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Apuntes de Clase 1

Circulación Restringida

Viktor Frankl y la importancia de la Búsqueda de sentido

Ana María Zlachevsky


Seria imposible hablar de la búsqueda de sentido sin previamente hablar
del hombre detrás de la teoría, ya que la historia de vida de Viktor E. Frankl y
sus experiencias como prisionero de guerra en la segunda guerra mundial y
sobreviviente de los campos de concentración nazi, son cruciales en el
desarrollo de su teoría sobre el sentido de la vida. Viktor Frankl es por encima
de todo un sobreviviente, y su vivencia personal no es ajena a su propuesta
teórica y terapéutica, dado que como él mismo lo dice su sentido de vida es lo
que le permitió sobrevivir.
Viktor E. Frankl, nació en Viena el 26 de marzo de 1905 y murió el 2 de
septiembre de 1997. Hijo de un matrimonio judío, recibió una gran influencia
ideológica y moral al interior del judaísmo. Realizo sus estudios de
bachillerato en el Instituto científico Realgymnasium entre los años 1916 al
1924, donde mostró una percepción aguda de la realidad humana y un interés
especial por las ciencias. Desde adolescente le impactan profundamente los
problemas existenciales de los jóvenes. Después de la Primera Guerra
Mundial se hace sensible a las situaciones que los angustian, tales como: el
derrumbe de valores tradicionales y de la familia, la pérdida de la fe, la
depresión, los suicidios y la sensación de vacío que reportaban los jóvenes de
entonces.
En los años Universidad, estudia filosofía natural y se dedica a la lectura
de la Psicología aplicada (Wilhelm Ostwald, Gustav Theodor Fechner entre
otros eran sus lecturas cotidianas). Desarrolla un creciente interés por el
Psicoanálisis Freudiano y establece una relación epistolar siendo aún
estudiante con el mismo Sigmund freud. En la revista internacional de
Psicoanálisis Internationale Zeitschrift für Psychoanalyse, Freud presentó un
artículo que Frankl le había enviado sobre (Zur mimischen Bejahung und
Verneinung) “La mímica de la afirmación y negación”1 (Frankl, 1924) siendo
el primer autor no psicoanalista en ser publicado en ese medio. Ese suceso
favoreció su incorporación al movimiento psicoanalítico, del cual se separaría
al poco tiempo principalmente por no aceptar la idea de que el inconsciente
controla la conducta humana, en desmedro de la responsabilidad y la libertad
de elegir el propio accionar.
1
Frankl, Viktor (1924). (Zur mimischen Bejahung und Verneinung). Psicoanálisis Internationale
Zeitschrift für Psychoanalyse, 10, 437-438.
2

En el año 1925 organiza los Centros de Consulta para los jóvenes


afectados por las consecuencias del conflicto bélico en su ciudad natal,
iniciativa que luego se extendió a otras ciudades de Europa donde aborda
temas como el suicidio, la fuga del hogar y las depresiones juveniles. Frankl,
pronuncia su primera conferencia sobre “el sentido de la vida” en el grupo de
estudios filosóficos de la Universidad Popular de Viena.
En 1925, se distancia del Psicoanálisis y da un giro hacia la Psicología
Individual de Alfred Adler el cual lo invita a participar como expositor en el
Tercer Congreso de Psicología Individual en Dusseldorf; en su participación
se pudo observar un distanciamiento de los supuestos Adlerianos, deslizando
aspectos relativos a la responsabilidad personal, tema que desarrollo
posteriormente dentro del marco de su teoría que bautizó como Logoterapia.
En este evento Frankl expone su revolucionaria idea de que la neurosis no es
un síntoma sino una forma de expresarse expresión de la persona. (Frankl,
1925) Fue en esta ocasión que emplea por primera vez en una conferencia
académica el concepto de “Logoterapia”. Posteriormente, en 1927, Viktor
Frankl en compañía de Rudolf Allers y Oswald Schwarz (el fundador de la
medicina psicosomática), toma distancia de la propuesta de Adler y se
desvincula de la Asociación de Psicología Individual. Desde este momento
empezó a desarrollar una propuesta teórica y terapéutica propia.
En 1933, en la Clínica Psiquiátrica Universitaria de Viena ejerce como
Psiquiatra y Psicoterapeuta hasta 1937. En 1936, obtiene la Especialidad en
Neurología y Psiquiatría y es nombrado en 1939, jefe del Departamento de
Neurología del Hospital Rothschild de Viena. Se especializa en el tratamiento
de pacientes con intento de suicidio, fenómeno frecuente en los tiempos de
persecución nazi contra los judíos. Es ahí donde conoce a la enfermera Tilly
Grossner, con la que contrae matrimonio el 17 de diciembre de 1941
Debido a la ocupación nazi de Austria, Frankl en los primeros años de
la guerra solicita una visa para trasladarse a Estados Unidos, respuesta que no
llega hasta el año 1941. Gracias a sus contactos logra la visa para escapar de la
difícil situación que se aproximaba, sin embargo, sus padres no tuvieron la
misma suerte. Este evento decisivo en la vida de Frankl lo llevan a quedarse
en Austria en lugar emigrar a Norte América donde podría ejercer su profesión
sin las adversidades que los judíos estaban enfrentando en la Europa invadida
por los nazis.
Frankl pensaba que no podía dejar desamparados a sus numerosos
pacientes de la clínica, así como también a miles de sus compatriotas que
estaban enfrentados en ese momento al gran holocausto de la guerra y la
exterminación. Su hermano mayor Walter, había sido detenido con su cuñada
3

Elsa y enviados a Auschwitz. Frankl relato así la difícil decisión que debió
tomar:

“...Era libre para marcharme, desarrollar y defender mi teoría. Mis


padres estaban contentísimos y compartían conmigo la alegría de verme a
salvo en el extranjero, sin embargo, no me decidí a usar el deseado pasaporte,
pues sabía que al poco tiempo de marcharme mis ancianos padres serían
deportados a cualquier campo de concentración. La duda me corroía, sentí que
debía hacer algo, trabajando como psicoterapeuta en un campo de
concentración, ofreciéndoles apoyo mental, lo cual sería incomparablemente
más lleno de sentido que solamente ser un psiquiatra en Manhattan..."2
En el mes de noviembre del año 1941 expira la vsa de salida para los
Estados Unidos por lo que fue deportado al campo de concentración de
Theresienstadt junto con su esposa y sus padres. Le fue asignado como
prisionero el número 119.104. Se Inicio así lo que él denomino el
“Experimentum Crucis para el prisionero número 119.104”3 (Frankl, 1996) en
el que lo lleva a pensar que la vida humana tiene siempre aún en las peores
circunstancias. Fue en este contexto donde Frankl, pierde a sus padres, a su
esposa que estaba embarazada, y a muchos de sus amigos y compañeros.
Frankl conoció todo el rigor y crueldad de los campos de concentración nazi,
pero paradójicamente, fue en esas horribles situaciones límites donde adquiere
plena conciencia del sentido y dignidad de la vida humana y del valor del
sufrimiento, aportando, con ello, una gran dosis de optimismo y esperanza
respecto a que la vida humana vale la pena ser vivida. Su padre muere en
Theresiendstad en 1943, a causa de la debilidad por el hambre y dos
neumonías con edema pulmonar terminal. En octubre de 1944, el psiquiatra se
separa de su madre dado su trasladado a Auschwitz junto a su esposa, donde
posteriormente, pasan a dos campos filiales de Dachau: Kaufering III y
Turkheim. En 1944, su madre es trasladada a Auschwitz y muere en la cámara
de gas a los 65 años de edad. En Auschwitz, fue separado para siempre de su
esposa Tilly, quien muere en el campo de concentración de Bergen-Belsen.

La liberación del campo de Turkheim por las tropas norteamericanas,


llega el 27 de abril de 1945. Viktor Frankl sobrevive a Theresienstadt, a
Auschwitz, y a Dachau-Türkhei, regresando a Viena, donde se entera de la
muerte de sus padres y de su esposa. Es entonces cuando empieza a
reflexionar sobre la diferencia que lo llevó a él a lograr escapar de la muerte,

2
Frankl, Viktor: (1997), Lo que no está escrito en mis libros. Memorias. Buenos Aires: San Pablo.
3
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder, p. 16
4

considerando que las posibilidades de lograrlo fueran tan escasas. Ello llevó a
Frankl, el hombre, a plantearse la idea de que el hombre para vivir y
sobrevivir, debe ser capaz de encontrarle un sentido a su propia experiencia.
En palabras del autor: “en realidad, sufrí una depresión al después de ver que
nadie me esperaba. Pero me di cuenta de que podía haber una misión que
cumplir todavía.”4 (Frankl, 23/04/1991)
Frankl, escribió un gran número de libros, el más conocido es el que
relata su vida y experiencias en los campos de concentración, que tituló “Un
psicólogo en el campo de concentración” publicado en el año 1946 en
Alemania bajo él titulo de “Ein Psychologe erlebt das Konzentrtionslanger” y
en inglés con los títulos “Fronm death-camp to Existentialism” y “Man`s
Search for Meaning”, que en español se editó como “El hombre en busca de
sentido”, el cual a sido leído por mas de 18 millones de personas.
Frankl a través de la utilización de palabras sencillas, describe
detalladamente la vida cotidiana en Auschwitz, las diferentes fases
psicológicas por las cuales pasaban los prisioneros, desde su llegada a la
estación del tren, hasta la liberación final y posterior readaptación a la vida
cotidiana, no buscando redundar en los horrores comúnmente descritos, como
la cámara de gas o las ejecuciones en masa, ya que consideraba que de eso ya
se había escrito bastante. Según Frankl, los
“supervivientes no fueron forzosamente los mejores, pero con frecuencia,
solían tener un propósito en la vida, una tarea por hacer, algo o alguien que les
esperaba fuera del infierno de los campos de concentración.” (Frankl, 1996)
El sufrimiento vivido en los campos de concentración nazi no fue
asumido por él como una experiencia penosa que debería despertar lastima,
sino como una experiencia de crecimiento, que lo llevó a enfrentar la vida de
otra forma y a ofrecer una propuesta terapéutica de trascendencia a la
disciplina psicológica.

