. M. c/Asociart ART S.A. s/accidente de
trabajo”, Expte. 564/SL).

4. Referencia normativa -

– Ley 27.348

– Ley 26.773

– Dec. 298/17

– Ley 24.557

– Dec. 1694/09

Notas -

1 Los datos son ficticios, cualquier semejanza con la realidad es pura


coincidencia.
2 Lorenzetti Higthon de Nolasco Fayt (en disidencia) Petracchi (en
disidencia) Maqueda Argibay, CSJN, 13/3/2007, “Venialgo, Inocencio
350
c/Mapfre Aconcagua Aseguradora de Riesgos del Trabajo”, V.159.XLI.
3 Fernández Madrid, ob. cit.
4 Juzg. 1ª Inst. del Trabajo nº 41, Buenos Aires, 21/2/2017, “Alcaraz,
Florencia Soledad c/ Federación Patronal Seguros S.A. s/accidente ley
especial”, Expte. 4520/2017.
5 Cámara de Apelaciones de Gualeguaychú, Sala II Laboral, 10/2/17, “C.,
N. M. c/Asociart ART S.A. s/accidente de trabajo”, Expte. 564/SL.
6 Juzg. Nac. 1ª Inst. del Trabajo nº 72, Buenos Aires, 14/3/2017,
“Ontiveros, Silvia Adriana c/ Galeno ART S.A. s/accidente ley especial”,
Expte. 3067/2017.
7 Juzg. Nac. 1ª Inst. del Trabajo nº 50, Buenos Aires, 16/3/2017, “Lagraña,
Romina Anabel c/Prevención ART S.A. s/accidente ley especial”, Causa
nº 8519/2017.
8 Cassagne, Juan Carlos, “El acceso a la justicia administrativa”, LL,
2004D-1229.
9 CNTrab., Sala 5ª, 19/5/2006, “Vivas, Miguel a. c/Peugeot Citroen
Argentina S.A”. En idéntico sentido, “Gallo, Angel Orlando c/Liberty
ART. S.A. s/acc. acción civil” y “Juárez, Santiago Gastón c/Interacción
ART S.A. s/accidente ley especial”, entre otros.
10 Acción de amparo contra el DNU 54/2017.
http://cpacf.org.ar/files/acordadas/ Amparo%20DNU% 2054-17.pdf.
11 CNTrab., Sala VII, 30/6/2014, “P. R. J. c/Liberty ART S.A. s/accidente
ley especial”.
12 “Gonzalez, Luis Antonio c/MAPFRE Argentina ART S.A. s/ accidente
de trabajo”, Expte. 219, Fo. 155, 2013.
13 Schick, Horacio, DT, mayo de 2010, p. 1217.
14 CNTrab., S.V. S.D. 68.608 del 5/7/2006, “Lucero, Cristian Guillermo
c/Provincia ART S.A. y otro s/despido”, Expte. 990/02.
15 CTrab. Córdoba, Sala VII, 16/10/2008, “Flores, Martín Antonio
c/Consolidar ART S.A. s. ordinario”, Rubinzal online: RC J 3796/08.
16 Schick, Horacio, Riesgos…, cit.

Capítulo VI

Práctica procesal en accidentes del trabajo y enfermedades


profesionales. Modelos de telegramas. Apelación del dictamen de la
Comisión Médica y Modelo de informe pericial médico

351
José Ramón Balmaceda
Gabriela Alejandra Casimiro
Leonardo Javier Cuesta

1. Práctica procesal -

A los efectos prácticos, merece la presente obra detenerse en la


incorporación del intercambio telegráfico habitual, el modelo de apelación
del dictamen ante la SRT y un modelo de pericia médica usual en los
siniestros laborales, los cuales se detallan a continuación.

