Sei sulla pagina 1di 9

Trabajo Práctico

N° 1

Profesora: Alejandra Di Fonso


Integrantes:
• Pescetti, Ana Luz
• Zarco, Sofía Belén

Curso: 5° A
Turno: Mañana
Colegio: Instituto General San Martín
Guerra Civil Española; preámbulo de la 2° guerra mundial

Luego de un fallido golpe de estado contra el gobierno de la república,


Europa se dividió en tres frentes con respecto a España: un frente neutral
( Francia y el Reino Unido), un frente revolucionario (Alemania e Italia) y
un frente republicano (Unión Soviética y México).
España se dividió en dos: la España roja, era el bando republicano
formado por los demócratas constitucionales y los revolucionarios, y la
España negra, más conservador y rural formado por las clases que veían
su puesto peligrar.
El saldo de victimas no es exacto, pero se cree que esta entre 500.000
y 100.000 personas, muchas de las cuales murieron a manos del
enemigo, no en pelea, sino en asesinato político. Hubo quema de
conventos e iglesias, con los consecuentes asesinatos de los que
moraban esos lugares.
De 1934 a 1936, la II república estuvo gobernada por una coalición de
centro-derecha que incluía a los católicos conservadores de la CEDA
(Confederación Española de Derechas Autónomas) y a los radicales de
Alejandro Lerroux. Durante este gobierno, la gente vio caer sus logros y
comenzaron a provocarse protestas para lograr un bienestar económico
de la población mayor al que tenían.
Los catalanistas de ERC (Esquerra Republicana de Cataluña) que
gobernaban con Lluis companys la Generalitat catalana veían con sumo
recelo la victoria conservadora y la subsiguiente entrada en el gobierno
de la CEDA, proclaman la noche del 6 al 7 de octubre el Estado Catalán
dentro de la República Federal Española lo que propicia la intervención
del general Batet, jefe de la 4ª División Orgánica, en Barcelona y la
detención de Companys, así como la suspensión del estatuto de
autonomía de 1932.
Las elecciones de 1936 dan la oportunidad a los izquierdistas de
recuperar el poder perdido. La izquierda une fuerzas formando el frente
popular y los anarquistas le dan su apoyo. La victoria de las izquierdas
por estrecho margen, lejos de apaciguar los ánimos, acrecienta aún más
la inestabilidad política. Enseguida se liberan los presos de Asturias pero
la violencia prosigue por ambas partes produciéndose 330 asesinatos,
213 intentos fallidos, 113 huelgas y destruyéndose 160 edificios
religiosos. La separación de la política española es, por esas fechas, muy
elevada. Conviven una izquierda revolucionaria y una derecha fascista,
una sociedad muy anticlerical y un catolicismo ultra conservador. El
escenario de violencia que vive el país permite que ambas fuerzas se
enfrenten en numerosas ocasiones. También dentro de derechas e
izquierdas existe una división de ideas muy marcada. Un factor
determinante para comprender el estallido del conflicto fue el
anticlericalismo creciente en una sociedad cansada del atraso que vivía el
país del que se hacía en buena parte responsable a la Iglesia Católica que
aun mantenía privilegios como en ningún otro país de Europa. El nuevo
gobierno venía a acabar con todo ello lo que movilizó los sectores más
conservadores. En virtud de los artículos 24 y 26 de la Constitución se
suprimió la enseñanza religiosa prohibiendo órdenes como la Compañía
de Jesús.
Incluso la división dentro de las clases pobres de la sociedad civil era
muy acusado. Una población rural muchas veces ignorante y totalmente
dominada por el caciquismo y la iglesia y una sociedad urbana e
industrial dominada por las tendencias revolucionarias del nuevo siglo.
El 12 de julio muere asesinado el teniente de la Guardia de Asalto José
Castillo. Castillo era conocido por su activismo izquierdista y por negarse
a intervenir contra los manifestantes de Asturias, y este acto de rebeldía
le costaría un año de cárcel. La conmoción por el asesinato no tardó en
extenderse entre la propia Guardia de Asalto a la que él pertenecía. Y al
día siguiente, en represalia, un grupo de guardias secuestraban y
mataban a José Calvo Sotelo miembro del parlamento y de la oposición
anti-republicana, quien fue ministro de finanzas durante la dictadura de
Miguel Primo de Rivera. Con este crimen se dio pábulo a una derecha
deseosa de recuperar el poder. Los movimientos conservadores y
católicos no dudaron en aprovechar la conmoción y los acontecimientos
se precipitaron rápidamente. Se puso de inmediato en marcha un plan
para derrocar a la izquierda que había sido preparado tiempo antes. Los
conspiradores sólo estaban a la espera de que las condiciones fueran
propicias. El levantamiento acababa de comenzar.
La sublevación estaba cuidadosamente planeada por los generales
José Sanjurjo, que debería haber sido el futuro Jefe de Estado pero murió
en accidente de aviación al trasladarse a España desde Portugal, donde
estaba exiliado por su intento de golpe de estado de 1932, Emilio Mola (el
Director del alzamiento) y secundado por Francisco Franco, en aquellas
fechas destinado en la Comandancia General de Canarias. Da comienzo
en Melilla la tarde del 17 de julio de 1936 y se extiende por gran parte de
las guarniciones de España. Así, el 21 de julio los rebeldes han adquirido
