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¿CÓMO TOMAR DECISIONES?

INTRODUCCIÓN

Es interesante recordar lo que sucedió a Henry Ford al arreglar el automóvil del rey
Francisco José de Austria. Ambos personajes pasaban sus vacaciones en Inglaterra, y cierto
día, mientras Henry paseaba por la campiña, vio a un grupo de impotentes pasajeros de pie al
lado de uno de los autos que el había construido. Se detuvo y preguntó si podría ser de alguna
ayuda.
-Por supuesto que si. Dijo un distinguido señor a quien Henry reconoció como Francisco
José. Pero el rey no sabía quien era el. Henry abrió el capot del auto, que había construido y
conocía muy bien, y dirigiéndose hacia uno de los ayudantes del rey le pidió que lo pusieran
marcha.
Escuchó por un momento el áspero sonido del motor, y luego, tomando un martillo, lo golpeó
con toda destreza. Para sorpresa del rey el motor comenzó funcionar como recién salido de la
fábrica. Muy satisfecho le preguntó a Henry:
-¿cuánto le debo?
-100 chelines de plata, señor.
-¿100 chelines de plata? -repitió incrédulo Francisco José. -¿por dos minutos de trabajo?
-No. -replicó Ford. -2 chelines de plata por dos minutos de trabajo, pero ¡98 chelines de plata
por saber dónde golpear!
Saber dónde golpear, saber cuándo y cómo llamar para que las almas decidan por
Cristo, esa es la clave para el éxito en la ganancia de almas.
El ganador de almas debe conocer la mente humana: cómo piensa la gente y por qué
actúa como lo hace, además de tener la habilidad necesaria para saber dónde golpear.
La comisión que recibimos del Señor no trata sólo de advertir a los hombres sino de
hacerlos discípulos, hacerlos cristianos. Ese debería ser nuestro único objetivo. Nuestra función
no es sólo advertir, sino salvar; no sólo convencer, si no convertir; tampoco estamos sólo para
dar el mensaje de que Cristo viene, sino para ayudar a la gente a prepararse para encontrarse
con el Señor.

I. EL ABC DE LA DECISIÓN.

Cuando observamos la manera como Jesús trabajaba por las personas, vemos que el
ganaba los corazones por medio de la amistad tanto como por medio de la verdad. Analicemos
por un momento como él utilizaba el ABC de la decisión.
A. Aceptar. Es evidente que Jesús aceptaba a los hombres y las mujeres donde
estaban. Les servía en la condición en que los encontraba. No trataba de conseguir un cambio
sin antes establecer una relación de confianza. Un ejemplo de esto lo vemos cuando se
encontró con la mujer samaritana junto al pozo. Ganó su confianza pidiéndole un favor, cuando
sus con ciudadanos ni siquiera le habrían dirigido la palabra.
Dentro de lo que significa aceptar podemos encontrar dos ingredientes:
1) Conformidad. Al tratar de conseguir decisiones, primero busque posibilidades de
conformidad, aunque sean escasas. Tratar de lograr decisiones mientras se dice: "no estoy de
acuerdo con usted", es cortar una relación antes de que empiece; y una relación interrumpida
lleva a decisiones negativas.
2) Aprobación. Cuando los espectadores condenaron a María por desperdiciar un perfume
costoso sobre los pies del señor, Jesús la alabó por su bondad y dijo que su acción sería
recordada a través de los siglos como un símbolo de amorosa ternura. El señor felicitó al
centurión al declarar "ni aún en Israel e hallado tanta fe". Muchas veces Jesús demostró
aceptación al felicitar, apreciar y concordar con la gente tanto cuanto podía.
Las personas no tienen por qué aprobar sus acciones mientras usted no apruebe las de
ellos. No se muestre ofendido. Demuestre genuina aceptación. Trate de concordar con ellos en
todo lo posible. Busque algo donde pueda mostrar su aprecio, y entonces, en la medida de lo
posible, con una pequeña dosis de confianza, con pequeñas felicitaciones, trate de construir un
lazo de unidad.
Para demostrar que acepta a los demás, consiga que hablen de sí mismos, sus
hogares, la ciudad donde viven, su trabajo, su familia, sus negocios, sus ideas, sus logros, sus
pasatiempos, sus deportes.
Jesús aceptaba a los seres humanos donde estaban, y desde allí comenzaba a formar
lazos de amistad que más tarde serían los puentes sobre los cuales la verdad podría llegar
hasta sus mentes.
B. Creer. Nadie es ganado por alguien que no le gusta. Nadie gusta de alguien que al
parecer no lo acepta. Crea que la persona desea sinceramente la verdad y quiere seguir a
Jesús. Crea que se lo puede ganar para Cristo y su causa. Crea que esa persona es honesta y
desea tomar la decisión correcta. Si cree que los seres humanos son duros de corazón, que no
responden y no se los puede alcanzar, su propia actitud se reflejará en las decisiones que
hagan.
Este principio de creer en las personas también fue utilizado por Jesús. Pues él veía a la
gente no sólo como era, sino cómo podría llegar a ser. Jesús vería lo mejor en cada persona,
creería en ella, y confiaba en que tomarían la decisión de seguirlo.

