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Psicóloga
I. BIENVENIDA............................................................................................... 4
V. BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................ 29
1. Conceptos Básicos.
2. Metodologías y Aplicaciones.
El presente módulo pretende desarrollar en Ud. los conocimientos básicos para comprender
los aspectos más relevantes del estudio del ser humano desde la perspectiva de sus
manifestaciones conductuales en un contexto social.
La disciplina como tal es una más de entre muchas que se dedican al estudio del ser humano
en general y del comportamiento en particular.
Lo relevante es entender que las miradas, o las formas de abordar y comprender el objeto de
estudio – en este caso el comportamiento humano – tiene un ángulo, forma específica, filtro,
especificidad o especialidad, que le confiere a los resultados y conclusiones una
particularidad merecedora de su atención y dedicación, en tanto le será de gran utilidad en el
despliegue de destrezas y habilidades en el ejercicio de su profesión.
Si bien la psicología surge (“oficialmente” hablando) como una disciplina o ciencia a fines
del siglo XIX de nuestra era, la preocupación por el comportamiento humano es tan remota
como el surgimiento del hombre.
Es así como podemos encontrar manifestaciones artísticas y sistemas de registro acerca del
comportamiento humano en pinturas rupestres de diversas partes del mundo, en la
trepanación de cráneos en tribus preincaicas, en los mitos ancestrales, entre otras. A lo largo
del desarrollo de la humanidad, desde las hordas iniciales, encontramos referencias al
comportamiento humano, ya sea como códigos de conducta, sistemas de registro de ello, etc.
Es así que gracias a las vertientes clínicas (Freud, por ejemplo) y de estudios experimentales
(Wundt, entre otros), surge una disciplina de carácter científico que busca describir y explicar
el comportamiento de las personas, como también desarrollar la capacidad de predecir e
intervenir en estos comportamientos.
La Psicología se define como la “ciencia que estudia el comportamiento del ser humano”.
Es una actividad que busca la verdad, es decir, busca construir un sistema coherente de
conocimientos acerca del comportamiento humano, expresados en hipótesis, teorías y leyes.
En las formulaciones psicológicas existe evidencia objetiva (es decir, real y comprobable),
que lo distingue de otras afirmaciones que, al no cumplir con este requisito, se constituyen
en afirmaciones no-científicas o basadas en otras formas de estudiar el comportamiento (las
creencias por ejemplo). Cabe apuntar que el carácter objetivo del estudio del comportamiento
está dado en forma independiente a las creencias, prejuicios e intereses del profesional que
investiga o aplica los conocimientos.
El ser humano como entidad viva ha sido conceptualizado con distintos énfasis, según la
época y punto de referencia, dando cuenta de visiones parciales y limitadas, que no hacen
más que perder lo integral y complejo que es la vida humana. Así encontramos que se le ha
conceptualizado a partir de su espiritualidad, también como “animal racional”, o como un
“ser social”. La verdad es que el ser humano es eso, pero mucho más. Si fuéramos un animal
social, el punto de comparación serían las hormigas y abejas con su exquisita organización;
o de ser estrictamente racional, nos superaría las actuales computadoras personales.
El ser humano/a se presenta como un ser vivo con un carácter integrado e integral en cuanto
a su composición. No debemos perder de vista que la desintegración en categorías como
cuerpo/alma, o innatos/culturales, Funciones psicológicas, etc., son categorías que permiten
simplificar la forma de estudio, lo cual nos hace perder la visión del todo.
El ser humano es integral por cuanto comprende o integra diversas “áreas” o expresiones de
su existencia, lo cual nos lleva a definir al ser humano como un ser bio- psico-socio-cultural.
Posee un aspecto biológico, que nos hace visualizar el complejo sistema celular y fisiológico
del cuerpo, su funcionamiento; el complejo y aún poco explorado sistema nervioso, los
mecanismos hormonales, etc. En los últimos años hemos podido apreciar el avance de la
genética del ser humano, ya se habla de clonación, “fabricación” de órganos de recambio,
etc. Algunas de las disciplinas humanas que se abocan al estudio a través de esta ventana son
la biología, fisiología, medicina, bioquímica, etc.
Una visión psicológica del ser humano nos lleva a entenderlo como individuo, el cómo
piensa, el por qué y cómo se emociona, sus sentimientos, las distintas formas de ser o su
personalidad, sus expectativas o sueños, entre otras variables individuales. La psicología es
la disciplina que estudia estas variables individuales.