2. Modelos de telegramas -

2.1. Denuncia de siniestro a la ART con intimaciones

“Por medio de la presente, denúnciole que sufrí siniestro laboral con fecha
xx del mes de xxxxx del corriente, cuando en momentos en que me dirigía
a mi trabajo, sufrí un violento robo, el cual merituara la denuncia policial
nº xxxxx, en la Comisaría nº xxx, labrándose sumario nº xxxx. Por lo
expuesto, intímole, plazo de ley, proceda a otorgar prestaciones médicas
conforme L.R.T., bajo apercibimiento de acción judicial. Queda Ud.
notificado”.

2.2. Denuncia al empleador solicitando informe ART

“Por medio de la presente, denúnciole que sufrí siniestro laboral con fecha
xx del mes de xxxxx del corriente, cuando en momentos en que me dirigía
a mi trabajo, sufrí un violento robo, el cual merituara la denuncia policial
nº xxxxx, en la Comisaría nº xxx, labrándose sumario nº xxxx. Intímolo,
plazo legal de 48 hs., proceda a informar cuál es mi servicio de ART
correspondiente como, asimismo, exhórtole proceda a denunciar mi
siniestro a la aseguradora, bajo apercibimiento de ley. Queda Ud.
notificado”.
352
2.3. Epístola ante quita de traslados del trabajador

“Denúnciole que he sufrido accidente in itinere con fecha xx/ xx/xxxx, el


cual es de su conocimiento y, habiéndome suspendido sin motivo ni
explicación alguna la prestación de los servicios médicos y el traslado
indicados por el profesional que me asiste, intímolo a que en el plazo de
48 hs. de recibida la presente me reintegren dichas prestaciones indicando
el cronograma de sesiones y disponibilidad de traslados; todo ello bajo
apercibimiento de iniciar las acciones judiciales que correspondan. Queda
Ud. notificado”.

2.4. Telegrama para solicitar el reingreso al servicio de la ART

“Notifícole que el médico actuante procedió a emitir diagnóstico de mi


lesión siendo ésta xxxxxxxxxxxxxxxxxx, encontrándome en la actualidad
con licencia médica. Que atento el carácter laboral de ésta y teniendo en
cuenta mi grave estado actual de salud, sin que hubieran cesado las
dolencias que motivaran mi ingreso a su servicio, solicito reingreso a las
prestaciones que dispone la L.R.T. Asimismo, rechazo el alta por Ud.
otorgada, manifestando expresa disconformidad con ésta, intimándolo
cumpla en el perentorio plazo de 48 hs. las prestaciones que corresponden
por aplicación de la ley 24.557 y cctes. Todo ello bajo apercibimiento de
iniciar las acciones correspondientes derivadas de mi crédito. Queda Ud.
notificado”.

2.5. Trabajador “en negro” denuncia siniestro laboral al empleador

“Por medio de la presente, denúnciole que sufrí siniestro laboral con fecha
xx del mes de xxxxx del corriente, prestando tareas en su establecimiento,
cuando sufrí la amputación del dedo índice de la mano derecha, en
momentos en que me encontraba manipulando una máquina cortadora de
fiambre. Asimismo, intímolo plazo de ley proceda a denunciar mi
aseguradora de riesgos del trabajo, contrato de afiliación, plazo y fecha de
vigencia. Igualmente, abone salarios adeudados de los meses xxxxx y xxx
en concepto de incapacidad laboral temporaria, con más los intereses
353
correspondientes. Atento el carácter informal de nuestro vínculo,
denúnciole: fecha de ingreso xxxxxx, horario de xxxx a xxxx de xx hs. a
xx hs., categoría laboral xxxxxxx, remuneración de $xxxxx mensuales.
Asimismo, acredite aportes y contribuciones de ley. Intímolo plazo legal
de treinta días, conforme ley 24.013, proceda a regularizar nuestro
vínculo, bajo apercibimiento de considerarme gravemente injuriado y
despedido por su exclusiva culpa. Queda Ud. notificado con los alcances
de las leyes 24.013 y 25.323”.