C. Confiar. Es imperativo que actuemos con confianza, como si fuera imposible que
fracasáramos. Espere que la gente se decida. Muchas veces las personas actúan
precisamente como esperamos que lo haga.
Así como Jesús, vemos que la iglesia primitiva enseñaba con confianza. Confiaban en
que donde los enviara, el Espíritu Santo estaría presente para impresionar los corazones;
confiaban en que la gente los oiría y tomarían la decisión correcta.

II. LOS 4 NIVELES DE LA DICISIÓN.

Elena de White dice: " Lo que necesitas comprender es la verdadera fuerza de la


voluntad. Este es el poder que gobierna en la naturaleza del hombre: el poder de decidir o de
elegir. Todas las cosas dependen de la correcta acción de la voluntad". (CC p. 47)

Toda decisión que se tome abarca cuatro niveles básicos que son:

1) La información. Aquí la persona comienza a acumular información con respecto a la


decisión que va a tomar. Invitar a la gente a hacer decisiones antes de que tenga la información
adecuada crea barreras en la mente, y en esas circunstancias la voluntad toma una decisión
negativa y no positiva.

2) La convicción. Después de reunir información, la persona comienza a darse cuenta de


cuál debería ser la decisión correcta con respecto a una determinada situación: lo que
realmente debe hacer. Pero las decisiones no se toman por lo común sólo porque alguien esté
convencido de que tiene que hacer algo, y es aquí cuando viene el tercer paso.

3) El deseo. En este paso la persona analiza sus sentimientos, y destaca no solamente lo


que debe hacer si no lo que quiere ser. Alguien puede llevar a un caballo hasta el bebedero,
pero no puede obligarlo deber. Pon un terrón de sal junto al agua y permite que el caballo lo
lama, pronto tendrá tanta sed que querrá beber. La sal le despertó el deseo.
Como ganadores de almas, somos la sal de la tierra. Es necesario presentar el
evangelio de tal manera que las personas no sólo dispongan de la información adecuada y
estén convencidos de que deben hacer algo, sino que quieran hacerlo.

4) La acción. Cuando el conocimiento, la convicción y el deseo llegan a determinado grado de


intensidad, la mente avanza hacia la decisión y la acción.
Necesitamos concentrarnos en los textos bíblicos que implantan la convicción y que al
mismo tiempo despiertan el deseo de aceptar y de seguir los grandes principios que
presentamos a los que reciben nuestros estudios bíblicos.

Cada tema que se presenta, se debe invitar a las personas a aceptarlo y a tomar una decisión.

III. CÓMO IMPLANTAR LA CONVICCIÓN.

Se llega a la convicción, básicamente cuando alguien tiene la información adecuada.