Un Psicólogo en un Campo de Concentración

Viktor E. Frankl, en su obra “El Hombre En Busca de Sentido”, explica


la experiencia que le llevó al descubrimiento de cómo una situación de
sufrimiento ineludible como esa, puede llevar a cobrar sentido para el ser
humano, ya que quienes fueron capaces de sobrevivir a esa experiencia,
enfrentaron la vida posterior con una actitud totalmente distinta

4
Frankl, V. ((1991, Abril 23)). Conferencia el hombre en busca de sentido. Consultado en Agosto 30,
2003 en http://www.duoc.cl/formacion/mat_apoyo/general/sentido.html.
5

Para la persona todos los aspectos de la vida deben ser igualmente


significativos, de manera que el sufrimiento tiene que serlo también. El
sufrimiento es un aspecto de la vida que no puede erradicarse, como no se
puede separar el destino o la muerte. Sin todos estos elementos la vida no esta
completa

Gordon W. Allport, se pregunta en el prefacio de una de las ediciones


de esta obra de Frankl, “¿Cómo pudo él, -que todo lo había perdido, que había
visto destruir todo lo que valió la pena, que padeció hambre, frió, brutalidades
sin fin, que tantas veces estuvo a punto del exterminio, cómo pudo aceptar que
la vida fuera digna de vivirla?.5 Lo único que no podían perder los prisioneros
era su ridícula existencia desnuda”. (Frankl, 1996)

El medico vienés relata su experiencia y la de sus compañeros de


cautiverio. Destaca el deseo de sobrevivir que tenían algunos prisioneros, y
muestra cómo se urdían estrategias para salvar lo que les restaba de vida, aún
cuando las oportunidades de sobrevivir fueran mínimas. Frankl se preguntaba
¿Como algunos prisioneros cuando todo lo habían perdido, era posible que
aun así intentaran sobrevivir?. Esta capacidad de supervivencia es lo que le
llamo la atención, lo que señala de la siguiente manera: “Sólo aquellos que
tenían algo que querer profundamente, una familia, un Dios, una esposa, o que
llevar a cabo insustituiblemente, eran los que sobrevivían”6 (Frankl, 1996)
pues a todo hombre le llegaba un momento difícil de superar, donde el
agotamiento, la desesperanza, y la sensación de abandono y desamparo, en el
cual se dejaba abatir por los pensamientos de la falta de sentido de su
sufrimiento, ante lo que incluso era posible que sucumbiera ante la tentación
del suicidio, lanzándose contra las alambradas o, simplemente dejando de
luchar por sobrevivir.

Frankl relata “lo desesperado de la situación, la amenaza de la muerte


que día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto se cernía sobre nosotros, la
proximidad de la muerte de otros –la mayoría- hacia que casi todos, aunque
fuera por breve tiempo abrigasen el pensamiento de suicidarse”.7 (Frankl,
1996) En el campo de concentración, “El prisionero que perdía su fé en el
futuro –en su futuro- estaba condenado. Con la perdida de la fe en el futuro

5
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder, p. 7
6
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder, p. 7
7
Ibid. , p. 27
6

perdía, asimismo su sostén espiritual; se abandonaba y decaía y se convertía


en el sujeto del aniquilamiento físico y mental”.8 (Frankl, 1996)

Escribe cómo el suicidio en el campo, no tenía sentido. Frankl relata lo


que pensó en el momento de su llegada a Auschwitz: “En vez de suicidarme,
adopté el siguiente principio: En la medida que nadie pueda garantizarme en
un ciento por ciento que voy a morir, prometo firmemente que me sentiré
responsable, mientras tenga una probabilidad mínima de sobrevivir, de seguir
adelante y hacer todo lo posible por vivir. Después de todo, alguien podría
estarme esperando al final de la guerra”9 (Frankl, 23/04/1991)

Frankl oriento su pensamiento hacia el futuro, centró su imaginación en


la meta, tal como él señala “de pronto me vi de pie en la plataforma de un
salón bien iluminado, agradable y caliente, dando ¡Una conferencia sobre la
Psicología de un Campo de Concentración! Visto y descrito desde la mirada
distante de la ciencia. Mediante este método, logre con cierto éxito,
distanciarme de la situación, pasar por encima de los sufrimientos del
momento y observarlos como si ya hubieran transcurrido y tanto yo como mis
dificultades se convirtieron en el objeto de un estudio psicocientifico muy
interesante que yo mismo he realizado”.10 (Frankl, 1996)

Otra meta que lo mantuvo en el horizonte del futuro fue que al ser
internado en el campo de Auschwitz, le confiscaron un manuscrito que tenia
listo para su publicación de lo que seria su primer libro. Frankl, señala que su
profundo interés en volver a escribir su libro lo ayudo a superar los rigores a
los que fue sometido en aquel campo.11 (Frankl, 1996) Logro llevar a cabo la
posibilidad de escribir su libro utilizando dos docenas de papelillos de cigarros
en los que fue tomando notas taquigráficas del esquema general de su trabajo.
Esos papelillos le permitieron dar a a luz al primer libro editado en Austria
después de la segunda guerra mundial, llamado “Psicoanálisis y
Existencialismo”.

8
Ibid. , p. 77
9
Frankl, V. ((1991, Abril 23)). Conferencia el hombre en busca de sentido. Consultado en Agosto 30,
2003 en http://www.duoc.cl/formacion/mat_apoyo/general/sentido.html.
10
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder, p. 77
11
Ibid. , p. 104
7

Escribe el médico vienés “es precisamente en una situación externa


excepcionalmente difícil lo que le da al hombre la oportunidad de crecer
espiritualmente mas allá de sí mismo”.12 (Frankl, 1996)
La máxima preocupación de los prisioneros sé resumía en una pregunta:
...¿Sobreviviremos al campo de concentración? De lo contrario, todos estos
sufrimientos carecerían de sentido. Para Frankl, la pregunta era otra: ¿Tiene
algún sentido todo este sufrimiento, todas estas muertes? Si carecen de
sentido, entonces tampoco lo tiene sobrevivir al internamiento. Una vida cuyo
último y único sentido consistiera en superarla o sucumbir, una vida, por
tanto, cuyo sentido depende en ultima instancia de una casualidad no merecían
en absoluto la pena de ser vivida.13 (Frankl, 1996)

Para Frankl, la experiencia de vida le demostró que el hombre aun


estando en un campo de concentración, es capaz de elegir caminos a recorrer,
sostiene el ser humano “puede conservar un vestigio de la libertad espiritual,
de independencia mental, incluso en las terribles circunstancias de tensión
psíquica y física”.14 (Frankl, 1996) Esto se ve reflejado en el hecho de que
incluso en estas condiciones extremas algunos prisioneros fueron capaces de
compartir, de prestar apoyo, de engrandecer su propia existencia, como fue el
hecho de que algunos prisioneros más antiguos visitaban los barracones
prestando consuelo, contagiando de esperanza a los que la habían perdido o
regalando el último trozo de pan con el que contaban: “la última de las
libertades humanas –la elección de la actitud personal ante un conjunto de
circunstancias, para decidir su propio camino”.15 (Frankl, 1996)

Frankl comprendió que el amor es la meta última y más alta a que puede
aspirar el hombre, fue capaz de entender cómo el hombre, “desposeído de todo
en este mundo, todavía puede conocer la felicidad –aunque sólo
momentáneamente- si contempla al ser querido”.16 (Frankl, 1996)

Cuando el hombre se encuentra en una situación de total desolación


“sin poder expresarse por medio de una acción positiva, cuando su único
objetivo es limitarse a soportar los sufrimientos correctamente –con dignidad-

12
Ibid. , p. 74
13
Ibid. , p. 70
14
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder, p. 69
15
Ibid. , p. 69
16
Ibid. , p. 46
8

ese hombre puede, en fin, realizarse en la amorosa contemplación de la


imagen del ser querido”.17 (Frankl, 1996)

Frankl destaca una cita de Nietzsche:

“Quien tiene un algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier


cómo”.18

Para Francisco Bretones “no existe un ser humano que no posea una
oportunidad para crecer, ni situación que no le ofrezca un destello de
significado..., vale la pena vivir, vale la pena seguir viviendo. Siempre hay un
para qué”.19 (Bretones, 2002)

Después de la liberación del campo de concentración donde era


prisionero Frankl por parte de las fuerzas aliadas, poco antes de la Navidad de
1945, quiso expresar todo lo que había vivido. Así en 1946, publica su libro:
“Eim Psycholog Erlebt das Konzantrationslager” (Un psicólogo en el Campo
de Concentración, que en español se le conoce como: “El hombre en busca de
sentido”. En dicho libro relata como el hombre concreto logra de hecho
sobrellevar la opresión de una situación tan extrema, como ese hombre común
en algunos casos, es capaz de enfrentar ese destino tan sin sentido y tan poco
esperanzador. Así da a conocer como un solo pensamiento animaba a los
prisioneros, mantenerse con vida para volver con la familia que los esperaba
en casa y salvar a sus amigos. La idea de futuro siempre presente era la
motivación que lo hacía vivir.

