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com/opinion/alfredo-j-zaconeta-t/himalaya-13-anos-despues
Opinión
20 de febrero de 2020 09:01
Los antecedentes nos retrotraen a 1995, en ese año la Comibol firma un contrato de arrendamiento
con la empresa Himalaya, un acuerdo por 25 años para explotar esas áreas en las faldas del nevado
Illimani de La Paz.
El 2013, el Gobierno de Morales, mediante el Decreto Supremo 1619, del 19 de junio de 2013,
legalizó la reversión y avasallamiento de la mina Himalaya y, además, suscribió un contrato con la
Cooperativa Minera Cerro Negro. Cambió de operador, entregando este yacimiento a las
cooperativas mineras, socios de su gobierno; en versión del entonces viceministro de Cooperativas
Mineras, Isaac Meneses la “entrega” debía entenderse que: “Cooperativistas recibieron mina
Himalaya en retribución por apoyar al Gobierno”.
Hoy se conoció la determinación del tribunal de arbitraje de la Cámara Nacional de Comercio, que
resolvió que la Comibol, debe pagar $us 4,5 millones a la Empresa Minera Barrosquira, operadora
de la mina Himalaya. Los $us 4,5 millones serían una compensación que exige Himalaya, por las
inversiones que hubiese realizado, ¿la sacamos barata?
Como en el caso de Himalaya, hubo varias otras improvisaciones, causa de la ausencia de una
política minera seria; que, posteriormente derivaron en indemnizaciones millonarias, en desmedro
de las arcas del país. Habrá que recordar los casos de Colquiri, Vinto, Mutún, Quiborax, Mallku
Khota, sumando las cifras de estas, se podría superar la cantidad de inversión efectiva que se hizo
en pro del sector minero estatal, en los último 14 años.
La nacionalización de las minas siempre resultó un mal negocio para el país, este aspecto se
consolidó en el gobierno del MAS. Recién el 27 de julio de 2015, a través de García Linera, se tuvo
el valor de reconocer que las nacionalizaciones no derivaron en los resultados esperados; por lo
mismo, el gobierno descartó cualquier nueva nacionalización y por el contrario, invitó a que
empresas tipo Sumitomo, arriben al país y repliquen su modelo: “Ojalá vengan más (empresas),
necesitamos dos o tres San Cristóbal”; gran ejemplo de su práctica política de extremo a extremo,
funcional a sus intereses.
Ahora como van las cosas, nos planteamos la siguiente cuestionante, ¿se establecerán
responsabilidades por este desacierto en las personas de Evo Morales, el ministro de Minería y
Metalurgia de entonces, Mario Virreira y Edgar Pinto, ex presidente de la Comibol y otros técnicos
que hoy siguen vigentes en la gestión de Jeanine Áñez, incluso como viceministros? o se optará por
el privilegio del salvo conducto como en otro reciente caso.
¿Será que la actual administración de la cartera de minería será objetiva al investigar estos hechos,
sabiendo que a la cabeza de la misma se encuentra un representante de las cooperativas mineras?
Nuestra minería continua a la deriva, condenada a la improvisación de las autoridades de turno, que
usan nuestra riqueza minera, para el beneficio de sus intereses políticos, hoy igual que ayer.