Pero el hecho de que usted haya dado información no significa que su oyente la recibió. Por
eso es bueno recordar que conviene empezar cada aspecto del estudio con la pregunta "¿Le
resulta claro?".
Por ejemplo en un estudio bíblico acerca de la segunda venida de Cristo, yo quiero
implantar la convicción de que el Señor viene pronto. En vista de ello podría repasar el estudio
en dos o tres minutos diciendo:
-Juan, ¿te resulta claro que cuando Cristo venga descenderá en las nubes de los cielos con
todos los ángeles a fin de que todo ojo lo vea? ¿crees de corazón que estamos viviendo en los
días finales? Si la respuesta es negativa, debo retroceder y brindar más información antes de
pasar a la convicción, pero si la respuesta positiva puedo continuar diciendo:
-Juan y María, ¿escuchan ustedes la voz de Cristo que los invita a dejar todo lo que los
separa de él? En 1 Juan 3: 2,3 dice: "Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser, pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos
semejantes a él, porque le veremos tal como él es, todo aquel que tiene esta esperanza en él,
se purifica a sí mismo, así como él es puro". ¿Sienten la convicción de que Dios los está
llamando para entregarse totalmente a él y prepararse para su venida? ¿Quisieran arrodillarse
en este momento y tomar esta decisión?
De esta manera surge la convicción, no sólo porque alguien escuchó algunos
versículos, sino porque respondió activamente a ciertas preguntas relacionadas con la
obediencia a la palabra de Dios. Debemos recalcar aquí que las preguntas no deben ser
amenazadoras. Sólo se trata de descubrir si la persona ha entendido el tema presentado, y que
opina acerca de él. Además las preguntas definidas le permitirán descubrir las objeciones que
se levantan en la mente de las personas.

IV. PRINCIPIOS PARA AYUDAR A TOMAR LA DECISIÓN.

1. Haga un llamado sobre el material presentado al final de cada estudio. Está


comprobado que es muy difícil tener una decisión favorable al final del curso, si no se
obtuvieron decisiones progresivas a lo largo del estudio.
2. Estimule al candidato a poner en práctica cada nuevo deber a medida que lo va
conociendo. La luz que no se sigue se convierte en tinieblas.
3. No pida una decisión importante hasta que el candidato no tenga suficiente
información que lo capacite para tomarla.
4. Pida una decisión cuando vea evidencias de convicción.
5. Pida una decisión sobre la base de elegir entre dos alternativas. Por ejemplo: ¿le
gustaría bautizarse el 1 o el 15?
6. Trate de descubrir los problemas específicos que impedirán la decisión y ayude a
resolverlos.

V. PASOS PARA LOGRAR LAS DECISIONES A FAVOR DE LA VERDAD.

1. Enseñe usted mismo todo el mensaje. No pida al pastor que dé los estudios más
"difíciles", sino que es mejor que le enseñe cómo darlos.
2. Enseñe con convicción.
3. Obtenga asentimientos progresivos.
4. Procure en primer lugar la entrega a Cristo. Esta es la primera y más importante
de todas las decisiones. Todas las demás dependerán de esta.
5. Visite los hogares. Con mucho tacto ayude a resolver los problemas que se
vayan presentando.
6. Trate de impresionar la urgencia de la obediencia. Los peores enemigos de las
decisiones por Cristo son: la demora, la postergación y la indecisión.
7. Cite su propia experiencia. O invite a alguien que tuvo que pasar la misma
prueba que el interesado.
8. Use la Palabra de Dios para responder las excusas. No discuta, diga nada más:
"Sin duda, el Señor tiene una respuesta. Confíe en él. El nunca nos pide que hagamos
algo imposible". A continuación Sugiera orar acerca del asunto y durante la semana
siguiente ore bastante y busque la respuesta en la Biblia. Luego en su próxima visita si
es posible haga que la misma persona enfrentando el problema lea y explique el texto o
los textos que proporcionan la respuesta. Al explicárselos a usted, se los estará
explicando a sí misma. Esta es una manera poderosa de conducir a un alma a una
decisión correcta.
9. Haga a menudo oraciones de la decisión. Las decisiones más importantes
deben hacerse de rodillas.
10. Consulte con su pastor periódicamente.
11. Reciba el sábado con su candidato.
12. Acompañe a sus interesados a la Iglesia. Siéntese con ellos. Ayúdelos a hacer
nuevos amigos en la iglesia.