el control de la zona de Marruecos bajo protectorado español, las islas
Canarias (excepto La Palma), las islas Baleares (excepto Menorca) y la
parte de la España peninsular situada al norte de la sierra de Guadarrama
y del río Ebro, excepto Asturias, Cantabria y el País Vasco en la costa
norte, y la región de Cataluña en el nordeste. Las fuerzas republicanas,
por su parte, consiguen sofocar el alzamiento en la mayor parte de
España, incluyendo todas las zonas industrializadas, gracias en parte a la
participación de las milicias recién armadas de socialistas, comunistas y
anarquistas. Por otra parte, caen en manos de los sublevados algunas de
las ciudades andaluzas más grandes, incluyendo Sevilla, Granada y
Córdoba.
En este contexto, los nacionalistas y los republicanos proceden a
organizar sus respectivos territorios y a reprimir cualquier oposición o
sospecha de oposición. Una estimación mínima señala que más de
50.000 personas fueron ejecutadas, muertas o asesinadas en cada
bando, mostrando la gran dureza de ambos bandos en esta guerra.
El mapa resultante tras la sublevación es una reproducción casi
exacta de los resultados de las elecciones anteriores. En aquellas zonas
donde vencieron los conservadores triunfa el alzamiento y allí donde la
mayoría era leal la insurrección militar es aplastada como es el caso de
Madrid y Barcelona.
El resultado del levantamiento es incierto. Aproximadamente un tercio
del territorio español ha pasado a manos rebeldes con lo que ninguno de
los dos bandos tiene absoluta supremacía sobre el otro. El intento de
derrocar de un golpe a la República había fracasado estrepitosamente.
Ambos bandos se preparan para lo inevitable. Un enfrentamiento que iba
a desangrar España durante tres largos años. La Guerra Civil Española
acababa de empezar.
Participación extranjera
Las principales potencias democráticas de Europa, Francia y Gran
Bretaña se mantuvieron oficialmente neutrales, pero dicha neutralidad
era engañosa ya que impusieron un embargo de armas a España además
de desalentar a la participación anti-fascista de sus ciudadanos en apoyo
de la causa republicana. Dos temores alimentaban esta política: el triunfo
de la revolución en España y una confrontación total a nivel europeo.
La neutralidad de las democracias occidentales tuvo su justificación
oficial a través de su participación en el denominado Comité de No
Intervención, del cual formaban parte, además de Francia e Inglaterra,
Italia, Alemania, la URSS y otros países menores.
Si el objetivo del comité era impedir el suministro de armas a cualquiera
de los dos bandos enfrentados es fácil suponer que su tarea
necesariamente habría de ser un completo fracaso como así ocurrió.
Las potencias fascistas prestaron un apoyo total e incondicional a los
sublevados violando el embargo de ayuda militar. La Italia fascista de
Benito Mussolini y la Alemania nazi de Adolf Hitler, aportaron a los
sublevados armamento y equipamiento militar y enviaron algunas tropas,
el Corpo Truppe Voluntarie y la Legión Cóndor respectivamente. Pero
también les ayudaron tropas voluntarias de otros países como la brigada
irlandesa del general Eoin O'Duffy.
Los republicanos recibieron el apoyo de la Unión Soviética a la que
compraron armas, vehículos y material.. Para pagarlo los republicanos
gastaron unos 500 millones de dólares de las reservas de oro. En ese
entonces España poseía la cuarta reserva de oro más grande del mundo
con un valor aproximado de 750 millones de dólares. Méjico apoyó la
causa republicana proveyendo a las fuerzas leales de rifles y comida.
El Comintern a través del NKVD organizó y dirigió una tropa de
voluntarios para que fueran a luchar en favor de la República, las
popularmente conocidas Brigadas Internacionales. Los voluntarios
americanos formaron la Brigada Abraham Lincoln y los canadienses el
Batallón Mackenzie-Papineau (Los Mac-Paps). También hubo un pequeño
grupo de pilotos estadounidenses que formaron el Escuadrón Yankee
liderado por Bert Acosta. El 23 de septiembre de 1938 se ordenó su
retirada total con el fin de modificar la posición de no intervención
mantenida por el Reino Unido y Francia.
Pero, a pesar de todo, el hecho cierto es que mientras los
nacionalistas recibían armamento, equipo y efectivos de las potencias
fascistas, los republicanos no recibieron ayuda alguna de las principales
democracias occidentales (Gran Bretaña, Francia o los Estados Unidos)
temerosas de su carácter revolucionario. Así pues, el aliado más
importante fue la lejana URSS.
A las potencias democráticas, no les gustaba la oposición frontal de
las izquierdas revolucionarias, en las que veían una cierta amenaza de
que se extendiera el comunismo, al que no tenían gran simpatía.
Alemania, en cambio, aprovechó la guerra para probar sus nuevos
modelos de armas y tácticas. En el bando republicano se usaron aviones
soviéticos. Alemania estrenó en España sus tácticas de bombardeo sobre
ciudades con el tristemente famoso bombardeo de Guernica que fue
representado por Picasso en su cuadro Guernica, expuesto en el pabellón
español de la Exposición Universal de París de 1937.
La guerra civil española fue una guerra en la que ambos bandos
usaron todos los recursos de los que disponían para lograr derrotar al
otro.