Principios Básicos de la Logoterapia como Teoría

Toda psicología se construye sobre una concepción de lo que significa


ser hombre, no se puede prescindir de “una concepción antropológica, por
muy poco consciente que sea para la psicoterapia”.20 (Frankl, 1994) La
logoterapia puede ser inscrita dentro de la corriente tipificada como la
psiquiatría existencial, que tiene como principales exponentes a Ludwig
Binswanger, Medard Boss, Igor Carusso y Rollo May. Esta escuela pone de

17
Ibid.
18
Ibid., p.78
19
Bretones, Francisco: (2002), Logoterapia: La Audacia de Vivir. Buenos Aires: San Pablo, portada
trasera del libro
20
Frankl, Viktor: (1994), Logoterapia y Análisis Existencial. Barcelona: Herder, p. 64
9

relieve la imagen de un hombre dinámico, en constante evolución, acentuando


el estar presente aquí y ahora pero inserto en un horizonte de sentido que le da
una visión de perspectiva y de futuro a la vida humana. Sería el futuro la gran
fuerza motivadora de la vida humana, no el pasado como sostiene la teoría
psicoanalítica
Para algunos pensadores la logoterapia es la Tercera Escuela Vienesa de
psicoterapia, precedida del Psicoanálisis de Freud y la psicología conductual y
se centra en el significado de la existencia humana, así como en la búsqueda
del sentido de vida por parte del hombre. De acuerdo con la logoterapia, “la
primera fuerza motivante del hombre es la lucha por encontrarle sentido a la
propia vida, a la vida tal cual es, y toda vida por más adversa que sea siempre
tiene algún sentido”.21 (Frankl, 1996) La logoterapia, es un método
psicoterapéutico y también una concepción de hombre.

La logoterapia también ha sido llamada análisis existencial. No obstante


es posible decir que son dos aspectos de la misma realidad, siendo la
logoterapia el lado práctico (psicoterapéutico) y el enfoque existencial el
sustento teórico en que se sustenta
En la época en que nace la Logoterapia, el positivismo y el
determinismo eran el sustento epistemológico imperante en la ciencias
sociales. Todo conocimiento debía ser sometido a los métodos propios de las
ciencias. La concepción de que si los fenómenos no se podían demostrar
empíricamente, no existían. La logoterapia en este contexto surge como una
propuesta teórica que intenta superar lo que algunos autores de la época
denominaron el reduccionismo científico. ;

El hombre es animal, pero no exclusivamente eso, sino que es mucho


más. La concepción de entender lo humano como sustentado en la idea de
animal racional, le parecía a Frankl poco atractiva, reduciendo el hombre a un
solo aspecto de su existir. El hombre a diferencia del animal tiene que
aprender a vivir, a sobrevivir, a construir hábitos de conducta y convivencia,
el que sólo logra realizar con la ayuda de los demás.
Más allá de lo meramente instintivo, el hombre ha debido adaptarse al
medio formándose el mundo en el que habita.
Según Pascual, la ontología dimensional revela la existencia en el
hombre tres dimensiones que no son reducibles unas a otras, a saber: “la
física, la psíquica y la espiritual;22 (Frankl, 1994). Estas dimensiones no se dan

21
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder, p. 98
22
Frankl, Viktor: (1994), La Presencia Ignorada de Dios. Barcelona: Herder, pp. 26-27
10

separadas, no obstante con fines didácticos si pueden ser descritas por


separado. La dimensión espiritual determina el ámbito de lo humano, sin que
ello implique la eliminación de las otras dos dimensiones; más aún, el hombre
es plenamente hombre en su tridimensionalidad, lo que lleva a pensar en que
es necesario superar cualquier monismo (no sólo el materialista, sino también
el espiritualista), y cualquier visión de tipo racionalista o intelectualista.23
(Frankl, 1994)

Frankl se preguntaba ¿De dónde viene el espíritu? Para él con la


biología, cada nuevo ser humano, concebido de modo sexual, es único, un ser
totalmente nuevo incluso desde el punto de vista de la genética. Pero ello no
explica la condición espiritual, que debe venir, como ya había intuido
Aristóteles, “desde fuera”: el espíritu no emerge de los cromosomas.24
(Pascual, 2002) Por eso, “lo espiritual tiene que entrar de algún modo en lo
corpóreo-anímico; pero, una vez que ocurre esto, lo espiritual, el espíritu
personal, queda velado: se oculta en su silencio. Calla y aguarda a que pueda
comunicarse, a que pueda romper su silencio…”25.

Existen dos capacidades humanas que ayudan a pensar en que el


hombre no puede ser reducido a sólo su capacidad para pensar. Estas son su
capacidad para el autodistanciamiento y la reflexión sobre sí mismo y la
experiencia de autotranscendencia.26 (Pascual, 2002) A través del
autodistanciamiento, el hombre es capaz de distanciarse de sí mismo y
reflexionar sobre sus problemas e inquietudes. A través de la
autotranscendencia, el hombre es capaz de superar los límites del espacio y
del tiempo y remontarse a la búsqueda de su esencia. Como sostiene Frankl
“el hombre es una esencia en busca de sentido”27, (Frankl, 1986) un ser que
sirije su mirada a algo o a alguien distinto de sí mismo.28 (Frankl, 2000)
Escribe el médico vienés “el hombre empieza a comportarse como
hombre sólo si puede salir del plano de la facticidad psicofísico-organísmica y
puede ir al encuentro de sí mismo, sin por ello tener que hacerse frente a sí

23
Frankl, Viktor: (1994), Logoterapia y Análisis Existencial. Barcelona: Herder, pp. 67
24
Pascual, F. Op. Cit. , pp. 341-356.
25
Frankl, Viktor. (1987). El hombre doliente. Barcelona: Herder, p. 144.
26
Pascual, Fernando: (2002), Viktor Frankl y la voluntad de sentido. Ecclesia, Revista de cultura
católica 16, pp. 341-356.
27
Frankl, Viktor: (1986), Ante el vacío Existencial. Barcelona: Herder, p. 144.
28
Frankl, Viktor: (2000), En el principio era el sentido. Barcelona: Herder, p. 102-104.
11

mismo. Este poder es lo que quiere decir existir y existir significa: estar por
encima de sí mismos siempre”.29 (Frankl, 1986).
Si bien el ser humano no es completamente libre de condicionamientos,
sean estos biológicos, psicológicos o sociológicos Frankl escribe “soy un
sobreviviente de cuatro campos de concentración y en esa situación he sido
testigo de la sorprendente capacidad del hombre, siempre conservada,
capacidad de resistir, luchar aun bajo las peores condiciones. Tomar distancia
bajo las peores condiciones es una capacidad exclusivamente humana”30.
Sólo si el hombre admite la espiritualidad que anida el alma humana,
será capaz de comprender la dignidad de todo hombre así como el de sí
mismo.

Que es la Logoterapia?

La palabra logoterapia surge de dos palabras griegas: therapeuo (curar


o completar) y logos. Logos es una palabra de difícil traducción que refiere a
mostración, a develamiento, a palabra, a sentido, a discurso a razón31. El
significado que le da Frankl al término es doble:32 “sentido, significado o
propósito” y “espíritu” (Frankl, 1996) Así, la logoterapia es “la sanación a
través del sentido” o “sentirse completo a través del sentido” que cada quién le
otorgue a su vida. Plantea como una exigencia la necesidad del
descubrimiento del sentido (logos), de aquellos valores que puede realizar el
individuo en el destino concreto de su vida y en su obligada elaboración de
una visión particular del mundo. Paralelamente a la voluntad de hacer, de
saber, a la de dominio, está la más poderosa -- y terapéutica -- de todas, la
voluntad de sentido.
La Logoterapia apela a la “esencia espiritual” del ser humano. Se le
entiende como la terapia del sentido, también para muchos es la terapia de la
esperanza, ya que instiga a encontrar esa fuerza del espíritu humano que es
capaz de sobreponerse a cualquier conflicto o pérdida, aun en situaciones que
parecen insuperables. La logoterapia dirige su mirada al futuro, es decir, a los
cometidos y sentidos que a la persona lo movilizan a actuar.
Su teoría no sólo es psicoterapéutica, sino una forma de entender la vida
humana inserta en una dimensión superior que sin dejar de lado lo biológico,
lo psicológico ni lo social, lo integra en la esfera noética o espiritual.

29
Frankl, V. Op. cit., p. 78
30
Frankl, V. Op. cit., p. 78
31
Ver Heidegger Martin Ser y tiempo. Editorial Universitaria, Santiago, 1997
32
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder, p. 98
12

La logoterapia desde la tridimensionalidad humana sostiene que el


hombre es ese ser que decide en cada instante quien quiere ser. En esta
decisión, está implícito el cuidado de sí mismo, de su cuerpo, de su psique y
de sus recursos espirituales.