2.6. Responde del empleador a telegrama 7.2.5.

“Rechazo por malicioso e improcedente su telegrama nº xxxx. Niego


existencia de vínculo laboral. Niego fecha de ingreso, categoría laboral,
horario y remuneración. Niego supuesto accidente laboral sufrido en estas
dependencias. Diríjase a su real empleador. Lo exhorto a abstenerse de
formular reclamos improcedentes. Queda Ud. notificado”.

2.7. Telegrama para denunciar una enfermedad profesional a la ART

“Por medio de la presente, denúnciole que sufro enfermedad profesional,


sobre la cual tomara conocimiento con fecha XXXXXX, luego de los
estudios médicos realizados en el Centro Médico FICTICIO S.R.L., donde
se me diagnosticara XXXXXXX. Por lo expuesto, intímole, plazo de ley,
proceda a otorgar prestaciones médicas conforme L.R.T., bajo
apercibimiento de acción judicial. Queda Ud. notificado”.

2.8. Intimación del trabajador a la ART a que abone prestaciones

“Por la presente y por el improrrogable plazo de 48 hs. proceda a abonar


en mi cuenta las prestaciones por incapacidad laboral transitoria e
incapacidad parcial permanente de mi siniestro nº XXXXX, el cual
merituara ingreso a su servicio, tratamiento y alta médica, con
determinación de incapacidad. Todo ello bajo apercibimiento de acción
judicial. Queda Ud. notificado”.

354
3. Apelación del Dictamen de la Comisión Médica -

APELA RESOLUCIÓN

SUPERINTENDENCIA DE RIESGOS DEL TRABAJO

COMISIÓN MÉDICA CENTRAL

COMISIÓN MÉDICA nº xxx

Domicilio en la calle XXXXX

Siniestro nº

Expediente Comisión Médica nº -------------------- S ----------------------- /


-------------------------- D

xxxxx, DNI xxxxx, por derecho propio, con el patrocinio letrado del Dr.
xxxxxx, letrado inscripto al Tº xx Fº xxxx, CPACF, manteniendo
domicilio constituido en xxxx, con atención al siniestro nº xxxxxx,
expediente en Comisión Médica nº xxxxxxxx, ante Ud. me presento y
respetuosamente digo:

I. PRELIMINAR:

Que, en legal tiempo y forma, con sustento en el art. 2º de la ley 27.348 y


art. 16 de la resol. SRT nº 298/17, vengo a interponer formal recurso de
apelación contra la resolución de fecha xx/ xx/xxxx, que dispusiera el
rechazo de incapacidad sobreviniente, respecto de mi lesión sufrida el día
xx/xx/xxxx, en el siniestro que motivara el presente expediente, en razón
de causarme ésta gravamen irreparable, ser lesiva de mis derechos,
infundada y estar viciada de arbitrariedad manifiesta.
355
II. EXPRESA AGRAVIOS:

a) Que la aludida resolución resuelve no otorgar incapacidad a mi lesión


sin fundamento alguno y de modo arbitrario ocurrido en fecha xx/xx/xxxx
en ocasión de trabajo, y a partir del cual se me manifestare un cuadro
clínico diagnosticado como xxxxxxx, conforme los sucesivos
diagnósticos médicos que así lo avalan y que fueren emanados de
diferentes facultativos pertenecientes a diferentes disciplinas médicas,
circunstancia esta que pretende ser desvirtuada por mi ART, atribuyéndole
a mis dolencias actuales carácter de inculpables, no relacionadas con el
accidente denunciado oportunamente.

b) Que dicha resolución pretende, además, sin fundamento fáctico,


jurídico ni médico alguno, negar el nexo causal entre la lesión y el
siniestro padecido, acreditado mediante los certificados médicos que
obran en la causa, el cual permite colegir que mi lesión y la primera
manifestación invalidante en mi estado de salud se genera de modo
inmediato y a consecuencia del acaecimiento del accidente sufrido.

c) Niego e impugno la calificación otorgada por la aseguradora a mis


dolencias como enfermedad inculpable; calificación que motivare el
rechazo del siniestro, atento a que ésta no se con dice con mi real estado
de salud, los certificados médicos obrantes en autos, la descripción de los
hechos y sus acontecimientos y la prueba aportada.

