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REPORTE DE CONFERENCIA
LLEVADA ACAVO EL 13 DE NOVIEMBRE
EFICIENCIA ENERGETICA EN TRANSPORTE: TECNOLOGIA
DIESEL
1º Panel
RETROSPECTIVA Y ESTADO DEL ARTE EN LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ
El rendimiento máximo de un motor diésel bien diseñado oscilará entre un 40% y un 45%.
En general cuanto más grande y refinado sea el motor, mejor será el rendimiento…
mientras que los mejores motores de gasolina no alcanzan un rendimiento del 40%.
Los motores diésel están diseñados para relaciones de compresión elevadas, que no son
posible en los motores de gasolina por el riesgo de detonaciones (conocidas
popularmente como “picar biela“). A pesar de que existen modos técnicos para aumentar
la relación de compresión en los motores de gasolina, la relación de compresión continúa
estando por debajo de un motor diésel.
Ya hemos dejado atrás aquellas humaredas que los diésel producían y aquellas toxicidades
que detectábamos al respirar cuando circulábamos detrás de un automóvil, camión o
furgoneta diésel. Un motor diésel de última generación poco o nada tiene que ver con el
de un vehículo de gasoil de antes del año 2000. Los sistemas actuales de inyección
trabajan a una muy alta presión y usan inyectores de alta tecnología. Las normas europeas
anticontaminación exigen que los gases de escape salgan mucho más limpios que en
décadas anteriores.
Comenzamos por el filtro de partículas, que va instalado en el escape. Filtra los gases de
escape mediante una serie de tamices metálicos muy finos, quemando las partículas en
suspensión de los gases de escape. Para ello, necesita de una temperatura muy alta para
funcionar correctamente, que sólo se alcanza tras varios minutos de funcionamiento.
La EGR, la válvula de recirculación de gases de escape, también reduce la emisión de
partículas contaminantes desde el motor.
Los diésel más modernos, y fabricados a partir del año 2009, equipan sistemas
anticontaminación adicionales. El más conocido es el sistema de inyección de
AdBlue sobre los gases de escape. El AdBlue es un líquido sintético que se rocía sobre los
gases de escape, reduciendo las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), un compuesto
contaminante inherente a la quema del gasóleo. Algunos coches evitan usar el AdBlue y
recurren a una trampa de NOx, que viene a ser una versión avanzada de un catalizador.
Todos estos sistemas añaden complejidad a un diésel moderno.
Los motores diésel siempre han sido los mejores para recorrer largas distancias con un
bajo consumo. Los sistemas anticontaminación modernos necesitan de una temperatura
alta y un régimen constante para funcionar correctamente, por lo que es importante
cuidar el motor haciendo una conducción lo más respetuosa posible con el medio
ambiente y con el propio vehículo.
No obstante, el problema de calidad del aire de las ciudades no es tanto el CO2 como
otras partículas que emiten los vehículos diésel. En este sentido, sería importante que
hubiera desde el Gobierno un enfoque integral para el sector de la distribución del
automóvil que recoja una fiscalidad nueva y más verde que fomente la renovación del
parque; la unificación de estos temas en todo el territorio español; así como el fomento
del vehículo eléctrico y de bajas emisiones.
La futura subida del impuesto al diésel no debe justificarse por las emisiones
contaminantes de éste. Los vehículos nuevos diésel emiten hasta un 84% menos de
emisiones contaminantes NOx y un 90% menos de partículas que los vehículos de gasoil
con más de 15 años. Una mayor innovación tecnológica ha ayudado progresivamente a
disminuir el NOx y las partículas que emiten los motores diésel, igualándolos así a los de
gasolina. Las nuevas tecnologías que mencionábamos antes están contribuyendo a que se
consigan mayores reducciones. Además, gracias a las mayores exigencias introducidas por
los nuevos reglamentos WLTP y RDE, las emisiones de los vehículos cada vez van a ser más
bajas.