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Fecha: 04 de FEBRERO 2020

Tema: La Gracia que Produce el Compañerismo


Lectura Bíblica: Filipenses 4:14-23
Libro de Meditación: FILIPENSES (Los hermanos de Filipos)

Pablo estaba en la cárcel, sufriendo por su fidelidad a Dios (ver Filipenses 1:12-13).
Él mismo lo describe como un tiempo de “tribulación” (v.14). Fue en ese momento que los
filipenses decidieron enviarle una ofrenda económica. Evidentemente, dicha acción animó a Pablo
tremendamente; y vemos en ella, la mano de Dios, obrando para el bien de Su siervo.
Pablo expresa su agradecimiento a la iglesia, y de paso establece ciertos principios importantes
que debemos notar:
1. Cuando un hermano pasa por un tiempo difícil, incumbe a los otros
miembros de la Iglesia apoyarle. Esa es la esencia de la verdadera comunión
cristiana; lo que llamamos, la “koinonía” (ver Filipenses 1:5). En el v.14 y el v.15, los
verbos, “participar” y “participó” son la traducción del verbo, “koinonía”.

2. La “comunión” cristiana no debe ser un acto aislado, sino un compromiso


continuo. La ofrenda que los filipenses acababan de enviarle a Pablo fue una renovación
de un compromiso anterior (v.10, “revivido”). Cuando Pablo continuó su segundo viaje
misionero, habiendo establecido la iglesia en Filipos (ver Hechos 16:11-40), los filipenses
apoyaron a Pablo económicamente más que cualquier otra iglesia (v.15-16).

3. El apoyo económico que brindamos a la obra del Señor no es una “dádiva”,


sino un “fruto” (v.17). Es el resultado de la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas; la
evidencia de un verdadero nacimiento espiritual. Eso era lo que alegraba tanto el corazón
de Pablo. Como un buen pastor, lo que Pablo buscaba no era el apoyo económico de los
filipenses para su beneficio personal, sino el fruto del Espíritu Santo en los filipenses, para
el beneficio espiritual de ellos “fruto que abunde en vuestra cuenta” (v.17b).

4. El monto de dinero que damos a la obra no es lo importante, sino el sacrificio


que representa. No sabemos cuánto dinero le enviaron a Pablo. Al parecer no era poco,
porque Pablo escribe, diciendo: “tengo abundancia; estoy lleno” (v.18a). Lo que
Pablo enfatiza es que la ofrenda fue un “olor fragante, sacrificio acepto, agradable
a Dios” (v.18b).

5. Cuando somos fieles a Dios, Él es fiel con nosotros. Cuando somos generosos con
los siervos de Dios; Él será generoso con nosotros (v.19).

6. Todo lo que hacemos (sea nuestro servicio a Dios, u ofrenda para la obra, debe ser
para la gloria de Dios el Padre v.20).
Pablo concluye la carta con un saludo personal (v.21a), y trasmitiendo los saludos de otros
(v.21b-22).

Reflexión:
La vida cristiana es el resultado de la gracia del Señor Jesucristo en nosotros. Él es quien comienza
la buena obra (Filipenses 1:6); y Él es quien hace que esa obra persevere y produzca los frutos que
glorifican al Padre. Con justa razón Pablo empieza la carta deseando que la gracia de Dios se
manifieste más y más en los filipenses (Filipenses 1:2), y termina del mismo modo (v.23). Todo lo
que somos, y lo que tenemos, lo debemos al amor inmerecido de Dios.

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