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2019 BÁSICA I]
En el NUEVO NACIMIENTO has recibido una NUEVA VIDA unida a nueva naturaleza,
en la JUSTIFICACIÓN, recibiste una NUEVA POSICIÓN delante de Dios. En esta
doctrina, como también ocurre con las demás doctrinas, la verdad bíblica de la que se
desprende se encuentra disgregada en toda la Biblia y de un modo especial en el NT.
Leamos algunos pasajes concernientes a la JUSTIFICACIÓN:
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro
Señor Jesucristo (…) Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre,
por el seremos salvos de ira (Ro 5. 1, 9)
Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados,
ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de
nuestro Dios. (1 Co 6. 11)
Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe
en Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser
justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las
obras de la ley nadie será justificado (Gal 2.16)
De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de
fuésemos justificados por la fe (Gal. 3. 24).
como una persona justa, y que el mismo se sienta como una persona justa. Esto
equivale a la justificación.
Generalmente la sociedad no perdona a un ex – recluso, pues le muestra cierto
desdén y rechazo, y el ex – recluso siente por el resto de su vida la humillación de su
culpa pasada, cualesquiera que haya sido el delito que haya cometido (homicidio,
violación, hurto, etc.); lo mismo también es válido cuando se trata de un cambio de
vida de una persona que en su vida pasada se haya dedicado a acciones o trabajos
poco respetables (prostitución, drogadicción, promiscuidad, etc.) La sociedad
sencillamente los sigue viendo como un malhechor, una persona de mala fama. Pero,
no sucede así con Dios quien hace una obra completa en nosotros: él nos da libertad
de la condenación al perdonar nuestros pecados en Cristo Jesús, pero también
habiendo solucionado el problema de nuestra culpa nos brinda una aceptación
incondicional a todos por igual por medio de la justificación en Cristo Jesús (Luc 15. 20
– 24; Miq. 7. 18. 19; Jer. 31. 34). La verdad de la Palabra enseña que Dios ya no se
acuerda más de los pecados pasados, ya no nos ve como las personas que fuimos,
sino como las personas que ya somos y seremos en él.
Teniendo este obrar completo de Dios en mente, vayamos ver el tema que nos ocupa
a manera de dar respuesta a estas preguntas:
Que es la justificación.
Porque es necesaria la justificación
Cuáles son las bases para la justificación
Cuáles son los resultados de la justificación
QUE ES LA JUSTIFICACIÓN.
Definimos la justificación como un acto judicial de Dios por el que declara que el
pecador esta libre de condenación y le restaura el favor divino cuando este confía en
Jesucristo y sus méritos para obtener salvación.
o Es un “acto soberano de Dios por el cual, por pura gracia y a base de su pacto,
declara aceptos ante el a quienes creen en su Hijo” (Ro. 4.2 – 4)
Puesto que la palabra “justificación” viene del término “justificar” = hacer justo a
alguien, observemos lo siguiente:
“Justo” es aquella persona que practica la justicia 1 (Gen 6.9; 1 Sa. 24.17, Mr
6.20; Lc. 23.47, 50; Tit. 1.8) Esto significa que tal persona muestra cierta
1
Justicia: cualidad o virtud de proceder o juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo
que le corresponde.
Justo: persona que actúa con objetividad y justicia. Que respeta las leyes.
| UNA NUEVA POSICIÓN: LA JUSTIFICACIÓN 2
22 de diciembre de [DISCIPULADO DE FORMACIÓN CRISTIANA
2019 BÁSICA I]
Dios perdona los pecados de los hombres cualquiera que sea, pero ¿Cómo
puede ser el ser humano justo delante de Dios habiendo sido pecador? ¿De qué
manera puede el pecador llegar o lograr ser justo delante de Dios?
El hecho de que la justificación tiene que ver con un juicio dicho, declarado,
pronunciado, en favor de una persona para absolverlos de los cargos imputados o
declararlo culpable, refleja que la justificación es un concepto legal, jurídico, y por
tanto, la justificación del creyente consiste en un pronunciamiento de Dios a
nuestro favor. La regeneración es un acto de Dios en nosotros, pero la justificación es
un juicio de Dios acerca de nosotros. La distinción es como la que existe entre el acto
del cirujano (regeneración) y el acto del juez (justificación). El cirujano, cuando extirpa
algún cáncer interior, hace algo en nosotros; el juez emite un veredicto respecto a una
situación judicial. Si una persona es inocente, él se pronuncia en este sentido.
o ¿Cómo posible esto? ¿Qué le permite a Dios ser justo cuando justifica a los
pecadores? El juicio de Dios se realiza siempre conforme a la verdad; no hay
desviación de la norma en cuanto a lo que se declara, ya que esta declaración es
constitutiva. Dios justifica al injusto, e impío cuando él los constituye en personas
justas, y por consiguiente, puede declararlos justos, y lo hace tan sólo y
únicamente sobre la base, fundamento o mérito de la justicia de Cristo: “porque
así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos
pecadores, así también por la obediencia de uno muchos serán constituidos
justos” (Ro 5.18 - 19)
Nuestra posición sin Cristo era la de un reo condenado a muerte por haber violado la
ley de Dios. Todos hemos nacido y estamos bajo condenación (Ro. 5. 12; 3.23)
primero por haber heredado el pecado original de nuestros primeros padres, es decir
la naturaleza pecaminosa, y segundo porque esa naturaleza pecaminosa nos lleva o
cometer toda clase de pecados y a rechazar al Dios santo (pecados personales). Al
haber venido a los pies de Cristo Dios ha perdonado nuestros pecados lavándonos
con la sangre de Cristo y al mismo tiempo nos ha dado una nueva naturaleza en el
nuevo nacimiento. Con todo podría ser que la auto – percepción de una persona
renovada respecto a los hechos de su vida pasada, podría estar, en términos de
conciencia, todavía manchada, en especial si los pecados pasados conllevaron una
connotación grave. En efecto este hecho, puede llevar a la persona a dudar respecto
a su aceptación de parte de Dios, incluso tal persona podría sentirse indigno de asumir
responsabilidades en cuanto al servicio a Dios y la iglesia.
a) Por cuanto no hay una sola persona que sea justa (Ro. 3.10 – 18) tanto en
palabras y acciones de la vida, no hay una sola persona que sea justa y que no
requiera la justificación. Aun las personas que se consideran buenas a sí
mismas están en el misma condición (Is 64. 6)
c) Por cuanto, a causa de nuestro pecados estamos bajo condenación (Jn 3.36;
Ro 1. 18; 6. 23)
Este el tema principal en la epístola a los romanos. Dios conocía nuestra incapacidad
para pagar la deuda de nuestros pecados y para superar las imitaciones de nuestra
naturaleza pecaminosa, por eso envió a Cristo para que el pagase esa deuda en
nuestro lujar.
5. Somos justificados por la justicia de Dios (Ro 1.17; 3.21,22; Fil 3.9)
La justificación que Dios nos ha dado es una nueva posición que nunca se alterará (Ro
8 28 – 39; Num 23.19; 1 Co 1. 9), en tanto que mantengamos nuestra fe en cristo
(Heb. 10. 26 – 31 heb 6.4 – 8/ Ro 11. 11 – 22; Heb. 3. 12 – 4.11; 6.4 – 8; 10. 26 –
31; Ez 18: 21 - 28; Ex 32. 33; Salmo 95. 8 – 11;) La justificación obrada por Dios no
necesita repetirse y las bendiciones son permanentes.