La Guerra
El mando de los "nacionalistas" fue asumido gradualmente por el
general Franco, liderando las fuerzas que había traído de Marruecos. El 1
de octubre de 1936, fue nombrado Jefe del Estado y formó gobierno en
Burgos.
El presidente de la República Española hasta casi el fin de la guerra
fue Manuel Azaña, un liberal anticlerical, procedente del partido Izquierda
Republicana. En tanto que el gobierno republicano estaba encabezado, a
comienzos de septiembre de 1936, por el líder del partido socialista
Francisco Largo Caballero, seguido en mayo de 1937 por Juan Negrín,
también socialista, quien permaneció como jefe del gobierno durante el
resto de la guerra y continuó como jefe del gobierno republicano en el
exilio hasta 1945.
1936
Durante los primeros días unas 50.000 personas que quedaron
atrapadas en el bando contrario fueron ejecutadas. En el contexto de la
guerra fueron muchos los que se aprovecharon para realizar tan
macabros actos y cuando una zona caía en manos de uno u otro bando
no tardaban en llegar los asesinatos
Toda esperanza de un rápido desenlace desaparece el 21 de julio, el
quinto día de rebelión cuando los nacionales capturaron el puerto naval
de Ferrol. El triunfo parcial de la sublevación militar anima a las potencias
fascistas a apoyar a los rebeldes. En los primeros días muere el general
Sanjurjo por lo que el mando de los sublevados queda repartido entre
Mola y Franco.
consecuencias
Las repercusiones políticas y emocionales de la guerra trascendieron
de lo que es un conflicto nacional ya que, por muchos otros países, la
guerra civil española fue vista como parte de un conflicto internacional
que se libraba entre la religión y el ateísmo, la revolución y el fascismo.
Para Rusia, Alemania e Italia, España fue terreno de prueba de nuevos
métodos de guerra aérea y de carros de combate. Para Gran Bretaña y
Francia, el conflicto representó una nueva amenaza al equilibrio
internacional que trataban dificultosamente de preservar, el cual se
derrumbó en 1939 con la Segunda Guerra Mundial. El pacto de Alemania
con la Unión Soviética supuso el fin del interés de ésta en mantener su
presión revolucionaria en el sur de Europa.
Con la llegada, a partir de la muerte de Franco, de la democracia, el
bando perdedor sintió que el nuevo régimen asumía gran parte del
proyecto reformador de la II República y, de forma implícita, suponía una
negación de los ideales que habían defendido los vencedores de la guerra
civil. Franco nunca fue un verdadero fascista. Sólo utilizó un pequeño
partido fascista para sus fines; dejo que ejecutaran a su jefe y eliminó los
elementos más "puros" del partido, aprovechando la colaboración de
otros más acordes con su idea conservadurismo, al más puro estilo del
siglo XIX.
Adolf Hitler