Libertad y responsabilidad

Sobre su base espiritual el hombre descubre y reconoce dos aspectos


fundamentales de su existencia: su libertad y su responsabilidad. Desde
aceptar esa premisa escoge su existencia y decide según sus valores. Es el ser
que siempre decide como opta por ver el mundo, siendo desde ese punto de
vista responsable de su propia historia, de la actitud con que enfrenta las
diferentes circunstancias. , El problema de muchos hombres, no sólo de los
neuróticos, radica en “querer eludir la propia responsabilidad al negar su
libertad bajo excusas, como, por ejemplo, admitir que existe un supuesto
determinismo causado por el medio ambiente, por la propia interioridad o por
los demás, como si aceptase una visión fatalista de la vida”. 33 (Frankl, 1994)
La libertad humana según Frankl, radica en que el hombre a pesar de
tener instintos al igual que los animales, estos no son capaces de someterlo,
salvo que el individuo se encuentre bajo condiciones patológicas. Sostiene el
pensador, es necesario “reconocer la posibilidad de la autosuperación, más allá
las limitaciones que las personas se autoimponen bajo la excusa del propio
carácter, cuando lo más importante es la capacidad que tenemos de decidir y
de construir una personalidad nueva”.34 (Frankl, 1994)
Es cierto que cada ser humano es un ser finito, y su libertad en ese
sentido está restringida. No se trata, entonces, de liberarse de las condiciones
que imponen las circunstancias del mundo, se trata de tomar una postura libre
ante esas condiciones. La libertad, en definitiva, es la capacidad de la
existencia humana para elevarse por encima de la condiciones fácticas y
trascenderlas.

Voluntad de Sentido
Para la logoterapia, la primera fuerza motivante del hombre es la lucha
por encontrarle un sentido a su propia vida. La búsqueda por parte del hombre
del sentido de la vida constituye una fuerza primaria y no una racionalización
secundaria de sus impulsos, de sus instintos. El logos (sentido, significado,
propósito), no es algo que nace de la propia existencia, sino algo que hace

33
Frankl, Viktor: (1994), La Voluntad de Sentido. Barcelona: Herder, pp. 47-48
34
Ibid., pp. 97-103
13

frente a la existencia35 (Frankl, 1996) y que el hombre afanosamente debe


encontrar. Es salir al encuentro de los significados sentidos como auténticos
por cada quién.

La tarea de encontrarle el sentido a la vida no es menor, es una tarea


compleja
Pero, el hombre necesita encontrar significado a su propia vida para ser
dueño de su destino. Si bien el sentido de la propia vida siempre está
cambiando, el hombre vive su sentido como el motor de su existencia. En
general el hombre es capaz de descubrir el sentido de la propia vida a través
de tres modos distintos, (1) el amor a una persona, (2) el servicio a un ideal y
(3) el enfrentarse al sufrimiento inevitable.36
A nadie de le puede “decir cuál es su sentido, porque es diferente en
cada persona y en cada momento. actualizar aquí el máximo potencial
humano: el convertir una tragedia personal en un triunfo”. 37

Leamos las palabras de Frankl, "tú puedes asumir el sentido y sentir que
eres parte del tejido de la vida o puedes vivir en el caos y ser víctima de las
situaciones". El sentido es el para qué estás aquí, el motivo, la razón que te
impulsa para lograr algo que orienta tu hacer. Frankl afirma que “el sentido
está, existe y tu tarea es solamente encontrarlo. El sentido no te lo pueden dar
ni la sociedad, ni tus padres, ni tu terapeuta, ellos pueden ofrecerte respuestas
significativas a tu situación, pero solamente tú puedes descubrir la más
significativa para ti”.38

En última instancia, el hombre no debería inquirir cuál es el sentido de


la vida, sino comprender que sentido tiene la vida para él o ella. En una
palabra, a cada hombre se le pregunta por la vida y únicamente puede
responder a la vida respondiendo por su propia vida; sólo siendo responsable
puede contestar al imperativo de vivir. De modo que la logoterapia considera
que la esencia íntima de la existencia humana está en su capacidad de ser
responsable.39 (Frankl, 1996)

35
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder, p. 79

36
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder.
37
Ibid.
38
Frankl, Viktor: (1994), La Voluntad de Sentido. Barcelona: Herder
39
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder, p. 108.
14

El Sentido del Amor

Para Frankl “el amor constituye la única manera de aprehender a ser


humano en lo más profundo de su personalidad. Nadie puede ser totalmente
conocedor de la esencia de otro ser humano si no le ama”.40 (Frankl, 1996)
Mediante su amor, la persona que ama posibilita al amado a que manifieste
sus potencias. Al hacerle consciente de lo que puede ser y de lo que puede
llegar a ser, logra que esas potencias se conviertan en realidad.41 (Frankl,
1996)

“...Al amar al otro intuimos su “deber ser” sus posibilidades...”


(Frankl, 1994)

El amor es importante en la vida de cada persona. Mediante el amor, el


ser amado es capaz de ver las potencialidades aún no realizadas del otro. “El
amor es un aspecto de la autotranscendencia de la existencia humana, lo cual
equivale a decir que es uno de los caminos de la propia realización”.42 (Frankl,
1987) Por el amor salimos de nosotros mismos para encontrarnos con otro que
es otro y descubrir su riqueza. Por el acto de amar, que sin lugar a dudas es un
acto espiritual se es capaz de ver los rasgos esenciales de la persona amada;
ver también sus potencialidades, “el amor contempla y abre posibilidades de
valor en el tú amado”; “el amor, y sólo él, es capaz de contemplar a una
persona en su peculiaridad como el individuo absoluto que es”.43
Frankl fue capaz de entender en su intimidad que el amor es la meta
última y más alta a que puede aspirar el hombre, fue capaz de entender cómo
el hombre, “desposeído de todo en este mundo, todavía puede conocer la
felicidad –aunque solo momentáneamente- si contempla al ser querido”.44
(Frankl, 1996) Cuando el hombre se encuentra en una situación de total
desolación “sin poder expresarse por medio de una acción positiva, cuando su
único objetivo es limitarse a soportar los sufrimientos correctamente –con
dignidad- ese hombre puede, en fin, realizarse en la amorosa contemplación
de la imagen del ser querido”.45 (Frankl, 1996)

40
Ibid., p. 110.
41
Ibid.
42
Frankl, Viktor: (1987), El Hombre Doliente. Barcelona: Herder, p. 58-59
43
Frankl, Viktor: (1994), Logoterapia y Análisis Existencial. Barcelona: Herder, p. 81.
44
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder, p. 46
45
Ibid.
15

El Sentido Del Sufrimiento

Cuando la persona se enfrenta con una situación inevitable que es


imposible cambiar, por ejemplo, una enfermedad incurable, precisamente
entonces se le presenta la oportunidad de realizar el valor supremo, de cumplir
el sentido más profundo, cual es el del sufrimiento. Porque lo que más importa
de todo es la actitud que se tome hacia el sufrimiento, la actitud al cargar con
ese sufrimiento es distinta a la de que ese sufrimiento tenga un sentido.46
(Frankl, 1996)

Cuando un hombre descubre que su destino es sufrir, ha de aceptar


dicho sufrimiento, pues ésa es su sola y única tarea. Ha de reconocer el hecho
de que, incluso sufriendo, él es único y esta solo en el universo. Nadie puede
redimirle de su sufrimiento ni sufrir en su lugar. Su única carga reside en la
actitud que adopte al soportar su carga. Para Frankl, estos “eran los únicos
pensamientos capaces de ayudarnos, de liberarnos de la desesperación, aun
cuando no se vislumbrara ninguna oportunidad de salir con vida.”47 (Frankl,
1996)

Hay situaciones en las que a la persona se le priva de la oportunidad de


ejecutar su propio trabajo y disfrutar de la vida, pero lo que nunca podrá
desecharse es la inevitabilidad del sufrimiento. Al aceptar el hecho de sufrir
valientemente, la vida tiene hasta el último momento un sentido y lo conserva
hasta el fin..48 (Frankl, 1996)

El modo en que un hombre acepta su destino y todo el sufrimiento que


éste conlleva, la forma en que carga su cruz, le permite enfrentarse al destino
con fuerza. Puede conservar su valor, su dignidad, su generosidad o bien, en la
dura lucha por la supervivencia, puede olvidar su dignidad humana y ser poco
más que un animal.49

La Singularidad Personal

Según Pascual el hombre sabe y es consciente de su irrepetible


singularidad. Para Frankl, cada hombre debe ser conciente de que su actuar
ante determinadas circunstancias es solo de dominio propio “mi situación es
46
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder, p. 110.
47
Ibid., p.
48
Ibid., p. 112.
49
Ibid., p.
16

rabiosamente mía, intransferible, totalmente distinta de la de cualquier otro


hombre, incluso de quien haya vivido una existencia parecida a la propia. La
singularidad es una nota característica de toda existencia humana”.50 (Frankl,
2001)

Es imposible concebir dos biografías iguales, ni resulta adecuado


proyectar la propia situación personal a otros, o atribuir a terceros la
responsabilidad de las propias opciones personales, ya que así el hombre elude
la responsabilidad en su propio actuar. El típico comentario con el que se
tiende a justificar el actuar personal “Si tú estuvieses en mi lugar harías
exactamente lo que yo hago” no tiene validez. Cualquiera que estuviese en ese
lugar no actuaría según la propia forma de ver las cosas, sino según las suyas,
afirma, “ningún hombre ni ningún destino pueden compararse a otro hombre o
a otro destino”.51 Sólo es posible una comparación, la más radical y profunda
de cada hombre, la de mi ser actual confrontado con el “deber-ser” ideal. Por
eso el hombre siente la necesidad de una realización personal, de un llegar a
ser plenamente personas, para realizar así el sentido propio de su existencia.52
(Pascual, 2002)

El Sufrimiento de la Vida Sin Sentido.

