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precariedad económica
El gobernador Ramón Mercado describió la situación de ese momento así: «Los atentados
y crímenes en los días de agitación fueron: tumultos que se formaban a los alrededores de
la ciudad en las noches; riñas frecuentes entre grupos de individuos de ambos partidos y
barras de la Sociedad Democrática y amigos del pueblo; vapulaciones recíprocas
apersonas ya del uno o del otro partido, en muchos casos con resentimientos personales;
incendio de dos casas pajizas; incendio y derroche en los terrenos de los ejidos; violencia
ejecutada en dos o tres casas en donde se sospechaba que había reuniones secretas o
que se acopiaban armas; y bandadas de hombres que hacían incursiones por los pueblos
y campos». Las medidas que tomó Mercado en enero del mismo año fue declarar el toque
de queda y vigilancia nocturna en las calles de la ciudad, y en los pequeños pueblos todos
los viajeros tenían que presentarse a la alcaldía.
A pesar de la situación de inestabilidad política, desde enero de 1851 se programó un
evento en la ciudad de Cali para conmemorar la abolición de la esclavitud. Fue una
ceremonia que representó todo el imaginario del pensamiento liberal del momento. El
Programa de celebración de la abolición de la esclavitud del 10 de julio se encuentra
detallado en el Archivo Histórico del Municipio en el tomo 114, de 1851. La solemne
ceremonia fue ordenada por el gobernador, con la participación de todos los miembros del
partido liberal y los militares.
El Programa fue un memorable evento cívico: «Solemnidad del 2 de febrero de 1851 por la
manumisión de 46 esclavos. 1.- Al amanecer del domingo 2 de febrero próximo se verificará
el repique general de campanas en todas las iglesias a la señal de tres descargas de cañón
i toque de diana de las cajas de guerra. De hora en hora se oirá un tiro de cañón. 2.- En
seguida la música reunida por la primera comisión recorrerá las calles de la ciudad para
promover la alegría de los habitantes al anunciarles que ha llegado un acontecimiento
famoso, cual es la manumisión de 46 esclavos: las cajas de guerra presidirán la música
tocando alegre diana. 3.- A las nueve de la mañana se tocará la llamada de la guardia
nacional, que deberá reunirse en la plaza del 7 de Marzo de las diez a las once, procurarán
uniformarse en lo posible. 4.- De las once a las doce y media se reunirán en la sala de la
gobernación todos los empleados públicos, corporaciones, comunidades i demás
convidados que deban concurrir al acto de la manumisión, que tendrá lugar en el local de
la Sociedad Democrática. 5.- El cuadro veterano mandado por el ayudante mayor, a las
once y media en punto, con la solemnidad de ordenanza sacará de la municipalidad la
bandera nacional que se colocará en el batallón en su lugar correspondiente. 6.- El batallón
de la guardia nacional en columnas al frente romperá la marcha para el local expresado;
dicho batallón será seguido por los esclavos que se manumitirán, de los convidados i
empleados; la artillería cerrará la marcha. 7.- Luego que lleguen al expresado local se
colocarán en la parte exterior del circo sin ocupar el corredor de la entrada, i oficiales de las
respectivas compañías ocuparán sus asientos dentro del circo. 8.- Habiendo tomado
respectivos asientos los empleados, corporaciones i demás convidados se abre la siguiente
escena. La banda de música tocará una pieza marcial, i la artillería que quedará en la parte
exterior del edificio anunciará con tres cañones que va a principiar el acto, el que se
ejecutará así: tres individuos que deben manumitirse y que serán designados por el
personero parroquial, poniéndose en las manos un gallardete a cada uno de los tres.
Libertad, Igualdad i Fraternidad, se acercarán a la mesa [y reciirán] sus respectivas cartas
que les serán entregadas por el gobernador. Restituidos estos tres a sus asientos, se
repartirán la designación que hará el mismo empleado por siete veces, cuyo número será
marcado por tres cañonazos i una pieza marcial efectuada por la banda en conmemoración
del glorioso 7 de Marzo de 1849. Durante el intervalo siete señoras liberales pondrán en las
cabezas de los manumisos guirnaldas de flores: después se repetirán estos actos respecto
a los que falten. Concluida la entrega de las cartas, la banda musical tocará una pieza
marcial i la artillería disparará tres cañonazos.