Hijo de un aduanero austriaco, se quedó huérfano cuando todavía era


muy joven. Se trasladó a Viena en 1905, para hacer estudios artísticos; el
tiempo que estuvo en esta ciudad, en la que los dirigentes municipales
mandaban con ideas racistas en contra de los judíos, fue muy importante
en su vida. En 1912 se fue a vivir a Munich. En 1914 se alistó en el
ejército bávaro, en el que fue cabo; en la I Guerra Mundial lo hirieron, y
sufrió daños en los ojos provocados por los gases que fueron novedad en
esta guerra. Por estos daños, se le condecoró con la cruz de hierro.
En 1919 se convirtió en oficial de propaganda de la nueva Reichswehr,
y era encargado de luchar contra el bolchevismo y de extender las ideas
nacionalistas. Uno de sus jefes, Gottfried Feder, lo puso en contacto en
julio de 1919 con un partido político de extrema derecha, dirigido por
Drexler. En poco tiempo, ya era miembro del comité de directores, y
redactor del semanario del partido.
En 1921 eliminó a Drexler y le puso el nombre al partido de "Partido
nacionalsocialista alemán del trabajo", y fue su presidente. Comenzó
unas buenas relaciones con la Reichswher y con los sindicatos. Gracias a
la importancia de su organización paramilitar, las S.A., fue director del
Kampfbund (Liga de asociaciones de combate), que se formó en
septiembre de 1923.
Hitler intentó imitar el golpe de estado de Mussolini el ocho de
noviembre de 1923, pero no le salió bien, y al día siguiente el gobierno
bávaro mandó disparar sobre Hitler, Ludendorff, y sus hombres. Hitler fue
herido y también condenado a pasar cinco años en prisión en 1924.
Aprovechó el tiempo en la cárcel para hacer un libro en el que plasmaba
todas sus ideas: Mein Kampf (Mi lucha).
Hitler creó las S.S. para contrarrestar a las S.A. de las que
desconfiaba. En 1929 entró en contacto con el industrial Hugenberg, ya
que este necesitaba piquetes armados que fueran en contra de los
comunistas.
El partido nazi aumentó mucho sus diputados gracias a lo bien que lo
hacía Hitler cuando exponía sus ideas, y así, se ganó la confianza del
subproletariado, de ciertos parados, y de los burgueses que estaban
descontentos. Hitler se presentó a las elecciones presidenciales y aunque
fue vencido, fue elegido por muchos votantes.
El nuevo canciller, Von Papen, que representaba a la derecha,
concedió a Hitler la disolución del parlamento y autorizó las S.S. y las
S.A..
El 30 de enero de 1933, Hitler tuvo que conformarse con ocupar el
poder junto con los conservadores. Hitler, comenzó por disolver el
parlamento, e hizo una campaña, en la que las S.A. cambiaron el
resultado. Además, el Reichstag se incendió, y esto fue atribuido
falsamente a los comunistas. Por todo esto, el cinco de marzo, los nazis
obtuvieron el 44 % de los votos.
Ahora el canciller (Hitler), ya tenía el poder del país por un período de
cuatro años (a partir del 23 de marzo). Hitler, utilizó estos cuatro años
para reorganizar Alemania y hacer más fuerte su dominio.
Durante la noche del 30 de junio de 1934 (se le dice "noche de los
cuchillos largos"), Hitler asesinó a los jefes de las S. A. y a sus adversarios
políticos.
Hitler acumuló la presidencia del Reich y la cancillería, con el nombre
de "Reichsführer", obteniendo el 88 % de los votos en agosto de 1934.
Para hacer realidad sus ideales, lanzó ideas simples sobre la
superioridad de la raza alemana y decía que el destino lo había llamado
para hacer que los alemanes dominaran sobre el mundo.
La iglesia alemana lo apoyó porque les daba una excusa para
deshacerse de otras religiones, tales como la judía que fue la más
perjudicada en Alemania.
Cuando llegó al poder, organizó una policía estatal, la GESTAPO, y
persiguió a los comunistas, a los socialdemócratas, a las organizaciones
obreras, a los antinazis, a los judíos (a los que quería exterminar), e
incluso a las Iglesias, contra las que chocó porque él quería controlar a la
juventud.
Desde su llegada al poder, Hitler comenzó a preparar la guerra. Quería