Para el médico vienés “cada época tiene sus neurosis y cada tiempo
necesita su psicoterapia. En realidad, hoy no nos enfrentamos como en los
tiempos de Freud, con una frustración sexual, sino con una frustración
existencial”. El paciente típico de hoy no sufre tanto, como en los tiempos de
Adler, bajo un complejo de inferioridad, sino bajo un abismal complejo de
falta de sentido, acompañado de un sentimiento de vació, a la que Frankl
denomino “vació existencial”.53 (Frankl, 1986)
El vacío existencial, es la neurosis masiva de la época actual, la cual
puede descubrirse como una forma privada y personal de nihilismo, entendido
este como la aseveración de que el ser carece de significación. El “vació
existencial”, constituye el desafió actual para la psicología y la psiquiatría,
dado que cada vez mas pacientes se quejan de un sentimiento de vacío y sin
sentido existencial. Contrariamente a lo que sucede con el animal, los instintos

50
Frankl, Viktor: (2001), Psicoterapia y Existencialismo. Barcelona: Herder, p. 31
51
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder.
52
Pascual, Fernando: (2002), Viktor Frankl y la voluntad de sentido. Ecclesia, Revista de cultura
católica 16, pp. 341-356.
53
Frankl, Viktor: (1986), Ante el vacío Existencial. Barcelona: Herder, p. 9.
17

no le indican al hombre de hoy lo que debe hacer, y contrariamente a lo que


sucedía en otros tiempos, tampoco le indica lo que debería hacer. Por ello el
hombre de hoy se encuentra enfrentado a tener que pensar en lo que quiere
hacer siendo la mayoría de las veces una aspiración desconocida. No estamos
adiestrados para pensar en lo que se quiere hacer. Por ello a veces se hace lo
que las otras personas hacen (conformismo) o hace lo que las otras personas
desean que él haga (totalitarismo).54 (Frankl, 1986)

Por ello sostiene Frankl que “las personas se enfrentan en la actualidad


a un vació existencial y que este se manifiesta sobre todo en el aburrimiento,
aburrimiento incluso ante el sexo de Freud y ante el poder de Adler. Frankl
cita a Alexander Pfänder, quien escribe “vivimos en una época de perdida de
fe en los valores trascendentes, por ello, una época de desesperación y de
creencia en lo absurda de la vida”.55 (Pfänder, (1973) citado por Frankl, 1996)

En esta situación, cuando el paciente se ve invadido por estos


sentimientos de vacío existencial, el sin sentidoaparece como una posible
solución la Logoterapia, donde se postula que “la vida nunca deja de tener un
sentido”.56 Si bien, no se le puede demostrar al paciente cuál es ese sentido,
pero se les puede conducir a que lo encuentre.
El vacío existencial, la falta de sentido que Frankl llamó neurosis
noógens, es la nueva fuentes de malestar para las cuales la psicoterapia clásica
no tiene respuesta.
Más alla de la caída de las tradiciones, la vida conserva un sentido para
cada uno de los individuos, y, más aún, lo conserva, hasta el último respiro.57
“En realidad, ni el sufrimiento ni la culpa ni la muerte -toda esta tríada trágica-
puede privar a la vida de su auténtico sentido”58 (Frankl, 1994)

Frankl diferencia “...varias formas de neurosis y descubre el origen de


algunas de ellas, así plantea que la neurosis Noógena es la incapacidad del

54
Frankl, Viktor: (2000), Fundamentos y aplicaciones de la Logoterapia. Buenos Aires: San Pablo, p. 11
55
Pfänder, Alexander (1973), Schriften aus dem Nachlass zur Phanomenologie und Ethik, ed, por Herbert
Spiegelberg, I. Munich.
56
Frankl, V. Op. cit., p 7
57
Frankl, Viktor: 2000), Fundamentos y aplicaciones de la Logoterapia. Buenos Aires: San Pablo, p. 7
58
Frankl, Viktor: (1994), Logoterapia y Análisis Existencial. Barcelona: Herder, 156.
18

paciente para encontrar significación y sentido de responsabilidad en la


propia existencia.” 59

La logoterapia considera que es su cometido es ayudar al paciente a


encontrar el sentido de su vida. La función del logoterapéuta consiste en
ampliar y ensanchar el campo visual del paciente de forma que sea consciente
y visible para él todo el espectro de las significaciones y los principios que
rigen su existencia. Este modelo terapéutico no impone al paciente ningún
juicio, pues en la realidad la verdad se impone por sí misma sin intervención
de ningún tipo. Es responsabilidad del paciente al decidir si debe interpretar su
tarea vital siendo responsable ante la sociedad o ante su propia conciencia.60
(Frankl, 1996)

Frankl plantea que “...el paciente debe enfrentarse con el sentido de su


propia vida para luego rectificar la orientación de su conducta en tal sentido.
Dado que el neurótico trata de eludir el cabal conocimiento de su cometido en
la vida, y él hacerle sabedor de esta tarea y despertarle a una concienciación
plena puede ayudar mucho a su capacidad para sobreponerse a su
neurosis...”61 (Frankl, 1996)

Bazzi y Fizzoti han señalado “la logoterapia específica –a diferencia de


la no específica– no se funda sobre una técnica claramente establecida, y por
tanto... tiene que ser, por así decirlo, “improvisada” en cada caso en relación
con la “situación” del cliente. Se trata, en otros términos, de decir “la palabra
justa en el momento justo” y en esto consiste ante todo la habilidad del
logoterapéuta”.62 (Bazzi y Fizzoti, 1989)

La Logoterapia como técnica

No es posible tranquilizar un temor realista, como el temor a la muerte


por vía de su interpretación psicodinámica; por otra parte, no se puede curar
un temor neurótico, como la agorafobia, por ejemplo, mediante el
conocimiento filosófico. Ahora bien, la Logoterapia también ha ideado una
técnica que trata estos casos. Para entender lo que sucede cuando se utiliza
esta técnica, hay que considerar como punto de partida una condición que

59
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder, p. 8.
60
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder, p. 65
61
Ibid.
62
Bazzi,T. y Fizzotti, E: (1989), Guía de la Logoterapia. Barcelona. Herder, p. 115.
19

suele darse en los individuos neuróticos, a saber: la ansiedad anticipatoria. Es


característico de ese temor producir precisamente aquello que el paciente
teme. Por ejemplo, una persona que teme ponerse colorado cuando entra en
una gran sala y se encuentra con mucha gente, se ruborizara sin la menor
duda. En este sentido podría extrapolarse el dicho: “el deseo es el padre del
pensamiento” y afirmar que “el miedo es la madre del suceso”. 63 (Frankl,
1996)

Frankl afirma que “por irónico que parezca, de la misma forma que el
miedo hace que suceda lo que uno teme, una intención obligada hace
imposible lo que uno desea a la fuerza”.64 (Frankl, 1996) Esta intención
excesiva o “hiperintención” se puede observar en especial en los casos de
neurosis sexuales. Por otra parte, la atención excesiva o “hiperreflexión”,
como se la denomina en Logoterapia, puede ser asimismo patógena.

2.3.3- La Intención Paradójica

La Logoterapia basa su técnica denominada “intención paradójica” en la


dualidad de que, por una parte el miedo hace que se produzca lo que se teme
y, por otra, la hiperintención, que es el exceso de atención, estorba lo que se
desea. A través de la intención paradójica, se invita al paciente fóbico a que
intente hacer precisamente aquello que teme, aunque sea sólo por un
momento.65 (Frankl, 1996)

La intención paradójica es útil en el tratamiento de cuadros obsesivos,


compulsivos y fóbicos, especialmente en los casos en que subyace la ansiedad
anticipatoria, siendo efectiva cualquiera sea la etiología del caso que se trate.
Apoyado en su vasta experiencia clínica, Frankl reparó en que muchos de sus
clientes vivenciaban esta ansiedad al momento de pensar en las reacciones que
les iban a sobrevenir (por ejemplo, tartamudeo en público.)

Frankl, plantea que “se destaca que en este procedimiento se debe hacer
uso de la capacidad específicamente humana para el desprendimiento de uno
mismo, la capacidad de autodistanciamiento por la cual el hombre puede
distanciarse no sólo del mundo, sino de sí mismo, inherente al sentido del

63
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder, p. 118.
64
Ibid.
65
Ibid.
20

humor”.66 (Frankl, 1996) El sentido del humor “es un componente esencial


que no debía pasarse por alto para conseguir la anhelada recuperación. Este
talante festivo, aparentemente fútil o extraño al “encuadre” terapéutico, es
invocado por Frankl en la medida que sólo un paciente con ánimo dispuesto a
reírse de sí mismo, va a poder lograr el distanciamiento necesario entre él y su
síntoma”.67 (Sirlopú, 2001).

