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PSICOLOGÍA JURÍDICA:

UNA APROXIMACIÓN CONCEPTUAL

(Reseña)

LINSAY VERA ARIZA

UNIMINUTO

PSICOLOGIA

PSICOLOGIA SOCIAL Y COMUNITARIA

LERIDA

2020
INTRODUCCIÓN

La ley y la psicología son dos disciplinas distintas, pero tienen mucho en común. Aunque el
objetivo de la psicología sea comprender la conducta de las personas y el objetivo de las
leyes sea regularla, ambas hacen suposiciones sobre qué causa que las personas se
comporten de la forma en que lo hacen; los psicólogos en sus estudios como profesionales,
integran a su curriculum la psicología jurídica, donde realizan aportes en el campo legal.
Los procesos que median el comportamiento humano son inseparables de la mayoría de las
demás áreas de nuestras vidas, y los temas legales no son una excepción.

De acuerdo a diferentes textos sobre psicología jurídica, el psicólogo jurídico se encarga de


estudiar, evaluar e investigar lo que ocurre dentro del sistema legal. Esto incluye la
selección de jurados, investigaciones para mejorar el sistema de justicia y evaluaciones
sobre la veracidad de los testimonios de personas que presenciaron un crimen o un delito.
Una de las funciones primarias del psicólogo jurídico es evaluar y valorar individuos para
los cuerpos legales y sistemas judiciales. En este contexto, el psicólogo puede evaluar a una
amplia variedad de personas, desde a un progenitor intentando obtener la custodia de sus
hijos menores hasta a un preso que va a ir a juicio por haber cometido un asesinato.
También entrevistan a candidatos para trabajos dentro del sistema legal para evaluar la
idoneidad para el puesto.

La presente reseña, se trata sobre la psicología jurídica; una aproximación conceptual,


donde la configuración de la Psicología Jurídica se fundamenta como una especialidad que
desenvuelve un amplio y específico ámbito entre las relaciones del mundo del Derecho y la
Psicología tanto en su vertiente teórica, explicativa y de investigación, como en la
aplicación, evaluación y tratamiento.

El Derecho recurre a la psicología porque considera que le aporta conocimientos que


pueden contribuir en el quehacer de la justicia. Para ello es necesario que el psicólogo tenga
una formación que le permita desarrollar investigaciones e intervenciones que apunten a
responder las dudas planteadas por los juristas
1. Título

PSICOLOGÍA JURÍDICA: UNA APROXIMACIÓN CONCEPTUAL

2. Encabezado o ficha técnica

Autor/a: Ángela Tapias Gerardo Hernández

Título: PSICOLOGÍA JURÍDICA: UNA APROXIMACIÓN CONCEPTUAL

Editorial: El Manual Moderno

Número de páginas: Capitulo 1 (19 páginas)

Lugar y año de edición/producción: : Biblioteca Uniminuto. Año 2011

3. Resumen de la obra a reseñar

La historia de la Psicología Jurídica puede dividirse en cuatro periodos. El primero sería en


el siglo XX, finalizando los años 20. El segundo momento relevante fue hasta los años 50,
cuando comenzaron a escribirse las primeras monografías sobre la Psicología Jurídica y
empezaron las participaciones del psicólogo como asesor en los procesos legales. El tercer
periodo tuvo inicio en la década del 50 con los primeros trabajos publicados sobre los
trastornos mentales. El último momento surge en la década del 70 y se extiende hasta la
actualidad, este período ha sido impulsado por el crecimiento de las publicaciones a través
de diversos formatos tanto impreso como electrónico (Jiménez Burillo citado por Caballero
& Prada, s/f).

Algunos autores describen que el concepto “Psicología Jurídica” es a menudo


intercambiado con algunas de las ramas que componen a esta disciplina, podemos
encontrarla como Psicología Forense o como Psicología legal ya que debido a su alcance
“no existe un único término para referirse a la Psicología Jurídica” (Gutiérrez, 2010, p.
223).

Para Hoyos (2002) la psicología jurídica es la psicología aplicada en el campo del derecho
que le ofrece al psicólogo un espacio de acción interdisciplinaria y le permite, a través de
un acercamiento a dicho orden, asumir su ejercicio utilizando los instrumentos que le son
propios como la intervención individual o grupal. La psicología y el derecho coinciden en
su carácter objetivo, empírico y cuantificador, cada una se basa en herramientas claras y
precisas, la experiencia y la practicidad son elementos importantes dentro de estudios y
proceso jurídicos; el orden cuantificador hace referencia a establecer datos, patrones
cuantificables, medibles u observables que están inmersos en los contextos y contenidos
normativos. La psicología y el derecho parten del estudio del sujeto como único ser capaz
de modificar sus conductas y actos, al igual que es directamente responsable de los mismos.

