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radiología simple.
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Objetivo docente
Las fracturas de codo son una de las fracturas más frecuentes en la edad pediátrica. La
radiología simple es la prueba de imagen de elección en estos casos. No obstante, el
diagnóstico radiológico de las mismas puede resultar dificultoso, debido a los cambios
anatómicos constantes del esqueleto en desarrollo y la sutileza de algunos hallazgos
radiológicos.
ANATOMÍA
El codo es una articulación sinovial compuesta, formada por tres articulaciones óseas y
múltiples ligamentos y uniones miotendinosas.
Estas tres articulaciones están englobadas por una cápsula articular que rodea
completamente el codo. En los lados de la articulación, la cápsula está reforzada por
los ligamentos colaterales radial y cubital. El ligamento colateral radial proporciona
estabilidad en varo a la articulación, mientras el colateral cubital es el componente más
importante en la estabilidad en valgo.
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La superficie más profunda de la cápsula fibrosa está revestida por la membrana sinovial
del codo. La sinovial se extiende a partir de la superficie articular del húmero y contacta
con el olecranon, la fosa radial, la fosa coronoidea y la superficie interna de la tróclea.
Un pliegue de la sinovial se proyecta hacia la articulación entre el radio y el cúbito
dividiéndola parcialmente en dos porciones: la humerocubital y la humerorradial. Los
epicóndilos medial y lateral se sitúan por encima de la superficie articular y son por tanto
estructuras extraarticulares, lo que se considera factor determinante en la clasificación
y manejo terapéutico de fracturas a dicho nivel.
Entre la cápsula fibrosa y la membrana sinovial hay varias almohadillas grasas. Estas
almohadillas, que son extrasinoviales pero intracapsulares, tienen gran importancia
radiológica, como veremos en los apartados siguientes.
PROYECCIONES RADIOLÓGICAS
Para la correcta evaluación radiológica del codo traumático, siempre emplearemos una
proyección anteroposterior y otra lateral. Estas serán suficientes para el diagnóstico
en la gran mayoría de los casos. Si hallamos imágenes inciertas o dudosas en estas
proyecciones, o ante la sospecha de ciertas fracturas particulares, emplearemos además
otras proyecciones complementarias, como la oblicua externa, la oblicua interna o la
proyección radio-condilea Fig. 1 on page 6 .
Con el fin de solucionar este problema, Greenspan describió en 1982 una variante de la
proyección lateral, la llamada cabeza radial-condilo humeral Fig. 4 on page 9. El
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paciente se coloca en la misma posición que en la proyección lateral, pero esta vez el
rayo central se proyecta hacia la cabeza radial con un angulo de 90º. En esta proyección
podemos observar la cabeza radial proyectada ventralmente, sin solapamiento con la
apófisis coronoides, así como el cóndilo humeral y las articulaciones humerorradial y
humerocubital.
Para la correcta valoración radiológica del codo traumático es necesario hacer una
lectura sistemática de las imágenes, en la que no debemos pasar por alto los siguentes
puntos clave.
Derrame articular
Ha quedado demostrado que existe una alta correlación entre la presencia de derrame
articular y fractura ósea en el contexto clínico de codo traumático. En la proyección lateral
de codo podemos identificar este derrame articular, visualizando el desplazamiento de
las almohadillas grasas Fig. 5 on page 10 .
La almohadilla grasa anterior puede ser visible en la proyeccion lateral normal, como
una fina radiolucencia pegada a la fisi humeral. Se considera que es patológica cuando
esta radiolucencia se desplaza hacia anterior y/o superior, adoptando una morfología
caracteristica.
Alineación
Existen varias líneas y angulaciones que pueden ser de gran ayuda en el diagnóstico
de ciertas fracturas y luxaciones, como la línea humeral anterior, la línea radio-condilea
o el ángulo de transporte.
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• Linea humeral anterior
En la proyección lateral, si trazamos una linea recta a lo largo de la cortical anterior del
humero, esta debe atravesar el tercio medio de la cabeza humeral Fig. 6 on page 11 .
En las fracturas supracondileas por hiperextensión la cabeza humeral se desplaza hacia
posterior, por lo que la linea humeral pasaría por delante del terccio medio del mismo.
Fig. 7 on page 12
• Linea radio-condilea
Teniendo en cuenta que la cabeza del radio se articula con el cóndilo humeral, si
trazamos una linea paralela al radio atravesando el cuello radial por la mitad, ésta deberia
cruzar el centro del cóndilo humeral, en cualquier proyección y cualquier posición del
paciente. Fig. 8 on page 13 En caso contrario estraemos ante una luxación del radio.
Fig. 9 on page 14
• Ángulo de transporte
En posición anatómica, el codo tiene una angulación fisiológica en valgo de 5-15 º, que
puede verse alterada tras un traumatismo. Una fractura del cóndilo lateral puede producir
una deformidad en valgo, mientras las fracturas supracondileas pueden ser causa de
una deformidad en varo. Existen varias técnicas para medir el ángulo de transporte:
Ángulo humero-cubital: Ángulo formado entre una linea recta paralela al humero y otra
paralela al cubito. Se considera normal entre 5-15º Fig. 10 on page 15
Ángulo de Baumann: Ángulo formado entre una linea perpendicular al humero y una
linea a traves de la fisis del condilo lateral. Es normal entre 9-26º y se considera criterio
de reducción aceptable tras una fractura supracondilea si > 10º. Fig. 11 on page 16
Centros de osificación
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C Cóndilo
R cabeza Radio
I epicondilo Interno
T Troclea
O Olecranon
E epicondilo Externo
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Fig. 1
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Fig. 2
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Fig. 3
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Fig. 4
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Fig. 5
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Fig. 6
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Fig. 7
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Fig. 8
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Fig. 9
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Fig. 10
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Fig. 11
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Fig. 12
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Fig. 13
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Fig. 14
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Fig. 15
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Fig. 16
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Fig. 17
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Fig. 18
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Conclusiones
Las fracturas de codo son una de las más frecuentes en la edad pediátrica. La evaluación
radiológica de estas fracturas requiere un conocimiento de la anatomía en desarrollo y
los mecanismos de fractura, así como de los hallazgos radiológicos clave.
Bibliografía
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