VI. CONSEJOS AL HACER LAS APELACIONES.


1. Muestre que es un asunto de vida o muerte. Debe quedar claro que no se trata
de ser miembro de una iglesia. Sino que es la decisión entre la verdad y el error, elegir a
Cristo o el mundo y esto dará como resultado la salvación o la perdición.
2. Describa el amor de Dios.
3. Muestre el peligro de la demora. La puerta de la oportunidad puede cerrarse muy
pronto.
4. Haga énfasis en la decisión individual para asegurarse la salvación. Muchas
veces se escucha decir "voy a esperar a mi esposo/a para que nos bauticemos juntos".
En estos casos puede ayudar leer Ezequiel 14: 14,16,18,20.
5. Haga hincapié en la influencia que tendrá sobre sus seres amados y amigos.
6. Mencione que al final habrá solamente dos clases de personas. Cristo dice en S.
Mateo 12:30 "El que no es conmigo contra mí es".
7. Destaque a Cristo como nuestro ejemplo. Todo lo que hacemos es por que Cristo
lo hizo y así lo enseñó.
8. Dé seguridad del cuidado de Dios y de su interés en nosotros. Si Dios se
interesaba por nosotros antes de ser hijos obedientes, cuanto más los hará si decidimos
obedecerle.
9. Insista en la necesidad de la aprobación de Cristo. Podemos decir por ejemplo:
Usted ansía la sonrisa de aprobación de Jesús en su vida, ¿no es así?, pues recuerde
que está es concedida, no a los que saben hacer el bien y no lo hacen, sino únicamente
a los que lo obedecen. Cristo "vino a ser autor de eterna salvación" para "todos los que
hacen las cosas que el nos manda".
10. Relate su propia experiencia. O contar la de algún amigo adventista.
11. Describa vívidamente el triunfo de la verdad. Aveces los que tienen la verdad son
minoría. En el diluvio solo ocho personas se salvaron.
12. Destaque el hecho de que se necesita valor para ser cristiano. Esto apelará
particularmente a los hombres.
13. Pregunte ¿Dónde planea usted pasar la eternidad?

VII. LAS TRABAS QUE IMPIDEN LA DECISIÓN.

 Intereses Temporales
 Temor de perder el trabajo.
 Falta de fe para empezar a diezmar.
 Hábitos como fumar y beber.

 Lazos Familiares
 Oposición de algún ser amado.
 Temor a dividir la familia.

 La Ivglesia y los Lazos Sociales


 Prestigio de pertenecer a una iglesia popular.
 Lazos sentimentales que lo unen a la iglesia de la familia.
 Temor de perder a los amigos.
 Temor al ridículo.
 Oposición del pastor de su iglesia actual.

VIII. PREGUNTAS QUE AYUDAN A DECIDIR.

 ¿Lo entiende todo claramente?

 ¿Sabe usted lo que debe hacer?

 ¿Qué le impide decidirse?

 Usted tiene planes de decidirse alguna vez ¿no es cierto?

 ¿Por qué no lo hace ahora?


IX. LAS 7 PRINCIPALES DECISIONES.

1. La inspiración de la Biblia y su revelación de Jesucristo como el divino Salvador


del mundo.

2. El mensaje especial de Cristo para preparar a un pueblo a fin de que se


encuentre con él en su segunda venida.

3. El llamado de Cristo para obedecer plenamente su ley, incluso el sábado.

4. La demanda de Dios para que respetemos nuestros cuerpos como templo de


Dios, y consecuentemente dejemos el alcohol, el tabaco y los alimentos malsanos.

5. La enseñanza bíblica relativa al estado de los muertos, en contraposición con el


creciente enfoque espiritista que está surgiendo en el mundo.

6. La Biblia y el don de profecía como marcas identificatorias de la iglesia


remanente, y el deseo de vivir a la altura de las normas que presentan ambos.

7. El bautismo como la señal y el sello de la aceptación de Cristo, y de llegar a


formar parte de su iglesia en esta tierra.

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