Frankl enfatiza que la intención paradójica no sólo es eficaz en los casos


monosintomáticos, destaca que esta técnica ha sido utilizada por sus
compañeros del Hospital Policlínico de Viena logrando curar incluso neurosis
de carácter obsesivo-compulsivo en grados altos y pertinaces.68 (Frankl, 1996)

La intención paradójica igualmente puede aplicarse en casos de


trastornos del sueño. Por ejemplo, en un caso de insomnio Frankl enfatiza que
“el temor al insomnio da por resultado una hiperintención de quedarse
dormido que, a su vez, incapacita al paciente para conseguirlo, aconsejo al
paciente que no intente dormir, sino por el contrario que haga lo opuesto, es
decir, permanecer despierto cuanto sea posible. La hiperintención de quedarse
dormido, nacida de la ansiedad anticipatoria de no conseguirlo, debe
reemplazarse por la intención paradójica de no quedarse dormido, que pronto
se verá seguida por el sueño”.69 (Frankl, 1996)

2.3.4- La Derreflexión

Sirlopú plantea que “el objetivo de esta técnica es activar la capacidad


de autotrascendencia del ser humano, conduciéndolo a la búsqueda de un
sentido hacia algo o alguien, distinto de sí mismo. La derreflexión resulta ser
muy útil en problemas relacionados con el deglutir, hablar, escribir, pensar y
dormir. Su efectividad se asienta en hacerle ver al paciente que su problema
puede ser contrarrestado si vuelca su atención hacia un tema u objetivo
distinto del que lo aqueja. Ilustrativo de esta técnica es el abordaje de los
pacientes con insomnio, quienes después de la primera noche que pasan en
vela, quedan excesivamente sensibles y pendientes de la tarea de dormir, con

66
Ibid., p. 120.
67
Sirlopú, D. (2001). Consideraciones sobre el aporte de Frankl a la Psicoterapia. Revista de Neuro-
Psiquiatría. Consultado en 10/15/2003 en
http://galenonet.definitive1.definitivehosting.net/RNP/jun2001sirlopu.pdf.
68
Frankl, Viktor: (1996), El Hombre en busca de Sentido. Barcelona: Herder, p. 122.
69
Ibid. P. 122
21

lo cual bloquean su sueño. Esta intención forzada va a propiciar el efecto


contrario que se quiere solucionar, por lo que el terapeuta debe recomendarle
que focalice su mente en otras cosas”.70 (Silopú, 2001)

La atención excesiva o “hiperreflexión”, como se la denomina en


Logoterapia, puede ser asimismo patógena. La hiperreflexión patógena
necesita para ser corregida de una derreflexión. No pocas veces se ha
comprobado que para solucionar un síntoma lo único que se requiere es
disolver la atención focalmente centrada en dicho síntoma.71 (Frankl, 1986)

Lluìs Pifarré señala citando a Frankl que “La excesiva autoobservación


genera la hiperintención y la hiperreflexión. Ésta puede contrarrestarse con la
técnica de la logoterapia llamada derreflexión, en la que los pacientes en lugar
de observarse a sí mismos, tratan de olvidarse de sí mismos, y esto exige su
autoolvido”.72 (Frankl, 1994)

El peligro de la excesiva autoobservación de sí mismo, según Frankl es


riesgosa, ya que si el individuo se encierra en la autorreflexión de sus
problemas, fantasías y sentimientos, toma una actitud que violenta la
naturaleza social del hombre y la apertura de éste al mundo y a las personas de
su entorno. Frankl considera que aprisionar el “yo” en las estrechas paredes
del claustro interior de cada individuo, sin dejar que se expanda sin falsos
recelos “hacia afuera”, es un riesgo que facilita el cultivo de una serie de
gérmenes patológicos que al envolver obsesivamente las reflexiones de los
sujetos, pueden derivar hacia determinados trastornos neuróticos y ser focos
de infelicidad. Una personalidad sana y bien constituida desde la perspectiva
psicológica, es para Frankl, aquella que sabe abrir las puertas y ventanas de su
conciencia, hacia la luz y claridad del mundo exterior, dirigiéndose e
interesándose por la gente que le rodea. (Lluìs Pifarré, XX)

Frankl enfatiza que “el ser humano no se interesa primariamente por su


estado interno, y a menos que sea neurótico, está volcado hacia las cosas y
hacia sus semejantes”.73 (Frankl, 1987)
Según Pifarré “el bloquear esta natural apertura hacia los demás,
curvándose la voluntad de la persona sobre sí misma y sus propios

70
Sirlopú, D. Op. cit.
71
Frankl, Viktor: (1986), Ante el vacío Existencial. Barcelona: Herder, p. 75
72
Frankl, Viktor: (1994), La Voluntad de Sentido. Barcelona: Herder, p. 246
73
Frankl, Viktor: (1987), El Hombre Doliente. Barcelona: Herder. p. 51.
22

sentimientos afectivos, produce una serie estados anímicos de enfermiza y


obsesionante “autoobservación” y excesiva atención consigo mismos. Con la
aplicación de la técnica de la “derreflexión” u olvido de sí mismo, Frankl,
pretende ayudar a aquellos de sus pacientes que han quedado aprisionados y
obturados en estos estados patológicos de monopolizadora autoobservación”.

2.3.5- La Biblioterapia

La biblioterapia es un método cada vez más usado en los tratamientos


terapéuticos, tanto en presencia del terapeuta como los que son realizados a
distancia. Esta técnica consiste en la lectura de libros con fines curativos o
simplemente para llevar una vida más saludable, lo cual se logra a través de la
adquisición de conocimientos y prácticas terapéuticas, mediante la lectura de
bibliografía específica seleccionada y recomendada por el terapeuta, la que
aborde el área dentro de la cual sé podría encontrar el problema. Son también
los llamados libros de auto-ayuda, que abordan temáticas como el desarrollo
de la autoestima, las relaciones de pareja y el desarrollo personal son
aconsejables.

Alrededor del año 1977, Frankl inauguró la Feria del Libro de Austria
con una conferencia en la que destaco el libro como recurso terapéutico. En
esa ocasión, como en tantas otras, hizo referencia a varias historias en las que
un libro pudo cambiar el curso de la vida de una persona, haciendo desistir al
lector del suicidio, sintiéndose reconfortado en sus lechos de enfermo o
descubriendo respuestas a la pregunta personal del sentido de la propia vida.
“Es así que queda formalmente planteada la llamada biblioterapia”.74

Frankl destaca que: "La literatura moderna no precisa continuar siendo


tan sólo un síntoma más de las neurosis de masas de hoy día. Puede contribuir
también a la terapéutica. Los escritores que han atravesado el infierno de la
desesperación, que han experimentado la aparente carencia de sentido de la
vida, pueden ofrecer su sufrimiento, como un sacrificio, en el altar del género
humano. Sus revelaciones ayudarán al lector que sufra idéntico estado, a
superar este último"... "Si el escritor no es capaz de inmunizar al lector contra

74
Garcia, Claudio: (1996), “La logoterapia en cuentos. El libro usado como recurso
terapéutico”. Bs. Aires: San Pablo
23

la desesperación, ha de evitar al menos inocularle la desesperación"75 (Frankl,


1984, p.100)

"Aplíquese este libro en la parte enferma


del paciente, y la cura puede ser milagrosa".
Leopoldo Marechal (Escritor argentino, 1900/1970)

75
Frankl, Viktor: (1984), Psicoterapia y Humanismo. Bs. Aires, p. 100.
24

a)Ensanchar el campo de visión: APELAR al ser espiritual

Para De Barbieri, cuando el terapeuta se encuentra con una persona que


no cree tener más futuro, lo que le falta no es el futuro, sino el contenido de
sentido en el presente o su propia capacidad para encontrarlo. Para ayudarlo a
“recuperar su percepción de futuro” señala que es necesario dirigirlo hacia un
sentido concreto y personal del paciente.

En este sentido la misión del logoterapeuta es ensanchar el campo de


visión. En la jerga logoterapéutica, se habla de “levantar la lámpara” para que
el paciente pueda ver y ampliar su horizonte de sentido y así lograr que él
mismo reconozca las posibilidades con sentido que no percibió antes.

De Barbieri señala que “o uno se hace cargo de una tarea vital concreta
o renuncia. El logoterapeuta tiene como cometido por un lado, impedir la
resignación de su paciente; y por otro, tratar de hacerle descubrir tareas con
sentido”.

b) Cambio de actitud
En lo que se refiere a impedir la resignación, la logoterapia propone un
cambio de actitud que mantenga viva la esperanza de vislumbrar una chispa de
sentido. Cuando no se puede hacer nada más, todavía se puede hacer algo: se
puede cambiar la actitud hacia el destino adverso.