Luego se oirán los discursos de las autoridades i las manifestaciones patrióticas de los
participantes que lo quieran hacer. Terminado así el acto, todo el acompañamiento se
dirigirá a la plaza del 7 de Marzo. Por la tarde la banda de música acompañará a la segunda
compañía que debe ir al otro lado del río a hacer fogueo, (firmado) Ramón Mercado».
A pesar de que sólo fue posible manumitir 33 esclavos de los 46 que se tenían previstos,
porque la Junta de Manumisión de esta provincia no tuvo los fondos de renta suficientes
para pagarlos, según los avalúos que se obtuvieron de los mencionados esclavos, la
ceremonia cumplía con el objetivo inicial que era llevar a cabo un evento netamente civil
cargado con todos los símbolos de la naciente república liberal.
Se inició con los toques de diana, las descargas de cañón para llamar a los ciudadanos a
conglomerarse para el evento, aunque todavía tuvieron que recurrir a algunos símbolos
tradicionales como el repique de las campanas de las iglesias, al cual la gente estaba más
acostumbrada a atender. Tenían todavía algunas dificultades logísticas que la República
en formación no había podido resolver, como era suministrar a todos los miembros de la
guardia nacional el uniforme completo para asistir con todo el rigor y formalidad que exigía
el evento. Surgía la preocupación y era necesaria la advertencia de que hicieran el esfuerzo
de presentarse lo mejor posible. La guardia nacional estaba conformada por la mayoría de
los miembros de las sociedades democráticas. No podía faltar la bandera como el mayor
símbolo de la República, pero todavía no se había compuesto el himno nacional. Es curioso
que la ceremonia haya decidido hacerse en el recinto de las Sociedades Democráticas y
no en plaza, que era el espacio público por excelencia de la nueva República; tal vez la
decisión tuviera razones de seguridad, por posibles ataques de los conservadores; o por
comodidad, pues en aquella época la plaza era un espacio con piso de tierra y barro.
En el evento aparecían repetidas veces los conceptos del pensamiento utópico liberal:
libertad, igualdad y fraternidad. En Cali fueron tomados tan a pecho, que tres de las
parroquias cambiaron temporalmente sus nombres tradicionales Libertad, Igualdad y
Fraternidad. «¿Qué significaban y de donde provenían estos conceptos? por los
de Libertad era un modelo complejo, que abarcaba ideas como la razón, la victoria, la
sensibilidad, la piedad, la caridad; fue siempre representada por una diosa femenina, que
traía consigo muchos conceptos católicos transformados en una imagen secular. Libertad
fue el baluarte más importante de las repúblicas europeas nacientes. Igualdad era un
concepto nacido en las logias masónicas adoptado por las nuevas repúblicas europeas,
especialmente la francesa en su revolución.
Fraternidad fue incluida en la Nueva Granada con el sentido de tolerancia y era por
excelencia un símbolo de asociación, una noción que aludía al sentimiento cristiano y al
sentido de familia, era un legado al mismo tiempo católico y romano, apropiado a la virtud
cívica.
Para completar todo este pensamiento, se sumaban las guirnaldas de flores en las cabezas
de los esclavos, réplica del símbolo de la democracia romana.
Fue, pues, el marco de referencia del programa liberal que fusionaba el pensamiento de
Occidente, especialmente el de la Revolución Francesa. Encontraron en estas ideas la
esencia del proyecto modernizador de mediados del siglo XIX. Fueron los símbolos políticos
y los rituales necesarios para crear un orden moral y para legitimizar el poder. La idea
fundamental era poder tener ciudadanos para lograr una participación amplia en el proceso
político, y por lo tanto en la formación de la unidad nacional. Pero, finalmente, fue sólo un
deseo...