Los campos de acción de la psicología jurídica son múltiples. (Ríos, 1995) señala las
siguientes: Psicología policial, Psicología judicial, Psicología penitenciaria, Psicología
Psicología preventiva del delito, Victimología, Psicología del testimonio, Psicología de las
relaciones conductuales en el mundo jurídico; La psicología jurídica se fundamenta como
un campo de estudio multidisciplinario con un enfoque teórico, explicativo, y empírico, que
comprende el análisis, explicación, promoción, evaluación, diagnóstico, prevención,
asesoramiento y tratamiento de aquellos fenómenos psicológicos y sociales que inciden en
el comportamiento jurídico de los individuos en el ámbito del derecho.

Como consecuencia de todas las funciones que realiza el psicólogo clínico debe tener
conocimientos en áreas como el derecho de familia, el sistema penitenciario, la evaluación
psicológica forense, el sistema judicial o el menor.

Es así como el rol del psicólogo jurídico toma relevancia, en el sentido que sus aportes se
dan a partir de sus conocimientos teóricos y empíricos, lo que le permite la armonización de
procesos jurídicos efectivos donde no se deshumanice y se oriente a la atención de los
diversos actores jurídicos o usuarios; es por ello que el rol del psicólogo jurídico en
diversos contextos es bastante importante, ya que actúa como un profesional de
acompañamiento y de apoyo en la toma de diversas decisiones, por ello establecer y
delimitar el perfil disciplinar en otros contextos.

De acuerdo al texto sobre “Psicología Jurídica” El Consejo Americano de Psicología


Forense enumeró las funciones generales del psicólogo forense en 1987 de la siguiente
forma (Urrá y Vázquez 1993):
• Enseñar a los abogados, estudiantes de leyes y procuradores, a servir como maestros
especializados en cualquier tribunal judicial o administrativo.

• Servir a los tribunales respondiendo a todas las consultas de los juristas, de los
sistemas correccionales, del sistema de salud mental.

• Diagnosticar, pronosticar y hacer recomendaciones en todo aquello que tenga que


ver con el estado mental del sujeto, analizar todos aquellos problemas y dar las
recomendaciones pertinentes en lo que a responsabilidad, salud mental y seguridad del
sujeto se refiere.

• Evaluar y tratar cualquier personal de la administración de la justicia que tenga que


ver con un proceso.

• Mediar entre diferentes servicios judiciales en conflictos psicológicos que surjan en


la arena legal.

• Investigar en las ciencias de la conducta para entender los comportamientos legales


del sujeto.

• Enseñar y supervisar a otros psicólogos forenses.

Una de las principales razones por la cual la psicología jurídica es tan importante es la
evaluación y el diagnóstico que tienen sobre los actores que se encuentran implicados en el
proceso judicial. Tienen la función de dar asesoramiento y de orientar a las personas en el
proceso, se encarga de intervenir casos en el ámbito judicial y de diseñar programas para
prevenir, rehabilitar y tratar los diferentes tipos de problemas psicológicos o del
comportamiento que están relacionados con estos procesos. También ayudan a ser
mediadores en los conflictos que pueden llegar a surgir dentro del ámbito judicial y de
buscar las mejores soluciones para cada uno de los casos.
CONCLUSIONES

Las dos disciplinas son auxiliares y apoyan, esclarecen y contribuyen al mejoramiento de la


justicia. En el sistema penal acusatorio el abogado requeriría y para el mejor
esclarecimiento del hecho y la consecución de pruebas, la psicología jurídica y forense ( o
cualquiera de las otras áreas de la psicología jurídica).

La realidad de nuestro país tiene un contexto histórico que se enmarca por problemáticas
arraigadas desde tiempos remotos, por lo que se hace necesario contar con personal humano
idóneo, que sea capaz de generar un acercamiento, no solo a las problemáticas o
situaciones, sino a las personas que están inmersas en las mismas. Aquel profesional que
realice procesos a nivel psicosocial debe desarrollar habilidades competencias y
conocimientos, que le permitan actuar en este tipo de escenarios, no solo a nivel teórico
sino como actor transformador en el proceso psicosocial (Villa, 2012).

Es un reto para la psicología jurídica en Colombia implementar nuevas estrategias que


permitan que el profesional, se desempeñe con excelencia en su labor y facilite a las
instituciones una identificación específica del perfil disciplinar del psicólogo jurídico en
contextos psicosociales y unidades de servicios psicológicos.
REFERENCIAS

Ríos, Clemente, M. y J. (1995). Guía Jurídica del Psicólogo. Compendio básico de


legislación para el psicólogo jurídico. Madrid: Pirámide.

Urra Portillo, J.; Vázquez Mezquita, B. “Manual de psicología forense”. Siglo XXI,
Madrid, 1993.

Villa, J. (2012). La acción y el enfoque psicosocial de la intervención en Contextos


Sociales:¿Podemos pasar de la moda a la precisión Teórica, Epistemológica y
metodológica? Revista de Ciencias Sociales, 349-365. Disponible en
:http://www.revistas.usb.edu.co/index.p

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