Muchas veces según De Barbieri se conocen personas que viven en el


sin sentido. Perdieron el sentido de su existencia y tienen que esperar la
aparición de nuevas posibilidades de sentido. Pero ¿cómo se acompañan
durante esa espera? Si él pierde la esperanza de encontrar un nuevo sentido,
entonces ya no lo espera y se rinde. (De Barbieri)

Aparece la noción de esperanza planteada por este psicólogo como la


única forma en que en algunos momentos de la vida ésta se puede soportar,
aludiendo a la idea de que aparece una luz en el horizonte gracias a ella. En
suma, hay un sentido que late en el futuro esperando por su realización, un
sentido que llama y pide ser llevado a cabo en la realidad, pues cada individuo
tiene una sola vida y nadie puede sustituirlo en la tarea de vivirla. (De
Barbieri)
25

Además, señala la importancia de descartar el aspecto orgánico en las


depresiones y de los cuidados y psico-enseñanza que es necesario promover
por parte de los profesionales de la salud, para que tanto el paciente como sus
familiares, sean capaces de hacer más llevadero y tolerable el sufrimiento
producido por esta enfermedad. El familiar enfermo, a su vez, debe aprender
que para sus parientes es imposible ubicarse en su lugar y que sólo puede
esperar de ellos una muy limitada comprensión. Más allá de esto, el paciente
podría lograr sobrellevar su depresión valientemente por amor a sus
familiares, ya que éstos deben cargar junto con él parte del problema. (De
Barbieri)

Para ser capaces de llevar estas depresiones de manera valiente, formula


tres nociones básicas descritas de manera breve: 1. ¡Evitar depresiones
agregadas, secundarias!, 2. ¡Distanciarse en lugar de identificarse! y 3. Saber
que el sol existe...

No es posible evitar incidentes de desenlace o algún suceso durante


fases depresivas "agazapadas", pero sí es posible en cambio evitar las
depresiones agregadas secundarias a las reacciones negativas del paciente a
su enfermedad, reacciones que potencializan la misma. Por ejemplo, su
“desesperación por su estado de ánimo desesperado”, su “llorar por su propio
llanto”, o su “tristeza por su propia tristeza”.

Todo lo que el ser humano "tiene" puede enfermar: cuerpo y alma. El


intelecto y el sentimiento pueden ser perturbados por la enfermedad. A pesar
de esto, nunca puede enfermar lo que la persona "es": la persona espiritual.
Por definición algo espiritual se encuentra más allá de salud y enfermedad, y
por lo tanto más allá de la vida y de la muerte. Por supuesto, la persona
espiritual que "es" necesita de un medio de expresión, que el ser humano
"tiene" en forma de su organismo psicofísico. (De Barbieri)

La ayuda para sobrellevar valientemente las fases de depresiones


endógenas apunta a que el enfermo deje de pronunciar sentencias de valores,
que sólo pueden estar equivocadas. Desde la distancia interior ante la
depresión se redunda en ello. Para De Barbieri el poder esperar bajo espesas
nubes de lluvia, y simultáneamente saber que encima de ellas, totalmente
invisible, brilla el sol. Nada hace pensar que el sol se encuentra por encima de
las nubes, nada ni el más pequeño rayo de luz, no existe ningún destello que
revele su presencia. Pero se sabe que el sol está allí -por encima de las nubes-
26

de la misma manera que el amplio horizonte de sentido que está presente por
encima de toda afección del enfermo, y brilla a través de su vida.

Con respecto a esto Viktor E. Frankl escribe: "...De este modo, lo


capacitaremos al paciente- para que deje pasar su depresión endógena como
una nube que, si bien puede oscurecer el sol, no por eso ha de hacerle olvidar
que el sol continúa existiendo: así también el paciente endógeno-depresivo
tendrá que aferrarse a que su enfermedad afectiva es capaz ciertamente de
oscurecer el sentido y los valores de la existencia, de modo que no encuentre
nada en el mundo ni en sí mismo que pueda hacer su vida aún digna de
vivirse, pero también a que esta ceguera para los valores pasará y también
llegará él mismo a experimentar en sí un destello de lo que Richard Dehmel
expresó alguna vez con aquellas hermosas palabras: 'Mira, con el dolor del
tiempo, juega la felicidad eterna..."'.76

76
Viktor E. Frankl Teoría y terapia de las neurosis, Barcelona, Ed. Herder, 1992, p. 106
27

REFLEXIONES

Cómo aceptar que la vida tiene sentido a pesar de que la época actual es
una época enmarcada en el sufrimiento, el dolor, el desgaste de los valores y
creencias del mundo contemporáneo, cada día que pasa existe una conciencia
general de que el mundo a perdido el rumbo, es típico escuchar a las personas
de generaciones anteriores decir, antes las cosas eran mucho mejores, mas
tranquilas, es característico escuchar que “todo tiempo pasado fue mejor” o la
idea de que “el mundo se esta volviendo cada vez mas loco”, muchas veces la
guerra es la única forma de mantener la paz..., declaro el presidente de EEUU,
acaso la guerra tiene un sentido?

Surge la pregunta, ¿Acaso no se aprendió nada de los sucesos


acaecidos tan sólo en el Siglo Veinte?, el cual fue el periodo donde se vieron
intensificadas las más grandes atrocidades que envolvieron al orbe en dos
conflictos armados de carácter mundial y constantes conflictos de carácter
menor. Dentro de estos conflictos a lo largo de la historia de la humanidad
aparecen personajes, héroes, muchas veces anónimos, que han sido capaces de
engrandecer la raza humana en diversas ocasiones, individuos que han
enfrentado el sufrimiento con dignidad, con valor e hidalguía, que en los
momentos en que todos caen presa de la desolación, de la apatía por sus
semejantes o el dolor, como los sujetos que adoptan la actitud del común de
las personas ante la adversidad, aparecen hombres que son capaces de entregar
una palabra de aliento, un consuelo a quien se encuentra abatido, estando en
las mismas circunstancias.

Viktor Frankl es uno de ellos, es una de esas personas que engrandecen


a la especie humana, traspasando las fronteras del tiempo y de la muerte a
través de su legado, el mismo hombre que le toco experimentar en carne
propia el infierno de los campos de concentración nazi durante la Segunda
Guerra Mundial, fue capaz de encontrarle un sentido al sufrimiento inevitable
al que le toco estar expuesto, un sufrimiento impuesto por individuos
pertenecientes a su misma especie, la especie humana. En su vida dejo una
huella imborrable, su paso por los campos de concentración donde le toco
conocer la bestialidad de los guardias y capataces nazis, como también la de
sus propios camaradas de reclusión. Sin embargo, también conoció a los
sujetos anónimos, que fueron capaces de engrandecer, aunque fueran pocos a
la especie humana, ya que eran los que expuestos a las mismas circunstancias
28

que el resto, eran capaces de mantener su humanidad, de ser responsables,


ante sus propios actos a pesar del entorno adverso que les toco enfrentar.

Dado que cada día podía ser el último de su existencia, Frankl quiso que
esta fuera una existencia significativa, pero no por el simple hecho de
sobrevivir al campo, como muchos de sus camaradas deseaban, quienes se
preguntaban ¿Si no eran capaces de sobrevivir su estadía en el campo? ¿Qué
sentido habría tenido su sufrimiento?, Dado que Frankl pensaba que si ese
fuera el sentido de esa experiencia, entonces que sentido tenía toda la muerte
alrededor suyo, porque si no, el sobrevivir no tenía sentido, ya que si el
sentido de la vida dependía de una casualidad, como era sobrevivir o no,
entonces era una vida que no merecía la pena ser vivida. (Frankl, 1996)

Para él, a pesar de lo limitante del contexto y de que quizás la salida


más rápida e indolora al sufrimiento que cada día le tocaba enfrentar, se
propuso a sí mismo no suicidarse, no lanzarse contra las alambradas, se
prometió a sí mismo ser responsable, mientras tuviera una mínima
oportunidad por sobrevivir, de seguir adelante y hacer todo lo posible por
vivir. (Frankl, 1991)

Frankl fue capaz de sobrevivir al Holocausto que le quito a su familia y


a su esposa, fue capaz de rehacer su vida y de entregar las bases de una
propuesta terapéutica y de vida orientada a la búsqueda de sentido a partir de
la dimensión más humana del ser humano como lo es su espiritualidad su
esencia y la noción de que somos responsables de nuestro propio destino.
Surge a partir de lo expuesto anteriormente, la necesidad interna de
preguntarse, que sentido tiene todo lo que esta pasando en la actualidad,
incluso a la gran mayoría no le importa en mayor medida lo que sucede en el
mundo, ya nada es capaz de asombrar a las personas, basta una televisión para
poder acceder a las transmisiones en vivo de guerras, de los desastres
naturales y ecológicos, se logra ver el sufrimiento de miles de personas en
diferentes circunstancias, se siguen repitiendo hasta el cansancio los atentados
producidos en los Estados Unidos, o la última guerra en Afganistán con las
imágenes mas impactantes de las que se tenga memoria, todo esto desde la
comodidad de un sillón, o a través de la Internet y de los medios de
comunicación, que saturan al hombre actual de información, de banalidades
que hacen que los individuos sientan cada vez más el hastió y la falta de
sentido de sus existencias, la mayoría de las personas manifiesta hastió de
tener una vida carente de sentido, de no tener un propósito por el cual estar
vivo, de que nada es capaz de sorprenderlo, ya que ya ha visto todo.
29

Sin embargo, la presente monografía aborda los postulados de un


hombre que trato el tema de la falta de sentido de su época hace más de medio
siglo, pero para sorpresa los problemas o angustias que afectaban a la
generación post-guerra a escala mundial, se repiten y se han incrementado con
el paso de las décadas. Las guerras continúan, el hambre aumenta, la agresión,
el uso de drogas y la falta de sentido vital va en aumento. Las personas cada
vez tienen menos recursos para afrontar situaciones extremas, ha aumentado la
falta de compañerismo, el individualismo ha surgido con mayor fuerza en una
generación en la que la valoración del desempeño o del culto al físico es lo
que prima, también han subido los índices de depresión y de estrés, producto
de estar insertos en una cultura orientada a la producción. La necesidad de
cumplir los cánones establecidos por la sociedad para ser aceptado se basa en
los prototipos de belleza o de logro económico que la sociedad impone,
existiendo un considerable desmedro del crecimiento y desarrollo personal y
espiritual de las personas. Pero esa falta de sentido no solo afecta al sujeto
común, sino que también al hombre exitoso que cumple con los prototipos
requeridos por la sociedad.