Hubo otras ceremonias para conmemorar la manumisión, como la que relata José Joaquín
García en sus Memorias de Bucaramanga: «Sólo había cincuenta esclavos, los cuales
fueron conducidos a la plaza pública donde, después de darse lectura al acto legislativo,
recibieron la carta que les elevaba a la dignidad de hombres y un gorro frigio, como
emblema de la Libertad. El párroco pronunció un breve y sencillo discurso, que enterneció
a los concurrentes, y enseguida algunas personas notables hicieron uso de la palabra. En
el mismo día, por la tarde, hubo un paseo a las afueras del poblado, acto en el cual reinaron
el mayor regocijo y la más completa cordialidad. Los redimidos lucían vestidos que sus
amos les habían regalado». La celebración de Bucaramanga cumplía con algunos
preceptos de la nueva República, pero con modestia; sólo aparece el forro frigio como
símbolo de libertad, emblema utilizado ya en la época de la independencia. Finalmente era
la Libertad lo que se conmemoraba, y también implicaba la igualdad ciudadana. Fue un
evento conmovedor, donde la participación de la Iglesia no fue excluida y donde los
símbolos y las metáforas liberales no fueron tan enaltecidos. No se puede comparar con la
prosopopeya de la ceremonia en Cali, donde tal vez se hacía necesaria para marcar con
todo el ímpetu posible las diferencias con una oposición que era tan beligerante en la región
en esa época.
Las estatuas confederadas siempre han sido sobre la supremacía blanca. Por eso están
bajando.
El último conflicto de Estados Unidos sobre la raza comenzó con un tiroteo masivo, una
bandera y algunas estatuas.
Sin embargo, los críticos argumentan que estos monumentos son realmente sobre el orgullo
sureño, no conmemoran un movimiento de rebelión pro esclavitud. Argumentan que tratar
de eliminar los símbolos confederados funciona para borrar parte de la historia
estadounidense.
Aquí es donde el debate se complica, suscitando preguntas importantes sobre los Estados
Unidos y su historia: ¿Qué representaba exactamente la Confederación? Y si representaba
la esclavitud, ¿honrarla en efecto conmemora la supremacía blanca?
Ciudades y estados han estado trabajando para derribar sus monumentos confederados
Desde que Carolina del Sur derribó su bandera confederada, varias ciudades y estados de
todo el país han estado considerando movimientos similares, no solo para las banderas,
sino también para las estatuas y otros monumentos en todo el Sur en honor a la
Confederación y sus soldados. Existen muchos de estos monumentos: el estudio del
Southern Poverty Law Center encontró al menos 1,500 "nombres de lugares confederados
y otros símbolos en espacios públicos", y reconoció que su recuento estaba "lejos de ser
exhaustivo".
Esto provocó una gran reacción violenta. El representante estatal de Mississippi, Karl
Oliver, un republicano, escribió en una publicación de Facebook ahora eliminada que
las personas que derriban monumentos confederados "deberían ser LICENCIADAS",
invocando un lenguaje que obviamente está vinculado a la opresión de los estadounidenses
negros:
Más tarde, Oliver se disculpó por la horrible elección de las palabras, pero mantuvo su
intención de preservar "todos los monumentos históricos".
Del mismo modo, Charlottesville ha estado trabajando para eliminar dos estatuas
confederadas: una dedicada a Robert E. Lee y otra dedicada a Stonewall Jackson. La
ciudad ya cambió el nombre de los parques donde se encontraban estas estatuas:
Jackson Park ahora es Justice Park y Lee Park ahora es Emancipation Park. Y el consejo
de la ciudad votó para derribar la estatua de Robert E. Lee, aunque esos planes
están actualmente en suspensomientras un tribunal revisa si la ciudad puede hacerlo sin
el permiso del estado.
El plan para derribar la estatua de Robert E. Lee llevó a las protestas de la supremacía
blanca. Su protesta tuvo lugar principalmente en el Parque de la Emancipación, donde se
reunieron alrededor de la estatua durante gran parte de sus manifestaciones. Tal como lo
ven, los intentos de derribar la estatua están borrando la historia blanca; Una de sus
consignas, "no nos reemplazará", tiene la intención de sugerir que los legisladores no
pueden hacer esto y salirse con la suya.
Por supuesto, muchas personas no están de acuerdo en que se trata de borrar la historia
blanca. Argumentan que estos monumentos fueron construidos originalmente para honrar
a la Confederación y el racismo y la supremacía blanca que representaba. Una de las
estatuas en Nueva Orleans, por ejemplo, literalmente celebró una insurgencia supremacista
blanca en la ciudad contra una fuerza policial racialmente integrada y una milicia estatal.