Una visión social, nos hará ver al ser humano en familia, creando o asumiendo normas del
grupo social, integrándose en la sociedad (país, comunidad, credo, etc.), aprendiendo formas
de vida, comunicándose, jugando y peleándose con sus pares. La sociología, la economía y
el derecho aportan visiones diversas, pero complementarias para comprender esta área de la
existencia humana.
Los psicólogos usan el método científico para llevar a cabo sus investigaciones. El método
científico es una manera estandarizada de hacer observaciones, la recopilación de datos, la
formación de teorías, probar predicciones e interpretar resultados.
La investigación es replicable cuando otros pueden repetir el mismo estudio y obtener los
mismos resultados. Cuando los psicólogos informan lo que han encontrado a través de su
investigación, también describen en detalle cómo hicieron sus descubrimientos. De esta
manera, otros psicólogos pueden repetir la investigación para ver si pueden replicar los
resultados.
Pero, ¿por qué es tan importante medir en Psicología? La medición es el uso de un método
sistemático para asignar números (o etiquetas) a los objetos (incluidas las personas), de modo
que los números representan algo acerca de los objetos y sus relaciones con otros objetos.
Por ejemplo, podría medir la longitud de mi escritorio y encontrar que es de 60 metros de
largo. Ese número me dice algo al respecto del escritorio y su relación con otros objetos.
Tenga en cuenta que poner a la gente en categorías es también una especie de medida,
siempre y cuando se haga sistemáticamente. Preguntar a las personas cuál es su preferencia
religiosa y luego categorizarlas como budistas, cristianos, hindúes, etc. es también una forma
de medición psicológica.
Pero, ¿cómo se mide un constructo? Se debe hacer midiendo indirectamente alguna otra
variable o conjunto de variables y luego utilizar estas medidas como indicadores de la
construcción. En otras palabras, Ud. tiene que definir operativamente la construcción en
términos de medidas que se pueden hacer directamente.
Cuando los psicólogos crean cualquier nuevo método de medición, hay dos criterios básicos
por los que juzgar si un método de medición que es bueno o malo: la fiabilidad y validez.
Es posible que un método de medición sea confiable, pero no válido. Es decir, es posible que
sea un método de medida para producir resultados muy consistentes que no significan lo que
se supone que es. Un ejemplo absurdo es que podríamos medir su inteligencia pidiendo su
número de calzado e interpretar los puntajes más altos como indica una mayor inteligencia.
Por otro lado, no es posible para un método de medición para ser válido, pero no fiable. Si el
método produce resultados diferentes, incluso cuando se aplica a las mismas personas en las
mismas condiciones, entonces la medición no es fiable.
Una vez que se han identificado las variables de estudio, debemos determinar qué tipo de
estudio se utilizará. En Psicología, y en todas las ciencias, los tipos de estudio o métodos que
se utilizan para estudiar fenómenos o variables son:
Actividad nos refiere la idea de acción, movimiento e intercambio. El ser humano/a es una
entidad viva que posee la capacidad de moverse y/o intercambiar energía con su medio
ambiente; ya sea en cuanto a movimientos fisiológicos, corporales, como también a la
capacidad de mover e intercambiar ideas, sentimientos, formas de relaciones humanas, etc.
Toda actividad humana, integrada en sus aspectos biológicos y existenciales.
En tanto por contexto interno nos referimos a los factores psicofisiológico (hormonales por
ejemplo) y existencial (sentimientos, recuerdos, por ejemplo) de la persona. Un porcentaje
significativo de las personas que leen este apunte saben que los cambios hormonales
mensuales del ciclo de la mujer afectan comportamientos como el ánimo, los sentimientos,
relaciones sociales, entre otros; habrá conocido Ud. a personas hiperactivas
neurológicamente y cómo ésta hiperactividad neurológica afecta el comportamiento. Los
recuerdos, memorias de experiencias infantiles y sentimientos inconscientes de nosotros
regulan muchas veces la forma como enfrentamos situaciones que involucran niño/as; las
actitudes, sentimientos, decisiones y acciones estarán teñidas de nuestra forma de resolver
nuestra propia vida.
2.2.2. La Personalidad
Es común escuchar a adultos decir a sus hijos: “¿acaso te da vergüenza?, ¿es que no tienes
personalidad?