III. PETITORIO

Que atento mi expresa disconformidad con el rechazo que motivara el


presente, asimismo con la divergencia mantenida con la aseguradora
respecto de la consideración de mi siniestro como inculpable, lo cual no
se condice con mi real estado de salud, ni con los certificados obrantes en
el expediente, solicito se conceda la presente apelación y tome
oportunamente intervención esta Comisión Médica Central, competente
en materia territorial, a los fines de que dirima tal divergencia, a la espera
de una pronta y favorable resolución a esta parte.
356
Sin más, saluda atte.

4. Modelo de informe pericial médico -

PERITO MÉDICO LEGISTA

ELEVA INFORME MÉDICO LEGAL

Señor JUEZ:

Dr. XXXXXXX, Médico, M.N. nº XXXXX Médico legista, CUIT


XXXX, email XXXXXX, DNI nº XXXXXX, ratificando domicilio en
XXXXXX, Piso XX, Depto. “X” de esta Capital Federal, designado Perito
médico de oficio en los autos caratulados: “XXXXXXX c/XXXXXXX
s/XXXXX” a VS. digo:

Que, habiendo examinado al actor y solicitados los estudios que considere


necesarios, vengo a cumplimentar lo ordenado por VS., elevando para su
consideración el presente informe médico legal, donde he tratado de
responder en forma criteriosa y adecuada a cada uno de los interrogantes
médico legales planteados en el expediente.

ANTECEDENTES:

Informo a V.S. que el actor refiere encontrarse prestando tareas para la


empresa XXXXX S.A., dedicada a la fabricación de XXXXXX.
Manifiesta haber realizado el examen de ingreso al incorporarse,
resultando físicamente apto para la realización de la tarea, sin lesiones de
ningún tipo.

357
Que el actor realiza tareas como XXXXX. Esas tareas les demandaban
mucho esfuerzo físico, permaneciendo en un ambiente ruidoso que
combinaba altas temperaturas de frío y calor. Que dichas circunstancias le
provocaban continuos malestares en la columna lumbar (vibraciones y
desniveles del suelo) por lo que se veía obligado a consultar en forma
reiterada a centros médicos por dolores de cintura y miembros inferiores,
donde le indicaban analgésicos vía oral, reposo y kinesiología. Que,
debido al esfuerzo cotidiano, la columna del trabajador se vio irritada y
trastornaron su estructura, por lo que se formaron discopatía o hernias de
disco.

EXAMEN ACTUAL:

1) Datos del actor, domicilio, jornada laboral, lesión, atenciones médicas


y consideraciones médicas:

Se presenta ubicado en tiempo y espacio, responde con coherencia al


interrogatorio médico, no se observan síntomas de agitación, no se
aprecian tics ni variaciones del croquis corporal. Su aspecto general de
aseo e higiene está conservado. Se aprecia ambulación estándar.

ANTECEDENTES HEREDO FAMILIARES:

ANTECEDENTES PERSONALES:

BREVE RESEÑA DE LA COLUMNA LUMBAR Y MOVIMIENTOS


DE LA CADERA:

Se le pidió que efectúe la extensión de la columna, logrando XXº, cuando


lo normal es un poco más de excursión 30º. La flexión a XXº la realiza
con dolor.

Las inclinaciones del árbol columnario están limitadas a menos XXº de lo


normal, al igual que las rotaciones a la derecha y viceversa.
358
Para una mayor ilustración, se detallan los aspectos anatómicos salientes
de la columna.

PATOLOGÍAS QUE PRESENTA EL ACTOR:

La discopatía degenerativa se produce cuando los discos, los


“amortiguadores” cartilaginosos que existen entre los huesos de la
columna vertebral, sufren un proceso de degeneración que les hace perder
altura e hidratación. Ello hace que el disco no funcione adecuadamente y
que, generalmente, provoque dolor. Se presenta de forma natural en la
mayoría de las personas con el paso de los años y es parte del proceso de
envejecimiento. Sin embargo, se puede ver potenciado por la actividad
laboral o deportiva ante el aumento de cargas de forma repetitiva.