Dado que Estados Unidos ahora está tratando de enmendar las políticas racistas de su
pasado, parece natural que los monumentos que celebraron este horrible pasado se
derrumben.
Tampoco es el caso de que esta historia se esté borrando, ya que las estatuas, banderas y
otros monumentos no están necesariamente siendo destruidos. A menudo, como fue el
caso en Carolina del Sur y posiblemente en Nueva Orleans , se trasladan a museos o,
como es el plan en Charlottesville, se venden a otra persona para que se encargue de ellos.
En el centro de este debate está el tema de la guerra civil. Las personas que defienden
estos monumentos confederados con frecuencia argumentan que realmente se trataba de
los derechos de los estados, mientras que los del otro lado argumentan que la Guerra Civil
fue sobre la esclavitud.
Pero el registro histórico deja muy claro que la Guerra Civil fue sobre la esclavitud. Y en la
medida en que se trataba de los derechos de los estados, se trataba del derecho de un
estado a mantener la esclavitud.
Como Ta-Nehisi Coates señaló en el Atlántico , Carolina del Sur, el primer estado en
separarse de la Unión, dijo en su declaración oficial que consideraba que cualquier intento
de abolir la esclavitud y otorgar derechos a los estadounidenses negros era "hostil al Sur"
y " destructivo de sus creencias y seguridad ":
Se ha trazado una línea geográfica en toda la Unión, y todos los Estados al norte de esa
línea se han unido en la elección de un hombre para el alto cargo de Presidente de los
Estados Unidos, cuyas opiniones y propósitos son hostiles a la esclavitud. Se le debe
confiar la administración del Gobierno común, porque ha declarado que "el Gobierno no
puede soportar permanentemente mitad esclavo, mitad libre", y que la mente pública debe
descansar en la creencia de que la esclavitud está en curso de extinción final. . Esta
combinación seccional para la inmersión de la Constitución, ha sido ayudada en algunos
Estados al elevar a la ciudadanía, personas que, por la ley suprema de la tierra, son
incapaces de convertirse en ciudadanos; y sus votos se han utilizado para inaugurar una
nueva política, hostil al Sur y destructiva de sus creencias y seguridad.
Estas declaraciones no dejan dudas de que el Sur luchó en la Guerra Civil para proteger
las instituciones de la supremacía blanca y, en particular, la esclavitud.
No fue una coincidencia que esto sucediera cuando el movimiento de derechos civiles
aumentó, y, en particular, después de que el presidente Harry Truman prometió hacer más
para promover los derechos civiles, por ejemplo, integrando al ejército y diciéndole a la
NAACP que los derechos civiles no podían esperar. El Ku Klux Klan, por su parte, creció
en respuesta, y abrazó la bandera confederada como un símbolo potente.
Los sureños tenían claro en ese momento lo que estaban haciendo y lo que representaba
la bandera confederada: "Significa la causa del sur", dijo Roy Harris , el legendario político
de Georgia, en 1951, según Coski. "Se está convirtiendo ... en el símbolo de la raza blanca
y en la causa de los blancos".
Subyacente a la batalla sobre las estatuas confederadas hay realmente un mayor debate
sobre la raza en Estados Unidos. En los últimos años, hemos visto un mayor impulso por la
justicia racial. Eso llevó al rechazo desde el otro lado, lo que algunos comentaristas han
descrito como un "golpe blanco".
Black Lives Matter, en particular, prestó mucha atención a estos problemas. Aunque el
movimiento ganó fama nacional a través de sus esfuerzos por llamar la atención sobre las
disparidades raciales en el uso de la fuerza por parte de la policía (particularmente en
las protestas de Ferguson, Missouri, por el tiroteo policial de Michael Brown ), ha
fomentado una conversación más amplia, especialmente entre el lado izquierdo de el
espectro político, sobre las muchas formas en que los estadounidenses minoritarios están
en desventaja sistémica. A medida que Estados Unidos se vuelva más y más racialmente
diverso, esta discusión probablemente se convertirá en un tema aún mayor.