En términos generales podemos dar una definición un poco menos académica y entender que
cuando se habla de personalidad, nos referiremos a “la forma característica de ser de las
personas.”
Puesto que la personalidad es un constructo resumen, la psicología de la
Esta forma de ser característica de las personas o personalidad se dice que es una estructura,
es decir, es un todo ordenado compuesto por partes. Donde la composición de estas partes
(sentimientos, creencias, hábitos, formas de pensar, experiencias, etc.) se ordenan y expresan
de una forma determinada, particular y única, dando fruto a la particularidad humana.
Existen dos conceptos estrechamente relacionados en tanto dan cuenta de dos aspectos que
conforman la estructura de la personalidad, lo heredado y lo aprendido:
En torno a estos dos aspectos, las teorías de la personalidad en específico y las teorías
psicológicas en general, difieren unas de otras, en tanto cada una le otorga mayor importancia
Como ejemplo del primer caso revisaremos la teoría psicoanalítica, y ejemplo del segundo,
la teoría de los rasgos.
Desde este enfoque el quehacer humano está regulado por tendencias innatas, compartidas
por todos los seres humanos, estas tendencias instintivas estarían orientadas al placer y la
evitación del displacer. Este instinto orientado al placer y al no displacer se les denomina
libido o instinto sexual. Comprendiendo en forma amplia el sentido de lo sexual, y no solo
restringido al placer genital.
A través de este dibujo intentamos reproducir una explicación dada por el propio Freud,
haciendo un símil o paralelo con los icebergs, donde la porción que se observa, o es aparente
(para sí mismo) es la porción mínima de la personalidad.
A modo de ejemplo revisemos uno de los varios tópicos tratados tradicionalmente por el
psicoanálisis, el amor hacia los padres del sexo opuesto. Como se indicaba más arriba, las
tendencias psicosexuales o libido va en un continuo desarrollo, entre las varias etapas que
contempla, se describe la aparición de sensaciones fisiológicas y amorosas entre los 4 y 6
años de edad; esto se puede corroborar en niño/as actuales, que en estas edades descubren
sus cuerpos, se tocan y exploran (recordemos el ícono de tazón, donde dos niño/as de raza
negra se miran al interior de sus pañales y se dicen: oh! Esa es la diferencia).
En este contexto de desarrollo las fuentes de placer, es decir, placer A ESA EDAD, consiste
en arrullos, alimentación, caricias, etc., representado por las personas que te han alimentado
(placer), acariciado (placer), etc., es decir, los padres; por ende en esta etapa, se tiende a
asociar estas tendencias de la libido con los adultos de sexo opuesto que han sido
tradicionalmente fuente de placer.
Las formas o mecanismos que usa nuestro aparato psíquico para trasladar al inconsciente
estos contenidos y experiencias peligrosas, se denominan mecanismos de defensa (pues
defienden a la persona – al yo – de estos contenidos y experiencias vividas, que amenazan
nuestra estabilidad y armonía para provocar angustia, la cual a su vez provoca las
enfermedades mentales). Algunos de los mecanismos de defensa, ampliamente estudiados
por el psicoanálisis por sus implicancias clínicas son la represión, regresión, proyección,
racionalización, negación, sublimación, entre otros.
Desde el inconsciente pujarían los distintos contenidos “peligrosos” por salir, “asomándose”
a través del preconsciente en los sueños, actos fallidos (por ejemplo, nombrar a alguien con
otro nombre), la interpretación de figuras desestructuradas (manchas, nubes, etc).
El Yo, es decir, nuestra identidad única, presente y auto- percibida de quienes decimos ser
(después de sacarnos todas las caretas), esa persona con quien nos encontramos en la soledad,
a quien no podemos evadir, el ser consciente de la propia existencia y la de los demás, es el
producto de un proceso de desarrollo que se inicia al nacer y madura en la etapa adulta de la
vida, como producto de pugnas permanentes entre el ello y el superyó.
Con lo anteriormente expuesto, podemos apreciar que nuestra personalidad está compuesta
por contenidos conscientes e inconscientes, que a su vez reflejan que somos en buena porción
instintivos (ello) y aprendidos (superyó), en la medida que ambas porciones se armonizan y
aprenden a convivir se desarrolla una identidad de sí (yo) que otorga estabilidad a nuestro
existir.