que el dominio de la Alemania nazi sobre Europa, hiciera feliz a todos los
alemanes. Consiguió disminuir el paro con las industrias de guerra, que
trabajaban a un alto ritmo desde 1933. Organizó una propaganda
perfectamente montada, que dio a la gran mayoría de la población una
confianza ilimitada en el jefe y en el futuro que él preparaba.
Eliminó las limitaciones que había impuesto el Tratado de Versalles
para las fuerzas armadas alemanas, y de nuevo ocupó Renania el 7 de
Marzo de 1936. Intervino en la organización de un golpe de estado contra
el gobierno austriaco.
Hitler, hizo muy bien al esperar que las potencias de dividieran para
comenzar la guerra, pero por otro lado, él esperaba que Gran Bretaña se
uniera a Alemania, para luchar contra sus dos grandes enemigos: Francia
y la U.R.S.S., pero no fue así.
Entonces Hitler, se hizo amigo de Italia y como Mussolini, el Führer
(Hitler), decidió intervenir en la guerra civil española.
Camufló (para que no se notara que preparaba una guerra) con el
nombre de lucha contra el bolchevismo, la alianza con los dictadores
(entre ellos Mussolini). Se alió con Japón, que debía servir para advertir al
ejército de la U.R.S.S..
A finales de 1937, Hitler decidió reunir a todos los países de lengua
alemana, antes de que las potencias de occidente hubieran acabado de
prepararse.
Hitler renovó a una parte del personal gubernamental. El Führer,
consiguió eliminar a su comandante en jefe, Von Fritsch en febrero de
1938, y a su jefe de estado mayor, Beck, en septiembre del mismo año, y
decidió asumir él el mando.
Hitler, aunque estaba seguro de la actitud del Duce (Mussolini), pero
sin advertirle, intervino en Austria, el 13 de marzo de 1938. En los
acuerdos de Munich el 30 de septiembre del mismo año, le entregaron
una cuarta parte de Checoslovaquia.
Organizó la secesión eslovaca y comenzó a mandar en Bohemia-
Moravia el 15 de Marzo de 1939. Después ocupó Memel, el 22 de Marzo
del mismo año. A partir de 1939, comenzó a pedir los territorios
"alemanes" en Polonia.
Después de reforzar su alianza con Italia en el pacto de Acero del 22
de Mayo, y de firmar el pacto de neutralidad germano-soviético el 23 de
agosto, provocó el comienzo de la segunda guerra mundial al invadir
Polonia el uno de septiembre.
A partir de aquí, comienzan a sucederse las victorias alemanas, y el
dominio hitleriano se extendió por toda Europa. El 22 de junio de 1941
atacó a la U.R.S.S., y el fracaso le hizo tomar él mismo el mando del
ejército de tierra.
Hasta finales de 1942, el éxito estaba dando la razón a Hitler, pero
después de Stalingrado, el dos de febrero de 1943 y de la apertura del
segundo frente en Normandía el seis de junio de 1944, la derrota de
Alemania parecía inevitable, y los oponentes conservadores, se reunieron
para acabar con Hitler, antes de que Alemania fuese definitivamente
arruinada.
El coronel Von Stauffenberg, puso una bomba en el cuartel general del
Führer el 20 de julio de 1944. Hitler, que resultó con ligeras heridas,
aplastó a los sublevados, que creían que este estaba muerto, y se habían
"destapado" para actuar.
En la última época, Hitler era un enfermo mental, que estaba
"destrozado" por las derrotas. Pero sin embargo, todavía creía que podía
ganar por medio de armas secretas como la bomba atómica, que estaba
en preparación.
Supervisó el último ataque alemán (Ardenas, diciembre de 1944 -
enero de 1945). Después, el 20 de abril de 1945, viendo que Alemania
iba a ser dividida en dos partes, repartió el alto mando entre el almirante
Dönitz y Göring. A pesar de que los que le apoyaban querían llevarle al
"reducto bávaro", Hitler decidió morir en Berlín. El 29 de abril de 1945 se
casó con su amante Eva Braun, y nombró para sucederle al almirante
Dönitz. El 30 de abril de 1945, se suicidó de un tiro de revólver.
Bibliografía

• http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_Civil_Española
• http://monografias.com

Potrebbero piacerti anche