Mientras tanto, la elección del presidente Donald Trump simboliza la reacción violenta a
gran parte de esta conversación. Trump, quien constantemente desplegó retórica racista,
antiinmigrante y antimusulmana en la campaña electoral, dio voz a los estadounidenses
blancos que durante mucho tiempo sintieron que el aumento de los derechos civiles y la
diversidad los ha dejado atrás.
Otra forma de entender esto es un concepto sociológico llamado "fragilidad blanca". Robin
DiAngelo, que estudia raza en la Universidad Estatal de Westfield, describió el fenómeno
en un artículo de 2011 :
Los blancos en América del Norte viven en un entorno social que los protege y los aísla del
estrés basado en la raza. Este ambiente aislado de protección racial crea expectativas
blancas para la comodidad racial y al mismo tiempo reduce la capacidad de tolerar el estrés
racial, lo que me lleva a lo que yo llamo Fragilidad Blanca. White Fragility es un estado en
el que incluso una cantidad mínima de estrés racial se vuelve intolerable, lo que
desencadena una serie de movimientos defensivos. Estos movimientos incluyen la
exhibición externa de emociones como la ira, el miedo y la culpa, y comportamientos como
la argumentación, el silencio y el abandono de la situación que induce el estrés. Estos
comportamientos, a su vez, funcionan para restablecer el equilibrio racial blanco.
El artículo de DiAngelo explicó que los estadounidenses blancos tienen una serie de
"factores desencadenantes" que pueden ponerlos a la defensiva sobre la raza, desde
sugerencias de que el punto de vista de una persona es racializado hasta el ascenso de
personas de color a posiciones de liderazgo prominentes. Todos los desencadenantes que
enumeró estuvieron presentes el año pasado: a través de la presidencia de Barack Obama,
la retórica racista de Trump y las protestas de Black Lives Matter contra el dominio del
privilegio blanco.
Considere con qué frecuencia a lo largo de las elecciones de 2016 las personas
responderían incluso a la más mínima sugerencia de racismo, ya sea en los medios de
comunicación o en la vida cotidiana, con vitriolo, desdén o despido inmediatos. DiAngelo
argumentó que esto es un mecanismo de defensa para confrontar preguntas sobre
privilegios. Y hace que sea difícil tener una conversación razonable sobre la raza,
perpetuando efectivamente un status quo favorable para los estadounidenses blancos al
evitar las discusiones sobre cómo cambiar las circunstancias existentes.
Esto ilustra cómo las personas defensivas pueden enfrentarse a las acusaciones de
racismo: no solo la mujer que enfrentó las críticas realmente sentía que estaba teniendo un
ataque al corazón, sino que las personas blancas que la rodeaban creían que era totalmente
posible que lo fuera. Esta es la realidad de tratar de tener una conversación que desafíe el
privilegio de los blancos en Estados Unidos.
Puede aplicar este concepto a lo que vimos en las protestas de Charlottesville. Es probable
que muchas de las personas involucradas hayan llevado vidas con ventajas, solo porque
son hombres blancos en una sociedad que históricamente les ha otorgado más derechos
que todos los demás.
Pero han visto desafiada su seguridad racial. Vieron al primer presidente negro con Barack
Obama. Ven estadísticas demográficas que muestran que los estadounidenses blancos
ya no serán la mayoría en las próximas décadas. Ven toda esta charla sobre Black Lives
Matter y la importancia de la diversidad, incluso a través de políticas como la acción
afirmativa. Ven movimientos recientes para derribar monumentos confederados en el sur. Y
es probable que ellos mismos hayan sido acusados de racismo en algún momento de sus
vidas, haciéndolos ponerse a la defensiva y enojados.
Estas son las fuerzas detrás de la discusión actual sobre los monumentos confederados y
la raza en Estados Unidos. Muchos estadounidenses blancos sienten que han sido
descuidados, y ahora su historia se está borrando a medida que los monumentos
confederados bajan y el país se vuelve más diverso. Así que algunos han tomado medidas
radicales, causando violencia y caos en Charlottesville, Virginia, para protestar contra los
planes de derribar una estatua.