La sociedad del consumo es capaz de satisfacer la mayoría de las


necesidades que en muchos casos esta misma es capaz de crear, sin embargo,
no es capaz de satisfacer la necesidad de darle un sentido a la existencia
humana o tambien es posible que éste cambiando el sentido que se debe
encontrar. Posiblemente debido a esta falta de sentido y de carencia espiritual,
las personas han empezado a buscar nuevas alternativas para orientar su
existir, así han aparecido con mucha fuerza, los Institutos de desarrollo y
crecimiento personal y emocional, las terapias alternativas de medicina
oriental que tienen una visión holística del ser humano.

Frankl por medio de su pensamiento puede ser capaz de contagiar de


esperanza a una generación cada vez mas desilusionada de la vida carente de
sentido y significado a la vieja usanza. Muchos se preguntan cuál es la forma
de acceder a una vida plena de sentido, como si se tratara de una pócima
mágica que al tomarla hace que estas respuestas sean respondidas. Varias
personas buscan una especie de manual de vida aplicable a todos los
individuos de forma general, sin importar sus características y creencias
personales. Nadie según palabras del propio Frankl, puede decir cual es el
sentido de la vida de los otros, nadie debe imponer un sentido a su semejante.
El sentido es propio y es responsabilidad de cada uno el cumplirlo de la mejor
forma. No puede comprarse como un producto de consumo más.
30

Si el hombre no es capaz de superar la falta de sentido, con frecuencia el


sentimiento de que la existencia propia no tiene sentido ni razón de ser, gatilla
en muchos casos la drástica decisión de optar por el suicidio, que es la salida
final ante la falta de sentido de la propia vida. Sin embargo, no todos los
suicidios se deben a que a las personas que optan por esta salida les falte un
sentido, pero mientras el hombre, a pesar de que las circunstancias le sean
totalmente adversas o este ante un sufrimiento inevitable, mientras tenga una
razón de vivir, un sentido como algo que realizar o alguien a quien amar o
proteger, no llegara a utilizar esta salida.

Frankl plantea “la pregunta que se hace al considerar el suicidio, “¿Por


qué no? Nada lo impide...”, pero mientras exista un sentido y el sujeto se
sienta responsable preferirá seguir adelante”.77 Por eso es tan importante que
la vida de cada una de las personas sea una vida con significación para él. La
noción de responsabilidad personal ante el propio destino propuesta por Frankl
a través de la logoterapia logra potenciar en la persona, el sentimiento de que
cada uno es libre de decidir la actitud que toma para enfrenta las distintas
situaciones que la vide le impone.

La generación actual se denomina a sí misma la generación perdida, una


generación sin sentido ni futuro, una generación que carece de ideales o
modelos a seguir de hombres que son capaces de morir por sus ideales o en la
realización de una tarea, así la falta de sentido de la vida se ve reflejada en el
aburrimiento y en el hastió, la falta de iniciativa ante lo que se considera
inadecuado se ve además reflejado en la indiferencia ante todo. Por lo general
la respuesta común a todas las interrogantes propuestas en este trabajo, si
fuera posible evaluar el compromiso de los jóvenes, por lo general seria el “no
estoy ni ahí”, no estan comprometidos con nada, viven la vida según un eterno
presente, sin importar lo que pase el día de mañana.

Pero hacia donde va la nueva generación? ¿Cuál es el camino que


eligió? Y si esto es así, es posible que mientras más aumente el sentimiento
globalizante de falta de sentido en el mundo, más rápidamente, el propio
hombre sé autoelimine, se haga realidad la profecía de que cada día el hombre
da un paso tras otro hacia su propio autoeliminación, quizás en un futuro
cercano ya no serán necesario los campos de concentración para producir

77
Frankl, Viktor: (1997), Lo que no está escrito en mis libros. Memorias. Buenos Aires: San Pablo
31

exterminios masivos, la vida carecerá de tal forma de sentido, que no


importara si uno está vivo o muerto.

La capacidad intrínseca que poseen todos los seres humanos es la de


estar orientado a la búsqueda de un sentido, y ese sentido es capaz de ayudar a
continuar, es decir, es capaz de orientar la vida del sujeto y además de
ayudarlo a hacer frente a circunstancias adversas. Sin embargo, es necesario
recalcar que la vida no sólo es dolor o malas experiencias, la vida también esta
llena de momento gratos, de alegrías que elevan al espíritu humano por
encima de sí mismo, como la realización de una labor de ayuda desinteresada
o la expresión de él amor hacia la persona amada, la experiencia de algo
hermoso, como es el arte, la música, o contemplar la naturaleza. Frankl señala
que a lo largo de su reclusión, en cada circunstancia por limitadas que estas
fueran, siempre existían opciones para que los prisioneros realizaran alguna
acción llena de sentido y significado. (Frankl, 1996)

Las personas que aun son capaces de comprometerse con alguna causa,
o entregar su esfuerzo, capacidad y trabajo en pro de ayudar a otros, o de
realizar una tarea creativa, la vida seguirá siempre entregándole oportunidades
para generar continuamente experiencias llenas de significado que ayudaran a
la autotrascendencia del ser humano, y las personas que aun no encuentran ese
sentido, es probable que se den cuenta que por algún motivo siguen vivos, y
quizás los espera una misión que cumplir. Si la persona es capaz de sentir que
la vida es para algo y que en ella debe hacerse algo, la persona será capaz de
encontrarle un sentido a esta.

La noción de libertad y responsabilidad es necesaria destacar, dado que


bajo estos conceptos, la logoterapia entrega una concepción sumamente
interesante para hacer frente a la falta de sentido que experimenta el hombre,
al concebir al hombre como un ser que a pesar de tener un cierto grado de
condicionamiento genético y biológico, es a través de la propia espiritualidad
que se puede hacer libre y responsable de su actuar en cada situación y en
cada momento. El hombre es quien elige como actúa ante una situación
determinada, y a su vez es responsable de su actuar, ante el mismo o ante la
sociedad o en ultima instancia ante Dios.

Para Bretones en esencia, “la logoterapia no es más que eso: sentir que
la vida es llamada a realizar acciones, no importa cuáles, con sentido
trascendente, en un mundo lleno de preguntas; y que cuando esas preguntas no
32

tienen respuesta, es el momento de preguntarse: ¿Vale la pena vivir?”.78


(Bretones, 1998)

La logoterapia es una apelación a la vida, lo que hace que la vida haya


que verla como una tarea. De ahí la razón de ser de su lema: Sí a la vida a
pesar de todo.79 La logoterapia es un llamado a agradecer la vida, a sacar
fuerzas del dolor y a sentir que todos los habitantes de este planeta tienen una
tarea que cumplir y un sentido que descubrir.

78
Bretones, F. (1998): La logoterapia: apelación a la vida como tarea. Bs. Aires. San Pablo
79
Ibid
33

BIBLIOGRAFÍA

Libros de Texto

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San Pablo
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San Pablo
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•Frankl, V. (1982), La voluntad de sentido. Conferencias escogidas
sobre logoterapia. Barcelona. Herder
•Frankl, V. (1994), La Voluntad de Sentido. Barcelona. Herder.
•Frankl, V. (1986), Ante El vacío Existencial. Hacia una humanización
de la psicoterapia. Barcelona. Herder
•Frankl, V. (1986), La idea psicológica de hombre. Madrid. RIALP
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Buenos Aires. San Pablo.
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Humanista. Barcelona. Herder
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34

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de Chile por V. Frankl, el 23/V/1991, invitado por la Universidad
Gabriela Mistral, y publicado en El Mercurio el 2/VI/1991) Consultado
07/09/2003 edición digital de Centro de Ética Aplicada (CEA)
http://www.duoc.cl/etica/down.html).

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•http://www.duoc.cl/etica/mat_apoyo/index.html
•http://www.logoterapia-arg.com.ar/
•http://www.viktorfrankl.org/e/indexE.html
•http://www.geocities.com/cavef/biografia.html
•http://www.logoterapiauruguay.org/
•http://www.logoterapia.com.mx/
•http://www.arvo.net/
•http://manoblejas.eresmas.net/index.htm
•http://www.casaviktorfrankl.com/
•http://www.caa-fucol.com/cedal.htm
Programas electrónicos de computación
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•Enciclopedia Microsoft® Encarta (2000). Logos (Versión 2000)


[Programa de computación]. Santiago: Encarta, Consultada, 17/ Junio
/ 2003.

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