Raymond Cattell en la década del 30 del siglo pasado, comenzó la definición y medición de
las principales peculiaridades de la personalidad. Al principio él y sus colaboradores
reunieron más de 18000 palabras en inglés que se emplean para describir a las personas.
Omitiendo las expresiones poco frecuentes y las que se sobreponían, redujeron el número a
200 reactivos.
Posteriormente se analizaron los términos por medio de una técnica llamada
análisis factorial. Se identificaron 16 grupos de características y se clasificaron con letras y
luego con nombres. La información de las pruebas objetivas de la personalidad y las
clasificaciones de la conducta en la vida fueron consistentes con la noción que estos 16
rasgos, denominados rasgos fundamentales por Cattell (1971), son dimensiones básicas de la
personalidad.
¿Qué se sabe con respecto a los rasgos fundamentales? Son de relativa estabilidad durante
toda la vida y parecen estar muy influidos por la dotación genética. De estos rasgos brotan
muchos atributos superficiales o rasgos superficiales. Por ejemplo, la característica básica
definida por la dominancia en un extremo y la sumisión en otro, parece ser la responsable de
los rasgos superficiales como la confianza en sí mismo y la presunción. Los rasgos
superficiales varían en una persona según la situación.
El sujeto desde que nace es un ser social y lleva latente la acción de los otros. La existencia
humana no es un proceso aislado, se va construyendo en un "ser con otros", en un sentido
compartido.
Vivimos en sociedad desde que nacemos, son los otros quienes definen las primeras normas
(horarios de alimentación), los gustos (tipo de alimentación, p. ejemplo), etc., hasta que
somos adultos y algo más que adultos y nos formamos ideas y creencias a través de los
medios de comunicación.
Las vidas humanas, por ser tales–humanas- están determinadas en proporción importante en
forma social, es decir, por variables definidas por los grupos o espacios de convivencia social.
La familia, los grupos de pares, los medios de comunicación, la religión o sistema filosóficos
imperantes, la escuela, entre otros, se disputan ser las instituciones más relevantes en la
formación de los patrones de comportamiento humano.
Al proceso a través del cual toda sociedad transmite e imprime a sus nuevos miembros las
formas características de ser (personalidad) y comportarse se le denomina proceso de
socialización, siendo los agentes privilegiados para ello, las instituciones antes mencionadas
Posteriormente el individuo descubre que el mundo de sus padres no es el único, dando lugar
a la Socialización Secundaria. Las relaciones se establecen por jerarquías. Quienes encarnan
los roles permanecen en el anonimato. Las relaciones ya no son cara a cara. La carga afectiva
es reemplazada por técnicas pedagógicas o de persuasión que facilitan el aprendizaje. Se
caracteriza por la división social del trabajo y por la distribución social del conocimiento.
Mencionamos hace algunas líneas el hecho de que las personas al nacer son socializadas o
“educadas” en horarios por sus familias, pues bien no sólo es la persona recién nacida la que
aprende y es sometida a esta experiencia. El niño al nacer afecta la composición y
comportamiento de la familia y de cada uno de sus componentes; esto no sólo desde la
perspectiva de un primer niño/a, pues es sabido que ninguno es idéntico a los anteriores y,
evidentemente cada uno/a afectará a la familia en forma distinta.
El ser humano, en tanto ser – nos lo indica la biología – intercambia con su ambiente y,
siendo el ambiente del ser humano el ambiente social, las personas INTER-CAMBIAN con
sus grupos sociales. A este intercambio se le denomina interacción humana, es decir, actúan
unas con otras, el proceso de mutua influencia entre las personas, en tanto comparten espacios
de convivencia directa o virtual, como también la mera expectativa de tal interacción4.
Un apretón de manos, una reprimenda, un elogio, una sonrisa, una simple mirada de una
persona en dirección a otra, despierta en esta última una respuesta que caracterizamos como
social. A su vez, la respuesta emitida servirá de estímulo a la persona que la provocó,
generando a su vez un nuevo comportamiento de esta última, estableciéndose el proceso de
interacción.
Los seres humanos nos desenvolvemos fundamentalmente en una extensa y compleja red de
interacciones, cada una de estas con forma, tipo e intensidades que modelan finalmente
nuestro comportamiento.
Cattell, R. (1971). Abilities: Their structure, growth and action. Boston: Houghton-Mifflin.