Proyecto como el conjunto de las actividades que desarrolla una persona o una entidad para alcanzar un determinado objetivo.
¿Cuáles son los pasos de un Proyecto?
Paso 1: identificar y conocer a las partes interesadas Para crear un plan de proyecto infalible, es importante recordar que las partes interesadas no solo son quienes te contratan para que gestiones el proyecto, sino que puede ser cualquiera que se vea afectado por los resultados de tu proyecto, lo que incluye también a tus clientes y usuarios finales. Asegúrate de que identificas a todas las partes interesadas y recuerdas sus intereses cuando vayas a crear tu plan de proyecto. Paso 2: fijar y priorizar los objetivos Una vez que tienes una lista de necesidades de las partes interesadas, priorízalas y fija los objetivos específicos del proyecto. Con ellas podremos esbozar los objetivos del proyecto (los beneficios que esperas conseguir). Detalla tus objetivos (y las necesidades de las partes interesadas que cumplen con cada uno de ellos) en tu plan de proyecto de modo que se puedan comunicar de una manera clara y compartir fácilmente. Consejo: «¡Pero si todo es importante!», pensarás. Si tienes problemas a la hora de priorizar, empieza estableciendo una escala basada en la urgencia de los objetivos Paso 3: definir los entregables Identifica los entregables que necesitas producir para cumplir con los objetivos del proyecto. ¿Cuáles son los productos específicos que se espera que termines? A continuación, haz una estimación en tu plan de las fechas límite para cada entregable. (Puedes fijar las fechas reales cuando te sientes a definir el programa del proyecto en el siguiente paso). Consejo: Fija una serie de hitos firmes para los entregables y las fechas de entrega fundamentales. De este modo, serás capaz de seguir tu progreso una vez empezado el trabajo y de garantizar que completas las tareas clave a tiempo (y contentar a las partes interesadas).
Paso 4: crear un programa de proyecto
Echa un vistazo a cada uno de los entregables y determina la serie de tareas que se tienen que completar para conseguir cada uno. Para cada tarea, define la cantidad de tiempo que necesitarás, los recursos necesarios y quién se encargará de completarla. Paso 5: identificar los problemas y realizar una evaluación de riesgos Ningún proyecto está exento de riesgos y no te harás ningún favor si te limitas a cruzar los dedos y esperar que todo salga bien. ¿Hay algún problema que sepas por adelantado que puede afectar a tu proyecto, como por ejemplo unas vacaciones de dos semanas de uno de tus trabajadores clave? ¿Qué circunstancias inesperadas podrían hacerte sufrir un pequeño traspié? (Piensa en situaciones como la época de resfriados y gripes o en una pérdida accidental de datos). Ten en cuenta los pasos que deberías dar para evitar que se produzcan ciertos riesgos o para minimizar su impacto negativo. Lleva a cabo una evaluación de riesgos y desarrolla una estrategia de gestión de riesgos para asegurarte de que estás preparado. Consejo: Si fuera posible, sitúa al principio de la cronología de tu proyecto aquellas tareas que impliquen un alto nivel de riesgo. También puedes reservar un pequeño margen de tiempo alrededor de esas tareas que te ayude a mantener el proyecto en marcha, incluso en el caso de que surja algún problema. Paso 6: presentar el plan de proyecto a las partes interesadas Explícales cómo tu plan aborda las expectativas de las partes interesadas y preséntales tus soluciones para los posibles conflictos. Asegúrate antes de que tu presentación no es de sentido único, sino que debe ser un consenso entre todos. Tendrás que definir los cargos: ¿quién tiene que ver qué informes y con qué frecuencia? ¿Qué decisiones tendrán que ser aprobadas y por quién? Comunica con claridad. Asegúrate de que las partes interesadas sepan exactamente lo que se espera de ellos y conozcan las acciones de las que son responsables. Solo por el hecho de que sea obvio para ti, no significa que lo sea para ellos.
Consejo: Si tu plan o programa entra en conflicto con las expectativas originales de
las partes interesadas, tendrás que comunicarlo en este momento para que no surjan en el futuro sorpresas desagradables o conversaciones tensas. En vez de decirles que sus expectativas o solicitudes son poco realistas, explícales lo que necesitáis para que se hagan realidad: cuánto tiempo, dinero o mano de obra. Permíteles decidir si creen que merece la pena emplear recursos extra o no.