Espondilosis, por el contrario, es cuando se hipertrofia el hueso de las


vértebras y se reduce el espacio para la médula espinal y sus raíces.

El objetivo del tratamiento no es solo eliminar el dolor temporalmente,


sino poder volver a llevar a cabo una vida normal, incluyendo volver al
trabajo previo. Cuando los síntomas no mejoran en un plazo de seis a doce
semanas, se deben considerar opciones quirúrgicas.

Debe entenderse que la discopatía degenerativa es un “padecimiento


crónico progresivo lento y que debe ser tratado convenientemente”. Con
el paso de los años, ambos procesos se dan de forma conjunta, pero
distintas patologías pueden hacer que un proceso esté más adelantado que
el otro. La degeneración discal, por su parte, produce pérdida de altura del
disco intervertebral, con lo cual se reduce el paso para las raíces nerviosas,
que escapan lateralmente por los agujeros de conjunción. Ello puede
provocar compresión de las raíces y desencadenar dolor en los miembros
inferiores, además del dolor lumbar.

359
La degeneración discal es parte del proceso de envejecimiento, pero
existen una serie de causas que pueden acelerar el proceso y hacer que una
persona relativamente joven presente una degeneración discal avanzada:

SÍNTOMAS:

TRATAMIENTO:

DIAGNÓSTICO:

OTRAS CONSIDERACIONES MÉDICO LEGALES:

EVALUACIÓN PSICO-PSIQUIÁTRICA:

Se realizó al actor una evaluación médica psiquiátrica para confirmar daño


psíquico relacionado con su padecimiento.

Durante la entrevista realizada, la investigación de las funciones


psíquicas, se detectó con respecto a la certeza que de base permite, en una
primera aproximación, observar discretos aspectos fóbicos, los cuales se
describen a continuación: 1) leve inseguridad, 2) moderada astenia, 3)
cambio de carácter, con cierto humor depresivo, 4) descenso de la
autoestima, 5) miedos específicos a sufrir otra cirugía, 6) fatigabilidad.

INCAPACIDAD:

El actor presenta incapacidad física y psíquica, de orden del 35% con


secuelas físicas, descriptas en el informe.

Factores: incapacidad física: XXXX%

360
Dificultad para las tareas habituales, moderadas: XX%

Amerita recalificación: Sí amerita

Edad: más de 35 años: 1%

Incapacidad física total: 35%

Reacción Vivencial Anormal grado leve a moderado. 10% de la TO.

CONSIDERACIONES MÉDICO-LEGALES:

Fueron detalladas en el presente informe las incapacidades físicas


parciales y permanentes del actor, observándose alteraciones en su
psiquismo, debido a los padecimientos físicos y a la labor desarrollada
para la demandada.

Los padecimientos del actor son descriptos en el presente informe, como


así también su porcentaje de incapacidad, y que las afecciones sufridas y
las consecuencias de éstas guardan relación causal directa o concausal con
el desempeño laboral descrito con anterioridad.

CONCLUSIONES:

El actor, al momento de llevarse a cabo esta evaluación, presenta una


incapacidad física parcial y permanente del 35% y una psíquica del 10%
de la TO.

BIBLIOGRAFÍA:

RESPONDE A LOS PUNTOS PERICIALES DE LA PARTE ACTORA:


361
1.

2.

3.

RESPONDE A LOS PUNTOS PERICIALES DE LA PARTE


DEMANDADA:

1.

2.

3.

Por todo lo expuesto, solicito se tenga por cumplida en tiempo y forma


con la labor encomendada por V.S., estimando la regulación de mis
honorarios oportunamente.

PROVEER DE CONFORMIDAD,
SERÁ JUSTICIA

362

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